Foro Los hombres de Paco
Frases memorables!!!
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17/07/2008 14:54
Como estos meses nos tienen sin Los hombres de Paco, yo me dedico a ver todos los capítulos de todas las temporadas y hay muchas frases divertidas ó que significan mucho para ellos.
Propongo que entre todos hagamos una recopilación de todas aquellas frases que más nos gusten.
1ª temporada. Capítulo 7 "El brillo de Oropel"
Cuando Paco se va a infiltrar en el "Caso Polainos"...
Montoya: te ha quedado claro, Paco?
Paco: que si, que yo le doy a este botón y luego a este... anda! Ya me ha salido otra vez el "salvaslip" este...
Montoya: el salvapantallas Paco, el salvapantallas...
Propongo que entre todos hagamos una recopilación de todas aquellas frases que más nos gusten.
1ª temporada. Capítulo 7 "El brillo de Oropel"
Cuando Paco se va a infiltrar en el "Caso Polainos"...
Montoya: te ha quedado claro, Paco?
Paco: que si, que yo le doy a este botón y luego a este... anda! Ya me ha salido otra vez el "salvaslip" este...
Montoya: el salvapantallas Paco, el salvapantallas...
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#441

07/07/2009 06:32
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.102, 4ª PARTE
En la sala de interrogatorios de la comisaría se hallan Félix Montejo y Marina Salgado, comandante del CNI, conversando a través de vídeo-conferencia con el secuestrador Ernesto, para intentar ganar tiempo para que los policías lograran localizar su posición y detenerle. En el otro lado de la cristalera, escuchando la conversación, estaba Paco, atento a los movimientos del secuestrador...
Félix: Ernesto, ¿me oye? Soy... Félix Montejo. Y... no soy policía, soy psiquiatra. Sólo quería hacerle una pregunta. Usted ha dado 19 minutos. ¿Por qué esa cifra en concreto?
Ernesto: ¿Quiere que se lo explique, doctor? (en ese momento entró Mariano apresuradamente en la sala contígua a la de interrogatorios, donde se hallaba Paco...)
Mariano: Paco..., confirmada la identidad del rehén, ese cabrón dice la verdad (refiriéndose al secuestrador, Ernesto. Paco entrecerró los ojos, sentándole mal la noticia, ya que esto confirmaba que no se trataba de ninguna broma por parte de Ernesto...)
Ernesto: ¿Cuánto tiempo tarda un agente en acudir a un 10-34, comandante?
Mariano: He visto a la niña y a Aitor (la gente situada en el interior de la sala de interrogatorios no podía oír nada de lo que Paco y Mariano hablaban) Están allí abajo. ¿Qué vamos a hacer, Paco?
Salgado: El 10-34 es un código interno de la policía nacional... que hace referencia a un asalto a mano armada con rehenes
Mariano: El Ernesto este es un teletabbie comparado con lo que valía Lucas (mientras escuchaba a Mariano, Paco asintió, convencido de que estaba en lo cierto)
Salgado: Y... es prioridad máxima
Ernesto: Ya sé que es prioridad máxima, le estoy preguntando cuántos minutos
Mariano: Y entre retraso, trasbordo y su puta madre... en 16 horas lo tenemos aquí. Y cuando venga la lía, Paco (Paco se llevó su pañuelo a la boca, en señal de angustia)
Salgado: 4 minutos, bueno..., ronda entre los 3 y los 7 minutos aproximadamente
Ernesto: 3..., 4 minutos (dijo, mientras mantenía un gesto pensativo), correcto. Sin embargo, en el (volviendo a mirar a cámara) mes de Diciembre del año pasado... la policía recibió un 10-34. Los dos agentes que se encontraban más cerca del lugar del aviso tardaron... 19 minutos en acudir (mientras tanto, en la sala principal de la comisaría, Sara y Aitor, impotentes, observaban la pantalla gigante desde la cual se retransmitía el secuestro mediante el canal de noticias de Antena 3,
Sara: ¿Qué le has dicho a mi padre?
Aitor: Que me alegro que nos pillara. Mira, toda la puta comisaría (prosiguió, en vista de que Sara no hablaba) sabe que cada mañana estoy 5 minutos en la puerta para que no parezca que venimos juntos..., Sara. Eh, que le cambio las guardias a Rocamora para estar contigo, que nos subimos al montacargas para besarnos. Lo sabe todo el mundo menos él
Sara: Ya, pero es que ahora ni siquiera nos mira a la cara
Aitor: Ya, es que, es que si no nos mira a la cara está en su derecho. Pero ahora va a tener que aguantarnos en su equipo (dijo, mirando a la pantalla, donde se encontraba el secuestrador hablándoles a Félix y Salgado. Sara también miró hacia la pantalla)
Ernesto: Vamos, seguro que tiene alguna teoría
Aitor: Sara, tenemos que pillar a ese tío. ¿Vale?, tenemos que buscar el caso en los archivos, ya lo has oído (decía, mientras señalaba al secuestrador, a Ernesto), es un caso de Diciembre, hay rehenes y hay víctimas. Hay que enganchar a ese hijo de puta, Sara
Sara: Vale... Voy a buscar en el registro de partes y de llamadas (se levantó a toda velocidad de donde estaba sentada y se dirigió a buscar lo que había mencionado)
Aitor: Yo voy a por los archivos, piensa que puede ser cualquier comisaría de España
Sara: Vale (respondiendo a Aitor antes de marchar definitivamente, que se había levantado muy rápido también)
La siguiente escena se desarrolla en el laboratorio de la comisaría. Silvia se encuentra hablando por el teléfono móvil...
Silvia: (suspiró)Bueno, pues vale, vale, vale, gracias, gracias (Pepa entró al laboratorio) Tiene una conexión 3G, vía móvil que está señalizando en un radio de 45 kilómetros, pero es que va a tardar 10 minutos en restringir la búsqueda. Es que me siento tan impotente... (se sentó en la mesa donde estaba operando con el ordenador mientras realizaba el trancer para encontrar la ubicación del secuestrador)
Pepa: Melanie Griffin y Antonio Banderas (puso una foto que tenía en su poder, una de varias, en la mesa, a la vista de Silvia) Rafael y María (“María” o un nombre similar decía, desgraciadamente no le entendí del todo este nombre...) Figueroa, (tendiendo otra foto en la mesa en la que se mostraba a la pareja a la cual hacía referencia), Ana Belén y Victor Manuel. (postrando una foto más) Zapatero, Sonsoles Espinosa. Paul Newman y su mujer que no sé como se llama, Alaska y Mario Vaquerizo (terminó de poner todas las fotos sobre la mesa, de las diferentes parejas famosas que andaban juntas en ese momento...)
Silvia: Pepa, que no es el momento
Pepa: Mira, pelirroja (dijo, inclinándose a Silvia) Estos llevan la tira de años casados. Y tan felices (Silvia fue mirando las fotos, entre pensativa y sonriente, dándole vueltas a su cabeza a lo que le estaba haciendo ver Pepa. Silvia suspiró y Pepa le tendió a su novia un folleto en el que aparecía inscrita una casa rural...) Te dije que del sitio me encargaba yo, ¿no? A 50 kilómetros de Madrid (Silvia abrió el folleto y vio que contenía una foto de la casa rural en sí y unos datos explicando todo lo referente a la casa) 30 hectáreas de parque natural sin una sola carretera a la vista. (Pepa hablaba a Silvia prácticamente al oído) 20 metros cuadrados de salón. Y una cama... como un estadio de fútbol (ante estas últimas palabras de Pepa, Silvia la miró, comenzando a albergar ilusión en su interior) ¿De verdad crees... que un matrimonio que empiece en un sitio así... puede ir mal? (Silvia miró a Pepa y la sonrió. Esta última le devolvió la sonrisa. La pareja parecía más fuerte que nunca...)
Sara y Aitor, en la sala principal de la comisaría, poseen en sus manos varias carpetas y archivadores que contienen información sobre los casos acaecidos en la comisaría en el mes de Diciembre. Mientras caminan por la sala principal de la comisaría con todos aquellos documentos en las manos, mantienen la siguiente conversación...
Sara: Tengo que tardar 2 años en cotejar 357 informes..., 20 archivos de red y 80 casos en vías de resolución judicial
Aitor: Probabilidades pues... pues tenemos pocas. Pero también era poco probable que tu padre entrase en casa sin llamar, abriese la puerta y nos pillase ahí... bueno, en pleno orgasmo (se sentaron, cada uno en una mesa, quedando enfrente uno de otro, dejando la pila de informes y archivadores sobre las mesas. Aitor empezó a abrir uno de los archivadores y a ir sacando las carpetas que contenían los documentos de los casos de Diciembre...)
Sara: ¿Sabes por qué ha pasado?
Aitor: ¿Por qué?
Sara: Porque hace una semana que no cierro la puerta de casa. Porque necesito dejar... (se interrumpió súbitamente. Aitor prestó atención a Sara, dejando los archivadores de lado por unos momentos) Porque ya no me siento culpable. Porque ya no necesito esconderme de mi padre. Ni cerrar la puerta. Ni mirar por encima del hombro cuando te doy un beso por si viene alguien. Porque yo no me siento culpable por quererte. (tras decirle todo esto a Aitor, se concentró en buscar entre los documentos que tenía apostados encima de su mesa, un posible factor que pudiera desvelar algo sobre el secuestrador Ernesto. Aitor se quedó un rato observando a Sara profundamente, y después ayudó a Sara con la búsqueda...)
#442

07/07/2009 06:34
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.102, 5ª PARTE
Aitor conduce un coche a toda velocidad para dirigirse lo antes posible al domicilio del secuestrador que mantiene en jaque a la policía, al hacerles superar unas difíciles pruebas para que no ejecute al rehén que tiene capturado consigo. Sara está sentada en el asiento del copiloto, dirigiéndose junto con Aitor a la casa en cuestión...
Sara: Es increíble. Este tío vive en un bloque de apartamentos con más de 30 vecinos y nadie nota que se ha vuelto loco
Aitor: Yo no creo que esté loco, eh, Sara
Sara: Claro, no está loco. (dijo en tono irónico)Podría haber secuestrado un autocar con... alumnos de primaria o haber hecho gas sarín en el metro (Aitor realizó un giro muy brusco por una calle en una curva y la enfiló en una recta) Aitor, que estás invadiendo el carril contrario
Aitor: Joder, claro que se le fue la pinza, Sara. Pero lo que te quiero decir es que a cualquiera se le puede ir la pinza si le pasa lo mismo. Sara... Sara, si te perdiera... (en ese momento Sara permaneció atenta a lo que le iba a decir Aitor, mirándole) Si te pasara algo yo no sé lo que haría, Sara. No sé lo que haría. Te lo juro
En la siguiente escena se encuentran presentes, en el interior de la sala de tiro, Curtis y Pepa, y en la antesala de la misma, Paco, Félix, y la Salgado. Estos tres últimos se mantienen en comunicación con el secuestrador, Ernesto que, en caso de no cumplir con sus exigencias la policía, mataría al rehén que tiene retenido. La presentadora del programa “Al Filo de la Calle” graba su programa, ya que, en caso de cortar la emisión, el secuestrador no se lo pensaría dos veces y de igual modo acabaría cumpliendo sus amenazas. La presentadora entra a la sala de tiro para grabar la que sería la segunda prueba propuesta por Ernesto, que consistía en, desde una distancia de 20 metros, que uno de los agentes de comisaría disparara a una botella anclada encima de la cabeza de otro agente. Por otra parte, el cámara del programa “Al Filo de la Calle”, grababa directamente a la antesala de la galería de tiro, donde estaban ubicados Paco, la Salgado y Félix... (la 1ª consistía en que un policía comiera 20 donuts en apenas 3 minutos, algo para lo que Mariano se ofreció voluntario)
Presentadora “Al Filo de la Calle”: Estamos en la sala de tiro de la comisaría donde los agentes Miranda (refiriéndose a Pepa, no a Paco) y Naranjo (refiriéndose a Curtis en su apellido) están preparados para la segunda prueba (Pepa cargó su pistola)
Ernesto: Señores..., se acaba el tiempo. La respuesta de la policía ha de ser rápida, intuitiva
Félix: Ernesto... Hábleme de ella. ¿Cómo era su mujer?
Ernesto: ¿Mi mujer? (Félix le hizo un gesto como ratificando la pregunta de Ernesto) Alguien definió el amor... como... la casa donde a uno le esperan. Y es cierto. (Salgado miró a Paco en ese instante) Ella era la casa..., las puertas..., los muebles..., el bote de café... el aroma..., las sábanas... (en ese momento se mostró a Aitor y Sara, en el interior del coche en el que se estaban dirigiendo hacia la casa del secuestrador) recién planchadas..., el hueco en la cama... Ella lo-lo era todo. No es justo que la matasen
Félix: Ernesto..., ¿se ha parado a pensar que... que ese hombre que tiene amordazado a su lado... también tiene un nombre... que figura en un buzón... y tiene un sitio en una mesa... en la que desayuna siempre con la misma taza? Ese hombre... ta-también es la casa de otra persona (Ernesto se sintió muy dolido al oír aquello y no pudo contener las lágrimas) Párese a pensarlo, Ernesto
Ernesto: Si buscan culpables miren la hora de la policía. Y ahora, señores..., demuestren que 20 metros de distancia... y la responsabilidad... de destrozarle la cabeza a un compañero no es suficiente presión para alterar su pulso (acercó la silla donde tenía atado al rehén a la cámara)
Paco: (llamó a su hija por el móvil, una vez hubo dado señal, Paco habló) Sara, no nos queda tiempo
Sara: Estamos llegando, papá, un minuto
Ernesto: En la academia, un agente... se examina (Pepa y Curtis se dieron la mano, estando ya a punto para la prueba) con tiros superiores a 20 metros. Demuestren que su agente habría acertado
Salgado: Ernesto, nuestros hombres se están preparando. Los agentes se están situando a la distancia convenida. Denos dos minutos
Félix: Veamos, Ernesto..., siga hablando
Ernesto: Sé lo que estáis intentando hacer. Sé que todo es mentira. No intentáis redimiros, sólo queréis ganar tiempo (Curtis terminó de colocarse en posición)
Paco: Sara, Sara, ¿dónde estáis? (hablando a través del móvil con ella)
Aitor: Es aquí
Paco: Curtis está allá dentro
Aitor: Estamos aquí, es aquí, ¡es aquí, Paco! (dio un frenazo al coche y lo aparcó por las proximidades del bloque de apartamentos)
Sara: Por favor, no tenemos tiempo, Sara
Aitor: Vamos, Sara
Sara: ¡Papá, acabamos de llegar! (tanto ella como Aitor salieron del coche) ¡Aguantad un poco más! (desde el lado contrario del coche al que se encontraba ella, Aitor le lanzó una linterna, y ella la cogió al vuelo con una sola mano)
Aitor: ¡Vale, es ese edificio de ahí, Sara! (entraron en el edificio por un lateral...)
En la comisaría de San Antonio, la segunda prueba propuesta por el secuestrador Ernesto, que mantenía retenido a un rehén, fue superada, logrando disparar, en la sala de tiro, Pepa a la botella que tenía Curtis encima de su cabeza... Ernesto retiró al rehén de enfrente de la cámara mediante la cual se dirigía hacia la comisaría, utilizando el programa de “Al Filo de la Calle” de filtro. Por otra parte, Paco continuaba hablando con su hija, Sara, a través del móvil...
Ernesto: Muy bien. Ya habéis podido redimir... la gula y la torpeza que acabaron con la vida de mi mujer. Sólo os queda la cobardía. En 10 minutos os diré que hay que hacer.
Paco: Sara...., hemos conseguido la segunda prueba, Pepa ha disparado. Ahora ya tenemos más tiempo (apartó la cámara que le estaba grabando, procedente del programa “Al Filo de la Calle”, intentando tener un momento de intimidad con su hija)
Sara: Papá...
Paco: Ss..., dime
Sara: Papá, que Aitor y yo... Que vamos a seguir registrando el piso, ¿vale? (dijo, tras un extenso momento de silencio en el que nadie se atrevió a decir nada y Aitor miró a Sara por si le comentaba a Paco algo del asunto de que les pillara juntos en la cama...) Te dejo (colgó a su padre)
Paco: Sara... (simuló que proseguía conversando con su hija por el móvil) Soy... soy un..., soy un idiota, un-un-un imbécil, un... un bruto. Si tú quieres teñirte el pelo de... de naranja pues... de naranja. O que si te quieres ir a... a vivir encima de un árbol pues estupendo. Y si quieres... y si quieres a-a Aitor (la comandante Salgado salió de la sala de tiro en aquel momento y se encontró allí a Paco hablando por el móvil)..., también. Nadie tiene la culpa, mi vida. Nadie. Así es-así es la vida. Un día estás casado y al día siguiente pues... te separas. Pero..., pero tú no tienes la culpa, mi vida. Yo me encargo de Lucas. Te quiero (apartó el móvil de su oreja y cerró la tapa, colgando él también la llamada por completo. Paco se giró y vio a la Salgado delante suyo, que le miró sintiendo tristeza por Paco...)
#443

07/07/2009 06:35
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.102, 6ª PARTE
La siguiente escena tiene lugar por las proximidades del montacargas de la comisaría. Rita recibe una llamada en su teléfono móvil, se trata de Montoya. Ella coge la llamada sin miramientos, decidida...
Rita: Mmm..., hola (dudando que decir con el “mmm” por un momento), inspector Montoya. Ya se ha enterado, ¿no?
Montoya: Sí, Rita, ya me he enterado. Vamos para allá lo antes posible
Rita: Muy bien (dijo, asintiendo con la cabeza, un tanto nerviosa)
Montoya: Rita...
Rita: ¿Sí?
Montoya: Que ya sé que no es el mejor momento pero... Que te echo mucho de menos aquí en Nápoles. Y... y... (no pudo evitar reírse por un instante) Y bueno, que normalmente me cuesta mucho decir estas cosas pero... no sé..., (Rita asintió fuertemente con la cabeza, emocionada) ahora me resulta... me resulta fácil. Que te quiero. Sólo era eso, Rita (dijo aquello último con una deslumbrante sonrisa)
Rita: Yo... yo también lo quiero muchísimo a usted, inspector Montoya (estaba a punto de llorar de la alegría que emanaba de su ser)...hace mucho tiempo.
Montoya: Por dios, Rita, no me-no me llames de usted
Rita: Perdón (dijo, riéndose ante el último comentario de Montoya) Le quiero, Gonzalo. Que le quiero. Le quiero, Gonzalo, le quiero. Le quiero, le quiero, Gonzalo, le quiero, le quiero, le quiero (dijo, elevando cada vez más el volumen de su voz, en un estado de inmensa alegría)
La siguiente escena tiene lugar durante el minuto de oro en el día en el que fue emitido el episodio, con Pepa, Rita y Silvia yendo hacia la posición del secuestrador, Ernesto, que mantenía retenido a un rehén, y estaba en plena comisaría, en el almacén de objetos perdidos, y Paco a punto de realizar una prueba, en la sala de interrogatorios, la 3ª, que consistía en que uno de los agentes de la comisaría se cortara un dedo, algo para lo que el inspector Miranda, se ofreció voluntario de hacer. Mariano sujetaba una guillotina de cortar papel, debajo de la cual, Paco, tenía puesto el dedo meñique de forma que la guillotina lo cortara con un golpe seco y rápido. A través de las cámaras de televisión del programa “Al Filo de la Calle”, Paco se comunicó con Ernesto...
Paco: Antes de que me corte el dedo... quiero decirte dos cosas. Siento mucho... lo que le pasó a tu mujer (Ernesto asintió con la cabeza, aceptando las condolencias de Paco)
Ernesto: ¿Y lo segundo?
Paco: Que estoy seguro... que mis hombres hubiesen dado la vida... por salvar la de tu mujer. Cualquiera... (puso su mano encima del hombro de Mariano, mostrando una confianza plena en su amigo)
Ernesto: Se acabó el tiempo, inspector
En el bar de los Cachis, tiene lugar la última escena del episodio, en la que Paco y la comandante del CNI, Marina Salgado mantienen la siguiente conversación, precedida primeramente por una foto que le saca a Paco una de las múltiples personas, en concreto esta se trataba de una chica, que vivieron en vivo y en directo el incidente del secuestrador Ernesto...
Chica: Muchas gracias (dirigiéndose a Paco. Acto seguido se marchó)
Paco: (se sentó en la mesa junto a la Salgado) Lo que es-lo que es la televisión, sales un-un ratito y de aquí ya boom (imitando el estallido de una pequeña bomba con el “boom”), a hollywood. Bueno, y mira. Para lo que sirve el dedo meñique, el infravalorado, para liar fajitas (le dijo a la Salgado, echándose a reír por breves segundos cuando hubo terminado de decir aquello, mientras hacía lo que le estaba comentando)
Salgado: Paco, que... (Paco comió un trozo de la fajita y bebió un sorbo de una botella de cerveza, llamada “Coronita”) Que quería pedirte disculpas. Que tal vez he estado... un poco tensa en el operativo
Paco: Marina, esto es como-como en el fútbol. Lo que pasa en el campo se queda dentro del campo. De puertas para fuera, todo olvidado
Salgado: Cuando estabas a punto de cortarte el dedo... la que sufría no era la comandante del CNI
Paco: No te... no-no te entiendo (un camarero hizo acto de presencia allí y sirvió a Paco y la Salgado los alimentos que habían pedido)
Camarero: Aquí tienen, su ensalada de garbandía (“garbandía” o algo similar dijo, desgraciadamente no le entendí correctamente esa palabra...) Que aproveche. (el camarero marchó a atender a otros clientes, Paco tomó otro sorbo de cerveza)
Salgado: Pues tampoco sé si te lo voy a saber explicar. A lo mejor la estoy cagando, Paco. Por tu amistad con Mariano... Pero... es lo que me pasa. A lo mejor es por las cosas que hemos vivido y las que... las que a veces imagino que vamos a vivir y...y-y tal vez también por el afecto que puedas sentir por mí. Pero es así. Creo que me estoy enamorando de tí, Paco (Paco se quedó sin palabras al oír aquello, sin alterar su gesto prácticamente, como incapaz de creérselo, y como ignorando que la Salgado estuviera allí, sorbiendo cerveza como si nada de aquello estuviera pasando...)
Por esta semana esto ha sido todo en las frases memorables, tanto en el contenido cómico como en el dramático. Quedan apenas 2 capítulos para acabar con la temporada, para acabar una etapa en las frases, para dejar atrás unos tiempos que han deparado cosas buenas y otras no tan buenas, tiempos en los que se han podido presenciar muchas cosas... Los capítulos restantes corresponden al 103, el que se emitirá el miércoles 8 de Julio de 2009, titulado “Amor a bocajarro”, y el capítulo final de la temporada, el 104, que se emitirá el miércoles 15 de Julio de 2009, probablemente titulado “Todos los planes de Lucas Fernández”. Espero que las frases de esta semana hayan sido de su agrado. Si las cosas van bien, la semana siguiente les llegará el turno a las frases del capítulo 103.
Saludos, paqueros/as
#444

14/07/2009 06:28
Las frases memorables vuelven una semana más con la exposición de las cómicas de "Los Hombres de Paco", las correspondientes al capítulo 103, titulado "¡Amor a bocajarro!". En este capítulo el contenido cómico se verá incrementado con respecto al anterior episodio, en el que resultó ser bastante escaso. Se intercalará una escena que conjugará lo cómico y lo dramático en el final de la puesta en escena de las frases cómicas.
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x24, "¡Amor a bocajarro!"
En la siguiente escena, Don Lorenzo llama por teléfono a Povedilla, por asuntos relacionados con la cercana boda de Pepa y de Silvia. Kike y Nelson se encuentran junto a Povedilla, adornando el coche nupcial, en el parking de comisaría...
Povedilla: Sí, Don Lorenzo, dígame (contestando a la llamada)
Don Lorenzo: (desde el otro lado de la línea, en casa de Paco) ¿Todo bien, Povedilla?
Povedilla: Todo perfecto, Don Lorenzo, tengo su coche limpio, encerado y debidamente ornamentado para la boda
Don Lorenzo: Quiero que me haga otro, otro favor, eh
Povedilla: Lo que usted mande, Don Lorenzo
Don Lorenzo: Necesito que me localices 32 gladiolos
Povedilla: Trein-treinta y dos gladiolos... (repite, pensando en el motivo por el que Don Lorenzo le pedía eso)
Don Lorenzo: Sí, la edad de mi hija, de Silvia. Es su flor favorita y como en la boda de Lucas... no-no la hubo... pues eh... (mientras tanto, Nelson estaba cogiendo un adorno con múltiples latas adosadas al mismo y llevándolo al coche nupcial... Así mismo, Don Lorenzo observó a Paco y Mariano, por si acaso estuvieran escuchando la conversación entre él y Povedilla, pero al darse cuenta de que no era así, reanudó dicha conversación) Ya-ya me entiende
Povedilla: S-, nada, pues... marchando 32 gladiolos, comisario
Don Lorenzo: Ah, y otra cosa. Alértales a esos mangarranes amigos suyos que no quiero ni una chapa, lata o globito de los cojones en el coche, bajo su responsabilidad
Povedilla: Ah, no-no se preocupe, Don Lorenzo, lo tengo todo bajo control
Don Lorenzo: Hasta luego (le colgó a Povedilla. Este último le hizo el saludo militar, a pesar de que no podía verle y también colgó la llamada. Acto seguido, suspiró)
Povedilla: 32 gladiolos... Kike, ¿tú me puedes dejar algo para la floristería? (dirigiéndose a él, que estaba cargando unas cajas con flores en su interior, llevándolas al coche nupcial. Al percatarse de la llamada de Povedilla, soltó la caja que estaba transportando y se dirigió hacia él) Es que con la tontería de los adornitos me he quedao si-sin un duro (le mostró, en su mano derecha, unas pocas monedas de Euro. Se los guardó en su bolsillo y le enseñó unos cupones, usados principalmente para sorteos de entidades como la ONCE, la Cruz Roja, entre otras) Como no me toquen los 125 kilos de lo del sorteo de la Cruz Roja yo no sé...
Kike: (interrumpió a Povedilla) Que no es por el oro. Se juega para ayudar a los demás. ¿Por qué no vas a la florista del cementerio? Ahí lo tienen todo a mitad de precio (Kike fue hacia la camioneta que contenía las cajas con las flores, a continuar metiéndolas en el coche nupcial)
Povedilla: Ahí-ahí-ahí le has dao, Kike, floristería del cementerio, perfecto (se giró hacia el coche nupcial y vio a Nelson que estaba colocando el adorno repleto de latas en la parte inferior del coche) ¡Eh! (gritándole al oído, alarmándolo) ¡Que te he pillao, negrito del colacao, eso fuera de ahí ya, este coche va a ir impoluto! (Nelson cogió el adorno y se reincorporó, ya que estaba prácticamente tirado en el suelo, para poder tener acceso a los bajos del coche), hombre, que-que-que esto es una boda de alto copete, por el amor de dios
Nelson: Vale, vale, que pensaba (se echó el adorno con las latas alrededor del cuello) que las latas eran un clásico
Povedilla: ¿Clásico, qué-qué clásico?, que luego me-me cuelga a mí Don Lorenzo de los pulgares si aparezco con toda esa... (abrió el maletero del coche en el que Nelson intentó meter el adorno con las latas por su parte inferior y metió dentro un pañuelo, sin mirar dentro del mismo, cerrándolo, mirando a Nelson. Dentro del coche había un par de cadáveres pero Povedilla, al no mirar en el interior del maletero, no reparó en ellos...) cacharrería colgando, venga, fuchi, fuchi, vice, vice (le dijo, para que se apartara del coche) Y tú no te rías (dirigiéndose a Kike en esto último, señalándolo con el dedo) Todo el día limpiando el coche para que ahora venga Don Lorenzo...
Nelson: (interrumpiendo a Povedilla) No te enfades, no te enfades, Pove (Povedilla se montó en el coche en el que había metido el pañuelo en el maletero segundos antes, y lo arrancó)
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x24, "¡Amor a bocajarro!"
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.103, 1ª PARTE
En la siguiente escena, Don Lorenzo llama por teléfono a Povedilla, por asuntos relacionados con la cercana boda de Pepa y de Silvia. Kike y Nelson se encuentran junto a Povedilla, adornando el coche nupcial, en el parking de comisaría...
Povedilla: Sí, Don Lorenzo, dígame (contestando a la llamada)
Don Lorenzo: (desde el otro lado de la línea, en casa de Paco) ¿Todo bien, Povedilla?
Povedilla: Todo perfecto, Don Lorenzo, tengo su coche limpio, encerado y debidamente ornamentado para la boda
Don Lorenzo: Quiero que me haga otro, otro favor, eh
Povedilla: Lo que usted mande, Don Lorenzo
Don Lorenzo: Necesito que me localices 32 gladiolos
Povedilla: Trein-treinta y dos gladiolos... (repite, pensando en el motivo por el que Don Lorenzo le pedía eso)
Don Lorenzo: Sí, la edad de mi hija, de Silvia. Es su flor favorita y como en la boda de Lucas... no-no la hubo... pues eh... (mientras tanto, Nelson estaba cogiendo un adorno con múltiples latas adosadas al mismo y llevándolo al coche nupcial... Así mismo, Don Lorenzo observó a Paco y Mariano, por si acaso estuvieran escuchando la conversación entre él y Povedilla, pero al darse cuenta de que no era así, reanudó dicha conversación) Ya-ya me entiende
Povedilla: S-, nada, pues... marchando 32 gladiolos, comisario
Don Lorenzo: Ah, y otra cosa. Alértales a esos mangarranes amigos suyos que no quiero ni una chapa, lata o globito de los cojones en el coche, bajo su responsabilidad
Povedilla: Ah, no-no se preocupe, Don Lorenzo, lo tengo todo bajo control
Don Lorenzo: Hasta luego (le colgó a Povedilla. Este último le hizo el saludo militar, a pesar de que no podía verle y también colgó la llamada. Acto seguido, suspiró)
Povedilla: 32 gladiolos... Kike, ¿tú me puedes dejar algo para la floristería? (dirigiéndose a él, que estaba cargando unas cajas con flores en su interior, llevándolas al coche nupcial. Al percatarse de la llamada de Povedilla, soltó la caja que estaba transportando y se dirigió hacia él) Es que con la tontería de los adornitos me he quedao si-sin un duro (le mostró, en su mano derecha, unas pocas monedas de Euro. Se los guardó en su bolsillo y le enseñó unos cupones, usados principalmente para sorteos de entidades como la ONCE, la Cruz Roja, entre otras) Como no me toquen los 125 kilos de lo del sorteo de la Cruz Roja yo no sé...
Kike: (interrumpió a Povedilla) Que no es por el oro. Se juega para ayudar a los demás. ¿Por qué no vas a la florista del cementerio? Ahí lo tienen todo a mitad de precio (Kike fue hacia la camioneta que contenía las cajas con las flores, a continuar metiéndolas en el coche nupcial)
Povedilla: Ahí-ahí-ahí le has dao, Kike, floristería del cementerio, perfecto (se giró hacia el coche nupcial y vio a Nelson que estaba colocando el adorno repleto de latas en la parte inferior del coche) ¡Eh! (gritándole al oído, alarmándolo) ¡Que te he pillao, negrito del colacao, eso fuera de ahí ya, este coche va a ir impoluto! (Nelson cogió el adorno y se reincorporó, ya que estaba prácticamente tirado en el suelo, para poder tener acceso a los bajos del coche), hombre, que-que-que esto es una boda de alto copete, por el amor de dios
Nelson: Vale, vale, que pensaba (se echó el adorno con las latas alrededor del cuello) que las latas eran un clásico
Povedilla: ¿Clásico, qué-qué clásico?, que luego me-me cuelga a mí Don Lorenzo de los pulgares si aparezco con toda esa... (abrió el maletero del coche en el que Nelson intentó meter el adorno con las latas por su parte inferior y metió dentro un pañuelo, sin mirar dentro del mismo, cerrándolo, mirando a Nelson. Dentro del coche había un par de cadáveres pero Povedilla, al no mirar en el interior del maletero, no reparó en ellos...) cacharrería colgando, venga, fuchi, fuchi, vice, vice (le dijo, para que se apartara del coche) Y tú no te rías (dirigiéndose a Kike en esto último, señalándolo con el dedo) Todo el día limpiando el coche para que ahora venga Don Lorenzo...
Nelson: (interrumpiendo a Povedilla) No te enfades, no te enfades, Pove (Povedilla se montó en el coche en el que había metido el pañuelo en el maletero segundos antes, y lo arrancó)
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14/07/2009 06:30
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.103, 2ª PARTE
Povedilla llega en el coche nupcial a la entrada principal del cementerio, que tenía por nombre “Sacramental de Santa María”, donde la florista le está esperando. Povedilla acudió a ella por consejo de Kike, para comprar 32 gladiolos que le había dicho Don Lorenzo que comprara, por motivo de la edad de Silvia, que era de 32 años. Povedilla se dispuso a conversar con la florista desde la ventanilla del coche...
Povedilla: ¡Es que-es que me da igual si son blancos, o-o-o nazarenos pero que sean gladiolos! ¿¡Me oye?, gladiolos! 32 gladiolos quiero
Florista: Ay, pallo, que si se me llevan los gladiolos sólo se le va a echar a perder el cento (“cento” o alguna palabra de índole similar utiliza) y la corona, ande, llévese también los crisantelmos y los claveles.
Povedilla: ¡Que no! ¡Señora, que no! (perdiendo la paciencia) ¡Que no me voy a llevar un-un-una corona muerta a una boda, por el amor de dios, que eso da mal fario, hombre, y además es homosexual! ¡Póngame usted 32 gladiolos, ya está, 32 gladiolos!
Florista: Ay, pallo, yo no le oigo. Le voy a poner un zurtidor (hablaba con acento gitano)
Povedilla: Señora (se vio obligado a salir del coche, ya que la florista había salido de su radio de visión y no podía alcanzar a hablar con ella desde la ventanilla) A ver, señora (fue hacia la florista, que estaba situada en un sitio, a pocos pasos de distancia de la entrada del cementerio, en donde tenía guardadas unas macetas con flores) Señora, escúcheme, escúcheme,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no, póngame-póngame los gladiolos, solo los gladiolos, 32, por favor (entre tanto, un tipo se dirigió rápidamente al coche, que Povedilla no había cerrado con llave...) Le compro el puesto, venga, los gladiolos, ¿dónde están? (sacó su cartera, y la florista hizo un gesto como aceptando la oferta de Povedilla) Muy bien, muy bien, ahí está (la florista se dirigió al interior del cementerio y Povedilla la siguió. Justo en ese momento se percató de que se estaban llevando el coche nupcial, puesto que el ladrón del mismo ya lo había arrancado y ya estaba en marcha. Povedilla corrió tras el coche a toda velocidad, dejando plantada a la florista, mientras gritaba desesperedamente, mientras intentaba capturar al ladrón) ¡Eh, eh, eh, eh, al ladrón , al ladrón! ¡Eh, eh, eh, pare, (el coche realizó un giro brusco a la izquierda en una curva cerrada, luego aceleró y prosiguió su camino, con Povedilla detrás), pare, soy policía, pare! ¡Pare, pare, pare, pare, pare, pare, no,no,no,no,no (uno de los hombres que yacía en el maletero del coche, que Povedilla no vio antes, gritó pidiendo auxilio, pero Povedilla no alcanzó a escucharle. Tuvo que parar su persecución, debido a que el coche estaba demasiado lejos y no iba a poder alcanzarle a pie. Povedilla decidió llamar a Montoya para comunicarle el suceso)
Montoya: Dime, Jose Luís (respondiendo a la llamada de Povedilla)
Povedilla: Que me han-que me han robao el coche del señor comisario. Que- es que me he acercado ahí a comprar unos gladiolos que me ha encargado y pom, (haciendo un ruido como de un golpe con el “pom”) me han robao el coche
Montoya: Espera, espera, espera, espera, dime la matrícula
Povedilla: 24, 10, G (diciendo los números dejando un pequeño espacio mientras los decía, para que Montoya pudiera apuntarlos ya de forma seguida), LF (la matrícula resultante, apuntada por Montoya en un papel, sería 2410GLF)
Montoya: Venga, Povedilla, ¿estás bien?
Povedilla: ¿Cómo voy a estar bien, inspector, por favor?,que-que-que me han robao el coche nupcial,... hombre, que voy a tener que llevar a la boda ahí, a-a-a-a borriquetas, hombre (dijo, claramente nervioso)
Montoya: A ver, Povedilla, voy a ordenar una búsqueda prioritaria en la zona. ¿Vale?, vamos a encontrar el coche, tranquilo
Povedilla: Gracias, inspector, gracias (colgó la llamada a Montoya, suspirando en cuanto lo hizo, ligeramente más relajado. Mientras tanto, el hombre del maletero del coche nupcial seguía pidiendo ayuda desesperadamente, mientras golpeaba con todas sus fuerzas la carrocería del coche por dentro, en un intento de abrir el maletero pero sin tener éxito en ello...)
En la casa de Paco, (casa que en la que también viven en la actualidad Don Lorenzo y Mariano), Pepa, vestida de novia, baila con Don Lorenzo algo parecido a un vals, con una melodía de ambientación...
Pepa: ¿Mmmmme permite que... que lo lleve yo a usted?
Don Lorenzo: ¿A-a... mí? ¿Cómo-cómo es eso?
Pepa: Es que... es que soy yo la que tiene que llevar a Silvia en la boda
Don Lorenzo: Ah, pues (se echó a reír, gesto con el que le acompañó Pepa)..., en ese caso... esta mano va... aquí (cogió la mano derecha de Pepa, y se la colocó en su cintura), esta aquí (colocó su brazo izquierdo sobre el hombro izquierdo de Pepa) y esta aquí (puso su mano derecha en la mano de Pepa, cogiéndola. Y así, el baile continuó) Mm, bien (dijo, viendo que el cambio de posturas había dado buen resultado)
Pepa: ¿Sabe? Me gusta como suegro. Me imagino una tarde cualquiera..., llegar a su casa y sentarme a ver el... tour de Francia con usted. O un Roland Garros o un Madrid-Barça. Y me gusta que tenga ese carácter de mierda. Porque dice las cosas a la cara
Don Lorenzo: Bueno, pues ya que me has sido sincera te voy a decir un secreto. Ni se te ocurra dejar abierto... el bote del champú, tu vida corre peligro (Pepa se echó a reír ante este comentario de Don Lorenzo) Silvia menos cuarto, eh, maravillosa, y hay cuarto, pega bocado a todo lo que se acerca. Y ahí,... es imposible. Tú me llamas, la dejas que se calme..., te vienes a casa y tu suegro te estará esperando con una... paella maravillosa. Y después, un Don, Periñón (dándoles a estas últimas palabras una separación. Pepa rió una vez más ante los chistes de Don Lorenzo) ¿Sí? (a Don Lorenzo también le entró un ataque de risa. Justo cuando la canción acabo, y tanto Pepa como Don Lorenzo finalizaron su baile, el móvil del comisarío empezó a sonar) ¿Qué? (le dijo a Pepa. Esta le asintió, alegre, dándole el visto bueno a Don Lorenzo para que atendiera a la llamada. Cogió la llamada. Era Povedilla) Sí. Pove... (tuvo que interrumpirse, ya que Povedilla no paraba de hablar, aunque no se le podía escuchar a este hablar, únicamente a Don Lorenzo) Pero eh, tranquilo, Povedilla. E-a-a-hábleme despacio
#446

14/07/2009 06:31
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.103, 3ª PARTE
La siguiente escena se desarrolla en un cementerio, en donde Blackman refugia a la mujer de Bravante, que estaba llamada a declarar en los juzgados, pero que, en la ruta principal, según el propio Blackman, asaltarían a toda la comitiva que les resguardarían, así que, siguiendo el consejo de Don Lorenzo de seguir las instrucciones de Blackman, Curtis, el encargado de llevar a la mujer de Bravante, decide hacerle caso a Blackman...
Curtis: Bueno, yo es que me cago hasta en mi sombra, coño. Que yo tengo que estar en una boda y no aquí, en un cementerio con el señor de las tinieblas y con la testigo principal del puto caso del siglo, joder (refiriéndose al caso de la organización mafiosa regida por familias), eh. ¿Qué te pasa, Franscesca? (le dijo, ya que se apoyó en un árbol, dando notorias muestras de cansancio) A ver, siéntate aquí, mujer. Tranquila (la ayudó a sentarse en una de las numerosas tumbas de piedra que anidaban el lugar) Que no se porqué aquí no nos va a buscar ni dios (Blackman estaba con los ojos cerrados, en estado de meditación) Mira, pajarraco (dirigiéndose a Blackman), me vas a decir qué cojones hacemos aquí dando vueltas a las tumbas como si fuésemos zombis, eh
Blackman: Disfrutar del día..., de la paz de los difuntos... (se giró hacia Curtis y le miró a la cara sin remordimientos) Y conseguir que esta mujer llegue a declarar sin que la maten. (Curtis miró a Franscesca, que estaba sentada en la tumba, tomando un trago de una botella de agua que se había traído consigo. Blackman, por su parte, examinó la corbata de Curtis) Estamos a salvo (le dijo, después de estar satisfecho con la corbata, asintiendo con su cabeza para dar por bueno tal hecho)
En el laboratorio de la comisaría, Don Lorenzo, Montoya y Povedilla protagonizan la siguiente escena. Acababan de llegar unos cadáveres que se habían hallado en el coche nupcial y estaban tendidos en sendas camas recubiertos por unas sábanas blancas...
Don Lorenzo: Cadáveres... molidos a palos... desfigurados aparecen en el maletero de mi coche. ¿Por qué? ¿Quiénes son estos individuos, quién... quién los ha metido allí? ¿Con qué objeto...? (dijo, mientras reflexionaba, ya que le incomodaba el hecho de que aparecieran en su coche los cadáveres...)
Povedilla: Do-Don Lorenzo-Don Lorenzo. Por favor, mi-mire, míreme, míreme, yo le-le juro que yo no tengo nada que ver. Don Lorenzo, el co-, el-el-el coche ha aparecido ahí en la zona de pan bendito y han metido los cadáveres en el maletero pu-pues... no sé, p-pues para involucrarme a mí. Pero vamos, hágame usted la prueba del polígrafo, inyécteme pentotal, el suero de lo que usted qui...
Montoya: Povedilla. (interrumpiéndole) Tranquilo. Don Lorenzo, en el informe especifica que los cuerpos aparecieron sin ropas, sin ninguna identificación y con las huellas dactilares quemadas (recibió una llamada a su móvil. Lo sacó del bolsillo de su chaqueta y cogió la llamada) Sí. Un-un segundo. (dirigiéndose a Povedilla y Don Lorenzo, y se dirigió a la salida del laboratorio, bastante apurado. Abrió la puerta del laboratorio, disponiéndose a salir y deteniéndose por un segundo al escuchar a la persona del otro lado de la línea, a la cual sólo el propio Montoya la podía oír) Sí. ¿Cómo que Franscesca no está en la comitiva? (Montoya dejó abierta la puerta del laboratorio, ya que vio que venía Silvia, que entró en el laboratorio y vio el panorama, con los dos cadáveres, y Don Lorenzo examinando los dedos de uno de ellos. Montoya cerró la puerta, para continuar con la llamada)
Silvia: Estos son los cadáveres (Silvia cogió un par de guantes de latex, en disposición de analizar los cadáveres...)
Don Lorenzo: Silvia...
Silvia: Papá, no me digas nada, por favor
Don Lorenzo: Te digo que el forense está de camino, tú y yo nos vamos a la boda
Silvia: Papá, estos cadáveres han aparecido en el maletero de tu coche. Mi coche nupcial, creo que tengo derecho a saber qué ha pasado
#447

14/07/2009 06:32
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.103, 4ª PARTE
Paco y Pepa descienden por las escaleras centrales de la comisaría mientras un tumulto de gente les aplaude. Cuando terminan de descender por las escaleras Pepa muestra su vestido de novia al personal, y Paco mientras tanto se queda esperando a que Pepa termine. En ese momento, pasa Povedilla por delante de él y Paco le para los pies...
Povedilla: ¿Eh, eh? (sin esperarse que Paco le detuviera)
Paco: ¿Se puede saber qué haces aquí, Povedilla? ¿Tú no tenías que-que ir por Silvia por su casa?
Povedilla: (miró por breves momentos a Pepa, que estaba de espaldas a ellos, y acto seguido se giró de nuevo a Paco) Pero si no-no está en su casa, inspector
Paco: ¿Qué? (dijo, en un tono que prácticamente no se oyó)
Povedilla: Est-está arriba en el CSI, que se ha liao a hacer la autopsia de dos cadáveres, pero así co-con el vestido de novia, con la liga, con la peine, con vamos, toda la parafernalia nupcial, y eso-eso es pa verlo, inspector, pa... (se dio cuenta de que alguien estaba al lado suyo, y fue a mirar en esa dirección, y descubrió que Pepa había oído esa última parte de la conversación. Esta miró muy seria a Povedilla, sin decir nada, se recogió el vestido de novia por la parte inferior para poder subir las escaleras centrales de la comisaría, y, seguidamente, las subió)
Paco: (suspiró, se giró por donde se estaba marchando Pepa...) Pepa (la llamó, pero esta miró a Paco y le dijo con la cabeza que qué quería. Paco no pudo articular palabra y Pepa prosiguió su camino hacia el laboratorio donde Silvia estaba trabajando...)
Povedilla: Inspector, yo le juro a...
Paco: Cállate (interrumpiendo bruscamente a Povedilla) Vete (Povedilla señaló una dirección a Paco con el dedo índice, y fue hacia allí, dejando a Paco solo. Este fue a ir tras Pepa por las escaleras centrales, pero se fijó en la comandante del CNI, Marina Salgado, que se hallaba cabizbaja, y se dirigió a hablar con ella) Marina... (la Salgado se levantó de donde estaba sentada inmediatamente, sorprendida por aquella aparición tan repentina de Paco) Te... te hacía ya camino de Bruselas (la Salgado sonrió en un acto instintivo)
Salgado: Sí, pues ya ves, un, un... cambio de planes, me voy a Barcelona
Paco: Unas vacaciones antes de reengancharse, ¿no?
Salgado: Me han relegado del caso y me han suspendido de empleo y sueldo. He metido la pata, Paco. Y ahora hay tres cadáveres encima de la mesa
Paco: Tranquila. Tranquila, Marina (estaba visiblemente afectada por lo ocurrido) Lo siento
Salgado: Tranquilo, no es nada (dijo, en tono de susurro)
Paco: Sssssssi-si puedo hacer algo...
Salgado: No,no,no
Paco: ¿Quieres algo, agua o... un café o...? (se interrumpió, viendo la pena y la tristeza por la cual estaba pasando la Salgado)
Salgado: No,... lo que necesito es... Tengo que salir de aquí..., ¿vale? (le dijo a Paco, intentando no ofenderle) Y... y nada, si... si vienes alguna vez a... a Barcelona pues me llamas y... y nos tomamos ese café, ¿vale? (cogió todas sus cosas de la mesa, las metió en su bolso, y se lo colgó al hombro)
Paco: Yo-yo no, yo no soy mucho de ir a Barcelona, aunque tendría que ir porque está allí mi-mi ex (en ese instante, la Salgado, que hace unos segundos se concentraba en que todos sus objetos personales estuvieran en su sitio, se detuvo, y observó a Paco) Y bueno, y... y así- y así de paso pues os veo a la-a las dos
Salgado: Adiós,... Paco (le tendió la mano para que Paco se la diera, pero el primer impulso de este fue darle a la Salgado dos besos. Finalmente, su despedida acabó con esto último, con dos besos)
Paco: Su-suerte (le dijo a la Salgado, justo después, esta se dirigió hacia el exterior de la comisaría)
En cuanto a las frases cómicas, esto es todo por esta semana. Espero que hayan sido de su agrado. Las frases dramáticas de este episodio, el 103 de “Los Hombres de Paco”, titulado “¡Amor a bocajarro!” se expondrán a continuación. Las cómicas de la siguiente semana, (si es que las hay) estarán referidas al capítulo 104, el que culminará con la temporada, llamado “Todos los planes de Lucas Fernández”
#448

14/07/2009 06:37
Una vez más, llegan las frases memorables de la serie de televisión, "Los Hombres de Paco". Les llega el turno a las referentes a lo dramático del capítulo 103, titulado "¡Amor a bocajarro!", tras la exposición de las cómicas previamente. Empecemos pues, con la exposición de las frases dramáticas.
Para quien prefiera ver las frases dramáticas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x24, "¡Amor a bocajarro!"
El capítulo comienza con una voz en off procedente de Silvia, esta se halla en el bar de los Cachis mientras está con Pepa, en vísperas de su inminente boda...
Silvia: (voz en off) Dicen que enamorarse es un acto reflejo. Algo que no se puede aprender... ni controlar..., como el respirar (se vio un flashback en el que Silvia y Pepa estaban en el baño, mirándose apasionadamente y tocándose tiernamente)Yo... no creo que sea así. Yo he tenido que aprender a querer (se vio otro flashback en donde Silvia iba de la mano con Pepa en un garaje) a una mujer porque me enamoré de una. Aprendí a pasear agarrada a su cintura..., a deslizarme en su cama temblando... (un nuevo flashback mostró a Silvia y Pepa desnudas en una cama, arropadas únicamente por unas sábanas, y besándose), y a tener el doble de ropa interior en mi armario. Y lo hice con el mismo miedo (otro flashback mostró a las manos de Pepa y Silvia rozándose mútuamente)... y la misma excitación... que una niña de cinco años patinando por primera vez en una pista de hielo. Mañana es el día de mi boda... y ya no tengo miedo
Pepa: Vamos a tener que irnos, eh, que mañana nos casamos pelirroja (le dijo, en voz baja, para que nadie más les escuchara) Y digo yo... (sonrió) que habrá que ensayar la noche de bodas, ¿no? (metió una pierna por debajo de la mesa, para entrecruzarla con las de Silvia. Ambas rieron)
Silvia: Pues no podemos dormir juntas
Pepa: ¿Por qué?
Silvia: Hombre, ya has oído lo que dicen, que la noche antes ni tocarse, ni verse, ni nada. Si quiero hacer las cosas bien y que durmamos separadas. Así mañana llegar al altar y verte, con mi padre, cogida del brazo así (hizo un gesto extendiendo el brazo pero cruzando el codo hacia sí misma, como si alguien le fuera a tomar el brazo) Y tú ahí preciosa (le sonrió a Pepa, alegre)
Pepa: ¿Es eso es lo que realmente quieres? (este comentario hizo reír a Silvia)
Silvia: No (respondió, en medio de las risas. Pepa también se rió) Pero me gustaría intentarlo
Pepa: Vale. Vamos (le dijo a Silvia, en un tono prácticamente inpercepitble. Silvia le asintió con la cabeza, entusiasmada, se bebió un trago de whisky, Pepa le siguió el gesto bebiéndose el suyo y finalmente, ambas se levantaron de sus asientos. Pepa y Silvia se dieron la mano y se dirigieron a la salida del bar de los Cachis. Cuando se hallaron próximas a la salida se detuvieron y se miraron la una a la otra. Atinaron el oído, al parecer había comenzado a sonar una canción, y aprovecharon su compás para abrazarse, acariciarse y establecer contacto por gran parte de su cuerpo)
Silvia: Pepa... (tras estar un rato bailando relajadamente) Si llego a saber que bailas así de mal... no me caso (se soltó de Pepa y se marchó del bar a toda prisa)
Pepa: Hija de puta (dijo, desternillándose, y salió detrás de Silvia)
En la casa de Sara, esta y Aitor se encuentran durmiendo juntos, desnudos. Sara comienza a tener unas imágenes desagradables en las que diversos hombres son disparados. Ante ello, se despierta, sobresaltada, algo que también había despertado a Aitor bruscamente. Sara había tenido una horrible pesadilla, una pesadilla muy vívida...
Aitor: Eh, Sara, Sara, tranquila. Eh (Sara jadeaba a causa de la consternación del sueño) Eh, eh, Sara, tranquila. Llevas... llevas desde las 5 de la mañana dando vueltas. ¿Te pasa algo?
Sara: Creo que...(miró a Aitor preocupada, y después dirigió su mirada al techo de la habitación) Creo que he soñado con Lucas (en la casa en la que convivían Mariano, Paco y Don Lorenzo, ellos tres estaban en la cocina, desayunando. Una llamada de Lucas desvía a Paco su atención hacia su móvil, al cual había llamado Lucas)
Paco: Es Lucas (Mariano se disponía a untarse la mantequilla en un pan de molde, cuando la noticia de que Lucas estaba llamando le dejó prácticamente sin capacidad de movimiento por unos instantes) ¿Quiere usted un poco de café, Don Lorenzo?
Don Lorenzo: Sí, sí, gracias (saliendo del ensimismamiento en el que se hallaba sumido)
Mariano: De-debe ser que ha llegado (mirando su reloj mientras decía esto) al aeropuerto de Amsterdam, estará esperando en el trasbordo pa'ca. ¿No se lo coges, Paco? (dijo, en vista de que Paco no tuvo intención de coger la llamada)
Paco: ¿Qué? (sin enterarse de lo que le había dicho Mariano. Este señaló al móvil con la mirada) S-el... (el móvil dejó de sonar y apareció un mensaje en la pantalla diciendo “Llamada desviada”) Se ha, se ha... (miró la pantalla del móvil y seguidamente volvió a observar a Mariano y Don Lorenzo. En la casa de Sara, mientras tanto, esta estaba inquieta por la pesadilla que había tenido, y Aitor estaba a su lado en la cama...)
Aitor: Bueno, por mí está todo bien, vale. Además, que yo ya estoy acostumbrado a compartirte, Sara. No sé, que... que Lucas se quede en los sueños que yo me quedo con la vigilia
Sara: No, pero ese no es el problema (en la casa de Paco, Lucas había vuelto a llamar, en esta ocasión, al móvil de Mariano. Se quedó impasible, observando el móvil)
Paco: ¿No lo coges? Igual es que quiere que vayamos a recogerlo a... al aeropuerto (repitiendo las palabras que Mariano había usado previamente. El móvil dejó de sonar pasados unos segundos, sin que lo cogiese nadie. En la casa de Sara, mientras tanto...)
Aitor: ¿Y cuál es el problema, Sara?
Sara: No sé, no... no sé como explicarlo (le costaba hablar, estaba tensa. En la casa de Paco, entre tanto, esta vez fue Don Lorenzo quien recibió una llamada de Lucas. Don Lorenzo sacó el móvil de su bolsillo para verificarlo) Pero creo que algo malo va a pasar
Mariano: ¿No lo coge usted, Don Lorenzo? (Don Lorenzo también ignoró la llamada y se puso a leer el periódico)
Don Lorenzo: No. ¿Y quieres que te diga por qué no lo cojo? Porque yo no soy amigo de Lucas. Porque si lo fuera ya le habría dicho... lo que le espera en San Antonio. Pero... no te preocupes. (el móvil dejó de sonar. Don Lorenzo dejó el periódico sobre la mesa y se levantó de la silla) Que en cuanto aterrice en Barajas ya sabrá que... le has estado engañando. Todos
Para quien prefiera ver las frases dramáticas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x24, "¡Amor a bocajarro!"
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.103, 1ª PARTE
El capítulo comienza con una voz en off procedente de Silvia, esta se halla en el bar de los Cachis mientras está con Pepa, en vísperas de su inminente boda...
Silvia: (voz en off) Dicen que enamorarse es un acto reflejo. Algo que no se puede aprender... ni controlar..., como el respirar (se vio un flashback en el que Silvia y Pepa estaban en el baño, mirándose apasionadamente y tocándose tiernamente)Yo... no creo que sea así. Yo he tenido que aprender a querer (se vio otro flashback en donde Silvia iba de la mano con Pepa en un garaje) a una mujer porque me enamoré de una. Aprendí a pasear agarrada a su cintura..., a deslizarme en su cama temblando... (un nuevo flashback mostró a Silvia y Pepa desnudas en una cama, arropadas únicamente por unas sábanas, y besándose), y a tener el doble de ropa interior en mi armario. Y lo hice con el mismo miedo (otro flashback mostró a las manos de Pepa y Silvia rozándose mútuamente)... y la misma excitación... que una niña de cinco años patinando por primera vez en una pista de hielo. Mañana es el día de mi boda... y ya no tengo miedo
Pepa: Vamos a tener que irnos, eh, que mañana nos casamos pelirroja (le dijo, en voz baja, para que nadie más les escuchara) Y digo yo... (sonrió) que habrá que ensayar la noche de bodas, ¿no? (metió una pierna por debajo de la mesa, para entrecruzarla con las de Silvia. Ambas rieron)
Silvia: Pues no podemos dormir juntas
Pepa: ¿Por qué?
Silvia: Hombre, ya has oído lo que dicen, que la noche antes ni tocarse, ni verse, ni nada. Si quiero hacer las cosas bien y que durmamos separadas. Así mañana llegar al altar y verte, con mi padre, cogida del brazo así (hizo un gesto extendiendo el brazo pero cruzando el codo hacia sí misma, como si alguien le fuera a tomar el brazo) Y tú ahí preciosa (le sonrió a Pepa, alegre)
Pepa: ¿Es eso es lo que realmente quieres? (este comentario hizo reír a Silvia)
Silvia: No (respondió, en medio de las risas. Pepa también se rió) Pero me gustaría intentarlo
Pepa: Vale. Vamos (le dijo a Silvia, en un tono prácticamente inpercepitble. Silvia le asintió con la cabeza, entusiasmada, se bebió un trago de whisky, Pepa le siguió el gesto bebiéndose el suyo y finalmente, ambas se levantaron de sus asientos. Pepa y Silvia se dieron la mano y se dirigieron a la salida del bar de los Cachis. Cuando se hallaron próximas a la salida se detuvieron y se miraron la una a la otra. Atinaron el oído, al parecer había comenzado a sonar una canción, y aprovecharon su compás para abrazarse, acariciarse y establecer contacto por gran parte de su cuerpo)
Silvia: Pepa... (tras estar un rato bailando relajadamente) Si llego a saber que bailas así de mal... no me caso (se soltó de Pepa y se marchó del bar a toda prisa)
Pepa: Hija de puta (dijo, desternillándose, y salió detrás de Silvia)
En la casa de Sara, esta y Aitor se encuentran durmiendo juntos, desnudos. Sara comienza a tener unas imágenes desagradables en las que diversos hombres son disparados. Ante ello, se despierta, sobresaltada, algo que también había despertado a Aitor bruscamente. Sara había tenido una horrible pesadilla, una pesadilla muy vívida...
Aitor: Eh, Sara, Sara, tranquila. Eh (Sara jadeaba a causa de la consternación del sueño) Eh, eh, Sara, tranquila. Llevas... llevas desde las 5 de la mañana dando vueltas. ¿Te pasa algo?
Sara: Creo que...(miró a Aitor preocupada, y después dirigió su mirada al techo de la habitación) Creo que he soñado con Lucas (en la casa en la que convivían Mariano, Paco y Don Lorenzo, ellos tres estaban en la cocina, desayunando. Una llamada de Lucas desvía a Paco su atención hacia su móvil, al cual había llamado Lucas)
Paco: Es Lucas (Mariano se disponía a untarse la mantequilla en un pan de molde, cuando la noticia de que Lucas estaba llamando le dejó prácticamente sin capacidad de movimiento por unos instantes) ¿Quiere usted un poco de café, Don Lorenzo?
Don Lorenzo: Sí, sí, gracias (saliendo del ensimismamiento en el que se hallaba sumido)
Mariano: De-debe ser que ha llegado (mirando su reloj mientras decía esto) al aeropuerto de Amsterdam, estará esperando en el trasbordo pa'ca. ¿No se lo coges, Paco? (dijo, en vista de que Paco no tuvo intención de coger la llamada)
Paco: ¿Qué? (sin enterarse de lo que le había dicho Mariano. Este señaló al móvil con la mirada) S-el... (el móvil dejó de sonar y apareció un mensaje en la pantalla diciendo “Llamada desviada”) Se ha, se ha... (miró la pantalla del móvil y seguidamente volvió a observar a Mariano y Don Lorenzo. En la casa de Sara, mientras tanto, esta estaba inquieta por la pesadilla que había tenido, y Aitor estaba a su lado en la cama...)
Aitor: Bueno, por mí está todo bien, vale. Además, que yo ya estoy acostumbrado a compartirte, Sara. No sé, que... que Lucas se quede en los sueños que yo me quedo con la vigilia
Sara: No, pero ese no es el problema (en la casa de Paco, Lucas había vuelto a llamar, en esta ocasión, al móvil de Mariano. Se quedó impasible, observando el móvil)
Paco: ¿No lo coges? Igual es que quiere que vayamos a recogerlo a... al aeropuerto (repitiendo las palabras que Mariano había usado previamente. El móvil dejó de sonar pasados unos segundos, sin que lo cogiese nadie. En la casa de Sara, mientras tanto...)
Aitor: ¿Y cuál es el problema, Sara?
Sara: No sé, no... no sé como explicarlo (le costaba hablar, estaba tensa. En la casa de Paco, entre tanto, esta vez fue Don Lorenzo quien recibió una llamada de Lucas. Don Lorenzo sacó el móvil de su bolsillo para verificarlo) Pero creo que algo malo va a pasar
Mariano: ¿No lo coge usted, Don Lorenzo? (Don Lorenzo también ignoró la llamada y se puso a leer el periódico)
Don Lorenzo: No. ¿Y quieres que te diga por qué no lo cojo? Porque yo no soy amigo de Lucas. Porque si lo fuera ya le habría dicho... lo que le espera en San Antonio. Pero... no te preocupes. (el móvil dejó de sonar. Don Lorenzo dejó el periódico sobre la mesa y se levantó de la silla) Que en cuanto aterrice en Barajas ya sabrá que... le has estado engañando. Todos
#449

14/07/2009 06:38
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.103, 2ª PARTE
En la comisaría tiene lugar la siguiente escena, en la que Rita entra, pasando por el control de seguridad, en el recinto, y ve a Montoya a lo lejos. Rita se le acerca con ilusión, y, cuando está a su altura, le habla...
Rita: Gonzalo (este se dio la vuelta y observó a Rita en silencio. A los pocos segundos, sonrió) Que... ¿cómo ha ido por Nápoles? Le iba a llamar, eh, pero... digo, “¿qué le digo?” Y...luego pensé, igual le envío un mensajillo mejor, pero digo, “¿qué le pongo?” Soy así... de ponerle “cari” o “buenos días,... inspector” (Montoya se fue acercando a Rita, poco a poco, con dulzura) Y tampoco no tenía muy claro yo si... lo de ir a-a la boda iba en serio, porque como me he equivocado tantas veces... que no pueda... (sin más preámbulos, Montoya besó a Rita en los labios, al que esta correspondió. Cuando hubieron terminado de darse aquel beso, varios agentes silbaron, vitoreando a la pareja. Curtis se dirigió hacia ellos, y carraspeó, para que se dieran cuenta de su presencia)
Curtis: Parejita. ¿Puedo interrumpir? Que vienen los espaguetti a llevarse a Franscesca Luchesi. (señaló con la mano a unos hombres que iban junto a la comandante Marina Salgado del CNI)
Montoya: ¿Cómo?
Curtis: Por lo visto le mandan de una comisión rogatoria de la fiscalía anti-mafia italiana. Tiene que declarar ante el juez a las 12 del mediodía y tiene que irse a la plaza de Castilla
Montoya: Eso no puede ser. Luchesi está protegida por esta comisaría, y ni la fiscalía anti-mafia ni nadie se la va a llevar de aquí (se marchó de allí, dejando solos a Curtis y Rita)
Curtis: Tú ya me contarás qué haces aquí dándote el filete con un alto mando de la policía nacional (dirigiéndose a Rita, intrigado al haber visto a esta y Montoya besarse. Rita sonrió ante las palabras de Curtis y se llevó las manos a la cara)
Aitor, en casa de Sara, se prepara para una grabación, en pos de enviar un mensaje a Pepa y Silvia, antes de que tenga lugar su boda, de modo que Aitor le da al botón de la cámara digital, que estaba apostada en un trípode, para dar comienzo a la grabación, y se coloca dentro del enfoque de la cámara...
Aitor: (inicia la grabación con un saludo militar) Morena, pelirroja, ¿qué tal? Nada, que... que si os hubiéramos regalado un viaje, no sé, la-la típica cubertería... pero yo creo que esas cosas después se olvidan así que... os hemos grabado este vídeo. Bueno, puede que-que... que para muchos seáis un ejemplo... (se interrumpió por un momento y miró hacia la entrada de la habitación, dado que Sara había abierto la puerta y había entrado allí en plena grabación. A pesar de todo Aitor continuó) Por ser el primer matrimonio homosexual del cuerpo. Pero para mí lo sois por mucho más. Por no hacer caso a lo que todo el mundo decía que estaba prohibido, que no era conveniente (una serie de flashback mostraron muchas de las experiencias vividas por Sara y Aitor, antes de estar juntos y también durante su relación sentimental) Por ser una de las pocas que... que han conseguido coronar un ocho mil (Sara miró a Aitor con gran interés mientras este hablaba), aunque haga-aunque haga un frío que te cagas..., (otro flashback mostró a Sara y Aitor besándose en el patio de un convento de monjas) aunque no haya oxígeno. Sólo para daros el gustazo de... (otro flashback recordó el momento en el que Sara y Aitor se casaron de mentira) de tener el mundo a vuestros pies (el mismo flashback, mostró un momento en donde Aitor cogía a Sara en brazos y se comenzaban a besar)..., aunque sólo sean unos minutos. “Hay mariposas que sólo duran un día. Yo tengo 10 por delante..., 10 días para agotar mi vida con Sara” (pensó en estas palabras, en este dicho, deteniéndose en el discurso a Pepa y Silvia por unos instantes, observando a Sara, ahondando en lo más profundo de sus sentimientos. Breves segundos más tarde, volvió a mirar a cámara) Tan cortos como... como la vida de una mariposa de Vietnam. Bueno..., (soltó una risotada) de verdad, que seáis muy felices (guiñó un ojo y cerró la tapa de la cámara, cortando así la grabación. Aitor se sentó al borde de la cama y Sara se le acercó)
Sara: ¿Yo te dejo sin oxígeno?
Aitor: Sara, tú... tú a mí me dejas sin oxígeno..., sin hidrógeno y sin toda la puta tabla de elementos periódicos (Sara sonrió a Aitor y se sentó encima de sus piernas. A continuación le besó y le vinieron a la mente los acontecimientos tan delicados que había presenciado en su sueño. En ellos, oía un disparo, había alguien muerto en el suelo y Sara gritaba “¡no!” con gran fuerza. Sara miró a Aitor preocupada al recordar esto, dejándole de besar, y, para no preocupar a Aitor más de la cuenta, le abrazó)
En la casa de Paco, donde convivían tanto él como Mariano y Don Lorenzo, Paco se encuentra planchando una camisa blanca, una de las que llevaría puesta para la boda, en pleno salón, intranquilo, ya que en el horizonte tenía la boda entre su hermana, Pepa, y Silvia. Mariano llega en ese momento, con el traje de gala puesto para acudir a la boda...
Paco: ¿Qué, Mariano, ya-ya estás vestido? ¿Qué hora es? (preguntó, sin darle tiempo a Mariano a que respondiera su primera pregunta)
Mariano: Las 10 menos cuarto. (abrió un cajón que estaba situado debajo de un estante, al fondo, y sacó de él una pistola. Le quitó el cargador a la pistola y comprobó que tuviera balas, después volvió a meterlo en el arma) Paco, tú sabes que se va a liar, ¿verdad? En la boda digo
Paco: Ya está bien, Mariano, no-no me- no me calientes más la cabeza, coño, que no puedo. Que eres un agorero
Mariano: ¿Agorero?
Paco: Sí
Mariano: No,no, agorero no, Paco, lo que pasa es que conozco a Lucas, perfectamente. Y nadie le quita lo que es suyo sin llevarse una patá en la cabeza... o un tiro (enfundó el arma, habiendo terminado de revisarla. Paco cogió su revólver y abrió el tambor para examinarlo. Cuando acabó cerró el tambor del revólver y miró a Mariano con leves signos de angustia) Tienes que hablar con la niña, Paco. Tienes que hablar con Sara. (Don Lorenzo llegó al salón en ese momento donde estaban Paco y Mariano con un surtido de corbatas en sus manos)
Don Lorenzo: Chicos. Que-que... que estoy escogiendo una corbata, ¿qué os parece esta malva? (probándose la corbata a la que hizo referencia, poniéndosela en el lugar correspondiente pero sin llegar a atársela) Como para ir un poquito entonado, ¿no? Como yo-, para una boda homosexual está bien
Paco: La-la malva, Don Lorenzo, la malva (en ese momento tocaron la puerta y Paco fue a abrir) ¡Va!
Don Lorenzo: ¿La malva? (le pregunta a Paco, pero él estaba ocupado yendo a abrir la puerta) ¿La malva? (repitió la pregunta, pero, en esta ocasión, dirigida a Mariano, cuando Paco le abrió la puerta a la persona que había tocado, que era Pepa) ¿Eh? (de pronto, todo el mundo observó a Pepa extrañado, ya que esta dejó las bolsas que había traído bruscamente sobre el sofá, enfadada...)
Pepa: Valiente hija de puta su hija, Don Lorenzo. Si es que... no tiene creada (“creada” o algo similar dice) su mierda de carácter, ¿no?
Pepa: Vamos, Pepa...
Pepa: (se aleja de Paco poniendo la mano en alto para evitar que la tocase) No la aguanta ni dios, Paco, ¡ni dios! Que no me caso. ¿Vale? (aquí se dirigió a todos los presentes, es decir, Paco, Don Lorenzo y Mariano) Que me da igual, ¡que le den por culo pero yo no me caso! (Pepa miró las caras de desilusión de Mariano y Don Lorenzo, conteniendo la risa. Poco después, rompió a reír) ¿Qué pasa? (dijo, en un tono muy bajo, mientras se reía) Que es broma, broma (se echó a reír nuevamente)
Paco: Me cago en tu padre, niña (esto impulsó la risa de Pepa a un nivel más elevado)
Pepa: Ay, que susto, madre. Na, que me ha... echado de casa pa... pa que me pueda vestir con los hombres. ¿Pero puedo o no? (cogió su vestido de novia, que lo tenía instantes antes fuera de la vista de Don Lorenzo, Mariano y Paco)
Paco: Anda, pasa pa dentro
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14/07/2009 06:41
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.103, 3ª PARTE
Paco está en el interior del bar de los Cachis, a punto para comenzar su discurso hacia la pareja formada por Pepa y Silvia, en momentos previos a su boda. Aitor controla la cámara, que está apoyada en un trípode, quedando a la altura de la cara de Paco. Sara también está allí observando a su padre...
Paco: Dale (le dijo a Aitor, y este le dio al botón correspondiente para que la grabación diese comienzo) Hermana... te quiero. No sé, no... no-nunca me imaginé... que... que te fueras a casar. Vamos, y no-y no-y no porque... porque te gusten las mujeres, sino... porque ya de... de niña..., ya eras así, va-vamos, así-así-as- que... que eras una picaflor, así..., independiente, y vamos, lo que es-lo que es un espíritu libre. Estoy muy feliz... de que te cases. Porque yo creo que... que la pareja (se vio un flashback donde Paco besaba a la que actualmente era su ex-mujer, Lola en el cuello, en el baño de la casa) Estar con alguien es... algo muy grande (otro flashback mostró a Paco y Lola muy felices, abrazados, en pleno despacho de Paco en la comisaría, celebrando algo que habían logrado) Cuando la encuentras... es para siempre (un nuevo flasback mostró a Lola asintiendo con la cabeza a Paco, contenta) Porque a partir de ese momento... tu biografía... no es la historia de tí misma..., y pasa a ser también la historia de otra persona (otro flashback más mostro a Lola llorando, y a Paco visiblemente triste también, por un fuerte problema de pareja) Y eso no lo marca ni... ni el tiempo que lleves con ella... ni el tiempo que dure. Esa verdad es para siempre (otro flashback mostró a Paco pasando la mano por la parte de la cama matrimonial en la que solía dormir Lola, después de separarse de ella...) Te quiero. Y a tí también, cuñá. Que-que ya eras cuñá mía antes pero... otra vez cuñá (sonrió, emocionado) Y una cosa más (sacó su cartera, y de ella, sacó una pieza de un pequeño rompecabezas. Comenzó a leer unas palabras que habían escritas en el dorso de la pieza) “Soy... Pepa. Tengo 6 años. Para mi- para mi hermano” (Paco no podía retener sus sentimientos y por momentos le costaba un poco hablar, debido a su emoción) Y... siempre (se guardó la pieza en la cartera, habiendo terminado de leer las palabras inscritas. Aitor le hizo una seña a Paco, como diciendo que si cortaba ya, a lo que Paco no respondió, puesto que se hallaba enmudecido, y cortó la grabación) Puede ser... tan imbécil, coño. Y eso que no es la boda, ahora co- voy a llorar como-como-como un-como una vieja
Sara: Papá. Nunca te pregunté nada cuando se acabó lo tuyo con mamá. (se acercó a Paco y le cogió la mano) No te pregunté porque no lo entendía. Porque pensaba que si lo vuestro se acababa... se tendrían que acabar todas las historias del mundo. Ahora lo entiendo (se sonrieron mútuamente y se abrazaron, con cariño)
Paco: Cariño..., tenemos que hablar (el abrazo tocó a su fin. Aitor recogió la cámara...)
Aitor: Bueno, que... que nada, que yo todavía no-no tengo el gorrito de cuero ni... ni la banderita de arco iris para la boda lesbiana así que... me voy. Vale (dijo al final, en un tono que prácticamente no se atisbó a escuchar de lo bajo en que lo dijo, y, con la cámara montada en el trípode, se marchó del bar)
La siguiente escena tiene lugar en el bar de los Cachis, entre Paco y Sara, después de que Aitor les dejara a solas, tras haber dejado su particular felicitación a Pepa y Silvia por su cercana boda. Paco lleva a una mesa donde está sentada su hija, Sara, un plato con diversos manjares...
Paco: Mira, te he-te he traído un surtidito, como no sabía pues... (se sentó en la mesa) Mira, un pincho de tortilla, con cebolla y una loncha de jamón, estos son chistorras de tudela que están muy ricas y estos son boquerones en vinagre con un poquito de... perejil (Sara no atendía a las explicaciones de su padre sobre aquellos manjares ni lo más mínimo, y en vez de mirarlos, miró directamente a Paco) Que tienen... tiesto en su...
Sara: Papá (interrumpiendo a Paco, no le interesaba para nada aquello) Ya
Paco: Ya... Pues... quería hablarte de-de Aitor..., de tí..., y de Lucas. Porque no has hablado con Lucas, ¿no?
Sara: ¿Quieres decirme cuándo y qué tengo que decirle a Lucas?
Paco: Sara...
Sara: ¿Es eso? Papá, tengo 21 años. No puedes vivir pendiente de lo que hago y de lo que digo. Y mucho menos de lo que siento. ¿Te digo yo que tu historia con mamá se acabó, que vives solo desde hace 2 años, que deberías rehacer y que hay trenes que sólo pasan una vez? (Paco no respondió a esa pregunta) Yo no te juzgué a tí, papá. No me juzgues tú a mí. Déjame que acierte, que me equivoque. Déjame estamparme contra la pared (en ese momento la Salgado llegó al bar y saludó a Paco con la mano. Este la observó de reojo, intentando no perder el hilo de la conversación con Sara) ¿Qué quieres que te diga, lo que va a pasar cuando venga Lucas? No lo sé. No me pidas que adelante ese momento porque no puedo (Paco se mantuvo expectante, observando a su hija, incapaz de decir nada) Me voy a cambiar (Paco asintió con la cabeza, pensativo) ¿Vale? (Paco sonrió levemente a Sara, momentos antes de que esta abandonase el bar de los Cachis)
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14/07/2009 06:43
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.103, 4ª PARTE
En la sala principal de la comisaría, tras las grabaciones destinadas a Pepa y Silvia de Paco y Aitor, en esta ocasión le llegaba el turno a Rita, que inició la suya en aquel momento, ayudada por Aitor, que era quien dirigía la cámara...
Rita: Princesas... Que os quiero decir una cosilla. Que aunque no tengo mucha experiencia... a mí me dejaron plantá en el altar..., estando embarazá..., mm, y con el virgo perdido por el hermano gemelo. Pero... ahí me di cuenta yo que la vida es como una partida de tute. Que no tiene juego. Y de repente te está viniendo una pareja rara (un flashback mostró a Montoya en la ducha de la comisaría, desnudo. Abrió la cortina y se encontró justo delante a Rita. Varios momentos más se recordaron, como cuando estaban vigilando en medio de la noche unos almacenes Montoya y Rita, en el interior de un coche K ((un coche patrulla, pero que no tenía los distintivos ni el diseño normal de un coche de policía, pasando de esta forma desapercibido para los delincuentes)), en el laboratorio de comisaría Montoya se disponía a decirle algo profundo a Rita, en la sala de tiro, cuando Montoya también iba a comenzar una conversación usando el nombre de Rita para ello, el momento también en donde, tras ser pillado en la ducha, Rita le hacía la siguiente pregunta a Montoya: “¿A usted le gusta el porno, inspector?”. Otro momento mostraba a Montoya desnudo, delante de Rita, diciendo el inspector lo siguiente: “Rita, que no es la primera vez que me miras y me miras y me miras como una primera vez”. En la misma escena, Rita decía... “¿Pues a usted qué le excita más, lo que es chico-chica, chica-chico, chico-chica, chica-chica”, a lo que Montoya respondía: “Mira, Rita, no voy a tener esta conversación contigo”. Otro momento mostró a Rita dándole una palmada en su trasero a Montoya, justo después de presentarle al inspector de Asuntos Internos, Trujillo, acompañado de sus hombres. En el flashback, un último momento, mostró a Rita y Montoya en la vigilancia nocturna que se pudo visualizar segundos atrás, diciéndole las siguientes palabras Montoya a Rita: “Rita, eh..., vigi-vigila. Vigila, eh, que te estás despistando”) Y cantan las 40, y ganan la partida (dijo, en medio de una sonrisa de felicidad) ¿Y qué quiero decir yo con esto? Pues que todos somos raros (una nueva serie de flashbacks mostraron las siguientes cosas: a Montoya portando una chaqueta en el hombro, en pose de autosuficiencia, a Rita entrecerrando los ojos, en donde, por encima de sus párpados, se podían leer las palabras “I Love You”, a Rita y Montoya abrazados y muy abrigados en el interior de una tienda de campaña, a Rita besando a Montoya en la parte derecha de la cara, mientras estaban con una vigilancia en el interior de la furgoneta de confecciones Puri, con unos auriculares puestos, a Montoya y Rita riéndose en una noche bastante fría...) Y yo creo en los amores raros. (otro flashback mostró el primer beso de Montoya y Rita, que se produjo en el interior de la furgoneta de vigilancia, no mucho antes de la detención de Bravante) En los no previstos. Y que cuando lancéis el ramo... voy a salir como una loca a por él. Y que estoy feliz de veros juntas. Que sois unas zangüangas... y que os quiero mucho (puso las manos en el pecho,y seguidamente lanzó un beso a cámara...)
En la casa de Paco, Don Lorenzo y Mariano, este último se dispuso a comenzar con su discurso hacia Pepa y Silvia, que se iban a casar en pocas horas. Aitor, era el encargado de grabar a Mariano. Cuando comenzó la grabación, Mariano procedió a hablar...
Mariano: Hola, chicas. Eh... Bueno, yo... Yo no sé mucho de matrimonio lesbianos. Bueno, ni de matrimonios lesbianos ni... ni de los otros porque lo mío... (se rió por unos instantes) Yo-yo he pasado de... matrimonio con orden de alejamiento a... a viudedad por bomba lapa..., hasta... hasta nulidad por matrimonio blanco... con una superior de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Y otras cosillas que no vienen al cuento, así que... Y al final he terminado con Paco. No estamos mal, eh. Los solteros de oro. Pero... tanto a Paco como a mí nos falta algo que tenéis vosotras (un flashback mostró a Bernarda, la única chica con la que Mariano ha disfrutado de sus momentos de máxima felicidad dentro de la serie, en la que, desde un pasillo de la planta superior de la comisaría, Bernarda iba mostrándole una serie de carteles a Mariano, que estaba en el interior de la sala briefing, con mensajes escritos en ellos. En los carteles que se llegaron a leer en este flashback, en uno de ellos decía “A cuidar de mí”, en otro ponía “Te quiero piltrafilla”) Nos falta una pareja... que nos roce con el pie... (un nuevo flashback mostró a Mariano disfrazado de principe, alzando a Bernarda en brazos, a la comandante Salgado acariciando la cara de Mariano con tacto...) bajo la inmensidad del edredón. Os deseo lo mejor. Que tengáis suerte. Que os queráis mucho toda la vida. De verdad. Corta (le dijo a Aitor, y este cerró la tapa de la cámara, dando fin así a la grabación de Mariano)
Aitor: (carraspeó) Bien. (soltó una risotada) Ha sido muy bonito, eh, Mariano. Bueno, que... que yo me voy a grabar a Sara y nos vemos en comisaría, que así salimos todos juntos, ¿vale? (se dispuso a salir de la casa, cuando...)
Mariano: Aitor (Aitor se detuvo) Tú no vas a ir a esa boda. Lucas está... aterrizando ahora mismo en el aeropuerto de Barajas. Viene a... a la boda. A darle una sorpresa a Sara. Así que Sara no puede saberlo. Tal y como están las cosas y... y dadas las circunstancias... es mucho mejor que no vayas. Y lo siento, de verdad (le puso la mano en el hombro a Aitor, en señal de apoyo, y se marchó de la casa. En ese instante un avión se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Barajas, justamente el mencionado por Mariano...)
En el laboratorio de la comisaría, Silvia está examinando con un ordenador portátil unas muestras de unos cuerpos encontrados en el maletero del coche nupcial, cuando recibe una llamada a su móvil. Silvia cogió de la mesa el móvil, se levantó, y contestó...
Silvia: Sí (la persona que estaba al otro lado de la línea era Pepa)
Pepa: Cariño, ¿vas ya de camino? No me vayas a hacer esperar más de los 5 minutos de rigor, eh.
Silvia: Sí, estoy... estoy-estoy saliendo, Pepa (improvisando una mentira) Eeespérame ahí.
Pepa: ¿Dónde te viene bien que te espere? ¿Te viene bien aquí? (en ese momento abrió la puerta del laboratorio e irrumpió dentro)
Silvia: ¡Date la vuelta, Pepa, joder! (Pepa, haciendo caso a Silvia, se dio la vuelta, al igual que ella, quedándose finalmente espalda contra espalda, sin mirarse entre sí)¡Jolín, que llevamos los vestidos de novia!
Pepa: ¿Se puede saber qué cojones estás haciendo aquí, Silvia?
Silvia: Pepa, estos cadáveres han aparecido en el maletero del coche de mi padre
Pepa: De puta madre. ¿A mí qué coño me importa donde han aparecido los cadáveres? ¿Qué quieres que cambiemos ahora, la iglesia por el tanatorio o qué?
Silvia: Pepa, estás sacando las cosas de quicio, si aún queda una hora
Pepa: ¡Ah, yo! ¡Yo saco las cosas de quicio! Mira..., a mí alguien me dijo ayer que quería hacer las cosas bien. ¿Te referías a esto? ¿¡A abrir dos cadáveres en canal con el traje de novia puesto el día de nuestra boda, eso es para tí hacer las cosas bien, Silvia, coño?!
Silvia: ¡Pues no sé, dímelo tú que eres una experta en hacer las cosas bien, ¿quieres que saque tu currículum a pasear?!
#452

14/07/2009 06:44
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.103, 5ª PARTE
En el laboratorio, la conversación entre Silvia y Pepa continuó, conversación llevada hasta los límites de discusión debido a la estancia de Silvia en el laboratorio cuando apenas quedaba una hora para que se celebrara la boda entre la pareja...
Pepa: Siempre había escuchado, Silvia... que la novia el día de su boda llevaba... algo nuevo, algo viejo y algo azul. Pero... dos muertes en un maletero... no las había escuchado nunca. Una cosa. El reglamento pre-boda dice que... que da mala suerte ver a la novia... vestida antes de la ceremonia, ¿no? ¿Pero dice algo de besarla? (Silvia negó con la cabeza, y sonrió por un momento)
Silvia: No. Dice que no se pueden tocar la noche antes y con el vestido puesto... lo único anti-reglamentario es verse
Pepa: Pues si es así..., cierra los ojos, pelirroja (tanto Pepa como Silvia cerraron sus ojos y se dieron la vuelta. A continuación se acariciaron las manos suavemente, siguiendo por otras partes del cuerpo, como bien hicieran en el bar unas horas antes...) Debe de estar usted preciosa..., inminente señora de Miranda
Silvia: Debe de estar usted preciosa..., inminente señora de Castro (después de decir esto, se besaron en los labios, pero el mágico momento no duró mucho, puesto que Don Lorenzo entró al laboratorio)
Don Lorenzo: Pero hijas, vamos... (se detuvo al darse cuenta de que Pepa y Silvia estaban abrazadas la una a la otra Joder, ¿es que no-no podéis esperar un momentito? (Pepa se rió ante el comentario de Don Lorenzo, se separó de Silvia, la besó en la mano, y, dirigiéndole una sonrisa a Don Lorenzo, se dirigió a la salida del laboratorio) 5 minutos, Silvia, eh. No me vayas a poner a prueba en eso
Silvia: Vale (Pepa se ajustó el vestido de novia de tal forma que pudiera salir del laboratorio sin tropezarse. Don Lorenzo cerró la puerta tras de sí cuando Pepa salió)
Don Lorenzo: Vamos, Silvia. Nos están esperando (Silvia asintió a Don Lorenzo, sonriente, y miró los cadáveres envueltos en una sábana blanca) 5 minutos
En la casa de Sara, Aitor se encuentra cabizbajo, en vista de la cercana boda entre Pepa y Silvia, y a la que Mariano le ha prohibido que fuera, por la vuelta de Lucas Fernández, como invitado a la boda. Sara estaba con él en esos instantes. Aitor se acercó a un armario y sacó ropa del mismo. Le acababa de decir a Sara que no asistiría a la boda...
Sara: ¿Cómo que no vienes a la boda? ¿Aitor, qué pasa? Aitor (repitió, puesto que no le respondía)
Aitor: No pasa nada, Sara. Que me marcho, te dejo, se acabó. Se acabó nuestra historia de mentira, se acabó el ir a la boda de tus tías como una pareja normal y... y se acabó ir por la calle como... como si no pasara nada, Sara (cuando acabó de sacar ropa del armario lo cerró)
Sara: Aitor. Aitor, ¿pero por qué? Oye (Aitor estaba llorando, estaba realmente afectado por tomar esa determinación) Eh. Dijimos que íbamos a vivir los 11 días de nuestra historia sin importar el final. Y llevamos 8
Aitor: A lo mejor, Sara, a lo mejor yo no soy como una-como una mariposa del Vietnam..., Sara. No. Yo no me puedo quedar aquí con-con los brazos cruzados... esperando a que llegue el final y me estalle en la cara, no puedo, Sara. No me puedo quedar en un lugar que no me corresponde
Sara: Sí te corresponde (con convicción en sí misma)
Aitor: No, Sara
Sara: Sí. Te lo has ganado a pulso
Aitor: Sara...
Sara: Ahora es tu sitio. Quiero que vayas
Aitor: Sara, si-si... si vamos juntos a esa boda... va a pasar algo malo (Silvia recordó los flashes que había tenido en el que disparaban a alguien muy querido para Sara, y ella gritaba “¡no!” a pleno pulmón...) Y tú lo sabes (le puso la mano en la cara a Sara) Lo has soñado, ¿no? (Sara puso su mano sobre la que le estaba tocando la cara de Aitor, y cerró los ojos, intentando dejar atrás futuras posibles desgracias...)
Sara: Me da igual lo que pueda pasar. La última boda en la que estuve me pegaron un tiro. No creo que pueda pasar nada peor que eso. Siempre y cuando estés conmigo
Aitor: Escúchame. Si voy contigo a esa boda... no hay vuelta atrás
Sara: Voy a ir contigo (su voz se repitió en forma de fondo, con un eco incorporado...) “Voy a ir contigo...”
La siguiente escena tiene lugar en el coche de la comandante del CNI, Marina Salgado, que está a punto de abandonar la comisaría de San Antonio. De pronto, sin previo aviso, Paco se mete apresuradamente en el coche, antes de que la Salgado arranque. Esta se sorprende al verlo allí...
Paco: ¿A cuento de qué..., Marina? Vienes un día y... y me dices que te estás enamorando de mí. Así, a... a bocajarro. No sé, si-sin... un... un café, un... un paseo, un... una cita, un-un cine. Y además que... Que eres la ex de-de Mariano. Que digo la ex, no ha-no has firmado ni-ni los papeles del-del divorcio. Y ahora te vas. ¿Por qué? ¿Por qué-..., por qué me haces esto?
Salgado: (sonrió, intentando sobrellevar aquello lo mejor posible) No sé, Paco. No lo sé. No sé... como ni... cuando ni... ni porqué, solo sé que... Que es lo que siento (Paco y la Salgado se miraron durante largos segundos, en los que parecía que se hubiera detenido el tiempo... Finalmente, acabaron besándose, y Mariano, desde fuera del coche, a través del cristal delantero del coche, observó a los dos agentes enfrascándose en aquel beso...)
Paco: Marina... ¿Quieres ser mi acompañante en la boda de mi hermana? (la Salgado y Paco se sonrieron y volvieron a besarse, esta vez con más profundidad. La cara de Mariano era un poema. Estaba absolutamente consternado por la visión que estaba teniendo, que para él no era agradable... A Paco, pasados unos segundos, le comienza a sonar su móvil. Paco se aparta de la Salgado, para intentar buscar el móvil por sus bolsillos...) Perdona, eh. Perdona (dijo, en un tono muy bajo, dulce, para no poner nerviosa a la Salgado, que, sonrió a Paco con toda sinceridad, como haciendo ver que no le importaba en absoluto que le hubieran llamado en ese momento. La llamada era procedente de Lucas. Paco atendió a la llamada) Lucas. Bienvenido a casa (Mariano seguía observando atónito a Paco y Salgado, sin darse cuenta de que Povedilla estaba a su espalda, con una mascarilla puesta)
Povedilla: Su-subinspector. Di-disculpe, sub-inspector, mire..., mire lo que he encontrado en el maletero de la escena del crimen (Mariano miró poco a poco hacia la mano de Povedilla, que se la había tendido para mostrarle unos dientes humanos con sangre, y al ver aquello, se alarmó)
Mariano: Joder... (dejó de mirar a Paco y la Salgado y se giró para encarar a Povedilla)
Povedilla: Mmmm.... c-creo que son... (examinó los dientes por todos sus rincones, girando algunos para tal propósito) dos premolares y... dos incisivos (volvió a observar a Paco y Salgado, en el interior del vehículo...)
Paco: Alquílate un coche (continuando con la conversación telefónica con Lucas) y vente. Mira, la dirección es...
#453

14/07/2009 06:45
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.103, 6ª PARTE
En la siguiente escena, mientras Silvia sale del edificio en el que tendría lugar el banquete de la boda entre Silvia y Pepa, con Don Lorenzo como su padrino, y se van dirigiendo poco a poco hacia Pepa, que espera en el altar, tiene lugar una voz en off de Pepa...
Pepa: (voz en off) Dicen que enamorarse es un acto reflejo. Como tener miedo. Yo fui una niña sin miedo. No me asustaban los fantasmas..., ni los monstruos...,(los invitados que habían acudido a la boda eran Aitor, Paco, Mariano, Sara, Povedilla, Rita, Montoya, Nelson, Kike, y algunos más...) ni la oscuridad. Podía mirar debajo de la cama... segura de que no habría esqueletos ni vampiros. Podía enfrentarme a las niñas de 5º... segura de que no me quitarían la merienda. Y así... hasta hoy. Segura de que puedo coger una Magnum..., y avanzar por un callejón vaciando el cargador. Porque no es eso lo que me da miedo. Lo que me aterra decir que sí... a algo que no podré cambiar mañana. Pensar en un sofá para toda la vida. En un crédito hipotecario..., en una declaración conjunta o-o en... “Esta tarde tenemos que hablar” Y buscar colegios y canguros. Y pensar... en un lugar para vivir cuando ya no tengamos pulso para sostener la Magnum. Y de pronto..., todo ese terror... se empieza a disfrutar... como el lopping de una montaña rusa. Y eso... es la felicidad (Silvia llegó a donde se encontraba Pepa, quedando breves instantes para que la ceremonia que presidiría la boda tuviera lugar...)
Las frases dramáticas tocan a su fin aquí. Espero que hayan sido de su agrado. Para el próximo capítulo, el 104, titulado “Todos los planes de Lucas Fernández”, se expondrán, si todo va bien, tanto frases cómicas (aunque se prevé que escaseen bastante en este episodio), como frases dramáticas. El capítulo 104 así mismo, dará fin a la exposición de las frases memorables por mi parte dado el hecho de que este será el capítulo final de la temporada.
Saludos, paqueros/as
#454

14/07/2009 13:52
dioss como os lo currais!! seguid asiii
#455

14/07/2009 15:40
jajaja a mi la que me gusta es la de cuando estan en la enfermeria don lorenzo y lucas jaja en el capitulo la noche del comisario creo,si no es ese,en el siguiente jajaja ese don lorenzo diciendo:
Pues sí lucas,hace mucho tiempo que quiero hacer un viaje,ademas,con una persona que tu conoces muy bien lucas,sabes quien es?
Lucas:no,no se don lorenzo,(con cara de felicidad)
Don Lorenzo:Con tu puta madre,luquitas,con tu puta madre en patinete
jajajajaja eso es buenisimo y en esa misma conversacion cuando le dice lucas SI SE LA HA METIDO DOBLADA A LA FURCIA DE RUTH,SE JODE,Y TIRA PALANTE,eso es buenismo
y don lorenzo que te voy mataaaaaar jajajaja
Pues sí lucas,hace mucho tiempo que quiero hacer un viaje,ademas,con una persona que tu conoces muy bien lucas,sabes quien es?
Lucas:no,no se don lorenzo,(con cara de felicidad)
Don Lorenzo:Con tu puta madre,luquitas,con tu puta madre en patinete
jajajajaja eso es buenisimo y en esa misma conversacion cuando le dice lucas SI SE LA HA METIDO DOBLADA A LA FURCIA DE RUTH,SE JODE,Y TIRA PALANTE,eso es buenismo
y don lorenzo que te voy mataaaaaar jajajaja
#456

19/07/2009 04:48
Por última vez durante la temporada, tras 25 semanas, desde que comenzara la 5ª temporada en Enero (según Globomedia 7ª y 8ª temporada), tienen lugar las frases memorables de lo que es el último capítulo, el desenlace, titulado "Todos los planes de Lucas Fernández". A continuación irán expuestas las frases de corte cómico que ha deparado tras de sí este episodio, que culmina una etapa de esta serie, de "Los Hombres de Paco".
La siguiente escena tiene lugar durante el banquete de la boda entre Pepa y Silvia, en el que las novias se mantienen de pie, mientras los invitados ocupan sus asientos alrededor de una larga mesa. Povedilla, Sara, Nelson, Kike, Rita, Montoya, Pepa, Silvia, Mariano, Salgado, Don Lorenzo y Aitor no tienen problemas en encontrar sus sitios y se sientan sin mayor problema. Pero Lucas, que es el marido de Sara, ve que esta se encuentra sentada rodeada de Paco y de Aitor, (el padre de Sara y el amante de esta respectivamente) y no tiene claro donde debe sentarse y pone un rostro que refleja duda, a la que vez disimula con una sonrisa para no preocupar a nadie...
Paco: Aquí (se levantó rápidamente de la silla, mirando a Lucas) Aquí, a-a-aquí es tu sitio. Je, que estoy tonto,... me he sentado en la primera silla que he visto. Pero tú eres ahí al lado de-de Sara, y yo aquí-aquí al lado de-de Don Lorenzo (se colocó detrás de la silla en donde estaba sentado Mariano y le dio un toque, como en señal de que se cambiara de sitio)
Mariano: Eh, s-sí (percatándose del toque de atención de Paco) ¿no-nos movemos unas sillas para allá, eh? (se levantó de su asiento) Nos corremos, Povedilla. Venga, vamos (Kike y Nelson fueron los primeros en levantarse tras la indicación de Mariano. Lucas finalmente se sentó al lado izquierdo de Sara, quedando Aitor en el lado derecho de la misma. La expresión de Sara denotaba una notoria incomodidad. La Salgado también se rodó de sitio y Povedilla se sentó junto a Montoya, en el otro lado de la mesa) Los tres juntitos, como una tragedia griega (dirigiéndose a Paco, y hablándole muy de cerca, para que Aitor, Sara y Lucas no les escucharan) Que hay que decirle al camarero que cambie los cuchillos de carne por las palas de pescado, Paco
Paco: Venga ya, déjate de tonterías, coño, siéntate (tanto Paco como Mariano se sentaron, quedando de esta forma todo el mundo bien posicionado, sin alteraciones desagradables)
Pepa: Bueno, ¿ya?
Paco: Sí, sí (dijo, con una sonrisa. Las novias, Pepa y Silvia, se sentaron, y el banquete propiamente dicho empezó a ser trasladado hacia la gran mesa por diversos camareros)
Mariano: Que buena pinta, ¿no?
Durante el banquete de la boda de Pepa y Silvia, a la que han asistido Lucas, Mariano, Paco, Aitor, Sara, Nelson, Kike, Povedilla, Montoya, Rita, Don Lorenzo y Salgado, tiene lugar la siguiente conversación entre algunos de ellos...
Pepa: Muy rica (refiriéndose a la comida servida por los camareros)
Mariano: Están buenísimas las gambas fritas estas, eh
Paco: Pásame una anda (parecía que se dirigía a su amigo Mariano, pero en realidad se estaba dirigiendo a la Salgado, que estaba sentada a la izquierda de Mariano. Paco, por otra parte, estaba sentado a la derecha de Mariano. La Salgado le pasó un tenedor con una gamba frita anclada al mismo. Paco lo cogió encantado. Mariano miró con rostro serio al vacío)
Pepa: Cuéntanos, Lucas, cosas de... de Carolina, que estás... muy calladito (miró a Lucas y sonrió, en espera de que dijera algo a los presentes)
Lucas: Pues no muy distinto, eh. Vamos, la única puta diferencia es que... la infiltración y el narcotizaje están subvencionados por el gobierno (gran parte de los presentes echó a reír ante este comentario de Lucas)
Kike: O sea, la democracia como dios manda, ¿no?
Lucas: Eeeeso es (una vez más, varios de los presentes rompieron a risas, prácticamente todos exceptuando Aitor y Sara)
Mariano: Tome nota, Don Lorenzo
Don Lorenzo: Eso lo tenemos ya controlado, Mariano. ¿Y-y qué tal se come allí?
Lucas: No, la comida bien, a mí me gusta, a mí..., a mí es que me gustan las hamburguesas...
Paco: Mariano, si-si-si (se dejó de oír a Lucas, enfocando las palabras que pronunciaba el inspector Miranda) esto se complica yo agarro a Lucas y tú agarra a Aitor, ¿vale? Si hay que pegarle dos puñetazos se le pega
Mariano: Claro, como que tú puedes con Lucas y yo puedo con Aitor, estos nos parten la cara si no se la parten ellos
Paco: Sino la lían en la boda, me cago en...
Lucas: ¿Vino? (ofreciéndoselo a Aitor, pero este tapó con su mano el vaso, para evitar que Lucas echara vino en su interior...)
Aitor: No. Me voy a ir a la barra a por una cerveza. Y tú puedes seguir contando tu historia, que yo ya me enteraré del resto cuando salga la película (dejó su pañuelo encima de la mesa y se levantó. Acto seguido, puso rumbo hacia la cocina
Lucas: Yo me voy a cambiar también a la cervecita (también se levantó, dejando su respectivo pañuelo ((todos los invitados tenían uno para limpiarse durante la comida)) y se dirigió a donde se encontraba Aitor, a la cocina. Sara, nerviosa, cogió un cigarro y fue hacia la salida principal de la casa, a intentar despejarse... Lucas entró a la cocina donde se encontraba Aitor...) Pon otra
Mariano: (en la mesa del banquete, Mariano se dirigió a Paco, que estaba justo a su lado, en voz baja para no alarmar a la gente...) Joder, que se meten los dos solos en una habitación, que estos dos se revientan la cabeza ahí dentro
Paco: Igual van al lavabo
Mariano: Sí, claro, al lavabo de dos en dos, como tus primas del puerto, ¿no? (en la cocina, Aitor le tendió una cerveza en envase de botella a Lucas, y este la cogió. Sara, por otro lado, salió de la casa, y prendió el cigarro con un mechero que tenía. La mafia napolitana apuntaba a Sara desde todas direcciones, esperando órdenes para actuar... Mientras tanto, la gente del banquete seguía degustando el menú...)
Povedilla: Oye,-i-inspectora, ¿y-y...y-y esto qué-qué son, gambas o-o langostinos? (dijo, mientras sujetaba una en su mano)
Paco: Langostinos
Lucas: Aitor... (en la cocina de la casa, se hallaban ellos dos solos, sin nadie que pudiera oírles) A mí estas cosas no se me dan bien, ¿sabes? Pero quería darte las gracias, por haber cuidado de Sara todo este tiempo (Aitor asintió, pensativo, sin mirar directamente a Lucas)
Aitor: No tienes que agradecerme nada. Yo te dije que te fueras tranquilo, ¿no? Que yo iba a cuidar de ella. Y que no le iba a faltar de nada, Lucas (Lucas echó una risotada, aparentemente mosqueado, bebió un trago de la cerveza, y la dejó en una mesa que tenía al lado. Aitor, por si acaso, sacó las manos de sus bolsillos, ante una posible reacción agresiva de Lucas a sus palabras...)
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.103, 1ª PARTE
La siguiente escena tiene lugar durante el banquete de la boda entre Pepa y Silvia, en el que las novias se mantienen de pie, mientras los invitados ocupan sus asientos alrededor de una larga mesa. Povedilla, Sara, Nelson, Kike, Rita, Montoya, Pepa, Silvia, Mariano, Salgado, Don Lorenzo y Aitor no tienen problemas en encontrar sus sitios y se sientan sin mayor problema. Pero Lucas, que es el marido de Sara, ve que esta se encuentra sentada rodeada de Paco y de Aitor, (el padre de Sara y el amante de esta respectivamente) y no tiene claro donde debe sentarse y pone un rostro que refleja duda, a la que vez disimula con una sonrisa para no preocupar a nadie...
Paco: Aquí (se levantó rápidamente de la silla, mirando a Lucas) Aquí, a-a-aquí es tu sitio. Je, que estoy tonto,... me he sentado en la primera silla que he visto. Pero tú eres ahí al lado de-de Sara, y yo aquí-aquí al lado de-de Don Lorenzo (se colocó detrás de la silla en donde estaba sentado Mariano y le dio un toque, como en señal de que se cambiara de sitio)
Mariano: Eh, s-sí (percatándose del toque de atención de Paco) ¿no-nos movemos unas sillas para allá, eh? (se levantó de su asiento) Nos corremos, Povedilla. Venga, vamos (Kike y Nelson fueron los primeros en levantarse tras la indicación de Mariano. Lucas finalmente se sentó al lado izquierdo de Sara, quedando Aitor en el lado derecho de la misma. La expresión de Sara denotaba una notoria incomodidad. La Salgado también se rodó de sitio y Povedilla se sentó junto a Montoya, en el otro lado de la mesa) Los tres juntitos, como una tragedia griega (dirigiéndose a Paco, y hablándole muy de cerca, para que Aitor, Sara y Lucas no les escucharan) Que hay que decirle al camarero que cambie los cuchillos de carne por las palas de pescado, Paco
Paco: Venga ya, déjate de tonterías, coño, siéntate (tanto Paco como Mariano se sentaron, quedando de esta forma todo el mundo bien posicionado, sin alteraciones desagradables)
Pepa: Bueno, ¿ya?
Paco: Sí, sí (dijo, con una sonrisa. Las novias, Pepa y Silvia, se sentaron, y el banquete propiamente dicho empezó a ser trasladado hacia la gran mesa por diversos camareros)
Mariano: Que buena pinta, ¿no?
Durante el banquete de la boda de Pepa y Silvia, a la que han asistido Lucas, Mariano, Paco, Aitor, Sara, Nelson, Kike, Povedilla, Montoya, Rita, Don Lorenzo y Salgado, tiene lugar la siguiente conversación entre algunos de ellos...
Pepa: Muy rica (refiriéndose a la comida servida por los camareros)
Mariano: Están buenísimas las gambas fritas estas, eh
Paco: Pásame una anda (parecía que se dirigía a su amigo Mariano, pero en realidad se estaba dirigiendo a la Salgado, que estaba sentada a la izquierda de Mariano. Paco, por otra parte, estaba sentado a la derecha de Mariano. La Salgado le pasó un tenedor con una gamba frita anclada al mismo. Paco lo cogió encantado. Mariano miró con rostro serio al vacío)
Pepa: Cuéntanos, Lucas, cosas de... de Carolina, que estás... muy calladito (miró a Lucas y sonrió, en espera de que dijera algo a los presentes)
Lucas: Pues no muy distinto, eh. Vamos, la única puta diferencia es que... la infiltración y el narcotizaje están subvencionados por el gobierno (gran parte de los presentes echó a reír ante este comentario de Lucas)
Kike: O sea, la democracia como dios manda, ¿no?
Lucas: Eeeeso es (una vez más, varios de los presentes rompieron a risas, prácticamente todos exceptuando Aitor y Sara)
Mariano: Tome nota, Don Lorenzo
Don Lorenzo: Eso lo tenemos ya controlado, Mariano. ¿Y-y qué tal se come allí?
Lucas: No, la comida bien, a mí me gusta, a mí..., a mí es que me gustan las hamburguesas...
Paco: Mariano, si-si-si (se dejó de oír a Lucas, enfocando las palabras que pronunciaba el inspector Miranda) esto se complica yo agarro a Lucas y tú agarra a Aitor, ¿vale? Si hay que pegarle dos puñetazos se le pega
Mariano: Claro, como que tú puedes con Lucas y yo puedo con Aitor, estos nos parten la cara si no se la parten ellos
Paco: Sino la lían en la boda, me cago en...
Lucas: ¿Vino? (ofreciéndoselo a Aitor, pero este tapó con su mano el vaso, para evitar que Lucas echara vino en su interior...)
Aitor: No. Me voy a ir a la barra a por una cerveza. Y tú puedes seguir contando tu historia, que yo ya me enteraré del resto cuando salga la película (dejó su pañuelo encima de la mesa y se levantó. Acto seguido, puso rumbo hacia la cocina
Lucas: Yo me voy a cambiar también a la cervecita (también se levantó, dejando su respectivo pañuelo ((todos los invitados tenían uno para limpiarse durante la comida)) y se dirigió a donde se encontraba Aitor, a la cocina. Sara, nerviosa, cogió un cigarro y fue hacia la salida principal de la casa, a intentar despejarse... Lucas entró a la cocina donde se encontraba Aitor...) Pon otra
Mariano: (en la mesa del banquete, Mariano se dirigió a Paco, que estaba justo a su lado, en voz baja para no alarmar a la gente...) Joder, que se meten los dos solos en una habitación, que estos dos se revientan la cabeza ahí dentro
Paco: Igual van al lavabo
Mariano: Sí, claro, al lavabo de dos en dos, como tus primas del puerto, ¿no? (en la cocina, Aitor le tendió una cerveza en envase de botella a Lucas, y este la cogió. Sara, por otro lado, salió de la casa, y prendió el cigarro con un mechero que tenía. La mafia napolitana apuntaba a Sara desde todas direcciones, esperando órdenes para actuar... Mientras tanto, la gente del banquete seguía degustando el menú...)
Povedilla: Oye,-i-inspectora, ¿y-y...y-y esto qué-qué son, gambas o-o langostinos? (dijo, mientras sujetaba una en su mano)
Paco: Langostinos
Lucas: Aitor... (en la cocina de la casa, se hallaban ellos dos solos, sin nadie que pudiera oírles) A mí estas cosas no se me dan bien, ¿sabes? Pero quería darte las gracias, por haber cuidado de Sara todo este tiempo (Aitor asintió, pensativo, sin mirar directamente a Lucas)
Aitor: No tienes que agradecerme nada. Yo te dije que te fueras tranquilo, ¿no? Que yo iba a cuidar de ella. Y que no le iba a faltar de nada, Lucas (Lucas echó una risotada, aparentemente mosqueado, bebió un trago de la cerveza, y la dejó en una mesa que tenía al lado. Aitor, por si acaso, sacó las manos de sus bolsillos, ante una posible reacción agresiva de Lucas a sus palabras...)
#457

19/07/2009 04:49
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.103, 2ª PARTE
Un ataque de la mafia napolitana sacude la boda de Pepa y de Silvia... Esta última ha sido alcanzada en el estómago y es tratada en una bodega, aislada del tiroteo, por Pepa y Don Lorenzo, mientras que el resto de los invitados a la boda intentan mantener a raya a los mafiosos para que no les liquiden. Únicamente Sara, Lucas y Aitor se encuentran en los exteriores de la casa, más expuestos que el resto a que les abatan los miembros de la mafia. Paco, Salgado, Mariano, Povedilla, Kike, Nelson y Montoya mueven las mesas, que momentos antes se usaron para el banquete de bodas, hacia las ventanas de la casa, en pos de que las balas no alcanzaran a nadie que pasara a través de las ventanas. No se aplacó completamente el riesgo, pero sí que se redujo exponencialmente, haciendo de esta forma que la mafia sólo disparara ráfagas de vez en cuando, en el momento en el que veían actividad en la casa. Rita salió de la bodega en la que estaba junto a Pepa y Silvia tratando a un camarero herido de bala (aunque la herida de Silvia salía peor parada, al camarero lo habían herido en el hombro) y acudió al encuentro de los demás presentes, pero para ello tuvo que pasar peligrosamente cerca de algunas ventanas...)
Mariano: ¡Cuidado, Rita! (le dijo, y esta corrió hacia una puerta situada al otro extremo, agachada, mientras los mafiosos continuaban con el fuego incesante de balas. Cruzó la puerta con éxito)
Salgado: Nos tienen rodeados. No deben de ser menos de 30 hombres. Y... por la cantidad de impactos y el tipo de munición... deben tener fusiles de asalto y... y sub-fusiles
Lucas: ¡Paco!
Aitor: ¡Paco! (ambos le llamaron desde un pequeño balcón, en el exterior de la casa, en una posición no muy lejana a los ventanales donde se hallaban Paco y los demás. Lucas y Aitor se mantenían a cubierto de los disparos de la mafia napolitana, que parecían no tener fin)
Mariano: Paco, mira Lucas (Paco vio que Lucas le estaba haciendo señas con las manos...) Está haciendo aspavientos, no sé que quiere decirnos
Paco: Mariano, ¿qué aspavientos? Quiere que le cubramos. ¿Con qué armas contamos y con cuánta munición? (Rita sacó un cubo, volviendo a cruzar por la puerta que había cruzado antes, exponiéndose enormemente a que le alcanzara alguna bala perdida de los mafiosos...)
Mariano: Tu pipa, la mía..., y el sub-fusil de Pepa
Montoya: 26 balas (mostrando a los demás el sub-fusil al que hacía referencia Mariano)
Nelson: Paco (cogió un trabuco que estaba puesto en la pared como elemento decorativo. Paco miró a Nelson, incapaz de creerse lo que estaba viendo, luego entrecerró los ojos, muy preocupado. Nelson sopló en el interior del trabuco para ver si funcionaba) Parece que el cañón no está obstruido. Esto podría funcionar
Povedilla: ¿Cómo-cómo va a funcionar, Nelson?, que esto es un adorno de la pared, muchacho, ¿es que no lo ves?
Nelson: Mira, es esto o nada, así que vamos a cargarlo. Esto siempre funcionaba con pólvora negra, vamos a... coger los petardos, pillar cualquier cosa para, para que prenda, que nos actúe como, como mecha, y cebar la metralla
Povedilla: Pero Nelson, ¿qué-qué-qué metralla ni qué mecha, que-que esto es una reliquia de-de-de 1800, que esto no dispara (un disparo pilló por sorpresa a todos y se agacharon para evitar consecuencias trágicas)
Paco: Joder, Povedilla, hazle caso. Ayúdame. Venga, vamos, Kike. Joder, si funciona tenemos un tiro más, ¡venga, vamos! (tras dudar por unos instantes, Kike, Nelson fueron raudos hacia un estante situado en una pared, y cogieron del mismo una caja azul, en la que había munición para el trabuco. Povedilla se acercó a Kike y Nelson, trabuco en mano, para cargarlo...)
PD: En breve irá añadida una nueva frase cómica, que tendrá tintes también dramáticos...
Esto ha sido todo en las frases cómicas (no muy numerosas pero destacables en un capítulo de estas características) del desenlace de la 5ª temporada de “Los Hombres de Paco”, en el capítulo 104, el desenlace, titulado, “Todos los planes de Lucas Fernández”. Las frases dramáticas irán expuestas en próximos días. Con esto despido las frases cómicas de toda la temporada, espero que hayan sido de su agrado, y dependiendo de como vayan las cosas, se realizarán frases en la futura 6ª temporada, pero faltaría por ver de que manera... Por el momento, en lo que respecta al año 2009 al menos, esto ha sido todo en lo referente a la comedia...
Saludos, paqueros/as
#458

20/07/2009 04:53
FRASES CÓMICAS, LHDP, CAP.104, 3ª PARTE
NOTA: Las partes expuestas anteriormente corresponden al capítulo 104, no al 103 como hacen entender los posts correspondientes a las partes 1 y 2. De igual modo, el escrito que hace referencia al final de las frases cómicas de la 2ª parte, el correspondiente al último párrafo, se pospone a este post, al tener final lugar las frases cómicas ya de manera definitiva en esta 3ª parte, y no en la 2ª. El motivo por el cual se expondrá de esta manera la última parte de las frases cómicas será por el hecho de la imposibilidad de editar las partes anteriores... Por último, mencionar el hecho de que la última frase expuesta en el apartado de las cómicas, alterna lo cómico con lo dramático
Para quien prefiera ver las frases cómicas del último episodio en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x25, el desenlace, "Todos los planes de Lucas Fernández"
Mientras tiene lugar un intenso tiroteo, donde la mafia avanza a pasos agigantados para matar a los componentes de la comisaría de San Antonio, en el interior de la casa donde están refugiados gran parte de los presentes, (únicamente Aitor, Sara y Lucas permanecen fuera de la casa, escondidos de manera que se mantienen a salvo de las balas de las armas de los mafiosos) tiene lugar la siguiente charla entre Mariano y Paco...
Mariano: Paco, voy a salir. Tengo el palpito de que puedo negociar con ellos
Paco: Cállate, Mariano, coño, ¿qué palpito ni qué palpito? Que es la mafia, que nos están acribillando, que nos quieren matar, que no quieren negociar. Así que métete tu palpito donde te quepa
Mariano: Paco, no hay otra. Voy a salir y voy a negociar
Paco: ¿Con qué..., Mariano, c-con nuestros pluses, con el sueldo de un policía nacional? Díselo, Marina. (la comandante del CNI, Marina Salgado, estaba escuchando la conversación entre Paco y Mariano, ya que estaba muy próxima a ellos)
Salgado: N-n-n-no se puede negociar con la camorra, Mariano. Hace dos años en Calabria se cargaron una familia entera, 32 miembros, durante un bautizo. No se salvó ni el bebé de cuatro meses. Con la mafia no se negocia.
Mariano: (tras un rato de silencio por su parte, sin atreverse a contradecir a la Salgado) Ven aquí, Paco (agarró del hombro a Paco, y lo atrajo, de forma que lo alejó de la Salgado) Explícame una cosa. Te digo que tengo un palpito... ¿y tú me pones enfrente a Marina?
Paco: Yo no te estoy poniendo en frente a nadie. ¿Qué coño estás diciendo?
Mariano: Estoy diciendo que tú y yo antes éramos los Beatles, Paco, John Lennon y Paul McCarney. Y llegó Yoko Ono y los separó. Y Marina Salgado es nuestra Yoko Ono, Paco, que te pone en contra de mis ideas, eso es lo que estoy diciendo
Paco: Porque tus ideas son de bombero, Mariano, para mí, para Marina y para tí
Mariano: ¿Y tú tienes alguna idea mejor, Paco? Porque te recuerdo que Silvia está allí abajo en la bodega con el estómago reventado desangrándose, (junto a Silvia estaban Pepa y Don Lorenzo tratándola) tu hija está en mitad de un fuego cruzado, a Lucas y a Aitor se los van a cargar si no se matan ellos antes, y esos hijos de puta lo único que están esperando es a que se nos acaben las balas para reventarnos. ¿Alguna idea brillante?
Paco: Mariano... Si sales... el que te pega el tiro soy yo
Mariano: Pues pégamelo, Paco..., (mirando a Paco desangelado) pégamelo. Así tendrás el camino libre. Con Marina..., digo (y se marchó del lado de Paco, resultándole imposible tenerle muy cerca en aquellos momentos)
Ahora ya, de manera concluyente, esto ha sido todo en las frases cómicas (no muy numerosas pero destacables en un capítulo de estas características) del desenlace de la 5ª temporada de “Los Hombres de Paco”, en el capítulo 104, el desenlace, titulado, “Todos los planes de Lucas Fernández”. Las frases dramáticas irán expuestas en próximos días. Con esto despido las frases cómicas de toda la temporada, espero que hayan sido de su agrado, y dependiendo de como vayan las cosas, se realizarán frases en la futura 6ª temporada, pero faltaría por ver de que manera... Por el momento, en lo que respecta al año 2009 al menos, esto ha sido todo en lo referente a la comedia...
Saludos, paqueros/as
#459

20/07/2009 04:57
No me cansaré de agradecerte el inconmesurable trabajo que realizas semanalmente con las frases, Carlinter, aunque ahora lo siga por tu blog.
#460

21/07/2009 04:09
Las frases dramáticas de "Los Hombres de Paco" regresan por última vez en la temporada, con la exposición de las del capítulo 104, el más dramático de toda la serie sin duda alguna, "Todos los planes de Lucas Fernández". Este capítulo ha sido tal el destello de drama que ha dejado, que incluso ha derramado las lágrimas de muchos de sus espectadores, de una forma que la ficción difícilmente puede lograr con tanta contundencia, ya que las consecuencias para 4 de los personajes principales fue... la muerte... Empecemos con las frases dramáticas del desenlace.
Para quien prefiera ver las frases dramáticas del último episodio en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x25, el desenlace, "Todos los planes de Lucas Fernández"
La siguiente escena muestra, en el comienzo del episodio, a Pepa y Silvia, justo después de ser declaradas unidas en matrimonio, y todos los invitados allí presentes, entre los que se contaban Paco, Mariano, Aitor, Sara, Kike, Nelson, Povedilla, Montoya, Rita y Don Lorenzo, con una voz en off de Lucas Fernández...
Lucas: (voz en off) Decía John Lennon... que la vida es lo que te va sucediendo... mientras te empeñas en hacer otros planes. Y tenía razón (Pepa y Silvia se besaron debajo de un muérdago) Planeas tu matrimonio..., (un coche estaba llegando al lugar de celebración de la boda en aquellos instantes) la casa donde vivirás..., el colegio al que irán tus hijos. Planeas hasta el color que tendrá el puto sofá (la persona que conducía el coche, lo aparcó en un terreno cercano a donde se encontraban todos los invitados y las novias, que se encontraban en pleno beso. Los invitados, mientras tanto, aplaudían a la pareja) Pero los planes... son sólo un dibujo en una servilleta de papel. Y por mucho que te empeñes... (el hombre que iba en coche hacia la boda, tras aparcarlo, salió del mismo y se dirigió al asiento del pasajero, sacando una caja rectangular que había dentro) Al final tus planes le importan una mierda al resto del mundo. Y puedes ponerle cabeza..., corazón... o un taco de servilletas emborronadas con sueños. Que la vida... tiene otros planes para tí. (y con esto, y con el conjunto de hombres de la mafia napolitana situándose en posición para liquidar a los miembros de la comisaría de San Antonio, da comienzo el llamado "El desenlace"...)
Para quien prefiera ver las frases dramáticas del último episodio en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x25, el desenlace, "Todos los planes de Lucas Fernández"
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.104, 1ª PARTE
La siguiente escena muestra, en el comienzo del episodio, a Pepa y Silvia, justo después de ser declaradas unidas en matrimonio, y todos los invitados allí presentes, entre los que se contaban Paco, Mariano, Aitor, Sara, Kike, Nelson, Povedilla, Montoya, Rita y Don Lorenzo, con una voz en off de Lucas Fernández...
Lucas: (voz en off) Decía John Lennon... que la vida es lo que te va sucediendo... mientras te empeñas en hacer otros planes. Y tenía razón (Pepa y Silvia se besaron debajo de un muérdago) Planeas tu matrimonio..., (un coche estaba llegando al lugar de celebración de la boda en aquellos instantes) la casa donde vivirás..., el colegio al que irán tus hijos. Planeas hasta el color que tendrá el puto sofá (la persona que conducía el coche, lo aparcó en un terreno cercano a donde se encontraban todos los invitados y las novias, que se encontraban en pleno beso. Los invitados, mientras tanto, aplaudían a la pareja) Pero los planes... son sólo un dibujo en una servilleta de papel. Y por mucho que te empeñes... (el hombre que iba en coche hacia la boda, tras aparcarlo, salió del mismo y se dirigió al asiento del pasajero, sacando una caja rectangular que había dentro) Al final tus planes le importan una mierda al resto del mundo. Y puedes ponerle cabeza..., corazón... o un taco de servilletas emborronadas con sueños. Que la vida... tiene otros planes para tí. (y con esto, y con el conjunto de hombres de la mafia napolitana situándose en posición para liquidar a los miembros de la comisaría de San Antonio, da comienzo el llamado "El desenlace"...)