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Las telenovelas latinas

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JPC_59es
JPC_59es
16/08/2010 20:15
Viendo a personajes como, Doña Bárbara. Carlota Espinosa de los Monteros, y ahora León Parra o más incisivamente Catalina, me se puede dar cuenta de que la proliferación de estas telenovelas resultan un atentado contra la salud mental del espectador, asíduo a ellas.

Por ejemplo, Oriana seria la loba, la fiera, la fuerza, pero Catalina es la zorra, la sutileza, la argucia, la comedia, la falsedad. Pasa de la amenaza y la agresividad, al amor más grande y al sufrimiento más profundo con lágrimas de cocodrilo capaz de engatusar, engañar y conmover a quienes interesa manipular.

[img=lastelenovelaslatinas] http://i2.esmas.com/2009/11/11/84486/ninel-conde-es-coral-300x150.jpg[/img]

Esta clase de personajes puede ser interesante en una película de cine, para verlo de manera esporadica. Pero una proliferación de estos personajes zorros, de manera continuada se me antoja una pedagogía bastante negativa y peligroso. La nocividad de un personaje no es tanto por su inteligencia y habilidad para hacer el mal, si no también por el tiempo que se mantiene airoso y triunfal en sus fechorias. Hay niñas de doce o menos edad que ya consumen culebrones. Que se les está inculcando el arte de la astucia y del todo vale con tal de conseguir lo que uno desea.

Y para mas inri, vivimos en un pais donde la ley del menor convierte a estos en intocables, donde padres y maestros van perdiendo autoridad y los menores delincuentes no tienen unos centros realmente "reformatorios" por que para eso, señores míos, hace falta un equipo de psicólogos, y unas terapias individualizadas que ahonden en los orígenes de cada caso, y reorienten al menor en una conducta de convivencia y respeto, o en el peor de los casos, internarlos en un centro de salud mental.

Pero lo dicho, los culebrones latinos y los personajes zorros y zorras, deben de estar alejados del alcance de los niños y adolescentes. Es mas, no debían de proliferar tanto.
#1
Faye
Faye
16/08/2010 22:38
Bueno, en parte tienes mucha razón. El problema que veo a tu planteamiento es que no creo que, en realidad, esos personajes "zorros", como los llamas, estén planteados como héroes ni como modelos a seguir, sino como enemigos que se han de combatir. De hecho, siempre acaban mal y en la propia trama no consiguen ni verdaderos afectos ni verdaderos triunfos.

Yo iría más allá. Creo que el verdadero problema está en los protagonistas o incluso en cualquier personaje considerado positivo, es decir, bueno. Héroes y heroinas que se presentan como personajes virtuosos y modelos a copiar que acaban siempre felices y con todos sus sueños cumplidos.

¿Pero realmente son modelos de los que debemos aprender? Sólo hay que echar un vistazo a los protagonistas masculinos de "Mar de amor", o de "Bella Calamidades" (sólo dos ejemplos recientes y cercanos) para ver que son hombre sin apenas virtudes elevadas, como puede ser el sacrificio, el honor o la voluntad. Sólo tienen (al menos se supone) una fachada bonita y su mayor logro consiste en acostarse con cuantas más mujeres mejor y que la chica protagonista le perdone todo y se arrastre ante él. Hombres que reflejan un concepto de "lo masculino" totalmente equivocado. Y eso influye, por supuesto, en las relaciones con las mujeres: dominantes, celosos hasta el cansancio, sin respeto, sin una conquista...

Creo, además, que es un fenómeno que no sólo se refleja en las telenovelas latinoamericanas, sino prácticamente en todo el mundo, y en España por supuesto.
#2
Amigo de Fletcher
Amigo de Fletcher
16/08/2010 23:03
Pues yo no veo mal, que una chica o un chico de 12 años se enganchen
a un culebron, peores cosas hay en la vida como para ver mal eso. Y eso de
los personajes, pues es dependiendo de la novela; también está basado para que
se vea que en la vida no todo es fácil y que hay que ir superando obstáculos
que se nos presentan sin darnos cuenta y que incluso muchas veces estamos
cegados de la realidad o cosas que tenemos alrededor y hasta que no volvemos
a tropezar, pues no nos damos cuenta. Pero es cierto, que hay cosas que las
exageran demasiado, pero en la ficción todo puede ser ;)
#3
JPC_59es
JPC_59es
17/08/2010 19:58
Tan solo una pequeña reflexión a vuestras amables opiniones.
En literatura bueno es tocar todos los temas; comedia, drama, terror, sexo.... Todo está bien "pero" en su justa medida. Yo, que no soy psiquiatra o psicólogo, pero creo que seguir asíidduamennte temáticas de terror, de psicópatas multicriminales etc puede volver adictos a algunas personas hasta el punto de identificarlas con estos personajes, al punto de hacerlas perder el sentido de la realidad, y la razón.

Todo en la vida debe tener su justa medida, el que me guste la paella, no significa que quiera comerla todos los días, y yo creo, que hasta la mayoría de los niños, pasado las vacaciones de verano ya estarán deseando volver con sus amigos del cole, estrenar libros nuevos, y jugar en el recreo.

Como escritor puedo decir que para obtener una obra lucida debe saber meter los condimentos necesarios, en las medidas precisas, es decir, un poco de picante, sin que llegue a ser repulsiva. Un poco de dulce, sin llegar a empalagosa. Y .... bueno "la sal" la "risa" de ese tema nos podemos pasar bastante.... (Lina Morgan)

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#4
Faye
Faye
17/08/2010 22:25
¿Pero cuál es "la justa medida"? Además, a veces es cuando se rompe con esa tibieza cuando se consiguen las grandes obras. Y no pretendo decir con esto que todo es relativo, sino que para lograr una buena obra (de cualquier género) los caminos son múltiples, siempre y cuando se haga bien.

Por otra parte, es evidente que abusar de algo, cualquier cosa, puede ser perjudicial, desde luego, en eso estamos de acuerdo.

Y el problema no es que niños de doce años vean novelas, sino el contenido de esas novelas..., digo yo. Hoy mismo he visto en el telediario que han hecho un estudio sobre los superhéroes y han llegado a la conclusión de que son dañinos para los jóvenes porque presentan modelos machistas y violentos. Sólo se salvan Superman y Spiderman. No sé qué os parecerá a vosotros, pero a mi me parece una tontería...