Blackman y Amaia: recordémosles

estoy ansiosa por leer el siguiente capitulo!! me has dejado enganchadita!! ^_^

quien quien?!por dios que incertidumbre!!jajaja,es que no se no se me ocurre quien!!lo ponen super rapido!!he pensado yo también en quien podría ser!!pero no me encaja nadie!!bueno por ahora esperare impaciente tu historia que esta chulísima!!un saludo!

Por supuesto, la parte 8 estará aquí muy muy prontito!!

Parte 8!!!

Amaia regresó a la mesa donde estaban Goyo, Lis y Dani.
-Goyo, ¿puedes venir un momentito, porfavor?
-Sí!
Así que Goyo se levantó de la mesa enseguida, y Amaia le hizo señas para que la acompañara. Se fueron en un rincón debajo la escalera, y Amaia le soltó lo que tenía que decirle, mirándole fijamente a los ojos:
-Goyo, tú... le contaste lo nuestro a Rita, ¿verdad?
Goyo desvió la mirada unos segundos y la volvió diciendo:
-Sí, le conté lo nuestro.
-¿Por que?
-Pues porque no sabía que hacer para acercarme a ti y soltarte lo que tenía que soltarte, que llevaba tiempo que me gustabas...
-Gracias, pero no hacía falta que le contases lo nuestro, porque no hay nada, Goyo, NADA!
Goyo puso cara de no entender nada, pero Amaia siguió:
-Goyo, que ha venido Rita a decirme que estaba tan contenta porque por fin nos habíamos besado! Le contaste tú, ¿no?
-Esto... pues sí, Amaia. Porque por una vez que consigo mantener contacto con la chica que lleva años gustándome... no me lo voy a callar!
A Amaia no le gustaba esa idea, pero intentaba mantener la calma:
-Y seguro que no le has contado que yo no quiero nada contigo, ¿verdad?
Dicho esto, Goyo cerró la boca y se quedó callado mirando a Amaia. Por supuesto, no le había dicho a Rita nada al respecto, y Amaia se limitó a decir:
-Gracias.
Y le dio la espalda, alejándose de él.
-¡Amaia!
Pero ella no le escuchaba. Por el camino, extrañamente decidió pasar por el lado del laboratorio de Decker, y dio un vistazo por la rendija de la cortinilla. Había tres personas, una era don Lorenzo, quien hablaba con Decker, aunque este estaba de espaldas porque estaba tratando de atender a alguien tumbado en la camilla...
Amaia consiguó escuchar un poco la conversación:
-Decker, si consigues sacarle de esto, te repito por enésima y última vez que él no se va a quedar aquí. No quiero más problemas en esta comisaría, ¿me has entendido? Bastante ya tenemos con el maldito caso del maldito caníbal...
-No se preocupe, don Lorenzo, unas operaciones y como nuevo, y dentro de un par de días más o menos ya podrá volver a saltar por los tejados como hacía... hasta que cayó.
Amaia escuchaba la charla poniendo toda su atención, e intentando evitar que la descubrieran, pues debería estar trabajando en la mesa con sus compañeros. Por suerte, Goyo no fue a buscarla. Enseguida vio como don Lorenzo y Decker se dirigían hacia la puerta del laboratorio y Amaia corrió a esconderse en un rincón del pasillo. Cuando los dos se perdieron de vista, Amaia aprovechó para entrar en el laboratorio....

CONTINUARÁ....

sigue,sigue,sigue!!!!!!!!!!!!!!!!!

Jolín, una necesita inspiración para cuando llegan ciertos momentos...

Que pasa necesita ayuda porque si la necesitas cuenta conmingo, yo te ayudo con muchas ganas.
X cierto ya que estoy te digo que te esta quedando muy bien y espero que pronto te llegue la inspiracion.

Gracias, bueno si es que ya sé como voy a escribir la siguiente parte pero claro, necesito un descansito...

Saludos!!

Claro, mujer tomate el descanso que quieras, no te estamos obligando a que pongas el capitulo ahora mismo. Tomate el tiempo que quieras descansa y cuando hayas descansado decide que hacer.

ainsss sigue sigue cuando puedas!

Parte 9!!!

Amaia entró en el laboratorio y cerró la puerta con suavidad, para impedir que nadie la oyera. Entonces se acercó sigilosamente hacia la camilla, donde había algo envuelto en una sábana... Amaia comprendió enseguida que aquello tenía forma humana, así que había alguien herido en comisaría... Cuando estuvo delante del cuerpo vio que respiraba de una manera muy agitada por lo que la sábana subía y bajaba al ritmo de la respiración, y también temblaba un poco...
Amaía intentó hablar con aquel quien estuviese allí envuelto...
-¿Hola?
No hubo ninguna respuesta. Amaia lo intentó de nuevo, pero nada. Entonces se fijó en un detalle: Al otro costado de la sábana había una mancha de sangre con un bulto en medio. La chica comprendió que estaba gravemente herido y decidió tirar de la sábana con cautela para verle la cara...

El rostro de Amaia adoptó una terrible expresión de espanto... Era, sin duda, la persona que más ansiaba en su vida...
Amaia acabó de tirar gran parte de la sábana para ver una profunda herida que tenía en su costado izquierdo, y observó, con gran espanto, que tenía una gran espina hundida en la piel. Amaia no pudo aguantarse las lágrimas de dolor. Blackman respiraba agitadamente y con dificultad, y sudaba como causa de sus esfuerzos...
-Blackman, mírame...
Susurró Amaia, haciéndole señas con la mano para que la viese. Le hizo volver la cara para que la mirase, pero Blackman tenía la vista moribunda y no pudo darse cuenta de su presencia...
Amaia comprobó los latidos de su corazón, que latía lentamente. Blackman había perdido mucha sangre, y Amaia dudaba que le quedase mucho... Se preguntó cómo había entrado en comisaría, cuando nadie había visto nada... Y como se había clavado esa espina... aunque pudo ser como causa de un grave accidente... Se preguntó, además, cuanto tiempo hacía que él estaba allí...
Amaia volvió a hacerle señas, y tras un gran esfuerzo, Blackman se dio cuenta de que a su lado había alguien... Aunque su visión había empeorado y no pudo distinguir la silueta... Pero Amaia le ayudó:
-Blackman, soy yo, Amaia...
Dijo ella, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Él abrió más los ojos tratando de verla bien, y su respiración se agitó más... La cabeza de Amaia volvía a estar hundida en pensamientos: "No quiero volver a verte así, ya tuve bastante la otra vez, porfavor, recupérate..." Blackman abrió la boca, y habló estranguladamente y con un susurro...
-Amaia...
Ella le agarró la mano con firmeza, quería escucharle, quería sentirle a su lado... pero sabía que no le quedaba mucho tiempo...
-...yo... te quiero.
Dicho esto, Amaia le besó y lo estrechó en brazos, dándole todo el calor para impedir que pasase frío... pero no se dio cuenta de que Blackman estaba casi sin aliento y cuando quiso sentir su rostro en el suyo vio que la expresión de su cara era distinta, más pacífica, y que de su ojo se escapaba una lágrima de amor... y de pérdida.
Sin pensárselo más, Amaia agarró la punta de la espina que Blackman tenía hundida en su costado, y tiró con precaución, pero la espina no salió ni un trocito. Amaia estaba desesperada. Justo en ese momento irrumpieron en el laboratorio Decker y don Lorenzo, quien agarró a Amaia por el brazo para alejarla de Blackman.
-Señorita Mondragón...
Amaia no tenía palabras, solo quería estar con aquel que amaba así que pasó del comisario y volvió a acercarse a Blackman... Pero don Lorenzo volvió a alejarla.
-Salga de aquí enseguida...
-Tranquilo don Lorenzo, deje que nuestra amiga se quede para contemplar el bonito troceo de carne que voy a montar... O si es que prefiere salir fuera...
Amaia no podía creerselo:
-¡¿Qué demonios van a hacerle a él?!
-Nada, muñeca, una operacioncita de nada.
-Hay que sacarle esa espina de immediato. Suerte que Decker sabrá como hacerlo... ¿verdad?
-Por supuesto que sí, don Lorenzo...
-Ahora, váyase, señorita Mondragón...
Y Amaia salió del laboratorio llorando, temiendo por la vida de Blackman, y vio como don Lorenzo salía pocos minutos después. Y antes de irse de allí, vio a través de la rendija de la cortinilla como Decker se ponía los cascos y cogía un bisturí...

CONTINUARÁ...

nooooooo blackman en que lio te has metido capitan!!!!!!!!!!!!!!XFA QUE NO SE MUERA!!!!!!!!!!!!!!
siguela que te esta quedando genial!!!!!!!!!!!!

que le ha pasado a blackman!?pobrecito...ánimo te esta quedando del 10!!

Muchas gracias!

quiero leer ya el proximo capitulooo!!!!!!!!!!!! *__*

jajaj, nos tienes a todos enganchaitos! creeis que saldran en el capítulo del miércoles? por lo menos que salgan que menos!que llevan dos capítulos sin salir!!

Ojalá salieran, aunque nos tendremos que esperar una semanita más porque por Semana Santa no lo ponen... que rabia!!

Pronto la parte 10!!!

pronto no,YA XFA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Parte 10!!!


Amaia estaba destrozada. La imagen de Blackman entre la vida y la muerte le daban deseos de arrancarse el corazón. Era incapaz de regresar al trabajo con sus amigos, por lo que se quedó ahí enfrente de la puerta del laboratorio, lamentándose y deseando que Decker hiciera lo correcto si hiba a operarlo.
Amaia volvió a mirar por la rendija de la cortinilla, y vio a Decker de espaldas haciendo lo suyo, aunque no tuvo corage por seguir espiando, pues lo último que desearía en su vida era ver a Blackman tal y como estaba en aquel momento... Y ahora su única vida era Blackman, y sabía que a pesar de todo, tenía que hacer algo... Odiaba ver a Blackman en aquel estado, pero por otro lado su corazón le decía que debía ir con él para ayudarle... Entonces Amaia comprendió que tenía que ayudar a Blackman como fuera, y no pararía hasta hacerlo...
Entró en el laboratorio sin ni siquiera llamar a la puerta, y vio a Decker de espaldas, con la música al máximo y haciendo su trabajo, y Amaia se acercó un poco. Decker se dio la vuelta y se quitó los cascos:
-¿Tú otra vez? Me parece que no es el momento oportuno para estar aquí.
Pero Amaia iba al grano.
-¿Como está él?
-Bien...
Pero la expresión de Decker no parecía muy alegre. Amaia tuvo miedo por si la cosa había empeorado más.
-¿Sabe si saldrá de esta?
Decker había desviado la mirada hacia el suelo, pero la volvió a pegar en el rostro de Amaia.
-Mis intuiciones de forense me dicen que si lo sigo todo al pie de la letra dentro de cinco días nuestro amigo podrá volver a ponerse en pie.
Los ojos de Amaia se fijaron en el cuerpo dormido de Blackman, tendido en la camilla, blanco como la seda y empapado de sangre. Amaia sabía que no estaba muerto, pero tuvo que apartar la mirada de aquella visión si no quería morirse allí mismo.
-¿Puedo hacer algo para ayudarle, porfavor?
Decker la miró como si fuera algo raro:
-Si hablas en el sentido de ir fuera y traerme una botellita de agua, adelante.
Amaia casi perdió los estribos, pues no estaba para bromas ni mucho menos.
-¡Quiero hacer algo para ayudarle a él!
Decker volvió a mirar a Amaia:
-Jovencita, todo está bajo control. Déjalo en mis manos...
-Solo quiero que él esté bien... si la operación fracasara y ocurriera lo peor...
-Pues a mí me parece que si la cosa andara mal ¿no crees que nuestro amigo estaría dentro de un saco en este preciso momento?
Amaia le miró asustada, sin poder evitar las lágrimas que goteaban de sus mejillas. Decker puso los ojos en blanco y al final dijo:
-Tú... ¿le quieres a él?
Amaia asintió. Decker se acercó un poco más a ella, escrutando su rostro:
-Princesa... te aseguro que tan pronto como termine te llamaré para que vengas... te lo prometo.
-¿Tan pronto como termine?
-Así es. Ahora sal fuera.
Amaia dio media vuelta y se largó, pero antes de salir dio las gracias a Decker por todo lo que estaba haciendo, pues ahora solo le quedaba confiar en el forense.

Amaia aún no tenía el valor de regresar con sus amigos, pues era incapaz de quitarse a Blackman de la cabeza. Así que decidió ir a sentarse en una silla en un rincón del pasillo. Lo único que quería era estar sola, sin nadie más a su lado, a no ser que se tratara de Blackman. Por suerte ni Goyo, Lis y Dani fueron a buscarla, aunque probablemente ya se habían preguntado por ella. Amaia permaneció allí sentada, llorando en silencio pero intentando ser fuerte al mismo tiempo, y allí estuvo largos minutos, hasta que vio acercarse a don Lorenzo. Amaia se levantó con disimulo para irse de allí, pero el comisario se dio cuenta y la hizo volver:
-Señorita Mondragón, ¿adonde va?
Amaia se quedó quieta, ocultando su cara para que no la viera llorar. Pero don Lorenzo ya estaba allí.
-¿Se encuentra bien?
Amaia no dijo nada y se secó las lágrimas. Don Lorenzo la miró un segundo a ella y luego supo la razón:
-Es por él, ¿verdad?
-Sí.
Dijo Amaia. Don Lorenzo le ofreció un pañuelo a Amaia mientras intentaba consolarla:
-No se preocupe, hija. Decker es algo excéntrico en su trabajo, pero es un buen forense y sabe como hacerlo. Tranquila.
Amaia asintió una vez más, mientras se enjugaba las lágrimas con el pañuelo que don Lorenzo le había ofrecido. Entonces el comisario le dio unas palmaditas en la espalda, dándole ánimo, y se alejó. Pero antes de que desapareciera de la vista de Amaia, llegó Povedilla corriendo y sudando para alertar a don Lorenzo de algo...
-Don Lorenzo, tengo un problemilla...
-¿Que ocurre, Povedilla?
Amaia decidió escuchar la conversación sin moverse de allí.
-Me estaba cambiando de ropa en el vestuario y cuando me he dado la vuelta he visto ssss....
Amaia tuvo que dar un gran esfuerzo para enterarse de lo que decía Povedilla en la oreja a don Lorenzo, y aún así no oyó nada.
-¿Hablas en serio?
Dijo don Lorenzo, con cara de sorpresa y angustia al mismo tiempo.
-Muy bien, alertaré al resto de la comisaría y no quitaré ojo en nada, tú no te muevas de al lado de tus alumnos, ahí tienes a Mondragón, no te separes de ella, ¿de acuerdo?
-Como usted diga, don Lorenzo.
Y el comisario se alejó. Povedilla se acercó a Amaia y le puso la mano en la espalda para que fuera con él.
-Venga.
-¿Que ocurre, oficial?
-Ha surgido un problemilla... Es esencial que estés con tus compañeros y que no os separéis de mi para nada, ¿de acuerdo?
Amaia no entendía nada, pero hizo caso a Povedilla. Poco después ya estaba junto a Goyo, Lis y Dani.
-¿Dónde estabas?
Le preguntó Dani.
-En el lavabo...
Mintió Amaia. Y continuó:
-¿Sabéis que está pasando?
-No.
Dijo Goyo, mirándola con seriedad.
-Pero el oficial Povedilla ha dicho que no debemos movernos de su lado para nada.
-Uff, espero que no vuelva a darnos caña otra vez.
-Es un trozo de pan.
Dijo Lis.
Povedilla estaba allí, controlando a sus alumnos. Mientras, don Lorenzo hablaba con el resto de sus oficiales.
-Cerrad todas las puertas y ventanas. Que alguien vaya a alertar a Decker. Ahora es esencial que permanezcamos juntos y preparados...
Al oír aquello, Amaia volvió a pensar en Blackman. Si Decker abandonara la operación la vida de Blackman corría un grave peligro... Curtis se fue en dirección al laboratorio para ir a buscar a Decker, y Amaia quería irse de allí y decirle a Curtis que dejara a Decker, pero por otro lado, había algo que la hacía quedarse allí, sin moverse...

CONTINUARÁ...