Foro Los hombres de Paco
Frases memorables!!!
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17/07/2008 14:54
Como estos meses nos tienen sin Los hombres de Paco, yo me dedico a ver todos los capítulos de todas las temporadas y hay muchas frases divertidas ó que significan mucho para ellos.
Propongo que entre todos hagamos una recopilación de todas aquellas frases que más nos gusten.
1ª temporada. Capítulo 7 "El brillo de Oropel"
Cuando Paco se va a infiltrar en el "Caso Polainos"...
Montoya: te ha quedado claro, Paco?
Paco: que si, que yo le doy a este botón y luego a este... anda! Ya me ha salido otra vez el "salvaslip" este...
Montoya: el salvapantallas Paco, el salvapantallas...
Propongo que entre todos hagamos una recopilación de todas aquellas frases que más nos gusten.
1ª temporada. Capítulo 7 "El brillo de Oropel"
Cuando Paco se va a infiltrar en el "Caso Polainos"...
Montoya: te ha quedado claro, Paco?
Paco: que si, que yo le doy a este botón y luego a este... anda! Ya me ha salido otra vez el "salvaslip" este...
Montoya: el salvapantallas Paco, el salvapantallas...
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#421

24/06/2009 05:24
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.100, 2ª PARTE
En el bar de los Cachis, con prácticamente toda la comisaría presente, tiene lugar la siguiente escena. Todo el mundo está de fiesta, celebrando el hecho de que han detenido a Vittorio Palexe, miembro de la camorra capolitana, y también el que Mariano y Paco salieran ilesos de una situación bastante desagradable... Paco, en ese momento, quiere decir unas palabras...
Paco: ¡Eh, señores!
Mariano: ¿¡Qué?! (tuvo prácticamente que gritarlo, ante el portentoso ruido de gente que se oía por todo el bar de los Cachis, en donde se encontraba todo el mundo en aquel momento)
Paco: Que... Un momento (no se oía tanto a la gente, pero si lo suficiente como para que Paco no pudiese contarles lo que quería. La gente comenzó a callarse y Paco finalmente, pudo continuar...) Que ya sabéis que a mí me cuesta mucho lo que es hablar. Hace dos días (puso la mano encima del hombro de Mariano)..., Mariano..., Mariano y yo estábamos enterrados hasta... hasta el cuello (Mariano se dio unos pequeños golpes con la palma de la mano colocada en horizontal en su cuello, dando a entender hasta que punto estaban enterrados)..., esperando un milagro. El milagro no era otra cosa que... que poder... dar un paseo. O tomarnos un... un helado en... los italianos. Pero sí nos prometimos una cosa, ¿verdad?
Mariano: Sí, señor
Paco: Sí. Y es que... lo que es estar... tumbado en un sofá... a tomar por saco el sofá, se acabó, bien tirao (todo el mundo se mostró alegre y contento y empezaron a entablar palabras entre ellos), ¡a tomar por culo el sofá, y esta... (se señaló su barriga)hurrio, hurrio con la barriga, os lo juro, va-va, sh (dijo, llamando la atención de los presentes, que les estaban aplaudiendo y con el ruido no se oía lo que decía) ¡Y que voy a- y que voy a coger el toro por los cuernos, como tiene que ser
Mariano: Eso es, y las chavalas. Señores, que hemos decidido Paco y yo que vamos a rehacer. O sea, que Paco Miranda vuelve a estar en el mercado, ahí, el tigre de San Antonio (Paco hizo un gesto pasándose el dedo pulgar lentamente por la boca, como si estuviera para una pose para una foto en plan macarra. Todo el mundo aplaudió a Paco y Mariano, y en medio de todo aquel vitoreo, Pepa se acercó hacia el centro del bar, alejándose de la barra y de la gente, y pegó un fuerte silbido para que todo el mundo la escuchara)
Pepa: Pe-perdona, pe-perdón. (el personal allí presente observó a Pepa y mantuvo silencio) Que Silvia y yo queríamos anunciaros una cosa. Eh, Don Lorenzo... Su hija me ha pedido que me case con ella. Y yo he aceptado. (la gente aplaudió, contenta de que se casaran Pepa y Silvia) Pero-pero-pero espera, espera, que yo... le quería decir que a partir de ahora voy a hacer las cosas bien y como tiene que ser...
Don Lorenzo: Explícame una cosa... A ver,... (dejó una cerveza que tenía en su mano en la barra antes de comenzar a hablar) ¿hacer las cosas bien? O sea, para usted significa hacer las cosas bien... de pronto... pegar un grito aquí diciendo... “Don Lorenzo, que quiero... pedirle la mano de su hija”, como si pidiera un bocadillo de calamares, ¿no? Vamos a ver... ¿Usted quiere... la mano de mi hija o... lo que quiere es que le diga dónde tengo yo... la mía? ¿Se lo digo? La mano de mi hija y la mía la tengo yo aquí,... (cogió la mano de Silvia y la colocó junto a la de Pepa, para que se entrelazaran mutuamente) junto a la de su prometida. (todo el mundo aplaudió una vez más, Don Lorenzo sonrió y abrazó tanto a Pepa como a Silvia. Paco abrazó a Pepa y posteriormente, en medio del clamor del público, Pepa y Silvia se besaron)
Curtis: Enhorabuena (abrazando a Pepa)
Pepa: Gracias (dijo en medio de una alegría inmensa)
Curtis: Niña, ponte unos calentitos y unas cañitas, que... (dirigiéndose a la camarera de los Cachis, Leo)
Leo: (interrumpiendo a Curtis. Llevaba una bandeja con diversos manjares) Ay, jesúuuu, que va, que va, que va. Señores, los pinchos y las cañas pa mañana, que yo tengo que cerrar, así que venga, desfilando, que no son horas (poco a poco la gente comenzó a marcharse del bar, hasta que solo quedaron Paco y Mariano, enfrascados en una risa de altos vuelos)
Mariano: Leo, corazón
Leo: Dime
Mariano: ¿Por qué no nos dejas las llaves y cerramos nosotros?, echamos nosotros el cierre, lo tenemos controlado, Leo, que nuestra vida sedentaria de sofá ha acabado ya, enróllate, anda, guapa, bonita, que eres preciosa, que eres la alegría del barrio
Leo: Toma las llaves anda (entregándole las llaves a Mariano) Si vienen los municipales os apañáis vosotros, eh (Paco hizo un gesto asintiendo a una velocidad de vértigo a Leo, como diciéndole que no se preocupara de nada)
Paco y Mariano al unísono: Municipales (se echaron a reír, mientras Leo se iba yendo a la cocina, en la parte trasera del bar)
Leo: Anda que me vais a meter un día en un lío pero de los gordos
Mariano: ¿Pero qué lío ni lío? Que está liá ya...
Paco: La alegría de la huerta
Leo: Sí (en tono irónico. Cuando entró en la cocina un tipo le tapó la boca desde atrás para que no gritara, asustándola. Le ordenó que se callara con pistola en mano, apuntándole directamente en la cabeza. El hombre que iba al lado del que le tapó la boca a Leo, profirió un sonido, indicando que se callase, también con una pistola en su poder)
Mariano: Chacolí (enseñándole una botella de vino a Paco)
Paco: Pos... chacolí mismo
Mariano: Yo primero (dijo, para después disparársele la risa, mientras se echaba vino en su vaso. Paco también comenzó a reírse fuertemente)
Paco: Ya verás tú como por delante... (o algo así le dice a su amigo Mariano. Los tipos que tenían retenida a Leo la sentaron en una silla, la amordazaron y la ataron para que no pudiera moverse de allí)
Mariano: Nuestro problema es que huimos del flirteo, Paco. Huimos del flirteo
Paco: Eso...
Mariano: A partir de ahora, Paco...
Paco: ¿Qué? (interrumpiendo a Mariano)
Mariano: Política de puertas abiertas, eso es lo que tenemos que hacer
Paco: De par en par (fueron apuntados por uno de los tipos que había aislado a Leo, interrumpiendo bruscamente su conversación...)
#422

24/06/2009 05:25
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.100, 3ª PARTE
En la sala principal de la comisaría tiene lugar la siguiente escena, con Rita pasando por los detectores de metal situados a la entrada del recinto, y con un bolso en la mano. Ve a Povedilla y se dirige hacia él...
Rita: Jose Luís. Jose Luís, a ver si le puedes dar esto al Curtis cuando lo veas, que son sus botas del zapatero, que (Povedilla vio en el fondo del bolso que portaba Rita el contenido del mismo) como caminan zambo pues se le gastan todas las suelas
Povedilla: Vale
Rita: Gracias
Povedilla: No hay de que (Rita le tendió el bolso a Povedilla y se dirigió hacia Montoya, que estaba hablando por teléfono móvil delante de donde se encontraba Rita)
Rita: Perdone
Montoya: Chao (colgó la llamada)
Rita: Un momentico. Que... no sabía muy bien lo que hacer. Entonces, he comprado dos... dos entradas para un musical, y he pensado que se las podría usted enviar a mi prima de su parte (sacó las entradas, dispuesta a entregárselas a Montoya. Este las cogió) No hace falta que diga na, eh, pero yo creo que si ella recibe las entradas seguro que vuelve
Montoya: No hace falta que te molestes, Rita. Lo de tu prima fue una fascinación fugaz. Y... como todo lo fugaz pues pasó. Se fue (fue a devolverle las entradas a Rita, ya que no quería entregárselas a la prima de Rita... Por otro frente, Paco y Mariano se encuentran también en la sala principal de comisaría..., después de haber pasado una noche en el bar de los Cachis bastante ajetreada)
Paco: Don Lorenzo está con un mando del CNI. Colaboran en la investigación
Mariano: Joder... (en ese momento vieron a Don Lorenzo, que bajaba junto al mando del CNI al que recalcó Paco, que no era otra persona que Marina Salgado, comandante de esta unidad) Ostia, la Salgado... (sorprendido de verla allí) ¿Qué le digo?
Paco: Con naturalidad, Mariano, con naturalidad
Mariano: ¿Cómo que con naturalidad, Paco, coño?, que ni siquiera me he divorciado por verle la cara, ¿te parece natural?
Salgado: Povedilla. Saque al sospechoso del calabozo para que podamos interrogarle (varios de los policías observaron con atención a la Salgado, ya que no se esperaban que volviera a la comisaría. Ya había estado por allí en una anterior caso, concretamente el caso Káiser) Y... avise al agente Miranda. Inspector Montoya, usted vendrá con nosotros
Don Lorenzo: Venga (le llamó, en un tono de voz por el que casi no se le pudo escuchar, y le hizo una seña a Montoya para que le siguiera)
Mariano: ¿Qué hay, Marina, qué tal?
Salgado: Hola, Mariano
Mariano: ¿Cómo está tu padre?
Salgado: Murió (Don Lorenzo, Salgado y Montoya fueron subiendo hacia la sala de interrogatorios por las escaleras centrales de la comisaría. Mariano, por otra parte, se sintió afectado por la muerte del padre de la Salgado...)
Silvia y Sara mantuvieron una conversación en la corrala de los domicilios de Rita, Sara y Paco.
Le quería consultar a Sara ciertos detalles sobre las invitaciones de boda, ya que se iba a casar con Pepa...
Silvia: A ver, que estoy con las invitaciones. ¿Qué hago con Aitor? (abrió una pequeña libreta para tomar notas) ¿Le mando la invitación por separado..., pongo los tres juntos..., a ver, te pongo a tí con Lucas...? (se concentró en tomar los apuntes en la libreta, mirando hacia la misma) Y Aitor... (cuando levantó la cabeza para mirar a Sara, vio que estaba un poco alicaída y dejó de tomar apuntes) Ay, lo siento, Sara
Sara: (negó con la cabeza, como diciendo que no pasaba nada) Da igual. Es que no sé que estoy haciendo, Silvia. Es que no..., no sé donde estoy. Lucas viene dentro de 4 semanas y..., y yo me siento como..., como un yumbo desplomándose a doce mil metros. Ahora sí sé que tengo que estar con él hasta el final. Aunque no sé cual es... (Sara y Silvia se abrazaron, estando la primera angustiada por la situación sentimental que estaba teniendo que pasar...)
Aitor y Sara se encuentran en la casa de esta última, en donde tiene lugar la siguiente conversación entre ambos...
Aitor: Sara... Toma, ¿quieres retroviral para almorzar? Está bueno, eh (ofreciéndole una pastilla a Sara)
Sara: No, gracias (le dijo, mientras sonreía, sabiendo que Aitor lo hacía en plan de broma, y se sentó en el sofá. Aitor se rió y seguidamente se tomó la medicación que Silvia le había recetado para reponerse del envenenamiento que había sufrido. El sabor del medicamento era agridulce, ya que Aitor emitió un gesto que denotaba ese tipo de sabor. A Aitor, una vez más, le entró la risa, en esta ocasión por la mirada de Sara, que la tenía clavada en Aitor) ¿Tú nunca te quejas?
Aitor: ¿Cómo?
Sara: Psss, te han pegado un tiro,... te han metido... estricnina en vena,... y estás ahí sonriente como si acabases de salir de un balneario, vamos (Aitor se ríe ante el comentario de Sara. Esta última también se lo toma con buen humor) ¿Todo te parece bien?
Aitor: Bueno, yo que sé..., Sara. ¿Qué-qué-qué quieres que me queje? ¿Qué? Sí, me puedo quejar de una cosa (levantando el dedo índice, como acordándose de algo)
Sara: ¿Qué?
Aitor: De llegar el segundo el día de tu boda. (asintió con la cabeza ante la mirada perpleja y sonriente a su vez de Sara) Mira, el primer..., el primer día que te vi..., ibas vestida de novia por las calles de la Gran Vía. (se vio un flashback donde se veía a Aitor cogiendo una flor que a Sara se le había caído al suelo) Y lo primero que dije yo, que “¿quién ha sido el hijo de puta que se me ha adelantado?” Ese día te dejé escapar..., se adelantó otro... (se vio otro flashback en donde Sara y Lucas estaban celebrando una ceremonia de boda, para casarse, en una pequeña iglesia...), y yo volví a ser el segundo. Es una putada porque... una mujer no se viste de novia nada más que una vez en la vida. Y lo que me tocaba pasó..., y por esa chorrada, por esa tontería pues no me pude casar contigo. Claro. (ingirió otro trago más de aquella bebida amarga y observó a Sara, que no le quitaba la vista de encima) ¿Qué?
Sara: ¿Te quieres casar? Conmigo digo (concretó, ya que Aitor no sabía a ciencia cierta a que se refería Sara)
La conversación entre Aitor y Sara continúa, en la casa de esta última. Sara propone a Aitor que se casen y al oír esto, este se queda alucinando, no sabe de que manera reaccionar...
Sara: A ver, que... Bueno, que ya se que soy una mujer casada, y... Pues más que tu esposa sería tu... co-esposa y más que una boda sería una... co-boda (por momentos se echaba a reír, ya que la idea era un tanto descabellada, pero por estar a su lado, era capaz de aquello) Y bueno, probablemente tendría que robar el traje a mi tía..., y tú te tendrías que hacer uno de... papel de periódico (tanto Sara como Aitor se rieron en aquel momento) y...,y que no tendríamos ni cura pero... Si tú una vez quisiste casarte conmigo... pues yo quiero hacerlo hoy. ¿Tienes algo mejor que hacer? (Sara sonrió a Aitor, este puso un gesto más serio, mirando a Sara profundamente..., hasta que le sonó el teléfono móvil. Contestó a la llamada, era Paco)
Aitor: Sí, dime, Paco
Paco: Aitor..., ¿estás con mi hija?
Aitor: Sí
Paco: No le cuentes nada de lo que te voy a decir, es muy importante
Aitor: Vale
Paco: Sara..., tú, y todos los policías de la comisaría estamos amenazados... por lo de la detención de Palexe. No quiero que asustes a Sara. Pero quiero que te conviertas en su sombra. Que no te muevas de su lao..., y si es posible que no salga de casa. Alerta máxima, Aitor..., estos tíos van en serio
Aitor: Vale, entendido, Paco
Paco: Ten cuidado (colgó la llamada, Aitor hizo lo propio. Por momentos observó atentamente las puertas y ventanas de la casa, viendo si detectaba a algún mafioso que fuera a por ellos...)
Sara: ¿Qué? (refiriéndose a la llamada que había recibido Aitor)
Aitor: Nada. Nada, nada, una... una gilipollez..., de comisaría, nada más
#423

24/06/2009 05:27
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.100, 4ª PARTE
La siguiente escena continúa a la anterior, con una conversación entre Aitor y Sara, en la casa de esta última, que le había propuesto a Aitor el realizar una boda de mentira entre ellos dos...
Sara: Bueno..., di, ¿tienes algo mejor que hacer hoy que casarte conmigo?
Aitor: No. No, que... Que sí, coño, que-que-que... Joder (se rió, siguiéndole Sara la gracia. A Aitor le costaba expresar sus emociones) Que sí me quiero casar contigo
Sara: Vale (Sara besó a Aitor) Tú dame una hora (dijo, después del beso), yo me encargo de ponerme guapa..., y tú te encargas de los anillos y de la ceremonia..., ¿vale?
Aitor: Vale
En el bar de los Cachis, la comandante del CNI, Marina Salgado, y el inspector de policía, Paco Miranda, se hallan sentados en una de las mesas, habiendo invitado la comandante a comer a Paco, para conversar con él, acerca de un asunto...
Salgado: Quería comentarte algo
Paco: Mm-mm- si vamos a hablar de Mariano a mí me gustaría permaneser al margen, porque no-no...
Salgado: No,no,no,no, no, Paco, no (interrumpiéndole)
Paco: ...de verdad
Salgado: Antes he visto la cara que se te ha quedado al ver a tu hija en la lista de ejecutables. Paco, si tú quieres..., yo puedo mover unos hilos y proporcionarle un escolta
Paco: Muchas gracias, comandante..., pero acabo de proporcionarle... al mejor (se vio a Aitor, en la casa de Sara, cerraron ventanas, las cortinas de las mismas, y cerrando puertas con pestillo, para asegurarse de que nadie indeseable les encontrara y acabara con ellos) ¿Sabes por qué... le ha pasado todo esto? ¿Cómo he... colocado a... a mi hija..., mi familia..., a mis amigos..., en el punto de mira de unos desalmados? (Aitor cargó su pistola y la rellenó de balas, preparándose para lo peor) Cazando ufos..., comandante. Y cazando ufos pues..., pos me encontré con-con la mierda de uranio empobrecido
Salgado: ¿Te acuerdas de... de la última vez que nos vimos? A mí me... me acababan de plantar justo al día siguiente de mi boda. Bueno, y yo aquel día también estuve tentada de meterme debajo de una mesa..., pedir una baja y... hincharme a ansiolíticos. Pero decidí salir a la calle. ¿Y sabes por qué? Porque... pienso que siempre que termina algo... es que empieza algo nuevo (se vio a Aitor cogiendo unas tijeras, una videocámara y varias clases de libros, además de una especie de cuerda)
Paco: Pero esta vez lo que puede empezar es... una... cacería de hombres
Salgado: Exacto, Paco (le dio la mano a Paco) Ahora has sacado al tigre de su guarida..., y no te quedan más cojones que cazarlo. No hay vuelta atrás (Paco le tendió la otra mano a la Salgado, agradeciéndole su apoyo. En ese momento llegó Mariano al bar y vio allí a Paco y Salgado)
Mariano: Paco. ¿Dónde te metes, que llevo un rato buscándote? Tengo el... protocolo de actuación para la protección de... de personas amenazadas
Paco: Pues aho-ahora lo vemos, ¿vale, Mariano? (contestó a una llamada telefónica de un número desconocido, alejándose unos metros de Salgado y Mariano, para que ninguno de los dos oyese la conversación telefónica) ¿Sí?
Voz desconocida: Inspector Miranda...
Mariano: (dirigiéndose a la Salgado) ¿Dónde lo enterrasteis al final?
Salgado: En la... Sacramental, Mariano
Mariano: Ah, muy bien, tiene muy buenas vistas de Madrid. Vamos, que no es como el cementerio de... de la zona sur, que... que pasa la M-30 por el lao, la autopista...
Voz desconocida: El señor Gian Luca Bravante quiere reunirse con usted. Acuda dentro de una hora exacta al parque Asca, y siéntese en el banco que hay a la derecha de la fuente. Venga solo, desarmado, sin micros ni sistemas de localisasión ye-PS (usaba un marcado acento italiano) Nuestros hombres han fallado una ves. Pero no volverán a fallar. Si acude al encuentro, la orden de ejecusión que pesa sobre su cabesa y la de sus hombres..., será levantada
Paco se prepara en comisaría para ir al lugar que le citó el hombre que le llamó en el bar de los Cachis, poniéndose un traje elegante, con corbata incluida. Sara, por otro lado, se viste de novia para ultimar los preparativos antes de casarse, de mentira, con Aitor. Paco decide llamar a su hija antes de salir a la reunión, ya que era bastante peligrosa, y no tenía muchas probabilidades de salir con vida, y quería mantener una última charla con su hija, por si acaso fallecía en acto de servicio...
Sara: ¿Sí? (contestando a la llamada)
Paco: Sara. Soy... soy papá. Que... Verás, querí-quería contarte algo
Sara: Ah..., papá, ¿te puedo llamar luego?, es que estoy un poco liada
Paco: E-e-e-es un segundo, cariño. Eh... e-e-e-e una- es una tontería y..., ¿pero tú-tú-tú sabes por qué... te llamas Sara?
Sara: (miró una foto que tenía de Lucas encima de un pequeño estante antes de decir nada...) ¿Por qué?
Paco: U-u-un día..., mamá y yo pues nos fuimos a... a ver una película que ponían en el cine de verano. Un... era de Ornella Mutti. Y... su personaje se llamaba Sara. Y a mamá y a mí nos... nos gustó mucho. Y estábamos muy enamorados y esa... y esa misma noche pues... Vamos, que nos fuimos a... (sonrió, emocionado de poder hablar con su hija) a encargarte. Y-y por eso se..., por eso te llamamos Sara. Quería que lo supieras
Sara: ¿Papá, estás bien? ¿Has bebido? (preguntó, con tono agradable, sonriente, extrañada y a la misma vez contenta de que su padre mantuviera una conversación con ella de un modo tan animado)
Paco: U-u-u-un poco, cariño, ha sido-ha sido un poco, es que era el cumpleaños de Rocamora y se ha traído un... un aguardiente de estos de hierba y hemos bebido un poco. Después nos hemos puesto a criticar al Madrid... y a hablar de los niños. Los hijos. Te quiero. Y-y te voy a querer siempre, mi vida
Sara: Y yo a tí, papá. Adiós
#424

24/06/2009 05:29
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.100, 5ª PARTE
La siguiente escena tiene lugar en la casa de Sara, en la cual, esta y Aitor se encuentran a punto de comenzar la ceremonia de boda, vestidos de novios, para casarse. El cura resulta ser una versión improvisada de Aitor, con gafas, que habla al verdadero Aitor, al que está en tiempo presente en ese momento, y a Sara, a través de una grabación desde la televisión instalada en aquella zona de la casa...
Aitor: (voz de televisión) Este es el motivo por el que hoy estamos aquí, hermanos, para unir en santo matrimonio a Aitor Carrasco Menendez, soltero, natural de Madrid, y a Sara Miranda Castro, casada reincidente
Aitor: Es verdad,..., es verdad (le dijo a Sara, que le observaba atónita)
Aitor: (voz de televisión) Pero no pasa nada, Sara, no pasa nada porque el señor, nuestro señor... hará la vista gorda (Sara miró a Aitor con cara de sorpresa, y le dio con el ramo de flores que tenía en la mano de un modo bromista, lo cual propició la risa de Aitor) Si alguien conoce algún motivo por el que los contrayentes no deban sellar su unión... bígama..., ante dios (comenzó a sonar un móvil en ese momento y Aitor, el de verdad, se alarmó y fue a sacar la pistola, pero al darse cuenta de que el móvil que estaba sonando estaba en aquel lugar, no la llegó a sacar)..., que lo digan ahora o por favor..., que callen para siempre
Sara: ¿Lo apago?
Aitor: Sí (Sara fue a coger el móvil para apagarlo y descubrió que era Lucas quien estaba llamando. Aitor vio en la pantalla del móvil de Sara el nombre de Lucas, y Sara, colgó la llamada lo más rápido que pudo y dejó el móvil donde estaba)
Aitor: (voz de televisión) Está claro que no sea el motivo que todos nosotros sabemos. ¿Algún motivo?, motivo a la una, motivo a las dos, motivo a las tres... Estupendo. Muy bien. Y ahora... (la grabación se vio interrumpida al pararla Aitor usando el mando a distancia...)
Aitor: ¿Tú quieres que paremos?
Sara: Que no (le dijo, disimulando una tremenda ilusión)
Aitor: Te lo digo en serio
Sara: Que no, Aitor, sigue ,en serio. Sigue (Aitor sonrió y volvió a activar la grabación)
Aitor: (voz de televisión) Por favor, que los contrayentes... cojan sus alianzas (Aitor, el de verdad, sonrió) Están detrás de la televisión (dijo, acercándose) (Sara cogió los anillos, que no eran de verdad, sino una especie de anillos con un diseño bastante grueso, y más grande que los anillos normales, y de color rojo) ¿Ya?
Aitor y Sara al unísono: Sí (Aitor hizo una reverencia al pronunciar su “sí” y a Sara le entró un poco de risa)
Aitor: (voz de televisión) Sara Miranda..., ¿aceptas... a Aitor Carrasco... como legítimo... co-esposo..., para co-quererle..., co-honrarle (una vez más, el móvil de Sara comenzó a sonar)... y co-respetarle... toda tu vida?
Sara: Sí, acepto (ignorando por completo la llamada entrante de Lucas) ¿Qué? (decía, puesto que no le terminaba de introducir el anillo Aitor a Sara, cuando esta ya se lo había introducido sin ninguna clase de duda)
Aitor: Sara, vamos a parar
Sara: Que no, Aitor, que no, que no quiero parar. (en ese momento, Aitor finalmente le metió el anillo en el dedo corazón)
Aitor: (voz de televisión) Aitor Carrasco..., campeón. ¿Aceptas... a Sara Miranda... como legítima esposa..., para respetarla, honrarla y quererla... toda tu vida?
Aitor: Sí, acep... (tuvo que detenerse debido a que, por 3ª vez, sonó el móvil de Sara) Escúchame. Sara, esto no tiene sentido, es una gilipollez... (Sara cogió enrabietada su móvil, que aún sonaba, y lo tiró al suelo, destrozándolo)
Sara: Aitor..., Aitor, no quiero parar, me quiero casar contigo, y quiero ponerte... una sortija de regaliz. ¿Vale?, y... porque quiero quererte (decía, en medio de una desesperación abismal porque Lucas no la buscara más en aquellos instantes) ¿Vale?
Aitor: (voz de televisión) Sara..., yo, os declaro, marido y mujer. Por favor, lo que ha unido dios... que no lo separe ni el hombre... ni la poligamia
Aitor: Sara, no pasa nada (dijo, abrazando a Sara, que estaba sumida en un dolor sentimental bastante grande) ¿Vale?, estate tranquila, no pasa nada, eh
Sara: Bésame
Aitor: (voz de televisión) Podéis besaros... y comeros los anillos (Aitor y Sara, finalmente, y dando así fin a la ceremonia de boda, se besaron)
Después de celebrarse la ficticia boda entre Sara y Aitor, ambos se hallan sentados en una mesa en el salón de la casa, degustando manjares en un simulado banquete post-boda...
Sara: Uy, no, dieta blanda
Aitor: Sara... ¿Qué dieta blanda?,(mientras Sara ingería una cucharada de uno de los alimentos que habían repartidos por la mesa) vamos, Sara, no me jodas, ¿cómo me voy a beber un puñetero zumo de limón en el banquete de mi boda? (señalando con la mano a la bebida a la que hacía referencia)
Sara: Mm
Aitor: Voy a por el champán
Sara: Eh, sh,sh,sh, ni se te ocurra, eh. Eh, mm (le dijo, al ver que acercaba su boca hacia la cuchara del alimento, que parecía ser una tarta. Comió ella otro trozo más antes de que Aitor pudiera hacer nada más)
Aitor: Como empezemos así... te digo, yo mañana me separo. Me voy al juzgado, a la plaza de San Pedro, donde sea y pido la anulidad
Sara: ¿Mm? (como diciendo “¿Ah, sí?”) No quiero que pidas la anulidad (le dijo, mientras le sonreía tiernamente a Aitor)
Aitor: Bueno, igual si pido la anulidad consigo engañarte... y nos casamos mañana otra vez
Sara: Como no voy a quererte... Hasta hace nada pensaba que no se podía querer más. Que el corazón tenía un tope... y luego se desbordaba (Sara sonrió y Aitor también) Y llegas tú... y resulta que tiene más compartimentos, y que cabe más amor
Aitor: ¿Tú sabes?, yo puedo rellenar... compartimentos sin parar
Sara: ¿Qué? (pregunta, absolutamente impactada por la pregunta, riéndose al segundo de haber hablado) ¿Qué compartimentos? (el móvil de Aitor comenzó a sonar en aquellos momentos...)
Aitor: Sara...
Sara: ¿Pero qué quieres decir?
Aitor: Sara... (insistiéndole, ya que parecía no creerse lo que Aitor le decía y quería demostrarle a Sara que estaba equivocada. Por otro lado, la llamada procedente del móvil de Aitor, era, nuevamente, de Lucas, algo que Sara observó en la pantalla del móvil...)
#425

24/06/2009 05:31
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.100, 6ª PARTE
Aitor recibe una llamada del ex-sub-inspector Lucas Fernández, tras que Sara le rechazara las llamadas a su móvil en unas tres ocasiones. Aitor mira a Sara, y se dispone a coger el teléfono... , pero se acababan de casar allí, en la propia casa de Sara, y aunque sea de mentira, aquello significaba mucho para Sara...
Sara: No lo cojas (le agarró las manos a Aitor para evitar que cogiera la llamada)
Aitor: Sara, Lucas ha llamado ya tres veces. A lo mejor le pasa algo (Sara quitó las manos de las de Aitor, permitiéndole coger la llamada de Lucas) Dime, Lucas
Lucas: (voz en off, a través de la línea telefónica) Aitor, ¿estás con Sara?
Aitor: ¿Con Sara? No
Lucas: Paco me ha dejado un mensaje contándome lo de las amenazas..., pero ni él ni Mariano cogen el teléfono, asegúrate de que está bien y te pegas a ella, ¿me oyes?
Aitor: Vale
Lucas: Te lo pido como un favor personal. Mira, ahora mismo estoy volando a... a Tel Aviv, pero voy a adelantar mi vuelta. En diez días estoy en San Antonio..., para siempre
Aitor: Muy bien. Muy bien, se lo contaré
Lucas: Gracias, Aitor. Te veo pronto
Aitor: (colgó la llamada) Esto es una tontería. El regaliz... (dijo, viendo la mirada de pena que tenía Sara en aquellos instantes), la boda..., y yo sé que esto no es real. Que cuando vuelva Lucas pues todo esto habrá sido... un sueño..., un paréntesis...
Sara:: No. Esto no es un paréntesis. Es el día de mi boda (derramó una lágrima) Y quiero terminar lo que hemos empezado
Aitor: (miró a Sara y negó con la cabeza, pensando más en el bienestar de Sara que en el suyo propio) Lo siento, Sara
Sara: Aitor... (ambos se levantaron de donde estaban sentados) Aitor, quiero seguir. Quiero quererte (finalmente, acabaron besándose, una vez más, ante la insistencia de Sara de estar con Aitor)
En la sala principal de la comisaría, Curtis atiende a un ciudadano de a pie de una agresión sufrida por un encolerizado fan de Torrente, ante lo que en un principio consideraba Curtis que no tenía ninguna credibilidad, y que Santiago Segura, que es el ciudadano en cuestión, y es el que hace de Torrente en las películas, estaba intentando publicitar la película de “Torrente 4”, en vez de denunciar una amenaza verídica. El hecho de llegar a la comisaría con el claro moratón de un golpe en la cara, le cambió la cara al completo a Curtis, que miró a Santiago Segura con otra cara... Rita, por su parte, le estaba tratando las pequeñas heridas que Santiago Segura tenía...
Rita: Bueno... Mire, un poquillo de agua (le puso una botella de agua encima de la mesa) Déjeme a mí, a ver. Esto está ya... (dándole unos retoques a la herida con un pequeño pañuelo) más bien que todas las cosas. Esta noche se pone usted un filetico... eh, y mañana está como nuevo
Santiago: Gracias
Rita: De na. Voy a buscar... lo que es un impreso para... para declaración, eh, ahora vengo (y Rita dejó a solas a Curtis y Santiago Segura)
Curtis: Bueno, pues... Parece que... se ha arreglado todo, ¿no, don Santiago? (Santiago Segura se puso sus gafas) Ya puede ir usted a casa a descansar tranquilo. El ultra-derechista... está entre rejas, señor
Santiago: Lo han detenido los seguratas del metro
Curtis: Pero le garantizo que el cuerpo nacional de policía... se va a encargar de que... ese desgraciado no vuelva a pisar la calle (Santiago Segura asintió con la cabeza, pensativo) Lo siento de veras, don Santiago, no... La policía comete errores, pero... pero bueno, usted lo sabe mejor que nadie, lo digo por... torrente, amiguete (le guiña un ojo, como si fueran colegas) Eh (le tiende el puño, para que le saludara, intentando hacer las paces con él)
Santiago: Vamos a ver. Se lo voy a explicar porque parece que no lo tiene usted claro. Torrente es un patán, es un anormal. Y la caga constantemente, pero es que es un personaje de ficción, y la caga... en las pantallas de cine, no en la vida real. Es por ello que le voy a denunciar por negligencia y abuso de autoridad. Si me disculpa voy a... a hablar con sus superiores
Sara, tras acostarse con Aitor, se levanta de la cama en la que estaba tumbada junto con él, y va en busca del móvil que tiró durante la ceremonia de boda. Cuando lo encuentra va como una posesa a coger las dos partes en las que se ha partido el móvil al estrellarse contra el suelo y las intenta unir, pero es inútil. Sara rompe a llorar, enormemente entristecida... Aitor, que aparece en ese momento y ve a Sara en aquel estado, le pone una toalla en la espalda a Sara por detrás, ya que está desnuda...
Aitor: Eh, ven aquí. Tranquila (abraza a Sara por atrás)
Sara: Aitor...
Aitor: Sara, Sara, Sara... (se coloca frente a ella y le quita el pelo de su cara, que lo tenía bastante descolocado) Mira... A ver, no quiero que me digas nada. No quiero saber... que va a pasar cuando vuelva Lucas. No quiero que me lo cuentes..., ni quiero que me lo plantees
Sara: Yo...
Aitor: (interrumpiendo a Sara) ¿Sabes por qué? Porque yo voy a estar feliz..., pase lo que pase. Porque me he casado contigo un miércoles que no tenía nada que hacer. Y eso es lo único que me importa. Y lo que tenga que venir... pues vendrá (besó a Sara en la frente con delicadeza, después la sonrió y finalmente, acabó cogiendo su pistola y marchándose de aquel lugar de la casa...)
La siguiente escena, representa una voz en off de Sara Miranda...
Sara: (voz en off) Lo primero que nos enseñaron en la academia es que un héroe es un tipo que tiene todos los números para terminar en una caja de madera. Lo que no nos explicaron... es en que consiste ser un héroe (se vieron unas imágenes en donde estaba teniendo lugar un secuestro en comisaría, y los policías se estaban preparando con todo lo que tenían para intentar pararlo) Y es que yo creo... que hay muchos tipos de héroes. Los héroes del código en la mano y el miedo en el bolsillo. Aquellos que forman parte de un todo. De un engranaje perfecto que trabaja para el bien común (en la comisaría, hasta un equipo de los SWAT entró en escena) Los héroes de lo cotidiano, de las pequeñas cosas (Aitor entró en la habitación de Sara y se postró en la cama, abatido. Sara estaba, por otro lado, acurrucada en una toalla, mirando pensativa y desmotivada al vacío) Capaces de lo peor y lo mejor, hasta el punto de sacrificar todo aquello que quieren para que otros dejen de sufrir (otra imagen mostró a Jota, nombre en clave del infiltrado de la camorra capolitana, conduciendo un coche hasta un prado en donde Paco se disponía a matar a Vittorio por la vida de su hija) Los héroes de lo oscuro. Los que caminan por el otro lado de la línea..., haciendo un trabajo sucio. Convencidos de que sus despreciables acciones... son un mal menor que nadie tendría el valor de hacer (se vio a Jota saliendo del coche y empezando a buscar al inspector Miranda) Y finalmente están los que nunca quisieron ser héroes (se muestra a Paco yendo con paso lento pero seguro hacia Vittorio, este último que intentaba huir a la desesperada, ya que temía que iba a ser liquidado por el policía, que portaba una pistola en su mano...) Esos a los que nadie tuvo el valor de contarles en la academia... si está bien o está mal matar a un asesino para salvar la vida de trece inocentes.
#426

24/06/2009 05:31
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.100, 7ª PARTE
En un prado, Paco se dispone a asesinar a un miembro de la camorra capolitana, pero no es capaz de ejecutarle, ya que le empieza a hablar de que no lo haga por sus niños, y se achanta, debido a que él también tiene una hija y precisamente por evitar que la mataran estaba dispuesto a matar a Vittorio... Cuando se da cuenta de lo que está a punto de hacer, Paco se lleva las manos a la cara, consternado y, segundos después, llega Jota al lugar...
Jota: No es fácil matar a un hombre, ¿verdad, Paco? Pero es muy fácil apretar un botón y soltar una bomba en Nagasaki y cargarte a 140.000 japos. Pero meterle una bala en la frente a un tío que te está mirando a la cara es mucho más jodido. ¿Sabes por qué? Porque te está mirando a los ojos (continuó, en vista del silencio de Paco) Y te está haciendo ver la mierda que eres y la basura en la que te has convertido. Al apretar ese gatillo, Paco..., tienes que estar vacío. No tener ni un puto amigo..., ni una bonita casa..., ni una familia. Así que dame la pistola y deja que lo haga yo, Paco. (Paco soltó una lágrima, se encontraba metido en una encrucijada de la cual no le resultaría nada fácil salir. Con gran esfuerzo mental, decidió quitar la bala de la pistola que iba a usar para matar a Vittorio)
Paco: No, Jota. Hoy no va a morir nadie (tiró la bala al suelo)
Paco se niega a que Jota mate a Vittorio Palexe, mafioso de la camorra capolitana, que la organización regida por un concepto de mafia moderna, le pidió a Paco que liquidase, pero este no fue capaz, y Jota le ofreció matarlo él mismo, por su cuenta, pero hacer parecer con la bala que le habían asignado a Paco para ello, que había sido el propio Paco quien lo había matado..., pero este se negó a ese plan...
Jota: Muy bien, Paco... Hoy no va a morir nadie. Pero mañana seguro que sí. Y ese alguien será tu hija (Paco negó con la cabeza con dificultad) Dame la pistola
Paco: No. Ni tú..., ni yo ni nadie. Y si tengo que huir..., coger a mi hija..., irme a Panamá o donde sea... lo haré
Jota: Así que vas a convertir a tu hija en una fugitiva para el resto de su vida. Déjame que lo haga yo, Paco, dame la pistola. Por ella
Paco: ¿Por ella? ¿Por mi hija? No. Lo haces por tí. Porque si no muere Vittorio..., Bravante sabrá que ha cantado. Y la organización suspenderá todas sus actividades, durante meses, o incluso durante años. Y todo tu trabajo..., todos tus años recopilando información se irían a la mierda. ¿Verdad? (se giró para señalar al mafioso, que estaba tirado en el suelo, arrodillado) Y ahora él, sabe quien eres. Y por eso lo quieres matar. Y lo haces por tí. Porque te ves que... que estos... seis últimos años de tu vida... no sirvan para nada. Porque no soportas la idea... porque... todas las barbaridades que has tenido que hacer... hayan sido en vano
Jota: (negó con la cabeza, como diciendo que aquello no era así) No tienes ni puta idea de lo que significa no tener vida..., de levantarte cada mañana y tener que mirar debajo del coche. De cambiarte de casa cada quince días. De no tener un puto amigo. Y no recibir una llamada telefónica de tu madre el día de tu cumpleaños porque simplemente no tienes tu teléfono. No tienes ni puta idea (le insistió a Paco, con gesto muy serio, al borde del enfado)
La situación en muchos frentes está en un momento crítico. En comisaría, un sospechoso está a punto de escapar con dos rehenes, Curtis, y Santiago Segura. En un prado, por otro lado, Mariano hizo acto de presencia, llamando a Paco a gritos desde el maletero del coche en el que se montó, ya que era su única opción de seguir a Paco sin que se diera cuenta. Cuando Paco y Mariano se reunieron, al lado del coche, dejaron a Vittorio y Jota a solas. Este último no tuvo ninguna clase de remordimiento por disparar un balazo en la cabeza a Vittorio, fulminándolo en el acto. Paco fue hecho una furia hacia él y le asestó varios puñetazos, mientras Mariano hacía lo posible por retenerlo, consiguiéndolo finalmente... Poco después, tanto Jota, como al sospechoso que mantenía secuestrados a Curtis y Santiago Segura en comisaría..., fueron abatidos prácticamente al unísono... Una voz en off de Sara Miranda, la última del episodio, y que a su vez es la última escena del mismo, tiene lugar en ese instante...
Sara: (voz en off) Hay momentos en la vida en los que hay que hacer una elección. (Rita había sido la responsable de disparar a aquel hombre, viéndose completamente obligada a hacerlo, en vista de que si no lo hacía, probablemente el sospechoso habría matado a los rehenes una vez hubiera abandonado la comisaría, y ella, Rita, era la única que sabía quien era el sospechoso con certeza, al descubrir de que tipo eran las pisadas tanto de Santiago Segura, como de Curtis. Una vez descubierto esto..., no le fue difícil determinar las huellas del sospechoso...) Elegir disparar a un hombre... (Paco y Mariano sacaron ambos sus armas, y se pegaron espalda contra espalda, en pos de intentar vislumbrar quien había matado a Jota. Había sido un hombre desde una posición muy lejana, con un rifle de francotirador, pero Paco y Mariano no se percataron de la presencia de ese tipo) Elegir entre la luz... y la oscuridad. (Aitor estaba tumbado en la cama de la habitación de Sara, solo)Elegir entre querer... o no querer. (Sara estaba en otra parte de su casa, sumida en la más fuerte de las dudas...) Y en ese instante, que puede cambiarlo todo,... (Curtis estrechó la mano de Santiago Segura, este último que finalmente aceptó sus disculpas ante la buena labor policial realizada en esta ocasión...) tomar la decisión correcta es lo que te convierte... para siempre... en un héroe
Esto ha sido todo por esta semana en lo referente a las frases memorables, tanto cómicas como dramáticas. Si todo va bien, para la semana siguiente se expondrán frases del capítulo 101, titulado “Todo por lo legal” Espero que las frases de esta semana hayan sido de su agrado.
Saludos, paqueros/as
#427

24/06/2009 10:34
Si están muy bien las frases la verdad esque esta serie tiene tantos momentos buenos.
Es una pena lo que le dices a eva paquera, porque yo si espero muchas frases de Rita y Montoya.
para mi esto es uno de sus momentos dramáticos.
Rita en el baño desolada mirándose al espejo llena de complejos y Gonzalo saliendo de la ducha ella se le acerca y le dice:
R_inspector..usted cree que yo estoy de buen ver... usted cree que yo tengo un revolcon.
m:_yo no se .. que
R:_ no se preocupe yo también creo que no.... pero hasta ahora yo pensaba que si, estaba yo equivoca yo pensaba que tenia mi corico de hombres, pero no hoy me he dado cuenta que no tengo ningún corico de hombres, hasta un piltrafilla de provincia con pocas luces me a dejado dos veces teniendo una hija en común no a sido capaz de soltarme un piropo, pero aunque fuera para quedar bien por decir algo, pues no no a sido capaz.
M:_Rita...
R:_quieres saber porque le gustaba? ,le gustaba por mi bondad y mi ternura,¿ como iba yo a ser deseada por alguien si no era deseada ni por mi propia pareja?, por eso debía estar entérica hasta los 35, no tiene otra explicacion.
M:Rita .. que no es como lo pintas.
R:si lo es montoya si lo es.. yo soy mujer y a mi me gustaria pensar que alguien me desea, pero bueno...
M: Rita...
R:que buenisimo es usted.
Las miradas y todo lo que tiene esta escena me encanta la vedad esque aquí estaba destrozada.
.
Es una pena lo que le dices a eva paquera, porque yo si espero muchas frases de Rita y Montoya.
para mi esto es uno de sus momentos dramáticos.
Rita en el baño desolada mirándose al espejo llena de complejos y Gonzalo saliendo de la ducha ella se le acerca y le dice:
R_inspector..usted cree que yo estoy de buen ver... usted cree que yo tengo un revolcon.
m:_yo no se .. que
R:_ no se preocupe yo también creo que no.... pero hasta ahora yo pensaba que si, estaba yo equivoca yo pensaba que tenia mi corico de hombres, pero no hoy me he dado cuenta que no tengo ningún corico de hombres, hasta un piltrafilla de provincia con pocas luces me a dejado dos veces teniendo una hija en común no a sido capaz de soltarme un piropo, pero aunque fuera para quedar bien por decir algo, pues no no a sido capaz.
M:_Rita...
R:_quieres saber porque le gustaba? ,le gustaba por mi bondad y mi ternura,¿ como iba yo a ser deseada por alguien si no era deseada ni por mi propia pareja?, por eso debía estar entérica hasta los 35, no tiene otra explicacion.
M:Rita .. que no es como lo pintas.
R:si lo es montoya si lo es.. yo soy mujer y a mi me gustaria pensar que alguien me desea, pero bueno...
M: Rita...
R:que buenisimo es usted.
Las miradas y todo lo que tiene esta escena me encanta la vedad esque aquí estaba destrozada.
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#428

28/06/2009 06:07
Yo me refería a que no había nada que exponer prácticamente sobre Rita y Montoya en el capítulo al que hacía referencia con las frases en ese momento, el 100, el de "Héroes", no en el cómputo global de la temporada. Creo que el momento que retratas de hecho, anneasencio, lo expuse yo en su tiempo en las frases dramáticas, pero gracias por recordarlo de todos modos.
Continúo comentando que, una semana más, llegan las frases memorables. En esta ocasión les toca a las del capítulo 101, titulado, "Todo por lo legal", un capítulo en el que el componente cómico ha crecido exponencialmente si se le compara a los de los capítulos anteriores, en el que este género no fue muy aprovechado. Empecemos pues, con las frases cómicas.
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x22, "Todo por lo legal"
En la casa de Paco, este se halla conversando por teléfono y mientras tanto, Povedilla, que está con él, se dedica a preparar el café. Esto es una pequeña sección del especial “Una de Pacos”, emitido antes del episodio normal en sí...
Paco: Ajá. Bueno, bueno, pues nada (a la persona que estaba al otro lado de la línea no se la podía oír) De-de-de-déjeme que lo piense. Sí, sí, sí, bueno, mañana mismo, a primera hora tiene usted mi respuesta. No se preocupe. Ea, con dios (colgó la llamada) Imbécil, que es usted un imbécil (dirigiéndose directamente al teléfono) Será posible, hombre, lo-lo que hay que escuchar a estas horas (ambos, tanto él como Povedilla, iban en pijama. Era de suponer que eran altas horas de la madrugada...)
Povedilla: ¿Pero ocurre-ocurre algo, inspector?
Paco: Pues claro que ocurre, Povedilla. U-u-u-un reporterucho del tres al cuarto, que dice que quiere escribir un libro de gazapos policiales (pasó una mano de lado a lado mientras decía lo de “gazapos policiales) Y... y los de la central van y le dan mi nombre. Pos dicen que por mis... peculiares métodos. Imbécil... (observando otra vez al teléfono)
Povedilla: Ya, ¿pero qué es lo-qué es lo que quiere el hombre... exactamente?
Paco: ¿Pues qué van a querer..., Povedilla? Pues que les contemos todas las burradas que hemos hecho para que todo el mundo se ría de nosotros, eso es lo único que quieren
Povedilla: Hombre. Inspector, vamos a ver. Mm..., (pensando en una respuesta factible por un breve momento) burradas, hemos hecho, eh, para que lo vamos a negar, y unas cuantas además, pero todo lo que hemos hecho ha sido en pos de los derechos y libertades de los españoles, no-no-no se le olvide
Paco: No seas ingenuo, Povedilla. Que a esta gentuza le dan igual los derechos y las libertades. Lo único que quieren es ponernos de oligofrénicos. Me cago en...Imbécil... (dirigiéndose otra vez al teléfono, hastiado)
Povedilla: Hombre, pues yo..., la verdad, inspector..., es que me parece una... forma fantástica de acercar el-el-el cuerpo al... al contribuyente
Paco: Ah, le podíamos contar, eh, que estuvimos a punto de reventar la tregua de ETA. O... o que creíamos haber provocado una pandemia mundial de peste bubónica. O que nos fuimos a Irak, a buscar a Bin Laden. Venga, Povedilla, venga, venga, no seas tonto (le dice, en tono como diciéndole a Povedilla que pensara por un momento y que recapacitara)
Povedilla: Vamos a ver, vamos a ver, inspector. Yo, no,no ta, yo no enfocaría..., lo enfocaría desde-desde otro..., otra perspectiva, otro, o sea, lo-lo que es la-la-la... la... cotidianidad . ¿No?, lo que e-e-el-el día a día en una comisaría española a-al uso (Paco asintió con la cabeza, mientras iba colocando en su cabeza la idea de Povedilla, que no le parecía mala...)
La siguiente escena tiene lugar en casa de Paco, este que está preparando huevos en la cocina, Don Lorenzo y Mariano, que también se encuentran allí presentes...
Don Lorenzo: Eh, Paco.
Paco: Sí
Don Lorenzo: Perdona
Paco: Perdón (disculpándose ambos porque casi se chocan entre sí, al girarse Paco de la mesa de la cocina donde acababa de preparar el huevo)
Don Lorenzo: Que... Que-que anoche estuve un poco duro contigo. Pero yo creo que te va a sentar bien, eh, estos días fuera de... de este ambiente tan jodido, eh
Paco: Mm. (como respondiendo positivamente a Don Lorenzo) Míreme, claro que sí, eh, en chandal, un desayuno campero y ahora unas carreritas así por el... por el parque para que se me ensanchen los pulmones y después pues amueblar el... adosadito (señalando ligeramente con la cabeza, con una sonrisa tímida, el folleto que Mariano estaba mirando atentamente)
Don Lorenzo: Muy bien, Paco. Muy bien, estupendo (carraspeó) Bueno, chicos. A la dura tarea. Hasta luego (cogió su chaqueta informal y se la puso)
Mariano: Hasta luego, Don Lorenzo (finalmente Don Lorenzo salió de la casa) Mira, Paco. Podríamos comprarle un colchón de estos de-de muelles y bizco-elástica, que como... tienen (Paco sacó un caja de estas que se utilizan para guardar ficheros en comisaría, y la puso encima de la mesa de la cocina, del interior de la misma sacó una pistola y se la guardó en la parte de atrás de su cintura, en el interior de la camisa para que no se le viera) lo que es las rodillas de acero pues esto le amortigua la embestida (se echó a reír)
Paco: Déjate de embestidas, Mariano (puso bruscamente un mapa de carreteras sobre la mesa en la que estaba sentado Mariano)..., y de buscar en la jugar como si fueras una puñetera novia. Mira, y céntrate, coño (fue posando fotos en la mesa de diferentes criminales de la mafia que había sacado también de la caja
Mariano: A ver, Paco. Tu suegro te ha dicho que estamos fuera del caso
Paco: Mariano, tenemos que encontrar a Bravante..., coño (postró una última foto, la de la cara de Bravante mediante retrato robot, en la mesa)
Paco, Mariano y Aitor se encuentran en el interior de una tienda. Mariano prueba una cama pero de una manera alocada, botando mientras está recostado encima de ella...
Paco: Mariano. ¡Mariano! (viendo que no le hacía caso la primera vez) ¿Quieres dejar de hacer el pamplinas, coño, que nos van a llamar la atención?
Mariano: Joder, Paco, las camas hay que probarlas, coño, les tienen que durar un montón de años, muchos años. Y Lucas ya sabes que consuma 3 veces al día. Prueba tú esa, pruébala. Pruébala, coño, Paco (le insistía, puesto que Paco se encontraba indeciso. Finalmente, se sentó en la cama a regañadientes)
Aitor: Mariano, que da igual una que otra, y por favor, saca los pies del edredón, que lo estás manchando, coño (Mariano se levantó de la cama donde estaba tumbado)
Mariano: Joder, que no da igual, coño, no da igual. Aquí dice que este colchón respeta el lado individual de cada uno. (leyendo un papel que se hallaba al lado de la cama, donde procedían a detallar sus características) Venga, probadla los dos
Aitor: ¿Cómo?
Mariano: Coño, probadlas, leche, que es un momento, joder, probadlas a-a-a ver si es verdad. Venga, tú haces de Sara y tú haces de Lucas (señalando a Paco cuando se refería a Sara y a Aitor cuando nombró a Lucas) Venga, probadla. (Paco y Aitor fueron a la cama y se tumbaron en ella, con rostros serios, no se encontraban cómodos haciendo aquello) Ahí, ¿qué tal, os respeta?
Continúo comentando que, una semana más, llegan las frases memorables. En esta ocasión les toca a las del capítulo 101, titulado, "Todo por lo legal", un capítulo en el que el componente cómico ha crecido exponencialmente si se le compara a los de los capítulos anteriores, en el que este género no fue muy aprovechado. Empecemos pues, con las frases cómicas.
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x22, "Todo por lo legal"
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.101, 1ª PARTE
En la casa de Paco, este se halla conversando por teléfono y mientras tanto, Povedilla, que está con él, se dedica a preparar el café. Esto es una pequeña sección del especial “Una de Pacos”, emitido antes del episodio normal en sí...
Paco: Ajá. Bueno, bueno, pues nada (a la persona que estaba al otro lado de la línea no se la podía oír) De-de-de-déjeme que lo piense. Sí, sí, sí, bueno, mañana mismo, a primera hora tiene usted mi respuesta. No se preocupe. Ea, con dios (colgó la llamada) Imbécil, que es usted un imbécil (dirigiéndose directamente al teléfono) Será posible, hombre, lo-lo que hay que escuchar a estas horas (ambos, tanto él como Povedilla, iban en pijama. Era de suponer que eran altas horas de la madrugada...)
Povedilla: ¿Pero ocurre-ocurre algo, inspector?
Paco: Pues claro que ocurre, Povedilla. U-u-u-un reporterucho del tres al cuarto, que dice que quiere escribir un libro de gazapos policiales (pasó una mano de lado a lado mientras decía lo de “gazapos policiales) Y... y los de la central van y le dan mi nombre. Pos dicen que por mis... peculiares métodos. Imbécil... (observando otra vez al teléfono)
Povedilla: Ya, ¿pero qué es lo-qué es lo que quiere el hombre... exactamente?
Paco: ¿Pues qué van a querer..., Povedilla? Pues que les contemos todas las burradas que hemos hecho para que todo el mundo se ría de nosotros, eso es lo único que quieren
Povedilla: Hombre. Inspector, vamos a ver. Mm..., (pensando en una respuesta factible por un breve momento) burradas, hemos hecho, eh, para que lo vamos a negar, y unas cuantas además, pero todo lo que hemos hecho ha sido en pos de los derechos y libertades de los españoles, no-no-no se le olvide
Paco: No seas ingenuo, Povedilla. Que a esta gentuza le dan igual los derechos y las libertades. Lo único que quieren es ponernos de oligofrénicos. Me cago en...Imbécil... (dirigiéndose otra vez al teléfono, hastiado)
Povedilla: Hombre, pues yo..., la verdad, inspector..., es que me parece una... forma fantástica de acercar el-el-el cuerpo al... al contribuyente
Paco: Ah, le podíamos contar, eh, que estuvimos a punto de reventar la tregua de ETA. O... o que creíamos haber provocado una pandemia mundial de peste bubónica. O que nos fuimos a Irak, a buscar a Bin Laden. Venga, Povedilla, venga, venga, no seas tonto (le dice, en tono como diciéndole a Povedilla que pensara por un momento y que recapacitara)
Povedilla: Vamos a ver, vamos a ver, inspector. Yo, no,no ta, yo no enfocaría..., lo enfocaría desde-desde otro..., otra perspectiva, otro, o sea, lo-lo que es la-la-la... la... cotidianidad . ¿No?, lo que e-e-el-el día a día en una comisaría española a-al uso (Paco asintió con la cabeza, mientras iba colocando en su cabeza la idea de Povedilla, que no le parecía mala...)
La siguiente escena tiene lugar en casa de Paco, este que está preparando huevos en la cocina, Don Lorenzo y Mariano, que también se encuentran allí presentes...
Don Lorenzo: Eh, Paco.
Paco: Sí
Don Lorenzo: Perdona
Paco: Perdón (disculpándose ambos porque casi se chocan entre sí, al girarse Paco de la mesa de la cocina donde acababa de preparar el huevo)
Don Lorenzo: Que... Que-que anoche estuve un poco duro contigo. Pero yo creo que te va a sentar bien, eh, estos días fuera de... de este ambiente tan jodido, eh
Paco: Mm. (como respondiendo positivamente a Don Lorenzo) Míreme, claro que sí, eh, en chandal, un desayuno campero y ahora unas carreritas así por el... por el parque para que se me ensanchen los pulmones y después pues amueblar el... adosadito (señalando ligeramente con la cabeza, con una sonrisa tímida, el folleto que Mariano estaba mirando atentamente)
Don Lorenzo: Muy bien, Paco. Muy bien, estupendo (carraspeó) Bueno, chicos. A la dura tarea. Hasta luego (cogió su chaqueta informal y se la puso)
Mariano: Hasta luego, Don Lorenzo (finalmente Don Lorenzo salió de la casa) Mira, Paco. Podríamos comprarle un colchón de estos de-de muelles y bizco-elástica, que como... tienen (Paco sacó un caja de estas que se utilizan para guardar ficheros en comisaría, y la puso encima de la mesa de la cocina, del interior de la misma sacó una pistola y se la guardó en la parte de atrás de su cintura, en el interior de la camisa para que no se le viera) lo que es las rodillas de acero pues esto le amortigua la embestida (se echó a reír)
Paco: Déjate de embestidas, Mariano (puso bruscamente un mapa de carreteras sobre la mesa en la que estaba sentado Mariano)..., y de buscar en la jugar como si fueras una puñetera novia. Mira, y céntrate, coño (fue posando fotos en la mesa de diferentes criminales de la mafia que había sacado también de la caja
Mariano: A ver, Paco. Tu suegro te ha dicho que estamos fuera del caso
Paco: Mariano, tenemos que encontrar a Bravante..., coño (postró una última foto, la de la cara de Bravante mediante retrato robot, en la mesa)
Paco, Mariano y Aitor se encuentran en el interior de una tienda. Mariano prueba una cama pero de una manera alocada, botando mientras está recostado encima de ella...
Paco: Mariano. ¡Mariano! (viendo que no le hacía caso la primera vez) ¿Quieres dejar de hacer el pamplinas, coño, que nos van a llamar la atención?
Mariano: Joder, Paco, las camas hay que probarlas, coño, les tienen que durar un montón de años, muchos años. Y Lucas ya sabes que consuma 3 veces al día. Prueba tú esa, pruébala. Pruébala, coño, Paco (le insistía, puesto que Paco se encontraba indeciso. Finalmente, se sentó en la cama a regañadientes)
Aitor: Mariano, que da igual una que otra, y por favor, saca los pies del edredón, que lo estás manchando, coño (Mariano se levantó de la cama donde estaba tumbado)
Mariano: Joder, que no da igual, coño, no da igual. Aquí dice que este colchón respeta el lado individual de cada uno. (leyendo un papel que se hallaba al lado de la cama, donde procedían a detallar sus características) Venga, probadla los dos
Aitor: ¿Cómo?
Mariano: Coño, probadlas, leche, que es un momento, joder, probadlas a-a-a ver si es verdad. Venga, tú haces de Sara y tú haces de Lucas (señalando a Paco cuando se refería a Sara y a Aitor cuando nombró a Lucas) Venga, probadla. (Paco y Aitor fueron a la cama y se tumbaron en ella, con rostros serios, no se encontraban cómodos haciendo aquello) Ahí, ¿qué tal, os respeta?
#429

28/06/2009 06:12
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.101, 2ª PARTE
Mientras tanto, en la propia tienda, Silvia y Pepa mantienen una conversación con Sara, referente a su situación sentimental actual, que pasa por una racha un poco desequilibrada...
Pepa: Es que Aitor... Aitor es de esos tíos que... que sudan feromonas. Y cuando te pone las manos en el culo... (hizo un gesto como si agarrara realmente a alguien de su trasero) pues no puedes decir que no. (Sara miró a Pepa con gesto serio, inalterable) ¿Verdad?
Silvia: Pues anda que Lucas... Que te acuestas con él y te levantas con la animia,... ¿verdad?
Sara: Bueno, ya está bien (dijo, hartándole que le dijeran aquellas cosas), ¿no?, no me voy a sentir mejor porque me digáis como os tirasteis a mis dos maridos (se levantó ofuscada y fue a otra parte de la tienda... en la que vio al fondo, en la sección de las camas, a Paco, Mariano y Aitor allí. Se acercó a ellos...)
Aitor: A ver, que esto yo ya-ya lo veo bien, que está de puta madre, venga, vamos, nos la llevamos (se levantó de la cama y cogió su chaqueta de otra cama que tenía al lado)
Mariano: Sí, ¿pero con-con el tapiflé o con el canapé?, porque el precio...
Aitor: Venga, Mariano, no me jodas (interrumpiendo a Mariano), ¿cuánto hay que poner de más? ¿Cuánto? ¿50, 100, 200? (sacando su monedero, viendo cuanto dinero sacaba)
Mariano: A ver, que no, que no, que no, que no, que no. A ver (continuó, cuando finalmente logró hablar él sólo, consiguiendo la atención de Aitor), que no me parece normal que termines pagando tú solito la cama de Lucas y Sara, que... (justo en ese momento Sara llegó a la posición donde se encontraban y escuchó las últimas palabras de Mariano. Este se dio cuenta de la presencia de Sara y la observó, atónito. Sara se marchó de allí rápidamente) Coño, Sara...
En la casa de Paco, este, Mariano y Aitor transportaban, deslizándolas por el suelo, cajas enormes con el símbolo de “Noctalia, Flex”, eran muy pesadas como para que las pudieran levantar...
Paco: No, espera, no-no arrastréis, que-que me vais a estropear el parqué, coño
Aitor: Tira, Mariano, coño, tira (llevaban entre él y Mariano otra de las cajas)
Mariano: Pesa un huevo esto, hombre, por dios. Paco, coño, parece un mueble-bar esto
Curtis: A sus órdenes, jefe (entraron tanto él como Kike en la vivienda del inspector, portando varias bolsas y una especie de bolso de los que se utilizan en los aeropuertos para transportar objetos más pesados) El pedido del señor Miranda..., aquí está (el bolso contenía una torre de ordenador. Kike, por otro lado, puso las bolsas al lado de donde estaba situada la torre. Mientras Mariano y Aitor colocaban la segunda de las cajas con la enorme cama en su interior, Paco se dirigió hacia Curtis y Kike, y observó los objetos que habían sustraído de aquella lonja)
Paco: No me lo puedo creer. Pero... ¿se puede saber qué coño habéis hecho?
Curtis: Vamos a ver, jefe, la marisquería está chapada, ¿no?, también tienen derecho a un día libre. Ahora que esa chapita la abre un crío con una(Mariano y Aitor se presentaron allí en aquellos instantes) plastidecor, eh
Paco: Coño... (aunque la palabra fue prácticamente ininteligible, la dijo con la boca cerrada, entrecerrando sus labios y forzando sus dientes)
Curtis: Eh... (un poco asustado por un instante por la reacción de Paco) Usted me pidió la información, ¿no?, bueno, pues aquí está, pedidos, encargos y direcciones de clientes.
Paco: Pues yo me cago en tu puñetera estampa, y en la tuya también (dirigiéndose a Kike en esto último) Os dije que no se allanaba, coño, que todo era legal, que... (se vio interrumpido al ver un centollo sacado por Mariano de una de las bolsas que habían traído de la lonja Kike y Curtis. Paco fue a observar el contenido de las bolsas y vio que también tenían centollos, entre otros manjares) ¿Esto qué es? ¿Qué me has traido, un centollo para que yo lo interrogue?
Kike: Es por el tema de la busa. Es que llevamos doce horas de guardia y ya que estamos pues... (Kike sacó uno de los centollos, que ya estaba medio comido, y le partió una pata para, para acto seguido meterle un bocado)
Paco: ¿La busa? (se fue a lanzar contra Kike, furioso, pero Aitor le sujetó y se lo impidió)
Aitor: Vamos a ver, Paco, Paco, tranquilo, mira, mira, vamos a echarle un vistazo a la CPU (cogiendo la torre del ordenador) a ver que descubrimos y yo que sé, después... Después le podemos echar un diente ahí al centollo (Mariano y Kike estaban comiéndose las patas del centollo y Curtis le tendió a Paco una almeja. Paco la cogió y la olisqueó)
#430

28/06/2009 06:14
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.101, 3ª PARTE
En el bar de los Cachis tiene lugar la siguiente escena entre Pepa y Silvia, que hablan de los preparativos previos a su boda...
Silvia: Oye, ¿y tu paga tú vas a preparar el chaqué?
Pepa: ¿Perdona?
Silvia: El chaqué
Pepa: Te voy a decir una cosita, pelirroja. Los huevos me voy a poner yo un chaqué (dijo, acercando su cara a la de Silvia
Silvia: ¿Ah, no?
Pepa: No, yo voy a ir de blanco y virginal
Silvia: Que guapa (en un tono bajo pero tampoco de manera excesiva como para que Pepa no la pudiese oír)
Pepa: (se dio la vuelta en la silla para dirigirse a uno de los camareros del bar) Perdona, ¿me pones una más de nachos cuando puedas? (el camarero le asintió con la cabeza) Gracias. ¿Y el chaqué por qué no te lo pones tú? (dirigiéndose de nuevo a Silvia)
Silvia: Yo el chaqué... (dijo, en tono irónico) Que va
Pepa: Pero si total, todas ellas ya lo han estrenado (mientras ingería un nacho, le entró la risa. Silvia sonrió)
Silvia: Oye, ¿y tú para qué defiendes tanto a Sara?
Pepa: ¿Cómo que por qué? Pues porque soy su tía. Y empatizo con ella. Silvia, y en la vida hay errores y fantasías y unos los comenten... y otros no (tomó un trago de cerveza)
Silvia: ¿Ah, sí? ¿Y si yo me enrollara con otra? ¿Tú que pensarías? Venga, dímelo, que quiero saberlo. Ya que nos vamos a casar... Venga, dí
Pepa: Pienso que cada uno... se enrolla con quien quiere. Y cada uno elige. Por eso yo me voy a casar contigo (se acercó a Silvia y la besó) Pero te digo una cosa. Si un día me llama Angelina Jolie, yo espero que hagas la lista gorda
Silvia: ¿Angelina Jolie? ¿Esa es tu fantasía? Pero si parece un extraterrestre
Pepa: Gracias (dirigiéndose al camarero, que le había entregado su pedido de nachos a Pepa) ¿Extraterrestre? (contestando a Silvia) Me iba yo a Marte a buscar un extraterrestre
Silvia: Vamos a hacer una cosa. Espérate. Hazme una lista... (sacó de su bolso dos bolígrafos) con tus top five de fantasías. Así sé a que me tengo que enfrentar
Pepa: Pues yo quiero otra (usaron las servilletas del bar a modo de papel para tomar apuntes, tanto Silvia, como Pepa)
Silvia: Vale. ¿Ya? (le dice a Pepa, cuando se percata de que esta ha dejado de escribir en el papel, y por tanto, supone que ha terminado de redactar la lista. Por su parte, Silvia ya había acabado. Pepa le pidió a Silvia la lista con un gesto de la mano, y esta, se la entregó. Pepa le dio su lista a Silvia, y ambas, leyeron las listas)
Pepa: O sea, yo flipo. ¿Casillas, Benicio del Toro, Hugh Jackman...? (Silvia iba asintiendo a Pepa a cada nombre que esta decía) ¿O sea, me has hecho una lista de tus fantasías con todo tíos? ¿Y yo qué soy?, la puta excepción de tu vida ahora, ¿no?
Silvia: No ,espera, espera. Nada, que la he hecho a voleo, la voy a rehacer, eh (cogió de nuevo su lista, quitándosela de las manos a Pepa)
Pepa: Silvia, no
Silvia: Que sí, que sí
Pepa: Si tú sólo tienes fantasías con tíos yo no puedo hacer nada ahí. ¿Entiendes, te entra, que si un día las quieres cumplir yo no puedo ni competir? (Silvia le plantó la lista editada a Pepa en la cara. Esta cogió la lista, molesta. A continuación leyó lo que Silvia había modificado) ¿Leo? ¿Y ahora quién coño es Leo?
Silvia: Leo. La camarera de la taberna
Pepa: ¿Y qué coño tiene Leo?
Silvia: Mmmm... (reflexionando) Mm. (viniéndole a la cabeza lo que quería decir, mientras comía un nacho) No sé, un día... en Abril, estaba agachada, le vi la piel... No sé, la tiene tan pálida así, parece tan suave...
Pepa: ¿Suave?
Silvia: Suave
Pepa: ¿Suave? (dijo otra vez, más enérgica)
Silvia: Suave
Pepa: ¿Me estás diciendo qué tiene la puta hucha suave?
Silvia: Sh. (intentando que se calmara, estaba un poco alterada) Sí
Pepa: ¿Qué mierda es esta, Silvia? (se levantó y se fue cabreada del bar)
Silvia: ¡Pepa! ¿Me trae la cuenta? (dirigiéndose a uno de los camareros en esto último. Acto seguido cogió sus pertenencias y salió tras Pepa)
Paco y su equipo compuesto por Mariano, Curtis, Kike, Nelson y Aitor se dirigen a un coto de caza donde en teoría está Bravante. Su objetivo, localizarle y detenerle. Mariano estaba haciendo unos ruidos con un aparato y a Paco ya le había terminado de hartar el soniquete...
Paco: ¡Ya está bien, coño, deja de hurgar co-co-con el puñetero reclamo de-de-de tórtola, coño, que parecemos una excursión de oligofrénicos!
Mariano: Avutarda, Paco, avutarda macho, y lo traigo para disimular por si vienen los del Seprona, coño (todos continuaron avanzando, y tuvieron que esconderse detrás de un arbusto cuando divisaron un coche peligrosamente cerca de donde ellos se encontraban. Finalmente, llegaron a un terreno muy cerca de la casa objetivo) Joder, Paco... Tenemos ahí a todo el puto comité de la cosa nostra, coño (dijo, tras visualizar un amplio abanico de coches aparcados en torno a la casa)
Aitor: Tiene que haber ambiente ahí dentro, eh
Curtis: ¿Ambiente? Coño, que esa gente masacra y después pregunta
Kike: Y aquí la expedición de mindundis... llamando a la puerta
Mariano: Esto no es pa nosotros, Paco. Esto es más pal CNI o pa la unidad de intervención de los Marines de los Estados Unidos, yo-yo que sé, que... Esto a nosotros nos viene holgao, Paco
Nelson: Si queréis podemos tirar una bomba incendiaria. Pero a una distancia prudencial (añadió, viendo la mirada seria que le ponía Paco. Este observó a todos sus hombres de uno en uno, y asintió con la cabeza cuando se decidió. Se quitó una gorra que tenía puesta)
Paco: Está bien. No os preocupéis, no pasa nada (sacó de una cartuchera muy grande que había llevado a la zona un rifle de asalto con silenciador) Si no queréis entrar... os quedáis en los flancos y cubriéndome la retaguardia. Pero yo voy a entrar a por ese hijo de puta que nos ha puesto una cruz en la frente (cogió un cargador y se lo acopló al rifle)
Aitor: Yo voy contigo, Paco
Mariano: Yo también voy, Paco. Ahora o nunca
Curtis: Yo el primero, jefe. Que coño
Kike: Joder..., y yo también (Nelson por su parte, con un saludo tipo militar, también aceptó ir con Paco, de manera que acabaron aceptando todos ir con su jefe. Todos prepararon sus pistolas y rifles de asalto, sacándolos de diversas cartucheras y bolsas que habían llevado para estar bien armados frente a aquella mafia. Cuando Paco y sus hombres entraron en la casa, rompiendo muchas de las ventanas de la misma, se encontraron con que un puñado de niños se encontraban celebrando un cumpleaños... A la madre de uno de ellos, se le cayó la tarta que transportaba, del impacto que le causó aquel asalto inesperado. Tras un rato de silencio bastante incómodo...)
Mariano: Cumpleaaaaños feeeliiiiiz,cumpleaaaaños feeeeliiiiiz (empezó a cantar la canción del cumpleaños y apuró a Paco con un gesto para que también la cantaran los demás)
Mariano, Paco, Curtis, Kike, Nelson y Aitor al unísono: Te deseeeeaaamos toooodos, cumpleaaaaaños feeeliiiiiz. Bieeeen (hubo uno de ellos que inclusó lanzó un silbido en plan vitoreo)
#431

28/06/2009 06:15
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.101, 4ª PARTE
En la sala briefing de la comisaría, Povedilla, que porta una guitarra, y Mariano, intentan entretener a los niños que han encontrado Paco, Kike, Nelson, Curtis y Mariano mientras hacían una inspección a la vivienda de Bravante, sin lograr localizarle...
Povedilla: (cantaba mientras tocaba la guitarra) En la vieja comisaría, donde trabajo yo. A un perrito detenía por ser un ladrón. Y hace el perrito, guau, guau (algunos de los niños también pronunciaron el “guau, guau”, imitando los ladridos de un perro) Y hace la vaquita, mú, mú. En la vieja comisaría donde trabajo yo (Mariano iba dando palmas para darle ritmo a la canción, aparte de ir tocándola con la guitarra el propio Povedilla)
Mariano: Vamos
Povedilla: A un gatito detenía por ser un ladrón. ¿Cómo hace el gatito? (ninguno de los niños tuvo la ilusión suficiente como para responder esta vez)
Mariano: Miau, miau
Povedilla y Mariano al unísono: En la vieja comisar... (se vieron interrumpidos por Don Lorenzo, que entró con la corbata desabrochada y con el pelo despeinado)
Don Lorenzo: Holaaaaaa. Nadie me ha avisado que había un cumpleaños. ¿De quién era el cumpleañooooos? (la niña aludida levantó la mano) ¿Tuyo? (señalando a la niña. Esta asintió con la cabeza) ¿Habéis traído... chucheees? (la niña negó con la cabeza) ¿Noooooo? (imitando sorpresa. Puso una bolsa con diversas golosinas sobre una mesa que tenía a su lado) Pues no preocuparos porque aquí está Don Lorencete, el payaso (puso un tono de voz muy agudo) más majete. ¿Quién quiere un chocolatín? (alzó las manos con tremendo entusiasmo. Alguno de los niños levantaron sus manos y gritaron “yo” , aunque con cierta desgana) ¿¡Quién quiere una piruleta?! (esta vez, los niños que levantaron la mano fueron más, y gritaron con más énfasis la palabra “yo”) No sé si habrá para todos. Vamos a jugar a un juego (hablaba todo el rato en un tono infantil, para que los niños no se asustaran) A un juego (Mariano asintió con la cabeza, procurando no perder la sonrisa, aunque le era complicado)
La siguiente escena se desarrolla en la sala briefing, entre Don Lorenzo, Mariano, Povedilla y los niños, hijos de los mafiosos de la camorra napolitana. Don Lorenzo había propuesto a los niños jugar a un juego, que estaba a punto de comunicar a los niños qué juego era...
Don Lorenzo: A “quién es quién”. Y al que gane le doy... 100. Música, maestro (le dijo indirectamente a Povedilla, y este, haciendo caso a su comisario, empezó a tocar nuevamente la guitarra, que había dejado de tocar cuando hizo acto de presencia Don Lorenzo en la sala briefing) Le canto un caramelo, le canto una moto, para el niño que me diga... ¿quién es este de la foto? (iba hablando, pero en tono cantarín, mientras Povedilla tocaba la guitarra. Dos niños levantaron la mano ante la pregunta de Don Lorenzo) Tú (señalando a uno de ellos)
Niño: ¡Es Raul, el jugador del Real Madrid!
Don Lorenzo: ¡Muy bieeeeeen!
Mariano: ¡Bieeeeen! (dijo él también, mientras aplaudía. Alguno de los niños aplaudió al privilegiado, y también Povedilla se ofreció a aplaudir, contento, dejando de tocar la guitarra)
Don Lorenzo: ¡Chocolatíiiiin! (Povedilla le dijo mediante gestos a Mariano qué era lo que pasaba, pero Mariano adoptó un gesto de incomprensión. Don Lorenzo, en el momento de la entrega al niño de su premio, se rió como si fuera uno de aquellos niños) Muy bien, ¡muy bieeeeen! ¡Vámonos con la segunda, maeeeeestro! (Povedilla volvió a tocar la guitarra y en esta ocasión, cantó junto a Don Lorenzo) ¡Regalo caramelos, regalo una moto, al niño que me diga, quien es este de la fotoooooooooooo! (sacó una nueva foto del bolsillo de su chaqueta) ¿¡El de la fotooooooooo!? (uno de los niños, diferente al de la anterior vez, levantó la mano, listo para contestar)
Niño 2: ¡Es el tío Andreoti!
Niño 3: Sí, el tío Andreoti, vive en Salerno
Mariano: ¡Muy bieeeeeen! (aplaudió a los niños acertantes)
Don Lorenzo: ¡Bieeeeeen! (le entregó una piruleta al niño que acertó primero) Chicos, muy bieeeeeen. Bieen, y ahora, atento todo el mundo (giró un instrumento que tenía anclado en el mismo el organigrama que representaba una especie de árbol genealógico entre familias de la camorra napolitana, formando entre sí lo que se conocía como mafia moderna) ¿¡Quién es quién?! (los niños, emocionados, empezaron a decir nombres a diestro y siniestro, gritándolos, confundiéndose sus voces entre sí, ya que hablaban todos a la vez y no era nada fácil entenderles...)
Por esta semana esto es todo en las frases cómicas, más numerosas que en capítulos previos referentes en esta ocasión al episodio 101, “Todo por lo legal”, espero que hayan sido de su agrado. Las frases dramáticas irán expuestas en próximos días.
Saludos, paqueros/as
#432

28/06/2009 09:20
Pepa: Y yo te voy a tener que poner una denuncia a ti pelirroja,por que la representación numérica de las imágenes de las huellas dáctilares halladas en el cabecero de mi cama coinciden con las tuyas,asi que te voy a poner una demanda que no te han puesto en tu vida...
Pelirroha: Y que vas ha hacer? solicitar una orden de alejamiento?
Pepa: No, solicitar una orden de acercamiento,a ver si el juez dictamina que no podemos estar separadas ni dos centímetros..
Pelirroha: Bueno pues en ese caso me voy a declarar culpable
Pepa (a Silvia):por cierto, no estoy embarazada. Yo sólo tendría un hijo contigo
Silvia (a Pepa): Tu sabes lo que me gustaria a mi escuchar si estuviera en coma, tu risa, Pepa
Pepa (a Silvia): a ver en primer lugar no te tienes que imaginar con una mujer, te tienes que imaginar conmigo
y en segundo lugar si no sabes como hacerlo... aqui estoy yo, para enseñarte
Pelirroha: Y que vas ha hacer? solicitar una orden de alejamiento?
Pepa: No, solicitar una orden de acercamiento,a ver si el juez dictamina que no podemos estar separadas ni dos centímetros..
Pelirroha: Bueno pues en ese caso me voy a declarar culpable
Pepa (a Silvia):por cierto, no estoy embarazada. Yo sólo tendría un hijo contigo
Silvia (a Pepa): Tu sabes lo que me gustaria a mi escuchar si estuviera en coma, tu risa, Pepa
Pepa (a Silvia): a ver en primer lugar no te tienes que imaginar con una mujer, te tienes que imaginar conmigo
y en segundo lugar si no sabes como hacerlo... aqui estoy yo, para enseñarte
#433

30/06/2009 05:52
Una vez más, llegan las frases memorables con la exposición de las dramáticas, tras la exposición de las frases cómicas hace escasos días. El capítulo al que se hará referencia con estas frases será el 101, titulado "Todo por lo legal". Empecemos pues, con las frases dramáticas.
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x22, "Todo por lo legal"
En la sala de interrogatorios, Paco y Salgado se hallan inmersos retocando el posible perfil físico de Bravante, que Paco vio en una reunión que estableció con él, a cambio de que anularan la amenaza de muerte los miembros de la mafia, que pesaba sobre toda la comisaría...
Salgado: ¿La nariz así?
Paco: Sí (observando el ordenador con la foto que estaba remarcando Salgado del sospechoso) Esa puede valer (en ese momento entró Don Lorenzo con una carpeta en sus manos)
Don Lorenzo: Paco... (puso la carpeta en la mesa) Mira las fotos de estos cinco hombres. La Interpol sospecha que entre ellos se encuentran los cabecillas de la mafia en España. No se conocen sus nombres (Paco fue mirando las fotos que le tendió Don Lorenzo en la mesa) A ver si entre ellos encuentras a... Bravante
Salgado: ¿Ojos?
Paco: Eh..., hundidos y... oscuros
Salgado: ¿Así?
Paco: Menos rajado (le dice a la Salgado, observando la imagen en la pantalla del ordenador)
Salgado: ¿Así?
Paco: Sí, ese pruebe (“pruebe” o algo parecido decía aquí, no le entendí del todo bien desgraciadamente...)
Salgado: ¿Cejas?
Paco: Poco pobladas, rectas... y sí tenía un lunar en la izquierda. Ah..., Don Lorenzo, ninguno de estos son
Salgado: ¿Pelo?
Paco: Eh... Corto
Don Lorenzo: Pero Paco, ¿en qué cojones estabas pensando para sacar a un criminal y llevártelo al campo, y matarlo a sangre fría? ¿Qué vas a hacer luego, echarte al monte? Paco, mírame, coño. Te estoy hablando (Paco andaba abstraído mirando fichas policiales en el interior de la carpeta que Don Lorenzo había llevado allí) Que tenemos dos muertos encima de la mesa, por tu culpa. ¡Estamos falsificando informes (en ese instante entró Silvia a la sala)... para librarte de la cárcel!
Silvia: Ya tenemos la autopsia del sub-inspector Vidal. Murió a las 19:50 por disparo de arma de fuego, con orificio de entrada en la región parietal izquierda, y orificio de salida por la parte posterior derecha. Se trata de un proyectil del calibre 7,62 milímetros disparado desde unos 1250 metros aproximadamente con rifle de largo alcance. La bala tenía la misma marca que la que te entregó Bravante, Paco (Paco, al saber esto, se llevo las manos a la cara, preocupado)
Salgado: Estamos todos muy cansados, son las 12 de la noche, mejor continuamos mañana
Paco: No, no vamos a continuar mañana. Mañana puede que estemos muertos. Yo he visto a Bravante y he estado enterrado en la finca de Vittorio, tiene que haber algo que hayamos pasado por alto (pasó las fichas policiales de una a otra rápidamente por si veía algún rostro que le resultara familiar)
Salgado: Paco, tranquilízate. Bravante estuvo en el punto de mira y no disparó. Eligió matar a Jota. Lo que le disteis es mucho más de lo que esperaba. Escúchame. No-no es una póliza de seguros, pero... pero creemos que la amenaza está zanjada
Paco: (dejó de mirar las fichas policiales y miró a la Salgado) ¿Zanjada? Pues baje y dígale a esa gente que está zanjada. Que usted no tenga miedo no significa que allá abajo no exista. No quieren salir ni a cenar (refiriéndose a los agentes de comisaría, que permanecían encerrados en la misma por temor a que la mafia les encontrase) No quieren patrullar. Tampoco quieren irse a su casa por si a la vuelta de la esquina les pegan un balazo en la frente. Baje. Baje y dígales que zanjen su miedo. Como si fuera una cuenta del supermercado. ¿Ha visto usted alguna vez un... un asesino jugando... a las cartas por la vida de su familia? Yo sí. Así que dígame, comandante..., ¿exactamente qué está zanjado? (continuó mirando fichas policiales, pero esta vez nervioso, pasando las páginas sin orden ni concierto, hasta que Don Lorenzo le retiró la carpeta de sus manos)
Don Lorenzo: Ya, vale, vale. Paco, basta. La comandante Salgado... se queda al mando. Baja a tu despacho y destruye cualquier prueba que pueda ser contradictoria... o que esté clasificada. Lo más probable es que alguien del CNI se quede en tu despacho. ¿De acuerdo? Y ya sabes, mañana te pones el chandal..., te vas a... a mirar obras a ver como los obreretes... trabajan. Eh. No te quiero ver aquí... en una semana (Paco se levantó, miró a Don Lorenzo con semblante serio, y dejó su placa sobre la mesa. Después de esto, abandonó la sala de interrogatorios) Silvia. Tenemos que tomar medidas. No podemos permitir que... esta psicosis vaya a más. Convoca reunión urgente a todos
Silvia: Son las 12 de la noche
Don Lorenzo: Me da exactamente lo mismo, los llamas por teléfono. Ya has oído a Paco, nadie duerme (dijo esta última frase elevando el tono de su voz) Te los traes, ¡a todos! (abandonó el despacho, con signos de enfado)
La siguiente escena tiene lugar en la casa de Sara, entre esta, que se encuentra durmiendo en el sofá del salón, y Aitor. Una voz en off procedente de Aitor da comienzo a la escena...
Aitor: (voz en off) Hay una teoría que dice que si el universo durara 24 horas..., ahora estaríamos a las 23:45..., a un paso del final..., montados en un ferrari a 200 por hora contra un abismo. Como mi vida con Sara..., fuera de control...,a toda piña..., y con fecha de caducidad
Aitor: (acarició la cara de Sara y esta se despertó sobresaltada) Sh, eh, tranquila, tranquila, Sara (Sara se despejó y se sentó en el sofá)
Sara: ¿Qué hora es?
Aitor: Teniendo en cuenta que te has quedado dormida al principio de la película y está acabando pues... tarde
Sara: Lo siento, estoy agotada. Me voy a dormir (se levantó y se dirigió a su habitación. Pero en su camino se percató de que dejaba a Aitor allí solo y volvió hacia él) ¿Vas a dormir aquí?
Aitor: Sí. Bueno, es que tu padre (prosiguió, puesto que Sara se mostraba preocupada por él) y tu marido me han pedido que haga de tu guardaespaldas, así que... Bueno, que yo... Yo voy a estar bien aquí, de verdad, Sara. Si ya tengo la espalda amueblada. Mira, ¿tú ves la grúa esa que hay ahí? (dijo, señalando a una de las esquinas del sofá, repleta de cojines) Pues eso son mis cervicales. Estoy bien, de verdad (se sentó en el sofá, para empezar a acomodarse para dormir allí)
Sara: Duerme conmigo. (Aitor miró a Sara entre emocionado y sorprendido) Nos hemos casado, ¿no? (tendió su mano hacia Aitor y este la cogió...)
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x22, "Todo por lo legal"
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.101, 1ª PARTE
En la sala de interrogatorios, Paco y Salgado se hallan inmersos retocando el posible perfil físico de Bravante, que Paco vio en una reunión que estableció con él, a cambio de que anularan la amenaza de muerte los miembros de la mafia, que pesaba sobre toda la comisaría...
Salgado: ¿La nariz así?
Paco: Sí (observando el ordenador con la foto que estaba remarcando Salgado del sospechoso) Esa puede valer (en ese momento entró Don Lorenzo con una carpeta en sus manos)
Don Lorenzo: Paco... (puso la carpeta en la mesa) Mira las fotos de estos cinco hombres. La Interpol sospecha que entre ellos se encuentran los cabecillas de la mafia en España. No se conocen sus nombres (Paco fue mirando las fotos que le tendió Don Lorenzo en la mesa) A ver si entre ellos encuentras a... Bravante
Salgado: ¿Ojos?
Paco: Eh..., hundidos y... oscuros
Salgado: ¿Así?
Paco: Menos rajado (le dice a la Salgado, observando la imagen en la pantalla del ordenador)
Salgado: ¿Así?
Paco: Sí, ese pruebe (“pruebe” o algo parecido decía aquí, no le entendí del todo bien desgraciadamente...)
Salgado: ¿Cejas?
Paco: Poco pobladas, rectas... y sí tenía un lunar en la izquierda. Ah..., Don Lorenzo, ninguno de estos son
Salgado: ¿Pelo?
Paco: Eh... Corto
Don Lorenzo: Pero Paco, ¿en qué cojones estabas pensando para sacar a un criminal y llevártelo al campo, y matarlo a sangre fría? ¿Qué vas a hacer luego, echarte al monte? Paco, mírame, coño. Te estoy hablando (Paco andaba abstraído mirando fichas policiales en el interior de la carpeta que Don Lorenzo había llevado allí) Que tenemos dos muertos encima de la mesa, por tu culpa. ¡Estamos falsificando informes (en ese instante entró Silvia a la sala)... para librarte de la cárcel!
Silvia: Ya tenemos la autopsia del sub-inspector Vidal. Murió a las 19:50 por disparo de arma de fuego, con orificio de entrada en la región parietal izquierda, y orificio de salida por la parte posterior derecha. Se trata de un proyectil del calibre 7,62 milímetros disparado desde unos 1250 metros aproximadamente con rifle de largo alcance. La bala tenía la misma marca que la que te entregó Bravante, Paco (Paco, al saber esto, se llevo las manos a la cara, preocupado)
Salgado: Estamos todos muy cansados, son las 12 de la noche, mejor continuamos mañana
Paco: No, no vamos a continuar mañana. Mañana puede que estemos muertos. Yo he visto a Bravante y he estado enterrado en la finca de Vittorio, tiene que haber algo que hayamos pasado por alto (pasó las fichas policiales de una a otra rápidamente por si veía algún rostro que le resultara familiar)
Salgado: Paco, tranquilízate. Bravante estuvo en el punto de mira y no disparó. Eligió matar a Jota. Lo que le disteis es mucho más de lo que esperaba. Escúchame. No-no es una póliza de seguros, pero... pero creemos que la amenaza está zanjada
Paco: (dejó de mirar las fichas policiales y miró a la Salgado) ¿Zanjada? Pues baje y dígale a esa gente que está zanjada. Que usted no tenga miedo no significa que allá abajo no exista. No quieren salir ni a cenar (refiriéndose a los agentes de comisaría, que permanecían encerrados en la misma por temor a que la mafia les encontrase) No quieren patrullar. Tampoco quieren irse a su casa por si a la vuelta de la esquina les pegan un balazo en la frente. Baje. Baje y dígales que zanjen su miedo. Como si fuera una cuenta del supermercado. ¿Ha visto usted alguna vez un... un asesino jugando... a las cartas por la vida de su familia? Yo sí. Así que dígame, comandante..., ¿exactamente qué está zanjado? (continuó mirando fichas policiales, pero esta vez nervioso, pasando las páginas sin orden ni concierto, hasta que Don Lorenzo le retiró la carpeta de sus manos)
Don Lorenzo: Ya, vale, vale. Paco, basta. La comandante Salgado... se queda al mando. Baja a tu despacho y destruye cualquier prueba que pueda ser contradictoria... o que esté clasificada. Lo más probable es que alguien del CNI se quede en tu despacho. ¿De acuerdo? Y ya sabes, mañana te pones el chandal..., te vas a... a mirar obras a ver como los obreretes... trabajan. Eh. No te quiero ver aquí... en una semana (Paco se levantó, miró a Don Lorenzo con semblante serio, y dejó su placa sobre la mesa. Después de esto, abandonó la sala de interrogatorios) Silvia. Tenemos que tomar medidas. No podemos permitir que... esta psicosis vaya a más. Convoca reunión urgente a todos
Silvia: Son las 12 de la noche
Don Lorenzo: Me da exactamente lo mismo, los llamas por teléfono. Ya has oído a Paco, nadie duerme (dijo esta última frase elevando el tono de su voz) Te los traes, ¡a todos! (abandonó el despacho, con signos de enfado)
La siguiente escena tiene lugar en la casa de Sara, entre esta, que se encuentra durmiendo en el sofá del salón, y Aitor. Una voz en off procedente de Aitor da comienzo a la escena...
Aitor: (voz en off) Hay una teoría que dice que si el universo durara 24 horas..., ahora estaríamos a las 23:45..., a un paso del final..., montados en un ferrari a 200 por hora contra un abismo. Como mi vida con Sara..., fuera de control...,a toda piña..., y con fecha de caducidad
Aitor: (acarició la cara de Sara y esta se despertó sobresaltada) Sh, eh, tranquila, tranquila, Sara (Sara se despejó y se sentó en el sofá)
Sara: ¿Qué hora es?
Aitor: Teniendo en cuenta que te has quedado dormida al principio de la película y está acabando pues... tarde
Sara: Lo siento, estoy agotada. Me voy a dormir (se levantó y se dirigió a su habitación. Pero en su camino se percató de que dejaba a Aitor allí solo y volvió hacia él) ¿Vas a dormir aquí?
Aitor: Sí. Bueno, es que tu padre (prosiguió, puesto que Sara se mostraba preocupada por él) y tu marido me han pedido que haga de tu guardaespaldas, así que... Bueno, que yo... Yo voy a estar bien aquí, de verdad, Sara. Si ya tengo la espalda amueblada. Mira, ¿tú ves la grúa esa que hay ahí? (dijo, señalando a una de las esquinas del sofá, repleta de cojines) Pues eso son mis cervicales. Estoy bien, de verdad (se sentó en el sofá, para empezar a acomodarse para dormir allí)
Sara: Duerme conmigo. (Aitor miró a Sara entre emocionado y sorprendido) Nos hemos casado, ¿no? (tendió su mano hacia Aitor y este la cogió...)
#434

30/06/2009 05:54
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.101, 2ª PARTE
En el bar de los Cachis, tiene lugar una conversación en la que como eje central está Sara, que se encuentra deprimida, siendo aconsejada entre Silvia y Pepa sobre su futuro sentimental...
Silvia: Es que no sé si lo entiendo, Sara. Jolín, llevas toda la vida dando la matraca con Lucas, que si no podías vivir sin él (Pepa mediante gestos le pidió a Silvia que no se pasara) Y ayer mismo estabas llorando desquiciada por eso. Y ahora no solo sí puedes vivir... ¿sino que también puedes convivir con Aitor? Jolín, y sigues enfangándote (Pepa le pidió con gestos que se controlara) Lucas te ha comprado una casa, Sara, Sí, tiene que saberlo, Pepa (le dijo a esta, tras ver su mirada, que no denotaba nada bueno) Sí, con todo el dinero que ha ahorrado en la CIA... te ha comprado un chalet.
Pepa: Tú no puedes ser más bocazas, ¿no, pelirroja? Que tienes el tacto donde yo te diga. Una cosa, nada, cariño, sh, que era solo una sorpresa, eh, (le dice, intentando calmarla, ante lo triste que está Sara) sabes, no pasa...
Sara: ¿Una sorpresa? Es... es el euromillón de las sorpresas. Que nunca nadie había hecho nada así por mí. Y Lucas está... ahí donde sea que esté... buscando chalet... y zanjando su vida para venir a vivir conmigo. Y yo estoy... durmiendo con Aitor. Porque me he casado con él. (le entra la risa floja mientras anda sumida en la desolación) De mentira o de verdad porque ya no lo sé..., por el salón de casa..., y con tu traje de novia. (refiriéndose a Silvia con lo del traje) Y le he jurado que le quiero porque le quiero... Le quiero... Sí... Y a Lucas... Es que es verdad
Leo: Pinchitos de tortilla por aquí. (dejó la bandeja con los pinchitos encima de la barra, donde estaban sentadas Silvia, Pepa y Sara, esta última llorando, y al verla así, Leo miró a Sara y procuró no llamar demasiado la atención) U-uy, perdón. Perdón (le dijo a Silvia. Pepa, por su parte, abrazó a Sara, que lloraba desconsoladamente...)
En el bar de los Cachis, la conversación entre Sara, Silvia y Pepa sigue su curso, ante una Sara que se encuentra completamente derrumbada por la situación amorosa nada agradable que está pasando...
Pepa: Venga, mírame, sh, oye. Ya está, eh, se acabó (decía, mientras le secaba las lágrimas) de llorar, ahora arriba ese ánimo... que nos vamos a pegar unos tiritos (le dice, poniendo una sonrisa, intentando que Sara no se viniera abajo) ¿Mm? Vamos
Silvia: No. Vámonos de compras, ¿vale? (dirigiéndose a Sara) Sí, además, tú y yo nos vamos a casar en serio (dirigiéndose a Pepa esta vez) y aún no tenemos ni edredón, ni cama, ni nada. ¿Vale? (le dice a Sara, que se limita a mirar a Silvia, alicaída) Venga, yo os invito
Pepa: Venga, vamos (dirigiéndose a Sara, ya que Silvia ya había salido del bar) Oye, tú no, lo de las infidelidades... te lo tomas en serio, eh. Doble de casamiento, con el traje de mi mujer (Sara se echó a reír ante el comentario de Pepa, que decía todo esto en plan bromista) Vaya telita. Anda (cuando fueron a salir del bar, Sara cambió repentinamente su rostro y pasó de reírse a llorar en segundos, angustiada)
En la sala de tiro de la comisaría, se improvisa un centro de práctica de defensa personal, que dirige Montoya, quien está en esos momentos allí, dirigiendo dichas prácticas, a Nelson, Kike y Curtis...
Montoya: Bien. Chicos. Vamos a ver, la defensa personal como su nombre indica no es una técnica de ataque sino de protección, ¿vale? Lo importante es no perder la concentración. Nelson. (el aludido miró a Montoya) Intenta darme una patada
Povedilla: Buenos días, familia (Montoya miró hacia Povedilla, que en esos momentos acababa de entrar en la sala de tiro, y su distracción le costó una patada tremenda de Nelson en sus partes íntimas. Montoya se dolió de tal manera que hasta cayó al suelo...) Oye, chi-chicos, perdón, perdón por el... por el retraso. Es que-que... he tenido que pasar por casa pa cambiarme porque co-como he dormido en casa de Rita pos... (Montoya, sintiéndose afectado por esto, miró a Povedilla)
Curtis: ¿Cómo que has dormido tú en casa de Rita? ¿Ha pasado algo?
Povedilla: No,no,no,que no,no ha pasado nada. Bueno, ha pasado... pos que-que me echa de menos, que va-que va a pasar, que me echa de menos, que me lo pidió ella, que me-me pidiera... que-que-que pasara. Que-que-que-que-que, que me-,es que me dijo que... me dijo que co-conmigo e-en casa pues se sentía más segura. Yo-yo-yo creo que de esta volvemos
Curtis: ¿Pero tú de verdad crees que por pasar la noche en casa de Rita volvéis y rehacéis? Eh. (le dice a Povedilla, cuando ya se disponía este a hablar) A ver si es que ha habido consumación
Povedilla: No, no, no,no,no,no, no ha habido, no ha... (Kike le interrumpió súbitamente)
Kike: Eh, ¿entonces qué, magreillo fino bajo la braga?
Povedilla: Que no, Kike, no, no ha habido-no ha habido nada, no ha pasado nada
Kike: No,no,no, claro que no, que ha-has dormido a su lado haciéndole la del koala..., con el cimborrio como un hierro forjado
Povedilla: Que... bruto eres. No, mira, pues la ve-la ve-pues, emm....He-he dormido en el sofá. Esa es la verdad. Pero bueno, donde-donde-donde hubo fuego pues yo creo que-que quedan... rescoldos (a Curtis le empezó a sonar el móvil en aquel momento y se vio obligado a cogerlo, dejando de atender a Povedilla) y con... (Povedilla, a pesar de que Curtis no le atendía, siguió a lo suyo) con un poquito que-que sople pues... tienes ahí una llamarada de dos metros
Curtis: Dígame, jefe. Bien, bien, ahora mismo vamos, sí (la persona que estaba al otro lado de la línea, Paco, no se la podía escuchar lo que iba diciendo) Tranquilo, todo por lo legal, todo legal, todo legal, tranquilo, eh, tranquilo, jefe, hasta ahora. (colgó la llamada y se dirigió a Montoya) Inspector, (carraspeó. Montoya aún se había podido reincorporar debido al golpe propinado por Nelson) no va a poder ser porque tenemos una urgencia, Kike, Nelson, echando ostias (Curtis fue a salir de la sala de tiro, seguido por Kike y Nelson, cuando justo en ese instante entró Rita)
Rita: Zangüangos. Hola (saludando contenta a Kike)
Nelson: Hola, nena (la saludó de esta manera, antes de irse detrás de Kike y Curtis)
Rita: Hola, Jose Luís
Povedilla: Hola, estás muy guapa con la coleta (dirigiéndose a Rita, en un tono tan bajo, que casi no se le comprendió)
Rita: ¿Ah, sí?
Povedilla: Muy guapa
Rita: Hola, inspector. ¿Y esa cara? (le preguntó, ante la mirada seria que mostraba Montoya, y el hecho de que todavía estaba arrodillado en el suelo)
En una tienda de colchones, camas y demás utensilios derivados del mundo del descanso, tiene lugar una conversación más con Silvia, Sara y Pepa. Una vez más, le centro de la conversación, recae en Sara Miranda...
Silvia: Pero si yo no saco nada con esto, Sara, si yo tengo la historia sentimental más absurda del mundo, que me dejó Lucas y le incendié la cama. Que estuve haciendo terapia y en todo el día me voy a casar con la bovia (“bovia”, “novia”, o algo parecido dice, esa palabra desgraciadamente no se la entendí bien) de tu tía. Pero si lo digo por tu salud mental.
Sara: Bueno, ¿me vas a hacer terapia comprando camas, tita? Que no puedo hacer nada, que estoy enamorada de él, de los dos
Silvia: Pues eso no puede ser, Sara. Tienes que elegir, coño. Bueno, y si estás casada pues renuncia. Y si quieres volver a elegir puedes volver a elegir, pero entonces tienes que renunciar otra vez. Porque es que no se puede querer todo. Porque si lo quieres todo entonces te conviertes en una niña caprichosa que juega con los sentimientos de los demás
Pepa: A ver. A lo mejor lo que... le pasa es que ha encontrado un tío irresistible... y le cuesta mucho elegir. ¿Verdad, cariño?
#435

30/06/2009 05:56
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.101, 3ª PARTE
Montoya y Povedilla se enzarzaron en la sala de tiro, que servía en aquel momento como sala para la práctica de la lucha para la defensa personal, en una pelea, mientras mantenían una agitada conversación...
Montoya: No es bueno confiarse (le dijo a Povedilla, después de hacerle una llave que lo lanzó por los aires y lo echó al suelo) Crees que haces bien...lanzándote pero... vas a ciegas (tendió la mano a Povedilla para ayudarle a levantarse) Con la guardia baja..., y así es como uno se lleva las ostias. (Povedilla ya estaba de nuevo en pie) Mira, Jose Luís. No sé si hablo de más pero... creo que te estás equivocando con Rita. Vamos, que te veo muy obsesionado con volver y... y eso no va a pasar (Povedilla le propinó una patada a Montoya en la cara, algo que este no se esperaba y miró a Povedilla con cara de pocos amigos)
Povedilla: Y... y digo yo, inspector, ¿exactamente eso por qué no va a pasar? Ya,... claro, porque... Rita está tan loca por usted... que no puede rehacer con nadie más, ¿no? Ya no puede-puede rehacer conmigo (Montoya fue a pegarle un puñetazo a Povedilla pero este lo bloqueó)
Montoya: ¿Tú qué crees? ¿Que durmiendo en un sofá vas a volver con ella? Mira, lo único que estás haciendo es estar ahí como un felpudo..., recogiendo migajas de afecto (fue a meterle otro puñetazo a Povedilla, pero este ya se lo esperaba y también lo bloqueó)
Povedilla: ¿Sabe qué ocurre, inspector? Que no me importa ser el felpudo de Rita. No. No me importa ser el postre de Rita. Si con eso consigo volver con mi mujer y con mi hija..., cada noche a casa..., a ver la tele con ellas en el salón... y no quedarme solo como un perro (Montoya intentó repetidamente golpear a Povedilla de mil formas distintas, pero este logró esquivar y bloquear todos los golpes, y contraatacó con un derechazo que mandó directo al suelo a Montoya. Este se levantó rápidamente y Povedilla, dejó de ponerse en guardia ante posibles respuestas agresivas de Montoya) Y no sé, a lo mejor... estando a su lado pues puede evitar que a usted se le vuelva a ocurrir enamorarla..., ¿no?, pa luego enrollarse con su prima..., y dejarla tirada..., y joderle la vida (Montoya, fuera de sí, le dio una patada a Povedilla en el pecho que le echó hacia atrás y le hizo acabar tirado en el suelo. Acto seguido, Montoya se acercó a Povedilla, le agarró del cuello y se inclinó hacia él)
Montoya: ¡Yo no la enamoré! ¡Surgió, sin más! No me di cuenta de como pasaba... Luego conocí a Marga, y creí que me había enamorado, pero la cagué. ¿Vale? ¡La cagué, y ahora no sé como dar marcha atrás! ¡Pero yo no le jodí la vida!
Povedilla: ¿Me permite? (hablando costosamente, ya que Montoya le tenía agarrado el cuello y le estaba asfixiando. Montoya acabó por soltar a Povedilla y alejarse un poco de él) Joder... Y... (dijo, mientras se iba reincorporado poco a poco) Sí que es difícil sacarle a usted una confesión de amor, eh
Montoya: ¿Qué confesión?
Povedilla: Sí... De amor. Inspector, ¿por qué... no se lanza de una vez al... a por lo que realmente quiere, eh? Ella le va a decir que sí
En la antesala de la sala de interrogatorios, tiene lugar la siguiente conversación entre Paco Miranda y Marina Salgado. Esta última mira una carpeta con unos documentos, abstraída. Es Paco quien inicia la conversación...
Paco: Marina... Que... quería darte las gracias por... por taparme antes (refiriéndose a un incidente anterior con Don Lorenzo acerca del caso Bravante)
Salgado: De nada, Paco (le dijo, sonriéndole) Además, tú me tapas ayer, yo... yo te tapo hoy (le entró la risa) Ayer, ayer, con lo... con lo de la falda (le aclaró, puesto que no terminaba de comprender a que se refería)
Joder, que vergüenza. Que me viste el culo, Paco. Y además estaba toda blanca y hace... meses que no voy al gimnasio y..., que horror
Paco: No. Esta-estabas bien. Vamos, que... Que... se veía terso y...
Salgado: No, no (se rió al decir esto)
Paco: Sí, igual que tus pechos (Salgado convirtió la sonrisa que tenía un segundo antes en una mirada bastante más seria) Qui-quiero-quiero decir, perdona, que, o sea, no es que yo te-te... mire lo-los pechos, ¿no?, sino que te los he visto. (Salgado se sintió extrañada por esto) Que-que o sea, que Mariano..., verás, que Mariano me enseñó una fotografía cuando estuvisteis en... en la playa, y no tenías tu parte de arriba. (Salgado acabó comprendiéndolo y al rato, se rió, un tanto avergonzada de que Paco le mirara alguna de sus partes íntimas) Que...,te doy las gracias de verdad..., Marina. Por todo lo que estás haciendo (la besó en la parte izquierda de su cara)
En la casa donde supuestamente está alojado Bravante, Aitor se encuentra en su interior examinando los objetos de una parte de la casa, por si acaso localiza alguna prueba que se pueda usar para poder encontrar al mafioso y detenerle. En medio de su minucioso registro, llega de golpe Sara, y hace que Aitor apunte con su pistola instintivamente por si era algún mafioso italiano...
Aitor: Venga, no me jodas, Sara. Coño, que llevo-que llevo una pistola en la mano. ¿Qué haces aquí?
Sara: Nos han mandado a establecer un perímetro por si aparece Bravante
Aitor: Bueno, yo-yo llevo el...
Sara: (interrumpiendo repentinamente a Aitor) ¿Tú qué hacías comprándome el dormitorio de mi casa con Lucas? (Aitor no respondió a esto. Hizo un gesto como de indiferencia y dejó una caja que estaba examinando encima de una silla)
Aitor: Pues nada, que... que tenía que comprobar el somier por si me tengo que meter debajo de la cama a ver si aparece Lucas, ¿no?
Sara: Ya
Aitor: Ya
Sara: A lo mejor es eso. A lo mejor cuando venga Lucas tengo que empezar a vivir una doble vida en la clandestinidad. (se sentó en un sofá que había en la zona) Armarios dobles, camas dobles..., dobles parejas... Y no puedo dejar de pensarlo. Aunque tú me lo pediste. ¿Y sabes por qué? (Aitor negó con la cabeza) Porque yo no tengo ni puta idea de lo que voy a hacer cuando venga Lucas. Pero que tampoco sé que vas a hacer tú. ¿Vas a venir a visitarme a mi domicilio conyugal y... y esconderte en un armario? ¿Eso es lo que queremos?
#436

30/06/2009 05:57
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.101, 4ª PARTE
La siguiente escena muestra a Rita y Montoya, que, desde una furgoneta, este último da ordenes a sus diversos hombres, entre los que están Curtis, Silvia y Sara, pero... esta última... no contesta a la llamada de su jefe en el operativo...
Curtis: (mediante un walkie-talkie) El acceso está controlado, Montoya. Hemos dado aviso a las patrullas de tráfico por si viene algo sospechoso, algún convoy o alguna mierda de esas, cambio
Montoya: Gracias, Curtis. Silvia, ¿cómo vais? (hablaba a través de un walkie-talkie a los diferentes canales de ellos, en los que cada uno representaba a uno de sus hombres. En esta ocasión estableció contacto con Silvia) Silvia, ¿cómo vais?
Silvia: Por aquí todo en orden, Gonzalo
Montoya: Bien, todo el mundo alerta. Sara, ¿cómo vais? (cambiando otra vez de frecuencia)
Aitor: (en el interior de la casa de Bravante) ¿Quieres que te diga lo que voy a hacer cuando vuelva Lucas?
Montoya: ¿Sara?
Aitor: No me voy a ir. No. Ni me voy a meter debajo de un somier. Voy a ir a por tí (señaló a Sara) a piñón fijo..., Sara
Sara: No puedes hacer eso
Aitor: ¿Por qué no? (se llevó por delante unas fichas de ajedrez que tenía delante suya, cuando deslizó sus brazos hacia delante) ¿Por qué no puedo? Ya lo estoy haciendo. Lo estoy haciendo porque creo que tú también me quieres. Y si me tengo que pelear con Lucas como un puto perro para quitarle lo que es suyo lo voy a hacer, te lo juro
Sara: ¿Pero qué estás diciendo? (se levantó, asustada por las palabras de Aitor)
Rita: (en el interior de la furgoneta) Deje a la zagalica. ¿Que no ve que está con el sinvergüenzilla, con el Aitor? ¿Que están ahí...? (hizo un movimiento con los dedos de las manos, dándoles golpes entre sí, imitando a una pareja que estaba en plenas prácticas sexuales. Después se rió, y Montoya miró alucinado a Rita) Bueno, que yo no sé con quien va a ir a la boda, eh, que igual se lo tiene que pensar. Pero esto es una cosa que le estoy diciendo yo así pero usted no diga ná, eh
Aitor: (en la casa de Bravante) Pase lo que pase tu vida ha cambiado, Sara. Tú ya no estás en el sitio en el que estabas. Ni aunque vuelva Lucas ni aunque te perdone, estás en otro sitio, Sara
Sara: Eso no es así
Aitor: Sí, eso sí es así
Sara: No, no es así. Yo quiero a Lucas, ¿vale?, me da igual que todo haya cambiado (Sara salió de la habitación, cabreada, y descendió las escaleras, mientras Aitor la seguía, para que no se la escapara...)
Aitor: Sara...
Sara: ¡Y no le voy a dejar porque quiero estar con él! ¡Quiero estar con él!
Aitor: Sara
Sara: ¡No le voy a dejar!
Aitor: Sara, Sara, ya está, olvídalo (le dijo, mientras la agarraba con un brazo, justo al final de las escaleras por las que descendió, yendo a parar a lo que posiblemente era el salón de la casa), Sara, ven aquí, ven aquí, eh, ven aquí.(intentando calmarla, abrazándola, tras que esta se girara, con cierto desánimo, a Aitor) Eh. Ya está, olvídalo, déjalo. Sara, yo no he hecho nada. Mira, vamos a empezar desde el principio, ¿vale? Mírame, mírame. Eh. (mantenía la vista baja, y estaba muy tensa, incluso jadeaba) Eh. Ya está. Ignora lo que te he dicho. Tenemos diez días. Diez días para vivir nuestra historia (abrazó a Sara)
Montoya: (en la furgoneta) Oye, y-y... ¿tú quieres venir conmigo a la boda? (le dijo a Rita, que al oír esto, menguó la sonrisa que tenía hace apenas segundos)
Rita: ¿Yo? ¿Co-con usted? (Montoya le hizo un gesto a Rita corroborando la pregunta de esta última)¿Pero cómo?
Montoya: Pues de... de acompañante... Vam-de... vamos, de pareja (le entró la risa. A continuación dijo algunas palabras más) De llevar la corbata del mismo color que tu vestido, vamos, de... Como una cita. Vamos, juntos, ¿no?
Rita: Sí (dijo, con una sonrisa de felicidad) Sí, sí quiero. Sí quiero, y además voy de naranja, sí quiero. Sí (Montoya y Rita se echaron a reír) Sí quiero (Rita besó a Montoya en la parte izquierda de su cara. Finalmente, Montoya se lanzó y la besó en los labios, para después acabarse besando entre los dos apasionadamente...)
Aitor: (en la casa de Bravante) ¿Sabes una cosa? Que hay... hay mariposas que sólo duran un día. Tienen 24 horas para hacerlo todo. Nacer (dirigiéndose al oído de Sara, mientras la abrazaba, en esa palabra, “nacer”) Crecer (Aitor poco a poco fue besando a Sara en diferentes partes de su cara y esta, se quedó inmóvil en el sitio) Buscarse una... una mariposa molona... (besó a Sara en los labios) Una vida entera de mil momentos... (esta vez Sara correspondió a Aitor en los besos)
Sara: Pues entonces nosotros igual. Vamos a aprovechar el tiempo que nos queda (Sara y Aitor continuaron besándose, cada vez con más energía)
Aitor: Sara..., escúchame. Que... creo que aquí no es el momento
Sara: Estamos rodeados... y Bravante no va a venir, no va a venir nadie
Esto es todo por esta semana en torno a las frases dramáticas del capítulo 101 de “Los Hombres de Paco”, “Todo por lo legal”. Espero que hayan sido de su agrado. Para la próxima semana, si todo va bien, se expondrán las frases del capítulo 102, antepenúltimo de la temporada, titulado “Vengo con tres heridas”.
Saludos, paqueros/as
#437

07/07/2009 06:21
Una semana más, vuelven las frases memorables. En esta ocasión les llega la hora a las del capítulo 102 de "Los Hombres de Paco", titulado, "Vengo con tres heridas". El contenido cómico de este capítulo ha sido muy escaso, probablemente haya sido el capítulo con menos humor de toda la temporada, así que el contenido de las frases cómicas será bastante limitado. Las que se expondrán a continuación en el referente cómico, serán las siguientes...
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x23, "Vengo con tres heridas"
La siguiente escena tiene lugar en la sala de interrogatorios de la comisaría de San Antonio, en donde están presentes Félix Montejo, psiquiatra, y Marina Salgado, comandante del CNI. Conversan a través de video-conferencia con un hombre llamado Ernesto, que retiene a un rehén en un lugar desconocido, y que tenía planes de matar al rehén en breves minutos, mientras se emite el programa "Al Filo de la Calle" en directo. (un corte de emisión supondría la ejecución del rehén por parte del sospechoso) Paco y Mariano, por su parte, observan los hechos desde la cristalera de la sala adyacente a la de interrogatorios, pudiendo oír lo que decían dentro de la sala de interrogatorios...
Salgado: Bueno, hay muchos factores que pueden retrasar la intervención de un agente (Félix fue tomando apuntes de la actitud que iba mostrando Ernesto tanto con él, como con la Salgado. Hasta el momento tenía apuntados los siguientes adjetivos definiendo sus alteraciones emocionales; "Ira, Dolor, Venganza") El tráfico, el... la-la espera de refuerzos..., un colapso en la red de avisos, es...
Ernesto: (interrumpiendo a la Salgado) Se olvida de uno muy importante, comandante. El desayuno (Félix y la Salgado se miraron entre sí, y Paco y Mariano hicieron lo propio. Ninguno sabía a que se refería el secuestrador) Esos agentes se estaban inflando a donuts (Nelson, en la sala principal de la comisaría, sentado en una de las mesas, andaba comiéndose uno en aquellos instantes, y se sintió aludido por las palabras del secuestrador) Por eso se retrasaron
Félix: Eh..., supongamos que esos agentes actuaron mal. Aún así todos tenemos derecho a una segunda oportunidad
Ernesto: (enrabietado, dio un golpe contra algún objeto que había en el lugar que se encontraba) Mi mujer no la tuvo. (se levantó y empezó a pasearse por aquel espacio en el que tenía al rehén)
Salgado: Ernesto. Ernesto, estamos negociando. Ernesto
Ernesto: Les quedan 4 minutos y 48 segundos
Félix: Escúcheme. Esta cuenta atrás no tiene sentido. Usted no puede matar a un inocente... por el hecho de que... algunos agentes... se hayan pasado de la cuenta comiendo donuts. Que me aspen, pero esto no es un motivo, Ernesto
Ernesto: 4 minutos y 35 segundos (haciendo caso omiso a Félix. En esta ocasión, fue la Salgado quien se levantó, nerviosa, de su asiento)
Félix: ¿Por qué no les da la oportunidad de enmendar ese error?
Ernesto: ¿Cómo quieren enmendarlo, eh? (interrumpiendo su paseo y acercándose bruscamente a la pantalla de la cámara) ¿Qué quieren demostrar, que son muy rápidos? ¿O que son capaces de comerse 20 donuts en 3 minutos y acudir a un aviso? (Félix tomó un nuevo apunte en su pequeña libreta, que la ira, el dolor y la venganza, conducían directamente a la... “Redención?”)
Félix: ¿Y si lo hicieran? (prácticamente toda la comisaría se alarmó ante estas palabras del psiquiatra... Salgado se volvió a sentar, aparentemente más calmada, ya que parecía que habían logrado alguna reacción positiva en el secuestrador)
Ernesto: Está intentando jugar conmigo para ganar más tiempo, ¿verdad? ¿Quiere jugar? (dijo, tras sentarse nuevamente) Muy bien..., vamos a jugar. Les daré 10 minutos más. Entonces quiero... que un policía de su comisaría... se coma 20 donuts en menos de 3 minutos. Los 3 minutos que hubiesen salvado la vida de mi mujer. Si no lo consiguen... este hombre morirá (las caras de los presentes eran un poema, algunos ni podían creerse, como Curtis, que el secuestrador fuera capaz de proponer algo así)
Mariano: Joder... (en el exterior de la sala de interrogatorios, en la sala contigua...)
En la sala de interrogatorios, todo está preparado para que Mariano ingiera 20 donuts en menos de 3 minutos, accediendo de esta forma a las exigencias del secuestrador, Ernesto, para poder ganar más tiempo de cara a la localización del sospechoso y la liberación del rehén que retiene consigo. Una presentadora de los informativos de Antena 3 relata los hechos...
Presentadora de informativos: Antena 3 les comunica que siguiendo la recomendación del cuerpo nacional de policía vamos a continuar con la emisión en directo del secuestro. Los contenidos que se van a emitir pueden herir su sensibilidad y no ser aptos para menores (en la sala principal de la comisaría, muchos de los policías, entre ellos Curtis, Kike y Nelson, observaban con atención una pantalla de enormes dimensiones que había instalada, en la cual estaba puesto el canal de Antena 3, que emitía el secuestro...)
Presentadora de “Al Filo de la Calle”: Les recordamos que el secuestrador ha exigido a cambio de la vida del rehén, que uno de los agentes de San Antonio ingiera 20 donuts en menos de 3 minutos. (estaban junto a Mariano, que estaba sentado en la mesa frente a una caja con 20 donuts en su interior, preparándose para el momento cumbre, Paco, la comandante del CNI, Marina Salgado y Félix Montejo, psiquiatra)
Mariano: Joder, Paco, ¿de dónde habéis sacado estos bollos, coño?, que son de la talla XXL, además tienen mermelada, la mermelada hace tapón (de pronto entró Silvia en la sala de interrogatorios con dos botellas de agua)
Silvia: Toma, Mariano. (puso las botellas de agua encima de la mesa, al lado de la caja con los donuts) Bebe medio centilitro después de cada donut, sino se te van a bloquear las vías respiratorias
Mariano: Joder... (dijo, preocupado)
Paco: Bueno, vamos a ver, son-son... 20 donuts en 3 minutos, lo que-lo que viene siendo pues...
Salgado: Paco. (interrumpiéndole) Es un donut cada 9 segundos
Mariano: Joder... Y yo que me había puesto a régimen pa la boda de Pepa y Silvia, coño, que llevo un montón de días sin comer ni pan ni coca-cola, pues ahora a tomar por culo la dieta
Presentadora de “Al Filo de la Calle”: La comandante Salgado acaba de echar los cálculos... y el agente Mariano Moreno va a tener que ingerir un donut cada 9 segundos
Ernesto: Señores, por favor
Presentadora de “Al Filo de la Calle”: Se está comunicando el secuestrador (recibiendo las palabras de Ernesto a través de un pinganillo que tenía en su oreja)
Ernesto: Déjenme solo con el sub-inspector Moreno (la presentadora de “Al Filo de la Calle” miró a cámara e hizo un gesto negativo con la cabeza, sin saber que hacer. El primero que salió de la sala de interrogatorios fue Félix, acto seguido Paco realizó un gesto de asentimiento hacia Silvia y Salgado, que también salieron de allí. Por último Paco, antes de abandonar la sala de interrogatorios, miró a Mariano, que le levantó el pulgar en señal de que todo iba a ir bien. Paco miró inmediatamente hacia otro lado, compungido, y salió de la sala de interrogatorios, dejando a Mariano solo...) Quiero ver como se desayuna 20 donuts... o vacío el cargador
Esto es todo por esta semana en cuanto a las frases cómicas. Espero que hayan sido de su agrado. Las dramáticas derivadas de este capítulo, “Vengo con tres heridas”, irán expuestas a continuación, siendo estas más numerosas que las cómicas en gran medida.
Saludos, paqueros/as
Para quien prefiera ver las frases cómicas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Cómicas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x23, "Vengo con tres heridas"
FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.102
La siguiente escena tiene lugar en la sala de interrogatorios de la comisaría de San Antonio, en donde están presentes Félix Montejo, psiquiatra, y Marina Salgado, comandante del CNI. Conversan a través de video-conferencia con un hombre llamado Ernesto, que retiene a un rehén en un lugar desconocido, y que tenía planes de matar al rehén en breves minutos, mientras se emite el programa "Al Filo de la Calle" en directo. (un corte de emisión supondría la ejecución del rehén por parte del sospechoso) Paco y Mariano, por su parte, observan los hechos desde la cristalera de la sala adyacente a la de interrogatorios, pudiendo oír lo que decían dentro de la sala de interrogatorios...
Salgado: Bueno, hay muchos factores que pueden retrasar la intervención de un agente (Félix fue tomando apuntes de la actitud que iba mostrando Ernesto tanto con él, como con la Salgado. Hasta el momento tenía apuntados los siguientes adjetivos definiendo sus alteraciones emocionales; "Ira, Dolor, Venganza") El tráfico, el... la-la espera de refuerzos..., un colapso en la red de avisos, es...
Ernesto: (interrumpiendo a la Salgado) Se olvida de uno muy importante, comandante. El desayuno (Félix y la Salgado se miraron entre sí, y Paco y Mariano hicieron lo propio. Ninguno sabía a que se refería el secuestrador) Esos agentes se estaban inflando a donuts (Nelson, en la sala principal de la comisaría, sentado en una de las mesas, andaba comiéndose uno en aquellos instantes, y se sintió aludido por las palabras del secuestrador) Por eso se retrasaron
Félix: Eh..., supongamos que esos agentes actuaron mal. Aún así todos tenemos derecho a una segunda oportunidad
Ernesto: (enrabietado, dio un golpe contra algún objeto que había en el lugar que se encontraba) Mi mujer no la tuvo. (se levantó y empezó a pasearse por aquel espacio en el que tenía al rehén)
Salgado: Ernesto. Ernesto, estamos negociando. Ernesto
Ernesto: Les quedan 4 minutos y 48 segundos
Félix: Escúcheme. Esta cuenta atrás no tiene sentido. Usted no puede matar a un inocente... por el hecho de que... algunos agentes... se hayan pasado de la cuenta comiendo donuts. Que me aspen, pero esto no es un motivo, Ernesto
Ernesto: 4 minutos y 35 segundos (haciendo caso omiso a Félix. En esta ocasión, fue la Salgado quien se levantó, nerviosa, de su asiento)
Félix: ¿Por qué no les da la oportunidad de enmendar ese error?
Ernesto: ¿Cómo quieren enmendarlo, eh? (interrumpiendo su paseo y acercándose bruscamente a la pantalla de la cámara) ¿Qué quieren demostrar, que son muy rápidos? ¿O que son capaces de comerse 20 donuts en 3 minutos y acudir a un aviso? (Félix tomó un nuevo apunte en su pequeña libreta, que la ira, el dolor y la venganza, conducían directamente a la... “Redención?”)
Félix: ¿Y si lo hicieran? (prácticamente toda la comisaría se alarmó ante estas palabras del psiquiatra... Salgado se volvió a sentar, aparentemente más calmada, ya que parecía que habían logrado alguna reacción positiva en el secuestrador)
Ernesto: Está intentando jugar conmigo para ganar más tiempo, ¿verdad? ¿Quiere jugar? (dijo, tras sentarse nuevamente) Muy bien..., vamos a jugar. Les daré 10 minutos más. Entonces quiero... que un policía de su comisaría... se coma 20 donuts en menos de 3 minutos. Los 3 minutos que hubiesen salvado la vida de mi mujer. Si no lo consiguen... este hombre morirá (las caras de los presentes eran un poema, algunos ni podían creerse, como Curtis, que el secuestrador fuera capaz de proponer algo así)
Mariano: Joder... (en el exterior de la sala de interrogatorios, en la sala contigua...)
En la sala de interrogatorios, todo está preparado para que Mariano ingiera 20 donuts en menos de 3 minutos, accediendo de esta forma a las exigencias del secuestrador, Ernesto, para poder ganar más tiempo de cara a la localización del sospechoso y la liberación del rehén que retiene consigo. Una presentadora de los informativos de Antena 3 relata los hechos...
Presentadora de informativos: Antena 3 les comunica que siguiendo la recomendación del cuerpo nacional de policía vamos a continuar con la emisión en directo del secuestro. Los contenidos que se van a emitir pueden herir su sensibilidad y no ser aptos para menores (en la sala principal de la comisaría, muchos de los policías, entre ellos Curtis, Kike y Nelson, observaban con atención una pantalla de enormes dimensiones que había instalada, en la cual estaba puesto el canal de Antena 3, que emitía el secuestro...)
Presentadora de “Al Filo de la Calle”: Les recordamos que el secuestrador ha exigido a cambio de la vida del rehén, que uno de los agentes de San Antonio ingiera 20 donuts en menos de 3 minutos. (estaban junto a Mariano, que estaba sentado en la mesa frente a una caja con 20 donuts en su interior, preparándose para el momento cumbre, Paco, la comandante del CNI, Marina Salgado y Félix Montejo, psiquiatra)
Mariano: Joder, Paco, ¿de dónde habéis sacado estos bollos, coño?, que son de la talla XXL, además tienen mermelada, la mermelada hace tapón (de pronto entró Silvia en la sala de interrogatorios con dos botellas de agua)
Silvia: Toma, Mariano. (puso las botellas de agua encima de la mesa, al lado de la caja con los donuts) Bebe medio centilitro después de cada donut, sino se te van a bloquear las vías respiratorias
Mariano: Joder... (dijo, preocupado)
Paco: Bueno, vamos a ver, son-son... 20 donuts en 3 minutos, lo que-lo que viene siendo pues...
Salgado: Paco. (interrumpiéndole) Es un donut cada 9 segundos
Mariano: Joder... Y yo que me había puesto a régimen pa la boda de Pepa y Silvia, coño, que llevo un montón de días sin comer ni pan ni coca-cola, pues ahora a tomar por culo la dieta
Presentadora de “Al Filo de la Calle”: La comandante Salgado acaba de echar los cálculos... y el agente Mariano Moreno va a tener que ingerir un donut cada 9 segundos
Ernesto: Señores, por favor
Presentadora de “Al Filo de la Calle”: Se está comunicando el secuestrador (recibiendo las palabras de Ernesto a través de un pinganillo que tenía en su oreja)
Ernesto: Déjenme solo con el sub-inspector Moreno (la presentadora de “Al Filo de la Calle” miró a cámara e hizo un gesto negativo con la cabeza, sin saber que hacer. El primero que salió de la sala de interrogatorios fue Félix, acto seguido Paco realizó un gesto de asentimiento hacia Silvia y Salgado, que también salieron de allí. Por último Paco, antes de abandonar la sala de interrogatorios, miró a Mariano, que le levantó el pulgar en señal de que todo iba a ir bien. Paco miró inmediatamente hacia otro lado, compungido, y salió de la sala de interrogatorios, dejando a Mariano solo...) Quiero ver como se desayuna 20 donuts... o vacío el cargador
Esto es todo por esta semana en cuanto a las frases cómicas. Espero que hayan sido de su agrado. Las dramáticas derivadas de este capítulo, “Vengo con tres heridas”, irán expuestas a continuación, siendo estas más numerosas que las cómicas en gran medida.
Saludos, paqueros/as
#438

07/07/2009 06:26
Llegan nuevamente las frases memorables en la serie de "Los Hombres de Paco", con la puesta en escena de las dramáticas del capítulo 102, "Vengo con tres heridas", tras la exposición de las cómicas. Las frases dramáticas serán más numerosas que las cómicas, tras que las de este último género resultaran ser bastante más reducidas de lo habitual, propiciando al capítulo un toque más serio de lo normal. A continuación, procedo a exponer las frases dramáticas.
Para quien prefiera ver las frases dramáticas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x23, "Vengo con tres heridas"
La siguiente escena tiene lugar en el dormitorio de la vivienda de Sara, entre esta y Aitor. Un cordón policial rodea a la cama en la que se encuentra postrada Sara, mientras Aitor está de pie, con una placa de policía en la mano, y, en el escritorio hay una serie de pruebas policiales puestas ahí a posta por Aitor...
Aitor: Apartense, policía, circulen, aquí no tiene que haber nadie, todo el mundo fuera, los periodistas que están ahí que salgan y a tomar por el culo, venga, fuera. (realmente no habían periodistas en la habitación, sino que Aitor simulaba que los había) Y tú no me grabes (mostrando la placa de policía a Sara, como si fuera la que hace de cámara, que se acababa de despertar), a mí no me grabes, eh, policía. Policía. (Sara se reincorporó lo suficiente en la cama como para poder observar a Aitor) Que nadie cruze esta línea que está aquí (señalando con ambas manos el cordon policial) ¿Vale?, porque esto no es una puta atracción de feria, aquí se ha cometido un acto salvaje de amor (Sara sonrió a Aitor, para acto seguido reírse) Y no quiero que nadie me joda las pruebas... (dijo, señalando las pruebas en el escritorio) ni me ensucie el escenario (Sara se tumbó en la cama, haciéndose la muerta. Aitor cogió una grabadora y le dio al botón para grabar...) Aquí... Aitor Carrasco (sonrió y se tumbó en la cama, junto a Sara) Parece que las-que las heridas que tiene la víctima se las han hecho con un arma blanca de unos... 20 centímetros (Sara se echó a reír por estas últimas palabras de Aitor, sorprendida) Por lo menos
Sara: ¿20? (mientras se reía)
Aitor: Sí, uno pa'rriba otro para abajo, 20 centímetros (Sara no podía parar de reírse, el dato de los 20 centímetros le había causado mucha gracia)
Sara: Sí... (en tono irónico y a su vez, bromista, ya que continuaba riéndose)
Aitor: Parece ser... que la víctima debió oponer resistencia... (Sara negó con la cabeza ante estos comentarios de Aitor) ¿No? (mientras negaba con la cabeza, en señal de duda, a Sara. Posteriormente, Aitor le bajó la sábana a Sara y dejó al descubierto su parte baja del pecho) En la parte abdominal..., vamos a ver, tenemos... uno (besó en una parte del cuerpo a Sara), dos, tres... y cuatro besos (besó a Sara en otras posiciones de su cuerpo) Parece ser que el homicida se ensañó a besos..., (Sara asintió con la cabeza) así que tenemos... a una especie de... sádico depravado... (dijo, sujetando la grabadora en todo momento) que como puedo ver le arrancó el tanga a la víctima (mirando por debajo de una sábana que tenía Sara puesta encima)
Sara: Ven (tras hacerle una señal con el dedo como indicando a Aitor que se acercara a ella) Y el sujetador también (le dijo a Aitor en el oído, una vez este se encontraba muy cerca de ella. Acto seguido, Sara se quitó la sábana que tenía en el pecho y tanto ella como Aitor se rozaron con los labios varias veces)
Aitor: Con permiso del juez... voy a proceder al levantamiento del cuerpo. Y van a estudiarlo más detalladamente... y más profundamente (mientras tanto, Mariano, en la casa de Paco, fue con una cara de radiante felicidad hacia este último, con su móvil en la mano)
Mariano: Noticia, notición. Alguien tiene una noticia de portada de periódico
Paco: Y que sí, que grabamos un directo de televisión en comisaría, (a mitad de explicación, Mariano se rió, mirando abstraído a otro lado por un instante) para eso me estoy poniendo la corbata
Mariano: No,no,no,no,no, mucho mejor que eso, Paco. A-a ver si lo adivinas. Su apellido tiene... (empezó a contar con los dedos para calcular las letras) 9 letras. Si fuera un color sería el rojo (por otro lado, en la casa de Sara, esta y Aitor se empezaron a besar lentamente, con ternura)
Paco: Que no estoy yo pa jugar al veo veo...
Mariano: Veo, Paco, (interrumpiéndole) si fuera un animal sería un león. O no sé, quizás sería un, un rinoceronte
Paco: ¿Me quieres contar qué esta pasando, Mariano?
Mariano: (se acercó a Paco y le ajustó la corbata) Es Lucas, Paco. Lucas Fer-nán-dez. Que viene, Paco. Ya está aquí. Bueno, bueno, no está aquí (rectificando sobre la marcha), está embarcando en Vancouver pero... pero mañana está aquí. Que viene a la boda de Pepa... y de Silvia
Paco: ¿Pa-para quedarse? (dijo, emocionado)
Mariano: Sí, Paco, pa quedarse (Paco sonrió, entusiasmado, y abrazó a Mariano, quien también estaba muy contento)
Paco: Verás cuando se lo-se lo cuente a Sara. Va a flipar (nuevamente abrazó a Mariano) Se lo voy a- se lo voy a contar aho-ahora mismo, ¿vale? (salió de la casa a toda prisa, para dirigirse directamente a la de su hija. Cuando llegó, tocó la puerta de entrada pero ni Sara ni Aitor oyeron nada. Paco abrió la puerta, que no estaba cerrada con llave, y entró en el interior) ¿Sara? (una vez más, nadie oyó nada. Paco fue hacia la habitación de Sara, tras visualizar una foto en blanco y negro de Lucas, ya que pensó que podría estar allí, para contarle la noticia del regreso de Lucas. Pero cuando Paco abrió la puerta de la habitación de Sara, se encontró a esta y Aitor en pleno acto sexual...)
Sara: ¡Papá! (gritó, asustada, tapándose rápidamente con la primera sábana que pilló a mano)
Aitor: Me cago en la puta... (Paco miró a Sara, consternado por lo que acababa de ver, Aitor por su parte se llevó una mano a la cabeza. Paco salió del dormitorio de Sara, cerrando la puerta tras de sí, sin decir nada. Sara se sentó en la cama, atemorizada, y Aitor la intentó abrazar para calmarla...) Eh, Sara, Sara, Sara (Sara jadeó, con el miedo palpable en su rostro, mirando en dirección al vacío...)
Para quien prefiera ver las frases dramáticas en mi blog, el lugar donde están alojadas se encuentra pinchando sobre el siguiente link Frases Dramáticas de "Los Hombres de Paco", capítulo 5x23, "Vengo con tres heridas"
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.102, 1ª PARTE
La siguiente escena tiene lugar en el dormitorio de la vivienda de Sara, entre esta y Aitor. Un cordón policial rodea a la cama en la que se encuentra postrada Sara, mientras Aitor está de pie, con una placa de policía en la mano, y, en el escritorio hay una serie de pruebas policiales puestas ahí a posta por Aitor...
Aitor: Apartense, policía, circulen, aquí no tiene que haber nadie, todo el mundo fuera, los periodistas que están ahí que salgan y a tomar por el culo, venga, fuera. (realmente no habían periodistas en la habitación, sino que Aitor simulaba que los había) Y tú no me grabes (mostrando la placa de policía a Sara, como si fuera la que hace de cámara, que se acababa de despertar), a mí no me grabes, eh, policía. Policía. (Sara se reincorporó lo suficiente en la cama como para poder observar a Aitor) Que nadie cruze esta línea que está aquí (señalando con ambas manos el cordon policial) ¿Vale?, porque esto no es una puta atracción de feria, aquí se ha cometido un acto salvaje de amor (Sara sonrió a Aitor, para acto seguido reírse) Y no quiero que nadie me joda las pruebas... (dijo, señalando las pruebas en el escritorio) ni me ensucie el escenario (Sara se tumbó en la cama, haciéndose la muerta. Aitor cogió una grabadora y le dio al botón para grabar...) Aquí... Aitor Carrasco (sonrió y se tumbó en la cama, junto a Sara) Parece que las-que las heridas que tiene la víctima se las han hecho con un arma blanca de unos... 20 centímetros (Sara se echó a reír por estas últimas palabras de Aitor, sorprendida) Por lo menos
Sara: ¿20? (mientras se reía)
Aitor: Sí, uno pa'rriba otro para abajo, 20 centímetros (Sara no podía parar de reírse, el dato de los 20 centímetros le había causado mucha gracia)
Sara: Sí... (en tono irónico y a su vez, bromista, ya que continuaba riéndose)
Aitor: Parece ser... que la víctima debió oponer resistencia... (Sara negó con la cabeza ante estos comentarios de Aitor) ¿No? (mientras negaba con la cabeza, en señal de duda, a Sara. Posteriormente, Aitor le bajó la sábana a Sara y dejó al descubierto su parte baja del pecho) En la parte abdominal..., vamos a ver, tenemos... uno (besó en una parte del cuerpo a Sara), dos, tres... y cuatro besos (besó a Sara en otras posiciones de su cuerpo) Parece ser que el homicida se ensañó a besos..., (Sara asintió con la cabeza) así que tenemos... a una especie de... sádico depravado... (dijo, sujetando la grabadora en todo momento) que como puedo ver le arrancó el tanga a la víctima (mirando por debajo de una sábana que tenía Sara puesta encima)
Sara: Ven (tras hacerle una señal con el dedo como indicando a Aitor que se acercara a ella) Y el sujetador también (le dijo a Aitor en el oído, una vez este se encontraba muy cerca de ella. Acto seguido, Sara se quitó la sábana que tenía en el pecho y tanto ella como Aitor se rozaron con los labios varias veces)
Aitor: Con permiso del juez... voy a proceder al levantamiento del cuerpo. Y van a estudiarlo más detalladamente... y más profundamente (mientras tanto, Mariano, en la casa de Paco, fue con una cara de radiante felicidad hacia este último, con su móvil en la mano)
Mariano: Noticia, notición. Alguien tiene una noticia de portada de periódico
Paco: Y que sí, que grabamos un directo de televisión en comisaría, (a mitad de explicación, Mariano se rió, mirando abstraído a otro lado por un instante) para eso me estoy poniendo la corbata
Mariano: No,no,no,no,no, mucho mejor que eso, Paco. A-a ver si lo adivinas. Su apellido tiene... (empezó a contar con los dedos para calcular las letras) 9 letras. Si fuera un color sería el rojo (por otro lado, en la casa de Sara, esta y Aitor se empezaron a besar lentamente, con ternura)
Paco: Que no estoy yo pa jugar al veo veo...
Mariano: Veo, Paco, (interrumpiéndole) si fuera un animal sería un león. O no sé, quizás sería un, un rinoceronte
Paco: ¿Me quieres contar qué esta pasando, Mariano?
Mariano: (se acercó a Paco y le ajustó la corbata) Es Lucas, Paco. Lucas Fer-nán-dez. Que viene, Paco. Ya está aquí. Bueno, bueno, no está aquí (rectificando sobre la marcha), está embarcando en Vancouver pero... pero mañana está aquí. Que viene a la boda de Pepa... y de Silvia
Paco: ¿Pa-para quedarse? (dijo, emocionado)
Mariano: Sí, Paco, pa quedarse (Paco sonrió, entusiasmado, y abrazó a Mariano, quien también estaba muy contento)
Paco: Verás cuando se lo-se lo cuente a Sara. Va a flipar (nuevamente abrazó a Mariano) Se lo voy a- se lo voy a contar aho-ahora mismo, ¿vale? (salió de la casa a toda prisa, para dirigirse directamente a la de su hija. Cuando llegó, tocó la puerta de entrada pero ni Sara ni Aitor oyeron nada. Paco abrió la puerta, que no estaba cerrada con llave, y entró en el interior) ¿Sara? (una vez más, nadie oyó nada. Paco fue hacia la habitación de Sara, tras visualizar una foto en blanco y negro de Lucas, ya que pensó que podría estar allí, para contarle la noticia del regreso de Lucas. Pero cuando Paco abrió la puerta de la habitación de Sara, se encontró a esta y Aitor en pleno acto sexual...)
Sara: ¡Papá! (gritó, asustada, tapándose rápidamente con la primera sábana que pilló a mano)
Aitor: Me cago en la puta... (Paco miró a Sara, consternado por lo que acababa de ver, Aitor por su parte se llevó una mano a la cabeza. Paco salió del dormitorio de Sara, cerrando la puerta tras de sí, sin decir nada. Sara se sentó en la cama, atemorizada, y Aitor la intentó abrazar para calmarla...) Eh, Sara, Sara, Sara (Sara jadeó, con el miedo palpable en su rostro, mirando en dirección al vacío...)
#439

07/07/2009 06:28
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.102, 2ª PARTE
Enfrente de una tienda de complementos de moda de verano llamada Calzedonia, comienza una charla entre Aitor y Pepa, que tiene lugar, en gran medida, en el interior del establecimiento...
Aitor: Para, Pepa, de verdad, que... que yo no sé que hago aquí, yo no tengo ni puta idea de bikinis. Joder... (se quejó, en vista de que Pepa le llevaba de la mano al interior de la tienda)
Pepa: ¿Entonces tú qué haces cuando vas a la playa, Aitor? ¿Qué vas, con los ojitos cerrados? Si lo que estoy buscando es... el bikini más sexy para mi luna de miel. Tú lo que tienes que hacer es quedarte ahí y mirar, y cuando encuentre el que busco... no hace falta que me digas nada. Si te lo voy a notar en la cara (se marchó a los probadores a ver como le quedaban los diferentes bikinis que había cogido)
Aitor: Oye, Pepa... (cuando Pepa ya se hallaba en el interior del probador, con la cortina echada, sin que Aitor pudiera verla) ¿Tú cómo... cómo... reaccionarías si algún día te pillan ahí..., (miró hacia las personas que pudiera tener cerca suya, por si había alguien observándole, para no llamar la atención por lo que pudiera comentarle a Pepa) vamos, dándolo todo con tu pareja en la cama? (Pepa abrió rápidamente la cortina y miró a Aitor, con gesto serio. Mientras tanto, en el bar de los Cachis, en la barra, Silvia y Sara mantenían una charla sobre el mismo tema...)
Silvia: ¿Que te han pillado con Aitor? (Sara asintió con la cabeza, con cara triste. De pronto, Leo apareció con una bandeja en sus manos, y habló, dirigiéndose a Sara y Silvia)
Leo: Os dejo esto por aquí para que os amenicéis el día (dejó la bandeja encima de la barra, al lado de Silvia y Sara, después las dejó a solas)
Silvia: Sara, pero a ver, hay una cosa que se llama pestillo y la otra dos dedos de frente
Sara: Ya lo sé, Silvia. Yo que sé, fue todo muy rápido, entró sin llamar... Nos pilló ahí a la mitad (Leo no pudo evitar oír parte de la conversación mientras realizaba sus tareas laborales y echó un vistazo breve hacia Sara y Silvia, preocupada por ellas)
Pepa: (saliendo del probador de la tienda con un bikini puesto) Mira, que mono, eh, para un paseillo playero (se dio la vuelta para mostrarle a Aitor el bikini en su totalidad, tanto por delante como por detrás) ¿Te gusta? Bueno,¿y-y de qué estábamos hablando, del coito o... o del pos-coito? (echó una breve risa mientras decía lo del “pos-coito” y seguidamente volvió a meterse en el probador, corriendo la cortina)
Aitor: De mitad de coito, con parafernalia, de... gritos y... y vamos, lo-lo-lo que vienen siendo las embestidas (una chica miró con mala cara a Aitor mientras salía del probador que había al lado del de Pepa. Esta, por su parte, salió de los vestuarios con un nuevo bikini puesto, este de color completamente amarillo)
Sara: (en los Cachis) ...a horcajadas
Silvia: ¿A horcajadas? (Sara asintió tímidamente, con resentimiento) Pues menos mal que no tenía la pistola en la mano (ingirió uno de los bollos que Leo les había dado)
Pepa: (saliendo del probador de la tienda una vez más, teniendo puesto un tercer bikini) ¿Cómo se lo ha tomado mi hermano?
Aitor: Ese no está mal, eh (le dijo, señalando al bikini) A ver, date la vuelta (Pepa se dio la vuelta) A mí me gustan todos, eh (dijo, olvidándose por un momento del incidente con Sara)
Pepa: ¿Cómo, Aitor?
Aitor: No lo sé
Silvia: (en los Cachis) ¿Y qué vas a hacer?
Sara: No lo sé
Pepa: (en la tienda) ¿Y vas a hablar con él?
Aitor: No lo sé, Pepa
Silvia: (en los Cachis) Pero vas a hablar primero con Lucas...
Sara: No lo sé, Silvia, no lo sé (interrumpiendo a Silvia bruscamente, elevando su tono de voz para decir aquello) No sé lo que voy a hacer, no sé lo que voy a decir, no sé con quien estoy. ¿Con el que me acabo de acostar o con el que me está montando la casa? ¿Con el que me da besos por las mañanas o con el que me manda flores? (a Silvia le afectó la noticia, se llevó una mano a la cabeza y miró a todas partes, quedando sorprendida con todo aquello) ¿Con mi marido... o con mi amante? ¿Con quién estoy, Silvia? (por su parte, en la tienda, Pepa salió una vez más del probador con un cuarto bikini puesto, en esta ocasión de un color completamente negro. Al ver la sonrisa de Aitor al vislumbrar su bikini, Pepa asintió con la cabeza. Se dirigió al mostrador de la tienda y postró varios bikinis...) Me llevo este (poniendo en primer lugar el negro sobre la mesa) Y este (puso el amarillo) Y este también (el último que puso fue uno multicolor) Es que me caso mañana (le dijo a la dependienta con una amplia sonrisa) Mira, Aitor. 1997, en la comunión de Sarita (sacó su cartera para pagar a la dependienta las prendas), Don Lorenzo, mi padre y Paco y nos trincan dando en un muerdo en la boca a Silvia, y no pasó nada. Gracias (le dijo a la dependienta, cogiendo las bolsas con las prendas dentro, una vez hubo pagado) Sólo... 7 años sin hablarme (dirigiéndose de nuevo a Aitor y una vez le hubo dicho esto, fue hacia la salida del establecimiento)
Aitor: Muy bien (Pepa detectó el tono irónico en que dijo Aitor aquello y se giró hacia él)
Pepa: Venga, Aitor. Alegra esa cara, ¿vale? Que todo pasa. De verdad. Vamos (Aitor recibió una llamada a su teléfono móvil justo cuando este y Pepa iban a salir de la tienda. Era Curtis)
Aitor: Sí, dime, Curtis (en el bar de los Cachis, se presentó Rita, que se dirigía a toda prisa, angustiada, hacia donde estaban Silvia y Sara)
Rita: Princesicas..., tenemos que ir para comisaría, hay un individuo que se ha propuesto matar a alguien en directo por televisión. ¡Corre, corre! (salió corriendo del bar, siendo seguida por Silvia y Sara)
Aitor: (en la tienda) Vamos para allá (colgó la llamada)
Pepa: ¿Qué pasa?
Aitor: Pepa, vámonos cagando ostias
Pepa: ¿Qué pasa, Aitor?
#440

07/07/2009 06:30
FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.102, 3ª PARTE
En la sala principal de la comisaría de San Antonio hay una situación límite en la que un hombre llamado Ernesto tiene secuestrado a un ciudadano inocente y está dispuesto a matarle en breves minutos, para demostrar la incompetencia de la policía en su trabajo en la protección del ciudadano. Paco, en vista de que ni Montoya ni Don Lorenzo se encuentran en la comisaría, se queda al mando y ordena a todos sus hombres una tarea para intentar localizar al secuestrador, a todos menos a Sara y Aitor...
Aitor: Me cago en la puta... (dice, contrariado al ver que Paco no le mandaba nada que hacer)
Paco: Venga, vamos (después de dar instrucciones a Rocamora)
Aitor: Paco, perdóname que... (situándose Aitor al lado de donde Paco se encontraba, impidiéndole el paso, ya que se dirigía hacia donde se le cruzó el joven policía) Que es que no sé si nos has visto ahí a Sara y a mí, que estaba-estábamos a tu lado, vamos, que... (no supo por donde continuar y Paco emprendió su camino hacia el piso superior, pasando por delante de Aitor en el proceso) Lo-lo digo porque llevo una reglamentaria en la cartuchera. ¿Vale? Tengo dos brazos (iba detrás de Paco mientras le hablaba, ya que este último no atendía a Aitor y continuaba firme su camino), dos piernas, estamos de servicio y somos los dos únicos gilipollas que no tenemos una puta orden, Paco (se puso delante de Paco para detenerle) Y los dos sabemos porqué. ¿Estaba con tu hija? Sí. ¿He estado más veces con ella? Sí, Paco, he estado más veces con ella (Paco se acercó peligrosamente a Aitor, muy serio) Pero se acabó... el seguir haciendo el gilipollas, se acabó el alegrarme porque Lucas le va a comprar un chalecito, se acabó elegir su puto colchón, Paco, se acabó. Y si no me quieres volver a hablar pues... me va a joder, Paco. Me va a joder y mucho. Pero yo no puedo pedirte perdón. No puedo pedirte perdón (frenando a Paco poniéndole la mano en el pecho, que se disponía a marcharse sin dirigirle una sola palabra a Aitor), Paco, porque no me arrepiento de lo que he hecho. Y no me arrepiento de estar con Sara, Paco (Paco observó a Aitor unos instantes, sin cambiar en absoluto la expresión de su cara, luego vio a la mano de Aitor, que le estaba sujetando el pecho, y este último, captando el gesto, le soltó inmediatamente. Paco pasó por delante de Aitor una vez más, le observó un momento, se llevó las manos a la cabeza, bastante afectado, y acto seguido subió por las escaleras centrales de la comisaría. Aitor dio un golpe a una de las mesas con la mano, furioso...)
En el laboratorio de la comisaría, Silvia y Pepa se encuentran trabajando en un ordenador portátil, en la localización del secuestrador, Ernesto, que tenía retenido a un rehén y emitía a través del programa de “El Filo de la Calle” los acontecimientos referidos a este suceso...
Pepa: ¿Qué, Silvia, podemos averiguar algo inspeccionando la web?
Silvia: Bueno, estoy intentando averiguar la dirección IP del servidor haciendo un trancer. Y a ver si nos da la conexión que está utilizando a ver. (le dio a una tecla en el ordenador, probablemente al botón ENTER) Ha iniciado el rastreo. (suspiró)Ahora hay que esperar (en la pantalla del ordenador podía leerse “BUSCANDO...”)
Pepa: (también suspiró) ¿Y has hablado con Sara? ¿Está bien?
Silvia: Pues mira, aún no está tomando Valium para dormir ni tiene ataques de angustia pero... (negó con la cabeza y miró a Pepa, angustiada) No, no está bien
Pepa: No lo entiendo. Porque no se acaba el mundo, eh. Estas cosas pasan, se va Lucas, viene Aitor... y punto
Silvia: Ya, Pepa, pero si había una cosa segura y para siempre en esta vida era la historia de Sara y Lucas. Y mira, en un año y medio a la mierda (miró nuevamente a la pantalla del ordenador, pulsando una tecla en el ordenador, con la moral por los suelos. Pepa se acercó a donde estaba Silvia)
Pepa: ¿Estás bien?
Silvia: (volvió a observar a Pepa, bastante preocupada) No. Pepa, nos vamos a casar pero es que dime un matrimonio que haya salido bien. Dime sólo uno. Yo con Lucas mal. Sara con Lucas mal, Paco y Lola mal. Mariano y Salgado mal. Pepa, es que es fracaso tras fracaso (Pepa y Silvia se quedaron un rato observándose pero ninguna de las dos dijo nada más y Silvia, abatida, volvió a ponerse al ordenador portátil, siguiendo con el rastreo...)