Creemos nuestro propio Puente Viejo. ¡TODOS JUNTOS!

Asentí ante la petición de Tristán para acompañarme de vuelta al pueblo.

Baje apoyándome en él, las escaleras, poco a poco, hasta que llegamos al salón, allí estaban Sebastián y Soledad.

Tras las palabras que Raimundo me había dedicado lo único que pude hacer fue...

- Jajajaja ¿te doy pena? Oh, que bonito, pensaba que no sentías más que odio por mí, creo que eso es que empezamos a llevarnos mejor. ¿Y tenerte envidia?- me quedé serio- Bueno, eso puede que sí, para que veas que soy un hombre sincero, pero lo que envidio no es el "amor" de Francisca, sino tu capacidad para creerte tus propias mentiras y vivir en un mundo de ilusión. Jajajaja, perdona, es que ha sido un monólogo muy interesante.

Avancé por la estancia hasta sentarme en el sillón que reposaba en el centro.

- Disculpadme, pero tras esta bienvenida tan efusiva estoy algo exhausto- Coloqué los pies sobre la mesa en señal de comodidad- Pues Raimundo, ya sabes, si de verdad crees que tus contactos o cualquier otro puede sacar algo en claro... allá tú. Aquí os espero, en mi casa. Solo te diré algo para uq eno pierdas el tiempo, soy un hombre libre y puedo irme y volver cuando me plazca, no es ningún delito, de hecho Francisca creo recordar decirte que iba a por cigarrillos, se me olvidó que el papel de tabaco aún no estaba muy extendido y hasta hoy que no le he encontrado. Pero en fin, digo qeu sí me marché, pero eso no es un delito y fueron otros los que me dieron por muerto. Además de eso, sí, no fingiré ahora que he sido un santo, pero será interesante ver cómo buscas pruebas de esos delitos imaginarios tuyos. Espera, casi se me olvida lo mejor, mi vida de niño traumatizado... sí muy triste, pero eso no es ni la mitad de mi historia, viejo necio. Y ahora, corre, corre, a cumplir tu venganza, sentado te espero.

La ayude a bajar las escaleras, y cuando llegamos los vimos alli.

Si no hubieran interrumpido el beso, no se que hubiera pasado. Tras dedicarme una ultima mirada entro al despacho con la señora y Raimundo y yo me quede en el salón con sebastian y soledad que estaban visiblemente preocupados.De pronto vi que Tristan bajaba acompañado de Pepa.

-Pepa,¿Te encuentras mejor?-le pregunte a la muchacha,mientras Tristan dirigia su mirada al despacho cerrado.

Me quedé allí parado, disfrutando de la rabia que consumía a Raimundo, yo le daba lástima... interesante porque viendo su rostro a punto de estallar era yo el qeu estaba a punto de pedir un médico para él. Antes incluso de que sus palabras precedieran sus actos supe, preveí, que sus intenciones estaban lejos de ser dialogantes. Podía haberme anticipado, podría haberle golpeado primero o no haberme dejado golpear, pero no era necesario, al revés, eso era lo que quería, había caído en mi trampa, como siempre, estaba en mis redes.

Dejé que me golpeara defendiéndome lo necesario, por suerte golpeaba como mi hijo, como una niña. Por fin pareció volver a encontrar el sentido común y dejó de atizar mi rostro aunque permaneció sobre mí.

- Puedes golpearme, Raimundo, puedes desfogar tu ira conmigo, pero eso no cambiará la realidad. Francisca es mía.

Y volvió a golpearme hasta que unos brazos lo obligaron a separarse de mí. Con un gesto de molestia, limpié la sangre de mi labio sin dejar de mirarlo, lleno de rabia, lleno de odio. Mis ojos se unieron a los suyos, son dejar de sonreír, y hubiera querido decirle, quise decirle con aquella mirada que ya daba igual lo que pudiera hacer, lo que pudiera pensar, lo que quisiera descubrir, todo sería inútil, nadie podría escapar, ya era demasiado tarde... para todos.

precioso chicas

De pronto apareció también Rosario que me preguntó por como estaba.

-Gracias Rosario, lo cierto es que me encuentro mejor- la dije

La verdad es que no lo estaba, poco a poco volvía a notar esa sensación de mareo y nauseas propias de mi estado. No sabía cuanto tiempo más iba a aguantar en pie. Y me tambaleé, suerte que Tristán me sujetaba, pero él notó que no me encontraba bien.


PD: Gracias madrilista, me alegro de que te guste

Note que Pepa a mi lado perdia el equilibrio,y la cogi, mirandola.
-Disculpadnos -Dije a los que estaban presentes y la conduci hasta la cocina,la ayude a bajar las escaleras y le ofreci asiento.
-Pepa,ahora mismo me vas a decir que te ocurre..

Mi sensación de malestar iba en peor, Tristán lo notó y me llevó hasta la cocina. Bien sabía en cada momento lo que me ocurría, y esta vez había percibido que algo le ocultaba.

-Pero que cansinos sois todos, que no tengo nada, estoy bien- le dije sonriendo.

Comence a caminar por la cocina,hasta que pare enfrente de ella,y le dije serio.
-Pepa,puedes engañar a todo el mundo,a todo el mundo menos a mi,te conozco demasiado,se cuando estas bien y cuando estas mal, o cuando estas triste, o cuando estas alegre..porque aunque el destino no nos deje estar juntos tu eres una parte de mi....asi que dime ya que te ocurre...

Me emocioné ante sus palabras, mi soldado...

-¿De verdad quieres saberlo? ¿De verdad quieres saber lo que me ocurre?- le pregunté, nerviosa

Él me hizo un gesto asintiendo.

-Estoy embarazada, Tristán. Llevo en mi vientre un hijo tuyo- le dije con los ojos llenos de lágrimas.

Cuando grito esas palabras,me quede de piedra,en shock,mis ojos parecin dos platos de lo abiertos que estaban,me sente en una silla,mirando a Pepa.
-Emba....-ni siquiera era capaz de pronunciar la palabra,aun estaba en estado de shock- Embarazada....
Ni siquiera pense en que fuera mi hermana,solo pense que la mujer a la que amaba con toda mi alma llevaba un hijo en su vientre,un hijo fruto de nuestro amor.

-Sí Tristán, hace dos meses... ¿Lo recuerdas?
Pero no debes decírselo a nadie.- le dije mirándole a los ojos, estaba muy emocionado.

Mis ojos se inundaron en lagrimas,lagrimas de alegria. Acerque mi silla a la suya y le cogi la mano.
-Por supuesto que me acuerdo..fue...fue nuestra ultima noche..como olvidarla?

-Sí, nuestra última noche juntos... -le miré, todavía le quería como el primer día.

-¿Por qué, por qué la vida nos hace esto? ¿Por qué el destino no hace más que separarnos?- le dije llorando, no podía contenerme.

-Le voy a tener, Tristán, voy a tener a este niño- dije firme, secándome las lágrimas.

-No lo se...no se porque cada vez se empeña mas en separarnos....
Le ayude a secarse las lagrimas, y cuando dijo que lo iba a tener,sonrei, sabia que Pepa no seria capaz de deshacrrse de una criatura.
- Y yo voy a estar a tu lado,siempre,para ayudarte en lo que necesites,siempre Pepa...-junte mi frente con la suya y seguidamente la abrace-

-Pero Tristán, para tener este niño tengo que irme de aquí. ¿No te das cuenta? En cuanto la gente se enterase, esto sería la comidilla del pueblo y no me dejarían vivir. - le dije, ya concienciada de lo que debía hacer.

Fue por sus ultimas palabras por lo que reaccione,era mi hermana, tenia razon, iba a ser una comidilla para el pueblo.
- Si Pepa..tienes razon..pero...y yo que? -la mire con el gesto triste cuando pronuncie estas ultimas palabras agache la mirada-

-No te preocupes, nunca te separaría de él. Tu podrías verlo siempre que quisieras. Tengo algunos ahorros guardados, los suficientes como para buscar una posada en un pueblo cercano y quedarme allí. Buscaría trabajo y al niño no le faltaría de nada-.Es nuestra única opción, aunque tenga que alejarme de tí y de puente viejo- dije en tono muy triste.

-Tu sola?no Pepa,si es menester me ire contigo...pero no pienso dejarte sola,jamas..
La mire y lentamente conduci mi mano a su vientre,hasta que al fin la puse encima.