Alexandra Jiménez: "Nuna sentí sensación de estancamiento en 'Los Serrano"

En Navidad vuelve a Antena 3 La familia Mata. Paco Tous será el invitado navideño de esta ficción a la que se incorpora la joven actriz zaragozana Alexandra Jiménez, África en Los Serrano, que ahora combina la televisión con la obra de Shakespeare La fierecilla domada.

Llega de una producción de largo recorrido, un éxito en comedia familiar que sólo tiene el precedente de Médico de familia y que Telecinco estiró tras la marcha de Belén Rueda. ¿Se prolongan demasiado las series que cuajan? Jiménez responde que es una decisión de las cadenas.

Sobre el papel, su nuevo personaje es una aspirante a actriz que sueña con trabajar con Amenábar. Supongo que comparte esto último.
A quién no le gustaría trabajar con él. Pero esta chica, Eva, no tiene nada que ver conmigo. La mayor ilusión que tiene en la vida es conocer a su padre, Arturo Mata. Y no solamente le conoce sino que se queda a vivir en la casa familiar. Por otro lado, quiere convertirse en actriz pero carece de talento y de consciencia. Es la eterna optimista que vive en otro planeta y muy entrañable.

Y en la vida real ¿resulta difícil abrirse camino como actriz?
Sí, pero difícil es todo, ser actriz o convertirte en un gran abogado o un arquitecto y trabajar en lo que te guste. No creo que esta profesión sea tan diferente como a veces nos empeñamos en hacerla.

Usted era bailarina y dejó el ballet por una lesión.
Por una lesión y por una decisión de dejarlo. Lesiones se tienen cada dos por tres y, aunque la mía no era como para tomársela a la ligera, yo ya estaba deseando dejarlo y empezar con la interpretación. Y no sé si soy inconsciente como mi personaje, pero no he vivido el proceso de cambio como algo duro. Ahora bien, como decía, todo en la vida es difícil de lidiar.

Le costó llegar a Los Serrano.
Fue un proceso de casting sobre casting. Me llamaron para una serie argentina y a partir de ahí hice una prueba para Los Serrano. Cada paso que das en la vida cuenta y te lleva al siguiente. Pasito a pasito y con constancia.

Tanto tiempo con un personaje en una serie larga como Los Serrano ¿no termina por cansar y convertir el trabajo en algo mecánico?
Para nada. No me dio tiempo a despistarme ni a quedarme dormida en los laureles porque era una personaje en continua evolución y cambio. Nunca sentí sensación de estancamiento, todo lo contrario. Fue interesante hasta el final y he aprendido mucho..

¿No se alargan demasiado las series y se estiran a partir de su éxito?
Pero eso es decisión de las cadenas que no llegamos a entender muy bien. A nosotros se nos escapa de las manos porque uno puede pensar que se debe llegar a un final y el otro no.

¿Hubiera seguido adelante con la serie?
Es algo que ninguno nos planteamos porque sabíamos que antelación cuál iba a ser el final. Fue un cierre perfecto. Por otro lado, pocas series llegan a durar tanto tiempo.

Ahora hay series a las que les cuesta cuajar y muchas se retiran.
Sí. No lo entiendo. Pero se les debería de dar una oportunidad para ver si enganchan con el público.

¿Los Serrano no empezó a despedirse cuando se fue Belén Rueda?
No porque dio más de sí después. Su marcha fue una etapa y luego empezó otra.

Supongo que al pensar en el futuro se mirará en el espejo de ella, que ha sido su compañera, ahora candidata a mejor actriz en los Premios de Cine Europeo
Belén está en el sitio que se merece estar porque es una grandísima actriz y una persona fantástica. Está recogiendo lo que le corresponde. A mí me gustaría seguir haciendo teatro, cine y televisión, pero tampoco quiero trazarme un objetivo concreto porque me perdería muchas cosas por vivir. Sólo quiero trabajar y tener momentos felices. A mí en la vida lo que más me importa es mi familia, y lo del trabajo viene después.

¿Qué le gusta de la televisión?
La veo poco porque estoy trabajando mucho, pero me gustan los documentales y los informativos, alguna serie y el cine. Y no me gusta tanto el jaleo, los circos que se arman, los realitys, y cómo acribillan a la gente sin sentido. Lo que nos pasa un poco a todos, pero lo curioso es que luego esos programas tienen mucha audiencia.