Capítulo 332: Sandra revela su doble identidad.

Gonzalo se encuentra las cenizas de su amada en la cafetería y se sienta en el suelo con el jarrón. Paula y Sandra entran en la cafetería y, sin saber que Gonzalo estaba allí, Sandra habla con su hija que mató a Sonsoles sin dar indicios que son la misma persona, escuchándolo todo Gonzalo.

Jota le propone a Cayetana fugarse con él, pero ésta no acepta porque ya está comprometida con Echegaray.

Gonzalo no se puede creer lo que ha escuchado en la cafetería y se lo cuenta todo a Guti, que no le cree porque piensa que no está en sus cabales. Diego le insiste a Gonzalo para que le cuente todo lo que sepa sobre la muerte de Sonsoles, pero él no le dice nada y se va.

Bea está a punto de contarle a Nacho que Sandra y Sonsoles son la misma persona, pero en ese momento aparece Sandra al creer que su amiga le contaría toda la verdad a su novio. Sandra le lo reprocha y su amiga también le reprocha como se ha liberado de la limpiadora.

Diego investiga si la adopción de Paula es cierta, pero se lleva un chasco cuando descubre que todo está en orden.

Todos están muy desanimados con la muerte de Sonsoles, pero van tirando.

Sandra intenta hablar con Gonzalo para animarle, pero él huye de ella y le pide a Bárbara que lo acompañe a su casa.

Álvaro si que tiene problemas: se ha peleado con uno de los carceleros y le han mandado a una celda de aislamiento.

Bea se disculpa ante Sandra por intentar delatarla y, por primera vez, la apoya en su decisión.

Sandra llama a Gonzalo para decirle que se arrepiente de una cosa. Él cree que es porque mató a Sonsoles, pero ella se arrepiente de verdad por atosigarle.

Jota comenta con Mustang que se acabó estar con Cayetana. Él quire irse a París para estar con su novia de allí por lo que se despide del kiosquero y se dirige hacia Francia, pero al final tiene un accidente a los pocos segundos de irse, es decir, al lado del kiosko.

Sandra comenta delante de toda la plantilla que Sonsoles fue una gran mujer, pero al llegar Gonzalo niega todas sus palabras y dice que Paula y ella fueron las asesinas de la limpiadora, por lo que amenaza con llamar a la polícia y Sandra, a pesar de que Bea no quiere, se ve obligada a revelar su doble identidad.