Fan-fic de Littlenanai = Temporadas 4 y 5 completas.

Hoy espero tener algo del capitulo 4x07 :) en cuanto lo tenga lo subo :D

Acabo de leer todo lo que se me habia acumulado durante la semana y me ha gusta mucho. Me ha encantado cuando dice: hasta los seres mas malignos pueden amar. Que bonito

como engaancha esto, eres muy bueno escribiendo ni a mi se me hubier imaginado, me gusta la trama luz-lucas que a la gente le hubeira gustado ver con una chica y apenas pusieron a lucas en ese tema, tambien a la gente le hubiera gustado ver como los castillos juegan con otros niños con poderes, y bueno la trama sandra-culebra me encanta a la gente hubiera visto como sandra va abuscar a culebra deseperadamente muchas cosas que hay para una 4 temporada, estoy desenado leer la siguiente trama ,

4x07 Los protegidos: La petición. (parte 1)

Otro día amaneció en Valleperdido. Todos desayunaban juntos menos Sandra, que bajó al rato de la ducha tarareando una canción.

Lucía: Sandra, ¿por qué estás tan contenta?

Sandra: No sé, me he despertado de buen humor peque.

Julia y Mario se miraron y sonrieron. Sabían perfectamente que Sandra estaba contenta porque hoy volvería a ver Culebra. En ese momento entró Rosa Ruano por el patio sin llamar ni nada.

Rosa: ¡MARIO!

Mario que estaba bebiendo el café se lo echó encima de la camisa y se quemó.

Mario: ¡ay!

Julia: ¡Lucas trae agua!

Julia le quitó la camisa a Mario rápidamente para que no se quemara.

Rosa: Julia cariño, qué pasión que tenéis.

Mario miró a Rosa no precisamente con cara de buen humor.

Mario: ¿qué pasa Rosa, por qué vienes con esos gritos?

Lucas: Ni que eso fuese raro…

Sandra y los niños se rieron.

Rosa: Mario. Me voy del pueblo.

En ese momento todos dejaron de reírse de golpe y la casa se sumergió en el silencio durante unos segundos.

Mario: ¿Te vas unos días?

Rosa: No, me voy para siempre Mario.

Julia: Pero Rosa, ¿cómo te vas a ir?, ¿y el juicio?

Rosa: Vendré ese día claro que sí, pero no para quedarme, mi vida aquí ha acabado.

Mario: Pero vamos a ver Rosa, ¿tú te lo has pensado bien?.

Rosa: Mario, claro que me lo he pensado bien, pero no os preocupéis, que os podéis quedar en la casa, la mía también la alquilaré.

Lucía: Pero Rosa no os podéis ir. ¿Y Borja y Chelito?

Rosa: Luci nos vamos todos. Mi Antonio dice que puede pedir el traslado a otra comisaria y bueno, a los niños les costará más acostumbrarse, pero todo esto es mejor para ellos. Me han mandado una carta del colegio diciendo que ya no puedo pertenecer al AMPA porque no soy ejemplar para los niños, una tontería como una casa, ¿sí o no?. Lo próximo es que la tomen contra mis hijos..¡y eso sí que no!

Todos miraron tristes a Rosa, parecía muy decidida. Lucía se comunicó con Carlitos mediante la mente.

Lucía: Tenemos que hacer algo.

Carlitos asintió.

Julia llevó a Sandra, Lucas y los niños al colegio, mientras Mario se fue a la organización.

Carlitos: Vamos Lucía, tenemos que preparar todo.

Lucas: ¿Preparar qué?

Lucía: nada, cosas de la clase…

Lucía y Carlitos salieron corriendo hacia el interior del colegio.

Lucas: Bueno, yo también me voy, que tengo Inglés y siempre viene antes de que toque el timbre. ¡hasta luego!

Sandra: Hasta luego, espérame a la salida.

Lucas: Ahí estaré.

Lucas se fue hacia su aula.

Sandra: Julia, al salir de clase quiero ver a Culebra.

Julia no parecía muy segura.

Sandra: Julia, ese fue el trato.

Julia: Está bien, mandaré a una de las chicas a que se dé una vuelta por allí.

Sandra: ¿cómo vas con la cura?, ¿has encontrado algo nuevo?

Julia: No…esto es un proceso lento Sandra y más cuando no sé donde seguir buscando.

Sandra entendió a Julia, pensó que tal vez le estaban presionando demasiado entre todos.

Sandra: Bueno, no te preocupes, seguro que damos con algo. Me voy, ¿vienes?

Julia: Ve tú, ahora iré yo.

Sandra sonrió a Julia y salió del coche en dirección a su clase.

Julia se quedó en el coche pensando durante un rato, llevaba días sin avanzar en la investigación. Lo único que tenía era un par de macetas y unas bolsas con semillas que no sabía para que servían. Cada vez veía más lejos esa cura y no tenía el valor suficiente para decírselo a la familia.

La mañana transcurrió muy lenta para Sandra, estaba deseando que acabasen las clases para ir hacia Villa Dorita. Al fin tocó el timbre. Sandra salió corriendo por el pasillo, se chocó con varias personas.

Sandra: ¡lo siento!

La última persona con la que se chocó fue Lucas.

Lucas: Ten cuidado Sandra, que al final te matas.

Sandra: Lo siento…es que estoy nerviosa, me siento igual que me sentí en mi primer día de colegio, algo parecido a ese momento, me tiemblan las piernas.

Lucas sonrió a su prima.

Lucas: Seguro que se alegra de verte.

Sandra le devolvió la sonrisa.

Sandra: ¿Y los niños?

Lucas: Me los he encontrado en el recreo y me han dicho que se iban a quedar en la biblioteca haciendo deberes.

Sandra: Pues en ese caso, vámonos.

Sandra y Lucas se dirigían a Villa Dorita cuando se cruzaron con Julia, que parecía enfadada.

Sandra: Julia, ¿qué te pasa?

Julia: Pues que no sé donde he metido el móvil, juraría que lo llevaba conmigo pero cuando me disponía a salir del despacho he visto que no estaba. Lo que faltaba, con el día que llevo vamos…

Lucas: Bueno tranquila, que seguro que aparece.

Sandra: Nosotros vamos a Villa Dorita.

Julia sonrió a la chica.

Julia: Ya he hablado con Mario para que ponga a alguien en alerta por ahí. Ten cuidado.

Sandra asintió y se dirigió a Villa Dorita junto a Lucas.

Mientras, Carlitos y Lucía se hallaban en la biblioteca del colegio, pero no haciendo deberes precisamente…

Lucía: ¿Estás seguro de que no te ha visto nadie?

Carlitos: Qué no, además, si Julia supiese algo ya me hubiera mandado a dirección, no todos los niños pueden hacer volar un móvil del bolsillo de una chaqueta.

Lucía: ¿Lo que estamos haciendo no es robar?

Carlitos: No, porque después de ayudar a Rosa se lo vamos a devolver.

Lucía: Sí, sin un céntimo porque con todos los papás que tienen a sus hijos en el colegio…

Carlitos: Bueno, pero es por una buena causa.

Lucía: Eso es verdad. Bueno, empezamos, que sino no da tiempo.


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Esta tarde intentaré tener también la parte 2 :) disfrutadla!

jeje que bueno carlitos y lucia como siempre ayudando a los demas , que bueno y sandra a va a ver a culebra que nervisos, estoy yo mas nerviosa que ella jajaja. estoy deseando seguir leyendo aver que pasa.

que enganchada estoy y deseando que sandra llegue a junto culebra jajajjajajaja

Me encanta !!!
Sigue asii
Continua que quiero ver ese encuentro de S&C.

Dentro de un rato tendré la parte 2 ;) muchas gracias por vuestros comentarios!

4x07 Los protegidos: La petición. (parte 2)

Sandra y Lucas llegaron a Villa Dorita. Lucas vio en uno de los salones principales de la casa a Luz.

Sandra: Lucas, quédate aquí, yo bajaré a ver a Culebra.

Lucas: Suerte.

Sandra: Gracias.

Sandra se dirigió hacia la sala de la librería. Mientras, Lucas se acercó a Luz.

Lucas: ¡hey, hola!

Luz: Hola Lucas.

Lucas:¿qué haces?

Luz: pues nada…

La chica hoy no tenía muchos temas de conversación. Lucas notó que le pasaba algo.

Lucas: ¿Te pasa algo?

Luz: ¿A mí?

Lucas: Sí, estás triste.

Luz: No digas tonterías, Lucas que tú estés mal todos los días porque eres el típico friki con el que se meten todos en el colegio no quiere decir que los demás también tengamos días malos.

Lucas: ¿cómo? Mira, a ti no hay quien te entienda…

Lucas se disponía a irse cuando Luz se arrepintió de haberle dicho eso.

Luz: Lucas espera. Lo siento… tienes razón, no he tenido un buen día, no tengo que pagarlo contigo.

Lucas se giró y miró a la chica.

Luz: Quédate.

El chico regresó a su lado y se sentó con ella en el sofá.

Lucas: ¿Qué te ha ocurrido?

Los ojos de Luz se llenaron de lágrimas pero esta las detuvo, no pensaba dejarlas salir.

Luz: Es que si te lo cuento tal vez no quieras volver a hablarme en tu vida…

Lucas abrazó a la chica al verla tan mal.

Lucas: Puedes contarme lo que sea.

Sandra llegó a donde Culebra. La chica que había mandado Julia le dio el mando para desactivar la barrera de la habitación del chico, luego se quedó rondando por el pasadizo por si la chica eléctrica necesitara ayuda.

Sandra recorrió el pasillo hasta llegar a la habitación de Culebra. Él estaba tumbado en su cama viendo una revista, pero cuando vio a Sandra se levantó. Sandra desactivo la barrera con el mando cuando otro de los chicos la llamó.

-¡Eh guapa! ¿Por qué no vienes y la desactivas en mi habitación también? Yo te puedo enseñar tantas cosas…

Culebra: ¿Y por qué no te callas y así no te rompo la cara, gilipollas?

El otro chico se apartó de la barrera y se tumbó a seguir leyendo en su cama.

Sandra y Culebra se miraron a la vez.

Sandra: Hola…

Culebra: Hola Sandra…

Lucas esperó a que Luz se tranquilizara para contarle los motivos por los que estaba así. Habían subido al tejado de la tarde anterior.

Lucas: Venga, que este lugar servía para gritar todo lo que quisiésemos contar.

La chica sonrió a Lucas.

Luz: Esto no se puede gritar Lucas…

Lucas: Vale. Pero si te sientes mejor hablándolo con alguien pues puedes contármelo.

Luz: ¿Y por qué a ti?

Lucas: ¿Y por qué no?

Luz miró al chico. Le transmitía confianza.

Luz: Es algo de mi pasado, algo que llevo conviviendo con ello muchísimo tiempo, pero hoy en especial lo recuerdo más que nunca.

Lucas: ¿De qué se trata?

Luz: Hoy hace 5 años que murió mi padre.

Lucas: Vaya… lo siento mucho.

Luz: Yo no. Yo le maté.


Sandra y Culebra seguían de pie mirándose.

Culebra: ¿Te vas a quedar ahí como una estatua?

Sandra reaccionó.

Sandra: No, supongo que no…

Sandra se adentró en la habitación.

Culebra: Está esto un poco desordenado como ves.

Sandra: Tú nunca has sido muy ordenado…

Los dos se rieron.

Culebra: ¿y qué haces aquí?, ¿cómo es que has conseguido el mando?

Sandra: Bueno, digamos que he hecho un trato con Mario y Julia y me van a dejar pasarme por aquí de vez en cuando.

Culebra: Eso es la ostia.

Sandra: ¿De verdad lo crees?

Culebra se quedó mirando a Sandra mientras a esta le salía una sonrisa. Los dos se acercaron un poco más. Sandra entonces pudo ver la foto de la familia rota en el suelo. Andó hacia ella y se agachó a recoger los pedazos.

Culebra: Lo siento… pero es que la miro, me veo y no soy yo el que aparece.

Sandra: No Culebra, al contrario, este de aquí eres tú. El Culebra feliz, el Culebra que se preocupaba por su familia, el Culebra al nada le frenaba… y también el Culebra del que me enamoré.

Culebra no pudo decir nada después de aquello.

Culebra: Estoy confundido.

Sandra: Lo sé, pero no estás solo, yo estoy aquí para ayudarte.

Culebra le lanzó una débil sonrisa a la chica.

Sandra observó los papeles que había sobre la mesa de la habitación.

Sandra: ¿Y esto?

Culebra: La pesada de Julia, me los trae casi todos los días para que lo rellene.

Sandra: ¿Y por qué no lo haces?

Culebra: Porque no sirve para nada.

Sandra: ¿Y cómo lo sabes si no lo has intentado?

Culebra no sabía qué responder a aquello. Sandra se sentó en la cama y empezó a leer los papeles mientras el chico invisible se situaba a su lado mostrando algo más de interés.

Lucas estaba asombrado tras escuchar las palabras de Luz.

Lucas: ¿Qué mataste a tu padre?, ¿pero cómo pudiste hacer una cosa así?

Luz: ¿Crees que soy un monstruo no? .Típico, la gente suele juzgar sin escuchar toda la historia.

Lucas miró a la chica. Le había prometido que la escucharía.

Lucas: Te escucho.

Luz se extrañó al ver a Lucas dispuesto a escucharle.

Luz: Todo ocurrió hace cinco años…


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En cuanto pueda subir la parte 3 la subo, no se si será hoy o mañana :) espero que os guste! un beso!

estoy interesada por la historia de luz, por cierto exactamente que poder tiene luz? , y a ver que pasa con sandra y culebra si ocurre algo en donde esta encerrrado culebrilla jeje

Que interesanteeee
continua pronto please no nos dejes con la intriga!!!

Luz lanzaba rayos laser por los ojos e entendido yo... :D
Estoy enganchadísimo :$
SIGUEE!!
Van a haber más niños?
Gema y Tania?
Me encantan esas niñas si puedes hacerme el favor :D
Gracias Littlenanai de todas formas :)

Sí, el poder de Luz era lanzar rayos láser a través de los ojos :)
Muy pronto continúo, la siguiente parte creo que gustará bastante, espero no equivocarme, estoy preparándola ya, me falta poco para acabarla ;)

3x07 Los protegidos: La petición. (parte 3)

Luz: Yo vivía en un pequeño apartamento en el centro de Madrid con mis padres. Mi padre tenía un buen curro y vivíamos económicamente bien...para las demás personas éramos la familia perfecta. Yo con apenas 10 años era una fantástica estudiante que sacaba sobresaliente de nota media en el colegio, mi madre era una ama de casa ejemplar y mi padre un buen trabajador a la vista de sus compañeros. Pero nadie imaginaba la realidad que se escondía en aquella casa… Era raro el día que mi padre no le diera una paliza a mi madre. Mi padre nunca tuvo una muestra de afecto conmigo, cuando era más pequeña mi madre me decía que ese era su carácter, pero que en el fondo me quería…pero conforme iba creciendo me di cuenta que nada de ese amor había en su interior. Eran continuas las amenazas que me hacía para que no hablara, para que no le contara a nadie el infierno que vivía mi madre. Yo era una niña y tenía miedo, mi padre a mi no me golpeaba, ya que yo iba al colegio y podía levantar sospechas, pero me amenazaba diciéndome que si hablaba de esto con alguien acabaría como ella. Mi madre también me lo pedía, me pedía que fuese fuerte y que aguantase, que un día todo esto acabaría…y acabó. Un día volvía de una excursión a una granja escuela a la que habíamos ido a pasar unos días con el colegio. Cuando llegué me extrañé de que mi madre no abriese la puerta, ella nunca salía de casa. Le pedí la llave a una de las vecinas y entré en mi casa. Allí me encontré a mi madre tirada en el suelo, junto a un gran charco seco de sangre. Llevaba horas muerta. Me tiré a ella a abrazarla, aun sabiendo que eso no iba a hacer que regresara. En ese momento llegó ese hombre, ese hombre que se hacía llamar “papá” pero al que había odiado con todas mis fuerzas durante los últimos años y al que odiaba ahora todavía más tras lo sucedido. Yo siempre había tenido miedo de él, mi padre de joven había sido luchador y ni mi madre ni yo podíamos luchar contra su fuerza, siempre deseé tener otro tipo de fuerza que no fuese física para poder vencerle. Mi padre estaba allí, y yo llena de ira me tiré tras él a golpearle y a decirle que lo iba a denunciar. Mi padre me empujó contra la pared e intentó hacerme callar para siempre…pero entonces sucedió, sucedió eso que había deseado con todas mis fuerzas toda una vida.

Lucas: Tu poder…

Luz: Sí. Cuando estaba a punto de perder el conocimiento, de morir a causa de su fuerza física, de mis ojos salieron dos especies de rayos que le quemaron el rostro por completo. Le atravesaron el cuerpo e hizo que muriera escasos minutos después. La vecina bajó corriendo al oír los gritos y se encontró los dos cuerpos ahí tirados.

-¿Pero niña, que has hecho?

Luz: Yo no tenía ni idea de lo que acaba de ocurrir, pensé que todo esto era una pesadilla pero no fue así. Salí corriendo de aquella casa y no regresé nunca más. No tenía donde ir hasta que alguien me encontró y me llevó a su casa.

Lucas: Madre…

Luz: Exacto… ¿ahora entiendes por qué actué así tras su muerte? Yo sé que Madre hizo muchísimas cosas malas, pero fue la única que en ese momento me dio la oportunidad de tener la vida que nunca tuve, era eso o la calle y yo ya me había sentido demasiado tiempo sola.
De los ojos de la chica empezaron a recorrer lágrimas que esta vez no pudo retener. Lucas la abrazó.

Lucas: Todo eso ya ha pasado, ahora estás aquí y te vamos a ayudar.

Luz: Lo sé. Mario y Julia se han portado genial a pesar de los problemas que di, pero ese recuerdo lo voy a tener siempre en mi cabeza. Yo no tuve infancia Lucas, me la robaron, tuve que madurar rápido, tuve que hacerme fuerte, hacerme de hielo. Me convertí en un monstruo…hice cosas horribles junto a Madre…

Lucas: Lo sé… ¿Sabes? Mi vida tampoco fue muy buena hasta que llegué aquí. Mis padres me abandonaron cuando se enteraron de mi poder y yo también me encontré con una persona que me recogió de la calle. ¿Te suena Padre?

Luz: El cómplice de Madre, ¿no?

Lucas: Exacto. También me obligaron a hacer cosas malas, pero encontré a los Castillo y tuve la oportunidad de cambiar. Todo el mundo merece una segunda oportunidad, incluida tú.

Luz sonrió a Lucas.

Luz: Gracias Lucas, me siento mejor por habértelo contado.

Lucas entonces recibió un mensaje al móvil. Era desde el móvil de Julia.

“A las 20:00 en el colegio”

Lucas se extrañó.

Julia llegó a Villa Dorita cuando se cruzó con Mario.

Mario: Julia, ¿dónde estabas?, ¿por qué no me coges el teléfono? Me daba como si me lo colgaras, te llevo llamando toda la mañana…

Julia: He perdido el móvil, bueno, más bien creo que me lo han robado. ¿Qué pasa?

Mario: Ha llegado una nueva niña.

Julia: ¿Una nueva niña?

Mario: Sí, la han encontrado una de las ayudantes, estaba desorientada.

Julia: ¿De qué niña se trata?

Mario: No lo sé, estaba esperando a que vinieses para examinarla, dice que se llama Carlota, tiene unos 6 años y trae consigo una especie de bola de cristal.

Julia: ¿Carlota está aquí?

A Julia se le iluminó el rostro, como si esperase un milagro y se hubiera cumplido. La verdad es que era algo así.

Julia: Vamos, tengo que verla inmediatamente.

Mientras, Sandra había conseguido que Culebra hiciera los ejercicios que Julia le había mandado.

Llegaron a una de las últimas preguntas. “Recuera el mejor momento de tu vida y explícalo”.

Culebra paró de escribir.

Sandra: ¿Qué pasa Culebra?, ¿Por qué paras?

Culebra: Esta pregunta no puedo contestarla.

Sandra: ¿Por qué no?

Culebra: Porque el mejor momento de mi vida no lo puedo explicar con palabras.

Sandra: ¿Cuál fue?

Culebra: La primera vez que te besé.

Sandra no esperaba aquella respuesta y sin quererlo fundió la luz de la habitación. En ese momento sus miradas se encontraron en la oscuridad. Culebra le apartó el pelo de la cara a Sandra y se lo puso tras las orejas. Sandra se acercó un poco más a Culebra y ambos se besaron. Fue un beso largo, un beso de reencuentro, donde se demostraron lo que se habían echado de menos. Después se despegaron ,pero solo los labios, sus frentes seguían chocándose pudiendo sentir cada uno la respiración del otro. Sandra sonrió. En ese momento notaron como la puerta del pasillo se abría. Los dos jóvenes se alejaron un poco. Era Andrea.

Andrea: Sandra, se acabó el tiempo por hoy.

Sandra no quería irse, deseaba quedarse junto a Culebra toda una vida, pero debía irse, tenía que ayudar a Julia con la investigación para que su deseo pudiese cumplirse.

Sandra: Volveré mañana.

Culebra: Te estaré esperando.

Culebra sonrió a la chica y esta se fue en compañía de Andrea.

Sandra buscó a Lucas por la casa pero al parecer ya se había ido. En ese momento recibió un mensaje al móvil. Era desde el móvil de Julia.

“A las 20:00 en el colegio”

Julia y Mario llegaron al despacho. Julia vio a la niña. Carlota tenía el pelo castaño y rizado, los ojos verdes y unas pecas muy graciosas en las mejillas.

Julia: Hola Carlota cariño.

Carlota: ¿Julia?

Julia: Sí.

La pequeña abrazó a Julia.

Mario: ¿Te conoce?

Julia: Carlota vivía en casa con mi madre y conmigo desde que nació. Su madre tuvo un parto difícil y no sobrevivió y su padre no quiso encargarse de ella, la veía culpable de lo sucedido, por lo que nada más salir del hospital fue directa a casa. Cuando Madre invadió la casa, la niña se escondió y escapó.

Carlota: Julia, esa señora era muy mala, fui a donde me dijiste, al refugio que me enseñaste.

Julia: Ya lo sé cariño, no te preocupes, no te volverá a hacer daño. Carlota, me tienes que hacer un favor, tienes que utilizar tu poder para una cosa muy importante. ¿Me ayudarás?

Carlota: Sí.

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Os ha gustado? esta tarde tendré la parte 4 ;)

Si que me ha gustado, esta muy intereante, a ver que puede hacer esa Carlota.

que bonito el emjor recuerdo de la vida de culebra es cuando te bese sandra jajaja, que guay, y los niños mandando sms para que vayan al colegio a ver que traman los peques, y el poder de carlota estar relacionado con buscar el movil de julia a lo mejor me equivoco,me gusta la historia, ah ya se ha solucionado lo del poder de luz no me acordaba de sus rayos laser

Me alegro de que os guste, dentro de unos minutos subiré la parte 4 ;)

4x07 Los protegidos: La petición. (parte 4)

Julia, Mario y Carlota se dirigieron al laboratorio.

Mario: Julia, ¿me vas a contar para que hemos traído a la niña aquí?

Julia: Carlota tiene el poder de reflejar en su bola de cristal algo que haya sucedido en el lugar en el que se encuentre.

Mario: ¿Y tú que es lo que quieres ver?

Julia: Mi padre trabajó aquí durante mucho tiempo… necesito llegar al día del incendio, saber qué pasó realmente. Si lo descubro, tal vez pueda descubrir el remedio para los niños.

Julia le habló a la niña.

Julia: ¿Puedes hacerlo?

Carlota: Lo intentaré.

Carlota se concentró junto a la bola mientras la acariciaba suavemente. Cerró los ojos y en unos segundos apartó las manos. La bola empezó a reflejar imágenes en su interior. Julia se acercó para escucharlo y verlo todo detenidamente. Se podía ver el laboratorio y cómo su padre observaba las macetas sobre la mesa. En ese momento apareció una mujer. Ana.

Ana: ¡Humberto! ¿Qué has hecho? Tú has abierto el maletín y has robado la lista de los niños.

Humberto: No sé de qué estás hablando.

Ana: Lo sabes perfectamente, el maletín que había en mi taquilla.

Humberto: ¿Te refieres a ese que ibas a entregarle a esa mujer a cambio de unos billetes?

Ana se quedó callada.

Humberto: ¿Sabes lo que hubiera significado para esos niños? La fórmula tenía efectos secundarios Ana, efectos nefastos.

Ana: Humberto, esos niños se iban a curar, hubiésemos tenido una gran recompensa, es la primera cura para la enfermedad que ha existido. Si nos unimos, podemos llegar muy lejos.

Humberto: No Ana, no. Sigues sin enterarte de nada. Son niños, niños indefensos que experimentarán síntomas horribles y todo por tu culpa.

Ana: No pienso discutir contigo. Necesito la fórmula.

Humberto: No voy a dártela nunca. Esa fórmula nunca debió existir. Ahora estoy inventando otra para dársela a los niños que tú has utilizado.

Ana: No puedes hacer eso, no después del dinero que hemos ganado con esto.

Humberto: Ese dinero lo has ganado tú sola.

Ana: No pienso permitirlo. Soy capaz de hacer lo que sea.

Ana se puso nerviosa tras decir aquello.

Humberto: Si me pasa algo, no creas que saldrás ganando. Julia tiene las pistas suficientes para un día descubrir el remedio, solo es cuestión de que las descubra.

Ana observó las macetas.

Ana: ¿Qué quieres hacer con ellas?

Humberto también las observó, miró a Ana sin decir palabra.

Ana: Lo siento Humberto, pero no puedo dejar que lo eches todo a perder.

Ana sacó un mechero se su bolso.

Humberto: ¡Ana, no lo hagas!

Ana: Lo siento.

Del rostro de Ana salió una lágrima y posteriormente incendió uno de los muebles, haciendo que el fuego se extendiera. Pero no podía dejar a Humberto allí, a pesar de sus diferentes ideas, ella había aprendido a querer al viejo profesor. Rompió una rejilla y sacó a Humberto por a través de ella mientras este veía cómo su laboratorio, en el que había trabajado tanto, estaba siendo destruido.

En la bola de cristal solo se reflejaban llamas, ya apenas se podía ver nada. La niña paró de utilizar su poder.

Carlota: ¿Lo he hecho bien?

Julia: Muy bien Carlota. Ve hacia el despacho, allí estará Andrea y te llevará a tu nueva habitación.

La niña salió de la habitación y Mario se quedó con Julia.

Julia: Mario, mi padre no intentó quitarse la vida, fue Ana quien provocó el incendio.

Mario: Pero tú estabas allí ¿no?

Julia: Yo llegué después con mi madre, pero ya no veía a mi padre debido al fuego y al humo, cuando cayó la viga incendiada mi madre me sacó. Creímos que mi padre ya estaba muerto, pero no lo estaba, Ana lo sacó antes y se lo llevó al a casa del bosque.

Mario: Tú padre dice que tú tienes las pistas para el remedio.

Julia: Sí y que solo era cuestión de descubrirlas…pero no sé Mario, no entiendo nada.

Mario abrazó a Julia.

Mario: Lo descubrirás, ya lo verás, todo esto acabará algún día.

Julia sonrió, esto había hecho que sus ilusiones de encontrar la pócima volviesen.

Julia: Estamos cada vez más cerca, lo vamos a lograr.

Los dos se miraron sonriendo.

Mario: Julia.

Julia: Dime.

Mario: Yo sé que tal vez ahora no es el momento para decirte esto pero…

Mario se quedó mirándola callado durante un rato.

Julia: Mario, ¿qué me tienes qué decir?, ¿ha pasado algo?

Julia miró preocupada a Mario.

Mario: No, no nada…esto es una cosa mía, bueno, nuestra…bueno que no me tengo que enrollar tanto, que esto se suelta y yasta, ¿no? vamos supongo yo que no es tan difícil, que…

Julia: Mario, Mario, ¡Mario! ¿Qué pasa?

Julia se reía al ver a Mario tan nervioso.

Mario: ¿Te quieres casar conmigo?

Julia se quedó de piedra.

Julia: ¿cómo?

Mario: Pues que yo te quiero Julia y que la vida pasa, pasa rápido…y yo te quiero tener a mi lado en esa vida.

Julia: pero, ¿estás seguro de lo que me acabas de pedir?

Mario: Sé que te ha podido pillar por sorpresa y que no hemos hablado nunca de ello pero estoy seguro de lo que quiero… puede salir bien, aunque bueno, también puede salir mal…pero me arrepentiré toda la vida si no lo compruebo por mí mismo...¿Y bien, qué dices?

Julia seguía de piedra, no sabía que decir, todo había pasado demasiado deprisa. En ese momento sonó el móvil de Mario. Un mensaje.

“A las 20:00 en el colegio”
Mario: Julia, he recibido un mensaje tuyo.

Julia: ¿qué?

Julia miró el móvil de Mario, efectivamente, el mensaje procedía de su móvil.

Mientras, en casa de los Ruano…

Rosa: ¡Antonio! ¡Ya estoy en casa!

Antonio apareció por la puerta del salón.

Antonio: Rosita, ¿Dónde te habías metido?

Rosa: Pues he ido a comprar verdura, que estaba pelada la casa y Chelito para muchas grasas no está. Voy a preparar la cena, dile a Borja y a Chelito que se laven las manos y bajen a ayudarme.

Antonio: Pero si los niños no están…

Rosa: ¿¡Cómo que no están!? Pero si mira la hora que es, ¿¡así los vigilas!? Si es que no puedo desaparecer ni unas horas…Anda, anda, ve a buscarlos.

En ese momento el móvil de Antonio sonó.

Tengo un mensaje de Julia.

“A las 20:00 en el colegio”

Rosa: ¿¡Y qué hace Julia mandándote mensajes para quedar!?, ¿¡desde cuando sois tan íntimos!?
Antonio: Rosita cariño, me ha citado en el colegio, querrá hablar de los niños o qué se yo.

Rosa: ¿¡A estas horas!?, ¡A mí no me las das Antonio, a mí no me la das!

En ese momento sonó el teléfono de Rosa. Era otro mensaje.

“A las 20:00 en el colegio”

Rosa: Ay, mira que maja, a mí también me lo ha enviado. Qué mona que es Julia, ¿sí o no? Voy a ponerme guapa.

Antonio: Esta mujer no tiene remedio…

Rosa: ¿Qué has dicho?

Antonio: No nada, ¿que la cena entonces?

Rosa: Cuando volvamos Antonio, hay que ser educados hasta el último día en Valleperdido, que tomen ejemplo los vecinos.

Rosa subió las escaleras mientras Antonio esperó en la cocina.

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En cuanto tenga la siguiente y última parte la subo ;) + un mini-avance del capítulo 4x08 :D disfrutadlo!

Madre miaa me has dejado muerta con lo de Mario y Julia jajaja
sigue asi guapa.
Un besazo.

wowowo!!! muuui pero k mui chula la historiaa!