El Rincón de Francisca y Raimundo:ESTE AMOR SE MERECE UN YACIMIENTO (TUNDA TUNDA) Gracias María y Ramon

Hola chicas. El capítulo de hoy personalmente ha sido pesado. Lo único destacable es Raimundo de mendigo XD, ya ves.
Como la cosa se alarga demasiado yo me centro en mi historia porque me temo que vamos a estar a pan y agua (Dios no lo quiera). Además lo he pillado con ganas desde que he visto que he vuelto a suspender un examen (JODER). He escrito de carrerila para desahogarme. Espero no decepcionaros sinceramente. Y por el examen, en fin, habrá otra posibilidad en diciembre.
En cuanto a lo demás adoro demasiado a Paca para ponerle como presa de Mauricio. Lo que sí veo es que a este hombre algún día le dará un subidón de mala hostia (cosa que ya creo que lo advirtió en algún capítulo)
Y sobre lo de a quién hay que poner celoso yo creo que es a Francisca. Raimundo siente algo por ella pero tiene miedo a que Paca le rechace por orgullo o por lo que diga la gente. Recordad que si Paca admite la relación con Raimundo ya no podrá reprocharle nada a Tristán y perderá cierta autoridad ante el pueblo (Francisca con el tabernero). Creo que hay que dinamitar ese orgullo primero para que Raimundo vea hechos, no palabras y por ahí se dará cuenta de que ella pagó la operación,...

Y con esto y un bizcocho aquí os dejo con mi relato que espero que os despierte el interés que personalmente la novela no me ha dado por lo menos hoy.

Al día siguiente Carmen empezó su tarea en la posada. Colocó sus instrumentos en un rincón de la entrada y comenzó a trabajar bien temprano. “Necesito tener la cabeza muy ocupada”- pensó.
Raimundo se levantó seguidamente y la vio trabajando concentrada. De pronto le recordó a Natalia cuando de buena mañana se ponía a limpiar la barra y a dejarlo todo listo antes de que llegaran los clientes y sonrió con el recuerdo. Era una mujer hermosa, rubia y esbelta como ella.

- Si que empiezas temprano a trabajar mujer.- dijo Raimundo amablemente.
Carmen dio tal respingo que la arcilla que había en la mesa se le cayó al suelo. Raimundo se prestó raudo a recogerlo.
-Nno le había visto. Tranquilo ya lo recojo yo no se preocupe.
-No me llames de usted por favor. Ese trato resérvalo para los caciques. - dijo Raimundo con una sonrisa.
Carmen le respondió con una sonrisa y se puso a trabajar en la arcilla y a sacar sus instrumentos.
-Bueno… pues – dijo Carmen intentando recordar que tenía trabajo - ¿cuántos platos quieres Raimundo?
-Pues… no lo había pensado… - dijo Raimundo – ¿Cuánto tardarías en hacerme un par?
-¿Sólo eso? – dijo Carmen con una sonrisa burlona – Mañana los tienes. Y además gratis por romperte los de ayer.
-Por eso no te preocupes. Aquí lo que más piden es vino.
Y seguidamente se marchó a la casa de comidas.
Pepa, que había presenciado el encuentro, salió en ese momento de su habitación.
-Muy buenas. –le dijo amablemente.- Soy Pepa Aguirre pero todos me conocen como “la partera”.
-Oh, hola. Yo soy Carmen García, alfarera. Encantada.
-¿Acaba de llegar y ya está trabajando?
-Ssí, ya ve. Ayer le rompí sin querer unos platos así que se los repondré.
-Bueno, me encantaría charlar pero tengo que atender a una preñada. Encantada de conocerla. Ya nos veremos por aquí.
-Lo mismo digo. Que vaya bien.
Pepa seguidamente se dirigió a la casa de comidas con mal disimulada curiosidad tras ver cerca a Raimundo.
-Raimundo ¿quién es esa mujer?
-Pues hasta donde yo sé se llama Carmen, llegó ayer, es alfarera y me está haciendo unos platos. ¿Por?
-Raimundo por favor que he visto como le mira…
-Pero bueno… ¡Qué cosas tienes Pepa Aguirre! – dijo Raimundo riéndose entre dientes.- ¡Ay, los enamorados que veis todo color de rosa!
-Raimundo pero si cuando se le acercaba la mujer temblaba…
-Bah, no digas tonterías Pepa y llama a Emilia que necesito que me ayude con las mesas anda…- dijo Raimundo meneando la cabeza.
-Bueno, lo que usted quiera pero acuérdese de lo que le digo.

Cuando Pepa salió Raimundo no pudo evitar que las palabras de Pepa se le grabaran. Pero no, no era posible. Él no creía en los flechazos. Pero una parte de sí le llenó de nostalgia. Hacía demasiado tiempo que no se sentía deseado por alguien. Eso le hizo pensar irremediablemente en Francisca. En aquella mujer que le había enamorado cuando era niño y por la que todavía sentía algo. Sintió el impulso de ir a la casona, coger a Francisca y preguntarle de una buena vez sobre lo que sentía por él… pero cerró los ojos e intentó apaciguar ese impulso. Para ella era sólo un odioso Ulloa. Nada más. No pudo evitar que unas lágrimas cayeran por su rostro mientras seguía con su tarea.

Natalia,no puedo soportar ver a mi Rai llorando....
sigueeeeeee! y es verdad,a ver si la Paca demuestra con hechos y no con palabras,que de verdad sigue pillada por este hombre hasta el tuétano!!


P.D. Siento lo de tu exámen,pero tranquila,en la próxima aprobarás,estoy segura
mucho ánimo guapa!

Hija Natalia, q bonito!!!! Pues na, otra historia a la que engancharme, jajaja!!!! Siento lo de tu examen...pero ya verás que en Diciembre lo sacas, ánimo.

Q tierno nuestro Rai acordándose de la Paca...si él supiera que ella se muere por sus huesos no habría dudado en ir a la casona.

mario zorrilla en su facebook dice que se vera envuelto en alguna que otra trama importante y que habra un cambio en el...asi qeu al loro ehh!!

En serio ha puesto eso? La verdad es que este hombre me parece muy buen actor.Tengo mucha tirria a Mauricio,lo cual significa que este hombre borda su papel jeje
Será que está enamorado entonces de la Paca? O tendrá algo que ver con la versión en miniatura de Francisca,osea,Soledad? Porque últimamente también se les ve juntos...pero no me refiero a nada de q se enamoren ni nade eh?? Válgame dios! En fin,ya veremos

Por cierto,cada vez que veo a la Paca con un libro,estoy como loca mirando a ver si es el de Rosalia de Castro igual que hoy,pero era de la Pardo Bazán

ya he visto el capitulo....

bueno un poco rollo pero teneis razon!!! que guapo esta raimundooooo!!! madre si es que cada capitulo esta mejor.


por lo demas igual....odio a la doctora.


a ver si ahora con los paseitos de la paca se encuentra con raimundo a solas por los parajes de puente viejo porque vamooos que por lo que se ve en el resumen mañana ni encuentro ni nada....

en fin....continuad conlos relatos a ver si asi nos animamos

Natalia, me ha encantado!! ¿Quién será esta Carmen? Se pone interesante, sí señorita!

Jajaja ya veo que a vosotras también se os ha pasado por la cabeza de que Mauricio esté enamorado de la Paca. Me ha recordado al primer fic que escribí, pero vosotras le habéis añadido más emoción, jeje.

Culmino la escenita Mauricio- Paca- Rai...

Mauricio por vez primera, no tuvo arrestos para provocarle más. Se levantó renqueante del golpe y sin más desapareció por la puerta.

Raimundo se quedó paralizado mientras sus ojos se dirigían inevitablemente a Francisca, que seguía sin poder reaccionar, apoyada contra la pared. No sabía qué clase de fiebre le estaba consumiendo. Bueno sí, sí que la conocía. La misma que sintió desde que era un muchacho. No pudo seguir soportándola durante más tiempo sin hacer nada. No pudo dar media vuelta y marcharse. Por primera vez después de treinta años, esa fuerza inmensamente poderosa le venció sin remedio. Se acercó a Francisca, la acorraló contra la pared y la besó devastador. Francisca intentó reponerse a su ataque y no morir en el intento. Sólo pudo acariciar su rostro para atraerlo y absorber su alma mientras su corazón volvía de nuevo a vivir.

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Ais, chicas, estoy en un leve momento de bajón. Estos días son duros. Demasiadas despedidas de compañeros de trabajo y muy buenos amigos. Cambio de instituto... y aún no sé dónde acabaré. Todavía tengo los ojos humedecidos... No sé si continuar ahora con "Eres mi verdad..." Tal vez me salga una escenita demasiado triste... Aunque, bueno, haré un esfuerzo. Ponerme en la piel de Alicia puede que me venga bien.

Bueno chicas os pongo una escenita, a ver si sube los ánimos

Era superior a él no podía evitarlo, cada vez que los veía juntos y en las últimas semanas había sido prácticamente siempre un puño de hierro le apretaba el corazón hasta asfixiarlo. Lo que hiciera Francisca Montenegro y con quien lo hiciera no tenía por que importarle pero lo hacía. Se los encontró por primera vez en la plaza del pueblo, él era un caballero elegante, se notaba a kilómetros que de buena cuna y por el corte y calidad de su traje, rico. Francisca iba a su lado con la mirada brillante y una deliciosa sonrisa en la boca agarrada a su brazo como si en el mundo no existiera nada más o al menos eso le pareció a Raimundo.

- “Me da igual lo que haga, que se vaya al diablo”- era la millonésima vez que se repetía lo mismo y la millonésima vez que su conciencia le contestaba- “mentiroso Raimundo Ulloa, darías la mitad de tu vida por ser tú quien le diera el brazo y recibir esa mirada”.

Dios quería verla, quería sentir que para ella aun existía, necesitaba saber si sentía algo por él aunque fuera odio y no fue su cuerpo sino su alma torturada la que hizo que fuera a la casona y entrará en el despacho de Francisca sin llamar.

Francisca levantó sorprendida la cabeza de los libros de contabilidad que estaba repasando cuando un guapísimo Raimundo Ulloa se plantó sin más preámbulos delante de ella. Haciendo un esfuerzo intentó calmar los latidos de su corazón y miró al tabernero fulminándolo con la mirada

- Cómo siempre tus modales dejan mucho que desear tabernero- le espetó Francisca irónica.
- Claro Francisca lo comprendo, ahora estas acostumbrada a gentes más…cultivadas- le contestó irónico
- ¿A qué has venido Raimundo?, tengo una cita a la que no quiero llegar tarde así que di lo que sea que hayas venido a decirme y vete
- ¿Una cita? ¿y puedo saber quién es el afortunado? ¿tal vez el elegante caballero que últimamente te acompaña a todos los lados?

Ella lo miró enfadada
- ¿Y a ti que te importa?
- A mi nada en absoluto, simplemente me interesa saber a quién has concedido el honor de acompañarte- contestó él con ironía
- ¿Tan extraño te parece que un hombre me acompañe y me obsequie, Raimundo?, que tu no supieras apreciar lo que tenías no significa que otros no lo valoren- añadió venenosa

Raimundo intentaba controlarse pero tener a Francisca delante con su gesto orgulloso y sus ojos echando chispas por el enojo se lo estaban poniendo muy difícil
- Por lo que a mí respecta puedes irte con él al mismísimo infierno si ese es tu deseo

Francisca le dirigió una mirada entre enfadada y sorprendida
- Por Dios…tienes celos

Raimundo la miró echando fuego por los ojos
- Celos de qué ¿de que otro hombre pueda perderse en tu mirada, de que pueda consolarte cuando estés triste, de que se sienta el hombre más afortunado sólo por verte sonreir?- le dijo gritando- por que voy a estar celoso, ¿por qué otro hombre pueda compartir tus sueños, tocar tu piel hasta hacerte enloquecer hacer el amor contigo hasta perder la consciencia? ¿por eso?

Francisca pensó que el corazón le estallaría de lo deprisa que latía, ahí estaba por fin lo que tantas veces había soñado, le estaba confesando su amor, sin embargo su orgullo se impuso y en el mismo tono que él había utilizado le gritó su dolor
- ¿Cómo te atreves a hablarme así, cuando durante treinta años nada de eso te ha importado? Me dejaste con Salvador sin luchar, hubiera preferido sufrir la más grande de las miserias contigo que la vida de dolor que él me dio ¿a qué viene esto? ¿Por qué ahora?
- Porqué sabía que a Castro no lo querías pero ahora…me destroza el alma pensar que puedas llegar a amar a otro hombre que no sea yo

Raimundo miraba iracundo a una Francisca que mantenía en su cara una expresión inescrutable. De repente se abalanzó hacia él abrazándolo y besándolo desesperadamente con tanto ímpetu que cayeron en el sofá. Raimundo recuperado de la sorpresa inicial le devolvía el beso como si fuera la última vez que sus bocas se fueran a unir y solo la necesidad de respirar hizo que se separaran.
- Raimundo Ulloa eres estúpido -le dijo mientras le acariciaba con ternura la barba- ese caballero es mi primo, ha venido de visita celosísimo tabernero, ¿cómo has podido pensar que podría dejar de amarte?. Mi corazón es tuyo, siempre lo ha sido.

Raimundo la miró con los ojos velados por el amor y sin más la besó con ternura, con deseo, con pasión, con treinta años de anhelos. No hicieron falta palabras.

Miri, me has leido el pensamiento, no añado nada más, bueno sí decirte que eres la OS..A,
por cierto ¿te ha molado la madrastra? no me dirás que ahí no hay pasión y eso que hasta el capi 95 los protas se odian a muerte.

Ina cariño, anímate, las despedidas siempre son malas, pero los amigos verdaderos siempre están ahí y piensa que gente nueva puede suponer nuevas amistades, mira siempre lo positivo y aquí estamos para lo quieras.
En cuanto a la historia...nada de tristeza, tu haz un morreoencuentro entre estos dos (pa chozo aun es pronto) y verás como te animas. Por cierto que este relato te lo dedicó, si he conseguido arrancarte una sonrisa me dare por satisfecha

Natalia ya te lo he dicho pero la Carmen esa me da pampurrias, como se siga acercando a Rai le arranco la cabeza.

Eres mi verdad... seguimos.

- Buenas tardes.- saludó educadamente Alejandro.

Alicia creyó que la tierra cedía a sus pies al oír esa inconfundible voz. Se volvió tan despacio que parecía intentar retrasar todo lo posible mirarle a la cara. Pero al fin lo hizo. Alejandro estaba allí, frente a ella, vestido con su elegancia habitual, aunque esta vez su atuendo era menos oscuro y sobrio. Llevaba un traje algo más claro y el chaleco de color burdeos parecía dar un toque extrañamente alegre en él. Le miró. Su expresión tampoco era tan seria como de costumbre. Ni siquiera aparecía impecablemente peinado, sino que su cabello estaba ligeramente revuelto. La miraba con un brillo de diversión en los profundos ojos oscuros y esbozaba una sonrisa ladeada. Alicia sintió un vuelco en el corazón, que empezó a latir erráticamente. ¿Qué diablos le estaba ocurriendo? ¿Por qué Alejandro se le antojaba en ese momento irresistiblemente atractivo? Luchó contra la parte irracional de su mente, que parecía ir por libre sin ningún reparo, e irguió la cabeza.
- Buenas... tardes.- pudo contestar por fin.

Esteban y Raimundo miraron al recién llegado. El joven Ulloa guardó disimuladamente la carta en el bolsillo de su chaleco. Esteban sonrió.
- Buenas tardes, Alejandro.- saludó a su amigo.

Alejandro le dedicó una sonrisa y una inclinación de cabeza antes de volver a prestar toda su atención a Alicia. Tío y sobrino intercambiaron una mirada.
- Bueno... yo tengo que...- Raimundo se exprimió la sesera.- … ir a... partir leña. Con permiso.
- Y yo he quedado para hablar con Fernando sobre los jornaleros. Si me disculpan...

Antes de que nadie respondiese, Esteban y Raimundo pusieron pies en polvorosa. Alicia les miró con cara de querer matarlos. “-¡Serán cobardes!”- pensó. Alejandro sonrió disimuladamente al ver su expresión.
- Parece que sus defensores oficiales han salido huyendo.- se burló.
- No necesito ningún defensor.- le espetó ella, alzando la cabeza.

Alejandro la atravesó con su mirada. Alicia intentó disimular el temblor que esos ojos le producían.
- Pues ahora mismo, no lo parece.- aseveró él, percibiendo su temor.- Se diría que su valor flaquea. Y no es para menos. Después de todas las lindezas que estaba diciendo a mis espaldas... y de presentarme aquí mientras las decía... Entiendo que ahora se sienta un poquito atemorizada.
- Se equivoca.- Alicia sintió su orgullo espoleado.- Lamento... que crea que le he atacado por la espalda. Pero lo que dije antes... lo reitero. Y ahora ya no es por la espalda.

Alejandro la miró fijamente. Al hacerlo advirtió que esa situación de incomodidad, embarazo y orgullo herido producía un... hermoso efecto en ella. Su rostro estaba levemente ruborizado y los ojos chocolate brillaban de desafío. Estaba... preciosa. Alejandro procuró dominar ese fuego desconocido que no comprendía pero que sabía lo que significaba. Era una locura. Tenía... debía marcharse de allí inmediatamente. Pero una fuerza más poderosa le retuvo. Era imposible resistir la tentación de continuar aquella interesante charla.
- De modo que usted piensa que soy exasperante, soberbio, orgulloso y aburrido.- recitó.- ¿Cierto?
- Así es señor.- afirmó ella sin amedrentarse.

Alejandro sonrió imperceptible.
- Empecemos por lo primero. Así que soy exasperante. ¿Podría decirme por qué?
- Pues porque sencillamente, siempre logra... sacarme de mis casillas.- contestó ella.- no sé por qué, pero así es. Cualquier cosa que digo, usted siempre tiene que rematarla diciendo la última palabra.
- ¿Yo?- él la miró, incrédulo.- Alicia... si yo la saco de sus casillas, le aseguro que usted a mí... en fin. Creo que desde que la conozco, me he quedado sin casillas posibles.
- Pero... ¿Qué está diciendo?- preguntó ella indignada.- ¿Que yo soy peor que usted?? Lo ve, es incapaz de... mantener una conversación civilizada conmigo sin sacarme de quicio.

Alejandro sonrió esta vez abiertamente.
- Bueno, bueno... A ver el siguiente adjetivo.- puso una mueca pensativa que provocó un latigazo en el estómago de ella.- Ah, sí. Soberbio.
- ¿Me va a decir que no lo es?- preguntó ella con sorna.
- Lo mismo podría preguntarle yo a usted.- añadió él malicioso.

Alicia le fulminó con la mirada.
- Yo no soy soberbia. No miro a nadie por encima del hombro. Soy orgullosa, que no es lo mismo. Respeto la dignidad de los demás porque estimo mucho la mía.
- Sabias palabras...- admitió él. -... con las que me identifico totalmente. Lo mismo podría decir de mí mismo. Por tanto, el siguiente adjetivo, orgulloso, sí que se lo doy por válido. Pero, al fin y al cabo, no debe ser un auténtico defecto cuando una señorita tan distinguida como usted también posee esa cualidad.- añadió pícaro.

Alicia le miró un tanto enfadada. Ese condenado caballero era muy hábil con las palabras.
- Y así llegamos al último adjetivo: aburrido.- siguió él.

Alicia sonrió triunfante.
- No me negará que ése sí le hace total justicia. Es usted por completo incapaz de hacer algo que salga fuera de lo que le dicta su rígida educación.
- La veo muy segura afirmando eso.
- Porque lo estoy. ¿Acepta un desafío? Apuesto a que es incapaz de hacer algo impensable. Antes se cortaría las venas. Seguro.
- Muy bien.- Alejandro la miró decidido.- Acepto el reto. ¿Qué quiere que haga?

Ella le miró sorprendida.
- ¿Está hablando en serio?
- Totalmente.- dijo seguro.- Venga, diga.

Un brillo malicioso apareció en los ojos de Alicia.
- Le echo una carrera hasta el río. El último que llegue deberá lanzarse a él de cabeza.- propuso.
Alejandro la miró incrédulo. Ella puso los ojos en blanco.
- Lo que yo decía. Un completo aburrido.- dijo ella con desgana, disponiéndose a dar media vuelta para marcharse. Pero antes de lograrlo, una voz la detuvo.

- Espere.- Alejandro la miró.- Está bien. Acepto.

ay Ina me lo comoooooooooooooooo, tengo el corazón a mil por hora, te lo juro, ¿cómo hago para dormir? y mañana me levanto a las 6.30. No se quien prefiero que gane esa carrera, creo que Alicia, ver al irreprochable caballero Alejandro mojado de pies a cabeza no va a tener precio, se merecerá un beso de Alicia ¿no?. Si no es muy tarde para ti sigue por fa y mañana cuando me levante lo leo

Alicia le miró incrédula, pero al final una sonrisa maliciosa terminó por aparecer en su rostro.
- A la de tres. Una... dos y... ¡Tres!

Echaron a correr a toda velocidad como dos chiquillos tras un carro de golosinas. Alicia momentáneamente pudo sacarle cierta ventaja. Alejandro se sorprendió de ver la rapidez con la que corría aquella endiablada Ulloa. ¿Desde cuando una monja o lo que fuese corría como una gacela? Su orgullo herido lo espoleó y aceleró la carrera. Estaban llegando precipitadamente al remanso del río. Finalmente, en un último esfuerzo, Alejandro pudo adelantar un paso y llegar antes que ella “in extremis”. Alicia bufó furiosa mientras él volvía la cabeza, victorioso, intentando recuperar el aliento.
- ¡He ganado!- dijo feliz como un muchacho travieso mientras le dedicaba una burlona sonrisa.

Alicia le fulminó con la mirada. Pero al hacerlo se dio cuenta de que no parecía el mismo Alejandro. Estaba sonriendo de oreja a oreja, divertido y exhausto, mientras recobraba la respiración. ¿Por qué no reía más a menudo? Estaba guapísimo...
- Bueno...- empezó irónico.- Creo que alguien debe cumplir su parte del reto.
- Está bien.- admitió ella.- Yo siempre cumplo lo pactado.

Alejandro miró admirado y divertido cómo ella se situaba junto a la orilla del río. Alicia le dirigió una misteriosa sonrisa y sin más se zambulló en el agua, con vestido incluido. Alejandro no pudo evitar reírse al ver que aparecía de nuevo en la superficie y nadaba grácil hacia la orilla.
- Ayúdeme a salir, por favor.- dijo alzando una mano con carita inocente.

Alejandro sonrió y le tendió la mano. Ella la tomó. La carita inocente se convirtió de pronto en maliciosa. Sin previo aviso, tiró de él con tanta fuerza que lo hizo caer de cabeza al río. Alejandro desapareció en el agua para surgir de nuevo en la superficie, totalmente empapado. Ella empezó a reír descontroladamente.
- ¡Será... !- Alejandro la fulminó con la mirada.- ¡Es usted una condenada tramposa!

Ella no podía parar de reír. Alejandro sintió que se lo llevaban todos los demonios. La cólera pudo con él y fue directo a por ella. Alicia intuyó el peligro y, sin dejar de carcajearse de él intentó huir a toda prisa, trepando por la orilla hasta alcanzar el verde pasto. Salió gateando a duras penas, arrastrando el chorreante vestido. Intentó ponerse en pie y echar a correr, pero Alejandro ya estaba también fuera del río y la sujetó del tobillo, haciéndola caer en el prado. La atrapó de las muñecas.
- ¿Y ahora qué? ¿Eh?- preguntó él, amenazador, fulminándola con los ojos.

Súbitamente, los dos parecieron darse cuenta de su situación. Alejandro fue el primero. Tenía a Alicia acorralada entre él y la verde hierba, sujetándola de las muñecas. La tela mojada del vestido se ceñía al cuerpo de ella, revelando sus hermosas formas. Los ojos de él la atravesaron como una llamarada. Alicia dejó de reír al sentir a Alejandro aprisionándola contra el suelo y sus ojos devorándola entera. Tragó saliva.
- ¿Sigues pensando que soy un aburrido?- le susurró él con voz ronca.

Alicia tembló ante su hechizante voz, sus ardientes ojos y ante el hecho de que la había tuteado. Apeló a todo su orgullo para mantener la cordura que amenazaba con irse al diablo.
- Sí... lo creo.- “Bravo, Alicia, eso, tú provócale más”- la regañó su conciencia.

Alejandro sintió que su conciencia, su razón, su sentido común se iban al mismo infierno. Olvidó sus deberes y obligaciones. Olvidó que llevaba veinte años casado. Olvidó todo. Sólo podía pensar que si no cedía a ese salvaje impulso, no sobreviviría. La aprisionó más, robándole el aire al situarse a dos centímetros de ella.
- Pues no deberías...

Antes de que ella pudiera reaccionar, Alejandro la silenció atrapando su boca con la suya. Alicia creyó morir ante aquella increíble maestría con la que acariciaba sus labios, robándole la respiración. Y antes de que supiera cómo, se encontró devolviéndole el beso mientras sus manos se perdían en su cabello.

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Mmm, Miri... escenita Rai Paca?... a ver si se me ocurre algo, jeje

Aiss, pobrecita Paca. En esta foto se le nota mucho que tiene el corazón roto por Rai. Cada vez que él la increpa, pone esta carita... RAII, no seas crueel con quien más quieres...!

Bueno,pues como parece que estoy en una de mis noches de insomnio,voy a comentar.En primer lugar miri,no puedo estar mas de acuerdo con todo lo que dices.Juan no da mas de si,y lo mejor es que desapareciera una temporada,ya que ahora no tiene demasiado sentido su personaje.No me gusta como se está volviendo Soledad pero la entiendo.Ella renuncio a todo por él y se lo paga liándose con otra,cosa que no entiendo si el amor que Juan dice que sentía hacia ella era tan profundo y maravilloso.Yo no le perdonaría.
En cuanto al colirios,me desagrada profundamente.Me parece además un personaje que han metido "con calzador" y que no entiendo muy bien qué hace ahí.Que se marche a las Américas cual Cristobal Colón y nos hará un favor a todos.

No puedo entender que tras salvarle la vida,confesarle que aún la quiere,ella mostrándose vulnerable con él acariciando su rostro con miedo,emoción,ternura y un cúmulo mas de emociones,los guionistas se hayan "olvidado"de que existe esta pareja y ambos se comporten como si todo eso no hubiera existido.Si yo fuera Francisca estaría buscando cualquier excusa para ir a verle,o llamarle para que fuera a la casona,aclarar de una vez su situación.Joder no es tan difícil,tu ya me has dicho que sientes algo por mi,quiero que sepas que mi amor aún sigue ahí.Seria difícil si ella no conociera los sentimientos de él...pero en fin,nos les pintan como si lo último vivido hubiera sido como ir a tomarse un café con un conocido.Me revienta que estén tan desaprovechados cuando las escenas entre ellos admiten mil y una posibilidades.

miri yo reconozco que Raimundo me tiene enamorada hasta el tuétano a mi me atrae de un hombre mas que la belleza o atractivo físico que tenga, su inteligencia,su personalidad,una buena conversación,su manera de entender y enfrentarse a la vida.Todo eso en una persona hace que me resulte irremediablemente irresistible y atractivo en grado máximo,con lo cuál le considero el hombre más guapo que puede haber.No como el tontolahaba de Severiano,al cual yo no veo guapo por ningún lado (con todos mis respetos para el actor,pero no m resulta atractivo)

En fin,que creo que están mareando la perdiz,que en ocasiones siento que me están perdiendo porque veo argumentos y situaciones que no tienen ni pies ni cabeza.Me tienen frita con Carlos y el secuestro del niño con el cual llevamos,3 semanas? y sin vistas de resolverse.Me tienen frita con los Mirañar.Era el coche,luego las bicis y ahora el maldito cinturón eléctrico (guionistas,lo poco agrada y lo mucho enfada...tienen mas protagonismo los Mirañar que Raimundo y Francisca...no lo concibo) Necesito que la historia avance y siento que está estancada.El capítulo de hoy sin ir más lejos,me ha parecido soporífero y sin sustancia.Solo destaco a mi Rai vestido de mendigo ayudando a Pepa como si se tratara de su hija.Este hombre vale un potosí.

lna,me ha encantado ese Alejandro dejándose llevar. Esa Alicia que a pesar de su orgullo,no puede resistirse a ese hombre.Necesito escenas así,divertirme y soñar viendo una serie,que para dramas y problemas ya tiene bastante la vida diaria.Que a pesar de que a una le rompieran el corazón,le encanta ver que el amor triunfa y perdura en el tiempo,como el de Raimundo y Francisca.En serio guionistas que no es tan difícil.Sino,pasaros por aquí y tomad nota de algunas ideas.
Por otra parte,te digo lna que no estés triste.Las despedidas son difíciles,pero no definitivas (al menos no todas!) y siempre se puede mantener el contacto.Es lo que nos toca a los que nos tenemos que estar moviendo de un lugar para otro hasta que consigamos nuestra ansiada plaza...pero en fin,se dejan a unas personas y se conoce a otras y eso no significa que nos olvidemos de las anteriores.Todo ello enriquece la vida...

Arreglado

mariajo,que se me había olvidado comentar tu relato! Me encanta hija,ahora quiero también sofá encuentro como dije las posibilidades entre ellos son infinitas.
Me encanta cómo escribís chicas! Estáis hechas toda unas artistas
mariajo,sigue...

OLÉ MIRI!!! qué pasada!!
quiero esta escena ya.En serio que contrato a María y Ramón para que graben esto.Necesito verlo en pantalla

guionistas,apiadaos de nosotras por favor

Madre míaa, Miriii, niñaaaa... ¿Y después decís que mis escenitas Rai-Paca son la leche? JODER... Me has dejao con un nudo en el estómago, jajaja. Menuda pasiónnn

Jejejeje... después os contaré yo algo sobre los masajes ;-)

he leido MASAJES?????

chicas,es que creo que voy a empezar a escribir yo también que me dais envidia jajaja
me estoy "barruntando" algo...

Bueno Ina, es que te repito siempre lo mismo pero es que hija, de verdad me dejas con la boca abierta, chica que morbazo me da el Alejandro me lo imagino todo mojado con las gotitas de agua calléndole del pelo, los ojos oscuros más oscuros aun y en plan morreo y uf, que quieres que te diga, que estoy como el mango de una sarten. Ahora lo interesante del tema es ver que pasa a continuación por que claro una cosa es el calentón y otra cuando se pasa, con lo tercos y orgullosos que son los dos vamos a ver quien cede y reconoce primero QUE ESTA ENAMORADO.

Miri, niña que pasión, yo veo eso en pantalla y directamente me tienen que ingresar en la UCI.
Que bonito lo que has escrito de Sole y Paca yo pensaba que en la serie le iba a decir que no fuera como ella pero nada, a ver si se lía con el Sebas y se le vuelve a dulcificar el caracter

Del capítulo de ayer ni me molesto en comentar, que Raimundo aunque salga vestido de Lola Flores o de bombero torero nos tiene loqutas es de sobra sabido. El capítulo un coñazo y una mierda, vamos como casi siempre, que ya no es sólo la trama de Rai y Paca, es que las demás también son un auténtico pufo.

Keraaaaa tus deseos son órdenes, ahí va el sofaencuentro


Francisca se levantó del sofá quedando de pie frente a él con su mirada oscurecida por la pasión y el deseo, sin apartar los ojos de su cara fue desabrochándose uno a uno los botones de su blusa.
- ¿Qué…que estás haciendo?-Raimundo sentía que le costaba hablar, ver como se estaba desnudando delante de él lo estaba volviendo loco.

Ella vio su mirada, devorándola y se sintió poderosa, terminó de desvestirse y se acercó a él
- Voy a hacer el amor contigo Raimundo Ulloa hasta que me olvide de mi nombre- le dijo susurrando- hasta que la locura haga que estos treinta años se borren de mi memoria, hasta que este maldito mundo explote porque lo único que he querido desde el día que me dejaste es volver a estar contigo.

No lo pudo resistir más y la atrajo hacia él tumbándola sobre su cuerpo, recorriendo con sus manos cada centímetro de su piel mientras la besaba hasta perder el sentido, solo el peligro de ahogarse hizo que se separaran. Pensó que su corazón explotaría de amor y de pasión cuando vio la sonrisa que le estaba dedicando, tierna y dulce que contrastaba con sus ojos velados de deseo y pidió a Dios, al destino o a quien fuera que ese momento durase para siempre, ese instante merecía toda una vida y ya no quería vivir si no era con ella.

Francisca sentía que las manos le dolían, necesitaba tocarlo, sentirlo así que lentamente lo fue desnudando, acariciando cada centímetro de piel que aparecía, leyendo de nuevo ese cuerpo que tan bien conocía. Raimundo creyó que había perdido definitivamente la razón cuando ella empezó a repartir besos por todo su cuerpo, a seguir con su lengua el rastro de sus manos, necesitaba hacerla suya estar en ella y con ella.

Francisca adivinó sus intenciones, se apoyó en su pecho beso su boca y lo guio hasta sentirlo dentro, no pudo evitar un gemido que sonó a música celestial en los oídos de él, comenzaron a moverse acompasados mirándose a los ojos nublados por el deseo, Francisca gritó su nombre cuando la pasión la alcanzó dejándola sin aire. Se aferró a sus hombros y se olvidó de cualquier otra cosa que no fueran ellos dos. Raimundo se unió a ella, atrayéndola hacia sí y susurrando su nombre a su oído, haciendo que Francisca se estremeciera en lo más profundo de su ser.

Francisca se apoyó en su pecho mientras Raimundo la acariciaba, levantó la cabeza y sus ojos se encontraron. Sonrieron y se besaron, no dijeron nada, de nuevo las palabras no eran necesarias.