Lucía nos cuenta lo que oye en la cabeza de los demás...

Puede que sea una niña, pero leerle los pensamientos a los mayores hace que sea un poco más madura.

A veces este poder es un poco rollo porque me doy cuenta de que los mayores son muy complicados, piensan una cosa y luego hacen otra. ¿Y sabéis qué? que yo no quiero ser mayor nunca, porque veo como Sandra, Culebra, Jimena, Mario... están sufriendo porque no dicen lo que en realidad piensan y sienten:

Sandra esta todo el día pensando en que quiere controlar su poder, para así poder tocar y estar por fin con Culebra. Pero también piensa que nunca lo podrá conseguir, ya que cada vez que está cerca suya se pone nerviosa y no puede controlar nada. Cree que él nunca podrá ser feliz a su lado, por eso a veces no le demuestra lo que en realidad siente y, entonces, se refugia en Ángel.

Culebra tiene a Sandra en su cabeza a cada momento del día. Piensa que es la primera chica que le gusta de verdad e incluso que podría estar irremediablemente enamorado. Y que gracias a ella dejó de estar solo. Él lo único que desea es que ella sea feliz y que controle su poder, pero cree que si él esta cerca ella nunca lo podrá conseguir. Por eso a veces esta a la defensiva y se hace el duro.

Jimena al principio solo pensaba en su hija, pero poco a poco, durante este tiempo, Mario ha ido ocupando parte de sus pensamientos. Su único objetivo es recuperar a Blanca, por eso piensa que es mejor dejar el amor en un segundo plano. Pero no puede negar en sus pensamientos que esta enamorada de Mario, porque no para de repetirse que es bueno, que nunca la ha dejado sola y es el único capaz de sacarle una sonrisa en los peores momentos.

Mario tiene metido en la cabeza, siempre, a Jimena. Piensa que es la mujer más guapa y más buena del mundo, y que no esta dispuesto a perderla porque ya una vez perdió a la mujer que quería. Cree que se merecen una oportunidad, pero se pone triste porque piensa que ella no quiere intentarlo.


Mi papá decía que las personas que son capaces de decir te quiero son las únicas que saben ser felices. Y hasta que ellos no sean capaces de decirselo a las personas que quieren, nunca lo podrán ser... Cuando eres tan solo un niño, las cosas son más fáciles y las haces menos complicadas.



Lucía Castillo.