FormulaTV Foros

Foro Los protegidos

Fan-fic de Littlenanai = Temporadas 4 y 5 completas.

Anterior 1 2 3 4 5 6 7 8 [...] 14 15 16 17 Siguiente
#0
littlenanai
littlenanai
17/06/2012 15:06
Bueno gente pues que como ha acabado la serie y ahora muchos habeis creado vuestra cuarta temporada pues yo también, me gustaría que los que la leyerais me dieras vuestra opinión, consejos y críticas..acepto todo siempre que sea con respeto xD

No se cuantos capitulos haré exactamente, supongo que unos 14 u asi como las demás temporadas de la serie, cuando lo tenga claro os lo diré xD

Lo que si se es que como los capitulos son larguillos para hacerlos de golpe, cada capitulo lo haré en 5 partes u asi, que iré subiendo poco a poco...intentaré subir 3 partes por día ahora que hay vacaciones y tengo tiempo libre, pero no os prometo nada, la primera parte la pongo aquí, las demás las iré dejando mediante comentarios, espero que os guste :)


4X01 Los protegidos: La promesa (parte 1)

(Voz de Mario en off)

Volvimos a casa sin apenas hablar una palabra, yo llevaba a Julia en brazos, todavía estaba débil. Culebra llevaba a Lucía, estaba muy asustada por todo lo que había pasado…y no era la única, desde que Julia nos contó lo que se nos venía encima...Nos volveríamos malos…malos.
Desde que llegamos a Valleperdido hace algo más de un año, nos habíamos estado exponiendo a todo tipo de peligros. Nuestro objetivo había sido siempre derrotar al Clan Elefante para que esos niños pudieran volver a ser eso, niños. Habíamos odiado a esas personas que nos perseguían, que nos secuestraron, que tanto daño habían hecho…y sin embargo, esos niños que han llegado a ser mis hijos se convertirían un día en seres como ellos. Eso dolía.

Llegamos a casa y todos subimos las escaleras hacia los dormitorios, estábamos todos muy cansados, habíamos gastado todas nuestras fuerzas contra el Clan Elefante, tras morir madre, todos sus secuaces no nos lo pusieron fácil para salir de allí…la más cansada era Sandra, había desprendido toda su energía en ayudar a la familia.

Dejé a Julia en el dormitorio y la tapé, la miré preocupado.

Julia: Estoy bien…de verdad.

Mario: Debes descansar…

Julia: Mañana estaré mejor…pero no solo es eso lo que te preocupa,¿ verdad? Mario…te Juro que encontraré otro remedio…todo va a salir bien.

Nos abrazamos hasta que al rato nos quedamos dormidos.

Mientras, Lucas puso el pijama a Carlitos y le leyó un cuento hasta que se quedó dormido.

Culebra y Sandra fueron a acostar a Lucía a la habitación de esta. Culebra se quedó mirando a Lucía, desprendía una dulzura cuando dormía…Sandra y él no dejaban de pensar en lo que Julia les había dicho…Culebra sería el primero al ser el mayor y poco a poco todos los demás…

Culebra: Pienso que debería irme, lejos de aquí, empezar una nueva vida

Sandra: Pero Culebra…¿Qué dices? ¿Cómo te vas a ir?
Culebra: Sandra os pongo en peligro a todos…voy a ser el primero, ¿Qué va a pasar cuando suceda? Os haré daño a todos, a Mario, Julia, Carlitos, Lucas, a ti y a…. (Culebra miró a Lucía y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero él no iba a llorar tan fácilmente) a Lucía. Sandra, si os pasara algo por mi culpa, no me lo perdonaría nunca.

Sandra: Culebra, mírame…Culebra mírame..( Sandra giró su cabeza con su mano, esta vez sin guantes) Esto nos pasará a todos, tarde o temprano, pero confío en Julia, ella encontrará la planta, nos vamos a curar ya lo verás.

Culebra: Sandra es imposible, la planta ya no existe, estamos condenados.

Sandra: Culebra, confía en mí, te necesito, me lo juraste, me dijiste que estaríamos juntos hasta el final, lo tienes que cumplir…hiciste una promesa y…

(Culebra sonrió a Sandra)

Culebra: Venga Chispitas, no te pongas mal, sabes que no me gusta verte llorar.

(Sandra se calmó y también sonrió, acto seguido se acercó poco a poco a Culebra y le besó.)

Culebra: Buenas noches Sandra.

(Culebra salió por la puerta e iba a su dormitorio cuando de repente tocaron a la puerta).

Sandra salió de su habitación.

Sandra: ¿Pero quien puede ser a estas horas?

Culebra: shhh, calla, mejor que no se despierten los demás…

Sandra: ¿Y si son las secuaces de Madre?

Culebra: Chispitas, le hemos dado su merecido ya ¿no crees? Salieron huyendo, no creo que se atrevan a volver. Voy a ver.

Sandra: Bueno, ¡pero ten cuidado! Estaré en la escalera por si las moscas.
(Culebra abrió la puerta y se quedó sorprendido al verle así, Sandra bajó las escaleras)

Sandra: ¿Culebra pasa algo? (se quedó callada al ver al hombre llorar)

Culebra: Pero Antonio….¿Qué ha pasado?
#81
littlenanai
littlenanai
25/06/2012 01:27
4x04 Los Protegidos: El último día con mi familia. (parte 3)

Julia llegó a la casa del bosque. Aquello estaba abandonado desde que habían matado a Ana y a su marido hacía meses atrás. Julia abrió la puerta de la casa con un par de trucos y entró en ella. Los secuaces de Madre habían dejado el hogar patas arriba, estaba todo destrozado. Sin embargo , Julia pudo contemplar como todavía olía a él, a su padre, era como si nunca hubiera salido de allí. Caminó por toda la casa revisando cuidadosamente cada detalle que sus ojos podían observar. Llegó al estudio, allí había varias fotos de Ana y de su familia tiradas en el suelo y varios jarrones y otro objetos rotos. Sobre la mesa había un montón de papeles. Julia se imaginó que los secuaces de Madre habrían rebuscado todo para conocer más sobre los poderes de los niños y que ese día fue cuando su padre fue secuestrado. Julia se dio cuenta de que había unos cuantos DVDs tirados en el suelo. Estaban numerados. La mayoría estaban rallados o rotos, pero encontró unos cuantos que parecían estar en buen estado, por lo que Julia decidió guardárselos en el bolso. Julia salió de aquella habitación una vez comprobó que no había más pistas que encontrar allí y procedió a otros lugares de la casa.

Mientras, en el campo… Mario, Lucas, Lucía y Carlitos habían salido a buscar a Sandra y Culebra tras una llamada que el chico invisible les había hecho diciéndoles que se habían quedado sin salida en el lago. Llegaron al lugar que les había indicado y los vieron a los lejos.

Mario gritó lo más fuerte que pudo para que se oyera.

Mario: ¡Culebra, Sandra, tranquilos, que vamos a sacaros de ahí!

Culebra: Sí, ¿pero cómo?

Mario: Pues buena pregunta… ¿Pero cómo se os ocurre alejaros tanto?

Sandra miró a Culebra sin dirigirle la palabra, pero Culebra lo interpretó como un “te lo dije”.

Carlitos: Papá, puedo intentarlo.

Lucas, Lucía y Mario lo miraron, comprendiendo que era la única posibilidad de llegar hasta ellos, ya que nadando era imposible, estaba muy lejos.

Mario: Está bien, si por intentarlo…

Carlitos se concentró y expuso su mano hacia la barca donde se situaban Sandra y Culebra.
Durante unos momentos no sucedía nada, pero poco a poco la barca se fue desplazando sola hacia la orilla. Entonces se oyó a Culebra.

Culebra: ¡Muy bien enano, eres un crack!

Mientras la barca se acercaba poco a poco, Culebra le habló a Sandra.

Culebra: Vamos Chispas, no te puedes picar por lo que te he dicho,si ha sido una tontería.

Sandra le miró por un momento y luego volvió a desviar la mirada hacia los demás.

Culebra: ¿Vas a estar cabreada todo el día?

Sandra seguía sin hablarle.

Culebra: Joder tía, pues si lo se te vuelves nadando.

Eso no mejoró la situación. La barca llegó a la orilla y Carlitos cayó rendido al suelo, estaba agotado. Lucas, Lucía y Mario ayudaron al niño a incorporarse.

De repente todos escucharon a Sandra bajar de la barca y gritar:

-¡CULEBRA, VETE A LA MIERDA!

Sandra se dirigió a Carlitos y este al verla tan enfadada dio un paso atrás asustado. Ella con voz más calmada se dirigió a él.

Sandra: Gracias Carlos.

Posteriormente caminó rumbo al lugar donde habían acampado sola.

Lucas intervino para romper el hielo después de aquello.

Lucas: Bueno niños, mejor vamos a ir andando nosotros también y me ayudais con la barbacoa.

Mario: Lucas, con cuidado por favor te lo pido.

Lucas: Que sí Mario.

Culebra se sentó en una piedra grande que había y resopló. Mario se acercó y se sentó con él.

Mario: No estás teniendo un buen día por lo que veo…

Culebra: Joder Mario, que me ha pasado otra vez y estaba solo con ella, que no he podido controlarlo, que me he pasado mil pueblos, si llego hacerle algo...esta vez ha sido aún peor.

Mario: Bueno tranquilo, que no es tu culpa.

Culebra: Sí, sí lo es, soy un ceporro.

Mario: Si se lo dijeras…

Culebra: No empieces tú también con eso, Sandra no se va a enterar de nada, Julia me lo prometió y espero que tú también lo hagas.

Mario: ¿De verdad crees que le vas a hacer menos daño si te vas sin decirle nada? No Culebra, no. Lo pasará hasta peor al ver que no ha podido ni despedirse de ti.

Culebra: Ella sabe que yo nunca he sido muy de despedidas. Además, que ya le he fastidiado bastante el día. Aunque esté enfadada conmigo, prefiero recordarla así, como las miles de peleas que hemos tenido, antes que recordarla pidiendo que me quede. Mario….si ella me pide que me quede, yo no seré capaz de irme…

Mario no añadió nada. Sabía que nada de lo que hiciera le haría a Culebra cambiar de opinión.

Mario: Bueno, vamos a comer, que no me fio de estos ni un pelo.

Culebra y Mario se levantaron y caminaron hacia el lugar.

Julia llegó a la última habitación de la casa que le quedaba por registrar, y esta era la cocina así que no le servía de mucho, si hubiera habido algo importante en aquella casa, no estaría allí. Julia salió de la casa decepcionada con ella misma. Cada vez se veía más lejos de esa solución que tanto ansiaba y se imaginaba las caras de toda la familia cuando llegara a casa esperando encontrar alguna respuesta en su rostro, alguna buena noticia que saliera de su boca…y que ella no pudiese dársela porque no la tenía. Julia salió de la casa en dirección a su coche cuando se paró en seco fijándose bien. Todavía había un sitio en aquel lugar donde no había estado.

Cuando Culebra y Mario llegaron, nadie había empezado con la barbacoa. Los niños y Lucas se situaban alrededor de Sandra. La chica eléctrica tocaba la guitarra mientras tarareaba una canción. Culebra la reconoció, era la misma que Sandra había puesto en su habitación varias veces en la radio mientras hacían juntos los deberes.

Lucía: ¡Sandra tocas muy bien!

Lucas: Cierto, no sabías que supieses tocar la guitarra.

Sandra: Cuando era más pequeña daba clases, hacía mucho tiempo que no la tocaba, desde que descubrí mis poderes y un día la abrasé.

Carlitos: Pues para todo el tiempo que ha pasado, lo haces muy bien.

Sandra sonrió a sus “hermanos” y a su “primo”. Culebra mientras también sonreía embobado.

Sandra le miró y se dio cuenta. Este entonces se incorporó y se volvió a hacer el duro.

Mario: ¡Niños! ¿Vosotros qué? Llegáis y anda qué vais a empezar a preparar algo… venid ahora mismo.

Sandra: Venga peques, vamos a ayudarles.

Todos se levantaron y empezaron a colaborar. Encendieron la barbacoa y se formó el caos. Todos querían ayudar y al final Lucía acabó quemándose en la mano.

Lucía: ¡AY!

Mario: Lucía hija, ¿Qué ha pasado?

Lucía: ¡Escuece!

Culebra: ¡Qué la niña se ha quemado Mario, hay que tener más cuidado!

Mario: ¡Ya lo sé Culebra pero que le hago, anda he metido tiritas y agua oxigenada en el maletero, ve y ponle un poco! Anda, que en que hora en que traje la barbacoa...
#82
littlenanai
littlenanai
25/06/2012 01:28
Culebra se llevó a Lucía hacia el coche, abrió el maletero y sacó el agua oxigenada y las tiritas. Después sentó a Lucía en una roca y comenzó a curarle la mano.

Culebra: Estás hecha una campeona ratona, ya verás como esto se te pasa dentro de nada.

Sandra miraba y escuchaba tras el coche a la peque y a su chico.

Lucía: ¿Por qué estás triste?

Culebra: ¿Yo triste? Que va, yo no estoy triste enana.

Lucía le leyó la mente a su hermano mayor mientras este seguía curando su quemadura.

Lucía: ¿Por Sandra?, ¿por qué estás triste por Sandra?

Culebra acabó por ponerle la tirita a Lucía en el momento de la pregunta. Otra vez le había vuelto a pillar, a ella no podía engañarle.

Culebra: Pues porque a veces soy un bocazas y un gili..y un tonto Lucía, y pues la cago.

Lucía: ¿Por eso os habéis enfadado?

Culebra: Pues sí... y la verdad es que razones no le faltan.

Lucía miró a Culebra y no hacía falta leerle la mente para saber que su hermano mayor estaba deprimido.

Lucía: No te preocupes, Sandra es muy buena y seguro que se le va el enfado rápido, además te quiere mucho, se lo he oído en su cabeza.

Sandra sonreía tras el coche mientras contemplaba la conversación. Culebra miró a la pequeña y entonces pensó en lo que la iba a echar de menos.

Culebra: Anda ven aquí.

Culebra abrazó a Lucía y esta le dio un beso en la mejilla.

Mario: ¡Vamos venid todos, que esto ya está listo!

Sandra se retiró antes de que Culebra y Lucía se pudiesen dar cuenta de su presencia y se dirigió con el resto.
__
Ya sabeis, enn cuanto tenga la parte 4 la subo! Un saludo y que la disfruteis!
#83
littlenanai
littlenanai
25/06/2012 13:47
4x04 Los protegidos: El último día con mi familia. (parte 4)

La familia Castillo reía mientras comían. Mario estaba contando chistes, muy malos todos, tanto, que se reían más de Mario que de lo que contaba.

Mario: Bueno, ¿ya vale, no? es que hace mucho tiempo que no renuevo el repertorio pero yo antes era buenísimo contando chistes.

Culebra: Ya, ya Mario, seguro. (En ese momento Culebra estalló de la risa, Mario le dio una colleja)

Mario: Bueno, pues ya me callo y no cuento más. Oye Sandra hija, no sabía yo que tenías una faceta de cantante, lo haces bastante bien.

Lucía: Yo sí que lo sabía, cuando fue su cumple también cantó, Culebra me dijo que le encantó su actuación cuando la vio.

En ese momento Culebra miró a Lucía indicándole que no dijese nada más, que se callase.
Después miró a Sandra, esta lanzó una tímida sonrisa y luego volvió a hablar Lucas.

Lucas: ¿Jugamos a un partido de fútbol?

Carlitos: ¡Sí!

Lucía: No es el juego que más me gusta…pero vale un ratito y cambiamos.

Carlitos: Culebra ,¿te apuntas?

Culebra: Venga vale.

Mario: Ah vale, ya veo que vosotros comer sí, ayudar poco.

Sandra: Mario tranquilo que ya te ayudo yo.

Culebra, Lucas y los niños comenzaron a Jugar. Culebra y Lucía iban contra Lucas y Carlitos. Lucía llevaba la pelota cuando Carlitos voló por encima de ella para ponerse delante y así quitarle el balón.

Lucía: ¡Carlitos, que te he dicho que no hagas trampa!

Carlitos se reía cuando de repente vio como la pelota se dirigía hacia otro lugar sin él moverla. Se coló en una especie de portería que habían montado. Culebra volvió a ser visible.

Culebra: La verdad es que así el juego mola más. (luego se dirigió a Lucas) 1-0 chaval.

Lucas: Vaya dos, no se puede jugar sin trampas con vosotros…

Sandra y Mario se unieron a ellos.

Mario: Venga, yo me uno a Carlitos y a Lucas.

Sandra: Pues yo me voy con Culebra y Lucía. Veréis la paliza que os damos.

Lucas: Eso ha sonado a desafío.

Sandra: Tómatelo como quieras. (Sandra le guiñó un ojo a Lucas mientras los dos sonreían)

Mario: Empezamos a la de tres…1, ¡tres!

Lucía: ¡Mario! ¡Cuenta bien!

Demasiado tarde, el partido ya había empezado.
Carlitos llevaba la pelota, cuando veía que se la iban a quitar daba una patada hacia arriba y elevaba sus piernas para cogerla antes que nadie y continuar con su juego, así hasta que volvió a quitársela Culebra volviéndose invisible. Pero entonces Lucas, sin que nadie se diera cuenta se transformó en Sandra, y llamó a Culebra.

Lucas: ¡Aquí Culebra, pásala aquí!

Culebra se la pasó a su compañera sin saber que en realidad era Lucas.

Una vez Lucas tuvo el balón volvió a ser él.

Culebra: ¡qué cabrón!

Lucas: Tenías razón, el fútbol mola más con poderes.

Lucas se apoderó del balón y se dirigió hacia la portería, Lucía se puso de portera, tenía una ventaja, podía leer la mente del que fuera el goleador para así analizar su juego. Una vez Lucas lanzó, Lucía pudo pararla gracias a su poder.

Sandra: ¡Muy buena peque!

Entonces Lucía se la intentó pasar a Culebra pero Mario se adelantó y le quitó el balón. Cuando parecía que venía un gol, el balón recibió una descarga eléctrica que hizo que se pinchara y callera al suelo echando humo. Todos se giraron y miraron a Sandra.

Sandra: ¿Qué pasa? Yo también tenía mi derecho a usar mi poder…¿no?

Todos se echaron al suelo a reir.

Julia logró hacer una maniobra para abrir la puerta del pequeño invernadero que se hallaba escondido detrás de unos árboles en la casa del bosque. Entonces la puerta se abrió. Julia pasó dentro. Había un montón de plantas diferentes: Frutales, cultivos… Sin embargo lo que más le llamó la atención fue las grandes macetas que se situaban sobre una mesa. Eran iguales que las que había en Villa Dorita. Julia pensó que si Leo obtuvo los poderes en esa casa, tendría que haber sido ahí tras tocar la tierra de esas macetas, por lo que prefirió no tocarlas hasta asegurarse de su estado. Decidió que debía llevárselas a Villa Dorita para analizarlas allí. A su lado, pudo comprobar que había unas bolsitas de varios colores. Julia cogió una de ellas y vio que tenía una etiqueta pequeña en la que ponía algo.

“Diamante”

Julia abrió la bolsa y pudo ver como una especie de semillas se hallaban ahí. Luego cogió otra bolsa, también contenía otra etiqueta puesta.

“Panamé”

Julia se extrañó de aquel nombre, era el mismo que sonaba en la canción que su padre escuchaba en el tocadiscos. Abrió la bolsa y había semillas diferentes. Esas semillas claramente tenían que ser de su padre. ¿Pero para que las necesitaba? Julia decidió coger todas las bolsitas y guardarlas también en su bolso.

Luego llevó una a una las macetas hacia el maletero de su coche. Una vez las metió allí e iba a cerrar el coche, Julia se quedó mirándolas extrañada. La tierra de las macetas estaba cambiando de color.

La familia Castillo se había quedado durmiendo la siesta sobre el césped. Mario había pasado unas mantas por encima a todos y posteriormente él también se había quedado dormido. Culebra estaba despierto, se levantó y se fue un poco más alejado , otra vez se sentía diferente, los síntomas iban y venían todo el rato sin dejarlo tranquilo. Una vez se le pasaron, se encendió un cigarro. Culebra se percató de que no estaba solo.

-Creía que te habías decidido a dejar de fumar.

Era Sandra.

Culebra: Los nervios.

Sandra: ¿Estás nervioso?

Culebra la miró sin decir nada.

Sandra: Culebra, ¿hay algo que me tengas que contar?

Culebra: ¿yo? , no, ¿por qué?

Sandra: No sé… estás raro.

Culebra: Oye Sandra, que mira que lo de antes del lago…

Sandra: Culebra, si eso ya da igual…

Culebra: ¿ya no estás cabreada?

Sandra: Pues debería…porque a veces te dan unos prontos…pero yo no puedo enfadarme eternamente contigo, pero eso creo que tú ya lo sabes, no es algo nuevo.

Sandra le cogió de la mano a Culebra y este se la acarició.

Sandra: Sabes que siempre que te pase algo me lo puedes contar…¿lo sabes verdad? ¿has vuelto a tener síntomas?

Culebra la miró. Deseaba contarle en ese momento que mañana cuando despertara él no estaría ahí, que su vida cambiaría esa misma noche, que los síntomas iban avanzando y que es por eso que estaba tan raro…pero no lo hizo. Ahora que estaban bien no quería estropearlo.

Culebra: Ya lo sé Chispitas, pero que no te ralles que está todo bien de verdad, los síntomas no me han vuelto a venir más.

Sandra rozó con los dedos los labios del chico invisible y posteriormente se acercó y le besó.
Culebra puso sus manos sobre la espalda de ella, la notaba tan frágil, sentía la necesidad de protegerla siempre, aun sabiendo que él ahora mismo podía resultar más peligroso que cualquier otra persona o cosa. Entonces los dos notaron como empezaban a caer flores sobre ellos. Eran Carlitos y Lucía que se habían despertado.

Carlitos: ¡Vivan los novios!

Lucía: ¡vivan!

Mario y Lucas tras estos gritos también se despertaron.

Mario: Estos críos no pueden estarse quietos ni un momento.

Lucas: Mario son las siete. Deberíamos volver a casa antes de que oscurezca, que mañana hay colegio.

Mario: Tienes razón. ¡Niños! Venga a recoger todo esto, que nos vamos.

Lucía y Carlitos que estaban abrazando a Culebra y Sandra asintieron.

Una vez recogido todo, lo metieron el coche y después se subieron ellos.

Mario: ¿Listos para volver a casa?

Sandra: Listos.

Lucía: ¡Nos lo hemos pasado muy bien!

Carlitos: ¡genial!

Mario:Buenos pues ahora...¡Rumbo a casa!

Culebra: Hogar, dulce hogar...

____
Os ha gustado? Dentro de poco la parte 5 y final y un avance del avance 4x05 :) disfrutadlo!
#84
crazyprotegida
crazyprotegida
25/06/2012 15:33
Me encanta¡¡ de verdad lo haces genial Littlenanai. Espero que continúes pronto porque me encanta :D
#85
marta3008
marta3008
25/06/2012 19:39
me ha gustado mucho este capitulo, me ha hecho gracia los chicstes malos de mario jajaaj, el aprtido de futbo, con los poderes y la peleilla de sandra y culebra, y a ver julia que encunetra en las bolsitas y en las amcetas, otra cosa interesante que no nos contaron en la serie y a mi me hubiera gustado saber...estoy deseando ller tu historia jajaaj
#86
littlenanai
littlenanai
25/06/2012 19:44
Muchísimas gracias :) me alegro mucho de que os guste, ahora voy a subir la última parte del capitulo, la 5 y un mini avance d lo que será el capitulo 4x05 ^^
#87
littlenanai
littlenanai
25/06/2012 20:03
4x04 Los protegidos: El último día con mi familia. (parte 5)

Los Castillo llegaron a casa ya anocheciendo. Al llegar encontraron a Julia en la puerta hablando con Antonio y los niños.

Antonio: Bueno Julia, ya que hemos visitado a Rosa me voy a hacer la cena, que mañana los niños madrugan para ir al colegio.

Julia: ¿De verdad que no os quereis quedar a cenar Antonio? He hecho cena de sobra.

Antonio: No, de verdad, bastantes molestias os estamos causando…esta mañana ya ha venido la policía a vuestra casa, yo no quiero meteros en más problemas.

En ese momento los Castillo empezaron a bajar del coche.

Antonio: Buenas noches familia, ¿Qué tal el día fuera?

Mario: Bastante bien Antonio, ¿y a ti como te va?

Antonio: Pues bueno, tirando. Os dejamos familia, que paséis buena noche, hasta mañana.

Mario: Hasta mañana Antonio, adiós.

Julia se acercó a recibir a la familia. Mario la rodeó con los brazos por detrás.

Julia: ¿Y vosotros como lo habéis pasado?

Carlitos: ¡Genial, hemos inventado un nuevo juego: el fútbol mágico!”

Julia: Me muero de ganas porque me lo cuentes cariño. (Julia sonrió al pequeño y le guiñó un ojo a los mayores) Pero me lo cuentas durante la cena, que la lasaña se enfría.

Lucas: ¿Lasaña? ¡Qué rica, yo quiero un trozo bien grande eh!

Lucía: Culebra, estarás contento, es tu comida favorita.

Culebra: La verdad es que sí, gracias Julia.

Julia sonrió a Culebra, de las siete personas que habitaban en aquella casa, solo tres de ellos sabían porque Julia había preparado hoy esa cena. Era la última vez que todos los miembros de los Castillo comerían juntos…al menos durante un tiempo. Todos pasaron a la cocina y Julia sirvió la mesa.

Los niños cenaban felices contándole a Julia lo que habían hecho en todo el día mientras Julia escuchaba divertida hasta que terminaron.

Carlitos: Papá me voy a ir a la cama, que tengo sueño.

Lucía: Yo también.

Mario: Claro, cómo no vais a tener sueño, si no habéis parado quietos en todo el día…un beso cada uno y a la cama.

Los niños le dieron un beso en la mejilla a Mario y un cálido abrazo a Julia y se fueron hacia arriba.

Culebra: Voy con ellos un rato.

Culebra también subió las escaleras y se dirigió al cuarto de Carlitos.

Culebra: Venga Lucía, deja dormir a Carlitos que mañana no hay quien lo levante.

Lucía: ¿Nos cuentas un cuento antes?

Culebra: ¿Un cuento?

Culebra vio la cara de sus hermanos pequeños suplicándole, no se pudo negar.

Culebra: Venga vale…un cuento.

Carlitos: ¿cómo se llama?

Culebra: Pues... se llama “El último día con mi familia”

Lucía: Yo nunca he escuchado nunca ese cuento.

Culebra: Va de un chico, que tenía una familia como nosotros. Pero un día a ese chico, un mago le lanza un hechizo, un hechizo muy malo.

Carlitos: ¿Qué hechizo era?

Culebra: Pues era un hechizo que hacía que ese chico le hiciera daño a su familia y a todo el que estaba a su alrededor, por lo que él tuvo que abandonar su casa e irse lejos para no hacerle daño a las personas que quería, pero antes decidió aprovechar los últimos momentos que le quedaban con ellos, su último día, para llevarse un buen recuerdo de cada uno, por ello fueron al mundo mágico para despedirse de una forma diferente de ellos.

En ese momento Culebra vio como Julia escuchaba el cuento desde la puerta. Esta le hizo una señal de que siguiera.

Lucía: ¿Y qué pasó después?, Porque el cuento no puede acabar tan triste… ¿no?

Culebra: Después…pues después de un tiempo, el chico se encontró con un hada, un hada muy buena.

Culebra volvió a mirar hacia la puerta y le lanzó una sonrisa a Julia. Esta se la devolvió.

Culebra: Esa hada ayudó al chico a buscar una pócima mágica que le ayudara a romper el hechizo, para que así él volviera con su familia que le necesitaba, ya que no había un solo momento que el chico no se acordara de ellos.

Carlitos: ¡Qué guay ese cuento, me ha gustado mucho! ¿mañana nos cuentas otro?

De los ojos de Julia empezaron a aparecer lágrimas que fueron recorriendo sus mejillas sin poder evitarlo. Decidió irse por si los niños llegaban a verla.

Culebra: Bueno enanos, ahora a dormir eh, vamos Lucía a tu habitación.

Lucía se fue hacia su habitación después de darle un beso en el moflete a Culebra.

Carlitos se acostó en su cama y se quitó las gafas.

Carlitos: Buenas noches Culebra.

Culebra: Buenas noches Carlitos.

Tras despeinarle el pelo al pequeño con la mano, Culebra salió de la habitación justo cuando llegaba Lucas.

Culebra: shhh, que ya se está quedando dormido.

Lucas: Si no voy a hacer ruido, voy a leerme unos cómics que sino no me duermo.

Culebra: Vale power ranger…no vas a dejar de ser un friki nunca por lo que veo.

Lucas: Pues sss…no. ¡Y deja de meterte conmigo!

Culebra: No te preocupes, si no hace falta que cambies.

Culebra le dio unas palmaditas a “su primo” y se quedó observándole. Lucas también había dado un gran cambio en todo este tiempo, lo veía más mayor, menos tímido.

Lucas: Culebra, ¿estás bien?

Culebra: Qué pesaditos estais hoy todos eh, que sí.

Lucas: Es que no sé, me dices unas cosas que no sé si estás de coña o qué… bueno que me voy, me está entrando hasta sueño, no creo que lea ya nada. Buenas noches.

Culebra: Buenas noches superman.

(continúo más abajo que no me cabe xD)
#88
littlenanai
littlenanai
25/06/2012 20:12
Culebra se dirigió hacia la habitación de Sandra y Lucía. La pequeña ya dormía, mientras, Sandra estaba leyendo una novela que les habían mandado leer en clase, un poco aburrida para el gusto de Culebra, en cambio a Sandra sí que le gustaba, casi todas las noches se leía unos cuantos capítulos antes de dormir, iba mucho más adelantada que él.

Sandra se dio cuenta de que Culebra estaba ahí. Le habló en voz baja para que Lucía no se despertara.

Sandra: ¿qué haces parado ahí?

Culebra: Nada, observando cómo te dejas los ojos con el libro ese.

Sandra puso el marcapáginas y cerró el libro. Culebra se sentó al lado de ella en su cama.

Culebra: Ha sido un gran día, ¿no?

Sandra: Bueno, ha habido de todo.

Los dos se rieron intentando no despertar a su hermana pequeña.

Sandra rodeó a Culebra con los brazos por encima de sus hombros y se quedó así, sin decir nada.

Culebra: Pareces una niña pequeña cuando me miras así.

Sandra: Tú que sabrás como yo era de pequeña, era una niña adorable que lo sepas.

Culebra: Lo sé.

Sandra: No puedes saberlo.

Culebra: Claro que puedo, te conozco mejor de lo que imaginas.

Sandra no entendía nada.

Sandra: ¿Hay algo que deba saber?

Culebra dudó. ¿Se lo contaba?

Culebra: No.
Sandra miró la hora y vio que era tarde.

Sandra: Es tarde… Deberíamos dormir un poco, que luego te quedas sobado en las clases.

Culebra: Normal...

Sandra se incorporó para dormir.

Sandra: Buenas noches feo.

Culebra: Buenas noches chispitas.

Sandra cerró los ojos dispuesta a dormir, seguía sintiendo a Culebra cerca pero abrió los ojos y no vio a nadie.

Sandra: Culebra, sé que estás ahí.

Culebra se volvió visible.

Sandra: ¿No te ibas?, ¿Por qué te vuelves invisible?

Culebra: Sandra.

Sandra: Dime.

Culebra: ¿Tú sabes que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, verdad?

Sandra se quedó de piedra tras esa pregunta, Culebra pocas veces era tan directo. Sin embargo, se alegró de que hubiera roto esa barrera que muchas veces ponía para no mostrar sus sentimientos.

Sandra: Claro que lo sé...Culebra, tú también me cambiaste la vida.

La chica invisible se quedó satisfecho con esa respuesta y besó a Sandra con el sabor de sabiendo que era una especie de despedida.

Culebra: Que descanses.

Culebra salió de la habitación y cerró la puerta. Entonces se quedó ahí, sentado. Por primera vez en mucho tiempo, las lágrimas le invadieron el rostro.

Culebra: Adiós chispitas.

Culebra se incorporó y bajó al salón, donde lo esperaban Mario y Julia con su maleta. Estos comprobaron que había estado llorando al mirarle a los ojos.

Mario: ¿Preparado?

Culebra: No. Pero vámonos cuanto antes.

Mario y Julia se abrazaron al chico. Los tres lloraron.

Culebra: Espera.

Culebra cogió un marco en el que se podía ver varias fotos de la familia de diferentes momentos juntos.

Culebra: ¿Puedo llevármelo?

Mario: Claro que sí hijo.

Culebra: Adiós Mario.

Mario: Iré a verte, te lo prometo, no te voy a dejar solo.

Culebra asintió.

Julia y Culebra salieron de aquella casa dejando a un Mario absolutamente destrozado. Y no sería el único. El hogar de los Castillo no volvería a ser el mismo desde aquel día.

____

En el próximo capitulo...(4x05)

-Pasan semanas desde que Culebra se fue...Ninguno de ellos se acostumbran a vivir sin él.
´
-La policia quiere hacer público novedades sobre el caso de Rosa Ruano...No se sabe si serán buenas o malas las noticias...La única condición que pone la policia para anunciarlas es que Rosa se entregue.

-Julia sigue con sus investigaciones. Sandra decidé unirse a ella en la búsqueda, convencida de que si encuentran la cura, Culebra podrá volver a casa.
#89
crazyprotegida
crazyprotegida
25/06/2012 20:44
Que sepas que me has echo llorar ¡¡¡ que cosa más bonita por favor¡¡¡ eres una artista enserio. Continua pronto ehh?
#90
marta3008
marta3008
25/06/2012 21:47
joooo que penita que se haya ido culebra de casa, yo pensaba que le diria algo a sandra de cuando eran pequeños y se iba adespedir de ella, bueno a ver como le va aculebra aunque lo apsara muy mal.
#91
VIXAN
VIXAN
25/06/2012 22:32
me he emocionado y todo, que bonitoooo!!! por favor no dejes de escribir que tu y crazyprotegida me ayudais a calmar este mono tan grande y hacer que que la serie de mi vida siga estando viva
Muchisimas gracias y mucho animo para seguir escribiendo :)
#92
littlenanai
littlenanai
26/06/2012 00:25
gracias por vuestros comentarios, animais a seguir escribiendo, de verdad me alegro mucho de que os guste :) mañana empezaré con el próximo capitulo!
#93
sandralalokita
sandralalokita
26/06/2012 11:13
la verdad esk si, eres una artista! enhorabuena!
#94
littlenanai
littlenanai
26/06/2012 11:26
Muchas gracias! :) durante esta mañana intentaré tener algo del capitulo 4x05 :) un beso!
#95
littlenanai
littlenanai
26/06/2012 13:44
4x05 Los protegidos: Ya nada volverá a ser como antes. (parte 1)

(voz de Sandra en off)

“¿Habéis sentido alguna vez esa sensación de no querer levantaros de la cama porque sabéis que el día que os viene será difícil, de preferir dormir hasta que todo pase, pensando que en algún momento algo hará que todo vuelva a ser como antes? Yo llevo semanas así. Cuando él se fue, la vida de cada uno de nosotros cambió por completo.

Carlitos ya no lee cuentos, porque dice que no reflejan la vida real. Él pensaba que nuestra familia formaba parte de un cuento y que como la mayoría los cuentos tenía un final feliz. Cuando Culebra se fue, Carlitos guardó todos esos libros en un baúl y no los ha vuelto a sacar. Él piensa que cada uno de nosotros se va a ir marchando de Valleperdido poco a poco. Primero fue Jimena, luego Culebra…y ahora me mira con miedo porque piensa que yo seré la siguiente.

Lucía lo pasó realmente mal. Cuando nos dimos cuenta de que Culebra se había marchado sin decir nada a nadie, Lucía salió corriendo de casa. Mario y Julia estuvieron buscándola durante horas con ayuda de Antonio. La encontraron tiempo después en el mismo lugar que Culebra la encontró el primer día que llegamos a Valleperdido. Ella pensaba que si Culebra se enteraba que estaba allí iría a buscarla para salvarla como lo hizo aquél día. Pero no fue así. Mario la cogió en brazos y la trajo a casa mientras la pequeña lloraba desconsoladamente.

No ha sido el único acontecimiento que ha pasado en estas semanas, hace unos días el pobre Lucas recibió una llamada de sus padres diciéndole que la policía había encontrado el cuerpo de su hermano en un estanque cerca de Valleperdido. Nadie de su familia, ni la policía, sabía exactamente lo que había pasado, nadie excepto Lucas, que una vez que le dijimos que Mateo nunca llegó a avisarnos de su secuestro supo que los secuaces de Madre se habían encargado de él. Lucas viajó a Santander para estar con su familia en un momento así y todavía no ha regresado, supongo que aquí no se sentirá mucho mejor, la marcha de Culebra también le afectó.

Mario y Julia se han mantenido más enteros. Supongo que la responsabilidad de Mario de sacarnos adelante le han hecho que se trague el dolor y se comporte como un buen padre, estando ahí siempre que lo necesitamos. Julia por su parte sigue investigando, no hemos hablado mucho de ello en estos días, supongo que no quiere agobiarnos o darnos falsas esperanzas en un momento así. Además, los dos tienen que encargarse de la organización y que los niños vean caras largas y tristes no les ayuda.

En cuanto a mí, cuando Culebra se fue formé un apagón que dejó la casa sin luz durante unos días. Sin embargo, cuando los electricistas arreglaron el problema, yo seguía estando a oscuras, si él no está es como vivir sin luz, en un eterno apagón. He dejado de tener poderes, se los ha llevado con él. También tengo pesadillas casi todas las noches. Ya no sonrío, ni me río como antes. Lucía piensa que he dejado de quererla, pero nada que ver, es solo que el verla a ella me hace acordarme más aún de Culebra, eran almas gemelas y eso me duele.

A veces intento imaginarme cómo puede estar él, donde puede encontrarse y qué cualquier día volverá por esa puerta siendo el mismo de siempre, pero siempre acabo estrellándome contra una pared, porque por más que me cueste aceptarlo, imaginarlo, asimiliarlo…ya nada volverá a ser como antes.”

Todos desayunaban en la cocina cuando Sandra bajó. Últimamente nunca desayunaba, comía o cenaba con ellos, sin embargo ese día sí lo hizo.

Mario: Sandra…buenos días.

Sandra: Buenos días Mario.

Julia: Sandra estoy haciendo tostadas, ¿quieres?

Sandra: No gracias, voy a tomar algo rápido.

Mario: Sandra vas a acabar enfermando, anda tómate una y un zumo de naranja aunque sea.

Sandra: Está bien.

Lucía: Sandra, ¿me puedo ir contigo hoy al cole?

Sandra: No peque, voy a irme sola, tengo que irme un poco antes porque tengo examen.
Lucía bajó la mirada con tristeza, llevaba dos semanas poniéndole la misma excusa.

En ese momento alguien tocó a la puerta. Mario fue a abrir. Era Antonio.

Antonio: ¡Mario! Traigo noticias.

Mario: ¿Qué pasa Antonio?

Antonio: He estado en comisaria recogiendo algunas cosas de mi oficina, y los compañeros de la Policía Nacional que están con el caso de Rosa me han dicho que han encontrado algunas nuevas pistas sobre la muerte de Tita.

Mario: ¿Y bien? ¿qué ha pasado, qué te han dicho?

Antonio: Es que no lo sé, es secreto de sumario, no sé si son pistas buenas que demuestran que Rosa no la mató, sino que fue el anacardo, o pistas malas, que culparían a mi Rosita y la mandarían directa a la cárcel otra vez.

Mario: ¿Y a que esperan para revelarlo?

Antonio: Han puesto una condición. Qué Rosa aparezca y se entregue. Si no lo hace, las pistas no saldrán a la luz.

Mario: ¡qué follón! Pero cómo se va a entregar…¿y si son malas?

Antonio: Pues si la mandan a la cárcel habrá que sacarla de nuevo como la otra vez.

Sandra: Eso ya no va a ser posible…

Todos se callaron. Sandra miró el asiento vacío de Culebra en la mesa, entonces salió de la cocina sin acabar de tomarse la tostada que Julia le había preparado.

Julia: ¡Espera Sandra, voy contigo!

Julia salió tras Sandra de la casa.

Julia: ¿Cómo estás?

Sandra: Pues aquí estoy.

Julia: Sandra si necesitas hablar…

Sandra: Necesito respuestas. Julia, ¿qué pasa con el remedio? No has mencionado nada desde que Culebra se fue.

Julia: Sandra si no lo he hecho…

Sandra: Sí, ya sé que no nos quieres dar falsas esperanzas, pero necesito algo que me haga pensar que algún día él volverá a estar conmigo. Necesito hacer algo, no me puedo quedar de brazos cruzados. Julia, por favor, déjame formar parte de esto.

Julia: Está bien, si eso es lo que quieres… tras las clases espérame, iremos juntas a Villa Dorita y te enseñaré lo poco que tengo.

Sandra asintió y siguieron caminando hacia el colegio.


(continúa abajo xD)
#96
littlenanai
littlenanai
26/06/2012 13:45
Mientras, Mario y Antonio habían ido a avisar a Rosa de las nuevas noticias.

Rosa: ¿¡Qué, qué!? ¿¡Nuevas pistas!? Yo eso huelo a trampa, ¿qué es eso de no decir nada hasta que yo aparezca? Yo creo que lo que quieren es encerrarme otra vez en ese sitio tan mugriento.
Antonio: Rosita cariño, eso no lo sabremos hasta que no te entregues. Piensa que cuánto más tiempo te escondas, más estarás infringiendo la ley.

Rosa: Pero Antonio..es que yo me veo entre rejas otra vez, sin mi Borjita, mi Chelito, sin ti. Ay y es que pienso que me dará un jamacuco ahí dentro, me falta el aire y las demás presas me miran con envidia…y normal claro, porque vaya pintas tienen todas…ayyy….

Mario: Bueno Rosa, tómate tu tiempo para pensártelo…eso sí, te puedo decir que ya eres famosa…la noticia ha salido en la tele y en la mayoría de periódicos…

Rosa: Madre mía, ¡qué vergüenza! Las envidiosas del AMPA deben estar teniendo un disfrute con todo esto…

Mario: Bueno, yo tengo que ir a llevar a los niños al colegio, Rosa come algo de lo que te he traído, que cada vez te veo más delgada.

Rosa: Normal, con tantos disgustos.

Mario: Lo que tengo yo en casa no te creas que es mejor…

Rosa: Oi Mario que no te preguntado, que desagradecida yo, ¿cómo vais?

Mario: Bueno, pues tirando poco a poco…si yo me vengo abajo los demás no sé lo que harían…ahora tengo que irme Rosa, piénsate eso y ya nos darás una respuesta.

Antonio: Yo también me voy a llevar a los niños…y a avanzar con las tareas de la casa, total, no tengo otra cosa que hacer.

Rosa se despidió de su amigo y su marido y estos se marcharon.

Mario llevó a los niños al colegio, se disponía a irse para la organización cuando la profesora de los niños le llamó.

Profesora: ¡Mario!

Mario: Dígame usted.

Profesora: ¿Tienes un momento? Me gustaría hablarte sobre tu hijo Carlos.

Mario: ¿Ha pasado algo?

Profesora: Eso me gustaría saber a mí… Ayer hubo una cosa que me extrañó muchísimo. Les había mandado a todos para casa leerse un cuento para luego yo hacerle preguntas sobre él. Y Carlitos que siempre saca sobresaliente en este tipo de trabajos, no me contestó a ninguna pregunta bien.

Mario: ¿Cómo?

Profesora: Qué no se lo leyó Mario… ¿Ha pasado algo que haya podido influir así en su actitud?

Mario: Bueno, su hermano mayor se ha ido a trabajar fuera…puede que sea por eso, que no se acostumbra el niño.

Profesora: Bueno, en ese caso, espero que se le vaya pronto el disgusto, no me gustaría volver a ponerle mala nota, su hijo siempre ha sacado muy bien el curso.

Mario: Me ocuparé de ello, gracias.

Mario se despidió de la profesora y se dirigió hacia la organización.

_______

¿Os gusta? Al menos intentaré subir una parte más hoy...pero no os prometo nada porque tengo la tarde ocupadilla :S espero que la disfruteis! un besito a todos!
#97
marta3008
marta3008
26/06/2012 19:03
me ha gustado mucho aunque me da mucha oena que culebra no este en casa , pobre sandra, a ver como sigue la historia, y a ver que opasa con rosa.
#98
crazyprotegida
crazyprotegida
26/06/2012 22:36
Ainss mi culebrilla.... jajaja

Genial, como siempre :)

PD: Espero ansiosa la siguiente parte. ;)
#99
littlenanai
littlenanai
27/06/2012 00:35
Muchas gracias! :) ya casi tengo la parte 2!
#100
littlenanai
littlenanai
27/06/2012 01:17
4x05 Los protegidos: Ya nada volverá a ser como antes. (parte 2)

Mario tenía mucho trabajo que hacer. Tenía que hacerle un examen a uno de los cursos más pequeños sobre las tablas de multiplicar. Después tenía que observar como Andrea les daba una clase de defensa personal por si alguna vez se encontraban en peligro, además de todo el papeleo que le mandaban desde el ayuntamiento. Varios niños le saludaron desde el jardín al entrar y fueron corriendo a darle un abrazo.

Mario: Venga niños, que dentro de una hora tenéis el exámen, poneros a repasar. ¿Y vosotros qué haceis ahí? (dirigiéndose a dos de los mayores) Venga, que sé que tenéis clase, para dentro, no os escaqueéis.

Mario esperó a que los chavales entraran en la casa. Debían tener más o menos la edad de Sandra y Culebra. Al nombrar a su hijo mayor, se acordó de que tenía que hacer algo.

Mientras, en el colegio…Julia estaba en el despacho de dirección en el colegio revisando unos papeles que les había mandado el Consejo Escolar. Últimamente lo había estado dejando todo de lado para ocuparse de la investigación, sin embargo, no debía olvidar que para los ojos de la demás gente de Valleperdido seguía siendo la directora y hacer mal su trabajo podría hacer sospechar a los demás. Había finalizado cuando de repente tocaron a la puerta del despacho.

Julia: Adelante.

Era la profesora de Carlitos y Lucía.

Profesora: Verás Julia…ha pasado algo.

Julia esperaba que la profesora le contara cuando vio a Lucía llorando y a Carlitos al lado de la niña tras la profesora.

Profesora: Carlos, que no se qué le pasa, estábamos en clase y le ha tirado de la trenza a su hermana.

Julia: ¿Qué ha hecho qué? Pasad que hable con vosotros.

Profesora: Hasta luego Julia.

La profesora se marchó del despacho y los niños se quedaron a solas con Julia.

Carlitos: ¡Eres una chivata!

Lucía: ¡Es que Carlitos no sé porque me pegas, tú nunca te has portado tan mal conmigo!

Julia: Carlos, ¿por qué le has pegado a Lucía?

Carlos: Porque no quería leer en voz alta en clase cuando la profesora me lo ha dicho y se ha puesto a regañarme sin que nadie se enterase con la mente, ni que fuese mi padre.

Lucía: ¡Porque no quería que te pusiese un suspenso!

Carlitos: ¿Y a ti que te importa? ¡Yo hago lo que me da la gana!

Julia: ¡Bueno ya está bien!

Los dos niños se quedaron callados tras ver a Julia alzar la voz.

Julia: Carlos, desde que Culebra se fue te estás portando mal con todo el mundo, con tus compañeros, con Lucía…me lo ha dicho tu profesora. Además, yo también me he dado cuenta, en casa ya no lees cuentos, la cosa que más te gustaba en el mundo. ¿Qué te está pasando Carlos?

Carlitos: Qué todo el mundo me miente y no me dice la verdad.

Lucía: Eso no es verdad.

Carlitos: Sí, sí lo es. Yo creía que éramos una familia y mira Culebra, se ha largado y nos ha dejado solos, al igual que Jimena, pero al menos ella se despidió.

Julia: Carlitos, Jimena se fue para protegeros, al igual que se ha ido Culebra. ¿Y de verdad creeis que no se despidió? Tal vez no directamente, pero pudo daros una pista.

Lucía: ¿Una pista?

Julia: Sí, una pista. A ver, ¿recordáis que es lo último que hicisteis con Culebra?

Carlitos: Nos contó un cuento antes de irnos a dormir…

Julia: ¿Y qué decía ese cuento?

Lucía: Hablaba de una familia…como nosotros…

Lucía que era muy lista, cayó en la cuenta.

Lucía: ¡Claro, ahora lo entiendo! Carlitos, el cuento iba de un chico que tenía una familia y se tuvo que ir para no hacerles daño, pero al final del cuento el chico volvía. Culebra va a volver.

Julia sonrió a los pequeños.

Carlitos: Entonces, ¿Culebra nos hizo como una especie de promesa?

Lucía: ¿Y tú eres el hada buena que lo va a curar?

Julia asintió.

Carlitos: ¿cómo?

Julia: Eso todavía no lo sé…pero os prometo que en cuanto lo sepa, Culebra volverá a casa.

Carlitos y Lucía se abrazaron felices.

Carlitos: Oye Lucía siento mucho haberte tirado del pelo…

Lucía: No pasa nada, ya no estoy enfadada.

Julia: Bueno, ahora a clase y a portaros bien, no quiero otra queja de la profesora. Ven cariño que te haga la trenza bien.


Mario había llegado a la sala donde él se encontraba. Caminó por el pasillo que había entre las habitaciones de los jóvenes. Uno a uno se asomaban y le miraban de una forma que Mario se planteó si seguir andando o salir corriendo por donde había venido. Pero no, tenía que hacerlo, no podía dejarle. Al fin llegó a la última habitación. Allí se encontraba él. Tumbado en la cama. El marco de fotos que había cogido antes de salir de casa y que había acabado rompiendo el día anterior seguía estando en el suelo.

Mario: Culebra.

El chico al oír su voz se levantó de la cama y se dispuso a acercarse a la barrera invisible.

Mario: Tienes que prometerme que si la desactivo no me darás problemas.

Culebra no dijo nada, simplemente se quedó mirando a Mario.

Mario sacó un mando del bolsillo y apuntó hacia la puerta. Posteriormente se volvió a guardar el mando en el bolsillo.

Culebra: ¿Qué quieres?

Mario: Mira, te he traido algo.

Mario sacó de la cartera una imagen. En ella salía Culebra con Sandra, Lucas, Lucía y Carlitos. Culebra salía haciendo el tonto con Lucas mientras Lucía le daba un beso en la mejilla a Carlitos y Sandra los abrazaba.

Culebra: ¿Y para qué me das esto?, ¿para qué lo rompa como el marco ayer?

Mario: No, para recordarte quienes somos tu familia.

Culebra: Yo no tengo familia, a mi no me importa ninguno de estos y dentro de poco tú tampoco les importarás a ellos.

Mario: No te creo.

Culebra: ¿Ah no? Pues no tienes razones para pensar otra cosa.

Mario: ¿Entonces por qué cuándo has visto la foto te han brillado los ojos? En estas semanas que han pasado no te he visto una sonrisa en ningún momento. Lo único que he percibido es como el color de tus ojos ha cambiado, se han vuelto de un color oscuro, sin embargo, cuando miras estas fotos tus ojos vuelven a brillar, vuelven a su color de siempre.

Culebra miró la foto de nuevo durante unos momentos pensando en lo que Mario le había dicho…pero después la rompió.

Culebra: Eso te lo estás imaginando. Te niegas a pensar que yo he cambiado, pero ¿sabes qué? que todo en mí ha cambiado, yo ya no soy el tío al que tú conociste, la pócima de la estúpida de tu novia hizo que yo cambiara y ahora la odio, os odio a todos, no queda nada del cariño que os tenía, se ha esfumado, ahora lárgate y déjame en paz.

Culebra le dio la espalda a Mario dispuesto a terminar la conversación, pero entonces Mario le habló.

Mario: ¿Y Sandra?

Culebra se quedó sin saber reaccionar tras aquella pregunta, ni siquiera se giró para contestar.

Mario: ¿Por ella tampoco sientes nada?, ¿también la odias?. Porque ella a ti no, ¿sabes? Ella sigue esperando a que vuelvas y aunque eso ahora mismo no sea posible, ella te esperará Culebra…porque te quiere.

Culebra se giró en ese momento.

Culebra: ¡Pues yo no le quiero! también la odio…así que dile que no me espere, porque el día que la vuelva a ver le escupiré en la cara que no siento nada por ella.

Mario: Pues qué pena Culebra, que pena…porque lo vuestro era algo mágico.

Mario no dijo nada más. Volvió a sacar el mando del bolsillo y una vez fuera de la habitación volvió a activar la barrera de seguridad. Después recorrió el pasillo y salió de aquel lugar.

Culebra recogió uno de los pedazos rotos de la foto. En él podía contemplar el rostro de Sandra. Había algo en lo que le había mentido a Mario: había vuelto a notar latir su corazón al oír el nombre de la chica eléctrica, algo que no había sucedido durante el tiempo que llevaba allí.

____

Mañana( osea hoy, ya que son las 1 de la madrugada xD) no se si podré escribir :S lo intentaré pero no estoy segura, tengo el día ocupado xD pero a más tardar pasado mañana tenéis otra parte :) un beso y espero que os guste!!
Anterior 1 2 3 4 5 6 7 8 [...] 14 15 16 17 Siguiente