El Karma siempre vuelve | Pr?ximamente...

¡QUÉ CAPITULAZO DE 'EL ZOO'! El mejor de la temporada hasta ahora sin duda alguna El más emocionante, el más emotivo...¡Los flashback son geniales! nada de lo que creíamos era cierto. Bueno, sí, pero se nos ha ocultado las partes más importantes y que hacen a este capítulo grandioso. ¡Angela y Natalia se han reencontrado! ya era hora, han sufrido mucho. Al final fue Nacho el que salvó a la niña, ¡y no está muerto! Rosa va a peor, que hija de puta. El pobre anciano por salvar a la niña ha tenido que ceder la suya propia. ¡Natalia, Paul y Lola liberados! si es que los buenos siempre se salvan. Y encima Ángela rompe aguas....lo que va a salir de ahí...

¡Gracias a todos por las críticas y por la audiencia! ¡Datazos de CERS y EZ!

Ahora, las puritanas.

Posteo, ¡coño!

hoy capitulos de HDS, BOLLO y LALK, en ese orden! día de KOMEDIA!

Grandes datos para CERS y EZ .

Porque yo prefiero vivir la vida posteando.

Oh!

T

odos estaban a punto de salir en el avión. Santiago, al asegurarse de que las demás estaban todas sentadas en sus asientos, cogió su equipaje y salió del avión. Parecía muy serio. Mientras tanto, la compañía anunciaba que iban a despegar.

Petra: Pero… ¿Y Santiago? ¿Qué pasa con el?
Macu: ¡Estaba abajo!
Petra: Y ¿por qué no está aquí?
Macu: Ja ja ja ja te podría dar unas veinte causas, pero por lo general, ¿y si quiere ir a echar un casquete?
Petra: Pero ¿qué clase de tontería es esa?
Fausti: Vamos a ver, dejemos las tonterías, que esto va a despegar y yo lo paso muy mal en los vuelos…

El avión despegó. Abajo, en el aeropuerto, Santiago miraba como el avión se marchaba, cogía su teléfono y llamó.

Santiago: Soy yo. Hagamos lo acordado, esta tarde, en el Santa Teresita.
Desireé: De acuerdo, allí estaré.



Pasadas unas seis horas, el avión aterrizó en Madagascar, la isla de las vacaciones.

Macu: ¡Ou yeah! Por fin estamos aquí.
Fausti: ¿Y ahora qué?
Macu: Pues ahora, vamos al hotel este que reservó Santiago.
Petra Esperad, aquí tengo los papeles del hotel.
Macu: A ver… Hotel Savina… uhhh suena raro.
Fausti: Pues sí, a ver qué tipo de hotel es.
Petra: Miedo me da saberlo.



En el Santa Teresita, Santiago estaba esperando a Desireé, la mujer con la que se había citado allí para hablar. Esta estaba tardando en llegar, pero por fin llegó. Santiago la acompañó hasta la biblioteca.

Santiago: Vaya, vaya… es un placer verla en persona.
Desireé: Me gustaría decir lo mismo, pero no es así.
Santiago: Mi nombre es Mateo, soy el director del Santa Teresita.

La mujer miró la estancia en la que estaban de reojo.

Desireé: Cuantos libros…
Santiago: Sí, algunos incluso son centenarios. Bueno, sin más rodeos ¿Se ha pensado la propuesta?
Desireé: Claro que sí, y la acepto.
Santiago: Me alegra saberlo, solo tendría que arreglar los papeles… dos firmitas y listo, el Santa Teresita es suyo.
Desireé: A mí me habían dicho que Mateo era una persona alta y rubia… y usted es todo lo contrario. ¿Seguro que es Mateo?
Santiago: Por favor… ¿de verdad lo duda?
Desireé: Sí.
Santiago: ¿No es su deseo comprar este convento para montar…?
Desireé: Para montarme una mansión de lujo.
Santiago: Eso.
Desireé: Sí que lo es, pero quiero que todos los papeles estén en regla.

Santiago le dijo a esta que los iba a intentar arreglar para mañana, y que se pasase de nuevo por allí. La mujer se marchó y este fue a la habitación de Mateo. Se tumbó en la cama, había utilizado la identidad del difunto director para vender el convento y ganarse el dinero el. Por ese mismo motivo había convencido a las chicas para irse a Madagascar… lo que ellas no sabían, era que cuando fueran a volver, no se encontrarían NADA allí.



Las tres llegaron al lugar donde supuestamente estaba el hotel. Era un lugar muy cutre visto desde afuera, con la fachada negra mal pintada, las ventanas sucias, las puertas húmedas.

Fausti: ¿Qué es esto? ¡Esto no es un hotel de 5 estrellas!
Macu: Es verdad… nos hemos debido equivocar.
Fausti: Hay señor, Petra querida ¿Dónde tienes la cabeza?
Macu: ¡Eso, Petra! ¿Estás tonta? ¿Por qué nos traes aquí?
Petra: ¡Que no! Que este es el lugar… aquí lo dice bien claro. No nos hemos equivocado. Vamos a entrar.

Faustina se opuso.

Fausti: No… yo ahí no entro.
Petra: Faustina querida, ¿has aprendido algo en todos estos años de la vida eclesiástica?
Fausti: Sí que he aprendido.
Petra: Entonces sabrás que no hay que juzgar a un libro por su cubierta… sino mirar en su interior.
Fausti: Pero es que…. Me da mal augurio entrar ahí, la verdad.
Macu: Pues venga, vamos a entrar. Con dos cojo… ¡uy! Perdón.
Petra: Inmaculada…

Las chicas entraron al hostal. Frente a ellas, en un sillón viejo y lleno de telarañas había una señora de unos cuarenta años, morena y con gafas. Tenía cara de no querer hacer buenos amigos. Ella era la recepcionista del hostal.

Recepcionista: ¿Quién es?
Macu: ¡El loboooo!
Petra: Inmaculada, deja las tonterías, por favor.
Fausti: Sí…
Recepcionista: Ejem…
Fausti: ¡Uy! Mire, venimos de parte de Santiago Lopez. Teníamos una reserva aquí.
Recepcionista: Demuéstrenlo.
Macu: (en voz baja) La tía parece que tiene una estaca en el culo…
Petra: ¡Chist!
Fausti: Tome, el papel de la reserva.

La recepcionista cogió el papel y después de mirarlo, lo rompió y lo tiró al suelo.

Macu: ¿?
Recepcionista: Ustedes no son bienvenidas aquí.
Fausti: ¿Por qué?
Recepcionista: Ninguna de vosotras es Santiago Lopez.
Petra: Ya…
Recepcionista: Entonces no hay reserva que valga. Adiós.
Fausti: Bueno, aun así, sin reserva yo le pido una habitación para nosotras tres. Supongo que no debe de tener todas las habitaciones ocupadas.
Recepcionista: Pues no. Están todas vacías.
Macu: Uy… que mal rollo, vámonos a otro hotel.
Fausti: ¡Que no! Ya que estamos aquí. A ver ¿cuánto pide por una habitación?
Recepcionista: Está bien. Acompáñenme, les llevaré a su habitación.



Santiago estaba desayunando en el convento, cuando oyó como el timbre de la puerta principal sonaba.

Santiago: ¡Voy!

El sacerdote abrió la puerta.

Desireé: Buenos días.
Santiago: ¡Hombre! Desireé, cuanto tiempo sin verla…
Desireé: Sí, desde ayer por la tarde/noche.
Santiago: Bueno, aquí tengo todos los papeles. Solo tiene que firmarlos y el convento será suyo.
Desireé: ¿Y por qué no vamos mejor dentro? Aquí afuera me siento incomoda.
Santiago: Como tú quieras, guapa.
Desireé: Estoy casada…
Santiago: Ah y yo, y yo…
Desireé: ¿¡Qué!?
Santiago: Con la iglesia…
Desireé: Ah…

Ambos entraron al convento y se sentaron en unas mesas de los merenderos del patio. Allí se estaba muy bien.

Desireé: Es muy bonito esto ¿eh?
Santiago: Sí, precioso.
Desireé: A ver los papeles.

Santiago lo sacó todo y lo puso sobre la mesa.

Santiago: Solo tienes que firmar aquí y aquí, estas son las escrituras.
Desireé: Espere un momento, enseña tu carnet de identidad.
Santiago: ¿Cómo?
Desireé: Sí, no me puedo fiar y firmar así a lo loco.
Santiago: Es que no lo tengo aquí ahora mismo… lo he perdido. Pero… ¿usted desconfía de mí?
Desireé: Sí.
Santiago: Vaya…
Desireé: En fin, voy a firmar, pero que no me entere yo de que usted no es Mateo.

Después de firmar todos los papeles, los dos se levantaron y se dieron un apretón de manos para cerrar el acuerdo.

Desireé: En este maletín tienes el dinero… y ahora, abandona mi casa.

Santiago tragó saliva y habló.

Santiago: ¿Ya?
Desireé: Ahora es mi casa, y te digo que te vayas de ella.
Santiago: Pero tengo que recoger mi ropa, y avisar a las demás hermanas y monjes del convento para que recojan lo suyo y se vayan.
Desireé: De los demás ya me ocupo yo de ponerlos al fresco, las ropas las quemaré.

La mujer acompañó al cura hasta la puerta.

Santiago: ¡Oiga! No puede hacerme esto.
Desireé: Emm… legalmente sí.
Santiago: ¡Pero…!
Desireé: Bye bye…

La mujer cerró la puerta en sus narices.



Después de haber desayunado, las chicas iban en dirección a la playa.

Macu: Ja ja ja… pues dicen que aquí, en Madagascar hay muchos morenitos…
Fausti: ¡Uy! ¿Y tú para que quieres que haya morenitos?
Macu: Para nada… para nada… jajajaja

Las tres llegaron a la playa y colocaron sus cosas.

Petra: Ale, la sombrilla lista.
Fausti: ¡Yo me voy al agua!
Macu: Pues yo también.
Petra: Yo no tengo muchas ganas de bañarme ahora… pero me quedaré aquí tomando el sol ¿os parece?
Macu: Tú te lo pierdes.
Fausti: Adiós hermana…

Fausti y Macu se fueron a dar un chapuzón, mientras Petra se tumbó en su toalla y miró el soleado cielo. Sin que ella se diera cuenta, un hombre de raza negra se acercaba por detrás al bolso que estaba junto a la sombrilla. Intando que Petra no le oyese robar las cosas, se agachó y cogió el bolso, pero Petra lo oyó y se giró.

Petra: ¡Uy!
Dhongdo: ¡Ah!
Petra: ¡LADRÓN! ¡Ayudaaaa!
Dhongdo: ¡Lo sentir mucho yo! Es para comer… adiós.
Petra: ¡Ahhh!

Petra se levantó de la toalla y salió corriendo detrás del negro.

Dhongdo: ¡No correr más tu! ¡Jamás me cojeras!
Petra: ¡Ay! ¡Ay! Yo… no puedo… ay… no puedo más…

La mujer se cansó de correr y volvió a las toallas. Allí estaban Macu y Fausti secándose.

Fausti: ¿Pero tú que hacías allí corriendo?
Petra: ¡Un negrito! Que nos ha robado el bolso.
Macu: ¿Qué? ¿Pero tú eres tonta? ¿Y cómo le dejas?
Petra: ¡No me había dado cuenta! ¡AH! Lo siento.
Fausti: Bueno… no pasa nada, Inmaculada, tampoco te pongas así de fiera.
Macu: Es que es para ponerse.



Fausti se quedó mirando un puesto de barcas que había en la orilla.

Fausti: ¡Oye! Mirad aquello…
Macu: ¡Bah! ¿Barquitas?
Petra: Yo no estoy para esas cosas…
Fausti: ¡Vamos! Puede ser divertido…
Petra: ¿Y quién lo paga…? Si nos ha robado todo el moro.
Macu: Ya pensaremos luego en eso…

Las tres se acercaron a las barcas y cogieron una.

Encargado: Vamos, tienen media hora de viaje.
Fausti: ¿Aquí todos sabéis hablar español?
Encargado: Yo sí.
Macu: De puta madre.
Petra: ¡Inmaculada! Últimamente tienes la lengua muy larga.
Fausti: Pues habrá que cortársela.
Encargado: ¡A montarse!

Tras montarse todas, el encargado empujó la barca y esta empezó a ir más adentro.

Fausti: ¿Quién controla?
Macu: Yo… yo hacía de esto en un río, de pequeña…
Fausti: Si… seguro.
Macu: ¡Que sí!
Petra: ¡Ay! Me estoy mareando…
Fausti: Petra hija… a buenas horas.
Petra: ¡Que me caigo aquí mismo!

Las otras dos se empezaron a asustar.

Fausti: ¡Petra, aguanta!

Fausti se levantó en la barca y empezó a llamar la atención del encargado moviendo los brazos y gritando.

Macu: Nada, que no te oye.
Fausti: Sordo como una tapia…
Macu: ¡Eeyyyyyyyyy! ¡Ayuuuuuuuuda!

En un descuido, Fausti se tropezó y cayó al agua.

Fausti: ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Inmaculada, ayúdame a subir!
Macu: Dame la mano…
Fausti: ¡Ay! ¡Que no llegoooooooooooo!

El encargado fue corriendo al lugar en una barca y subió a Fausti del agua. Luego, atando la otra barca a la suya llegó hasta la costa. Una vez allí, Petra recuperó el conocimiento.

Encargado: Bueno, bueno, bueno… son 25 € más 10 por las molestias de haber tenido que ir a buscarlas.

Las tres monjas se miraron entre ellas. No tenían ni un duro.

Petra: Ummm…
Encargado: ¿?
Macu: ¡Oh!
Encargado: ¿”¡Oh!”?
Macu: Menudo palo.
Fausti: ¡Macu!
Macu: Tres… dos…
Fausti: ¿?
Macu: Uno… ¡CORRER!

La hermana Inmaculada salió a correr, pero un encargado se le echó encima. La monja, sacó una cruz de su bañador y se la puso en la frente al hombre, estaba ardiendo de tanto el rato dándole el sol. El hombre se tuvo que girar y esta le empujo. Las tres monjitas aprovecharon para salir corriendo.

Encargado: ¡Hijas de puta!
Macu: ¡Jajajajajajaja!
Encargado2: ¡Se van sin pagar y tú no haces nada! ¡No pagan y no haces nada! Menuda ruina que nos buscan estas.
Encargado: ¡Que me han quemado! ¡Ladronas!

Mientras tanto, las chicas, corriendo...

Petra: Vamos al hotel...
Macu: Uy, si vamos...



En el Santa Teresita, Santiago estaba preocupado, pues todas las monjitas y los monjes habían salido de golpe.

Cloti: ¡Nos ha echado! ¡Pecadora!
Desireé: ¡Bye bye! Jajajaja.
Monje: ¿Y tú por qué vendes el convento?
Monje2: ¡Mala persona! ¡Estamos en la calle por tu culpa!
Santiago: ¡Lo siento mucho, de verdad! No sabía que esto iba a pasar. Pensé que nos daría unos días para abandonar...
Cloti: Sí… ya… ¡pecador!

Desireé se asomó al balcón.

Desireé: Fuera de aquí, no quiero ver a tanta monja a mi alrededor, que me atosigáis.

La mujer se entró adentro.

Cloti: ¿Y ahora qué? ¿Qué piensas hacer para sacar a esa furcia de ahí?
Santiago: No se puede hacer nada… el convento es suyo.
Monja: Vaya lío en el que nos has metido… si Dorada se enterase…
Monja2: ¡Oh! Dorada… ¡llamémosla!
Cloti: ¿Quién es Dorada?
Santiago: La antigua dueña del convento. Yo tengo su teléfono.
Monja1: ¡Pues a qué esperas!

Santiago marcó el móvil de Sor Dorada y llamó.

Dorada: ¿Sí?
Santiago: Dorada, soy yo, Santiago…
Dorada: Dime.
Santiago: Hay una cosa que te quiero decir…

Dorada llegó a toda prisa a la Iglesia de San Bernal, la que estaba en el pueblo de al lado del convento, allí se había citado con Santiago. Este tenía algo muy importante que comunicarle.

Dorada: ¿Qué es eso tan importante que me tienes que decir?

Dorada se acercó a el.

Santiago: ¡Dorada! No sabes lo que te hemos echado de menos…
Dorada: Al grano, tengo cosas que hacer.
Santiago: Dorada, nos han robado el Santa Teresita.
Dorada: ¿Qué? ¿Dónde está Mateo? Quiero hablar con el.

Santiago miró a una de las monjas que estaba allí y esta agachó la cabeza.

Santiago: Mateo… Mateo murió en un accidente de coche.
Dorada: ¿¡Cómo!?

Dorada empezó a tambalearse.

Santiago: ¿Estás bien?
Dorada: Ehh… no…

La mujer se desmayó y cayó al suelo. Santiago la cogió enseguida.

Santiago: ¡Ey! ¡Dorada!
Dorada: Agua…
Santiago: ¡Traer un vasito de agua!

La monja vino corriendo con el vaso de agua. Este se lo entregó a Dorada, tras beber un poco ya pudo hablar.

Dorada: Explícame todo lo que ha pasado, ¿de acuerdo?
Santiago: Bien.



Nuestras chicas estaban terminando de vestirse y hacer las maletas, para irse del hotel cuanto antes y sin pagar, cuando alguien llamó a la puerta de la habitación.

Macu: ¿Pero quién es a estas horas?
Fausti: ¡Estoy en la ducha!

Petra estaba tumbada en la cama.

Petra: ¡Y yo tengo sueño!
Macu: Vale... ya voy yo.

La hermana Inmaculada abrió la puerta de la habitación del hotel y se encontró de frente con la recepcionista.

Recepcionista: Hola.
Macu: Hola...
Recepcionista: Hemos recibido una queja sobre ustedes tres.
Macu: ¿Qué? ¿Qué queja?
Recepcionista: Los residentes de la habitación contigua se han ido a quejar abajo sobre vuestro... "ruido".
Macu: ¿Qué ruido...? Si nosotras hemos estado toda la tarde en la playa.
Recepcionista: ¿Me llamas mentirosa?
Macu: No, me lo está llamando usted a mi.

Fausti terminó de ducharse y salió del baño con la toalla puesta.

Fausti: ¡Oh! ¡Señora recepcionista...! Que alegría tenerla por aquí... ¿qué le ocurre?
Macu: Pues esta tipeja, que dice que hemos estado haciendo ruido, y yo le he dicho que es mentira, que hemos estado toda la tarde en la playa.
Fausti: ¿Qué tipo de ruido era?
Recepcionista: Música.
Fausti: ¡Uy! Pues eso sí que no... porque no hemos tocado el radio-casete desde que llegamos.

La monja se acerca al equipo de música y está encendido.

Recepcionista: ¿Entonces quién lo ha encendido...? ¿Mi tía la tuerta?
Macu: Pues supongo que habrá sido ella, porque nosotras no.
Fausti: ¡Lo que está claro es que nos han colado en la habitación!
Macu: Pero no han podido robar nada, porque el dinero ya nos lo ro...
Fausti: ¡Chist!
Recepcionista: Bueno... ya están avisadas, adiós.

La recepcionista se fue. Macu se giró hacia Fausti y le preguntó.

Macu: ¿Por qué me mandas a callar?
Fausti: ¡Has estado a punto de decir que nos habían robado el dinero en la playa!
Macu: ¿Y qué?
Fausti: ¡Que como le digamos a esta señora que no tenemos dinero, nos harán quedarnos en Madagascar hasta que paguemos la habitación!
Petra: ¿Ya estáis listas?
Fausti: ¡Espera, que me visto y nos vamos!



Dorada estaba frente a las puertas del Santa Teresita. Ya estaba al día con todo lo que había ocurrido. Llamó a la puerta. Desireé fue a abrir.

Desireé: ¿Quién eres?
Dorada: Sor Dorada, la dueña de este convento.
Desireé: ¿Dueña? Ja ja ja ja ja ¡Me meoooo! Ja ja ja ja ja
Dorada: ¿Qué es eso tan gracioso?
Desireé: Que la dueña de este lugar, soy yo.
Dorada: ¿Y eso quién lo dice?
Desireé: ¡Estos papeles!

Desireé le mostró los papeles a Dorada. Esta los cogió para ojearlos.

Dorada: Ale, ya no hay papeles (romper)
Desireé: ¡Ehhhhhhh! ¡Oye! ¿¡Pero cómo se te ocurre…!? ¿Por qué?
Dorada: Este convento es de mi familia desde hace más de un centernar de años, no vas a venir tú aquí a la primera de cambio y a robármelo.
Desireé: Este convento era de un tal Mateo.
Dorada: Sí, yo le regalé las escrituras, pero el ahora está muerto.
Desireé: ¿Entonces quién me firmó de las escrituras?
Dorada: Este señor.

Santiago salió.

Desireé: ¡Sí! El es Mateo.
Dorada: No lo es, y como no lo es, las escrituras que TÚ firmaste no son válidas. Así que con la ley sobre la mano, este convento pertenece a la anterior persona que era poseedora de el, ya que Mateo no tenía ningún tipo de familia para dejarle el lugar a su nombre.
Desireé: ¡A mí tu no me mueves de aquí! ¡Aguaaa!

Desde el balcón de arriba unas jovencitas le tiraron un cubo de agua a Dorada y Santiago. Al instante, Desireé cerró la puerta.

Desireé: ¡Ja já! Esta tía a mí no me va a mover de aquí.

Dorada: Vamos a hacer que salga.
Santiago: ¿Cómo?
Dorada: Si no ha querido por las buenas… iremos por las malas.



Las monjas iban por los pasillos del hotel sigilosamente, ya solo les quedaba cruzar el recibidor y marcharse, pero tenían un problema, la recepcionista seguía allí plantada en su silla...

Macu: ¡Dios! ¡Que asco de tía!
Petra: ¡Inmaculada! No uses el nombre de Dios en vano, por favor te lo pido.
Macu: ¡Que me dejes en paz, hostias!
Fausti: Macu, te estás pasando. A ver, está dormida, podemos pasar sin problemas.
Macu: ¡Esto que estamos haciendo es pecar! Nos vamos a ir sin pagar.
Fausti: No, esto no es pecar. Nos robaron el dinero y si nos quedamos aquí mañana nos obligarían a abandonar porque es hasta donde teníamos reservado y luego no tendríamos dinero y nos mandarían a la cárcel.

Al final, se decidieron, pasaron a cuatro patas por el recibidor. Cuando llegaron al final se pusieron en pie y salieron. Ya en la calle...

Petra: ¡Por fin! Oye... no sé si me ha venido muy bien esto de agacharme...
Fausti: Venga, vamos al aeropuerto, que aquí tengo los billetes de vuelta... esperamos hasta mañana allí.
Macu: Menos mal que no nos quitaron eso.

Santiago y Dorada entraron al convento por la parte de la iglesia. Por allí no había nadie. Atravesaron varios corredores y allí estaban, en una habitación Desireé y sus dos repelentes hijas adolescentes.

Santiago: ¿Qué hacemos para echarlas?
Dorada: Tú déjamelo a mí.

Dorada fue a por una papelera. Allí sacó su mechero y le prendió fuego. La puso frente a la puerta de la habitación donde estaban las tres repelentes.

Santiago: No te pillo…
Dorada: Ahora lo verás.

Dentro de la habitación, se empezaron a percatar del olor a humo.

Hija1: ¿Huele a fuego, no?
Desireé: ¡Oh! A ver…
Hija2: ¡NO! Mamá, no abras… está entrando todo el humo por la puerta.
Desireé: ¡Oh! Estos han sido los dos de antes.
Hija1: ¿Qué?
Desireé: ¡Han prendido fuego al edificio! ¡Dioooos! ¡Vamos a morir!

Desireé se puso histérica.

Hija2: Vamos a ver, mamá, por la puerta no podemos salir, o nos quemaremos vivas…
Hija1: Sí…
Hija2: Pero ¡tenemos una ventana!
Desireé: ¡Oh! ¡Es verdad!
Hija1: ¿Salimos?
Desireé: ¡Pero nos vamos a matar!
Hija1: No, vamos a atar unas sábanas.

Rápidamente, las hijas ataron unas cuantas sábanas y las lanzaron por la ventana.

Hija2: Bajemos.

Las tres fueron bajando y luego quitaron las sábanas. En ese mismo momento, la puerta del convento por abajo se abrió Dorada apareció.

Dorada: ¡Ja ja ja!
Desireé: ¿Pero qué…?
Dorada: No se estaba quemando el edificio jajaja pero ahora, hemos conseguido echaros.
Santiago: ¡A chincharse!
Desireé: ¡Ahhhhh! ¡Me cago en Dios!
Dorada: ¡Uy! En casa de dioz no se blasfema… ¡lo pagarás caro!
Santiago: ¡Fueraaaa!

Desireé: ¿Y si no nos queremos ir?

Santiago cogió una urinal llenó de exrementos y lo lanzó sobre las tres repelentes. Estas gritaron y salieron corriendo. Poco a poco, las hermanas del Santa Teresita fueron llegando al convento. Todo volvía a la normalidad.

Santiago: Gracias Dorada…
Dorada: ¿Y tú por qué vendiste el convento?
Santiago: Ya te lo dije… necesitaba el dinero, jamás volverá a pasar esto.
Dorada: Claro que no, porque yo voy a estar aquí para vigilar. Por cierto… ¿Dónde estan Fausti, Macu, Petra y Rebe?
Santiago: Rebeca se ha ido a trabajar al mundo del teatro. Las otras tres, en Madagascar, viviendo la vida loca.
Dorada: ¿¡Qué!? ¡Qué suerte tienen! ¿Cuándo vuelven?
Santiago: Mañana… se supone. ¿Y tú dónde te has ausentado?

Dorada se puso nerviosa, no sabía qué responder.

Dorada: Asuntos personales. Pero no volveré a faltar más, eso tenlo seguro.

Las famosas cantantes Pastora Soler y Alba'ss están manteniendo una conversación telefónica...

Pastora: Pero Alba, que acaba de fallecer...
Alba: Oichs, y yo que lo siento por él, pero quien se la feló fui yo. ¡Me lo debes!
Pastora: Pues para lo que te ha servido...
Alba: ¡Culpa tuya que no me dijiste que este año no comentaba él Eurovisión! ¡¿Yo qué sabía?! Me hiciste hacer dos felaciones a lo tonto. Que además, entre tú y yo, Urribarri que en paz descanse, la tiene más grande que Íñigo.
Pastora: ¡Ay, que no me cuentes esas cosas!
Alba: Bueno, pues en una hora te quiero aquí ¡¿eh?!
Pastora: Que sí, pesada...
Alba: Yo solo te digo que no hago más felaciones por ti. La próxima vez las haces tú aunque con esa dentadura hagas amputaciones.
Pastora: ¡Hasta luego...!





Una mujer bajita, de piel oscura, algo rechoncha y con un gran poncho de alpaca que iba casi arrastrando caminaba con paso firme y rumbo fijo: la casa de Saray.

>Llama al timbre...

Saray: (abre) Ma...¡¿Mamasita?!
Dorotea: Hijita, querida mía...¿Dónde tenéis el baño?
Saray: (extrañada) Eh...al lado de las escaleras ¿por?
Dorotea: Pues voy a darme una ducha que vengo sudando la gota gorda. Aquí aparte de crisis tenéis una calor...a mi sí que me va a subir la tensión de riesgo. Ahorita mismo vuelvo.
Saray: Eh...como quieras...

>Al rato...

Dorotea: (sale del baño) Saray, tenéis la ducha rota, sale agua caliente.
Saray: Mamá, son ventajas del primer mundo...
Dorotea: Pues no lo entiendo, ¿quién quiere agua caliente en verano?
Saray: Ya me contarías si estuvieras aquí en invierno...
Dorotea: A eso vengo (la coge de las manos) Hijita mía, Saray Wilfreda Belinda Romina de mi corasón...
Saray: (interrumpe) Saray, mamá, Saray...
Dorotea: Me vengo a vivir con usted aquí. La yuta (policía) descubrió a lo que me dedicaba y ahora ya no puedo seguir vendiendo las antigüedades a pendejos por mucha plata.
Saray: Pero entonces...¡¿Eres una prófuga?!
Dorotea: No no, yo solo he huido para que no me metan en la cana (cárcel)
Saray: ¡Pues eso! Estás huyendo de la ley.
Dorotea: Ay, a mi háblame que yo te entienda.
Saray: Lo mismo te digo...
Dorotea: Bueno, voy a dar una vueltesita por lo alrededores a ver si conosco a algún chúntaro.
Saray: No, mamá, deja a las vecinas tranquilas que aquí vive gente muy decente...

>Dorotea sale de casa y se encuentra con...

Paca: ¡Oh!...¡¿Dorotea?!
Dorotea: Para ti Dorotea Begoña Santa Hortensia de todos los santos.
Paca: ¿Qué hace aquí?
Dorotea: He venido a vivir con ustedes. (miente) En mi pueblesito de Perú acaban de encontrar un poso de petroleo y está el tema calentito...se han metido Argentina y Venezuela de por medio y ya se sabe. ¿Qué hasias platicando con esta chava?
Mireia: Hola señora.
Dorotea: Dorotea, me llamo Dorotea Begoña Santa Hortensia de todos los santos.
Mireia: Pues encantada. Yo me llamo Mireia...Carrillo Maldonado.
Dorotea: ¿Ya...?
Mireia: Pues sí...
Dorotea: Uum, qué simple.
Paca: Bueno...¿Por qué no pasamos dentro?
Dorotea: (a Mireia) Eres una mujer muy bella ¿sabías?
Mireia: Ah...¿sí?
Paca: ¡Mire...!
Mireia: Calla, no interrumpas a tu suegra.
Dorotea: Cualquier chavo joven estaría encantado de estar junto a ti.
Mireia: Eh...bueno...¿cualquier qué?
Dorotea: ¿Qué te parecería llevar esto? (saca un antiguo collar) Está tallado hace miles de años, pertenece a las ruinas del Machupichu, y ahora tú puedes lucirlo de nuevo.
Mireia: Oh...la verdad es que es muy bonito, sí.
Paca: Mire, te está timando, se dedica a ello.
Dorotea: Con este collar podrás deslumbrar a tu pareja ¡Tiene poderes!
Paca: Aquí es cuando te pega el sablazo.
Dorotea: Son ciento treinta euros, je je...
Paca: ¿Ves?
Mireia: Pues ya puede ser bueno (paga) Si me he tragado el poder del anillo ¿por qué no el del collar este?
Dorotea: Encantada de hacer negocios con usted, ¡Adiós! (se va)
Mireia: (a Paca) ¿Qué? ¿Te gusta?
Paca: Si es que eres tonta...
Mireia: ¡Oh! ¡Pero deslúmbrate!
Paca: Primero apareces tú, luego Ivana y ahora la suegra...lo que me faltaba.
Mireia: ¿Y si le pido sexo...me lo concederá?
Daniela: (aparece) Hola, guapa, ¿vienes mucho por aquí? (se insinua)
Mireia: ¡Oh! ¡Pero gratis!
Daniela: Bueno, hija, como mucho un dos por uno.
Mireia: Paqui, ¿te apuntas?
Paca: ¡Oh!

Daniela y Emmy hablan por teléfono...

Daniela: Oye, después de estar pensado durante siete horas he tenido una idea para recuperar a Rubenia.
Emmy: Hombre, enhorabuena, te has superado ¿Quieres una medalla? A ver si tú te llevas alguna...
Daniela: Te necesito. Hay un programa en la tele llamado ”¿Sabes más que Bea la Legionaria?” al que podemos ir y, con el dinero del premio, irnos a Hawaii de vacaciones.
Emmy: Se llama ”¿Sabes más que un niño de primaría?”, no así...
Daniela: Oh...mierda. Con lo fácil que lo teníamos. Esa tía es más tonta que una que conocía yo que era muy tonta...Bueno, pues dentro de siete horas cuando se me ocurra otra cosa te llamo.
Emmy: ¡No, espera! ¡Es perfecto! Yo soy superdotada. Podemos ir a la edición especial de padres e hijos y hacernos pasar por madre e hija. Mi superdotación hará el resto.
Daniela: Oh...es buena idea, ¿cómo se te ha ocurrido tan rápido?
Emmy: Pues eso, soy superdotada...y normal. Venga, prepárate que esta noche dejamos las arcas de Antena 3 en números rojos.
Daniela: Ay, no sé si me dará tiempo, ¡es medio día!

Cuelgan...

Rubenia: ¡Emmy! ¡Tengo una idea para recuperar a Daniela! Jis jis.
Emmy: Otra...¿Pero qué me habéis visto hoy? ¿Cara de bombilla?
Rubenia: ¿Eing...?
Emmy: Nada, un chiste inteligente, tú nunca lo entenderías.
Rubenia: Me meo x'dddddd okno, no lo pillo.
Emmy: ¿Me la vas a decir...?
Rubenia: El pene hasta ahora no me ha traído más que problemas. Me lo voy a quitar y así Daniela no se traerá trabajo a casa.
Emmy: Pero a mi me gusta. De hecho sin pene...no sé que hago contigo.
Rubenia: Sin pene o con él, no sé que haces aquí en general.
Emmy: Oye, oye, oye; esto se trata de arreglar una parte de la tri-pareja, no estropear la otra.
Rubenia: Pues eso, que me voy a operar. Te he dejado la comida hecha en el horno.
Emmy: Oh...no te tenías que haber molestado, guapa.
Rubenia: Pero si no me cuesta nada, sé que te gusta mucho, preciosa.
Emmy: Ay, como me conoces, belleza.
Rubenia: ¿Ves? Si es que la relación entre tú y yo no tiene fisuras, hermosura.

Rubenia se marcha y Emmy se acerca al horno donde está la comida...

Emmy: Lo que tiene es un boquete muy grande (coge la comida y la tira por uno de los agujeros en la pared provocados por el incendio) Uuum, que rico...cacho guarra.



En una peluquería...

Davinia: ¡Toya, querida!
Toya: ¿Tú qué haces aquí?
Davinia: La última vez no quedaron las cosas muy claras.
Toya: Total, no me interesan.
Davinia: Tú no sabes como es mi vida ahora. Lo único que me quedaba era la fe y mi hija. Pero resulta que me ha traicionado quitándome la gracia del señor.
Toya: Peluquero, esta mujer me está molestando.
Peluquero: (a Davinia) ¿Quiere algo...?
Davinia: Sí, quiero que me cambies el look por completo.
Peluquero: ¿Ha pensado algo en concreto?
Davinia: Sí, quiero algo así tipo a lo garçon. Es que se lo he visto en la tele a una chica y le quedaba muy moderno, muy divino...muy yo.
Peluquero: Perfecto, en un momento me pongo con usted.
Toya: ¿A lo Garçon...?
Davinia: Toya, a partir de hoy nace una nueva Davinia. Gracias a lo que me ha pasado en los últimos día ya no hay nada que me retenga, no hay nada que me ate a seguir como estaba. Esto es como una depilación, te quitas los pelos que hacen feo y te quedan una piernas expléndidas.
Toya: Lo malo es que tú lo has hecho con cera y el tirón ha sido doloroso...
Davinia: ¡A partir de ahora compraré Evax en vez de Ausonia! Que es mucho más chic.
Toya: Bueno, yo hace tiempo que me pasé a los dodottis. ¿Y ahora a qué te vas a dedicar? Yo que tú sacaría la diplomatura de licenciada en Cirugía Estética del baúl de los recuerdos.
Davinia: ¿Yo cirujana...?
Toya: Vale que te obligaran tus padres a estudiarlo y no te guste, pero chica...es money money pa la saca.
Davinia: Hombre, visto así...Tú puedes ser mi primera cliente.
Toya: ¿Yo...? yo...
Davinia: Está claro que trabajo contigo no me va a faltar. Puedo empezar por la patas de gallo, seguir por lo pellejos, las manchas, los pechos caídos, las arrugas, los labios...vamos, quitarte esa pinta de momia viviente.
Toya: Bueno, poco a poco, déjame por lo menos que me corten el pelo a gusto.
Davinia: Yo te haría un tratamiento capilar...que tienes el pelo como un estropajo.
Toya: Oh...(se toca el pelo preocupada)
Peluquero: Ya estoy aquí (a Toya) son cincuenta euros.
Toya: Pues añada otros cincuenta y aplíqueme alguna máscarilla hidratante, je je.
Davinia: Apúntele ya de paso lo que me va a costar el corte a mi también.
Toya: qué bien que volvamos a ser amigas.
Davinia: Si es que estamos hechas la una para la otra. Ay...si fueras lesbiana...
Toya: Oh, ¿Qué pasaría...?
Davinia: Nada, te añadiría algo de pómulos, que se liga más.
Toya:

Alba: Bueno, ¿te has enterado bien del plan?
Pastora: Desde la primera vez que me lo has dicho, sí...
Alba: Pues repasémoslo por novena vez. Nada puede salir mal.
Pastora: Alba, tranquila, si más que lo he ensañado...He quedado décima y en el top tres con el jurado.
Alba: ¡A mi eso no me vale! Pastora, es muy importante para mi esto que vas a hacer hoy. Tienes que quedar la primera.
Pastora: (la coge de las manos) Te prometo que todo saldrá bien.
Alba: Pues venga, a repasar por última vez.
Pastora: Y dale...

En ese momento se abre la puerta de la casa. Inesperadamente ponen el plan en marcha...

Alba: Huy, mierda, ¡todavía no! (se esconde)
Pastora: (canta) Perdón si no supe decir, que lo eras todo para mi, perdón por el dolor. Perdona cada lágrima, yo sé que no merezco más. Pero si no te tengo aquí, no sé vivir, quédate con...
Alba: ¡Calla, calla! ¡No sigas!
Salvadora: Alba...que...¡qué bonito!
Alba: ¡¿Se puede saber qué haces tú aquí?!
Salvadora: Yo no sabía que sentías esto por mi...¡Yo también te quiero!
Pastora: ¿De verdad te gusta esta...? no sé como me has podido convencer para esto. Qué bajo estoy cayendo...me estás contagiando.
Alba: ¡No! ¡¿Dónde está Carla?! ¡Tendría que haber salido Carla!
Salvadora: Ah...¿No es para mi?
Alba: ¡Pues claro que no! ¿Yo enamorada de ti? Ja ja...¡Anda a tomar vientos! ¡Machorra!
Salvadora: Pues tu Carla se ha mudado, concretamente a la calle ¡Y vete de mi casa si no quieres que llame a la policía! (da un portazo)
Pastora: Bueno...si lo piensas bien esto es como otra canción...(canta) ¿Por qué, a mi? Se me ha caííído, una estrella en el jardíííín...[/i] ja ja ja ja ja. La estrella eres tú, claro. Se te ha caído el plan por completo, ja ja ja.
Alba: ¡Cállate ya, imbécil!
Pastora: ¿Y ahora qué se supone que vamos a hacer?
Alba: Buscar a mi Carla, por supuesto. ¡No voy a permitir que siga tirada por ahí en barrios marginales rodeada de...Danielas y Adrianas!
Pastora: ¿Conduces tú o conduzco yo?
Alba: No, no. Vamos andando, así nos da tiempo a repasar más, que mira como ha salido...¡Venga, tira pa'lante! Por décima vez, tú te plantas frente a Carla y le dices...
Pastora: Ayyy...



Dorotea sigue en su empeño por seguir timando vendiendo antiguas reliquias robadas...

Juana: Que me deje en paz, ¿me ve usted cara a mi de llevar tanto colgajo?
Dorotea: Pues hombre, cara no, pero tetas...
Macarena: A mi la pulsera me gusta.
Dorotea: Pues está de enhorabuena. Pertenese a unas antiguas ruinas del Machupichu. Yo la rescaté para que ahora alguien tan espesial como usted pueda lusirla.
Juana: (con recachondeo) Espesial, muy espesial...
Dorotea: Ocultos y poderosos poderes le otorgará al llevarla ensima.
Macarena: ¿Ensima? ¿Qué ensima tengo que llevar?
Dorotea: La pulsera, que la tiene que llevar puesta...Son noventa y siete euros.
Juana: Hostia, qué dolor. Además de antigua y fea, cara.
Macarena: Pues como tú (paga)
Dorotea: ¿Y usted quiere algo?
Yovana: No no, yo es que no llevo nada suelto ensima...
Juana: Ja ja.
Dorotea: …

Saray: ¡Mamá! ¡Deja ya de timar a las vecinas y entra a tirar de la cadena!
Dorotea: Ay, es que en mi pueblesito no tenemos cadenas, tenemos cabras que se lo comen.

Macarena: ¿Qué tal me queda? ¿Os gusta? (les enseña la pulsera)
Yovana: A mi me gustan más mis pendientes.
Juana: Pero si no has comprado nada.
Yovana: Y no ha hecho falta. ¿No decía que tenían poderes? Pues yo los he deseado y...me han concedido una distracción para robarlos.
Macarena: Sois mala gente.
Juana: Espesiales, somos espesiales.
Yovana: Ja ja ja.



Rubenia: Hola, quiero operarme.
Doctor: ¿Cambio de sexo?
Rubenia: No no, a cambio de dinero.
Doctor: Me refiero a la operación
Rubenia: Ah, jis jis, me meo. Pues no, quiero quitarme un sexo.
Doctor: ¿Cómo?
Rubenia: Pues eso, que no quiero ser hermafrodita.
Doctor: ¿Pero es usted hermafrodita?
Rubenia: Sí, es que ya me añadí un sexo hace tiempo.
Doctor: ¿Cual?
Rubenia: Un chichi entre el pene y el culo.
Doctor: ...
Rubenia: Es que mi mujer es prostituta y se siente mal teniendo otro pene en casa. Para eso ya tenemos los de latex.
Doctor: Lo que no haya visto yo ya...
Rubenia: Tranquilo, que vengo depiladita.
Davinia: (entra) Hola, soy la cirujana que le va a...¡¿Rubenia?!
Rubenia: ¡¿Davinia?!
Davinia: Si, soy yo.
Rubenia: Yo también soy yo.
Davinia: Uuuh, pero que divertido va a ser esto.
Rubenia: Que bien que seas tú la que me operes, alguien de confianza ¡Estoy en tus manos! Bueno, mi sexo, ja ja.
Davinia: Puaj, empiezo bien...Tranquila porque te voy a dejar divina (sonríe malvadamente) wuajajajaja.
Rubenia: Jajajaja.
Davinia: Jajajaja.
Rubenia: Jajajaja.
Davinia: ¿Y tú de qué te ríes...?
Rubenia: No sé...jajajaja, de tú peinado. ¿Es tipo garçon?
Davinia: Anda, vamos a quirófano

Alba: Mira, mira ¿no es esa de ahí? (señala a lo lejos)
Pastora: ¿Y a mi qué me cuentas? Si no la conozco.
Alba: Oichs, de verdad, que poco colaboradora eres siempre.
Pastora: Te parecerá poco lo de hoy...(se fija a lo lejos) ¿Y qué hace en el Bershka...?
Alba: Si es que ella para ser rubia no es nada tonta. Puestos a mendigar que sea en el mejor sitio
Pastora: Vaya pareja...
Alba: ¡Vamos antes de que nos vea o se vaya!
Pastora: Pero espera, ¿no ensayamos una vez más?
Alba: ¡Tira ya!
Pastora: Ja ja.

Pastora se acerca hasta Carla mientras Alba permanece escondida hasta que el plan finalice...

Pastora: (a una señora) Hola Carla.

Alba: (desde lejos) ¡No, no! ¡La gorda no, la otra!

Señora: Pues no soy Carla, pero si quieres que lo sea...¡Pastoraaa! ¡Está aquí Pastoraaaa!
Pastora: Oh...perdón, pero no grite, por Dios.

Alba: Si es que...nos ha hecho falta un decaensayo.

Carla: ¡Aaaah! ¡¿Eres Pastora?!
Pastora: Eres...¿Carla?
Carla: ¡Sí, sí! ¡Lo soy!
Pastora: Pues...(canta) Perdón si no supe decir, que lo eras todo para mi, perdón por el dolor. Perdona cada lágrima, yo sé que no merezco más. Pero si no te tengo aquí, no sé vivir. Quédate conmigo, no te vayas perdonameeee. Si no supe amarte amor. No era mio el corazón. Quédate comingo, quédate con...bueno, con ella (señala a Alba)

En ese momento, Alba sale de su escondite y se dirige hasta Carla...

Alba: Carla, yo te quiero...¡Quédate conmigo!
Carla: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Pastora! ¡Pastora me ha cantado a miiiii! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
Pastora: Je je, gracias.
Señora: ¿Y a mi no te ha mandado nadie a cantarme?
Señor: ¿Me puedes firmar un autógrafo?
Niña: ¡Mamá, hazme una foto con ella!
Alba: ¡Hey, hey! A ver, por favor, no hagan corro que esto es algo íntimo. Luego yo os firmo todo lo que quieran, no cotilleen.
Pastora: Me dicen a mi.
Alba: Tú calla...Carla, ¿qué me dices? ¿Quieres volver o no?
Carla: Pues...¡Pues claro que quiero!
Alba:
Pastora: Bueno, pues mi trabajo aquí ha terminado...
Alba: ¿Y a qué esperas? ¡Vete!
Pastora: Pero Alba...
Alba: ¿Qué pasa? ¡¿No querrás cobrar, no?!
Pastora: ¡Oye, yo te pague a ti por...!
Alba: ¡Anda y vete a Bakú, que no tendrías que haber salido de ahí!
Pastora: Que te follen.
Alba: ¡Y ponte aparato! ¡Cara conejo!
Pastora: Me largo, asquerosa (se va)
Carla: ...
Alba: Je je...¿Quieres cenar esta noche conmigo?
Carla: Claro que sí ¡Mira, justo ahora me estaba comprando un vestido, je je! Así lo estreno...
Alba: Ya ya...



Por la noche, en el programa de televisión...

Presentador: ¡Bienvenidos una semana más al programa donde unos niños de primaria pondrán a prueba los conocimientos de nuestros participantes! Nuestras primeras concursantes son madre e hija ¿Estáis listas?
Emmy: En ambos sentidos, sí.
Daniela: En el camerino te he dejado un tarjetita, llámame guapo
Presentador: Eh...¡Comenzamos!

>El público aplaude...

Presentador: Bien, elegir una materia.
Daniela: ¿No tienen sexología...? como está la educación...
Emmy: Religión, elegimos religión
Presentador: ¡Religión, allá vamos! ¿Cuales eran los cuatro evangelistas?
Daniela: ¡Me la sé, me la sé!
Presentador: Adelante, ¿cuales son?
Daniela: Eh....eh...son...
Presentador: …
Daniela: Los cuatro son....eh...
Emmy: Perdónenla, es que también es lentita de razonamiento...
Daniela: ¡Ya! ¡Los cuatro evangelistas eran tres: San Pedro y San Pablo!
Presentador: ...
Emmy: ...¿Por qué no me dejas a mi?
Daniela: ¡Niña, a tu madre no le contestes!
Emmy: Son los libros de San Marcos, San Mateo, San Lucas y San Juan.
Daniela: ¡Eso, eso!
Presentador: ¡Correcto!
Daniela: Gracias guapo (se lame los labios)
Emmy: Mamá, por favor, que estamos en un programa infantil.
Daniela: Bueno, mientras me paguen.
Presentador: Siguiente...elijan materia.
Emmy: ¡Matemáticas!
Presentador: ¿Qué es la hipotenusa?
Daniela: ¡Lo qué hay entre los dos paletos!
Presentador: Sí, como usted...¡Incorrecto!

>El público empieza a comentar la respuesta y el presentador se acerca a una persona...

Presentador: A ver, ¿usted sabría decirme cual es la respuesta?
Berta: ¡Hola, soy Berta! ¡Ay, por fin estoy en la tele!
Emmy: Lo que me faltaba...
Berta: ¡Yo lo único que sé es que esas dos no son madre e hija!
Presentador: ¡Incorrecto!...¡¿Cómo?!
Berta: Pero si son mujeres, están casadas con una hermafrodita.
Emmy: ¡Corre Daniela, corre!
Daniela: (con las tetas al aire)(ante cámara) ¿Se puede hacer el casting aquí para 'Gran Hermano'? Hola, soy Daniela y me gustaría salir en Interviu

Alba: Tú siempre has sido el amor de mi vida.
Carla: Y el único...
Alba: Por supuesto, ya no habrá más Davinias ni más Paquis.
Carla: Cari, ahora que volvemos...quiero ser sincera contigo.
Alba: Oh...pues dime.
Carla: ¿Te acuerdas de mi viaje a Mallorca?
Alba: Sí...allá por tu treinta y seis venazo.
Carla: Pues...conocí a alguien. Alguien que...me gustó.
Alba: (deja de sonreír) Bueno, si la sinceridad tampoco es tan importante...
Carla: Necesitaba decírtelo.
Alba: Pues mejor cállate que íbamos muy bien. Aunque si te soy sincera, yo también estuve a punto de...ya sabes, con una chica del tiempo.
Carla: Eh...je je (cambiando de tema) ¿Y cómo has conseguido a Pastora?
Alba: Bueno, yo sabía que a ti te encantaba Eurovisión y...digamos que ella me debía un favor. En realidad iba a ser yo la que este año representara a España. De hecho, si te das cuenta, somos muy iguales.
Carla: Pelirrojas...
Alba: ¡Y cantantes super estrellas!
Carla: Sí sí...
Alba: Pues eso, ella me pidió que yo le cediera mi puesto a cambio de...un favor, je je. Y ahora ella me lo ha devuelto.
Carla: Ya...¿Hay croquetas?
Alba: Y palomitas, como a ti te gustan. Tengo un sorpresa para luego...
Carla: ¡Oh! ¡Dímela, dímela!
Alba: No, no, aun es pronto para eso (se insinua)
Carla: ¡Qué me lo digas, hostias!
Alba: Oh...¡llevo dos semana sin lavarme lo pies!
Carla: ¿Era eso...? pues...
Alba: Me huelen a queso, ya verás cuando lo hagamos...¡Te vas a chupar los dedos! Bueno, los míos.
Carla: ¿A queso...? ¡Oh! ¡Me encanta! ¡Te quierooooooooo! (la abraza)
Alba: (para si misma) Lo sé...

>Llaman a la puerta...

Ivana: ¡Hey, Albaaaa!
Alba: (abre) ¿Pero tú qué haces aquí?
Ivana: Valla felicitación más sosa...¡Venga, que empieza la party!
Alba: ¿Qué party? Fuera de aquí, no me pillas en buen momento.

Carla: ¡Las palomitas son de colores, no me gustan, joder!

Ivana: Oh...¿Lo has conseguido? Que pillina.
Alba: Sí, hemos vuelto, y ahora vuelve tú por donde has venido.
Ivana: Me prometiste que me dejabas celebrar mi cumpleaños en tu local.
Alba: ¿Yo a ti? ¿Cuándo?
Ivana: Pues la otra noche.
Alba: Iba yo buena la otra noche...¡Largo de aquí! ¡No me vuelvas loca del chichi!
Ivana: Lo siento pero ya he invitado a la gente (entra) Hola Carla, cuanto tiempo.
Carla: (se atraganta) La zombie...¿qué haces aquí?
Ivana: Otra...¡Qué es mi cumple!
Carla: Huy, pues me voy.
Ivana: ¿No te quedas a tomar algo?
Carla: Y las croquetas me las llevo, ¡já! (las coge)
Alba: Cari, lo siento, no sabía todo esto...o eso creo.
Carla: No pasa nada, te espero en casa para chuparte los pies.
Ivana: ...luego soy yo la rara.



¡Comienza el cumpleaños de Ivana...!

Alba: ¿Y no vas un poco aparatosa con ese vestido? ¿Qué pasa, no vamos a bailar?
Ivana: No sirvas mucha crema de orujo, querida, que luego ya sabes como acabas.
Alba: Ja ja, pero que humor más pueblerino tienes.
Ivana: Ay, hija, no todas derrochamos tanto glamour como otras.

Las chicas van llegando a la fiesta...

Paqui: Oye, esto sabe a garrafón ¿dónde está el baño?
Alba: No por favor, los vómitos en la calle que luego me toca limpiarlo a mi.
Ivana: No te vuelvo a alquilar el local con estos productos tan cochambrosos.
Yovana: Que aburrido está esto.
Alba: ¿Canto?
Juana: ¡No! No por dios...no te molestes, je je.
Macarena: Huy mira, palomitas de coloreees.
Yovana: ¡No cojas, que eso es droga!
Macarena: Que no, mira (coge unas cuantas) ¡Hostia, queman!
Ivana: A ver chicas, ahora va a venir una amiga mía muy importante. Pertenece a la nobleza, así que un poco de educación...
Alexis: (entra) ¡Oh! ¡Por dios, cuanta tía! ¡Hoy aquí follo!
Alba: Toda la que le falta a ella...
Ivana: ¡Alexis, querida! ¿Cómo estás?
Alexis: Muy bien, felicidades. Toma, te he traído un sobrecito.
Ivana: Oh...gracias (se lo guarda)
Alexis: Es algo de dinero para que te pongas botox en la cara y para una liposupción no muy lejana.
Ivana: Pensaba gastármelo en la colecta que estamos haciendo para meterte en un psiquiátrico de alto standing, Alexis, pero se agradece
Dorotea: (a Ivana) Hola, tienes un vestido muy chido. ¿No te gustaría lucir este brazalete de bronce? Es del Machupichu, tallado hace miles de años...
Ivana: Ah, pues muchas gracias, me encanta su regalo...¿Pero quién es usted?
Dorotea: De regalo nada, son dossientos sesenta euros.
Saray: ¡Mamá, estate ya quieta!
Alba: Que poca elegancia...
Ivana: Como tú.

Davinia, tras hacer la operación a Rubenia, va con Toya al cumple de Ivana...

Davinia: Hola.
Alba: ¿Y usted quién es?
Davinia: Eh...pues...una amiga de Ivana.
Toya: ¿Dónde me has traído?
Davinia: Calla...(a Ivana) ¡Ivana, guapa! ¡Felicidades!
Ivana: ¿Davinia...?
Davinia: No, no. Yo soy...tu amiga ¿no te acuerdas?
Ivana: ¿Pero qué te has hecho en el pelo? ¿Lo llevas a lo garçon...?
Davinia: Pues sí, ¿qué pasa? Soy yo y estoy divina de la MUERTE.
Ivana: Pues si me disculpas te diré...
Alba: ¡No! ¡Déjame a mi!
Ivana: Adelante.
Alba: Davinia, no estás invitada. Abandona mi local.
Davinia: ¡Oh! ¡Pues que os den a las dos!
Alba: ¿Y que te has hecho en el pelo...? Lo llevas a lo garçon...
Davinia: Que sepas que la vida me empieza a sonreír, no como a ti. He encontrado trabajo como cirujana, mi verdadera profesión, y hoy mismo ya he hecho mi primera operación...ja ja
Alba: Pues enhorabuena, y a ver si te pones algo más de pecho.
Davinia: Tranquila, al ver los tuyos se me pasa el complejo ¡Toya, nos vamos!
Ivana: No, usted se puede quedar.
Toya: Ah, pues no traígo regalo.
Davinia: ¡Pero Toya...!
Toya: ¿Teneis limoncello?
Alba: Oy, esta es de la mías.

El cumple avanza...

Ivana: Bueno chicas, ahora que estamos todas juntas tengo algo muy importante que deciros. Algo que quiero que cambie las cosas entre las aquí presentes...
Paca: (preocupada) Oh...no será capaz...
Alba: ¡Esperar, yo también tengo algo importante que decir!
Paca: Uff...
Saray: Ya está llamando la atención...
Juana: No, si al final nos canta.
Ivana: Alba, bonita, aquí la cumpleañera soy yo. Déjame continuar.
Alba: ¡Atentas todas! ¡Ivana es heterosexual!
Paca: ¡Ooooh!
Ivana: ¡¿Cómo se puede ser tan hija de puta, Alba?! ¡Ahora vas a saber quién es IVANA IVANOVICH!
Alba: Así aprenderás a no meterte con una super star.
Saray: No, si al final va a estar animado.
Ivana: Bueno, me voy a calmar porque si no, voy a hacer algo de lo que me voy a arrepentir...
Juana: No hombre, no te pares ahora ¡Machácala!
Alexis: ¿Y que fue de nuestro romance? El chichi me lo comiste con mucho amor. Está claro que eres una experta mentirosa.
Alba: Eres heterosexual ¿Qué pasa? no pasa nada, solo tienes una enferdad y punto. Eso se cura, todas te vamos a ayudar a ello, en el fondo te queremos, eres nuestra amiga, ¡te vamos a apoyar!, ¡te traeremos de vuelva al mundo bollo!, o sino no pasa nada, en el grupito siempre hace falta algo de variedad. Tenemos bollos, hermafroditas...pues una hetero no viene mal. Y respecto a tu hija, no te preocupes, todas vamos a luchar por traerla de vuelta. ¡Se tú misma Ivana! ¡No vivas más mentiras! ¡Qué este cumple sea un inicio para ti!
Ivana: ¡Yo...! ¡Yo...! ¡Alba te voy a...! ¡Eres...! ¡Jopeeeeeeeee! Si es que tienes razón... ¡No soy hetero! No del todo...Estoy experimentando, aún no tengo nada claro. ¡Y sí, tengo una hija, ¿qué pasa?! ¡Ale, ya sabéis toda la verdad sobre mi oscuro pasado! ¿Contentas?¡Camarero, otra copa, URGENTE!
Paca: ¡Oh! ¿Y la hija ahora de donde sale? yo me estoy perdiendo.
Juana: Bueno, yo muy amiga no soy, la ayudais vosotras.
Yovana: ¿Y qué te crees? ¿Qué yo sí lo soy?
Alexis: Me has traicionado, me voy
Alba: Huy, que bien me ha quedado. ¿Y tú qué ibas a decir?
Ivana: Eso, quería hablar con vosotras y que por fin me aceptaráis.
Alba: Pues hala, ese es mi regalo...
Macarena: ¿Pero aquí la tarta cuándo la sacan...?

Sacan la tarta...

Saray: Pero si no lleva velas, no quiere que sepamos la edad.
Macarena: O que tiene tantos años que ni le caben...
Ivana: Menos mal que esto va a ser el comienzo de una bonita amistad...



Rubenia despierta en el hospital recién operada...

Rubenia: ¿Ya...?
Doctor: La cirujana Davinia ha hecho un gran trabajo. La operación ha sido todo un éxito.
Rubenia: ¿Y me puedo ver?
Doctor: No...hay que esperar a que cicatrice la vagina.
Rubenia: ¿Cómo la vagina?
Doctor: ¿No quería cambiar de sexo? le hemos cerrado el conducto que le hicimos para la vagina, por lo que en unos días estará recuperada.
Rubenia: ¡¿Qué?! ¡Yo quería quitarme el pene! soy...¡SOY UN HOMBRE!

Los chicos montaron en el barco, los alquilados disponían de dos suites que se estaban repartiendo.

MARTA: ¡Rocy guapa! Yo comparto suite contigo que nos lo vamos a pasar genial.
ROCÍO: Uy, lo siento la comparto con… (Se encuentra con Lola) Con Lola.
LOLA: ¡Uy nena nos lo vamos a pasar de muerte! Seremos las reinas del barco, hipnotizaremos a todos los hombres que pasen a nuestro lado con nuestros pechos.
MARTA: Pues yo me apunto con vosotras que soy chica.
ROCÍO: Ya Martita, pero como si no lo fueras.
CARLOS: Pues en nuestra suite estamos completos, tenemos a Sergio, a Calvin y a mí.
CALVIN: Pues que Carlos se vaya con las chicas y Marta con nosotros.
MARTA: ¡Siiiiii!
SERGIO: A mí esto no me parece nada bien, lo siento Calvin pero desde que te tiraste a mi madre no me caes bien.
LOLA: ¡Oh qué cruel! Siempre recordándomelo.

Amparo y Jesús se acercaron.

JESÚS: Una cosa que os quede clara, ¡ni se os ocurra montar algún espectáculo de los vuestros que os conozco!
ROCÍO: ¿Pero qué te piensas? ¿Qué vamos a dar el espectáculo en este barco? … … Pues sí has dado en el clavo, ¡vamos a dar el espectáculo! ¡Esto solo se vive una vez!
AMPARO: Ay Jesús, pobrecitos, déjales que se diviertan. ¡Pero os quiero fuera de mi vista! Jesús y yo estamos de vacaciones no os queremos de lastre.
SONIA: (Con Izan en brazos) Pues tendrás que cuidar de mi hijo digo yo, que yo también quiero divertirme.
AMPARO: Tú a callar.
JESÚS: Eso, y tú llévate mucho cuidadito que te voy a tener vigilada, que en las pasadas vacaciones te quedaste preñada.

Jesús, Amparo y Sonia se fueron a su suite.

LOLA: Bueno pues… ¿¡QUIÉN QUIERE ESTRENAR LA SUITE!?

Todos se fueron corriendo con las maletas a sus respectivas suites.


Rocío, Lola y Carlos entraron en la suya.

ROCÍO: ¡QUÉ PUTO LUJOOOO! ¡Joder, no veía tanto lujo desde el día que el Ricky me llevó a cenar al Mc Donald! (Tira las maletas a la cama). ¡Qué fuerte! ¡Soy una mujer afortunada! Soy guapa, pelirroja, soy alta, delgada, pasional, ¡¿Qué más puedo pedir en esta vida?!
LOLA: Pues un hombre, como todas.
ROCÍO: Ala, ya me has jodido la existencia.
LOLA: ¡Pero no te preocupes Rocío! ¡Hoy tú y yo hoy pescamos a algún hombre!
CARLOS: Oye y yo también, que yo también soy guapo, alto, delgado, pasional y me falta un hombre.
ROCÍO: Me voy a tirar a todo el que se ponga por delante.
CARLOS: O por atrás, jajaja. Por cierto Rocío, ¿a ti no te gustaba Sergio?
ROCÍO: Pero cállate…
LOLA: ¿Te gusta mi hijo? ¡Ooooh! ¡Dame un abraza cuñada! ¿O era yerna? ¡Da igual dame un abrazo!
ROCÍO: Ya te podías haberte callado… Yo aquí he venido a conocer gente y pasármelo bien cuando acabe el crucero Dios dirá.
LOLA: ¡Di que sí! ¡Vamos a ponernos guapas!
CARLOS: ¡Vamos!

Lola y Rocío se quedaron mirando a Carlos.

CARLOS: ¿Qué pasa? Yo también quiero ligar…


Mientras tanto, Marta, Sergio y Calvin entraron a su suite.

SERGIO: ¡Ala que fuerte! ¡Dios! ¿Eso de allí es una tele de plasma?
CALVIN: Fisiológicamente parece ser que sí, ¿nunca has visto una?
SERGIO: Sí, pero nunca la he tenido.
MARTA: Por cierto, chicos, ¿esta noche os iréis de caza?
SERGIO: A mí es que la carne de caza no me gusta porque no han pasado ningún control médico y eso es súper inseguro.
CALVIN: Creo que Marta se refiere a que si vamos a ir a ligar.
SERGIO: ¡Pues a ver empezado por ahí! Claro que vamos a ir a ligar, eso ni se pregunta.
MARTA: ¡Pues me voy con vosotros! Yo quiero tirarme a una pelirroja, me muero de ganas.
SERGIO: ¿Te vas a tirar a Rocío? No sé si va a querer. ¿Eh? Yo en este barco tengo un propósito, vamos a estar catorce días, pues en esos catorce días me voy a tirar a catorce chicas.
CALVIN: Pero no vale tirarse catorce veces a la misma chica ¿eh?
SERGIO: Tú a callar. Mira Calvin, nuestra relación se jodió el día que me enteré de que tenías una relación con mi madre, pero yo te tengo mucho aprecio y lo sabes, eres una gran persona y yo te quiero mucho.
MARTA: ¿Eráis pareja?
SERGIO: ¡Pues no!
MARTA: Bueno, bueno, yo pregunto…
CALVIN: Sergio, yo te pido perdón si te he molestado en cualquier momento.
SERGIO: Pues perdonado, vamos a cambiarnos y a tomar un poco el aire.
MARTA: Yo voy a hacer unas cosas.

Marta salió de la suite y se dirigió a la de Sonia.

MARTA: Yo no me doy por vencida, yo no quiero a cualquier chica, yo quiero a mi Sonia. ¡QUIERO A MI SONIA!

Marta llamó a la puerta de Sonia y salió.

SONIA: ¿Qué quieres? Te quité la orden de alejamiento pero no tienes por qué estar todo el día pegada a mí.
MARTA: No, solo venía a decirte que esta noche vamos a estar en fiesta por proa, ¿te apuntas?
SONIA: Imposible, me quedo cuidando de Izan, mis padres no me dejan, así que saldré a dar una vuelta pero con él.
MARTA: A mí no me engañas Sonia, ¡si no quieres salir conmigo me lo dices a la cara pero no te inventes cualquier excusa porque eso me jode más!
SONIA: Pues sí Marta, tienes razón, no quiero salir contigo.
MARTA: ¡Oh! ¿Pero por qué eres tan directa? ¿No podías haberte inventado cualquier excusa para no quedar conmigo? ¡No! ¡Tú vas ahí a saco! A hacer daño. ¡Eres mala!
SONIA: ¡Pero si me has dicho antes que no te gustan las excusas!
MARTA: Sí y ahora déjame como una loca bipolar… Me voy a mi suite a llorar (Se fue corriendo).
SONIA: De verdad, yo es que flipo. Izan, te voy a dar mi primer consejo como madre, no te eches un amigo gay a no ser que sea millonario, futbolista… bueno, tú ya me entiendes.

Lola salió de su suite.

LOLA: ¡Me voy ahora vengo! (Cierra la puerta) Uy madre mía pasillo por ahí, pasillo por allá… Yo me pierdo en este barco, ¡es que me pierdo!

Lola se encontró con su hijo que iba muy trajeado.

LOLA: ¡Hola hijo! Uy por favor que guapo, como se notan mis genes, ¿a dónde vas?
SERGIO: A darme una vuelta por ahí, que esta noche ligo.
LOLA: Yo voy al puesto ese dónde venden hamburguesas que he visto una triple con queso y bacon que tiene una pinta terrible.
SERGIO: Mamá, cuidado que luego engordas.
LOLA: ¡Oh hijo, como me hieres! ¡No engordo, tengo metabolismo lento! Ahora me voy con disgusto. (Se va).


En cubierta, Lola se acercó al puesto de hamburguesas y compró una.

LOLA: ¡Oh! ¡Qué placer! Para que luego digan que no hay nada mejor que un orgasmo. ¡Ja! Esto es mucho mejor, una triple hamburguesa con su queso derretido, kétchup y mostaza… (Le dio un bocado) Uuuum.

De repente un hombre tropezó con Lola y se le cayó la hamburguesa al suelo.

LOLA: ¡Aaaaaaaaaaaaah! ¿¡Pero qué has hecho desgraciado!? ¡Mi hamburguesa! ¡Has arruinado mi vida! ¡La has destrozado! ¡Mi tierna y adorable hamburguesa! (Se agacha a cogerla).
MARCOS: Oh, lo siento, lo siento, ha sido sin querer, si quieres te compro otra.
LOLA: ¡Yo quería esta! Era perfecta… (Se levanta y mira a Marcos) ¡Virgen del camino amargo que lleva a Belén! Que tiarrón… Uy, no, no hace falta que me compres una hamburguesa, dudo que haya una que está igual de bueno que tú.
MARCOS: Tampoco es para tanto.
LOLA: ¿Qué tampoco es para tanto? ¿Tú te has visto? Uy, que despiste no me he presentado. Me llamo Dolores del A… … ¡del Abeto! ¡Dolores del Abeto!
MARCOS: Marcos Echegaray, encantado.
LOLA: Oh, jaja, el placer el mío. ¿Y qué haces por este barco? ¿De vacaciones con la mujer?
MARCOS: No, qué va, estoy separado.
LOLA: Pues que bien, digo… Bueno, estarás abierto al amor, ¿y quién sabe? A lo mejor en este barco lo encuentras.
MARCOS: Lo dudo, mi trabajo de concejal me lo impide, estoy muy atareado.
LOLA: ¡Concejal! Menudo braguetazo, digo… ¡Qué trabajazo! Debes de tener un buen sueldo ¿eh?

En ese mismo instante Calvin pasaba por allí.

LOLA: ¡Calvin querido, mira! Mi nuevo novio, se llama Marcos y es concejal, nos vamos a casar.
MARCOS: ¿Perdón?
LOLA: (Le guiña el ojo)
CALVIN: Ah, pues muy bien, que seáis felices.
LOLA: Calvin, la envidia te come por dentro no hace falta que lo disimules, has perdido a una mujer bellísima, te sentirás arrepentido.
CALVIN: Para nada. (Se va).
MARCOS: ¿Quién era?
LOLA: Mi ex, pero ya lo he olvidado para siempre. Oye, ¿qué te parece que quedemos esta noche y nos tomamos una copa?
MARCOS: Me parece bien. Nos vemos en el restaurante, chao.


Lola se fue hacia las suites dando saltos de alegría pero se tropezó con Amparo y Jesús que iban cogidos de la mano.

LOLA: Uy mira la parejita feliz.
AMPARO: Sí, es que no todas estamos tan solas como tú.
LOLA: Perdona pero he conocido a un chico maravilloso.
AMPARO: ¿A un chico maravilloso? ¿Pero qué es? ¿Adulto o adolescente?
LOLA: Es adulto, joven, de mi edad. Amparo no te piques, sé que te mueres de la envidia porque yo sigo atrayendo a hombres jóvenes, a ver si aprendes a disimular. Chao. (Se va).
AMPARO: Qué ardor de mujer, no quiero ver a ningún alquilado en todas las vacaciones, yo no sé para qué vienen.
JESÚS: Los alquilados son como el demonio, siempre están ahí al acecho.

Lola iba por los pasillos de las suites y se encontró con su hijo.

LOLA: ¡Sergio, cariño! ¡He ligado!
SERGIO: ¿Adulto o adolescente?
LOLA: ¡Otro! Es de mi edad.
SERGIO: ¿Pero de qué edad? ¿De la que realmente tienes o de la que dices tener?
LOLA: ¡Pues de mi edad! ¡PESADO!