Foro Los hombres de Paco
Blackman y Amaia: recordémosles
#0

22/03/2010 17:41
Edito tema principal del post. Porque debido a la escasez de capítulos en los que aparecieron, ambos fueron capaces de marcarnos durante largo tiempo.
¡Para los corazones blackmaníacos!
¡Para los corazones blackmaníacos!
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#241

10/04/2010 22:03
Siiiiii siguelaa.. PORFAVOR

#242

10/04/2010 22:56
:O que fuerte!! que pasa con Amaia?!
siguela prontito
siguela prontito
#243

10/04/2010 23:53
Parte 1:
El despertador sonó. Amaia abrió los ojos, medio dormida, y paró el reloj, que sonaba como un loco. Eran las 5:45, hora de levantarse e ir a trabajar. Aun así, antes de salir de la cama, Amaia pensó un instante sobre lo que estaba soñando antes de que sonara el despertador, donde estaba a punto de ahogarse en medio del agua. “Extraño sueño”, pensó ella, rascándose la cabeza para reflexionar, pero lo dejó y se levantó para prepararse, pues debía ir en comisaría, como cualquier otro día. Se dio una ducha, y mientras se vestía, pensó en Blackman, aquel misterioso hombre de negro a quien tanto amaba, pero sintió sus ojos humedeciéndose por las lágrimas cuando pensó en él. Desafortunadamente, la última vez que Amaia había visto a Blackman fue en aquella terraza durante aquella mágica noche, donde ambos estuvieron allí asolas, y Blackman se despidió de ella en ese mismo lugar unas horas después de permanecer allí, abrazada junto a él. Le dijo que tenía cosas que hacer y que no podía quedarse con ella todo el rato, aunque Curtis hubiera aceptado lo suyo. Y así fue. Se largó. Y ya habían transcurrido dos semanas desde que Blackman se largó, pero Amaia nunca había dejado de pensar en él, confiando que, algún día volvería a verle. Pero Amaia se entristecía al pensar que, durante aquellas dos últimas semanas tampoco había oído la profunda voz de su héroe hablándole en su propia mente. Sin embargo, muchas veces, cuando salía a la calle, e incluso estando en casa, Amaia sentía como si alguien la observara, y siempre mantenía la esperanza de que fuera Blackman, aunque este no se dejara ver…
Amaia llegó a San Antonio a las 7 en punto, y enseguida fue a reunirse con sus amigos Lis y Goyo. Dani llegó dos minutos después.
-¿Cómo es que llegas tarde? –le preguntó Lis.
-Tan tarde no llego, que son solo las 7:02 pasadas…
-¿Cómo se entere Povedilla…
-¡Y si se entera tampoco me va a decir nada, el único quien puede estar en contra de mi puntualidad…-dijo Dani, mientras hechaba un vistazo a don Lorenzo, quien le miraba con un rostro agrio y se acercaba a él, seguramente para hecharle la bronca. Don Lorenzo se plantó delante de él:
-A ver, ¿usted cree que estas son horas de llegar?
-Señor comisario, perdone que le diga esto, pero… solo he llegado dos minutos más tarde.
-Me da igual, anormal, aquí se llega puntual, sabe lo que significa la palabra “puntualidad”,¿verdad?
Dani no abrió la boca, puesto que ya conocía a don Lorenzo y sabía que lo mejor que podía hacer era cerrar el pico.
-Espero que lo haya entendido. –dijo el comisario, y dio media vuelta para irse.
-Es que siempre te tienen que meter bronca, Dani –le regañó Lis.
Mientras, Amaia se fue con Goyo:
-¿Sabes algo de Blackman? –le dijo Goyo. Esa pregunta se la hacía a menudo, pero Amaia siempre daba la misma respuesta:
-No sé nada, Goyo. Hace dos semanas que no le veo, aunque a veces tengo la sensación de que está conmigo aunque yo no lo sepa. Es muy raro…
Amaia se puso a ordenar un poco la mesa, junto con Goyo, y enseguida se fue con su tío, quien bajaba las escaleras del vestíbulo.
-¡Buenos días, tío!
-Buenos días, cariño, ¿qué tal has dormido?
-Muy bien, gracias. ¿Y tú?
-Mientras sepa que mi sobrina esté bien a manos de su protector… Por cierto, ¿sabes algo de él?
Amaia negó con la cabeza:
-No, tío, no sé nada. No aparece.
-No te preocupes por él, cielo, sabe lo que hace.
Entonces, tras una breve charla con Curtis, Amaia regresó con sus amigos, después de saludar al resto de sus compañeros, como Rita y Deker. Don Lorenzo se presentó allí, para dar el orden del día:
-A ver, recordad que dentro de media hora tendréis que reuniros todos en la sala de tiro para dar prácticas, no quiero que nadie se quede dormido por el camino –dijo don Lorenzo, mientras echaba un vistazo a Dani – les veré allí.
Y se fue escaleras arriba, probablemente hacia su despacho. Dani empezó a dárselas de profesional:
-¡Qué regalo, prácticas en la sala de tiros! Si es que ya estaba ansioso por disparar en el blanco.
-¿En el blanco, Dani? –se burló Lis- Eso lo tengo que ver.
-¿No confías en mi puntería?
Pero Lis pasó de él, divertidamente. A Amaia le vino en la cabeza aquel día en que disparó al Caníbal, y también cuando disparó en el nudo donde Goyo estaba atado con una cuerda. Aunque había dudado de si lo había hecho ella arriesgadamente, había llegado a la conclusión de que aquello había sido obra de Blackman, quien, probablemente, le había hecho disparar correctamente. Y ahora Amaia dudaba de su puntería con la pistola. De hecho, pocas veces había tenido una pistola en mano con intención de usarla.
CONTINUARÁ…
El despertador sonó. Amaia abrió los ojos, medio dormida, y paró el reloj, que sonaba como un loco. Eran las 5:45, hora de levantarse e ir a trabajar. Aun así, antes de salir de la cama, Amaia pensó un instante sobre lo que estaba soñando antes de que sonara el despertador, donde estaba a punto de ahogarse en medio del agua. “Extraño sueño”, pensó ella, rascándose la cabeza para reflexionar, pero lo dejó y se levantó para prepararse, pues debía ir en comisaría, como cualquier otro día. Se dio una ducha, y mientras se vestía, pensó en Blackman, aquel misterioso hombre de negro a quien tanto amaba, pero sintió sus ojos humedeciéndose por las lágrimas cuando pensó en él. Desafortunadamente, la última vez que Amaia había visto a Blackman fue en aquella terraza durante aquella mágica noche, donde ambos estuvieron allí asolas, y Blackman se despidió de ella en ese mismo lugar unas horas después de permanecer allí, abrazada junto a él. Le dijo que tenía cosas que hacer y que no podía quedarse con ella todo el rato, aunque Curtis hubiera aceptado lo suyo. Y así fue. Se largó. Y ya habían transcurrido dos semanas desde que Blackman se largó, pero Amaia nunca había dejado de pensar en él, confiando que, algún día volvería a verle. Pero Amaia se entristecía al pensar que, durante aquellas dos últimas semanas tampoco había oído la profunda voz de su héroe hablándole en su propia mente. Sin embargo, muchas veces, cuando salía a la calle, e incluso estando en casa, Amaia sentía como si alguien la observara, y siempre mantenía la esperanza de que fuera Blackman, aunque este no se dejara ver…
Amaia llegó a San Antonio a las 7 en punto, y enseguida fue a reunirse con sus amigos Lis y Goyo. Dani llegó dos minutos después.
-¿Cómo es que llegas tarde? –le preguntó Lis.
-Tan tarde no llego, que son solo las 7:02 pasadas…
-¿Cómo se entere Povedilla…
-¡Y si se entera tampoco me va a decir nada, el único quien puede estar en contra de mi puntualidad…-dijo Dani, mientras hechaba un vistazo a don Lorenzo, quien le miraba con un rostro agrio y se acercaba a él, seguramente para hecharle la bronca. Don Lorenzo se plantó delante de él:
-A ver, ¿usted cree que estas son horas de llegar?
-Señor comisario, perdone que le diga esto, pero… solo he llegado dos minutos más tarde.
-Me da igual, anormal, aquí se llega puntual, sabe lo que significa la palabra “puntualidad”,¿verdad?
Dani no abrió la boca, puesto que ya conocía a don Lorenzo y sabía que lo mejor que podía hacer era cerrar el pico.
-Espero que lo haya entendido. –dijo el comisario, y dio media vuelta para irse.
-Es que siempre te tienen que meter bronca, Dani –le regañó Lis.
Mientras, Amaia se fue con Goyo:
-¿Sabes algo de Blackman? –le dijo Goyo. Esa pregunta se la hacía a menudo, pero Amaia siempre daba la misma respuesta:
-No sé nada, Goyo. Hace dos semanas que no le veo, aunque a veces tengo la sensación de que está conmigo aunque yo no lo sepa. Es muy raro…
Amaia se puso a ordenar un poco la mesa, junto con Goyo, y enseguida se fue con su tío, quien bajaba las escaleras del vestíbulo.
-¡Buenos días, tío!
-Buenos días, cariño, ¿qué tal has dormido?
-Muy bien, gracias. ¿Y tú?
-Mientras sepa que mi sobrina esté bien a manos de su protector… Por cierto, ¿sabes algo de él?
Amaia negó con la cabeza:
-No, tío, no sé nada. No aparece.
-No te preocupes por él, cielo, sabe lo que hace.
Entonces, tras una breve charla con Curtis, Amaia regresó con sus amigos, después de saludar al resto de sus compañeros, como Rita y Deker. Don Lorenzo se presentó allí, para dar el orden del día:
-A ver, recordad que dentro de media hora tendréis que reuniros todos en la sala de tiro para dar prácticas, no quiero que nadie se quede dormido por el camino –dijo don Lorenzo, mientras echaba un vistazo a Dani – les veré allí.
Y se fue escaleras arriba, probablemente hacia su despacho. Dani empezó a dárselas de profesional:
-¡Qué regalo, prácticas en la sala de tiros! Si es que ya estaba ansioso por disparar en el blanco.
-¿En el blanco, Dani? –se burló Lis- Eso lo tengo que ver.
-¿No confías en mi puntería?
Pero Lis pasó de él, divertidamente. A Amaia le vino en la cabeza aquel día en que disparó al Caníbal, y también cuando disparó en el nudo donde Goyo estaba atado con una cuerda. Aunque había dudado de si lo había hecho ella arriesgadamente, había llegado a la conclusión de que aquello había sido obra de Blackman, quien, probablemente, le había hecho disparar correctamente. Y ahora Amaia dudaba de su puntería con la pistola. De hecho, pocas veces había tenido una pistola en mano con intención de usarla.
CONTINUARÁ…
#244

11/04/2010 00:57
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....ainssssss pobre de mi Dani,siempre le estan echando la bronca a él....PRONTO LA SIGUIENTE XFIS!!!!!!
#245

11/04/2010 00:58
Gracias por seguir escribiendo la historia!!!!
pobre Amaia, menos mal que todo era un sueño!.....y Blackman donde esta? espero que aparezca pronto!
Siguela tan pronto como puedas porfa, escribes muy bien!!
pobre Amaia, menos mal que todo era un sueño!.....y Blackman donde esta? espero que aparezca pronto!
Siguela tan pronto como puedas porfa, escribes muy bien!!
#246

11/04/2010 10:42
me encanta! jaja pobre dani siempre le pasa lo mismo
y dónde esta Blackman? quiero que aparesca
y dónde esta Blackman? quiero que aparesca
#247

11/04/2010 17:17
Pronto voy a poner la 2a parte!!!
#248

11/04/2010 20:49
si porfa ponla pronto!
#249

11/04/2010 21:26
Cuando la vas a poner??? pronto porfa!!!
#250

12/04/2010 14:31
A ver si puedo esta tarde...

#251

12/04/2010 14:33
Vale, que ganas de que aparezca Blackman!
#252

12/04/2010 19:24
Por cierto... me acaba de venir algo en la cabeza...
Amaia, Lis, Dani y Goyo se quedan en casa de Paco en el 113, ¿no? Como ya me imagino como van a acabar todos seguro que son capaces de quedarse a dormir allí (dudo que sea en algún cuarto, pero bueno) y a lo mejor aun llegamos a ver a alguien de negro trepando por la ventana y hecharle un vistazo a nuestra Amaya...


#253

12/04/2010 20:50
Jajajajaja pues no estaria mal,, la verdad es que con eso de que van a fumar cannabis cualquier cosa puede pasar, y puede que Goyito se lance y se le declare a Amaia...y si Blackman esta por ahí habría que ver su reacción xD jaja madremia yo no se que pasara pero estoy deseando de verlo

#254

12/04/2010 21:00
Oh, no, leshy, porfavor!!!
Que como Goyo se le declare a Amaia esta es capaz de decir que sí, y entonces ya la tendríamos armada!!!!! ¿Y nuestro pobre Blackman, que? Él también necesita mimitos, ¿o no?
Tampoco me imagino su reaccíon si los viera juntos... bueno, un par de cosillas sí me imagino: la primera: pasar de ellos (pero con el corazón roto
) y la segunda: que Amaia le viera y claro, como hiría un poco asín pues... que se lanzara y le abrazara a lo desesperada!!!
Entonces ya me gustaría a mi ver a Blackman, a ver como se las apañaría... Aisss, que mono es, en serio...





#255

12/04/2010 21:09
Jajajaj madre mia la de vueltas que le voy a dar al cap 113, pueden pasar taaantas cosas, las reacciones que pueden tener con lo que estan fumando van a ser buenisimas. Ya en la foto se les ve algo contentillos y bueno Goyo esta la mar de concentrado fumando xD no me lo esperaba jaja.
Me da que esto va a ser idea de Dani xD
Me da que esto va a ser idea de Dani xD
#256

12/04/2010 22:36
pero síguela xfa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
#257

12/04/2010 22:40
Paciencia...

#258

12/04/2010 23:13
Porfa! si tenemos paciencia pero es dificil xDD
y perdonen que me meta en su debate pero que goyo no se le declare a Amaia, que viendo como estan este es capaz de lanzarsele y ella de seguirle el royo y no quiero que pase eso, pobre Blackman
pero si soy partidaria de lo de que amaia se ponga mas cariñosa de la cuenta con nuestro heroe por lo de estar fumando esas cosas, seria bastante divertido la verdad xD tiene que ser un cuento ver la reaccion de Blackman
y perdonen que me meta en su debate pero que goyo no se le declare a Amaia, que viendo como estan este es capaz de lanzarsele y ella de seguirle el royo y no quiero que pase eso, pobre Blackman
pero si soy partidaria de lo de que amaia se ponga mas cariñosa de la cuenta con nuestro heroe por lo de estar fumando esas cosas, seria bastante divertido la verdad xD tiene que ser un cuento ver la reaccion de Blackman
#259

12/04/2010 23:23
Parte 2:
Los becarios, junto con Povedilla y don Lorenzo subieron arriba en la sala de tiro.
-Bien -empezó a decir el comisario- Quiero que cada uno de vosotros se ponga en su sitio, ¡rápido!
Y todos se prepararon, cargaron las pistolas y apuntaron al blanco… O eso esperaban. Amaia agarró bien la pistola, y apuntó esperando la señal de don Lorenzo. Pero antes de que la diera, aprovechó para pensar en Blackman, tan concentrada como pudo: “Blackman, si me escuchas, ¿podrías conseguir que disparara correctamente? Soy un poco patosa con la pistola, lo reconozco… Sé que puedes hacer lo mismo que hiciste cuando salvé a Goyo aquella vez…”
Amaia esperó alguna respuesta, pero no en su mente no sintió nada.
-¿Preparados? –dijo don Lorenzo, mientras se ponía los cascos, y se fijó que ninguno de los cuatro los llevaba puestos. Povedilla, como estaba al otro lado de la puerta no le hacía falta.
-Esperad un momento, chicos… -dijo el comisario-…me parece que os olvidáis de algo muy importante, ¿no creéis?
Todos se miraron mutuamente, buscando qué se estaban dejando de hacer antes de empezar a disparar. Amaia también estaba algo confusa, pero algo en su cabeza le dijo algo:
“No querrás quedarte sin oídos.”
La emoción hizo saltar el corazón de Amaia, feliz por aquella voz tan familiar que acababa de oír.
-¡Los cascos! –dijo Amaia. Don Lorenzo se dio la vuelta hacia ella. –Son los cascos, ¿verdad?
-Muy bien… ¡Claro que sí, señorita Mondragón, claro que sí, mujer! ¿Véis? Si es que parecéis todos unos anacletos, cojones! Yo llevando los cascos puestos y vosotros erre que erre. Si es que de verdad… Venga, da igual, ¿ya están los cascos en su sitio? Pues venga, prepararos que no tengo todo el santo día, a ver…
Los cuatro apuntaron decididamente, y Amaia volvió a pensar en Blackman, convencida de que era su voz la que le había hablado…
-¡Cuando dé yo el orden! –dijo don Lorenzo, alertando a Dani, que parecía que ya se quería adelantar.
-¡YA!
Todo el mundo empezó a disparar hasta gastar toda la munición. Lis era la triunfante, pues gran parte de las balas las metió muy cerquita del blanco. En cambio, tanto Dani como Goyo iban bien perdidos. Amaia, sorprendida, iba casi como sus dos amigos, y apenas pudo meter una bala a diez centímetros del centro…
Cuando se acabó la munición, don Lorenzo les hizo parar:
-Muy bien, ya basta. Señorita Peñuelas, la felicito, de verdad. Vosotros tres me parece que os hace falta mucha, mucha práctica. Venid, acercaos…
Y los tres se acercaron a don Lorenzo, como si quisiera decirles algo:
-Yo podría daros clases a solas para que aprendierais a mejorar la puntería. ¿Os viene bien empezar esta noche con alguno de vosotros?
Como era de esperar, Dani ya tuvo que soltar lo suyo:
-Señor comisario, perdone, pero a mi me parece que soy bastante listo como para aprender yo solito, me conozco todas las técnicas…
-Las técnicas las conoce su santa madre, ¿me oye? A ver, quien quiere ser el primero. Usted, señorita Mondragón, ¿le parece bien?
Amaia asintió levemente con la cabeza.
-Bien, Recuerde que esta noche a las 9 en punto la esperaré en mi despacho y vendremos aquí, ¿de acuerdo? Ahora váyanse.
Todos salieron antes que Povedilla y don Lorenzo, quienes se quedaron en la sala a dar tiros. Dani empezó a bromear con Amaia:
-Que no te pase nada…
-¿Cómo? –le dijo Amaia, algo confusa.
-…Que don Lorenzo ve a saber lo que tiene entre manos, ¿he? Que ese es capaz de cogerte y utilizarte como desahogo personal…
-¿Qué dices, que dices, Dani…?
-Hombre, Dani, por favor, como puedes decir eso de aquel pobre señor… -dijo Lis.
-Y yo que pensaba que eras buena disparando. –le dijo Goyo.
-Sí, eso creía… -soltó Amaia. No quería dar explicación alguna de las conexiones que existían entre ella y Blackman. –Esta noche tengo que ir a buscarle a su despacho…
-¡Cuidado donde te metes, chiquilla! –dijo Dani, riéndose. Pero Amaia no quería bromas graciosas, seguía pensando en la voz de Blackman, y deseaba volverla a oír. Por lo menos sabía que, si su héroe le había hablado, es que estaba por ahí…
-Muy bien –dijo Dani – pues ya sabes lo que te toca.
Y Amaia pasó de él, divertidamente, y bajó las escaleras, con Lis detrás de ella. Dani le hizo señas a Goyo para que se quedara con él.
-Oye, ¿te apuntas al club de las bromas?
-¿Al club de qué…? No estarás pensando que nosotros…
-Que le gastamos una bromilla a tu querida Amaia, ¡correcto Goyito!
CONTINUARÁ…
Los becarios, junto con Povedilla y don Lorenzo subieron arriba en la sala de tiro.
-Bien -empezó a decir el comisario- Quiero que cada uno de vosotros se ponga en su sitio, ¡rápido!
Y todos se prepararon, cargaron las pistolas y apuntaron al blanco… O eso esperaban. Amaia agarró bien la pistola, y apuntó esperando la señal de don Lorenzo. Pero antes de que la diera, aprovechó para pensar en Blackman, tan concentrada como pudo: “Blackman, si me escuchas, ¿podrías conseguir que disparara correctamente? Soy un poco patosa con la pistola, lo reconozco… Sé que puedes hacer lo mismo que hiciste cuando salvé a Goyo aquella vez…”
Amaia esperó alguna respuesta, pero no en su mente no sintió nada.
-¿Preparados? –dijo don Lorenzo, mientras se ponía los cascos, y se fijó que ninguno de los cuatro los llevaba puestos. Povedilla, como estaba al otro lado de la puerta no le hacía falta.
-Esperad un momento, chicos… -dijo el comisario-…me parece que os olvidáis de algo muy importante, ¿no creéis?
Todos se miraron mutuamente, buscando qué se estaban dejando de hacer antes de empezar a disparar. Amaia también estaba algo confusa, pero algo en su cabeza le dijo algo:
“No querrás quedarte sin oídos.”
La emoción hizo saltar el corazón de Amaia, feliz por aquella voz tan familiar que acababa de oír.
-¡Los cascos! –dijo Amaia. Don Lorenzo se dio la vuelta hacia ella. –Son los cascos, ¿verdad?
-Muy bien… ¡Claro que sí, señorita Mondragón, claro que sí, mujer! ¿Véis? Si es que parecéis todos unos anacletos, cojones! Yo llevando los cascos puestos y vosotros erre que erre. Si es que de verdad… Venga, da igual, ¿ya están los cascos en su sitio? Pues venga, prepararos que no tengo todo el santo día, a ver…
Los cuatro apuntaron decididamente, y Amaia volvió a pensar en Blackman, convencida de que era su voz la que le había hablado…
-¡Cuando dé yo el orden! –dijo don Lorenzo, alertando a Dani, que parecía que ya se quería adelantar.
-¡YA!
Todo el mundo empezó a disparar hasta gastar toda la munición. Lis era la triunfante, pues gran parte de las balas las metió muy cerquita del blanco. En cambio, tanto Dani como Goyo iban bien perdidos. Amaia, sorprendida, iba casi como sus dos amigos, y apenas pudo meter una bala a diez centímetros del centro…
Cuando se acabó la munición, don Lorenzo les hizo parar:
-Muy bien, ya basta. Señorita Peñuelas, la felicito, de verdad. Vosotros tres me parece que os hace falta mucha, mucha práctica. Venid, acercaos…
Y los tres se acercaron a don Lorenzo, como si quisiera decirles algo:
-Yo podría daros clases a solas para que aprendierais a mejorar la puntería. ¿Os viene bien empezar esta noche con alguno de vosotros?
Como era de esperar, Dani ya tuvo que soltar lo suyo:
-Señor comisario, perdone, pero a mi me parece que soy bastante listo como para aprender yo solito, me conozco todas las técnicas…
-Las técnicas las conoce su santa madre, ¿me oye? A ver, quien quiere ser el primero. Usted, señorita Mondragón, ¿le parece bien?
Amaia asintió levemente con la cabeza.
-Bien, Recuerde que esta noche a las 9 en punto la esperaré en mi despacho y vendremos aquí, ¿de acuerdo? Ahora váyanse.
Todos salieron antes que Povedilla y don Lorenzo, quienes se quedaron en la sala a dar tiros. Dani empezó a bromear con Amaia:
-Que no te pase nada…
-¿Cómo? –le dijo Amaia, algo confusa.
-…Que don Lorenzo ve a saber lo que tiene entre manos, ¿he? Que ese es capaz de cogerte y utilizarte como desahogo personal…
-¿Qué dices, que dices, Dani…?
-Hombre, Dani, por favor, como puedes decir eso de aquel pobre señor… -dijo Lis.
-Y yo que pensaba que eras buena disparando. –le dijo Goyo.
-Sí, eso creía… -soltó Amaia. No quería dar explicación alguna de las conexiones que existían entre ella y Blackman. –Esta noche tengo que ir a buscarle a su despacho…
-¡Cuidado donde te metes, chiquilla! –dijo Dani, riéndose. Pero Amaia no quería bromas graciosas, seguía pensando en la voz de Blackman, y deseaba volverla a oír. Por lo menos sabía que, si su héroe le había hablado, es que estaba por ahí…
-Muy bien –dijo Dani – pues ya sabes lo que te toca.
Y Amaia pasó de él, divertidamente, y bajó las escaleras, con Lis detrás de ella. Dani le hizo señas a Goyo para que se quedara con él.
-Oye, ¿te apuntas al club de las bromas?
-¿Al club de qué…? No estarás pensando que nosotros…
-Que le gastamos una bromilla a tu querida Amaia, ¡correcto Goyito!
CONTINUARÁ…
#260

13/04/2010 16:08
Daniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!QUE LE HARÁS!!!!
Siguela MUY pronto que te te esta quedando SUPER BN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Siguela MUY pronto que te te esta quedando SUPER BN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!