Entrevista a Wentworth Miller, que visitará España en enero: "La cárcel cambiará a Michael"

El tatuado protagonista de Prison Break, que emiten Fox y La Sexta, nos cuenta cómo es rodar la serie revelación de la temporada y ser el actor de moda. Mirar sus ojos azules produce un embelesamiento extraño del que cuesta recuperarse. No es extraño que con su papel de Michael Scofield, el ingeniero capaz de hacer cualquier cosa por salvar a su hermano de la silla eléctrica en Prison Break, Wentworth Miller se haya convertido en el hombre del momento

-¿Qué ha supuesto para ti el gran éxito de Prison Break?
-Es lo más importante que me ha ocurrido en toda mi carrera. La televisión es un medio increíblemente poderoso que te permite colarte cada semana en millones de hogares. Me reconocen allí donde voy y, afortunadamente, está resultando una experiencia enriquecedora. La gente me trata con mucho respeto. Es como tener una familia numerosa con un montón de primos y tíos a los que no has visto nunca y que saben quién eres tú aunque tú no tienes ni idea de quiénes son ellos.

-¿No te abruma tanta fama?
-Hay que establecer un equilibrio delicado. Quieres que la gente vea cada semana Prison Break, y eso requiere hacer publicidad y que tu cara esté en todas partes. Pero, para mantener una larga carrera como actor, es bueno mantener un cierto grado de misterio.

-¿La gente te reconoce por la calle?
-Últimamente sí. Y te ocurren cosas curiosas, como una vez que una chica me reconoció en un supermercado y me pidió que me hiciera una foto con ella. Estábamos los dos allí juntos, con los brazos por encima del hombro, mientras ella intentaba sacar la instantánea con el móvil, pero le temblaba tanto la mano que le salían todas movidas.

-¿Te ha costado llegar donde estás?
-No es tan duro como trabajar en una mina de carbón, pero ser actor requiere cierto nivel de perseverancia, equilibrio psicológico y emocional. Antes de Prison Break hice 500 audiciones y sólo conseguí media docena de papeles secundarios. A veces te preguntas si no despertarás un día con 45 años para darte cuenta de que aún no ha llegado tu gran momento.

-¿Cuál es el secreto del éxito?
-Tienes que tener el alma de un artista y el pulso de un artesano.

-¿Has tenido alguna experiencia carcelaria real antes de la serie?
-He tenido la suerte de crecer en una familia que me ha proporcionado un entorno seguro. Mi experiencia al otro lado de la ley no va más allá de alguna multa por exceso de velocidad, pero los primeros 10 meses de rodaje me dieron una idea clara de qué significa estar encerrado. Además, varios extras de la serie son ex convictos y te cuentan historias de cómo es la vida dentro.

-¿Cómo es trabajar con Dominic Purcell, tu hermano en la serie?
-Es el hermano mayor que siempre me habría gustado tener. Tiene una familia maravillosa, a la que, pese a los durísimos rodajes, dedica todo su tiempo. En eso también es un modelo para mí.

-¿Qué es lo que le espera ahora a Michael Scofield?
-Su estancia en la cárcel le va a cambiar por completo.

-¿Qué tal llevas lo del famoso tatuaje?
-Es esencial en la serie, casi como un personaje más. Tardan unas cuatro horas en ajustarme las más de 20 partes en las que está dividido, pero no hace falta hacerlo todos los días, sólo una vez por episodio, para rodar de golpe todas las escenas en las que aparece.

-Y con las mujeres, ¿qué tal?
No salgo con nadie. Trabajo 17 horas al día, y así es imposible.