El mayor temor del subinspector Lucas Fernández--made in "pove"

Espero que os guste:

Subía con cuidado a su descapotable rojo para ir a trabajar. Mientras arrancaba, una brisa de aire fresco le hizó ondular sus cabellos, el era el subinspector Lucas Fernández, un gran policía e inseparable amigo de sus amigos, especialmente de Paco y Mariano.
Al llegar a comisaría subió los escalones mientras crujían para llegar a su despacho donde cogería su querido revólvere iría por las sucias calles de San Antonio, un barrio pobre y poco glamuroso situado en la ciudad de Madrid.

El subinspector no temía a nada ni a nadie, ni a la peor situación, ni al peor sentimiento de tristeza o melancolía, era un tipo que a lo único que temía era a perder a sus amigos, ó eso era lo que creía él por aquel entonces.

Cogió su pistola y cogió su placa, mientras se marchaba se cruzó por medio de comisaría con Sara, la hija de su amigo Paco.

-¿Lucas, me llevas al cole?

Este accedió pese a que tenía un operativo en media hora, pero una fuerza interior le impedía negarle el favor a Sarita.

Ambos salieron por la puerta de comisaría, Sara sonreía alegremente, pero a Lucas había algo que le reconcomía por dentro, no sabía que era pero algo le negaba sonreir pero a la vez le daba alegría, era una mezcla de sentimientos.

Cuando subieron al descapotable rojo Sara le propuso a Lucas:

-Tito, como todavía queda media hora para ir a clase podríamos ir al bosque, ¿por fi...?

De nuevo a Lucas le vino esa fuerza interior que le impidió negarle a Sarita su preposición, así que el subinspector Fernández arrancó mientras ella sonreía alegremente. Él la miró fíjamente y su sonrísa se le quedó guardada, no se le podía quitar de la mente.

Al llegar al alegre bosque primaveral, Lucas bajó a Sara del coche y ambos se pusieron al filo de un barranco a observar el bonito cielo resplandeciente de aquel catorce de febrero.

-Lucas, ¿has visto que bonito el día?, San Valentín es el día más bonito del año. ¿A que sí?

Lucas la miró y sonrió observando su rostro mientras que el subinspector se pensaba la respuesta.

-Pues sí Sara, aun que bueno, más aún a tu edad, a la mía las cosas cambian y esto es un día normal.

Sara le miró extrañada, no se creía lo que acababa de decir, así que se limitó a mirarle sonriente observando su rostro. A Sara no se le podía quitar la sonrísa de Lucas, se le había quedada grabada en la mente.

Lucas miró hacia abajo del barranco oscuro el cual no se veía el final de la caída, después miró hacia arriba y vio el cielo resplandeciente y luminoso anunciando un nuevo día, en el mundo había cosas muy distintas juntas, ¿por qué ellos dos no podían estar juntos?

Esa idea se le quitó al segundo de la cabeza cuando vio como Sara hablaba con un compañero suyo de clase por el móvil y le pedía a Lucas si podía dejarla en la puerta del colegio.

El subinspector Fernández se quedó observando el oscuro fondo del temido barranco mientras Sara subía al coche, él sabía ahora cual era su mayor temor, y solo se planteaba si tirarse de cabeza y olvidarlo todo, pero entonces enlairó la vista y volvió a mirar el bonito cielo primaveral, claro y resplandeciente, iluminado por la luz del sol, y entonces se dio cuenta de que ella también le quería, pero lo mejor era esperar a que todo fuese más fácil.

FIN.


Espero que os haya gustado.

Un saludo.