LHDP - ROL Capítulo 17

La tercera temporada ha sido la más exitosa hasta el momento, cosechando gran número de páginas en los cinco capítulos que la componen y siendo el caso Z-105 y las tramas planteadas éxito en la crítica de roleros y el público.
Ahora inicia el C17, que lógicamente continúa el C16, el cual obtuvo unas muy buenas críticas.
Tienen a su disposición dos páginas extra además de este post principal y el anuncio.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>?
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Lukiando
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (Lis Peñuelas)>>Dain
• (Goyo)>>Dain
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Nelson Amadú)>>Scarface
• (Carlota Fernández)>>Xispi_lhdp
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Ciriaco Delgado)>>Bryan-Derek
• (Manuel Delgado)>>Rubén16
• (Lázaro Orozco)>>Avataryl
• (Toro Encerrado)>>Martinyfelix
• (Virtulinda)>>Avataryl
• (Adonis Angulo)>>Sauker
- INTERVIENEN -
• (Arcadio Claus)>>Sauker
• (Bruce Willis)>>Avataryl
• (El Químico)>>BryanDerek
• (Serafín)>>Meli-esdm
- CASA DEL DR. RASPUTÍN VERENGUER - (Sauker: Creador)
• Rasputín Verenguer
• Los Guiñoles:
-Sandra/El ente
-Fructuoso "Fiti" Bragueta
• `Papá & Mamá´ De Gaulle:
-Claude
-Charlotte
Cortinilla, realizada por Avataryl:
2ª cortinilla, realizada por Sauker:
1er anuncio, elaborado por Avataryl:
3ª cortinilla, realizada por Sauker:
SINOPSIS
Los agentes de San Antonio regresan a su país dispuestos a celebrar el triunfo del operativo en París, pero un truculento descubrimiento empañará su felicidad: Kike Gallardo ha muerto en un fatídico accidente de coche. Desolados, sus amigos acudirán al entierro del agente para despedirle.
Tal como le prometió don Lorenzo, Aitor Carrasco recibirá finalmente la placa. Aunque el becario está entusiasmado con esta perspectiva, también deberá lidiar contra la muerte de Kike, de la que probablemente se sentirá responsable. Pero estos factores sólo aumentarán aún más su determinación, y Aitor intentará conquistar a Silvia de una vez por todas.
Mariano tiene una cuenta pendiente en San Antonio: "El Químico", el traficante de drogas responsable de su adicción y al que encarceló unas semanas antes, continúa en los calabozos. Y pronto recibirá una visita del subinspector, que por fin está dispuesto a hacerle frente...
Después de ser detenido en París, Félix será deportado de vuelta a España. A pesar de que su boda con Lola podría oficiarse en cualquier momento, el psicólogo se sumirá en un estado depresivo, atormentado por las dos muertes de las que ha sido responsable en las últimas semanas: la de la señorita Dafrosia B. y la de Álvaro D'Alvade.
Por otra parte, en la morada del doctor Rasputín Verenguer los inquilinos de la casa respirarán con alivio por primera vez en mucho tiempo, convencidos de que el diabólico mal que les acechó durante los últimos meses había expirado. Los problemas volverán cuando Claude quiera mantener relaciones sexuales con Charlotte, quien no lo tolerará, ya que su relación con Fiti sigue adelante. Pronto se formará un triángulo amoroso entre los tres, que se convertirá en cuadrado cuando se sume Rasputín, quien no deja de desaprobar tal relación y además estará muy preocupado porque Sandra no ha vuelto a ser la misma. Mientras tanto, El Ente que habita en la joven continuará el paripé según el cual Sandra se ha despojado de la posesión, aguardando el mejor momento para volver a la carga, que parece no estar muy lejos...
A pesar del éxito de los agentes en sus últimos casos, Asuntos Internos no aprueba los ortodoxos métodos de la comisaría, y con y el fin de corregirlos y el pretexto de sustituir el puesto de Kike ha decidido trasladar a un grupo de agentes y becarios a San Antonio. El Alto Mando de la comisaría (don Lorenzo, De Gaulle y Salgado), descontento con esta medida y con la intención de demostrar que no es necesaria, se vengará obstaculizando y saboteando el trabajo de los novatos y sometiéndoles a toda suerte de vejaciones.
Coincidiendo con todo esto, la comisaría recibirá un chivatazo: Ciriaco y Fernando Delgado, padre e hijo, regentan unas prestigiosas bodegas de vino a nivel nacional. Sin embargo, la fuente afirma que se trata de dos narcotraficantes que tienen la tapadera en un viñedo.
Los agentes se embarcarán en una nueva investigación...

Mientras el Sub.Inspector continuaba buscando la llave , el agente observa las acciones del psicólogo sin hacer nada , hasta que este saca la 9 Milímetros y se dispone a disparar contra la ranura , cosa que provoca que Aitor propine un alarido - No!!!! - Exclama al ver las intenciones de Felix - Escuchame , si disparas... , nunca podremos llegar al sector 5 y... nos quedaremos sin encontrar al tercer miembro , por lo que no resolveremos el caso... - Intenta negociar apaciblemente con el - Por no mencionar que... en ese sector se encuentra el mayor alijo de Oro que puedas imaginar... , no lo sabías? - Dice llevandose disimuladamente la mano a la cintura - Te Acuerdas de los lingotes del Kaiser? , de tu mansión en Marbella? , lo podrías volver a tener... , solo tenemos que registrar ese lugar... , yo desde luego no pienso perder la ocasión de forrarme y salir de San Antonio... - Informa con una voz convincente - Y te doi otra opción por la que no debes disparar? - Pregunta retóricamente desenfundando por 2ª vez en menos de 10 minutos la Magnum - Por que si lo haces y no permites que me haga rico... , te pienso coser la garganta a balazos... - Amenaza apuntando a Felix - Asique... , nose , dialogemos , ambos saldríamos ganando , si disparas... , mueres y mueres como un pobretón... , pero... si no disparas... , vives y encima tendrás tanto dinero que podrás limpiarte el culo con los billetes de 500...

Estaba mareado, y sentía naúseas, las cuales estaban a punto de acentuarse.
Junto a la puerta, Rasputín lanzaba a su gato Adolphe al suelo, como si fuera de trapo.
Tragó saliva, y se levantó del suelo abrochándose todos los botones de la camisa, que la tenía desabrochada por completo.
Contemplaba como Rasputín se limpiaba los restos de orina con unas gamuzas, mientras Adolphe, con las patas rígidas, yacía boca arriba sobre la moqueta.
Monsieur De Gaulle
Gaspugtín-el doctor se asustó.
¿Qué está hasiengdo?-le miró de arriba abajo, hablando en voz baja.
¿Qué le pagsa a Adolphe?
¿Está dugmiengdo?
Rasputín se puso a tartamudear, no encontraba las palabras.
Señalaba al gato constantemente, y luego a sí mismo, para después soltar bufidos y repetir los mismos pasos.
Rasputín Verenguer
Lo-lo-lo... lo siento, monsieur.
Es que estaba en el garaje, aparcando los coches, apareció, me asusté, le pegué una patada...-a De Gaulle se le empañaron los ojos.
Total, que me monté en un coche para salir pitando, y estaba detrás, tan pequeñito... y tan frágil...
Cuando me bajé, me miraba moribundo con sus ojitos verdes-se le escaparon dos lágrimas, sin ser consciente del daño que estaba haciendo a De Gaulle.
Monsieur De Gaulle
Gaspugtín...
Pegdógnagme, pego no entiengdo nagda...
¿Qué te lo encontgraste dogmigo y qué...?-parecía estar fingiendo no dar crédito, pero realmente las palabras eran tan demoledoras que le carecían de significado.
Rasputín Verenguer
De Gaulle...
El gato está muerto...
Monsieur De Gaulle
¡¡¡SANGTO DEMOGNIO!!!-estalló llevándose las manos a la cabeza.
¡DEMOGNIOS, DEMOGNIOS!
¡¡¡OH, OH, SEÑOG!!!
¡POG EL AMOG DEL DE-MOG-NIO!-se estampó contra la pared, roto de dolor y al borde de otro infarto.
¡Adolphe, Adolphe, higjo mío!
El inspector corrió hacia el cadáver y se arrodilló frente a él.
Lo tomó entre sus manos, y observó su rostro.
Los ojos de su mascota estaban cerrados, y las arrugas de su frente denotaban tristeza.
¡¡¡Higjo mío...!!!
¡No te muegas...!
¡Magina...!-se puso el gato contra el pecho, llorando.
¡Magina...!
Han matagdo a Adolphe...
Lo han matagdo...-balbuceaba lloroso dejándose caer hacia atrás, con el gato encima.
Está muegto... está muegto...
Rasputín le ofreció un pañuelo, incómodo.
Rasputín Verenguer
Bueno, macho, no seas tan sentido, hombre.
Que te veo muy afectao-caminaba de espaldas hacia la puerta.
¿Qué... te iba a decir...?
Ah, sí, Sandra...
Que la cosa está muy mala, De Gaulle, que requiere mi ayuda-giró el picaporte aún de espaldas.
Que tengo que irme corriéndome...
¡Corriendo...!
Y que... bueno, que saludo de tu parte a papá y mamá, ¿eh?
Ála, arriba los corazones-salió corriendo a toda prisa por los pasillos, De Gaulle ya se encontraba en perfecto estado, y ahora Sandra y su familia le necesitaban.

La voz de Aitor tranquilizó al psicólogo, que enfundó el arma y se volvió hacia él. Le apenó asimilar que, una vez más, había recurrido a la violencia para solventar un problema. Escuchó atentamente al agente y, después, puso los ojos en blanco y articuló un ademán aburrido.
-¡Oh, Carrasco! ¡Deje de... vivir en el pasado! -exclamó, entrecerrando los ojos y moviendo la cabeza con apatía- Todas esas cosas ahora me... dan igual. Tengo otros interesas más importantes -afirmó, desviando inequívocamente una elocuente mirada hacia Mariano y guiñándole acto seguido un ojo a Aitor. Más tarde, apoyó la espalda en la esquina (pulsando de nuevo todos los botones) y se deslizó hasta tumbarse en el suelo, donde chasqueó la lengua-. Voy a... dormir -anunció, estirando los brazos-; avísenme cuando... hayamos llegado -añadió, cruzándose de brazos y cerrando los ojos con fuerza.
Sin embargo, no logró contenerse y, al cabo de unos segundos, entreabrió uno de ellos para atisbar a través de una rendija qué estaba pasando.

La situación se normaliza , por lo que el agente enfunda la Magnum y mira a Mariano , el cual , sudando , extendía su mano , que portaba la llave - Genial , ahora vamos a lo que hemos venido - Exclama introduciendo la llave en la ranura y acionando el número 5 , el ascensor comenzo un nuevo ascenso hasta llegar al sector indicado , haciendo un brusco , el artilugio se detuvo en seco , durante varios segundos las puertas permanecieron cerradas - Y ahora que pasa por favor... - Se queja agachando la cabeza , en ese momento el ascensor emite un ruido fantasmagórico y las puertas se abren...
Tras ellas se puede observar el sombrío pasillo con celdas a ambos lados de las paredes , esta vez no se trataba de habitaciones con puerta de roble , si no de barrotes de acero oxidados , tras los cuales reposaban los criminales - Que? , mola el si... sitio ee - Anuncia esbozando media sonrisa , seguidamente da un paso hacia adelante con lentitud - Pues nada... , a investigar se ha dicho...

Mariano:
-Jooodeeer... yo... mirar chicos a mi me parece que de aqui no puede ser el tercer socio eh... por que de aqui no pueden salir fijaros que barrotes por dios... es impsoible, estamos perdiendo el tiempo... venga vamonos vamonos...
De repente cuando se da la vuelta en una de las celdas veía a una mujer apoyada a los barrotes, le miraba con ojos de gatos, enternecidamente... y con una postura muy sexy...Mariano se acercó a ella lentamente y empezó a acariciarle la mano...
-Pe... pero tu por que estas aqui... si se te ve dócil y resplandeciente...
Seguía acariciandole la mano... la chica empezó a emitir unos sonidos extraños y curiosos, casi como gemidos pero mas bastos, la boca le empezaba a babear y su cara era propia de una deseosa del sexo empenerdida... Mariano le seguía acariciando y se dirige a Aitor
-Hay... hay que sacar a esta de aqui... esta no creo que este mal...

Anda lentamente por el pasillo , mirando a ambos lados , observando con repugnancia y miedo a algunos de los reclusos , entonces escucha a Mariano hacer alusión a una presa - Quieres alejarte de la celda cojones , que te crees que es una carmelita descalza o que? - Susurra mirando hacia atrás , donde las puertas del ascensor se cerraron con gran estrépito - Y que digo que... lo de volver ya... para que , no? - Inquiere avanzando por el oscuro pasillo - Pues ya me direis , porque yo no tengo ni puta idea de por donde empezar... , no estamos buscando nada en concreto... - Gruñe sin dejar de avanzar y de recorrer con la mirada las celdas

-Pero que dices Aitor si mirala... se le ve tan dócil y simpatica...
De repente se escucha el ascensor que se cierra y baja hacia abajo, tras el comentario de Aitor y la chica que aun tenia la mano de Mariano... se sobresalto tras el ruido y de repente se volvió loca e intento de todas las formas posible que le metiera la mano en cierta parte de su cuerpo... como una desesperada...
-AHHHH.... ayudaaaaaa ayudaaaaaaaaa....

Escucha los alaridos de Mariano y se dirige como un abanto hacia allí - Me cago en la puta!!!! , quieres alejarte ya de la puta celda!!! - Exclama con los ojos desorbitados , mientras le ayuda a zafarse de la reclusa , una vez liberado le mira arqueando una ceja - A la proxima.... - Dice señalandole con un dedo amenazador - Te... te... te quedas sin postre , cojones - Sentencia volviendose y elevando la voz hacia los presos - A ver... , voy a... voy a ser claro - Anuncia en alto , adquiriendo la voz de macarra - Eggtoy mu loco y con un sindrome de abstinencia que lo flipas en pepinillos verdes... - Exclama alternando la mirada de celda en celda - Y vosotros seguro que teneis algunogg contaggtos o algo no?? , nose... una rayita por aquí , una rayita por allá , joder tronncooss , una papelinaa

Ajeno al incidente con la huésped, el psicólogo atravesaba el rellano distraído y manteniendo una distancia prudencial con las celdas, a las que dirigía vistazos curiosos y a cuyos inquilinos desafiaba con la mirada. Mientras lo hacía, un tanto intimidado por el grotesco escenario y la lúgubre atmósfera, tarareaba con la voz quebrada pero burlona una melodía:
♫ Soy Spoletta... y si vais a mi consulta no os daré una receta... ♫
Después, se reía trémulamente. Pero, al cantarlo, Félix no pudo evitar preguntarse por qué últimamente mencionaría tan a menudo su oficina, en la que hacía años que no se personaba.

Mariano:
-Ha...¡¡¡¡Hacerle caso que esta muy locooo!!!!
Después de escuchar algunas toses y algunas palabras desagradables... uno de ellos saltó
Paciente:
-¡Tu buscarás a Adonis Angulo salao!, ¡ese es el que tiene acceso a la droga!... ¡El mazizorro ese estará en el gym como siempre jajajaaj.... no te vendría mal entrar allí gordaaaaaa
Insultaba a MAriano, que se le acercó y le pregunto
Mariano:
-Por... por donde esta el gimnasio...
Paciente:
-JAJAJAJAJAJAJAJ gordaaaaaa pues pa´donde va a estar mezquinoooo pues allíii!...
Señaló para una dirección de uno de los pasillos

Escucha las palabras del recluso y como insulta a Mariano , por lo que el agente desenfunda una vez más su Magnum y apunta al preso - A ver de que cojones te estas riendo!! gilipollas! - Exclama secamente avanzando hacia la celda - Te ries de mi colega? , te hace gracia mi colega?? ee!! Te hace gracia mi colega!! - Eleva el tono sin dejar de apuntarle - Más te vale que la información que nos has dado , sea verídica , porque... si no lo es , voy a subir aquí , y te voy a reventar - Amenaza volviendo a enfundar la pistola - Pues nada... , a buscar al Amancio Caraculo este o como coño haya dicho que se llame - Susurra volviendose al Sub.Inspector , luego mira al psicólogo el cual canturreaba a su bola - Al menos algunos se lo pasan bien jejeje - Rie antes de llamarle la atención - Felix!! , venga , nos vamos

Mariano:
-Bu... bueno vamos... ¿No?... que sea lo que dios quiera... pero.. pero tu primero...
Dijo mirando a Aitor antes

Obediente pero dispuesto a asumir el liderazgo si fuera preciso, el psicólogo acudió a la llamada de Aitor y junto a él y Mariano recorrió las mazmorras en dirección opuesta al ascensor. Asustado por el hecho de que su consulta fuera un tema recurrente en sus pensamientos, Félix ya no tarareaba la melodía, sino que ahora la silbaba.
Caminaron entre sendas hileras de celdas, sufriendo los gruñidos de sus inquilinos, sobre un suelo pedregoso y encharcado, sumidos en una oscuridad que apenas se disipaba con la aparición de eventuales antorchas. El psicólogo parpadeaba incesantemente, perplejo.
Cuando finalmente atisbaron una puerta al término del pasillo, Félix, despistado, tragó saliva y se detuvo.
-¿Quién... es Amancio Caraculo? -inquirió con un hilo de voz.

Sudando, ojeroso, con el pelo enmarañado y una mueca de asco, el comisario se había alzado súbitamente sobre la silla en la que se había desmayado y, tras constatar con alivio que Mariano ya no se encontraba en el comedor, se había excusado torpemente ante el resto de los agentes y había abandonado la sala.
Ahora vagaba aturido y sin rumbo por la clínica, deseoso de eludir cualquier contacto humano, alejarse de sus responsabilidades y meditar en solitario.
Pensó en Paco: ¿qué estaría haciendo en esos instantes? Probablemente nada. ¿Por qué les había desatendido en el momento en que más le necesitaban? ¿Acaso la muerte de Kike le había afectado más que a cualquiera de ellos? Don Lorenzo se atrevía a juzgar que no. En cualquier caso, el amable, campechano, bonachón y entrañable inspector Miranda, piedra angular de la comisaría de San Antonio y ex yerno del comisario, estaba ausente. Don Lorenzo bufó: por lo menos, ahora gozaba de la simpatía de Félix.
Al cabo de un tiempo, no supo si accidental o voluntariamente, el comisario llegó a una puerta que reconoció enseguida. En ella, colgaba un cartel que decía así:
<<Se ruega no entrar. El propietario de esta habitación ya no la utilizará, y en breve se desalojará su contenido y preparará para un nuevo residente.>>
Esbozando una sonrisa -práctica que prácticamente sólo ejercitaba estando solo- agridulce, giró el picaporte y se adentró en la habitación. Los caballos de Toro Encerrado reaccionaron ante la apertura de la puerta relinchando, pero su jolgorio se tornó en decepción cuando descubrieron que el visitante no era su dueño.
Conservando la esforzada sonrisa, don Lorenzo contempló a los animales desde el umbral de la puerta. Después, se adentró en el establo, pero no se atrevió a acercarse a ellos. Caminó hacia un rincón, en el que entre la paja se apilaban los efectos personales del jefe indio, y desvió otra mirada hacia los caballos. Necesitó morderse el puño para contener la pena. Devolvió la vista hacia el montículo, y dos objetos reclamaron poderosamente su atención: un arco y un carcaj atestado de flechas. Se agachó para recoger ambos, y los sopesó en sus manos durante algún tiempo.
El comisario dirigió una mirada más a los animales, y la sonrisa se desvaneció. Se mordió el labio con rabia, y apretó la madera del arco hasta que sus temblorosos nudillos palidecieron. Por algún motivo, aquellos caballos le recordaban a Enrique Gallardo.
Don Lorenzo se aproximó a la valla que contenía a los animales, manteniendo no obstante una distancia prudencial, y encogió el cuello.
-Sea quien sea el tercer socio... -prometió a los caballos, en un tono convulso a causa del empeño con el que oprimía el arco en su mano- va a pagar por lo que ha hecho.

El director de la clínica repiqueteaba con los dedos sobre la mesa sin hacer nada más, reconcomiéndose por su falta de actividad y la certeza de que sus pensamientos le impedirían ejecutar cualquier otra tarea con éxito. Ya había recibido la llamada que esperaba, y el contenido de la misma le había intranquilizado. Además, había recibido un fax.
Por otro lado, ocasionalmente, desviaba la mirada hacia el cajón en el que antes había introducido la mano y del que la había apartado inmediatamente al palpar algo, cerrándolo acto seguido.
Sin embargo, nada de esto alteraba mínimamente la calma de Lázaro Orozco, sumido en una quietud casi absoluta en la que sólo desentonaba el movimiento que el director producía con los dedos, y que realizaba deliberadamente para lidiar contra esa inactividad que le exasperaba.
Consultó su agenda, y después su reloj: según lo primero, tenía concertada una cita con Virtulinda a la una y media; según lo segundo, eran las dos menos veinticinco. La paciente se retrasaba.

Justo había ido a exigir que les administraran habitaciones a los agentes (Lola notaba que había algunos que debía de sudad mucho o algo...), un celador la informó de que ya tenían asignadas las correspondientes habitaciones. Lola comprobó que su representante y ella dormirían juntos y se marchó. Ya en el pabellón, comenzó a recoger sus cosas y, pensaba irse, cuando observó a Povedlla mirando al patio por una ventana. Se acecó a él. -Jose Luis, ¿se puede saber que haces mirando a los reclusos? -Sus palabras sacaron sacar al becario de sus pensanmientos, que se giró negando con la cabeza para después excusarse en busca de una bebida. Lola se encongió de hombros y continuó recogiendo sus cosas. Fue entonces cuando se percató de que le faltaba una granada en su maleta. Antes de entrar en la clínica las había contado suficientes veces para comprobar que eran veinte justas y no había utilizado ninguna todavía. Y lo más raro de todo es que nadie sabía que las granadas estaban allí. Al instante, pensó en el famoso y escurridizo ladrón de escopetas. Desde que había encontrado la bala en la biblioteca había eliminado a Paco de la lista de sospechosos (podía haber robado la escopeta y haberse fugado a un paraíso fiscal) y a Aitor (el último pellizco en el culo la convenció de que no guardaba la escopeta allí). Ahora su mayor sospechoso era Mariano, que aparte de ir matando a celadores a diestro y siniestro, la había notado con un poco más de barriga. Se cargó las cosas al hombro y las llevó a su habitacción, espera que Puchi apareciera de repente por detrás de ella. Esperó en el cuerto durante un cuarto de hora, pero no había rastro del perro, que se había ausentando para ir al servicio. Lola sabía que el perro podía arreglarselas solo perfectamente, pero aún así le llegó un sentimiento de que algo malo estaba pasando. Decidió darle un margen para que volviera y tras dejarle una nota, salió a investigar la desaparición de su escopeta.
<<Puchi, estoy fuera buscando la escopeta. Cuando vuelvas, que sepas que la comida esta en el estante y te he dejado un abrelatas al lado. También tiene agua en abundancia en un cuenco en la encimera. Y si quieres puedes subierte a la cama y ver la televisión o leer a Kant. Saludos perrunos, Lola.>>

Asiente con la cabeza - Venga , andando - Exclama atravesando una esquina y entrando en otro pasillo de aquel tenebroso sector - Asique un gimnasio... , vamos a tener que tratar con un figurín... , lo que me faltaba ya , echarme tipos cargados de esteroides a la cara... - Se queja mientras fuerza la mirada en busca de algún cartel que rezará las palabras "GYM"

Mariano:
-Joder... recordar que no beba nunca por dios... ya tiene que dar pavor el hecho de saber que puedes acabar en un sitio así, madre mia...
Seguían avanzando... y por fin, en unos laterales del fondo de un pasillo había una puerta, con 2 celadores reguardandola, donde un cartelito ponía "Gimnasio Villa Alegre"
-Mira Aitor... hay es... joder... Villa alegre... deve de ser por que es el único sitio con un poco de felicidad sino no me lo explico... espera...
Se pone a pensar un poco y se para en seco...
-Un... un poco de felicidad... a ver si aqui en las duchas... cuando uno se agacha.... ¡Ah!... NONONONO... ME NIEGO.... ¡YO HAY NO ENTRO!....
Cruzó los brazos y se quedó quieto antes de seguir avanzando

Escucha a Mariano y se lleva el puño a la boca en señal de desaprovación - Ya estamos Mariano!' , Ya estamos??! , vaya día me estás dando ee - Se queja volviendose hacia el - Mira , vamos a entrar ahí los 3 y se ha terminado! , si no te gusta te jodes , haberte metido a pastor o a ganadero - Exclama tajante antes de volverse hacia la entrada del gimnasio , donde se apotronaban dos celadores - Joder con los pringaos estos , están por todos los sitios coño , se reproducen como los gremlins - Mira hacia sus compañeros y asiente levemente - Pues ya sabeis lo que toca no? - Pregunta sin recibir contestación - La del cebo... - Sentencia empujando a Mariano al centro del pasillo , alertando a los individuos que vigilaban la entrada , los cuales se dirigieron corriendo hacia el - Felix... , en cuanto cruzen la esquina y antes!! repito , antes!! de que le cogan , les noqueamos , tu a uno y yo a otro... , preparate

Ninguna enfermera pasaba por allí, y se juró a sí mismo que la próxima que se llevara a la cama pagaría por todas las demás aquella falta de respeto.
¿De verdad tenían algo mejor que hacer que admirar su cuerpo?
Tomó una vez más algo de bebida isotónica, para después dejar caer la botella al suelo, y volver frente al espejo.
Escuchó voces en los pasillos.
Adonis Angulo
¿¡Quién coño es!?
Una enfermera entró segundos después, sujetando una bandeja cargada de medicinas, con una sonrisa de oreja a oreja.
Adonis sabía por qué había venido, y seguramente tan sólo llevaba aspirinas para la tos...
Convencido, andó rápidamente hacia ella.
Tras suspirar, le acarició el rostro, pero pronto la dulzura desapareció, y le plantó un guantazo que la mandó al otro lado de la habitación.
¡¡¡Iros a tomar por culo, desgraciadas!!!
¡¡¡Vuelve a entrar si tienes huevos, vamos!!!-se encaró mientras la enfermera salía corriendo y cerraba la puerta tras de sí.
No me puedo confiar, sois unas zorras...
Recogió la botella del suelo, y dio un nuevo trago.