El Rincón de Francisca y Raimundo:ESTE AMOR SE MERECE UN YACIMIENTO (TUNDA TUNDA) Gracias María y Ramon
#0
08/06/2011 23:44
Vídeos FormulaTV
-
'Traitors: El debate' Programa 2
-
Tu Cara Me Suena El Debate! Analizamos la gala 6
-
Nos colamos en la grabación de Cifras y Letras
-
Tu Cara Me Suena El Debate! Analizamos la gala 2
-
María Bernardeau y Biel Anton nos hablan de FoQ La nueva generación
-
Promo de La familia de la tele
-
La revuelta salta al prime time
-
Velvet: Yon González protagoniza el remake de Telemundo
#2381
19/09/2011 23:39
Bueno,bueno ya he salido del curro,llegado a casa y cenado y ya me he puesto al día ;D. Jo, como he echado de menos ver el capitulo y comentarlo con vosotras.
Lo primero:
HABEMUS ESCENA

FIESTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Joder es que no me lo creo ni menos ese caramelo que nos han dado en el capitulo de hoy (que me he puesto a verlo por costumbre porque no tenia muchas ganas yo hoy),yo que he pasado a la siguiente parte porque no habia nada interesante xDD y me veo a Francisca hablando suave y digo quieta aqui tira para atrás,casi me salto lo mejor del capitulo coñe xDDDDDDD.Ver a Raimundo acordandose asi de ella y esasa voces de fondo no tiene precio!!!!!!!!!!de verdad!!!ya me meten un flashback y me dejan muerta!!!pero sera mono, a ver si mañana cuando vaya a verte te dejas de cabreos xD y le recuerdas lo bien que lo pasasteis en la conservera hombre ya.
No se que pasara mañana pero alguna frasecita para el recuerdo espero. Yo quiero marcha, pero vamos que no me quiero emocionar que luego pasa lo que pasa.
Lleva el vestido del desmayo!!!!¿Se desmayara ella esta vez?¿Raimundo le hara el boca-boca?
Lnaaaaaaaaaaa esto no se hace tia, porque no porque yo mañana me espero que le coma la boca y aqui me voy a quedar jajaja, que grande eres!!!Y ese otro trocito que has dejado MARAVILLOSO.Quiero ser como tu ;), oye queremos más Alejandro pero queremos más Esteban también eh???¿¿¿;)
Ruth aish aishhhhhhhhhh me encanta verlos en esa situación de verás,siguelo que tu idea de dejarla amnesica me esta encantando!!!!!Y millones de gracias por las capturas,ay Rai me lo comia y no dejaba nada
Natalia maja,ya sabes que tienes que hacer con Carmen ¿no? Mandarla a freir esperragos xD
Lo primero:
HABEMUS ESCENA

FIESTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Joder es que no me lo creo ni menos ese caramelo que nos han dado en el capitulo de hoy (que me he puesto a verlo por costumbre porque no tenia muchas ganas yo hoy),yo que he pasado a la siguiente parte porque no habia nada interesante xDD y me veo a Francisca hablando suave y digo quieta aqui tira para atrás,casi me salto lo mejor del capitulo coñe xDDDDDDD.Ver a Raimundo acordandose asi de ella y esasa voces de fondo no tiene precio!!!!!!!!!!de verdad!!!ya me meten un flashback y me dejan muerta!!!pero sera mono, a ver si mañana cuando vaya a verte te dejas de cabreos xD y le recuerdas lo bien que lo pasasteis en la conservera hombre ya.
No se que pasara mañana pero alguna frasecita para el recuerdo espero. Yo quiero marcha, pero vamos que no me quiero emocionar que luego pasa lo que pasa.
Lleva el vestido del desmayo!!!!¿Se desmayara ella esta vez?¿Raimundo le hara el boca-boca?
Lnaaaaaaaaaaa esto no se hace tia, porque no porque yo mañana me espero que le coma la boca y aqui me voy a quedar jajaja, que grande eres!!!Y ese otro trocito que has dejado MARAVILLOSO.Quiero ser como tu ;), oye queremos más Alejandro pero queremos más Esteban también eh???¿¿¿;)
Ruth aish aishhhhhhhhhh me encanta verlos en esa situación de verás,siguelo que tu idea de dejarla amnesica me esta encantando!!!!!Y millones de gracias por las capturas,ay Rai me lo comia y no dejaba nada

Natalia maja,ya sabes que tienes que hacer con Carmen ¿no? Mandarla a freir esperragos xD
#2382
19/09/2011 23:47
lna,no sabes lo que has provocado...xDDD
Francisca estaba que se le llevaban los demonios. Necesitaba saber más acerca del hombre que estaba comprando tierras en Puente Viejo a precio tan elevado. Nadie quería hablar y eso le ponía furiosa. Decidió que solo había una persona a la que podía acudir para recibir información. Sonrió. Iría a hablar con Raimundo Ulloa.
Raimundo estaba trabajando acomodando de nuevo las mesas y demás enseres, ya que la cubierta de la posada estaba perfectamente reparada. Hacía demasiado calor y Emilia ofreció a su padre un vaso de zumo de frutas recién exprimido.
-Tenga padre, esto le refrescará el gaznate- y dándole el vaso, se adentró de nuevo en la Casa de Comidas.
Raimundo tomó un largo sorbo dejando que el líquido cayera por su garganta. –Emilia, hija, esto sabe a gloria- sonrió dirigiéndose a su hija que se encontraba dentro.
La boca se le hizo agua a Francisca, que observaba la escena desde la puerta. No pudo evitar quedarse embobada mirando a aquel hombre que había robado su corazón hace tantos años, y que aún no le había devuelto…Meneó la cabeza desechando esos pensamientos y se revistió de nuevo con su habitual orgullo.
-Vaya, parece que todavía eres capaz de dedicar palabras de elogio sinceras a alguien-.
Raimundo se giró al escuchar esa voz que le provocaba todavía tantas escalofrios, y se encontró cara a cara con una burlona Francisca Montenegro.
-Mis palabras de elogio son sinceras para quien las merece- la miró duramente –Y tu, no estás incluida-
Francisca se acercó a él pero manteniendo una segura distancia de seguridad. No quería delatarse. –Tranquilízate Ulloa. No vengo buscando disputas- le miró arqueando una ceja –pero cualquier otro día estaré dispuesta para una buena… pelea-. Le miró a los ojos. No fue consciente de las connotaciones que llevaba implícitas lo que acababa de decir. Pero Raimundo si, y no pudo evitar burlarse de ella. Quería ponerla furiosa. Estaba tan preciosa así…
Comenzó a pasearse a su alrededor, deleitándose en el nerviosismo que provocaba en ella y en los esfuerzos que ponía en ocultarlo. -De acuerdo. Puede que yo elija el lugar de nuestra próxima…- se paró justo a su lado -…¿pelea?- rió por lo bajo. –¿qué te parece la Conservera?- Francisca se irguió nerviosa. Raimundo se acercó a su oído. –Allí tuvimos…muy buenas disputas. ¿Lo recuerdas Francisca?- le susurró.
Francisca estaba que se le llevaban los demonios. Necesitaba saber más acerca del hombre que estaba comprando tierras en Puente Viejo a precio tan elevado. Nadie quería hablar y eso le ponía furiosa. Decidió que solo había una persona a la que podía acudir para recibir información. Sonrió. Iría a hablar con Raimundo Ulloa.
Raimundo estaba trabajando acomodando de nuevo las mesas y demás enseres, ya que la cubierta de la posada estaba perfectamente reparada. Hacía demasiado calor y Emilia ofreció a su padre un vaso de zumo de frutas recién exprimido.
-Tenga padre, esto le refrescará el gaznate- y dándole el vaso, se adentró de nuevo en la Casa de Comidas.
Raimundo tomó un largo sorbo dejando que el líquido cayera por su garganta. –Emilia, hija, esto sabe a gloria- sonrió dirigiéndose a su hija que se encontraba dentro.
La boca se le hizo agua a Francisca, que observaba la escena desde la puerta. No pudo evitar quedarse embobada mirando a aquel hombre que había robado su corazón hace tantos años, y que aún no le había devuelto…Meneó la cabeza desechando esos pensamientos y se revistió de nuevo con su habitual orgullo.
-Vaya, parece que todavía eres capaz de dedicar palabras de elogio sinceras a alguien-.
Raimundo se giró al escuchar esa voz que le provocaba todavía tantas escalofrios, y se encontró cara a cara con una burlona Francisca Montenegro.
-Mis palabras de elogio son sinceras para quien las merece- la miró duramente –Y tu, no estás incluida-
Francisca se acercó a él pero manteniendo una segura distancia de seguridad. No quería delatarse. –Tranquilízate Ulloa. No vengo buscando disputas- le miró arqueando una ceja –pero cualquier otro día estaré dispuesta para una buena… pelea-. Le miró a los ojos. No fue consciente de las connotaciones que llevaba implícitas lo que acababa de decir. Pero Raimundo si, y no pudo evitar burlarse de ella. Quería ponerla furiosa. Estaba tan preciosa así…
Comenzó a pasearse a su alrededor, deleitándose en el nerviosismo que provocaba en ella y en los esfuerzos que ponía en ocultarlo. -De acuerdo. Puede que yo elija el lugar de nuestra próxima…- se paró justo a su lado -…¿pelea?- rió por lo bajo. –¿qué te parece la Conservera?- Francisca se irguió nerviosa. Raimundo se acercó a su oído. –Allí tuvimos…muy buenas disputas. ¿Lo recuerdas Francisca?- le susurró.
#2383
19/09/2011 23:50
OY OY OY OYYYYYYYYYY
¿Tu también?Lo estaba deseando xD
Ruth no me hagas esto sigueeeeeeeeeeeeeeee. Que jodia que lo corta cuando se empieza a poner interesante jajajaj no sabes tu ni nada de enganchar al publico :P
Mañana mantenerme informada de lo que pasa vale???os lo agradecere,asi se a que atenerme cuando vea la escena.
¿Tu también?Lo estaba deseando xD
Ruth no me hagas esto sigueeeeeeeeeeeeeeee. Que jodia que lo corta cuando se empieza a poner interesante jajajaj no sabes tu ni nada de enganchar al publico :P
Mañana mantenerme informada de lo que pasa vale???os lo agradecere,asi se a que atenerme cuando vea la escena.
#2384
20/09/2011 00:03
Q pasada lna!!!! Ese primer beso de Francisca increíble......y se pensaba marchar así, pobrecita, jajajaja!!!! Mañana no pasará nada de esto....pero espero que sea una buena escena (que aunque los guionistas la pifien sólo con estar en escena estos dos ya la escena es grande!!!)....y si nos quedamos con mal sabor de boca: entramos y volvemos a leer tu escena.
Ruth, te animaste??? pero sigue guapa....a ver q se le ocurre a Raimundo que la tiene nerviosita perdida, jajaja!!!
Ruth, te animaste??? pero sigue guapa....a ver q se le ocurre a Raimundo que la tiene nerviosita perdida, jajaja!!!
#2385
20/09/2011 00:04
#2386
20/09/2011 00:15
maria TE ADORO!!! mil gracias por el gif con la escena!
Continuo....
Ella sintió que se desvanecería de un momento a otro. Sin saber aún cómo se separó de su cercanía y le miró enfurecida desde la otra punta de la habitación. Odiaba perder el control de la situación.
-No desvíes el tema tabernero- contestó furiosa, tratando de calmar los latidos de su corazón. –he venido para tratar ciertos asuntos contigo-
Raimundo se acercó lentamente a ella, como se acerca un cazador a su presa. Se paró a dos pasos de ella y cruzó los brazos en su poderoso pecho. -¿Y qué asuntos son esos Francisca, que han hecho que te dignes a bajar a nuestro humilde pueblo?-
Francisca había seguido sin poder evitarlo los movimientos de los brazos de Raimundo y ahora no podía quitar los ojos de su pecho. Era tan masculino…
-Esto…yo…- ¿A qué demonios había venido yo?. La atmósfera se estaba volviendo demasiado pesada y sentía que no podía respirar. Alzó de nuevo los ojos hacia Raimundo que la observaba con una expresión divertida.
-Quería saber si disponías de alguna novedad sobre el comprador de las tierras- las palabras salieron a trompicones por su boca. Condenado tabernero, había logrado ponerla realmente furiosa.
-Se lo mismo que te dije el otro día- dio un paso hacia ella y sonrió burlón . –Vaya, vaya Francisca- dio otro paso más –si no fuera porque se que somos enemigos diría que has venido hasta aquí solo para verme, con la excusa de preguntarme por ese comprador-.
Francisca sintió que un calor que nacía desde lo más hondo de su ser le inundaba la cara. Era furia. Era vergüenza. Era…deseo
-Ni lo sueñes si quiera tabernero de tres al cuarto- escupió las palabras –hace demasiados años que perdí las ganas de verte- siguió hablando –No soporto tu presencia, me repugna- quería hacerle daño. Quería ocultar lo que estaba sintiendo en ese momento.
Raimundo la miró con una mezcla de furia y deseo –Creo recordar que hace tiempo tolerabas demasiado bien mi presencia-
-Tu lo has dicho Ulloa. Hace tiempo- Necesitaba huir, salir de allí. La mirada de Raimundo la quemaba. –No se cómo pude pensar que un tabernero de poca monta podría proporcionarme algún tipo de información valiosa-. Pasó rapidamente por su lado queriendo escapar de él.
Raimundo la sujetó de un brazo. –¿A dónde te crees que vas, Francisca?- su voz sonaba peligrosamente suave. –Esta conversación no ha terminado-
Ella se soltó bruscamente de su agarre. Sentía el cuerpo ardiendo por él. –Por supuesto que ha terminado…Ulloa- y salió por la puerta tan orgullosa como buenamente pudo.
No había dado ni dos pasos, cuando alguien la levantó en volandas. La gente que pasaba por la plaza observaba atónita como la distinguida Francisca Montengro era llevada en brazos nada mas y nada menos que por Raimundo Ulloa.
-Te aseguro mi pequeña, que esta conversación aún no ha terminado- susurró junto a su oído, y se encaminó con ella de nuevo hacía la posada.
Continuo....
Ella sintió que se desvanecería de un momento a otro. Sin saber aún cómo se separó de su cercanía y le miró enfurecida desde la otra punta de la habitación. Odiaba perder el control de la situación.
-No desvíes el tema tabernero- contestó furiosa, tratando de calmar los latidos de su corazón. –he venido para tratar ciertos asuntos contigo-
Raimundo se acercó lentamente a ella, como se acerca un cazador a su presa. Se paró a dos pasos de ella y cruzó los brazos en su poderoso pecho. -¿Y qué asuntos son esos Francisca, que han hecho que te dignes a bajar a nuestro humilde pueblo?-
Francisca había seguido sin poder evitarlo los movimientos de los brazos de Raimundo y ahora no podía quitar los ojos de su pecho. Era tan masculino…
-Esto…yo…- ¿A qué demonios había venido yo?. La atmósfera se estaba volviendo demasiado pesada y sentía que no podía respirar. Alzó de nuevo los ojos hacia Raimundo que la observaba con una expresión divertida.
-Quería saber si disponías de alguna novedad sobre el comprador de las tierras- las palabras salieron a trompicones por su boca. Condenado tabernero, había logrado ponerla realmente furiosa.
-Se lo mismo que te dije el otro día- dio un paso hacia ella y sonrió burlón . –Vaya, vaya Francisca- dio otro paso más –si no fuera porque se que somos enemigos diría que has venido hasta aquí solo para verme, con la excusa de preguntarme por ese comprador-.
Francisca sintió que un calor que nacía desde lo más hondo de su ser le inundaba la cara. Era furia. Era vergüenza. Era…deseo
-Ni lo sueñes si quiera tabernero de tres al cuarto- escupió las palabras –hace demasiados años que perdí las ganas de verte- siguió hablando –No soporto tu presencia, me repugna- quería hacerle daño. Quería ocultar lo que estaba sintiendo en ese momento.
Raimundo la miró con una mezcla de furia y deseo –Creo recordar que hace tiempo tolerabas demasiado bien mi presencia-
-Tu lo has dicho Ulloa. Hace tiempo- Necesitaba huir, salir de allí. La mirada de Raimundo la quemaba. –No se cómo pude pensar que un tabernero de poca monta podría proporcionarme algún tipo de información valiosa-. Pasó rapidamente por su lado queriendo escapar de él.
Raimundo la sujetó de un brazo. –¿A dónde te crees que vas, Francisca?- su voz sonaba peligrosamente suave. –Esta conversación no ha terminado-
Ella se soltó bruscamente de su agarre. Sentía el cuerpo ardiendo por él. –Por supuesto que ha terminado…Ulloa- y salió por la puerta tan orgullosa como buenamente pudo.
No había dado ni dos pasos, cuando alguien la levantó en volandas. La gente que pasaba por la plaza observaba atónita como la distinguida Francisca Montengro era llevada en brazos nada mas y nada menos que por Raimundo Ulloa.
-Te aseguro mi pequeña, que esta conversación aún no ha terminado- susurró junto a su oído, y se encaminó con ella de nuevo hacía la posada.
#2387
20/09/2011 00:21
jajajajaja es que me imagino a Francisca llevada en volandas por Raimundo como una niña pequeña y me parto 


Aish que tensión,que tensión, dios!!!!destensionalos!!!!
Gracias por el gif Maria!!!<3



Aish que tensión,que tensión, dios!!!!destensionalos!!!!
Gracias por el gif Maria!!!<3
#2388
20/09/2011 00:22
"No había dado ni dos pasos, cuando alguien la levantó en volandas. La gente que pasaba por la plaza observaba atónita como la distinguida Francisca Montengro era llevada en brazos nada mas y nada menos que por Raimundo Ulloa"






Buenísimo Ruth!!!!! que risas madre mía!!!! Por lo que más quieras, no nos dejes así
#2389
20/09/2011 00:24
Sigueee por diooos, Ruuuttttthhh
Joeer, qué calores me están entrando, jaja
Joeer, qué calores me están entrando, jaja
#2390
20/09/2011 00:27
María te adoro que gif que gif y que escenaza nos dio Ramón Ibarra. Adoro a Ramón y adoro a Rai. Siempre que le dan minutos y una buena escena se come la pantalla
Kerala eres la puta ama. Maravilloso como de costumbre
Kerala eres la puta ama. Maravilloso como de costumbre
#2391
20/09/2011 00:42
jejeje gracias chicas,siento la espera. Voy escribiendo a medida que os lo pongo xDD
Pronto el final...
Sentirla de nuevo entre sus brazos, aunque fuese de esa forma, inudó de calidez el corazón de Raimundo. Había extrañado tanto su cercanía, su calor, su olor… Ella pataleaba intentando escaparse. –No voy a soltarte fierecilla, así que será mejor que te calmes si no quieres dar un espectáculo-
-¡¿Y qué crees que estamos haciendo ahora maldito tabernero?!- gritó furiosa. Habían llegado ya a la posada y Raimundo la posó delicadamente en el suelo mientras cerraba la puerta con llave, pero manteniéndole agarrada firmemente por la cintura.
–Haz el favor de soltarme ahora mismo o sino…- Raimundo se volvió hacia ella y la besó con dureza. Con pasión. Con amor.
-¿o sino que…?- susurró junto a sus labios antes de besarla de nuevo. Francisca se resistió durante al menos 10 segundos antes de caer rendida ante él y devolverle el beso con la misma dureza y pasión. Raimundo la llevó hasta una de las paredes de la posada atrapándola con su cuerpo y sin dejar de besarla.
La falta de oxígeno les obligó a separarse. -¿No era que te repugnaba Francisca?- se apretó mas contra ella arrancándole un gemido. –Pues..lo disimulas muy bien-
-Condenado taberne…- Raimundo volvió a silenciar su boca con otro beso demoledor. Quería torturarla tal y como ella le había torturado a él. Francisca sintió que la estaba castigando por sus palabras. Le había hecho daño. Mucho. Lágrimas de dolor empezaron a salir de sus ojos.
Raimundo interrumpió el beso al notar humedad en su mejilla. Extrañado la miró y vio que estaba llorando. Se paralizó. Lo último que esperaba ver ante sí, era ver llorar de nuevo a…a su pequeña.
-Francisca…- se separó de ella avergonzado. –Yo…lo siento…no se qué me ha pasado…-
Ella le miró a pesar de las lágrimas y sonrió. Cómo podía amarle tanto…
-Soy yo la que lo siente Raimundo…- se acercó hacía él. –nunca debí decirte que me…que me repugnas- le dio la espalda –sobre todo, cuando no es verdad.Yo….-
El silencio se hizo insoportable. -¿Tú…?- temió preguntar Raimundo. Francisca se giró hasta quedar frente a frente con él. Había llegado el momento de sincerarse
Pronto el final...
Sentirla de nuevo entre sus brazos, aunque fuese de esa forma, inudó de calidez el corazón de Raimundo. Había extrañado tanto su cercanía, su calor, su olor… Ella pataleaba intentando escaparse. –No voy a soltarte fierecilla, así que será mejor que te calmes si no quieres dar un espectáculo-
-¡¿Y qué crees que estamos haciendo ahora maldito tabernero?!- gritó furiosa. Habían llegado ya a la posada y Raimundo la posó delicadamente en el suelo mientras cerraba la puerta con llave, pero manteniéndole agarrada firmemente por la cintura.
–Haz el favor de soltarme ahora mismo o sino…- Raimundo se volvió hacia ella y la besó con dureza. Con pasión. Con amor.
-¿o sino que…?- susurró junto a sus labios antes de besarla de nuevo. Francisca se resistió durante al menos 10 segundos antes de caer rendida ante él y devolverle el beso con la misma dureza y pasión. Raimundo la llevó hasta una de las paredes de la posada atrapándola con su cuerpo y sin dejar de besarla.
La falta de oxígeno les obligó a separarse. -¿No era que te repugnaba Francisca?- se apretó mas contra ella arrancándole un gemido. –Pues..lo disimulas muy bien-
-Condenado taberne…- Raimundo volvió a silenciar su boca con otro beso demoledor. Quería torturarla tal y como ella le había torturado a él. Francisca sintió que la estaba castigando por sus palabras. Le había hecho daño. Mucho. Lágrimas de dolor empezaron a salir de sus ojos.
Raimundo interrumpió el beso al notar humedad en su mejilla. Extrañado la miró y vio que estaba llorando. Se paralizó. Lo último que esperaba ver ante sí, era ver llorar de nuevo a…a su pequeña.
-Francisca…- se separó de ella avergonzado. –Yo…lo siento…no se qué me ha pasado…-
Ella le miró a pesar de las lágrimas y sonrió. Cómo podía amarle tanto…
-Soy yo la que lo siente Raimundo…- se acercó hacía él. –nunca debí decirte que me…que me repugnas- le dio la espalda –sobre todo, cuando no es verdad.Yo….-
El silencio se hizo insoportable. -¿Tú…?- temió preguntar Raimundo. Francisca se giró hasta quedar frente a frente con él. Había llegado el momento de sincerarse
#2392
20/09/2011 00:56
ayyy Ruth, creo que mi corazón se ha parado de la emoción....esperaré la continuación o ya no habrá remedio, jajajajaja!!!
#2393
20/09/2011 01:04
Aquí mi contribución al foro. Para leerlo debéis olvidar todo lo que sabemos del hombre que ha aparecido en escena y de su implicación con Raimundo. Y Emilia sigue siendo tan hija de Rai como hasta ahora.
Como soy una reciente adquisición de la serie, si veis algún error en el pasado de Francisca o Rai, o algo que se haya dicho ya en la serie y sea de otra manera, ruego lo toméis como una licencia poética. Pensaba hacer algo más tipo "al turrón" pero la historia ha ido tomando forma en mi cabeza de una manera asombrosa en una larguíiiiiiiisima hora de filosofía esta mañana.
Espero que aunque vaya desarrollando un poco más lentamente la historia, os guste.
Aprovecho la oportunidad para presentarme un poquito más. Me llamo Cris, soy de Zaragoza y estoy estudiando 2º de Bachillerato de Humanidades.
Después de tooooodo este rollazo, os dejo el primer trozo de mi relato.
--------------------------
"Qué sabe del amor quien no ha tenido que despreciar precisamente lo que más amaba." Nietzsche
--------------------------
Raimundo Ulloa se separó bruscamente del abrazo de su hijo. Nítidos recuerdos del pasado volvieron a su mente. Ese bastón, esa cara… Pero no, no podía ser posible. El desconocido que había atraído su mirada hacía unos pocos segundos le hizo un gesto y la evidencia se hizo clara. Si bien las arrugas habían surcado su cara, la mirada seguía teniendo la misma fuerza y profundidad que la de aquel chaval de diez años que conoció hacía ya más tiempo del que era capaz de recordar.
La voz de su hijo Sebastián le hizo apartar esos pensamientos de la mente. No había pasado desapercibido para éste los momentos de distracción y la mirada de cierta incredulidad de su padre ante algo que no podía descifrar. Se giró para observar el posible motivo de aturdimiento pero nada había a su espalda. ¿Estaría de nuevo enfermo? – se preguntó Sebastián al mismo tiempo que volvía a mirar fijamente a su padre.
Raimundo trató de reponerse. Al fin y al cabo tampoco era para tanto. El hijo de un viejo conocido nada más. Pero en su interior sabía que no era así. La vuelta de esa cara conocida y los recuerdos que la misma le traían estaban relacionados con una parte de su vida que había tratado de olvidar innumerables veces a lo largo de los años.
De vuelta a la taberna la tarde transcurrió sin pena ni gloria. Raimundo se entretuvo arreglando la taberna mientras despachaba las viandas de los parroquianos. Pero hasta Emilia advertía que algo extraño estaba pasando, pues cada vez con más frecuencia su padre se quedaba mirando fijamente la puerta, como si esperase que un fantasma entrara en cualquier momento.
-Padre, no tiene buena cara ¿Está seguro de que se encuentra bien? Mire que si quiere llamo a Pepa o a la doctora para que le echen un vistazo.
-Tranquila Emilia, que aquello que me inquieta no son más que las preocupaciones del día a día.
-Lo que usted diga – la pequeña de los Ulloa se dio por vencida. Cuando su padre se ponía cabezón no había quien pudiera con él – yo me voy a ir al colmado a por garbanzos para el potaje de mañana. Garbanzos, que, dicho sea de paso, usted me dijo que iba a traer cuando salió antes con Sebastián –sonrió.
-Perdona hija, no me había acordado, si quieres voy ahora mismo y…
-No se moleste padre. Hipólito me ayudará a traerlos. Usted quédese atendiendo y pensando en sus “naderías”, que enseguida vuelvo.
Raimundo trató de contener una sonrisa. No se podía tener unos hijos tan listos.
Emilia no tardó en volver acompañada de un Hipólito que, tratando de hacerse el machote ante la joven, cargaba él solo con dos sacos repletos de garbanzos. Entre risas, Raimundo salió de la barra para ayudarle y evitar que el pobre muchacho se quebrara el espinazo en dos.
-Venga chaval, siéntate un rato que te convido a un moscatel –sonrió mientras Hipólito, que se encontraba de pie delante suyo, sudaba copiosamente.
Pero de nuevo, al igual que por la mañana, algo se interpuso en su camino. Su respiración se detuvo durante varios segundos. Seguía sin entender realmente porqué reaccionaba así pero no podía evitarlo. Si bien no lo consideraba una amenaza, era motivo de intranquilidad.
El desconocido no se quedó en la puerta sino que se acercó lentamente a la barra, manteniendo la mirada fija en Raimundo, que a su vez no podía apartar la suya. Desde el otro lado, Emilia observaba silenciosa el intercambio. Intuyendo algún tipo de problema, se acercó discretamente hasta la barra.
-Don Raimundo Ulloa, quien le ha visto… y quién le ve
-Eulalio Samaniego… hijo ¿Qué has venido a hacer aquí? Hace tanto tiempo…
-¿Acaso no lo sabes? – Raimundo observó cómo la mano que sujetaba el bastón apretaba aún con más fuerza y supo que debía cortar las cosas.
-Será mejor que continuemos esta conversación en mi habitación –girándose llamó a Emilia - ¡Hija! Voy a retirarme a mi habitación, tengo que ocuparme de unos asuntos.
-Vaya tranquilo padre, que yo me quedo al cargo de la taberna –sentía la intranquilidad de su padre y como poco a poco se habían convertido en el centro de atención. Los siguió con la mirada hasta verlos desaparecer tras la puerta.
Las tareas de media tarde fueron borrando de su mente los pensamientos acerca del viajero que tanto había inquietado a su padre.
---------------------------------------------------------------------
-¡Un crimen Ulloa! ¡Eso es lo que fue!
Eulalio gritaba frente a frente a Raimundo mientras sostenía amenazante el bastón muy cerca de él y lo señalaba.
- Y solo por unas míseras tierras… Esto es todo lo que me quedó de él ¿Lo recuerdas?
Por supuesto que lo recordaba. De hecho había sido lo primero por lo que había reconocido a Eulalio. El bastón de aquel hombre que había sido como un segundo padre para él, la persona que más tiempo le dedicó cuando tan solo era un chaval. Eulalio Samaniego Padre, jefe de las caballerizas de la mansión de los Ulloa se había encargado de toda la formación que había recibido ya no solo como caballero y terrateniente sino como persona cuando no levantaba más de un palmo del suelo. Con los años y el paso de la adolescencia se había convertido además en su confidente y en más de una ocasión, en la coartada perfecta para sus encuentros con Francisca.
-----------------------
Y la música que pongo yo a estos dos es esta. No es precisamente mi canción favorita pero creo que la letra les va perfecta.
Como soy una reciente adquisición de la serie, si veis algún error en el pasado de Francisca o Rai, o algo que se haya dicho ya en la serie y sea de otra manera, ruego lo toméis como una licencia poética. Pensaba hacer algo más tipo "al turrón" pero la historia ha ido tomando forma en mi cabeza de una manera asombrosa en una larguíiiiiiiisima hora de filosofía esta mañana.
Espero que aunque vaya desarrollando un poco más lentamente la historia, os guste.
Aprovecho la oportunidad para presentarme un poquito más. Me llamo Cris, soy de Zaragoza y estoy estudiando 2º de Bachillerato de Humanidades.
Después de tooooodo este rollazo, os dejo el primer trozo de mi relato.
--------------------------
"Qué sabe del amor quien no ha tenido que despreciar precisamente lo que más amaba." Nietzsche
--------------------------
Raimundo Ulloa se separó bruscamente del abrazo de su hijo. Nítidos recuerdos del pasado volvieron a su mente. Ese bastón, esa cara… Pero no, no podía ser posible. El desconocido que había atraído su mirada hacía unos pocos segundos le hizo un gesto y la evidencia se hizo clara. Si bien las arrugas habían surcado su cara, la mirada seguía teniendo la misma fuerza y profundidad que la de aquel chaval de diez años que conoció hacía ya más tiempo del que era capaz de recordar.
La voz de su hijo Sebastián le hizo apartar esos pensamientos de la mente. No había pasado desapercibido para éste los momentos de distracción y la mirada de cierta incredulidad de su padre ante algo que no podía descifrar. Se giró para observar el posible motivo de aturdimiento pero nada había a su espalda. ¿Estaría de nuevo enfermo? – se preguntó Sebastián al mismo tiempo que volvía a mirar fijamente a su padre.
Raimundo trató de reponerse. Al fin y al cabo tampoco era para tanto. El hijo de un viejo conocido nada más. Pero en su interior sabía que no era así. La vuelta de esa cara conocida y los recuerdos que la misma le traían estaban relacionados con una parte de su vida que había tratado de olvidar innumerables veces a lo largo de los años.
De vuelta a la taberna la tarde transcurrió sin pena ni gloria. Raimundo se entretuvo arreglando la taberna mientras despachaba las viandas de los parroquianos. Pero hasta Emilia advertía que algo extraño estaba pasando, pues cada vez con más frecuencia su padre se quedaba mirando fijamente la puerta, como si esperase que un fantasma entrara en cualquier momento.
-Padre, no tiene buena cara ¿Está seguro de que se encuentra bien? Mire que si quiere llamo a Pepa o a la doctora para que le echen un vistazo.
-Tranquila Emilia, que aquello que me inquieta no son más que las preocupaciones del día a día.
-Lo que usted diga – la pequeña de los Ulloa se dio por vencida. Cuando su padre se ponía cabezón no había quien pudiera con él – yo me voy a ir al colmado a por garbanzos para el potaje de mañana. Garbanzos, que, dicho sea de paso, usted me dijo que iba a traer cuando salió antes con Sebastián –sonrió.
-Perdona hija, no me había acordado, si quieres voy ahora mismo y…
-No se moleste padre. Hipólito me ayudará a traerlos. Usted quédese atendiendo y pensando en sus “naderías”, que enseguida vuelvo.
Raimundo trató de contener una sonrisa. No se podía tener unos hijos tan listos.
Emilia no tardó en volver acompañada de un Hipólito que, tratando de hacerse el machote ante la joven, cargaba él solo con dos sacos repletos de garbanzos. Entre risas, Raimundo salió de la barra para ayudarle y evitar que el pobre muchacho se quebrara el espinazo en dos.
-Venga chaval, siéntate un rato que te convido a un moscatel –sonrió mientras Hipólito, que se encontraba de pie delante suyo, sudaba copiosamente.
Pero de nuevo, al igual que por la mañana, algo se interpuso en su camino. Su respiración se detuvo durante varios segundos. Seguía sin entender realmente porqué reaccionaba así pero no podía evitarlo. Si bien no lo consideraba una amenaza, era motivo de intranquilidad.
El desconocido no se quedó en la puerta sino que se acercó lentamente a la barra, manteniendo la mirada fija en Raimundo, que a su vez no podía apartar la suya. Desde el otro lado, Emilia observaba silenciosa el intercambio. Intuyendo algún tipo de problema, se acercó discretamente hasta la barra.
-Don Raimundo Ulloa, quien le ha visto… y quién le ve
-Eulalio Samaniego… hijo ¿Qué has venido a hacer aquí? Hace tanto tiempo…
-¿Acaso no lo sabes? – Raimundo observó cómo la mano que sujetaba el bastón apretaba aún con más fuerza y supo que debía cortar las cosas.
-Será mejor que continuemos esta conversación en mi habitación –girándose llamó a Emilia - ¡Hija! Voy a retirarme a mi habitación, tengo que ocuparme de unos asuntos.
-Vaya tranquilo padre, que yo me quedo al cargo de la taberna –sentía la intranquilidad de su padre y como poco a poco se habían convertido en el centro de atención. Los siguió con la mirada hasta verlos desaparecer tras la puerta.
Las tareas de media tarde fueron borrando de su mente los pensamientos acerca del viajero que tanto había inquietado a su padre.
---------------------------------------------------------------------
-¡Un crimen Ulloa! ¡Eso es lo que fue!
Eulalio gritaba frente a frente a Raimundo mientras sostenía amenazante el bastón muy cerca de él y lo señalaba.
- Y solo por unas míseras tierras… Esto es todo lo que me quedó de él ¿Lo recuerdas?
Por supuesto que lo recordaba. De hecho había sido lo primero por lo que había reconocido a Eulalio. El bastón de aquel hombre que había sido como un segundo padre para él, la persona que más tiempo le dedicó cuando tan solo era un chaval. Eulalio Samaniego Padre, jefe de las caballerizas de la mansión de los Ulloa se había encargado de toda la formación que había recibido ya no solo como caballero y terrateniente sino como persona cuando no levantaba más de un palmo del suelo. Con los años y el paso de la adolescencia se había convertido además en su confidente y en más de una ocasión, en la coartada perfecta para sus encuentros con Francisca.
-----------------------
Y la música que pongo yo a estos dos es esta. No es precisamente mi canción favorita pero creo que la letra les va perfecta.
#2394
20/09/2011 01:04
continuación...
–Yo aún te amo, Raimundo- pronunció Francisca al fin –Nunca he podido arrancarte de mi corazón. Moriría del todo si lo hicera- pronunció mientras agachaba la mirada.
Raimundo cerró los ojos sintiendo que algo explotaba en su interior. Un sentimiento que hacía demasiado tiempo no sentía. Tal vez era…felicidad.
Se acercó lentamente a ella y levantó su mentón. Se miraron y Francisca descubrió en los ojos de Raimundo todo el amor que él había guardado durante 30 largos años, solo para ella.
-Mi…pequeña…- besó dulcemente sus labios –mi preciosa, terca, y orgullosa Francisca- le besó de nuevo -Yo... también te amo con toda mi alma...-
Francisca sonrió llena de amor y como si tuvieran vida propia,sus manos se deslizaron hasta el primer botón de la camisa de Raimundo que desabrochó con delicadeza. Él sintió la calidez de su piel junto a su cuello y atacó su boca como si fuera un condenado a muerte. Y realmente es así, Raimundo. Estás condenado a morir de amor por ella… pensó mientras la besaba. La pasión fue creciendo a pasos agigantados y les consumía por momentos. La paciencia dio paso a la desesperación por sentirse y terminaron arrancándose la ropa el uno al otro.
Raimundo la tumbó en uno de los bancos que había en la habitación y sin más preámbulos poseyó su cuerpo con desesperación. La espiral de pasión fue creciendo hasta hacerse casi insoportable. Los jadeos se entremezclaban con las palabras de amor que Francisca le susurraba junto al oído. Le estaba haciendo enloquecer.
-Fran..Francisca…- le costaba hasta pronunciar correctamente –no creo que pueda controlarme…durante más tiempo-
Francisca mordió tiernamente su hombro, besando después la piel sensible.
–No lo hagas amor mio…no lo hagas…-
Las embestidas comenzaron a ser cada vez más y mas rapidas, hasta que al fin, el clímax les llegó a ambos que ahogaron su grito con un beso cargado de amor. Se abrazaron con fuerza, por miedo a que todo hubiera sido un dulce sueño. Pero sus corazones latiendo de nuevo juntos, les confirmó que todo era real. Tan real, como su amor.
FIN
–Yo aún te amo, Raimundo- pronunció Francisca al fin –Nunca he podido arrancarte de mi corazón. Moriría del todo si lo hicera- pronunció mientras agachaba la mirada.
Raimundo cerró los ojos sintiendo que algo explotaba en su interior. Un sentimiento que hacía demasiado tiempo no sentía. Tal vez era…felicidad.
Se acercó lentamente a ella y levantó su mentón. Se miraron y Francisca descubrió en los ojos de Raimundo todo el amor que él había guardado durante 30 largos años, solo para ella.
-Mi…pequeña…- besó dulcemente sus labios –mi preciosa, terca, y orgullosa Francisca- le besó de nuevo -Yo... también te amo con toda mi alma...-
Francisca sonrió llena de amor y como si tuvieran vida propia,sus manos se deslizaron hasta el primer botón de la camisa de Raimundo que desabrochó con delicadeza. Él sintió la calidez de su piel junto a su cuello y atacó su boca como si fuera un condenado a muerte. Y realmente es así, Raimundo. Estás condenado a morir de amor por ella… pensó mientras la besaba. La pasión fue creciendo a pasos agigantados y les consumía por momentos. La paciencia dio paso a la desesperación por sentirse y terminaron arrancándose la ropa el uno al otro.
Raimundo la tumbó en uno de los bancos que había en la habitación y sin más preámbulos poseyó su cuerpo con desesperación. La espiral de pasión fue creciendo hasta hacerse casi insoportable. Los jadeos se entremezclaban con las palabras de amor que Francisca le susurraba junto al oído. Le estaba haciendo enloquecer.
-Fran..Francisca…- le costaba hasta pronunciar correctamente –no creo que pueda controlarme…durante más tiempo-
Francisca mordió tiernamente su hombro, besando después la piel sensible.
–No lo hagas amor mio…no lo hagas…-
Las embestidas comenzaron a ser cada vez más y mas rapidas, hasta que al fin, el clímax les llegó a ambos que ahogaron su grito con un beso cargado de amor. Se abrazaron con fuerza, por miedo a que todo hubiera sido un dulce sueño. Pero sus corazones latiendo de nuevo juntos, les confirmó que todo era real. Tan real, como su amor.
FIN
#2395
20/09/2011 01:17
Déjame Raimundo...he de irme.
¿Cuando volveré a verte?
Mañana, como cada día. ¿Porque me lo sigues preguntando?

Porque cada vez que te vas me dejas lleno de negros presentimientos. Un viento helado
cruza mi pecho y siento que tardare en volver a verte.

Mi pulso, mi vida se paraliza
si no estás a mi lado, no quiero estar sin tu calor, sin tu aliento.

Mi calor y mi vida son tuyos y así será para siempre Raimundo.

Para siempre.
¿Cuando volveré a verte?
Mañana, como cada día. ¿Porque me lo sigues preguntando?

Porque cada vez que te vas me dejas lleno de negros presentimientos. Un viento helado
cruza mi pecho y siento que tardare en volver a verte.

Mi pulso, mi vida se paraliza
si no estás a mi lado, no quiero estar sin tu calor, sin tu aliento.

Mi calor y mi vida son tuyos y así será para siempre Raimundo.

Para siempre.
#2396
20/09/2011 01:17
Ruuth, bravísimoooo. Jo, espectacular. Como siempre. ;-)
Cristina, bienvenida a este hilo... y me ha parecido un comienzo de historia fantástico. Síguela cuando puedaas.
Cristina, bienvenida a este hilo... y me ha parecido un comienzo de historia fantástico. Síguela cuando puedaas.
#2397
20/09/2011 01:21
Ruth la estatua del pueblo te la vamos a hacer a ti asi de claro
que me perdone nuestra Paca jajaja. Me emocionas que lo sepas :)
Encantada de poder llamarte por tu nombre Cris ^^ y que bien que escribas!!!Ese inicio tiene muy buena pinta,siguelo cuando puedas ;) que aqui estare deseosa de leerte.
que me perdone nuestra Paca jajaja. Me emocionas que lo sepas :)Encantada de poder llamarte por tu nombre Cris ^^ y que bien que escribas!!!Ese inicio tiene muy buena pinta,siguelo cuando puedas ;) que aqui estare deseosa de leerte.
#2398
20/09/2011 01:36
Cris
ya me has cautivado!!! El principio de tu historia es muyyy bueno, te expresas muy bien. Felicidades...y gracias por compartirlo.
Ruth....q te voy a decir??!!!! precioso...esa declaración de Francisca me ha emocionado...y el final, de los que nos gustan a nosotras....mientras haya encuentro, jajaja!!!
Silvia me encanta el montaje.....con el texto de la escena de hoy...espectacular. gracias a ti también.
ya me has cautivado!!! El principio de tu historia es muyyy bueno, te expresas muy bien. Felicidades...y gracias por compartirlo.Ruth....q te voy a decir??!!!! precioso...esa declaración de Francisca me ha emocionado...y el final, de los que nos gustan a nosotras....mientras haya encuentro, jajaja!!!
Silvia me encanta el montaje.....con el texto de la escena de hoy...espectacular. gracias a ti también.
#2399
20/09/2011 02:11
¿Silvia? eres eres eres increíble.. En serio gracias por tus preciosas ediciones son absolutamente embriagadoras, tan maravillosa como la escena
Kerala ¿Ruth? Maravilloso tu relato, tu historia,ayyy lo que disfruto yo entrando por aquí
Kerala ¿Ruth? Maravilloso tu relato, tu historia,ayyy lo que disfruto yo entrando por aquí
#2400
20/09/2011 15:37
Naryak preciosas las capturas
son muy bonitas!
son muy bonitas!