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Foro El secreto de Puente Viejo

Creemos nuestro propio Puente Viejo. ¡TODOS JUNTOS!

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Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
07/03/2012 15:08
Fann3 me ha dado la idea de hacer esto, consiste en elaborar nuestra propia historia de Puente Viejo todos juntos. Cada forer@ va a ser un personaje de Puente Viejo.

Espero que os guste esta idea, me parece que lo podemos pasar muy bien.Si teneis alguna duda me lo deciis, y antes que nada si os parece bien, decidme que personaje quereis cada unos y yo los iré poniendo antes de empezar a elaborar la historia. Yo me pido Pepa si no os parece mal, si alguien quiereel personaje de Pepa yo me cojo otro y no pasa nada. Muchas gracias.


creemosnuestropropiopuenteviejotodosjuntos

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PERSONAJES PARA LA HISTORIA:

miri1309- Raimundo
Ruthlovetristan-Pepa
musicintheair13-Emilia
emshdopv-Soledad
Mariaesdpv-Tristán
Fann3-Alfonso
CristinaESDPV- Gregoria Casas
Franrai-Francisca
Triestrellasara-Mariana
Jessicavalido-Rosario
Laury93-Salvador Castro
Nhgsa- Sebastian Ulloa
Esdpvluna- D.Anselmo




¡PODEIS SEGUIR UNIENDOOS AUNQUE YA HAYAMOS EMPEZADO!

Aviso!! Por favor si os comprometeis a hacer un personaje, intentad escribir regularmente para darle continuidad a la historia y no quedar estancados. Muchas Gracias.

Y si quereis participar , informadnos con antelación, sino esto se desmadra y sería un caos. GRACIAS.
#401
MariaEsdpv
MariaEsdpv
08/04/2012 11:48
-No mejor que vayamos para el pueblo, se esta haciendo tarde.
La mire,levantandome.
#402
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
08/04/2012 11:52
-No es necesario que me acompañes soldado, que no estoy lisiada- dije en tono de chanza
#403
MariaEsdpv
MariaEsdpv
08/04/2012 11:54
Sonrei ante la chanza.
-Lo se,pero yo tambien tengo que ir al pueblo asi que te acompaño,y no me rechiestes mas,partera-y solte una leve risa-
#404
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
08/04/2012 11:56
-Esta bien, esta bien, pero le aviso por si intenta algo... De que manejo la chaina mejor que un asaltador de caminos- no pude evitar reirme.
#405
MariaEsdpv
MariaEsdpv
08/04/2012 11:58
Rei con ella ante aquel comentario.
- Pierda cuidado señorita,yo soy todo un caballero -me diriji a la puerta y le hice un gesto para que pasara- pase usted.-y continue riendo-
#406
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
08/04/2012 12:01
-Se lo agradezco caballero-le dije sonriendo.

Me sentía bien, podíamos bromear y pasarlo bien, me sentía feliz a su lado, aunque no como yo quisiera.

Tristán me acompañó hasta el pueblo, y yo fui agarradda de su brazo en todo momento. Por el camino hablamos.
#407
MariaEsdpv
MariaEsdpv
08/04/2012 12:16
Me encantaba bromear con Pepa, y que lo pudieramos hacer tan facilmente,al menos eso teniamos. Le ofreci mi brazo y emprendimos camino para el pueblo, cuando casi estabamos llegando,varios pueblerinos que vi pasar nos miraban extraños...incluso podria decir que mal. Pero porque? No lo podian saber,el unico que lo sabia era el doctor y el....bueno la verdad que el tiene la lengua muy suelta,pero enseguida me saque esa idea de la cabeza y me centre
en Pepa.
-Sabes..aun no me lo puedo creer -dije hablando en tono bajito- Esto lo desee desde que te conoci,y ahora que ha pasado,me siento dichoso...y sobre la idea de marcharme contigo lo hare,no lo dudes..a que pueblo te gustaria ir?
#408
laury93
laury93
08/04/2012 12:42
Pasé días encerrado en mi despacho después de aquello, tratando en balde de borrar las últimas palabras de Ana, sin saber por qué me empeñaba en seguir recordándolas. No tenían ningún crédito, o sí, pero ¿qué más daba? ¿Era un monstruo? La vida me había hecho un monstruo, ¿tan malo hubiera sido dejarme ser feliz? Pero no, tuvo que empeñarse, tuvo que obcecarse en quitarme todo lo que tuve, en golpearme una y otra vez. Y me habían creado, y me habían hecho así, primero mi padre con sus golpes, después Puig y sus encargos. Él me enseñó a matar a sangre fría, me enseñó que mi vida era la única que valía la pena conservar, el resto no serían más que obstáculos en mi camino que podían ser eliminados con tan solo apretar el gatillo. Pero había algo que me faltaba, algo que me impedía dormir por las noches, y no, no eran remordimientos, era algo más… me faltaba algo. Fue ella, aquella ramera de Ana con su juego burlón, con sus palabras, las que trajeron de nuevo a mi madre a mi recuerdo. La había olvidado, había olvidado la promesa que les hice a mis hermanos de vengarme. Seducido por el dinero y los negocios sucios, había dejado a un lado mi verdadero propósito, deshacerme de ella. Quería matarla, eliminarla de la faz de la tierra para poder así sacarla por siempre de mi recuerdo. Pero antes, para poder encontrarla, para poder devolverle todo lo que me había hecho, yo tenía que morir. Para ser más exactos, Oriol Valls. Durante más de cinco años había sido el artífice de más muertes, chantajes, robos y extorsiones que Barcelona pudiera recordar y cualquier oficial de policía que se preciase soñaba con echarme el guante, me había ganado muchas enemistades con mis negocios, y había sido divertido, pero estaba cansado de aquella vida.
No fue demasiado difícil fingir mi muerte. Unos cuantos explosivos colocados debidamente, asegurarme de que todos en el edificio me viera entrar en el despacho, pero nadie salir. Una vez en la calle, me escabullí entre las callejuelas y esperé impaciente al gran final. Mientras andaba perdido en mis cavilaciones me choqué contra alguien, un niños de ojos oscuros y mirada perdida.
- Mira por dónde vas crío
- Mire usted que es más alto- me hizo gracia.
- Está claro que no sabes quién soy.
- ¿Quién es?
Aquel crió tenía razón o al menos me hizo darme cuenta de que necesitaba una nueva identidad. Mientras lo observaba atento vi como una imponente figura lo cogía de la mano y lo arrastraba con brusquedad, no pude evitar recordarme a mí mismo a su edad, tendría unos ocho años, la edad que tenía cuando mi vida se truncó y mi mirada adoptó ese mismo poso de pena.
- ¿Cómo te llamas? – le grité mientras el que sería su padre lo arrastraba
- Salvador, Salvador Franch
En aquel momento no supe, no podía saber que nuestros caminos se cruzarían muchos años después, que yo mismo conduciría a aquel muchacho a la muerte, a pesar de que me recordaba mucho a mí. Tampoco podía saber que su muerte supondría el principio de mi fin, en aquel momento lo único que supe era que tenía un nombre bonito.
- Salvador- me dije,- no está mal, muy irónico. Sea, Salvador…Castro.
#409
Franrai
Franrai
08/04/2012 13:43
-De acuerdo, de acuerdo, mi simple y descastado tabernero de tres al cuarto, loco y enamorado de la mujer más orgullosa de la faz de la tierra.- dije cómicamente con una sonrisa entre mis labios. –Aunque…- lo atraje hacia mí agarrando los extremos del cuello desabrochado de su camisa. –eso de orgullosa…- continué con una sonrisa traviesa en el rostro. –habrá que…- acerqué mis labios a los suyos. – discutir quien lo es más de los dos.- terminé depositando un suave beso en su mejilla. Desconcertándolo.

Me separé de él sin levantarme de la cama en la que desde que entró había permanecido sentada. Lo miré a los ojos. Perdiéndome en su mirada. Esperando su revancha o que simplemente hablara.
#410
Franrai
Franrai
08/04/2012 15:25
Estaba empezando a odiar aquel jueguecito en el que no hacíamos más que provocarnos a sabiendas de que no podríamos terminar lo que empezábamos. Aquella maldita herida nos separaba y Raimundo disfrutaba sobremanera al tenerme a su merced. Aunque ahora, había de reconocer que yo era la culpable de haberlo tentado en demasía.

Se separó dejándome turbada tras sus besos y caricias. Lo miré y suspiré fingiendo estar todo lo enojada posible.

-Tu venganza será la mía, Ulloa.- le dije del mismo modo. Viendo como él se carcajeaba sin pudor ante mi actitud.

Esta vez sí quise enfadarme pero tras lo que acababa de proponer me resultó imposible, y quizás porque no había cambiado la expresión de fingida seriedad de mi rostro, Raimundo se acercó a mi, depositando un suave y tierno beso en mi mejilla. Disculpándose y apurándome a que respondiese a su invitación.

Sonreí victoriosa dejando que una pequeña risa saliese por mi garganta. La idea de dar un paseo por el campo con él me resultaba demasiado atractiva como para rechazarla y no había nada que me hiciese más feliz que pasar la tarde junto a él.

-¿Un paseo por el campo?- pregunté esta vez dejando que mi entusiasmo saliese a relucir. –Claro que quiero.- le respondí finalmente. –Podríamos pasarnos por el pueblo, tengo que ir al Colmado para encargar a Dolores unas telas, o si quieres podríamos llegarnos a la Casa de Comidas y así pones a Emilia al corriente de todo, o… -el entusiasmo me hizo olvidar los riesgos que supondría para la salud de todos vernos juntos. Meneé la cabeza al darme cuenta de ello y de que quizás aún no estuviésemos preparados para exponer a todos nuestra relación. – O mejor damos un paseo por el campo.- terminé diciendo quedándome con su propuesta. Sonriendo al ver que él me sonreía. –Solos tú y yo.- susurré. -Como antaño.
#411
Nhgsa
Nhgsa
08/04/2012 16:27
Hola chicas. He vuelto XD. Después de todo el jaleo de la Semana Santa aquí estoy para seguir con Sebastián.
#412
Nhgsa
Nhgsa
08/04/2012 16:28
Soledad y yo nos quedamos paralizados pero finalmente bajamos las escaleras. Allí estaba él con su pose altiva y orgullosa. La rabia se apoderó de mí pero Soledad impidió que avanzara. “No merece la pena” – me susurró.

Después Salvador, mi padre y Francisca se fueron al despacho y pudimos oír gritos de mi padre y de Salvador. En mi fuero interno sabía que si Salvador volvía era para quedarse ya que tenía la justicia de su parte. Y la rabia crecía en mi interior sin parar.

Vayamos al jardín ¿quieres? El aire aquí está enrarecido. – le pedí a Soledad. Ella accedió.

El desconcierto sobre qué iba a pasar nos angustiaba enormemente, sobre todo a Soledad. Ella me ayudó a sentarme pero luego se levantó y se giró luchando interiormente para que no la viera llorar. Yo lo noté y me levanté hacia ella. Cogiéndola de la mano la giré para encararla y la abracé con toda la fuerza de la que era capaz. Ella me respondió abrazándome y desahogándose. En esos minutos en los que estuvimos así una idea empezó a tomar forma en mi mente. Aunque más que una idea era una locura: si investigábamos desde la Casona teniendo tan cerca a Salvador nos podría descubrir ya que por mi estado no podría moverme demasiado y habría peligro de que nos descubriera por sus acercamientos a Soledad. Sólo había una posibilidad de que nuestras vidas estuvieran a salvo y de que pudiéramos investigar con cierta tranquilidad: si él creía que estábamos muertos. De esa manera podría proteger a Soledad. Deseché esa idea por el momento, era una locura y tampoco sabía si se podía hacer.

- ¿Mejor? – le pregunté a Soledad cuando se separó de mí mientras le enjugaba las lágrimas. Ella me sonrió y me preguntó sobre lo que íbamos a hacer.

- Por lo que hemos visto parece que Salvador va a quedarse. ¿Recuerdas si en el pueblo los jornaleros hablaban mal de él?

Soledad me contestó desconcertada por la pregunta.

- Así sabríamos si contamos entre los jornaleros con algún aliado Soledad. Teniendo en cuenta mi estado nosotros solos no podremos avanzar demasiado. Vamos a necesitar ayuda.
Entonces ella intentó hacer memoria y me dijo que alguna vez oyó a Rosario y a Mauricio echar pestes de Salvador. Hablaban sobre una doncella… una tal Guadalupe.

- ¿Sabes dónde está Mauricio ahora?

Ella me contestó que estaba en los campos.
En ese momento vimos que don Julián entraba al jardín. Quería ver cómo evolucionaba mi pierna. Era el momento preciso para hablar con él. Soledad me dijo que buscaría a Rosario para hablar con ella. Yo quise que se quedara. No quería que se encontrara con Salvador. Pero ella me contestó que tendría que hacerle frente alguna vez y que si iba sola tendríamos más posibilidades de que Rosario se sincerara. A regañadientes, accedí.

A solas con el doctor, mientras me revisaba la pierna, no pude evitar hacerle la pregunta que estaba deseando hacerle:

- Doctor ¿puedo hacerle una pregunta con total confianza? Pero nadie tendría que saber que se la he hecho.

Don Julián me contestó afirmativamente.

- ¿Hay alguna droga que sirva para parecer muerto?

El doctor se puso pálido como la leche y me preguntó que clase de pregunta era esa.

- Doctor escuche. Salvador Castro ha vuelto. - el don Julián me miró anonadado. - Como le considero un hombre íntegro estoy seguro de que está en contra de sus actos sobretodo con Francisca y ya sabe a lo que me refiero. - don Julián me contestó que por supuesto que estaba en contra de sus abusos. - Por eso necesito encontrar algo que me permita investigar a Salvador para así defender a mi familia y a los Montenegro.

Don Julián me dijo, con dificultad, que se pensaría en ayudarme. Me dijo que me fuera mañana al mediodía al consultorio. Allí me daría una respuesta.

Lo que no sabía es que alguien estaba oyendo mi conversación con don Julián. Ciertamente debí recordar que las paredes de la Casona escuchan y hablan.
#413
Franrai
Franrai
08/04/2012 18:39
"¿Lo recuerdas?" Como si fuese ayer lo recordaba. Ese recuerdo, el recuerdo de nuestra niñez, de nuestra juventud juntos, era lo que me había mantenido con vida todos estos años. Y por el tono que empleó, a él también.

Sonreí ante la persistencia que mostraba a marcharnos ya, sin saber quizás que no me iba a negar en absoluto. Me hacia tanta gracia como a él estar en la Casona con ese monstruo y comer fuera de allí, en el campo, junto a Raimundo, era lo mejor que podían proponerme.

-Claro que no tengo miedo a mancharme.- contesté más alto de lo que quise tras su provocación. -Y mucho menos a estar contigo.- bajé el tono notando como él me agarraba de la cintura dirigiéndome hacia la salida. Y al ver que no me resista soltó su agarre, limitándose a tomarme de la mano.

Bajamos las escaleras sin mucho esfuerzo y una vez que estuvimos abajo dirigimos una mirada hacia el salón dispuestos a dar explicaciones de nuestra salida. Pero no había nadie, así que ambos sonreímos al librarnos de aquel menester.

-A Rosario esto no lo va a hacer ninguna gracia.- le dije al tiempo que él abría la puerta de la cocina. -Seguro que ya tiene preparado el almuerzo.- añadí sin un ápice de reproche en mis palabras. Bajando las escaleras que llevaban hasta la cocina.
#414
Nhgsa
Nhgsa
08/04/2012 18:39
Despedí al doctor amablemente tras las buenas noticias de su diagnóstico: mi pierna evolucionaba sin grandes problemas. Dicho esto se dirigió al interior de la Casona para revisar a mi padre.

Cuando se alejó me giré y vi a Mauricio ante mí. ¿Habría escuchado toda nuestra conversación?

- ¿Ocurre algo Mauricio?

Él me contestó que qué sería lo que estaría tramando para que me tuviera que hacer pasar por muerto.

- Eso no es asunto tuyo.

Para mi sorpresa él me contestó que sí lo era. De hecho, me ofreció su ayuda para la investigación.

- ¿Y eso por qué?

Ambos nos sentamos y él acabó relatándome su historia con Salvador. Cómo éste violentaba a Guadalupe y cómo, tras meses de violaciones y palizas, tras quedarse embarazada, la maltrató povocándole un parto prematuro. Ella murió pero el niño sobrevivió. Le mandó que lo matara pero no lo hizo sino que lo ocultó en una gruta. Ella fue el amor de su vida y el hijo que crió se llama Efrén.
Terminó recalcando su odio hacia Salvador. Si quería hacer algo en su contra, él estaba dispuesto a ayudar.

Yo me sentí profundamente conmovido por la historia. Nunca pensé que Mauricio tuviera corazón. Le dije lo que pensaba sobre cómo empezar: tendríamos que ver qué hay en la tumba de Salvador. Si hay otra persona, tendríamos por dónde empezar. Era un clavo ardiendo, pero podría funcionar. Mauricio asintió y me aseguró que se encargaría personalmente. Después se fue.
#415
Jessicavalido
Jessicavalido
08/04/2012 19:02
Observe a la señora y a Raimundo bajar sonrientes las escaleras,la señora me pidió, sin poder borrar su hermosa sonrisa,si podía ponerles algo de comer en una cesta pues se iban de picnick al campo.

-por supuesto señora,enseguida se la preparo-dije devolviendole la sonrisa.

Cogí la cesta,y puse en su interior comida,agua fresca y algo de fruta y se la entregue a la señora.

-Pásenlo muy bien,y no se preocupen por nada-les dije,mientras me daban las gracias y salían por la puerta de la cocina, como lo que eran,dos enamorados.
#416
laury93
laury93
08/04/2012 19:07
Así nació Salvador Castro, pero es solo un nombre, es solo un disfraz, una apariencia. No soy yo. ¿Y entonces quién soy? Ya no lo sé. Me encerré en la oscura habitación iluminada por los débiles rayos de la tarde. Había… soy un monstruo, sí, pero no toda mi vida lo fui, no quería ser así, me hicieron creer que lo era y me dejé llevar por la mentira que otros habían creado para mí. Muchos pensarán que una vida de miseria y sufrimiento no es excusa para causar dolor. Que no tengo ni motivo ni razón para dedicarme a sembrar el miedo, el odio, el temor a mi paso ¿pero qué de hacer sino? ¿Acaso he conocido otra cosa? Si la única persona que me mostró algo de amor, si la única que creí que me quería me abandonó como a un perro para formar una nueva familia, si se había empeñado en mostrarme una y otra vez lo que me perdía, si se empeñó en hacerme enamorarme, si me hizo enamorarme del ser más bueno y puro de la tierra, si puso en mi camino a Rosario, mi Rosario, para alcanzar la felicidad un instante y después arrebatármela. Si solo había querido a dos personas en toda mi vida, y las dos me habían abandonado, ¿cómo iba a pensar que existía el amor, qué había bondad? No podía, porque pensar que el amor existía era aceptar que yo les había entregado mi corazón y ellas habían jugado deliberadamente como él.
Si me habían dicho, si me habían repetido, si me habían grabado en la piel a base de golpes que era un mosntruo que otra cosa podía ser. Primero mi padre cuando apenas tenía 8 años, sus palabras, repitiéndose una y otra vez mientras me apaleaba…

- ¿Acaso te crees mejor que yo? ¿Por qué crees que se ha ido tu madre? ¿De quién crees que huía? De ti, porque sabía que te acabarías convirtiendo en alguien como yo, porque sabía que tu alma está tan emponzoñada como la mía. Y deja de gimotear muchacho, acepta la verdad, eres un desgraciado y siempre lo serás.

Después Puig

- Pero si no me ha hecho nada- recuerdo que le dije mientras sostenía una pistola en mi mano. – Es amigo mío, no quiero matarle
- Ha intentado robarme- dijo Puig
- Perdóneme, perdóneme, de verdad, es que mi madre está enferma- lloraba el condenado
- Oriol, mátalo tú o lo mataré yo y tú serás el siguiente.
- Pero… - no quería, de verdad que no quería…
- Y después iré a buscar a esa amiguita tuya tan guapa ¿Ana, verdad?
Y disparé.


Estaba desesperado, sus voces una y otra vez, repiqueteando en mi cabeza, mi padre, Ana, mis hermanos diciéndome, gritándome que era un monstruo, que les había fallado, que era un desgraciado.
- Dejadme- grité al aire- dejadme tranquilo.
Y qué otra vida podía haber tenido si cada vez que quería enderezar mi camino todo se torcía a mi alrededor. Me acerqué al espejo que decoraba el centro de la estancia para contemplar mi reflejo. Una imagen que ya no era yo, que hacía años que había dejado de ser. La imagen de un hombre desquiciado, los ojos enrojecidos por el llanto y la ira, el cuerpo lleno de cicatrices y la mirada desquiciada de un demente, ese era, un loco, un desquiciado… un monstruo. El monstruo que siempre me habían dicho que era, que habían obligado a crecen en mi interior, que había conquistado mi alma hasta hacerme olvidar quién fui en un tiempo. Y si no me creéis, miraos al espejo, ¿acaso sois lo que siempre fuisteis? No, los años nos pesan, los demás nos condicionan y yo… maldita sea, acabé viviendo la mentira que otro necio empezó y ahora aquello era todo lo que era: una imagen marchita en un espejo.
Harto de mi propio reflejo, incapaz de seguir sosteniéndome la mirada, lo golpeé con todas mis fuerzas rompiéndolo en mil pedazos y haciendo que la sangre brotara de mi mano sin reparar en la asustada figura que me contemplaba.

(Siento la parrafada, sera de las ultimas prometido!)
#417
Jessicavalido
Jessicavalido
08/04/2012 19:42
Tras preparar la cesta para la señora, subí las escaleras que daban al piso superior,al llegar escuche un estruendo de cristales que provenía de la habitación de invitados.Me acerque hasta allí,y vi horrorizada cristales en el suelo y a Salvador que se sujetaba la mano que sangraba abundantemente.

-Voy a por lo necesario para curarlo-le dije,despareciendo por el pasillo. Rápidamente regrese a la habitación con algodón,alcohol y una venda.

-Siéntese aquí-le dije señalando una silla que había al lado de la cama.

yo me senté a su lado, en la cama, y le cogí la mano que tenia herida, sentí un escalofrió al contacto de su mano con la mía.Una mano que en el pasado me había acariciado tantas veces,menee la cabeza para desechar esos pensamientos y rogue a Dios para que el no lo hubiera notado.Empape un algodón en alcohol y lo pase despacio.Una vez hube limpiado bien las heridas, le vende la mano y lo mire,pero el parecía tener la mente muy lejos de allí.
#418
Nhgsa
Nhgsa
08/04/2012 19:58
Sentí que debía hablar con Soledad y contarle lo averiguado. Supuse que le alegraría saber que Mauricio estaba de nuestro lado. Después de unos minutos Soledad volvió al jardín esta vez con rostro triste. Me dijo que había visto a Francisca y a mi padre preparando un pick nick y que no se atrevió a entrar. Pero noté algo más en su mirada.

- Soledad ¿qué ocurre?

Ella se desahogó contándome más cosas sobre lo que pasó con Olmo. Cosas que todavía Francisca no sabía. Se sentía sola. Su madre volvía a mostrarle indiferencia como cuando era pequeña. "¡Yo no elegí ser la hija de Salvador Castro maldita sea!" gritó llena de rabia.

- Soledad no pienses así. Piensa que tu madre todavía no sabe todo lo que me has contado. Si lo supiera seguro que estaría a tu lado.

Pero ella contestó que no. Que nunca sintió a Francisca como una madre porque siempre la trató mal. Yo me limité a consolarla.

- ¿Por qué no hablas con tu madre Soledad? Seguro que ahora que las cosas han cambiado te escucha créeme. Seguro que te apoyará para conseguir la nulidad de tu matrimonio con Olmo pero por ahora es mejor que no se centre mucho en ti. - Soledad me miró desconcertada. - Si no te presta atención podremos planear la investigación con tranquilidad para ella. Contra menos sepa, más segura estará. Además, tengo buenas nuevas que tengo para ti.

Le conté punto por punto lo que me contó Mauricio. Soledad me miró anonadada. En mitad de esa conversación una doncella nos dijo que si queríamos comer y Soledad le indicó que comeríamos en el jardín.

- Así que mañana sabremos qué hay en la tumba de Salvador Castro.
#419
Franrai
Franrai
08/04/2012 21:06
Salimos por la puerta de la cocina con la cesta que Rosario nos preparó. Y nos alejamos de aquella casa que, con la sola presencia de Salvador, había vuelto a ser tan asfixiante como antaño.

Disfruté de la leve brisa que traía consigo el aroma de las flores. Di una bocanada de aire inundando mis pulmones de oxígeno. Raimundo se paró frente a mí. Mirándome embelesado mientras yo cerraba los ojos escuchando vagamente el sonido del agua. Abrí los ojos encontrándolo allí. Con la misma cara de embobado.

-¿Qué miras?- le pregunté sin dureza alguna. Sonreí al escuchar su respuesta. –Tienes suerte de que me compadezca de tu herida y no vaya a salir corriendo como antaño.- él amplió su sonrisa al escuchar como recordaba perfectamente aquellos paseos de juventud. Eché a andar lo demasiado rápida como para que no me atrapase pero lo suficientemente lenta como para que no se cansase.

En poco tiempo llegamos a la ribera del río y agotada por la caminata me senté sin reparar en que nada había colocado para no mancharme el vestido. Coloqué mis manos en el suelo notando la fresca hierba bajo mis manos.

Levanté mi mirada encontrándome con la de Raimundo. Sonreí.

-¿Cansado, Ulloa?- pronuncié divertida. Él contestó lo mejor que pudo, al tiempo que yo, sin echarle demasiada cuenta, buscaba, entre lo que Rosario había colocado en la cesta, algo de comer.

Cogí una fruta y la mordí. Asintiendo cómicamente a lo que Raimundo hablaba, aunque, por supuesto, no atendía a sus palabras.

-Aún recuerdo cuando veníamos aquí, nos sentábamos y… leíamos o simplemente dejábamos que pasaran las horas mirándonos embobados, acompañando nuestras miradas con eternos besos.- cerré los ojos. –Y después…- dejé que una sonrisa ladeada cruzase mi rostro. -¿Cuántos años teníamos? ¿16? ¿17, tal vez?- pregunté queriendo ponerle edad al tiempo en el que fuimos felices.

Vi como la mirada de Raimundo brillaba y se oscurecía al mismo tiempo mientras yo recordaba. Meneé la cabeza y sonreí tiernamente.

-Te amo.- le dije sin voz. Moviendo exclusivamente mis labios.

Rebusqué otra vez en la cesta buscando algo de comer también para él.

-¿Qué quieres?- pronuncié. Él, chanceándose de mí, pidió un almuerzo digno de reyes y yo, lanzándole una mirada asesina, le lancé una de las frutas que quedaban.

Raimundo me sonrió tras haber tentado a la suerte y mordió la fruta viendo como yo meneaba la cabeza dándolo por imposible.
#420
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
08/04/2012 21:32
Al llegar al pueblo noté como todo el mundo nos miraba y murmuraban. Tristán intentaba que me centrase en él para distraerme y que no me diese junta de los murmullos de la gente, pero yo no era precisamente una mujer poco observadora.

El me preguntó a qué pueblo querría ir con él.

-No lo se- le dije. Mejor algo bastante alejado de aquí, no me importa dónde si voy contigo- esto último me salió del alma pero en cuanto lo dije me di cuenta de que no era apropiado y dije...

-Lo siento, Tristán.
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