LHDP - ROL Capítulo 16
La tercera temporada ha sido la más exitosa hasta el momento, cosechando gran número de páginas en los cinco capítulos que la componen y siendo el caso Z-105 y las tramas planteadas éxito en la crítica de roleros y el público.
Ahora inicia el C16, el primer capítulo de la nueva tanda de episodios, que será, sin duda alguna, la más impresionante que se vivirá en el ROL. Las tramas principales de este capítulo han permanecido encerradas bajo llave durante un mes, y es el capítulo con los secretos mejor guardados hasta la fecha.
Tienen a su disposición dos páginas extra además de este post principal y el anuncio.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>Mayyy
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Beuka
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Kike Gallardo)>>Bryan-Derek
• (Nelson Amadú)>>Scarface
• (Carlota Fernández)>>Xispi_lhdp
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Rasputín Verenguer)>>Sauker
• (Álvaro D´Alvade)>>Avataryl
• (Agostino Baladamenti)>>Martinyfelix
• (Antonio Decoco)>>Rubén16
• (Camilla Margaretti)>>Meli-esdm
• (Sr. Crisantos)>>Bryan-Derek
- INTERVIENEN -
• (Los Guiñoles)>>Sauker
-Sandra/El ente
-Fructuoso "Fiti" Bragueta
• (Bruce Willis)>>Avataryl
• (El Químico)>>Bryan-Derek
• (Claude & Charlotte)>>Sauker
• (Felipa)>>Martinyfelix
• (Patricia)>>Sara_93
• (Arcadio Claus)>>Sauker
1er anuncio, realizado por Sauker:
2º anuncio, realizado por Avataryl.
3er anuncio, realizado por Sauker:
4º anuncio, realizado por Avataryl:
SINOPSIS
Ha transcurrido una semana desde el fatídico desenlace del caso Z-105, y los agentes de San Antonio se preparan con cierta reticencia para una ceremonia que preferirían que no se celebrase. Desearían olvidar lo antes posible todo el daño que los Sombrereros les han causado.
Don Lorenzo Castro, definitivamente recuperado de su enajenación mental, volverá a San Antonio para tomar las riendas de la comisaría.
Paco se ha desprendido de la responsabilidad del comisariato, pero aún tiene muchas cosas en las que pensar. La escena del bosque aún le atormenta, y la experiencia tan cercana a la muerte que ha vivido le obligará a replantearse su vida. Para empezar, intentará recuperar a Lola.
Félix también se reconcome por dentro. Algo que sucedió durante el operativo en los laboratorios le ha perseguido desde entonces y le impide conciliar el sueño. Lola, que ya se ha recuperado de la gripe A, retomará los planes de la boda, que cada vez está más cerca. Y el psicólogo pronto recibirá una visita inesperada...
De Gaulle y Salgado viven con pasión los primeros días de su vida conyugal. Pero la felicidad se esfumará súbitamente cuando vuelvan a San Antonio, donde los padres del francés estarán esperando para incordiar todo lo posible a la pareja.
Silvia permanece conmocionada por lo que le sucedió a Aitor. Sus sentimientos hacia el becario por fin han aflorado, pero parece que es demasiado tarde. Para más inri, Montoya reaparecerá en comisaría tras un tiempo ausente.
Por otra parte, el terror seguirá floreciendo en la casa de Rasputín. El doctor y Fiti tomarán todas las medidas necesarias para evitar ser atacados por Sandra, cuya posesión diabólica parece haber llegado a su cénit, y, por supuesto, intentarán que vuelva en sí. A ratos, Sandra es muy recatada, pero el espíritu que en ella alberga ha resultado ser un temible acosador y, cuando se manifiesta, las inhibiciones de la chica se desvanecen y despierta la lascivia que esconde bajo sus encajes.
El periódico El Observador se hace eco de una impactante noticia. Han amenazado de muerte a Álvaro D'Alvade, el famoso tenor italiano que se halla de gira y próximamente actuará en la ópera de París...
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-Tranquilo agente, el disparo ha sido efectuado por el inspector Miranda, no tiene porque preocuparse. Por cierto, ¿Ha estado enamorado alguna vez?
Kike:
-Co...como lo sabe... bueno yo...enamorado....pues sí la verdad... pero últimamente he tenido una mala epoca y bueno... no me gusta hablar de esto... tu... tu estabas enamorado de esa chica verdad... se nota en tus ojos cuando me hablas...
Le mira detenidamente y se acerca a él aun más
Dígame... Jose... ¿Has pensado alguna vez en ella?
Le soltó de golpe para ver como reaccionaba y así pdoer confirmar su teoria
Se sobresaltó cuando escuchó el disparó y varios botes aterrizaron sobre Rocamora, que no sé inmuto.. -Uyy Rocky, que buen polícia eres. Tú si que sabes mantener la calma. Le dijo al tiempo que le pasaba la mano por el flequillo.
-Nunca he dejado de pensar en ella agente.
Kike:
-Entonces... acompañeme... venga conmigo, aunque sea a escondidas, a Paris, estoy seguro de que allí tiene algo pendiente... lo presiento... y yo quiero ayudarte, pero si usted nos ayuda a nosoros en el caso de la amenaza el tenor Francés, ¿qué le parece?
Levantó la mirada y le sonrió nuevamente
-No se nada de usted, no sé que relación llego a tener con ella exactamente, y sobre todo... no sé que le paso, pero estoy seguro de que usted quiere saberlo tanto o más como yo.
Puso su dedo sobre el en la fotografía y acto seguido sobre Estela
-Tu aquí eras feliz con ella, se os ve, y ella merece...
Acerco su mirada directa a los ojos de Blackman, en forma de pregunta... le dijo...
-¿Una venganza...?
El silencio se hizo durante un instante... con las miradas fijas
Entonces por fin se decidió a responderle, pero esta vez lo hizo como si se tratara de su amigo de toda la vida, al fin y al cabo, se merecía una muestra de afecto después de todo.
-De acuerdo, mañana cogeré ese vuelo y conseguiré que todo acabe. Muchas gracias, Kike.
Tras esas palabras el enmascarado desapareció.
Kike:
-¡Eso es fantástico!, gra....
Al volver a abrir los ojos, desapareció de la nada... como si de tratase de una alucinación...
-Mal...maldición...
Kike, al ver la hora que era se dió cuenta de que ya tenía que prepararse para ir a casa y descansar, mañana les esperaba un gran dia, iria con su héroe a Francia, y encima estaba metido en el caso tanto como él sobre su...¿Mujer?, se dispidió de sus compañeros, se fue al garage y se fue directo a casa, al llegar, se puso de lleno el pijama y se puso a leer "Como mantener un jardín en buen estado, VOL. 25", a los 4 minutos se quedó dormido...
Tras el fuerte pistoletazo de Paco , que hizo vibrar el vestibulo , Aitor y Gonzalo se separaron , el becario retrocedio unos metros llevandose la mano a la boca , con una cara desencajada y mirando alternamente ha Montoya y a Paco - Ve... , venga no me jodas... - Gruñe enfilando las escaleras a zancadas , directo a los vestuarios
Ya había dejado de tontear con Rocamora y ahora se entretenía lanzadoles miraditas a los agentes que pasaban por allí, deseando que Félix apareciera de una maldita vez. Siempre estaba metido en todos los asuntos y atento a todo lo que ocurría excepto lo concerniente a su futura esposa. Y para colmo Lola ya había ojeado quinientas veces las revistas de cotilleos que había por allí. Tan aburrida estaba que incluso había sentido por un momento el impulso de ponerse a leer casos policiales.
*pasan tiempos y imagenes extrañas...*
*ya en la tienda...*
Blackman: ¿Lo tienes todo?, venga, vamonos, hay que pagar, deja ya lo ago yo, sujetame esto "Kike se da la vuelta, coje las bolsas, y al volver a mirar a Blackman en cuestión de segundos, ¡Habia desaparecido!," Kike: pe...pero.... que yo no llevo nada encima.... !se acerca la policia", ¿No puede pagar eso señor...?
*imagenes extrañas*
"Se ve a Kike en la carcel, llorando y cabizbajo...Kike: Blackman...ni es un héroe ni es nada... me ha traicionadooo "Llora sin parar"..."
Kike:
-¡AHHHHHH!....
Kike se sobresalta en la cama... mira el despertador... son las 3 de la mañana...empapado en sudor, se levanta
-Di...dios...vaya pesadilla madre...
Se da una ducha en el baño y se cambia de ropa, finalmente se vuelve a meter en la cama a descansar
El comisario se enerva al escuchar la revelación de Félix, quien acababa de confesar en clave de vergüenza no saber volar. Encolerizado y palpitante, el comisario siente cómo su tensión asciende exponencialmente, algo preocupante teniendo en cuenta que padecía diabetes. Cuando Félix se le había acercado, don Lorenzo, desconocedor de sus intenciones, había pensado que al menos podría aprovecharlo para indagar sobre su situación actual con Lola, pero en beneficio de su propia seguridad abogó por postergar las preguntas para otro momento.
-Lárguese de mi puta vista ahora mismo, anormal de carrito -Dijo de carrerilla, como quien recita un poema. Félix, con palpable decepción, desconcierto e indignación, así como probablemente algo más, obedeció. El comisario aguardó hasta que la puerta se hubiese cerrado para caminar a trompicones hasta la primera fila de asientos, sobre uno de los cuales se desplomó.
Un disparo resonó entonces en todo el edificio, y el comisario dio un respingo. Atormentado, don Lorenzo no pudo evitar preguntarse cómo habría podido aguantar eso durante tantos años.
El psicólogo salió de la sala Brifing con sensaciones muy raras.
-Montejo, es evidente que lo que le has dicho al comisario ahí dentro provocaría vergüenza ajena a cualquiera -Se dijo, de camino a ninguna parte-. No obstante, Lorenzo podría haber tenido la delicadeza de no dejarte en ridículo. Al fin y al cabo, yo no sabré volar, pero él no tiene bigote -Concluyó, satisfecho.
En la sala Brifing, mientras no escuchaba la exposición de don Lorenzo, había reflexionado sobre la imagen que había presenciado antes, en la que Lola manifestaba una actitud afectiva hacia Paco. Félix, consciente de que durante la última semana, debido al traumático dilema que le había causado el ya olvidado asesinato de Dafrosia, no había prestado a su futura esposa la atención que se merecía, se percató de que debía solucionarlo cuanto antes. Detuvo a la primera persona en la que se fijó y le formuló una pregunta- Disculpe, agente Huertas... ¿ha visto por casualidad a Lola? -La mujer, extrañada, asintió; y no sólo eso, sino que además se permitió aclarar en qué situación: al parecer, Lola le había confirmado que seguía casada con Paco. El psicólogo perdió súbitamente todo el color que había recuperado tras abandonar la sala Brifing, dio las gracias atropelladamente, y suigió caminando, esta vez con un objetivo. Al pasar junto a las escaleras, se detuvo en seco: había distinguido a Lola, que, sentada en una mesa, acariciaba el flequillo de Rocamora cariñosamente. Félix resopló. Se comprometió a hablar con el agente próximamente.
Pero lo primero era lo primero: tal y como Bruce Willis le había recetado, hablaría con Paco Miranda.
Pocos minutos después, el psicólogo había recorrido la distancia restante. Un tanto fatigado, respiró hondo y abrió de sopetón la puerta de un despacho, en el que se adentró y efectuó varios pasos.
Félix se plantó entonces frente al escritorio de Paco -desde donde su confuso propietario le observaba-, con una actitud reflexiva, pensando en la forma más pacífica de abordar al inspector.
-Estimado Miranda: como sabrá, Lola y yo nos casaremos en breve. Llevamos dos años pidiéndole amablemente que firme los papeles del divorcio, y usted sólo ha dado excusas una y otra vez. ¡Así que venga, fírmelos! -Exclamó, al tiempo que sacaba unos documentos de la nada y los esparcía por los aires en un arrebato de locura- ¡No nos haga perder más el tiempo, mentecato!
Sobre su mesa reposaba un cafetera vacia y un vaso que había sido llenado alrededor de quinientas veces. Eran las tres de la mañana y la mitad de los agentes descansaban en comisaría a la espera de que algún superior la mandará al aeropuerto. A todo esto, Povedilla divagaba pensando en la infiltracción. Ya se lo podía imaginar, seguro que la daban un papel femenino y tendría que pasarse toda la obra caminando con tacones y llevando la pistola entre dos limones en el pecho. Y luego aparecerían un montón de admiradores con flores y bombones intentando cazarle. Por lo menos tendría flores y bombones de sobra para enviar a su amor secreto.
El comisario emitió un ronquido desagradable y dio un brinco: se había quedado dormido sobre las sillas de la sala Brifing.
-¿Pero qué...? -Se preguntó, extrañado. Tras constatar que nadie más se encontraba en la sala, y que por lo tanto su desliz había sido confidencial, se desperezó estirándose y bostezando. Más despejado, se dirigió hacia la puerta y se embarcó en el pasillo. Al llegar al vestíbulo, aún un poco somnoliento, tuvo que frotarse los ojos para asegurarse de que no seguía soñando: a lo lejos, en una mesa, Lola conversaba con Rocamora, y don Lorenzo juraría que estaban intimando. Bufando, el comisario caminó hasta allí a toda prisa y se situó junto a la mesa en torno a la cual charlaban su hija y el agente.
-¿Interrumpo algo? -Preguntó, juntando ambas manos. Sin esperar respuesta, aferró uno de los brazos de Lola y la obligó a levantarse- Hija, quisiera hablar contigo -Explicó, haciendo un colosal esfuerzo para aderezar la frase con una sonrisa-. Espérame en mi despacho, por favor.
De repente un brazo la asió con fuerza y descubrió a su padre mandándola esperar en su despacho. Seguía cabreada con él por la forma con la que la había recibido y decidió vengarse un poco jugando con Rocamora. -Uyyy Rocky, que me llama el alto mando. Luego nos vemos... Le saludó con la mano poniéndose sensual mientras recogía su bolso de la silla enseñándole nuevamente el escote al policía, luciendo una sonrisa picara.
Se apoya en el lavavo del vestuario e intenta respirar hondo , su mejilla tenía un pequeño rasguño pero eso no le preocupaba , lo que le inquietaba era que su vista se había vuelto borrosa y su respiración era acelerada - Bfff , joder... - A continuación se lleva la mano al pecho y se lo aprieta con fuerza , poniendo una cara no muy agradable , pues sufría una serie de pinchazos continuos , por lo que el becario retrocedio unos metros y se sentó en el banco que había en medio de la habitación , intentando mantener la calma
El sonriente rostro de don Lorenzo permaneció inmutable hasta que Lola se alejó, de una forma muy provocativa, en dirección a su despacho. En cuanto su hija dobló una esquina, la cara de don Lorenzo se deformó súbitamente y el comisario se abalanzó sobre Rocamora, a quien agarró por el cuello y forzó a levantarse. El indefenso agente se dejó arrastrar hasta una esquina, contra la cual don Lorenzo le estampó.
-Escúcheme bien, agente -Susurró, y Rocamora pudo sentir cómo el brumoso aliento del comisario se arremolinaba alrededor suyo-: si por cualquier razón vuelvo a verle rondando alrededor de la señora Castro, aunque sólo sea para pedirle la hora -Dijo, reprimiendo un impulso asesino hablando en un tono comedido y golpeando el pecho del agente con un dedo- me aseguraré de que no vuelve a ver la luz del sol hasta el día de su defunción, ganso, que es usted un ganso, que le voy a tener archivando informes hasta después de la jubilación, ¡por... indecoroso y ganso! -Conforme hablaba, el tono de don Lorenzo ascendía exponencialmente- Le voy a empapelar, Rocamora; como vuelva a tocar a mi hija... ¡por mis cojones que le empapelo! ¡... ganso! -Dicho esto, el comisario contuvo las ganas de propinarle un castigo ejemplar al agente y le dio la espalda sin más miramientos. Al alejarse, escuchó un lastimoso gimoteo a sus espaldas, pero no se inmutó. Unos segundos más tarde se encontraba en su despacho, donde Lola ya le esperaba- Hola, hija -La saludó, no más calmado.
Torció el semblante y miró a su padre con cara de pocos amigos. -¿Y ahora que puñetas le pasa al señor? Le espetó dejando ver su cabreo.
Povedilla:
Se había pasado con la tilas y ahora dormía profundamente sobre la montaña de papeles de su mesa, soñando con las bellezas de la comisaría. Se imaginaba a Lola con un vestido ajustadisímo bailando con él por la comisaría mientras todos miraban celosos de su felicidad. Luego el sueño cambiaba y estaba en al altar con Silvia mientras Don Lorenzo la daba unas palmaditas en la espalda diciendo lo que buen policía y marido que era. Luego soñaba con qué Salgado le besaba apasionadamente bajo la Torre Eiffel mientras se oían fuegos artificiales de fondo...
Marina se acercó a su marido y le agarró una mano, intentando buscar su apoyo.
De Gaulle le susurró algo al oído, y ella se fue al cuarto.
Monsieur De Gaulle
Nungca, nungca, nungca pengsé que podgríais caeg tan bajo.
Habéis apagesigo en Espagña paga... impedig que me cagse... y ahoga... ¿paga haseg que me divogsie?
Claude
Higjo, esta chigca no te conviegne, de vegdag.
No quiego seg dugo pego... cuangdo senagmos me miga el paquegte...-reveló seriamente.
Charlotte
¿Cógmo que te miga el paquegte?-se giró impresionada.
Es una enfegma higjo, daglo pog sentago.
Si la has mandago a haseg las malegtas has hegcho bien.
Adegmás, miga, miga...-sonrió señalando la lámpara de Luis XIV sobre sus cabezas.
Monsieur De Gaulle
Igos ahoga mismo de mi cagsa...
Charlotte
Si miga que se lo tenggo digcho-habló a Claude haciéndose la sumisa.
Si a mí me da igual que líes con una españogla, pego que sea una señoga segia y no una golfa...
Algugna del Pagtigo Populag, pog ejemplo-Claude asintió de acuerdo.
Monsieur De Gaulle
¡Qué os vagyáis al cagajo, he digcho!
¡Vengga, laggo!
¡Ya he oígdo sufisiengte, no quiego volveg a vegos!-comenzó a empujarlos llevándolos a la puerta de entrada.
Claude
¡Higjo, me hagses dagño!
¡Cheri, has alggo!
¡Que nos egcha, métegle cagña!-se agarró al marco de la puerta.
Charlotte
¡Higjo, vagle, vagle!
¡Lo getigo!
¡Digle que salgga del dogmitogio, que le pigdo pegdón!
¡Ay!-gritó una vez los sacó al umbral de la puerta.
Vengga, higjo, ya está bien la bgromigta...
De Gaulle cerró la puerta, y el silencio invadió la manzana.
Sus padres intercambiaron miradas de terror.
Claude
Essto...
Se te ha seggaggo la puegta.
Abgre...-alzó la voz sin ganas.
Charlotte
Eges un estúpigdo...
Siempgre lo has siggo, Claude.
Comenzaron a andar desolados por la calle.
Claude
No te ponggas agsí, tongta.
Hagé de tgripas cogasón.
Esta nogche en cagsa te doy lo tugyo-se metió las manos en los bolsillos del pantalón.
Charlotte
A mí no me amenagses, asquegoso...
Ogye, Claude...
Nungca te lo he pgregungtago pego...
¿Tú begbes?
Claude
No...-negó con la cabeza.
Charlotte
Yo tampogco-le agarró de la mano dispuesta a llevarle a cualquier tugurio de la ciudad para emborracharse antes de volver a Francia.