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Foro La Señora

Comentario sobre La señora. A modo de epílogo. (I parte)

#0
Buenaventura
Buenaventura
31/01/2010 20:45
A estas alturas pocas cosas quedan por decir que no se hayan dicho ya de La Señora. Se ha hablado tanto y tan bien que estamos cercanos a dejar la esfinge sin secreto, a descubrir los secretos de la magia que nos ha sentado cada lunes frente al televisor. Sin embargo, y ahora que ya se ha acabado la serie no quiero dejar de reflejar mi analisis de conjunto, aunque sea a modo de epílogo.
La Señora es una serie que ha ido de menos más en la aceptción del gran público. Es una serie que ha crecido poco a poco, sobre la base del boca-oreja, quitando espectadores a otras series tan en las antípodas como el CSI Miami. Pero al tiempo que ha ganado la batalla de la audiencia, ha ido perdiendo en calidad como producto cultural de calidad. Resulta tentador pensar que la serie estuviera concebida para una única temporada, dejando a la evolución de la aceptación del gran público la continuación o no de la temporada. En este sentido parece evidente que las mejores ideas, las mejores localizaciones y tramas son el fruto de un trabajo en equipo de meses, mientras la continuación de las demás temporadas es el resultado más o menos afortunado de subirse al tren en marcha del éxito.
El éxito de La Señora se debe a los hallazgos formales y a un guión muy clásico que quedaron fijados en la primera temporada. En ella se dieron cita algunos de los elementos que de una manera u otra han formado parte de la historia de la literatura occidental: las relaciones amorosas totales y las diferencias sociales. Los amores locos son una constante en la creación artística, así como aquellas situaciones que desde las tragedias griegas pasando por Shakhespeare acaban por volver trágica una relación amorosa. En el caso de La Señora esa recreación de un amor total se consigue desde el primer momento. La serie se nos presenta desde el primer momento con una extraordinaria ambientación que resalta el recorrido tortuoso de los dos actores principales. En un primer momento la localización es incierta, no podemos saber si la acción transcurre en Asturias o Cantabria o incluso en Euskal Herria, habida cuenta de esa omnipresencia de las minas de hierro o los astilleros de los Viana; tampoco podemos emplazar a ciencia cierta el momento histórico concreto, presidido por un influjo victoriano, anglófilo pero donde no hay refrencias referencias históricas concretas. La primera referencia histórica es la marcha fascista sobre Roma de 1922, de la que sabemos que Pablo regresa como un confeso partidario. Esta ambientación indeterminada ejerce el mismo efecto que el difuminado una foto: focaliza toda la atención en las figuras de planos cercanos.
Aunque hay una voluntad clara de difuminar la amientación no podemos decir que no haya sido un verdadero éxito la puesta en escena. Las localizaciones son un gran hallazgo visual, así como el trabajo de ambientación en vestuario y peluquería; los personajes históricos recreados son de un gran acierto a la hora dar pistas sobre el momento histórico con una gran capacidad narrativa. Porque precisamente otra parte nada despreciable del éxito de la serie se debe al gran trabajo de los/as actores/actrices y el acierto del director de cásting: actores con experiencia teatral que llenan de matices las relaciones personales estrechas que son las que más pueblan la serie. Aunque sea una serie de grandes espacios abiertos (que suelen aparecer como contrapuntos dramáticos) La Señora es sobre todo una serie con fuerte influencia teatral; una serie donde se dan cita los espacios cerrados acotados propios del teatro,donde se desarrollan de verdad los momentos dramáticos que hacen avanzar la serie: el casino burgués de la pequeña ciudad de provincias, la casa de lenocinio de Carme Conesa y en menor medida la casa victoriana de Victoria -valga la redundanca- y la taberna de pueblo. Es en esos escenarios donde se desarrolla la acción: la proverbial inteligencia del Marqués para los negocios, sólo comparable a su capacidad de manipular a sus allegados, o la hipocresia de las clases dominates que se dan cita en la casa de meretrices de Carme Conesa. El trabajo actoral es el sobresaliente fruto de un guión que permite a los protagonistas lucirse. Porque otro de los aciertos, esta vez ya de guión, es la de presentar unos actores que representan papeles arquetípicos, es decir, que no muestran matices propios de la individualidad de ser humano, sino comportamientos genéricos fácilmente reconocibles por cualquiera, ya seas de Catalunya o de Australia, joven o viejo. Así el marqués es la maldad, en principio sin matices, la voluntad de poder del que no conece límites a sus ambiciones; La familia de Victoria, el burgués bueno; Ángel la capacidad de sacrificio como la abnegación de su madre, y su hermano la rabia ciega del que sufre las opresiones. La vitalidad de la serie responde, al menos en sus primeros momentos a ese rol arquetípico que se va enriqueciendo con matices que individualizan los personajes.
#1
Buenaventura
Buenaventura
31/01/2010 20:47
(Comentario sobre La Señora. A modo de epílogo. II parte).
Y toda la trama está atravesada por las relaciones desiguales entra las clases sociales. La causa que fija la relación desgraciada de Victoria y Ángel no es otra que el sacrificio que hace el segundo para sacar a su hermano de la cárcel, ese momento que con aquella fuga por el río muestra con tanto ahorro de medios, la crueldad del dominio de la burguesía y el Estado contra la clase obrera, que no se volverá a conseguir en toda la serie. En un primer momento el Marqués no siente otro interés por Victoria que la de adueñarse de sus posesiones, aunque con el avance de la serie se humanice su carácter con ese talón de Aquiles de su atracción por la protagonista. En un primer momento, las relaciones de dominio están tan encardinadas en el guión que recuerdan al mejor cine clásico de los cuarentas, dando por malos los discursos sindicales que luego veremos en Ventura y otros. De la misma manera se incardinan las relaciones amorosas de amor/desamor que le confieran una intensidad dramática que sin duda ha sido el gran reclamo de la serie. La tensión amorosa central de los protagonistas se complementa a la perfección con otras tramas de gran interés, como la de Hugo por Victoria, Isabel por Hugo, la mujer del Marqués y la hermana por el Marqués, o la de Carme Conesa y el hermano de Ángel y la del manitas de la casa de Victoria y Vicenta. Así la trama de guión se cierra en una referencia círcular donde las tramas paralelas se refuerzan unas a otras llenando de matices lo que ya hemos definido como personajes arquetipicos. Porque la trama en sí es también arquetípica tomando prestado de aquí y de allá momentos estelares de la historia del cine y de la literatura. Muchos de ellos ya han sido apuntados en el foro, como el caso de Lo que el viento se llevó, de donde por ejemplo se toma prestado (prefiero habler de préstamos y homenajes antes que de plagio) el personaje de la prostituta buena -otro arquetipo- que representa Carme Conesa. Por este tipo de momentos La Señora tiene la misma raigambre que -salvando las distancias- Casablanca, donde se dan cita el combate del bien contra el mal, de la verdad contra la mentira en un baile donde lo personajes encarnan valores esenciales por encima de los convencionalismos.
Ya he expresado en otra ocasión y en este mismo foro mi querencia por la primera temporada y cierto desapego a sus siguientes temporadas. Han seguido habiendo hallazgos de guión muy buenos, pero en general las tramas se han planteado sin pensar en la totalidad de la obra y eso ha repercutido en su integridad. Las muchas debilidades ya han sido cuestionadas en el foro, así como el rechazo casi general del desenlace final. Un final que ha desvirtuado la serie y como en tantas ocasiones ha privilegiado la rentabilidad económica a la calidad del producto y el respeto por sus seguidores/as. Se han oido algunas voces ,a mi parecer con un punto de ingenuidad, que han pedido la composición de otro final. Esto me parece imposible, pero también estoy seguro que la ofensiva desencadenada en los foros contra el tramo final no va a pasar desapercibida para los productores de la serie, que se esforzarán por dar nuevos brios a la continución. El hecho de que guionistas y productores no pasen por alto alguna de las inteligentísimas aportaciones que se han hecho desde este foro, unido al periodo histórico que se abre en la continuación, contribuirán a una nueva serie de calidad. Esperemos que sea así y que este hecho junto a las ganas de hablar sobre una pasión compartida dé larga vida a este foro. Saludos
#2
Bathsheba
Bathsheba
31/01/2010 22:19
Buenaventura, gracias por ese extenso análisis de la serie. No te falta razón cuando dices que la primera temporada te parece mejor porqué se pensó como una unidad, y que la segunda y la tercera se idearon gracias a la audiencia, aunque yo no lo comparto, la segunda temporada me parece la mejor, porque era más dramática y tenía la ventaja de que no hacía falta presentar a muchos de los personajes, así que podían dedicarse más a ahondar en la personalidad de cada uno y en sus relaciones, aunque eso ya es cuestión de gustos.

Pero creo que te equivocas al principio de tu argumentación, cuando dices que la serie no se localizaba en un lugar o año concreto; la serie empiezó con un letrerito que ponía algo así como “1920 En una ciudad de Asturias”, así que desde el principio el espectador sabía en donde y en que año se encontraba, no hacía falta que la ambientación nos diera ninguna pista.

No puedo estar más de acuerdo cuando alabas los personajes arquetípicos de la serie y labor de los actores al encarnarlos, pero no creo que por eso la serie tenga una influencia teatral, más bien todo lo contrario; aunque quizás entendamos ese concepto de forma diferente. Cuando se dice que algo tiene “ambiente teatral”, yo entiendo que es cuando se deja la cámara quieta (el lenguaje cinematográfico es nulo) y son los actores que con su actuaciones crean el ambiente de una escena, precisamente una de las virtudes que tiene esta serie es que no ha sido así, se le ha dado importancia a crear un lenguaje visual. En los espacios cerrados, la cámara se movía con los personajes, rodeándolos, siguiéndolos, creando una intimidad. Los espacios abiertos, sobretodo el acantilado y la playa, se utilizaban para todo lo contrario; a parte de permitir respirar al espectador, se utilizaban como recurso para enfatizar las emociones de los personajes; cuantas veces hemos visto a Ángel en el acantilado, de cara al mar, como ese caminante de Friedrich delante de un mar de nubes. Eso le daba ese aire romántico y épico a la serie que tanto me gustaba, mostrando el hombre contra los elementos, que son más grandes que él y contra los que no puede luchar.
Y permíteme una matización, la casa de Victoria no tiene una decoración Victoriana, sinó modernista, la que estaba de moda para la burgesía de esa época; precisamente esa decoración tan moderna chocaba con la pomposidad y ranciedad de la decoración del Palacio del Marqués, ésta si que era victoriana, y esa decoración reflejaba claramente la forma de pensar de sus habitantes.

En todo lo demás, no puedo más que darte la razón, además lo has explicado de una forma magnífica. Yo también espero que nos ofrezcan una nueva serie de calidad, aunque no me hace gracia que lo llamen "continuación. Un saludo Buenaventura, espero que nos sigas deleitando con tus opiniones.
#3
janna
janna
01/02/2010 01:52
Buenaventura y Bathsheba, sois increibles, estoy aqui embobada leyendoos ...
Es una pena que no hayas participado desde el principio, Buenaventura, porque tus analisis/comentarios son buenisimos...
La verdad es que no tengo mucho que aportar, solo decir que te doy toda la razon a eso que dices de que estamos a punto de dejar la esfinge sin secreto ; este foro es precisamente para eso, para intentar llegar a saber el maximo sobre la serie (yo la primera) pero eso es un arma de doble filo; como tu dices , el saber "demasiado" puede restar encanto y magia y desidealizar esta obra ; una vez lei un articulo de alguien que decia que es mejor no conocer en persona a tu escritor /cantante/ idolo para no darnos de bruces con la realidad y desencantarnos , que es mejor mantener a nuestros mitos "en la distancia" para que conserven esa magia y ese cierto "misterio" que les hace dignos de admiracion.
Tambien comparto tu impresion de que lo de esta serie ha sido un boca a boca en cuanto a aumento de audiencia. Es una serie que cautiva e hipnotiza desde el primer momento , que te envuelve, y cuando eso ocurre pues intentas trasladar tu entusiasmo a los que te rodean , que suelen "caer en las redes"...
Es una pena que la serie no haya empezado a emitirse ahora, en este momento en que TVE esta "de moda" por lo de la ausencia de publicidad; hubiera sido un bombazo de audiencia (aunque los datos han sido buenos desde el principio) desde el estreno. Me consta que mucha gente esta arrepentida de no haberla visto desde sus inicios , es que hasta que no la ves no sabes lo que te estas perdiendo; a mucha gente, sobre todo joven, el hecho de que se llame "La Señora" y que sea de epoca le transmite una sensacion de "ranciedad" y de aburrimiento que en nada se corresponde con la realidad, y mucha gente se ha enterado "demasiado tarde".
Coincido con Bathsheba en que para nada la segunda temporada perdio calidad respecto a la primera, muy al contrario, pienso que la apuesta y el trabajo de la segunda temporada fue superior a la primera , que era como mas "plana" , mas simple , y mas centrada en la historia de amor, aunque con el encanto y la inocencia de los inicios que, logicamente, no se volvio a recuperar. La segunda temporada todo gano en complejidad y en matices (personajes, situaciones) para mi la trama se enriquecio y se hizo mas "inteligente". Ejemplo; ese gran Ventura y las enormes conversaciones que nos regalo con el padre Angel.
Para mi, cada temporada tiene su encanto y sus puntos fuertes, y a mi personalmente ninguna me sobra, ni siquiera la denostada tercera temporada, con sus fallos y todo .

Me ha llamado la atencion cuando has dicho que el final ha desvirtuado la serie, no se si te refieres a tu propia opinion personal o la de mayoria de seguidores desencantados con dicho final, ya que recuerdo tu post de "final agridulce" me sorprendio por ser mas o menos benevolo ( con reservas) con el final, en comparacion con las feroces criticas de la mayoria del resto de forer@s.
Coincido en que los guionistas, aunque sea de forma inconsciente , van a tomar nota de las aportaciones y criticas de los seguidores hacia la serie. De los errores se aprende, y desde luego, si este "intento" con la Señora les ha salido "casi" perfecto, en los siguientes proyectos
cuidaran mas ciertos detalles y nos seguiran regalando obras de esta altura, mas "depuradas" si cabe. Espero con verdadera ansia "Isabel la Catolica".
Por ultimo, veo que has desgranado muy bien la maravillosa primera temporada, espero que te animes y nos des tu particular vision de tus no tan admiradas segunda y tercera temporada.
Un saludo , espero que sigas escribiendo.
#4
borealis
borealis
01/02/2010 10:40
Buenaventura, es un análisis fantástico, que supongo continuarás

Batsheba, Janna, siempre es un regalo leeros
#5
Norma
Norma
01/02/2010 16:48
Tu homenaje a la Señora, a modo de epílogo, no ha podido llegar en mejor momento, Buenaventura. Porque es ahora, cuando nos inavade el desencanto y la desesperación de saber, que la magia se ha perdido para siempre. Magnífica descripcción global de la serie, que contrarresta el habernos despertado de este dulce sueño. Un recorrido preciso y ajustado de la trama en su conjunto, que nos acerca a la verdadera esencia de "La Señora". Sin duda, una obra maestra, que ha conseguido emocionarnos y cautivarnos por completo. Una esencia, que como tú bien dices se ha desvirtuado un poco con este final. Y más, siendo el desenlace la culminación de toda obra que se precie, el que dá sentido a su conjunto y el que determina en buena medida la calidad de la obra. Sin embargo, me parece de justicia rendirle este homenaje merecido a la serie, poque ha conseguido lo más difícil, llegando donde otras, ni siquiera soñaron. Y es en este punto, donde se diría, que las ramas enredadas del final, no nos dejan contemplar de nuevo el bosque, con todo su esplendor y su gloria.

Comparto también lo que señala Bathseba, de una forma inteligente y acertada, que viene a completar y matizar este epílogo. Por mi parte, solo puntualizar que para mí, los personajes arquetíticos no lo han sido tanto. Creo más bien, que la dualidad en ellos ha sido una constante, a lo largo de la serie. Quizás, ha dominado uno de los aspectos temperamentales, sobre el otro, pero en ningún caso han sido esteriotipos fijos de comportamiento. Al contrario, la riqueza de sus matices les ha permitido reaccionar de manera distinta, en función de las situaciones y les ha permitido evolucionar a lo largo de la serie, haciendo de ellos unos personajes tan reales, como la vida misma. Esta misma dualidad, también la traslado a las situaciones vividas en la trama, que se se han prestado a interpretaciones distintas, con elementos de juicio, en uno y otro caso.

No obstante, a pesar de estas matizaciones, no quiero dejar de felicitarte por esta mágnifica aportación al foro de La Señora. Gracias por este regalo.
Un saludo
#6
Buenaventura
Buenaventura
02/02/2010 20:49
Para Bathseba.
Por desgracia no puedo cumplir con una de las primeras reglas de un foro como es la de la inmediatez. Te respondo, como haré con Jana y Norma conforme voy encontrando algún huequecito, porque en todo caso conviene dejar dicho que no veo confrontación -en el buen sentido de la palabra- y sí mucha complementariedad en tu post.
En primer lugar te agradezco las puntualizaciones. Yo sólo he visto una vez la serie y seguro que se me ha escapado algún capítulo; hablo de memoria, de mi mala memoria que me hace no recordar la mitad de los nombres de los personajes. Sobre lo del letrero del inicio de la serie lejos de refutar mi impresión de un contexto histórico al modo de un fondo difuminado en un retrato fotográfico, lo refuerza, dado que el letrero del estilo "1920 en un pueblo de Asturias" es de la misma estirpe de, por ejemplo " Erase una vez en un Reino muy lejano", es decir es la misma estirpe de los cuentos donde no importa el tiempo ni el espacio sólo la fábula. Tan sólo recuerdo dos referencias históricas en la primera temporada: la ya citada de la marcha fascista sobre Roma y la menciones sobre Álfonso XIII reconocido putero -como los borbones- a cuenta de una prostituta que antes había sido sirvienta de los Márquez. Esto cambia en las siguientes temporadas, donde se empieza a fijar la evolución de los personajes al periodo histórico y donde la problamática social (entendida como una vuelta de timón en los personajes corales) empieza a tomar relevancia sobre las tramas personales o intimistas. Para cerrar este punto diré que visto el trato preferente que se la da a la II República, la secuela o continuación nivelará estas dos patas, drama social/melodrama intimista, para retomar un poco la idea de lo que ha sido para el final del fascismo/franquismo-transición, Cuéntame.
Sobre el tema del tratamiento teatral creo que simplemente hablamos de lo mismo de forma diferente. Es innegable que no se trata de un tratamiento de montaje fijo, me refiero a que la presencia de espacios reconocibles y cerrados actúan de leiv motiv dando una coherencia narrativa que recuerda la puesta en escena propia del teatro. Muchas de las secuencias del casino casi se pueden interpretar como un acto teatral, y por su propia capacidad evocativa, cai como un capítulo indpendiente: Casi todos los planos son de conjunto y ponen en juego toda la escena, como esas secuencias donde al Marqués le gustaba humillar al pobre Hugo que ya llevaba dos coñacs de más...
Los escenarios abiertos y la música, estoy de acuerdo, son contrapuntos a esas secuencias interiores donde se teje precisamente la infelicidad de los amantes. Acabo con el tema de la época victoriana/modernista. En este sentido me quito el sombrero delante tu puntualización. A mí la casa de lo Márquez siempre me ha recordado el palacio de la Magdalena de Santander, y es otro verdadero hallazgo de localización, -de atrezzo si se me permite- de los productores. En efecto es modernista, pero cuando digo lo de "victoriano" no me refería tanto a la decoración como al tratamiento fílmico paralelo a otros films que han tratado el siglo XIX: la ama de llaves solterona y huraña, la omnipresencia de convencionalismos morales, la cocina del servicio donde se dan cita los/as sirvientes... a eso me refería. En lo demás coincidencia plena.
En fin creo que he respondido todo. Saludos y gracias por las palabras amables
#7
Bathsheba
Bathsheba
02/02/2010 23:44
Pues sí, no te has dejado nada por responder y te lo agradezco, la verdad es que no tengo nada que rebatirte porqué con tu respuesta, todo lo que querías decir me ha quedado mucho más claro ahora.
Un placer leerte, Buenaventura. Saludos.