Rol | Aulas - Finalizado


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NORMAS
-No vale decir burradas ni cosas que no tengan q ver con la trama de vuestr@ personaje
-No insultar
-Cuando alguien quiera abandonar el rol, me mandará un mensaje privado para ver que haremos con su personaje (se va de viaje, lo matan, se suicida...)
-Si tienes varios personajes y quieres deshacerte de uno de ellos, decirmelo por MP y veremos si os dejo.
-No se pueden coger personajes de otros sin su permiso

NOTICIAS
-Capítulo 8 en DIRECTO!

CAPITULOS
1ª TEMPORADA:
1x01:Comienza el curso (Desde la página 1 a la 19)
1x02:Primeras impresiones (Desde la página 19 a la 42)
1x03:Enamorado locamente (Desde la página 42 a la 61)
1x04:El Baile de las Rosas (Desde la página 61 a la 81)
1x05:Cosas inolvidables (Desde la página 81 a la página 103)
1x06:Quiero cambiar (Desde la página 103 a la página 132)
1x07:Dulce Navidad (Desde la página 132 a la página 161)
1x08:Pájaro Libre

PERSONAJES
►Principales:
Olivia - Marta Torné (Ainhoa449)
Sara - Angy Fernandez (BlackManiiaTiCa)
Izan - Antonio Garrido (xuxecita)
Dulce - Blanca Suarez (alvaro777)
Fernando - Juanjo Artero (xuxecita)
María Sonsoles 'Sonso' - Gracia Olayo (alvaro777)
Ivan - Jaime Olias (xuxecita)
Javier - Luis Fernandez (alvaro777)
Juan Diego - Mario Casas (iresire)
►Secundarios:
Carla - Irene Montalá (alvaro777)
Pedro - Maxi Iglesias (Gorkaliente)
Jaime - Jose Ángel Trigo (iresire/alvaro777)
Daniel - Hugo Silva (leo10)


Da un sorbo mientras mira a Javier llenar su vaso.
Sara: Pues no, no me lo coge. Parece ser que Olivia todavía no se ha enterado que en los hospitales no hace falta dejar muerto tu móvil, sino que existe un botoncito que te deja silenciarlo.
Vuelve a meter otro sorbo.

Javier se bebe el vaso de leche, mientras que mira a Sara.

Coge su móvil y se dispone a marcar.
Sara: Dime el número.

Javier: Pero rapido, que hay que ir a clase.

Ya se había aseado y vestido. Estaba desayunando, un cortado con un croissant bien grande, que ya había acabado.
Ni la tele, ni ninguna distracción por el estilo estaban encendidas. Hace días, más bien, desde que empezaron las navidades, que Izan estaba raro. No hablaba ni se relacionaba con nadie, estaba todos los días encerrado en su casa ajeno a cualquier cosa que pudiese haber ocurrido en su entorno, incluida en ello Sara. No sabía nada de ella, y en estos momentos tampoco quería. Realmente no recordaba nada de ese día, la fiesta del instituto, y eso era lo que más le preocupaba. Después de todo aquello decidió olvidarse de ella, al fin y al cabo sería lo mejor. Sí el la quería de verdad tendría que dejarla hacer su vida sin meterse de por medio, incluso Javier. Le dolía pero sería lo mejor para Sara. Javier y ella todavía tenían mucho futuro por delante, en cambio... ¿Que futuro le esperaba a Sara con él? Ninguno, pensaba Izan.
Agita la cabeza, intentando dejar todo eso atrás, a Sara, y comenzar con buen pie este nuevo trimestre. Estaba decidido a hacerlo, completamente decidido.
Coge su maletín con los informes de los chicos y todas las evaluaciones y notas del trimestre anterior y se pone en pié.
Abre la puerta dispuesto a marchar, pero antes de cerrarla y intentar empezar esta nueva etapa, echa su ultimo soplido, entre cerrando los ojos. "Si esto se trataba de un castigo, iba a ser el peor castigo del mundo". Izan cierra la puerta.

Sara: Hola, buenos días. [...] Quería conocer una información sobre una paciente del hospital. [...] Victoria, su nombre es Victoria Parker. [...] ¿Que no me la puede dar? ¡Pero si soy familiar! [...] Muy bien... su hermana le dijo que no comunicasen nada mediante vía indirecta. [...] ¿Me podría usted poner con esa mujer? [...] Sí, Olivia Parker. [...] No se preocupe, espero.
Sara pone la mano contraria en la parte delantera del móvil, taponando la entrada del sonido. Se dirige a Javier:
Sara: Que dice que no me puede decir nada, que Olivia dio la orden, ni que fuese el jefe de gobierno.
Pone los ojos en blanco, se vuelve a llevar el móvil a la oreja.
Sara: [...] ¡Sí! Perdone. Estoy. [...] ¿No se encuentra ahora mismo en el hospital? Y usted pretende que yo me lo crea. ¡Pues le diré una cosa! ¡Encárguese de hacer bien su...!
Pero demasiado tarde, Javier le había arrebatado el móvil de las manos y había colgado.

Olivia: Llevo esperando toda la mañana una simple información que de una mínima respuesta a mis preguntas. ¿Me va a dar usted esa información?
El doctor niega con la cabeza. Se hace un silencio profundo y doloroso para Olivia.
Olivia: Ha ocurrido algo, ¿verdad? Escúcheme doctor, tengo una hija adolescente, y sé perfectamente cuando miente. Usted me esta mintiendo. ¿Por qué quiere que vaya a su despacho? Lo que tenga que decirme en privado me lo puede decir aquí mismo... ¡Estoy harta! Llevo en Sevilla dos semanas. Dos semanas de intriga y de mucha paciencia. Dos semanas con el corazón encogido, preocupada por mi hermana.
Olivia se pone más nerviosa por segundos. El doctor sitúa sus manos encima los hombros de Olivia, tranquilizándola. Olivia toma aire, hace una respiración profunda y cierra los ojos tan solo dos segundos. Los abre inmediatamente y sigue:
Olivia: Disculpe, no... No quería actuar de esa manera. Lo lamento. (El doctor asiente, comprende la situación de Olivia) Doctor, ¿me permite hace una llamada? Es para informar a mi hija.
El doctor asiente. Olivia da medía vuelta, dirigiéndose hacía el exterior, un lugar más tranquilo dónde poder hablar sin que nadie la moleste.

Sorprendido, Javier se queda parado, sin saber cómo reaccionar, Sara aprovecha ese momento para avalanzarse sobre él y recuperarlo. Descuelga y se lo coloca en la oreja, alejándose un poco de Javier.
Sara: ¿Ya se ha cansado de mentirme? ¿O es que ahora quiere hacer bien su trabajo?

Olivia: Me parece extraño este saludo, pero... si a ti te gusta saludarme así... No voy a poner ninguna pega. (Cambia) Hola a ti también, Sara.

Sara: ¿Mamá? ¡Olivia!
Sonríe de oreja a oreja.
Sara: Al fin puedo hablar contigo. ¿Qué estabas haciendo? ¿Cómo está la tita?

Olivia: Bien... Está bien. Ahora mismo acabo de verla, tiene muy buen aspecto. Dentro de unos días podrá volver a su casa. (Una lágrima empieza a derramarse por su cara) Te manda recuerdos... Dice que tiene muchas ganas de verte.

Mira a Javier sonriendo y le dice muy bajo apartándo el móvil:
Sara: Dice que está bien. Me manda recuerdos.
Vuelve a sonreir y ponerse al móvil.
Sara: ¿Puedo ir a verla? Seguro que le alegra mi visita, hace mucho que no nos vemos.

Sara asiente.
Olivia: Te tengo que dejar, el doctor me llama... Cuídate. Espero que mañana pueda volver, y ni se os ocurra destrozarme la casa, ¿eh? Manda un beso a Javier, y otro para ti.
Olivia, con lágrimas en los ojos, se aparta el teléfono móvil de la oreja y da por finalizada la llamada pulsando la tecla roja del aparato. Entre el gran silencio, empieza a llorar desconsoladamente. Otra mentira más que debe guardar en el viejo armario donde guarda todas las mentiras, junto a la caja de los recuerdos de su habitación.
Lloramos por cualquier persona que vive fuera de dónde sopla el viento del dolor. Lloramos cuando nada parece estar bien. Es triste tener que huir, perder tu vida, perder a alguien. Es difícil decir adiós, dejar a un amigo y extrañar a alguien. Es difícil que todos los días alguien pierda a alguien...

Javier sonríe.
Javier: Ahora que ya estas mas tranquila vamonos a clase, que al final llegaremos tarde.


De pronto se abre una puerta y aparece Lucía, con su mochila y una sonrisa de oreja a oreja. Suena el timbre. Los profesores andan despacio por los pasillos*. Intentando esquivar al profesor más duro de todo el instituto, Lucía entra en un vestuario por equivocación. Abre los ojos intentando identificar ese lugar. Observa cada uno de los elementos que decoran el habitáculo.
Se hace el silencio. Lucía suspira aliviada. Sigue observando el lugar. De entre unos vestidores, aparece Javier, en ropa interior y con un pantalón de deporte en sus manos. Lucía se queda boca abierta.
Lucía: Perdón. Es evidente que me he confundido de vestuario... (Se fija en Javier) ¿Te acabas de duchar? (Javier niega con la cabeza. Lucía reacciona) Que pregunta más tonta he hecho... Bueno, yo... Ya me voy.
_____________________
*Profesor: Señorito... Apague ese teléfono móvil o me veré obligado a confiscarlo.

Dice avergonzado, poniéndose rápidamente el pantalón del chándal.

Lucía: ¡Espera! (Javier se gira) Me preguntaba si te apetecía quedar mañana por la noche. Ir a tomar algo, a bailar... Por distraernos un poco, y así de paso, nos conocemos... ¿Qué me dices?

Se termina de vestir.
Javier: Bueno... me voy que llego tarde, ¡hasta luego!
Javier sale deprisa del vestuario.

Salió a hurtadillas del pabellón, con el chandal puesto, aprovechando esa gran oportunidad que le daba la mañana: la impuntualidad de su profesor y el despiste de su niñero particular, Javier.
Anduvo escondiéndose tras las paredes, vigilando por detrás y por delante. Vio a su compañero de piso, ya cambiado, aproximarse con la cara algo desencajada, como si no supiese donde se encontraba, tan absorto en sus pensamientos que no había notado la presencia de Sara. Ella rápidamente se esconde en los vestuarios de las chicas y cierra la puerta a sus espaldas. Un segundo más y hubiese tenido que sumergirse una hora en una de sus mayores pesadillas.