LHDP - ROL Capítulo 18
#0
09/07/2010 12:57
Y con este episodio arranca el tercer capítulo de la 4ª temporada de LHDP - ROL.
El C18 marca el comienzo de la recta final del ROL.
La 4ª temporada pondrá final a una gran historia que lleva desarrollándose más de un año, y a la que aún, le queda mucho (y lo mejor) por contar.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>Carlinter_76
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Lukiando
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Reyes Sánchez Bilbao)>>Marsea
• (Dr. Decker) >>Bryan-Derek
• (Gregorio "Goyo")>>Dain
• (Lis Peñuelas)>>Dain
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Arcadio Claus)>>Sauker
• (Hermenegildo XXXVIII)>>Avataryl
• (Querubina Iluminada)>>Martinyfelix
• (Emiliano Salido)>>Rubén16
• (Dr. Pascual Dapena)>>Avataryl
• (El Maestro)>>Meli-esdm
- INTERVIENEN -
• (Rasputín Verenguer) † >>Sauker
• (El Químico)>>Bryan-Derek
• (Manuel Delgado)>>Rubén16
• (Fiti Bragueta & Sandra Millán)>>Sauker
• (Claude & Charlotte)>>Sauker
• (Inspector Olmo)>>Avataryl
• (Agapito Elano)>>Bryan-Derek
• (Bruce Willis)>>Avataryl
Cortinilla, realizada por Avataryl:
1er Tráiler, realizado por Sauker:
2º Tráiler, realizado por Avataryl:
3er Tráiler, realizado por Sauker:
Cabecera, realizada por Avataryl:
El C18 marca el comienzo de la recta final del ROL.
La 4ª temporada pondrá final a una gran historia que lleva desarrollándose más de un año, y a la que aún, le queda mucho (y lo mejor) por contar.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>Carlinter_76
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Lukiando
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Reyes Sánchez Bilbao)>>Marsea
• (Dr. Decker) >>Bryan-Derek
• (Gregorio "Goyo")>>Dain
• (Lis Peñuelas)>>Dain
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Arcadio Claus)>>Sauker
• (Hermenegildo XXXVIII)>>Avataryl
• (Querubina Iluminada)>>Martinyfelix
• (Emiliano Salido)>>Rubén16
• (Dr. Pascual Dapena)>>Avataryl
• (El Maestro)>>Meli-esdm
- INTERVIENEN -
• (Rasputín Verenguer) † >>Sauker
• (El Químico)>>Bryan-Derek
• (Manuel Delgado)>>Rubén16
• (Fiti Bragueta & Sandra Millán)>>Sauker
• (Claude & Charlotte)>>Sauker
• (Inspector Olmo)>>Avataryl
• (Agapito Elano)>>Bryan-Derek
• (Bruce Willis)>>Avataryl
Cortinilla, realizada por Avataryl:
1er Tráiler, realizado por Sauker:
2º Tráiler, realizado por Avataryl:
3er Tráiler, realizado por Sauker:
SINOPSIS
Los agentes de San Antonio retiran el cadáver de Rasputín Verenguer (Sauker) de las escaleras del aparcamiento de la clínica. Según parece, el doctor resbaló y al recibir la caída murió en el acto, pero al comisario le inquieta que tuviera la cabeza completamente del revés.
Fiti, Claude, Charlotte y Sandra (Sauker) regresan de la clínica a su hogar, llorando la muerte del doctor. Fiti tendrá que dividir su tiempo, y junto con ver el Mundial, tendrá que encargarse de ejercer de cabeza de familia para tomar una decisión que cambiará sus vidas para siempre.
Ahora que Aitor Carrasco (ruben16) por fin ha conseguido la placa y conquistado a Silvia (meli-esdm) su prioridad será descubrir qué le pasó a Kike (BryanDeReK). Don Lorenzo (Avataryl) ha desmantelado la investigación y prohibido que nadie siga indagando, por lo que el agente tendrá que realizar sus pesquisas en secreto.
La sospecha de que "El Químico" (BryanDeReK) podría ser la persona que ordenó la ejecución de los policías aterrorizará a Mariano (BryanDeReK), que además se sentirá responsable por haberle permitido escapar de los calabozos. Además, el subinspector deberá hacer frente a las consecuencias del doble asesinato que perpetró durante la estancia en la clínica…
Después de renunciar a las armas y la violencia, Félix (Avataryl) se considera otra vez merecedor de compartir su vida con Lola (martinyfelix). Sin embargo, pronto descubrirá que su futura esposa ha sido secuestrada de nuevo, y cuando comience a buscarla, su compromiso pacifista se pondrá a prueba por primera vez…
El inspector de la Interpol, De Gaulle (Sauker), se ha convertido en un marido soso y aburrido y para colmo, muy a menudo, sufre ataques de ansiedad y amagos de infarto. Pese a los consejos de Marina (Meli-esdm), declinará la posibilidad de encontrar un nuevo médico de cabecera que le trate, avergonzado por los problemas que le aquejan a su temprana edad. De Gaulle sospechará además que Marina tiene un amante. El francés encontrará en Félix (Avataryl) todo el apoyo que necesita para descubrir al posible amante de su mujer y, de paso, superar los baches que le amargan la vida.
Abrumado por los últimos acontecimientos, don Lorenzo (Avataryl) recordará a Félix (Avataryl) lo que acordaron en París, y el comisario se someterá a la terapia del psicólogo. Gracias a esto, el comisario superará poco a poco su pesadumbre y recuperará la fortaleza y energía que le caracterizan. El deseo por Marina Salgado (meli-esdm) aumentará desproporcionalmente, y llegará un momento en el que no logrará refrenar la pasión que siente por la comandante…
Después de presenciar la muerte de su amiga Amaia (mitchie) , Goyo y Lis (Dain) deberán decidir finalmente con quién está su lealtad cuando el inspector Olmo de Asuntos Internos vuelva a contactar con ellos. Antes de reanudar su trabajo en la comisaría, a los dos becarios se les concederá una excedencia para que puedan superar la pérdida.
A la hora de realizar una autopsia, Silvia (meli-esdm) confesará que el trabajo le sobrepasa, y que no podrá seguir encargándose de todo el apartado científico de la comisaría sin ayuda. Pronto contratarán a otro forense, llamado Decker (?), para que trabaje con Silvia (meli-esdm). Probablemente, esto no agradará a Aitor (ruben16)...
Después de una semana de baja, Paco Miranda (?) volverá a la comisaría... La comisaría recibirá la noticia de que han sido hallados dos cadáveres en una cueva. Algunos agentes se desplazarán hasta allí para investigar. Y así es como dará comienzo el caso más difícil al que San Antonio se haya enfrentado jamás...
Cabecera, realizada por Avataryl:
Vídeos FormulaTV
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#421
17/07/2010 18:16
Marina Salgado(Esperó impacientemente la respuesta del comisario, impasible ante cualquier gesto de éste. Tamborileaba con el dedo indice sobre su rodilla, cuando el comisario abrió la boca para decir algo que no era exactamente lo que la comandante quería oir)Pero... (Comenzó la frase como Don Lorenzo había echo segundos antes, pero calló de inmediato meditando sobre que pensaría el comisario que iban a hablar)No ha contestado a mi pregunta (Pronuncia, al fin, en un tono bastante seco, lo cual hace que tosa. Sabe que esta siendo bastante dura, pero no quería que el tema se fuese por las ramas. Además sabía que si De Gaulle pasaba por allí y los veía hablar solos en el despacho del comisario, comenzaría con sus locuras de cuernos, viagras y el posible infarto que afloraba de vez en cuando)
#422
17/07/2010 18:33
DON LORENZO:
Débil, desorientado y casi lloroso, el comisario comenzó a contraer las aletas de la nariz mientras agitaba la cabeza, afligido.
-¿Por qué me pregunta esto, comandante Salgado? -inquirió con voz ronca, que aclaró acto seguido carraspeando- ¿Es porque... no he sabido gestionar correctamente la comisaría durante los últimos días...? ¿Es que acaso en el CNI tienen un protocolo para los fenómenos paranormales? -preguntó, pues su orgullo había aflorado. Don Lorenzo sacudió la cabeza: por un momento, había estado seguro de que se le había presentado una oportunidad de intimar con la comandante... Así que el comisario se disponía a claudicar, pero, entonces, ciertas palabras de Félix Montejo acudieron a su mente- ¿Sabe qué, comandante? -preguntó, alzando las cejas y mordiéndose el labio, avergonzándose de antemano de lo que iba a decir y hacer- Denúncieme al CNI si quiere; arrebáteme mi comisaría. Ahora mismo, todo eso me da igual -aseguró, tras una pausa, con un nudo en la garganta. A continuación, jovial y moribundo, seguro de que los actuales estaban siendo los últimos segundos de su vida... alargó una mano y la depositó sobre la de Marina. Después, esbozando una sonrisa que pretendía ser juvenil y prometedora, le guiñó un ojo.
Débil, desorientado y casi lloroso, el comisario comenzó a contraer las aletas de la nariz mientras agitaba la cabeza, afligido.
-¿Por qué me pregunta esto, comandante Salgado? -inquirió con voz ronca, que aclaró acto seguido carraspeando- ¿Es porque... no he sabido gestionar correctamente la comisaría durante los últimos días...? ¿Es que acaso en el CNI tienen un protocolo para los fenómenos paranormales? -preguntó, pues su orgullo había aflorado. Don Lorenzo sacudió la cabeza: por un momento, había estado seguro de que se le había presentado una oportunidad de intimar con la comandante... Así que el comisario se disponía a claudicar, pero, entonces, ciertas palabras de Félix Montejo acudieron a su mente- ¿Sabe qué, comandante? -preguntó, alzando las cejas y mordiéndose el labio, avergonzándose de antemano de lo que iba a decir y hacer- Denúncieme al CNI si quiere; arrebáteme mi comisaría. Ahora mismo, todo eso me da igual -aseguró, tras una pausa, con un nudo en la garganta. A continuación, jovial y moribundo, seguro de que los actuales estaban siendo los últimos segundos de su vida... alargó una mano y la depositó sobre la de Marina. Después, esbozando una sonrisa que pretendía ser juvenil y prometedora, le guiñó un ojo.
#423
17/07/2010 18:44
Marina Salgado(Escuchó las primeras palabras del comisario y, en cierto modo, se sintió mal por la forma en que se lo había preguntado. Francamente, había sido bastante dura, pero ahora no podía bajar la guardia) Solo quiero saber en que estaba pensando a la hora de mandar a sus hombres a un operativo derivado de un chivatazo proporcionado por un delincuente. Nose si se habrá dado cuenta de lo que pudo haber sido (Fue ahora cuando afloró en su rostro una mueca de amargura) Vale, no hubiesemos detenido y desmantelado a los Delgado (Prularizó, pero solo se refería a Manuel) Pero tampoco hubiese muerto una becaria que solo vino a aprender (Respiró hondo, y miro fijamente al comisario por primera vez en toda la charla)No le culpo, pero... creo que se equivocó a la hora de aceptar el chivatazo de un delincuente como caso (Observó los actos del comisario, y vió a camara lenta como este colocaba su mano sobre la de ella y le guiñaba un ojo. La reacción de ésta fue de sorpresa, pues era lo que menos se esperaba en ese momento)¿Qué hace?(Pregunta mientras retira la mano bruscamente) Soy una mujer casada (Recuerda al comisario, el cual parecía haber olvidado ese pequeño detalle)
#424
17/07/2010 18:57
DON LORENZO:
Al comisario le faltaba el aire, y de vez en cuando era inevitable que pestañeara. Asfixiado, conservó la sonrisa y, sabedor de que ya no había vuelta atrás, galán, estiró la mano para volver a atrapar la de Marina. Era consciente de que estaba incidiendo impunemente en un matrimonio, y que podía romperlo, pero cualquier remordimiento se desvaneció cuando se convenció a sí mismo de que De Gaulle no quería a la comandante.
-Lo... sé... -respondió, de nuevo con la voz quebrada, sumido en el momento más embarazoso de su vida y sin embargo disfrutando de él- Pero tu marido nunca tendría por qué enterarse...
Al comisario le faltaba el aire, y de vez en cuando era inevitable que pestañeara. Asfixiado, conservó la sonrisa y, sabedor de que ya no había vuelta atrás, galán, estiró la mano para volver a atrapar la de Marina. Era consciente de que estaba incidiendo impunemente en un matrimonio, y que podía romperlo, pero cualquier remordimiento se desvaneció cuando se convenció a sí mismo de que De Gaulle no quería a la comandante.
-Lo... sé... -respondió, de nuevo con la voz quebrada, sumido en el momento más embarazoso de su vida y sin embargo disfrutando de él- Pero tu marido nunca tendría por qué enterarse...
#425
17/07/2010 19:03
Marina Salgado(Conmocionada por el comportamiento del comisario, deslizó la silla hacia atrás y se levantó de golpe volcando el asiento. Miró a don Lorenzo, buscando una mueca en su rostro que le hiciese ver que era una broma. De mal gusto, pero una broma. No fue así, por lo que la comandante, se agachó para colocar la silla, nuevamente, en su sitio) No tengo nada más que hablar con usted (La última frase del comisario resonaba en la cabeza de Marina, una y otra vez. Antes de salir del despacho, se volvió al comisario y le miró fijamente) ¿Por quién me ha tomado? (Pregunta furiosa, pues la proposición del comisario le había herido su orgullo de mujer)
#426
17/07/2010 19:21
DON LORENZO:
Las facciones del comisario se contrajeron y cambiaron imparablemente, creando matices y figuras indescifrables. Don Lorenzo frunció el ceño, adoptó una mueca hosca y contempló a la comandante con una rabia y un rencor ardientes, que en realidad iban dirigidos a sí mismo. Había corrido el riesgo... para nada. Don Lorenzo recogió las manos de debajo del esctritorio y las depositó sobre él; ahora temblaban con más virulencia que al principio de la cita. Con el rostro compugnido, y alguna lágrima incontenible resbalándose por sus mejillas, intentó hablar.
-Perdóname... -acertó a decir, atragantándose. Después, sumergió la cabeza entre las manos y fingió que había muerto.
Las facciones del comisario se contrajeron y cambiaron imparablemente, creando matices y figuras indescifrables. Don Lorenzo frunció el ceño, adoptó una mueca hosca y contempló a la comandante con una rabia y un rencor ardientes, que en realidad iban dirigidos a sí mismo. Había corrido el riesgo... para nada. Don Lorenzo recogió las manos de debajo del esctritorio y las depositó sobre él; ahora temblaban con más virulencia que al principio de la cita. Con el rostro compugnido, y alguna lágrima incontenible resbalándose por sus mejillas, intentó hablar.
-Perdóname... -acertó a decir, atragantándose. Después, sumergió la cabeza entre las manos y fingió que había muerto.
#427
17/07/2010 19:27
Marina Salgado(Contempló por última vez el rostro del comisario, hasta que este lo escondió entre sus brazos, mientras pedía disculpas. La comandante, fría como el hielo, se dió la vuelta y salió del despacho, sorprendiendo a Lola con un walki-talki. No le hizo caso y continuó con paso firme el trayecto hacia su despacho. Una vez en el interior, cerró la puerta, se apoyo contra ella y una lágrima brotó de sus ojos. La imagen del comisario cabizbajo y dolido, le había llegado bastante, pero aquella proposición indecente, le había dolido más. Ella estaba casada y él estaba...¿enamorado?. No lo sabía con exactitud, pero todo indicaba a que sí)
#428
17/07/2010 19:33
LOLA
Lola escuchó toda la conversación a través del walkie talkie, arrugando el papel que sostenía entre las manos cuando la comandante Salgado rechazó a su padre. -Maldita frígida... mi padre es muchísimo más hombre que es francés. Y tanta obsesión con los gays... ¡JA! eso es porque él lo es... con esos andares... mas gay imposible... -Refunfuño por lo bajini, atisbando por la ventana, aunque claramente no la hacía falta. Finalmente, la comadante salió del despacho viendo a Lola pero ignorándola. -Frígida... -Murmuró mientras le sacaba la lengua. Después se levantó del suelo, y alisándole la ropa, entró en el despacho. Antes de que su padre pudiera ni mirarla, tomó asiento, y sacando un cigarrillo de chocolate y encendiéndolo falsamente, colocó los pies sobre la mesa. -Buenas tardes. Voy a serle clara. -Dijo echándole una calada y expulsando un aire imaginario a la cara de Don Lorenzo. -Quiero que firme este papel y me transpase el cargo de comisario. -Depositó en la mesa el papel, que había arrugado anteriormente.
Lola escuchó toda la conversación a través del walkie talkie, arrugando el papel que sostenía entre las manos cuando la comandante Salgado rechazó a su padre. -Maldita frígida... mi padre es muchísimo más hombre que es francés. Y tanta obsesión con los gays... ¡JA! eso es porque él lo es... con esos andares... mas gay imposible... -Refunfuño por lo bajini, atisbando por la ventana, aunque claramente no la hacía falta. Finalmente, la comadante salió del despacho viendo a Lola pero ignorándola. -Frígida... -Murmuró mientras le sacaba la lengua. Después se levantó del suelo, y alisándole la ropa, entró en el despacho. Antes de que su padre pudiera ni mirarla, tomó asiento, y sacando un cigarrillo de chocolate y encendiéndolo falsamente, colocó los pies sobre la mesa. -Buenas tardes. Voy a serle clara. -Dijo echándole una calada y expulsando un aire imaginario a la cara de Don Lorenzo. -Quiero que firme este papel y me transpase el cargo de comisario. -Depositó en la mesa el papel, que había arrugado anteriormente.
#429
17/07/2010 19:56
DON LORENZO:
El comisario sollozaba sepultado bajo sus brazos, sin importarle que alguien le sorprendiera haciéndolo, porque estaba convencido de que no podría sentirse más avergonzado de lo que ya estaba. Sin embargo, cuando escuchó la voz de Lola en el interior de su despacho, se irguió, tensó los labios y se apresuró a secarse las lágrimas.
-Ah... hola, hija... Estaba... descansando... -intentó mentir, aún con el rostro compugnido- A ver, qué es eso que me traes... -gimoteó, aceptando el formulario que su hija le tendía para ocultarse de ella tras él. No obstante, cuando escuchó a Lola, bufó y soltó una risotada huraña, y aplastó el papel entre la mesa y la palma de la mano. Furioso, se levantó, empujando la butaca hacia atrás y consiguiendo que el cuadro del rey se tambaleara en la pared- ¿Tú, Lola, quieres ser comisaría? ¿De verdad, hija, te gustaría... seguir los pasos de papá? ¿Sí? -preguntó, adoptando un tono tierno, el mismo que empleaba para dirigirse a ella cuando era una niña.
El comisario sollozaba sepultado bajo sus brazos, sin importarle que alguien le sorprendiera haciéndolo, porque estaba convencido de que no podría sentirse más avergonzado de lo que ya estaba. Sin embargo, cuando escuchó la voz de Lola en el interior de su despacho, se irguió, tensó los labios y se apresuró a secarse las lágrimas.
-Ah... hola, hija... Estaba... descansando... -intentó mentir, aún con el rostro compugnido- A ver, qué es eso que me traes... -gimoteó, aceptando el formulario que su hija le tendía para ocultarse de ella tras él. No obstante, cuando escuchó a Lola, bufó y soltó una risotada huraña, y aplastó el papel entre la mesa y la palma de la mano. Furioso, se levantó, empujando la butaca hacia atrás y consiguiendo que el cuadro del rey se tambaleara en la pared- ¿Tú, Lola, quieres ser comisaría? ¿De verdad, hija, te gustaría... seguir los pasos de papá? ¿Sí? -preguntó, adoptando un tono tierno, el mismo que empleaba para dirigirse a ella cuando era una niña.
#430
17/07/2010 20:09
LOLA
Le echó otra calada el cigarrillo y como este estaba empezaba a quemarse amenazando con llegar a sus labios lo tiró al suelo y lo aplastó con la punta del tacón del zapato. -Sí, quiero ser comisaria. -Hizo una pausa para pasarse la lengua por el labio de un modo sensual (aunque en realidad se estaba quitando un pegote de chocolate que le había quedado). -Pero no quiero seguir sus pasos. Quiero seguir los míos. Y sí lees ese papel, -Incorporándose de la silla y apoyándose en la mesa, señalo con una inclinación de cabeza el papel que su padre aplastaba contra la mesa. -verás que todo esta muy claro. Tú me das los poderes a mí, y yo me comprometo a no llevarte a una residencia. Papá... -dijo poniendo su mano sobre la suya. -Sí no aceptas este trato crearás una situación peor. Reconocelo, tu amor por la comandante te ciega, te hace creer y confiar en locuras, ¡y sino mira al Químico! y hace que tomes decisiones incorrectas. Si firmas esta papel te garantizo que podrás abandonar el cargo de una forma decente y con la cabeza bien alta y seguir tu vida tranquilamente. Pero si no colaboras... -le dijo con voz profunda -entonces yo misma me encargaré de que te aparten del cargo.
Le echó otra calada el cigarrillo y como este estaba empezaba a quemarse amenazando con llegar a sus labios lo tiró al suelo y lo aplastó con la punta del tacón del zapato. -Sí, quiero ser comisaria. -Hizo una pausa para pasarse la lengua por el labio de un modo sensual (aunque en realidad se estaba quitando un pegote de chocolate que le había quedado). -Pero no quiero seguir sus pasos. Quiero seguir los míos. Y sí lees ese papel, -Incorporándose de la silla y apoyándose en la mesa, señalo con una inclinación de cabeza el papel que su padre aplastaba contra la mesa. -verás que todo esta muy claro. Tú me das los poderes a mí, y yo me comprometo a no llevarte a una residencia. Papá... -dijo poniendo su mano sobre la suya. -Sí no aceptas este trato crearás una situación peor. Reconocelo, tu amor por la comandante te ciega, te hace creer y confiar en locuras, ¡y sino mira al Químico! y hace que tomes decisiones incorrectas. Si firmas esta papel te garantizo que podrás abandonar el cargo de una forma decente y con la cabeza bien alta y seguir tu vida tranquilamente. Pero si no colaboras... -le dijo con voz profunda -entonces yo misma me encargaré de que te aparten del cargo.
#431
17/07/2010 20:25
DON LORENZO:
El comisario, que hasta entonces había resistido con tesón la tentación de desahogar su frustración con su hija, que no tenía la culpa del rechazo de la comandante, y de remitirla a sus santísimos cojones, arrugó el rostro cuando la escuchó y descubrió que Lola había estado espiándoles. Inevitablemente, don Lorenzo profirió una carcajada burlona, pero su semblante no careció en ningún momento de rabia y seriedad.
-Lola... Tú antes eras una mujer responsable, la que impartía sensatez en nuestra familia. Pero desde que te has juntado con mi psicólogo -murmuró, pretendiendo establecer que mantenía una relación más importante con Félix que ella- te has vuelto insoportable -le reprochó, cruelmente-. ¡Crees que el mundo gira a tu alrededor, y que todos tenemos que adaptarnos a tus caprichitos! Hoy quieres ser comisaria; mañana, presidenta del gobierno. ¿Crees que no se me parte el alma cada vez que te veo trotando por ahí, con un racimo de granadas en la mano? ¡¿Es que no te importa hacerles daño a los demás?! Hace solamente unas horas has destrozado la sala Brifing de mí -enfatizó la palabra, golpeándose el pecho con el pulgar- comisaría, ¿y quién va a tener que arreglarlo ahora? Desde luego, mientras haya otros que lo hagan por ti, tú no. Estoy harto de recoger la basura que vas tirando -masculló, negando con la cabeza-. Me has decepcionado, Lola -sentenció, deseoso de provocarle el mayor daño posible. Levantó la palma de la mano, recogió el formulario y, ante la mirada de su hija, lo despedazó y arrojó los jirones a una papelera.
El comisario, que hasta entonces había resistido con tesón la tentación de desahogar su frustración con su hija, que no tenía la culpa del rechazo de la comandante, y de remitirla a sus santísimos cojones, arrugó el rostro cuando la escuchó y descubrió que Lola había estado espiándoles. Inevitablemente, don Lorenzo profirió una carcajada burlona, pero su semblante no careció en ningún momento de rabia y seriedad.
-Lola... Tú antes eras una mujer responsable, la que impartía sensatez en nuestra familia. Pero desde que te has juntado con mi psicólogo -murmuró, pretendiendo establecer que mantenía una relación más importante con Félix que ella- te has vuelto insoportable -le reprochó, cruelmente-. ¡Crees que el mundo gira a tu alrededor, y que todos tenemos que adaptarnos a tus caprichitos! Hoy quieres ser comisaria; mañana, presidenta del gobierno. ¿Crees que no se me parte el alma cada vez que te veo trotando por ahí, con un racimo de granadas en la mano? ¡¿Es que no te importa hacerles daño a los demás?! Hace solamente unas horas has destrozado la sala Brifing de mí -enfatizó la palabra, golpeándose el pecho con el pulgar- comisaría, ¿y quién va a tener que arreglarlo ahora? Desde luego, mientras haya otros que lo hagan por ti, tú no. Estoy harto de recoger la basura que vas tirando -masculló, negando con la cabeza-. Me has decepcionado, Lola -sentenció, deseoso de provocarle el mayor daño posible. Levantó la palma de la mano, recogió el formulario y, ante la mirada de su hija, lo despedazó y arrojó los jirones a una papelera.
#432
17/07/2010 20:42
LOLA
Frunció el ceño ante tal respuesta. Se esperaba que su padre tirara el papel, que negara las evidencias, que se comportara de malos modos y que tuviera que reprimirse las ganas de hacer alguna referencia a sus cojones, pero no que la atacara de esa manera. Pegó un golpe a la mesa con la palma de la mano, y se sacó otra nueva hoja del bolso. -¡Haz el favor de no tirar papel a la basura! ¡Los árboles sufren por tu tozudez! Espero que esta vez firmes el maldito papel, porque sino... -dijo enfurecida mientras le mirada a los ojos. Pero en vez de acabar la frase se cayó, ya más calmada. -Papá, tú necesitas tranquilidad, y con Satán rodando por aquí, eso es precisamente lo único que no va a haber. ¡¡Firma el maldito documento!! ¡¡¿O ES QUE QUIERES QUE TE DE OTRO INFARTO O QUE TE MATE LA MALDITA PRESENCIA, SEA CUÁL SEA?¡¡ -Exclamó rompiendo a llorar, y dejándose caer en el asiento.
Frunció el ceño ante tal respuesta. Se esperaba que su padre tirara el papel, que negara las evidencias, que se comportara de malos modos y que tuviera que reprimirse las ganas de hacer alguna referencia a sus cojones, pero no que la atacara de esa manera. Pegó un golpe a la mesa con la palma de la mano, y se sacó otra nueva hoja del bolso. -¡Haz el favor de no tirar papel a la basura! ¡Los árboles sufren por tu tozudez! Espero que esta vez firmes el maldito papel, porque sino... -dijo enfurecida mientras le mirada a los ojos. Pero en vez de acabar la frase se cayó, ya más calmada. -Papá, tú necesitas tranquilidad, y con Satán rodando por aquí, eso es precisamente lo único que no va a haber. ¡¡Firma el maldito documento!! ¡¡¿O ES QUE QUIERES QUE TE DE OTRO INFARTO O QUE TE MATE LA MALDITA PRESENCIA, SEA CUÁL SEA?¡¡ -Exclamó rompiendo a llorar, y dejándose caer en el asiento.
#433
17/07/2010 20:56
DON LORENZO:
Cuando su hija rompió a llorar, el comisario hizo lo mismo. Se maldijo a sí mismo y se tachó mentalmente de miserable por el trato que acababa de impartirle. Abrumado por las dos últimas conversaciones que había mantenido, se levantó con la misma brusquedad que minutos antes lo había hecho Marina, volcando la silla, y cuando más tarde fue consciente de ello, la similitud le apasionó.
Por segunda vez, don Lorenzo se secó las lágrimas y, embravecido, furioso consigo mismo, abandonó el despacho y descendió las escaleras. Se detuvo junto a Rocamora y Quintanilla, los dos muy entretenidos.
-Agentes... En mi despacho, hay... una civil que está dando problemas... Échenla de la comisaría -ordenó, gimiendo, y cuando ambos hombres se alejaron dispuesto a obedecer la orden, don Lorenzo se confinó en la sala de tiro para no presenciar cómo lo hacían.
Dentro, descubrió varios cadáveres, y la tristeza le embriagó de nuevo. Había fracasado.
Cuando su hija rompió a llorar, el comisario hizo lo mismo. Se maldijo a sí mismo y se tachó mentalmente de miserable por el trato que acababa de impartirle. Abrumado por las dos últimas conversaciones que había mantenido, se levantó con la misma brusquedad que minutos antes lo había hecho Marina, volcando la silla, y cuando más tarde fue consciente de ello, la similitud le apasionó.
Por segunda vez, don Lorenzo se secó las lágrimas y, embravecido, furioso consigo mismo, abandonó el despacho y descendió las escaleras. Se detuvo junto a Rocamora y Quintanilla, los dos muy entretenidos.
-Agentes... En mi despacho, hay... una civil que está dando problemas... Échenla de la comisaría -ordenó, gimiendo, y cuando ambos hombres se alejaron dispuesto a obedecer la orden, don Lorenzo se confinó en la sala de tiro para no presenciar cómo lo hacían.
Dentro, descubrió varios cadáveres, y la tristeza le embriagó de nuevo. Había fracasado.
#434
17/07/2010 21:12
El parapsicólogo llegó a la comisaría sembrando templanza y sabiduría allá por donde pasaba.
Se trataba de un sacerdote de edad avanzada, que pese a que había ejercido pocas veces de parapsicólogo en su vida, tenía unos conocimientos abrumadores acerca de la materia.
Se trataba del padre Arcadio Claus, quien tan sólo había ejercido como exorcista dos veces en su vida, dos casos que le habían marcado para siempre, pero que, en ese momento, no quería recordar.
Necesitaba mantener la mente fría para enfrentarse a lo que se avecinaba.
Salido era hombre de pocas palabras, pero por eso mismo, por sus escuetas explicaciones que se le antojaban perturbadoras, sabía que la situación en San Antonio era muy grave.
Además, él mismo, en su parroquia, había vivido sucesos paranormales e inexplicables, y sabía de sobra que el Mal había llegado a la Tierra, aunque tampoco esperaba convencer a nadie...
Que la comisaría hubiera sido quien le pidiera ayuda le tranquilizó bastante, no quería colaborar con un grupo de personas que no creyeran en el Mal que se había cernido sobre ellos, porque el tiempo se agotaba, y él ya estaba al límite de sus fuerzas, en su última batalla, no tenía tiempo para dar explicaciones y que resultara entendible.
Se pasó los dedos por el alzacuellos, que contrastaba con el traje de chaqueta negro, al igual que la camisa y zapatos también negros que se había calzado.
Apenas recordaba cuando fue la primera vez que vistió con su hábito.
En la puerta, levantó la mano derecha, dirigiéndose a un policía canoso con gafas, Rocamora, y con voz cansada, preguntó:
Arcadio Claus
Disculpe, ¿el... comisario Castro por favor?
Soy el padre Arcadio Claus, su Ilustrísima Emiliano Salido me ha contactado para ayudarles.
Avísele de inmediato, tiempo es lo único que no tenemos-balbuceó presinándose antes de toser repetidas veces, mientras Rocamora descolgaba el teléfono.
Se trataba de un sacerdote de edad avanzada, que pese a que había ejercido pocas veces de parapsicólogo en su vida, tenía unos conocimientos abrumadores acerca de la materia.
Se trataba del padre Arcadio Claus, quien tan sólo había ejercido como exorcista dos veces en su vida, dos casos que le habían marcado para siempre, pero que, en ese momento, no quería recordar.
Necesitaba mantener la mente fría para enfrentarse a lo que se avecinaba.
Salido era hombre de pocas palabras, pero por eso mismo, por sus escuetas explicaciones que se le antojaban perturbadoras, sabía que la situación en San Antonio era muy grave.
Además, él mismo, en su parroquia, había vivido sucesos paranormales e inexplicables, y sabía de sobra que el Mal había llegado a la Tierra, aunque tampoco esperaba convencer a nadie...
Que la comisaría hubiera sido quien le pidiera ayuda le tranquilizó bastante, no quería colaborar con un grupo de personas que no creyeran en el Mal que se había cernido sobre ellos, porque el tiempo se agotaba, y él ya estaba al límite de sus fuerzas, en su última batalla, no tenía tiempo para dar explicaciones y que resultara entendible.
Se pasó los dedos por el alzacuellos, que contrastaba con el traje de chaqueta negro, al igual que la camisa y zapatos también negros que se había calzado.
Apenas recordaba cuando fue la primera vez que vistió con su hábito.
En la puerta, levantó la mano derecha, dirigiéndose a un policía canoso con gafas, Rocamora, y con voz cansada, preguntó:
Arcadio Claus
Disculpe, ¿el... comisario Castro por favor?
Soy el padre Arcadio Claus, su Ilustrísima Emiliano Salido me ha contactado para ayudarles.
Avísele de inmediato, tiempo es lo único que no tenemos-balbuceó presinándose antes de toser repetidas veces, mientras Rocamora descolgaba el teléfono.
#435
17/07/2010 21:27
DON LORENZO:
Sin ninguna cicatriz visible del dolor que había experimentado últimamente, que había soslayado bajo una gruesa costra de profesionalidad, el comisario de San Antonio acudió a la entrada para recibir al parasicólogo, que, según le había informado Rocamora, acababa de llegar. Don Lorenzo se dirigió a la entrada, pero se detuvo a escasos metros, sorprendido. Pastañeó varias veces para cerciorarse de que el exorcista era el mismo religioso que había oficiado el entierro de Kike. Sacudiendo la cabeza, el comisario se aproximó al cura para saludarle.
Sin embargo, un desagradable sonido de fricción que provocó dentera a casi todos los que lo escucharon le detuvo, y por el rabillo del ojo descubrió que el causante del sonido había sido Povedilla al frotar con la fregona la pared, en la que aún eran visibles algunas de las letras carmesís:
"Pronto... con[...]igo... un [...]iervo d[...]l Señor"
Don Lorenzo negó con la cabeza, molesto, y se acercó definitivamente a Arcadio Claus para tenderle la mano.
-Bienvenido, padre -murmuró, y su mirada descendió hasta el alzacuellos del anciano. Frunciendo el ceño, desvió la vista de nuevo hacia el mensaje de la pared, y arrugó el rostro al alumbrar la comprensión-. ¡Es usted! -exclamó, señalando a Arcadio y dirigiendo acto seguido miradas de desconfianza hacia todos los rincones- ¡Creo que la persona a la que el... espectro quiere llevarse es usted, padre! -añadió con urgencia, señalando hacia la inscripción y después al cura, y confiando en que este entendiese enseguida.
Sin ninguna cicatriz visible del dolor que había experimentado últimamente, que había soslayado bajo una gruesa costra de profesionalidad, el comisario de San Antonio acudió a la entrada para recibir al parasicólogo, que, según le había informado Rocamora, acababa de llegar. Don Lorenzo se dirigió a la entrada, pero se detuvo a escasos metros, sorprendido. Pastañeó varias veces para cerciorarse de que el exorcista era el mismo religioso que había oficiado el entierro de Kike. Sacudiendo la cabeza, el comisario se aproximó al cura para saludarle.
Sin embargo, un desagradable sonido de fricción que provocó dentera a casi todos los que lo escucharon le detuvo, y por el rabillo del ojo descubrió que el causante del sonido había sido Povedilla al frotar con la fregona la pared, en la que aún eran visibles algunas de las letras carmesís:
"Pronto... con[...]igo... un [...]iervo d[...]l Señor"
Don Lorenzo negó con la cabeza, molesto, y se acercó definitivamente a Arcadio Claus para tenderle la mano.
-Bienvenido, padre -murmuró, y su mirada descendió hasta el alzacuellos del anciano. Frunciendo el ceño, desvió la vista de nuevo hacia el mensaje de la pared, y arrugó el rostro al alumbrar la comprensión-. ¡Es usted! -exclamó, señalando a Arcadio y dirigiendo acto seguido miradas de desconfianza hacia todos los rincones- ¡Creo que la persona a la que el... espectro quiere llevarse es usted, padre! -añadió con urgencia, señalando hacia la inscripción y después al cura, y confiando en que este entendiese enseguida.
#436
17/07/2010 21:35
El cura abrió aún más los ojos, hasta parecer que carecía de párpados.
Nervioso, sujetó con fuerza su maletín de cuero marrón, desgastado por completo, y tras levantarlo varios centímetros, se lo llevó al pecho, rodeándolo con sus brazos, como si fuera a protegerle de cualquier ataque.
Le temblaban los carrillos colmados de arrugas, y, asustado, se atusaba constantemente su cabellera plateada perfectamente peinada.
Arcadio Claus
El Mal nunca pierde el tiempo.
Tomemos ejemplo-asintió a don Lorenzo, dispuesto a aceptar cualquier orden que dictara.
Don Lorenzo, hay que actuar cuanto antes, colaboraré gustosamente con ustedes para resolver el caso y estirpar lo que quiera que amenaza con destruirles, pero para eso... necesito que confien plenamente en mí, y hagan exactamente lo que yo les diga-susurró al comisario seriamente, mirando con el rabillo del ojo a su alrededor, temeroso de ser atacado.
Nervioso, sujetó con fuerza su maletín de cuero marrón, desgastado por completo, y tras levantarlo varios centímetros, se lo llevó al pecho, rodeándolo con sus brazos, como si fuera a protegerle de cualquier ataque.
Le temblaban los carrillos colmados de arrugas, y, asustado, se atusaba constantemente su cabellera plateada perfectamente peinada.
Arcadio Claus
El Mal nunca pierde el tiempo.
Tomemos ejemplo-asintió a don Lorenzo, dispuesto a aceptar cualquier orden que dictara.
Don Lorenzo, hay que actuar cuanto antes, colaboraré gustosamente con ustedes para resolver el caso y estirpar lo que quiera que amenaza con destruirles, pero para eso... necesito que confien plenamente en mí, y hagan exactamente lo que yo les diga-susurró al comisario seriamente, mirando con el rabillo del ojo a su alrededor, temeroso de ser atacado.
#437
17/07/2010 21:45
DON LORENZO:
Alarmado, el comisario asintió mientras, respirando agotadoramente, recorría el vestíbulo con la mirada. La mayoría de los agentes se habían dispersado, pero logró convocar a Félix, Mariano, Povedilla, Rocamora y Quintanilla. Mordiéndose el labio, sin desatender en ningún momento le vigilancia del entorno, el comisario apuntó explícitamente a Arcadio Claus.
-¡Señores, acompañen al padre Claus a la sala de tiro, corre un grave peligro! -mandó con diligencia- Quiero que uno de ustedes se quede dentro con él, mientras los demás custodian la puerta. ¡No permitan que entre ni salga nada que no sea yo, Lorenzo Castro! -ordenó veloz pero puntillosamente- ¡Rápido, no hay tiempo que perder! -urgió, con una de las frases que había pronunciado el parasicólogo resonando en su mente: "El Mal nunca pierde el tiempo."
Alarmado, el comisario asintió mientras, respirando agotadoramente, recorría el vestíbulo con la mirada. La mayoría de los agentes se habían dispersado, pero logró convocar a Félix, Mariano, Povedilla, Rocamora y Quintanilla. Mordiéndose el labio, sin desatender en ningún momento le vigilancia del entorno, el comisario apuntó explícitamente a Arcadio Claus.
-¡Señores, acompañen al padre Claus a la sala de tiro, corre un grave peligro! -mandó con diligencia- Quiero que uno de ustedes se quede dentro con él, mientras los demás custodian la puerta. ¡No permitan que entre ni salga nada que no sea yo, Lorenzo Castro! -ordenó veloz pero puntillosamente- ¡Rápido, no hay tiempo que perder! -urgió, con una de las frases que había pronunciado el parasicólogo resonando en su mente: "El Mal nunca pierde el tiempo."
#438
17/07/2010 21:58
POVEDILLA
Había bajado abajo a rellenar el cubo de agua cuando Don Lorenzo les ordenó ir a la sala de tiro, y proteger al cura que había oficiado la muerte de Kike. Rápidamente, Povedilla soltó el cubo, pero con el cuidado de no derramar el agua, y lo colocó frente a una columna, para que nadie lo tirara. Después se dirigió hasta la puerte de la sala de tiro, echando mano de su pistola.
LOLA
Se secó las lágrimas, tomó aire y recuperó la compostura. Después jugueteó con los utensilios de escritura que había dentro del lote de lápices, esperando a que aparecieran Rocamora y Quintanilla para echarla, y entonces volcar su rabia sobre ellos. Pero antes de que estos aparecieran, oyó los gritos de su padre, ordenándoles a ellos y a otros agentes (entre los que se encontraba Félix, que era tan civil como ella). El paramédico o como se llamara, había llegado y Lola creyó astibar que ya le resultaba conocido. Poco a poco, salió del despacho y se aproximó a la planta baja, cerciorandose de que, en efecto, era él. Mientras los agentes se agrupaban en torno a la puerta, Lola metió la mano en su bolso mágico, y lentamente, sacó de él su escopeta...
Había bajado abajo a rellenar el cubo de agua cuando Don Lorenzo les ordenó ir a la sala de tiro, y proteger al cura que había oficiado la muerte de Kike. Rápidamente, Povedilla soltó el cubo, pero con el cuidado de no derramar el agua, y lo colocó frente a una columna, para que nadie lo tirara. Después se dirigió hasta la puerte de la sala de tiro, echando mano de su pistola.
LOLA
Se secó las lágrimas, tomó aire y recuperó la compostura. Después jugueteó con los utensilios de escritura que había dentro del lote de lápices, esperando a que aparecieran Rocamora y Quintanilla para echarla, y entonces volcar su rabia sobre ellos. Pero antes de que estos aparecieran, oyó los gritos de su padre, ordenándoles a ellos y a otros agentes (entre los que se encontraba Félix, que era tan civil como ella). El paramédico o como se llamara, había llegado y Lola creyó astibar que ya le resultaba conocido. Poco a poco, salió del despacho y se aproximó a la planta baja, cerciorandose de que, en efecto, era él. Mientras los agentes se agrupaban en torno a la puerta, Lola metió la mano en su bolso mágico, y lentamente, sacó de él su escopeta...
#439
17/07/2010 22:27
Acató las ordenes de Don Lorenzo y se metió dentro con el, para custodiarle, mientras el resto se encargaria de estar en la puerta por si pasaba algo, protegiendo
Mariano:
-Si le parece bien Señor Don Lorenzo... yo me encargo de entrar dentro con el, le daré toda la protección que usted estime...
Mariano:
-Si le parece bien Señor Don Lorenzo... yo me encargo de entrar dentro con el, le daré toda la protección que usted estime...
#440
17/07/2010 22:49
FÉLIX:
Después de que los agentes se dispersaran, el psicólogo permaneció merodeando alrededor del vestíbulo, saludando a la gente como el que no quiere a la cosa para a continuación intentar persuadirles de que todo lo que estaba ocurriendo gozaba de una explicación lógica. Y así fue posible que don Lorenzo contactara con él cuando fue preciso. Tras recibir la orden del comisario, Félix, un poco incómodo, asintió y escoltó a Arcadio Claus hasta la sala de tiro, aunque él se rezagó porque era incapaz de mantener el ritmo de sus compañeros.
Cuando el religioso y Mariano accedieron al interior de la habitación, Félix, Povedilla, Rocamora y Quintanilla cerraron la puerta y se apostaron ante a ella. Félix se cruzó de brazos y se preguntó cómo impediría al enemigo que les apartara sin recurrir a la violencia. Bostezó.
-¿Sabe, Povedillo? -preguntó, propinando un codazo al becario, y elevando una ceja cuando este se volvió hacia él- Todo esto... -explicó, desanudando los brazos para extender la palma de una mano en un gesto visionario- tiene una explicación lógica. Y, de hecho, yo... sé cuál es -confesó enigmáticamente, asintiendo con la cabeza para reforzar su credibilidad-. Lo que... pasa es que no... puedo contárselo, porque... es un secreto -explicó, y a continuación se disculpó.
Después de que los agentes se dispersaran, el psicólogo permaneció merodeando alrededor del vestíbulo, saludando a la gente como el que no quiere a la cosa para a continuación intentar persuadirles de que todo lo que estaba ocurriendo gozaba de una explicación lógica. Y así fue posible que don Lorenzo contactara con él cuando fue preciso. Tras recibir la orden del comisario, Félix, un poco incómodo, asintió y escoltó a Arcadio Claus hasta la sala de tiro, aunque él se rezagó porque era incapaz de mantener el ritmo de sus compañeros.
Cuando el religioso y Mariano accedieron al interior de la habitación, Félix, Povedilla, Rocamora y Quintanilla cerraron la puerta y se apostaron ante a ella. Félix se cruzó de brazos y se preguntó cómo impediría al enemigo que les apartara sin recurrir a la violencia. Bostezó.
-¿Sabe, Povedillo? -preguntó, propinando un codazo al becario, y elevando una ceja cuando este se volvió hacia él- Todo esto... -explicó, desanudando los brazos para extender la palma de una mano en un gesto visionario- tiene una explicación lógica. Y, de hecho, yo... sé cuál es -confesó enigmáticamente, asintiendo con la cabeza para reforzar su credibilidad-. Lo que... pasa es que no... puedo contárselo, porque... es un secreto -explicó, y a continuación se disculpó.