Foro Fringe
Estoy enamorado de Fringe
#0
26/11/2011 19:16
He llegado tarde pero tengo que decir que me enamorado perdidamente. Desde que la vi por primera vez sentí un flechazo pero no se por qué no seguí. Ahora con el paso del tiempo, he visto que la cosa va a mejor aún. Estoy enganchado y espero que todo acabe por lo alto.
#1
26/11/2011 19:24
Pues ENORABUENA!!!!!
¿Para cuando la boda???? xD
¿Para cuando la boda???? xD
#2
27/11/2011 12:29
Me refería a Fringe
¿Que espectador eres de Fringe?
EL ANSIOSO
Este espécimen ve cada capítulo tres veces el mismo día y siete veces a la semana. Aunque ya haya aprendido algo de inglés, todavía no lo domina, pero se ve el capítulo a las tantas de la madrugada. A las cuatro horas se despierta y encuentra un subtítulo en Italiano, ve el episodio de nuevo y comprende un 75% de la trama. Duerme otras cuatros horas y se termina viendo el capítulo completo con los subtítulos ya en español. Pero no se conforma con eso, a las cuatro horas siguientes, tendrá que revisar de nuevo el capítulo por si hay algo que no entendió.
EL MEMORIOSO
Extendida especie que no piensa seguir disfrutando de la serie hasta que no se resuelva el misterio de la NUEVA REALIDAD. No le importa LOS OBSERVADORES, ni el por qué de la voz-padre de Olivia en la tercera temporada, ni por qué razón de que Peter nunca se muere del todo. Este grupo vehemente se quedó con la espina de que las Torres Gemelas desaparecieran de nuevo. Hasta que alguien no le explique qué hacía Walter Bishop con una vaca en un recinto tan poco vacuno, no podrá seguir viendo la serie en paz. La ve, pero mascullando. Su frase es: “Bah, esto una ######, no sé por qué sigo viendo semejante tontería, pero seguiré a ver que tal....”.
EL MAKINOFERO
A esta especie fisgona no le importa la serie en sí, sino lo que ocurre fuera de cámaras. Se interesan por la relación de los actores, leen las entrevistas que les hacen a los productores y sacan conclusiones entrelíneas; juran que Nimoy se tuvo que ir de la serie porque ya está mayor y por eso tuvieron que matarlo. Se conocen los motivos y las interrelaciones de los guionistas con los acotes, y el por qué JJ Abrams llamó fea a Anna Torv. Se los descubre por la frase: “No entiendo cómo pueden viajar tanto si en realidad no se mueven del estudio 1, dónde graban lunes, miércoles y jueves”.
EL BIBLIOTECARIO
Esta especie, que nunca antes había tocado un libro, desde que está fanatizada con FRINGE ya ha devorado doce volúmenes de filosofía, cuatro libros de Ciencia Ficción, la obra completa de Chrigton y el LIBRo esencial de "La física cuántica'. Su frase es: “Uhmmm, interesante planteamiento…”, mientras apuntan cosas en una libretita azul, y otras, en la libreta roja.
EL DESENCANTADO
Esta raza vio la recta final de primera temporada y la tercera temporada con la boca abierta, recomendó la serie, participó en foros y debates, se tatuó un I Also Love FRINGE en la Entre pierna y compró el DVD original de la última temporada para tener un detalle contra la piratería. Pero desde desde la cuarta temporada ha empezado a perder la fe. Demasiado desdibujo y poca chicha, como si sólo importara una respuesta y esa sería dejada para el final. Ahora se ha convertido en un dudoso la saga. No odia a Fringe pero adora 'Homeland', que todavía no caído en el problema de las grandes series cuando pasan las temporadas.. Este espectador ya ha empezado a poner precios a sus DVD para venderlos.
EL FANATICO
A esta especie no le importa el hilo la cruda realidad, ni que los guionistas cojan prestadas drogas de otra serie en mitad de la temporada, ni que el misterio de los Observer no se resuelva nunca, ni que la vaca todavía no le haya visto dar leche. Son amantes incondicionales y siempre lo serán. Si en el último episodio todos los protagonistas aparecen en la Luna, con el pelo incoloro o con una calvicie arraigada, y en vez de viajar en el tiempo. recitan un pasaje Cervantes con música celta de fondo, los fanáticos seguirán viendo la serie como una obra maestra de Sci-FI. . Se los distingue por la frase: “Todo tiene un por qué, los guionistas no han dejado un solo cabo suelto, aquí si hay explicaciones cabales”.
EL CONSPIRANOIDE
Extravagante grupo humano que dice haber visto al menos un cruzamiento de trama en cada episodio. No les alcanza con haber descubierto la cara del Observer en una caja de zapatos MDinamic, o un video karaoke de Bell en medio de un flashback de la Realidad Paralela. También aseguran —por ejemplo— haber visto a Olivia besando a Sátur en un capítulo de Aguila Roja. Esta especie duerme con los ojos abiertos y tiene problemas de eyaculación precoz. Su frase recurrente: ¿Lo habéis visto? Da la vuelta, acelera… ¡Ahora todo tiene sentido!”. No estaba soñando.
EL JESUITA
Mayoritaria especie que sólo tiene vida para recomendar FRINGE a los que nunca la han visto. Son una nueva estirpe de misioneros, pero en lugar de pregonar a Jesucristo entre los indígenas, promocionan la serie a los cuatro vientos. Te graban un CD sin que se lo pidas, te consiguen folletería y posters, te envían wallpapers por correo, viven con ellos en las redes sociales y, si aun así no logran convertirte en fanático, se encierran contigo un fin de semana y te pasan la recta final de primera temporada completa. Se lo reconoce por la frase: Acabo de tener una erección. No te preocupes, no es por tu desnudez, sólo que necesito orinar.
¿Que espectador eres de Fringe?
EL ANSIOSO
Este espécimen ve cada capítulo tres veces el mismo día y siete veces a la semana. Aunque ya haya aprendido algo de inglés, todavía no lo domina, pero se ve el capítulo a las tantas de la madrugada. A las cuatro horas se despierta y encuentra un subtítulo en Italiano, ve el episodio de nuevo y comprende un 75% de la trama. Duerme otras cuatros horas y se termina viendo el capítulo completo con los subtítulos ya en español. Pero no se conforma con eso, a las cuatro horas siguientes, tendrá que revisar de nuevo el capítulo por si hay algo que no entendió.
EL MEMORIOSO
Extendida especie que no piensa seguir disfrutando de la serie hasta que no se resuelva el misterio de la NUEVA REALIDAD. No le importa LOS OBSERVADORES, ni el por qué de la voz-padre de Olivia en la tercera temporada, ni por qué razón de que Peter nunca se muere del todo. Este grupo vehemente se quedó con la espina de que las Torres Gemelas desaparecieran de nuevo. Hasta que alguien no le explique qué hacía Walter Bishop con una vaca en un recinto tan poco vacuno, no podrá seguir viendo la serie en paz. La ve, pero mascullando. Su frase es: “Bah, esto una ######, no sé por qué sigo viendo semejante tontería, pero seguiré a ver que tal....”.
EL MAKINOFERO
A esta especie fisgona no le importa la serie en sí, sino lo que ocurre fuera de cámaras. Se interesan por la relación de los actores, leen las entrevistas que les hacen a los productores y sacan conclusiones entrelíneas; juran que Nimoy se tuvo que ir de la serie porque ya está mayor y por eso tuvieron que matarlo. Se conocen los motivos y las interrelaciones de los guionistas con los acotes, y el por qué JJ Abrams llamó fea a Anna Torv. Se los descubre por la frase: “No entiendo cómo pueden viajar tanto si en realidad no se mueven del estudio 1, dónde graban lunes, miércoles y jueves”.
EL BIBLIOTECARIO
Esta especie, que nunca antes había tocado un libro, desde que está fanatizada con FRINGE ya ha devorado doce volúmenes de filosofía, cuatro libros de Ciencia Ficción, la obra completa de Chrigton y el LIBRo esencial de "La física cuántica'. Su frase es: “Uhmmm, interesante planteamiento…”, mientras apuntan cosas en una libretita azul, y otras, en la libreta roja.
EL DESENCANTADO
Esta raza vio la recta final de primera temporada y la tercera temporada con la boca abierta, recomendó la serie, participó en foros y debates, se tatuó un I Also Love FRINGE en la Entre pierna y compró el DVD original de la última temporada para tener un detalle contra la piratería. Pero desde desde la cuarta temporada ha empezado a perder la fe. Demasiado desdibujo y poca chicha, como si sólo importara una respuesta y esa sería dejada para el final. Ahora se ha convertido en un dudoso la saga. No odia a Fringe pero adora 'Homeland', que todavía no caído en el problema de las grandes series cuando pasan las temporadas.. Este espectador ya ha empezado a poner precios a sus DVD para venderlos.
EL FANATICO
A esta especie no le importa el hilo la cruda realidad, ni que los guionistas cojan prestadas drogas de otra serie en mitad de la temporada, ni que el misterio de los Observer no se resuelva nunca, ni que la vaca todavía no le haya visto dar leche. Son amantes incondicionales y siempre lo serán. Si en el último episodio todos los protagonistas aparecen en la Luna, con el pelo incoloro o con una calvicie arraigada, y en vez de viajar en el tiempo. recitan un pasaje Cervantes con música celta de fondo, los fanáticos seguirán viendo la serie como una obra maestra de Sci-FI. . Se los distingue por la frase: “Todo tiene un por qué, los guionistas no han dejado un solo cabo suelto, aquí si hay explicaciones cabales”.
EL CONSPIRANOIDE
Extravagante grupo humano que dice haber visto al menos un cruzamiento de trama en cada episodio. No les alcanza con haber descubierto la cara del Observer en una caja de zapatos MDinamic, o un video karaoke de Bell en medio de un flashback de la Realidad Paralela. También aseguran —por ejemplo— haber visto a Olivia besando a Sátur en un capítulo de Aguila Roja. Esta especie duerme con los ojos abiertos y tiene problemas de eyaculación precoz. Su frase recurrente: ¿Lo habéis visto? Da la vuelta, acelera… ¡Ahora todo tiene sentido!”. No estaba soñando.
EL JESUITA
Mayoritaria especie que sólo tiene vida para recomendar FRINGE a los que nunca la han visto. Son una nueva estirpe de misioneros, pero en lugar de pregonar a Jesucristo entre los indígenas, promocionan la serie a los cuatro vientos. Te graban un CD sin que se lo pidas, te consiguen folletería y posters, te envían wallpapers por correo, viven con ellos en las redes sociales y, si aun así no logran convertirte en fanático, se encierran contigo un fin de semana y te pasan la recta final de primera temporada completa. Se lo reconoce por la frase: Acabo de tener una erección. No te preocupes, no es por tu desnudez, sólo que necesito orinar.