LHDP - ROL Capítulo 16
La tercera temporada ha sido la más exitosa hasta el momento, cosechando gran número de páginas en los cinco capítulos que la componen y siendo el caso Z-105 y las tramas planteadas éxito en la crítica de roleros y el público.
Ahora inicia el C16, el primer capítulo de la nueva tanda de episodios, que será, sin duda alguna, la más impresionante que se vivirá en el ROL. Las tramas principales de este capítulo han permanecido encerradas bajo llave durante un mes, y es el capítulo con los secretos mejor guardados hasta la fecha.
Tienen a su disposición dos páginas extra además de este post principal y el anuncio.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>Mayyy
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Beuka
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Kike Gallardo)>>Bryan-Derek
• (Nelson Amadú)>>Scarface
• (Carlota Fernández)>>Xispi_lhdp
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Rasputín Verenguer)>>Sauker
• (Álvaro D´Alvade)>>Avataryl
• (Agostino Baladamenti)>>Martinyfelix
• (Antonio Decoco)>>Rubén16
• (Camilla Margaretti)>>Meli-esdm
• (Sr. Crisantos)>>Bryan-Derek
- INTERVIENEN -
• (Los Guiñoles)>>Sauker
-Sandra/El ente
-Fructuoso "Fiti" Bragueta
• (Bruce Willis)>>Avataryl
• (El Químico)>>Bryan-Derek
• (Claude & Charlotte)>>Sauker
• (Felipa)>>Martinyfelix
• (Patricia)>>Sara_93
• (Arcadio Claus)>>Sauker
1er anuncio, realizado por Sauker:
2º anuncio, realizado por Avataryl.
3er anuncio, realizado por Sauker:
4º anuncio, realizado por Avataryl:
SINOPSIS
Ha transcurrido una semana desde el fatídico desenlace del caso Z-105, y los agentes de San Antonio se preparan con cierta reticencia para una ceremonia que preferirían que no se celebrase. Desearían olvidar lo antes posible todo el daño que los Sombrereros les han causado.
Don Lorenzo Castro, definitivamente recuperado de su enajenación mental, volverá a San Antonio para tomar las riendas de la comisaría.
Paco se ha desprendido de la responsabilidad del comisariato, pero aún tiene muchas cosas en las que pensar. La escena del bosque aún le atormenta, y la experiencia tan cercana a la muerte que ha vivido le obligará a replantearse su vida. Para empezar, intentará recuperar a Lola.
Félix también se reconcome por dentro. Algo que sucedió durante el operativo en los laboratorios le ha perseguido desde entonces y le impide conciliar el sueño. Lola, que ya se ha recuperado de la gripe A, retomará los planes de la boda, que cada vez está más cerca. Y el psicólogo pronto recibirá una visita inesperada...
De Gaulle y Salgado viven con pasión los primeros días de su vida conyugal. Pero la felicidad se esfumará súbitamente cuando vuelvan a San Antonio, donde los padres del francés estarán esperando para incordiar todo lo posible a la pareja.
Silvia permanece conmocionada por lo que le sucedió a Aitor. Sus sentimientos hacia el becario por fin han aflorado, pero parece que es demasiado tarde. Para más inri, Montoya reaparecerá en comisaría tras un tiempo ausente.
Por otra parte, el terror seguirá floreciendo en la casa de Rasputín. El doctor y Fiti tomarán todas las medidas necesarias para evitar ser atacados por Sandra, cuya posesión diabólica parece haber llegado a su cénit, y, por supuesto, intentarán que vuelva en sí. A ratos, Sandra es muy recatada, pero el espíritu que en ella alberga ha resultado ser un temible acosador y, cuando se manifiesta, las inhibiciones de la chica se desvanecen y despierta la lascivia que esconde bajo sus encajes.
El periódico El Observador se hace eco de una impactante noticia. Han amenazado de muerte a Álvaro D'Alvade, el famoso tenor italiano que se halla de gira y próximamente actuará en la ópera de París...
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Mira a Aitor con desprecio, y luego devuelve la mirada a Mariano.
Monsieur De Gaulle
Subinspectog, llévegse a este megluso de agquí o le degjo la caga en cuatgro-se atusó la raya al lado, furioso.
O degle ligtio, paga las vogses-a punto estuvo de darle una colleja.
¡Eh! ¡¿Oís egso?!
Le comissaige-susurró débilmente entrando en el escenario sin ser visto.
Se puso de rodillas, y se asomó levemente bajo el telón.
Don Lorenzo miraba al techo, con una cara a caballo entre ira y sorpresa.
De Gaulle desvió la mirada hacia allá:
Angtognio Dechogla...
Abandonó el escenario y atravesó la pared para dirigirse a los agentes.
¡El asesigno, está en un palco!
¡Va a matag a D´Alvagde?
¡Vagmos, idiogtas!-gritó echando a correr junto con los demás.
¡Suegte, Féglix!-se le oyó gritar a lo lejos.
Algunas personas gritaban y corrían entre las butacas y frente al escenario, pero D'Alvade, absolutamente inmerso en su interpretación de Mario Cavaradossi, no era consciente de esto.
♫ Iooo sooooono sooolo... un humiiile pinttooore di pinttiooori... che-queriiia ayutaaare... anche-un-amiiicooo... e eeera innamoraaaaato di una beeella dooonna... Percheeeeeeeeeeé... il mooooondo è cosiiì crudeeeeeeeleee? ♫ -Sollozaba su personaje después de que el soldado interpretado por Rita le depositara en una plataforma, donde por orden del barón Scarpia (Paco) sería fusilado- ♫ Pecheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé? ♫
El público contemplaba la escena con el rostro compugnido, prendados de la hipnótica interpretación del tenor. Ya nadie era capaz de levantarse, de reír, de aplaudir o de abuchear, simplemente permanecían sentados en su butaca con los ojos brillantes y el corazón en un puño. La poderosa voz del tenor era el único sonido que se escuchaba en el teatro, y su eco reverberaba una y otra vez, para deleite de los presentes...
Al concluir su monólogo, D'Alvade se permitió despojarse de Mario Cavaradossi por un instante para comprobar la impresión del público, y sus ojos también se empeñaron de lágrimas. Aprovechando la coyuntura, dejó de ser el tenor para convertirse de nuevo en el pintor.
Entonces, una puerta se abrió y su verdugo apareció. Se estremeció al verle caminar hacia él.
A no ser que alguien le matara primero, en breves instantes podría complacer al público con la mejor interpretación de su carrera...
Marina Salgado(Mantuvo la vista en la misma direccion que el comisario, y antes de emprender la marcha junto con la forense, esta se dirigió al comisario) Lorenzo (Se permitió tutearle) ¿Vienes? (Y sin esperar contestación, siguió a Silvia, la cual ya estaba al pie de la escalera)
Camilla Margaretti(Salió al escenario dispuesta a darlo todo en el escenario, ya que era la última escena, y aunque le costase fingir pena por la futura muerte de Cavaradossi, ya que era D'Alvade quien se ponía en su piel, salió con los ojos brillantes y, lágrimas artificiales, recorriendole las mejillas. Nunca antes, en otras representaciones tubo que echarse colirio en los ojos, pues siempre se metía en el papel hasta el punto de llorar de verdad. Acercandose el papel, empapado de más colirio, a los ojos, más lagrimas brotaron de sus ojos. Se arrodilló junto a Cavaradossi, y le posó una mano en el hombro, no sin cierto reparo, en un principio)
"Oh, amore mioooo ... come può essere successoooo?. Che cosa siete andatiiiiiiii a uccidertiiiiiiiii? Peeeeeeentiiiiitiiiiiiiii, Marioooo, intantoooo iiiioooo prego peeer la vooooooooooooostra almaaaa"
(Camilla, rompió a llorar nuevamente, y antes de levantarse, y alejarse de D'Alvade, se acercó al oído de este y en susurros le dijo) Non hai paura? E 'l'ultima scena ... la minaccia potrebbe essere coperto(Esbozó una sonrisa disimulada, y antes de incorporarse)Addio, Álvaro(Apoyó, nuevamente, su mano en el hombro de este, se impulsó clavando sus uñas, sin importarle que pudiesen romperse, y se alejo, llevandose otra vez el pañuelo a los ojoso)
"¿No tienes miedo? Es la ultima escena...la amenaza podría cumplirse//Adiós, álvaro"
El comisario permanecía en la misma postura que segundos antes, encorvado y con el dedo señalando directamente hacia el lugar en el que presumiblemente se encontraba Decoco.
Dio un respingo al escuchar la voz de Salgado a sus espaldas, y se volvió hacia ella inmediatamente. Don Lorenzo la contempló con la boca abierta durante algún tiempo, ensimismado. Finalmente, consciente de que el tiempo apremiaba, sacudió la cabeza y, con la mirada fija en el suelo, para que Marina no reparase en su sonrojo, respondió:
-Sí... comandante, ahora mismo les alcanzo -Balbuceó, para acto seguido dar un paso hacia ella. Sin embargo, se detuvo entonces y, dubitativo, dirigió una mirada de preocupación hacia el escenario.
Sacudió la cabeza otra vez, bufó, y corrió tras la comandante.
El limpiador se encontraba en el palco , la puerta estaba atascada ya que había metido el palo de la fregona entre los barrotes de apertura - Bene... - Susurra con una sonrisa maquiavélica que no pegaba nada en una persona de su contorno , pero que aun asi resultaba bastante tenebrosa , Antonio Decoco sujeta fuertemente el Rifle de alta precisión y puesto que en ese momento D´Alvade se encontraba quieto sobre el escenario por exigencias del guión , no le resultaría difícil abatirle , por lo que acerca la visión a la mira telescópica y apunta al estómago del tenor - Dici le tue ultimi preghiere... fui il momenti... - Exclama acariciendo el Rifle con decisión , pues a pesar de no haber utilizado un arma en su vida , estaba decidido a disparar a Alvaro D´Alvade...
Su dedo índice se dispone a apretar el gatillo , pero en ese momento escucha el enorme revuelo que se monta en la sala y desvía la mirada para observar a los espectadores , vislumbrando a Don Lorenzo que le estaba apuntando desde su posición - Merdee - Se lamenta el limpiador dudando si disparar o no - Non posso riachiare - Finalmente llevado por el pánico recoge el arma y quitando el palo de los barrotes abre la puerta del palco , saliendo al pasillo y huye hacia unas escaleras de emergencia que conducían al tejado del edificio , donde la fría noche había envuelto París...
( Bien... // Reza tus ultimas oraciones... , llego el momento... // Mierdaa // No puedo arriesgarme )
Aitor Carrasco:
El becario sale de la habitación situada detrás del escenario con la cabeza gacha - De puta madre... , me he coronado ee - Le dice a Mariano antes de que los otros llegaran , en ese momento el comisario da la voz de alarma y los agentes vislumbran a Antonio Decoco situado en el palco , por lo que la mayoría de sus compañeros se movilizan para ir a por el , aunque Aitor se queda parado - Esperad!... - Exclama sin quitar ojo al limpiador que en ese momento comienza a huir - Eee!! , Eee!! , que está huyendo!! - Alerta a los demás , antes de iniciar una carrera hacía el piso superior...
Mariano:
-¡Su puta madre!....¡CARRASCO!..... hay que ir por ese hijo de puta....¡Miralo!, ¡QUE SE ESCAPA!
Tras el grito de Aitor y ver el mismo que emprendia una huida, se fue directo hacia allí corriendo, paso una de las butacas con mucho cuidado pero en una de ellas acabo tropezandose y cayendo de rodillas al suelo...
-¡Joder...!....Vamos rodillitas arriba...!
Dió un brinco enorme...que ni el mismo se creía que podia dar...pero al darse la vuelta vió que era su compañero Aitor el que le levanto con todas sus ganas y salieron escopetados hacia los tejados con arma en mano
Después de levantar a Mariano del suelo , aguanta el ritmo con el , pero al ver que era demasiado lento , el becario decidio acelerar y tomó una breve ventaja sobre el , hasta llegar a la escalera de emergencia que minutos antes había subido Antonio Decoco - Venga!! coño! , por aquí - Exclama esta vez desenfundando la Magnum y comenzando a subir con cautela las escaleras...
Mariano:
-A la de 3....1.....2.....3!....
Salen de la pared apuntando hacia el pasillo, no había nadie, siguen avanzando y divisan otra pared con 2 pasillos...ambas llevaban a distintos puntos de la azotea con unas escaleras hacia arriba
-Tendremos que dividirnos Aitor... ten cuidado...
Escucha a Mariano y asiente , seguidamente se desvia por uno de los pasillos caminando con precaución , apuntando a cada esquina , puerta y ventana que veia - Venga hombre... , u... un limpiador va a venir a reirse en nuestra cara... , ni de coña... - Se dice para sí a medida que continuaba avanzando , en ese momento escucha como sus compañeros ya habían llegado al pasillo inferior , asique no tardarían en cogerle y ofrecer el apoyo grupal caracteristico de siempre
Mariano:
-¡Alto! ¡QUEDAS DETENIDO HIJO DE PUTA!.....¿Tú?.....¡FUERA DE AQUI ANDA!
Le dió un grito a uno de los animales que había allí presentes, un felino, lleno de pelo y pulgoso...ante el grito de Mariano se fue corriendo, mientras tanto Mariano seguía despacio dando tumbos por allí, se metió por un desvio hacia la izquierda, miró hacia abajo...una altura de al menos 4000 metros
-Hay....hay mami....yo....yo mejro tiro por este lado...
Se dió la vuelta, con el arma sujeta aun mas fuerte, asustado, se metió poco a poco en un pasillo mientras andaba hacia atrás por el miedo de la altura...cuando en ese instante...se tropieza con algo...o mejor dicho....¡de alguien!....se da la vuelta...
¡ALTO HIJO DE PUTA!.....¡QUEDA DETENI......do.....!
Al darse la vuelta asustado y gritar...se percató que era el agente Aitor Carrasco
-¡Coño Carrasco!....¿Sabes que casi me da un jodido infarto...?
Ya de lejos se oían pasos de los demás agentes que iban a hacer su aparición
♫ Soy Spoletta... y por liquidarte me van a pagar diez pesetas... ♫ -Tarareaba el psicólogo mientras ascendía a la plataforma en la que le aguardaba Álvaro D'Alvade. Félix, que interpretaba a Spoletta, el verdugo de Mario Cavaradossi, amartilló y quitó el seguro al arma que empuñaba, a pesar de que la pistola de fogueo ni necesitaba ser amartillada ni estaba dotada de seguro, por lo que a fin de ensalzar el realismo el psicólogo acompañó ambos movimientos emitiendo un chasquido con la boca.
Después, describió una trayectoria apuntando con el cañón desde el techo hasta el estómago de Mario Cavaradossi, quien suplicaba patéticamente por su vida.
Del teatro se había apoderado un silencio sepulcral; era como si el público estuviese guardando un minuto de silencio de antemano por el pintor.
Félix, consciente de que todas las miradas estaban depositadas en él, sintió que el arma le temblaba entre las manos, y resopló- Mario Cavaradossi, por sus crímenes atroces y sus innumerables pecados se le... condena a morir fusilado... ¡ahora! -Sentenció brutalmente, y cerró los ojos con fuerza y apartó la vista hacia atrás antes de presionar el gatillo hasta vaciar el cargador.
ÁLVARO D'ALVADE:
El tenor estaba llorando tanto como su personaje, conmocionado ante la perspectiva de que se avecinaba su momento de gloria. Se había arrodillado difícilmente ante Félix, y suplicaba entre llantos por su vida. Su verdugo anunció el veredicto. Álvaro D'Alvade dirigió una mirada curiosa hacia los palcos. Félix abrió fuego varias veces y se escucharon los correspndientes estallidos, que ensordecieron al tenor. Este se llevó acto seguido las manos al estómago, y su rostro se contrajo. Había llegado el momento.
♫ Oooooooooh, cheeeee peccaaaaaaatooo! Me haaaaan maaaaattaaaaattooo... seeeeenzaaa alcuuuuuna pietaaaaaaaaaaà, privaaaaandooo di meeeeeee les encaaaaaaaanttooos deeella miiiiia amaaaaata Tooooooooooooscaaaaa... e diii il guuuuuusto squisiiiiiiiiito di comiiiiiiitta per gattoooooooooos! Percheeé, percheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee[...]eeeeeeeeeeeeeé? ♫
Entonó, repitiendo con más intensidad que nunca el momento que había ensayado hasta la saciedad, alcanzando al final el clímax innegociable de toda su actuación. Después, falto de aire, se derrumó sobre las tablas. Mario Cavaradossi había muerto.
Todas las personas que pertrechaban el público, tanto en las butacas como en los palcos, se incorporaron al instante. El silencio que se había enseñoreado del teatro se hizo añicos cuando varias centenas de personas extasiadas comenzaron a aplaudir escandalosamente al perverso pedófilo.
Cayó el telón.
Escucha un ruido tras la pared e instintivamente eleva la Magnum - Como te mu... - En ese momento descubrio que se trataba de Mariano , por lo que resopla y baja el arma - Me cago en la ostia!! , jodeer , pero no has quedado en que te ibas por alli? coño! - Se queja el becario antes de darse la vuelta y proseguir su camino - Venga vamos , que al final nos amaneze buscando a este cabron...
De repente, sobresaliendo por encima del clamor de los aplausos, se escuchó un grito desgarrador.
ÁLVARO D'ALVADE:
El villano italiano ciñió y oprimió su estómago con sus manos, compugnido el rostro y erizada la barba plateada. Frente a él, el telón rojo vibraba y ondulaba, meciéndole e impidiéndole ver al público, al que por culpa de los disparos tampoco podía escuchar. Con los estados nublados, privado de las alabanzas del público que por derecho le pertenecía, Álvaro D'Alvade comenzó a sentir un agudo pitido.
Los miembros del equipo técnico y Agostino Badalamenti se habían acercado hasta él y le habían rodeado, pero el tenor veía sus bocas abrirse y cerrarse sin saber qué sonidos articulaban.
D'Alvade intentó incorporarse, pero sus rodillas cedieron y se desplomaron sobre el suelo. Con su sempiterna mueca de asco, retiró una de las manos que comprimían el estómago y la alzó a la altura de la cara. Después, sonriendo con su enorme pero perfecta dentadura a todos aquellos que le rodeaban, les mostró su mano: las yemas de sus dedos estaban manchadas de sangre.
El tenor descendió la mirada, justo a tiempo para contemplar cómo el líquido carmesí brotaba a borbotones de su estómago. D'Alvade comenzó a reírse, y lo hizo con una risa seca e innecesaria.
FÉLIX:
El psicólogo había observado con curiosidad cómo el tenor prolongaba la interpretación de la muerte de su personaje una vez el telón ya se hubiese corrido, pero su diversión fue sustituida por extrañeza cuando el tenor comenzó a retorcerse de dolor e izó una mano bañada en sangre.
Temblando, Félix desvió la mirada hacia la pistola de fogueo que aún sostenía en sus manos e, inconscientemente, la desmontó. El arma se resbaló de las manos del psicólogo, y sus piezas repiquetearon contra el suelo, provocando un estruendo sordo.
Habían cambiado las balas de fogueo por otras de verdad.
Muy lentamente, con la cara torturado, Félix se giró hacia el agonizante D'Alvade.
-No... ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! -Gritó, desesperado, mientras se abría paso entre los trabajadores y se arrodillaba junto al tenor- ¡¡¡No!!!
El limpiador recorre el amplio tejado del teatro , mientras que a lo lejos ya comenzaban a oirse las voces de los agentes - Devi cazzo , damn poliziotti di merde - Maldice al tiempo que continua corriendo , acción que al instante se ve interrumpida , pues había llegado al borde del edificio , este mira hacia abajo y al observa la tremenda caida , retrocede unos pasos , Decoco estaba acorralado , pero aun tenia el Rifle consiguo , al cual se aferra con fuerza
( Sera posible // malditos policias de mierda )
El telón se abrió, y al ver al tenor en mitad del escenario el público se levantó una vez más para aclamarle. Por su parte, D'Alvade se desangraba al ritmo de los aplausos. Estaba muriéndose. Félix intentaba taponar las múltiples heridas -pues habían sido 6 los disparos- con las manos, mientras balbuceaba con nerviosismo, y lo único que conseguía cada embate del psicólogo es que la sangre manara con más fluidez. Haciendo acopio de la conciencia que conserva, D'Alvade le empuja hacia atrás cuando comprende que Félix se dispone a aplicarle el boca-boca; al fin y al cabo, el psicólogo no era un menor de edad.
El tenor, agonizando, observó las cabezas de los miembros del teatro y de la comisaría de San Antonio que se habían reunido a su alrededor. Intentó incorporar la espalda, y al hacerlo las inmensas heridas supuraron más sangre; a pesar de esto, D'Alvade logró alargar la mano y aferrar la corbata de don Lorenzo Castro, a quien atrajo hacia sí.
-Per favore... Saquime di qui... Llevammi a un hospetale... -Suplicaba, consciente de la gravedad de las heridas- e ti firmare un autografo, lo giuro -Concluyó, haciendo un gran esfuerzo, y sujetándose a la corbata de don Lorenzo para mantener incorporada parte del cuerpo.
DON LORENZO:
El comisario, que había acudido hasta allí al escuchar el grito, e zafa de la zarpa de D'Alvade y retrocede. Observa al tenor con repugnancia, y mueve lentamente la cabeza. Se acerca al moribundo, ajustándose la corbata mientras lo hace, y le murmura al oído:
-¿Sabe... quiere que le diga dónde quiero que me firme un autógrafo? -D'Alvade asintió, esperanzado, mientras alargaba las manos para sujetarse a los hombros del comisario- ¿Está seguro? ¿De verdad quiere que se lo diga? -Inquirió el comisario, conteniendo una rabia que emanaba con la misma intensidad que la sangre del tenor. El tenor movió la cabeza afirmativamente, desesperado. Don Lorenzo se apartó bruscamente, y D'Alvade cayó hacia atrás- ¡En mis santísimos cojones! ¡En mis santísimos cojones quiero que me firme un autógrafo... hijo de puta! -Bramó, tras lo cual arrugó el rostro y escupió en la cara del tenor, escandalizando al círculo contiguo.
-Questo non deveria habere pasatto... -Logró articular, tras lo cual le recorrió un espasmo, y acto seguido vomitó un esputo sanguinolento.
El tenor se retorció, sintiendo cómo la pólvora candente hervía en sus entrañas, y gritó las que probablemente serían las últimas entonaciones de su vida...
Los agentes y los empleados del teatro contemplaron cómo Álvaro D'Alvade se revolvió, convulsionado, mientras Félix intentaba auxiliarle en vano. Después, el tenor se paró.
Su boca se abrió, y una nota quebrada escapó de ella.
El hombre con cabeza de caballo le había matado.
Conitnuaba movilizandose por el pasillo hasta que finalmente llegó a la última escalera de aquella laberíntica planta - Ya está Mariano... , le tenemos... - Susurra antes de que algunos de sus compañeros finalmente los alcanzasen , seguidamente el becario toma las escaleras y llega a la azotea , donde establece contacto visual con Antonio Decoco - Tu!! , quieto! , tira el rifle y la manos contra la cabeza , el más mínimo movimiento brusco y tienes una bala en la cabeza , me estas escuchando!? - Exclama apuntando al limpiador con su Magnum - Vamos!!
Mariano:
-Joder miralo Aitor...miralo....hay tenemos a ese hijo de puta... fíjate como va....si parece que no puede ni con su alma...madre mia... y pensar que este mamón nos ha liado la de san quintin... Aitor escucha...
Se puso a su lado
-Este... me juego lo que quieras que tiene la puntería peor que Félix, y si nos ponemos uno por detrás y el otro de frente...y le pillamos por sorpresa....fíjate, en el otro costado hay un pasadizo que lleva al otro extremo de donde esta el...podriamos cojerle in fraganti... yo podría negociar con el para distraerle...que me dices...
Por el camino, se iba desprendiendo de su disfraz, y dejaba ver el traje de chaqueta negro y comisa azul claro que llevaba debajo, muy al estilo `Spiderman´.
Desenfundó un arma más pequeña que su reglamentaria, la que guardaba en la tobillera.
Monsieur De Gaulle
¡Vagmos, meglusos!
¡Adelantagos que os megto un buen pugo!-gritó asfixiado, y eso que el francés estaba en plena forma.
Sangto demognio...-se adelantó al ver que el comisario acortaba distancias.
¡¡¡AGLLÍ ESTÁ!!!-señaló a Decoco con el cañón de la diminuta pistola.
¡¡DECHOGLA SE ESCAGPA!!