¿YO? LA MÁS PUTA | Recta Final de serie - Capítulo 26: Allí abajo.
Serie de culto narrada en primera persona ficticia con altas dosis de drama, comedia y thriller. No apta para todos los públicos.
Capítulos:
Primera Temporada:
1. La puta madre.
2. El alumbramiento.
3. Yo, bebé.
4. Fin del climaterio.
5. La vida sigue igual.
6. Pablo Iglesias y la habitación 003.
7. La transexual Conchita Wurst y amistades. (Título propuesto por 6Gerardo6)
8. Conchita y el sexo débil.
9. Como una ola de poder.
10. El pecado de Dios.
11. El cordero de Dios.
12. La proposición.
13. La sexta noche.
14. Ríos de sangre.
15. Sexorcio Asesino.
Segunda Temporada:
16. Dos Mil Pesetas.
17. El gran dictador.
18. Parece que va a llover.
19. El mayor sueldo es cobrarlo.
20. Cenizas divinas.
21. La despedida más dolorosa.
22. Lactancia adolescente.
23. A bocajarro.
24. Blanca Navidad.
25. Cabeza de cerdo.
26. Allí abajo.
Conejo relleno de berenjena
TÚ HACES "¿YO? LA MÁS PUTA"...
El próximo fan en comentar tendrá la oportunidad de decidir cómo se titulará el Capítulo 7 de la serie.
Requisitos:
- Un máximo de 6 palabras.
Por ejemplo :$
¿Ese es el título?
Capítulo 7. La transexual Conchita Wurst y amistades.
Lunes, 7 de la mañana y un frío de morir. Mi madre madrugaba para comenzar su jornada laboral. Hoy haría la calle en el polígono industrial "Lugo II". Era un buen sitio, multitud de hombres que habían fracasado sexualmente en el fin de semana buscarían desahogarse esa misma mañana. Mi madre era lista, perfectamente podría haber sido analista de mercados.
Allí estaban la rumana de siempre, que aunque se llamaba Viginia, era conocida como la rumana de siempre y una chica nueva que estaba ocupando el puesto habitual de mi madre. Una vez más, mi progenitora hizo gala de los cojones que siempre demostraba tener y se plantó delante suyo:
-¿Qué cojones haces aquí? ¡Este es mi sitio!- exclamó mi madre.
Con una voz más grave que la de Manolo el del bombo la chica contestó -Ich verstehe nicht.-
Con su particular acento, la rumana de siempre se introdujo en la conversación. -No te esfuerces, es alemana y no te va a entender- a lo que añadió, -por cierto tiene trabuco.-
¿Va armada? - contestó inocente mi madre.
-No, es un hombre y le mide 21- contestó la rumana.
Fue entonces cuando mi madre empezó a darse cuenta de que el negocio estaba evolucionando y que no se podía quedar estancada. Mi madre, sorprendida por el éxito que esa misma mañana la transexual estaba teniendo entre el género masculino, decidió aplicar la máxima de "Si no puedes con tu enemigo, únete a él".
Un mes después, nuevos caminos de negocio esperaban a mi madre. La alemana Conchita Wurst y sus amistades, estarían en él.
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El próximo fan en comentar tendrá la oportunidad de decidir cómo se titulará el Capítulo 8 entre las opciones que se ofertan:
Capítulo 8. Camina o revienta.
Capítulo 8. Camina y amén.
Capítulo 8. Conchita y el sexo débil.
Capítulo 8. El tucán.
Capítulo 8. No sin protección.
Capítulo 8. La paraguaya.
Capítulo 8. Francisco Franco.
Capítulo 8. Ave María Putísima.
Capítulo 8. Muerte.
Capítulo 8. Conchita y el sexo débil.
La cosa fluía. La inauguración de “Sexorcio Divino” se planeaba multitudinaria. Ese local sucio y ruinoso que habían comprado Conchita y mi madre por 75 pesetas se había convertido en un lugar glamuroso y donde la lujuría estaba presente en cada esquina. Paredes rojas, farolillos que proporcionaban un ambiente discreto y relajante y velas aromáticas eran solo alguno los componentes decorativos del piso, donde los más atrevidos cruzarían esa cortina metálica y experimentarían con esos juguetes tan atrevidos.
Todo estaba preparado. Cerca de una treintena de invitados, y carteles anunciando la apertura. Nada podía salir mal y nada salió mal.
Los mejores ibéricos y los mejores vinos estaban presentes en una gran mesa central y que habían sido bendecidos por el Padre Miguel en aquella inauguración. Tal vez suene extraño que un religioso acuda a una inauguración de tales características, pero este siempre ha mantenido una relación estrecha con mi madre. No piensen mal, nunca ha ido más allá de lo estrictamente confesional.
Los atributos de Conchita, eran el gran atractivo de este nuevo negocio. Se postulaba como la gran revelación del barrio. La alemana traía nuevos aires en el negocio, y muchos hombres e incluso mujeres estaban dispuestos a experimentar nuevas sensaciones. Y con el sexo débil quedó estrenado el negocio, Puri, una mujer del barrio, viuda y moderna fue la primera atrevida en adentrarse o ser adentrada por Conchita.
Y yo mientras ahí, en la mecedera del hall de “Sexorcio Divino”. Ya decía “AJO”.
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El próximo fan en comentar tendrá la oportunidad de decidir cómo comienza el título del Capítulo 9 entre las opciones que se ofertan:
Capítulo 9. La muerte de...
Capítulo 9. Camila...
Capítulo 9. ¿De qué manera...
Capítulo 9. Como una ola...
Capítulo 9. Marinero de...
Capítulo 9. Tócala otra vez...
Capítulo 9. Como una ola de poder.
5987 pesetas de beneficios en un mes, el negocio iba como una ola. La cartera de clientes era amplia. En ella se encontraban altas personalidades de la política y la farándula. Hasta en dos ocasiones había acudido a reclamar los servicios de mi madre Don Manuel Fraga Iribarne, vicepresidente del gobierno de Carlos Arias Navarro, otro asiduo a este tipo de servicios. Aunque al Presidente del Gobierno, le iba más lo que Conchita le hacía.
Don Manuel era muy generoso, conmigo también. Me compró mi primera muñeca, fea como la puta rumana coja del Parque de los Jesuitas de Salamanca. Tenía solo unos meses, pero es lo que mi madre me contó.
Don Carlos Arias Navarro requería los servicios de Conchita. De haber salido a la luz, hubiera sido un escándalo. Pero en “Sexorcio Divino” la discreción estaba garantizada. El sucesor de Carrero Blanco encontraba en la Señorita Wurst todo aquello que su mujer no le podía dar.