El Rincón de Francisca y Raimundo:ESTE AMOR SE MERECE UN YACIMIENTO (TUNDA TUNDA) Gracias María y Ramon
#0
08/06/2011 23:44
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#1941
13/09/2011 13:09
no sufras mariajo,que me siento mal!!! que es Super PACA! ella puede con todo
solo quiere dejar las cosas atadas,por si acaso...¿pero me crees tan cruel como para matarla?
solo quiere dejar las cosas atadas,por si acaso...¿pero me crees tan cruel como para matarla?
#1942
13/09/2011 13:22
ja ja, para matarla no, pero para dejarla en coma un rato...no se yo
#1943
13/09/2011 13:26
Kerala como de costumbre da gusto entrar por aquí y leerte un rato
#1944
13/09/2011 13:31
kerala espero que nooooo porque vamos francisca es lo mas!! y raimundo ni te cuento
por cierto una curiosidad chicas!
el sabado estuve de boda y el padrino era clavadito a raimundo...pero hasta el punto que cuando ya llevaba unas cuantas copillas se lo dije y me dijo: ah si...si me lo dice todo elmundo que me parezco al tabernero de puente viejo... asi que estuve toda la noche embobada mirandole jejej que parecia que le estaba tirando los tejos....
que fuerte no? menos mal que mi marido estaba alli y no es celoso que si no...
por cierto una curiosidad chicas!
el sabado estuve de boda y el padrino era clavadito a raimundo...pero hasta el punto que cuando ya llevaba unas cuantas copillas se lo dije y me dijo: ah si...si me lo dice todo elmundo que me parezco al tabernero de puente viejo... asi que estuve toda la noche embobada mirandole jejej que parecia que le estaba tirando los tejos....
que fuerte no? menos mal que mi marido estaba alli y no es celoso que si no...
#1945
13/09/2011 13:35
tia tocaya, eso se merece una foto, ¿cómo hiciste para no lanzarte encima de él?, yo con dos copas de más veo a un hombretón clavado al Rai y vamos que me le lanzo encima te lo confirmo.
#1946
13/09/2011 13:42
jajaja mariajo,no te adelantes...
Mariajose,como pudiste contenerte?????? Vamos,me encuentro un maromo igualito a Raimundo/Ramon y me ponen orden de alejamiento por acoso sexual
No,en serio...yo tb me habría pasado la noche embobada mirándolo,aunque le habría pedido un bailecito,por eso de tocar un poco jajaja
EDITO: third,mil gracias a ti por leer a esta servidora
Mariajose,como pudiste contenerte?????? Vamos,me encuentro un maromo igualito a Raimundo/Ramon y me ponen orden de alejamiento por acoso sexual
No,en serio...yo tb me habría pasado la noche embobada mirándolo,aunque le habría pedido un bailecito,por eso de tocar un poco jajaja
EDITO: third,mil gracias a ti por leer a esta servidora
#1947
13/09/2011 14:03
jajajajajaja, ostras qué fuerte Mariajosé, anda queee... Ya me gustaría a mí tropezarme con una fotocopia de Rai... Aunque prefiero el original
Kerala, niña, me he echado a llorar y to. Joer, mi Paca, abrazando a su, a pesar de todo, amiga del alma, nuestra Rosario. Aiis, me ha venido a la mente la imagen de las dos de chiquillas en eres mi verdad, mientras nuestra Francisquita le pedía que la encubriera para poder escaparse... Aiss, qué ricura.

EDito con un trocico de Eres mi verdad...
Francisca resopló por enésima vez mientras Rosario la ayudaba a ponerse su mejor vestido. No era que no le gustase... Bueno, vale, no le gustaba. El vestido en sí era precioso y le quedaba perfecto, pero siempre que se veía con él en el espejo, había algo que no acababa de cuadrar. Se miró. El suave organdí color crema caía vaporoso. Los adornos y bordados en el cuello, puños y cintura eran un auténtico primor y se ajustaba maravillosamente a su talle. Parecía una auténtica muñeca de porcelana. Ése era el problema. Que ella no lo era en absoluto. Ese vestido le quedaría redondo a Rosario, por ejemplo, con su rostro dulce e inocente. Ella intentó componer una mueca inocente. Al hacerlo, el espejo le devolvió una expresión muy rara. Resopló mientras sus ojos brillaban irónicos. Intentar ser una doncella inocente y sumisa era para ella como para su madre pedirle que no se metiera en las vidas ajenas.
Rosario terminó de abrochar los delicados botones forrados de raso a su espalda. Sonrió feliz hasta que vio la cara que estaba poniendo Francisca.
- ¿Qué le ocurre, señorita?
- Pues francamente, que no entiendo por qué diablos tenemos que ir a esa estúpida reunión social o lo que sea que hayan organizado los Castro. ¿A quién demonios le interesa conocer a la esposa de ese Segundo?
- Es Salvador, señorita.
- Lo que sea.- Francisca sacudió la cabeza.- Si quiere ir mi madre, que vaya. No entiendo por qué nos arrastra también a padre y a mí.
- Piense que es un acto de cortesía, y que sería un desprecio no asistir.
- Que conste que lo hago por mi padre. Bastante tiene el pobre con ir del brazo de mi madre.- bufó sarcástica.
Rosario la miró asustada, pero guardó silencio prudentemente. Peinó la hermosa cabellera oscura que caía por la espalda de Francisca.
- Bueno, no debe preocuparse por eso. Al fin y al cabo es una fiesta y debería disfrutar de ella.- la buena Rosario sonrió.- Está usted preciosa, señorita. Va a ser la más hermosa de todas las asistentes.
Francisca sonrió a su fiel doncella. Después suspiró.
- En fin, cuanto antes vayamos, antes acabaremos.
Salió de su alcoba y bajó las escaleras. En el salón una acicaladísima Elena Montenegro no dejaba de admirarse frente al espejo, sonriendo orgullosa ante la gargantilla de diamantes que lucía para la ocasión. Francisca alzó irónica una ceja. Después, sus ojos se desviaron a su padre. Estaba guapísimo con aquel traje oscuro, que contrastaba con la blanca camisa y el chaleco dorado. Francisca sonrió amorosa al verle. Alejandro le devolvió la sonrisa, sintiendo que su pecho explotaba al ver la belleza que irradiaba su hija.
- Mi niña...- Alejandro se acercó.- Pareces un ángel.
Francisca rió la zalamería de su padre. Alejandro le tomó la mano y la besó caballeroso. Ella se colgó desenfadada del brazo de él y le guiñó un ojo.
- Usted sí que está guapo. El más guapo de todo Puente Viejo. - bajó la voz, susurrando inaudible.- Cuando le vea alguien que yo me sé... se va a caer de espaldas.
Alejandro tragó saliva incómodo. Francisca contuvo la carcajada al ver que se estaba ruborizando. Elena se acercó mirándolos sin comprender. Sus ojos se clavaron en Francisca un tanto reprobadores.
- Hija, compórtate, que ya no eres una chiquilla. Recuerda que conoceremos a personas distinguidas. Debes procurar causar la mejor impresión posible.
Francisca alzó una ceja burlona, pero finalmente pareció capitular.
- Descuide, madre, que procuraré no trepar a ningún árbol.
Alejandro reprimió una sonrisa. Elena se acercó a su esposo. Francisca soltó con desgana a su padre, cediéndole el brazo a su madre. Finalmente, los tres salieron por la puerta de la casona y subieron a la calesa.
Kerala, niña, me he echado a llorar y to. Joer, mi Paca, abrazando a su, a pesar de todo, amiga del alma, nuestra Rosario. Aiis, me ha venido a la mente la imagen de las dos de chiquillas en eres mi verdad, mientras nuestra Francisquita le pedía que la encubriera para poder escaparse... Aiss, qué ricura.

EDito con un trocico de Eres mi verdad...
Francisca resopló por enésima vez mientras Rosario la ayudaba a ponerse su mejor vestido. No era que no le gustase... Bueno, vale, no le gustaba. El vestido en sí era precioso y le quedaba perfecto, pero siempre que se veía con él en el espejo, había algo que no acababa de cuadrar. Se miró. El suave organdí color crema caía vaporoso. Los adornos y bordados en el cuello, puños y cintura eran un auténtico primor y se ajustaba maravillosamente a su talle. Parecía una auténtica muñeca de porcelana. Ése era el problema. Que ella no lo era en absoluto. Ese vestido le quedaría redondo a Rosario, por ejemplo, con su rostro dulce e inocente. Ella intentó componer una mueca inocente. Al hacerlo, el espejo le devolvió una expresión muy rara. Resopló mientras sus ojos brillaban irónicos. Intentar ser una doncella inocente y sumisa era para ella como para su madre pedirle que no se metiera en las vidas ajenas.
Rosario terminó de abrochar los delicados botones forrados de raso a su espalda. Sonrió feliz hasta que vio la cara que estaba poniendo Francisca.
- ¿Qué le ocurre, señorita?
- Pues francamente, que no entiendo por qué diablos tenemos que ir a esa estúpida reunión social o lo que sea que hayan organizado los Castro. ¿A quién demonios le interesa conocer a la esposa de ese Segundo?
- Es Salvador, señorita.
- Lo que sea.- Francisca sacudió la cabeza.- Si quiere ir mi madre, que vaya. No entiendo por qué nos arrastra también a padre y a mí.
- Piense que es un acto de cortesía, y que sería un desprecio no asistir.
- Que conste que lo hago por mi padre. Bastante tiene el pobre con ir del brazo de mi madre.- bufó sarcástica.
Rosario la miró asustada, pero guardó silencio prudentemente. Peinó la hermosa cabellera oscura que caía por la espalda de Francisca.
- Bueno, no debe preocuparse por eso. Al fin y al cabo es una fiesta y debería disfrutar de ella.- la buena Rosario sonrió.- Está usted preciosa, señorita. Va a ser la más hermosa de todas las asistentes.
Francisca sonrió a su fiel doncella. Después suspiró.
- En fin, cuanto antes vayamos, antes acabaremos.
Salió de su alcoba y bajó las escaleras. En el salón una acicaladísima Elena Montenegro no dejaba de admirarse frente al espejo, sonriendo orgullosa ante la gargantilla de diamantes que lucía para la ocasión. Francisca alzó irónica una ceja. Después, sus ojos se desviaron a su padre. Estaba guapísimo con aquel traje oscuro, que contrastaba con la blanca camisa y el chaleco dorado. Francisca sonrió amorosa al verle. Alejandro le devolvió la sonrisa, sintiendo que su pecho explotaba al ver la belleza que irradiaba su hija.
- Mi niña...- Alejandro se acercó.- Pareces un ángel.
Francisca rió la zalamería de su padre. Alejandro le tomó la mano y la besó caballeroso. Ella se colgó desenfadada del brazo de él y le guiñó un ojo.
- Usted sí que está guapo. El más guapo de todo Puente Viejo. - bajó la voz, susurrando inaudible.- Cuando le vea alguien que yo me sé... se va a caer de espaldas.
Alejandro tragó saliva incómodo. Francisca contuvo la carcajada al ver que se estaba ruborizando. Elena se acercó mirándolos sin comprender. Sus ojos se clavaron en Francisca un tanto reprobadores.
- Hija, compórtate, que ya no eres una chiquilla. Recuerda que conoceremos a personas distinguidas. Debes procurar causar la mejor impresión posible.
Francisca alzó una ceja burlona, pero finalmente pareció capitular.
- Descuide, madre, que procuraré no trepar a ningún árbol.
Alejandro reprimió una sonrisa. Elena se acercó a su esposo. Francisca soltó con desgana a su padre, cediéndole el brazo a su madre. Finalmente, los tres salieron por la puerta de la casona y subieron a la calesa.
#1948
13/09/2011 15:00
ay ay ay que situación más incómoda va a haber en ese baile, Alejandro guapísimo sin poderle quitar el ojo a Alicia

Alicia guapísima sin poder dejar de mirar a Alejandro

Y sin poder tocarse y en medio la asquerosa, estúpida e insufrible de Elena

¿Bailarán juntos?, ¿hablaran?, ¡¡¡¡¡qué tensión!!!!

Alicia guapísima sin poder dejar de mirar a Alejandro

Y sin poder tocarse y en medio la asquerosa, estúpida e insufrible de Elena

¿Bailarán juntos?, ¿hablaran?, ¡¡¡¡¡qué tensión!!!!
#1949
13/09/2011 15:14
Jajajajajajajajajaja, que me partooo con la foto de Elena Montenegro.. aais, que se me saltan las lágrimas, buaajajajajajajajaaja. Buenísima. Eres la ostiaa Mariajo, jajaja.
Pues sí, esa reunión social va a ser muuy interesante, jejejeje. Alejandro intentando desembarazarse de Elena para ir a por Alicia... Y Raimundo intentando desembarazarse de su padre y de su tío para ir a por Francisca. Jajajaja. Y en el medio, Salvador Castro, que ya va a empezar a tocar los webos...
Pues sí, esa reunión social va a ser muuy interesante, jejejeje. Alejandro intentando desembarazarse de Elena para ir a por Alicia... Y Raimundo intentando desembarazarse de su padre y de su tío para ir a por Francisca. Jajajaja. Y en el medio, Salvador Castro, que ya va a empezar a tocar los webos...
#1950
13/09/2011 15:28
Hola a todas chicas!!
Vengo directa al ordenador para leeros.
No sabeis lo que me he reido terminando de leer vuestras historias sobre la Paca borracha jaja esta mujer es la bomba.
Natalia cada vez odio más a esa Carmen. No veo el momento en el que Raimundo le diga que prefiere a Francisca. O mejor que se besen en sus narices. Porque llegara ese momento no? :)
Ruth tu historia me ha dejado plof. Me he puesto super triste. Se me han saltado las lagrimas de verdad. Sigue guapa
Lna pues en su linea perfecta como siempre. Aunque se me ha quedao un mal cuerpo pensando que va a conocer a el desgraciado de Salvador...
jajaja la foto de Elena es GENIAL. jajaja
Un beso a todas. A la tarde seguire con mi humilde relato. Aunque siento deciros que a Francisca aun le queda un poco para subirse las enaguas. Que si todas empezamos a escribir relatos XXX esto se convierte en el acabose.
Por cierto de verdad nos podrian cerrar el hilo por tener las mentes tan calenturientas?
Vengo directa al ordenador para leeros.
No sabeis lo que me he reido terminando de leer vuestras historias sobre la Paca borracha jaja esta mujer es la bomba.
Natalia cada vez odio más a esa Carmen. No veo el momento en el que Raimundo le diga que prefiere a Francisca. O mejor que se besen en sus narices. Porque llegara ese momento no? :)
Ruth tu historia me ha dejado plof. Me he puesto super triste. Se me han saltado las lagrimas de verdad. Sigue guapa
Lna pues en su linea perfecta como siempre. Aunque se me ha quedao un mal cuerpo pensando que va a conocer a el desgraciado de Salvador...
jajaja la foto de Elena es GENIAL. jajaja

Un beso a todas. A la tarde seguire con mi humilde relato. Aunque siento deciros que a Francisca aun le queda un poco para subirse las enaguas. Que si todas empezamos a escribir relatos XXX esto se convierte en el acabose.
Por cierto de verdad nos podrian cerrar el hilo por tener las mentes tan calenturientas?
#1951
13/09/2011 15:33
Tu tranquila que si nos cierran el hilo creamos otro y si no nos mudamos en masa a un foro creado especialmente para estos dos dónde poner todas las guarradas que se nos ocurran, aunque te digo que en la biblioteca y en el hilo de Emilia y Alfonso hay cada historia que...madre mía
Ina es que ese día elenita iba arreglada, lo que mi pobre Alejandro se encuentra en casa cada día es...

Como para no enamorarse de Alicia
Ina es que ese día elenita iba arreglada, lo que mi pobre Alejandro se encuentra en casa cada día es...

Como para no enamorarse de Alicia
#1952
13/09/2011 15:45
Jajajajajajajjajajjajajajajajajajajajajajaajajjaaaaaaaaa mariajo,ma has matado de la risa!!!!
"Alejandro ¿estas listo? Pozi,amparo me he fumao un porro"
EDITO: No quiero que aparezca aun Salvador Castro...
continua lna,que me muero por saber qué lleva puesto Rai...aunque lo prefiero desnudo
(claro,asi daría demasiado el cante en la fiesta...mejor vístele...)
"Alejandro ¿estas listo? Pozi,amparo me he fumao un porro"
EDITO: No quiero que aparezca aun Salvador Castro...

continua lna,que me muero por saber qué lleva puesto Rai...aunque lo prefiero desnudo
(claro,asi daría demasiado el cante en la fiesta...mejor vístele...)
#1953
13/09/2011 16:21
ya que estamos poniendo cara a los personajes,aquí está Salvador Castro volviendo un día de farra en el lupanar de Villalpanda 

No os dejeis engañar por su "cándida" imagen....


No os dejeis engañar por su "cándida" imagen....
#1954
13/09/2011 16:25
Fernando Ulloa descendió de la calesa y contempló la mansión que se alzaba frente a su vista. Era hermosa, pero no podía compararse con el caserón. Sonrió ante ese pensamiento y se encaminó hacia la entrada, donde el patriarca de los Castro esperaba cortés. Esteban también se apeó de la calesa y echó una mirada alrededor, antes de volverse para ofrecerle su brazo a Alicia. Por último, Raimundo bajó también, reuniéndose con su tío y su prima.
- Bonita choza.- murmuró un sarcástico Esteban.
Alicia le dedicó una sonrisa igual de sarcástica. Finalmente los tres se acercaron hasta donde un refinado y casi desconocido Fernando charlaba amigable con el anfitrión.
- Alberto, permítame que le presente a mi hermano, Esteban, y a mi hijo, Raimundo.
Esteban inclinó cortés la cabeza. Raimundo le imitó. Alberto Castro correspondió el saludo.
- Es un placer.- dijo con calculada cortesía.- ¿Y la hermosa dama?- preguntó, clavando sus ojos en Alicia.
Fernando iba a contestar, pero Alicia soltó el brazo de Esteban y dio un paso al frente.
- Soy Alicia Ulloa.- dijo alzando la mirada orgullosa y tendiendo decidida la mano- Prima de Esteban y Raimundo.- Fernando le dirigió una leve mirada de odio que ella ignoró.- Un placer, caballero.
- El placer es mío.- Castro tomó la mano de Alicia y la besó cortés.
- Tiene usted una hermosa residencia en Puente Viejo.- empezó Esteban evaluando sagaz a Alberto Castro.
- Gracias. Lo cierto es que esta casa pertenece a la familia de mi esposa, que en gloria esté. Mi residencia se encuentra en Asturias. Pero a mi hijo Salvador le hacía ilusión casarse en Puente Viejo y no pude negarme a su capricho.- dijo con una falsa sonrisa.
- Muy considerado de su parte.- le contestó Fernando, con una sonrisa igual de falsa.
Raimundo creía que acabaría vomitando ante tanta hipocresía concentrada. Esteban advirtió el gesto de su sobrino y le guiñó un ojo cómplice. La cortés e insulsa charla se vio de pronto interrumpida cuando apareció otro carruaje frente al portón de entrada. Era la calesa de los Montenegro. Fernando miró con mal disimulada ojeriza cómo Alejandro Montenegro descendía por las escalerillas, ayudando a su esposa. Alicia sintió que el corazón se le paraba al verle. Dios, estaba... impresionantemente guapo. Le costó horrores seguir manteniendo una expresión neutral. Deseaba correr hasta él, soltarle un puñetazo a la estirada de su esposa y besarle apasionadamente delante de todos. Su corazón empezó a redoblar sus latidos al advertir que él había vuelto la cabeza y la abrasaba con sus ojos oscuros. Raimundo reprimió un suspiro de preocupación al ver semejante panorama. Pero sus inquietudes se fueron al mismo infierno cuando vio a Francisca descender de la calesa, quedarse quieta un momento en la última escalerilla para terminar saltando traviesa hasta el suelo. Elena la miró reprobadora. Francisca puso una mueca de mal disimulada inocencia que se convirtió en una sonrisa pícara en cuanto su madre le dio la espalda.
Raimundo creyó morir de amor. ¿Cómo podía existir alguien tan adorablemente irresistible? La miró derritiéndose. Estaba tan hermosa que sintió que sus rodillas le temblaban. Francisca pareció advertir el fuego de su mirada y sus ojos se encontraron con los de Raimundo. Tragó saliva. Por Dios, estaba... guapísimo. Parecía un auténtico príncipe. Necesitó apelar todo a todo su orgullo para seguir caminando tras sus padres y no desmayarse ante esos ojos que parecían atravesarla a cada paso que daba.
Alejandro se detuvo frente al anfitrión.
- Buenos días, Alberto.- saludó tan elegante como cortés.- Es un placer para mí y para mi familia acudir a su distinguida residencia.
- Muchas gracias.- le contestó el aludido con una inclinación.- El placer es mío por recibirles.- tomó cortés la mano de Elena.- Señora, está usted deslumbrante.
Elena sonrió halagada. Alejandro se volvió hacia los Ulloa.
- Esteban, me alegro de verte.- le dijo con una leve sonrisa.
- Lo mismo digo.- Esteban le devolvió la sonrisa.
Alejandro echó una leve mirada a Raimundo y después se volvió hacia Alicia.
- Señorita, está usted bellísima.- dijo tomando su mano y posando suavemente sus labios en ella.
Alicia tuvo que recurrir a todas sus fuerzas para disimular el temblor que la estaba invadiendo.
- Gracias.- pudo contestar.
Temió que todo el mundo pudiera acabar oyendo el furioso latido de su corazón. Por suerte, Elena parecía estar demasiado entretenida charlando con Castro y con Fernando. En cierto momento, la calculadora Elena sonrió afectadamente.
- Por cierto, ¿le he presentado ya a mi hija?- dijo con falsa ignorancia, a la vez que con un leve ademán le indicaba a Francisca que se acercase.
- No.- respondió Alberto Castro.- No he tenido ese placer.
Francisca miró con mal disimulada irritación a su madre y después sus ojos oscuros se clavaron en Castro. Alzó la orgullosa cabeza.
- Francisca Montenegro.- dijo estirando su mano, casi como en un desafío.
Elena se sintió morir ante semejante forma de presentarse. Fernando echó un vistazo despreciativo a la joven. Alejandro no podía mirarla con más orgullo. Esteban y Alicia le dedicaban disimuladas sonrisas y Raimundo... simplemente la adoraba con los ojos.
- Bonita choza.- murmuró un sarcástico Esteban.
Alicia le dedicó una sonrisa igual de sarcástica. Finalmente los tres se acercaron hasta donde un refinado y casi desconocido Fernando charlaba amigable con el anfitrión.
- Alberto, permítame que le presente a mi hermano, Esteban, y a mi hijo, Raimundo.
Esteban inclinó cortés la cabeza. Raimundo le imitó. Alberto Castro correspondió el saludo.
- Es un placer.- dijo con calculada cortesía.- ¿Y la hermosa dama?- preguntó, clavando sus ojos en Alicia.
Fernando iba a contestar, pero Alicia soltó el brazo de Esteban y dio un paso al frente.
- Soy Alicia Ulloa.- dijo alzando la mirada orgullosa y tendiendo decidida la mano- Prima de Esteban y Raimundo.- Fernando le dirigió una leve mirada de odio que ella ignoró.- Un placer, caballero.
- El placer es mío.- Castro tomó la mano de Alicia y la besó cortés.
- Tiene usted una hermosa residencia en Puente Viejo.- empezó Esteban evaluando sagaz a Alberto Castro.
- Gracias. Lo cierto es que esta casa pertenece a la familia de mi esposa, que en gloria esté. Mi residencia se encuentra en Asturias. Pero a mi hijo Salvador le hacía ilusión casarse en Puente Viejo y no pude negarme a su capricho.- dijo con una falsa sonrisa.
- Muy considerado de su parte.- le contestó Fernando, con una sonrisa igual de falsa.
Raimundo creía que acabaría vomitando ante tanta hipocresía concentrada. Esteban advirtió el gesto de su sobrino y le guiñó un ojo cómplice. La cortés e insulsa charla se vio de pronto interrumpida cuando apareció otro carruaje frente al portón de entrada. Era la calesa de los Montenegro. Fernando miró con mal disimulada ojeriza cómo Alejandro Montenegro descendía por las escalerillas, ayudando a su esposa. Alicia sintió que el corazón se le paraba al verle. Dios, estaba... impresionantemente guapo. Le costó horrores seguir manteniendo una expresión neutral. Deseaba correr hasta él, soltarle un puñetazo a la estirada de su esposa y besarle apasionadamente delante de todos. Su corazón empezó a redoblar sus latidos al advertir que él había vuelto la cabeza y la abrasaba con sus ojos oscuros. Raimundo reprimió un suspiro de preocupación al ver semejante panorama. Pero sus inquietudes se fueron al mismo infierno cuando vio a Francisca descender de la calesa, quedarse quieta un momento en la última escalerilla para terminar saltando traviesa hasta el suelo. Elena la miró reprobadora. Francisca puso una mueca de mal disimulada inocencia que se convirtió en una sonrisa pícara en cuanto su madre le dio la espalda.
Raimundo creyó morir de amor. ¿Cómo podía existir alguien tan adorablemente irresistible? La miró derritiéndose. Estaba tan hermosa que sintió que sus rodillas le temblaban. Francisca pareció advertir el fuego de su mirada y sus ojos se encontraron con los de Raimundo. Tragó saliva. Por Dios, estaba... guapísimo. Parecía un auténtico príncipe. Necesitó apelar todo a todo su orgullo para seguir caminando tras sus padres y no desmayarse ante esos ojos que parecían atravesarla a cada paso que daba.
Alejandro se detuvo frente al anfitrión.
- Buenos días, Alberto.- saludó tan elegante como cortés.- Es un placer para mí y para mi familia acudir a su distinguida residencia.
- Muchas gracias.- le contestó el aludido con una inclinación.- El placer es mío por recibirles.- tomó cortés la mano de Elena.- Señora, está usted deslumbrante.
Elena sonrió halagada. Alejandro se volvió hacia los Ulloa.
- Esteban, me alegro de verte.- le dijo con una leve sonrisa.
- Lo mismo digo.- Esteban le devolvió la sonrisa.
Alejandro echó una leve mirada a Raimundo y después se volvió hacia Alicia.
- Señorita, está usted bellísima.- dijo tomando su mano y posando suavemente sus labios en ella.
Alicia tuvo que recurrir a todas sus fuerzas para disimular el temblor que la estaba invadiendo.
- Gracias.- pudo contestar.
Temió que todo el mundo pudiera acabar oyendo el furioso latido de su corazón. Por suerte, Elena parecía estar demasiado entretenida charlando con Castro y con Fernando. En cierto momento, la calculadora Elena sonrió afectadamente.
- Por cierto, ¿le he presentado ya a mi hija?- dijo con falsa ignorancia, a la vez que con un leve ademán le indicaba a Francisca que se acercase.
- No.- respondió Alberto Castro.- No he tenido ese placer.
Francisca miró con mal disimulada irritación a su madre y después sus ojos oscuros se clavaron en Castro. Alzó la orgullosa cabeza.
- Francisca Montenegro.- dijo estirando su mano, casi como en un desafío.
Elena se sintió morir ante semejante forma de presentarse. Fernando echó un vistazo despreciativo a la joven. Alejandro no podía mirarla con más orgullo. Esteban y Alicia le dedicaban disimuladas sonrisas y Raimundo... simplemente la adoraba con los ojos.
#1955
13/09/2011 16:27
ajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja me
meoooooooooooooooooooooooooooooo, hay que me da un pelooooooo, jua jua


El Alberto ese ya me da asco con que los hijos igual vomito.
Ayyyyyymi Alejandro, que caballero por favor y que aguante hijo.
Francisca te adoro, eres lo más grande, es que es simplemente...sin palabras
Por cierto, Fernando Ulloa
meoooooooooooooooooooooooooooooo, hay que me da un pelooooooo, jua jua


El Alberto ese ya me da asco con que los hijos igual vomito.
Ayyyyyymi Alejandro, que caballero por favor y que aguante hijo.
Francisca te adoro, eres lo más grande, es que es simplemente...sin palabras
Por cierto, Fernando Ulloa
#1956
13/09/2011 16:39
Adoro a Francisca! es que es GENIAL!
Alejandro y Alicia disimulan muy mal eh? jajaja
No quiero Salvadorrrrrrrrrrr
estará dentro bailando: un baile nuevo,un baile nuevo,el baile del pañuelooooo,el baile del pañueeeeloooo
Alejandro y Alicia disimulan muy mal eh? jajaja
No quiero Salvadorrrrrrrrrrr
estará dentro bailando: un baile nuevo,un baile nuevo,el baile del pañuelooooo,el baile del pañueeeeloooo
#1957
13/09/2011 16:46
CUÑAAAAAAAAAOOOOOO, jajajaajaja, es que me parto con vuestros comentarios.
NIÑAS, un poquito de por favor... que con el cachondeito que os traéis no me concentro pa escribir, jaajajajajajajajaajajaja.
Dios, qué buenaa la foto de Fernando, jajaajajajajajajaajjajaajjaaa...
NIÑAS, un poquito de por favor... que con el cachondeito que os traéis no me concentro pa escribir, jaajajajajajajajaajajaja.
Dios, qué buenaa la foto de Fernando, jajaajajajajajajaajjajaajjaaa...
#1958
13/09/2011 16:51
Dios Fernando!!! Sonrisa profident...
Rai debió salir a su madre
Rai debió salir a su madre
#1959
13/09/2011 16:52
esperad esperad que se nos olvidaba Alonsito Castro, otro que me da un asco de flipar
#1960
13/09/2011 16:55
Ay que me desorinooooooooooo toaaaaaa
Qué sexy
Qué sexy