FormulaTV Foros

Foro Los hombres de Paco

Frases memorables!!!

Anterior 1 2 3 4 [...] 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Siguiente
#0
Naufraga86
Naufraga86
17/07/2008 14:54
Como estos meses nos tienen sin Los hombres de Paco, yo me dedico a ver todos los capítulos de todas las temporadas y hay muchas frases divertidas ó que significan mucho para ellos.
Propongo que entre todos hagamos una recopilación de todas aquellas frases que más nos gusten.

1ª temporada. Capítulo 7 "El brillo de Oropel"

Cuando Paco se va a infiltrar en el "Caso Polainos"...

Montoya: te ha quedado claro, Paco?
Paco: que si, que yo le doy a este botón y luego a este... anda! Ya me ha salido otra vez el "salvaslip" este...
Montoya: el salvapantallas Paco, el salvapantallas...
#361
carlinter_76
carlinter_76
05/05/2009 03:19

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.94, 5ª PARTE



Paco, Mariano y Aitor se hallan en medio de una explanada en el campo, refugiados tras unos arbustos, observando a unos camiones que acababan de llegar al lugar...

Paco: Camiones. Puñeteros camiones. Ni ufos ni leches. Camiones de carga y descarga. Que como van y vienen pues dejan l-l-las huellas en el terreno, camiones
Mariano: No,no,no,no me cuadra, Paco, no me cuadra. Que aparte de las huellas también están lo de los pepinos mustios y el sembrado arrasado que parece que lo han fulminado con rayos X, Paco
Paco: Con rayos gamma, Mariano, de-de la gama de anormales que somos. Venga, vámonos.
Aitor: Espera, Paco,Paco,Paco,Paco (justo antes de que este se levantase de donde estaba) Mira, mira los tíos que hay ahí (entregándole la cámara que estaba usando para enfocar de cerca para que Paco también lo viese) Que van con armas. Eh, que no veas tú que hacen tres tíos (Paco acercó el zoom de la cámara y vio a los tipos de los que hablaba Aitor ahí, eh, a las 4 de la mañana cargando camiones y con una puta escopeta en la espalda
Mariano: Esos tíos no-no están aquí para cazar liebres, Paco (después de haber observado él también con la cámara a los tipos que se hallaban por las proximidades de los camiones) y a Don Anselmo lo abatieron con una escopeta de caza, Paco
Paco: Bueno, vale, no-no-no-no-no conjeturemos
Mariano: A ver, Paco. Es posible que lo de los ufos sea una cortina de humo, como el Káiser, como-como el coche calcinado, el hilo del que hay que tirar. Lo que está claro es que aquí hay tomate y un muerto de por medio. Coño, Paco, confía, joder, confía, acuérdate del bailecito de la madre de Almodovar
Aitor: Mariano tiene razón. Tenemos que mirar qué hay en los putos bidones
Mariano: Vamos. Vamos por detrás en zig-zag, los rodeamos y los detenemos
Paco: E-e-e-en zig-zag tienes tú las neuronas dando botes en la cabeza. No tenemos una orden y estamos aquí de extranjis allanando una propiedad privada. Lo mismo esos hombres pues están cargando bidones de cerveza, yo que sé (ante las dudas que presentaban a la hora de descubrir qué es lo que podía haber entre manos con aquellos hombres, Aitor no se lo pensó dos veces y corrió como alma que lleva el diablo hacia el lugar donde se hallaban los camiones)
Mariano: Mira el niño, mira el niño, me cago en la leche... Corre (apurando a Paco) (Aitor se refugió debajo de uno de los camiones consiguiendo que no le vieran y detrás le siguieron Paco y Mariano, situándose a la izquierda del becario)
Paco: ¿Tú estás loco o qué? Que te revientan la cabeza, joder
Aitor: Mi móvil tiene GPS, lo coloco en el camión y así vemos a donde van. ¿Vale? Cuando esta gente se marche cogemos un bidón que hay ahí y miramos dentro, coño (el móvil le empieza a vibrar y Aitor observa de quien puede ser la llamada entrante. Es de Sara. Aitor se queda mirando el móvil sin cogerlo. Finalmente, cuelga la llamada ante la mirada que le dirige Paco, de total desconfianza) Dejo la señal abierta del GPS de mi móvil... para tener localizado desde el tuyo, Mariano
Mariano: Vale
Aitor: Ahí (dejando su móvil en un hueco del camión, por debajo del mismo) (en ese momento uno de los hombres que vigilaban el camión fue corriendo hacia otro sitio y otro se acercó al camión, se desabrochó el pantalón y empezó a mear allí mismo, justo en la dirección en la que se hallaba Mariano escondido debajo del camión, llegándole el líquido a la chaqueta que tenía puesta)
Mariano: Dios, joder (dice en un tono de pánico pero bajo, para que no le oyera el hombre que estaba realizando sus necesidades), joder, Paco, que me está meando encima, el chaleco nuevo, coño, que asco, que huele a espárragos...
Paco: Ya, ya
Mariano: Que me está salpicando en la cara, que asco... dios, que asco... (casi llorando mientras decía esto último, de lo asustado que se sentía al ver que el hombre le estaba meando encima)
#362
carlinter_76
carlinter_76
05/05/2009 03:21

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.94, 6ª PARTE



Paco, Mariano y Aitor se hallan delante de unas casas en las que habían unos barriles de cerveza que pensaban que si investigaban podrían obtener alguna pista que les indicara que aquellos hombres de los camiones que vieron antes y que en esos momentos se habían ido, podrían realmente esconder algo turbio...

Mariano: Joder, mierda, que asco, me la-me la ha meado entero, coño, me la ha calado por dentro, me la ha calado de meado... (se refiere a la chaqueta que le meo aquel hombre antes, que tenía en ese momento Mariano en la mano, habiéndosela quitado previamente) Me cago en la leche, Paco, pa-pa una vez que-que-que renuevo el fondo del armario, me compro un chaleco y viene un italiano y me lo mea
Paco: Ya está bien con el chalequito, cojones, que me estás poniendo nervioso y-y no atino, coño. Va a venir el dueño de la finca y nos va a coser a gorrazos, cállate, coño (intentaba forzar una puerta mediante una ganzúa pero no era capaz de abrir la cerradura con éxito)
Mariano: Anda, dé-déjame a mí, déjame a mí con la ganzúa, anda, que tienes el pulso pa robar panderetas, Paco. Espérate (desplazando a Paco de donde él estaba forzando la puerta y poniéndose él manos a la obra con la ganzúa. Paco se puso de brazos cruzados pegado a la pared, sintiéndose inútil) Alumbra ahí (le decía a Aitor, que sostenía una linterna en su mano)
Aitor: Venga, Mariano... (apurándole)
Mariano: Baja, coño (interrumpiendo a Aitor)
Aitor: Me cago en la puta, date prisa, coño
Paco: Date prisa, date prisa, cojones, listo, venga, dale el listo
Mariano: Paco, ¿me quieres dejar tranquilo, cojones?
Paco: Yo te dejo, yo te dejo (prácticamente interrumpiendo a Mariano)
Aitor: Arriba
Paco: Ahora es al revés (o algo así dice)
Aitor: Arriba, arriba, arriba, ahí, (señalándole a Mariano a que altura debía poner la ganzúa para forzar la puerta) no, joder... (viendo que Mariano no lograba abrir el candado de la puerta con éxito)
Mariano: A-ahora todo el mundo sale (de pronto, se oyeron los ladridos de un perro en dirección a la explanada, y tanto él, como Paco y Aitor se giraron para verlo venir, sin esperarse para nada aquello...)
Mariano: Joder, un perro de presa y las presas somos nosotros, mierda...
Aitor: Toma,toma,toma (entregándole la linterna a Mariano)
Paco: ¿Qué?
Mariano: ¿Qué? No,no,no, (viendo alarmado que Aitor cogía la chaqueta llena de meado y se la ponía alrededor de un brazo. Pretendía usarla de cebo contra el perro) ¡el chaleco no, coño, que me lo vas a destrozar...!
Aitor: ¡Coge el puto bidón y sal corriendo pero ya, venga! (interrumpiendo a Mariano) (el perro alcanzó a Aitor y empezó a morderle la chaqueta. Se formó una feroz lucha entre Aitor y el perro por ver quien de los dos resistía más
Aitor: ¡Paco, coge el bidón, que me arranca el brazo! (viendo que Paco y Mariano se quedaban plantados en el sitio observando la contienda, asustados)
Paco: Corre, corre... (apurando a Mariano a que abriera el candado de la puerta con la ganzúa, pero este se mostraba nervioso y tardaba más de la cuenta...)
Aitor: ¡Paco, venga, daros prisa, ostia! (Mariano al fin logró abrir la puerta y Paco se adentró en la bodega para coger un barril de cerveza, mientras el perro tiraba al suelo a Aitor y continuaban su encarnizada lucha sin cuartel)
Aitor: ¡Salid, coño, salid corriendo de una puta vez, Paco!
Mariano: El chaleco, coño, está chupando el perro el chaleco (en un tono que denotaba preocupación)
Paco: ¡Calla ya el chaleco, coño y ayúdame que no puedo con esto yo solo! (intentando salir con el barril de cerveza pero no podía con él Paco en solitario, y por ello se vio obligado a pedir la ayuda de Mariano, que levanto el barril por un lado mientras Paco lo levantaba por otro. Entre los dos lo llevaron hacia fuera, lejos de la casa... Aitor finalmente logró deshacerse del perro y corrió junto con Paco y Mariano, que llevaban el barril a otra prisa lo más lejos posible...)

Estas son todas las frases cómicas por esta semana, espero que hayan sido de su agrado, para el próximo capítulo, “La sopa atómica”, si todo va bien, expondré las cómicas que resalten del mismo. Las frases dramáticas de este capítulo, “La carcasa de mindundi” serán expuestas de Martes a Jueves de esta semana, la primera de Mayo de 2009.

Saludos, paqueros/as
#363
carlinter_76
carlinter_76
06/05/2009 07:02
Después de la exposición de las frases cómicas hace tan solo unos días del capítulo 94, “La carcasa de mindundi”, les llega el turno a las de corte dramático de dicho capítulo. Asi que a continuación irán expuestas las mismas.

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.94, 1ª PARTE



En una discoteca tiene lugar la siguiente escena, que presenta una conversación entre Sara y Aitor, mientras bailan cada uno por su lado una canción de ritmo acelerado.

Sara: Cuando trabajábamos juntos no te importaban tanto las órdenes. A lo mejor es que ahora te has vuelto el perrito faldero del comisario
Aitor: O a lo mejor tú te sacas operativos de la manga porque te aburre tu vida de mujer casada, Sarita. Dolor de ausencia, ¿no? (en un tono que denotaba ironía)
Sara: Te estás volviendo a saltar la distancia de seguridad
Aitor: ¿Ahora sí que te importan las normas?
Sara: Yo no soy la que fue corriendo a mi padre para pedirle que nos separaran
Aitor: Sí. Fui yo, Sara. ¿Sabes por qué? Porque yo puedo estar enamorado de tí. Pero tú no. Tú no puedes enamorarte. Tú eres la señora de Fernández (tras estas palabras, se fue a bailar con otra chica que había en el puesto de baile al que se habían subido él y Sara. Esta se quedó medio mosqueada y decidió bajarse de allí...)

Los siguientes hechos tienen lugar después de que Paco y Mariano pillaran a Aitor en la habitación de Sara en lo que parecía ser a simple vista un acto obsceno cuando en realidad sólo le estaba quitando la camiseta porque la tenía muy sucia, ya que andaba borracha y había vomitado, manchándose toda la ropa contra la hija del inspector Miranda, por lo que este malinterpretó los hechos y llevó a Aitor directo al baño de la casa y lo hundió en la taza del WC, furioso...

Aitor: Dios... (cuando finalmente Paco lo saca del WC)
Paco: ¿Pero se puede saber lo que le ibas a hacer a mi niña, eh,... pedazo de mamón con patas? (vuelve a meter la cabeza de Aitor en el WC)
Mariano: Paco, Paco, coño, que le estás clavando todo el puto wide en la cara, Paco, (wide o algo parecido dice, esa palabra desgraciadamente no la capté bien...) para ya, hombre
Paco: Y en mi casa (cuando saca de nuevo a Aitor a la superficie) En mi propia casa. Mi niña drogada, cabrón, mamón... (vuelve a meter a Aitor en el WC)
Mariano: Vale, vale, vale, templa, ya, ya, ya, ya, ya, Paco (intentando apartar a Paco de Aitor, para que no siguiera ahogándole en el agua del WC), vale
Paco: Ya, ya, ya (apartándose de Aitor y levantando las manos para evitar que Mariano le sujetara)
Mariano: Vale, vale, que te quitas la carcasa y te sale la gestapo. Déjalo que se explique, ¿no? A ver tú, ¿qué ha pasado? (dirigiéndose con tono serio a Aitor)
Aitor: (jadeando, un tanto asfixiado por estar metido en el interior del agua tanto tiempo) Nos hemos ido a tomar unas copas... a Sara le han sentado mal, ha perdido la llave y la he traído aquí. Yo no la he tocado. Yo no le he hecho nada (repite, dado que Paco no dice nada y está de espaldas, frente a un espejo) Te lo juro
Paco: No..., nada más que desnudarla, ¿no? (dice, girándose a Aitor) Ahí en su camita con los peluches. Porque hemos llegado nosotros, cabrón (se abalanza sobre Aitor pero Mariano le frena)
Mariano: Paco, para, para, para ya, ¿vale? Vale, vale (finalmente Paco se aparta de Aitor, conteniendo su rabia) A ver, chaval, escúchame (dirigiéndose a Aitor) Yo entiendo que seáis jóvenes... y que a tí Sara te ponga. Pero resulta que está casada. Y cuando uno está casado el otro se aparta. Ni se le quita la ropa ni se toman copas, se aparta. Porque si no te apartas..., mírame a la cara (en vista de que Aitor andaba mirando prácticamente al suelo) ¡Mírame a la cara, cojones! (Aitor finalmente miró a Mariano con cierta reticencia) Porque si no te apartas te aparto yo. ¿Está claro?
Aitor: ¿Pero qué me estáis contando? A ver, que hemos ido a charlar (les dice, lentamente) Que hemos ido a tomar una puta copa (se altera cada vez más mientras cuenta esto), ¡yo no he tocado a Sara, no le he hecho...! (es interrumpido abruptamente por Paco, que vuelve a meter por enésima vez a Aitor en el agua del WC)
Mariano: Paco, el pato, el pato, el del túnel, Paco, joder. Ay, coño (sacando el pato forzosamente de la posición por donde Paco estaba haciendo presión a la cabeza de Aitor para hundirlo en el agua)
Paco: Te voy a decir una cosa (al volver a sacar a Aitor del WC y estar en un impulso de propinarle un puñetazo, pero conteniéndose finalmente) Te lo voy a decir una sola vez. Porque esto no va a volver a ocurrir nunca. Pero si ocurriera... es que... con mis manos te corto, a trocitos y te tiro por el sumidero (diciendo esto último un tanto alterado), que te...
Mariano:Vale, vale, vale. Vale ya (alejando a Paco de Aitor por si acaso le volviera a ahogar en el agua)
Aitor: No hace falta que me digas que me aparte, eh, Paco
Paco: Tú... (desestabilizando su moral con ese comentario de Aitor) Tú no tienes ni puta idea... lo que te voy a decir. Quiero... quiero que mi niña se aleje de tí... que Sara no quiera verte... que te odie. Que-que-que le des asco... que no quiera verte
Mariano: Vale, vale ya... (intentando que Paco le dejase de echar la bronca a Aitor, aunque lo estuviera haciendo en tono suave, tono que él uso también con Paco)
Paco: Que no quiera volver a verte nunca, eso es lo que quiero
Mariano: Vale, yo creo que lo ha pillado..., ¿no? (mirando a Aitor desafiante. Este por su parte asiente lentamente con la cabeza) Pues venga, vámonos. Son las 3 de la mañana y estamos en mitad de un operativo. A ver si van a llegar los ufos y estamos en un water (puso el pato que cogió antes en su sitio, en la taza del WC)
Paco: Aitor, te-te-te vienes con nosotros

En un coche tiene lugar, en mitad del campo, desde donde se observa la ciudad de Madrid, tiene lugar una conversación entre Montoya y la prima de Rita, Marga...

Montoya: La verdad es que me siento como un niño de 15 años, eh (dice mientras le sonríe a lo que la chica se ríe)
Marga: ¿Qué pasa, que llevabas a las chicas de 30 años en un coche a un descampado?
Montoya: No (se ríe) No, es que estudiaba en un colegio de curas. Y había un solar allí con un coche abandonado... y íbamos a fumar..., a hablar de chicas..., con las chicas
Marga: ¿Y los curas no te decían que eso era pecado?

La siguiente escena es una continuación directa de la anterior, entre Marga y Montoya

Marga: La verdad es que me lo estoy pasando muy bien esta noche. Me ha gustado mucho conocerte (mirando a los ojos a Montoya) Eres un tío muy especial
Montoya: Tú también. Eres un encanto (tras un rato mirándose y sonriéndose mutuamente)
Marga: (tras permanecer un buen rato en silencio y darse la mano en plan romántico) ¿Cuánto tiempo hace que no lo haces en un coche?
Montoya: Pues... (sorprendido por la pregunta) Pues... la verdad es que no lo he hecho nunca (sin mediar más palabra, Marga, tras mantenerse unos segundos en silencio, empieza a besar a Montoya desaforadamente y este le corresponde...)
#364
carlinter_76
carlinter_76
06/05/2009 07:03

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.94, 2ª PARTE



Paco, Mariano y Aitor se dirigen al lugar donde iban a investigar sobre los ufos, pero Aitor prácticamente había sido llevado allí por la fuerza para que no se acercara a Sara...

Paco: Igual he sido un poco brusco contigo. Pero a partir de ahora... eso va a ser así. Tú eres un... un tío... guapo. Y Lucas está muy lejos
Aitor: Mira, mira...
Paco: Sara tiene 20 años (interrumpiendo a Aitor), y a los 20 años pues un-uno lo-lo quiere todo y no- y no tiene paciencia
Aitor: Pero yo no...
Paco: Pero tú nunca vas a... (interrumpiendo a Aitor otra vez) a ocupar el... el lugar de Lucas
Aitor: Yo también tengo 20 años, Paco. Y no lo quiero todo. Estoy enamorado de Sara. Pero no quiero estar con ella. Y tampoco pienso ocupar el lugar de Lucas, eh
Mariano: Paco (avisándole desde una distancia desde la que no podía oír la conversación que entablaban Paco y Aitor en esos momentos) Paco, ven, mira esto. Mira esto, Paco (insistiéndole, viendo que no le hacía demasiado caso) Está todo el campo mojado y no ha llovido
Paco: Joder, Mariano, sal de ahí, coño, no hurges, coño, que-que estás hallanando una propiedad privada, que es el campo del vecino, coño (Mariano se había colado dentro de una especie de huerta y estaba investigando el suelo)
Mariano: A ver, Paco, está todo esto todo lleno de calvas, Paco, calvas. Pla-plantas podridas, (cogiendo un puñado de hierba y tirándola acto seguido al suelo)co-como-como los pepinos de Don Anselmo, Paco. Joder, que esto lo han arrasado con rayos X, rayos láser o con lo que sea
Paco: Déjate de... deja los lásers, Mariano, coño, que como venga la guardia civil nos va a hurgar a nosotros los huevos, venga, vamos
Mariano: Muy bien, que venga, que venga la guardia civil. Que venga la guardia civil y nos explique qué coño es esto, esto de aquí y esto (señalando a diversas plantas que poblaban esa zona con la linterna que tenía a mano en ese momento, que estaban la gran mayoría en mal estado)
Aitor: Venga, no me jodas, Mariano. A ver, que se les ha podido ir la mano con el fertilizante, de verdad, que yo-yo-yo-yo-yo no entiendo que cojones hacemos aquí. Buscando ufos
Paco: Pues yo no sé que cojones hace un becario pidiéndole explicaciones a dos superiores. El sub-inspector Moreno tiene pruebas de presencias extrañas y si el sub-inspector Moreno está buscando ufos tú buscas ufos, gremlins y a tu puñetera madre con antenitas, ¿está claro?
Aitor: Sí, señor
Paco: Venga, vámonos
Aitor: Y si un superior me pide que sea un asqueroso... para que su hija me odie yo voy a ser el puto Torrente de San Antonio. A sus órdenes, inspector (y le hace un saludo tipo militar, colocándose la mano derecha en la frente)
Mariano: Ya están aquí... (dice, al ver como una luz cegadora y enorme se enciende frente a ellos, sin poder distinguir claramente que hay al otro lado...)

Esto es todo por esta semana, tanto por las frases cómicas como por las dramáticas se refiere al capítulo 94, “La carcasa de mindundi”. Espero que hayan sido de su agrado, la próxima semana más frases si todo va bien con el capítulo “La sopa atómica”

Saludos, paqueros/as
#365
carlinter_76
carlinter_76
11/05/2009 05:25
Las frases memorables vuelven, en esta ocasión les llega el turno a las del capítulo 95, el emitido el 6 de Mayo del presente año, “La sopa atómica”, de “Los Hombres de Paco”. Las cómicas no serán tan abundantes esta semana como las anteriores, ya que este capítulo ha tenido unas dosis de humor bastante menores y se ha centrado bastante más en el drama. Las frases cómicas reseñables en este capítulo serán expuestas a continuación

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.95, 1ª PARTE



La siguiente escena tiene lugar con Paco, Mariano y Aitor entrando en la casa del inspector Miranda, con un barril azul a cuestas... Povedilla se halla durmiendo en el sofá del salón y Paco, Mariano y Aitor lo ven...

Paco: Shhh... No (les dice a Mariano y Aitor, en vista de que están arrastrando hacia el interior de la casa el barril) Coño, no la arrastréis, que me vais a rallar el parqué, ¿qué leches hace una (justo en ese instante se oye la puerta detrás de Mariano y Aitor cerrándose, dando un sonoro golpe, algo que me hizo impedir escuchar correctamente unas palabras que decía Paco aquí de por medio...) del pin qui de esas de los cojones?, yo... A pulso, cógelo por ahí detrás, a pulso (entre los 3, Paco, Mariano y Aitor, levantaron el barril y lo empezaron a transportar...)
Aitor: Paco, Paco, Paco, para, para, para, para, para, para, para
Paco: ¿Qué?
Aitor: Quieto. Que esto-que esto (levantando una mano y mostrándosela a Paco. La tenía manchada de una sustancia negra que estaba soltando el barril por el exterior, una sustancia parecida al petróleo) está chorreando
Mariano: Se-se-será del barrillo ese de haber estado en el suelo, venga, vamos (le dice, quitándole importancia)
Paco: Vamos, venga, a la bañera, coño, que me vais a poner la casa perdida, coño. Vamos... (mientras hacía fuerza para sujetar el barril junto con Mariano y Aitor, y continuar llevándolo hasta su destino final, el baño de la casa) Cuidao, cuidao, cuidao (lo postraron bruscamente sobre la bañera del baño, haciendo un estruendo que milagrosamente no despertó a Povedilla) Coño, que he dicho cuidao. Es porcelana y se pica, cojones
Mariano: Bueno, venga. Ahora-ahora hay que (medio jadeando, por el esfuerzo realizado llevando el barril a pulso) coger una muestra y llevarla a analizar, ¿vale?
Paco: ¿Y qué contamos, que persiguiendo a unos ovnis pues... hallanamos una propiedad privada, reventamos la cerradura de una casetilla?, robamos un bidón que nos parecía a nosotros sospechoso, mientras que este pues hacía de ángel cristo de San Antonio domando un pitbull, manda huevos
Aitor: Hombre, podemos falsificar un par de informes con la muerte del hortelano y le decimos que el barril este de fertilizante y que puede tener relación, ya está, ¿no?
Paco: ¿A tí qué te pasa? (dirigiéndose con rabia hacia Aitor, le tenía cierta tirria porque se acercaba mucho a Sara y pensaba que tenían algún tipo de relación) ¿Eh, que te supuran los cojones de tanto rascarte para pensar? Que lo-que lo mismo nos estamos columpiando, coño, que lo mismo e-el bidón sí es de fertilizante, Mariano, y-y-y los hombres de las escopetas pues son cazadores de perdices...
Mariano: Vale, vale, vale, vale ya, vale ya (interrumpiendo a Paco), venga, vale ya, vale ya, coño, Paco (le insistía al ver que no se callaba y seguía dándole vueltas a lo mismo) Vamos-vamos a descansar que es tarde. Mañana ya más despejaditos trazamos un plan de ataque. Aitor, tú te quedas a dormir aquí (estaban a punto de abandonar el baño, cuando al decirle esto a Aitor, tanto este como Paco se giraron, alarmados) Coño, Paco, son las 5 de la mañana. (le dice, al ver la manera en la que Paco mira a Aitor, con odio) Mientras que llega a su casa, vuelve para comisaría, no duerme ni media hora
Aitor: No...
Mariano: Te quedas aquí, Aitor, ¿vale?
Paco: Si se queda aquí se queda a dormir conmigo
Aitor: No (diciéndolo con más convicción esta vez, después de decir esto le hace un gesto negativo con la cabeza)
Paco: Y con mucho cuidao, ten mucho cuidao, que tengo el sueño muy ligero (Paco se dirige hacia su dormitorio y Mariano le da unas palmadas en la espalda a Aitor intentando animarle)

Paco y Mariano tienen a Povedilla encerrado en el baño, ya que piensan que ha inoculado uranio empobrecido del barril que llevaron el día anterior Paco, Mariano y Aitor allí, al bañarse en la bañera, ya que habían restos de la mancha negra esparcidos por allí y se creía que allí es donde se hallaba el uranio empobrecido, y esta sustancia es contagiosa, así que por eso aislaron a Povedilla... Este intentó salir del baño, pero sin saber el por qué, no podía abrir la puerta...

Povedilla: Inspector... Inspector, hombre, ¿a-a santo de qué me-me-me encierra usted, hombre?, abra-abra la-abra la puerta. Que... que estoy un poquillo mareado, ¿sabe usted?
Paco: Tra-tranquilo, Povedilla, tranquilo
Mariano: Aquí no pone nada, Paco, aquí no pone nada, (refiriéndose a unas hojas de contaminantes químicos que estaba leyendo para ver si hallaba alguna forma de erradicar el uranio) y-y-y se ha pegado un baño con uranio empobrecido, coño
Povedilla: ¿Có-có-cómo-cómo que me-que me- qué uranio, (oía todo lo que Paco y Mariano se decían fuera del baño, ya que se hallaban prácticamente al lado del mismo y hablaban en tonalidad normal, sin emplear susurros ni nada parecido) que me he bañado yo en ura- en uranio, yo...? (mira hacia la bañera y ve la sustancia negra en el fondo de la misma) Pero-pero-pero-pero bueno, ¿pero-pero-pero, ¡a santo de qué tienen metido uranio empobrecido en la bañera, pero están ustedes...!? (alterado al conocer que podía estar contagiado de uranio empobrecido y dando golpes en la puerta para intentar salir) ¡Inspector! ¡Inspector, déjeme salir de aquí! (aporreando la puerta como si estuviera llamando al portal de entrada de una casa para que le dejaran pasar, sólo que aquí con virulencia y era para que le dejaran salir, no entrar) ¡Inspector, que soy-soy padre como usted, déjeme salir (y dio golpes a la puerta nuevamente) de aquí! ¡Algo me-me-me-me están llegando los afluvios aquí a los pulmones, eso va directo al pulmón y me... Inspector...!
Paco: ¡Tranquilo, Povedilla, tranquilo! (intentando calmar a Povedilla, interrumpiéndole)
Mariano: Dios, que-que-que le hemos... le hemos inoculado a Povedilla el síndrome de los Balcanes, Paco, coño, lo tenemos encerrado en el water, como, co-co-como si no hubiera hecho los deberes, hay que sacarlo de ahí, Paco, hay que llevarlo a alguien, a un físico nuclear, alguien que sepa, con...
Paco: Mariano, (interrumpiéndole) no podemos sacarlo de ahí, coño, no podemos. ¿Qué quieres, que lo llevemos a la NASA? ¿No ves que está radioactivo, coño, que ahora mismo te da un abrazo y te recarga el móvil?
Mariano: ¿Pero qué... qué...? Po-po-po-pos lo aislamos, Paco, lo aislamos, con un- con una bolsa de plástico de cadáveres, se la pone...
Povedilla: ¡No! ¡No,no,no,no! (interrumpiendo bruscamente a Mariano) ¡Eso-eso-eso no, eso no, por favor, eso no, eso no, que-que-que soy claustrofóbico y ustedes saben porque! Déjenme salir de aquí (aporreando la puerta una vez más) ¡Déjenme salir de aquíiiii...!
Mariano: ¡Calla ya, Povedilla, (gritando incluso más fuerte que él, interrumpiéndole) que está todo controlado, coño!
#366
carlinter_76
carlinter_76
11/05/2009 05:26

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.95, 2ª PARTE



En la casa de Paco, este y Mariano cubren a Povedilla con la bolsa de cadáveres, y en ese momento están últimando lo que sería la protección en cuestión, poniéndole cinta aislante por la parte más baja de la misma...

Mariano: Joder... Joder, Paco, esto ni es esterilización ni es ná, esto es como sacar a pasear al puto condón del coloso de Rodas, mira lo que parece, coño
Povedilla: Yo estoy- yo estoy con el sub-inspector, eh, que... Yo no sé si es por el... el uranio o el olor a alcanfor de aquí dentro pero... inspector, a mí se me está yendo la cabeza un poco
Paco: Eh... (Povedilla se tambalea, Paco le sujeta para que no se caiga y acto seguido tocan el timbre de la casa) Que-que no tuvieses frío, que te hubiesemos liado una alfombra, Povedilla, no tocarme los cojones, coño (en esta frase no dice exactamente eso puesto que no lo comprendí muy bien, pero sí dice algo parecido) (esto lo va diciendo mientras se dirige a la puerta para abrir y es Aitor quien está al otro lado de la misma... Paco le había llamado minutos antes solicitando su ayuda...)
Aitor: Está cerrado con... (se hallaba hablando por teléfono móvil con alguien, ve a Paco y se interrumpe) Montoya, sí (y colgó la el teléfono)
Paco: Eh...
Povedilla: Hola (le saluda con cierto corte, al hallarse encerrado en aquella bolsa)
Aitor: Venga, pero no me jodas, ¿pero qué- pero qué coño hacéis con-con el niño burbuja?
Mariano: (Paco cierra la puerta de entrada/salida a la casa) Aquí el vengador tóxico que le ha dado por darse un baño de espuma en el uranio de la bañera
Paco: Esto pues es-es el... plástico de... de un colchón. Es lo-lo único que se nos ha ocurrido para-para inmunizar. A la espera pues de tener alguna idea para-para ver que hacemos con-con él. Y ahí es donde entras tú (mirando a Aitor) Que... (mira a Mariano y este con un gesto le indica que siga adelante en su explicación) Mariano es psico- es psicología, yo soy el-el-el liderazgo y tú pues... (mira nuevamente a Mariano y con un gesto le apremia) Igual tienes... la iniciativa que nos hace falta (se quedan un rato en silencio, mirándose el uno al otro, hasta que al final Aitor, en un gesto de compañerismo, le da una palmada al hombro a Paco en señal de aprobación. Paco por su parte está en un impulso de abrazarle, pero finalmente no lo hace, rodeándole por un segundo con sus brazos pero sin llegar al abrazo completo)
Povedilla: Paco (en tono de asustado)
Paco: ¿Qué?
Povedilla: ¿Esto qué-qué? ¡Inspector, estoy-estoy mutando, inspector, que me están saliendo pústulas...! (mirándose unos granos bastante grandes que tenía en los brazos)¡Inspector, que se me ven, que me estoy pudriendo por dentro, inspector! (se acerca, como bien puede, ya que la bolsa le dificultaba la movilidad, hacia Paco, Mariano y Aitor, con una cara de absoluto pánico) (tanto Paco como Mariano y Aitor le decían que se apartara, todos a la vez)
Mariano: Tú tira para allá
Aitor: Echa pa llá
Povedilla: Que se me está cayendo la piel, ¡se me va a caer la piel a cachos, que me descompongo, (no le entendí muy bien esto último...) por favor...!
Mariano: (observando de cerca los granos que tenía Povedilla) Sí, sí, sí, tiene ronchas, , mira, una, dos, tres, cua-, parece la osa mayor (señalándolas con el dedo)
Povedilla: Inspector, lla-llamad, llamad a Rita, llamad a Rita, decidle (estaba casi hasta jadeando de lo que le costaba hablar del miedo que sentía en su interior) que le doy, le doy mi bendición con Montoya, pero con nadie más, co-con Montoya sí, con Montoya... sí
Mariano: Claro, está... está delirando, Paco, está delirando por lo del uranio, pues le hace como una interconexión con las neuronas y... y delira
Aitor: A ver, lo-lo llevo yo al médico. Paco, lo llevo yo. Les digo que-que usurpé, forcé, robé y que me lleven pa'lante si les da la gana. A ver, yo no voy a dejar ahí a Povedilla pudriéndose dentro del plástico, eh, como un salchichón por no ir a la cárcel. No puedo, Paco. No puedo (le repite, ya que Paco no le dice nada en primera instancia) (Povedilla una vez más se acercó a Paco, Mariano y Aitor pero una vez más entre los tres le fueron diciendo que no se acercara, que se apartara) No, sh, eh,eh, pa'llá
Mariano: Pa'llá, para allá
Aitor: Voy por el vade (no sé que dice aquí con exactitud desgraciadamente...)
Mariano: Eso, ve-ve-ve tú, ve tú, Carrasco, ve tú, y échate pa'llá, vamos, échate pa'llá (insistiéndole a Povedilla para que se alejara lo más posible de Paco y Mariano, por el asunto de la infección con el uranio empobrecido)

Esas son todas las frases cómicas de esta semana, mucho más escasas que de costumbre, ya que el capítulo desgraciadamente no ha ofrecido demasiadas, aunque sin embargo momentos dramáticos ha ofrecido a montones y en próximos días si todo va bien serán expuestos. Espero que hayan disfrutado de estas frases, habrán más cómicas con el próximo capítulo 96, “Las reglas de los Pacos”

Saludos, paqueros/as
#367
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:22
Aquí llegan, después de más tiempo del inicialmente previsto, las frases dramáticas del capítulo “La sopa atómica” de “Los Hombres de Paco”, frases que en esta ocasión se antojan como en uno de los capítulos en los que más abundarán debido al alto componente de este género que ha tenido este episodio, en mi opinión de los capítulos con más drama de toda la temporada. Irán expuestas a continuación.

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 1ª PARTE



La siguiente escena tiene lugar en casa de Paco, mientras Povedilla duerme, Mariano intenta lo propio al lado justo al lado de Povedilla, Sara está en su habitación con los efectos de la resaca después de haber ingerido por error una bebida rellenada con éxtasis líquido, Aitor duerme en la habitación de Paco y este último no puede conciliar el sueño, por lo que se dirige al salón, donde están Mariano y Povedilla, ambos ya dormidos...

Paco: Mariano (avisándole y empujándole levemente para un lado, para despertarle)
Mariano: Jo-joder, que asco, como está sudando el mierda seca este (refiriéndose a Povedilla) que parece que se ha meado, que-que jo...
Paco: Mariano, vete pa mi cama y vigila a Aitor, que voy a salir un momento
Mariano: Joder, Paco, hijo. (mira el reloj, medio dormido aún) ¿A dónde vas ahora?
Paco: A comisaría, Mariano, voy a cambiar los turnos de Aitor, le voy a poner de vigilancia únicamente contigo y conmigo. (mientras tanto Sara se levanta de la cama y se pone una camiseta azul) Va a hacer guardia hasta el día del juicio final, no le voy a dejar ni una hora, ni un minuto, ni un segundo libre para que se vaya al cine o-o-o a tomar copas con Sara. Va a tener vigilancia hasta el 2016 o más (Sara sale de la habitación y se dirige a la de su padre. Cuando ve que la cama está abultada, notándose que hay alguien tras las sábanas, Sara llama a su padre...)
Sara: Papá... Papá (repite, puesto que no le contesta) Papá, despierta. Papá... (ve que es Aitor, que se despierta y se gira hacia ella y se echa para atrás, pegando un grito, asustada)
Aitor: Eh, eh
Sara: ¿Qué haces?
Aitor: Sara, Sara, Sara, Sara, Sara, Sara, sh,sh, sh (tapándole la boca con una mano), no digas nada, ¿qué coño haces aquí, dónde está tu padre?
Mariano: Y tú te crees que cambiándole los cuadrantes o atando al chaval a la pata de la cama vas a evitar que se acerque a Sara, ¿no?
Paco: No, Mariano, lo que voy a evitar es... (de pronto se frenó en lo que iba a decir, y recapacitó sobre lo que decir posteriormente)El no pasar toda la noche en vela... pensando en... pensando en mi divorcio con Lola. Y que a mi hija... y a mi mejor amigo... les pase lo mismo... Eso es lo que quiero evitar. Y si tengo que hacer de ángel custodio de este matrimonio lo hago y punto. Y en esta- en esta (se levanta, más decidido moralmente que antes) casa no va a haber un puñetero divorcio más, te lo juro
Mariano: Mira, Paco, Paquito... A ver. Tú puedes hacer de ángel custodio o San Pedro bendito de Roma si quieres... Si Sarita quiere abrirle la puerta a un tercero... tú ahí no puedes entrar, Paco..., no puedes (mientras tanto, en la habitación de Paco, Aitor tenía a Sara con la boca tapada, para que no gritara ante la sorpresa de haberle visto allí, en la habitación de su propio padre...)
Aitor: Sara, Sara, Sara, Sara, no digas nada, por favor, te suelto, no digas nada (le quitó la mano de la boca), ¿vale?
Sara: ¿Me vas a decir tú qué coño haces en la cama de mi padre?
Aitor: Sara (levantándose a toda prisa de la cama)
Sara: Oye, no le habrás contado lo de la discoteca de ayer, ¿no?
Aitor: No,no,no se-no se lo he contado, Sara, como aparezca tu padre me corta los huevos, por favor, sal de aquí
Sara: No (quedándose en la cama, sin intención de moverse de allí)
Paco: Coño, Mariano (él y Mariano se dirigían a la habitación donde estaban Sara y Aitor en esos momentos...) Escúchame
Mariano: Que no, coño, Paco, que no (se hallaban justo enfrente a la puerta de la habitación...)
Sara: No
Aitor: Sara...
Sara: De aquí no me muevo hasta que no me expliques qué esta pasando
Aitor: Uff (poniéndole en un serio compromiso, no tuvo más opción que intentar refugiarse en la cama junto con Sara para que no les descubrieran juntos allí...)
Sara: ¿Qué...?
Mariano: ¿Es que no te das cuenta, Paco? Aitor se puede tirar toda su puta vida pegando a la puerta de Sara, pero es que las llaves no las tienes tú, Paco. Las tiene Sara
Sara: Aitor, que no me muevo
Aitor: Cállate, cállate, cállate, que te calles (intentó sacar a Sara prácticamente a la fuerza de la habitación, pero se resistió y permaneció allí), sh
Mariano: (abrió la puerta de la habitación, dejándola medio abierta, sin llegar a entrar por el momento ni él ni Paco dentro) Tú no sabes... si Sara le va a querer abrir la puerta o no se la va a querer abrir (Aitor intentó refugiarse una vez más en la cama, pero Sara no le dejó)
Paco: Mariano, Sara no quiere abrirle la puerta a ese niñato, ¿sabes?, ni a tu puñetera madre vendiendo pizzas, cojones, y entra, ya, (al ver que no podía refugiarse en la cama, Aitor buscó otro escondite desesperadamente) a mi cuarto. Venga, coño, que voy a mear (Paco fue hacia el baño, Aitor logró esconderse justo antes de que Mariano entrara en la habitación y Sara permaneció oculta entre las sábanas. Mariano se creía que era Aitor y no Sara la que estaba allí... oculta/o entre las colchas y las sábanas...)
Mariano: Aitor, soy yo, Mariano. Es que Paco se ha tenido que levantar más temprano para... para hacer un recadillo. Sigue-sigue durmiendo (Mariano fue hacia el extremo de la cama que no estaba ocupado, puesto que aquella era una cama de matrimonio, de las que cabían dos personas, una en un lado y otra en otro, y se tumbó allí, tapándose con las colchas) Sigue durmiendo, ¿vale? (mediante gestos, Sara le comunicó a Aitor que era seguro salir de allí, pero este no estaba muy confiado, a pesar de todo, finalmente cedió y acabó abandonando como bien pudo la habitación de Paco. Nada más salir de allí, oyó como funcionaba la cisterna del water, era Paco que andaba haciendo sus necesidades... Aitor buscó otro refugio, el lugar que le quedaba más cerca era la habitación de Sara y se metió allí antes de que Paco le viese, consiguiéndolo con éxito. Paco, al pasar por delante de la habitación de Sara, escuchó una especie de exhalación de la respiración de alguien y sospechó. Aitor se dio cuenta, puesto que escuchaba los pasos de Paco cada vez más cerca, y se metió en la cama de Sara, se tapó y se puso de medio lado a mirar hacia el lado contrario al que se hallaba la puerta. De esta manera, Paco no podía vislumbrarlo salvo que le destapara... Este entró en la habitación de su hija y se creyó que quien andaba tumbada en la cama era Sara...)
#368
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:24

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 2ª PARTE



Paco: Sa-Sarita... Sara, cariño... (se sentó en el borde de la cama)
Mariano: Aitor. Aitor, la verdad es que he venido... que he venido aquí a esta cama... para vigilarte. Aunque qué quieres que te diga, con Sara estás pinchando un hueso, yo creo que lo mejor que puedes hacer... es apartarte
Paco: Mi vida, llevo... llevo mucho tiempo intentando... que no se me haga raro... verte casada con mi mejor amigo. Y-y ahora pues... se-se me hace raro verte aquí..., en tu cuarto de niña...
Aitor: Lo de Sara y Lucas... Lo de Sara y Lucas fue una pasión... incontrolable. Como Titanic. Se casaron en el desierto..., fugitivos..., como Romeo y Julieta. Yo nunca he visto a Lucas más pillao por nadie que por Sara. (al oír esto, Sara sonrió)
Paco: Quiero que seas muy feliz con él..., igual que yo lo fui con mamá. Que el amor te dure para siempre.
Mariano: Y sí, es verdad que ahora ya pues no... no se tienen que ver a escondidas, no... no corren por los pasillos y por las esquinas para verse como-como dos niñatos... Ha llegado la tranquilidad, la calma chicha del matrimonio.
Paco: Aunque a veces pues... el amor pues... pues se gasta o... o-o yo que sé
Mariano: Y aunque a tí te parezca que... que Sara está desatendida o simplemente que Lucas está lejos... eso no quiere decir que la puerta esté abierta. Así que no intentes meterte. ¿Está claro?
Paco: Y si algún día te levantas y... y llega el aburrimiento, el desgaste o... o el yo que sé... Quiero que sepas que... (sonríe) que papá va a estar siempre. Porque eres lo más importante de mi vida. (besa la espalda de Aitor, pensando que es la de Sara) Y que te quiero, cariño
Mariano: Anda, sigue durmiendo. Sigue durmiendo, que nos queda un ratito.

En la sala brefing tienen lugar los siguientes hechos, que comienzan con una conversación entre Paco y Mariano mientras entran a la sala, junto con Aitor que les acompañaba, donde están reunidos ya varios policias...

Paco: Que le has echado tanta morcilla, tanto garbanzos pues que-que-que en el análisis que urge no va a cantar, coño
Mariano: Que si canta, Paco, que canta, que Silvia me ha dicho que en 20 minutos tiene los resultados (los policías se dieron los buenos días la gran mayoria los unos a los otros, Aitor echó una mirada un tanto extraña a Sara y esta lo notó, y lo miró sorprendida, finalmente Aitor se acabó sentando en la parte de arriba, intentando mantenerse distanciado de Sara. El último en entrar a la sala briefing fue Montoya. Este y Rita se intercambiaron unas miradas un tanto comprometidas, y esta última, mosqueada con Montoya, se giró y disimuló hablar con Sara de un asunto...)
Montoya: Buenos días (tras asentarse en la sala breifing, dejando sus sentimientos de lado para centrarse en lo profesional)
Paco: Buenos días
Montoya: Bien. El baile de guardias y de cuadrantes sigue a la orden del día. Carrasco tiene todas las guardias del fin de semana de 2009, puentes incluido. Eh..., Moreno, ¿has vuelto a mover los turnos? (no respondió a la pregunta que le planteó Montoya) Bien, pues... arréglalo, por favor
Mariano: Sí (recogiendo los documentos de los cuadrantes en cuestión que le cedió Montoya)
Montoya: Vale. Tengo aquí el... caso (llamaron a la puerta de la sala briefing y Montoya tuvo que interrumpirse. La puerta fue abierta por Pepa, se mantuvo allí y sonrió a Montoya)
Pepa: ¿Puedo? (Montoya asintió con la cabeza)
Rita: Buenos días, Pepa
Pepa: Señoras y señores... con todos ustedes... el hombre colador (y Curtis entró en la sala briefing, le habían dado de alta en el hospital y pisó la comisaría después de un tiempo ingresado. Todos le aplaudieron y a voz de coro empezaron a pronunciar el nombre de Curtis una y otra vez)
Curtis: Pues nada, que... que... (cuando todos dejaron de aplaudir y alabar su nombre) Que cuando me vuelvan a dar el alta, jefe..., ahí estoy, coño, con dos cojones, para lo que haga falta, como... como es lo que soy, ¿no?, un... puto kamikaze (en ese momento miró a Pepa y la sonrió, gesto que ella le devolvió) Y... y que he vuelto a nacer y... (con la mano izquierda le rozo la derecha a Pepa, tras lo cual dejó de sonreír ipsofacto) Y presiento que esta vida que viene va a ser mucho más bonita que la anterior (le guiñó un ojo a Pepa y esta le sonrió, aunque tímidamente esta vez. Acto seguido, Sara aplaudió y como si de un efecto dominó se tratase, todos aplaudieron sucesivamente detrás de ella, todos... menos Aitor, que se hallaba muy serio, de brazos cruzados... Curtis le fue dando la Paco al inspector Miranda y a otros policías y se sentó en una de las pocas sillas libres que quedaban)
Montoya: Bien, seguimos. Tengo aquí el caso de las denuncias a discotecas. Sara Miranda. Si no recuerdo mal era una orden directa de un superior (Sara se levantó inmediatamente, con la intención de aclarar aquello...)
Sara: Sí
Montoya: Sigo sin tener constancia de la orden de cierre
Sara: Bueno, fui a... a...
Aitor: Venga, hombre (interrumpiendo de un plumazo los intentos de Sara por comentarle a Montoya los pormenores del caso) Pero si la agente Miranda se-se pasa las órdenes por el forro de los cojones. ¿Verdad, reina? Eso es lo que tiene ser la nieta del comisario, ¿no? (inclinando su cabeza para mirar más fijamente a Sara mientras le decía aquello), que tiene esas cositas que...
Montoya: Carrasco (interrumpiendo a Aitor, haciendo que se callara. Paco, Curtis, Sara, Rita, Pepa y algunos policías más miraban desconcertados a Aitor) Miranda (reclamando su atención, ya que se había quedado observando a Aitor alucinada) ¿Has cerrado o no?
Sara: Eh... no. No, pero... pero las circunstancias han cambiado y ahora tengo las...
Aitor: Lo que tienes son un buen par de tetas, Sarita,... eso es lo que tienes... (interrumpiéndola de nuevo) Y métodos infalibles como vestirte de puta..., como cuando hiciste el striptease o zorrear al dueño del bar para sonsacarle... ¿Qué pasa, que te lo tiraste en el baño? (haciendo un movimiento un tanto despectivo con los brazos hacia arriba y hacia abajo. Paco se levantó del asiento, furioso, y al oir esto se abalanzó sobre Aitor, pero Montoya le frenó antes de que pudiera hacerle nada a Aitor) Eh, eh, eh, eh, eh (acentuando cada vez más el tono de voz con el que pronunciaba el “eh”, siendo el último hasta agresivo) Tranquilidad, eh
Montoya: Pepa, siéntate (puesto que ella también se había levantado dispuesta a contraatacar a Aitor)
Aitor: Yo que sé, a lo mejor a la chiquilla le gusta hacerlo en sitios raros, que a mí la primera vez se me folló encima de una puta mesa de billar
Montoya: ¡Carrasco, si no te callas te expediento! (Paco volvió a levantarse cargado de ira y se dirigió con intenciones poco benévolas hacia Aitor, pero Montoya volvió a pararle los pies. Sara, por su parte, se marchó entre triste y muy ofendida por todo lo que Aitor le había dicho de aquella manera) Como te vuelvas a dirigir así a un compañero... te mando de guardia a un puto consulado en Burkina Faso, ¿está claro? Mírame a la puta cara (puesto que Aitor miraba abstraído hacia otro lado) ¿Está claro? (Aitor le asintió con la cabeza, aunque sin demasiada convicción) Bien, pues esta tarde te vas y cierras tú el local. Eso es todo (todos abandonaron la sala briefing exceptuando Paco, Mariano y Aitor. Este último se quedó por unos momentos en la parte de atrás donde estaba sentado, medio llorando por lo que acababa de pasar. Cuando se dispuso a salir, Paco le bloqueó el paso, le cerró la puerta de la sala briefing y Mariano le observó desde detrás, sin perderle de vista)
#369
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:26

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 3ª PARTE



Paco: Has llamado puta a mi hija delante de toda la comisaría. ¿Quién te crees que eres? ¿Y qué coño es eso de... de la mesa de billar? ¿O es que quieres que te parta la cara? ¿Eh, niñato de mierda? (lo sujetó por la camiseta en un gesto claramente violento, tras lo cual Mariano intentó separarles)
Mariano: Vale, vale
Paco: ¿¡Eso es lo que quieres, que te parta la cara, cabrón, hijo de puta?!
Mariano: Vale, vale, vale, ¡vale, coño, vale ya, vale! (interponiéndose entre los dos y separándolos definitivamente)
Aitor: ¿No querías que Sara me odiara, Paco? Pues ya está. Ya me odia. No me va a volver a ver en la puta vida
Mariano: Tiene razón, Paco. La ha puesto de puta pa'rriba... delante de toda la plantilla al completo. Y lo va a odiar mientras viva
Paco: ¿A dónde coño vas? (viendo que Aitor estaba a punto de abandonar la sala briefing) Tú te quedas aquí conmigo y es una puta orden, ¡y esta es mi unidad!
Aitor: Y una mierda, Paco. Yo no estoy en tu unidad. Porque tú a mí no me tratas como a un agente de tu unidad. Me tratas como a un becario, como a un pamplinas, como al gilipollas que hay que tener vigilado, Paco. Pero claro, es más fácil tenerme vigilado a mí... que ponerle a tu hija un cinturón de castidad. ¿No, Paco? (Aitor abandonó la sala briefing y por unos momentos Paco se quedó en el sitio, incapaz de reaccionar. Pero tras reflexionar durante unos segundos decide buscar a Aitor a toda prisa, por lo que sale de la sala briefing y va prácticamente corriendo en su busca...)
Mariano: Paco, Paco (intentando frenarle en sus própositos pero no lo consigue y va detrás de él, pero de pronto se encuentran con Silvia, que porta un taper buel con una sopa en su interior...)
Silvia: Oye, me tenéis que dar los ingredientes de esta sopa, eh, que la he analizado y es la leche. Tiene todos los grupos alimenticios. Proteínas, vitaminas, minerales, azufre..., metales pesados..., fosfatos... Y el ingrediente estrella: uranio empobrecido
Mariano: Joder...
Silvia: Y bien, ¿me vais a contar de qué va esto?
Mariano: Em... (dubitativo)
Paco: Joder... joder... (pone una mueca de asco) joder..., coño que tengo un bidón de esta mierda e-e- chorreando en mi bañera, coño. Joder...

Tras las duras palabras recibidas en la sala briefing, Sara se halla en los vestuarios llorando desconsoladamente..., no se esperaba nada así de Aitor... De pronto, la puerta se abre con un contundente golpe, y Pepa empuja enrabietada a Aitor al interior de los vestuarios, a la vez que le reprende por su actitud con Sara en la sala briefing...

Pepa: ¿¡Niñato de mierda?! (lo empujó otra vez)¿Tú qué coño te crees?! Dímelo ahora (plantándole cara. Le volvió a empujar hasta estamparle contra una de las puertas de los vestuarios. No era en el interior de ese WC donde se hallaba Sara, esta oía todo lo que estaba ocurriendo, pero a su vez ni Pepa ni Aitor ni nadie sabían que Sara estaba allí en esos momentos...) Dímelo ahora, que no estás en la bici
Silvia: Pero Pepa (alarmada y dirigiéndose inmediatamente a donde Pepa retenía a Aitor por el cuello, tras entrar en los vestuarios, que tenían la puerta de acceso abierta)
Pepa: Dímelo ahora, venga, ¿¡qué pasa, que no tienes los cojones, eh?!
Silvia: ¿¡Pero qué haces?! (separando a Pepa de Aitor) Venga, que seguro que no es para tanto
Pepa: Que no es para tanto... Decir que tu sobrina es una puta... (observando cabreada y medio jadeando a Aitor)
Silvia: ¿Qué? (mirando a Aitor)
Pepa: ...que se tira a los testigos... y que se folla al mierda este... en la mesa de billar no es para tanto, ¿no? Me cago en tos tus muertos, ¿te enteras, niñato, eh, (acercándole la cabeza a ella y hablándole prácticamente al oído, en un gesto amenazante) ¡jugando también en la corrala, eh?! ¿¡Eh?! ¿¡Eh?! (mientras le hundía a Aitor en la taza de un WC repleto de agua, asfixiándole por momentos) ¡Imbécil! ¡Eres un mierda, Aitor, un mierda, ¿te enteras?! (Aitor comenzó a gritar en el fondo del agua y se hizo para atrás con todas sus ganas para salir del apresamiento de Pepa en el interior del agua del WC)
Silvia: Pepa, Pepa, Pepa (comprobando su nivel de tensión con Aitor, al que miraba enfurecidamente, disponiéndose a ir a por él nuevamente...) ¿Y por qué humillas así a Sara? (dirigiéndose a Aitor, que estaba con la cara empapada) ¿Pero es que no sabes que eres el único amigo que tiene desde que se fue Lucas?
Aitor: ¡A ver, el puto Lucas no está! (diciendo esta primera frase a gritos) El puto héroe está muy ocupado salvando el mundo y no tiene ni un puto minuto porque no lo tiene para venir a ver a Sara. Y yo soy su amigo, ¿no, Silvia? Pues te equivocas, yo soy mucho más que eso. Yo soy el tío que la lleva al médico. Yo soy el tío que la saca de una discoteca cuando Sara se emborracha, yo soy el tío que le subo la compra. Y soy el tío que lleva tres años, tres años soñando con ella (en ese momento se acerco a Pepa) Tú estas enamorada, ¿no, Pepa? (esta miró a Silvia de reojo) ¿Tú podrías estar día y noche al lado de la persona que más quieres guardándole el sitio a otro? ¿E intentar alejarte de ella, porque no te quieres meter ahí? Porque Paco me lo pide, porque Lucas no está (se lleva las manos a la cabeza y se gira hacia atrás... Luego vuelve a acercarse a Silvia y Pepa...) ¿Y sabes qué? Que se acabó. Porque Lucas... Lucas está donde quiere estar. Y aquí la única que no se entera es Sara. Y estoy hasta los putos huevos... Estoy hasta los putos huevos de estar guardándole el sitio a otro. Hasta los huevos. Porque ese sitio está vacío, coño (y ofuscado, se largó de los vestuarios)

La siguiente escena tiene lugar en casa de Paco, con este y Mariano acabados de llegar a casa, portando unas garrafas con unos tubos azules...

Mariano: Vamos a ver, Paco, yo-yo perdona que te diga, pero (cerró la puerta de la entrada a la casa) a mí esto de transportar el uranio empobrecido en garrafas como si fuera zumo de melocotón me-me parece peregrino, coño, Paco, que este producto e-e-e-es peligroso, coño, que con esto en el Golfo han hecho la guerra bacteriológica, que lo dice aquí muy claramente, que todo el que se arrima a esto sale con deformaciones. Mira, multiplica por diez los casos de cáncer (leyendo unos documentos que transportaba en el interior de una carpeta que había llevado allí) y el riesgo de aborto por 2,8
Paco: A ver, Mariano, (dejando la garrafa en el suelo) ¿y tú tienes riesgos de aborto? ¿Eh? Cojones, ¿qué quieres, que lo tiremos por el sumidero y-y contaminar Madrid?
Mariano: No,no,no,no, Paco, no. No, pero tendremos que protegernos nosotros, no sé, desinfectarnos con amoniaco, con silit bang, lo que sea. Aitor (chasqueó el dedo, como habiendo encontrado la idea perfecta) Hay que llamarlo, que ayer se le derramó todo esto, coño (Paco se acercó a Mariano y le arrebató el móvil de sus manos cuando estaba marcando el teléfono de Aitor)
Paco: Su puñetera madre lo va a llamar. Y a ver si tenemos suerte y se frota la boca y se le cae la lengua a cachos al cabrón ese (le volvió a entregar el móvil a Mariano, convencido de que este no volvería a intentar llamar a Aitor) Y venga, coge los bidones
Mariano: A tí lo que te pasa es que-que te ha picao. Te ha picao que haya sacado a airear los trapos sucios de tu hija, ¿no, Paco?
Paco: Y los calzones de tu madre de colores. Ha dicho que fornicaron en una mesa de billar, coño
Mariano: Venga ya, Paco, coño, venga ya. Que tu hija tampoco es Santa Sarita de Jesús, eh. Que fornicaron en una, pos ojalá tuviera yo la espalda pa fornicar en una mesa de billar o en un futbolín. A tí lo que te pasa es que le has cogido manía y sin ninguna razón.
#370
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:28

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 4ª PARTE



Mariano y Paco entran al dormitorio de este último,transportando las garrafas y los tubos azules hasta allí, mientras continúan conversando sobre Aitor...

Paco: ¿Pero cómo puedes decirme que no tengo razones, Mariano? ¿Eh, tú que alardeas tanto de que Luca es tu mejor amigo, y ahora qué estás, a favor de Aitor
Mariano: No,no,no (deposita su garrafa en el suelo),no,no, yo no estoy a favor de nadie, Paco, no. Pero una cosa son tus razones personales, tus sospechas personales, y otra muy distinta lo que dice el chaval. Coño, que es verdad, joder, que no contamos con él para nada y él está siempre ahí, para las duras y para las maduras. En el hospital con tu suegro, ayer con el pitbull... Coño, Paco, le has metido la cabeza en el water, le has hecho dormir en tu cama..., le has obligado a humillar a Sara...
Paco: (mirando a Mariano, preocupado, y negando con la cabeza) No
Mariano: Sí. Sí le has obligado, Paco, sí lo has hecho. Lo has hecho. ¿Tú te imaginas... lo que ha tenido que ser para él humillar a Sara? No, ¿verdad? (Paco se mantenía callado, mientras miraba entristecido hacia otro lado) Y lo ha hecho sólo... porque te ha dado su palabra (vuelve a coger la garrafa y se interna en el baño, donde descubre a Povedilla dándose un baño en la bañera, junto a una gran mancha negra que había asentada en el fondo...) Paco... Paco (aumentando el tono de voz la segunda vez que le avisa. Le hace señas para que vaya a donde está Mariano y observe lo que está pasando...)
Povedilla: Ho-hola. ¿Q- me... me da la licencia de...? (se dirigió a una mesilla que había justo al lado a coger un jabón, pero Mariano y Paco, asustados, decidieron salir lo antes posible del baño, ya que pensaban que Povedilla estaba infectado con uranio empobrecido...)
Mariano: Sa-sal pa fuera, co-co-coño con las garrafas, joder... (decía esto porque le estaban obstaculizando la salida tanto a él como a Paco, aunque finalmente, con ciertas dificultades de espacio, lograron salir ambos)

En el garaje de la comisaría tiene lugar la siguiente conversación entre Pepa y Curtis, después de que este último apareciera, interrumpiendo de improviso un momento romántico que estaban pasando Silvia y Pepa juntas... Silvia escuchaba desde debajo de un coche patrulla todo lo que se decían Curtis y Pepa, su novia

Curtis: Y... bueno, he hablado con las enfermeras y me han dicho que todo el tiempo que he estado ingresado has estado ahí a mi lado (Pepa le asintió con la cabeza, sonriéndole) Vamos, que te van a poner el nombre en la puta silla Matilde. (Pepa se rió ante el comentario de Curtis, con lo cual este también se rio, pero poco después adopto un gesto ya más serio) Pepa, tú... tú en la ambulancia me dijiste que me querías. (ella asintió con la cabeza, tras unos breves segundos de duda) ¿Es verdad, me quieres?
Pepa: Sí
Curtis: (exhaló un suspiro que estaba entre el alivio y la alegría) Mira, yo de siempre he sido... Curtis el patillas. El puto mono..., el nutria... el nutria... (repitió en un tono mucho más bajo, para sí mismo)Y con las tías... he estado toda la puta vida pinchando en hueso... haciendo el pringado... Como los de la peli esa de... de Fuga de Cerebros, joder, ellos se van a Oxford a buscar a la chica de sus sueños y... y resulta que la chica de los sueños de todo dios... me quiere a mí (le puso la mano a Pepa en la cara y la acarició suavemente, a continuación se acercó a ella y la besó. Silvia vio esto y se quedó con una cara entre la alucinación y la paranoia, no podía prácticamente creerse aquello)
Pepa: Curtis... (viendo que se quedaba de dolor, intentando apoyar las piernas en el suelo, puesto que al besar a Pepa se había desequilibrado un poco)
Curtis: Me duele de cojones pero tenía que decírtelo (Pepa respiró aliviada) Y ahora si me disculpas... igual tanta emoción no... no es buena de golpe

En la sala principal de la comisaría, una nueva conversación tiene lugar entre Montoya y Marga, la prima de Rita. Esta última es la que empieza a hablar, dirigiéndose a Montoya con gran entusiasmo...

Marga: Hola (con una sonrisa radiante, se dirigió a besar a Montoya, pero este no se dejó y acabó besándole en la mejilla) Vaya... Que eres de los morosicos que dan dos besos después de echar un polvo
Montoya: No, es que... (Rita, que estaba por allí en ese momento, se detuvo y escuchó la conversación...) el trabajo, es que...
Marga: Ay, dios. Perdona. He-he comprado entradas (sacando de su bolso las entradas que mencionaba) para ver un musical. Para invitarte. Lo que es una cita (viendo que se le quedaba mirando sin decir nada) de las de toda la vida. Que como ayer nos saltamos los preliminares... bueno, lo del sexo no. Quiero decir lo otro, los normales. Los de ir al cine, cogerse de la mano... Conocerse... y todo eso... Vamos, para que veas que no soy ninguna loba
Montoya: (cogiendo impulso para hablar, ya que estaba un poco aturdido de que Marga le soltara todo aquello de golpe)Mira, Marga, es que yo, te lo agradezco, pero... es que yo no soy... muy de musicales (al oír eso, Rita observó atentamente a Montoya) y... bueno, esta noche voy a ir a un..., no me viene bien
Marga: Ya... Vale. Que... (se guardó las entradas de vuelta a su bolso) Que me estoy columpiando, ¿no? (todo esto lo decía sin perder en ningún momento la compostura ni la sonrisa) Si no pasa nada, si lo de ayer fue-fue lo que fue, estuvo muy bien, ¿no?, pero... que... Que-que ya somos mayorcitos para echar polvos sin musicales... Que... yo he salido corriendo mil veces... Tú puedes salir corriendo cuando quieras
Rita: Primica... No te confundas (acercándose a ella y sonriéndole. Montoya la miró un tanto extrañado) Que si hay un hombre en esta comisaría que nunca saldría corriendo... ese es Gonzalo. Es un caballero. Timidillo..., un poquillo torpón... dulce como la miel... tiene una paciencia... y un corazón que no le cabe en el pecho... Es el único hombre... por el que yo pondría la mano en el fuego y que nunca te iba a dejar tirada
Montoya: Que... (después de quedarse mirando un rato a Rita, sorprendido por fuera por sus palabras y alagado por dentro) que los musicales no me van, pero... que tengo un... un vicio (dirigiéndose a Marga) La... comida mexicana. Y... vamos, que... (mirando a Rita de reojo, y luego expresando a Marga ya con más calma sus palabras) Me encantaría... ir a cenar contigo esta noche (Marga abrazó emocionada a Montoya, Rita se fue de allí y Montoya la miró, de una manera que denotaba agradecimiento por lo que le había dicho)
Marga: Perdón, perdona, perdona (decía contínuamente al haber abrazado a Montoya de sopetón, sin este esperárselo en absoluto)
#371
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:31

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 5ª PARTE



En los vestuarios de la comisaría, tiene lugar la siguiente conversación entre Curtis y Montoya...

Montoya: Un minuto y nos vamos (mientras cerraba una taquilla), ¿vale? ¿Estás bien? (dijo unos momentos después, sentándose al lado de Curtis y notándole raro)
Curtis: Mmm... bien, me han pegado cuatro tiros... He estado clínicamente muerto durante ocho minutos y me han pronosticado insuficiencia renal para el resto de mi puta vida. Y sin embargo..., tengo la sensación de que... de que me han venido todas las navidades de golpe
Montoya: Por lo de volver a nacer, ¿no?
Curtis: (estaba medio sonriente, pero al oír esto de Montoya le miró y adoptó un gesto más serio, más sentimentalista) Entre usted y yo... porque tengo chica. Esta es distinta, eh. Es de las de ir despacio..., la mano..., piquito a piquito..., cine a cine... Pepa, (después de permanecer un buen rato callado y que Montoya le hiciera una mirada inquisitiva) Pepa Miranda (Montoya miró sorprendido a Curtis y seguidamente dirigió su mirada al frente...) Yo..., Curtis Naranjo, el eslabón perdido... Que más, toda mi puta vida ha sido de... de Chonis, de Juanis, de churris... de lo que es la clásica mujer... sencilla, entrada en carnes y apretada de faja. Tipo Rita. No sé si me entiende
Montoya: Pues que me vas a contar. Que... yo siempre he sido de Pepas... de Vanesas, de... de talla 38, 8 número 5... (Sé que dice “número 5”, pero desgraciadamente justo antes de eso no sé si dice “8” o otra cosa similar...) Y... entre tú y yo (Curtis miró a Montoya, dándole su aprobación con un gesto, como diciendo que no había problema en que se lo contara) Resulta que soy más de... Rita
Curtis: Pero... (carraspea, le era difícil asimilar algo así de golpe) ¿De Rita, Rita? (se lo confirmó Montoya con un leve gesto de afirmación) Estamos hablando de nuestra Rita de toda la puta vida...
Montoya: Sí... (Curtis se empezó a reír ante aquella situación) Y... (también soltó una breve risa) ¿sabes cuándo me di cuenta? Pues anoche. Ahí, agarradico a las caderas de su prima
Curtis: Igual es mucho preguntar, inspector, pero... (volvió a carraspear, cogiendo impulso para tener el valor suficiente de consultarle aquella duda que tenía a Montoya...) ¿estamos hablando de... de gustar o... o de... o de enamoramiento?
Montoya: No sé, no sé, no sé. No sé, eh..., no sé. De una... atracción, de... goteo... La complicidad... (miró a Curtis y veía que este le estaba sonriendo, contento porque sintiera esas cosas por alguien) Vamos, de... de pasar mucho tiempo juntos, de... ¿sabes?, de reírme con ella (Curtis volvió a reírse, esta vez no tan fuerte como antes, sino más en plan suave)
Curtis: Pues ahí lo tiene, Gonzalo Montoya..., ahí lo tiene
Montoya: (le asintió con la cabeza y se levantó del banco donde se hallaba sentado, y se empezó a arreglar) Claro (en voz baja, para sí mismo) ¿Y por qué no a Rita, mm, y por qué no, por qué no? (esto ya en tono normal) Está ahí, no quiere verlo, pero... está ahí. (exhaló un prolongado suspiro) Y yo haciendo el idiota... para ser el caballero que ella cree que soy. Joder... Porque ando con su prima ahí como... como quien va al matadero (cogió la chaqueta de una de muchas perchas que habían allí y se la puso)
Curtis: Inspector... Gonzalo. (este le miró de pronto, ya que Curtis nunca le había llamado por su nombre de pila) Gonzalo, siéntese

La siguiente escena retracta prácticamente el tipo de situación que la anterior, Curtis y Montoya conversando, sobre sus problemas sentimentales...

Curtis: ¿Por qué nos complicamos tanto la vida? ¿Mm? Usted lo que tiene que hacer... (carraspeó una vez más) con dos cojones. Coger a Rita... y llevársela esta noche a la puta cita esa que tienen. ¿Mm? (asintiéndole en un gesto de consejo a Montoya) Y allí, en vivo y en directo..., a las dos primas les suelta lo que me está contando a mí. ¿Mm? Pero de frente, coño, (viendo que Montoya no respondía y parecía lleno de dudas por su interior) de frente, sin circunvalar
Montoya: No... (en un tono casi imperceptible)
Curtis: Al toro por los cuernos... (tocaron en la puerta en ese momento y se escuchó una voz al otro lado... Era la de la prima de Rita, Marga)
Marga: ¿Hola? (tenía los ojos prácticamente tapados, como queriendo evitar ver quien se hallaba en los vestuarios..., y en ese momento se quitó la mano de los ojos y vio a Curtis y Montoya) Hola (sonriendo) Na, que el taxi está en la puerta (dirigiéndose a Montoya, este le sonrió tímidamente) Tú eres Curtis, encantada (Curtis miró medio enbobado a Marga) Que... te espero fuera, eh (volvió a sonreír a Montoya y se fue de los vestuarios, cerrando la puerta al salir)
Curtis: ¿Esta es la prima? (en un tono que hacía dudar de si lo estaba diciendo en pregunta o en afirmación) Ay... (doliéndose al levantarse, puesto que tenía una pierna medio afectada todavía del balazo que le metieron allí aquellos mafiosos del caso Palenque...) Joder con la murciana... Ja. Ahora que le digo una cosa, eh. Esta tía tiene suerte... de que yo esté casado y fuera del mercado que sino... (se dirigió a un urinario de la pared) ¿de qué coño me voy a ir yo con usted al hospital? Me planto esta noche (Montoya también se levantó, con intención de abandonar los vestuarios para asistir a su cita) en la cita de parejas... y juego en el banquillo de primer titular suplente
Montoya: Eh, Curtis. Que gracias (tras dejar pasar un momento para expresar su gratitud con calma. Ambos se miraron y se sonrieron, acto seguido Montoya abandonó los vestuarios)
#372
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:32

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 6ª PARTE



Una nueva conversación tiene lugar en los vestuarios, en esta ocasión se trata de una entre Rita y Curtis, este último que se ha quedado allí dentro y la primera que entra prácticamente a las prisas...

Curtis: Hombre, Curtis, estás aquí. Montoya me ha dado... el turno libre (mientras se dirigió a su taquilla, la abrió, y cogió algo que necesitaba) para que me vaya de picos pardos. Quiere que me vaya a la fiesta que tiene... con mi prima (Curtis le asintió con la cabeza, él ya sabía aquello) Ya ves tú, raro, ¿no?, pero bueno, no sé yo si... No voy a ir (cerró la taquilla, sin coger lo que andaba buscando, ropa elegante para la cita) No voy a ir porque además que no... (carraspeó) es que, si es que no tiene-no tiene-no tiene sentido, no tiene lógica, ¿a-a-a dónde voy a ir yo, a aguantar las velas?, y ahí, con mi prima, los tres ahí, un, dos, tres, no. No voy a ir, no... (hablaba a una velocidad endiablada y se dispuso a salir de los vestuarios tan rápido como había entrado cuando Curtis le bloqueó el paso interponiéndose entre la salida y Rita)
Curtis: Quieta pará, Rita Peláez. Tú no cruzas esa puerta si no es para ir a una peluquería, y a ponerte una lencería de combate. Pregunta del euromillón... ¿quién ha estado... de confidencias con Montoya?
Rita: (se rió de una forma un tanto irónica, sin creerse una sola palabra de lo que le estaba diciendo Curtis) Tú confidencias con el Montoya...
Curtis: Que está enamorado de tí (la cara de Rita cambió por completo) Que se te va a declarar. Media hora. Media hora me ha tenido ahí, contándome que lo suyo con tu prima no es nada. Que por quien de verdad siente algo es por tí, coño... Y es un tío muy legal, eh. Muy legal, porque otro no se os lleva a las dos para aclarar las cosas. ¿Sino de qué... se te va a llevar a tí a una cita con semejante...? (se dio cuenta de lo que estaba diciendo e inmediatamente miró a Rita, y prosiguió) Joder, que tu prima está muy buena, coño (Rita andaba ensimismada pensando en una posible relación con Montoya... Cuando miró a Curtis, este le sonrió, como dándole ánimos)
Rita: Curtis..., júrame, por lo que más quieras..., que lo que me estás diciendo es verdad. Por favor
Curtis: Te lo juro. Te lo juro por mi perro
Rita: Bueno, ¿de verdad, verdad? (bastante emocionada. Curtis le asintió con la cabeza y Rita sonrió, entusiasmada)
Curtis: Venga, tanta pamplina, que estás tardando, coño, tendrías que estar ya en la peluquería poniéndote como la Pataki (Rita volvió a sonreír una vez más, y miró a Curtis contenta) Aunque para lo que te va a durar..., para lo que te va a durar..., ja, ja, jaa (en tono bromista)
Rita: Sinvergüenzilla, que lo sabía (le da múltiples besos en la mejilla a Curtis, en señal de agradecimiento) y no me has dicho ná
Curtis: Venga, vete a verlo, venga (apremiándola)
Rita: Ya voy pa'lla, ¿no? (riéndose a carcajada limpia prácticamente)
Curtis: Afuera, afuera, tira
Rita: Te quiero, Curtis, te quiero Curtis Naranjo (decía mientras se iba de los vestuarios, muy feliz)
#373
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:34

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 7ª PARTE



En la casa de Paco, estaban este, Mariano y Povedilla reunidos, este último con una bolsa cubriéndole todo el cuerpo, de pies a cabeza ya que Paco y Mariano pensaban que se había infectado con uranio empobrecido que se hallaba en un barril que se habían traído de una casa en un operativo... Povedilla se encontraba bastante mal, estaba tirado en el sofá y le costaba bastante hablar...

Povedilla: Inspector... (le costaba bastante respirar al hablar) inspector, yo creo que... el uranio me está... empezando a correr... por dentro... porque... siento como una... pesadumbre aquí en los... (señalándose el pecho) en los pulmones que...
Paco: Tra-tranquilo, tranquilízate, Povedilla, tranquilo, tranquilo, que vamos a ir al hospital ahora mismo, ¿vale?
Mariano: Pan-pandemia, Paco. Paco, esto-esto es una pandemia, coño, tenemos que marcar la puerta con una cruz... y prepararnos para una cuarentena, Paco, esto es una pandemia
Paco: (perdiendo la paciencia) ¿Te quieres callar, coño? ¿No-no-no...? (en un tono que casi no se entendía) Mariano, joder, que estás todo el puñetero día nananananan (como haciendo unos sonidos que no significaban nada, reprochándole su actitud) detrás de la oreja... (lo que sigue a continuación, tiene lugar después de una pequeña pausa, en la que en una discoteca le requisan el bolso a Sara, que precisamente vigilaba a aquellos hombres ya que se sospechaba que traficaban con drogas, aunque no sabían que Sara fuera policía por el momento...Estos hombres le sustrajeron todo lo que tenía, incluído el teléfono móvil. Lo usaron para llamar a Aitor, ya que los narcotraficantes, tenían fuertes sospechas para pensar que Aitor sí era policía...) Ahí con la-la-la, haciendo comentarios de todo, que si el uranio, que si... Aitor, que si Sara, ya está bien, y métete en tus problemas, coño
Mariano: Muy bien, Paco (recuperando la serenidad y dejando atrás el miedo que sentía hace unos instantes) Si lo que quieres es que me calle pues me callo y punto, y a partir de ahora cada uno que se solucione sus propios problemas
Paco: Vale (calmándose) (en ese momento empezó a sonar una llamada en el teléfono de Aitor, que se lo había dejado este en el sofá del salón. Paco tenía el móvil justo delante... Se trataba de Sara...) Sa-Sara, Mariano
Mariano: Es tu problema (en ese momento entró Aitor a toda prisa en la casa, en busca de Povedilla, que se hallaba en el sillón sentado)
Aitor: Oye, aquí, aquí, que no escuchaba, uy, perdón (tropezándose con Mariano de lo lanzado que iba a por Povedilla, cuando Paco le interrumpió bruscamente)
Paco: Aitor, Aitor, te están llamando
Aitor: ¿Eh?
Paco: Que te están llamando (Aitor soltó la bolsa con Povedilla metido en su interior y observó el móvil por unos segundos, mientras este sonaba... Aitor le hizo un gesto a Paco como diciendo que qué pasaba, y Paco le hizo otro gesto que nada, que cogiera el teléfono. Cuando finalmente Aitor se decidió a coger el teléfono...)
Aitor: Sí, dime (Paco le arrebató el móvil, alterado, y se lo colgó inmediatamente, costándole un poco encontrar el botón apropiado para cancelar la llamada)
Paco: Mierda..., mierda (cuando consiguió definitivamente colgar la llamada) ¿No decías que-que no ibas a hablar con ella, eh, eso es lo que vale tu puñetera palabra?
Aitor: ¿Y la tuya? ¿Cuánto vale la tuya, Paco? No sé, porque a mí me parece que estás jugando a dos bandas. A mí me dices que me aparte y a Sara que elija. ¿Qué coño me estás contando?
Paco: ¿Se puede saber cómo coño sabes tú eso?
Aitor: Porque estaba esta mañana yo metido en las sábanas
Paco: ¿Qué...? (en un tono casi inteligible, cabreado por oír aquello de Aitor)
Aitor: Sara se ha levantado y se ha ido a tu cuarto y he tenido que salir corriendo a esconderme como un perro para que no me reventaras la puta cabeza
Paco: ¿¡Y cómo no te voy a reventar la puta cabeza?! ¿¡Eh,?, si te he visto morreando a mi hija en un coche! ¿¡O no es así, Mariano?!
Mariano: Yo no he visto nada (pasando del tema, al decir aquello en verdad mentía pero no quería meterse en medio de una discusión entre Paco y Aitor)
Aitor: ¡A ver, porque había un puto francotirador apuntándote a la cabeza por si te acercabas para matarte, Paco, coño! Ya... (al ver que Paco no decía nada ante lo que le comentaba Aitor, ya que no parecía fiarse de él aún así) ¿Sabes lo que te digo? Que estoy harto de tragar mierda y de que todo el mundo me diga lo que tengo que hacer. Se acabó..., Paco..., se acabó (una vez más, los mafiosos que vigilaban a Sara marcaron el número de Aitor en su móvil, aunque no lo tenían a mano, lo tenía Sara en un bolsillo trasero del pantalón. Sara andaba retenida por los mafiosos, no la dejaban irse de allí... Cuando recibió la llamada Aitor en su móvil, le enseñó el móvil a Paco atentamente, como diciendo que lo iba a coger, y en esta ocasión, Paco no se lo impidió. Aitor cogió la llamada y se giró de espaldas a Paco...)
Aitor: Dime
Sara: No me das miedo con la pistola (dirigiéndose al jefe de la banda, que deslizaba sus manos sobre una pistola que tenía en una mesa allí en el local)
Aitor: Sara... (uno de los mafiosos le sustrajo el móvil del bolsillo de Sara, y se lo mostró al jefe, que ordenó que la registraran)
Paco: Ai-Aitor (al irse este inmediatamente en busca de Sara al local, sin mediar palabra alguna)
Mariano: Aitor. (demasiado tarde, ya se había marchado) Povedilla, Povedilla (viendo que este se levantaba prácticamente a cuestas), ¿dón-dón-dónde vas, cristianita, dónde vas, hombre?, va (“cristianita” o algo parecido le dice)
Povedilla: Entro en calor... Creo-creo que-que..., tiene que... que ayudarme, inspector(decía cosas que prácticamente no se le entendían, puesto que le costaba mucho hablar, y cuando lo hacía, lo hacía sin vocalizar bien)ayudarme … con... con la pandemia... que me voy a... a...
Mariano: Tranquilo, Povedilla, tranquilo, tú siéntate aquí (intentando conducirle al sofá sujetándole para que no se desequilibrara, ya que andaba un poco mareado), siéntate, tranquilo (Povedilla en ese momento se precipitó en el suelo, incapaz de controlar el pulso de su respiración...) ¡Povedilla! ¡Paco, Paco!
#374
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:36

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 8ª PARTE



En el bar de los Cachis, se encuentran Marga y Montoya reunidos, en una especie de cita donde Montoya le ha pedido a Rita que también asista... Esta última aún no han llegado y Montoya y Marga, la prima de Rita, primeramente dan las gracias a un camarero al llegarles una bebida que habían solicitado, y seguidamente, Marga toma la iniciativa y rompe el hielo...

Marga: Bueno... No hemos cocho (“cocho” o algo similar dice...) de Nacho de la Cantina... (sonríe a Montoya pero este simplemente asiente con la cabeza, manteniéndose callado) Hemos hablado de Madrid... del tiempo... de aparcar en doble fila... (ninguno de los dos dice nada durante unos momentos, Montoya parece dubitativo en el fondo, no es capaz de decir nada y pica unos aperitivos que hay allí en la mesa) Sé que te estás poniendo nervioso porque Rita no llega. Sé que la citas precisamente para evitar la incomodidad... Pero tú no sabes nada de mí... Ni siquiera sabes por que estoy aquí..., ¿no? ¿Quieres que te lo diga? Estoy... porque... el otro día en el coche... pintaste en el cristal... en el vaho... una cara. Pero luego buscaste entre un montón de discos una canción... con mucho cuidadico... y la pusiste 30 veces... o 40. Luego llamó Rita... y escuché su voz de transistora a través del móvil... y... me di cuenta... de que no eras a mí a quien mirabas. De que no me veías... (sus ánimos disminuían por momentos, hace un rato sonreía a Montoya, y ahora mientras le hablaba miraba abstraída hacia otra parte, seria, pensativa...) Y de que no me iba a dar tiempo a contarte las cosas que me gustan y las que no. Por eso tengo que hacerlo muy deprisa. Me gusta... romper el papel por la línea de puntos (se vio una imagen en la que se veía a Marga separando dos productos entre una apertura que tenía el envoltorio por el medio, entre otras imágenes, como el desgarro de un papel de una chocolatina, o el tirón de un papel del apoyo de una calculadora de oficina) Chupar el cola-cao que se queda pegado a la cuchara (se vio una imagen en la que Marga hacía esto) Me gusta... explotar burbujas y que suene como una tormenta. Coger la nata con el dedo... (se vio una nueva imagen donde se veía a Marga cogiendo nata con el dedo y llevándosela a la boca) Me gusta la gente que dibuja donde no se puede dibujar (se vieron imágenes de un corazón dibujado en el espejo de una pared, y unos tatuajes puestos en el cuerpo de un hombre. También se veía un dibujo hecho mediante comida en un plato) La espuma del café..., (se veía a Marga cogiendo espuma de café con la nariz y luego llevándosela a la boca, como hiciera anteriormente con la nata) el olor a gasolina..., (en esta ocasión se veía a Marga prendiendo un mechero) la gente que se besa por la calle. (se veían a dos personas besándose mientras iban pasándose fotogramas en un fondo ficticio que representaba la ciudad de París) Me gusta dar los buenos días hasta por la noche (se veía a Marga en la comisaría dando los buenos días a los policías que veía por ahí a altas horas de la noche) Los sombreros... (se veía a Marga poniéndose una amplia gama de sombreros, incluido uno de papel) Abrir un libro y encontrar una entrada de cine antigua (en la nueva imagen se veía a Marga haciendo esto mismo) Y me gustan las cosas que se repiten... (se veía a Marga apagando y encendiendo una y otra vez una lámpara) Pero sobre todo... me gustan las cosas pequeñas (se veía un disco puesto en un vinilo, una serie de pájaros metidos en una caja...) No me gustan los jarabes (se veía a un doctor dándole una cucharada de jarabe a alguien, mientras decía “aaaaah” como diciendo que abriera la boca que venía el avioncito o algo parecido, y estuviera dando el tratamiento a un niño pequeño) No me gusta nada el fútbol en la radio (se veía como Marga machacaba una radio y la hacía pedazos con un martillo) No me gustan las marcas (se veía una especie de moratón en el brazo de alguien, seguramente en el de Marga) Pero sí me gustan las señales (se vio como Marga observaba pasar una estrella fugaz, y ella imitaba con otra estrella fugaz de juguete el movimiento que recorría la misma de un lado a otro. Y después se dio final con un cartel que decía “END” a esta particular sección de mejores momentos y peores de Marga) Y tú..., (refiriéndose a Montoya) tú también me gustas (en ese momento, tras mirarse un buen rato Montoya y Marga, el primero sin atreverse a decirle nada a Marga pero mirándola profundamente, llegó Rita con bastante apuro)
Rita: Buenas noches, buenas noches, perdón el retraso, ya estoy aquí (sin poder contener la risa por un momento) Madre mía, que salí tardísimo de la peluquería. Bueno... (tomando asiento en el sitio que quedaba libre en la mesa en la que estaban sentados Montoya y Marga)
Marga: Estás muy guapa (sonriendo a Rita)
Rita: Muchísimas gracias, me quería poner el vestidico de ayer, pero es que... la Sabinica me lo mugrientó todico. (sonriendo esta también a su prima y hablando de una forma muy rápida)
Marga: Pues sí
Rita: Señorita (llamando a la camarera) ¿a usted traernos un poquico más de nachos? Muchísimas gracias (la camarera se va a buscar lo que Rita ha pedido) Bueno... (sonriendo, nerviosa al hallarse en una reunión como aquella y a la vez contenta porque confiaba en que Montoya le dijera que sentía algo por ella...)
Montoya: Joder... (después de un rato mirando a Rita fijamente, pero sin atreverse a decir nada) Que... yo... Bueno, yo... Que llevo un tiempo confuso (Rita le miraba, mientras le sonreía, con ternura) Bueno, en realidad creo que he estado confuso toda la vida. Pero no sé... La confusión desaparece... en una fracción de segundo (decía, mientras miraba a Marga. Acto seguido, le cogió las manos a Rita) Rita, yo... quería decirte que... que gracias. Por tus consejos..., por... hacerme ver tantas cosas... Por presentarme a Marga. Por empeñarte en que salga con ella. Porque... me muero por... por hacerlo (la cara de Rita cambió de la sonrisa a una cara de decepción, de seriedad)
Rita: Primica (Marga se hallaba emocionada ante las palabras de Montoya, y Rita le dio su enhorabuena mediante una sonrisa que sacó a relucir a pesar de su sentimiento de malestar interior) (Montoya por su parte separó su mano de las de Rita y la adjunto con las de Marga...) Voy-voy a ir un momentico..., voy a ir un momentico a la barra..., ahora vengo (disimulando una sonrisa, pero le costaba mucho mantenerla. Se dirigió a la barra, y se deprimió bastante, incapaz de mantener o disimular cualquier sonrisa, soltando su sufrimiento...)
Camarero: ¿Desea alguna cosa? (el que se hallaba detrás de la barra)
Rita: No, no quiero ná... (con desgana)
#375
carlinter_76
carlinter_76
16/05/2009 07:37

FRASES DRAMÁTICAS, LHDP CAP.95, 9ª PARTE



La siguiente escena tiene lugar en casa de Paco, con este y Mariano intentando ayudar a Povedilla en la medida de lo posible, ya que se hallaba en el suelo, prácticamente sin poder respirar, y según Paco y Mariano, afectado por uranio empobrecido que había contraído anteriormente metiéndose en una bañera con una sustancia negra que lo contenía...

Mariano: Pobre Povedilla...
Paco: Povedilla, tranquilo
Mariano: Levántale la cabeza (le colocó un cojín por debajo de la cabeza a Povedilla para que la apoyara allí, tras que Paco se la levantara para que Mariano pudiera colocárselo) Respira tranquilo, tranquilo
Paco: Tranquilo... Joder... (echándose las manos a la cabeza, preocupado) Hay que llamar al SAMUR
Mariano: Sí, que llamo, pe-pe-pe-pero que se nos va, que está morao, joder, que está más morao que un obispo vaticano...
Paco: ¿¡Quieres llamar ya, coño?! (desesperado) (Mariano marcó el número del SAMUR y esperó alguna respuesta por parte de ellos...) Joder... (observando a Povedilla, que se estaba asfixiando) Voy a hacerle el boca a boca, venga, coño, me da igual (le sujetó la boca a Povedilla y se acercó a él, pero este se apartó moviendo la cabeza a un lado en un acto reflejo) ¿Qué estás...?, eh, Povedilla, Povedilla (Povedilla empezó a gritar, nervioso por la situación en la que se encontraba, casi sin encontrar una dosis de oxígeno que llevarse a sus pulmones...) Shh, eh, eh, eh, vale, vale, vale
Povedilla: Inspector...
Paco: Vale
Povedilla: …,inspector... coja y despídase de mi familia, ¿vale? (no son las palabras exactas que dijo, pero sí aproximadas, costaba bastante entenderle) (costándole un mundo hablar) Inspector...
Paco: S-sí. ¿Qué?
Povedilla: Despídame de mi hija... (Paco le sonrió)Inspector... Mie-miéntale... Dígale que su padre murió en acto de servicio... Y-y-y...murió envuelto en un rocío como el que la voz de chopper...
(o algo parecido dijo, ya que esto tampoco se le entendía bien...)
Mariano: Joder, a tomar por culo. Nada, que me sale el contestador, Paco, que si tengo que decir uno, que si tengo que decir dos..., su puta madre, voy a llamar a Silvia (viendo que los del SAMUR no cogían el teléfono con la urgencia que necesitaban Paco y Mariano en aquel momento)
Povedilla: Y dígale a Rita... que siento no haberla tratado como se merece... que hay hombres mejores que yo y seguro que los va a encontrar...
Paco: Mire, ¿el SAMUR? (sujetando él en ese momento el teléfono móvil) Mire, tenemos una urgencia, se nos muere... ¿Oiga?
Povedilla: Y dígale que la quiero...
Paco: ¡Una urgencia, en serio, manden una ambulancia...! (mientras Povedilla se estaba asfixiando, y cada vez le costaba más respirar, estaba a punto de entrar en parada cardiorespiratoria...) Extremaunción... Extremaunción... (repitió, con el hilo de aliento que le quedaba)

Povedilla se estaba muriendo... Paco y Mariano esperaban impacientes a la ambulancia, y Mariano, para intentar aliviar la carga emocional de Povedilla antes de que llegase su final, le estaba realizando una extremaunción, que había pedido expresamente Povedilla...

Mariano: Hijo, te absuelvo de pescar tus tus, hijo mío y que dios... te acoja en su gloria por los siglos de los siglos, amén (se hallaba en posición de rezo, como si estuviera rezando al Padre Nuestro, solo que se encontraba rezando por la salud moral de Povedilla)
Paco: ¿Pero qué estás haciendo, mamarracho? Que tú no eres cura, coño, que-que-que metes los hocicos donde no te llaman, coño, que-que-que-que tú no puedes impartir sacramento, cojones (perdiendo los nervios con Mariano, ya que Povedilla se estaba muriendo y pensaba que Mariano estaba haciendo alguna de las suyas, y aquel no era el momento idóneo para ello)
Mariano: Vamos a ver, Paco. Paco, la santa madre iglesia reconoce que un laico pueda impartir la liturgia en caso de extrema gravedad, y este es un caso de extrema gravedad de cojones, Paco, y ha pedido Povedilla la extremaunción, así que arrodíllate. Arrodíllate... (Paco empezó a arrodillarse, afectado por ver a Povedilla en ese estado) y reza conmigo. Pon las manos bien (Mariano puso las manos entrelazadas una con la otra en posición de rezo, y Paco hizo lo propio) Ahí. Venga. En el nombre del padre, del hijo, y el espíritu santo, amén. (hablando tanto Mariano como Paco al unísono en estas palabras habituales de rezo de la iglesia) Padre Nuestro, Pa-Padre Nuestro que estás en los cielos (mirando a Paco seriamente mientras volvía a pronunciar estas palabras, ya que estaba muy fuera de los compases de tiempo con respecto a Mariano y no estaba pronunciando las palabras correctas. Paco miró a Mariano, con cara de tristeza, ya que sabía que Povedilla podía morir, e intentó corregirse y rezar a la misma vez que Mariano...)

Y con esto, se da fin a las frases dramáticas de esta semana, que han resultado ser las más largas de toda la temporada, y las que más páginas me han llevado por exponer de todo el recorrido de frases que llevo exponiendo a lo largo de todos meses, desde que comenzara con esto allá por Enero. Espero que hayan sido de su agrado. Si todo va bien, llegarán más frases la próxima semana, con el capítulo “Las Reglas de los Pacos”, que dataría del número 96 de “Los Hombres de Paco”

Saludos, paqueros/as
#376
carlinter_76
carlinter_76
26/05/2009 04:15
Las frases memorables vuelven una semana más, con las acontecidas en el capítulo 96 de “Los Hombres de Paco”, “Las reglas de los Pacos”. Las frases cómicas son las primeras que entrarán en juego, como de costumbre, y a continuación irán expuestas las que me han parecido más graciosas en este episodio. En esta ocasión habrá algún intercalamiento de dramáticas e incluso alguna conversación relacionada enteramente sobre el caso, pero el contenido mayoritariamente es cómico.

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.96, 1ª PARTE



La siguiente escena tiene lugar en la sala briefing de la comisaría, en una reunión presidida por Don Lorenzo, para organizar los casos en juego en ese momento.

Don Lorenzo: ¿En esta comisaría quién asigna los casos? ¿Alguien está en contra de que yo asigne los casos en esta comisaría? (nadie respondió al comisario, quedándose todo el mundo quieto y en silencio, todos quietos exceptuando Povedilla, que estaba contínuamente poniéndose y quitándose las gafas para echar un vistazo a su vista y a su vez intentando eludir las preguntas de Don Lorenzo. Este pareció darse cuenta de ello y se dirigió a Povedilla) Povedilla, usted se infiltrará como nuevo capellán, es todo
Povedilla: Eh... Do-Don Lorenzo. (Don Lorenzo estaba saliendo de la sala briefing junto a Montoya, pero al oír a Povedilla, se paró y se giró para escucharle) Con... con todos mis respetos, Don Lorenzo, pero yo soy... católico confeso
Don Lorenzo: Sí
Povedilla: Y-y-y una infiltración en suelo sacro, eso es falso testimonio, que se...
Don Lorenzo: Se in-fil-tra (interrumpiendo bruscamente a Povedilla y haciendo especial hincapié en la palabra “infiltra”, pronunciando cada sílaba de la palabra con la mayor claridad posible) Y no me toque... los santísimos..., precisamente

En casa de Paco, se encuentran este, Mariano y Aitor. Los inspectores (Paco inspector y Mariano sub-inspector respectivamente) están en esos instantes dándole una charla a Aitor sobre precisamente las reglas de los Pacos, hecho que daría nombre al capítulo...

Paco: La primera. Somos un bloque. Un bloque compacto, sin fisuras. Pero si uno de nosotros mete la cabeza en un avispero... todos detrás
Aitor: Vale (diciéndolo casi en un susurro)
Paco: Eh, como un puto equipo de remo, ¿entendido?
Aitor: Entendido
Mariano: Segunda regla. Las reglas, los... los ADN's..., los análisis científicos..., están ahí (Aitor asintió con la cabeza) Pero los pálpitos existen. Y si tú tienes un pálpito lo dices y se investiga
Paco: Tercera. La ley existe, ¿mm?, y nosotros las respetamos. (Mariano levantó la mano como si estuviera prometiendo juramento como si fuera el acusado de algún delito en un juicio) Pero hay infiltraciones... y narcotizaje. De vez en cuando, muy de vez en cuando..., para... rellenar lo que puedan ser algunas lagunillas legales, que siempre también hay, eh
Aitor: Ya. Infiltración y narcotizaje
Paco: De vez en cuando, infiltración y narcotizaje
Mariano: Cuarta. No hay bronca, pelea, ni pelotera que tengamos nosotros, que las vamos a tener, que no se arregle con un platito de churros... o con una bolsita de sobaos (Paco miró a Mariano sintiéndose como orgulloso de él, con cara de satisfacción) ¿Está claro?
Aitor: Sí (en un susurro)
Paco: Y la última, y la más importante. Somos una familia. La familia. ¿Mm? Y... en las familias pues los miembros pues... se... se besan, se... se abrazan, se... se respetan... Pero si alguno de los miembros hay que meterle la cabeza en el retrete se le mete y punto, eh, porque... es de la familia. Y tú pues... eres de la familia
Aitor: ¿Eso es todo? ¿Ya soy de la familia? (sorprendido porque le aceptaran tan rápido, después de las broncas que le habían echado, sobre todo Paco al pensarse que tenía algo con Sara) ¿No-no tengo que... no tengo que andar por... por encima de brasas ni... ni comerme gusanos..., ni cortarme la punta de las yemas? ¿Soy de la familia, Paco?
Paco: Y en nuestra familia... tenemos por costumbre... que cuando ingresa un nuevo miembro... le damos un abrazo de cojones (Aitor se rió ante las palabras de Paco, estaba muy emocionado por lo que le estaba pasando y lloraba de la alegría que sentía en su interior) Gracias..., gracias (mientras se abrazaban)
Mariano: Ven aquí anda, niño (él también abrazó a Aitor, y en esta ocasión con el brazo que le quedaba libre, invitó a Paco a unirse al abrazo y acabaron abrazándose los 3 a la vez)
Paco: Bueno, venga, vale, vale, vamos a... (y los tres se separaron y dejaron atrás ese momento tan emotivo que estaban pasando, intentando centrarse en otras tareas) a-a-a-a reventar los cementerios tóxicos
Mariano: Que-que vaya el niño por delante
Paco: Sí (Aitor se plantó en el umbral de la puerta de la entrada a la casa, a la espera de Paco y Mariano)
Mariano: Y así vamos nosotros haciendo abanico
Paco: Sí, lo único que nos falta a nosotros un abanico en-en-encima de la bicicleta esta, esto es una mariconada de bicicleta, cojones
Mariano: Paco, me la han dado, coge los cascos. Venga, tira (una vez Paco hubo cogido los cascos de encima de una de las mesas de la cocina, los tres salieron de allí, intentando llevar la bicicleta al exterior, que cabía milagrosamente por la puerta)
Paco: Vale. ¿Te-te ayudo, puedes girar eso?
Mariano: A ver si sale esto, no sé, es muy larga, coño (llevaba razón, era una bicicleta diseñada para dos plazas en vez de lo normal que sería una)
Paco: Ya te lo digo, una-una mierda de...
Mariano: Bueno, es lo que me han dado, Paco, cojones, hijo, le vas poniendo pegas a tó

En la siguiente escena, Aitor se dirige con su bicicleta (la suya si es de un solo pasajero) hacia el borde de un precipicio en una montaña y se baja allí, y observa a lo lejos a un grupo de hombres, presumiblemente mafiosos, hablando de sus negocios. Da el visto bueno a Paco y Mariano, que van los dos montados en la bici de dos plazas, para que acudan a su posición, indicando que esa área está despejada

Aitor: Vamos
Mariano: Para, Paco, que..., para,para,para,para,para..., que estoy desfondao, Paco..., que me he ahogao con la cuesta, Paco, que me ha dado una pájara (se vio obligado a dejar de pedalear a causa de su malestar)
Paco: Venga ya, coño
Mariano: Pedalea tú (cuando Paco iba a empezar a pedalear, Mariano sin querer soltó un... pedo) Dios... (tosió)
Paco: Joder...
Mariano: Paco, coño,... que me he tragao el pedo entero, Paco, que me ha retumbado en mi cara, me ha retumbao el casco y todo, (mientras tanto Aitor insistía en llamarles) que me ha puesto rubio
Paco: Coño, si es que me dejas todo el esfuerzo a mí, pos claro, los músculos responden, cojones (Mariano reanudó el pedaleo y con el pedaleo conjunto entre Paco y Mariano lograron bajar por la cuesta hasta donde se encontraba Aitor, aunque no sin dificultad precisamente...)
Mariano: Ahí, para,para,para,para,para,para,para, Paco, para
Paco: Coño, ya está bien, coño (lograron frenar y se bajaron de la bici, se iban a juntar con Aitor pero este les dijo con la mano que esperasen allí, que no se acercaran demasiado todavía. Cuando lo consideraron oportuno, se acercaron y vieron que estaban transportando uno de los bidones azules que estaban siguiendo...)
#377
carlinter_76
carlinter_76
26/05/2009 04:18

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.96, 2ª PARTE



En otro lugar, en un convento de monjas, están infiltrados Povedilla y Sara, el primero como capellán y la segunda como novicia. Povedilla mantiene una conversación con uno de los capellanes y Sara con una señora que vendría a ser la madre superiora del convento

Capellán Rodrigo: Aquí tienen las sagradas escrituras, así podrán seguir la lectura
Povedilla: Claro
Capellán Rodrigo: Están hechas a mano por miembros de nuestra congregación
Povedilla: Anda (el capellán cogió una de las biblias que había en una caja que anidaba en el pasillo que estaban recorriendo y se la entregó a Povedilla) Mmm... (como acordándose del libro al leer su título. Se lo entregó a Sara, que estaba a su lado)
Sara: Gracias
Trinidad (la madre superiora) Por aquí (conduciendo a Sara a otra parte del edificio, mientras Povedilla y el capellán iban por detrás de ellas)
Povedilla: (había cogido otro libro de aquella caja y andaba observando su portada) Si es que soy más del concilio vaticano primero que del segundo, ¿sabe usted? Hombre, ya-ya se sabe que segundas partes nunca fueron buenas, claro
Trinidad: Ya debe de haber vocaciones nuevas (o algo así le dijo, se que lo último es “vocaciones nuevas”, lo demás no estoy seguro del todo desgraciadamente en esa frase...) (se dirigía a Sara, que iba a su lado)
Povedilla: Y... eh... Ratzinger... bien. Un poquito demacrado, ¿no? Pero bien, pero bien, bien. Hombre, mm,mm... ,no es un Juan Pablo Segundo, pa que nos vamos a engañar, esto...
Trinidad: (a Sara) Tienes carita de ángel. Tienes cara de no haber roto un plato en tu vida
Sara: Sí, la verdad es que sigo un código moral muy severo, hermana. Creo en la virtud de... la obediencia, (se vio un flashback que representaba a Don Lorenzo diciéndole esto a Sara a voz de grito prácticamente “¡Que clausures, coño!”) de la prudencia..., (otro flashback representaba el momento en el que Sara y Aitor se estrellaban con un coche, con Sara como conductora, en el intento desesperado de escapar del secuestro al que les tenían sometidos unos asesinos) y de la castidad (un último flashback recordaba un momento en el que Sara y Aitor se habían besado apasionadamente)
Povedilla: Bueno, y en-en Palencia, que yo soy de... de allí, de Pal- somos muchísimo de-de fumata blanca. No, en mi casa la fumata blanca se seguía más que la Eurocopa. Sí (el capellán se quedo parado un momento, mirando a Povedilla extrañado, pero sin decirle nada, no se sentía incómodo ante aquella situación y siguió su camino, en esta ocasión sin Povedilla acompañándole, que se quedó parado en el sitio observando como se marchaba el capellán, incapaz de comprender porqué estaba como estaba)

En el convento, tiene lugar también la siguiente escena, en un amplio comedor, con una mesa gigantesca en el medio, con monjas sentadas en cada uno de los asientos, y Povedilla como capellán ocupando uno de ellos, el capellán Rodrigo leyendo la biblia en voz alta, y Sara como novicia sentada al otro lado de Povedilla...

Capellán Rodrigo: Porque él la estableció superior a los mares... y la colocó más alta que los ríos. (paso de página en el libro, supuestamente la biblia) Te glorificaré, oh, señor, por haberte declarado protector mío...
Povedilla: (hablando en voz baja a una de las monjas que estaba sentada al lado suyo) ¿Y lo del opus dey? ¿Y-y-y lo de los legionarios de Cristo? En mi confianza le digo yo que... vaya percal. ¿Y lo de la mujer, eh, que puede ser policía, puede ser,... ministra de defensa, puede ser registradora de la propiedad...? Pues no puede ser sacerdote ahora (la madre superiora Trinidad agitó una campana para que sonara en todo el comedor y que todo el mundo allí presente prestara atención)
Trinidad: El nuevo hermano tiene la bondad de bendecir la mesa. Hermano Jose Luís... (se refería a Povedilla, y este al ver que todo el mundo se le quedaba observando, esperando una reacción suya, se puso algo nervioso y miró a Sara en busca de una solución, pero no consiguió nada. Intentó, por lo tanto, improvisar)
Povedilla: Ah, que... Claro. (se levantó precipitadamente de la silla, tanto que casi se tropieza. Carraspeó para tomar impulso y decir con la mayor firmeza que le fuera posible algunas palabras) In nomine patris, excilie, espiritu santi... (todo el mundo presente en la sala se levantó y empezó a hacer el rezo característico del Padre Nuestro mientras repetían las palabras que había pronunciado Povedilla, en acento italiano, y sin que le dieran tiempo a concluir) En nombre del padre, del hijo, del espíritu santo... (haciéndolo en español en esta ocasión, pero sin que le dejaran nuevamente tiempo suficiente para terminar el rezo por completo, viéndose abrumado por aquella reacción de los feligreses) Por la señal de la santa madre... (se vio obligado a detenerse, ante el carraspeo exagerado, sin duda señal de aviso para que se frenara, que le profirió la madre superiora) Señor, bendice estos alimentos que... vamos a tomar..., que rico todo..., que alegría. A comer, que... (hizo un gesto como si se estuviera llevando un alimento a la boca) que se enfría (Sara le hizo un gesto negativo con la cabeza, con un gesto serio en su rostro) Amén (y volvió a sentarse en la silla)
Capellán Rodrigo: Ármate y embraza el escudo, y sal a defenderme. Dios mío, proclamo...
Sara: Me he enterado de que una de las hermanas falleció hace un par de días
Trinidad: Sí, Sonsoles... Aún la veo, la pobre..., sentada ahí mismo, donde estás tú..., leyendo su biblia
Capellán Rodrigo: Juzga, oh, señor, a los que me dañan, bate a los que pelean contra mí...
Trinidad: Decía que la comida llenaba los estómagos..., y los evangelios las almas
Capellán Rodrigo: ...hice yo a mi corazón, lo miraré sobre mi conducta para... no pecar con mi lengua (en ese momento, cayó al suelo, y todo el mundo allí presente se alarmó, pero no tardó la madre superiora en intentar poner orden allí)
Trinidad: Tranquilas, sentaos (ya que prácticamente todo el mundo se había puesto en pie) Le ha pasado más veces, será una bajada de tensión. Hermana Ana, avise a una ambulancia (la señora a la que se refería la madre superiora se levantó de su asiento y se fue de allí a cumplir con la petición de la madre superiora)
#378
carlinter_76
carlinter_76
26/05/2009 04:19

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.96, 3ª PARTE



Mientras tanto, en los exteriores, en una explanada, Aitor, Paco y Mariano organizan un plan. Aitor entretiene a los mafiosos de los bidones, y Paco y Mariano van a investigar una excavadora que tienen estos hombres al fondo, para ver si hay alguna clase de prueba que los pueda inculpar de algún delito. Una vez situados, Aitor comienza a hablar con los mafiosos, y Paco y Mariano esperan el momento oportuno para emprender la marcha hacia la excavadora...

Aitor: ¡Oye, amigo! (llamándoles desde lejos, llevando la bici consigo. Para asegurarse de que los mafiosos supieran quien les avisaba, levantó la mano) Joder... Venga, Paco... (los mafiosos fueron hacia él) ¿Qué tal, cómo va eso?
Paco: Corre, Mariano, corre, vamos, vamos (apurándole para que fuera hacia la excavadora en aquel momento, ya que era el idóneo, nadie les observaba en aquellos instantes. Mariano empezó a correr, y Paco le siguió detrás)
Aitor: Que creo que... que me he perdido, ¿habéis visto a... a dos ciclistas así... fondones, (haciendo un gesto como de corpulencia con los brazos) bajos de... de forma?
Paco: Venga, Mariano, busca (una vez hubieron llegado a la excavadora, y se hubiese subido Mariano en ella)
Mafioso 1: ¿Qué hace usted aquí, eh? Este lugar es propiedad privada (se lo dijo eso sí, en un perfecto italiano, lo redactado aquí es una traducción aproximada de lo que dice)
Aitor: ¿Italiano? Anda, (sorprendido) mira... Yo españolo, españolo. Ciclista, como Pantani, (mostrándoles la bicicleta) eh, el pirata. Bono ciclista, bueno, le-le-le daba un poquito a lo que es al dopping, bastante pero... pero-pero bueno, u-u-un bono ciclista, eh
Paco: Mierda, mierda, joder... Venga, coño, que no tenemos tiempo, joder, Mari... (observó a Mariano, que se estaba comiendo un bocadillo, y se detuvo de pronto en lo que estaba diciendo, sorprendido por ver a Mariano hacer aquello) ¿Se puede saber qué cojones haces?
Mariano: ¿Eh?
Paco: Joder, que estamos en un operativo, eh, y te estás comiendo la merienda de-de un presunto contaminador radioactivo, cojones, no lo entiendo
Mariano: Paco, tiene albal, y el albal aisla, Paco, aisla, coño, yo estoy desmayado, joder, que me ha dado la pájara
Paco: Trae el bocadillo (subiéndose él también a la excavadora e intentando quitarle el bocadillo a Mariano, pero sin éxito)
Aitor: Espera...,excusati, excusati... (les dice a aquellos hombres, en vista de que recibe una llamada a su móvil, llamada que resulta ser de Sara. Coge la llamada y se gira, poniéndose de espaldas a los mafiosos) Sara..., Sara, Sara, escúchame, ahora mismo no puedo hablar, ¿vale?
Sara: ¿Me dices que mi matrimonio está acabado y ahora no puedes hablar conmigo? Pues vete a la mierda, Aitor, ¿me oyes?
Paco: Suelta el bocadillo ya de una puñetera vez (en sus intentos por arrebatarle el bocadillo a Mariano, activó sin querer una palanca que puso en marcha la excavadora y empezó a dar vueltas de un lado a otro sin control. Mariano y Paco, en medio de una serie de gritos inteligibles, se pedían el uno al otro que pararan la excavadora cuanto antes, pero no les era nada fácil con el movimiento sin descanso al que estaba sometida la excavadora)
Aitor: Sara, escúchame, te llamo en 5 minutos
Sara: No, no quiero que me llames. Ni quiero volver a verte, ni quiero hablar contigo y mucho menos quiero que me beses, ¿te enteras? (estas últimas palabras de Sara las oyó la madre superiora Trinidad, que apareció en aquel momento detrás de ella. Sara colgó la llamada y se giró, dispuesta a marcharse de allí, pero en ese momento vio a la madre superiora justo delante suyo)
Trinidad: Creo que le voy a tener que recordar algunas normas básicas de las hermanas de clausura, Miranda (tendiéndole la mano, para que le entregase el móvil, cosa que Sara hizo sin rechistar)
Aitor: Excusati, excusati, eh (dirigiéndose a los italianos. En ese momento observó al fondo la excavadora, que daba vueltas sin parar y se alarmó.
Mariano: Tranquilo, que yo tengo el carné B-1, el B-2 y el de vehículos con remolque (le decía a Paco en el interior de la excavadora, en pos de calmarle
Aitor: Que mira, mira, mira (señalando a los mafiosos la colina por la que antes estaban él, Paco y Mariano observándoles) Eh, eh... nosotros bajamos por a- por a-por ahí arriba y bajaba con ellos, lo que pasa que... (se vio interrumpido ante un estrépito de la excavadora, estrellándose su garra en el suelo, y ello provocó el inevitable vistazo de los mafiosos hacia el lugar donde se hallaba la excavadora)
Paco: ¡Deja de dar a los botoncitos, Mariano, coño, que están los tipos radioactivos por ahí! (o algo similar le dijo, ante los ruidos contínuos de la excavadora al impactar contra el suelo era complicado adivinar lo que decían. El hombre italiano dijo algo en su idioma, como preguntándose quienes eran los que estaban montados en la excavadora)
Aitor: Esos son mis... mis dos amigos, que... que han subido a la excavadora para descansar, eh
Paco: ¡Páralo ya, coño, páralo, Mariano! (la excavadora seguía dando tumbos)
Mariano: ¡Espérate, que se va y se viene, yo no sé a que le doy! (Aitor aprovechó el descuido de los mafiosos mirando a la excavadora para salir por patas de allí con la bicicleta. Uno de los hombres desenfundó su arma y fue a disparar ipsofacto a Aitor, pero el otro le detuvo inmediatamente)
Mafioso 1: (el 2 era el que había desenfundado el arma y apuntado a Aitor) Eh, eh, eh, eh, yo me encargo. Venga, tú por los bidones y yo por seguridad, ¡al diablo!
Paco: Mariano, para (observó que uno de los mafiosos iba a por ellos)
Mariano: Joder... (desesperado, al no lograr parar la actividad de la excavadora)
Paco: ¡Vamos, que están tirando de escopetas, coño, vámonos, vámonos, tira! (salieron de la excavadora y lo más rápido que pudieron se montaron en la bici bi-plaza y salieron pedaleando de la explanada como bien podían...)
#379
carlinter_76
carlinter_76
26/05/2009 04:23

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.96, 4ª PARTE



Paco, Mariano y Aitor se hallan ante la antesala de la sala de interrogatorios, observando al sospechoso que han llevado detenido a comisaría, uno de los implicados en el caso de los bidones de uranio empobrecido.

Paco: La mismísima camorra. Joder... Hemos metido entre rejas a un miembro de la mismísima camorra, dios... (llevándose su famoso pañuelito a la boca, en señal inequívoca de angustia)
Mariano: Esas son palabras mayores, Paco. Yo he oído que esta gente te-te hacen unos mocasines de cemento, te tiran al Manzanares y se quedan tan a gusto
Paco: Bueno, no-no nos acojonemos. Vamos a entrar ahí y-y le sonsacamos a-a-algún nombre, hacemos la de poli bueno y poli malo
Aitor: ¿Qué cojones la de poli bueno, poli malo, Paco? Que esta gente es la puta camorra (señalando al detenido con la mano) Que este tío... este tío se os mea en la cara. Con esta gente lo único que funciona es la de poli cabronazo o poli hijo de la grandísima puta
Paco: Hombre..., visto así pues... Tú eres el hijo de la grandísima puta (dirigiéndose a Mariano)
Aitor: Eso es
Mariano: Yo. (en tono de duda)Yo-yo no, Paco, coño, ¿cómo voy a-a-a ser yo hijo de la grandísima puta?, yo no- yo no..., yo no doy, como mucho doy de... de poli cabroncete... tocapelotas..., pero sin maldades, de hijo de la grandísima puta haz tú que tienes la mirada más turbia (dirigiéndose a Paco)
Paco: ¿Yo? ¿Que yo tengo la mi...? Hombre, yo- si yo tengo la mirada turbia es porque necesito ir al oftalmólogo, pero yo no doy de hijo de la grandísima puta vamos
Mariano: Bueno, pues llamamos a tu suegro
Paco: Sí, ¿por qué no al mismísimo Ministro del Interior? (en tono irónico) Joder... Un actor (tras unos segundos de silencio, reflexionando y mirando al mafioso detenido) Eso es, necesitamos un actor que...
Aitor: No (interrumpiendo a Paco)
Paco: ...que de- que de el tipo...
Aitor: No, Paco, no, (volviéndolo a interrumpir) ni un actor ni leches. A este tío lo acojonamos nosotros solitos. Joder... A ver, el plan... es que vosotros dos... os hacéis pasar por polis corruptos. Y cobráis por hacer la vista gorda por los vertidos. Claro, coño, como los policías de Coslada, pues igual. Este tío nos tiene que ver más mafiosos que a él mismo. Seguro que se acojona
Paco: Mariano (indicándole que fuera entrando a la sala de interrogatorios con el sospechoso)
Mariano: Joder... Joder, si es que cada vez me-me pedís más registros interpretativos, que-que yo no soy Javier Bardem, coño, que-que-que-que o sea, tengo que hacer de poli hijo de la grandísima puta y ahora encima corrupto. (Aitor y Paco le asintieron prácticamente al unísono) Pues no me va a salir, es que no me sale

Paco y Mariano entran a la sala de interrogatorios y ponen en marcha el plan establecido en su conversación anterior. Mariano se encargaría de hacer de policía corrupto, empleando el tono más serio posible para intentar extorsionar al mafioso, mientras Paco permanecía por allí cerca, y Aitor iba observando desde el exterior de la sala de interrogatorios los hechos y escuchando la conversación, que primeramente tuvo lugar entre Mariano y el mafioso...

Mariano: Bueno, bueno, bueno... Has meado en nuestro territorio... y a nosotros no nos gusta... que nadie mee en nuestro territorio sin nuestro permiso. Vosotros, los italianos... venís aquí con vuestros espaguetis, vuestro... puto Berlusconi... vuestras ragachas... y no demostráis ni un poquito de respeto... Pero aquí en San Antonio... ya hay un capo... Un grandi capo de tuti capo... ¿Tú capichi? (se empezó a mear literalmente de risa el mafioso. Mariano observó a Paco, pero este le negó con la cabeza, como diciéndole que no le hiciera caso y siguiera) Muy bien. Te voy a explicar como funcionan las cosas aquí, en San Antonio..., antes de que acabes en el anatómico forense. Si queréis seguir vertiendo resíduos tóxicos..., nos vais a tener que pagar..., ¿está claro?
Mafioso: ¿Tú crees que puedes extorsionarnos? (Mariano cogió un puro, lo encendió y le dio una calada. Al instante empezó a toser) Va fancú
Paco: Mariano... (cuando Mariano, después de unos prolongados segundos, dejó de toser) deja de fumar y ven
Mariano: Joder, Paco... que me mira fijamente y me hiño, Paco... Coño, Paco, que este es capaz de arrancarme los huevos, ponérmelos de corbata y comerse... unos rabiolis como si tal cosa, Paco...
Paco: Venga, venga, (hablándose en voz baja mútuamente para que el mafioso no les oyese) tranquilo, Mariano, que lo estás haciendo bien. No fumes, eh (Mariano asintió con la cabeza) y no sobreactúes. Y ahora lo que tienes que hacer es lanzarle un órdago, a la línea de frotación, directo a línea de frotación y tranquilo que lo estás haciendo muy bien, vamos (Mariano se dirigió de nuevo al mafioso, dispuesto a proseguir con el plan estipulado...)
Mariano: Si queréis que hagamos la vista gorda... (dijo, dando un golpe en la mesa para que el mafioso le prestara atención, intentando intimidarle) vais a tener que pagarnos..., ¿está claro? Queremos una reunión con tus jefes... para acordar las condiciones. ¿No dices nada? (en vista de que el mafioso se mantenía en silencio) Dí algo. Dí algo, cojones (cada vez con tono más elevado)
Mafioso: ¿Tú quieres que yo parle? Que yo cante... (tanto Paco como Mariano asintieron con la cabeza) ¿Mm? Para que yo cante... ustedes tienen que bailar. ¿Eh? A ver, ¿cómo bailan los dos? Pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa (haciendo como que tarareaba una canción y dando palmas a la vez para dar un ritmo al tarareo del que hacía gala el mafioso, burlándose de Paco y Mariano) (a continuación dijo algo en italiano que por desgracia no lo comprendí bien) Nosotros no vertimos residuos tóxicos. Los bidones son de óleo, aceite de oliva..., lo importamos desde Italia..., ¿al capito? (perdiendo la paciencia, Aitor en aquel momento entró en la sala de interrogatorios, al ver a su vez que prácticamente el plan que estaban ejecutando Paco y Mariano no estaba dando resultados satisfactorios)
Aitor: Vamos a ver, gilipollas, (dando un sonoro golpe en la mesa) aceite de oliva, ¿no? Sí, muy bien (viendo que el mafioso le asentía con la cabeza) Entonces no te importará que el agua que te has bebido esté mezclada con tu aceite..., o con uranio empobrecido (el mafioso se pasó las manos por la boca, intentando secársela) Tú ya estás muerto. Primero notarás mareos y sudor frío..., seguido de dilatación de pupilas..., visión borrosa..., y un dolor horrible en el puto estómago, tío. Fuertes convulsiones..., vómitos... (el mafioso miró a Paco y Mariano, que le miraban con pose de autosuficiencia, mostrándose como seres superiores, que lo tenían todo a favor del sospechoso y que este no tenía ninguna oportunidad de reproche) y la muerte. Así que te quedan exactamente... 5 minutitos. Mira, te cambiamos... una reunión con tu jefe... por una ambulancia
#380
carlinter_76
carlinter_76
26/05/2009 04:24

FRASES CÓMICAS, LHDP CAP.96, 5ª PARTE



En el convento de monjas tiene lugar la siguiente conversación entre Povedilla y Aitor, el último al que ha pedido Don Lorenzo que se personificara en el lugar...

Povedilla: Aitor, me tomas el relevo, yo (le entregó a Aitor la biblia que estaba sujetando) me voy y tú te vas a quedar con mi vacante
Aitor: No, no, no, no, porque no he venido para quedarme. Don Lorenzo lleva horas intentando contactar con Sar...
Povedilla: (interrumpiendo a Aitor) ¿Y qué, y qué?
Aitor: Povedilla, Povedilla, (interrumpiéndole antes de que dijera nada más) la monja muerta ingirió la droga por vía oral, tenía los dedos y las encías afectadas, así que escúchame. Tenéis que controlar la cocina, quien manipula los alimentos, quien los trae, de donde vienen, ¿estamos?
Povedilla: Como si vienen de Burkina Faso, ¿me entiendes? La-la madre Avadesa (o un nombre similar dijo) me tiene preparado un juicio sumarísimo, que me ha-ha-ha- me ha colgao e-e-el San Benito de amancebador de novicias. (Aitor se giró de espaldas a Povedilla y cerró los ojos, como clamando paciencia) Aitor, Aitor que ha llamado al arzobispo pa que venga a hacerme el tercer grado, versión pontificia
Aitor: ¿Y qué, y qué?
Povedilla: ¿Cómo que y qué?
Aitor: Tú te has infiltrado. ¿Te has infiltrado o no? (repitió, en busca de una respuesta precisa de Povedilla)
Povedilla: Sí, sí, sí...
Aitor: ¿Entonces a tí qué coño te importa si viene el arzobispo o el esquiva de Balagué? Tú les dices lo que quieren oír y punto. Povedilla, escúchame (andaba mirando para otro lado, angustiado y abstraído)
Povedilla: ¿Qué?
Aitor: Te absuelven y fuera
Povedilla: Vamos a ver Aitor, Aitor, Aitor, Aitor, Aitor, se creen que me beneficio novicias y que luego me echo un piti para bajar el coito aquí en-en-en- en el picadero de la celticia, hombre, que-que llevo-llevo-llevo una-una hora, (cogió la bilbia que le había dejado a Aitor, que en ese momento reposaba encima de una mesa) una hora leyendo la biblia (dice, mientras va pasando las páginas de la biblia precipitadamente buscando algo) y no hay, no-no hay... no hay un puñetero resquicio al que me pueda agarrar para pedir la purga. Yo me planto, ¿está claro? (tendiéndole otra vez la biblia a Aitor) Me- cuelgo los hábitos, devuelvo el escapulario, los votos y zanjo la infiltración (con sus efectos personales en una mochila que se había llevado al convento, la cogió, y fue a salir de allí, cuando Aitor le retuvo agarrándolo de un brazo)
Aitor: Ven aquí. Tú no vas a zanjar una mierda. Hay una persona muerta, otra en la UCI, y no sé cuantas más puede haber. Así que vas a seguir con la infiltración hasta que descubramos donde está la puta droga. ¿Estamos? (intentando asimilar lo que Aitor le iba diciendo, con gran dificultad Povedilla acabó por aceptar lo que le pidió Aitor, viendo que era lo mejor por defender la integridad de los inocentes de aquel lugar. Lanzó la mochila a la cama y se sentó en la cama de la habitación, indignado)
Aitor: Oye
Povedilla: ¿Qué?
Aitor: ¿La novicia era Sara?
Povedilla: Sí
Aitor: ¿Y qué hacía Sara en tu celda?
Povedilla: Nada. Nada, nada, pues que... ,hablar. Hablábamos... pues de nuestras cosillas...
Aitor: ¿A la 1 de la mañana? (interrumpiendo a Povedilla)
Povedilla: Ya, ya, no, no. Es que la-la... la percepción del tiempo aquí entre muros es muy diferente que la del exterior, ¿sabe? Claro, claro, que si la maintine, la angeluz, (no sé si dicen exactamente “maintine” y “angeluz” pero sino desde luego es algo muy parecido) pues... claro, claroç
Aitor: ¿Y de qué hablábais?
Povedilla: Eso no te lo puedo decir. Vamos a ver, (seguía hablando después de la mirada que le dirigió Aitor, que no parecía indicar nada bueno) es que yo llevaba puestos los hábitos credicales, ¿entiendes?, que- y eso pos-pos podría entrar perfectamente dentro de lo que es el... el secreto de confesión (en ese momento empieza a sonar una campana en algún lugar del convento)
Aitor: No me jodas. No me jodas, Jose Luís, no me jodas, eh
Povedilla: Sí (Aitor va a salir a toda prisa de la habitación, en busca de Sara) Ai-Aitor, Aitor-Aitor, Aitor, espera, qu-que-que... (cuando se lo encuentra fuera ya es demasiado tarde, nada más salir de la habitación Aitor se encontró a Sara justo delante suya, y Povedilla presenció ese hecho...) Bueno, yo-yo si eso voy... tirando para el matadero..., ¿vale?
Anterior 1 2 3 4 [...] 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Siguiente