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Foro El internado: Laguna negra

Subforo El cuarto de Paula

Esto puede considerarse un •Relato Julivanista•^^¡¡capitulo 12!!

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#0
Shailaa
Shailaa
19/08/2011 18:23
Jajajaja^^Un nuevo Fic Julivanista
Aquí está el prólogo espero que os guste :)

FIC JULIVANISTA


PROLOGO
Me llamo Julia Medina y tengo 18 años. Vivo en el internado Laguna Negra con mi actual padre y mi novio. Os contaré como empezó todo.

Mi verdadero padre se llamaba Christian y era abogado. Murió cuando mi edad no sobrepasaba los 14 años. En el entierro, cuando me dispuse a ponerle a mi padre rosas en la tumba, él se me apareció y me dijo que su muerte había sido un asesinato. Pero solo yo podía verlo. Me di cuenta que tenía un don: veía fantasmas. Pero más que un don yo lo consideraba una desgracia. Lo de mi padre no se lo dije a nadie, ya que me tomarían por una loca. Ese mismo año, cinco meses después de la muerte de mi padre, en diciembre, Samuel abrió las puertas de mi corazón y he de decir que ya llevo 3 años junto a él. Pero bueno, seguiré contando como llegué al internado. Año y medio después de que mi padre falleciera, mi madre conoció a Diego, mi actual padre... ya que cuando mi madre murió de cáncer de pulmón tres años después de casarse con él era la única familia que tenía. Diego es el dueño de todo el internado y el director. Samuel, de mi edad, no es alumno, si no el ojito derecho de mi padre, vamos como un secretario. No es que odie a mi padre, pero tampoco le adoro. Siempre está raro, como si tuviese el trabajo más importante y formal de todo el universo. Parece como si se trae algo entre manos. Ni si quiera le gusta que su propia hija le tutee, y además ha llegado incluso a pegarme.
No es que no tenga nada más que contaros, pero termino diciendo que así es cómo llegué al internado, con mi padre Diego y mi novio Samuel. Sabréis más de mi vida... Leed con atención lo que Shay os cuenta y podreis saber la razón de este fic julivanista.
#41
Shailaa
Shailaa
05/10/2012 13:51

Capítulo 10


Julia se fue a la biblioteca a estudiar. Esta tarde había quedado con Iván. Qué feliz estaba, no había muerto. El cuerpo no era de Iván. Estaba bien. Y eso le hacía sonreir.
Abrió el libro de Historia y empezó a ojear las páginas. Al rato se dio cuenta que en frente tenía un ordenador encendido. Lo miró, y cogio el ratón para apagarlo pero algo le llamó la atención. La página web era la del internado, con fotos desde el principo de sus inicios, y se puso a mirar todas. Vio una foto con Samuel, el primer día que llegaron, y sonrió. Fotos más atrás encontró a Iván –cuando todo era perfecto, cuando aún se posaba en pie–, con una mujer. Tendría unos 37 años. Era guapa, pero Julia la temía. La había visto antes, o al menos eso juraba.
El ordenador se apagó de repente y la claridad que entraba de fuera pareció esfumarse. La biblioteca se volvió de color oscuro, sin luz ni nada. Una mano tocó a Julia. Estaba helada.
–¡Aaaahhh! –gritó ella.
Era la mujer, la que estaba en la foto con Iván. La misma cara pálida que había visto el día anterior. Pero está vez tenía la cara ensangretada. Como si hubiese tenido un accidente.
La mujer la miraba seria, fijamente. Julia retrocedío levantándose de golpe de la silla.
–¡Déjame!
La mujer se acercaba cada vez más hasta estar tan cerca de Julia que podía extenderle un papel.
–¡No! No lo voy a coger –gritó Julia.
La mujer insistió.
–¡Vete! Déjame en paz, joder.
La mujer le tiró el papel al suelo. Julia se retiró.
–¡Julia!
Se giró hacía el lugar de donde había oído la voz llamarla. Era Samuel. Miro de nuevo al frente. La mujer ya no estaba.
–¿Estás bien? –le preguntó Samuel, acercándose a ella.
Julia cogió el papel y se lo metió entre los libros rápidamente.
–Sí... estoy bien. ¿Qué haces aquí?
–¿Te extraña que vaya en busca de mi novia?
Julia sonrió.
–No, pero pensé que tenías trabajo.
–No por mucho tiempo –sonrió– Tengo que contarte algo que te va a encantar.
–¿Me libro del examen de historia mañana?
–No –rió– Pero la semana que viene nos vamos.
–¿Qué? ¿A dónde?
–Tú y yo. De viaje –le enseñó dos billetes de barco.
–¿Nos vamos tú y yo?
–Sí. Quería llevarte conmigo de viaje, y tu padre me ha dado permiso. ¿Qué te parece?
Julia no hizo ni dijo nada.
–Parece que no te hace mucho ilusión.
No era eso. A Julia le encantaba viajar, y ver cosas nuevas, ciudades nuevas. Pero estaba metida en un problema gordo. Todas esas cosas raras: el proyecto géminis, Irene Espí, el árbol con su nombre grabado, lo que sucedió aquella noche en el bosque, la muerte de la madre de Iván, el fantasma... Todo eso le olía muy mal.
Se quedó pensativa.
–Joder, si llego a saber que no querías...
Julia se abalanzó sobre su cuello.
–¡Qué tonto! Me encanta la idea –le besó.
Samuel sonrió.
–Joder, que susto. Pensé que no querías...
–Tonterías, sabes que contigo me iría al fin del mundo –Sonrió.
Ahora fue él quien besó a ella.
Julia le miró el cuello. Volvió a verle aquella herida.
–¿Qué es eso? –le tocó una profunda herida que tenía –¿Qué te ha pasado?
Samuel se la tapó con la mano, soltando la cintura de Julia.
–Bah, no te preocupes... no... no es nada. Un rasguño.
–¿Un rasguño? ¡Pero si se te va a caer la cabeza! ¿Qué te ha pasado?
–Que no me ha pasado nada, me habré dado un golpe.
–Vamos a la enfermería al menos para que te curen, porfavor. –Julia le cogió la mano para llevarle a la enfermería.
–Julia, eh –la frenó, y la besó– Estoy bien, ¿vale?
–No me lo creo. En serio Samuel, tiene mala pinta.
–Que no –rió– pero me alegro que mi chica se preocupe por mí.
–No seas tonto. No juegues con esto, Samuel.
–Venga, va, no te preocupes –le dio un beso.
–¿Pero cómo me pides que no me preocupe? Si es que te quiero, joder. Y eso no me parece muy bien... –le tocó de nuevo la herida.
–Bueno, te prometo que luego me paso por la enfermería, ¿vale?
–¿Y por qué no ahora?
–Tengo que hacer unas cosas.
Julia suspiró.
–¿De acuerdo?
–Vale –aceptó a regañadientes.
–¿Está ya mas tranquila mi chica?
Julia le golpeó el pecho.
–Imbécil –sonrió.
–Nos vemos luego –dijo riendo Samuel, le dio un beso y se fue.
Julia recogió los libros y subió las escaleras.
–¡Julia! –le llamó Fermín.
–Dime.
–Perdona que te meta en esto, pero, ¿Te ha dicho algo tu padre sobre la nueva cocina? Aún estamos con la cocina chamuscada.
–Pues la verdad que no sé nada, lo siento. A mi no me cuenta nada.
–Ya... perdona haberte molestado.
–No te preocupes. ¿Por qué no hablas con él?
–Sí –rió– lo intentaré. A ver si no tiene malos humos.
Julia rió.
–Adiós.
Llegó a su cuarto y dejó los libros en la mesa. Comenzó a abrir todas las páginas en busca del papel, pero no encontró nada de nada.
–¡No puede ser!
Revolvió todos los apuntes, todos los libros.
–¡Lo dejé aquí!
Tocaron la puerta. Abrió. Era Iván.
–Hola. –le dijo él.
–Hola...
–¿Te pasa algo? Parece que has visto un fantasma.
Julia rió sin ganas.
–¿Un fantasma? Claro...
–Tenemos que salir... Recuerdas, ¿verdad?
–Por supuesto que recuerdo. ¿Hay gente en los pasillos? No puede vernos salir nadie, Iván.
–Tranquila, podemos ir sin preocuparnos.
Julia abrió la puerta e Iván salió.
–Oye, se te ha caído esto –le dijo Julia a Iván cogiendo una foto del suelo y quedándose perpleja al ver la misma foto que había visto en el ordenador, en la página del internado.
–No, no es mío... –se acercó a verla.
–¿No es tuya?
–No... pero, ¿qué hace aquí una foto mía y mi madre?
A Julia le comenzó a latir fuerte el corazón, se le iba a salir de la boca. No podía respirar, le faltaba aire. Estaba asustada. Sentía miedo, temor, escalofríos.
–¿Es tu madre...? –señaló a la mujer de unos 37 años en la foto.
–Sí. Debí perderla o algo... Trae –la cogió.
Entonces Julia reparó en que no la había perdido. Esa foto no la tenía Iván. Era el “papel” que le entregaba aquella mujer, aquel fantasma. Quien, había descubierto, era la madre de Iván. La que murió en un accidente de coche. Por eso tenía la cara ensangretada.
–Iván, espera.
Antes de salir Iván se giró.
–Estoy cagada de miedo...
–¿Qué? Venga ya, no me jodas, Julia. Dijiste que vendrías.
–Sí... pero... ¿Estás seguro que quieres ir?
–Bah, mira, quédate aquí ¿vale? Me da igual. Yo me voy.
–Iván, no soy ninguna cobarde. Voy a ir contigo.
–¿Dónde decís que vaís? –preguntó una voz detrás de ellos.
#42
ivanyjulia4ever
ivanyjulia4ever
05/10/2012 16:15
MADRE MIAAAAAAAAAAAAAAA NO ME PUEDES DEJAR A SIIIIIIIIIIIIIIIIIÍ

No no no, Julia de viaje con Samuel nanai, CON IVÁN FOREVAH.

¡Casi ni me acordaba que Iván iba en silla de ruedas! :O

Y esa herida en el cuello de Samuel? Mmmmmmmmmmmm sospechoso todo ¬¬

DADLE UNA COCINA NUEVA A FERMÍN PARA QUE HAGA SUS CROQUETAS!

Ais, dios mio quien será el que les ha pillado? Y la madre de Iván O.O kjegnvwdbbjrk Siguelo prontísimoooooooooooooooooooooo! <33
#43
Shailaa
Shailaa
06/10/2012 00:50
Graaaaacias Laus!
Veo que cada vez estás más enamorada de Samuel jajajaja
Iván en silla de ruedas, seh:$
Bueno, voy a complicar mucho las cosas, asique Julia se va con Samuuuu jajajaja y al parece le adora con todo su corazon

te traje capitulo nuevo para que veas que soy buena y dentro de poco muchas emociones fuertes entre Samuel Iván y Julisss! muaaajajaja

graciasmil<33

Capítulo 11


–¡Marcos! –gritó Iván.
Marcos abrazó a Iván.
–Pensé que estabas ...
–Mala hierba nunca muere –bromeó Iván.
–Me alegro mucho Iván.
Iván sonrió.
–Tenemos que irnos ya, Iván –le dijo Julia.
–¿Qué pasa? ¿Dónde vais?
–Vamos a salir al bosque
–¿Qué? ¡¿Pero a qué vais al bosque?!
–¡Chss! Calla tío, que nos van a pillar.
–Perdón, ¿pero qué pensáis hacer?
–Vamosa averiguar qué está pasando –explicó Julia –Quién es Irene Espí, por qué me intentaron matar, por qué persiguieron a Iván...
Marcos interrumpió a Julia.
–Espera, ¿Qué? ¿Qué te persiguieron?
Iván afirmó con la cabeza.
–¿Pero quién?
–No lo sé, pero por eso no pude venir al internado.
–Chicos no podéis salir ahí fuera, está prohibido.
–Venga botafumeiro no me jodas, no se va a enterar nadie.
–Pues iré con vosotros.
–Está bien, pero ni una palabra a nadie, ¿eh?
–¿Y Vicky, Roque, Cayetano y Carol saben esto? –preguntó Marcos.
–No. No hemos contado nada aún –contestó Julia.
–Venga ya habrá tiempo para contarlo, vámonos.
En el bosque
–¿Qué buscamos exactamente? –preguntó Marcos.
–No sé. Pero lo mínimo que te llame la atención...
–¡Mira Iván! –gritó Julia más adelante.
Iván y Marcos se acercaron.
–Este es el árbol que vi cuando me atacaron.
–Este árbol le vi yo en un sueño –dijo Marcos.
–Y luego salió una luz cegadora del centro del bosque, y los árboles brillaban por arriba, como si hubiese luciérnagas.
Observaron fijamente el árbol.
–“Irene Espi, 1974” –leyó Iván–¿Qué narices puede significar eso?
–¿No os sugiere nada el número ese? En general... a lo mejor significa algo para el internado, o el bosque... –dijo Julia.
–A mi el número 1974 sólo me recuerda a mi madre.
–¿Por qué? –preguntó Julia.
–Nació ese año.
–¿Cómo se llama? –preguntó Iván.
–Sandra. Sandra Pazos. Hace tiempo que no sé nada de ella...
–¿Por qué?
–Mis padres tuvieron que ir de viaje y nos trajeron a Paula y a mí a este internado.
–Que raro. El primer día de curso no vi a nadie que pudiesen parecer tus padres contigo, cuando llegaste. –recordó Julia.
–Nos trajo el abogado de la familia. Mis padres ya habían marchado.
–¿Y ni si quiera habláis por teléfono?
–No. Estoy un poco preocupado...
Los ojos de Julia, Iván y Marcos se abrieron como platos al ver una cegadora luz igual que la que Julia había definido.
–¡Es la luz!
–¿Qué coño es eso? –exclamó Iván.
La imagen de una mujer se plantó ante Julia. Pego un salto de susto. Era la madre de Iván.
–Chicos vámonos porfavor.
Quería irse, perder de vista aquel fantasma.
Era de noche asíque decidieron irse.
Mientras Iván y Marcos andaban, a Julia la tenía retenida aquel fantasma: la madre de Iván. Esta vez estaba pálida, con marcas en la cara, y una camiseta que le dejaba al descubierto el ombligo de su blanca piel. Julia la miró. Nada raro a parte de un simple tatuaje en la tripa.
–¡Déjame! ¿Qué quieres de mí? Yo no puedo hacer nada.
La mujer le extendió una foto.
–¿Otra foto? ¿A qué estás jugando?
Julia la cogió y el fantasma se esfumó.
Miró la foto. Una niña rubia con pelo largo y flequillo recto posaba feliz.
“Oh, Dios. Es Paula...” –pensó Julia sin comprender nada.
Le dio la vuelta a la foto y vio algo escrito: “Irene espí proyecto géminis”.
#44
ivanyjulia4ever
ivanyjulia4ever
04/01/2013 23:50
QUE LO CONTINUES LECHES D:

Con amor, eh. <3
#45
Shailaa
Shailaa
03/05/2013 20:49

Capítulo 12



Al día siguiente...

–¡Buenos días! –Samuel entraba por la puerta de la habitación de Julia depertándola con alegría.
Julia dio media vuelta en la cama.
–¿Ya es de día?
–Eso parece. Son las 12 de la mañana.
–¡¿Qué?! –Julia saltó de la cama.
–Ha venido tu profesor para dar clases, ya sabes, pero como estabas descansando tu padre ha preferido que se marchase.
–¿Cómo? No doy crédito.
–Sí. Es que como has estado mala toda la noche...
–¿Qué? Hmm... –Se tocó la cabeza –La verdad es que no me encuentro muy bien, y recuerdo haber dado vueltas por el internado, pero mala no he estado.
–Bueno, el caso: que no has dormido, y cuando lo hacías gritabas en sueños.
Julia se levantó de la cama.
–¿Entonces hoy ya no doy clases?
–No.
–Bueno, me voy a la ducha.
–Vale. Ah, una cosa.
–Dime.
–Te recuerdo que mañana nos vamos de viaje –Samuel agarra a Julia por la cintura y la besa levemente.
–Hmm... –Julia se aparta cuidadosa –¿Crees que lo había olvidado?
–Sí.
–Vale, sí –ríe –Pero lo estoy deseando –Ahora es Julia quien besa a Samuel.
–Bueno, te dejo que vayas a ducharte –Le da un último beso y se va.
Julia comienza a dar vueltas por su habitación. ¿Será que ha tenido pesadillas por la foto de Paula en la que pone Irene Espí? ¿Quién es Irene Espí? ¿Y qué es el proyecto géminis? ¿Qué tiene que ver eso con la madre de Iván?
"No puedo irme de viaje. No ahora, al menos" –pensó.
Cogió sus cosas y bajó a ducharse. Cuando salió de la ducha, para su sorpresa, había algo escrito en el espejo, aprovechando el vapor que generó la humedad. Julia lo miró fijamente. "No pienses ni un segundo en faltar a ese viaje. Por tu bien, y por el de muchos otros". Se quedó sin palabras.

En clase...

–Para el lunes os recuerdo que tenéis que saberos los temas 13 y 14. El examen será duro.
Iván se halla haciendo dibujitos sin sentido en la mesa.
–Chst, Iván –Susurra Marcos a su lado.
–¡Señorito Novoa! La clase aún no ha terminado.
Suena el timbre. Marcos sonríe y la profesora no tiene más remedio que salir.
–¡Iván! –le grita esta vez para sacarle de su mundo.
–¿Qué?
–No hemos visto a Julia desde anoche.
–¿Y?
–¿No estás preocupado? Nos hemos metido en una gorda. ¿Y si han descubierto que Julia salió ancohe al bosque y con nosotros?
–Me da igual. Por cierto, ¿has pensado algo? Tenemos que seguir investigando.
–Iván, tío, ¿eres idiota? ¿Cómo que te da igual?
–¡Que la pille quién quiera, joder! –grita –Total: si la pilla Samuel tampoco la va a preocupar tanto.
Marcos sonríe.
–¿De qué te ríes?
–Estás celoso.
–¿Celoso?
Toda la clase sale y ellos dos se quedan hablando.
–Sí, Iván. CELOSO. Te has referido a Samuel con odio.
–Es odioso. ¿Me lo vas a negar?
–Yo no lo odio tanto como tú.
Iván comienza a manejar su silla dirigiéndose a la puerta dispuesto a salir y dejar de escuchar a Marcos.
–Eh, ¿dónde vas?
–A un lugar donde no escuche tus paranoias.
–Iván –Marcos le frena en seco –Los dos sabemos porque incendiaste la cocina, sabemos para quién iba esa sorpresa, sabemos en quién estabas pensando.
–Tío, deliras.
–Tú verás lo que haces, pero no deberías despreocuparte por una persona que te comienza a importar.
–¡Vete a la mierda!
–No, me voy a comer, que es hora –se dirige al comedor.
–Maldito botafumeiro –murmura.

En el comedor...

Iván, Julia y Marcos les cuenta a Cayetano, Carol, Vicky y Roque todo lo que está sucediendo.
–Podemos volver al bosque mañana –sugiere Cayetano.
–¡No! –grita de repente Julia –Eh... lo siento pero es que mañana no estoy.
–¿Cómo que no estás? –pregunta Vicky extrañada.
–Emm... Me voy con Samuel de viaje –dice casi en un susurro.
–¿De viaje? ¿Con Samuel? –pregunta seriamente Iván.
–Sí... Es una larga historia...
–Qué envidia –comenta Carol.
–Pues nada... Pasarlo bien tortolitos –dice Roque.
–Gracias –Julia apenas sonríe, mirando tristemente a Iván –Bueno... yo no quiero más. Si me disculpáis... Tengo que hacer cosas. Luego nos vemos –deja a los demás con una sonrisa forzada.

Media hora después Iván toca a la puerta de Julia. No sabe por qué está ahí, pero está. No sabe qué piensa decirle cuando la puerta se abra. No sabe ni si quiera lo que siente. O tal vez sí y lo quiera ocultar.
Julia abre la puerta, e Iván la sorprende guardando ropa en una maleta.
–Perdona, no sabía que estabas ocupada –Iván pone sus manos en las ruedas de su silla y se da la vuelta.
–Si quieres hablar puedes pasar.
Iván se lo piensa dos veces.
–Es que estarás liada, mejor hablamos cuando vuelvas de tu viaje –le cuesta pronunciar la palabra "viaje".
–En serio: pasa. No tengo problema.
Julia insiste e Iván pasa. Julia cierra la cremallera de la maleta antes de que pueda sonrojarse porque Iván ha visto su ropa interior.
–¿Estás bien?
–Sí... ¿Por qué me preguntas eso, Iván?
–No sé, anoche cuando volvimos...
–¿Has venido a hablar de anoche?
Esa pregunta suena como si algo importante hubiese pasado entre ellos.
–Bueno...
–Siento ausentarme... Justo ahora que necesitamos estar juntos.
–No te preocupes –no se le ocurre qué más decir –Volverás... ¿Verdad?
–Eso espero... –susurra ella recordando lo acontecido en el baño.
–¿Vas a ese viaje porque quieres?
–Samuel me ha invitado, no puedo negarle.
–Comprendo...
No. En realidad no comprendía nada. No comprendía por qué se iba, por qué Samuel.
–Echaré de menos tus chulerías por unos días –sonríe Julia.
Iván sonríe desviando la mirada de Julia.
–¿Qué está pasando con nosotros, Iván?
–¿Por qué lo preguntas?
–Primero nos matamos, luego nos llevamos bien, después volvemos con tu orgullo y chulería, y ayer nos metimos juntos en una movida.
–Las hormonas del adolescente –ríe sin ganas.
Julia sonríe, y esta vez Iván también lo hace a gusto.
–Si pudiera decirte algo antes de verte marchar con Samuel te diría que lo pasaras bien, que me alegro mucho por ti, y que lo mereces, pero estaría siendo hipócrita.
La cara de Julia reflejaba no haber comprendido muy bien esto último, e Iván siguió hablando:
–Sería hipócrita porque no deseo que lo pases bien, no con él. No me alegro, no por verte con él. No lo mereces, no te mereces a él.
Julia, extrañada, lo mira a los ojos y casi derraba una lágrima que está aguantando.
#46
ivanyjulia4ever
ivanyjulia4ever
21/05/2013 17:51
LELELELELELELELE SIGUELO YAAAAAAAAAaaa

aaaaaaaaaaaaaaay. Iván no dejes que se vaya con el asqueroso de Samuel!!!!!!
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