Historia sobre el parto de Angustias

Hola chicos!!. Bueno, pues después de tantas hipótesis interesantes que se nos ocurren, y dada la maravillosa imaginación que tenemos todas por aquí (que vamos, nos podríamos meter a guionistas sin lugar a dudas XD), he decidido comenzar una historia paralela a la serie, a partir del parto de Angustias. Esta historia no tiene otra finalidad que la de entretener, y hacer que pasemos un buen rato participando en ella. Está hecha para ser continuada, y por tanto está abierta a cualquier persona que le apetezca continuarla como le apetezca, y dejarla preparada para que la vayamos creando entre todos. No sé si alguien se animará, pero a mí me parece de lo más interesante.
No hace falta que escribamos la historia tal y como creemos que va a suceder, sino que podemos añadir cosas estrambóticas, tal como se nos vayan ocurriendo. Puede ser muy divertido.
En fin, ahí va la primera parte, y espero que os guste y que os animéis:

Primera parte: EL PARTO DE ANGUSTIAS

El reloj del salón, en la casona, marca las 12 de la noche. Tristán, recorriendo el largo pasillo de arriba a abajo con una copa de licor en la mano, espera impaciente el nacimiento de su segundo hijo. Doña Francisca, a su lado, permanece impasiva. Por su mente perversa, sólo ronda la idea de cómo librarse de Angustias, una vez haya dado a luz a su tan esperado nieto.

Doña Francisca:-Tristán, hijo...por muchas vueltas que le des al corredor, no lograrás que esa infeliz que tienes por esposa, dé a luz antes. Así que serénate...podemos estar aquí hasta mañana.

Tristán:-No pierde usted ocasión para agraviarla, verdad madre?...aún no comprendo por qué Angustias no ha querido que yo esté presente en el parto.

Doña Francisca:-Eso son cosas de mujeres, Tristán. Un hombre en estos casos sólo puede estorbar. Para estos menesteres ya está la partera.

(Mientras, en la habitación de Angustias, Pepa se las ve y se las desea para conseguir que el niño salga. Angustias, retorciéndose de dolor, no hace más que chillar y quejarse todo el tiempo).

Angustias:- Partera!, te he dicho que me des algo para calmar este dolor!.

Pepa:-señora, ya le he dado todo lo que le tenía que dar. Y cuanto más tarde en empujar, más tardará en asomar la criatura, así que haga usted el favor de empujar con todas sus fuerzas o estaremos aquí hasta que salga el sol. Tiene usted suerte de que el niño no venga de nalgas, así que no comprendo tanto remilgo.

Angustias:-empujo todo lo que puedo!, por amor de Dios, que alguien me quite el dolor!

Pepa:-se diría que no ha parido usted nunca. Es su segundo hijo, ya debería saber que duele, señora. A demás... por lo que aprecio debió ser un parto fácil; no tiene usted cicatriz de rasgadura alguna.

Angustias:-ya empiezas a importunarme con tus comentarios insolentes. En cuanto dé a luz a mi hijo, te marcharás de esta casa y no volverás jamás!, me has oído?. Aaaaaaahhh!!!, Dios mío, qué está pasando?

Pepa: -pasa que su hijo ya asoma la cabeza señora...por lo que más quiera, es el momento de empujar con todas sus fuerzas...empuje!!

(Angustias hace un esfuerzo y aprieta con todas sus fuerzas, mientras Pepa consigue, por fin, sacar al bebé de las entrañas de su madre).

Angustias:-Pepa, ha salido ya, verdad?, mi hijo, dame a mi hijo...

Pero Pepa permanece atónita con el niño entre sus brazos, y con la cara desencajada, sin ser capaz de articular palabra.