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Foro El secreto de Puente Viejo

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FermariaRules
FermariaRules
17/08/2011 13:26
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EL RINCÓN DE AHA
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El destino.

EL RINCÓN DE ÁLEX
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El Secreto de Puente Viejo, El Origen.

EL RINCÓN DE ABRIL
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El mejor hombre de Puente Viejo.
La chica de la trenza I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII.

EL RINCÓN DE ALFEMI
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De siempre y para siempre.
Hace frío I, II.
Pensando en ti.
Yo te elegí a ti.

EL RINCÓN DE ANTOJEP
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Bajo la luz de la luna I, II, III, IV.
Como un rayo de sol I, II, III, IV.
La traición I, II.

EL RINCÓN DE ARICIA
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Reacción I, II, III, IV.
Emilia, el lobo y el cazador.
El secreto de Alfonso Castañeda.
La mancha de mora I, II, III, IV, V.
Historias que se repiten. 20 años después.
La historia de Ana Castañeda I, II, III, VI, V, Final.

EL RINCÓN DE ARTEMISILLA
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Ojalá fuera cierto.
Una historia de dos

EL RINCÓN DE CAROLINA
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Mi historia.

EL RINCÓN DE CINDERELLA
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Cierra los ojos.

EL RINCÓN DE COLGADA
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Cartas, huidas, regalos y el diluvio universal I-XI.
El secreto de Gregoria Casas.
La decisión I,II, III, IV, V.
Curando heridas I,II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII.
una nueva vida I,II, III

EL RINCÓN DE CUQUINA
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Lo que me sale de las teclas.
El origen de Tristán Ulloa.

EL RINCÓN DE EIZA
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En los ojos de un Castañeda.
Bajando a los infiernos.
¡¿De qué?!
Pensamientos

EL RINCÓN DE FERMARÍA
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Noche de bodas. (Descarga directa aquí)
Lo que no se ve.
En el baile.
De valientes y cobardes.
Descubriendo a Alfonso.
¿Por qué no me besaste?
Dejarse llevar.
Amar a Alfonso Castañeda.
Serenidad.
Así.
Quiero.
El corazón de un jornalero (I) (II).
Lo único cierto I, II.
Tiempo.
Sabor a chocolate.

EL RINCÓN DE FRANRAI
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Un amor inquebrantable.
Un perfecto malentendido.
Gotas del pasado.

EL RINCÓN DE GESPA
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La rutina.
Cada cosa en su sitio.
El baile.
Tomando decisiones.
Volver I, II.
Chismorreo.
Sola.
Tareas.
El desayuno.
Amigas.
Risas.
La manzana.

EL RINCÓN DE INMILLA
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Rain Over Me I, II, III.

EL RINCÓN DE JAJIJU
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Diálogos que nos encantaría que pasaran.

EL RINCÓN DE KERALA
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Amor, lucha y rendición I - VII, VIII, IX, X, XI (I) (II), XII, XIII, XIV, XV, XVI,
XVII, XVIII, XIX, XX (I) (II), XXI, XXII (I) (II).
Borracha de tu amor.
Lo que debió haber sido.
Tu amor es mi droga I, II. (Escena alternativa).
PACA´S TABERN I, II.
Recuerdos.
Dibujando tu cuerpo.
Tu amor es mi condena I, II.
Encuentro en la posada. Historia alternativa
Tu amor es mi condena I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI
#141
lnaeowyn
lnaeowyn
27/08/2011 15:44
SPOILER (puntero encima para mostrar)

Dejó el libro en la mesa, temblorosa. En ese momento, Raimundo Ulloa irrumpió en el despacho sin llamar siquiera. Francisca se levantó apresuradamente y en un impulso, le dio la espalda. Él la miró extrañado.
- ¿Es que nadie te ha enseñado a llamar a la puerta?- dijo, procurando que su voz sonase con su firmeza habitual.
- Lo siento, pero tenía algo importante que decirte.
Raimundo avanzó hasta colocarse frente a ella. Francisca apretó los dientes, tragando todo su dolor. Pero él advirtió que había una sombra de lágrimas en su rostro.
- ¿Qué te ocurre Francisca?
Ella alzó la mirada. Cierto, había estado llorando. Pero además de lágrimas también había una fría dureza y determinación. Ese gesto… Raimundo tragó saliva. Sin saber por qué, le recordó demasiado al rostro que vio en una joven Francisca cuando tuvo que abandonarla.
- No me ocurre nada.- dijo ella, aferrándose a la rabia de su dolor.- Tengo mucho quehacer, Raimundo. Así que, sea lo que sea que te haya traído hasta aquí, más vale que lo sueltes rápido y te largues por dónde has venido.
Raimundo la penetró con su mirada. Ambos se miraron con demasiada furia contenida.
- Está bien. No seré yo quien robe su precioso tiempo a nuestra ilustre cacique.- dijo mordaz.- Sólo vine para agradecerte que cumplieras tu palabra y movieras los hilos para liberar a Sebastián.
- Yo siempre cumplo mi palabra. Cosa que no todos pueden afirmar.- dijo ella, manteniendo firme el duelo de miradas.
Él clavó sus ojos en ella. Francisca bufó.
- Bueno, si no tienes nada más que decir, ahí tienes la puerta, “héroe”.
Raimundo sintió que toda su paciencia explotaba en un arranque de rabia.
- ¿Se puede saber a cuento de qué estás tan “encantadora” conmigo? Parece que en lugar de salvarte la vida, te haya arrebatado alguna de tus posesiones que… por otro lado, me pertenecen.
Francisca se acercó furiosa.
- Oh, sí, eres un héroe valeroso. Me salvas la vida… ¿Para qué? ¿Para torturarme día tras día? – se dio de cuenta con horror de las implicaciones de sus palabras y continuó a toda prisa.- Tan valiente eres para evitar que Virtudes me matara, pero nunca tuviste las agallas suficientes para…- se interrumpió tragando saliva. Le clavó una mirada de furia.- Viniste aquí con el propósito de matarme tú mismo y después me salvas la vida. ¿Por qué lo hiciste?
Raimundo intentó tomar aire. La situación se estaba descontrolando y no sabía muy bien en qué sentido. Parecía una de sus típicas discusiones, pero notaba que un sentimiento más poderoso que él empezaba a crecer imparable. Veía a Francisca gritándole furiosa y su corazón golpeó con fuerza contra sus costillas.
- Ya te dije por qué lo hice.- contestó amenazador, procurando dominarse.- Para evitar un crimen.
- No me hagas reír.- dijo ella sarcástica.- ¿Para evitar un crimen cometes otro?
Ambos estaban frente a frente. Apenas separados por unos centímetros de caldeada atmósfera. La furia de Francisca le traspasó. Le fulminó con los ojos, encarándole.
- Eres un maldito cobarde, Raimundo Ulloa. Lo fuiste cuando me abandonaste. Lo sigues siendo y morirás siendo un maldito cobarde.
Raimundo sintió que la cólera se mezclaba con una pasión incontenible. Francisca no bajó ni un ápice la mirada.
- Sabes por qué lo hiciste. Y yo también.- afirmó.
Él sintió que no podía negarlo por más tiempo.
- Está bien…- Raimundo pronunció esas palabras como si le costase una vida.- Es cierto. No… podía dejarte morir. Nunca podría… apretar el gatillo porque… esta tortura, este amor venenoso que siento por ti…- la miró torturado.- … vivirá conmigo hasta que me vaya a la tumba.
Francisca creyó morir al oír sus palabras. Raimundo meneó desesperado la cabeza.
- Eso… no cambia nada, Francisca. El amor es antojadizo, es un sentimiento que está por encima de la lógica. No siempre nos enamoramos de quien más nos conviene. Nadie lo sabe mejor que yo. – la atravesó con la mirada.- Es cierto. Mi corazón no hace más que torturarme, pero sigues siendo mi enemiga, aquella que no dudó en desposeerme de todo lo que alguna vez fue querido para mí. Sí, incluso me desposeíste de ti misma al casarte con Salvador.
- ¡Todo lo que hice lo hice porque tú…!- Francisca sintió que las lágrimas le impedían hablar.- Tú me traicionaste…
- Nunca quisiste escuchar la verdad.- Raimundo la miró amargo.- Nunca se te ocurrió pensar que amándote como te amaba, debía haber una razón inmensamente poderosa para que obrara como lo hice.
- ¿Pensar?- Francisca casi escupió la palabra.- ¿Crees que podía pensar cuando tenía el alma rota?
Raimundo meneó la cabeza, derrotado.
- Estas palabras no nos llevan a ningún fin. Sólo a lanzarnos veneno mutuamente. Ya he dicho lo que tenía que decir.
- Pues vuelvo a indicarte que ya sabes dónde está la puerta.
Francisca le miraba con un dolor y un rencor inmenso en sus ojos oscuros. Raimundo sentía mil dardos en su corazón. Por vez primera, no pudo sostenerle la mirada. Bajó sus ojos y de pronto, se quedó paralizado al ver un viejo libro sobre la mesa. No… no podía ser cierto. Contempló el libro. Había pequeñas marcas húmedas en su tapa, como si… Clavó la mirada en el rostro de ella, donde aún se percibían antiguos rastros de lágrimas. No… no podía… ser…
Francisca le miró dolida y furiosa.
- ¿Se puede saber a qué demonios esperas para desaparecer de mi vista, condenado cobar…?
No pudo terminar. Raimundo avanzó hacia ella. La atrapó acorralándola contra la mesa, interrumpiendo sus palabras con ese arrebato. Francisca creyó morir al sentir los brazos de él ceñirla. Él la miró. Sus ojos echaban fuego y amenazaban con consumirla hasta no dejar más que cenizas de ella.
- No soy ningún cobarde… mi pequeña.
Ella empezó a abrir la boca y él aprovechó para atraparla con sus labios. Francisca gimió en una mezcla de júbilo, tristeza, felicidad y asfixia. Raimundo tomó su nuca tierno y profundizó más el beso, acorralando su lengua con la suya, sin darle tregua. La pasión prendió como la pólvora y antes de que Francisca supiera cómo, él había tirado todos los papeles al suelo y la había tendido sobre la mesa, sin dejar de besarla. Francisca creyó morir ante su ataque. Él empezó a desabrochar la hilera de botones a su espalda a la vez que la llevaba a la locura.

#142
librito
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27/08/2011 16:29
Ahí dejo lo que se me ha ocurrido esta mañana, espero que esté a la altura...

1ª PARTE: Hermanos para siempre...¿?

Habían pasado ya varias semanas desde la puesta en libertad de Sebastián y la llegada al pueblo de Severiano, desde aquel entonces las cosas habían cambiado bastante: las ausencias de Alfonso en la posada, la revolución que en todo el sector femenino había provocado la llegada del “guapo”, la marcha de Juan a Madrid, la llegada de la nueva galena quien ya se había acostumbrado al proceder de este pueblo, el nuevo cacique rivalizando con la doña. . . etc. Todo había se había visto alterado en pocas semanas, salvo la tristeza que la que se encontraba perenne la menor de los Ulloa. . .
- Emilia, si le das de más a ese vaso le vas a otorgar el don de la invisibilidad… ¿y Severiano? ¿Dónde está? ¿no te iba a ayudar a cerrar esta noche?....
- Si… es que tenía cosas que hacer… y me pidió…
- Ya veo… ya…. Ese zagal cuando se trata de arrimar el hombro pone pies en polvorosa…ahora para darle a la sin hueso…eso es vino de otro costal…
- Padre!!!...no sea así
- ¿Cómo que padre?.. la verdad es la verdad, y no hay otra…
- No sea así… el muchacho tal vez no tenga mucho ímpetu… pero vago tampoco es… además…
- ¿además qué? – dijo alarmado ante la posibilidad de que haya intentado algo con Emilia-.
- Pues que el otro día me dejó pensado… padre… ¿y si fuese el mi admirador secreto?
- Ese … más quisiera… ese no te merece…. No es lo que quiero para ti…
- Padre yo sé, que para siempre seré su niña y que no va haber nadie en este mundo que me merezca, pero… el otro día me piropeo los pendientes y la fragancia que llevaba… y para mí…
- Hija, no te empeñes en cosas que no son…
- Padre ¿es que usted sabe algo?
- Los años no van en vano Emilia, que yo también fui zagal y ronde a las mozas no te olvides, los zarcillos y el perfume los podría haber hecho cualquier mozo y este podría apuntarse el tanto… si si… porque cuando estamos cortejando, los hombres hacemos y decimos lo que sea mi niña…. Pero 20.000 leguas de viaje submarino… Emilia sólo un hombre que te conozca bien, que sepa cómo es realmente tu alma puede hacerte ese regalo…
- Tiene razón padre – dijo con taciturna - serán tontas mías . . .
- Más bien justificaciones de lo efímero… Un hombre ha de ser trabajador, honrado, ir con la verdad por delante, capaz de sufrir por los que ama y luchar contra todas las adversidades… y muchas veces hija a estas cualidades no les acompaña el don de la labia y los arrestos que se tienen para los hombres hacen que les flaqueen las piernas ante unas faldas….
- Si usted lo dice, padre, así será… en estas cosas, como en la mayoría, usted tiene más sabiduría que yo…. Lo que me queda por aprender padre…ains... - y volvió a su tarea triste y ensimismada viendo como se evaporaba la única felicidad que le alegraba los días...
En ese mismo instante cruzaba la puerta Ramiro que acababa de poner fin a su jornada, que desde los últimos días se había duplicado debido al hastío de Alfonso, para poder llevar a su casa el pan que llevarse a la boca. Se sentó en una mesa del fondo esperando a que su amigo le trajese un culin de vino y compañía para hablar … ya que hacía tiempo que no tenía tiempo para estar en la posada ni ver a nadie.
- Hombre… hacía tiempo que no te veía por aquí… ¿de dónde vienes a estas horas? – dijo llenado el vaso de vino-.
- Buenas Raimundo… de echar el jornal… en estos últimos tiempos han cambiado las tornas, y es a mí ahora quien le toca tirar del carro…
- ¿Qué le pasa a tu hermano Ramiro? Si puedo ayudar en algo . . .
- Raimundo, usted no puede hacer nada, ni yo, ni mi madre… es otro Ulloa el que podría hacer algo – dijo echándole una mirada hacia Emilia-.
- Así que eso es lo que le pasa a tu hermano… ¿por eso ya no cae por aquí? ¿mi Emilia le rechazó?
- Según lo que le he podido sacar a mi hermano, no es que le rechazará … es que siempre que reunía arrestos… ella, la pobre dentro de su ceguera, le soltaba cosas del tipo “tu eres como mi hermano” … “yo soy como Mariana”…”disculpen al zagal pero esta que no atina por una muchacha del pueblo”…y encima para venir y ver como Emilia le pones ojitos al Severiano… pues ya se puede hacer usted una idea de cómo se encuentra…y las razones por las que no viene por aquí
- Ya veo ya… Ramiro… creo que a estos dos les hace falta un poco de ayuda para decidirse, porque para mí que los dos están locos uno por el otro… mi Emilia tampoco es la misma desde que tu hermano no cae por aquí… espérate...
- Raimundo, ¿Qué va a hacer?!!!!
- Tu tranquilo…voy a echar la caña por tu hermano…pero tú me tienes que ayudar, venga bébete ese vino y ayúdame a recoger mientras preparamos el anzuelo…
- Está bien Raimundo, como usted diga…
Recogieron los trastos y se fueron hacia la barra.
- Pues que lastima lo de tu hermano, lo debe estar pasando realmente mal…
En ese mismo instante en el que Emilia se encontraba nadado entre la soledad y la desidia, recordado un par de besos que le había robado el Severiano como quien no quiere la cosa a hurtadillas en el patio y en la cocina, que ella pensaba que eran por enamoramiento y más bien era por escaquearse de sus tareas… lo ciega que había estado!!!! Resonó en su cabeza el nombre de Alfonso y salió de su ensimismamiento…
- ¿Qué le pasa a Alfonso? ¿Qué tiene? – dijo Emilia un tanto preocupada-.
- Hija pues que le va a pasar, el amor que a veces esta muy ciego y hace daño a los corazones de los hombres buenos …
- Si es que tiene que estar ciega para no verlo la condenada, con lo que vale Alfonso –dijo dándose cuenta que su padre y Ramiro la miraban de una forma extraña, aguantando las ganas de reír, con lo que quiso recular e ir con más atino- es uno de los mejores partidos del pueblo ¿Quién será? ¿tú sabes algo Ramiro?
- Yo… mi hermano es muy suyo para las cosas del amor, Emilia… y a estas horas lo único que sé es que es hora de ir al catre… Con Dios Raimundo, Emilia… mañana según como acabe vendré por aquí…
- Con Dios Ramiro… ¿padre usted no sabrá quién es su enamorada?
- ¿yo?... como tu bien has dicho, Emilia, es una ciega… más bien por la falta de experiencia en estos temas… -y lanzándose sin saber cómo le iba a salir la jugada prosiguió- que por mala intención… que lo ha tratado de hermano olvidándose de que él es hombre y ella misma es mujer… Piensa en lo que te he dicho y a lo mejor deduces quien es… ahora es tiempo de dormir, mañana seguiremos – y la beso en la frente
Ella se quedó pensando en las palabras de su padre, marchó a su cuarto para intentar leer, pero entre tanta lectura, su cabeza no paraba de discurrir … hasta que por fin surgió la chispa, recordó el día de la llegada de Sebastián, como llego Alfonso con tan buena planta … y ella… le dijo “hermanos para siempre”… y al día siguiente se burló de él… y cuando hizo referencias a la facha de Severiano delante de él… ¿Cómo podía haber estado tan ciega?... Cerró el libro y dos lágrimas cayeron por sus mejillas, y así enjugándose en su propio llanto se quedó dormida.
#143
librito
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27/08/2011 16:32
2ª PARTE: Las acelgas.

A la mañana siguiente se levantó bien temprano, la casa de comidas estaba que relucía, eran medio día y hasta la comida estaba preparada lista para servir… Raimundo alagó el buen hacer de su hija intentándole animar pues la veía sin color, y critico a Severiano que recién aparecía por la posada después de lo que fue una noche de juerga.
- Tengo una hija que no la merezco, con tu predisposición y tu empuje… se acabarían todos los males de este mundo!!!! … mujeres como tu son las que les hace falta a este país: con fuerza para sacar adelante a su familia y con una ternura para calentar la más fría noche de invierno a su marido!!
- Padre!!! Que me va a sacar los colores…
- Eso es lo que quiero, que hoy estás falta de luz Emilia… ¿Qué te pasa?
- Nada padre, no dormí bien, sólo eso…
- ¿Pensando en lo que hablábamos anoche?
- Si padre, bien me conoce para saber, que yo discurro por las noches al igual que usted… - Raimundo se sonrió a la vez que se peinaba la barba
- Oye Emilia, ¿por qué no vas a casa de los Castañeda? Alfonso está alicaído… y seguro que tú con uno de tus guisos haces más que la galena por la salud de ese buen hombre…
- ¿Yo?... padre ¿Cómo voy a ir a su casa? ¿Qué le van a hacer mis guisos?
- Pues darle un poco de compañía y calentar esas tripas, tu bien sabes el apetito que siempre se gasta Alfonso… además siempre habéis sido como hermanos ¿no me digas que vas a tener remilgos de ir para su casa?
- No padre, no tengo remilgos – dijo sonriendo, con una sonrisa de oreja a oreja, y devolviendo el rubor a sus mejillas-… y que hayamos pasado mucho tiempo juntos no significa que seamos hermanos… Le llevaré un plato de acelgas y le invitaré a que se pase por aquí esta noche… que hace mucho que no visita esta casa…
Se miraron y no hicieron falta palabra alguna, él se lo había dejado entre ver y ella lo había descubierto por completo, y la vio desaparecer por la puerta con la felicidad de antaño… la que hacía tiempo no veía en los ojos de su hija…
XxXxXxXxXxXxXxXxXxXxXxXxXxXxXx
Acababa de cortar leña, cosa que siempre hacia cuando estaba malhumorado, pero que debido a los ánimos de las últimas semanas había agotado todos los leños teniendo que ir al bosque a por más, se estaba aseando cuando de pronto llamaron a la puerta…
- Emilia buenas… -dijo sin mucho entusiasmo-.
- ¿se puede? – dijo sonriendo y pletórica por volver a verlo.
- Si… pasa… - dejando la puerta abierta y corriendo a ponerse la camisa encima-.
Emilia se había sonrojado un poco, pero él no se percató, ya que estaba más preocupado por taparse que de la presencia de la nueva “hermana” que le había salido…
- Y ¿Qué te trae por aquí? – escopeteo remangándose los puños-.
- Anoche paso tu hermano por mi casa… le preguntamos por tus ausencias en la posada y nos comento que no te encontrabas muy bien… y aquí me hayo, yo no curo males como hace la galena, pero mi padre dice que mis guisos son remedio de santo…-dijo de forma pausada y con voz temblorosa, aquella era la primera vez que miraba a su amigo de toda la vida por primera vez como hombre y con la intención de curarle todos los males que pudiera tener-.
- Gracias…Emilia-no se esperaba aquello y la voz le jugó una mala pasada- No tendrías que haberte molestado…
- No es molestia Alfonso, es lo que mejor se me da hacer –dijo tomando las riendas de la situación- venga siéntate que yo te aparto… y así nos ponemos al día…
- No hay mucho que contar… -dijo a cosa hecha en un tono de indiferencia, pero después de tan solo probar una cuchara de su plato no pudo volver a su tono habitual… no podía remediarlo, ella le hacía sentir en las nubes con tan solo una sonrisa- tu padre tiene toda la razón, Emilia, estas acelgas resucitan a un muerto…
- Así me gusta, que te repongas y vuelvas a ser tu… el de siempre… el que nunca me ha dejado – le dijo mirándole a los ojos y apoyando su mano en su hombro… hubo un cruce de miradas en el que había mucho más que acelgas y hermandad y sólo se vio interrumpida por una tos que hizo que Alfonso casi se atragante…
- Disculpa Emilia, es que la gula me puede y se me habrá ido para el otro lado…
- Tómatelas tranquilo, no te vayas a poner enfermo ahora y tenga que llamar a la galena – le dijo risueña y con la voz aterciopelada…buscando el tono perfecto para la propuesta que venía a hacerle- me marcho para la posada, que ya mismo es hora punta y no puedo dejar sólo a mi padre… porque con Severiano no se puede contar mucho que digamos… Te dejo aquí el cacharro y esta noche me lo llevas a la posada, y así nos ponemos al día que hace mucho que no hablamos… y se echa en falta…
- No me creo que se eche mucho de menos en falta mi labia… teniendo Severiano el don que tiene de palabra… -dijo orgulloso e indignado a la vez-.
- Tu no me falles, que te estaré esperando … – dijo en la puertas, antes de salir-
- Está bien iré…. hasta más ver Emilia - fue lo único que su boca le permitió articular
- Hasta luego Alfonso …- cerrando la puerta sonriendo pícaramente-
La visita le dejó más para allá que para acá, maldijo a su boca… por no saber qué decir, maldijo su mente… que le hacía imaginarse cosas que no eran en realidad, ya que ella le veía como un hermano… pero, esa invitación… le echaba en falta… la mano en el hombro que por poco le hace que escupiese todo lo que estaba intentando digerir…y sobretodo esa mirada, la melodía de su voz, esa sonrisa… Algo tramaba la pequeña Ulloa ¿Qué le habría contado su hermano? No podría preguntárselo porque él no llegaría hasta la noche… y ella le esperaba… nunca desde pequeños le había fallado y en esta ocasión no iba a ser menos.
#144
librito
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27/08/2011 16:35
3ª PARTE: Noche de Ronda

Ella se pasó toda la tarde de arriba a abajo, recogiendo las cosas, limpiando, mandando al zángano de Severiano que ya bastante se había escaqueado ese día; en fin preparándolo todo con tiempo para sacar unos minutos para ella. A su padre no se le pasó nada desapercibido, y se rió para sus adentros cuando vio que a hurtadillas Emilia se escapaba ¿Qué tramaba esta muchacha? Emilia una vez en su cuarto, con unos instantes para ella, se predispuso a prepararse para la visita que esperaba tener esa noche: se aseo de nuevo poniéndose perfume de lavanda en abundancia, se planchó la camisa blanca que era la que tenía más nueva al igual que la falda azul de cuadros rojos que se había hecho a partir de una de las de su madre… No sabía que más hacer ni cómo, quería estar arreglada pero sin que nadie sospechara nada, y eso era complicado porque a su padre no se le escapaba ni media. Se miró al espejo y se sintió incompleta, quería estar especial … hermosa para “su Alfonso”… y unas cosquillas le invadieron todo su cuerpo, era la primera vez que le llamaba de esa forma y si él no encontraba arrestos, ella los encontraría por él… entonces una idea llego a su mente, y lo vio todo cristalino … así sí que no se le resistiría, se puso los zarcillos que le había regalado, enmascarado ante la capa de admirador secreto, y se dejó el pelo suelto, pocas veces se lo dejaba suelto… y esa sería la pista con la que ansiaba que él se diese cuenta de que eso era más que una invitación, que era una cita, y que todo lo que había orquestado era por y para él, al igual él lo había hecho anteriormente por ella.
Cuando salió de su cuarto y se dirigió a la barra media posada se le quedó mirando, su padre se dio cuenta en ese instante de que su niña ya era toda una mujer y que Alfonso y ella iban a ser muy felices si el diablo no metía la zarpa en medio.
- Ya veo que los aires de camino a casa de los Castañeda te han sentado bien, estas preciosa Emilia… - y le susurró al acercarse a ella, sin que nadie pudiese escuchar- Si Alfonso supiera el bellezon que le está esperando hace tres horas que ya estaría aquí…
- Padre... – dijo como un tomate- déjese de chanzas y llévese estas jarras…
Las horas pasaban y Emilia empezó a desesperar, cuando lo vio entrar todas sus dudas se disiparon. Llegó con su camisa blanca, no tan arreglado como la última vez que apareció por allí pero presentable; cuando pasó por el umbral y vio a Emilia creyó que le iba a dar algo. Jamás había visto así de guapa a Emilia, sólo en sus sueños, llevaba los zarcillos que le había regalado, la otra vez que se los puso estaba guapa… pero hoy, tenían el pelo suelto y estaba hermosa… le nublo tanto las entendederas la primera vez que la miró que dio gracias de que Raimundo fuese efusivamente a saludarlo y ella no se diese cuenta de que le había nublado el sentido, y se sentó en una mesa junto él para hablar con Raimundo. Al cabo de unos minutos llego Emilia con una jarra y unos vasos, lo miro a los ojos, pese a que él los intentaba esconder bajo la gorra, Raimundo aprovechó para ir a vigilar a que estaba haciendo Severiano , y ella aprovecho para sentarse a su lado…
- Has venido…
- Emilia yo nunca te he fallado…- espetó con algo de sonrojo-… ¿Qué hay de nuevo por la plaza? ¿Qué se comenta?
- La verdad no mucho, las cuitas de la Doña con el nuevo cacique, lo bien que lo está haciendo la nueva galena, las conquistas que va consiguiendo Severiano …
- Y ¿tú te encuentras entre ellas? –soltó sin saber muy bien de donde había sacado los arrestos de forma muy seca-.
- ¿yo? No… yo lo que necesito es un hombre, y este es un chiquillo todavía- intento recomponerse para que no se le viesen todas sus cartas- al principio tiene su gracia tanta palabrería, pero mi padre me ha enseñado que en el amor, al igual que en la vida, lo que importa son los actos y no tanto las palabras y promesas porque suelen caer en saco roto… -Alfonso se quedo perplejo, no se esperaba ni la contestación, ni las palabras, ni lo bonita que estaba tan cerca de él- … Alfonso te tengo que dejar pero… ¿me ayudas a cerrar esta noche? Ya queda poco, Severiano seguro que se escaquea, sigo teniendo trabajo por hacer y así hablaremos más tranquilos… ¿te parece?
- Por descontado Emilia, ve y ayuda a tu padre… luego tendremos tiempo –le dijo con voz temblona porque no podía evitarlo y más cuando al irse Emilia le apretó la mano antes de ponerse de pie y marchar a sus quehaceres. Sin poder dejar de mirarla pensó que estaba en un sueño, pero del que no quería despertar y de pronto Raimundo le sorprendió en las nubes
- Que zagal… ¿a qué hoy de veras está guapa mi Emilia?
- Eh… Raimundo…yo miraba…
- No te disculpes, si no pueden quitarle ojo ninguno, tranquilo Severiano esta noche se va fuera, a casa de una de sus “amigas”, yo le he echado una caña a Emilia en tu favor…
- Pero ¿Qué le ha dicho? ¿Qué han hecho?
- Nada, nada hombre, no he dicho nada de nada… esa parte te toca a ti, pero has de reconocer que hoy te habrán sentado bien las acelgas – dijo riendo- y que mi Emilia esta noche no tiene comparación con ninguna del pueblo…
- Ni del pueblo ni del planeta don Raimundo… hoy es una estrella, ni la luna se puede comparar!!!
- Jajajajaja así te quería ver yo hombre, tomate otro vaso de vino… Esta noche me iré pronto a descansar – le dijo mirando directamente a sus ojos- sé que puedo confiar en ti y que respetarás a mi hija, hoy no habrá nadie que os importune … así que te toca dar a ti la cara- Alfonso se trago de un buche el vino al mismo tiempo que Emilia venia a rellenar el vaso
- Padre, creo que Juanin no habría que darle más vino, que está suficientemente perjudicado…
- Si hija, lo puedo ver, le voy a pedir a Pascual que lo lleve a su casa y cerramos que ya hemos tenido bastante por hoy o mejor dicho, cerráis porque los años no pasan en balde y me llama la almohada.
- No se preocupe Raimundo que yo ayudo a Emilia… -dijo quitándose la gorra-.
- Así me gusta, como debe de ser… no acabéis muy tarde.
- Hasta mañana padre –dijo recibiendo un beso en la frente de su padre-.

{continua en el siguiente que no cabe el resto}
#145
librito
librito
27/08/2011 16:35
En un pispas recogieron toda la posada, ya tenían costumbre en hacer ese trabajo ambos y se les daba bien, sabían complementarse; cuando ya estaba todo listo y Alfonso se predisponía a despedirse Emilia fue la que habló esta vez:
- Alfonso ¿nos sentamos un rato en el patio? Con tanta tarea no nos ha dado tiempo de conversar
- Claro… - de qué demonios querrá hablar esta mujer, ya le tenía demasiado intrigado- ¿saco unas sillas?
- No hace falta, hay un banco ahí…- dijo señalando mientras cogía unos vasos y un licor de mora que le habían traído de la conservera
- ¿Qué es eso?.. Mira que no quiero que después me venga pidiendo explicaciones tu padre- dios que torpeza, ya la he fastidiado de nuevo, a ver como lo arreglo- que tú no eres mujer de dislates, te conozco bien Emilia Ulloa…
- Jajajaja – estaba tan nerviosa que sólo le salió una carcajada- Esto es el nuevo producto estrella de la conservera, un licor de mora que esperemos tenga mucho éxito-dijo a la par que servía un poco en cada vaso- me lo trajo el otro día Sebastian y no sabía en qué ocasión lo íbamos a catar… ¿por qué brindamos Alfonso?
- ¿Por Sebastián y sus éxitos en la conservera… – otra vez la estaba pifiando, estaba tan nervioso, ella tan cerca, la fragancia a lavanda y su pelo… que no sabía cómo todavía no se había desmayado en el suelo ; y así le soltó que toda la noche le llevaba rondando- … o por lo bonita que estas esta noche?
- No hagas chanza de mi –dijo sonrojándose y agradeciendo de que fuese de noche y no le pudiese ver el rubor-.
- Yo no hago chanza Emilia, ¿a caso un hermano podría faltar a la verdad?-dijo con un tono amargo y apurando el resto que le quedaba en el vaso-.
- Tú no eres mi hermano… -dijo maldiciéndose para sí al recordar todas sus palabras y actos y sin poder levantar la vista del mandil, sacando arrestos de su pobre corazón que había sido golpeado una y otra vez y que se negaba a que Alfonso se escapase de su vida-… tu eres muchas cosas para mi Alfonso, más de las que te imaginas, pero un hermano… no.
- Emilia como tú me dijiste… – logró balbucear ya que no atinaba con las palabras.
- Se lo que dije … pero el tiempo y la distancia te enseñan a ver…
Unas palabras vinieron a su mente “mi padre me ha enseñado que en el amor, al igual que en la vida, lo que importa son los actos y no tanto las palabras y promesas porque suelen caer en saco roto…”, respiró, se acercó más a Emilia, acarició su mejilla izquierda resbalando hasta la barbilla de donde la tomo para acercarla hacia él y posó sus labios sobre los de ella. Ella no pudo contenerse más y le abrazó, sin parar de dejarse agasajar y enseñar por esos labios que habían guardado más verdades y sentimientos que todos los que ella había creído sentir por cada uno de los calaveras que se le habían ido acercando por la vida. Cuando paró Alfonso se miraron, se sonrieron y una lagrima calló por el rostro de Emilia
- ¿Te encuentras bien? No era mi intención…
- Calla, me acabas de hacer la mujer más feliz, yo ya no sabía que más hacer ni que decir…
- Y tú a mí el hombre más feliz… no tienes que hacer nada sólo dejarte lisonjear por mí y por nadie más…
- Alfonso perdóname, he estado muy ciega… pero como ves he intentado remendar mis faltas…
- No hay nada que perdonar, por fin estamos juntos y eso es lo que importa… si ahora me das otro abrazo como el de antes se terminan de olvidar todos mis males –dijo con una sonrisa socarrona-.
- No lo dudes Castañeda, que de ti no me separan ni con una espátula… -le dijo tirándose a sus brazos y dándole un beso en la mejilla que hizo que el corazón de Alfonso no cupiera en el pecho-.
- Ni a ti de mi corazón Ulloa –le dijo acariciándole el pelo- dentro de un rato tendré que marchar para mi casa hasta más ver … pero ahora mismo no cambio este lugar por el más bello paraje que pudiesen vislumbrar mis ojos… porque lo más bello para mí en el mundo eres tu Emilia Ulloa…
Y siguieron la noche con más confidencias, besos, palabras de enamorados y amor mucho amor, que era lo que más necesitaba en esos tiempos los habitantes de ese pueblo, por lo que habían vivido ya… y por lo que tendría que venir.
#146
cueva75
cueva75
27/08/2011 17:20
Librito! qué maravillosa historia... me ha emocionado...ha sido muy intensa. Felicidades
#147
AntojeP
AntojeP
27/08/2011 19:11
BAJO LA LUZ DE LA LUNA 1ª PARTE

Anfonso miraba la luna. Era curioso, pero aquella noche, la luna llena que coronaba el cielo iluminaba casi desde la Puebla, todo Puente Viejo.
Mientras jugueteaba con la rama de un olivo en la puerta de casa, donde Rosario y Mariana terminaban la cena y Juan dibujaba unos bocetos de Soledad con los ojos llorosos, él se sentía más solo que nunca en la puerta de esa casa llena de gente.
Recordaba perfectamente la alegría en los ojos de Emilia, cuando esa misma tarde le comunicó que iban a liberar a Sebastián de la cárcel.
Él se disponía a declararle su amor cuando ella empezó a hacer chanzas con el tema y le aclaró que su amistad era tan especial e importante para ella que solamente lo veía como un hermano.
La mano fuerte de Ramiro lo hizo volver al mundo real.
- Madre dice que ya está la cena.
Alfonso se dispuso a seguirlo dentro de la pequeña casita familiar cuando de repente, vio una sombra acercarse entre los olivos.
- ¿Quién anda ahí? - Preguntó Alfonso mientras Ramiro cogía la escopeta.
La sombra seguía avanzando en silencio mientras los Castañeda se disponían a defenderse. Cuando Emilia llegó alumbrada por la luz de la luna, Ramiro se relajó, pero Alfonso se irguió como si se tratase del mismo demonio.
- Hola Emilia. - Saludó Ramiro. - Íbamos a cenar. ¿Quieres comer con nosotros?
- No, gracias Ramiro. - Contestó Emilia, con esa sonrisa que había enamorado a Alfonso y que la había hecho famosa más que sus pucheros más allá de los límites de Puente Viejo. - Venía solo a ver qué tal estábais. Y a ver a Alfonso.
- ¿A mi? - Preguntó alterado. - ¿Por qué?
Ramiro dejó a la pareja en silencio y entró a casa, anunciando que Alfonso entraría más tarde.
Ambos caminaron en silencio por la espesura, hasta llegar a la linde del río, muy cerca del cobertizo donde dormía como un tronco Hipólito Mirañar.
- Verás Emilia... - Dijo Alfonso.
- Déjame hablar Alfonso. Es el momento de que te confiese algo que llevo dentro desde hace mucho tiempo.
Un escalofrío le recorrió la espalda a Alfonso y cerró los ojos ante la inminente confesión de Emilia.
#148
AntojeP
AntojeP
27/08/2011 19:27
BAJO LA LUZ DE LA LUNA 2ª PARTE (Alfonso y Emilia)

- ¿Estás seguro de que quieres saber la verdad? – Preguntó Emilia con ese brillo especial en los ojos.
Decidieron sentarse junto al río y Emilia se quitó las alpargatas, y acto seguido metió los pies al agua.
- Está fresca.
- Emilia, no te andes con rodeos, que tú no has gastado nunca de esas bagatelas. – Dijo el Castañeda con semblante sombrío.
Emilia se incorporó y se quedó de pié frente a él. El agua le cubría hasta las pantorrillas y Alfonso pensó que si se subía un poco más las enaguas le daría un patatús ahí mismo.
- Verás Alfonso. He conocido a un chico. Bueno, en realidad ya lo conocía de antes. Creo que es el chico de los regalos.
El corazón de Alfonso dio un vuelco. ¿Lo habría descubierto Emilia?
Sin dejar de mirarla y haciendo alarde de un verdadero sentido de la caballerosidad y el saber estar le cogió la mano.
- ¿Ya sabes quién es?
- Eso creo.
Ante la respuesta, Alfonso la soltó y volvió a sentarse. En su mirada pudo convencerse de que erraba. Emilia estaba equivocada, se habría enamorado de otro joven y, al idealizarlo, lo habría hecho el artífice de todos sus sueños de amor.
Emilia tomó aire y se decidió a hablar, pero no había contado con la visita sorpresa de un pequeño sapo que había saltado hasta la gorra de Alfonso.
Del susto le temblaron las piernas y se calló de espaldas, empapándose entera. Alfonso reaccionó inmediatamente, pero, como de costumbre, se hizo un lío con las piernas y calló sobre Emilia.
Los dos se miraron por un momento y acto seguido empezaron a reír.
- Somos unos patosos. – Comentó Emilia.
- Yo diría que, en realidad, tú eres la patosa. Yo sólo intentaba salvarte.
- ¿Qué haría yo sin mi caballero de brillante armadura con su corcel y su…?
- ¿Su qué? – Preguntó Alfonso.
- Su gorra. – Río Emilia.
Los dos empezaron a reír de nuevo y luego se hizo el silencio.
Se miraron, bañados por la claridad de la luna.
- Gracias. – Susurró Emilia.
- ¿Por qué? – Preguntó Alfonso.
- Por todo.
Emilia atrajo al Castañeda hacia ella, y ambos sellaron su amor, por tanto tiempo escondido, con un beso bajo la luz de la luna.

CONTINUARÁ
#149
CUQUINA37
CUQUINA37
27/08/2011 19:29
Me iba pero no pude evitarlo...es precioso.
#150
librito
librito
27/08/2011 19:40
Antoje...felicidades... me sabe a poco...jejejejeje
#151
Gema_89
Gema_89
27/08/2011 19:48
¿Pero por que me haceis estas cosas? Que estoy muy sensible!! Jejeje
Pero que preciosidades! Ya podriais ser vosotras las guionistas leches! Que con alegrias asi no cabria en nosotras la desesperacion por tener que ver al mascachapas! xD
#152
mary14578
mary14578
27/08/2011 19:57
Si que te gusta meterte cn nosotras eh Yari? ya los haré yo mañana si no los ha hecho Mari, que hoy no me ha dado tiempo.

Que preciosos los relatos... sois increibles!!
#153
librito
librito
27/08/2011 20:23
Gracias... vale la pena el tiempo que se gasta por vuestra satisfacción...y como no nos dan lo que queremos en la serie...pues ... habrá que invertarselo jejejejeje
#154
eiza
eiza
27/08/2011 21:41
Madre mia que talento!!!

Carol m'encanta todo, todo y todo

Antoje, los dos empapados en el rio, que bueno ha sido eso!!

Mari, se acumula el curro, antoje, olsi, librito y el mio, tengo que colgar el mio!!! asi que mañana por la noche hago yo el mio y los que no hayais podio hacer vosotras, que comola mari esta de sabado, sabadete de relax no se si le dara time, pero tu mira que eres floja, ya podias haber echo alguno (jejejejejejeje que es broma). Estoy de espia asi que no voy al post pica porque luego me regaña y dice que tardo mucho, pero mañana en casa lo miro vale. mil besos.

bueno mil besos para tod@s
#155
lapuebla
lapuebla
27/08/2011 21:51
Anonadada me hayo!! Menudas 3 historias, cada una con su propio estilo, pero emocionantes todas.

Muchas gracias Librito, Antoje y Riona!!
#156
librito
librito
27/08/2011 21:54
Yari... estamos esperando tu fanfic como agua de mayo... vamos a contar las horas..porque promete

Un bso y nos @@ mañana...

"(^_^)"

P.D: no hagas rabiar a tu ramirin particular jaajajajajajaj

Edito: pepa... me halaga mucho, que tu eres una de las grandes... gracias por los piropos solete ;O)
#157
riona25
riona25
27/08/2011 22:02
Pepa, se agradece el cumplido porque, tal y como ha dicho librito (no me sé su nombre) tú eres de otra liga!!! Por cierto, yo me llamo Juani.

Edito: entre tanto buen relato me había perdido vuestros comentario... artemisilla, eiza ¡¡¡gracias!!! me teneis en demasiaba buena estima!! y yo tan tonta que casi me pierdo vuestros piropos!! gracias chicas, un placer colaborar en esta biblioteca ;-)

Un besazo a todas!
#158
eiza
eiza
27/08/2011 22:10
encantada juani, que ya tenia yo curiosidad, yo soy Yari y si me lo permites librito es carol!

Carol, no se si lo colgare mañana, aviso que yo creo que es mas largo que el tuyo y que no tiene final, a ver tenerlo lo tiene pero voy ha tardar en acerlo porque hay mucho que quiero meter, asi que quiero llegar a una escena en concreto para dejaros con ganas de mas y que cuando siga escribiendo lo leais, por lo que creo que abrire un post solo para eso, porque va a ser muy largo, que yo le doy de mas a las teclas, claro que lo pondre aqui con links para que se pueda ir directamente, llevo 8 pags y me queda pa llegar a la escena que te digo, A Ramirin no lo hafo sufrir, todo lo contrario, de echo que sea tan largo quizas es culpa suya....
#159
lapuebla
lapuebla
27/08/2011 22:42
Yari (Eiza): qué ganas de leer tu relato. Ya me imagino yo que a Ramiro le has reservado un importante papel. Y no me extraña, porque es un personaje delicioso y lo digo sin ninguna connotación erótica, que a mi el chavalín me queda demasiado jovencito.

Juani (Riona): muchas gracias por el piropo. Puede que sea de otra liga, pero porque yo soy incapaz de escribir escenas "románticas" de estos dos. Las imagino, pero cuando intento plasmarlas no quedan bien y más si tenemos en cuenta las versiones tan hermosas que habeis escritos tod@s. Así que consciente de mis limitaciones, me centro en los diálogos con los otros personajes. Además, confieso que me fascina esas maravillosas relaciones familiares (Emilia-Raimundo; los hermanos Castañeda entre si o con Rosario). Ya lo decía alguien: hay muchas clases de amor.
#160
librito
librito
27/08/2011 23:01
Yari...pos claro que te permito... le he enviado un privado a Riona presentandome :P

El mio me ha ocupado 8 páginas... así que tu haz una estimacion... jodia... como tu tienes tu propio Ramirin...tu tienes otras inspiraciones jajajaajaja...jodia...mañana voy a estar todo el dia pendiente hasta que lo subas.. no te hagas de rogar más

pepa... por eso mismo te lo decimos... porque hay muchas clases de amor, y muchos sentimientos... y vosotras lo bordais...

Me marcho soletes que sigo pachucha y estoy rendida...
Mañana mi primera visita será por aquí a ver que novedades me traeis...
Bsos y dulces sueños con cualquiera de los Castañeda "(^_^)"
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