Rol | Aulas - Finalizado

Juan: Pues no sé.. mira ahora en el armario haber si encuentras algo..

-Rie y la besa por el cuello-

Dulce: Vale..

Ríe, dejándose besar. Se separa un poco y le besa ella, después se levanta, coge su ropa que estaba en el suelo y va al dormitorio. Busca por el armario y encuentra un vestido... el vestido que llevó a 'El Baile de las Rosas'. Sonríe y se viste. Dulce vuelve al salón..

-Juan la mira de arriba abajo y se queda boqui-abierto-

Juan: Qué guapa..

Dulce: Gracias..

Sonríe.

Dulce: Lo que no se.. es que hacía aquí el vestido, cuando me fui lo guarde en la maleta.. no se, da igual.

Ríe y se acerca a el.

Juan: Pues creo que una noche.. te lo pusistes y lo guardastes.. y hasta ahora no se ha movido de ahí..

-Rie-

Dulce: Ah bueno.. puede ser..

Ríe.

Dulce: ¿Nos vamos para mi casa o nos quedamos aquí un rato?

Dice mirándole.

Juan: Vámonos.. que estoy arto de estar aqui..

-Rie y se levanta , se cambia de camiseta ya que estaba empapada y los dos salen de casa..-

Domingo, 11 de 2011. 18:00

Una hoja amarillenta y vieja, llena de manchas de café que la emborronaba, permanecía tensa entre los largos dedos de la chica, que la apresuraban con fuerza. A penas se podían leer algunas palabras, pero aún así era descifrable el terrible mensaje que transmitía.

Carta
"Declaro bajo mi responsabilidad lo siguiente:
Yo, ............. .....rker Molina,
con DNI 342............6B,
y domicilio en Barcelona,
acepto las condicion..... explícitas y legales anteriormente nombradas;
y ...cepto la adopción legal como padre/madre de Sara Gallego Fernández,
reemplazando sus apellidos actual..... ...or los de Molina Parker.
Día 12/06/1991"

Una lágrima emborronó uno de sus anteriores apellidos, pero aún se podía leer. Aunque eso ya no importaba. Era adoptada, y eso era lo que más le dolía. Olivia la había mantenido en una mentira todo este tiempo. No existía padre ninguno, así se explicaba la rareza de sus apellidos. Amapola, su abuela, simplemente era una extraña, al igual que toda la que creía que era su familia. Toda su vida absorta en una mentira.
Dejó la carta sobre la mesa de la cocina, cogió su chaqueta y salió decidida de la casa.

Domingo, 11 de 2011. 19:30

El aire helado encima de la azotea hacía ondear su pelo negro y congelaba sus lágrimas. Hacía frío, pero ella ya no podía sentirlo. Se mantenía inmóvil, de pie, mirando hacia delante, al borde del abismo, pensando en la caída. La noche nacía y parecía que quería tragársela, llevarla junto a ella.
Abajo la gente comenzaba a agruparse, miraba curiosa, pero nadie daba el paso definitivo para impedírselo. No les importaba. Sólo era una más, una estrella que el mundo había dejado caer para llevársela de la misma forma, demasiado fugaz...

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Mientras tanto, ajena a esto, Olivia hacía tiempo que había salido de la ducha y ahora andaba de un lugar a otro en su despacho, mirando los papeles del instituto, que ocupaban su mente con cálculos en ese momento...

Sumergida en un millón de papeles, Olivia no presta atención a lo que esta sucediendo en el exterior, hasta que alguien llama a la puerta.

Deja uno de los papeles encima de la mesa, sale y se dirige hacia el recibidor. Decida, abre la puerta.

Por su sorpresa, y un poco de desgracia, aparece Victoria, la dueña del bloque de pisos.

Victoria: ¡Olivia! Hay chica cuanto tiempo... Cuanto has cambiado... ¿Que crema usas?

Dice mientras le toca la piel.

Olivia: Mucho Victoria... Mucho... Em... ¿Querías algo?

Victoria: Ay... Yo me estaría toda la vida contándote cosas, pero es que estoy muy ocupada. Pero a lo que venia... ¿Tienes idea de donde esta tu hija?

Dice cruzándose de brazos. Olivia se queda mirándola algo asustada, pensando en que Victoria le echaría la bronca por algo que ha echo Sara.

Olivia: ¿Que ha echo esta vez?

Dice algo cansada. Victoria llevaba algún tiempo sin aparecer por el edificio, ya que tenia otros asuntos. La paz para Olivia se había terminado. Pero la desgracia siempre vuelve a aparecer, ya sea por parte de Sonsoles o Victoria.

Victoria: No... No... No...

Dice haciendo un gesto con el dedo de negación.

Victoria: Aun no ha echo nada. Pero lo hará. Lo hará Olivia, lo hará. Y es muy... Pero que muy triste y de poca vergüenza. Con decirte, que están todos los vecinos más toda la gente de la calle viéndolo, con la boca abierta y muerta de miedo...

Olivia se empieza a asustar cada vez más.

Olivia: Victoria... ¿Ocurre algo?

Victoria no paraba de hacer gestos con los brazos y las manos. Hasta que de pronto, se coloca bien la chaqueta suave que llevaba, poniendo cara de preocupacion, y se lleva la mano izquierda serca del cuello.


Victoria: Voy a ir al grano... Aunque es muy difícil de decir, he... Olivia... ¡Tu hija esta encima de la azotea a punto de suicidarse!

Olivia, se queda boca abierta. Se le he caído el mundo. No se lo puede creer. Victoria nota la sensación que esta teniendo Olivia, así que decide marcharse y no molestar más.

Victoria: Bueno chata, que ya... Que ya hablaremos, he... Yo te dejo aquí, reflexionando, y oye... Que estas cosas pasan, he. La hija de mi hermana hizo lo mismo... Ah... Otra cosa... Que... ¿Donde has comprado ese vestido? ¿En el mercadillo?

Dice mientras le da la espalda a Olivia y echa a andar, riéndose a carcajadas. Olivia, se la queda mirado con mala cara y cierra la puerta.

Olivia sube corriendo al despacho en busca de su móvil.

Izan acariciaba el canoso pelo de su madre. Pero interrumpe su tristeza el sonido de un móvil.
Besa la frente de la mujer, mientras se levanta de la camilla.

Izan: ¿Sí?

Contesta sin ánimos, extrañado por el número de un desconocido.

Izan: Oiga ¿Hay alguien?

Izan se separa el teléfono de la oreja dispuesto a colgar...

Olivia escucha la voz de Izan y contesta.

Olivia: ¡Izan! Izan, soy... Soy.... Soy...

A Olivia no le salen las palabras. Esta demasiado nerviosa después de recibir esa mala noticia.

Olivia: ¡Izan soy Olivia! Escúchame... Necesito tu ayuda... ¡Ya!

Dice mientras da vueltas y vueltas en la misma habitación, sin saber a donde ir.

Izan queda completamente asustado ante la llamada y voz de socorro de Olivia, esperaba que no fuera nada relacionado con...
Corriendo sale al pasillo para escuchar mejor.

Izan: ¡Olivia que pasa! No me asustes...

Olivia: Escúchame... Acaba de venir la dueña del edificio, Victoria, y me ha dicho...

Olivia empieza a derramar lágrimas. Cada vez más y más.

Olivia: Sara esta encima de la azotea. Se... Se...

A Olivia no le salen las palabras. Solo lágrimas.

Izan agarra con fuerza el móvil, esperanzado por que las palabras que iba a pronunciar Olivia, nada más sean falsas alarmas...

Izan: ¿Qué Olivia? ¡¡¡QUÉ!!!

Olivia: ¡Que Sara se va a suicidar! ¡Que Sara esta en lo alto, en la azotea, sentada en la barandilla y con todas las marujas mirando!

Olivia echa a llorar.

Olivia: No te lo pediría si no fuera importante Izan, pero... Vuelve, por favor. La relación con Sara ha mejorado y mucho, pero solo si tu vuelves, puede que cambie la elección. A ti te va a escuchar. Por favor... Vuelve.

Dice mientras se sienta en una de la sillas del despacho.

Izan se derrumba. El móvil de este cae al suelo mientras este continua en la misma posición, sin mover la mano.

Reacciona moviendo los ojos a ambos lados, viendo como la gente lo ve, e incluso puede notar alguna risa entre la multitud.

Sin pensárselo dos veces entra a la habitación y se despide..

Izan: ¡Mamá! ¡Papá! Jordi... Lo siento...lo siento...de veras. Me tengo que ir...volveré, y ya verás, como te recuperas mamá.

Mira durante un minuto más a su madre, y no puede evitar derramar una lágrima.
Sale corriendo mientras su hermano, Jordi le chilla por los pasillos "¿A donde vas?", mientras corre deciso hasta el lugar donde se encontraba su coche.

Tan rápido como puede lo pone en marcha y sale en busca de su ciudad, o tal vez, de Sara...

Olivia no se ha dado cuenta de que Izan no sigue escuchando la conversación, por eso Olivia, sigue hablando... sola.

Olivia: Izan, de verdad... Necesito que...

De pronto, escucha el sonido "Comunicando"

Olivia: ¿Izan? ¿Izan?

Olivia, se aparta el móvil de la oreja, y cuelga, poniendo en fin la llamada.

De pronto, sale del despacho, coge su abrigo y las llaves y sale corriendo fuera del edificio.

Domingo 11 de 2011 ~ 19:40 ~ Calle de la Paz

Olivia se encuentra en el exterior de su edificio. Un monton de gente, marujas y vecinos mirando lo alto de la azotea. Allí, pensativa, se encuentra Sara, sentada en la barandilla, mirando el abismo.

Conchita: Pues yo iba para casa, a preparar la sopa de col, cuando lo he visto. Se me ha venido el mundo encima. Esta juventud... ¡NO VALORÁIS LA VIDA, GENTUZA!

Dice hablando con otra mujer, aunque esto ultimo lo dice mirando a Sara en lo alto de la azotea.

Olivia intentando escoger el mejor sitio para poder ver e intentar hablar con su hija, aparta a empujones a la gente, mientras dice:

Olivia: Perdonen... Perdonen... Paso... ¡Señora, quite el carro de ahí!

Como un fantasma sin conciencia se había deslizado por las escaleras y había llegado hasta donde estaba, la cima, su final.
Cierra los ojos, sin pensar. Ya lo había hecho antes bastante, y ahora todo se había acabado.

"En la cima de la azotea el aire es tan frío y calmado"

Pero de repente un soplo fuerte de aire, como un aviso salido de la nada, le alertó de su llegada. Podía notarlo, era inexplicable, pero sabía que estaba allí. Y efectivamente, sólo hizo falta abrir los ojos para afirmar lo que rondaba por su cabeza. Una siluetas negra había aparecido a lo lejos, y se acercaba para ver lo que pasaba. Su cara estaba completamente desencajada.
Sara cogió aire y volvió a cerrar los ojos. No se iba a rendir, no ahora, después de todo.

La Policía & los Bomberos empezaban a llegar. Era un caso fuera de lo normal. Aunque tampoco era la primera vez que alguien se suicidaba en extrañas circunstancias, pero si la primera que lo hacia en publico.

Policía 1: Por favor, dejen paso...

Dice armado con armas y haciendo que la gente, sobretodo las marujas se apartaran y abrieran paso. Lo mismo hicieron unos 4 policías más y 3 bomberos. El resto estaba de camino.

Bombero 1: ¿Es usted Olivia Parker? ¿La madre de la joven?

Dice mientras agarra a Olivia por el brazo, bruscamente. Mientras la mira a los ojos, se quita el casco que lleva puesto.

Olivia: Si... Si, soy yo.

Bombero 1: Nos acaban de avisar hace unos minutos... ¿Sabe algún motivo por el cual su hija quiera acabar con su vida?

Olivia mira al bombero, seria y cruzando se de brazos.

Olivia: Si se refiere, a si tuvimos alguna pelea... No. No la tuvimos. Últimamente llevamos una buena relación, después de mucho tiempo con peleas continuas. Y desconozco el motivo por el cual... quiere quitarse del medio.

El bombero mira a Olivia, dolorido. Es el jefe del equipo, debe rescatarla lo antes posible.

Olivia: Quiero que suban... La agarren... Hablen con ella si hace falta, pero que me la traigan viva... ¡Ya!

El bombero se queda mirando a Olivia, serio. De forma rápida e inmediata, se vuelve a colocar el casco en la cabeza.

Bombero 1: La salvaremos. Tenga mi palabra.

El bombero, junto a la policía y los demás bomberos, se abren paso entre la multitud, intentando entrar dentro del edificio.

Sara oye las sirenas y vuelve a abrir los ojos. Ve como algunos agentes y bomberos intentan llegar a un pacto con Olivia, después se disponen a entrar en el edificio. Es entonces cuando decide balancearse en lo alto, de forma amenazadora extiende los brazos a cada lado de su cuerpo, dispuesta a saltar.
Alza la voz:

Sara: ¡Ni un paso más!

Guardó silencio de nuevo. Petrificada, como sin vida. Las lágrimas ya se habían secado en sus ojos, pero el vacío de tristeza no hacía lo mismo, permanecía intacto.