LHDP - ROL Capítulo 16

La tercera temporada ha sido la más exitosa hasta el momento, cosechando gran número de páginas en los cinco capítulos que la componen y siendo el caso Z-105 y las tramas planteadas éxito en la crítica de roleros y el público.
Ahora inicia el C16, el primer capítulo de la nueva tanda de episodios, que será, sin duda alguna, la más impresionante que se vivirá en el ROL. Las tramas principales de este capítulo han permanecido encerradas bajo llave durante un mes, y es el capítulo con los secretos mejor guardados hasta la fecha.
Tienen a su disposición dos páginas extra además de este post principal y el anuncio.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>Mayyy
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Beuka
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Kike Gallardo)>>Bryan-Derek
• (Nelson Amadú)>>Scarface
• (Carlota Fernández)>>Xispi_lhdp
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Rasputín Verenguer)>>Sauker
• (Álvaro D´Alvade)>>Avataryl
• (Agostino Baladamenti)>>Martinyfelix
• (Antonio Decoco)>>Rubén16
• (Camilla Margaretti)>>Meli-esdm
• (Sr. Crisantos)>>Bryan-Derek
- INTERVIENEN -
• (Los Guiñoles)>>Sauker
-Sandra/El ente
-Fructuoso "Fiti" Bragueta
• (Bruce Willis)>>Avataryl
• (El Químico)>>Bryan-Derek
• (Claude & Charlotte)>>Sauker
• (Felipa)>>Martinyfelix
• (Patricia)>>Sara_93
• (Arcadio Claus)>>Sauker
1er anuncio, realizado por Sauker:
2º anuncio, realizado por Avataryl.
3er anuncio, realizado por Sauker:
4º anuncio, realizado por Avataryl:
SINOPSIS
Ha transcurrido una semana desde el fatídico desenlace del caso Z-105, y los agentes de San Antonio se preparan con cierta reticencia para una ceremonia que preferirían que no se celebrase. Desearían olvidar lo antes posible todo el daño que los Sombrereros les han causado.
Don Lorenzo Castro, definitivamente recuperado de su enajenación mental, volverá a San Antonio para tomar las riendas de la comisaría.
Paco se ha desprendido de la responsabilidad del comisariato, pero aún tiene muchas cosas en las que pensar. La escena del bosque aún le atormenta, y la experiencia tan cercana a la muerte que ha vivido le obligará a replantearse su vida. Para empezar, intentará recuperar a Lola.
Félix también se reconcome por dentro. Algo que sucedió durante el operativo en los laboratorios le ha perseguido desde entonces y le impide conciliar el sueño. Lola, que ya se ha recuperado de la gripe A, retomará los planes de la boda, que cada vez está más cerca. Y el psicólogo pronto recibirá una visita inesperada...
De Gaulle y Salgado viven con pasión los primeros días de su vida conyugal. Pero la felicidad se esfumará súbitamente cuando vuelvan a San Antonio, donde los padres del francés estarán esperando para incordiar todo lo posible a la pareja.
Silvia permanece conmocionada por lo que le sucedió a Aitor. Sus sentimientos hacia el becario por fin han aflorado, pero parece que es demasiado tarde. Para más inri, Montoya reaparecerá en comisaría tras un tiempo ausente.
Por otra parte, el terror seguirá floreciendo en la casa de Rasputín. El doctor y Fiti tomarán todas las medidas necesarias para evitar ser atacados por Sandra, cuya posesión diabólica parece haber llegado a su cénit, y, por supuesto, intentarán que vuelva en sí. A ratos, Sandra es muy recatada, pero el espíritu que en ella alberga ha resultado ser un temible acosador y, cuando se manifiesta, las inhibiciones de la chica se desvanecen y despierta la lascivia que esconde bajo sus encajes.
El periódico El Observador se hace eco de una impactante noticia. Han amenazado de muerte a Álvaro D'Alvade, el famoso tenor italiano que se halla de gira y próximamente actuará en la ópera de París...

El psicólogo, seguro de que hasta que los labios de ambos no se separaran no habría motivo de alarma, aguardó pacientemente mientras Lola besaba a Povedilla. Cuando tarde o temprano la boca de su futura esposa se emancipó de la del becario, Félix tragó saliva y comenzó a pestañear aceleradamente. Intentó reaccionar de alguna forma más perceptible, pero fue incapaz. Experimentando un batiburrillo de conmoción, ensimismamiento, perturbación y muchas cosas más, pero no obstante sintiéndose paradójicamente insensible, el psicólogo comenzó a avanzar entre la hilera de butacas en la que se encontraban Lola y Povedilla y la siguiente.
-Perdón -Musitó al pasar junto a Lola-. Disculpe -Añadió, al hacerlo esta vez junto a Povedilla.
Una vez hubo alcanzado el asiento contiguo al del becario, se colocó mirando hacia el escenario e, inevitablemente, se desplomó hacia atrás.
La butaca vibró al recibir el embate de su espalda.

Al cabo de unos minutos aparece por la puerta cargando una minicongelador metalizado. Varios de los presentes se giraron intrigados más Agostino avanzó rápidamente hasta el escenario y depositando el congelador al lado de su butaca tomó el guión y leyó las nuevas instrucciones.
-Primo actti, seconda scena. Appare il pittore Mario Cavaradossi, señala con la cabeza a D'Alvade que se mecía orondo en su butaca; il proprietario del cesti di cibo per gatti, per continuare il suo lavoro. Scaristán señala con desdén a Mariano que seguía dando la vara por allí; parla della sua pittura, il pittore pensa della sua amata Tosca. El director tira el guión por los aires yendo a parar encima del congelador y levantando las manos grita: -LUCE, CAMERI E ACCIONE!! Dejando el escenario para los "artistas", se tumba en su butaca y es entonces cuando abre el congelador revelando su contenido. La gente, que había visto en el nuevo mueble del director su nueva diversión se asombró anticipadamente creyendo que dentro habría piedras preciosas o algo por el estilo. Sin embargo, ese no era el contenido...
LOLA
-¡¿PERO FÉLIX, QUE ESTÁS HACIENDO?! Le dio un bolsazo a Povedilla y se echó encima de él para socorrer a su prometido. Sin embargo, se le atascó el borde la falda en la esquina del posabrazos. Intentó desembarazarse tirando pero cuando más se movía más se balanceaba Povedilla. Y para colmo al becario le dolía el pecho después de la acometida de la vieja así que empezó a emitir "ays" de queja, que con Lola encima suya fueron interpretados de otra manera por los presentes...
FELIPA
Y para colmo la vieja que estaba una fila más atrás comenzó a paraguacear a Povedilla al grito de: -!Sí sí, dale ahí! ¡Dele, dele, vamos, más caña! ¡Sí, sí, ahí, ahí!

-Così -Suspiró, secundando las palabras del director. Entonces alzó ambas manos teatralmente e, impulsándose contra los brazos de su butaca, izó su propia mole, que a decir verdad no era tal, hasta conseguir incorporarse.
Siendo como era un avezado en el arte del artificio, se aseguró de caminar muy sosegadamente hasta el escenario, creando espectación. Una vez ascendió los escalones que permitían la subida hasta allí -con una torpeza que no logró disimular-, se frotó las manos y caminó hasta el centro del escenario. Perpetró una reverencia al público, y el auditorio le aclamó. Después se encaminó hasta una de las esquinas del escenario y, desde allí, dirigió a Mariano, en la otra punta del mismo, una mirada que pretendía decir: "voy a enseñarte lo que es actuar".
Y entonces, Mario Caravadossi irrumpió en la iglesia Sant'Andrea della Valle efectuando un grácil salto mortal.
♫ Eccomiii-quii, le umilde pittooooore... Maaario Caravadosssssiii! ♫ -Entonó poderosamente, saludando al público- ♫ Ho smeeesso da qui un cestinooooo... con la miiiiiiiiia colaziooone... Qualcuno-ha-vistooooo? C'è-qualcunooooo? ♫ -Preguntaba en un tono ascendente, revoloteando con una ligereza impropia de un hombre de la corpulencia de D'Alvade, pero no de la de Caravadossi- ♫ Cheeeee... straaaaaaano! ♫ -Exclamó, alzando las manos hacia el techo de la iglesia. Su mirada desdenció, alicaída, y entonces reparó en un objeto contiguo a una fría pared- ♫ Ah, eccooo!, ho trovaaatooooo... il-mio-cestino! Il mio cestinooooooooo! E pieno di miooooo... cibo preferito! ♫ -Cantado esto, el pintor se inclinó sobre la cesta vorazmente, dispuesto a engullir la comida para gatos... pero entonces, retrocedió, extrañado, al ver que alguien se le había adelantado- ♫ Ma ciò che i miei occhiiiii? Qualcuno ha sgranooooocchiato biscottiiiii! Che potrebbe esseeere capace di taaaaanta crudeeeltà! Percheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?! ♫

El doctor yace sentado junto a la cama de Sandra, mientras ella sujetaba un cigarro encendido y se relamía de placer...
Placer que le había proporcionado Claude De Gaulle.
Rasputín Verenguer
Sandrita, esto es vergonzoso...
Estuve toda la tarde fuera porque tenía que examinarme mi amigo el ginecólogo (la chica le miró confusa) por... una cosa que tengo...-se excusó rápidamente el doctor.
Y a mi vuelta... Oh, Cristo bendito.
Te invito a mi casa-susurra con las lágrimas saltadas- comes mi comida, bebes mis refrescos, ¡pero eso no te basta!
Tienes tan sólo 32 años, te encuentras a un cualquiera y tienes el descaro de... ¿follarle...?-rompió a llorar.
Sandra
¡Qué no me llames Sandrita, hijo puta!
No te ofendas, Rasputín, pero Claude tiene un pollón de miedo.
DE ESCÁNDALO-su voz distorsionada hizo temblar las cortinas.
Y ahora vete, porque como te despistes te echo un polvete.
¿¡Me oyes!?-tiró de las correas que rodeaban sus brazos sin ningún éxito.
¡Tus armas no podrán conmigo!
¡Que esta tía es muy puta, muy puta, medicucho!-gritaba el demonio aterrorizando a Rasputín.
¡Ála, se acabó! ¡Ya he `esperao´ bastante!
¡Eche usted `pallá´!
Con una fuerza sobrehumana, Sandra rompió las correras, y tras hacer varias alabanzas sobre la cama a un ser superior, sus piernas marcaron las diez y diez.
De repente, su cuerpo ascendió unos metros y fue despedido contra la pared sobre el cabecero de la cama.
Sandra cayó sobre el colchón, pero volvió a ser despedida contra la pared, repitiendo el duro golpe infinidad de veces.
Rasputín Verenguer
Uy... sí...
Jeje...
Que miedo das...
El demonio que todo lo sabe va a conseguir que salga por patas de mi casa...
¿Verdad?-estaba a punto de mearse en los pantalones.
Sandra
¡¡Déjate de sarcasmo que llego al orgasmo!!
¡¡JAJAJAJAJAJA!!-se lanzaba con furia contra las paredes inundando la casa de gemidos.
El doctor, con los pantalones mojados, salió corriendo de la habitación.
En el descansillo, se cruzó con Claude.
El padre del inspector De Gaulle presenció como Rasputín bajaba a toda prisa las escaleras.
Después, se desabrochó el cinturón, y entró de puntillas en la habitación.

Mariano:
-¡Ooh!, ¡Il Pinture es magnifique! e dignus de figurate en la historie de la mia patria, ¿Como tu tene arte il venate grosso?, ♫ m...me di gani le cantareeeeeeee ♫, ♫ pintáteeeee ♫
Miraba de reojo a Álvaro y se ponia rojo como un tomate, tenia sudores sin parar... era tal el sudor que estaba creando un charco en el suelo, por lo que, en uno de sus movimientos se resbalo aparatosamente y quedó abierto de piernas, por suerte su mano lo sujeto desde el suelo y disimulo bien como si de una pirueta se huviera tratado, algunos de sus compañeros aplaudian lo que acabaron de ver, a pesar de no a ver sido intencionado

Al presenciar Mario Cavaradossi el burdo intento del Sacristán de expresarse con la misma intensidad que él y la consiguiente y efectista cabriola con la que intentó reclamar la atención del público, el pintor tuvo que esforzarse para que un carcajeante Álvaro D'Alvade no floreciera en su interior.
♫ Ciaaao, Pattre, ciaaao, ciaaoo! ♫ -Le saludó alegremente, mariposeando grácilmente a su alrededor mientras describía filigranas con un pincel de brocha gorda- ♫ Buon giorno! ♫ -Entonó, en un tono soberanamente grave- ♫ Io-appreezzo le suee parooooole! A proposittooooo, sai chi ha mangiato il mio pastooooo? ♫ -Inquirió con un deje de timidez, señalando tímidamente el cesto de comida para gatos- ♫ Quaaando sono andato ieeeri, era intattooooo! Per vedere se la vostra iglezzia... avràaa... raaattiiiiiiis!♫

Mariano:
♫Por siotoooooooo leeee ♫ comidaaaaa gattooooooo se fueeeee in instentini gruesso ♫, pero la mia menzozi pensate calida pinture, ♫ nessuna interferenza sparisce augurio canti ♫, Quella Gloria gli ojala di organizzazione possono ♫ bene una scienza ed una vernice uguale che Lei è,♫ lui un'investigazione entra un esame, ♫ come là il cibo era.♫ Ma certamente uno venne era passato, ♫ nessuno completamenti sembrano in lui in un grande fato in presa?

Mientras el Sacristán daba explicaciones, Mario Caravadessi le había dado la espalda y se había situado frente al público con una expresión meditabunda.
♫ Oooooh, me! Non puetto escuzzaaare... a queeeste graaande fiiiglio del Signooooore! Solo pooosso pensaaare... neeella miiia amaaata Tooosca! Oooooh, Tooosca miiiiia! Dove saraaaaai? Perché non viiieni a trovaaarmi, miiia cara? ♫

Mariano:
-Ohh...bra...bravissimo Álvaro, es sin duda usted toda una celebridad, dígame...¿Se toma antes de cada actuación algun tipo de isotónico o algo?, Por que es impresionante la templaza y semejanza que tiene...
Se quedó pensativo... y hablando
-claro...eso es algun tipo de isotónico o algo... por que drogas no creo que se meta.... ¡PACO!
dijo levantando la voz en medio de la actuación
-TU TE ACUERDAS DEL NOMBRE DEL ISOTÓNICO ESE QUE YO TOMABA PARA DELGAZAR, PERO QUE HIZO QUE ENGORDARA Y ESTUVIERA CON TIERNO, LO MISMO ES LO QUE TOMA EL TIO ESTE ¿NO?
Completamente fuera de sí, se puso a dar voces hablando con Paco a lo lejos, por lo que llamo la atención de todos, en especial a el tenor, que no daba credito a semejante falta de estilo

Mario Caravadossi retrocedió, pasmado, al presenciar cómo el Sacristán cesaba de elogiar su cuadro y excusar los mordiscos perpetrados en la comida de gato para comenzar a gritar en dirección contraria. El pintor parpadeó varias veces y, distraído, dejó de ser tal para volver a convertirse en el tenor Álvaro D'Alvade.
♫ Maaa cheee diaaavolo sta faceeendo e diceeendo? Quiiindi iooo non pooosso acttuaaare! E ioooo... nooon me dope! ♫ -Entonó atropelladamente, sintiéndose profundamente ofendido si, como creía, había entendido bien las palabras de Mariano.
Por primera vez, Álvaro D'Alvade se preguntó si no habría cometido una temeridad al contratar a este grupo de aficionados. ¿Qué pasaría si el día del estreno organizaban un escándalo de proporciones titánicas y arruinaban su carrera? Visto lo visto, no era una posibilidad descabellada.
Aterrorizado por este pensamiento, que se apresuró a descartar, el tenor italiano, seguro de que, al menos por su parte, el ensayo de aquella segunda escena había sido un éxito, descendió del escenario y encajó sus posadores como bien puedo en su butaca, donde formó un triángulo con sus manos y adoptó una postura pomposa.

Mientras D'Alvade y Mariano efectuaban su actuación, el psicólogo permanecía inerte en su butaca, presa del golpe emocional que le había supuesto sorprender a Lola besando a Povedilla. De vez en cuando, desviaba una mirada inquieta hacia su derecha, donde su futura esposa se había colocado sobre el becario y ambos vibraban y emitían sonidos inquívocos.
Al descubrirles en una postura inefable, la boca y los ojos de Félix se desorbitaron, y ya no apartó más la mirada de ellos.
El psicólogo se preguntaba qué debía hacer. Entonces, afloraron en su cabeza las palabras de Bruce Willis en una de las últimas preguntas que habían mantenido.
Félix carraspeo varias veces.
-¡Povedillo! -Exclamó de pronto, en un tono monstruoso, y alargó las manos para agarrar al becario por varios puntos de su ropa- ¡Quítele las manos de encima a mi novia, canalla! -Añadió y, sin esperar respuesta, comenzó a tirar del becario, tratando de alejarle de Lola. Al encontrarse Povedilla debajo de esta, el esfuerzo fue inútil, por lo que Félix se incorporó y se debilitó arrastrando al becario hacia sí. Finalmente, este cedió y se resbaló bajo el asiento de Lola, cayendo y golpeándose la cabeza contra el suelo. Félix, inclemente, se agachó para recogerle y alzarle hasta su altura, donde comenzó a zarandearle histéricamente- ¡Cómo no lo he visto antes! ¿Quería colocarme un par de cuernos aquí, eh, perfecto vicioso? -Inquirió con una mirada demencial, señalando repetitivamente su cabeza con el dedo índice- ¡Qué ciego he estado! ¡De Gaulle lleva años advirtiéndomelo! -Exclamó al techo del edificio, apenado. Entonces, devolvió la mirada a Povedilla- ¡Pues mira usted... no voy a permitirlo! -Dicho esto, Félix se empeñó en empujar al becario, y le propinó un empellón tan fuerte que consiguió que saliera disparado hasta varias filas más abajo. Después, extenuado, el psicólogo volvió a desplomarse sobre su butaca. Una vez allí, colocó una mano sobre la pierna de Lola y le sonrió entre jadeos- La... famosa e infalible terapia... del mentecato volante.

Sintió una gran satisfacción cuando el psicólogo consideró acertadas sus sospechas, y más cuando empujó a Povedilla cargado de furia.
Monsieur De Gaulle
Di que sí, si yo nungca me equivogco en esas cogsas.
Casangdo magicognes y depgregadoges sexuagles... soy un hagcha-murmuró mirando de reojo a Lola.
Adegmás, cuigda tus bagjos miengtgras estegmos en la siudag, Féglix, que aquí las golfas se manigfiestan y multipligcan, como las cucagachas megnean sus pagtas en busca de una montonega de basuga a la que afeggagse-aclaró mientras Lola aplaudía a D´Alvade.
Bah, este D´Alvagde es insufgrible.
Miga que tenegmos buegnos actoges en este país paga llenag butagcas, pues nagda, tgriunfan los italiagnos.
Togdavía no entiengdo pogque Jean Geno no hagse ópega-se cruzó de brazos contemplando el bochornoso espectáculo que estaba ofreciendo Mariano, sin posar la vista en D´Alvade.

Cuando por fin Félix se comportó como un futuro marido (de una forma un poco bruta, dicho sea de paso), Lola sintió un remolino de felicidad dentro suyo y comenzó a aplaudir extasiada. De Gaulle, que pasaba (a cotillear) por ahí, lo interpretó erróneamente y le hizo a Félix varios comentarios muy típicos de él. Lola frunció el ceño; ahora que se había librado de Povedilla y su prometido había reaccionado, venía el "De Goll" de pacotilla a interponerse. No había quién tuviera intimidad con esta gente. Sin embargo, como buena futura esposa que debía ser y puesto que Félix la había pedido que intentara llevarse bien con el francés esbozó una sonrisa de oreja a oreja (bastante falsa, dicho sea de paso) y saludó al invitado. -Hola De Goll... ¿cómo es que no estás con Marina? Cruzó los dedos esperando que "la reina de Roma" apareciera en ese momento.
POVEDILLA
Al ser lanzando vía aérea por el psicólogo había caído justo al lado del tenor. Tomó asiento puesto que la gente se quejaba de que no veía y saludo tímidamente a D'Alvade. -Ciao signore. Chi sei?
AGOSTINO BADALAMENTI
La actuación de Mariano dando gritos por todo el teatro había sido la gota que colmaba el vaso. El director metió la mano dentro del congelador y empuñando una bolsa de hielos como arma salió corriendo tras Mariano con la cara roja y una mirada asesina. -STUPIDO, IMBECILLE, IDIOTA!! IO MEO EN LA MERDA DI TUO PADRE!!!

Mariano:
-¡Pe...pero oiga!, ¡moderese por favor!, que solo quería dar un punto muerto con un comentario a mi compañero jodeeer, ¡AITOR AYÚDAME!...
Por desgracia, se tropezó con una de las escaleras del escenario, saliendo despedido hacia Álvaro, su barrigón le sirvió de palanca, no obstante, Mariano cayó encima de el y la postura no fue muy bonita que digamos... en ese momento todo el mundo se dió la vuelta observando la escena después de la aparatosa caida, quedandose todo el mundo boquiabierto

Al escuchar su nombre en boca de Mariano y observar aquel circo de en pocos minutos se había montado allí , el becario se dejo escurrir en la butaca , tapandose la cara con la mano - Dimito... , yo de esta dimito... , o me pido el traslado , no es normal... - Se lamenta mirando entre los dedos como Mariano seguía huyendo del director

Mariano salió corriendo de nuevo y el director dio un rodeo a D'Alvade para coger otra tila del refrigerador y una bolsa de hielo de repuesto.
POVEDILLA
Dado que el tenor, en vez de contestarle se puso a ligotear con Mariano, Povedilla se levantó cabreado y avanzó por el pasillo para abandonar la sala. Ya estaba harto de que le ningunearan en comisaría como para que también lo hiciera la gente que estaba bajo su protección.
AGOSTINO BADALAMENTI
El director y Mariano dieron dos vueltas al escenario jugando al gato y al ratón mientras el público aplaudía con euforia. Justo en el momento en el que el director iba a empezar la tercera vuelta se tropezó con el carro de limpieza de Decoco y como si fuera un monopatín salió disparado encima del trasto...
POVEDILLA
Antes de que tuviera tiempo de reaccionar, un vehículo motorizado conducido por un adicto al té le atropelló. Mientras Povedilla volaba por los aires pensó en todos los decretos del Código penal francés que se había saltado Agostino; conducción temeraria, conducción de carrito de limpieza sin licencia, conducción por encima del límite de velocidad permitido en carritos de limpieza, etc...
LOLA
Observó el espectáculo divertida, pasándoselo en grande al igual que la poca gente que estaba en la sala. Luego se inclinó sobre Félix y le dijo al oído. -Este es sin duda, el mejor espectáculo que he visto en mi vida. Ayy cariño, que acierto venir a París.
FELIPA
La vieja se lo estaba pasando en grande, al igual que Lola. Cuando se había enterado de que la ópera se titulaba 'Tosca' y no 'Juan Alberto Felipe Juan de los ojos azules plateados' se desilusionó mucho pensando en que sería muy aburrida. Pero estaba totalmente equivocada, la obra era mucho mejor que 'Juan Alberto Felipe Juan de los ojos azules plateados'.


La ira del comisario hacía vibrar la butaca de la última fila tras la que se escondía en cuclillas y a la que se aferraba con ambas manos para no perder el equilibio. En apenas unos minutos había presenciado toda suerte de necedades por parte de sus agentes, y ahora ya no solo en el escenario, sino también a lo largo y ancho del auditorio. En concreto, en una ocasión había creído distinguir a Lola besando y retozando sobre Povedilla, pero, sumamente perplejo, se frotó los ojos y, al abrirlos, descubrió que el becario ya no estaba y que era Félix quien ahora se sentaba junto a Lola. Decidió confiar en que la primera imagen había sido un espejismo.
Don Lorenzo estaba enervado, y mientras su mirada se movía bruscamente de un rincón a otro del público, él memorizaba los nombres de aquellos a quienes más tarde debería escarmentar.
Pero por otra parte, acababa de asistir a una actuación de Álvaro D'Alvade, lo que durante algunos instantes le había permitido sentirse en estado de gracia... hasta que Mariano había entrado en escena y había hecho añicos el pletórico momento, interrumpiendo así el trance de don Lorenzo. Y después del incidente de esa mañana en torno a su camisa naranja fluorescente de flores estampadas, el comisario cada vez estaba más enfadado.

Había visto lagunillas desde que le informaron de la operación que se iba a llevar a cabo en París por muchas razones:
La primera porque muchos de sus agentes no habían salido nunca ni de su pueblo y no sabía asegurar cómo iban a reaccionar montándolos en un avión y llevándolos a París. Los incidentes del avión que hicieron que se narcotizara a sí mismo para que se le hiciera más rápido el vuelo, confirmaron sus sospechas.
La segunda porque en París se hablaba francés y no sólo eso, Álvaro D´alvade, el director de la obra y todo su séquito, hablaban italiano. Si ni siquiera se entendían en castellano... ¿cómo iban a hacerlo en otro idioma?... Peor aún... ¿en otroS idiomaS? Efectivamente. Nada más llegar comprobó el fiasco que iba a ser esta misión. El teatro parecía más que un teatro una Torre de Babel. Pronto comenzarían a hablar entre ellos en quién sabe qué idioma. Incluso puede que alguno comenzara a hablar alguna lengua muerta, latín quizás, o arameo. Le vinieron a la mente Povedilla y Kike, los más... más... no le salía la palabra... los más... influenciables, ¡eso!, influenciables. ¿Estaría a punto de presenciar algún cataclismo mundial? ¿El apocalipsis comenzaría si no conseguían proteger al espaguetini éste?
La tercera porque no veía recuperado a su suegro. Nada recuperado. A veces le observaba de reojo y le veía la mirada perdida, como en trance y le daba hasta miedo. Estaba claro que su prioridad en la misión era proteger a D´Alvade, pero no podía olvidarse de su ex-suegro y mucho menos teniendo en cuenta que Lola les acompañaba en la misión, no podía permitir que viera enloquecer a su padre o quién sabe en qué líos pudiera meterse ese hombre. No, definitivamente no podía perderle de vista y menos después de ver su vestimenta, definitivamente Don Lorenzo no estaba bien o por lo menos se había vuelto daltónico, o quizás las dos cosas.
La cuarta porque el plan era infiltrarse como actores y... sinceramente... actores, lo que es actores, no eran, ni de refilón. Aunque esto no parecía importarle al tenor, que al contrario, estaba encantado con ellos o al menos parecia pasárselo bien, porque reírse, lo que es reírse, el espaguetón se reía un montón.
¿Lagunillas, Paco? Se preguntó en voz baja mientras se pasaba el pañuelo por la cara y suspiraba. Más bien lagos, embalses, mares... ¡¡OCÉANOS!! Gritó sin darse cuenta. Miró a su alrededor pero nadie pareció percatarse, pues los alaridos de Mariano, corriendo por el escenario, ensordecían la estancia.

Momentos como este alimentaban el ego del tenor italiano y le recordaban por qué se consideraba superior a la mayoría de la humanidad. A su alrededor se desarrollaba una escena que perfectamente podría haber formado parte de alguna de las funciones en las que D'Alvade hubiera participado a lo largo de su vida.
Siguió con la mirada al director, que a su vez perseguía a Mariano, y esta imagen le permitió reafirmar su prepotencia.
Se impulsó hacia arriba para arrancar sus posaderas de la butaca de nuevo y caminó al escenario, ascendiendo las escaleras con la misma dificultad que la anterior vez. Una vez en el centro del mismo, deslizó una mano por sus labios para anular el sabor de la comida de gato -que detestaba, pero que sin embargo se había esforzado en consumir en beneficio de ejecutar una actuación creíble- y se aclaró la garganta.
-Ebbene, signori, dobbiamo continuare -Entonó con una sonrisa amistosa, extendiendo las manos hacia el auditorio- Ia potete descanssare più tardi -Y entonces, haciendo las veces de director, procedió a explicar en qué consistiría el siguiente ensayo- Nella scena successiva, Mario Cavaradossi -Se señaló a sí mismo con una sonrisa pletórica- si trova a Angelotti -Su dedo apuntó ahora a Aitor, y una carcajada furtiva escapó de su boca- e offrezze il suo ayutta. Tosca -Pronunció secamente, y, tras algunos segundos, señaló a la actriz Camilla Margaretti, que ocupaba una de las butacas- arriva in quel momento alla iglessia e al auscultare les sussurri, crede che il suo amante èsta sientto inffiel y montta en collèra. Quando Tosca sse va, Mario invitta a Angelotti in una casa di camppo che possa ussare da rifugio e lo ayutta a fuggire -Concluyó, alzando los brazos y preparándose para hacer una reverencia, convencido de que el público también le aplaudiría por aquella exposición. Sin embargo, solo se escucharon algunas palmadas dispersas, la mayoría provenientes de la última fila, algo que desconcertó al tenor, ya que aparentemente no había nadie sentado en ella.