El Karma siempre vuelve | Pr?ximamente...
#0

19/01/2011 16:15

Vídeos FormulaTV
#5001

10/10/2011 17:42








#5002

10/10/2011 18:35
Con ganas de verlo. 


#5003

10/10/2011 21:30

#5004

10/10/2011 22:10


#5005

10/10/2011 22:22


#5006

10/10/2011 22:55


#5007

10/10/2011 23:19
Es Bolloparty???
Pues anda que... Pero y esa imagen??? Jajajaja quién se va a pegar un tiro? Mary Alice? Jajajaja...jajaja...jaja...ja...
vale, lo he pillado...



#5008

10/10/2011 23:20
Jis jis, tú lo sabes muy bien...
#5009

10/10/2011 23:23



#5010

11/10/2011 15:03

#5011

11/10/2011 15:41

#5012

11/10/2011 16:40
Sinceramente, la verdad es que me gustaba más el diseño anterior de ''El zoo''...
.

#5013

11/10/2011 17:07
Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen!!!!!!!!!!!!!!!!!! El zoooooooo!!!
Las letras me encantan, y la fecha tambien.
Las letras me encantan, y la fecha tambien.

#5014

11/10/2011 17:08
Este es para las promos pacomeca, el diseño anterior lo he remejorado y lo incluyo en la cabecera oficial de la serie

#5015

11/10/2011 17:34

#5016

11/10/2011 19:02
¿Un melocotón?
¿Va a pasar lo que yo creo que va a pasar?

#5017

12/10/2011 11:39

#5018

12/10/2011 18:01

#5019

13/10/2011 20:55
[REPOSICIÓN]


MACARENA: (Con el álbum de fotos en las rodillas) Y mira en esta foto qué guapos estáis.
SHEILA: (Sonrió) Sí, es de la graduación. Mira qué acaramelados estábamos…
DIEGO: Yo salgo despeinado.
TERESA: (Miró la foto) Y con una espinilla en la frente.
MACARENA: ¿Dónde?
TERESA: Aquí.
MACARENA: Qué ojo tienes, por el amor de dios…
TERESA: (Sonrió) Lo sé.
MACARENA: Oye Teresa, ven un momento que tenemos que hablar.
TERESA: (Se levantó) A ver, ¿qué he hecho ahora?
MACERNA: (Se fueron hacia el pasillo) Que sea la última vez que haces un comentario como el de antes sobre el padre de Diego.
TERESA: Perdón, se me ha escapado.
MACARENA: Pues te controlas. O a ver si voy a tener yo que echarte de mí casa.
TERESA: Qué tremendista… (Colocó un jarrón) ¿Qué? Estaba mal colocado.
CELIA: (Sonó su móvil) Perdonad un segundo. (Por el móvil) ¿Sí?
SHEILA: ¿Quién es?
DIEGO: No lo sé Sheila, no soy yo el que está hablando.
SHEILA: Digo, a lo mejor ahora como estáis tan unidos, pues llegarías hasta a desarrollar un sexto sentido que te permitiera…
DIEGO: (La interrumpió) ¿Por qué no lo dejas ya?
SHEILA: En serio Diego, ¿qué tiene ella que no tenga yo?
DIEGO: Lo siento mucho pero te supera en casi todo.
SHEILA: (Se ajustó los pechos) Tú lo has dicho, en casi todo.
DIEGO: Qué superficial has sido siempre… ¿Quién era cariño?
CELIA: De la tienda de mi vestido. Dicen que están teniendo problemas con los empleados y que tendrán que posponer mi pedido para el mes que viene.
DIEGO: Pero si la boda es en tres semanas.
CELIA: Eso les he dicho, pero… Puff… necesito que me de el aire.
DIEGO: (Se levantó) ¿Quieres…
SHEILA: (Le agarró del brazo) ¿Ha dicho que vayas? No, porque quiere estar sola. Deja de presionarla y habla conmigo.
Celia bajó la calle hasta el paseo marítimo.

CELIA: (Hablando consigo misma) “¿Qué mal puede hacer visitar a la familia un fin de semana?” Estoy apartada de mi hogar… enfrentada con mi futura suegra… celosa de la ex de mi novio… sin mi vestido de novia… ¿En serio puede ir la cosa a peor?
CONDUCTOR: (Frenó para no atropellarla) ¡Cuidado!
CELIA: (Desorientada) ¿Eh? Lo siento…
SERGY: (Se acercó para ayudarla) ¿Estás bien?
CELIA: Creo que sí, gracias.
SERGY: No tienes muy buena cara…
CELIA: Es… una larga historia.
SERGY: (Sonrió) Me encantan las largas historias.
CELIA: Pues entonces te la cuento y así me desahogo.
10 minutos después…
CELIA: Y por eso ahora estoy aquí.
SERGY: ¿Y dices que la madre de tu novio se llama Macarena?
CELIA: Sí.
SERGY: Creo que sé quien es… Su casa está subiendo esa calle, ¿verdad?
CELIA: Sí.
SERGY: Entonces ya sé quien me dices. Esa mujer es muy posesiva con su hijo desde que murió su marido.
CELIA: Sí, algo me contó Diego. En una tormenta en el mar, ¿no?
SERGY: Eso dice ella, pero se rumoreaban cosas peores… Bueno, no quiero asustarte, que ya suficiente tienes con lo que tienes.
CELIA: (Se fijó en el vestido de un escaparate) Qué preciosidad…
SERGY: (Alegre) ¡¿Te gusta?! Es uno de mis diseños.
CELIA: ¿Te dedicas a eso?
SERGY: Sí, me encanta.
CELIA: Pues yo acabo de tener problemas con el vestido que tenía encargado y hasta dentro de bastante tiempo no lo tendrán…
SERGY: No digas más. ¡Vente que te enseño mis mejores creaciones!

MACARENA: (Hablando con Sheila en el jardín) Pues a mí esa chica no me da buena espina…
SHEILA: Parece maja pero seguro que no es trigo limpio.
MACARENA: ¿Y si es una fugitiva?
SHEILA: O una terrorista.
MACARENA: (Se llevó las manos a la boca) Pues yo no pienso permitir que mi hijo se case con una terrorista. Ven, acompáñame a descubrir qué secretos oculta.
Subieron a la habitación de invitados…
SHEILA: (Rebuscando en la maleta) ¡Mira! La pone usar ropa interior de hombre.
MACARENA: Sheila cielo, esa es la maleta de Diego.
SHEILA: Ah…
MACARENA: (Abrió la maleta de Celia) Ropa… colonia… complementos… ¿Y las armas? ¿Dónde están?
SHEILA: Seguro que las tiene guardadas en un falso fondo.
TERESA: (Entró en la habitación) Pero… ¿Qué estáis haciendo?
MACARENA: (Irónica) Estábamos mirando a ver si tenía ropa sucia para lavar, no te jode. ¡Pues cotilleando!
SHEILA: Nos aseguramos de que no es una terrorista.
TERESA: ¿Una terrorista? (Sonrió) ¡Yo sé mucho de eso, puedo ayudaros!
MACARENA: Pues a buscar tú también.
SHEILA: Qué bien huele esta colonia, ¿no? (Se la guardó en el sujetador)
TERESA: Un momento. (Agudizó el oído) Creo que Diego está subiendo.
MACARENA: (Cerró la maleta) ¡Agua! ¡Agua!
SHEILA: ¿Qué se quema?
MACARENA: ¡Que os escondáis!
Diego entró en la habitación y al oír una respiración miró bajo la cama.:
DIEGO: (Vio a Macarena) ¿Mamá?
MACAREN: (Improvisó) ¡Shh! Estoy jugando al escondite con tu tía. Se lo ha recomendado su psicólogo.
DIEGO: Ah, vale… (Abrió el armario para meter la ropa) ¿Tía?
TERESA: (Se quedó en blanco) Eh… (Salió del armario) Pero a ver, ¿quién contaba y quién se escondía?
MACARENA: (Salió de debajo de la cama) Vaya lío nos hemos hecho… Perdona hijo.
DIEGO: (Alucinado) Nada, nada.
#5020

13/10/2011 20:59
Sergy enseñaba su casa a Celia.

SERGY: Este es mi pequeño hogar. ¿Te gusta?
CELIA: (Miró las paredes color de rosa) Es muy… acogedora.
SERGY: Dilo, es muy gay, no importa, al contrario, jeje.
CELIA: (Sonrió nerviosa) Bueno, pues eso.
SERGY: Mira, te voy a enseñar mis mejores diseños.
CELIA: (Abrió la carpeta) Guau… Qué vestidos más bonitos.
SERGY: Son todos muy cuquis, ¿verdad?
CELIA: Me encanta éste… y éste… y este de aquí también. (Miró a Sergy) Tú tienes que ser el diseñador de mi vestido.
SERGY: (Sonrió) ¿Quieres? Me encantaría diseñar tu vestido de boda.
CELIA: (Se rió) Qué curioso, estamos hablando como si fuéramos amigos de toda la vida y acabamos de conocernos hace media hora.
SERGY: Yo es que soy muy empático, jeje. Por cierto, utiliza el femenino para denominarnos, si quieres.
CELIA: Jajaja.

MACARENA: ¿Sabéis lo que vamos a hacer?
TERESA: ¿Qué?
MACARENA: Investigándola nosotras no vamos a descubrir nada.
TERESA: Y menos hurgándole la maleta…
MACARENA: ¡Vamos a contratar a un espía!
SHEILA: ¿Para que la mire la maleta?
MACARENA: No… Para que investigue su pasado. Deudas con hacienda… drogas… amantes…
TERESA: Me parece que esto se os está yendo de las manos…
MACARENA: ¡Tú a callar!
TERESA: (Se fue a la cocina) Que os den.
SHEILA: Tranquila Macarena, yo me encargo del espía.
MACARENA: (Sonrió) Así me gusta Sheila. Vas por el buen camino.
Se hizo de noche en la isla… Celia volvió a casa.
DIEGO: (Sentado en la entrada) Estaba empezando a preocuparme.
CELIA: Tranquilo, he tenido un guía turístico.
DIEGO: ¿Y eso?
CELIA: Un gay muy majo que he conocido en el paseo marítimo. Me ha enseñado algunos de sus vestidos de novia y son preciosos.
DIEGO: ¿Has dicho de novia? ¿Es que se ha casado vestido de mujer? ¿Has dicho vestidos? ¿Cuántas veces se ha casado?
CELIA: ¡Hay no! Es que es diseñador de moda. Hemos estado hablando y dice que va a retocar uno de sus vestidos a mi gusto y que me lo va a vender para la boda.
DIEGO: Anda, qué bien. (La besó) ¿Ves como no todo era tan malo?
CELIA: ¿Vosotros qué tal?
DIEGO: Bien… Ellas están dentro, hablando.
CELIA: Diego, siento haberme puesto así. Quizás tengas razón y tu madre no sea tan… mala como yo pensaba.
DIEGO: Eso espero… tener razón…
A la mañana siguiente… En casa de Sheila.

SHEILA: ¿Seguro que tú eres espía?
HÉCTOR: Por supuesto. ¿Es que no lo parece?
SHEILA: Bueno, si tú lo dices, yo digo nada…
HÉCTOR: Aunque preferimos ser llamados detectives privados.
SHEILA: Bueno, yo te llamaré como lo crea conveniente.
HÉCTOR: Cierto, el cliente manda. ¿Quién es la víctima?
SHEILA: ¡Ala! Matar no, de momento…
HÉCTOR: No, es que yo los denomino así, víctimas.
SHEILA: (Susurró) Qué hombre más raro… Bueno, mira, es ésta (Le dio una carpeta) Ahí tienes información sobre ella. Foto, nombre, direcciones, número de móvil, etc.
HÉCTOR: Joder, pues está buena.
SHEILA: ¡¿Cómo?!
HÉCTOR: (Arrepentido) Perdón, perdón. Profesionalidad, Héctor, profesionalidad.
SHEILA: Quiero que la sigas a todas partes y que averigües cosas sobre ella.
HÉCTOR: ¿Es famosa?
SHEILA: Qué va… Tú averigua lo que puedas y ya está. Si son cosas malas mejor.
HÉCTOR: Tranquila, tú déjamelo a mí.
SHEILA: Miedo me da…
Diego y Celia bajaron a la playa.

DIEGO: (Mirando el mar) No venía a esta playa desde que era pequeño. Me encantaba…
CELIA: Es preciosa. Cuánta gente, ¿no?
DIEGO: Es lo que tiene esta isla, jeje. Bueno, ¿ya mejor con mi madre?
CELIA: Sí, parece que mejor. Yo creo que ayer nos malentendimos, pero acabaremos tenido una buena relación.
DIEGO: Eso no lo dudo. Me alegraría tanto ver a las dos mujeres que más quiero en este mundo llevándose bien…
CELIA: Pues tranquilo que haré todo lo que pueda para que así sea.
DIEGO: (La besó) Gracias cielo.
MACARENA: (Apareció tras ellos) ¡Yuju!
DIEGO: ¿Qué hacéis vosotras aquí?
MACARENA: Pues que con el día tan fabuloso que hace no podíamos quedarnos en casa. Y hemos bajado a tomar un poco el sol con vosotros. No os parece mal, ¿no?
CELIA: Para nada, al contrario.
MACARENA: (Con sonrisa fingida) Qué maja que eres.
TERESA: (Cargada con la sombrilla, la bolsa y las toallas) Ay… ¿Y si me echas una mano?
MACARENA: Qué inútil eres… Anda, trae que coloque mi toalla.
TERESA: Odio la playa. Se te riza el pelo, te manchas de arena, ¿por qué tenemos que venir si tenemos piscina en casa?
MACARENA: (Miró a su hijo y a Celia) Para estar con los chicos, mujer…
CELIA: Bueno, pues yo voy a probar el agua.
DIEGO: Yo ahora voy cariño.
MACARENA: Espera que te acompaño.
CELIA: (Comenzó a caminar hacia la orilla) Este sitio es precioso.
MACARENA: Sí, la verdad es que es un lujo vivir aquí. Oye, tú no te preocupes por Sheila ¿eh? Que lo que había entre ella y mi hijo acabó hace mucho tiempo.
CELIA: (Desconfiada) Ah… No, si lo entiendo, llevaban mucho tiempo sin verse y claro, la emoción del momento.
MACARENA: (Sonrió pícara) Exacto.
CELIA: Yo quiero que sepas que adoro a tu hijo y quiero pasar el resto de mi vida con él.
MACARENA: No, si se ve… que os queréis y eso…
CELIA: Sólo quiero que esto salga bien.
MACARENA: (Vio un castillo de arena) Ven, vamos por aquí.
CELIA: Madre mía qué calor hace…
MACARENA: Es lo que tiene, aquí hace mucho calor… (Puso la zancadilla a Celia)
CELIA: (Cayó sobre el castillo de arena) ¡Ah!
MACARENA: (Se hizo la sorprendida) ¡¿Noelia?!
TERESA: (Vio la escena desde lejos) ¿Celia es torpe?
DIEGO: No sé… un poco, como todo el mundo. ¿Por qué?
TERESA: Acaba de estamparse contra aquel castillo de arena.
DIEGO: (Fue a verla) ¡Celia!
CELIA: Ay… mi pierna.
DIEGO: ¿Qué te ha pasado?
CELIA: No lo sé, creo que me he tropezado.
MACARENA: ¿Tropezado? ¿Con qué?
CELIA: (Susurró a su novio) Creo que tu madre me ha tirado.
DIEGO: (Extrañado) ¿Qué? Cariño, un error lo tiene cualquiera. Además, ¿por qué iba mi madre a tirarte?
CELIA: (Miró a Macarena, que estaba sonriendo malévolamente) No lo sé…

SERGY: Este es mi pequeño hogar. ¿Te gusta?
CELIA: (Miró las paredes color de rosa) Es muy… acogedora.
SERGY: Dilo, es muy gay, no importa, al contrario, jeje.
CELIA: (Sonrió nerviosa) Bueno, pues eso.
SERGY: Mira, te voy a enseñar mis mejores diseños.
CELIA: (Abrió la carpeta) Guau… Qué vestidos más bonitos.
SERGY: Son todos muy cuquis, ¿verdad?
CELIA: Me encanta éste… y éste… y este de aquí también. (Miró a Sergy) Tú tienes que ser el diseñador de mi vestido.
SERGY: (Sonrió) ¿Quieres? Me encantaría diseñar tu vestido de boda.
CELIA: (Se rió) Qué curioso, estamos hablando como si fuéramos amigos de toda la vida y acabamos de conocernos hace media hora.
SERGY: Yo es que soy muy empático, jeje. Por cierto, utiliza el femenino para denominarnos, si quieres.
CELIA: Jajaja.

MACARENA: ¿Sabéis lo que vamos a hacer?
TERESA: ¿Qué?
MACARENA: Investigándola nosotras no vamos a descubrir nada.
TERESA: Y menos hurgándole la maleta…
MACARENA: ¡Vamos a contratar a un espía!
SHEILA: ¿Para que la mire la maleta?
MACARENA: No… Para que investigue su pasado. Deudas con hacienda… drogas… amantes…
TERESA: Me parece que esto se os está yendo de las manos…
MACARENA: ¡Tú a callar!
TERESA: (Se fue a la cocina) Que os den.
SHEILA: Tranquila Macarena, yo me encargo del espía.
MACARENA: (Sonrió) Así me gusta Sheila. Vas por el buen camino.
Se hizo de noche en la isla… Celia volvió a casa.
DIEGO: (Sentado en la entrada) Estaba empezando a preocuparme.
CELIA: Tranquilo, he tenido un guía turístico.
DIEGO: ¿Y eso?
CELIA: Un gay muy majo que he conocido en el paseo marítimo. Me ha enseñado algunos de sus vestidos de novia y son preciosos.
DIEGO: ¿Has dicho de novia? ¿Es que se ha casado vestido de mujer? ¿Has dicho vestidos? ¿Cuántas veces se ha casado?
CELIA: ¡Hay no! Es que es diseñador de moda. Hemos estado hablando y dice que va a retocar uno de sus vestidos a mi gusto y que me lo va a vender para la boda.
DIEGO: Anda, qué bien. (La besó) ¿Ves como no todo era tan malo?
CELIA: ¿Vosotros qué tal?
DIEGO: Bien… Ellas están dentro, hablando.
CELIA: Diego, siento haberme puesto así. Quizás tengas razón y tu madre no sea tan… mala como yo pensaba.
DIEGO: Eso espero… tener razón…
A la mañana siguiente… En casa de Sheila.

SHEILA: ¿Seguro que tú eres espía?
HÉCTOR: Por supuesto. ¿Es que no lo parece?
SHEILA: Bueno, si tú lo dices, yo digo nada…
HÉCTOR: Aunque preferimos ser llamados detectives privados.
SHEILA: Bueno, yo te llamaré como lo crea conveniente.
HÉCTOR: Cierto, el cliente manda. ¿Quién es la víctima?
SHEILA: ¡Ala! Matar no, de momento…
HÉCTOR: No, es que yo los denomino así, víctimas.
SHEILA: (Susurró) Qué hombre más raro… Bueno, mira, es ésta (Le dio una carpeta) Ahí tienes información sobre ella. Foto, nombre, direcciones, número de móvil, etc.
HÉCTOR: Joder, pues está buena.
SHEILA: ¡¿Cómo?!
HÉCTOR: (Arrepentido) Perdón, perdón. Profesionalidad, Héctor, profesionalidad.
SHEILA: Quiero que la sigas a todas partes y que averigües cosas sobre ella.
HÉCTOR: ¿Es famosa?
SHEILA: Qué va… Tú averigua lo que puedas y ya está. Si son cosas malas mejor.
HÉCTOR: Tranquila, tú déjamelo a mí.
SHEILA: Miedo me da…
Diego y Celia bajaron a la playa.

DIEGO: (Mirando el mar) No venía a esta playa desde que era pequeño. Me encantaba…
CELIA: Es preciosa. Cuánta gente, ¿no?
DIEGO: Es lo que tiene esta isla, jeje. Bueno, ¿ya mejor con mi madre?
CELIA: Sí, parece que mejor. Yo creo que ayer nos malentendimos, pero acabaremos tenido una buena relación.
DIEGO: Eso no lo dudo. Me alegraría tanto ver a las dos mujeres que más quiero en este mundo llevándose bien…
CELIA: Pues tranquilo que haré todo lo que pueda para que así sea.
DIEGO: (La besó) Gracias cielo.
MACARENA: (Apareció tras ellos) ¡Yuju!
DIEGO: ¿Qué hacéis vosotras aquí?
MACARENA: Pues que con el día tan fabuloso que hace no podíamos quedarnos en casa. Y hemos bajado a tomar un poco el sol con vosotros. No os parece mal, ¿no?
CELIA: Para nada, al contrario.
MACARENA: (Con sonrisa fingida) Qué maja que eres.
TERESA: (Cargada con la sombrilla, la bolsa y las toallas) Ay… ¿Y si me echas una mano?
MACARENA: Qué inútil eres… Anda, trae que coloque mi toalla.
TERESA: Odio la playa. Se te riza el pelo, te manchas de arena, ¿por qué tenemos que venir si tenemos piscina en casa?
MACARENA: (Miró a su hijo y a Celia) Para estar con los chicos, mujer…
CELIA: Bueno, pues yo voy a probar el agua.
DIEGO: Yo ahora voy cariño.
MACARENA: Espera que te acompaño.
CELIA: (Comenzó a caminar hacia la orilla) Este sitio es precioso.
MACARENA: Sí, la verdad es que es un lujo vivir aquí. Oye, tú no te preocupes por Sheila ¿eh? Que lo que había entre ella y mi hijo acabó hace mucho tiempo.
CELIA: (Desconfiada) Ah… No, si lo entiendo, llevaban mucho tiempo sin verse y claro, la emoción del momento.
MACARENA: (Sonrió pícara) Exacto.
CELIA: Yo quiero que sepas que adoro a tu hijo y quiero pasar el resto de mi vida con él.
MACARENA: No, si se ve… que os queréis y eso…
CELIA: Sólo quiero que esto salga bien.
MACARENA: (Vio un castillo de arena) Ven, vamos por aquí.
CELIA: Madre mía qué calor hace…
MACARENA: Es lo que tiene, aquí hace mucho calor… (Puso la zancadilla a Celia)
CELIA: (Cayó sobre el castillo de arena) ¡Ah!
MACARENA: (Se hizo la sorprendida) ¡¿Noelia?!
TERESA: (Vio la escena desde lejos) ¿Celia es torpe?
DIEGO: No sé… un poco, como todo el mundo. ¿Por qué?
TERESA: Acaba de estamparse contra aquel castillo de arena.
DIEGO: (Fue a verla) ¡Celia!
CELIA: Ay… mi pierna.
DIEGO: ¿Qué te ha pasado?
CELIA: No lo sé, creo que me he tropezado.
MACARENA: ¿Tropezado? ¿Con qué?
CELIA: (Susurró a su novio) Creo que tu madre me ha tirado.
DIEGO: (Extrañado) ¿Qué? Cariño, un error lo tiene cualquiera. Además, ¿por qué iba mi madre a tirarte?
CELIA: (Miró a Macarena, que estaba sonriendo malévolamente) No lo sé…
