LHDP - ROL Capítulo 18
El C18 marca el comienzo de la recta final del ROL.
La 4ª temporada pondrá final a una gran historia que lleva desarrollándose más de un año, y a la que aún, le queda mucho (y lo mejor) por contar.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>Carlinter_76
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Lukiando
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Reyes Sánchez Bilbao)>>Marsea
• (Dr. Decker) >>Bryan-Derek
• (Gregorio "Goyo")>>Dain
• (Lis Peñuelas)>>Dain
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Arcadio Claus)>>Sauker
• (Hermenegildo XXXVIII)>>Avataryl
• (Querubina Iluminada)>>Martinyfelix
• (Emiliano Salido)>>Rubén16
• (Dr. Pascual Dapena)>>Avataryl
• (El Maestro)>>Meli-esdm
- INTERVIENEN -
• (Rasputín Verenguer) † >>Sauker
• (El Químico)>>Bryan-Derek
• (Manuel Delgado)>>Rubén16
• (Fiti Bragueta & Sandra Millán)>>Sauker
• (Claude & Charlotte)>>Sauker
• (Inspector Olmo)>>Avataryl
• (Agapito Elano)>>Bryan-Derek
• (Bruce Willis)>>Avataryl
Cortinilla, realizada por Avataryl:
1er Tráiler, realizado por Sauker:
2º Tráiler, realizado por Avataryl:
3er Tráiler, realizado por Sauker:
SINOPSIS
Los agentes de San Antonio retiran el cadáver de Rasputín Verenguer (Sauker) de las escaleras del aparcamiento de la clínica. Según parece, el doctor resbaló y al recibir la caída murió en el acto, pero al comisario le inquieta que tuviera la cabeza completamente del revés.
Fiti, Claude, Charlotte y Sandra (Sauker) regresan de la clínica a su hogar, llorando la muerte del doctor. Fiti tendrá que dividir su tiempo, y junto con ver el Mundial, tendrá que encargarse de ejercer de cabeza de familia para tomar una decisión que cambiará sus vidas para siempre.
Ahora que Aitor Carrasco (ruben16) por fin ha conseguido la placa y conquistado a Silvia (meli-esdm) su prioridad será descubrir qué le pasó a Kike (BryanDeReK). Don Lorenzo (Avataryl) ha desmantelado la investigación y prohibido que nadie siga indagando, por lo que el agente tendrá que realizar sus pesquisas en secreto.
La sospecha de que "El Químico" (BryanDeReK) podría ser la persona que ordenó la ejecución de los policías aterrorizará a Mariano (BryanDeReK), que además se sentirá responsable por haberle permitido escapar de los calabozos. Además, el subinspector deberá hacer frente a las consecuencias del doble asesinato que perpetró durante la estancia en la clínica…
Después de renunciar a las armas y la violencia, Félix (Avataryl) se considera otra vez merecedor de compartir su vida con Lola (martinyfelix). Sin embargo, pronto descubrirá que su futura esposa ha sido secuestrada de nuevo, y cuando comience a buscarla, su compromiso pacifista se pondrá a prueba por primera vez…
El inspector de la Interpol, De Gaulle (Sauker), se ha convertido en un marido soso y aburrido y para colmo, muy a menudo, sufre ataques de ansiedad y amagos de infarto. Pese a los consejos de Marina (Meli-esdm), declinará la posibilidad de encontrar un nuevo médico de cabecera que le trate, avergonzado por los problemas que le aquejan a su temprana edad. De Gaulle sospechará además que Marina tiene un amante. El francés encontrará en Félix (Avataryl) todo el apoyo que necesita para descubrir al posible amante de su mujer y, de paso, superar los baches que le amargan la vida.
Abrumado por los últimos acontecimientos, don Lorenzo (Avataryl) recordará a Félix (Avataryl) lo que acordaron en París, y el comisario se someterá a la terapia del psicólogo. Gracias a esto, el comisario superará poco a poco su pesadumbre y recuperará la fortaleza y energía que le caracterizan. El deseo por Marina Salgado (meli-esdm) aumentará desproporcionalmente, y llegará un momento en el que no logrará refrenar la pasión que siente por la comandante…
Después de presenciar la muerte de su amiga Amaia (mitchie) , Goyo y Lis (Dain) deberán decidir finalmente con quién está su lealtad cuando el inspector Olmo de Asuntos Internos vuelva a contactar con ellos. Antes de reanudar su trabajo en la comisaría, a los dos becarios se les concederá una excedencia para que puedan superar la pérdida.
A la hora de realizar una autopsia, Silvia (meli-esdm) confesará que el trabajo le sobrepasa, y que no podrá seguir encargándose de todo el apartado científico de la comisaría sin ayuda. Pronto contratarán a otro forense, llamado Decker (?), para que trabaje con Silvia (meli-esdm). Probablemente, esto no agradará a Aitor (ruben16)...
Después de una semana de baja, Paco Miranda (?) volverá a la comisaría... La comisaría recibirá la noticia de que han sido hallados dos cadáveres en una cueva. Algunos agentes se desplazarán hasta allí para investigar. Y así es como dará comienzo el caso más difícil al que San Antonio se haya enfrentado jamás...
Cabecera, realizada por Avataryl:
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La joven acababa de entrar en la sala de tiro, y no había hecho más que ponerse las orejeras y cargar el arma correspondiente cuando la voz de Jose Luis Povedilla resonó por toda la comisaria anunciando la primera reunión del día. Bufó, lamentando no poder desfogar toda la adrenalina que tenía acumulada desde lo acontecido hacía tan solo unas horas. Se juró volver más tarde y vaciar el cargador contra uno de esos muñecos sin vida, puesto que rellenar informes no haría más que incrementar su pesar. Además, una nueva misión le ayudaría a lidiar mejor con la pérdida de Amaia.
Goyo
A la espera de la llegada de las ansiadas grabaciones de las cámaras de seguridad del parque, oyó la voz de Povedilla citando a los agentes en la sala Briefing. Sintió que aquel acto le reconfortaba, y un nuevo operativo le ayudaría a olvidarse de la pena. Se encaminó al lugar y llamó antes de entrar para ver el cuarto medio vacío. Aún así, se acomodó en una de las sillas de primera fila y se sentó, observando los intentos del comisario para activar un televisor. Justo entonces vio que la puerta se abría de nuevo, y el rostro de Lis se abrió paso. Fue entonces cuando al becario se le ocurrió algo para tratar de animarla.
- Ejem... ¿comisario? Me gustaría proponer una cosa... - enunció, intentando que no le temblara la voz. Don Lorenzo se había mostrado humano con ese tema, y había intentado consolarles - ...quisiera guardar un minuto de silencio sin nos les importa, en honor a la agente Mondragón.
Un luto más que merecido para su gato, Adolphe, y para el doctor Verenguer.
Obviamente sería el único, ya que ambos difuntos pertenecían al ámbito privado del francés.
Una vez llegó a la segunda planta, contempló su rostro en el cristal de la ventana de la sala Briefing, que tenía las persianas echadas.
Contempló su mirada, cansada, y tragó saliva, roto de dolor.
Tras llamar a la puerta, entró aparentando normalidad, pero tremendamente triste.
Monsieur De Gaulle
Disculpen el getgragso, no tenggo excugsa.
Me he visto envuelto en una emboscagda de magicognes.
Me asaltagon al salig de cagsa y me engañonagon con sus piguglos mansillagdos pog el pecagdo-alzó los brazos, tembloroso.
Tenggan cuidagdo... nos migan-arqueó las cejas, queriendo promover el miedo y la precaución entre los agentes.
Escuchó las palabras de Goyo, y soltó una carcajada.
Clago, y sacagmos una guitagga cantangdo el alelugya...
Nos bajagmos los pantalognes ¡y nos ponegmos a haseg el peggito cogmo si de homosengsuagles se tgrataga!-dio varias patadas junto al atril.
Déjegse de magiconagdas, Ggregogio...
Vengga, degme un abgragso, yo le apogyo, si ega una fugsia-le abrazó rodeado de silencio, todos le miraban.
¡Qué sí, que es paga animagle cogño!
Yo... ví sus migagdas fugtigvas cuangdo masticagba un cgroissant en la cafetegía...
¡No le digje nagda, ogjo!
La ví tan soligta, que diggo... en alggo tendgrá que pensag paga apañagse, la pobgre.
Hay que seg solidagio-denegó el minuto de silencio sin dar oportunidad de hablar al comisario, cruzándose de brazos y mirando al infinito.
El comisario torció el labio al escuchar la propuesta de Goyo y desvió la mirada, y De Gaulle aprovechó su indecisión para responder al becario. Cuando lo hizo, don Lorenzo se adelantó respecto al francés, carraspeando y en verdad más apenado por Goyo y Lis que por Amaia.
-Eh... No haga caso al inspector, Gregorio. Sólo está bromeando -aseguró con la voz bronca, dirigiendo una mirada asesina al francés-. Claro que guardaremos un minuto de silencio. Por Mondragón y por el doctor Verenguer. Pero... lo haremos mientras vemos la cinta -sentenció, y acto seguido alargó un dedo para presionar el botón que previamente Mariano le había señalado. A continuación, retrocedió unos pasos para permitir que los demás pudieran ver también el televisor y adoptó una postura firme y solemne. Mientras todos permanecían en silencio, la grabación de las cámaras del aparcamiento subterráneo de la clínica comenzó a proyectarse en la pantalla.
Por fin iban a saber qué le ocurrió a Rasputín Verenguer...
Párking
Un plano fijo de las escaleras por las que se acceden al aparcamiento aparece en pantalla, y unos dígitos de un blanco calavérico indican la hora en la esquina inferior derecha.
Transcurren los minutos, pero la imagen es siempre la misma y no sucede nada destacable; eventualmente, algún insecto atraviesa la pantalla, violando el silencio sepulcral pero difuso. Tranquilamente, el reloj sigue avanzando. La puerta que conecta el subterráneo con los pasillos de la clínica no se abre en ningún momento.
La grabación llega a su fin. La imagen se reduce a un punto de luz y la pantalla se oscurece. Rasputín Verenguer no aparece.
Las cámaras de seguridad nunca captaron la presencia del doctor...
Mariano:
-Debe de estar mal Don Lorenzo... ¿Seguro que puso la cinta correcta?... yo... creo que si eh...
El becario se levantó, preso de una furia enfermiza que se apoderó de todo su cuerpo al oír las sandeces que propagó De Gaulle. Sin embargo, antes de que pudiera hacer nada que supusiera el requiso de su puesto en la comisaría, Lis había corrido hasta él para frenarlo empleando todas sus energías.
Lis
- Goyo, por favor, no lo hagas - susurró, aunque su mirada estaba fieramente clavada en los ojos del francés, que disimulaba a la perfección su susto inicial provocado por la violenta reacción del becario. No obstante, aquello no quedaría así - Solo estaba bromeando - emfatizó la última palabra tras escuchar las tardías disculpas de Don Lorenzo - sobre la miopía de Amaia... porque hay que estar muy ciega - se aventuró - Para fijarse en alguien como él.
Luego los dos se sentaron, aunque la chica no apartó la vista de De Gaulle. El comisario disipó el ambiente aceptando el minuto de silencio mientras veían el vídeo, y el silencio se apoderó del lugar. Cuando éste llegó a su fin, los becarios se preguntaron cómo no habían captado las cámaras la presencia del difunto, justo cuando una corriente de aire les sacudió a todos y cerró la puerta de golpe.
-Perdone comisario... pero ahí no sale nadie. ¿No se suponía que había un cádaver? -Preguntó Povedilla inocentemente. -¿No tenía que aparecer el doctor? Aquel que vimos ayer en el laboratorio de la señorita Castro.
QUINTANILLA
Arrugó el papel formando una bola, y se lo lanzó a Povedilla aterrizando sobre su cabeza, y quedandónse allí postrado.
El francés le saludó con una mano, sonriente, y cuando el becario se giró para hablar con Lis, le hizo un fugaz corte de manga.
Contempló las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Se llevó una mano al rostro, cubriéndose los labios y viendo la cinta con sus compañeros con toda normalidad.
De vez en cuando, miraba a alguno de los presentes, para saber sus reacciones, ya que nadie aparecía en la grabación.
Rasputín debía de aparecer de un momento a otro...
Sin embargo, la grabación finalizó, y una vez más, miró a todos para saber de sus pensamientos.
Monsieur De Gaulle
Comissaige, ahí no apagese nagdie.
¿Me puegde explicag qué está pasangdo?-se cruzó de brazos, deseando una respuesta.
El comisario contemplaba la pantalla oscura del televisor con el mismo asombro que los demás agentes. En lugar de responderles, se acercó a los comandos, y esta vez, dada la urgencia, localizó el botón preciso sin ninguna complicación. Extrajo la cinta y, nervioso, la examinó entre sus manos. El letrero que figuraba en ella indicaba que la grabación comprendía un periodo entre las 20:00 y 21:00 horas.
Confuso, don Lorenzo sacudió la cabeza y, expresando sus pensamientos en un tenue e inaudible balbuceo, introdujo la cinta de nuevo en el reproductor y avanzó la grabación velozmente. Después, la rebobinó. Las horas de la pantalla se correspondían con las indicadas en la cinta.
Anonadado y con la mirada desenfocada, el comisario se volvió hacia los agentes.
-No hay ningún error. Encontramos a Verenguer a las -involuntariamente, se dispuso a consultar su reloj, pero se detuvo al asimilar la estupidez del movimiento- nueve menos diez aproximadamente -dicho esto, dirigió una mirada dubitativa hacia el televisor-. Esto no puede ser posible...
Todos los demás también guardan silencio.
Decidido, alza la voz.
Monsieur De Gaulle
Comissaige, ya está bien de cachongdeo.
Mi gagto y mi médigco de cabesega han muegto, venggo de lugto-señaló su vestimenta-, Espagña siggue oliengdo a agjo pog mugcha cogpa de ogo que levangten y estoy hagto de gilipogllegses.
Pongga la singta buegna de una endemoniagda ves y déjegse de histogias.
Estoy cansagdo...-se masajeó las sienes.
No se puegde haseg una idea de cuangto...
¿Quién puegde sobgrellevag lo que yo?-se preguntó a sí mismo, haciendo balance.
Durante los segundos previos a la entrada del comisario en la sala brieffing había estado dandole vueltas a lo acontecido la noche anterior , cuando finalmente su superior entra , el agente se pone firme y espera a que la cinta que reproduciría la muerte de Rasputín y desvelaría lo que pasó se pusiera en marcha , cuando lo hizo , prestó especial atención y cuando finalizó se quedó con la misma cara de impresión que todos sus compañeros , a continuación escucha las palabras del francés y Aitor eleva la voz - Pues muchas personas... , casi todos los que estamos aquí , a ver si se cree ahora que es usted un martir , no le jode... - Exclama secamente antes de volver a mirar a la pantalla - Pues nose... , lo mismo la muerte del doctor se produjo antes... , solo tenemos esa cinta?
Mudo y pálido, el comisario prosiguió pronunciando incongruencias, con las que en vano pretendía insuflar alguna lógica a semejante quimera, y mientras lo hacía se arrodilló para recoger el resto de las cintas, y rebuscó entre ellas hasta hallar la que comprendía el periodo entre las 19:00 y las 20:00. El resto de las cintas se diseminaron por el suelo, pero don Lorenzo no les prestó atención, y, cada vez más extrañado, arrugando el rostro y sacudiendo la cabeza, extrajo la cinta anterior e introdujo la nueva. La pantalla se iluminó, y el comisario avanzó la imagen durante toda la hora grabada. De nuevo, no apreciaron apenas ninguna actitividad; los mismos insectos revoloteaban frente a la pantalla, pero no había ni rastro de Rasputín Verenguer. Después, tembloroso, revisó las cintas referentes a horarios anteriores, pero en ninguna hallaron nada.
Asfixiado, el comisario viró y fijó la mirada en los pies de los agentes de la primera fila.
-No puede ser... ¿dónde está el doctor Verenguer? -preguntó, alzando la vista hacia sus subalternos y exigiéndoles una respuesta.
Observa como en las siguientes imagenes tampoco se podía apreciar nada , solo la soledad de aquel parking - Don Lorenzo... y si han manipulado las cámaras? - Pregunta mirando a sus compañeros - Quien sea que fuera el que le hizo eso al doctor... , podría haber reparado en la cámara y luego hacer un montaje siempre con la misma imagen , joder , no es la primera que se hace eso... - Inquiere esta vez mirando al comisario
Mariano:
-Si... Opino lo mismo que el agente Carrasco, el asesino pudo meterse en la sala de vigilancia de las camaras y manipularlo, aunque los insectos que salen sean distintos en cada parte del video, peuden ser remix de una misma o mismas secuencias de imagenes... sin duda podemos estar ante un profesional del crimen...
Bajo de nuevo su mirada y se puso la mano en la barbilla, para finalmente mirar de frente a Aitor y hacerle señas con los ojos, hablandole bajito mientras en la habitación se escuchaban voces y cuchicheos
-¡Psss! ¡Aitor...! Quizás deberiamos informar al comisario de lo de anoche... ¿Y si fue él...?
El comisario estaba tan perplejo como los agentes. Sin apartar la mirada de la pantalla del televisor, le atestaba pequeños -y no tan pequeños- golpes al aparato y arrugaba el rostro, esperando que Rasputín se materializase en cualquier momento en ella. Cuando desistió, colocó una mano sobre la cintura y giró sobre sí mismo, volviéndose hacia los policías.
-Es posible, Carrasco... pero no hemos reparado en ningún indicio de que sea así -musitó, pensativo, esforzándose en que su preocupación no rezumara. De repente, se le ocurrió algo; una idea un tanto descabellada, por lo que no pudo evitar desviar una mirada furtiva a Félix, y esta vez su preocupación sí fue evidente-. ¿Y si... examinamos la grabación en modo visión nocturna?
-Comisario... -Dijo interrumpiendo la conversación de Mariano. -¿y si nos fijamos en los insectos? Quizá algunos nos den la pista de si la cinta es falsa o no. Quiero decir, si hubiera un murciélago podríamos pensar que si es verdadera, porque los murciélagos salen de noche. Y así, si alguno de los animales que han pasado no coincide, podríamos saberlo.
ROCAMORA
Aún en la camilla, abrió la puerta de la sala que se empotró contra la pared haciendo una gran ruido, y entró dentro. -¡Lorenzo, Lorenzo! ¡Yo lo sé! ¡Eso es el fantasma de anoche! ¡JA!
Después dirigió la mirada a Povedilla, y luego a Rocamora, conteniéndose para no darle un guantazo.
Resopló ante las posibilidades que ofrecían Mariano y Aitor, y rió.
Monsieur De Gaulle
Esa es su teogía, yo tenggo otgra.
Que alggún agengte gilipogllas encaggago de subig las singtas las hagya dejagdo caeg pog el camigno, e inexplicagblegmente, como buen megluso, hagya cambiagdo las pegatignas paga haseg la ggrasia o, simplemengte, paga agsí sentigse geafigmagdo-miró a Lorenzo después.
Comissaige, pongga togdas las ggrabasiognes, pog favog.
Vegegmos a Gaspugtín en algugna de esas singtas, de lo contgragio, ponga la del hogagio compgrendigdo de 20:00 a 21:00, utilisangdo la vigsión noctugna.
Siegtamengte está muy oscuggo, con el mogdo de vigsión noctugna podgregmos olvidagnos de jugag al "Buscangdo a Wally"-se desabrochó la chaqueta dejando a la vista su camisa negra, a la que desabrochó el primer botón, acalorado.
Mariano:
-Quizás tenga usted razón De Gaulle, pero dudo que nadie de aqui dentro tenga ningun motivo para cambiar las pegatinas a la cinta y menos para bromas... precisamente ahora... después de perder recientemente varias vidas de amigos y compañeros de esta comisaria...
Miro de reojo a Don Lorenzo que bajo la mirada un poco triste, posiblemente pensando en la agente Mondragón y el agente Gallardo
-Concuerdo con el agente Povedilla en analizar la cinta con los insectos y si no hay nada en claro poner la visión nocturna...
Esta vez miró a Aitor que estaba pensativo, y le asintió con la cabeza
Escucha las maduraciones de sus compañeros y cuando todos terminan el agente se arrasca la cabeza y mira a Mariano mientras niega - Que cojones de insectos... Mariano... - Exclama antes de dirigir la vista a De Gaulle - Ponemos ya la cinta en modo de visión nocturna y punto , que lo mismo nos estamos aquí rompiendo la cabeza y han quitado la parte que nos interesa - Finaliza brevemente dirigiendo esta vez la vista a la pantalla
Se dirigió al ordenador de la mesa junto al atril, y tecleó a toda velocidad encorvado hacia adelante, ya que permanecía de pie.
Después, conectó un cable de la CPU al reproductor.
Monsieur De Gaulle
Essto es tgrabagjo de becagios...-susurró.
Ggregogio-le lanzó la cinta.
Póngagla y pulse Play, ya debe estag activagda la vigsión noctugna-señaló el cañón que apuntaba a la enorme lámina de papel al fondo en la que se reflejaban las imágenes.
Goyo se levantó e introdujo la cinta, y efectivamente, funcionó.
Pasaron los minutos a toda velocidad, ya que no les interesaba permanecer una hora en la sala Briefing viendo un garaje "muerto".
Rasputín debía estar a punto de llegar.
¿Qué... es egso?-señaló la pantalla.
SPOILER (puntero encima para mostrar)Una presencia rondaba por el garaje, un aura.
Todos se inclinaron hacia adelante, pendientes de la grabación.
El aura permaneció varios instantes flotando, suspendida en el aire, y después, tras moverse con rapidez a izquierda y derecha, pareció fragmentarse y desaparecer, a las 21:00.
De repente, cayó un relámpago, y las luces se apagaron en toda la comisaría.
La Tierra comenzó a temblar, y los agentes se levantaron de sus asientos.
El francés tropezó como otros muchos, y tuvo que agarrarse a Mariano para no caer al suelo.
Muchos gritaban.
Salió de la Briefing y observó el vestíbulo, los tubos de luz colocados en el techo y algunas lámparas cayeron sobre las mesas, que peligraban volcar.
Todos salieron corriendo de la Briefing, y algunos miraron por las ventanas.
El cielo estaba enrojecido, pero un mar de nubes rodeaba la comisaría, y de vez en cuando, los rayos surgían de la sombra y acometían contra la Tierra.
¿¡Qué demognios está pasangdo!?
Mariano:
-¡No me suelte por favor!...
Para mas inri... del bolsillo del pantalón salió el pato Pitty que se cayó encima de la mesa y soltó un "CUAK!" del que todos saltaron asustados...
-¡Maldición!...pero... que está pasando aquí....
Seguía abrazado a De Gaulle mientras se escuchaban truenos y rayos... entonces miro a Aitor el cual estaba también nervioso y se dirigió a el
-¡Aitor!... ¡Tenemos que contarlo!....