El Rincón de Raimundo y Francisca. 16 años después... ¡Queremos gozo en el otoño de la vida!

Jjajajaja Melisa, ni el helado de chocolate ni ná, que días más aciagos estamos pasando, como dijo Sebastian a Francisca, " Estamos en el mismísimo averno"jajaj

Vaaa, chicas, que no se diga. Sinceramente creo que no nos podemos quejar. Después de todo lo que hemos pasado, donde hemos tenido momentos malos malísimos, donde no hacían más que insultarse cuando se veían, o donde pasaban cerca de 40 capítulos en los que ni se cruzaban, esto de ahora, no es nada.

Asi que, arriba ese ánimo que las cosas pintan mucho a nuestro favor.

P.D. A votar a María ¿eh?

Buenas tardeeeeeees!!!!!!... después de 6 dias totalmente incomunicada del foro, la novela y cualquier cosa que tenga que ver con Puenteviejo... he vuelto con las energias renovadas y llena de noticias.. gracias a mi gemelilla, que me ha ido diciendo todo lo que se cocía por estos lares... jajajaja

Ruth, siempre a tus pies... seguro que todas decimos lo mismo... pero es que es verdad...
Martaaaaa... como te gustan los chozoalgoooo... jajajajajaj... como dice Nicuxy, tendrás que sacar más veces el papel y lápiz eh...

Mi bienvenida a todas las nuevas!!!! me encanta que cada día este foro se llene de raipaquistas.. jejejeje..
Ellen, quien no quiere el maldito VE???? estamos todas deseosas de ello... jajaja

Y a las demás... que os digo??? que en cuanto me ponga al día con los capítulos... comento... y seguiré comentando claro...

Gemelillaaaaa miaaa... ya sabes lo que nos toca hacer como cada noche... jajajajaja

Un besazo enorme a todas... y que no decaiga el ánimo...

Que exageradas, ya me gustaría a mi ser la mitad de buenas de lo que decís. Y sí, me encantan los chozoalgo, peroo... a vosotras también e.e

No quería subirlo porque vi el de Franrai y Nadia y me pareció demasiado parecido, repetitivo... que conste que me han forzado a hacerlo.

Disparo de amor

:

***

17 de enero del 1920.

Raimundo abrió las puertas del despacho y en cuestión de un segundo se postró delante de Francisca Montenegro. Francisca levantó la cabeza disimulando su sorpresa y nerviosismo.

- He venido a por una respuesta y no me iré sin ella. ¿Por qué no me dejaste marchar? –preguntó casi con desesperación.

- Ni yo misma lo sé.

- Sí lo sabes.

- Raimundo… vete. Vete o te arrepentirás, ambos nos arrepentiremos. – Francisca se puso de pie, señalando la salida a Raimundo.

- Ya te lo he dicho, no me iré sin una respuesta.

- ¿De verdad quieres saberlo? – Francisca se colocó delante de Raimundo y continuó- Cuando supe que te marchabas me sentí vacía. Lo único que me llevó a impedir tu marcha fue el amor que sentí, el espejismo de ser amada y deseada. Pero todo era mentira. Ahora solo siento… desprecio.

- Francisca…

- ¿Qué, Raimundo? ¿Qué? Me has roto el corazón por segunda vez y no estoy preparada para una tercera.

- Todo lo hice para salvar la vida de mi hijo, pero bien sabes que te amo. Que siempre lo he hecho.

- ¡Cállate! -gritó- Por favor, deja de mentirme. Me provocas dolor. Todo lo que me hicieron esos imbéciles de Ayala y Sebastián no es nada comparado con el dolor que sentí al saber que todo no era más que una vulgar mentira. Me dueles, Raimundo. -Raimundo avanzó unos pasos pero Francisca le aturó y prosiguió- Estamos destinados a amarnos… y a odiarnos. Y no puedo seguir con esto, me equivoqué impidiendo tu marcha- No aguantó la mirada de Raimundo, así que terminó por bajar la cabeza.

- Nuestra historia no ha acabado aquí, Francisca Montenegro.

- Solo la muerte pondrá el punto final a nuestra historia.

***

18 de enero del 1920.

Raimundo se levantó temprano, y salió del Jaral sin dar aviso a nadie. Le apetecía andar. Deambuló sumido en sus pensamientos y en su tristeza, realmente se sentía frustrado. Sabía que Francisca no andaba errada, su historia de amor estaba llena de odio y sabía que existía la posibilidad de que la muerte acabase con su historia, pero también que podían arreglarlo ellos. La única certeza que tenía era que Francisca Montenegro era el principio y el fin de su vida. Y ella le amaba. No podían rendirse, no ahora.

Llevaba horas caminando y antes de que pudiera percatarse ya eran las 18.00 horas. Levantó la cabeza y miró el lugar donde se encontraba. La estación de tren. Sus pasos le habían llegado hasta aquel lugar, el lugar dónde todo debía haber acabado y sin embargo acabó siendo el lugar dónde todo volvió empezar. Por ella. Siempre ella. Sonrío irremediablemente. De repente escucho una voz familiar, levantó la mirada y vio a Soledad. Recordó que Tristán le había puesto al tanto de su marcha, él no se había despedido de ella. Raimundo se dirigió hacia Soledad y su profesor de música, creyó recordar que se llamaba Luis. Se colocó delante de los dos ‘enamorados’ y justo en ese momento escucharon un ruido que los sobresaltó a todos. ¿Un disparo? Luis y Soledad miraban a Raimundo sin entender que sucedía. Los tres bajaron la mirada al unísono para mirar a Raimundo. Sangre. Un disparo en el costado izquierdo. Cerca del corazón. Raimundo puso los ojos en blanco.

- ¡Raimundoo! – lo llamó Soledad. Pero él ya no podía oírla.

***

Raimundo abrió los ojos y sintió en el paraíso. ¿Eso era…? Sí, era la habitación de Francisca. Entonces recordó. El disparo. ¿Estaría muerto? No sentía dolor, solo una paz inmensa. Nunca había creído en ningún cielo, pero sin duda alguna aquel lugar debía serlo. Sonrió al tiempo que sus ojos volvían a cerrarse.

***

-¿Qué diablos ha pasado?- preguntaba casi gritando a Soledad.

- No lo sabemos, señora. –Luis tomó el control de la situación- Apenas quedaban unos minutos para que llegase el tren, de repente vimos a Raimundo delante nuestro y alguien disparo en ese momento. –Luis tragó saliva y miró a Soledad, quien estaba visiblemente turbada.

- Madre, ¿dónde está Olmo?

- Y yo que sé. No me importa lo más mínimo ese estúpido hombre.

Madre. -repitió- Fue todo tan rápido... Creo que el disparo iba dirigido a mí.

Francisca miró a Soledad. –Mariana. ¡MARIANAAAAAA!

- Sí, dígame señora.- La doncella había llegado en cuestión de segundos.

- Trae inmediatamente a Fernando y a Olmo Mesía a mi despacho.

Al cabo de unos minutos ya tenía a Fernando en frente.

- ¿Y tu padre? –preguntó con un rostro enfadado.

El joven tragó saliva y miró a Mariana.

Francisca bufó. –Te he hecho una pregunta.

- Yo… verá, señora…

Mariana hizo gala de un coraje que pensó que no tenía e interrumpió al joven –Las cosas de Olmo Mesía han desaparecido.- La joven no pudo aguantar la mirada que le dedicó Francisca.

- Llama a Mauricio. Y dejadnos solos.

***

-Quiero que empieces una recerca a fondo y que encuentros a Olmo Mesía. ¿De acuerdo?

-Entendido, señora.- Mauricio dio media vuelta para marcharse.

-Espera. –Francisca alzó el mentón- Lo quiero vivo. Quiero tener el placer de acabar con él con mis propias manos.

Continuará...

***
Creo que he cambiado algo para que coincidiese la marcha de Soledad con el después de la conversación con Raimundo y Francisca.

Hola chicas!!!
Hace unos días que no me metía,y al entrar,pero ¿qué veo?...
-EllenRipley la canción me ha encantado...
-Marta con tus dos relatos me ha subido un calor...uffffffff,me ha encantado que lo sepas...y ese continuará que sea pronto porfis,que lo estamos deseando...
-Kerala,que te puedo decir que no te hayan dicho ya...pufffffffffffff tus relatos son increíbles

En fín que yo sigo pensando que vosotras deberíais ser las guionistas y haber si esta semana nos dan un respiro

*Seguid así con esos relatos...

UN BESAZO ENORME!!!

A Raimundo y a Francisca debían pitarles los oídos todo el rato, porque aunque no han tenido escena los dos juntos no han dejado de hablar de ellos.

Hay varias cosas que tengo que decir...
-¿Quién ha dicho Raimundo que tenía inquietudes y que por eso poseía el libro de derecho? No conozco a nadie que merezca la pena mencionar con ese nombre.
- El momento quemando de la flor... sin palabras.
- Lo dicho en Facebook, he adorado a Paca y a Olmo, dos malvados bebiendo para olvidar males de amores. Aish, como comprende Francisca a Olmo. '¿Qué? ¿Han pasado una noche dura?' 'Come y calla, Fernando.' Y los dos ahí, con resaca.
- Ni el secuestro ni las torturas, a usted lo que realmente la atemoriza es... saber que sigue enamorada de mi padre.

No viene al caso, pero, ya que estoy... me he reído con el juez. ¡Qué pasión le ha puesto al condenar a Gonzalo! Le pone más sentimiento que el pregonero.

Jajajajajaja.... me meo Marta....

Yo no sé que me ha dolido más, si ver como quemaba la flor o escuchar decirle a Olmo eso de romper con el pasado, y ya con la musiquita que ponen... pues a una la hace... como decirlo... hiperventilar???

Ahora, ese momento de Emilia... cuanta razón ha tenido... anda que, hasta las trancas del Ulloa Paquitaaaaaa...

COME Y CALLA FERNANDO... una aspirina para la doñaaaaa que tiene resaca...

JAJAJAJAJAJAJ me meo con todas enserio ! *-* Aishh nuestra paca poordios ! *-*
Pero que olvidar ni olvidar ! Estos guionistas me ponen ENFERMAAAA ! Y si, yo también creo que deberiais ser vosotras las guionistas pero enfinn jajajaja :)

Marta no es por meterte presión ¡¡ Pero sigue !!


Que buena es esta Francisca, me parto con ella.




Y esto le ha dolido más de lo que quiere demostrar.




Vídeos del canal Raipaquista.

Ueee vaya horas se me han hecho hoy. Esto de tener Internet a cuenta gotas, uffff!!!!
Ah pero todavía vamos por el quemaflor??? Jajaja el "quemaflor" me ha puesto de los nervios pero el momento Paca diciendo "mejor traiga la botella" jajaja ya me estaba imaginando el relato de la Paca con varias copas demás de camino al Jaral. Me ha encantado.

Como dice Ruth nos quejamos ya por gusto. Los nuestros están saliendo bastante últimamente y refiriéndose a su relación, antes si salían era milagro y si hablaban algo sobre ello, era milagro doble. Lo que pasa Ruth que somos pacientes pero ansiosas a la vez y queremos que no mareen tanto la perdiz y nos den un buen gozo algo que sus miradas lo están pidiendo a gritos y las raipaquistas también. Jajajaja

Ay mi gemelilla, ya está de vuelta. Hoy has tenido Premium eh? Escaso por los megas pero lo has tenido y más tras la alegría que me he llevado. Si adoraba a Ramón, ahora más. Jajaj

Marta.....sigue con la pluma, lápiz o bolígrafo que está interesante va. Jajajaja ains!!!!

Sonia spoilemos como en los viejos tiempos

SPOILER (puntero encima para mostrar)

ese nos rendimos y luego la puñetera que diga lo que dice....uffff que ganas de saber qué pasa justamente después de eso

hola preciosas!

Aaay el momento de quemar la flor, a mi me ha puesto los pelos de punta eh?! pero mira que es terca esta mujer....! esta claro, necesita un.....(ya me entendeis) a ver si se le bajan los humos jajajaja

Raimundo me esta encantando...este hombre al que llegue a querer matar con mis propias manos aun a riesgo de morir yo en las de Ruth, ahora me chifla...esta enamorado y va a a por todas pero claro con una mujer asi como francisca no se puede...asi no se puede...que caracter tiene joe! Veremos la conversacion que tienen y que nos deparan....aunque me temo que Raimundo sera mas diplomatico y ella ira a cuchillo! Rai dale un muerdo y que se calle la boca!jaja

Maria, Ramon! Ay que os quiero!


besos a todas pequeñas!!

Jajajajjaja.... Mariajose.. es verdad... le hace falta uno de esos...veriamos que cambio de humor tenía... jajajajajaj


Gemelilla.. te perdono el escaso spoiler por todo lo acontecido en la noche anterior... jajajaj... y porque las ojeras nos llegan hasta la nariz... pero de hoy no te libras...

Como dice la Bouzas en "Una mujer invisible"... «a partir de los 40, lo que necesitas es un buen polvo que te despierte»... así es que Ulloa... ya sabes...

Buenos diaaaaaas!!!!

HOLA : Pue si chicas si en el fondo Francisca lo que quiere es que el ulloa le de un buen revolconjejejej , pero que terca es si en el fondo esta coladito por el ,hay!!!! Francisca no legas sufrir mas a el pobre Raimundo que ya no sabe que hacer para que le perdodes y saves que esta loquito por ti .

Espero que ya chicas no tengamos que esperar mucho para que se reconcilen XD que necesitamos ver eso como raimundo desea que le perdone Francisca .

UN NESO

MARIA , RAMON : una vez mas !!!!!FANTASTICOS !!!!!!

Spoilemos Nicuxy, spoliemos, jajajaja

SPOILER (puntero encima para mostrar)

Que eso de "nos rendimos" a mí por lo menos me parece, que se refiere a los reproches que se hacen el uno a la otra y que ya están cansados de tanta lucha, las rendiciones muchas veces son dulces y después de rendirse ¡¡¡¡ UN MUERDO A LA PACA !!! y arreglado.

¿ Que me dices de Tristan? ahora lleva la misma sangre que su madre, cuando le interesa, cuando no tiene ni una buena palabra para ella nunca, siempre la pone como un monstruo con todo dios.

¡¡ Que mirada poooor diosss !!

¡Ay ahora cómo estáis todas rendidas ante Raimundo Ulloa...! ¿Pues no lo dije yo siempre? Lo que pasa es que la Montenegro es mucha Montenegro y a orgullosa no le gana nadie.

Hace mucho tiempo empecé a escribir una historia que sé que muchas habéis leído, y que por diversas circunstancias aparté porque no me sentía con ánimos de continuar con ella. Este relato tiene gran importancia para mí y un gran significado, y creo que ha llegado el momento de ir cerrándolo.

Para refrescaros la memoria, os dejo un enlace donde podéis descargarlo quien quiera hacerlo.
Raimundo y Francisca, lo que debió ser

Y aquí os dejo ahora, el principio del fin

Raimundo y Francisca. Lo que debió ser

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Ni el tiempo ni la distancia pueden borrar los sentimientos. Por más que hubiese deseado arrancarse aquella pena del corazón, aquel sangrante amor que parecía sin embargo no haber sobrevivido a los envites de la vida. A las despiadadas consecuencias de un mal entendido orgullo. De un dolor que cegó el amor. Que impidió una vez más que su vida siguiera su cauce.

No había un solo instante en el que no recrease en su memoria lo acontecido aquel frío día de marzo. Su vida se partió en dos frente a la mirada acusadora de todos. Poco le importaba aquello, lo había padecido innumerables veces a lo largo de los años. La que no pudo soportar sin embargo, fue la suya. Aquel desprecio que no comprendía cómo una vez más todo se esfumaba ante sus ojos.

Tristán salvó la vida, y los perdió a ambos. Para siempre.

De nada sirvieron sus ruegos, sus súplicas. De nada valieron sus lágrimas y sus enojos. Admitía su parte de culpa en la historia, más… ¿por qué todos se empeñaban en culparla únicamente a ella? Había tratado de justificarse, de hacerle ver que no tuvo otra opción. Que se vio sola y desamparada, amando a quien la había despreciado.

Él se marchó. Se alejó de ella por segunda vez, poniendo en esta ocasión un océano entre ellos. Se juró a sí misma que no padecería un solo instante más por él, sabiendo de antemano que perdería la batalla.

16 años que se sucedieron uno detrás de otro como losas que aprisionaron su pecho sin dejarle apenas respirar. Que dejaron huellas en su piel y ahondaron en el vacío que reinaba en sus entrañas. Aprendió a sobrevivir sin él a pesar de que ni un solo segundo dejó de creer que un día, tal vez, Raimundo regresara por ella.

Cerró los ojos. No quiso recordar. No otra vez… Tan solo necesitaba un momento de paz que nunca parecía llegar. No se puede vivir de recuerdos aunque ellos fueran los únicos que la hacían mantenerse en pie.

- Madrina… -. Su pequeña niña le abrazó por la cintura mientras estampaba un beso en su mejilla. - ¿Qué hace aquí tan sola? ¿No ve qué día tan maravilloso la está esperando? -.

Aquella muchacha había sido el único punto de luz que había iluminado sus días. La única que en todos estos años había conseguido llegar hasta su corazón.

- Cada día es tristemente igual al anterior, mi niña. Al menos para mí -. Rozó su mejilla. - ¿Y tú? ¿A qué esa sonrisa? ¿Es que ha sucedido algo que deba conocer? -.

La joven sonrió. Nada escapaba a los ojos de su madrina y esta vez no fue diferente. No sabía cómo transmitirle la noticia, sabiendo la historia que pesaba sobre ellos. Aunque tarde o temprano terminaría por enterarse.

- Mi abuelo Raimundo ha vuelto -.

…………..

Sus sentimientos fluyeron cuando se vio a salvo de miradas interrogantes, cargadas de preguntas para las que no tenía respuesta. De pronto, 16 años no parecían demasiados. Volvía a sentirse igual de frágil, igual de enamorada que había estado siempre. Era una estúpida. Trataba de silenciar las palabras que le dictaban que ella había sido el motivo de su regreso. No podría serlo, no después de tantos años…

Su alcoba no le resultaba tan acogedora, tan segura. No podía huir de sí misma ni de sus sentimientos. ¿Cómo podía seguir sintiendo este amor por alguien que no lo merecía? Nadie elige de quién se enamora, a quién entrega su corazón. Nada más, lo hace con la esperanza de que la otra persona sepa cuidarlo, protegerlo. Amarlo.

Quizá no estaba marcada por la fortuna. Quizá su historia nunca estuvo destinada a llegar a buen puerto por más que lo intentó. Amores y desencuentros se entremezclaban a lo largo de los años. Unidos en el amor y en la desgracia. En las alegrías y en las penas. Quizá su amor estuvo sentenciado desde el principio.

Saber que Raimundo había regresado a Puente Viejo la llenaba de anhelos y dudas. Y por primera vez en toda su vida, no encontraba el valor suficiente para enfrentarlo y buscar en sus ojos un amor que sabía que ya no existía.

……………

La rabia primero y las diversas circunstancias de la vida, le habían mantenido alejado de Puente Viejo demasiado tiempo. ¿Por qué había regresado ahora? Su respuesta era fácil en palabras. Francisca. Su amor. Su vida.

Durante un tiempo, el amor que sentía por ella no fue suficiente ante el dolor que sintió cuando se descubrió que Tristán era su hijo y que ella se lo había ocultado. Aún le desgarraban sus lágrimas cuando él se negó a escucharla. Cuando la despreció y trató de alejarla de su vida poniendo distancia entre ellos. No podía continuar a su lado, se asfixiaba por tanta mentira.

Deshacía su maleta mientras dilucidaba cómo podría acercarse de nuevo a ella. Sabía que nada merecía después de cómo se habían despedido. Cuando los reproches inundaban todavía el aire, volviéndolo enrarecido. Espeso. Demasiado doloroso.

Tomó asiento en la cama cuando divisó entre sus enseres, la última carta de Emilia. En ella estaba la razón de su pronto regreso.

Padre

Deseo que al recibo de estas líneas, tanto usted como Sebastián se encuentren bien de salud. Por nuestra parte así es. Todos estamos bien a pesar de haber padecido Puente Viejo una epidemia de gripe española.

Ha sido esta razón y no otra el motivo de que le envíe una nueva carta en el plazo de apenas unos días. Don Pablo, el médico de la puebla ha sido presto y solícito para con todos nosotros. Apenas se ha movido de Puente Viejo en los días en que la epidemia alcanzaba sus cotas más altas. La falta de espacio en el Jaral obligó a reabrir el viejo consultorio.

Resultó extraño volver a cruzar el umbral de su puerta. Permanecer entre esas cuatro paredes que tantos y tantos recuerdos encerraban entre ellas. Todo parecía como siempre, como si el tiempo se hubiese detenido en su interior. Rosario y yo nos ofrecimos a adecentarlo tan buenamente como pudimos para que Don Pablo pudiera pasar allí los escasos momentos libres de los que disponía.

Nada nos hacía presagiar lo que allí encontramos. Entre papeles y legajos que aún se conservaban a través del tiempo, y que pertenecieron al Doctor Guerra, encontré un recibo que captó mi atención casi de inmediato.

Usted sabrá seguidamente de qué se trata en cuanto lo vea. No hay lugar para las dudas. Sé que no quiso saber de ella nunca más después de todo lo acontecido entre ustedes. Pero era justo que lo supiera.

Ahora, actúe usted en consecuencia y según crea conveniente.

Su hija que no le olvida

Emilia.

Hizo deslizar entre sus dedos aquel recibo. Algo ajado ya por el paso de los días y por las innumerables veces que lo había sostenido entre sus manos. Francisca, aquella a quien culpó de todo lo malo que había ocurrido en su vida, de haberle privado de lo más sagrado, le había salvado la vida.

Su mente retrocedió a aquellos días pasados. A los momentos que compartió con ella. Al amor que Francisca le brindó y que él no supo valorar. Había estado más ciego de lo que creyó estar.

Cogió su chaqueta y salió de su habitación. Necesitaba reencontrarse a sí mismo antes de poder enfrentarse a ella.

¿Alguien tiene el vídeo o el capítulo en el que salen Raimundo y Francisca paseando? Sale en el segundo 0.53 en el vídeo de Años perdidos. Realmente no me suena esta escena, pero 0.

chatosara
¿Alguien tiene el vídeo o el capítulo en el que salen Raimundo y Francisca paseando? Sale en el segundo 0.53 en el vídeo de Años perdidos. Realmente no me suena esta escena, pero 0.

HOLA !!!!
Aquí os dejo una historia que se me acaba de ocurrir...

LA TORCEDURA DE TOBILLO

Estaba enfadada,dolida,llena de rabia. Pero,¿cómo había podido?... ¿como se había atrevido a decir que si se rendían,eso jamás,no podía estar lejos de él,no podía estar sin su aroma,sin su calor.

Cogió el abrigo y salió a dar un paseo con el fin de poder mantener su mente ocupada y no pensar en él,pero fue en vano. No podía dejar de hacerlo,pero ¿cómo le había respondido que sonaba tentador,la idea de rendirse?.No pudo más y echó a correr como cuando era una chiquilla,la única diferencia es que ni iba con él. Ella siguió corriendo como si le fuese la vida en ello,hasta que tropezó y cayó.


Raimundo estaba ido,ensimismado en sus pensamientos. Soy estúpido-se decía una y otra vez.
Iba andando por el campo,ese campo en el que él y su amor habían compartido tantas alegrías.

Andando por el sendero vio a alguien tirado en medio del camino. Raimundo marchó presto y cuando vio de quién se trataba se quedó sin respiración.
-Raimundo,por Dios no te quedes ahí mirando como un pasmarote-dijo ella con dolor
Raimundo reaccionó y fue ayudarla,pero ella no podía caminar,así que la sentó bajo la sombra de un árbol,la descalzó y la dio un suave masaje en el tobillo.
Francisca al ver que Raimundo posaba sus manos sobre sus pies,suspiró de tal manera que Raimundo no pudo evitar mostrar una sonrisa. Francisca cerró los ojos para poder así disfrutar más del masaje. Raimundo con una sonrisa pícara pasó a los pies y de ahí subió por las piernas a los muslos. Una vez ahí Francisca quedó sin habla y a los segundos se vio reaccionando con un beso alucinante que hizo que Raimundo cayera para atrás. A Francisca la vino de anillo al dedo,se tumbó encima de él y le empezó a quitar la ropa,él prosiguió despojándola de su vestido. Cuando estuvieron igual,Raimundo atacó y ella contraatacó y así hasta que Raimundo entró en ella con desesperación,pero con delicadeza.

Cuando se vistieron Raimundo dijo
-Francisca,¿nos rendimos?
-¿como que si nos rendimos?-pregunto ella,que no entendía nada
-Sí,mi pequeña,que si dejamos de hacernos daño y de reprocharnos el pasado-dijo él con esa voz que tanto gustaba a Francisca.
Francisca respiró aliviada.
-Claro que sí,mi vida...Nunca hemos de dejarnos,no pienso permitirlo otra vez,no ya que te tengo para mí,solo para mí-dijo ella
-Hombre también me han de tenerme mas gente-dijo él bromeando
-Raimundo...te quiero-dijo ella con esa voz llena de amor que solo conocía Raimundo
-Yo también mi pequeña...Por cierto,¿que tal el tobillo?-preguntó con una sonrisa
-¿qué tobillo Ulloa?-dijo ella con otra sonrisa y se fundieron en otro beso,besos que había guardado todo ese tiempo para su amor...


PD: kerala me ha encantado...seguid así!!!

UN BESAZO!!!

Entrar y ver relatos es genial. Ruth, ¿estás siguiendo tu historia? Que alguien me pellizque, por favor.
Se me ha ocurrido un lugar para loqueseaencuentro que creo que no está profanado, repito, creo, porque de vosotras me espero de todo. Va, a ver quien lo adivina...

Disparo de amor.

19 de enero del 1920.

Raimundo volvió a despertar. Abrió los ojos y vislumbró unos rayos de luz atravesando el ventanal. Ya era de día… Recordó todo lo acontecido. La pelea con Francisca, una noche que pasó casi en vela, el largo paseo, la estación, Soledad y un disparo. Se tocó el costado y dejó ir un alarido. Le dolía. Hizo un esfuerzo por recostarse en la cama y entonces la vio. Estaba sentada en la silla, mirándole, con los ojos acuosos. El mundo se detuvo, y con él, su corazón, que parecía que se había olvidado de seguir latiendo al verla.

- Amor… - susurró él, triste.

- No digas nada, por favor. –Francisca se levantó y corrió hacia él, abrazándole mientras procuraba no rozarle la herida.

Se quedaron así, abrazados, y finalmente ella se durmió. Raimundo sonrió, estaba tan hermosa… ¿Se habría quedado toda la noche velándole? Ni siquiera se había cambiado. Raimundo no pudo evitar emocionarse y la abrazó con más fuerza, para no volver a soltarla nunca.

***

En una de las ventas de las afueras de Fuente Álamo se encontraba Olmo Mesía, firmando la que parecía ser una carta de despedida. Encargó al único de sus hombres que le acompañaba que se la entregase a Fernando Mesía y a Francisca Montenegro. No creía tener que darle ninguna explicación a esa vieja, pero no quería que el porvenir de Fernando se viese afectado por culpa de él.

Se levantó mientras bebía el último sorbo de ese brandy francés, sin duda alguna el placer de beber sería una de las cosas que más echaría de menos. Se dispuso a pagar y, sin más dilación, salió de la venta.

***

-Raimundo…- le llamó una recién despertada Francisca.

-Estoy aquí amor.- Raimundo estaba abrazado a ella mientras Francisca seguía con la cabeza reposando en tu pecho.

-¿Cómo estás?

-Mejor que nunca. –contestó Raimundo mientras tomaba la mano de Francisca. La mujer a la que amo acaba despertar con su cabeza reposando en mi pecho y enlazada entre mis brazos…

-Yo…, Raimundo, no hubiese podido resistir a tu muerte. Y mucho menos estando las cosas como estaban entre nosotros –bajó la cabeza al decir esto último.

Raimundo sonrió y la tomó por el mentón obligándola a mirarle. Y le dedicó la mejor de sus sonrisas, con un amor infinito. –Y bien, ¿qué sucedió?, recuerdo el disparo… ¿Cómo está Soledad?- preguntó con un atisbo de miedo en sus ojos.

-Está bien, la bala no llegó a alcanzarla porqué… porqué tú te colocaste delante de ella. No se encontró ningún rastro de quien disparo, pero no temas, yo me ocuparé.

-Francisca. Escúchame, no quiero que hagas nada. Lo importante es que yo estoy sano. Y que, si tú lo deseas podemos arreglar…

-No hay nada que arreglar, –interrumpió ella- esta noche, mientras Don Pablo te atendía sentí que algo se rompía en mi. Estabas muy grave y yo… ¡yo no puedo vivir sin ti! –Pronunció esto último con lágrimas en los ojos-. Bien sé que todo lo hiciste por tu hijo, y también sé que me amas, porque este amor es el mismo que sigo sintiendo yo.

Raimundo sintió una felicidad aplastante que hizo explotar la burbuja de la amargura en la que había estado las últimas semanas. Se inclinó, con toda la ternura que pudo, y la besó, esta vez con libertad, sin ninguna mentira detrás.

***

En este mismo instante Olmo se dirigía por los caminos que llevaban al barranco que estaba en las proximidades de Puente Viejo. Continuó andando hasta que finalmente llegó a su destino.

-Soledad, por fin, por fin podré reunirme contigo y podremos amarnos libremente. Porque sé que me amas, que en el cielo hay un lugar para nuestro amor.

Olmo se dirigió con una serenidad abrumadora hacia el borde del barranco. Y no se aturó, siguió con sus pasos como si esperara que Dios le sujetara y no le dejase caer, como si en medio de la nada hubiese un camino invisible para él. Pero no era así, y él lo sabía. Y cayó hacía abismo para no volver jamás.

***

Raimundo y Francisca estaban tomando el café en el salón después de que él le insistiera mucho en que se encontraba perfectamente y en que necesitaba salir de la cama. Conversaban como hacía tiempo que no lo hacían, pero su conversa se vio interrumpida por Mauricio.

-Lamento interrumpir, señora, pero traigo nuevas. –Maurició miró a Raimundo.

-Habla, Mauricio.

-Perdimos el rastro de Olmo en una venta, pero encontramos a uno de sus hombres de confianza y conseguimos algo que tenía en su poder. –Mauricio alargó una carta a Francisca.

Francisca abrió la carta, la leyó y tragó saliva.

-¿Qué sucede, Francisca? –Preguntó Raimundo frunciendo el seño – No entiendo nada.

-Marcha en busca de Fernando y de Soledad. –dijo acompañando sus palabras con un leve movimiento de cabeza a Mauricio.

Continuará
Después de ver la escena de ayer bebiendo con la Paca me ha dado hasta pena matarlo:c

SPOILER (puntero encima para mostrar)

¿¿ pero quien narices ha escrito la escena del premium de hoy? estaban los guionistas de vacaciones o queeeee? peor no puede ser....jamas me imagine una escena para hablar de sus cosas y que terminaran hablando de....GONZALO! A la porra gonzalo...que me cae mal!