Rol | Aulas - Finalizado

Sobre una mesa de madera, un ordenador portátil y miles y miles de hojas sueltas. Estanterías llenas de libros y bastante desorden. El doctor Montalvan, ante el ordenador encendido, con cara de preocupación, escribe un mail, cuyo contenido no leemos.

Tiene a su lado el historial de una paciente: Victoria Parker. Lo mira nervioso, teclea rápido. Mira una y otra vez hacia la puerta, espera una visita. En la dirección del mail escribe [email protected]. Le da a enviar y sale apresurado con el historial.

Dani paseaba por el pasillo, dirección al gimnasio. Llevaba mucho tiempo sin dar clases, y había hechado de menos hacer de profesor. Respiro pronfundamente y paseó la mirada por el pasillo. Vio a Javier distraído, con el movil. Se lo quitó con un rapido movimiento.

Dani: Llegarás tarde a clase si sigues con eso.

Javier: Mierda...

Javier estaba intentando localizar a Sara, ya que no la había visto por el gimnasio.

Javier: Lo siento, es que.. es que..

A Javier no se le ocurre ninguna excusa.

Dani: Chaval, yo a tu edad era mas rápido con las excusas. Anda, delante mío.

Javier: Eh.. pero.. ¿me devuelves el móvil.. por favor?

Dani: Mm... Después de clase.

Empieza a andar y mira disimuladamente a ver que estaba haciendo Javier con el movil.

Javier camina delante del profesor y mira un momento para atrás, ve a Dani cotilleando su móvil.

Javier: ¡Eh, no tienes derecho a mirarme el móvil!

Dani: ¡Ni tu a decidir si quieres ser puntual en una clase o no! Es tu obligación llegar a la hora correcta, porque de eso depende en gran medida tu vida academica. Si no superas con suficiente nota tus estudios no podrás escojer el futuro laboral que quieras. De eso depende tu vida, aunque para ti solo sea llegar 5 minutos tarde. Ya te darás cuenta.

Se guarda el movil en el bolsillo, deseoso de haber confundido al chaval con toda esa palabreria.

Javier siente mucha impotencia en ese momento, no podía decir que había salido a buscar a Sara por que Dani le pondría un parte a ella y no quería empeorar las cosas, a si que decidió quedarse callado.

Al ver el silencio de Javier, Dani se siente satisfecho. La parrafada improvisada le había hecho cerrar la boca a ese chico.

Piensa Dani: Habría sido un buen abogado. O vendedor.[/i]

Los dos entran al gimnasio, donde los demás andaban jugando y gritando. Había un buen escándalo.

Dani se sacó su fiel silbato del bolsillo y sopló con fuerza. El ruido cesó y los alumnos lo escucharon.

Dani: Bien, gente. Como sabeis, he estado un tiempo fuera. Empezaremos suavecito. 20 flexiones, rápido.

Chico: Joder.. suavecito dice..

Ríe, y los alumnos empiezan a hacer flexiones..

Dani: Tú, el graciosito, te libras de las flexiones. Ahora mismo empiezas a correr dando vueltas al patio hasta que yo te lo diga. Como pares, te pasarás el resto de la hora haciendo flexiones. Y los demás, hareis 40 flexiones. Por reirle la gracia.

Los alumnos se empiezan a quejar.

Chico: Paso.

Vuelve a reir.

Dani coje al chico por el cuello de la camiseta y lo levanta.

Dani: Ahora mismo te vienes conmigo al despacho del director. Los demás podeis tomaros la clase libre, dadle las gracias a este pallaso.

Chico: ¡No me toques, te voy a denunciar!

El chico sale de la clase, detrás de el Dani.

Izan sale de su segunda clase. Estaba mal por algo que durante todo el invierno había acordado que no se preocuparía. Notaba el vacio en su cuerpo, el mismo vacío del asiento de Sara. Llevaba todo el día esperando verla, aunque una voz interior le gritara lo contrario, y no la había visto. Estaba desanimado, y sin fuerzas a penas de continuar el día. Le preocupaba ante todo el paradero de Sara. No era normal que faltara de este modo, aun que sus notas no pasaran de suficientes raspados o suspensos, no era normal y menos a sus clases. Nunca se habia perdido una clase de plástica hasta hoy. Se temía lo peor, aun que tambíen lo más evidente. Izan nunca devió de darse ilusiones que sabía perfectamente que no pasarían.

De camino a la cafetería, Izan escucha un ruido muy raro, mientras todo el pasillo quedaba a oscuras. Lo que le faltaba, un apagón en el instituto.
Vuelve a retomar su posición dispuesto a continuar el camino a oscuras, cuando de repente, algo sale de la nada chocando con Izan.

Izan: Ai va, que torpe. Perdoneme iba distraido y con esto del apagon no había visto por donde iba...

El choque le había fastidiado el intento de una rápida fuga más aprovechando el fallo de la instalación eléctrica del instituto. Pero la voz escuchada medio segundo después del impacto la había dejado helada. Podía notar leves calambres subir por sus dedos de los pies y acabar en los de las manos, produciéndole un intenso escalofrío. Su estómago parecía hormiguear por momentos y sus mejillas enrojecieron al instante, hecho que a su favor no se percibía en la oscuridad. Esa Sara no parecía ser la de siempre y, aunque para algunos la parte humana era mucho más tierna, a ella le asustaba.
Apartó esa idea de la cabeza, se tiró de las mangas de la chaqueta haciéndola volver a su posición inicial, y actuó como siempre:

Sara: Mira qué tenemos aquí... El conde Drácula despertó al fin.

Se cruzó de brazos, esperando una respuesta. No escuchaba pasos alrededor, estaban solos en el pasillo. Sus ojos iban acostumbrándose a la oscuridad y pudo comprobar que así era.

La soledad se palpita en el ambiente. Las flores blancas que decoran el habitáculo se marchitan. Empieza la lluvia. Olivia está sentada en la única silla que hay en la habitación, dónde permanece dormida su hermana Victoria Parker.

Tras una leve vibración, la luz se va. Victoria empieza a respirar con dificultad, cada vez peor. Sus manos empiezan a tambalear. Un escalofrío recorre el cuerpo de Olivia. El temor aumenta. La respiración dolorosa de Victoria va a más. Es mucho el sufrimiento.

Olivia sale de la habitación en busca de ayuda. Tres enfermeras y un doctor acuden a su llamada. Victoria va a peor. Su cuerpo empieza a moverse sin ella poder hacer nada. Empieza a sufrir un derrame cerebral. Olivia fija su mirada en el cuerpo de su hermana. Su corazón se parte en dos. La perdida de un ser querido duele más que cualquier otra cosa.

Los médicos intentan por todos los medios salvar la vida de la paciente pero ya es tarde. Victoria muere en la única cama que hay en la habitación. Olivia rompe a llorar. Miles de gotas se desprenden por el aire. Algunas se confunden con la lluvia que cae del cielo a gran velocidad.

Lloramos por cualquier persona que vive está vida completamente vacía. Lloramos por los sueños que han sido olvidados... Es triste tener que huir... Perder la vida... Perder a un hijo...
Es difícil decir adiós y extrañar a alguien... En está vida todos queremos a alguien...

Mirando al techo, Olivia pide gracias por todos esos buenos momentos...

[cita=Recuerdos de Olivia]


Un árbol se mueve a poca velocidad. El viento sopla con fuerza. El sol alumbra todos los pequeños rincones del lugar. Las flores se mueven de un lado a otro, parece que bailan un vals.

Una niña pequeña está apoyada con los ojos cerrados en ese árbol cuyas hojas no paran de moverse. Juega de forma inocente al Pilla-pilla.

Niña: Un, dos, tres... Toca la pared... Un, dos, tres... Toca la pared... Un, dos, tres... Toca la pared...

A medida que va repitiendo la misma frase, otra niña pequeña se acerca sigilosamente hacía el lugar, procurando no ser vista por la otra niña. Las dos sonríen felices mientras siguen jugando. Hermanas unidas.[/cita]