FormulaTV Foros

Foro El secreto de Puente Viejo

Subforo La Casona

El Rincón de Francisca y Raimundo:ESTE AMOR SE MERECE UN YACIMIENTO (TUNDA TUNDA) Gracias María y Ramon

Anterior 1 2 3 4 [...] 35 36 37 38 39 40 41 [...] 376 377 378 379 Siguiente
#0
samureta
samureta
08/06/2011 23:44
elrincondefranciscayraimundoesteamorsemereceunyacimientotundatundagraciasmariayramon

TODOS SUS VIDEOS
elrincondefranciscayraimundoesteamorsemereceunyacimientotundatundagraciasmariayramon

REDES SOCIALES
elrincondefranciscayraimundoesteamorsemereceunyacimientotundatundagraciasmariayramon
elrincondefranciscayraimundoesteamorsemereceunyacimientotundatundagraciasmariayramon


elrincondefranciscayraimundoesteamorsemereceunyacimientotundatundagraciasmariayramonelrincondefranciscayraimundoesteamorsemereceunyacimientotundatundagraciasmariayramon


No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.

[/b]
#741
neca12
neca12
18/08/2011 15:47
gracias por todo lna!! eres genial :)) aunque todo lo bueno se acaba nos dejas todos esos buenos momentos con rai y paca jajajaja ^^
#742
Abril 22
Abril 22
18/08/2011 18:46
Mañana Escenaaaaaaaaaaaaaaaa Paca-Rai en la Casonaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
#743
Lua23
Lua23
18/08/2011 18:49
lna muchísimas gracias por tu historia.....el título me encanta. Gracias a tus relatos hemos podido entretenernos e ilusionarnos con que esta pareja tendrá un buen final.
#744
mary14578
mary14578
18/08/2011 18:50
Mañana la escena!! aventura ser GRANDE! como ellos.
#745
lnaeowyn
lnaeowyn
18/08/2011 23:48
Chicas, como no me gusta naaada que este hilo baje de donde debe estar (arribaa arribaa)... se me ha ocurrido algo que espero os gustará....

Eres mi verdad…

Francisca Montenegro no lo entendía. Por más que su madre, su padre, Rosario, el cura y toda la gente respetable de la comarca se lo dijese, simplemente no lo entendía. No acababa de ver el sentido a aquello. Su distinguida madre se lo había repetido un millón de veces. “- Francisca, hija, recuerda que eres una Montenegro.-“ Había oído esa frase desde que tenía memoria y desde luego que lo recordaba. No lo olvidaría nunca, de eso estaba segura. Y eso le había dicho a su madre, mientras ella la miraba severamente. Su padre también la miraba, pero pese a que en su rostro quería dibujarse un digno enfado, Francisca sabía que tras aquella máscara pretendía asomar una tierna sonrisa.
- Francisca…- volvió a llamarla su madre.
Ella volvió a mirarla.
- ¿Has comprendido lo que te he dicho?- le preguntó severa.
- Sí, madre.- contestó como en una letanía.
- Pues repítemelo.- exigió ella.

Francisca reprimió el impulso de resoplar. Alzó la cabeza y una de sus largas trenzas calló por su espalda.
- Soy una señorita de alta alcurnia y como tal, debo conducirme. No debo correr por el campo, ni saltar vallas, ni trepar a ningún árbol. No debo juntarme con los muchachos del pueblo ni mucho menos jugar con ninguno de ellos. Siempre llevaré la cabeza alta como corresponde a mi clase y, a partir de ahora, dedicaré mi tiempo a los quehaceres propios de mi condición.- repitió casi sin detenerse a respirar.

Su madre le clavó una severa mirada. Una cosa estaba clara. Esa muchacha tenía una asombrosa memoria.
- Bien, espero que todo eso entre no sólo en tu cabeza, sino también en tu alma. ¿Entendido?
- Sí madre.
- Ahora puedes retirarte.

Francisca obedeció. Mientras se marchaba, pudo advertir una levísima sonrisa en el rostro de su padre que le hizo sentirse mucho mejor. Una vez que se hubo ido, Alejandro Montenegro miró a su esposa.
- Querida, ¿no crees que eres demasiado severa con ella?
- En absoluto.- ella le miró fijamente.- ¿Olvidas que es la única heredera de nuestra familia? No permitiré que nos deshonre. Quiero que sea una digna sucesora.
- Ya lo es.- insistió él.- Francisca es una muchacha despierta e inteligente.
- No lo dudo, pero no se conduce como debería hacerlo una señorita de buena familia.- rebatió ella.- ¿Acaso es propio de la heredera de los Montenegro que dedique su tiempo de ocio a corretear por los prados como una vulgar campesina?
- Elena, sólo tiene diez años.
La mujer le miró fijamente.
- Con diez años yo era una señorita bien educada, que sabía estar como correspondía. No me dedicaba a trepar a ningún árbol.

Un destello malicioso brilló en los ojos oscuros de Alejandro.
- Te creo, querida. Pero Francisca es una chiquilla llena de energía. Tiempo habrá para que esté sentada bordando sin replicar.- dijo con una sátira amarga.
Elena miró a su marido.
- Alejandro, la culpa de que Francisca sea así la tienes tú. Jamás la regañas por su comportamiento. ¿Qué quieres? ¿Qué se convierta en una joven sin educación, sin distinción? Así no logrará hacer un buen matrimonio.

Alejandro sintió que se lo llevaban los demonios. Siempre le pasaba eso. Odiaba pensar que todo el futuro de su hija se reducía a casarse con un buen partido que se encargase de su patrimonio y que ella enterrase toda su vitalidad, toda su energía y su inteligencia bajo una apariencia de dulce docilidad. Él adoraba a su hija tal como era. Pero sabía que, por más que lo intentase, todo estaba en su contra. Su mujer tenía razón. Francisca debería casarse, simplemente porque en 1864 una mujer no podía ser dueña de ningún patrimonio, ni mucho menos hacerse cargo de él, por muy heredera que fuese. Elena meneó la cabeza, entre desesperada y resignada.
- Si al menos… hubiese podido darte un heredero varón.
Los ojos de él relampaguearon.
- Ningún heredero varón valdría más que ella. Así que no vuelvas a decir una cosa así.- la fulminó con la mirada.- Deberías sentirte mucho más orgullosa de ella.

Ella le miró entre sorprendida y temerosa. Alejandro Montenegro le dedicó una última mirada, entre furioso y decepcionado. Después se marchó.

Francisca entró en su habitación y cerró la puerta. Por fin se permitió el lujo de resoplar. Últimamente, lo hacía a menudo. Eso sí, en ausencia de su madre. Para ella una jovencita jamás debía resoplar, ni maldecir, ni fulminar con la mirada ni reírse a carcajadas. Elena Montenegro era una auténtica devota del silencio y la compostura. Francisca meneó la cabeza. No le dedicó más pensamientos a la rigidez de su madre. Era algo que había acabado aceptando con tanta naturalidad como que el sol aparecía todas las mañanas. Paseó la vista por su habitación y vio el bastidor. Bufó. Odiaba con toda su alma aquel maldito bastidor, así como odiaba bordar. Pero sabía que si su madre comprobaba que no había avanzado en la labor, recibiría otra reprimenda. Lo tomó con desgana y empezó con la tarea. Sin embargo, enseguida su mente se desconectó de las puntadas al oír un ruido de pasos. Dejó el bastidor a un lado y abrió la puerta, asomándose cuidadosamente. Sonrió al ver a la persona que avanzaba por el corredor.
#746
lnaeowyn
lnaeowyn
19/08/2011 00:07
Jajajjaa, Miri... no es Raimundo el que avanza por el corredor... carcajada Todo a su tiempo... guiño

Y en cuanto a la escena de mañana... mmmmm, tengo que pensar...
#747
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 00:10
joer Ina, yo que cuando terminaste la de mi destino eres tu pensaba que podría volver a acostarme a horas razonables y me encuentro que empiezas otra y ya me he enganchado, que bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen.
Me apunto a lo que ha dicho Miri del relato sobre las escenitas, ANÍMATE ARTISTA
#748
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 00:20
ja ja Miri, ¿ya empezamos con los ataques de ansiedad?, Ina,no se si crearte un club de fans pero sólo aceptaremos a las que tengan los nervios y el corazón a prueba de bombas
#749
lnaeowyn
lnaeowyn
19/08/2011 00:34
Jajjajajaja, aaaay, madre, la que he liaooo. Mmm, por partes.

Dejó el bastidor a un lado y abrió la puerta, asomándose cuidadosamente. Sonrió al ver a la persona que avanzaba por el corredor.
- ¡Rosario!...- susurró.
La muchacha se sobresaltó al oír su nombre y se volvió.
- Dígame, señorita.
Francisca frunció el ceño.
- ¿Señorita? Rosario, que soy yo.
- Ya lo sé, señorita, pero su señora madre quiere que la llame así. – respondió la muchacha, mirando inquieta alrededor.- La última vez que me oyó llamarla Francisca casi me da con la vara.
Francisca la miró y puso los ojos en blanco.
- Bueno, ya sabemos cómo se las gasta mi madre.- le guiñó un ojo cómplice.- Delante de ella llámame como mejor consideres, pero entre nosotras, siempre seremos Rosario y Francisca, ¿de acuerdo?
Rosario sonrió.
- De acuerdo. Y ahora dígame qué quería.
- Pues… - Francisca remedó un puchero. Rosario reprimió una sonrisa de cansancio, como si adivinase sus pensamientos.- Es que… fíjate qué día tan hermoso hace y yo… tengo que estar aquí encerrada y bordando.
La jovencísima criada meneó la cabeza.
- Ah, no eso sí que no, señorita. No pienso encubrirla otra vez. Su madre nos pillará y nos dará con la fusta a las dos.
- Por favor…- suplicó Francisca, componiendo su mejor cara de pena.- Te lo suplico, Rosario. Tú bordas muchísimo mejor que yo… Y madre no se enterará…
- Precisamente por eso se enterará, Francisca.- repuso Rosario, resignada. Ya sabía que aquella guerra la tenía perdida.- Debería practicar.
No quería mirarla a la cara. La buena de Rosario sabía que si lo hacía, Francisca la desarmaría con esa carita de súplica.
- Por favor… Rosario. Tú eres la única y verdadera amiga que tengo. ¿Vas a permitir que me quede aquí toda la tarde intentando clavarme la aguja en un dedo? ¿Serías capaz de dejarme morir desangrada?- añadió con un gesto tan teatrero que Rosario apenas pudo contener la sonrisa. Finalmente suspiró.
- Está bien…- dijo Rosario derrotada.
Francisca casi saltó de alegría. Sin más, abrazó a una sorprendida Rosario y se dispuso a correr escaleras abajo.
- Señorita, que su madre está abajo…- empezó la muchacha escandalizada y aterrada.
Francisca se volvió. Entró de nuevo en su habitación y abrió la ventana. Rosario creyó morir ante la idea que le cruzó por la cabeza.
- ¿No pensará…?
- Tranquila, Rosario. No es la primera vez que lo hago.- Francisca le sonrió traviesa.

Antes de que la sorprendida y fiel criada pudiese reaccionar, Francisca se descolgó con sobrado arrojo por la ventana. Caminó cuatro pasos por el tejado y saltó al seto. Se volvió, le guiñó un ojo a una atónita Rosario y echó a correr.
#750
Artemisilla
Artemisilla
19/08/2011 00:42
Ina.... ¡VIVA LA MADRE QUE TE PARIÓ! Gracias por seguir escribiendo!! ¿Rosario y la Paca amiguitas? Anodadada me hallo...
#751
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 00:49
Jo con la paquita, una enana y ya apuntaba maneras, pero me mola pensar como hubiera sido Francisca si el destino no se hubiera puesto en su contra, no se por que pero presiento que en muchos chozoencuentros sería ella la que se comería al Rai, desde luego, ella "estaría por encima", ¿no Miri?
#752
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 01:03
pues no lo veo yo tan claro por que en la megaescena de la declaración es ella la que enseña primero sus sentimientos diciéndole que él era lo único real de su vida, a mi no me extrañaría que en un momento dado fuera ella la que se lanzara, le va al caracter del personaje peeeerooooo, como los guionistas son hombres seguro que el que se lanza es el Rai.
En cuanto a lo del chozoencuentro me refiero a que si a Francisca la vida no la hubiera golpeado así, no la veo yo dejándose dominar por nadie en ningún aspecto de la vida , ni en el amor, ni en el sexo, ni en los negocios y que por el caracter que le imaginamos, en muchísimas ocasiones sería ella la que llevara la iniciativa, vamos que se comería al Rai enterito si o si
#753
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 01:16
pues yo te digo que si él la va a rescatar (quiero avance yaaaaaaa), es ella la que se lanza.
de todas formas a los guionistas ya les vale, por que después de eso del te quiero presente se han hartado de ponerlo en pasado: cuando habla con Emilia o cuando va a consolarla por lo de Tristan y la verdad es que chirria un poquito
#754
lnaeowyn
lnaeowyn
19/08/2011 01:17
Una severa voz resonó por las gruesas y altas paredes del enorme caserón.
- ¡Raimundo Ulloa!
- Sí, padre.- dijo una voz entre resignada y temerosa.

Fernando Ulloa miró a su hijo con una mirada que hacía temblar a las piedras. El muchacho tragó saliva, pero permaneció inmóvil sin apartar la vista. Su padre pareció enfurecerse al comprobar que le mantenía la mirada. Pero también se sintió complacido por esa muestra de valor. Avanzó muy serio hacia el chiquillo y alzó una mano ante él. Raimundo tragó saliva. En la mano sostenía su libro favorito. Veinte mil Leguas de viaje submarino, de Julio Verne.
- ¿Se puede saber qué es esto?
- Un… ¿libro?- dijo con un leve rastro de ironía. Se arrepintió en el acto. Su padre se acercó y le golpeó en la cabeza con el canto del libro.
- Muy gracioso.- dijo, sin pizca de humor. Le miró furioso.- ¿Cuántas veces te he dicho que leer es un pasatiempo nada adecuado para un heredero de la fortuna de los Ulloa? A tu edad, yo era el mejor cazador de toda la comarca, y montaba a caballo mejor que muchos mozos que me doblaban la edad. Y ¿tú?, mírate.- le dijo, humillándolo.- Solo te falta bordar… - terminó hiriente.

Raimundo sintió que una lágrima asomaba a sus ojos. Pero la tragó con su orgullo. Estaba acostumbrado a ese trato por parte de su padre. Aunque… a decir verdad… siempre le dolían sus palabras.
- Padre, yo…- intentó empezar.
- ¡No he terminado!- su padre avanzó hacia la chimenea y sin más, arrojó el libro al fuego.

El muchacho creyó morir al ver que su amado libro se deshacía en cenizas y las lágrimas se acumularon en sus ojos. Eso puso más furioso aún a su padre. Se acercó amenazador, apuntándolo con un dedo.
- Escúchame bien, porque no lo pienso repetir. Eres mi heredero. En tus manos acabará toda la riqueza de los Ulloa. Y no pienso permitir que quien la reciba sea un maldito mocoso que llora por un libro. ¡Entendido!
- ¿Qué está pasando aquí?
Fernando Ulloa se volvió. Raimundo también y sus lágrimas se aliviaron al ver entrar a su tío. Esteban miró a su sobrino, y después a su hermano.
- Lo que pase aquí no es de tu incumbencia.- dijo Fernando mirándolo con desprecio.
- Te equivocas, sí lo es.- contraatacó su hermano.- Raimundo es mi sobrino y sí es de mi incumbencia.
Los ojos de su hermano relampaguearon de odio. Raimundo sintió que le desgarraban el corazón.
- ¡Basta ya!- gritó el muchacho.
Los dos hombres se volvieron sorprendidos ante el arranque del chico. Esteban le miró preocupado.
- Raimundo…- empezó, estirando una mano hacia él.
El chiquillo miró a su tío, tragando sus lágrimas. Después miró a su padre. Sintió que la ira hervía en sus venas y le miró desafiante. Fernando lo notó.
- Ven aquí ahora mismo.- le advirtió.
El muchacho en lugar de obedecer, dio media vuelta y echó a correr con todas sus fuerzas.
#755
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 01:26
Si se enrollaran la madre de Francisca y el padre de Rai de esa unión nacería el anticristo, joer que dos.
Que dulce mi chiquitín, a ver si ese par se encuentran pronto, ellos no lo saben pero la rueda del destino ha empezado a girar...
#756
Lua23
Lua23
19/08/2011 01:53
Ayyyy, Gracias lna....que ilusión que vuelvas a escribir, ya estoy enganchada a la nueva historia.
Si...yo también pensé que podía haber dicho "siempre te quise"....lo que significa que nunca la ha dejado de querer y se lo estaba diciendo!!!!
Que ganas de que llegue mañana....espero que la escena sea muyyyy buena :D
#757
lnaeowyn
lnaeowyn
19/08/2011 02:06
Francisca caminaba feliz por el sendero. El día no podía ser más hermoso. Siempre le había gustado mucho el otoño, más incluso que la primavera. Los árboles se teñían de un amarillo tan intenso como el oro de las joyas de su madre. Echó una mirada sobre sus hombros, viendo como la Casona se empequeñecía en la distancia. Respiró hondo y echó a correr elevando los brazos como si volase. Si su madre la viese, le daría un síncope. Sólo de pensarlo rompió a reír.

Atravesó el pequeño puente y siguió su camino, cogiendo unos cuantos lirios del lecho del arroyo. Caminó sin rumbo definido, colocándose un lirio en cada trenza. De pronto reparó en que se había alejado bastante de su casa. Bueno, tampoco pasaba nada. Conocía los caminos como la palma de su mano. Sin embargo, un aleteo de inquietud la dominó. Frente a ella se encontraban los muros del caserón de los Ulloa. Su madre pondría el grito en el cielo si supiera que se había acercado hasta allí. Pero eso no era sino un aliciente para su rebelde y traviesa cabeza. Miró con suma curiosidad aquellas altas paredes mientras paseaba. De pronto, algo llamó su atención. Había un bellísimo castaño en el patio dentro de la mansión. Tan alto era que sus ramas sobresalían sobre el muro. Sus hojas tenían el color del oro y estaba lleno de suculentos erizos que empezaban a asomar el fruto. Francisca sonrió feliz. Le encantaban los árboles, especialmente trepar a ellos. Y aquel árbol parecía llamarla a gritos. Se quedó inmóvil. Podía oír a su madre claramente en su conciencia, pero la tentación pudo con ella.

Se acercó con precaución, mirando a todos lados. No había nadie. Alzó la mirada hacia el muro y, respirando hondo, empezó a trepar por él. Enseguida alcanzó la primera rama del castaño y se sentó en ella. Era realmente precioso. Se puso en pie cuidadosamente en la rama y, con suma facilidad, saltó a la siguiente. De pronto, se quedó paralizada al ver que no estaba tan sola como ella creía. Justo debajo había un muchacho, sentado en una de las raíces del enorme castaño. Francisca se quedó totalmente inmóvil. El chico estaba contemplando el suelo cabizbajo. Por un momento, sintió una irrefrenable curiosidad. Pero después, su sentido común se impuso. Empezó a retroceder sigilosa. Pero una pequeña ramita la hizo tropezar. La ramita se rompió con estruendo y ella acabó sentada en la rama mayor, maldiciendo por lo bajo.

Raimundo se sobresaltó al oír un ruido sobre su cabeza. Alzó la mirada y se quedó perplejo. Una niña de aproximadamente su misma edad estaba colgando literalmente en una rama del castaño. La miró con la boca abierta. La muchacha, pese a lo embarazoso de la situación, le miró alzando la orgullosa cabeza, sacudiendo con el movimiento sus dos hermosas trenzas.
- ¿Qué… estás haciendo tú aquí?- le preguntó la chiquilla.
Raimundo alzó una ceja, sorprendido.
- Eso debería preguntártelo yo, ¿no crees?
#758
lnaeowyn
lnaeowyn
19/08/2011 02:13
Totalmente de acuerdo. "Siempre te he querido" dura hasta el momento presente... Así que... blanco y en botella.
#759
lauSP
lauSP
19/08/2011 02:26
ja,ja,.... pero si es Ina que vuelveeeee al ataque retrocediendo en el tiempooooo!!!!!
¡ QUE FANTASTICA IDEA HAS TENIDO.... porque ya te echaba de menos, a tí y tu historia!
Esta visto que hoy no me acuesto,ja,ja. primero el trivial y ahora ESTOOOOOO. Lo leo y mañana te digo.
Ina UN BESAZO. Buenas moches.
#760
mariajo76
mariajo76
19/08/2011 08:55
por fin se han conocido que bien, a ver por dónde va tu historia que me tienes pillada.
Chicas que sí, que en ese capi dice siempre te he querido pero en los demás, cuando habla de eso habla en pasado, lo que me parece una cagada por parte de los guionistas por que todas sabemos que SE HAN QUERIDO, SE QUIEREN Y SE QUERRÁN por siempre jamás.
Por cierto Ina , ya tienes el título de la historia ¿no?, tu misma lo has dicho, SIEMPRE TE HE QUERIDO

Edito: Y hoy por fin escena y avance, no puedorrrrrrrrrrrrr
Anterior 1 2 3 4 [...] 35 36 37 38 39 40 41 [...] 376 377 378 379 Siguiente