FormulaTV Foros

Foro El secreto de Puente Viejo

Creemos nuestro propio Puente Viejo. ¡TODOS JUNTOS!

Anterior 1 2 3 4 [...] 27 28 29 30 31 32 33 [...] 142 143 144 145 Siguiente
#0
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
07/03/2012 15:08
Fann3 me ha dado la idea de hacer esto, consiste en elaborar nuestra propia historia de Puente Viejo todos juntos. Cada forer@ va a ser un personaje de Puente Viejo.

Espero que os guste esta idea, me parece que lo podemos pasar muy bien.Si teneis alguna duda me lo deciis, y antes que nada si os parece bien, decidme que personaje quereis cada unos y yo los iré poniendo antes de empezar a elaborar la historia. Yo me pido Pepa si no os parece mal, si alguien quiereel personaje de Pepa yo me cojo otro y no pasa nada. Muchas gracias.


creemosnuestropropiopuenteviejotodosjuntos

creemosnuestropropiopuenteviejotodosjuntos

creemosnuestropropiopuenteviejotodosjuntos


PERSONAJES PARA LA HISTORIA:

miri1309- Raimundo
Ruthlovetristan-Pepa
musicintheair13-Emilia
emshdopv-Soledad
Mariaesdpv-Tristán
Fann3-Alfonso
CristinaESDPV- Gregoria Casas
Franrai-Francisca
Triestrellasara-Mariana
Jessicavalido-Rosario
Laury93-Salvador Castro
Nhgsa- Sebastian Ulloa
Esdpvluna- D.Anselmo




¡PODEIS SEGUIR UNIENDOOS AUNQUE YA HAYAMOS EMPEZADO!

Aviso!! Por favor si os comprometeis a hacer un personaje, intentad escribir regularmente para darle continuidad a la historia y no quedar estancados. Muchas Gracias.

Y si quereis participar , informadnos con antelación, sino esto se desmadra y sería un caos. GRACIAS.
#581
Franrai
Franrai
14/04/2012 18:36
Me eché hacia atrás, cayendo de nuevo sobre la cama, al escuchar como la puerta se cerraba. Quedando la estancia sumergida de repente en un frio silencio. Me sentí vacía sin su presencia. Como me sentía de joven cada vez que nos teníamos que separar, aunque solo fuese por unas horas. Sonreí al recordar nuestros reencuentros. No podíamos vivir el uno separado del otro. Y ahora no era diferente.

Me incorporé para comenzar a vestirme. Raimundo me había recordado que tenía que hablar con Soledad y, aunque sabía que tendría que narrarle la parte más dulce y después la más amarga de mi pasado, sentía la necesidad de preguntarle qué era lo que Sebastián y ella se traían entre manos.

Fruncí el ceño mientras terminaba de peinarme. Raimundo también estaba tramando algo. No era normal el nerviosismo que mostró antes de irse. Y mucho menos que me mintiese o que tratase de restarle importancia.

Meneé la cabeza mientras abría la puerta de mi alcoba ya dispuesta para bajar. Dirigí una temerosa mirada al pasillo. No quería encontrarme con Salvador por nada del mundo.

-Soledad.- llamé su atención al entrar en el salón. Ella me miró y sonrió. Saludándome mientras se levantaba. –Buenos, días.-le devolví el saludo al tiempo que me dirigía hacia ella.

Me senté a su lado y noté como me miraba esperando lo que Raimundo le había dicho que le daría, una explicación de todo. Agaché la cabeza pensando en cómo lo haría, y ella, reconfortándome, llevó su mano a la espalda. Diciéndome con palabras que si quería no tenía por qué hacerlo. Pero quizás si era necesario que lo hiciese, para que ella me comprendiese. Para que no siguiese viéndome como la madre cruel que siempre fui a sus ojos.

-Soledad,- dije mirándola. –no es fácil para mi contarte esto. Tristán y tú… siempre me habéis escuchado soltar sapos y culebras de Raimundo, incluso a Tristán le prohibí que entablase amistad con Sebastián.- aparté la mirada arrepentida de mi comportamiento con él. –Cuando el amor se rompe el odio es la única compañía que es capaz de convalidarlo.- musité más para mí que para ella. –Pero ni nuestro amor se rompió, ni el odio en nuestros corazones fue real.- suspiré hablando, esta vez sí, con ella. –Raimundo y yo nos conocíamos desde niños, -sonreí. –compartíamos juegos, risas y nuestro odio profundo hacia las reuniones oficiales.- ensanché mi sonrisa y Soledad rió ante la confesión. –Sin darnos siquiera cuenta, nos volvimos inseparables. Pasábamos las horas juntos, disfrutábamos de nuestra compañía y casi sin saberlo,- cerré los ojos recordando. –nos enamoramos perdidamente el uno del otro.- Soledad acarició mi mano enternecida por lo que narraba. –Aquellos fueron los mejores años de mi vida.- sonreí. -Planeábamos toda una vida juntos a la luz de la luna, queríamos casarnos, tener hijos y… Queríamos ser felices, pero cortaron nuestras alas.- mi rostro se entristeció y el de Soledad imitó al mío. –El padre de Raimundo lo obligó a casarse con una rica heredera y él, queriendo protegerme de las amenazas que su progenitor, aceptó el compromiso. En su día me lo ocultó a sabiendas que yo hubiese montado en cólera al saberlo, y no conocí la verdad hasta hace solo unos meses.- Soledad acarició cariñosa mi rostro. –Mi corazón se rompió en pedazos, Soledad. Me sentí abandonada, engañada…- meneé la cabeza viendo que aquello fue mi error, dejarme guiar por mi orgullo herido. –Decidí alejarme de aquí. Alejarme de cada rincón que guardaba el recuerdo de un hermoso momento compartido con él, el recuerdo de sus besos, de sus caricias, de sus palabras de amor que en aquel momento solo me sonaban a engañifas.- me había mantenido entera hasta aquel justo momento. Y sentí como de nuevo algo se me rompía por dentro al recordarlo. –Desgraciadamente cuanto más me alejaba de su recuerdo, más me acercaba al abismo. Como si al destino no le hubiese divertido bastante separarme del amor de mi vida, colocó frente a mí al peor hombre que existía sobre la faz de la tierra, Salvador Castro.- pronuncié con despreció. –Desesperada y herida me dejé engatusar por sus palabras y agasajos… -mi hija me consoló diciéndome que nada de culpa tenía de ello. –Todo fue demasiado rápido.- cerré los ojos. Necesité que lo fuese, mi embarazo no podría haberse ocultado demasiado tiempo más. Y pasé los siguientes meses deseando que Tristán naciese a su tiempo para poder decir que era sietemesino. Pero aquello no podía contárselo a Soledad, no todavía, antes tendría que hablar con Raimundo. – Cuando Salvador tuvo todo lo que necesitaba, descubrió tu antifaz y se mostró ante mi como el hombre que era.- una lágrima rodó por mi mejilla cayó sobre nuestras manos entrelazadas. –Y aun así no sufría mi dolor sino el vuestro.- miré a Soledad que con los ojos cargados de lágrimas me miraba con admiración. –Lo siento, mi niña.- me disculpé. –Siento no haberte podido proteger tanto como hubiese querido, pero no pude hacer nada más.- enjugué las lágrimas que silenciosa escapaban por su rostro. Meneó la cabeza haciéndome ver que no importaba. Y sentí la necesidad de abrazarla. Protegiéndola ahora entre mis brazos. Mostrándole todo el cariño que siempre tuve para ella, pero que pocas veces le mostré.

La aferré aun con más fuerzas al escuchar un “te quiero” de sus labios.

-Y yo, corazón mío.- susurré. – Y yo.
#582
Jessicavalido
Jessicavalido
14/04/2012 18:56
Enjugue mis lagrimas y comencé a subir las escaleras con la bandeja que contenía el chocolate para el desayuno,respire hondo para tratar de aliviar el dolor y la culpa que sentía.Entre en el salón y vi como la señora abrazaba amorosamente a Soledad,me alegre por ellas,que al fin se hubieran reconciliado.Espere a que se separaran,pues no quería interrumpir ese hermoso momento,cuando lo hubieron hecho me acerque con la bandeja.

-Buenos días, aquí les traigo la bandeja con el desayuno-dije depositando la bandeja en la mesita que había junto a ellas.
#583
MariaEsdpv
MariaEsdpv
14/04/2012 19:03
Nos sentamos y después de que Raimundo tomara aire comenzó a hablar, poniéndose algo nervioso.

-Tranquilo Raimundo, prosiga.

Escuché atentamente lo que me decía, comenzaba a relatarme la historia con mi madre, yo sonreía al escuchar aquellas palabras, cuando de repente el gesto le cambió completamente, agachó la mirada, y yo fruncí el ceño, imáginandome que ahora venia la parte mala, puse mi mano sobre su hombro y le anime a que siguiera hablando.
Esta parte de la historia era triste, muy triste, a Raimundo le resbaló una lágrima por la mejilla, yo estaba emocionado al oir aquella historia.

-Un final muy triste tuvieron, para una historia tan bonita...pero como suelen decir, las cosas acaban bien, y si no, es que no han acabado.

Mire como sacaba algo del bolsillo pero no me percaté de que era, miré sus manos interesado. Cuando de repente, abrió y pude observar un anillo color plata, con un pequeño zafiro color añil oscuro en el centro, rematado por pequeños diamantes de brillante transparencia, rodeando toda la joya central, me sorprendio y me emocionó a sobremanera, era precioso. Me dijo que le queria pedir matrimonio, y note su angustia cuando me dijo que no sabia si aceptaria, yo reí ante eso.

-Hágalo, pídaselo Raimundo, no tenga miedo, estoy seguro de que ella le aceptará, se aman y eso está por encima de todas las cosas...bueno, de casi todas. -estas últimas palabras las dije en un tono triste, pensando en Pepa.-
Al recordar a Pepa, recordé nuestra inminente marcha del pueblo, y pensé que era buen momento para contárselo a Raimundo.

-Raimundo...yo también tengo que confesarle algo -le dije- En unos días...en unos días marcharé de Puente Viejo.
#584
MariaEsdpv
MariaEsdpv
14/04/2012 19:26
Escuché atentamente las palabras de Raimundo,él había amado a mi madre 30 años, y aún seguía haciéndolo, el amor es para siempre, y el mío por Pepa, lo tendría siempre.
Tenía razón en todas y cada una de sus palabras, sabía tan bien como él que el no tocarla, el no besarla acabaría por destrozarme.

-No puedo dejarla sola Raimundo, no puedo...-dije con el gesto triste-

Oímos las risas de mi madre y de mi hermana, nos levantamos y él vino hacia mí, diciéndome que seguiría mi consejo aunque muriera e el intento, yo reí con el. Me dijo que alcanzaria la dicha, aunque yo no lo creia asi, y que era como un hijo para él.

-Y usted como un padre para mí, así ha sido siempre.

Nos abrazamos, esta vez no como otras veces, un cariño especial. Después nos separamos y entramos a la casona donde estaban mi madre y Soledad.
#585
Franrai
Franrai
14/04/2012 19:30
Soledad y yo nos separamos. Mostrándonos al hacerlo una bonita sonrisa. Pero a la vez podía seguir viendo en sus ojos la misma tristeza de antes.

-Basta de lamentos.- le dije.


Rosario irrumpió en la estancia y nos sirvió un poco de chocolate. La miré al rostro y pude ver enrojecidos sus ojos. Fruncí el ceño al verla así.

-Rosario.- pronuncié dispuesta a preguntarle, pero meneé la cabeza la instante retándole importancia. Y recordé otro asunto que si la tenia, y bastante. -Sabes donde se ha metido Mauricio.- le pregunté. -He de salir y...- ella me interrumpió.
#586
musicintheair13
musicintheair13
14/04/2012 19:31
Pese a que Sebastián no lo sabía, lo había escucahdo todo. Estaba buscando a mi marido cuando lo escuche hablando con mi hermano. Aguarde a escuchar la conversación. No me lo podia creer.

Sentí un pinchado. Aquello me era familiar. Ya lo habia sentido una vez. Cuando casi pierdo a mi hijo.

Salí a la casa de comidas mientras gritaba bajito el nombre de mi amado.

Me iba a derrumbar pero tuve suficiente fuerza para llegar hasta mi alcoba. Antes avisé a Juliana, una parroquiana de hiciera llamar a Pepa. La aguaradaba en mi alcoba.
#587
Jessicavalido
Jessicavalido
14/04/2012 19:38
La señora al verme frunció el ceño, yo temí que fuera a preguntarme por lo que me pasaba,pues no sabia que decirle,pero afortunadamente me pregunto por Mauricio.

-Debe estar en los campos señora,¿quiere que se lo mande a buscar?-dije tratando de disimular mi evidente nerviosismo.
#588
MariaEsdpv
MariaEsdpv
14/04/2012 19:41
Raimundo y yo entramos al salón, donde estaban mi madre mi hermana y Rosario,entré con el gesto algo triste, pues las palabras de Raimundo me habían hecho reflexionar.

-¡Buenos días!
#589
Nhgsa
Nhgsa
14/04/2012 19:57
Sentí jaleo en la posada y me giré. Vi como Emilia se tambaleaba e intentaba llegar al cuarto. Alfonso se levantó alarmado y yo hice lo propio.

- ¡Emilia! - grité dirigiéndome a ella como podía. - Emilia aguanta por favor.

La acomodamos en la alcoba sin que dejara de gemir de dolor. Alfonso salió raudo a avisar a don Julián.

- Emilia hermana aguanta. - dije desesperado sentándome a su lado y agarrando su mano con fuerza. - Respira... Yo no quería esto... no quería que... que pasara esto por mí... por favor... aguanta...

Estaba desesperado. No quería que ocurriera por nada del mundo. Don Julián entró raudo alertado por Alfonso.
#590
Franrai
Franrai
14/04/2012 20:03
-No, déjalo.- le dije. Podría ir andando. Le sonreí agradecida por la información. Preguntó si podía retirarse. Mas, quise preguntarle una última cosa.

-¿Raimundo y Tristán siguen en el patio?- y como respuesta a aquello ambos hombres aparecieron en el salón. Sonreí de medio lado. -Veo que no.- musité. -Buenos días, hijo.- saludé.

Estaba triste, pues a pesar de intentar disimularlo lo conocía demasiado bien. Miré a Rosario antes de proseguir, indicándole que no gustaba de nada más.

-He de suponer que no ha ido demasiado bien esa reunión vuestras.- pronuncié utilizando aquello para sacar la máxima información posible sobre su conversación.
#591
Jessicavalido
Jessicavalido
14/04/2012 20:16
La señora me dijo que no hacia falta que fuera a buscarlo,y me pregunto por Tristan y Raimundo,iba a contestarle cuando ambos aparecieron en el salón.Pregunte si precisaba algo mas y la señora me contesto que podía retirarme,cosa que agradecí por mi estado de animo,ya que no quería que nadie sospechara.Con una inclinación de cabeza me diriji a arreglar las habitaciones del piso superior.
#592
musicintheair13
musicintheair13
14/04/2012 20:24
Escuché como Alfonso hablaba con Don Julián. Solo tuve aliento para susurrar

-"Pepa, quiero que me atienda Pepa". Sebastián, ha de ser Pepa..

Los demás salieron a buscar a Pepa. Yo aguardé junto con Sebastian en mi alcoba.
#593
Nhgsa
Nhgsa
14/04/2012 20:26
Don Julián intentó que se tranquilizara pero era tarea imposible. Gracias a Dios el niño estaba bien por el momento. En cuanto oí esas palabras del doctor solté el aire que estaba reteniendo. Don Julián nos preguntó sobre cómo llegó Emilia a este estado y tuve que decirle que me había escuchado hablar con él sobre mi enfermedad.

- Emilia estoy aquí... no va a pasar nada... por favor... respira...

Pepa entró como una exhalación y enseguida se encargó de Emilia. Los hombres nos fuimos fuera de la habitación. Don Julián aprovechó para darme los frascos de la mandrágora y yo los cogí sin que Alfonso lo viera y me los guardé en el bolsillo. Le di las gracias.

Pepa terminó de revisar a Emilia sin que hubiera nada grave que lamentar. Entré junto con Alfonso y después me quedé apoyado en el alféizar de la ventana de pie, al lado de Alfonso que la acariciaba con amor sentado en la cama.

- Si llega a perder al niño por mí jamás me lo hubiera perdonado. Yo no quería esto...

Luchaba por contener las lágrimas de impotencia que había en mi rostro por eso Alfonso intentó tranquilizarme diciendo que fue un accidente. Emilia no tenía que haber escuchado la conversación.

Pepa preguntó sobre lo que había pasado y yo la miré con los ojos anegados en lágrimas. Aprovechando que Emilia estaba sedada salí lleno de rabia e impotencia. Pepa me siguió.
#594
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
14/04/2012 20:41
Salvador iba a contestarme cuando de pronto vi llegar a una mujer corriendo a toda prisa. Era Juliana, una mujer del pueblo.

-¿Qué te ocurre mujer? ¿A qué tanta prisa?

-Es Emilia, su embarazo, se encuentra muy mal- dijo Juliana jadeando

En cuanto oí las palabras Emilia y embarazo salí corriendo con Juliana hacia el pueblo. Sabía que algo malo ocurría. Tuve que dejar allí a Salvador, con la palabra en la boca. Confiaba en que más tarde pudiéramos retomar nuestra conversación.
#595
MariaEsdpv
MariaEsdpv
14/04/2012 20:45
Cuando mi madre me vió sabía que algo me pasaba, me conocía muy bien, Raimundo se adelantó a mis palabras, después se bsaron pasionalmente, reí, aún no estaba acostumbrado a verlos así,Raimundo me ofreció ir al despacho a revisar las cuentas de la finca, nos sentamos y comenzamos a ello.

-Ahora usted también se encargará de todo esto, cuando se case con mi madre.

Sonreí aunque tenía la sonrisa y la cabeza, muy lejos de allí.
#596
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
14/04/2012 20:49
Entré en la habitación de Emilia lo más rápido que pude. La encontré tumbada en la cama, retorciendose de dolor, junto a D. Julián, Sebastián y Alfonso. Les pedí que salieran y así lo hicieron.

-Vamos a ver, Emilia.- la dije intentando tranquilizarla.

Comprobé que el niño estaba bien y la di una nfusión de hierbas para calmar su dolor.

Avisé a los hombres de que ya podían entrar.

-Emilia, muchacha, has tenido un amago de aborto, pero no te preocupes, tu niño está bien. Eso sí de ahora en adelante deberás cuidarte mucho más.

Ella afirmó con la cabeza.

-¿Has recibido alguna noticia impactante ultimamente?- pregunté

En ese momento Sebastián salio disparado por la puerta, yo le seguí, le notaba muy extraño.
#597
Nhgsa
Nhgsa
14/04/2012 20:54
Si soy muy pesada escribiendo todo el rato decídmelo pero es que estoy enganchaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que no veas. Además que a cada momento estoy más enamorada de mi Sebas.

Yo me senté en la silla y enterré mi rostro entre las manos apoyadas en el bastón. Pepa me insistía presintiendo que algo grave había pasado. Respiré hondo y la miré con las lágrimas deslizándose por mi rostro. Lentamente le conté toda mi pena. Pepa cambió de inquisitiva a compasiva. No se podía creer lo que oía.

- Pepa te juro que yo no quería que se enterara... No quería que pasara esto pero me oyó hablar con Alfonso... yo... pensé que estaba en la cocina... yo... - dije a punto de llorar.

Pepa me miró compasiva. Intentó tranquilizarme diciéndome que fue un accidente y que afortunadamente no había pasado nada. Me preguntó por qué no lo había contado. Mi padre tenía que saberlo.

- Le has visto Pepa. Hace muchísimos años que no es feliz y finalmente ahora puede serlo. No puedo hacerle cargar con esto. Además tengo otras cosas que hacer.

Pepa me miró sorprendida por las últimas palabras que dije e insistió que tenía que contárselo a mi padre.

- No tenemos ese dinero Pepa y Francisca no puede disponer de ese dinero ahora que está Salvador. Es demasiado dinero y necesitaría su consentimiento. Estoy muy asustado Pepa...

Pepa se levantó y se acercó a mí dejando que apoyara mi cabeza en su pecho. Después me abrazó y me derrumbé.
#598
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
14/04/2012 21:01
Sebastián empezó a contarme todo. Por fin entendía el por qué del amago de aborto de Emilia.
Le pregunté que por qué no se lo había contado a su padre, pero tenía razó, el estaba muy feliz con Francisca, y no quería amargarle su felicidad.

Él se derrumbó en mis brazos, sentía mucha pena por él y no sabía que decirle para consolarle.

-Sebastián. Sabes que yo te ayudaría. Pero... ¡Maldita sea! Olmo lo dejó todo muy bien atado antes de que mi madre muriera para que yo no recibiera ni un duro de su herencia. Lo siento, pero no te preocupes, verás como finalmente todo se arreglará- le dije acariciándole el pelo.
#599
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
14/04/2012 22:15
-Ahora yo me tengo que ir- le dije pensando en que antes le había dicho a Tristán que iría a la Casona.

El me agradeció mi apoyo y me dijo que marchara ya. Me fui hacia la Casona, no sin antes decirle:

-Cuida de Emilia, ella te necesita.

Durante todo el camino a la Casona estuve pensando, teníamos que decírselo a Francisca, Raimundo ya lo sabía, yo misma se lo había confesado, ahora debía saberlo la Montenegro, aunque francamente, no tenía idea de como se lo iba a tomar. Pero no dudaba de que Tristán, permanecería a mi lado, ayudándome y protegiéndome.

Llegué a la Casona y llamé al timbre. Rosario me abrió. La encontré con el rostro triste, pero no me paré a preguntarla, lo haría más tarde, ahora tenía otro tema muy importante para tratar.

En el salón vi a Francisca y a Soledad, que conversaban cordialmente.

Las saludé. En aquel instante, como si hubiera oído mi voz, Tristán abrió la puerta del despacho y de él salieron él y Raimundo.
#600
MariaEsdpv
MariaEsdpv
14/04/2012 22:59
Observé como al hablar de Salvador volvía el odio a sus ojos.

-Difícil, no imposible, yo estoy seguro que les veré a ambos ante el altar, y que llevaré a mi madre del brazo. -y le sonreí- Claro que sí, tiene todo mi apoyo.


Después comence a hablarle de la finca, de los planes que tenía de futuro, al final todo iba a quedar en sus manos, pues yo ya tenía decidido que marcharía con Pepa, cuando me disponía a decirle esto, oí la dulce voz de Pepa en el salón y le dije a Raimundo que salieramos, me levanté y abrí la puerta, y allí la ví.

-Buenos días Pepa -le dije con una dulce sonrisa.-
Anterior 1 2 3 4 [...] 27 28 29 30 31 32 33 [...] 142 143 144 145 Siguiente