Enrique está hecho un fucker...

En la serie siempre nos lo pintan como a un panoli al que todo el mundo vacila, pero admitámoslo, este caballero resulta todo un imán para las tías, sólo hay que ver su historial de ligues desde que Araceli lo abandonó.

- Se tira a Nines.
- Con Raquel estuvo a puntito de llegar a algo, se dieron un buen morreo, pero sorprendentemente al final Enrique pasa de ella (por cierto, tanto que vacila ella a Judith con lo de "Papuchi" pero alguien debería recordarle ese romance).
- Recuerdo en un capítulo que la amiga que vivía con Raquel y Nines, que no recuerdo su nombre, estaba hablando con ellas dos sobre lo deprimido que estaba Enrique, y ella había dicho "¿y si me lo tiro?". Vale que sólo fue un pensamiento suyo y no pasó nada más, pero no creo que le desagradase tanto el concejal si llegó a hacer ese comentario, si no le gustase nada entonces habría dicho cualquier cosa menos eso. Pero sigamos con la lista...
- Berta: que yo recuerde esta se lo puso a huevo mínimo un par de veces, pero Enrique sabiamente rechazó la oferta (de lo contrario ahora podría ser hombre muerto).
- Estela: lo mismo, otra que quería disfrutar de una aventura amorosa y vio a Enrique como un posible candidato. De hecho creo que a ella sí se la tiró, o al menos eso dan a entender en el capítulo.
- Mari Tere: estaba loquita por sus huesos...
- Maite: a puntito estuvo de caer, vale que al final faltó el tema de la atracción, pero sí es verdad que llegaron a besarse, y a ella sí le gustaba algo, físicamente no le atraía, pero para llegar a ese punto algo tiene que gustarte la otra persona. Si Enrique hubiera insistido un poco con ella, a lo mejor terminaría cayendo también.
- Judith: la "diosa pelirroja", esa mujer físicamente espectacular, independiente, indomable y con carácter, vamos, toda una joya. Quien diría que iba a acabar loquita por el que consideraban "pringao" del edificio. Además se ve que sabe llevar bien la relación con ella, no es el típico calzonazos que siempre se arrastra detrás de ella.
- Aparte hay que contar otros ligues que se ha llevado a su casa, mujeres que no vivían allí, pero que llegaron a entrar en su dormitorio...


Y luego dice el Rancio que la vida de Enrique es una mierda, pero más quisiera él comerse la mitad de lo que se ha comido el concejal...