Foro El secreto de Puente Viejo
Creemos nuestro propio Puente Viejo. ¡TODOS JUNTOS!
#0

07/03/2012 15:08
Fann3 me ha dado la idea de hacer esto, consiste en elaborar nuestra propia historia de Puente Viejo todos juntos. Cada forer@ va a ser un personaje de Puente Viejo.
Espero que os guste esta idea, me parece que lo podemos pasar muy bien.Si teneis alguna duda me lo deciis, y antes que nada si os parece bien, decidme que personaje quereis cada unos y yo los iré poniendo antes de empezar a elaborar la historia. Yo me pido Pepa si no os parece mal, si alguien quiereel personaje de Pepa yo me cojo otro y no pasa nada. Muchas gracias.



PERSONAJES PARA LA HISTORIA:
miri1309- Raimundo
Ruthlovetristan-Pepa
musicintheair13-Emilia
emshdopv-Soledad
Mariaesdpv-Tristán
Fann3-Alfonso
CristinaESDPV- Gregoria Casas
Franrai-Francisca
Triestrellasara-Mariana
Jessicavalido-Rosario
Laury93-Salvador Castro
Nhgsa- Sebastian Ulloa
Esdpvluna- D.Anselmo
¡PODEIS SEGUIR UNIENDOOS AUNQUE YA HAYAMOS EMPEZADO!
Aviso!! Por favor si os comprometeis a hacer un personaje, intentad escribir regularmente para darle continuidad a la historia y no quedar estancados. Muchas Gracias.
Y si quereis participar , informadnos con antelación, sino esto se desmadra y sería un caos. GRACIAS.
Espero que os guste esta idea, me parece que lo podemos pasar muy bien.Si teneis alguna duda me lo deciis, y antes que nada si os parece bien, decidme que personaje quereis cada unos y yo los iré poniendo antes de empezar a elaborar la historia. Yo me pido Pepa si no os parece mal, si alguien quiereel personaje de Pepa yo me cojo otro y no pasa nada. Muchas gracias.



PERSONAJES PARA LA HISTORIA:
miri1309- Raimundo
Ruthlovetristan-Pepa
musicintheair13-Emilia
emshdopv-Soledad
Mariaesdpv-Tristán
Fann3-Alfonso
CristinaESDPV- Gregoria Casas
Franrai-Francisca
Triestrellasara-Mariana
Jessicavalido-Rosario
Laury93-Salvador Castro
Nhgsa- Sebastian Ulloa
Esdpvluna- D.Anselmo
¡PODEIS SEGUIR UNIENDOOS AUNQUE YA HAYAMOS EMPEZADO!
Aviso!! Por favor si os comprometeis a hacer un personaje, intentad escribir regularmente para darle continuidad a la historia y no quedar estancados. Muchas Gracias.
Y si quereis participar , informadnos con antelación, sino esto se desmadra y sería un caos. GRACIAS.
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#221

31/03/2012 20:22
Miré al suelo, no sabía como decirselo, pero me armé de valor:
-Sebastián, tu padre y Salvador... Son hermanos
-Sebastián, tu padre y Salvador... Son hermanos
#222

31/03/2012 20:23
La muerte se convirtió en mi aliada, la vida en mi obstáculo y la existencia misma se tonó un devenir de nubes, de nieblas, de brumas que me embriagaban y me transportaban a otro mundo balanceándome sobre el vacío. Acabé con la vida de tantas mujeres que perdí la cuenta y la razón… al principio era solo por dinero, por necesidad, por ambición… mas poco a poco fue creciendo en mí una sensación nueva, una sensación de poder que me embargaba con cada vida segada, con cada último aliento. Y aquella misma sensación era mi licor, mi droga y se convirtió en mi adicción. Me adentré en una vorágine de violencia y maldad de la que nadie podría sacarme, o eso pensé yo. Y fue en aquel momento. Allí cambié. Allí… dejé de ser un hombre, dejé de sentir, dejé de amar, comencé a soñar con encontrar a mi madre, le ponía su rostro a cada anciana que desposeía de vida, a cada persona que se interponía en mi camino. Al salir de Asturias no era más que un desquiciado muchacho que había sufrido demasiado, pero allí aquel joven murió para siempre. Yo no quise ser así, me condujeron por aquel camino Ana la primera al empujarme a buscar fortuna, aquellas mujeres después por entrometerse. Una muerte, tras otra, hasta que sus voces rogando clemencia me hicieron olvidar quién era, borraron mi pasado, me robaron el alma hasta que ya no quedó nada de quien fui, nada…
Fue entre las angostas callejuelas de Barcelona, impregnadas por el olor a tabaco, alcohol y siempre cubiertas por una oscura nube, donde Abel murió… y nació Salvador Castro.
Por fin, mi paseo llegó a su fin. Una cierta melancolía me invadió, podría haber sido de otra forma, hubo un tiempo en el que la mirada de unos ojos castaños me hizo olvidar a Ana, a mi madre, un tiempo en el que una sonrisa suya podía acallar las voces que me atormentaban y hacerme pensar que podría cambiar… sí, hubo un tiempo en el que llegué a pensar que podría vivir sin vengarme, pero quedaba ya demasiado atrás.
Fue entre las angostas callejuelas de Barcelona, impregnadas por el olor a tabaco, alcohol y siempre cubiertas por una oscura nube, donde Abel murió… y nació Salvador Castro.
Por fin, mi paseo llegó a su fin. Una cierta melancolía me invadió, podría haber sido de otra forma, hubo un tiempo en el que la mirada de unos ojos castaños me hizo olvidar a Ana, a mi madre, un tiempo en el que una sonrisa suya podía acallar las voces que me atormentaban y hacerme pensar que podría cambiar… sí, hubo un tiempo en el que llegué a pensar que podría vivir sin vengarme, pero quedaba ya demasiado atrás.
#223

31/03/2012 20:34
Me sentí como si un jarro de agua fría me hubiera caído en ese momento. Me incorporé un poco a la vez que la miraba asombrado y aterrorizado al mismo tiempo.
- No, no puede ser. Eso no puede ser.
Pepa me contó que desgraciadamente así era. Salvador les contó la historia de su vida y de que su único propósito era encontrar a su madre y matarla. Esa mujer no era otra que mi abuela Flora. Pepa me contó que Salvador odia a mi padre porque recibimos todo lo que no recibió él: el cariño de una familia.
Empecé a respirar con dificultad alterado por lo que acababa de escuchar. Después empecé a toser como cuando apuntaba a Salvador... otra vez no podía pasar. Un dolor en el corazón me impedía respirar con normalidad. Pepa me miró asustada reconociendo en mí el ataque que sufrí en su presencia antes de ser herido. Me puse una mano al pecho e intenté concentrarme en respirar, en tranquilizarme. Pepa quiso ir a avisar al médico pero le cogí la muñeca antes de que se fuera asegurándole que estaba bien. Me volví a acostar y aunque todavía me dolía el pecho conseguí poco a poco volver a respirar con normalidad.
- No, no puede ser. Eso no puede ser.
Pepa me contó que desgraciadamente así era. Salvador les contó la historia de su vida y de que su único propósito era encontrar a su madre y matarla. Esa mujer no era otra que mi abuela Flora. Pepa me contó que Salvador odia a mi padre porque recibimos todo lo que no recibió él: el cariño de una familia.
Empecé a respirar con dificultad alterado por lo que acababa de escuchar. Después empecé a toser como cuando apuntaba a Salvador... otra vez no podía pasar. Un dolor en el corazón me impedía respirar con normalidad. Pepa me miró asustada reconociendo en mí el ataque que sufrí en su presencia antes de ser herido. Me puse una mano al pecho e intenté concentrarme en respirar, en tranquilizarme. Pepa quiso ir a avisar al médico pero le cogí la muñeca antes de que se fuera asegurándole que estaba bien. Me volví a acostar y aunque todavía me dolía el pecho conseguí poco a poco volver a respirar con normalidad.
#224

31/03/2012 20:36
Sali del cuarto de la posada tras haberme despedido de todos,de el señor Tristan con una inclinacion de cabeza aunque el me sonrio y me dio un abrazo y de Emilia y Raimundo con un afectuoso abrazo y me encamine a la plaza.Al llegar me encontre a la señora y a Soledad,una gran alegria me inundo al verla y al llegar a su altura me fundi con ella en un gran abrazo-Mi niña,¿como estas?-dije acariciando su dorada melena.La señora nos miraba con una sonrisa,-señora,como esta Sebastian?-dije un tanto preocupada.
#225

31/03/2012 20:37
Sebastián se puso muy nervioso. Le costaba respirar. Fui a llamar al médico pero el me detuvo, parece que se iba tranquilizando.
-Tranquilo.De todas formas no creo que Salvador vuelva por aquí y si lo hace estaremos preparados.- le contesté para tranquilizarle, aunque ni yo misma me creía esa respuesta.
-Tranquilo.De todas formas no creo que Salvador vuelva por aquí y si lo hace estaremos preparados.- le contesté para tranquilizarle, aunque ni yo misma me creía esa respuesta.
#226

31/03/2012 20:51
Pepa intentó tranquilizarme pero vi en sus ojos que se forzaba a creer lo que decía.
- No crees lo que dices ¿verdad?
Antes de que ella contestara llamaron a la puerta. Era Tristán y don Julián. Tristán me preguntó cómo estaba y le tranquilicé.
- Sobreviviré. - intenté bromear.
Tristán después empezó a reprocharme lo mismo que Pepa.
- Tristán sé los motivos que tiene Salvador para odiarnos. Así que haré lo que sea para proteger a mi familia.
Tristán me aseguró que estarían preparados pero noté dudas en su voz. Seguidamente nos informó de que la calesa estaba preparada para el traslado. Pepa y Tristán se pusieron a ambos lados para que me pudiera apoyar en ellos. Don Julián me informó de que todavía no era conveniente de que caminara sobre esa pierna hasta que la circulación se restableciera. Tristán le aseguró que se encargaría personalmente de que yo no hiciera ninguna locura y poco a poco salimos del consultorio.
Cuando salimos del consultorio sentí un vuelco en el corazón al ver a Soledad. Para intentar disimular la sorpresa le dije a Tristán que necesitaba ver a mi padre para que no se angustiara. Finalmente, a regañadientes, accedió. Antes que eso Soledad se acercó a mí y me preguntó cómo estaba. Le contesté lo mismo que a Tristán con una sonrisa. Ella me contestó con otra y por un momento creí ver a esa chica fuerte pero a la vez dulce que se propuso salir adelante sin la ayuda de su madre. Francisca me sacó de mis pensamientos diciéndome que qué locura estaba haciendo.
- Necesito ver a mi padre señora. No puedo irme sabiendo que está angustiado por mí.
Francisca, a regañadientes, accedió a ayudarme no sin antes soltar un "condenado orgullo Ulloa". Cuando llegamos a la habitación Francisca abrió la puerta y pude ver a mi padre y a Emilia. Mi padre, al verme, su rostro cambió de angustia a alivio al poder verme.
- ¡Padre!
Tristán me acercó a él mientras que Raimundo luchaba por poder levantarse pero la herida no le dejaba. Emilia me abrazó emocionada diciéndome que creía que moriría.
- Soy un Ulloa. Ni siquiera la muerte es tan cabezona como yo. - intenté bromear.
Padre me miraba emocionado. Me acerqué a él con la ayuda de Tristán y le cogí la mano con fuerza. Tristán le informó de que iría a la Casona y él terminó de tranquilizarse.
- Fue idea de Francisca padre así que debo obedecer. - intenté bromear. Raimundo sonrió.
Mauricio llegó hasta nosotros con una silla de ruedas para mí. Me senté en ella y besé la mano de padre y de Emilia. Después Tristán me llevó rumbo a la Casona.
- No crees lo que dices ¿verdad?
Antes de que ella contestara llamaron a la puerta. Era Tristán y don Julián. Tristán me preguntó cómo estaba y le tranquilicé.
- Sobreviviré. - intenté bromear.
Tristán después empezó a reprocharme lo mismo que Pepa.
- Tristán sé los motivos que tiene Salvador para odiarnos. Así que haré lo que sea para proteger a mi familia.
Tristán me aseguró que estarían preparados pero noté dudas en su voz. Seguidamente nos informó de que la calesa estaba preparada para el traslado. Pepa y Tristán se pusieron a ambos lados para que me pudiera apoyar en ellos. Don Julián me informó de que todavía no era conveniente de que caminara sobre esa pierna hasta que la circulación se restableciera. Tristán le aseguró que se encargaría personalmente de que yo no hiciera ninguna locura y poco a poco salimos del consultorio.
Cuando salimos del consultorio sentí un vuelco en el corazón al ver a Soledad. Para intentar disimular la sorpresa le dije a Tristán que necesitaba ver a mi padre para que no se angustiara. Finalmente, a regañadientes, accedió. Antes que eso Soledad se acercó a mí y me preguntó cómo estaba. Le contesté lo mismo que a Tristán con una sonrisa. Ella me contestó con otra y por un momento creí ver a esa chica fuerte pero a la vez dulce que se propuso salir adelante sin la ayuda de su madre. Francisca me sacó de mis pensamientos diciéndome que qué locura estaba haciendo.
- Necesito ver a mi padre señora. No puedo irme sabiendo que está angustiado por mí.
Francisca, a regañadientes, accedió a ayudarme no sin antes soltar un "condenado orgullo Ulloa". Cuando llegamos a la habitación Francisca abrió la puerta y pude ver a mi padre y a Emilia. Mi padre, al verme, su rostro cambió de angustia a alivio al poder verme.
- ¡Padre!
Tristán me acercó a él mientras que Raimundo luchaba por poder levantarse pero la herida no le dejaba. Emilia me abrazó emocionada diciéndome que creía que moriría.
- Soy un Ulloa. Ni siquiera la muerte es tan cabezona como yo. - intenté bromear.
Padre me miraba emocionado. Me acerqué a él con la ayuda de Tristán y le cogí la mano con fuerza. Tristán le informó de que iría a la Casona y él terminó de tranquilizarse.
- Fue idea de Francisca padre así que debo obedecer. - intenté bromear. Raimundo sonrió.
Mauricio llegó hasta nosotros con una silla de ruedas para mí. Me senté en ella y besé la mano de padre y de Emilia. Después Tristán me llevó rumbo a la Casona.
#227

31/03/2012 21:11
Soltando mil y un improperios accedí a ayudar a Sebastián a llegar a la habitación de Raimundo. Cierto era que me moría de ganas por volver a verlo, pero no si se ponía en riesgo la vida e integridad física de dos Ulloa. Dos orgullosos y condenados Ulloa.
-Ni en las mejores comedias.- comenté irónica mientras observaba el espectáculo.
Tristán me apoyo una mano en el hombro. Lo miré de reojo. Asesinándolo con la mirada por su atrevimiento.
Mauricio no tardó en traer una silla de ruedas para transportar a Sebastián. Y al con la rapidez que el Ulloa se intentaba mover no pude sino amonestarlo.
-¡Pero quieres tener cuidado, hombre de Dios!- exclamé. -Créeme cuando te digo que estar postrado en una silla no es lo más placentero del mundo.- añadí con conocimiento de causa.
Todos salieron de la habitación. Y Rosario se ofreció para acompañarme a la Casona. Aún mis piernas no estaban del todo en forma aunque con los últimos acontecimientos casi no me había preocupado de ellas.
Miré a Raimundo. Quien me miró y meneó la cabeza. Sonriendo.
-Te parecerá gracioso todo este entuerto.- le dije cabreada. Mirando hacia otro lado. Enojada.
-Ni en las mejores comedias.- comenté irónica mientras observaba el espectáculo.
Tristán me apoyo una mano en el hombro. Lo miré de reojo. Asesinándolo con la mirada por su atrevimiento.
Mauricio no tardó en traer una silla de ruedas para transportar a Sebastián. Y al con la rapidez que el Ulloa se intentaba mover no pude sino amonestarlo.
-¡Pero quieres tener cuidado, hombre de Dios!- exclamé. -Créeme cuando te digo que estar postrado en una silla no es lo más placentero del mundo.- añadí con conocimiento de causa.
Todos salieron de la habitación. Y Rosario se ofreció para acompañarme a la Casona. Aún mis piernas no estaban del todo en forma aunque con los últimos acontecimientos casi no me había preocupado de ellas.
Miré a Raimundo. Quien me miró y meneó la cabeza. Sonriendo.
-Te parecerá gracioso todo este entuerto.- le dije cabreada. Mirando hacia otro lado. Enojada.
#228

31/03/2012 21:24
Al llegar a la calesa entre Tristán y Mauricio me ayudaron a subir con cuidado y a apoyar la pierna en los cojines que había preparados. Apenas quedaba sitio para uno más. Pepa se despidió de mí diciendo que después pasaría a verme y al ver la cara de Tristán le dije:
- Puedes quedarte tranquilo Tristán. Podré apañármelas junto con Mauricio
De prono una voz dulce llegó desde lo lejos. Era Soledad que al verme se dispuso a acompañarme en la calesa. Tristán accedió.
El viaje transcurrió sin problemas. Apenas me afectaban las piedras del camino. Soledad se la notaba ¿nerviosa?
- ¿Cómo te encuentras? - acerté a preguntarle.
Ella, con un hilo de voz, me dijo que bien. Después me preguntó sobre lo que había pasado pero pensé que mejor no decírselo. No era el adecuado para que supiera todo así que le dije que fue un accidente en la conservera. Lo mejor que se me ocurrió.
En su presencia, de un tiempo a esta parte, me sentía extraño. Cuando la veía con Olmo había algo en mi interior que me decía que no era feliz. No veía ese brillo en los ojos que veía cuando estaba dispuesta a seguir adelante. Ese brillo que se grabó en mi alma desde entonces.
- Puedes quedarte tranquilo Tristán. Podré apañármelas junto con Mauricio
De prono una voz dulce llegó desde lo lejos. Era Soledad que al verme se dispuso a acompañarme en la calesa. Tristán accedió.
El viaje transcurrió sin problemas. Apenas me afectaban las piedras del camino. Soledad se la notaba ¿nerviosa?
- ¿Cómo te encuentras? - acerté a preguntarle.
Ella, con un hilo de voz, me dijo que bien. Después me preguntó sobre lo que había pasado pero pensé que mejor no decírselo. No era el adecuado para que supiera todo así que le dije que fue un accidente en la conservera. Lo mejor que se me ocurrió.
En su presencia, de un tiempo a esta parte, me sentía extraño. Cuando la veía con Olmo había algo en mi interior que me decía que no era feliz. No veía ese brillo en los ojos que veía cuando estaba dispuesta a seguir adelante. Ese brillo que se grabó en mi alma desde entonces.
#229

31/03/2012 21:29
que bien esta quedando seguid asi chicas un beso.
#230

31/03/2012 21:32
Me tranquilizó ver llegar a Sebastian a la plaza acompañado de Pepa y el señor Tristan y me asombro ver un cierto rubor en las mejillas de Sebastian al saludar a Soledad.Le pidió a la señora que le acompañara a la habitación de Raimundo y ella accedió a regañadientes,aunque yo sabia que se moría de ganas de verlo.Pasados unos minutos salieron Mauricio,Pepa.el señor Tristan y Sebastian que iba en silla de ruedad debido a su pierna y se subieron en la calesa rumbo a la casona.La señora seguía dentro así que decidí esperarla fuera.
#231

31/03/2012 21:44
Me sorprendi al ver llegar a Pepa y a Tristan a la plaza-señor¿pero ustedes no iban con sebastian a la casona?-Tristan me explico que la calesa era demasiado pequeña para todos y que soledad se habia ofrecido a acompañarlo junto a mauricio.El guiño que me hizo el señor me hizo pensar que quizas un nuevo romance estaba comenzando a florecer.
#232

31/03/2012 21:55
-Puedes quedarte tranquila Rosario, parece que las cosas poco a poco se están estabilizando, Sebastián mejorará y Raimundo lo hará también- la dije cogiendola de la mano pues sabía lo mal que lo había pasado con todo lo ocurrido.
Rosario nos hizo un gesto de despedida y marchó. Yo me quedé con Tristán, quería y debía hablar con él. Lo llevé a mi habitación de la posada y cerré la puerta, concienciada de que lo que iba a decir nos iba a separar para siempre.
-Nunca más Tristán, nunca más puede ocurrir lo que nos ha pasado. Por el mismisimo cielo, somos hermanos no podemos ser nada mas que eso. De mis ojos poco a poco empezaban a brotar lágrimas que intentaba aguantar.
Él me respondió.
Rosario nos hizo un gesto de despedida y marchó. Yo me quedé con Tristán, quería y debía hablar con él. Lo llevé a mi habitación de la posada y cerré la puerta, concienciada de que lo que iba a decir nos iba a separar para siempre.
-Nunca más Tristán, nunca más puede ocurrir lo que nos ha pasado. Por el mismisimo cielo, somos hermanos no podemos ser nada mas que eso. De mis ojos poco a poco empezaban a brotar lágrimas que intentaba aguantar.
Él me respondió.
#233

31/03/2012 23:48
-¿Orgullosa?- exclamé herida.
Lo miré de reojo, sin dejar de fruncir el ceño en mi fingido enfado. Él no dejó de sonreírme y en un tierno gesto me tendió la mano. Meneé la cabeza. Raimundo era el único que lograba ablandar a la cacique que durante todos estos años había forjado.
Terminé por sonreírle abiertamente.
-Eres un condenado Ulloa.- le espeté tomando la mano que me tendía. Raimundo tiró hacia sí, acercándome a él. Me senté en la cama. Y él, dulcemente, sin dejar de acariciar la mano que mantenía entrelazada a la de él, tomó mi rostro. Irguiéndose con dificultad para depositar un suave beso en mis labios.
-¿Estás seguro de que no te importa que me lleve a Sebastián a la Casona?- le pregunté buscando su conformidad.
Lo miré de reojo, sin dejar de fruncir el ceño en mi fingido enfado. Él no dejó de sonreírme y en un tierno gesto me tendió la mano. Meneé la cabeza. Raimundo era el único que lograba ablandar a la cacique que durante todos estos años había forjado.
Terminé por sonreírle abiertamente.
-Eres un condenado Ulloa.- le espeté tomando la mano que me tendía. Raimundo tiró hacia sí, acercándome a él. Me senté en la cama. Y él, dulcemente, sin dejar de acariciar la mano que mantenía entrelazada a la de él, tomó mi rostro. Irguiéndose con dificultad para depositar un suave beso en mis labios.
-¿Estás seguro de que no te importa que me lleve a Sebastián a la Casona?- le pregunté buscando su conformidad.
#234

01/04/2012 00:13
Durante el camino a la Casona la miraba de reojo. Se la veía triste, como si ya no tuviera ilusión por nada, apagada, sin vida. Me dolió mucho verla así.
Al llegar a la Casona, Mauricio abrió la puerta y me ayudó a bajar tomándo mi brazo para que me apoyara en él. Soledad también me ayudó. Con cuidado me pusieron en la silla de ruedas y me llevaron dentro.
Mauricio llamó a la puerta y nos abrió una sorprendida Mariana que al verme vi que se ¿ruborizó? Sus mejillas se tornaron rojas cosa que me resultó muy hermosa.
- Me alegro de verte Mariana. - dije sonriente.
Mauricio después me ayudó a levantarme y entre él y Mariana me ayudaron a subir las escaleras. Después me llevaron a la habitación de invitados y Mariana me quitó la chaqueta. Pude notar en sus manos y en su aliento un ligero temblor. Después me dijo que me traería algo de comer y abandonó la habitación seguida de Mauricio. Con mucho cuidado me acomodé en la habitación sintiendo mi pierna dolorida. Observé la habitación con detenimiento. Nunca había estado en un lugar así.
- Sí. Sin duda estaré bien. - afirmé para mi mismo.
Al llegar a la Casona, Mauricio abrió la puerta y me ayudó a bajar tomándo mi brazo para que me apoyara en él. Soledad también me ayudó. Con cuidado me pusieron en la silla de ruedas y me llevaron dentro.
Mauricio llamó a la puerta y nos abrió una sorprendida Mariana que al verme vi que se ¿ruborizó? Sus mejillas se tornaron rojas cosa que me resultó muy hermosa.
- Me alegro de verte Mariana. - dije sonriente.
Mauricio después me ayudó a levantarme y entre él y Mariana me ayudaron a subir las escaleras. Después me llevaron a la habitación de invitados y Mariana me quitó la chaqueta. Pude notar en sus manos y en su aliento un ligero temblor. Después me dijo que me traería algo de comer y abandonó la habitación seguida de Mauricio. Con mucho cuidado me acomodé en la habitación sintiendo mi pierna dolorida. Observé la habitación con detenimiento. Nunca había estado en un lugar así.
- Sí. Sin duda estaré bien. - afirmé para mi mismo.
#235

01/04/2012 00:36
Estaba ya en la cocina, cogí algo de comida y lo puse sobre una bandeja, con cuidado la cogí y comencé a subir escaleras arriba.
Tras unos minutos, no más de dos llegue a la puerta de la habitación donde se encontraba Sebastián. Di dos golpes sobre la puerta esperando a una respuesta hasta que Sebastián me dijo que podía pasar.
Abrí la puerta poco a poco me adentré en la habitación hasta que llegue a la cama donde se encontraba reposando Sebastián.
-Aquí traigo unos aperitivos, espero que le gusten.-Mostré una dulce sonrisa tras posar la bandeja.
Tras unos minutos, no más de dos llegue a la puerta de la habitación donde se encontraba Sebastián. Di dos golpes sobre la puerta esperando a una respuesta hasta que Sebastián me dijo que podía pasar.
Abrí la puerta poco a poco me adentré en la habitación hasta que llegue a la cama donde se encontraba reposando Sebastián.
-Aquí traigo unos aperitivos, espero que le gusten.-Mostré una dulce sonrisa tras posar la bandeja.
#236

01/04/2012 01:00
Cuando Mariana salió me puse un cojín en la espalda y me desabroché un par de botones de la camisa. Reflexioné sobre lo ocurrido y volví a sentir temor ¿y si Salvador volvía? Después de todo era el esposo de Francisca.
Tras unos minutos llamaron a la puerta.
- Puedes pasar. - dije desde la cama.
Mariana entró con una bandeja de aperitivos.
- Seguro que me encantan Mariana. Conociendo como cocina tu madre no lo dudo.
Ella me confesó que no lo había preparado su madre. Rosario se encarga de las comidas y ella de los aperitivos y de las meriendas.
- En ese caso gracias Mariana. Te lo agradezco mucho.
Mariana luchaba por no mirarme porque cuando lo hizo sentí que volvía a ruborizarse al ver los botones desabrochados.
- Y Mariana, nos conocemos desde niños, ya ba siendo hora de que me llames Sebastián ¿no? Al fin y al cabo no soy más que tú.
Mariana me sonrió.
- ¿Sabes que estás muy guapa cuando sonríes? - le pregunté sonriente.
Mariana se despidió con una sonrisa. Tenía que ayudar a su madre con la limpieza pero volvería enseguida.
- Aquí estaré. - le dije sin borrar mi sonrisa.
Tras unos minutos llamaron a la puerta.
- Puedes pasar. - dije desde la cama.
Mariana entró con una bandeja de aperitivos.
- Seguro que me encantan Mariana. Conociendo como cocina tu madre no lo dudo.
Ella me confesó que no lo había preparado su madre. Rosario se encarga de las comidas y ella de los aperitivos y de las meriendas.
- En ese caso gracias Mariana. Te lo agradezco mucho.
Mariana luchaba por no mirarme porque cuando lo hizo sentí que volvía a ruborizarse al ver los botones desabrochados.
- Y Mariana, nos conocemos desde niños, ya ba siendo hora de que me llames Sebastián ¿no? Al fin y al cabo no soy más que tú.
Mariana me sonrió.
- ¿Sabes que estás muy guapa cuando sonríes? - le pregunté sonriente.
Mariana se despidió con una sonrisa. Tenía que ayudar a su madre con la limpieza pero volvería enseguida.
- Aquí estaré. - le dije sin borrar mi sonrisa.
#237

01/04/2012 02:55
Mire a Pepa triste,sabia que tenia razon que estaba mal que nos besaramos,pero no podia evitar sentir el deseo de besarla y amarla, le seque las lagrimas que resbalaban por su mejilla y le dije:
-Lo se,se que no puede volver a ocurrir...lo siento fue culpa mia....
-Lo se,se que no puede volver a ocurrir...lo siento fue culpa mia....
#238

01/04/2012 10:25
Él me secó las lágrimas y continué:
-Martín-le dije. ¿Está en el internado verdad? Tristán necesito verle, quiero estar con él.
Tristán afirmando me dio a entender que allí estaba y que si iba con él le podría ver cuando quisiera.
Ahora le cogí la mano y le llevé hasta la cama para que se sentara, luego me senté yo y le apreté la mano:
-He pensado mucho esto, se que no voy a aguantar sin besarte, sin tocarte, sin estar junto a ti, he pensado en irme de Puente Viejo.
-Martín-le dije. ¿Está en el internado verdad? Tristán necesito verle, quiero estar con él.
Tristán afirmando me dio a entender que allí estaba y que si iba con él le podría ver cuando quisiera.
Ahora le cogí la mano y le llevé hasta la cama para que se sentara, luego me senté yo y le apreté la mano:
-He pensado mucho esto, se que no voy a aguantar sin besarte, sin tocarte, sin estar junto a ti, he pensado en irme de Puente Viejo.
#239

01/04/2012 10:26
Cuando madre me vio me abrazó muy fuerte y empezó a llorar. ¿Podía ser que Francisca Montenegro tuviera sentimientos? Después, Sebastián salió del consultorio y al verlo me dio un vuelco el corazón. ¡Estaba bien! ¡Estaba vivo ahí a mi lado! Cuando lo tuve cerca le abracé sin pensarlo dos veces.
Madre me contó que había decidido que Sebastián se quedara en la Casona y sin quererlo mis labios esbozaron una sonrisa. La primera sonrisa en mucho tiempo. Mauricio llegó con una silla de ruedas y en la calesa le acompañé. Me preguntó como me encontraba y, para no preocuparle, le dije que estaba bien. No era el mejor momento para contarle lo que me había ocurrido. Al llegar a la Casona, Mauricio y Mariana ayudaron a Sebastián a ir a su habitación, mientras que una criada me llevaba mi equipaje a mis aposentos. Solo podía pensar en Sebastián, no dejaba de pensar en él. Así que, sin pensarlo, estaba delante de mi espejo arreglándome para ir a verle. Cuando estaba con él, sentía algo distinto a cuando estaba cerca de Juan u Olmo. No, no y no. Soledad no te puedes enamorar otra vez, pensé. Me han hecho mucho daño y no quiero volver a sufrir por amor.
Fui a ver a Sebastián y me recibió con una cálida sonrisa y mirándome con sus preciosos ojos azules. Me senté al lado de la cama y le ayudé a acomodarse. Estuvimos un rato hablando y más tarde me preguntó por lo sucedido en Madrid. Yo empecé a llorar y él me cogió la mano y me abrazó. Sentía su calor y eso me encantaba. No quería que ese momento se acabará nunca, hasta que Mariana entró a la habitación. Cuando Sebastián la vio pude notar que la miraba de una forma distinta y sentí... ¿Celos?
Madre me contó que había decidido que Sebastián se quedara en la Casona y sin quererlo mis labios esbozaron una sonrisa. La primera sonrisa en mucho tiempo. Mauricio llegó con una silla de ruedas y en la calesa le acompañé. Me preguntó como me encontraba y, para no preocuparle, le dije que estaba bien. No era el mejor momento para contarle lo que me había ocurrido. Al llegar a la Casona, Mauricio y Mariana ayudaron a Sebastián a ir a su habitación, mientras que una criada me llevaba mi equipaje a mis aposentos. Solo podía pensar en Sebastián, no dejaba de pensar en él. Así que, sin pensarlo, estaba delante de mi espejo arreglándome para ir a verle. Cuando estaba con él, sentía algo distinto a cuando estaba cerca de Juan u Olmo. No, no y no. Soledad no te puedes enamorar otra vez, pensé. Me han hecho mucho daño y no quiero volver a sufrir por amor.
Fui a ver a Sebastián y me recibió con una cálida sonrisa y mirándome con sus preciosos ojos azules. Me senté al lado de la cama y le ayudé a acomodarse. Estuvimos un rato hablando y más tarde me preguntó por lo sucedido en Madrid. Yo empecé a llorar y él me cogió la mano y me abrazó. Sentía su calor y eso me encantaba. No quería que ese momento se acabará nunca, hasta que Mariana entró a la habitación. Cuando Sebastián la vio pude notar que la miraba de una forma distinta y sentí... ¿Celos?
#240

01/04/2012 15:02
Soledad entró para verme y me contó lo ocurrido en Madrid ¡Maldito Mesía! La vi llorar y tuve el impulso de abrazarla. Por suerte, ella no me rechazó. Después entró Mariana para ver si necesitaba algo más. Soledad se enjugó las lágrimas mientras Mariana hablaba.
- No Mariana. No necesito nada. - le contesté.
Vi que Soledad se alejaba por ¿celos?
- ¿Qué ocurre Soledad?
Ella me contestó que nada y se sentó a mi lado de nuevo. Volvió a preguntarme sobre lo que había pasado. No se creía lo del accidente en la conservera.
- No se te puede engañar ¿verdad? Será mejor que te lo cuente tu familia Soledad. Si te lo cuento yo tu madre no me perdonará.
- No Mariana. No necesito nada. - le contesté.
Vi que Soledad se alejaba por ¿celos?
- ¿Qué ocurre Soledad?
Ella me contestó que nada y se sentó a mi lado de nuevo. Volvió a preguntarme sobre lo que había pasado. No se creía lo del accidente en la conservera.
- No se te puede engañar ¿verdad? Será mejor que te lo cuente tu familia Soledad. Si te lo cuento yo tu madre no me perdonará.