El Rincon de Alfonso y Emilia. No concibo mi vida sin ti.

Y algo de FAN ART







Y esta para jugar a los dialogos de besugos


De Rosa






De IRE



Y un par de fotos de los chicos en el prestreno de la obra de Ramon y Alex entre otros, LOS JUSTOS

foto1

foto2

Nuestra Emilia cantando.. *___*



Y esta escena, que me encanta. :)

Hola chicas!!!!
esta semana ha sido mas off q nada no se si os habreis enterado pero en la proxima semana maria esta embarazada y yo lo siento por las que os guste la pareja de maria y gonzalo pero a mi no me parece justo que a maria la dejen embarazada que ahora para mi no viene a cuento y encima lo unico q va a provocar respecto a alfonso y emilia es volver al off y hacerlo mas mayores ya q en teoria van a ser abuelos la verdad no me hace ni pizca de gracia.
no se sios acordareis q hace mucho pusieron un anuncio buscando a niños de ocho años.... pues ya sabemos para quien son y si hacen embarazo doble con emilia supongamos ya sabemos para quien es todo el protagonismo
por otra parte gracias por las capturas y los videos son geniales!!!!

Buenos días serranas

¿Estamos ahí?, ¿seguimos siendo alfonsoemilistas?.....

Pardiez, que malo es el off y las no tramas que nos llevan al ostracismo....

Parece que la niña está embarazada y tan contenta ¡oiga!.. En una realidad real, lo primero que haría seria acojonarse un mucho. Esta casada, va a tener un bastardo (se supone) y vive en un mundo de ciertos privilegios y conveniencias sociales y ella tan pancha....

Eso sí sus padres cuando se enteraran ¿cuando el niño vaya a hacer el servicio militar?, o directamente no se enterarán... conociendo a la moza. Y me pregunto ¿Como lo aceptaran Alfonso y Emilia, como les sentará ser abuelos'

Ojala mis ojos no vean eso....

Y quitando que Alfonso estaba en lo cierto sobre Terence, que no es trigo limpio y que oculta algo... poco más. Muchos rumores circulan sobre quien puede ser este hombre. Yo me inclino que es Soledad la que ha tramado todo para vengarse. Vengarse de qué o por qué pues motivos tiene y Terence hace el papel que ella le ha asignado. Y por supuesto ni casados ni nada...

Y lo último que Alfonso y Emilia siguen siendo los mas cukis del mundo mundial....
Y que la mejor forma de demostrarlo son las capturas de Kumita y son del Face de Alfonso y Emilia...

En Italia IL Segreto parece que tiene mucho éxito... las italianas andan dándole al me gusta que no veas y chorimangando fotos a tutiplen... muchos MG son de italianas en la página de Alfonso y Emilia cosa que al menos a mi me alegra mucho... No todo es Partera en Italia.


Del capítulo 655

-Curando las heridas de guerra



-Si la cara es el espejo del alma.... pues orgullo, compasión, satisfacción y mucho amor



-Que mal sienta la derrota cuando no es merecida



-Y un poco de cachondeo a costa del lesionado...

Tal y como viene en face

Definición según la R.A.E. de: "Como un niño con zapatos nuevos"



Y la de "Matrimonio bien avenido"



-Esas posturitas señor Castañeda.



-D. Anselmo se hará cargo de Olmo. La decisión del cura provoca estupor en los paisanos.

-Esta es imprescindible



Y hay muchas mas. Pero como una no sabe poner eso que pone Kumi y Croquep que os llevan directo, pues hay que ir a Alfonso y Emilia y verlas.. o esperar que alguna os ponga el enlace..


Y ahora pasamos al capitulo de humor

by Cuquina

que sus comics son imprescindibles y geniales.

-Relaxing in Old brigde plaza...



-El tamaño si importa 1










-Aquí la imagen habla sola...(by Iresila)

Y ahora Fan creación que me maravilla como quedan las capturas.

Edición de Rosa Castro Tomillo (Cuquina)



Estas siguientes son de Soledad Perez Madeira





-Esta de RT "Chiara Michelotto@JuneChia92



-Esta es de Kumita




Estas son testimonio del arte que tienen estas chicas..Muchisismas más en el face..

El pasado día 12 de septiembre se estrenó el musical "Hoy no me puedo levantar" en el Teatro Coliseum de Madrid.

Nuestra Sandra acudió, guapísima como siempre.

Foto de http://daniel-fotosconfamosos.blogspot.com.es/



Estas fotos son del Face de Alfonso y Emilia y las hizo la agencia I.P.A







Y un video del estreno donde se ve un momento a Sandra entre los invitados


Minuto 2:43 del video: http://youtu.be/

Las capturas del capitulo 656

- Que arte con los manteles... ¡Olé!¡Olé!y ¡Oléeee!



-Seguimos siendo cukis ¿o no?



-Que no es pá tanto Alfonso!!! No te ahorques. ¿O es que aún te duele el derechazo?



-Otra vez andamos con misterios...
-Shiss que ahora te cuento.



- A este huésped cuatro pesetas por noche y la peor habitación que tengamos



-Secretos y planes entre hermanos

Buenas chicas, despues de tanto off, hoy tenemos un capi precioso lleno de escenas de los chicos.

Para celebrarlo, unas cuantas promos...

Premium 647


Cap. 647


Quintina cuenta por qué se han ido
MEJORES MOMENTOS | CAPÍTULO 649
http://www.antena3.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/momentos/francisca-mauricio-planean-matar-fernando_2013091100237.html


opv


Avances TELEPROGRAMA: http://teleprograma.fotogramas.es/telenovela/2013/septiembre/el-secreto-de-puente-viejo-maria-esta-embarazada




MEJORES MOMENTOS CAPÍTULO 653
Terence y Alfonso empiezan a entrenar
http://www.antena3.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/momentos/aurora-cae-accidente-encima-jinete_2013091700204.html


Telenovela, gracias a Álex Gadea y Megan Montaner
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=565694796828998&set=a.501446963253782.1073742016.284531094945371&type=1&theater


Avances Teleprograma: El peso de la culpa
Olmo no soporta haber sido un asesino.
http://teleprograma.fotogramas.es/telenovela/2013/septiembre/el-secreto-de-puente-viejo-olmo-hundido


Como veis están explendidos con los primeros planos de los chicos

Han salido unas promos nuevas de los capitulos 665 y 666

Como el spoiler es grande solo dejo el enlace para que entre quien quiera

https://www.facebook.com/media/set/?set=a.248353931978474.1073741872.118769071603628&type=1

Algo de fan art

Este es mio





De Cuqui


Una bonita imagen del recuerdo de las amigas/chorimanguis italianas



Los amigos de Sujeto Darwin anuncian que empiezan a grabar este fin de semana, espero que saquen alguna foto del rodaje, mientras, podeis visitar su face o twitter, andan buscando No Muertos como lokos...jajjaja

Y el señor Jorge Pobes nos ha dejado un regalito...

"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...
Por eso, canta, ríe, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida...
...antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos" Chaplin


Asi como el señor Miquel Peidró (Si, si, buscad¡¡ que el señor Castañeda está)

Y unas cuantas de las capturas, la selección personal de la capturadora















Lo que me pude reir con el calentamiento...


Y la cuki captura

Como seguro que hay mucho mas que ver, el enlace:
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.518482911566167.1073741854.144948222252973&type=3

Señor, pero que guapisima está Sandra en este reportaje de Geraldine Leloutre

Ese video de Col es la reperaaaaaaaaaaa¡¡¡ JAJAJAJAJA



Mirad, mas buenas noticias:

La Cruz se estrena por fin online, nada menos que en su selección Nº 101 en el Festival Iberoamericano de cortometrajes ABC (FIBABC)

Aquí teneis el Link:
http://fibabc.abc.es/videos/cruz-3129.html

Enhorabuena todos los responsables del corto por esos ya más de 100 Festivales!!

Oinsss con los zombies, que zuzto

Gracias Col, por traer las fotos del rodaje. Es un placer ver a Fernando en otro registro, aunque sea con la cara sucia y rodeado de zombis tan guapas..... Espero que les vaya bien, pero debo confesar que a mí esta temática no me va mucho... pero prometo verla cuando se pueda..

Kumi ha desempolvado su lupa..... bien. Nos mantiene al día de todo, spoilers (que acaban de pasar el anuncio por la tele y poco dejan a la imaginacion), noticias y de todo....

Que guapa esta la Sandri en esas fotos.... bueno en esas y en todas...

El video de boxeo de Colgada es genial. Gracias, que arte tienes chica..

Como siempre los comics que salen de la ingeniosa cabeza de Cuqui son fantasticos y todos los montajillos que haceis,.....

Poca chicha nos dan los capitulos para comentar... pero hemos tenido la cita en 10 u 8 segundos en la habitación del ático y el futbolin.. Cuando Pedro Mirañar está con Alf y Emi las escenas son geniales.... las caras de asombro de Emilia ante el entusiasmo de su marido de ese juego que tiene sus porterias y sus jugadores y sus pelotitas redondas y todo.... son buenisimas. Es de agradecer estos momentos de humor....


Os acordais cuando Mauricio ayuda a Alfonso con Alfonsito?... pues eso me dió una idea para un fic.....

Así que os dejo el principio....

Chicas un beso para todas... ¿Seguimos siendo alfonsoemilistas?


PD. Music, reina, y esa sorpresa que nos estabas preparando ¿como va?

NO ES TAN FIERO EL LEON, CASTAÑEDA


-¡CASTAÑEEEDA!

La voz de Mauricio retumbó en la Casa de Comidas como un trueno en plena tormenta. Los parroquianos levantaron la vista al oír el estruendo de su voz y volvieron prestos a sus cosas. Estaban ya acostumbrados a los exabruptos y gritos del capataz y no le dieron mayor importancia.

Alfonso faenaba tras la barra del local. Al oír pronunciar su nombre levantó la vista y sin dejar de hacer lo que tenía entre manos esperó a que Mauricio se llegara hasta donde él estaba sin apenas inmutarse. Los modales del capataz eran de sobra conocidos por todos.

Como siempre, Mauricio atravesaba la estancia con paso rápido y ceño fruncido, mirada altiva y gesto de pocos amigos. Cuando se apostó en la barra, Alfonso le dijo con toda la paciencia y tranquilidad posible contenida en la voz, por haber escuchado infinidad de veces, ese vozarrón del que solían salían palabras poco agradables:

-¿Qué pasa ahora Mauricio?

-Te lo he dicho muchas veces, mete a tu zagal en vereda o tendrá que vérselas conmigo.

-¿Pero que ha hecho ahora Juan? –dijo Alfonso tratando de apaciguar los ánimos.

-Ya veo lo poco pendiente que estás de ese muchacho -exclamó el capataz- ¿Qué va a ser, hombre?, lo de siempre….. No quiero verlo rondar por las tierras de Doña Francisca

-Mauricio, que yo sepa la vereda del río no pertenece a la Doña.
-Pero para llegar hasta ahí han de pasar por los pastos de la Montenegro y no quiero que ronde por ahí, ¿entendido?. Si no puedes meter en cintura a tu chaval, tendré que hacerlo yo ¿O no te acuerdas ya de lo que me costó enderezarte, Castañeda?

-NI tú me enderezaste a mí ni vas a tocar a Juanito ¿me escuchas tú, Mauricio? Mi hijo y sus amigos van a nadar al río, de eso estoy enterado. Por mucho que te cueste creerlo ese niño nos dice a su madre y a mí siempre por donde anda y con quien va. Lo hemos hecho todos, Mauricio, ¿o es que no recuerdas? De zagales todos nos hemos bañado en el río, año tras año y no te ha preocupado nunca, y ahora ¿por qué? ¿Qué tienes contra estos muchachos? ¿O es sólo con mi hijo?

-No quiero verlos cruzar las tierras de la Doña y punto redondo. Que crucen por la Peña Alta si no quieren vérselas conmigo.

-¿No pretenderás que crucen por ahí? Es un camino largo y peligroso. Mauricio, si sólo tienen ocho años, son unos niños todavía. –dijo Alfonso tratando de sosegar al capataz

-Eso a mí no me importa. Con ocho años yo ya tenía peladas las manos de desbrozar campos. Lo dicho Castañeda, o hablas con tu zagal y deja de pasar por ahí o no precisamente escuchara el sonido de mi voz.

-¿Qué estás amenazando Mauricio? –dijo Emilia que acababa de salir de la cocina y a penas pudo oír el final de la conversación- Cómo te atrevas a tocar a mi hijo, te las verás conmigo ¿entiendes?

-Emilia Ulloa la brava –dijo Mauricio con sorna, pero en el fondo su voz denotaba admiración y estima por esa mujer menuda. Una admiración y una estima que siempre había sentido, desde que la conoció cuando apenas era una niña y ya trajinaba por la Casa de Comidas.

-Templa Emilia –dijo Alfonso en todo conciliador, pues sabía de bravía de su mujer siempre que se trataba de todo lo concerniente a su familia y de los rudos modales del capataz- No pasa nada, mujer. La Doña no permite que pasen los niños por sus pastos para ir a nadar al río, y Mauricio viene a darnos aviso.

-Y di, Mauricio ¿cómo puede la Doña saber por dónde van los niños? ¿Ahora se dedica a vigilar los campos, o te tiene a ti de perro guardián? Supongo que los padres de los otros niños ya andarán enterados, ¿no Mauricio? O acaso es sólo Juan el que te molesta que ronde por ahí….

-Emilia, la Doña tiene ojos en todas partes bien lo sabes –replicó Mauricio- Poco me importa que sea tu zagal u otro. Yo he venido a avisaros y punto. A partir de ahora, es cosa vuestra.

-¿Pues habrás dado aviso al resto de padres imagino?

-Lo dicho. A más ver y vigilar al zagal. –dijo Mauricio saliendo de la Casa de Comidas.

Cuando Mauricio se fue, Emilia rodeó la barra y se llego junto a su marido. Ambos lo vieron partir, ella con la mirada enfurecida todavía por las palabras que acababa de escuchar y él con el rostro más sereno y tranquilo de lo que cabía esperar después de escuchar la bravuconería del capataz.

-No es mal hombre, un tanto bruto pero no es mal hombre… -dijo Alfonso casi para sí

-Alfonso ¿Cómo puedes decir eso?. Tú más que nadie sabes como es. Recuerdo la de veces que Ramiro y tú en esta misma barra, le relatabais a mi padre lo sucedido durante el día con él, cómo os trataba, como sacaba la fusta a la menor oportunidad y lo mal que lo pasabais.

-Por eso mismo, Emilia porque lo conozco sé lo que digo. También es cierto que Ramiro y yo nunca aceptábamos una orden a pie juntillas, hacíamos lo que pensábamos que era correcto. Lo que se suponía más justo para todos y si teníamos que cuestionar sus ordenes siempre lo hacíamos, sin achantarnos y sin miedo. Si había que plantarle cara no nos dolía prenda hacerlo. Tal vez por eso, porque jamás agachamos la cabeza y dijimos sí señor, como los otros jornaleros era por lo que siempre la tomaba con nosotros. Pero también nos respetaba más que a nadie y sabía que siempre podía contar con nosotros para lo más duro de la faena, que cumplíamos con destreza lo que se nos ordenaba…

-Pero aún tienes en la espalda la cicatriz que te dejo su fusta, no sé cómo puedes decir eso.

-Aquello fue un accidente. Estoy seguro que no hubiera llegado a fustigar a la yegua, pero me puse por medio y acabó en mi espalda. Emilia, los años y el tiempo han aplacado su carácter, créeme si te digo que ahora con la perspectiva de los años, reconozco gestos suyos que entonces no veíamos. Es cierto que su trato nunca fue bueno, que era brusco, hosco y un tirano con todos. Pero también hubo veces que le salía una bondad y amabilidad que trataba de esconder enseguida. Visto así creo que estaba entre la espada y la pared, entre los jornaleros y la Doña, entre lo mejor para nosotros y las exigencias de la Montenegro. ¿Por qué aguantó y aguanta todo lo que la Doña le obliga a hacer? Pues no lo sé, Emilia, no lo sé

-Pero es que cada vez que veo esa cicatriz en tu espalda, y recuerdo como llegaste sangrando y tan magullado, aún me hierve la sangre….

-Bendita cicatriz. Si hubiera sabido lo que iba a suceder después, me hubiera dejado fustigar mucho antes –le respondió con la mirada traviesa y la sonrisa zalamera.

-Oh pero como puedes ser tan…. -dijo ella, mientras lo rodeaba con sus brazos y su mano acariciaba a través de la camisa la cicatriz que casi le atravesaba la espalda en diagonal- tan, tan, picarón en un momento así.

-Porqué ese día te diste cuenta que existía.

-Serás embustero –exclamó ella con la sonrisa en la boca- Siempre he sabido que existías. ¡Tú eras el que no me veía! –exclamó con fingida indignación- ¡Emilia no existía!, sólo existía la hermana pequeña de Sebastián, la mocosa que había que cuidar y proteger. Y a mí se me acaban las formas de llamar tu atención. ¿Sabes?....preparaba los guisos que más te gustaban, me pasaba el día pensando en algo sesudo qué decirte cuando llegaras. El reloj no avanzaba esperando la hora de tu llegada. Me arreglaba el pelo y me perfumaba, me ponía esas blusas tan escotadas…. cuando sabía que ibas a llegar. Trataba de conversar sobre todo lo que te interesaba, pero tú, tú no te dabas cuenta de que me había hecho mayor, ni se te pasaba por la sesera lo que sentía yo por ti….

-Yo siempre he tenido claro que eras tú. Siempre he sabido que no habría otra que no fuera tú, que me casaría contigo y compartiríamos la vida para siempre. Recuerdo el día que llegaste con tus padres y con Sebastián en ese carro lleno de muebles y enseres. Te bajaste del carro, y delante de esa misma puerta con los brazos en jarras y las dos trenzas colgando a tu espalda, dijiste: “Muy bien, hagamos de este lugar la mejor Casa de Comidas de la región”. Ese día supe que quería casarme contigo y todas las noches le pedía a la luna que no se fuera por la mañana, que la noche fuera eterna, y cuando despertara fuera un hombre con un futuro para nosotros. Pero tú nunca me insinuaste nada, te comportabas conmigo como la mejor de las amigas, y yo me moría de celos cuando veía a los muchachos invitarte al baile, o cuando los mozos te rondaban por aquí en la Casa de Comidas.

-Eso nunca me lo has contado….

-Tengo para contarte infinidad de momentos y de situaciones vividas contigo, las tengo grabadas en la memoria y en el corazón. Si quieres…esta noche… empezaré a contarte una ..-le susurró al oído mientras aspiraba el olor de su pelo- y mañana otra, y al día siguiente otra…

-Y tendrás mil y una historia que contarme, como la princesa esa de los libros? –le respondió ella dejándose atrapar por sus palabras y sus besos.

-Más, muchas más…. Una para cada noche de nuestra vida. Pero ahora, serrana toca volver a la realidad- le dijo mientras le daba un beso en la frente- Tu padre está ahí en la puerta mirándonos y creo que no se atreve a interrumpirnos. Será mejor que vaya a ver que quiere antes de convertirnos en el centro de las miradas de todos los parroquianos.

-Alfonso ¿pero qué ha pasado con Juan y Mauricio?-dijo Emilia con la preocupación otra vez establecida en la voz

-Tranquila mujer, no pasa nada. Cosas de críos, cuando vuelva hablaremos con él y nos contará que ha sucedido. No te preocupes que todo irá bien.

-Sí que me preocupo Alfonso, sí que me preocupo... – susurró Emilia para sí misma. Con Mauricio cerca nada puede ir bien.

Vio a su marido alejarse hacia donde aguardaba Raimundo. Emilia no podía sentirse más dichosa y feliz al ver como su padre y Alfonso se llevaban tan bien, con esa complicidad que da el amor de los lazos familiares pero también la amistad sincera y profunda de años y años, forjada en el cariño y el respeto mutuo.

Contemplar la espalda de su marido mientras se alejaba hacia la puerta, produjo en ella la misma desazón y dolor, que dieciocho años atrás cuando lo vio llegar aquel día…

Era media mañana y la Casa de Comidas bullía de actividad como todos los días a esa hora. Los parroquianos solían hacer un alto en sus tareas para tomar un chato de vino y las mujeres entraban en el establecimiento en busca de un quartillo de vino que llevar a casa, después de haber pasado la mañana en el mercado entre compras y comadreos. Emilia andaba atareada atendiendo a unos y otros, además de tener sus sentidos en la cocina. Hoy había mollejas encebolladas de primer plato. “Le encantan a Alfonso y hace ya un par de semanas que no se las he preparado”, pensaba mientras trajinaba en la barra y su mente soñaba con verlo entrar por la puerta.

De pronto unos gritos y unas exclamaciones de urgencia, amén de carreras rápidas y ruidos de sillas al moverse al compás de la premura de sus ocupantes, la sacaron de sus ensoñaciones. Se quedo parada sin poderse mover, se le crisparon las manos y un escalofrío recorrió su cuerpo. El miedo, el dolor y el susto se apoderaron de ella, pero la determinación, el arrojo y el valor, junto con el amor profundo y callado que sentía por él, hicieron que reaccionara con prontitud y determinación.

-Alfonso, Alfonso –se oyó exclamar con la angustia en las palabras, mientras corría hacía él.

-Emilia, Raimundo, por favor ayúdenme. Ha perdido mucha sangre. –casi gritó Ramiro mientras entraba con Alfonso al que apenas podía ya sostener.
Entre Ramiro y otro parroquiano sujetaban a Alfonso que parecía una marioneta lesa entre los dos. Había perdido el conocimiento y le costaba respirar. Estaba blanco como la cera y su camisa de color rosado había adquirido ya un tono oscuro por la sangre que manaba de su espalda.

-Aquí muchachos, juntar esas mesas y ponerlo ahí mismo. Rápido Ernesto, ves a llamar a la doctora Casas y dile que venga sin dilación. Vosotros –dijo Raimundo dirigiéndose a los parroquianos-, ir saliendo que acabamos de cerrar. Estáis invitados. ¿A qué esperáis?-dijo con impaciencia y nerviosismo en la voz- No hay nada que ver ni nada que podáis hacer.

-Ramiro ¿qué ha pasado? ¿Cómo se accidentado Alfonso? –dijo Emilia mientras la angustia le salía por las palabras. Sin poder evitarlo y sin pensar lo que hacía se acerco a él, le acarició la cara y cogiéndole las manos le susurró “te pondrás bien. Te tienes que poner bien, hazlo por mí por favor. No me dejes, no me dejes, no podría soportar vivir sin ti, sin tenerte cerca.”

-El carro que llevaba la siega se ha metido en un bache profundo del camino y no podíamos sacarlo, la yegua ya es mayor y no va sobrada de fuerzas. Mauricio ha llegado y ha empezado a chillarnos y arengarnos... la fusta iba a golpear a la yegua pero Alfonso se he interpuesto, y entonces, ha golpeado en su espalda, la yegua se ha encabritado y a golpeado a Alfonso que lo ha tirado al suelo y…. ¡oh, se pondrá bien mi hermano! –ya no pudo seguir relatando Ramiro a medias, entre la preocupación por el estado de su hermano y el nerviosismo de recordar la escena pasada.

-Claro que sí muchacho. –dijo Raimundo- Ves al patio y lávate esa sangre seca. Tu Emilia, ahí al lado de Alfonso no haces nada. Calienta agua y ves haciendo vendas de esas sabanas viejas, tal vez las necesitemos.

-¡Hijo, hijo! –las palabras desgarradas de Rosario irrumpieron en la estancia- ¿Qué te ha pasado, qué te ha hecho el mal nacido ese?.

Casi a la vez hicieron su entrada a la Casa de Comidas la Doctora Casas y Rosario que llegó rauda de la plaza, lugar donde la encontró y dio aviso Ernesto.

-Rosario, vamos apártese un poquito y déjeme que le reconozca –dijo la voz tranquilizadora de Gregoria, mientras cogiéndola suavemente del brazo la apartaba hacia un lado- y en seguida le digo como está. Tranquilícese que todo irá bien. Su hijo es joven y fuerte

-¿Doctora Casas, se pondrá bien? –dijo Emilia que salía en ese instante con una jofaina de agua y los girones de tela que había roto a modo de vendas

-Si no me dejan que lo examine, no sabré como está. Vamos, no te quedes ahí quieta, necesito que me ayudes Emilia. Con mucho cuidado, vayan quitándole la camisa- dijo Gregoria dirigiéndose tanto a Emilia como a Rosario- Muy bien… y ahora déjenme que lo reconozca con tranquilidad

La doctora Casas tomó el pulso, auscultó el pecho de Alfonso y palpó su abdomen. Examino las heridas y magulladuras de su cuerpo. Gregoria sacó un frasquito de su maletín y lo puso bajo la nariz de Alfonso. A los pocos instantes Alfonso recobró el conocimiento y abrió los ojos, pero no pudo decir nada. El dolor de la espalda y del pecho se lo impedían


-Y ahora veamos la herida de la espalda –dijo la doctora. Rosario gírelo hacia ese lado para que pueda examinar la herida y tu Emilia, sujétalo para que no se mueva. La herida es aparatosa pero no grave, requerirá unos puntos de sutura y solucionado.-determinó la doctora después de examinar la herida.- Emilia empieza a lavare la herida con agua tibia y mientras prepararé la aguja y el hilo. Esto dolerá, Alfonso –le dijo, aunque el muchacho a penas sentía nada.

Emilia limpiaba la herida con diligencia, con exquisito cuidado de no hacerle daño, lentamente, suavemente y con infinita delicadeza. Gregoria empezaba a impacientarse de la lentitud de sus movimientos pero era conocedora de los sentimientos que albergaba Emilia por él y sabía que si la dejaba ayudarla de alguna forma estaba aliviando su dolor.

-Bueno pues esto ya está listo –dijo Gregoria después de haberle dado algunos puntos y poner un apósito limpio. Si mantienen limpio el vendaje, no creo que haya complicaciones con la herida. Si volviera a sangrar avísenme de inmediato. Tal vez se suelte algún punto.

-¿Entonces vivirá? –dijo Emilia

-Emilia por Dios, que melodramática eres. ¡Claro que vivirá!, le quedará una bonita cicatriz en la espalda pero vivirá. Eso no me preocupa, ha perdido mucha sangre pero nada más. Me preocupa más el golpe recibido en las costillas, en principio sólo parece una pequeña fisura, pero tendremos que esperar a ver cómo pasa esta noche. No creo que sea nada más grave. Durante algunos días le dolerá y apenas podrá moverse. Necesita reposo y es mejor que no lo muevan mucho. Raimundo, ¿sería posible que pasara aquí la noche?.

-Por supuesto que sí. No hay problema –dijo Emilia antes de que Gregoria esgrimiera más argumentos- Voy a prepararle una habitación

-Te ayudaré- dijo Rosario. Y ambas mujeres subieron juntas, compartiendo angustia y felicidad, dolor y alegría y el mismo amor por ese hombre aunque cada una de ellas lo sintiera de manera distinta.

A medida que transcurrían las horas, Alfonso mejoraba, seguía endolorido y cualquier movimiento era una tortura, pero su rostro ya había recuperado el color, ayudado por el descanso y los suculentos caldos que Emilia le hizo probar.

Casi era de noche cuando regresó Gregoria. Volvió a examinar a Alfonso y determinó que al día siguiente ya podría levantarse, aunque pasarían varios días antes de hacer vida normal. Alfonso decía que se encontraba mucho mejor, que no era necesario permanecer en la cama, pero las tres mujeres y el dolor que aun soportaba impidieron que se levantara. Gregoria, convenció a Rosario para que marchara a casa. Alfonso estaba bien y la Montenegro andaba ya quejándose de su ausencia en la Casona. Emilia prometió a Rosario que cuidaría de Alfonso..

En realidad, Alfonso no estaba tan mal, herido, magullado y con un fuerte golpe en el costillar, pero nada que impidiera volver a su casa. Gregoria era conocedora de lo que sentían el uno por el otro, los veía día a día, su complicidad innata, sus miradas, sus risas y eso es lo que a ella le hubiera gustado sentir, pero su vida era distinta, enamorada de alguien que no la correspondía del mismo modo y sintiendo la soledad en compañía.

Sabía que el dolor y la angustia unían y mucho. Exagerando un poco el mal de Alfonso, les podía dar una oportunidad. Si los dejaba juntos y solos esa noche, tal vez, pensaba ella, se atrevieran a confesar lo que los dos sentían. Así que no dudo en hacer todo lo que estuviera en su mano….

Emilia abrió sigilosamente la puerta de la habitación donde Alfonso descansaba. Sintió el frío de la noche sobre sus hombros y se ajustó aún más el chal que llevaba encima del camisón. Se acercó hasta la cama, puso su mano en la frente de él para comprobar la temperatura tal y como le indicó Gregoria que tenía que hacer, y se alegró de que se mantuviera fresca, señal de que no había infección. Le comprobó el vendaje de la espalda y le arregló las mantas, como había hecho cada hora.

Pero esta vez, no pudo evitarlo, se sentó en el borde de la cama, despacio para no molestarle, le cogió una mano y se la llevó junto a su pecho, mientras que la otra se le iba enredando entre su pelo: “Prométeme que no me darás otro susto como el de hoy. Pensaba que te morías y quería morirme yo. Te quiero. No sabes cuánto te quiero. Verte hoy así, ha hecho que me diera cuenta de que sin ti mi vida no tiene sentido. Quiero verte todos los días, hablar contigo y sentir tu presencia a mi lado, no importa que tú no me quieras, me conformo con tenerte cerca”
Emilia, acercó su rostro al de él, puso sus labios sobre los suyos y le dio un beso, tierno, sincero y profundamente enamorado. De pronto sintió que sus labios quedaban retenidos entre los de él, entre el fuego y la ternura, entre la pasión y la calma. No recordaba con claridad que sucedió después, solo noto que la cinta que le sujetaba su pelo se deshizo y su larga melena dorada cosquilleaba por los hombros desnudos.

Tras una noche de confidencias, sueños y deseos de futuro, llena de palabras de amor y promesas de una vida juntos. Entre besos tiernos, dulces y suaves, otros salvajes, desbocados y apasionados y caricias llenas de deseo (el pobre cuerpo de él no daba para más), los primeros rayos del sol los sorprendieron, juntos y abrazados, con los rostros inundados de dicha y la felicidad flotando a su alrededor.

Los siguientes días llevaron al inicio de su vida en común, con la declaración pública de su amor, su compromiso y noviazgo. Con la boda que apenas se demoró unas semanas, el posterior nacimiento de María y con la llegada años después de los gemelos, de Juan y Natalia.

“Toda una vida –pensaba Emilia mientras veía a Alfonso alejarse de ella- toda una vida juntos, con el mismo amor del primer día, aumentado y transformado. Una vida que empezó aquella noche y sigue hoy, plena y dichosa, con sus altibajos, con sus penas y alegrías pero que no cambiaría por nada del mundo.

Sí que me preocupo Alfonso, sí que me preocupo. Esa cicatriz me recuerda tanto dolor y tanta angustia que no quiero volver a pasar por ello. No quiero que le pase a Juan lo mismo. No quiero que ese hombre ande cerca de nuestras vidas. Aquel día Ramiro y tú dejasteis de estar a su sombra y todo fue a mejor. Una vida mejor para tu hermano, con una carrera próspera en el ejército y para nosotros esta vida dichosa que nos hemos labrado día a día. Por eso no quiero que ronde a mis hijos, porque si les sucediera algo, si les hiciera algo…., no sé de lo que sería capaz”.

Continuará....