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El Rincón de Francisca y Raimundo:ESTE AMOR SE MERECE UN YACIMIENTO (TUNDA TUNDA) Gracias María y Ramon

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samureta
samureta
08/06/2011 23:44
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No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.

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#541
Abril 22
Abril 22
10/08/2011 23:36
Joder a la doña le crecen los Castro. Soledad es la Heredera de no haber Varón. Grande será esa Justicia Poética!!!
#542
mariajo76
mariajo76
10/08/2011 23:58
chicas una pregunta ¿algo que destacar del capi de hoy? Si no ha pasado nada importante ni a Paca ni a Rai (juntos o por separado)paso de verlo
#543
mariajo76
mariajo76
11/08/2011 00:10
de verdad que no lo entiendo, llenan minutos y minutos con los mirañar, los anarquistas que parecen la banda de curro jimenez pero en cutre, y y con todo dios ya ellos nada cuando por la calidad de los actores y la historia tan magnífica podrían sacarles mucho jugo, pero nada ESTO ES UNA MIERDA
#544
lnaeowyn
lnaeowyn
11/08/2011 00:10
Oído cocina, jejeje.... En un ratito subo algo.
#545
Abril 22
Abril 22
11/08/2011 00:54
Yo de la Doña con Soledad no me fío esta trama Algo y no lo de que vea al Imbécil de Juan con la Osea Algo Algo!!!

Pues a ver si la Doña va dnde los Mirañar y ve al Ulloa otra no se me ocurre de momento!
#546
lnaeowyn
lnaeowyn
11/08/2011 01:24
Raimundo estaba limpiando con un paño una de las mesas. Era la tercera vez que lo hacía, pero no parecía darse ni cuenta de que la mesa estaba ya reluciente. Emilia le miró preocupada. Sabía que desde que Francisca había tenido la amenaza de aborto, su padre vivía en un sin vivir. Sin embargo, pese a que comprendía su preocupación, había algo que no le encajaba. El susto ya había pasado, pero Raimundo seguía con ese rostro tan grave. Como si barruntase que algo no iba bien.
- Padre, que acabará sacándole el barniz a la mesa.- dijo la chica, por fin.

Raimundo pareció despertar de su mundo y su mirada fue de la mesa a su hija. Emilia le miraba inquieta.
- Padre, ¿se encuentra bien? ¿Qué le pasa?
- Nada, nada.- Raimundo se dirigió a la barra.- No es nada. Sólo pensamientos que le rondan a uno. Pero no te preocupes.

Emilia suspiró. Cuando Raimundo Ulloa echaba el cierre a su alma, era condenadamente difícil hacer nada. Sabía que si le seguía preguntando, acabarían discutiendo.
- Está bien, como quiera, señor “más tozudo que las mulas”.- dijo la chica.- Pero si necesita desahogarse sus preocupaciones, ya sabe dónde estoy. Y si es por Francisca, no se preocupe. Pepa ha dicho que ya estaba perfectamente.
Raimundo sonrió cariñoso a su hija.
- Gracias, hija. No te preocupes, que no es nada.

Emilia meneó la cabeza. Tomó la jarra de vino y se marchó, aunque no muy convencida, a servir una mesa. Raimundo la siguió levemente con la mirada y después volvió a sus pensamientos. Sabía que tenía que hablar con Francisca sin más tardanza. Pepa le había dicho que aquel aborto afortunadamente frustrado había sido consecuencia de un enorme disgusto que se había llevado su mujer. Conocía a Francisca tanto como conocía la palma de su mano, y sabía que ni un pelotón de fusilamiento era capaz de atemorizarla. Que algo lo hubiera hecho significaba que, fuese lo que fuese, ese algo era muy grave. Y no podía esperar más para averiguarlo. Se quitó el delantal, dispuesto a ir a la Casona de inmediato. Sin embargo, una voz le detuvo.
- Vaya, vaya, Raimundo Ulloa, cuánto tiempo…
El aludido se volvió. Se quedó de piedra al ver…
- Alonso… Castro.
- Es agradable que la gente recuerde tu nombre… después de tanto tiempo.- dijo sonriendo falsamente.
- Siempre se recuerdan los nombres de las grandes personas.- dijo Raimundo con voz de acero.- o los de los canallas.

Alonso sonrió. Ese Ulloa no había cambiado nada. Le estaba clavando los ojos con un nada disimulado odio.
- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás en Asturias, velando por el patrimonio de los Castro?
- A decir verdad, mi viaje a Puente Viejo responde a mis desvelos por nuestro patrimonio. – respondió.- Ayer, sin ir más lejos, hice una visita de… cortesía a la Casona. Por cierto, mis felicitaciones por tan… hermoso “enlace”.- dijo sarcástico.
Raimundo creyó que se le helaba la sangre.
- ¿Ayer? ¿Estuviste en la Casona??
- En efecto. Le presenté mis respetos a Francisca. La he encontrado estupendamente. Parece que el matrimonio le sienta de maravilla.

Raimundo apeló a toda su fuerza de voluntad para no romperle la cara a ese desgraciado. Ahora entendía todo.
- ¿Qué… fuiste hacer a la Casona?- preguntó despacio y amenazador.
- Te lo acabo de decir.- respondió él midiendo cuidadosamente la reacción de Raimundo.- Le presenté mis respetos a Francisca… y de paso, aproveché para decirle que… todo el patrimonio que hasta ahora ha estado manejando, pasará felizmente a mis manos.
- ¿De qué demonios hablas?- preguntó Raimundo.
- Curioso, ella también me hizo esa misma pregunta.- respondió sarcástico.- Al dejar de ser la viuda de mi hermano y casarse contigo, ha perdido automáticamente todos los derechos sobre el patrimonio de los Castro.
- Ese patrimonio corresponde a Tristán.- dijo Raimundo, con los ojos llameantes.
Alonso rió hipócrita.
- ¿Tristán? ¿Te refieres a Tristán Ulloa Montenegro?- preguntó, recalcando el apellido. Raimundo apretó los dientes.- Lo sé todo. Yo soy el único heredero que queda de los Castro, después de que la zorra de tu mujer acabase con mi hermano y mi sobrino. Y ahora, mira tú por dónde, esa maldita Montenegro recibirá su merecido. Todo acabará en mis manos, incluso sus propiedades.- Raimundo le fulminó con la mirada.- Sí, incluso la Casona. Francisca va averiguar cómo se siente ser una vulgar campesina… qué curiosa es la vida, ¿verdad?

Raimundo estaba paralizado por la rabia. Alonso rió suavemente, acercándose maligno.
- Oh, lo siento. Sé cuánto la amas. Sí, siempre lo has hecho, ¿cierto? Incluso cuando mi hermano se casó con ella. Sé que la abandonaste estando embarazada para evitar que lo perdiera todo. Tiene su gracia… - le miró, malvado.- ¿Qué vas a hacer ahora, Ulloa? ¿Serías capaz de volver a …abandonarla si te prometiera que no la echaría de la Casona? – rió suavemente. - ¿Lo harías?

De pronto, todos los demonios se llevaron a Raimundo Ulloa. Antes de que nadie pudiese advertir qué estaba pasando, Raimundo se acercó a Castro y le descargó tal puñetazo en su aristocrática cara que lo estrelló sobre una mesa llena de jarras de vino. Se hizo un silencio sepulcral entre todos los parroquianos que en ese momento estaban en la taberna. Alfonso y Emilia estaban con la boca abierta ante lo que acababan de presenciar. Raimundo les ignoró. Se acercó al maltrecho Castro y lo levantó de la solapa de la chaqueta.
- Lárgate de aquí… o te juro que te mataré aquí mismo.

Alonso por un momento temió por su vida. Pero le miró desafiante.
- Esto no quedará así.
- Puedes apostar a que no.- le contestó Raimundo. Después se volvió, aún agarrándolo.- Alfonso.
Su yerno adelantó un paso.
- Dígame, Raimundo.
- Saca a esta escoria fuera y que no vuelva a poner los pies aquí.

Alonso se soltó. Raimundo y Alfonso le miraban amenazadores. Finalmente, se marchó, acariciando su maltrecha mandíbula.
#547
mariajo76
mariajo76
11/08/2011 01:33
ESO ES UN HOMBRE más os..as le hubiera metido yo, je je pa mi genio el Alonsito, le iba a dar hasta en el carnet. Pero a este que le pasa que no se entera de que existe Soledad, hija directa de Salvador y ...Martín, claro me olvidaba de él, es hijo de Carlos Castro y por lo tanto también puede heredar.
Te diria que siguieras pero ya no son horas.
Por fa Ina, mete en el relato que le dan una paliza a ese cretino, es que lo tengo delante y le reviento la jeta.
Uf como me he cabreado
#548
Artemisilla
Artemisilla
11/08/2011 01:41
Porque es un tabernero excelente, porque es un marido excelenteeee, y siempre lo será!!! Aúpa mi Rai!! Por cierto, me ha encantado lo de "su aristocrática cara", me he partido!!

Sigue así, que me tienes enganchadita a tu historia!!
#549
lnaeowyn
lnaeowyn
11/08/2011 16:23
Tristán y Pepa miraban sorprendidos a una locuaz Emilia, que les relataba con pelos y señales lo ocurrido aquella tarde en la casa de comidas.

- ¿Y dices que padre le soltó un puñetazo delante de todos los clientes?- preguntó Tristán, sin poder creerlo.
- Lo que oyes, hermano… y ¡menudo puñetazo! Lo mandó volando hasta una de las mesas. Juraría que por el camino le cayeron unos cuantos dientes.- Emilia sonrió sin poder ocultar el orgullo por su padre.

Pepa miró a Emilia, con una súbita sospecha.
- ¿Cómo era ese hombre?- le preguntó.
- Pues alto, delgado, con el pelo oscuro, algo más joven que padre… y en su rostro había una especie de… maldad escondida tras una sonrisa caballerosa y falsa. – Emilia sintió un escalofrío.- En cuanto le vi aparecer por la casa de comidas, me dio una horrible mala espina.

Pepa se quedó mirando al vacío, con el rostro pensativo y grave.
- La descripción de ese hombre concuerda con la de Rosario… - meditó, como si estuviese hablando sola.- Alonso Castro…- murmuró. Ellos la miraron sorprendidos.
- ¿De dónde has sacado ese nombre, amor?- preguntó Tristán, súbitamente alarmado.
Pepa clavó sus ojos en los de Tristán.
- Ayer, cuando fui a atender a Francisca, me dijo que ese individuo, llamado Alonso Castro, se había presentado en la Casona para amenazarla con quitarle todo. Ese disgusto casi hizo que tu madre perdiese al niño.

Tristán y Emilia la miraron con las caras llenas de sorpresa y temor.
- ¿Y quién es ese Alonso Castro?- preguntó Emilia aprensiva.
Tristán tragó saliva.
- El hermano menor de Salvador Castro. Mi supuesto tío.

Los tres jóvenes se miraban. Toda suerte de pensamientos, cada cual más inquietante, les rondaban por la cabeza. Tristán tomó a Pepa por los hombros.
- Y…¿dices que madre dijo que él la había amenazado con quitarle todo? ¿A qué se refería exactamente?
- No lo sé, Tristán. No quise preguntar más. Tu madre estaba en un estado de nervios nada bueno. Lo único en lo que me centré en ese momento fue en tranquilizarla.

Tristán asintió, comprensivo. Después miró a su hermana.
- Y, ¿padre no te dijo nada?
- Ya le conoces. Cuando ese tipejo se marchó, padre estaba que se le salían los demonios por los ojos. No era el momento de preguntar nada. Y ni aún ahora creo que sea el momento.

El joven capitán meneó la cabeza.
- Tal vez tengas razón, Emilia, pero yo no puedo seguir sin saber qué está pasando. No me gusta nada todo esto. Tengo un… mal presentimiento.

Pepa acarició su pelo, como solía hacer con Martín.
- No te tortures. Por hoy no podemos hacer nada más. Mañana tu madre estará completamente recuperada. Podrás hablar con ella entonces.

Tristán tomó su mano y la besó.
- Hablaremos los dos.
#550
lnaeowyn
lnaeowyn
11/08/2011 16:31
Raimundo llegó aquella noche a la Casona todavía hirviendo de rabia. Cada vez que recordaba el encuentro con el maldito Castro ardía en deseos de machacarle el rostro hasta dejárselo como el de su querido sobrino Carlos. Pero en medio de la ira, también sentía una creciente preocupación. Sacudió la cabeza. No sabía cómo, pero ese desgraciado no se saldría con la suya. Miró a su alrededor, sintiendo otra vez impulsos asesinos. Ese malnacido quería arrebatarle todo a Francisca… incluso la Casona. Raimundo sabía que perder la Casona para ella sería como perder el alma. No lo permitiría y punto. No mientras tuviese una gota de sangre Ulloa corriendo por sus venas.

Avanzó un paso hacia el salón. Francisca alzó una mirada ansiosa al verle. Se le iluminó el rostro.
- Buenas noches, tabernero.- dijo ella.- Ya me he enterado de la trifulca de esta tarde. En este pueblo las noticias vuelan.

Pese a su intento de mantener la normalidad cotidiana, Raimundo pudo percibir la preocupación subyaciendo en las palabras de Francisca. La miró, serio, taladrándola con los ojos. Francisca también le miró sin comprender y sintiendo que la inquietud crecía en su interior.
- ¿Qué te ocurre Raimundo?

Él se acercó veloz. Sin más tomó su rostro entre sus manos y la besó con toda su alma y todo su ser. Ella procuró recobrar el aliento en medio del beso, pero la sorpresa y el ansia de él se lo estaban poniendo difícil. Finalmente, se separaron.
- ¿Qué… a qué ha… venido esto?- preguntó ella en un jadeo ahogado.
Raimundo le clavó los ojos.
- Esta tarde estuvo en la casa de comidas Alonso Castro.- dijo.

Francisca creyó de nuevo que el pánico se apoderaba de ella. Tragó saliva y apretó con fuerza los puños. Raimundo la aferró de los hombros.
- Francisca, mírame. Ese desgraciado no se saldrá con la suya. Antes le mataré.

Ella sintió que una burbuja de felicidad y amor estallaba en su pecho ante las palabras de él. Las lágrimas empañaron sus ojos.
- Raimundo…- tomó aire con fuerza.- Yo…- pensó que moría al decir aquello.- Temo que sus amenazas no son vanas. Él es el único heredero que queda de los Castro y… si reclama sus propiedades…
- Pero… ¿qué último heredero ni qué niño muerto? Vale, sí, sabe que Tristán no es un Castro, pero, ¿y Soledad? ¿Acaso ella no cuenta?

Francisca negó desesperada.
- A Soledad sólo le tocaría una pequeña parte. El mayorazgo correspondía a Carlos. Muerto él y descubriéndose que Tristán no es un Castro, la herencia retorna al único hermano superviviente. Y con ella…- Francisca sentía que se le rompía el alma.- … también la Casona y todas mis tierras.

Raimundo meneó la cabeza, testarudo.
- No… el verdadero heredero es Martín. Es el hijo de Carlos. Y Tristán es su padre legal, con lo que todas las posesiones están a cargo de su familia hasta que él sea mayor de edad.
- Alonso no sabe que Martín es su sobrino-nieto.- dijo Francisca, angustiada.- Y si lo averigua, lo llevará consigo.
- Entonces, será Pepa quien lo mate… y yo pienso ayudarla.- dijo Raimundo amenazador.

Francisca sonrió en medio de su angustia. Cerró los ojos. Raimundo alzó tierno su mentón.
- Francisca, escúchame. No permitiré que se salga con la suya. Aunque sea lo último que haga.
- Tal vez… es lo que merezco.- ella sintió un puñal en el corazón. – Yo… te arrebaté todo lo que tenías y ahora…- las lágrimas rodaron por sus mejillas.
- Francisca, mírame.- Raimundo le sostuvo el mentón.- Me importa un soberano comino lo que me arrebatases porque tengo lo único que deseo en mi vida: tú.

Ella sollozó, desbordada por el amor que él le mostraba en cada palabra y en cada gesto. De repente, se dio cuenta de que lo más valioso que realmente tenía no eran sus tierras, ni siquiera la Casona. Sentiría un enorme dolor si las perdía, cierto, pero al final sobreviviría. Pero si perdiese a Raimundo… simplemente sería su muerte. No lo soportó más y lo atrajo, besándolo con toda su alma. Él la abrazó, adorándola con su boca. Francisca se separó y apoyó la cabeza en su pecho, sintiendo el poderoso latido de su corazón.
- Creo que… me costará bastante acostumbrarme a ser una vulgar campesina.- dijo resignada.
Raimundo sonrió amoroso y divertido.
- ¿Francisca Montenegro una vulgar campesina…?- él la miró con adoración.- Eso es imposible. Nada podrá jamás evitar que seas…Francisca Montenegro… esa orgullosa, ladina, astuta y deliciosa…cacique.

Se miraron. Las palabras eran superfluas. Se fundieron en un beso mucho más elocuente.
#551
Artemisilla
Artemisilla
11/08/2011 17:21
Ay mi Paca!! No quiero que le pase nada, pero verla vestida de campesina debe ser impagable!
#552
Franrai
Franrai
11/08/2011 19:54
Bueno me decido a presentarme aqui... soy nueva en el foro aunque sinceramente llevo tiempo leyendoos y estoy enteramente de acuerdo con todo lo que deciis no entiendo como los guionistas pueden desaprovechar todo el talento de estos dos actores y llevarse 20 capitulos sin ponernos ni una sola escena entre ellos, tienen una quimica increible y cada vez que estan juntos saltan chispas y historias sobrepasa con creces a todas las de la serie, solo espero que pronto todas las tensiones acumuladas de estos 30 años se vean resueltas con un buen beso o algo más quien sabe...
Lna tu historia me parece increible y la sigo aunque hasta ahora no me hubiese atrevido a registrarme y comentar.
Por lo demás un saludo a todas.
#553
lnaeowyn
lnaeowyn
11/08/2011 20:04
Bienvenida, Franrai, a este grupo de eternas sufridoras que apoya a la mejor pareja de Puente Viejo. Tienes toda la razón en lo que has escrito. Así siguen los capullos de los guionistas, sin hacernos caso, sin siquiera concedernos la posibilidad de verlos pelearse. NADA. Así que... creo que en mi relato me voy a desquitar. Va a haber tantos chozoencuentros que Don Anselmo terminará excomulgándolos, jajajajaja.

Lo dicho, bienvenida, y gracias por unirte a nuestra causa... aunque parezca perdida. sonriente
#554
Lua23
Lua23
11/08/2011 20:15
Bienvenida FranRai......estoy totalmente de acuerdo contigo.....es un verdadera pena que no aprovechen la química que hay entre ellos y nos tengan así de apenados!!! No lo entiendo. :(
#555
elivr
elivr
11/08/2011 20:24
Bienvenida Franrai, como vosotras opino igual con lo bien que estan los piques entre la Paca y el Rai, bueno cuando se decidan a dar riendas a su amor, van a salir fuegos artificiales.
#556
lnaeowyn
lnaeowyn
11/08/2011 21:26
Francisca se despertó a la mañana siguiente algo más tarde de lo habitual. Abrió los ojos y parpadeó. Al hacerlo, advirtió que Raimundo ya no estaba. Sin saber por qué, sintió un enorme vacío. Adoraba despertarse en sus brazos. Después sacudió la cabeza, reprendiéndose a sí misma. Era normal que ya no estuviera, dada la hora que era. Se incorporó, y al hacerlo, descubrió un papel doblado junto a ella. Lo desplegó.

“Mi pequeña”.
“Sin que sirva de precedente, hoy parecías un angelito durmiendo. Por eso no he querido despertarte. Sé que necesitabas descansar. Te he dejado algo que creo que te gustará. Te quiero.”
“R.”

Francisca sintió que el pecho le temblaba de felicidad y de ganas de reír. Alzó la mirada y al lado de la mesita de noche había una bandeja con una humeante taza de chocolate y unos churros que olían deliciosamente. Acostada al lado de la bandeja, reposaba una rosa roja. Francisca sonrió, meneando la cabeza. Nunca acabaría de acostumbrarse a la salvaje felicidad de estar casada con aquel hombre al que quería más que a su vida. Tomó la bandeja y mordió un churro. Recordó de pronto todo lo acontecido hacía dos días. Se le heló de nuevo la sangre, pero esta vez, no apareció el temor. Sólo sentía rabia. Haría lo que fuera para conservar lo que era suyo. Se irguió orgullosa. Ella jamás se rendía.

Raimundo trajinaba sin parar, en parte porque había bastante faena aquel día, y en parte porque era la forma de mantener ocupada la mente y no darle más vueltas a aquel problema. Sin embargo, ese quebradero de cabeza volvía otra vez. Le había jurado a Francisca que aunque fuese lo último que hiciese, evitaría que aquel desgraciado de Alonso Castro se saliese con la suya, pero analizando el problema fríamente, aquello no era tan sencillo. La única salida que veía era borrarlo del mapa. Resopló. Siempre había odiado la violencia, pero respecto a semejante alimaña, no le parecía tan mala idea. Meneó la cabeza. En realidad, sí que lo era. Nadie merecía ir a la cárcel por aplicar justicia a semejante individuo.

Alzó la mirada al sentir una presencia familiar.
- Buenas tardes, padre.- saludó Tristán.
- Buenas tardes, hijo.- Raimundo le sonrió.- ¿Qué se te ofrece?
- Quería hablar con usted. Emilia nos ha contado a Pepa y a mí lo que ocurrió ayer. ¿Es cierto que… ha aparecido Alonso Castro?

Raimundo resopló.
- Sí, es cierto. Y para nada bueno.
Tristán le miró serio. Raimundo apoyó una mano sobre el hombro del joven.
- Tristán, es mejor que hablemos más tarde. Este no es el momento ni el lugar. Venid esta noche Pepa y tú a cenar a la Casona. Charlaremos más tranquilamente.
- Allí estaremos.- dijo el joven capitán, asintiendo.
#557
Artemisilla
Artemisilla
11/08/2011 21:30
Jajajaja Ina, que les gusta a Paca y a Pepa unos buenos churros con chocolate, ¿eh? xDDD

Me gusta ver a ese Ramiro, tan racional, dejarse llevar por la ira, para luego reconocer que es mejor quedarse quietecito...

Ay, si es que el amor lo puede todo...
#558
Abril 22
Abril 22
11/08/2011 21:50
Ay mi Paca!! No quiero que le pase nada, pero verla vestida de campesina debe ser impagable!

Suscribo la Frase jajajaja!!!

Ais a la Doña le crecen los Castros en vez de los Enanos. Vaya Familia!!!
#559
Artemisilla
Artemisilla
11/08/2011 21:56
Jajaja Abril, te imaginas a la Paca, vestida de labriega, echándole de comer a las gallinas, cocinando, limpiando la choza, o destripando terrones?

xDDDD
#560
Abril 22
Abril 22
11/08/2011 22:04
No por eso digo que sería grande verlo jajajaja!!!
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