Foro Los hombres de Paco
Blackman y Amaia: recordémosles
#0

22/03/2010 17:41
Edito tema principal del post. Porque debido a la escasez de capítulos en los que aparecieron, ambos fueron capaces de marcarnos durante largo tiempo.
¡Para los corazones blackmaníacos!
¡Para los corazones blackmaníacos!
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#101

01/04/2010 23:46
increible! me has dejao :0
que sera de amaia? espero que se recupere y blackman se quede con ella
al final la voz si que era la de blackman, me encantaa!(L)(L)
espero la siguiente parte con muchas ganas..prontito porfa...
y enhorabuena por la historia
que sera de amaia? espero que se recupere y blackman se quede con ella
al final la voz si que era la de blackman, me encantaa!(L)(L)
espero la siguiente parte con muchas ganas..prontito porfa...
y enhorabuena por la historia
#102

02/04/2010 00:03
Parte 17!!!!
Amaia estaba sumisa en medio de la oscuridad, sola e indefensa... ¿Realmente estaba muerta? Si así era, ¿por que estaba allí? ¿Por que oía voces en su cabeza? ¿O eran voces reales? Oía la voz de Blackman resonando en aquel vacío espacio, "sigue mi voz" le decía, y Amaia caminaba con cautela para no perder el profundo tono de su voz: "¡vamos!" le decía Blackman, oculto en algún lugar.
-¿Blackman? -decía Amaia - ¿donde estás? ¡No puedo verte!
"Sígueme" -volvió a decirle él. Amaia intentó hacerle caso, al fin y al cabo, esperaba su aparición y que la sorprendiera.
-¡Blackman! - repitió Amaia, em medio de la oscuridad - ¡Porfavor, sal!
Ella siguió caminando, y de repente vio una pequeña luz que se abría frente a ella, como si estuviera a punto de entrar en otra dimensión... "Ya casi has llegado, Amaia" Le decía la voz de Blackman. Pero la desesperación de Amaia por encontrarle se multiplicaba y corrió hacia aquella luz que cada vez se abría más... Y entonces, como si se tratase de un sueño, le vio: Blackman se acercaba a ella, pero Amaia se sorprendió al ver que iba distinto: en vez de usar su habitual traje de negro, llevaba puesto un traje blanco y negro realmente elegante, más bien dicho, iba mudado. Amaia se quedó maravillada al observarle vestido de aquel modo, realmente le favorecía, y se acercó a él tambien. Entonces se dio cuenta de que ella tambien iba vestida de otra manera: llevaba un bonito vestido blanco y largo hasta los pies, y Blackman le cogió de las manos:
-Amaia... -dijo él, sonriéndole - hoy es nuestro día.
Y entonces se puso una mano en el bolsillo y sacó una cajita dorada.
-Esto es para ti. Me gustaría que lo abrieras.
Blackman sonrió de oreja a oreja, y Amaia cogió la cajita, devolviéndole la sonrisa. La abrió con delicadeza y en su interior vio... lo que parecía ser... ¡un anillo dorado! Aquello tenía que ser un sueño, Amaia no se lo creía. Blackman no le había quitado la vista de encima, y le hizo la pregunta que ella hacía rato que esperaba:
-Amaia... ¿Quieres casarte conmigo?
Los ojos de Amaia se iluminaron de la emoción:
-Sí quiero... -Le respondió, mirándole con gratitud e incapaz de aguantarse las lágrimas. Blackman cogió el anillo con cuidado y agarró con suavidad la mano de Amaia, y le puso el anillo. Sus manos siguieron enlazadas, y Blackman se inclinó para besar los labios de Amaia...
CONTINUARÁ...
Amaia estaba sumisa en medio de la oscuridad, sola e indefensa... ¿Realmente estaba muerta? Si así era, ¿por que estaba allí? ¿Por que oía voces en su cabeza? ¿O eran voces reales? Oía la voz de Blackman resonando en aquel vacío espacio, "sigue mi voz" le decía, y Amaia caminaba con cautela para no perder el profundo tono de su voz: "¡vamos!" le decía Blackman, oculto en algún lugar.
-¿Blackman? -decía Amaia - ¿donde estás? ¡No puedo verte!
"Sígueme" -volvió a decirle él. Amaia intentó hacerle caso, al fin y al cabo, esperaba su aparición y que la sorprendiera.
-¡Blackman! - repitió Amaia, em medio de la oscuridad - ¡Porfavor, sal!
Ella siguió caminando, y de repente vio una pequeña luz que se abría frente a ella, como si estuviera a punto de entrar en otra dimensión... "Ya casi has llegado, Amaia" Le decía la voz de Blackman. Pero la desesperación de Amaia por encontrarle se multiplicaba y corrió hacia aquella luz que cada vez se abría más... Y entonces, como si se tratase de un sueño, le vio: Blackman se acercaba a ella, pero Amaia se sorprendió al ver que iba distinto: en vez de usar su habitual traje de negro, llevaba puesto un traje blanco y negro realmente elegante, más bien dicho, iba mudado. Amaia se quedó maravillada al observarle vestido de aquel modo, realmente le favorecía, y se acercó a él tambien. Entonces se dio cuenta de que ella tambien iba vestida de otra manera: llevaba un bonito vestido blanco y largo hasta los pies, y Blackman le cogió de las manos:
-Amaia... -dijo él, sonriéndole - hoy es nuestro día.
Y entonces se puso una mano en el bolsillo y sacó una cajita dorada.
-Esto es para ti. Me gustaría que lo abrieras.
Blackman sonrió de oreja a oreja, y Amaia cogió la cajita, devolviéndole la sonrisa. La abrió con delicadeza y en su interior vio... lo que parecía ser... ¡un anillo dorado! Aquello tenía que ser un sueño, Amaia no se lo creía. Blackman no le había quitado la vista de encima, y le hizo la pregunta que ella hacía rato que esperaba:
-Amaia... ¿Quieres casarte conmigo?
Los ojos de Amaia se iluminaron de la emoción:
-Sí quiero... -Le respondió, mirándole con gratitud e incapaz de aguantarse las lágrimas. Blackman cogió el anillo con cuidado y agarró con suavidad la mano de Amaia, y le puso el anillo. Sus manos siguieron enlazadas, y Blackman se inclinó para besar los labios de Amaia...
CONTINUARÁ...
#103

02/04/2010 00:16
uau SE CASAN!! aunk sea en sueños(porque ella lo esta soñando no?)..que bonito
gracias por ponerlo:)
esperare con ansias la siguiente parte
ya sabes que aqui tienes a una seguidora!
gracias por ponerlo:)
esperare con ansias la siguiente parte
ya sabes que aqui tienes a una seguidora!
#104

02/04/2010 00:42
Guau se nos casan,en sueños pero se casan!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
te que da genial,pronto la siguiente ehh.......WAPA!
te que da genial,pronto la siguiente ehh.......WAPA!
#105

02/04/2010 17:27
Parte 18!!!!
Poco a poco, Amaia abrió los ojos. Le resultaba difícil distinguir algo, pues lo veía todo borroso, pero a medida que los abría su retina se iba aclarando, y pudo ver a alguien frente a ella: era Goyo. Amaia sonrió al verle, estaba contenta por ver a su amigo allí a su lado...
-¡Buenos días, dormilona! -le dijo él, Amaia se quedó mirando a su compañero, y quiso inclinarse para verle mejor, puesto que estaba tumbada en una cama, pero no pudo moverse libremente ya que se dio cuenta que tenía los brazos y el pecho lleno de tubitos que se lo impedían.
-Te han traído aquí -dijo Goyo -en un hospital, Amaia, porque estabas muy grave...
Amaia lo había figurado: se acordaba perfectamente de lo que le había pasado, y quiso bromear un poco con su amigo:
-No he sufrido daños cerebrales, Goyo, me acuerdo perfectamente de lo que me pasó, gracias.
Le esbozó una sonrisa generosa y Goyo le cogió la mano.
-Perdiste mucha sangre, ¿lo sabes? Te pusiste hasta de un color como blanquecino... parecía que te estuvieses muriendo... - hizo una pausa para suspirar - ... Sufrí mucho por ti, Amaia. Llegué a pensar que te morirías, en serio...
-Pero no he muerto -dijo ella, sonriéndole - sigo viva, ¿lo ves? estoy aquí, hablándote y tú hablandome a mi. Como si no hubiera pasado nada.
Al oírla, Goyo, desvió los ojos hacia el suelo, le dolía oír aquello.
-Sí ha pasado, Amaia, sí ha pasado. ¡Estuviste al borde de la muerte, y al final te desmayaste, y yo creía que te habías muerto, Amaia, casi me muero yo tambien cuando vi que cerrabas los ojos y no hacías nada ni me hablabas ni nada, Amaia, me hubiera matado, te lo juro! Y entonces, llamé a la ambulancia para que te llevasen aquí, y por poco te mueres. ¿Sabes que incluso te quedaste sin pulso durante unos cinco minutos? Casi me muero, Amaia.
-Ya está, Goyo, ya está. No pasa nada, al fin y al cabo, estoy bien.
Y Amaia consiguió ponerse un poco sentada, para poder verle bien. Se dio cuenta que Goyo tenía algo que le intentaba esconderle a sus espaldas, y Amaia le pareció que era un ramo de flores. Se hizo la despistada:
-¿Que tienes ahí?
Goyo dudó por un momento, y al fin regresó en si:
-Ha, lo has visto, y yo que te lo quería dar después... Toma, espero que te gusten.
-Gracias, ¡son preciosas!
Y Goyo se inclinó para que Amaia le diese un beso en la mejilla como agradecimiento.
-Todos te hemos traído un regalo, Amaia.
Amaia se alegró al oír aquello.
-¿Todos? ¿Están todos aquí?
Y Goyo asinitó.
-De hecho están todos ahí fuera, esperando el momento para entrar, les dije que quería ser yo el primero en darte los buenos días - sonrió tímidamente - y tambien porque yo no me moví de tu lado en todo el rato desde que te desmayaste... Así que, voy a decirles que ya pueden pasar.
Goyo se levantó del sillón donde estaba para ir a abrir la puerta, y Amaia le preguntó lo que tenía pendiente:
-¡Espera, Goyo! ¿Donde está Blackman?
Goyo miró a Amaia a metro y medio de la puerta de la habitación, y puso los ojos en blanco:
-No aguantó... Más bien dicho, no lo soportó, Amaia.
Y abrió la puerta. Entró Curtis, seguido de Rita, Lis, Dani, Povedilla, Decker, don Lorenzo,Pepa, Paco, Marina, Mariano, Aitor y Reyes, todos con distintos regalos para Amaia. La mayoría traían ramos de flores, pero había que traían algo de complemento, para alegrarla.
-¡Muchas gracias a todos! -dijo Amaia, sonriendo y con las lágrimas goteándole, aunque sus lágrimas no eran por la emoción de la visita...
Curtis le dio tres grandes besos en la frente:
-¿Como te encuentras, cariño?
-Perfectamente, tío.
Rita la abrazó alregremente, y le dio otro ramo:
-¡Toma cielico, que te mejores, que sepas que me tienes aquí para lo que quieras!
-Gracias, de verdad, pues no sé como agradecer todo lo que estáis haciendo por mi...
La gente le iba dando sus regalos, la mayoría ramos de flores, y Amaia intentó bromear:
-¡No sé que voy a hacer con tantos ramos de flores! Pero gracias a todos vosotros.
Y Lis y Dani la brazaron.
-No hace falta que te emociones por un abrazo, ¿he? -le dijo Dani.
-Me he emocionado con veros a todos aquí -dijo Amaia, pero sabía que sus lágrimas tenían otro motivo...
La visita fue larga. Amaia charló con todos los presentes, agradeció todo lo que habían hecho por ella... y cada charla fue larga... larga para ella... pues hacía demasiado rato que tenía pendiente de hacer una pregunta que necesitaba quitarse de la cabeza... o le daría algo allí mismo...
Al final, muchos de los presentes se largaron.
-Mejórate, Amaia, ¿vale? Mañana por la mañana vengo a verte -le dijo Goyo, que se iba junto con Lis y Dani.
-Vale. -dijo ella.
Todos se largaron, y Curtis se quedó con ella:
-Me quedaré aquí a pasar la noche contigo, ¿vale?
Amaia asintió.
-¿Qué pasó con Blackman, tío?
La expresión del rostro de Curtis cambió, y sus ojos expresaron tristeza. Era evidente que a Blackman le había pasado algo malo:
-Verás, cariño… - y se sentó en el sillón –Blackman estuvo todo el rato luchando contra el Caníbal mientras tú te desangrabas… Al final, y nadie sabe como lo hizo, le derrotó.
-¿Y tú como sabes que Blackman luchó contra el Caníbal, tío? ¿Te lo contó él?
Curtis negó con la cabeza:
-Nos lo contó Goyo. A Blackman se le veía algo más débil de lo común, Amaia, su expresión era incluso distinta, como si realmente estuviera sufriendo… Él y Goyo fueron corriendo a buscarnos, y él te llevaba en brazos, mientras te desangrabas… Y Goyo llamó a una ambulancia para ti… Tú estabas desmayada, pero todos nosotros creíamos que estabas muerta… Incluso Blackman lo llegó a pensar…
-¿Y qué pasó, tío?
Curtis habló con seriedad, sabía que a Amaia le iba a doler lo que iba a decir:
-Le dio un infarto. Tuvimos que llamar a otra ambulancia para él, aquello parecía realmente un disparate… Blackman estaba ya débil desde entonces, incluso pensé que se había largado del laboratorio de Decker solo para irte a salvar del Caníbal… como si ya hubiera adivinado que ocurriría esa desgracia… Estuvo luchando todo el rato… Y cuando pensó que habías muerto…
-Déjalo, tío. –dijo Amaia, llorando -¿Dónde está él ahora?
-En otra habitación. Pero no puedes ir a verle aún, Amaia. He ido yo poco antes de venir aquí, y se le veía muy débil… Tal vez mañana por la mañana puedas ir.
-Yo quiero ir ahora, tío, porfavor, estoy bien, no me duele nada… -pero cuando quiso levantarse vio que sí le dolían los puntos que le habían cosido en las heridas, y tuvo que volver a tumbarse.
-Tranquila, cariño. Blackman está bien, lo único que necesita es reposo, igual que tú. Mañana llamaré al médico para que justifique tu estado, y tal vez te deje salir de la cama… Pero ahora estáte aquí tumbada...
Amaia obedeció... pero sabía de las largas horas que le quedaban para ver por fin a Blackman.
CONTINUARÁ…
Poco a poco, Amaia abrió los ojos. Le resultaba difícil distinguir algo, pues lo veía todo borroso, pero a medida que los abría su retina se iba aclarando, y pudo ver a alguien frente a ella: era Goyo. Amaia sonrió al verle, estaba contenta por ver a su amigo allí a su lado...
-¡Buenos días, dormilona! -le dijo él, Amaia se quedó mirando a su compañero, y quiso inclinarse para verle mejor, puesto que estaba tumbada en una cama, pero no pudo moverse libremente ya que se dio cuenta que tenía los brazos y el pecho lleno de tubitos que se lo impedían.
-Te han traído aquí -dijo Goyo -en un hospital, Amaia, porque estabas muy grave...
Amaia lo había figurado: se acordaba perfectamente de lo que le había pasado, y quiso bromear un poco con su amigo:
-No he sufrido daños cerebrales, Goyo, me acuerdo perfectamente de lo que me pasó, gracias.
Le esbozó una sonrisa generosa y Goyo le cogió la mano.
-Perdiste mucha sangre, ¿lo sabes? Te pusiste hasta de un color como blanquecino... parecía que te estuvieses muriendo... - hizo una pausa para suspirar - ... Sufrí mucho por ti, Amaia. Llegué a pensar que te morirías, en serio...
-Pero no he muerto -dijo ella, sonriéndole - sigo viva, ¿lo ves? estoy aquí, hablándote y tú hablandome a mi. Como si no hubiera pasado nada.
Al oírla, Goyo, desvió los ojos hacia el suelo, le dolía oír aquello.
-Sí ha pasado, Amaia, sí ha pasado. ¡Estuviste al borde de la muerte, y al final te desmayaste, y yo creía que te habías muerto, Amaia, casi me muero yo tambien cuando vi que cerrabas los ojos y no hacías nada ni me hablabas ni nada, Amaia, me hubiera matado, te lo juro! Y entonces, llamé a la ambulancia para que te llevasen aquí, y por poco te mueres. ¿Sabes que incluso te quedaste sin pulso durante unos cinco minutos? Casi me muero, Amaia.
-Ya está, Goyo, ya está. No pasa nada, al fin y al cabo, estoy bien.
Y Amaia consiguió ponerse un poco sentada, para poder verle bien. Se dio cuenta que Goyo tenía algo que le intentaba esconderle a sus espaldas, y Amaia le pareció que era un ramo de flores. Se hizo la despistada:
-¿Que tienes ahí?
Goyo dudó por un momento, y al fin regresó en si:
-Ha, lo has visto, y yo que te lo quería dar después... Toma, espero que te gusten.
-Gracias, ¡son preciosas!
Y Goyo se inclinó para que Amaia le diese un beso en la mejilla como agradecimiento.
-Todos te hemos traído un regalo, Amaia.
Amaia se alegró al oír aquello.
-¿Todos? ¿Están todos aquí?
Y Goyo asinitó.
-De hecho están todos ahí fuera, esperando el momento para entrar, les dije que quería ser yo el primero en darte los buenos días - sonrió tímidamente - y tambien porque yo no me moví de tu lado en todo el rato desde que te desmayaste... Así que, voy a decirles que ya pueden pasar.
Goyo se levantó del sillón donde estaba para ir a abrir la puerta, y Amaia le preguntó lo que tenía pendiente:
-¡Espera, Goyo! ¿Donde está Blackman?
Goyo miró a Amaia a metro y medio de la puerta de la habitación, y puso los ojos en blanco:
-No aguantó... Más bien dicho, no lo soportó, Amaia.
Y abrió la puerta. Entró Curtis, seguido de Rita, Lis, Dani, Povedilla, Decker, don Lorenzo,Pepa, Paco, Marina, Mariano, Aitor y Reyes, todos con distintos regalos para Amaia. La mayoría traían ramos de flores, pero había que traían algo de complemento, para alegrarla.
-¡Muchas gracias a todos! -dijo Amaia, sonriendo y con las lágrimas goteándole, aunque sus lágrimas no eran por la emoción de la visita...
Curtis le dio tres grandes besos en la frente:
-¿Como te encuentras, cariño?
-Perfectamente, tío.
Rita la abrazó alregremente, y le dio otro ramo:
-¡Toma cielico, que te mejores, que sepas que me tienes aquí para lo que quieras!
-Gracias, de verdad, pues no sé como agradecer todo lo que estáis haciendo por mi...
La gente le iba dando sus regalos, la mayoría ramos de flores, y Amaia intentó bromear:
-¡No sé que voy a hacer con tantos ramos de flores! Pero gracias a todos vosotros.
Y Lis y Dani la brazaron.
-No hace falta que te emociones por un abrazo, ¿he? -le dijo Dani.
-Me he emocionado con veros a todos aquí -dijo Amaia, pero sabía que sus lágrimas tenían otro motivo...
La visita fue larga. Amaia charló con todos los presentes, agradeció todo lo que habían hecho por ella... y cada charla fue larga... larga para ella... pues hacía demasiado rato que tenía pendiente de hacer una pregunta que necesitaba quitarse de la cabeza... o le daría algo allí mismo...
Al final, muchos de los presentes se largaron.
-Mejórate, Amaia, ¿vale? Mañana por la mañana vengo a verte -le dijo Goyo, que se iba junto con Lis y Dani.
-Vale. -dijo ella.
Todos se largaron, y Curtis se quedó con ella:
-Me quedaré aquí a pasar la noche contigo, ¿vale?
Amaia asintió.
-¿Qué pasó con Blackman, tío?
La expresión del rostro de Curtis cambió, y sus ojos expresaron tristeza. Era evidente que a Blackman le había pasado algo malo:
-Verás, cariño… - y se sentó en el sillón –Blackman estuvo todo el rato luchando contra el Caníbal mientras tú te desangrabas… Al final, y nadie sabe como lo hizo, le derrotó.
-¿Y tú como sabes que Blackman luchó contra el Caníbal, tío? ¿Te lo contó él?
Curtis negó con la cabeza:
-Nos lo contó Goyo. A Blackman se le veía algo más débil de lo común, Amaia, su expresión era incluso distinta, como si realmente estuviera sufriendo… Él y Goyo fueron corriendo a buscarnos, y él te llevaba en brazos, mientras te desangrabas… Y Goyo llamó a una ambulancia para ti… Tú estabas desmayada, pero todos nosotros creíamos que estabas muerta… Incluso Blackman lo llegó a pensar…
-¿Y qué pasó, tío?
Curtis habló con seriedad, sabía que a Amaia le iba a doler lo que iba a decir:
-Le dio un infarto. Tuvimos que llamar a otra ambulancia para él, aquello parecía realmente un disparate… Blackman estaba ya débil desde entonces, incluso pensé que se había largado del laboratorio de Decker solo para irte a salvar del Caníbal… como si ya hubiera adivinado que ocurriría esa desgracia… Estuvo luchando todo el rato… Y cuando pensó que habías muerto…
-Déjalo, tío. –dijo Amaia, llorando -¿Dónde está él ahora?
-En otra habitación. Pero no puedes ir a verle aún, Amaia. He ido yo poco antes de venir aquí, y se le veía muy débil… Tal vez mañana por la mañana puedas ir.
-Yo quiero ir ahora, tío, porfavor, estoy bien, no me duele nada… -pero cuando quiso levantarse vio que sí le dolían los puntos que le habían cosido en las heridas, y tuvo que volver a tumbarse.
-Tranquila, cariño. Blackman está bien, lo único que necesita es reposo, igual que tú. Mañana llamaré al médico para que justifique tu estado, y tal vez te deje salir de la cama… Pero ahora estáte aquí tumbada...
Amaia obedeció... pero sabía de las largas horas que le quedaban para ver por fin a Blackman.
CONTINUARÁ…
#106

02/04/2010 17:55
SUIGUELAA! PORFA PORFA PORFA....
espero k los dos se recuperen, pobre amaia, pobre blackman no pudo soportar verla mal.
ME ENCANTA(L) siguelaa porfavor
espero k los dos se recuperen, pobre amaia, pobre blackman no pudo soportar verla mal.
ME ENCANTA(L) siguelaa porfavor
#107

02/04/2010 20:14
cuando vas a poner la proxima parte'???????.....
pronto porfavor:)
pronto porfavor:)
#108

02/04/2010 21:35
Tan pronto como pueda pongo la 19!!!! Ahora que estoy inspirada no voy a dejar pasar la oportunidad...

#109

02/04/2010 21:40
ainssssssssssss es preciosa,nunca habia leido una historia tan bonita.......por un momento llegue a pensar que BLACKMAN SE HABIA SUICIDADO !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!SIGUELA!!!!!!!!!!!!
#110

02/04/2010 21:44
jajaja vale!! tomate tu tiempo, que gracias a tu inspiracion la historia t esta quedando muii bien
esperemos que blackman y amaia se veaan!
esperemos que blackman y amaia se veaan!
#111

02/04/2010 22:37
oh dios mio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ten piedad de mi y continua la historia soy nueva pero la he leido antes de ser de aqui y me vuelve loooooooooooka eres una gran escritora pon la parte 19 ya porfa.
#112

02/04/2010 22:39
ponla,ponla,ponla,ponla,ponla,ponla..BLACKGIRLLIGHT PORFAVOR YA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
#113

02/04/2010 22:58
aii me muero de ganas por ver como continua...
suiguela porfavor, TE LO SUPLICO
ten piedad de nosotras porfix
suiguela porfavor, TE LO SUPLICO
ten piedad de nosotras porfix

#114

02/04/2010 23:12
Parte 19!!!!
Fue una larga, larga noche... Amaia apenas pudo dormir, era incapaz de quitarse a Blackman de la cabeza, y no podía imaginarse a su gran héroe sufriendo de aquel modo por ella: porque realmente la había dado por muerta... A ella... "me ama" pensaba "Blackman me ama, no cabe duda..." aunque Amaia siempre lo había fugurado, pues nunca había olvidado el beso que se dieron en la azotea de San Antonio.
Amaia pensó con aquel sueño que había tenido mientras estaba dormida, donde se casaba con Blackman... "¿realmente ese sueño podría ser una premonición? ¿Y si en algún futuro Blackman y yo...?" Y dejó de pensar en el asunto de su boda imaginaria, ahora lo más importante para ella era conceguir ver a Blackman sano y salvo... y esperaba verle mañana.
Y aquella noche, cuando Amaia por fin se durmió, soñó con él: Blackman la llevaba en brazos por unas escaleras que llevaban a un tejado de alguna casa... y cuando llegaron arriba, Blackman no la soltó y Amaia se reía de él. Bromeaban. Charlaban sobre algo, y Amaia volvió la cabeza y observó una preciosa luna abriéndose delante de ellos. Era una imagen maravillosa para un momento como ese. Amaia, aún en brazos de Blackman, comentó algo al respecto y entonces sintió como su héroe le rozaba la mejilla con los labios... Amaia suspiró... realmente le gustaba... para ella Blackman era como un dios... rozó su frente... Amaia cerró los ojos, dejándose llevar y sintiendo el cálido tacto de sus labios... sentía como se estremecía... ella le envolvió el cuello con los brazos para abrazarle y decirle algo a la oreja...
Amaia entreabrió los ojos, saboreando aún aquel momento de su sueño... parecía como si aún sintiese a Blackman acariciando su piel con los labios... pero pronto volvió a la realidad, y reconoció que estaba en la habitación del hospital. Vio a Curtis, sentado frente a ella y durmiendo. Se preguntó que hora sería y vio que eran las 5:13. Aún era de noche. Aún faltaban unas horitas para que el médico pasara en su habitación y le diese el alta si es que se la iba a dar... Y Amaia pensó en hacer una locura, o al menos así lo llamaría un enfermo de baja en un hospital... Pensó en escaparse de su cuarto e ir a ver a Blackman... el problema es que no sabía en que habitación estaría... además tampoco podría preguntar... era demasiado arriesgado... pero necesitaba verle, quería estar con él durante horas, sentirlo a su lado... Amaia comprobó como tenía las heridas. Los puntos aún le molestaban, pero se alegró al ver que el daño era más leve que antes. Amaia pensó como podría adivinar el número de habitación de Blackman. "Curtis antes ha ido a verle" pensó. Quizás le habrán dado algún papelito o algo con el número, este hospital es muy grande..." Con cuidado para no despertarle, Amaia introdujo la mano en uno de los bolsillos de su chupa de cuero, esperando encontrar algún papelito, pero nada. Entonces probó con el otro bolsillo... encontró algo... Amaia lo sacó rápidamente esperando que fuese lo que esperaba… eran dos papelitos blancos con un número gravado en cada uno. En uno ponía el 35 y en el otro el 60. Sin duda, una de esos números pertenecía al cuarto de Blackman. Con todo el sigilo que pudo, Amaia salió de su cama, quitándose con cuidado los tubitos que tenía en su piel, esperando que no le pasase nada. Afortunadamente nada malo ocurrió y Amaia, con la bata puesta, abrió la puerta sin hacer ruido y salió al pasillo, esperando que estuviera libre de médicos. Tampoco le dolían mucho las heridas cuando andó, y Amaia se alegró mucho de ello. No vio a nadie y andó algo más deprisa hacia donde estaban los ascensores. Había comprobado que el número de su cuarto era el 35, así que debía ir arriba, quizás hasta el quinto piso, porque estaba en el segundo. Se metió en el ascensor y pulsó el número de planta. Subió. Cuando se abrieron las puertas Amaia vio que tampoco había nadie por allí así que se dio prisa a encontrar la habitación, pues tenía que estar por ahí… 56, 57, 58, 59…¡60! Amaia abrió la puerta del cuarto poco a poco… y pudo ver a alguien tumbado en una cama con las pulsaciones que le latían con normalidad… Amaia se acercó más para verle: era Blackman. Tenía los ojos cerrados y respiraba algo agotado. Dormía. Amaia cogió un sillón y se sentó delante de él para observarle.
-Estoy bien. –susurró – Tú me salvaste…
Acercó su cara con la suya para besarle en la frente. Y vio como Blackman abría los ojos repentinamente. La miró, aunque aún estaba medio dormido, pero pronto la reconoció, y cuando vio que era Amaia, su ojos se abrieron como naranjas:
-¿Amaia? –dijo Blackman, como si fuera incapaz de creérselo.
Amaia le sonrió y le acarició el pelo dulcemente.
-Hola… -le dijo –estoy aquí, estoy bien…
Blackman la observaba como si realmente no se lo creyera:
-¡Estás… viva?
-Pues claro que sí.
Las pulsaciones de Blackman se aceleraban, y Amaia intentó tranquilizarle:
-No me morí, solo me desmayé, no te preocupes. –le dijo, y volvió a besarle en la frente.
-Cuando te vi de aquel modo… me hubiera matado –dijo él, entonando con dolor cada palabra.
-Lo sé. –dijo ella, mientras volvía a besarle con dulzor.
- No podía verte sufrir, era… era como si me estuviesen torturando a muerte…
-Lo sé. –repitió Amaia, sin dejar de acariciarle el pelo y mirándole a los ojos húmedos por las lágrimas.
-Y descubrí a mi mayor temor… Ya sé cuál es… es algo que siempre había sido una incógnita para mí –dijo Blackman, mirándola fijamente -… el temor más grande de mi vida es verte sufrir, Amaia…
Y ella se enjugó las lágrimas:
-Lo sé. Yo tampoco pude soportarlo cuando me dijeron que te había dado un infarto… solo por verme en aquel estado…
-Mi corazón ya no podía soportar más desgracias, Amaia… Tanto he sufrido por ti que perdí la fe en mi mismo…
Y Amaia le besó de nuevo en la mejilla:
-No te preocupes. Yo esta noche me quedo aquí contigo, a tu lado.
Y ella apoyó con suavidad la cabeza sobre su pecho, y Blackman alargó la mano para acariciarle la cabeza.
-Me gusta sentir tu corazón latir… me da seguridad. –le soltó Amaia, sonriendo plácidamente. Solo estar al lado de Blackman ya le hacía sentirse feliz.
CONTINUARÁ…
Fue una larga, larga noche... Amaia apenas pudo dormir, era incapaz de quitarse a Blackman de la cabeza, y no podía imaginarse a su gran héroe sufriendo de aquel modo por ella: porque realmente la había dado por muerta... A ella... "me ama" pensaba "Blackman me ama, no cabe duda..." aunque Amaia siempre lo había fugurado, pues nunca había olvidado el beso que se dieron en la azotea de San Antonio.
Amaia pensó con aquel sueño que había tenido mientras estaba dormida, donde se casaba con Blackman... "¿realmente ese sueño podría ser una premonición? ¿Y si en algún futuro Blackman y yo...?" Y dejó de pensar en el asunto de su boda imaginaria, ahora lo más importante para ella era conceguir ver a Blackman sano y salvo... y esperaba verle mañana.
Y aquella noche, cuando Amaia por fin se durmió, soñó con él: Blackman la llevaba en brazos por unas escaleras que llevaban a un tejado de alguna casa... y cuando llegaron arriba, Blackman no la soltó y Amaia se reía de él. Bromeaban. Charlaban sobre algo, y Amaia volvió la cabeza y observó una preciosa luna abriéndose delante de ellos. Era una imagen maravillosa para un momento como ese. Amaia, aún en brazos de Blackman, comentó algo al respecto y entonces sintió como su héroe le rozaba la mejilla con los labios... Amaia suspiró... realmente le gustaba... para ella Blackman era como un dios... rozó su frente... Amaia cerró los ojos, dejándose llevar y sintiendo el cálido tacto de sus labios... sentía como se estremecía... ella le envolvió el cuello con los brazos para abrazarle y decirle algo a la oreja...
Amaia entreabrió los ojos, saboreando aún aquel momento de su sueño... parecía como si aún sintiese a Blackman acariciando su piel con los labios... pero pronto volvió a la realidad, y reconoció que estaba en la habitación del hospital. Vio a Curtis, sentado frente a ella y durmiendo. Se preguntó que hora sería y vio que eran las 5:13. Aún era de noche. Aún faltaban unas horitas para que el médico pasara en su habitación y le diese el alta si es que se la iba a dar... Y Amaia pensó en hacer una locura, o al menos así lo llamaría un enfermo de baja en un hospital... Pensó en escaparse de su cuarto e ir a ver a Blackman... el problema es que no sabía en que habitación estaría... además tampoco podría preguntar... era demasiado arriesgado... pero necesitaba verle, quería estar con él durante horas, sentirlo a su lado... Amaia comprobó como tenía las heridas. Los puntos aún le molestaban, pero se alegró al ver que el daño era más leve que antes. Amaia pensó como podría adivinar el número de habitación de Blackman. "Curtis antes ha ido a verle" pensó. Quizás le habrán dado algún papelito o algo con el número, este hospital es muy grande..." Con cuidado para no despertarle, Amaia introdujo la mano en uno de los bolsillos de su chupa de cuero, esperando encontrar algún papelito, pero nada. Entonces probó con el otro bolsillo... encontró algo... Amaia lo sacó rápidamente esperando que fuese lo que esperaba… eran dos papelitos blancos con un número gravado en cada uno. En uno ponía el 35 y en el otro el 60. Sin duda, una de esos números pertenecía al cuarto de Blackman. Con todo el sigilo que pudo, Amaia salió de su cama, quitándose con cuidado los tubitos que tenía en su piel, esperando que no le pasase nada. Afortunadamente nada malo ocurrió y Amaia, con la bata puesta, abrió la puerta sin hacer ruido y salió al pasillo, esperando que estuviera libre de médicos. Tampoco le dolían mucho las heridas cuando andó, y Amaia se alegró mucho de ello. No vio a nadie y andó algo más deprisa hacia donde estaban los ascensores. Había comprobado que el número de su cuarto era el 35, así que debía ir arriba, quizás hasta el quinto piso, porque estaba en el segundo. Se metió en el ascensor y pulsó el número de planta. Subió. Cuando se abrieron las puertas Amaia vio que tampoco había nadie por allí así que se dio prisa a encontrar la habitación, pues tenía que estar por ahí… 56, 57, 58, 59…¡60! Amaia abrió la puerta del cuarto poco a poco… y pudo ver a alguien tumbado en una cama con las pulsaciones que le latían con normalidad… Amaia se acercó más para verle: era Blackman. Tenía los ojos cerrados y respiraba algo agotado. Dormía. Amaia cogió un sillón y se sentó delante de él para observarle.
-Estoy bien. –susurró – Tú me salvaste…
Acercó su cara con la suya para besarle en la frente. Y vio como Blackman abría los ojos repentinamente. La miró, aunque aún estaba medio dormido, pero pronto la reconoció, y cuando vio que era Amaia, su ojos se abrieron como naranjas:
-¿Amaia? –dijo Blackman, como si fuera incapaz de creérselo.
Amaia le sonrió y le acarició el pelo dulcemente.
-Hola… -le dijo –estoy aquí, estoy bien…
Blackman la observaba como si realmente no se lo creyera:
-¡Estás… viva?
-Pues claro que sí.
Las pulsaciones de Blackman se aceleraban, y Amaia intentó tranquilizarle:
-No me morí, solo me desmayé, no te preocupes. –le dijo, y volvió a besarle en la frente.
-Cuando te vi de aquel modo… me hubiera matado –dijo él, entonando con dolor cada palabra.
-Lo sé. –dijo ella, mientras volvía a besarle con dulzor.
- No podía verte sufrir, era… era como si me estuviesen torturando a muerte…
-Lo sé. –repitió Amaia, sin dejar de acariciarle el pelo y mirándole a los ojos húmedos por las lágrimas.
-Y descubrí a mi mayor temor… Ya sé cuál es… es algo que siempre había sido una incógnita para mí –dijo Blackman, mirándola fijamente -… el temor más grande de mi vida es verte sufrir, Amaia…
Y ella se enjugó las lágrimas:
-Lo sé. Yo tampoco pude soportarlo cuando me dijeron que te había dado un infarto… solo por verme en aquel estado…
-Mi corazón ya no podía soportar más desgracias, Amaia… Tanto he sufrido por ti que perdí la fe en mi mismo…
Y Amaia le besó de nuevo en la mejilla:
-No te preocupes. Yo esta noche me quedo aquí contigo, a tu lado.
Y ella apoyó con suavidad la cabeza sobre su pecho, y Blackman alargó la mano para acariciarle la cabeza.
-Me gusta sentir tu corazón latir… me da seguridad. –le soltó Amaia, sonriendo plácidamente. Solo estar al lado de Blackman ya le hacía sentirse feliz.
CONTINUARÁ…
#115

02/04/2010 23:28
ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que romantico PRECIOSOOOOOOOOO
MAÑANA LA SIGUIENTE
MAÑANA LA SIGUIENTE
#116

02/04/2010 23:42
Que bonitooo!!! me a encantado
muchisimas gracias por ponerlo! Ahora esperare a mañana para la siguiente parte...
ainss esta pareja es mi favorita, es sin duda la mejor
haber si la sacan más en la serie.
Mañana más!!!!!!

muchisimas gracias por ponerlo! Ahora esperare a mañana para la siguiente parte...
ainss esta pareja es mi favorita, es sin duda la mejor
haber si la sacan más en la serie.
Mañana más!!!!!!
#117

02/04/2010 23:46
Yo tampoco puedo resistirme desde que los vi juntos por primera vez me tienen robado el corazón, dios!!!! Son tan perfectos los dos juntitos...

#118

03/04/2010 00:20
ya ves, son PERFECTOS!... es que me encantan porque tiene tanta quimica los personajes
de asier y angela...que con una mirada ya lo dicen todo, en serio para mi son insuperables con todo lo que transmiten y eso que no les dan muchas escenas, si no...
una de las escenas cuando ella le canta y luego entra en la sala y le pregunta si le ha gustado...
sobran las palabras como blackman la miraba... ainss
BLACKMAN & AMAIA SIEMPRE!(L)(L)(L)
de asier y angela...que con una mirada ya lo dicen todo, en serio para mi son insuperables con todo lo que transmiten y eso que no les dan muchas escenas, si no...
una de las escenas cuando ella le canta y luego entra en la sala y le pregunta si le ha gustado...
sobran las palabras como blackman la miraba... ainss
BLACKMAN & AMAIA SIEMPRE!(L)(L)(L)
#119

03/04/2010 01:27
precioso todo!! a mi también me encanto la pareja! y esa mirada de blackman...puf!! la historia muy bien, todos los dias espero pacientemente a que escribas algo nuevo!!
#120

03/04/2010 12:35
Parte 20!!!!
Amaia sentía como alguien le daba palmaditas en la espalda. Abrió los ojos, y vio que aún reposaba su cabeza en el pecho de Blackman.
-¿Blackman...? -dijo ella, medio dormida.
Y cuando vio que no era él quien intentaba despertarla, casi le dio un infarto:
-¡¿TÍO?!
Le dio un susto de muerte y se puso de pie tan deprisa como pudo. Curtis, frente a ella, la miraba con expresión de disgusto y enfado. Amaia apartó la vista, sabía lo que le iba a caer a continuación:
-Amaia... -dijo Curtis, y enseguida ella le cortó:
-Tío, lo siento, de verdad, yo...
-Amaia, por favor, a quien se le ocurre escaparse de su cuarto e ir a sus anchas por un hospital...
Amaia echó un vistazo a Blackman, quien dormía:
-...quería estar con él... -dijo ella - Además tío no te preocupes, estoy bien, de todos modos hoy probablemente ya me hubieran dado el alta...
-Amaia... -dijo Curtis- ...el médico te dijo que no te movieras de tu cama en toda la noche...
Ella quiso ser grosera con su tío:
-Vaya, entonces no se como me lo hubiera hecho para ir al lavabo si lo necesitase...
Y le cogió la mano a Blackman. Curtis, detrás de ella, quería hablar, pero apenas le salían palabras por culpa del disgusto que le había dado su sobrina:
-Amaia, cuando he despertado y he visto que tú no estabas en la cama...
-Tío, lo siento, en serio... pero no podía dormir, solo pensaba en él... y quería estar a su lado...
Dijo ella, y Curtis, al final, tuvo que decir lo que pensaba, pues su paciencia estaba yendo a pique:
- Amaia, he hablado con los médicos preguntando por ti, y nadie sabía nada al respecto, incluso llegué a pensar que te había pasado algo malo... (hizo una pausa, y continuó para dejar de pensar en la imagen que le venía a la cabeza)... y al final, después de dar cientos de vueltas arriba y abajo, me imaginé donde debías estar... y no falló, Amaia. Me di cuenta de que te habías llevado los papelitos del número de habitación que me dieron cuando llegamos aquí... Tonto de mi... ¡Y nada menos, tú sola vagando por un hospital teniendo tres heridas con más de quince puntos cada una!
-Tío...-dijo por fin Amaia - ...no es nada. Estar con Blackman me produce... tranquilidad.
A Curtis la paciencia ya le había caído del todo:
-Cariño, por dios, es que no te das cuenta de que tú con este tipo no puedes estar por mucho cariño que le tengas...
-¡Él me quiere!
-Me da igual, Amaia, pero yo no voy a dejar que mi sobrina se junte con un bicho raro como es él...
-¿Eso es lo que piensas de él, tío? ¿Realmente crees que es un bicho raro? -dijo Amaia, con seriedad, y siguió -quizás no tenga las cualidades de una persona corriente como tú... o como yo... aunque tambien soy rarita... pero su corazón es enorme, tío, y si eres incapaz de entender que tu sobrina sea feliz con un tipo como Blackman... pues entonces, si te hace sentir mejor, me olvido de él y diviértete viéndome sola y llorando por los rincones sin nadie a quien pueda amar por mi propia cuenta... Si eso es lo que quieres, adelante.
Curtis puso los ojos en blanco. Después de todo, sabía que su sobrina tenía razón. Pero el rencor que Blackman le había ocasionado desde buen principiole resultaba difícil desvanecerse.
De repente, alguien llamó a la puerta, y Curtis fue a abrir: era Goyo.
-He ido a tu cuarto Amaia y como no había nadie... -paró de hablar al verla junto a Blackman -me han dicho que tu tío había venido aquí y...
-Gracias, Goyo. Tranquilo, puedes pasar, mi tío, ya se iba.
-Amaia... -dijo Curtis, pero no siguió, pues no quería liarlo más.
Goyo habló en voz baja para que solo le oyera Curtis, pero aun así Amaia no se quedó fuera:
-¿Habéis tenido bronca...? -dijo Goyo, y Curtis asintió, y Amaia, sin dejar de cogerle la mano a Blackman, tambien lo confirmó:
-Sí, Goyo, ha habido bronca. Tranquilo.
Finalmente, largos minutos más tarde, Curtis llevó a su sobrina a su cuarto, acompañados de Goyo, para que el médico pasase a justificarle el alta... o eso esperaba Amaia, aunque, después de todo, así lo esperaba, porque realmente los puntos no le dolían, como si todo se hubiera sanado por arte de magia.
Dos horas más tarde, Amaia leía las notas que cada ramo de flores contenía, con las firmas de cada uno de sus compañeros de San Antonio. Aun no las había leído, y no lo hizo hasta que se sentó en el coche de su tío, junto con Goyo: regresaba a casa.
CONTINUARÁ...
Amaia sentía como alguien le daba palmaditas en la espalda. Abrió los ojos, y vio que aún reposaba su cabeza en el pecho de Blackman.
-¿Blackman...? -dijo ella, medio dormida.
Y cuando vio que no era él quien intentaba despertarla, casi le dio un infarto:
-¡¿TÍO?!
Le dio un susto de muerte y se puso de pie tan deprisa como pudo. Curtis, frente a ella, la miraba con expresión de disgusto y enfado. Amaia apartó la vista, sabía lo que le iba a caer a continuación:
-Amaia... -dijo Curtis, y enseguida ella le cortó:
-Tío, lo siento, de verdad, yo...
-Amaia, por favor, a quien se le ocurre escaparse de su cuarto e ir a sus anchas por un hospital...
Amaia echó un vistazo a Blackman, quien dormía:
-...quería estar con él... -dijo ella - Además tío no te preocupes, estoy bien, de todos modos hoy probablemente ya me hubieran dado el alta...
-Amaia... -dijo Curtis- ...el médico te dijo que no te movieras de tu cama en toda la noche...
Ella quiso ser grosera con su tío:
-Vaya, entonces no se como me lo hubiera hecho para ir al lavabo si lo necesitase...
Y le cogió la mano a Blackman. Curtis, detrás de ella, quería hablar, pero apenas le salían palabras por culpa del disgusto que le había dado su sobrina:
-Amaia, cuando he despertado y he visto que tú no estabas en la cama...
-Tío, lo siento, en serio... pero no podía dormir, solo pensaba en él... y quería estar a su lado...
Dijo ella, y Curtis, al final, tuvo que decir lo que pensaba, pues su paciencia estaba yendo a pique:
- Amaia, he hablado con los médicos preguntando por ti, y nadie sabía nada al respecto, incluso llegué a pensar que te había pasado algo malo... (hizo una pausa, y continuó para dejar de pensar en la imagen que le venía a la cabeza)... y al final, después de dar cientos de vueltas arriba y abajo, me imaginé donde debías estar... y no falló, Amaia. Me di cuenta de que te habías llevado los papelitos del número de habitación que me dieron cuando llegamos aquí... Tonto de mi... ¡Y nada menos, tú sola vagando por un hospital teniendo tres heridas con más de quince puntos cada una!
-Tío...-dijo por fin Amaia - ...no es nada. Estar con Blackman me produce... tranquilidad.
A Curtis la paciencia ya le había caído del todo:
-Cariño, por dios, es que no te das cuenta de que tú con este tipo no puedes estar por mucho cariño que le tengas...
-¡Él me quiere!
-Me da igual, Amaia, pero yo no voy a dejar que mi sobrina se junte con un bicho raro como es él...
-¿Eso es lo que piensas de él, tío? ¿Realmente crees que es un bicho raro? -dijo Amaia, con seriedad, y siguió -quizás no tenga las cualidades de una persona corriente como tú... o como yo... aunque tambien soy rarita... pero su corazón es enorme, tío, y si eres incapaz de entender que tu sobrina sea feliz con un tipo como Blackman... pues entonces, si te hace sentir mejor, me olvido de él y diviértete viéndome sola y llorando por los rincones sin nadie a quien pueda amar por mi propia cuenta... Si eso es lo que quieres, adelante.
Curtis puso los ojos en blanco. Después de todo, sabía que su sobrina tenía razón. Pero el rencor que Blackman le había ocasionado desde buen principiole resultaba difícil desvanecerse.
De repente, alguien llamó a la puerta, y Curtis fue a abrir: era Goyo.
-He ido a tu cuarto Amaia y como no había nadie... -paró de hablar al verla junto a Blackman -me han dicho que tu tío había venido aquí y...
-Gracias, Goyo. Tranquilo, puedes pasar, mi tío, ya se iba.
-Amaia... -dijo Curtis, pero no siguió, pues no quería liarlo más.
Goyo habló en voz baja para que solo le oyera Curtis, pero aun así Amaia no se quedó fuera:
-¿Habéis tenido bronca...? -dijo Goyo, y Curtis asintió, y Amaia, sin dejar de cogerle la mano a Blackman, tambien lo confirmó:
-Sí, Goyo, ha habido bronca. Tranquilo.
Finalmente, largos minutos más tarde, Curtis llevó a su sobrina a su cuarto, acompañados de Goyo, para que el médico pasase a justificarle el alta... o eso esperaba Amaia, aunque, después de todo, así lo esperaba, porque realmente los puntos no le dolían, como si todo se hubiera sanado por arte de magia.
Dos horas más tarde, Amaia leía las notas que cada ramo de flores contenía, con las firmas de cada uno de sus compañeros de San Antonio. Aun no las había leído, y no lo hizo hasta que se sentó en el coche de su tío, junto con Goyo: regresaba a casa.
CONTINUARÁ...