LHDP - ROL Capítulo 17

La tercera temporada ha sido la más exitosa hasta el momento, cosechando gran número de páginas en los cinco capítulos que la componen y siendo el caso Z-105 y las tramas planteadas éxito en la crítica de roleros y el público.
Ahora inicia el C17, que lógicamente continúa el C16, el cual obtuvo unas muy buenas críticas.
Tienen a su disposición dos páginas extra además de este post principal y el anuncio.
•Resúmenes
•El Despacho de Don Lorenzo
•REGLAS•
- No interrumpir el juego con comentarios que deban ser tratados en el anuncio. De interrumpirlo, habrá de editar inmediatamente.
-Para adquirir un secundario, se ha de elevar una petición a la cúpula directiva. Sin embargo, obtener un secundario es muy complicado, ya que por lo general suelen estar vinculados al caso que se trata salvo alguna excepción.
- No se pueden alterar bruscamente las tramas generales de la historia ni aquellas que incumben a determinados personajes sin la aprobación de su propietario.
- ELENCO -
• (Paco Miranda) >>?
• (Lola Castro)>>Martinyfelix
• (Mariano Moreno)>>Bryan-Derek
• (Lucas Fernández)>>Lukesita
• (Sara Miranda)>>Lukiando
• (Gonzalo Montoya)>>Sara_93
• (Silvia Castro)>>Meli-esdm
• (Aitor Carrasco)>>Rubén16
• (Félix Montejo)>>Avataryl
• (Monsieur De Gaulle)>>Sauker
• (Marina Salgado)>>Meli-esdm
• (Lis Peñuelas)>>Dain
• (Goyo)>>Dain
• (Blackman)>>Lyonel_19
• (Doña Concha)>>Lukesita
• (José Luis Povedilla)>>Martinyfelix
• (Rita Peláez)>>Sara_93
• (Nelson Amadú)>>Scarface
• (Carlota Fernández)>>Xispi_lhdp
• (Don Lorenzo Castro)>>Avataryl
- CON LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE -
• (Ciriaco Delgado)>>Bryan-Derek
• (Manuel Delgado)>>Rubén16
• (Lázaro Orozco)>>Avataryl
• (Toro Encerrado)>>Martinyfelix
• (Virtulinda)>>Avataryl
• (Adonis Angulo)>>Sauker
- INTERVIENEN -
• (Arcadio Claus)>>Sauker
• (Bruce Willis)>>Avataryl
• (El Químico)>>BryanDerek
• (Serafín)>>Meli-esdm
- CASA DEL DR. RASPUTÍN VERENGUER - (Sauker: Creador)
• Rasputín Verenguer
• Los Guiñoles:
-Sandra/El ente
-Fructuoso "Fiti" Bragueta
• `Papá & Mamá´ De Gaulle:
-Claude
-Charlotte
Cortinilla, realizada por Avataryl:
2ª cortinilla, realizada por Sauker:
1er anuncio, elaborado por Avataryl:
3ª cortinilla, realizada por Sauker:
SINOPSIS
Los agentes de San Antonio regresan a su país dispuestos a celebrar el triunfo del operativo en París, pero un truculento descubrimiento empañará su felicidad: Kike Gallardo ha muerto en un fatídico accidente de coche. Desolados, sus amigos acudirán al entierro del agente para despedirle.
Tal como le prometió don Lorenzo, Aitor Carrasco recibirá finalmente la placa. Aunque el becario está entusiasmado con esta perspectiva, también deberá lidiar contra la muerte de Kike, de la que probablemente se sentirá responsable. Pero estos factores sólo aumentarán aún más su determinación, y Aitor intentará conquistar a Silvia de una vez por todas.
Mariano tiene una cuenta pendiente en San Antonio: "El Químico", el traficante de drogas responsable de su adicción y al que encarceló unas semanas antes, continúa en los calabozos. Y pronto recibirá una visita del subinspector, que por fin está dispuesto a hacerle frente...
Después de ser detenido en París, Félix será deportado de vuelta a España. A pesar de que su boda con Lola podría oficiarse en cualquier momento, el psicólogo se sumirá en un estado depresivo, atormentado por las dos muertes de las que ha sido responsable en las últimas semanas: la de la señorita Dafrosia B. y la de Álvaro D'Alvade.
Por otra parte, en la morada del doctor Rasputín Verenguer los inquilinos de la casa respirarán con alivio por primera vez en mucho tiempo, convencidos de que el diabólico mal que les acechó durante los últimos meses había expirado. Los problemas volverán cuando Claude quiera mantener relaciones sexuales con Charlotte, quien no lo tolerará, ya que su relación con Fiti sigue adelante. Pronto se formará un triángulo amoroso entre los tres, que se convertirá en cuadrado cuando se sume Rasputín, quien no deja de desaprobar tal relación y además estará muy preocupado porque Sandra no ha vuelto a ser la misma. Mientras tanto, El Ente que habita en la joven continuará el paripé según el cual Sandra se ha despojado de la posesión, aguardando el mejor momento para volver a la carga, que parece no estar muy lejos...
A pesar del éxito de los agentes en sus últimos casos, Asuntos Internos no aprueba los ortodoxos métodos de la comisaría, y con y el fin de corregirlos y el pretexto de sustituir el puesto de Kike ha decidido trasladar a un grupo de agentes y becarios a San Antonio. El Alto Mando de la comisaría (don Lorenzo, De Gaulle y Salgado), descontento con esta medida y con la intención de demostrar que no es necesaria, se vengará obstaculizando y saboteando el trabajo de los novatos y sometiéndoles a toda suerte de vejaciones.
Coincidiendo con todo esto, la comisaría recibirá un chivatazo: Ciriaco y Fernando Delgado, padre e hijo, regentan unas prestigiosas bodegas de vino a nivel nacional. Sin embargo, la fuente afirma que se trata de dos narcotraficantes que tienen la tapadera en un viñedo.
Los agentes se embarcarán en una nueva investigación...

Mariano:
-Povedilla quieres hacer el favor de callar a ese puto perro, o de la patada que le voy a meter lo voy a mandar a Mozanbique...
Antes de poder volver a darse la vuelta, escucho las palabras del señor que acababa de preguntar que hacian allí, se dió la vuelta, y allí estaba el... encendiendo un cigarrillo... con un bigote muy sujerente, y una pose seria y contundente... Don Lorenzo se había parado en seco mirandole de frente sin decir una palabra, por lo que este decidió empezando a hablar
-Hola, Buenos Días, so... somos el grupo revelación de OBK, como puede ver... estamos el cantante, que es este señor que esta enfrente suya, atrás la mascota del grupo junto con su dueño
Señaló a Povedilla y luego al perro, dejando claramente a este como dueño de Povedilla
-y más atrás el elenco coro.... JAJAJAJAJAJAJA....
Se puso a reir como un descosido... de repente paró en seco, y soltó una perla
-¡Hijo de puta bigotudo!... ¡Por culpa de gente como tu estamos así!.... ¡Cabrón!, ¡Desgraciado!...

Se acercó al hombre que acaba de salir, el cuál obviamente tenía algo que ver con la Clínica, y comenzó su actuacción. -Buenos días... mi nombre es Olivia, Olivia Newton John. Este es mi representante, Puchi Lopéz. -Señalo al chucho, que al salir el señor se habia quedado callado como una tumba, pero en cuanto Lola lo nombró soltó un ladrido de saludo. Zarate apareció por detrás con las maletas del perro, y se colocó al lado de Lola pasandole al brazo por el hombro. -Este es John Travolta, mi compañero de aventuras... También le representa Puchi.
RAMÓN ZARATE
Se pasó la mano por el pelo, que tenía engominado hasta los topes y empezó a mascar cicle, como se imaginaba que haría Danny... o Travolta... o quién fuera, porque ya tenía crisis de personalidad. -¿Quéee hay, colega?
LOLA
Lola sonrió a Zarate como hacen las estrellas y continuó hablando. -Verá... este de aquí -señalo con la cabeza -en un movimiento deestrella de Hollywood- a Povedilla, que dormitaba sobre el brazo de Lola. -Es... un amigo que tiene unos problemillas... le da por disfrazarse de cosas raras... usted ya sabe... -Se acecó al hombre y le susurró al oído, interpretando de nuevo a la típica tía de Hollywood. -¿A que tengo buen culo? -De repente, Puchi, que había parecido una estatua hasta ese momento, se lanzó a los pies de Lola y comenzó a dar vueltas a su alrededor. Lola se separó del director y agarró a Povedilla que se estaba deslizando peligrosamente por su brazo.
RAMÓN ZARATE
Sacó un radiocasete enorme de la peluca que llevaba Lola en la cabeza y lo encendió. Al instante empezó a soñar la banda sonora de Grease, y el hombre comenzó a canturrear al tiempo que tocaba una guitarra ficticia sobre su pecho. -I saaaaw my problems and i'll seeeee the light... we got a lovin' thing, we gotta feed it right... there ain't no danger we can go too farrrrr... we start believin' now that we can be... El perro también dejó de pasear alrededor de los pies de Lola y se fue junto a Zarate ladrando la sintonía de la canción.
PUCHI
-Guauuu guau guau... GUAUAGUAUAAAAA, guau guau guauuuuu... -Entonaba a la vez que Zarate que seguía cantando.
LOLA
-Verá... el pobrecillo se cree Hugh Grant... asi que le viene bien estar aquí. -Lola sacó un fajo de billetes (que había robado de la comisaria), tal como haría una estrella de Hollywood. -Aquí tiene de sobra para encargarse... -La canción llegó al estribilo y Lola se unió a Zarate y a Puchi. -Greaseee is the worddddd, is the word that you heardddd... -El perro comenzó a dar saltos sin dejar de cantar y se subió a un cubo de basura que habia por ahí. Luego se tiró al vacio, (como hacen las estrellas de Hollywood) y los fans (que era Zarate en realidad) le recogieron extasiados. -Ok... como le iba diciendo... que se encarga del chavalí, ¿verdad?... -Le tiró del moflete a Povedilla, que se desperezó un poco murmurando rarezas.
POVEDILLA
-GREASE IS THE WOOOORDDDDDDdddddddd... Y perdió fuelle de nuevo.

El repertorio de policías había obstruído la entrada de cristal, por lo que el psicólogo se había quedado en la intemperie, y ahora se frotaba los hombros, tratando de eludir el frío, mientras chillaba para que los agentes avanzaran.
-¡Abran paso, perfectos inmóviles! -exigió, empellando a alguien cuidadosamente, para no dañarle, y penetrando en el grueso de agentes. Al irrumpir entre los primeros, emitió una exclamación al descubrir que un hombre bloqueaba el paso, y otra al distinguió junto a él a Lola, que bailaba con otros seres.
Félix tragó saliva, inquieto, y señaló tímidamente a Ramón Zarate, preguntándose quién sería.
Buscó con la mirada a De Gaulle, seguro de que el francés ya tendría una interesante teoría sobre infidelidad que comentarle, pero no advirtió al francés entre la caterva.
Agachó la cabeza y, triste, atravesó la multitud otra vez para regresar al gélido exterior...

Caminaba junto a sus compañeros , la entrada y el edificio a su vez se hacian más grandes que antes , en ese instante un hombre aparece delante , preguntando quienes eran - Coño! , Hitler... - Exclama en un susurro apenas perceptible para el hombre que se hallaba plantado delante de ellos , tras escuchar la improvisada contestación de Mariano , este niega - Hay que joderse... OBK... - Se queja mirando hacia ambos lados , en ese momento , se le ocurre un síndrome acorde con su personalidad , sin saber si exístia apenas , el agente tomó un cariz agresivo - Pues venimos a fumar unos petas!! que paachhha! , tienes allgggún problema?- Exclama poniendo voz de macarra - A que... , a que te hago el cangrejo russso , un de acoi , y de acoi y te vas yaa - Dice aplicando gestos a aquella interpretación de chulo de barrio , además de amagos de violencia para dar el pego

El comisario había frenado al toparse con Lázaro Orozco y comenzado a balbucear incoherencias, tratando de articular sin éxito un pretexto para su presencia. Sin embargo, enmudeció cuando Mariano, Lola y su pandilla y Aitor le relevaron y comenzaron a hacer lo que mejor sabían. Mientras contemplaba el paripé, la cara de don Lorenzo cobró una mueca que combinaba la resignación con el asco y el horror.
Cuando Aitor pronunció sus palabras, el silencio se apoderó del pasillo. El comisario, tan acongojado como rabiado, se aclaró la garganta y en dirección al hombre que obstruía el acceso avanzó, agarrando y lanzando hacia atrás a todo el que halló en su camino.
-Eh... Hola -saludó, rígido-. Estoy aquí... -prosiguió, en un tono vacilante, fingiendo una conducta nerviosa- por petición del doctor Rasputín Verenguer, un funcionario de esta clínica. Él... se lo explicará todo.

Asfixiado, apareció el doctor Rasputín Verenguer, dándose aire con la pamela.
Tras él, a lo lejos, Claude, Charlotte y Fiti llevaban a rastras a Sandra a un almacén cuyo letrero en la puerta rezaba: "Acceso restringido".
Por suerte, no fueron descubiertos, y permanecerían escondidos mientras Rasputín cumplía con su deber, colaborando con la comisaría.
Rasputín Verenguer
Uf, uf, qué sofocón, coña-sacó su cartera del bolsillo interior de la bata blanca, para después abrir su cartera.
Es que hemos tenido un accidente de coche...
Mire, este es mi DNI y ésta mi acreditación, soy doctor ... aparentemente-tragó saliva- en la clínica desde hace un par de meses.
Lázaro miró impresionado la tarjeta, Rasputín comprendió su error:
SPOILER (puntero encima para mostrar)"Jaime Espartaco: 20 años, bien dotado"
Le arrebató la tarjeta de sus manos, y le dio la indicada avergonzado.
¡Oh, oh, señor!
Un tremendo error...
Es un regalo para un amigo que se casa con su novia en septiembre-Lázaro preguntó cómo se casaba con una mujer y aceptaba ese tipo de regalos siendo heterosexual.
Su mujer no lo sabe-se volvió a dar aire con la pamela, mirando a Lorenzo y a todos los presentes, rezando para que todo saliera bien.

El director de la clínica alzó una mano para recolocarse las gafas, que estaban respingándose por el puente de su nariz, y encogió el cuello de manera imperceptible. Después, devolvió la extremidad a su posición anterior; ambos brazos le colgaban de una forma artificial y forzada.
-Estoy confuso -confesó, totalmente inmóvil, sin apenas mover los labios-. Doctor Verenguer -prosiguió acto seguido, pues albergaba un sentido muy económico del tiempo y no quería desperdiciarlo con silencios. Dirigió la mirada hacia Rasputín, pero el resto de la cabeza prosiguió en la misma postura tiesa-, este hombre -como un autómata, giró una mano para señalar a don Lorenzo- afirma que usted le conoce. ¿Es cierto? -inquirió, haciendo gala de una seriedad sin parangón.

Lorenzo Castro, comisario, estaba a su lado, con lo cual debía tranquilizarse.
Aún así, no dejaba de pensar que el señor Orozco era el "comisario" de la clínica, y parecía tan capaz de ponerles difícil el entrar al lugar como Lorenzo de obstaculizar el negocio de los Delgado.
Rasputín Verenguer
Efectivamente, señor Orozco.
Yo mismo les hice sus correspondientes...
Leche...-chasqueó los dedos, no recordaba la palabra.
¡Análisis, coño!-alzó la voz tras chivárselo el propio comisario al oído.
Vamos, que son adictos de manual...
Necesitan recibir tratamiento urgentemente, y si sigue empecinado en hacernos perder el tiempo, macho, estos se beben hasta el agua de los floreros-señaló a Aitor y demás, haciendo pensar que eran unos borrachos.
No se preocupe, que les conozco y son estupendos pacientes, no se pasarán de la raya.
¿Lo pilla? JAJAJA-comenzó a reír, quitándole hierro a la situación.

Sobre los labios del gran jefe indio sobresalía una pipa de la paz, que el nativo sostenía impoluta e inalterable entre ellos. El objeto segregaba un prenetrante humo, que se escabullía por las fosas nasales del indio, que despojado de los brazos de Morfeo minutos atrás, danzaba por los pasillos de la Clínica. El gran jefe indio efectuaba con rapidez y gran apaño los pasos de la Danza de la Lluvia, acompañado por la sintonía de un tambor que el mismo tocaba aporreándolo con determinacción. En la cabeza del indio yacía una excelsa y desmesurada corona de plumas, en su mayoría de pavo real. Levantando y moviendo las piernas al ritmo del tambor, el jefe indio se trasladó hasta la entrada de la Clínica Camellos Dorados. La entrada de la misma parecía el metro en hora punta, y al indio le sobresalto que hubiera tanto chalado suelto por la vida. -¡Aaahhhhh, ahhhhhhhhh, AHHHHH! -Expresaba a la vez que daba palmadas y gritaba dichos clamando al cielo en uno de los muchos idiomas indués.

El director entendió el chiste de Rasputín, pero no le suscitó ninguna gracia. La comisura de sus labios se abrió levemente cuando se dispuso a hablar, pero en ese momento uno de los residentes más problemáticos de la clínica apareció armando jaleo. Lázaro Orozco no se alteró lo más mínimo y, con la misma templanza que había proyectado hasta ahora, caminó hasta Toro Sentado y se detuvo frente a él.
-¡Jefe! -le saludó, mostrándole la palma de la mano mediante un movimiento mecánico. El indio se detuvo, calmado, y el director se aproximó más a él- En la última sesión acordamos que abandonaría estas prácticas, especialmente cuando los demás huéspedes duermen -dijo, pero no regañándole, sino recordándoselo-. Voy a confiscarle el tambor -anunció, pero no produjo, y ni siquiera amagó, ningún movimiento con el que hacerlo, y al cabo de unos segundos fue el propio indio quien se lo ofreció, aceptándole el director al instante-. Se lo devolveré más adelante si me promete no volver a utilizarlo en horarios indebidos. Ahora, vuelva a su habitación y reflexione sobre lo que ha hecho hasta la hora del desayuno -dijo, pero no ordenándolo, sino recomendándoselo. Asimismo, se esforzaba en no transmitir su decepción al paciente, que, avergonzado, desandó sus pasos. Lázaro Orozco se volvió prudentemente hacia la entrada-. Así que estas personas quieren ingresar en la clínica -afirmó en un tono impersonal, retomando la conversación con Rasputín-. Esperen frente a mi despacho -indicó acto seguido a los agentes de San Antonio-. Les examinaré a todos y acordaremos los trámites de su admisión -después, devolvió la atención a Rasputín-. Doctor Verenguer, ¿podría llevar los vehículos de nuestros invitados en el párking subterráneo? Denles las llaves de sus coches al doctor, señores; él se los aparcará. Ahora, diríjanse a mi despacho -agregó, maldiciéndose por haber aportado información repetida y, por lo tanto inútil. Titubeó un momento y, después, recuperó la compostura-. Vamos a averiguar cuál es su problema y cómo podremos arreglarlo.

Escucha atentamente las palabras del director y asiente en todas ellas salvo en la última , que se queda petrificado al oir que los vehículos quedarían en manos del doctor y con ellos su moto - E... , no , no ni de coña , ya... voy yo a por mi vehículo propio , firme usted mi entrada que yo , aparco los coches , yo me encargo que además el Rasputín estará liado con pacientes y demas... - Aclara intentado sonar convincente , después para dejar más claras las cosas , mira a sus compañeros y vuelve a fingir el síndrome que se sacó de la manga - Que no de que! , a quien dice usted que nooo , pirmaverass!! que es un primaveras!! , de la dos ruedas me encargo yooo - Tras unos momentos de silencio el agente hace un amago de pegar al director con las manos , mientras se mordia la lengua mostrandola , cual macarra de barrio , pero se queda simplemente en eso , un amago - Enngaa deme las... las llavess

Lázaro Orozco, su jefe (del que tanto había oído hablar), le pedía que aparcara los coches.
Y otra individua que parecía ser agente de la comisaría pedía desesperadamente hacerlo ella.
Mientras tanto, escuchaba los murmullos de Sandra, Fiti y los De Gaulle.
Se limpió el sudor de la frente, mareado, y asintió ante la petición de Orozco, ignorando a Aitor.
Rasputín Verenguer
Venga, chica, no te empeñes...
No podéis conducir en estas condiciones, que después os da un coma etílico o una sobredosis y le metéis el puro a la clínica, nos despiden a todos, y haber como coña me hago cargo de todos mis gastos.
Que una chica poseída da para mucho, macho-dio un codazo a Lázaro, buscando su compasión.
Yo aparco, a ver, las llaves-metía la mano en cada uno de los bolsillos de los agentes, llevándose por equivocación los móviles.

En ese instante, Rasputin empeiza a meter las manos en los bolsillos de todos, y cuando Mariano observó que lo que le quitaba era el móvil, fue su momento de actuar
Mariano:
-Eh...eh.. egh... ¡CABRÓN!... Da... dame... dame mi móvil anda... cacho de hijo de perra... ¿Pero que te crees?... Mis llaves estan en el bolsillo derecho de atrás del pantalón, ¡Merluzo!, ¡Canalla!... ¡Hijo de mala madre!
Mientras insultaba a diestro y siniestro se contuvo un poco, le cojió el móvil suyo a Rasputín de sus manos, y acto seguido le entrego las llaves de su coche
-¡Ni un arañazo quiero ver!, ¡Mamarracho!... ¡O te arranco el pescuezo a bocados,... BURRO!...
Finalmente se apartó a un lado, poniendose al lado del mostrador, y mirando fíjamente a Lázaro con los ojos en órbita, gesto serio, y medio embobado, llegando a dejarse caer un poco de babilla de sus labios

Abre el portatil, empieza a teclear como loco, al instante, abre el marcador automático, y marca el teléfono... suenan tonos... hasta que contestan
[...]
-Comisaria de San Antonio, Dígame.
...
-"pu... pu... pu..." El teléfono cuelga
La acción contínua la repetirá 11 veces, a la duodécima, dan golpecitos en la puerta de su habitación
Mike:
Pum pum pum, ¡Isaac!... ¿Estás hay?... he oido ruidos... ¿Va todo bien?
Isaac, El Químico:
-Todo bien Mike, solo estoy descansando, dentro de un par de hora salgo.
Mike:
-¿Seguro que va todo bien?, insisto...
Un silencio de 10 segundos se apodera de la situación, hasta que finalmente Mike hace el intento de entrar en la habitación, pero e la encuentra cerrada manualmente por dentro y vuelve a golpear "pum pum pum"
Mike:
-Isaac me estás preocupando... ¿Qué ocurre?
Isaac, El Químico:
-Relájate Mike... solo necesito descansar, luego hablamos...
De nuevo un silencio, pero esta vez un poco mas corto, hasta que de nuevo se rompe
Mike:
-Muy bien Isaac... te espero en el salón cuando estes descansado...
Al cabo de otros segundos, hay un silencio, pero será cortado por Isaac, el cual volverá con el marcador automatico a llamar por teléfono a la comisaría de San Antonio, finalmente, al cabo de 15 minutos, en la pantalla del portatil le salieron los números de teléfono del agente Carrasco, de la agente Pelaez, del Agente Povedilla, y del inspector del CNI De Gaulle, el cual, repitió el proceso de llamada, pero esta vez dejando que sonara solo 1 vez a tono, durante 3 veces a cada uno...
Entonces, en ese instante, un ruido fuerte le llamo la atención y miró hacia la ventana... ¡era Mike!... le estaba observando a través de ella, pero al estar escondido, pensó que no le vió en ningun momento, Isaac, disimuladamente, se acercó poco a poco a la ventana, y justo cuando Mike volvió a mirar, le agarró del cuello y le metió para dentro, golpeandole fuertemente al final con un puñetazo que lo tumbo en la cama de Isaac, por suerte, no le dió a ninguno de los aparatos allí presentes, como si estuviera calculado el golpe, ya que Isaac siempre mantuvo su gesto tranquilo a pesar del gesto
Isaac, El Químico:
-¿Me puedes explicar por que me espias...? ¿No te fias de mi?...
Mike:
-Ahh...ugg!....ai....es...estás... trabajando....solo.... como... siem...siempre...así... nunca.. podremos... avanzar... solo estás... solo... te quedas... ma... maña.. ugg... mañana... te quiero fuera... de mi casa...
Se levantó poco a poco al tiempo que se iba de la habitación, la cerró y se fue, quedando Isaac solo, volviendose a sentar en la cama, y apagandolo todo, dejandolo debidamente bien colocado en un rincón de la habitación, metiendose en la cama, y descansar.

El comisario siguió con la mirada la trayectoria de Lázaro Orozco, que se alejaba de ellos a través del pasillo, y se mordió el labio cuando el director de la clínica dobló una esquina y desapareció. Con la mirada aún fija en ese rincón, don Lorenzo hurgó en uno de sus bolsillos y, desconocedor de los problemas oculares de Rasputín Verenguer, depositó la llave de su coche sobre la mano abierta del doctor, provocando un inquietante tintineo.
Después, se volvió hacia sus agentes, que aguardaban agolpados en la entrada, y comenzó a ladrar.
-¡Vamos! ¡Vayan ahí y háganse pasar por majaras! ¡No les será difícil! -después, avanzó hacia adelante y alargó la mano para aferrar el primer brazo que alcanzó, que resultó ser el de Aitor, a quien empujó en la misma dirección por la que se había dirigido Lázaro Orozco.

Desde la mesa observaba como los agentes que no habían acudido al operativo continuaban con la yincana, ahora disputando un partido de baloncesto. Los polícias iban atraviados con los típicos calzones que suelen llevar los jugadores de baloncesto, y algunos se tropezaban cada dos pasos.
ROCAMORA
-¡¡¡CANASSSSTAAAAA!!! -Gritó Rocamora, que hoy solo se había echado un bote de crema anti-quemaduras.
FELIPA
-Rió entre dientes y sirvió una taza de ponche al agente que realizó una parábola y acudió hacía el chiringito para recogerla a la vez que se levantaba la camisa y se la ponía sobre la cabeza. El partido se reanudó segundos después que de Rocamora se diera de bruces con una columna, aunque continuó jugando. Quintanilla siempre jugaba en el equipo contrario a Rocamora, parecía que ambos eran los mejores deportistas del cuerpo, y que se retaban. Hoy la racha se la llevaba Rocky. Sobre unas mesas que estabas unidas estaban otro cuantos agentes, los suplentes, vestidos también para la ocasión. Alrededor del margen del campo una agente calentaba, lista para salir al campo en sustitucción del hijo de Quintanilla. -Las comisarías de hoy en día ya no son lo que eran... -Susurró la vieja pensando en que debía traer a Puchi a uno de esos partidos un día de estos.

El comisario le empuja en direccón al encargado de aquel lugar , el agente mira hacia atrás y fulmina con la mirada a Don Lorenzo , luego avanza detrás de Orozco - Va... vaya garitoo ee - Exclama de nuevo recuperando la actuación - Oye no.. o tedrásss unas birritas por hay o... un poquito de cchocolatee , no? - Pregunta poniendo cara de sobrao , finalmente ambos se detienen frente a la puerta del despacho , Aitor vuelve a sacar la lengua mordiendosela - Venggga Tire... pal catre anda... - Finaliz elevando la mano en dirección a la habitación , como si fuera el quien diera las ordenes al propio director

Se desabrochó la chaqueta, remangándose y abriéndose varios botones más de la camisa (se había desabrochado el primero, para mostrar su cuello), y tras bajarse la cremallera y despeinarse un poco, se aproximó a Lázaro, ya en el despacho, junto a Aitor.
Monsieur De Gaulle
Me llagmo De Gaulle, quiego bebeg, y soy la pugta ostia.
¿Le quegda clago?
¿¡Qué si le quegda a usteg clago, demognios!?-movió hacia adelante y hacia atrás las caderas mientras alzaba los brazos señalando a Lázaro.
¿Agsí estagá bien?-se preguntó deseando consultar a Mariano, ya que le consideraba un drogadicto de los pies a la cabeza, pero por desgracia, ya había quedado muy atrás.

Mientras el director caminaba hacia su despacho, sus dedos tamboreaban sobre su pierna con nerviosismo. El mismo día en que se convirtió en el director de la clínica "Camellos Dorados", programó su jornada minuciosamente. Y todas las que habían sucedido a esa fecha, en las que había acatado ese esquema a rajatabla, habían sido exactamente idénticas a la primera. Así era su vida: repetitiva y ordenada. Sin embargo, por primera vez en siete años y a pesar de que si algo no toleraba Lázaro Orozco era que se atentara contra su rigurosa rutina, alguien lo había hecho. La aparición del grupo de presuntos adictos le había impedido salir al exterior para fumar y por lo tanto había alterado su inflexible programa. Irritado, se increpó mentalmente ser incapaz de soportar la necesidad del tabaco: "Soy casi como mis pacientes."
En ese momento, Aitor le alcanzó, manifestando los síntomas de un síndrome que el director desconocía. No obstante, acostumbrado a convivir con individuos semejantes, continuó caminando sin prestarle la menor atención. Sin embargo, cuando finalmente alcanzó la puerta de su despacho, un segundo tipo le abordó: De Gaulle.
Lázaro Orozco escuchó pacientemente a ambos y, sabedor de que si esperaba la llegada de un silencio para pronunciarse dilapidaría más tiempo, interrumpió a ambos.
-Cálmense. Estaré encantado de atenderles y escucharles a ambos, pero tendrá que ser de uno en uno. Discútanlo, y que pase uno de los dos -recomendó, para acto seguido internarse en su despacho y cerrar la puerta tras de sí.

Un hombre serio y profesional, imperturbable.
Debía tener mucho valor para dirigir un sitio como ese, y además... le gustaba su camisa.
Se adentró en el despacho, y lamentó fingir ser tan maleducado, echando de mala gana hacia atrás la silla y dejándose caer, bufando.
Monsieur De Gaulle
Pues empiegse conmiggo y degje a ese megluso desmembgragdo fuega.
Pego segpa usteg que siggo siengdo la pugta ostia.
¡Y si no... una quegja a sus supegioges!-golpeó varias veces la mesa.
¡¿Qué es egso?!
¡Págueglo!-escuchaba el tic tac de un reloj y se dio un cabezazo contra la mesa bien simulado
¡Págueglo o me caggo en su pugta madgre!-le señaló con el dedo, tembloroso.
¡Quiego vigno!
¡Vigno en cantidagdes industgriagles, y no voy a aseptag un no pog gespuesta!