SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas
#0

20/08/2010 23:39
nueva serie
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ALMAS ASESINAS
blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)
organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)
en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...
Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...
blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)
titulos capitulos por temporadas
PRIMERA TEMPORADA
1.Justicia.
2.recuerdos.
3.mosquitos.
4.lava.
5.averiguaciones.
6.mazmorras.
7.exconvictos.
8.infiltrada.
9.intrusos.
10.enamorados.
11.despedida.
SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.
2.cancelación.
3.adicción.
4.obsesión.
5.emboscada.
6.bacanal.
7.debilidad.
8.advertencia.
9.epidemia.
10.gravedad.
11.celebración.
TERCERA TEMPORADA
1.temores.
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catástrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
CUARTA TEMPORADA
1. Reinado
2. Vivo
3. Memoria
4. Ataque
5. Ruptura
6. Bailarinas
7. Pecado
8. Confesiones
9. Guerra
10. Abandono
11. Sacrificio
QUINTA TEMPORADA
1.crueldad
2.cambio
3.atracción
4.emociones
5.romances
6.aniversario
7.amenazas
8.extranjero
9.adultos
10.dramas
11.respuestas
LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
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ALMAS ASESINAS
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organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)
en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...
Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...
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titulos capitulos por temporadas
PRIMERA TEMPORADA
1.Justicia.
2.recuerdos.
3.mosquitos.
4.lava.
5.averiguaciones.
6.mazmorras.
7.exconvictos.
8.infiltrada.
9.intrusos.
10.enamorados.
11.despedida.
SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.
2.cancelación.
3.adicción.
4.obsesión.
5.emboscada.
6.bacanal.
7.debilidad.
8.advertencia.
9.epidemia.
10.gravedad.
11.celebración.
TERCERA TEMPORADA
1.temores.
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catástrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
CUARTA TEMPORADA
1. Reinado
2. Vivo
3. Memoria
4. Ataque
5. Ruptura
6. Bailarinas
7. Pecado
8. Confesiones
9. Guerra
10. Abandono
11. Sacrificio
QUINTA TEMPORADA
1.crueldad
2.cambio
3.atracción
4.emociones
5.romances
6.aniversario
7.amenazas
8.extranjero
9.adultos
10.dramas
11.respuestas
LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
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#421

23/12/2011 23:35
Azucena: hay que hablar con Diego para decirle la verdad sobre nosotras ¿o quieres quedarte solo con él? porque no sé... antes os he visto muy acaramelados en la puerta.
Abigail: no, eso no, no pienses ahora que no tengo ganas de estar contigo porque no es verdad, siento cosas por Diego pero no es lo mismo que por ti, no quiero perderos a ninguno de los dos.
Azucena: pero él no sabe nada sobre el trato y cree que solo mantienes una relación con él, Diego es un chico muy fiel y sencillo, hay que hablar con él lo antes posible y explicárselo con calma para que lo entienda.
Abigail: si quieres yo misma voy a buscarle ahora mismo y se lo digo.
Azucena: Abigail, te he dicho con calma. Aunque no conviene retrasarlo más días.
Abigail: quieres decírselo tú, verdad? vale lo entiendo, tú le conociste antes que yo, tienes más derecho, pero como yo ahora estoy con él, si quieres con el paso de los días le puedo ir dando pistas poco a poco.
Tanteando el terreno.
Azucena: no! nada de eso! se lo diré yo en cuanto tenga la más minima oportunidad, no quiero dejar que pasé ni un solo día más.
Abigail: por qué? por qué tanta prisa? si así estamos bien, entre Diego y yo no hay ningún problema y nosotras dos podemos seguir viéndonos a escondidas, nadie tiene porque descubrir nada, Diego ya lo sabrá todo con el tiempo. ¿Que importa cuantos días pasen?
Azucena: a mí me importa! porque tú estás con él todas las noches y yo no ¡y no es justo! quedemos en que Diego sería para las dos ¡y no solo para ti!
Abigail: vale, relájate, Diego va a aceptar, ya verás como sí, tú eres alguien muy especial para mí, de otra forma sabes que nunca aceptaría a compartir a Diego contigo.
Azucena: lo sé, no va a entrar nadie más en el trato, solo tú, yo y Diego.
Abigail: por supuesto.
Abigail besó a Azucena, tumbándose las dos en la cama mientras continuaban el beso y se acariciaban mutuamente.
Más tarde Diego estaba asistiendo a una de sus clases en el colegio como uno más de los alumnos.
Él estaba en la clase de secuestro y extorsión(ciencias). Cuando se oyó por los altavoces una voz conocida.
Azucena: se solicita al alumno Diego Marremo que acuda urgentemente al despacho de la directora.
profesor: Diego, levántate ahora mismo, te reclaman en el despacho de la directora.
Diego salió de la clase y caminó muy serio hasta el despacho de dirección, dentro estaba sentada Azucena.
Diego se sentó frente a ella.
Diego: qué pasa? por qué me has llamado?
Azucena apagó su portátil y cruzándose de brazos dijo.
Azucena: necesitamos hablar Diego, desde nuestra ruptura que no hemos tenido una conversación seria sobre el asunto tú y yo, quiero saber como te sientes desde que cortamos nuestra relación y quiero la verdad.
Diego: y si te la digo, prometes que luego me dejaras tranquilo intentando tener la menor relación posible conmigo en este colegio?
Azucena: sí claro, te trataré simplemente como a cualquier otro alumno.
Diego: de acuerdo te la voy a decir, pero después nos olvidamos de lo hablado y cada uno sigue sus vidas por separado sin molestar al otro.
Azucena: será como tu quieras.
Diego: si es verdad que vas a cumplir con lo prometido hablaré, yo... tengo muchas ganas de volver a salir contigo, cada vez que nos cruzamos por los pasillos tengo que aguantarme las ganas de abrazarte, sé que fui yo quién rompí contigo, pero ojala no lo hubiera hecho. No dejo de pensar en ti ni un segundo del día, en todos los ratos que pasamos juntos, lo único que deseo es que me vuelvas a abrazar y me digas que me quieres, como lo hacías antes. ¿puedo irme ya?
Diego se levantó de la butaca.
Azucena: espera, no puedes pretender que dejé que te vayas después de todo lo que me acabas de decir.
Diego: solo te he dicho la verdad, tal como tú me has pedido, cumple tú ahora con la parte del pacto y déjame marchar tranquilo con mi agonía por el amor que siento por ti y no sé como detener.
Azucena: yo creía que eras feliz con Abigail, se os ve tan bien juntos.
Diego: entre Abigail y yo no hay nada, estamos manteniendo una relación, sí, pero es totalmente falsa, por lo menos por mi parte.
Azucena: pero te estás acostando con ella, verdad?
Diego asintió con la cabeza.
Diego: pero tú sigues siendo la única que ocupa mi corazón, tú deberías saber mejor que nadie que existe el sexo sin amor, es lo que le proporcionaste a tus clientes durante 14 años.
Azucena: todavía sigues enamorado de mí, a pesar de estar ahora con Abigail?
Diego: Azucena, nunca, nunca habrá nadie a quién quiera más que a ti, tu recuerdo es imborrable.
Azucena colocó sus manos sobre las de Diego.
Azucena: Diego fuiste tú quién te enfadaste conmigo, con motivos que yo entiendo, y decidiste romper con la relación, si quieres que volvamos, podemos hacerlo. A mí no me interesa ningún otro.
Diego: no, no Azucena, no podemos volver.
Azucena: por qué no?
Diego: porque prefiero no salir con mujeres que estén destinadas a morir.
Azucena: destinada a morir? qué lo dices, por qué tienes pensado matarme para vengarte de mí por los 5 meses que estuviste encerrado mientras yo te creía muerto en las mazmorras del internado aureola?
Diego: no, lo digo porque desde los 2 años de edad por culpa de la sobredosis de la fórmula secreta de superfuerza de Segismundo, tu organismo está bajo sustancias peligrosas que difícilmente tolera algún ser humano. Segismundo no consiguió curarte, Sebastian el mismo científico que te aplicó la sobredosis por error tampoco, ni Germán, ni yo, ni Fabián, y usaste tu superfuerza para salvarte el día en que Germán te secuestró para tenderme a mí la trampa y usarte como cebo, yo mismo lo vi, así que supongo que todavía debes seguir enferma.
Azucena: sí es cierto, pero los síntomas que padecía por culpa de esa maldita sobredosis, como eran el insomnio, la falta de apetito, los dolores de cabeza, vómitos o la pérdida de cabello, ya hace meses que no los padezco, y como ves todavía sigo viva y con buena salud, parece que soy más resistente a esas sustancias de lo que Segismundo creía. Debo de ser de otro planeta.
Diego: de otro planeta no, del infierno, del mismo lugar donde pertenece el diablo.
Azucena: qué has dicho?
Diego: nada cosas mías. Me ha alegrado mucho hablar contigo en serio, me encanta estar cerca de ti mirarte a los ojos y soñar con que todavía seguimos juntos, sé que eso no es verdad, pero soñándolo se me hace más llevadera la vida con el paso de los días sin tu compañía.
Diego se marchó del despacho de Azucena.
Abigail: no, eso no, no pienses ahora que no tengo ganas de estar contigo porque no es verdad, siento cosas por Diego pero no es lo mismo que por ti, no quiero perderos a ninguno de los dos.
Azucena: pero él no sabe nada sobre el trato y cree que solo mantienes una relación con él, Diego es un chico muy fiel y sencillo, hay que hablar con él lo antes posible y explicárselo con calma para que lo entienda.
Abigail: si quieres yo misma voy a buscarle ahora mismo y se lo digo.
Azucena: Abigail, te he dicho con calma. Aunque no conviene retrasarlo más días.
Abigail: quieres decírselo tú, verdad? vale lo entiendo, tú le conociste antes que yo, tienes más derecho, pero como yo ahora estoy con él, si quieres con el paso de los días le puedo ir dando pistas poco a poco.
Tanteando el terreno.
Azucena: no! nada de eso! se lo diré yo en cuanto tenga la más minima oportunidad, no quiero dejar que pasé ni un solo día más.
Abigail: por qué? por qué tanta prisa? si así estamos bien, entre Diego y yo no hay ningún problema y nosotras dos podemos seguir viéndonos a escondidas, nadie tiene porque descubrir nada, Diego ya lo sabrá todo con el tiempo. ¿Que importa cuantos días pasen?
Azucena: a mí me importa! porque tú estás con él todas las noches y yo no ¡y no es justo! quedemos en que Diego sería para las dos ¡y no solo para ti!
Abigail: vale, relájate, Diego va a aceptar, ya verás como sí, tú eres alguien muy especial para mí, de otra forma sabes que nunca aceptaría a compartir a Diego contigo.
Azucena: lo sé, no va a entrar nadie más en el trato, solo tú, yo y Diego.
Abigail: por supuesto.
Abigail besó a Azucena, tumbándose las dos en la cama mientras continuaban el beso y se acariciaban mutuamente.
Más tarde Diego estaba asistiendo a una de sus clases en el colegio como uno más de los alumnos.
Él estaba en la clase de secuestro y extorsión(ciencias). Cuando se oyó por los altavoces una voz conocida.
Azucena: se solicita al alumno Diego Marremo que acuda urgentemente al despacho de la directora.
profesor: Diego, levántate ahora mismo, te reclaman en el despacho de la directora.
Diego salió de la clase y caminó muy serio hasta el despacho de dirección, dentro estaba sentada Azucena.
Diego se sentó frente a ella.
Diego: qué pasa? por qué me has llamado?
Azucena apagó su portátil y cruzándose de brazos dijo.
Azucena: necesitamos hablar Diego, desde nuestra ruptura que no hemos tenido una conversación seria sobre el asunto tú y yo, quiero saber como te sientes desde que cortamos nuestra relación y quiero la verdad.
Diego: y si te la digo, prometes que luego me dejaras tranquilo intentando tener la menor relación posible conmigo en este colegio?
Azucena: sí claro, te trataré simplemente como a cualquier otro alumno.
Diego: de acuerdo te la voy a decir, pero después nos olvidamos de lo hablado y cada uno sigue sus vidas por separado sin molestar al otro.
Azucena: será como tu quieras.
Diego: si es verdad que vas a cumplir con lo prometido hablaré, yo... tengo muchas ganas de volver a salir contigo, cada vez que nos cruzamos por los pasillos tengo que aguantarme las ganas de abrazarte, sé que fui yo quién rompí contigo, pero ojala no lo hubiera hecho. No dejo de pensar en ti ni un segundo del día, en todos los ratos que pasamos juntos, lo único que deseo es que me vuelvas a abrazar y me digas que me quieres, como lo hacías antes. ¿puedo irme ya?
Diego se levantó de la butaca.
Azucena: espera, no puedes pretender que dejé que te vayas después de todo lo que me acabas de decir.
Diego: solo te he dicho la verdad, tal como tú me has pedido, cumple tú ahora con la parte del pacto y déjame marchar tranquilo con mi agonía por el amor que siento por ti y no sé como detener.
Azucena: yo creía que eras feliz con Abigail, se os ve tan bien juntos.
Diego: entre Abigail y yo no hay nada, estamos manteniendo una relación, sí, pero es totalmente falsa, por lo menos por mi parte.
Azucena: pero te estás acostando con ella, verdad?
Diego asintió con la cabeza.
Diego: pero tú sigues siendo la única que ocupa mi corazón, tú deberías saber mejor que nadie que existe el sexo sin amor, es lo que le proporcionaste a tus clientes durante 14 años.
Azucena: todavía sigues enamorado de mí, a pesar de estar ahora con Abigail?
Diego: Azucena, nunca, nunca habrá nadie a quién quiera más que a ti, tu recuerdo es imborrable.
Azucena colocó sus manos sobre las de Diego.
Azucena: Diego fuiste tú quién te enfadaste conmigo, con motivos que yo entiendo, y decidiste romper con la relación, si quieres que volvamos, podemos hacerlo. A mí no me interesa ningún otro.
Diego: no, no Azucena, no podemos volver.
Azucena: por qué no?
Diego: porque prefiero no salir con mujeres que estén destinadas a morir.
Azucena: destinada a morir? qué lo dices, por qué tienes pensado matarme para vengarte de mí por los 5 meses que estuviste encerrado mientras yo te creía muerto en las mazmorras del internado aureola?
Diego: no, lo digo porque desde los 2 años de edad por culpa de la sobredosis de la fórmula secreta de superfuerza de Segismundo, tu organismo está bajo sustancias peligrosas que difícilmente tolera algún ser humano. Segismundo no consiguió curarte, Sebastian el mismo científico que te aplicó la sobredosis por error tampoco, ni Germán, ni yo, ni Fabián, y usaste tu superfuerza para salvarte el día en que Germán te secuestró para tenderme a mí la trampa y usarte como cebo, yo mismo lo vi, así que supongo que todavía debes seguir enferma.
Azucena: sí es cierto, pero los síntomas que padecía por culpa de esa maldita sobredosis, como eran el insomnio, la falta de apetito, los dolores de cabeza, vómitos o la pérdida de cabello, ya hace meses que no los padezco, y como ves todavía sigo viva y con buena salud, parece que soy más resistente a esas sustancias de lo que Segismundo creía. Debo de ser de otro planeta.
Diego: de otro planeta no, del infierno, del mismo lugar donde pertenece el diablo.
Azucena: qué has dicho?
Diego: nada cosas mías. Me ha alegrado mucho hablar contigo en serio, me encanta estar cerca de ti mirarte a los ojos y soñar con que todavía seguimos juntos, sé que eso no es verdad, pero soñándolo se me hace más llevadera la vida con el paso de los días sin tu compañía.
Diego se marchó del despacho de Azucena.
#422

23/12/2011 23:36
Azucena en cuando Diego cerró la puerta tras él y se quedó a solas, lloró.
Azucena: no voy a rendirme Diego, tú y yo vamos a volver a estar juntos, te lo juró!! no descansaré hasta que todo vuelva a ser como antes entre tú y yo!!
Al salir del despacho, Diego escuchó el timbre que anunciaba el final de las clases, así que escondido entre la muchedumbre de los demás alumnos, subió las escaleras hasta el segundo piso y se coló en la habitación de Diana.
Diana estaba vaciando su mochila de libros junto al pupitre.
Diego: Diana ¿podemos hablar?
Diana dejó todo lo que estaba haciendo en ese momento y corrió a abrazarle.
Diana: lo sabía, sabía que tarde o temprano volverías a por mí, en busca de más. Ven aquí acércate, no te pongas tan lejos de mí.
Diana cogió a Diego de la mano atrayéndolo hacia ella, y a la altura de la cama comenzó a besarle. Diego la apartó...
Diego: Diana te estás equivocando conmigo. Yo no quiero nada contigo, solo quiero saber si de verdad estás esperando un hijo mío.
Diana: ya te lo dije, estoy embarazada.
Diego: cómo puedes estar tan segura de eso? yo ni siquiera me acuerdo de nada de lo que sucedió la noche en la que tú dices que estuvimos juntos.
Diana: tú no, pero yo sí. Y vuelvo a repetirlo, estoy embarazada y es la verdad me creas o no.
Diego: maldita! maldita sea! por qué tuve que beber esa noche, por qué? ojala pudiera retroceder en el tiempo, esconder la botella de whisky para no ser tomada por mí, y así poder borrar para siempre de mi vida la peor noche de todas desde que vine a este mundo.
Diana: tu peor noche? oye que para mí tampoco fue ningún regalo! ¿con cuántos chicos crees que he estado yo en toda mi vida? con más de 7, y la mayoría mejores que tú, no sabes como lamento haberte perseguido durante todo este tiempo, para luego haberme hecho ilusiones para algo que solo duró 3 minutos.
Diego: ah sí? o sea que no te gustó estar conmigo?
Diana: no, de hecho ojala no hubieses venido esa noche a mi cuarto, porque yo había quedado con otro y por tu culpa lo tuve que dejar plantado y seguro que con él me lo hubiese pasado mucho mejor que contigo.
Diego: quién lo iba a decir eh? todo el curso detrás mío intentando convencerme para que me acostara contigo y cuando por fin lo consigues, resulta que es un desastre, verdad?
Diana: hombre, tanto como un desastre no, pero sí mucho peor de lo que me imaginaba.
Diego: tú que nota tienes en mentira y engaño?
Diana: un B bajo, por qué?
Diego: porque mientes fatal.
Diego acorraló a Diana por sorpresa junto a la esquina de la pared, la cogió por la cintura y la besó sin darle tiempo a reaccionar. Diana al principio se resistió al beso golpeándole con los puños cerrados en los hombros a Diego, pero después poco a poco fue calmándose y terminó devolviéndoselo.
Diego tras el beso a Diana se separó de ella.
Diego comprobó que las mejillas de Diana estaban coloradas de un tono rojizo después del beso con él.
Diego: ahora vas a estarte calladita y a hacer todo lo que yo te diga?
Diana asintió con la cabeza, sintiendo todavía el sabor de los labios de Diego en los suyos, y sintiéndose sin fuerzas para emitir sonido alguno.
Diego cogió de la mano a Diana y los dos juntos se fueron por el armario hacia los pasadizos, bajando por las escaleras de mármol.
Diego y Diana llegaron hasta la sala clínica que se usaba para los experimentos con los alumnos.
Diana: para que hemos venido aquí?
Diego: para hacerte la prueba de maternidad, necesitó saber si de vedad estás embarazada.
Diana: qué es lo que debo hacer?
Diego: enséñame tus manos.
Diego dejó caer una especie de polvo talco en las palmas de las manos de Diana.
Diego: ahora frótalas la una contra la otra, si al separarlas en la mano derecha se difumina la forma de un bebé, es que estás embarazada, si por el contrario el polvo desaparece sin dejar forma alguna es que no estás en estado ¿lo has entendido?
Diana asintió con la cabeza.
Diego: hazlo adelante!
Diana se frotó las manos.
Diana: que sistema más moderno para saber si una mujer está embarazada.
Diego: lo sé, en la organización del crimen tenemos lo último de lo último, es algo de lo que no pueden disponer el resto de personas.
Diana separó sus manos, Diego y ella estuvieron mirando durante un buen rato la mano derecha, el polvo talco se empezó a mover sobre ella, creando la forma de un bebé.
Diego: vale estás embarazada, parece ser que tu intuición de mujer era buena. Vuelve a frotarte las manos y todos los restos del polvo desaparecerán.
Diana se volvió a frotar las manos para que la forma del bebé desapareciera de la palma de su mano derecha.
Diego: ahora vamos a hacer la prueba de paternidad.
Diana: qué?
Diego: has dicho que has estado con más de 7 chicos no? cómo sé que yo soy el padre?
Diana: porque te lo digo yo.
Diego: entonces no te importara que haga la prueba, verdad?
Diana: qué tengo que hacer ésta vez?
Diego sacó un especie de fuente llena de un líquido amarillento.
Diego pinchó con una aguja el dedo de Diana y el suyo.
Diego: hay que depositar la sangre de los padres en esta fuente, si coincide con la del futuro hijo se juntaran y llenaran toda la fuente de color rojo ocultando el amarillo, eso es positivo. Para que dé negativo tiene que estar la fuente dividida en dos colores, una parte rosa, tu sangre, y otra parte roja, la sangre del macho ¿lo has entendido?
Diana afirmó.
Diego y Diana dejaron caer las gotas de sangre con los dedos cerca de la fuente en el líquido amarillento, muy pronto las dos sangres se unieron formando una gran mancha roja, que cubrió toda la fuente, sin ninguna diferencia entre la una y la otra.
Diego miró a Diana enfadado.
Diana: lo ves? te dije que no mentía. Estoy embarazada y el hijo es tuyo.
Diego miró a Diana directamente a los ojos para hipnotizarla.
Diego: duérmete y deja de molestarme!!
Diana cayó al suelo dormida.
Diego: y ahora qué hago yo? qué hago?
Diego volvió a la superficie del colegio, dejando a Diana encerrada en la sala clínica de los pasadizos dormida e hipnotizada.
Entre tanto, Fabián tras haber devuelto el cadáver de Flora bajo tierra al cementerio del bosque, estaba más decidido que nunca a dejarlo todo atrás e irse a la organización de la justicia, a ser el director del internado aureola y ocupar el puesto que Germán había dejado vacante cuando él mismo le había empujado por el volcán.
Fabián caminó por los pasillos, se dirigió a un aula, donde él solía dar las clases de psicología e hipnosis.
Fabián intentó abrir la puerta, pero ésta se mantenía cerrada sin movimiento alguno...
El conserje del internado pasó por allí.
conserje: qué hace Fabián?
Fabián: intentando entrar a clase, tengo programado hacer un viaje muy largo y quería llevarme unas cuantas cosas antes de irme.
Azucena: no voy a rendirme Diego, tú y yo vamos a volver a estar juntos, te lo juró!! no descansaré hasta que todo vuelva a ser como antes entre tú y yo!!
Al salir del despacho, Diego escuchó el timbre que anunciaba el final de las clases, así que escondido entre la muchedumbre de los demás alumnos, subió las escaleras hasta el segundo piso y se coló en la habitación de Diana.
Diana estaba vaciando su mochila de libros junto al pupitre.
Diego: Diana ¿podemos hablar?
Diana dejó todo lo que estaba haciendo en ese momento y corrió a abrazarle.
Diana: lo sabía, sabía que tarde o temprano volverías a por mí, en busca de más. Ven aquí acércate, no te pongas tan lejos de mí.
Diana cogió a Diego de la mano atrayéndolo hacia ella, y a la altura de la cama comenzó a besarle. Diego la apartó...
Diego: Diana te estás equivocando conmigo. Yo no quiero nada contigo, solo quiero saber si de verdad estás esperando un hijo mío.
Diana: ya te lo dije, estoy embarazada.
Diego: cómo puedes estar tan segura de eso? yo ni siquiera me acuerdo de nada de lo que sucedió la noche en la que tú dices que estuvimos juntos.
Diana: tú no, pero yo sí. Y vuelvo a repetirlo, estoy embarazada y es la verdad me creas o no.
Diego: maldita! maldita sea! por qué tuve que beber esa noche, por qué? ojala pudiera retroceder en el tiempo, esconder la botella de whisky para no ser tomada por mí, y así poder borrar para siempre de mi vida la peor noche de todas desde que vine a este mundo.
Diana: tu peor noche? oye que para mí tampoco fue ningún regalo! ¿con cuántos chicos crees que he estado yo en toda mi vida? con más de 7, y la mayoría mejores que tú, no sabes como lamento haberte perseguido durante todo este tiempo, para luego haberme hecho ilusiones para algo que solo duró 3 minutos.
Diego: ah sí? o sea que no te gustó estar conmigo?
Diana: no, de hecho ojala no hubieses venido esa noche a mi cuarto, porque yo había quedado con otro y por tu culpa lo tuve que dejar plantado y seguro que con él me lo hubiese pasado mucho mejor que contigo.
Diego: quién lo iba a decir eh? todo el curso detrás mío intentando convencerme para que me acostara contigo y cuando por fin lo consigues, resulta que es un desastre, verdad?
Diana: hombre, tanto como un desastre no, pero sí mucho peor de lo que me imaginaba.
Diego: tú que nota tienes en mentira y engaño?
Diana: un B bajo, por qué?
Diego: porque mientes fatal.
Diego acorraló a Diana por sorpresa junto a la esquina de la pared, la cogió por la cintura y la besó sin darle tiempo a reaccionar. Diana al principio se resistió al beso golpeándole con los puños cerrados en los hombros a Diego, pero después poco a poco fue calmándose y terminó devolviéndoselo.
Diego tras el beso a Diana se separó de ella.
Diego comprobó que las mejillas de Diana estaban coloradas de un tono rojizo después del beso con él.
Diego: ahora vas a estarte calladita y a hacer todo lo que yo te diga?
Diana asintió con la cabeza, sintiendo todavía el sabor de los labios de Diego en los suyos, y sintiéndose sin fuerzas para emitir sonido alguno.
Diego cogió de la mano a Diana y los dos juntos se fueron por el armario hacia los pasadizos, bajando por las escaleras de mármol.
Diego y Diana llegaron hasta la sala clínica que se usaba para los experimentos con los alumnos.
Diana: para que hemos venido aquí?
Diego: para hacerte la prueba de maternidad, necesitó saber si de vedad estás embarazada.
Diana: qué es lo que debo hacer?
Diego: enséñame tus manos.
Diego dejó caer una especie de polvo talco en las palmas de las manos de Diana.
Diego: ahora frótalas la una contra la otra, si al separarlas en la mano derecha se difumina la forma de un bebé, es que estás embarazada, si por el contrario el polvo desaparece sin dejar forma alguna es que no estás en estado ¿lo has entendido?
Diana asintió con la cabeza.
Diego: hazlo adelante!
Diana se frotó las manos.
Diana: que sistema más moderno para saber si una mujer está embarazada.
Diego: lo sé, en la organización del crimen tenemos lo último de lo último, es algo de lo que no pueden disponer el resto de personas.
Diana separó sus manos, Diego y ella estuvieron mirando durante un buen rato la mano derecha, el polvo talco se empezó a mover sobre ella, creando la forma de un bebé.
Diego: vale estás embarazada, parece ser que tu intuición de mujer era buena. Vuelve a frotarte las manos y todos los restos del polvo desaparecerán.
Diana se volvió a frotar las manos para que la forma del bebé desapareciera de la palma de su mano derecha.
Diego: ahora vamos a hacer la prueba de paternidad.
Diana: qué?
Diego: has dicho que has estado con más de 7 chicos no? cómo sé que yo soy el padre?
Diana: porque te lo digo yo.
Diego: entonces no te importara que haga la prueba, verdad?
Diana: qué tengo que hacer ésta vez?
Diego sacó un especie de fuente llena de un líquido amarillento.
Diego pinchó con una aguja el dedo de Diana y el suyo.
Diego: hay que depositar la sangre de los padres en esta fuente, si coincide con la del futuro hijo se juntaran y llenaran toda la fuente de color rojo ocultando el amarillo, eso es positivo. Para que dé negativo tiene que estar la fuente dividida en dos colores, una parte rosa, tu sangre, y otra parte roja, la sangre del macho ¿lo has entendido?
Diana afirmó.
Diego y Diana dejaron caer las gotas de sangre con los dedos cerca de la fuente en el líquido amarillento, muy pronto las dos sangres se unieron formando una gran mancha roja, que cubrió toda la fuente, sin ninguna diferencia entre la una y la otra.
Diego miró a Diana enfadado.
Diana: lo ves? te dije que no mentía. Estoy embarazada y el hijo es tuyo.
Diego miró a Diana directamente a los ojos para hipnotizarla.
Diego: duérmete y deja de molestarme!!
Diana cayó al suelo dormida.
Diego: y ahora qué hago yo? qué hago?
Diego volvió a la superficie del colegio, dejando a Diana encerrada en la sala clínica de los pasadizos dormida e hipnotizada.
Entre tanto, Fabián tras haber devuelto el cadáver de Flora bajo tierra al cementerio del bosque, estaba más decidido que nunca a dejarlo todo atrás e irse a la organización de la justicia, a ser el director del internado aureola y ocupar el puesto que Germán había dejado vacante cuando él mismo le había empujado por el volcán.
Fabián caminó por los pasillos, se dirigió a un aula, donde él solía dar las clases de psicología e hipnosis.
Fabián intentó abrir la puerta, pero ésta se mantenía cerrada sin movimiento alguno...
El conserje del internado pasó por allí.
conserje: qué hace Fabián?
Fabián: intentando entrar a clase, tengo programado hacer un viaje muy largo y quería llevarme unas cuantas cosas antes de irme.
#423

23/12/2011 23:37
conserje: está aula lleva años cerrada, has vivido toda tu vida en este internado, y todavía te sigues perdiendo por los pasillos, tu aula está en el pasillo de al lado.
Fabián: nunca he tenido un buen sentido de la orientación, pero... no recuerdo porque se cerró este aula, ¿tienes la llave para abrirme la puerta?
conserje: la cerradura está algo dañada, pero probaremos con la llave maestra, haber si hay suerte.
El conserje la abrió.
conserje: ya está.
Fabián: gracias.
El conserje se marchó, dejando a solas a Fabián, dentro del aula.
Fabián entró, se acercó al interruptor que se usaba para activar el mecanismo de la pizarra, darle la vuelta y que fuera visible otra pizarra, al otro lado de la pared, con instrumentos mortales y el emblema de la organización secreta del crimen sobre ella.
Pero el mecanismo no funcionaba, Fabián cogió la caja de herramientas, y lo arregló, al activarlo y girarse la pared y verse la otra pizarra iluminada por las luces fluorescentes y rojas de las letras en mayúscula: OSC.
Fabián leyó y vio que sobre la pizarra había escrito un mensaje rasgado con un material punzante, donde ponía en mayúsculas.
I LOVE FLORA.
JOSE LUIS AND FLORA.
TOGETHER FOREVER.
Fabián: era real, Flora no me mintió, ella y José Luis estuvieron juntos, Manuela, Germán y Jorge, eran hermanos.
Tras confirmar la relación amorosa entre el padre de Germán y Jorge y la madre de Manuela y Azucena de hace años. Fabián salió de esa aula, volviéndola a cerrar con llave y se fue directo al despacho de Azucena, a hablar con ella de sus proyectos futuros.
Azucena: hola Fabián, que bueno verte.
Fabián: hola Azucena, vengo a despedirme para siempre.
Azucena: qué has dicho? todavía sigues pensando en esa locura de reabrir la organización de la justicia y declararme la guerra a mí?
Fabián: esta organización ya no tiene nada bueno que ofrecerme, llegó el momento de cambiarse de bando.
Azucena: nunca creí que tú fueras un traidor como Germán.
Fabián: y no lo soy, he luchado dentro de esta organización junto a mi familia, por protegerla a ella, sin abandonarla nunca, ahora estoy solo, mi padre ha muerto, mi esposa, mis hijas, no me queda a nadie a quién proteger ni por quién seguir aquí dentro, de ahora en adelante me protegeré a mí mismo y sé que la mejor forma para eso es cambiándome de bando, piensa que soy un traidor si quieres, pero yo sé la verdad.
Azucena: y ya sabes como vas a empezar la guerra contra mí en cuanto llegues al internado enemigo?
Fabián: no te preocupes, a mí no te va a resultar tan fácil vencerme como a Germán, cuando consiga reunir a los hombres suficientes realizaremos una segunda emboscada a este internado, con armas más modernizadas y un equipo más bueno y más efectivo del que disponía Germán, no sobrevivirá ninguno de los miembros de la organización del crimen.
Azucena: ni siquiera Diego?
Fabián: Diego puede unirse conmigo a la causa, se lo he propuesto, si decide quedarse será su voluntad morir junto a los demás.
Azucena: sabes que si me declaras la guerra en una segunda emboscada yo prepararé a mis hombres para combatir contra los tuyos.
Fabián: no esperaba menos de ti, tienes todo el derecho del mundo a defenderte y a contraatacar.
Azucena estrechó la mano con Fabián.
Azucena: entonces que gané el mejor.
Fabián: los que pierdan estarán muertos, tienes mi palabra.
Fabián salió del despacho de Azucena con gesto solemne y firme.
Mientras... Diego para relajarse un poco de las emociones del día, fue al comedor con el resto de sus compañeros de curso, y estaban haciendo apuestas alrededor de él haber quién conseguía ganarle en un pulso.
Diego llevaba ya tres pulsos efectuados y ganados, y una gran suma de dinero en los bolsillos, cuando Rocío (la alumna castaña con los ojos verdes que había estado enamorada de Esmeralda en vida y que había jurado matarle para vengarse de su muerte el día que había abierto la puerta de la mazmorra del internado aureola para soltar a Diego) apareció en el comedor, se acercó al grupo de chicos que hacían pulsos y apuestas. Rocío se acercó al oído de Diego y le susurró.
Rocío: tengo la forma perfecta para matarte, he robado el mando que activa la bomba del interior de tu pecho del cuarto de Azucena. Sino quieres que ahora mismo presioné el botón, acompáñame, o todos saltaremos por los aires.
Diego perdió el pulso cuando escuchó lo dicho por Rocío.
Diego pagó al otro alumno el dinero apostado de mala gana y siguió a Rocío hasta el bosque, al exterior del colegio.
Rocío y Diego caminaron 7 km hasta llegar a la piscina, allí entraron a su interior.
Rocío frente a la piscina y ante Diego empezó a desnudarse, hasta quedarse completamente en cueros.
Diego: para qué hemos venido aquí? qué es lo que pretendes? qué haces?
Rocío: nada, no tengo traje de baño y me apetece darme un chapuzón ¿vienes conmigo?
Rocío se acercó a Diego y le besó en la boca cogiéndole desprevenido.
Diego: estás chiflada!! yo me voy de aquí!!
Diego se acercó a la puerta de salida.
Rocío: yo de ti no lo haría, tengo el mando que activa la bomba que tienes instalada en el interior de tu pecho.
Rocío se pasaba el mando de una mano a otra frente a Diego.
Diego: te dije que la bomba tenía un radio de 70 km a la redonda! si lo presionas tú también morirás.
Rocío: valdrá la pena si te llevo a ti por delante. ¿de verdad te vas a arriesgar? tic, tac, tic, tac, tic, tac...
Diego retrocediendo pasos desde la puerta de salida.
Diego: vale de acuerdo, ¿que quieres que me meta en la piscina contigo? pues lo haré, pero solo para nadar.
Diego se quitó el jersey del uniforme y se sacó los zapatos.
Rocío: eso lo hablamos cuando estemos dentro del agua.
Rocío se tiró de cabeza a la piscina. Diego la siguió teniendo solo puesto el pantalón gris del uniforme.
El mando lo dejaron colocado cómodamente en una de las tumbonas que había para tomar el sol.
Diego nadó por la piscina, Rocío buceó alrededor de él, saliendo del agua para sorprender a Diego y que él no la viera venir, Rocío se pegó al cuerpo de Diego y le besó salvajemente dentro de la piscina.
Diego intentó librarse de ella, Rocío le robaba besos a Diego siempre que tenía oportunidad, colocando las manos de él sobre sus pechos desnudos bajo el agua, hubo un pequeño forcejeó entre los dos, Rocío intentó hundir a Diego en la piscina subiéndose sobre la espalda de él, pero Diego efectuando una llave de artes marciales la volvió a lanzar al agua y cuando ella intentó salir le hundió la cabeza al fondo, presionando sobre ella.
Diego: vas a morir Rocío, podíamos haber sido amigos, pero tú lo has querido así.
Diego siguió presionando la cabeza de Rocío hasta que su cuerpo muerto y desnudo salió a flote entre las aguas de la piscina.
Diego subió por las escaleras saliendo de la piscina, se secó con la toalla, se volvió a poner el jersey, sacudiéndose el pelo, cogió el mando sano y salvo de la tumbona y salió de la piscina, volviendo al colegio.
Diego entró al colegio yendo directamente al despacho de dirección para devolverle el mando a Azucena. Pero ella no estaba allí, él subió al segundo piso, a las habitaciones, abrió la puerta de su habitación y vio algo que no se esperaba, a Azucena y a Abigail, las dos sentadas en la cama besándose.
Azucena al verse sorprendida por Diego, se separó de Abigail. Diego cerró la puerta de un portazo y se fue alejándose por el pasillo, Azucena le siguió con la intención de explicárselo todo.
Azucena: Diego espera! podemos hablar?
Diego: desde cuando habéis vuelto a estar juntas Abigail y tú?
Fabián: nunca he tenido un buen sentido de la orientación, pero... no recuerdo porque se cerró este aula, ¿tienes la llave para abrirme la puerta?
conserje: la cerradura está algo dañada, pero probaremos con la llave maestra, haber si hay suerte.
El conserje la abrió.
conserje: ya está.
Fabián: gracias.
El conserje se marchó, dejando a solas a Fabián, dentro del aula.
Fabián entró, se acercó al interruptor que se usaba para activar el mecanismo de la pizarra, darle la vuelta y que fuera visible otra pizarra, al otro lado de la pared, con instrumentos mortales y el emblema de la organización secreta del crimen sobre ella.
Pero el mecanismo no funcionaba, Fabián cogió la caja de herramientas, y lo arregló, al activarlo y girarse la pared y verse la otra pizarra iluminada por las luces fluorescentes y rojas de las letras en mayúscula: OSC.
Fabián leyó y vio que sobre la pizarra había escrito un mensaje rasgado con un material punzante, donde ponía en mayúsculas.
I LOVE FLORA.
JOSE LUIS AND FLORA.
TOGETHER FOREVER.
Fabián: era real, Flora no me mintió, ella y José Luis estuvieron juntos, Manuela, Germán y Jorge, eran hermanos.
Tras confirmar la relación amorosa entre el padre de Germán y Jorge y la madre de Manuela y Azucena de hace años. Fabián salió de esa aula, volviéndola a cerrar con llave y se fue directo al despacho de Azucena, a hablar con ella de sus proyectos futuros.
Azucena: hola Fabián, que bueno verte.
Fabián: hola Azucena, vengo a despedirme para siempre.
Azucena: qué has dicho? todavía sigues pensando en esa locura de reabrir la organización de la justicia y declararme la guerra a mí?
Fabián: esta organización ya no tiene nada bueno que ofrecerme, llegó el momento de cambiarse de bando.
Azucena: nunca creí que tú fueras un traidor como Germán.
Fabián: y no lo soy, he luchado dentro de esta organización junto a mi familia, por protegerla a ella, sin abandonarla nunca, ahora estoy solo, mi padre ha muerto, mi esposa, mis hijas, no me queda a nadie a quién proteger ni por quién seguir aquí dentro, de ahora en adelante me protegeré a mí mismo y sé que la mejor forma para eso es cambiándome de bando, piensa que soy un traidor si quieres, pero yo sé la verdad.
Azucena: y ya sabes como vas a empezar la guerra contra mí en cuanto llegues al internado enemigo?
Fabián: no te preocupes, a mí no te va a resultar tan fácil vencerme como a Germán, cuando consiga reunir a los hombres suficientes realizaremos una segunda emboscada a este internado, con armas más modernizadas y un equipo más bueno y más efectivo del que disponía Germán, no sobrevivirá ninguno de los miembros de la organización del crimen.
Azucena: ni siquiera Diego?
Fabián: Diego puede unirse conmigo a la causa, se lo he propuesto, si decide quedarse será su voluntad morir junto a los demás.
Azucena: sabes que si me declaras la guerra en una segunda emboscada yo prepararé a mis hombres para combatir contra los tuyos.
Fabián: no esperaba menos de ti, tienes todo el derecho del mundo a defenderte y a contraatacar.
Azucena estrechó la mano con Fabián.
Azucena: entonces que gané el mejor.
Fabián: los que pierdan estarán muertos, tienes mi palabra.
Fabián salió del despacho de Azucena con gesto solemne y firme.
Mientras... Diego para relajarse un poco de las emociones del día, fue al comedor con el resto de sus compañeros de curso, y estaban haciendo apuestas alrededor de él haber quién conseguía ganarle en un pulso.
Diego llevaba ya tres pulsos efectuados y ganados, y una gran suma de dinero en los bolsillos, cuando Rocío (la alumna castaña con los ojos verdes que había estado enamorada de Esmeralda en vida y que había jurado matarle para vengarse de su muerte el día que había abierto la puerta de la mazmorra del internado aureola para soltar a Diego) apareció en el comedor, se acercó al grupo de chicos que hacían pulsos y apuestas. Rocío se acercó al oído de Diego y le susurró.
Rocío: tengo la forma perfecta para matarte, he robado el mando que activa la bomba del interior de tu pecho del cuarto de Azucena. Sino quieres que ahora mismo presioné el botón, acompáñame, o todos saltaremos por los aires.
Diego perdió el pulso cuando escuchó lo dicho por Rocío.
Diego pagó al otro alumno el dinero apostado de mala gana y siguió a Rocío hasta el bosque, al exterior del colegio.
Rocío y Diego caminaron 7 km hasta llegar a la piscina, allí entraron a su interior.
Rocío frente a la piscina y ante Diego empezó a desnudarse, hasta quedarse completamente en cueros.
Diego: para qué hemos venido aquí? qué es lo que pretendes? qué haces?
Rocío: nada, no tengo traje de baño y me apetece darme un chapuzón ¿vienes conmigo?
Rocío se acercó a Diego y le besó en la boca cogiéndole desprevenido.
Diego: estás chiflada!! yo me voy de aquí!!
Diego se acercó a la puerta de salida.
Rocío: yo de ti no lo haría, tengo el mando que activa la bomba que tienes instalada en el interior de tu pecho.
Rocío se pasaba el mando de una mano a otra frente a Diego.
Diego: te dije que la bomba tenía un radio de 70 km a la redonda! si lo presionas tú también morirás.
Rocío: valdrá la pena si te llevo a ti por delante. ¿de verdad te vas a arriesgar? tic, tac, tic, tac, tic, tac...
Diego retrocediendo pasos desde la puerta de salida.
Diego: vale de acuerdo, ¿que quieres que me meta en la piscina contigo? pues lo haré, pero solo para nadar.
Diego se quitó el jersey del uniforme y se sacó los zapatos.
Rocío: eso lo hablamos cuando estemos dentro del agua.
Rocío se tiró de cabeza a la piscina. Diego la siguió teniendo solo puesto el pantalón gris del uniforme.
El mando lo dejaron colocado cómodamente en una de las tumbonas que había para tomar el sol.
Diego nadó por la piscina, Rocío buceó alrededor de él, saliendo del agua para sorprender a Diego y que él no la viera venir, Rocío se pegó al cuerpo de Diego y le besó salvajemente dentro de la piscina.
Diego intentó librarse de ella, Rocío le robaba besos a Diego siempre que tenía oportunidad, colocando las manos de él sobre sus pechos desnudos bajo el agua, hubo un pequeño forcejeó entre los dos, Rocío intentó hundir a Diego en la piscina subiéndose sobre la espalda de él, pero Diego efectuando una llave de artes marciales la volvió a lanzar al agua y cuando ella intentó salir le hundió la cabeza al fondo, presionando sobre ella.
Diego: vas a morir Rocío, podíamos haber sido amigos, pero tú lo has querido así.
Diego siguió presionando la cabeza de Rocío hasta que su cuerpo muerto y desnudo salió a flote entre las aguas de la piscina.
Diego subió por las escaleras saliendo de la piscina, se secó con la toalla, se volvió a poner el jersey, sacudiéndose el pelo, cogió el mando sano y salvo de la tumbona y salió de la piscina, volviendo al colegio.
Diego entró al colegio yendo directamente al despacho de dirección para devolverle el mando a Azucena. Pero ella no estaba allí, él subió al segundo piso, a las habitaciones, abrió la puerta de su habitación y vio algo que no se esperaba, a Azucena y a Abigail, las dos sentadas en la cama besándose.
Azucena al verse sorprendida por Diego, se separó de Abigail. Diego cerró la puerta de un portazo y se fue alejándose por el pasillo, Azucena le siguió con la intención de explicárselo todo.
Azucena: Diego espera! podemos hablar?
Diego: desde cuando habéis vuelto a estar juntas Abigail y tú?
#424

23/12/2011 23:37
Azucena: más o menos desde que tú me dejaste y volviste con ella, tras la anulación del contrato de la película porno. ¿no te acuerdas? Cuando os pillé a ti y a Abigail en la despensa, en la anterior reunión con los exconvictos en la sala de conferencias, te dije que tuvieras mucho cuidado con ella, que en cualquier momento ella podía cambiar de opinión y preferir estar con otra persona.
Diego: y me habéis estado engañando durante todo este tiempo?
Azucena: Diego no es lo que piensas, yo solo me he acostado con Abigail para vengarme de ti, tenías razón, no soporto que seas feliz junto a otra mujer que no sea yo, si tú me perdonas, volveremos a estar juntos, yo quiero estar contigo y sé que tú también quieres estar conmigo.
Azucena se acercó a Diego, le rodeó el cuello con sus brazos y le besó suavemente.
Diego: si volvemos, dejaras de ver a Abigail?
Azucena: no, no puedo hacer eso, tú no conoces a Abigail tan bien como yo, Abigail es una persona que si la mantienes contenta y le das todo lo que te pide, puede resultar muy útil como colaboradora, me conviene mantenerla a mi lado por el bien de la organización, pero eso no cambia mis sentimientos por ti.
Diego: qué me propones entonces?
Azucena: que estemos los 3 juntos, Abigail está de acuerdo, de hecho nosotras dos ya lo teníamos planeado desde hace tiempo, solo que yo no encontraba la forma de decirte a ti la verdad.
Diego: quieres que salga con las dos al mismo tiempo?
Azucena: sí, es la única forma de mantener a Abigail de nuestra parte, y la necesitamos por el bien de la organización, Diego tienes que entenderlo esto solo lo hago por la organización, a mí me encantaría estar a solas contigo, pero no puede ser.
Diego: no sé Azucena, yo soy un chico tranquilo y me gusta vivir con mi pareja feliz y tranquilo sin terceras personas, yo no sé como afrontar un tipo de relación de estas características.
Azucena: yo te enseñó, no te preocupes por eso. Abigail es una mujer muy atractiva con mucha experiencia a sus espaldas y tú ya sabes el pasado que yo tengo, no dudes tanto, cualquiera de tus compañeros pagaría por conseguir lo que te estoy proponiendo a ti.
Diego: Ah sí? pues lo mejor será que vayas a buscar a cualquier otro chico del internado y te olvides de mí!
Azucena: yo no quiero a otro chico, te quiero a ti. Piénsalo, sino lo pruebas nunca vas a saber si te puede llegar a gustar.
Diego suspiró.
Diego: de acuerdo, pero que quedé claro que solo aceptó porque me lo pides tú y quiero recuperarte. Si fuera otra la que me lo pidiera, la mandaría a freír espárragos.
Azucena abrazó a Diego.
Azucena: gracias mi amor, gracias, sabía que aceptarías.
Azucena se separó de Diego.
Azucena: y ahora me quieres decir por qué habías venido a mi cuarto a buscarme?
Diego: para devolverte esto, es tuyo, tú eres la única que puedes decidir sobre mí y sobre mi vida.
Azucena cogió el mando de las manos de Diego.
Azucena: qué haces tú con el mando? estaba en mi habitación, ¿cuando lo has cogido?
Diego: no he sido yo, ha sido una alumna, Rocío, ella cuando se recuperó del ataque de histeria por la desaparición de Esmeralda fue a buscarme al internado aureola, me abrió la puerta de la celda, y cuando descubrió al cadáver de Esmeralda carcomido por las ratas, juró venganza contra mí, me culpaba de su muerte y Rocío deseaba algún día ser la novia de Esmeralda en el futuro. Me dijo que yo había matado al amor de su vida y arrancado a ella su alma, que lo iba a pagar muy caro. Ella te robó el mando y me obligó a acompañarla hasta la piscina, amenazándome, se desnudó y me dijo que nadara con ella, yo la engañé siguiéndole el juego, y cuando estuvimos los dos dentro del agua me acerqué a ella, la hundí y la ahogué. Está en la piscina flotando muerta, no he tenido más remedio que hacerlo Azucena, estaba dispuesta a presionar el botón y activar la bomba, y no le importaba a cuantos se llevara por delante con ese acto.
Azucena: no lo hubiera podido hacer ni aunque hubiese querido, la bomba solo se activa si tú al presionar el botón lo haces junto una parte de tu cuerpo que anteriormente separes de ti. Por ejemplo, yo tendría que presionar el botón con un pelo de mi cabeza, una pestaña, un trozo de uña, un trozo de mi oreja o de un órgano interior que no necesitara para seguir viviendo.
Azucena apretó el botón del mando.
Azucena: lo ves? no pasa nada. Tú eres demasiado importante para mí como para dejar tu vida en las manos de cualquiera, tenía que añadir alguna complicación al sistema de activación de la bomba, sino cualquiera hubiera podido matarte sin mi autorización.
Diego: yo eso no lo sabía, si me lo hubieses dicho podía haberme ahorrado matar a Rocío.
Azucena: tranquilo, Rocío está mejor muerta, les diré a los directivos si preguntan por ella que fuimos a nadar las dos juntas a la piscina, Rocío era muy buena nadadora y competitiva, les diré que ella juró matarme por haberle ganado en una carrera nadando, y que yo tuve que defenderme ahogándola. Me creerán, además yo soy la directora y tengo inmunidad para matar a todo miembro que deseé, tú has hecho lo que debías.
Azucena volvió a besar a Diego.
Diego: te quiero, no sabes las ganas que tenía de volver a ser tu novio.
Azucena: hemos pasado por muchas cosas desde que nos conocimos, y nunca me has fallado ni abandonado como los otros hombres, si quieres te puedo operar y quitarte la bomba, y liberarte de todo, yo confío en ti, sé que no me dejaras aunque ahora seas libre para elegir.
Diego: la operación es muy delicada y a vida o muerte.
Azucena: yo no dejaría que nunca te pasara nada, sabes que tengo más experiencia en operaciones de este tipo que cualquiera de los científicos que viven en los pasadizos, ¿qué me dices? ¿me dejas que te operé para extraerte la bomba?
Diego: no, te dije el día que me operaste para instalármela, antes de ir al internado aureola como topo, mucho antes de que muriera mi madre, que era un símbolo de nuestro amor y lo sigo manteniendo, no quiero ni que esta bomba ni tú se separe de mí en toda la vida. Siempre juntos Azucena, siempre.
Diego y Azucena se besaron con amor.
En esos mismos momentos... Fabián estaba en el patio exterior al internado cerca del coche sentando a Flora (su hija de 10 meses) en la parte trasera en su sillita de bebé, ajustándole los cinturones de seguridad.
Cuando Diego salió a su encuentro.
Diego: Fabián espera! espera!
Fabián: Diego! sabía que vendrías! sube al coche, queda espacio para ti.
Diego: lo siento, pero no voy a irme contigo, me quedo aquí, solo quería decirte adiós y pedirte un favor...
Fabián: qué favor?
Diana en ese instante subió al coche de Fabián sin mirar a los ojos directamente a ninguno de los dos.
Fabián: está hipnotizada?
Diego: sí, no te preocupes, despertara en cuanto lleguéis al internado aureola, necesito que te la lleves contigo y la cuides, que cuides de ella y del niño que lleva en su vientre.
Fabián: está embarazada de verdad? le hiciste la prueba?
Diego: sí, en los pasadizos, esta misma mañana, nadie debe saber nada sobre su estado, también le hice la prueba de paternidad para saber si el hijo era mío, dieron positivo las dos, cuídala y guárdame el secreto, por favor.
Fabián: pero y cuando nazca el niño qué hacemos? Diana y tú no sois ni siquiera novios, de verdad quieres que ese niño nazca?
Diego: lo podemos dar en adopción a los mismos orfanatos donde mandamos a los niños rescatados del internado aureola junto a la ex-socia de Germán, Nuria Destino, el niño no tiene culpa de nada, no tiene porque morir.
Fabián: y lo que te conté sobre la leyenda de las niñas malditas? qué hacemos si tu hijo nace en la noche de lluvia de estrellas fugaces que está programada para dentro de 8 meses?
Diego: y me habéis estado engañando durante todo este tiempo?
Azucena: Diego no es lo que piensas, yo solo me he acostado con Abigail para vengarme de ti, tenías razón, no soporto que seas feliz junto a otra mujer que no sea yo, si tú me perdonas, volveremos a estar juntos, yo quiero estar contigo y sé que tú también quieres estar conmigo.
Azucena se acercó a Diego, le rodeó el cuello con sus brazos y le besó suavemente.
Diego: si volvemos, dejaras de ver a Abigail?
Azucena: no, no puedo hacer eso, tú no conoces a Abigail tan bien como yo, Abigail es una persona que si la mantienes contenta y le das todo lo que te pide, puede resultar muy útil como colaboradora, me conviene mantenerla a mi lado por el bien de la organización, pero eso no cambia mis sentimientos por ti.
Diego: qué me propones entonces?
Azucena: que estemos los 3 juntos, Abigail está de acuerdo, de hecho nosotras dos ya lo teníamos planeado desde hace tiempo, solo que yo no encontraba la forma de decirte a ti la verdad.
Diego: quieres que salga con las dos al mismo tiempo?
Azucena: sí, es la única forma de mantener a Abigail de nuestra parte, y la necesitamos por el bien de la organización, Diego tienes que entenderlo esto solo lo hago por la organización, a mí me encantaría estar a solas contigo, pero no puede ser.
Diego: no sé Azucena, yo soy un chico tranquilo y me gusta vivir con mi pareja feliz y tranquilo sin terceras personas, yo no sé como afrontar un tipo de relación de estas características.
Azucena: yo te enseñó, no te preocupes por eso. Abigail es una mujer muy atractiva con mucha experiencia a sus espaldas y tú ya sabes el pasado que yo tengo, no dudes tanto, cualquiera de tus compañeros pagaría por conseguir lo que te estoy proponiendo a ti.
Diego: Ah sí? pues lo mejor será que vayas a buscar a cualquier otro chico del internado y te olvides de mí!
Azucena: yo no quiero a otro chico, te quiero a ti. Piénsalo, sino lo pruebas nunca vas a saber si te puede llegar a gustar.
Diego suspiró.
Diego: de acuerdo, pero que quedé claro que solo aceptó porque me lo pides tú y quiero recuperarte. Si fuera otra la que me lo pidiera, la mandaría a freír espárragos.
Azucena abrazó a Diego.
Azucena: gracias mi amor, gracias, sabía que aceptarías.
Azucena se separó de Diego.
Azucena: y ahora me quieres decir por qué habías venido a mi cuarto a buscarme?
Diego: para devolverte esto, es tuyo, tú eres la única que puedes decidir sobre mí y sobre mi vida.
Azucena cogió el mando de las manos de Diego.
Azucena: qué haces tú con el mando? estaba en mi habitación, ¿cuando lo has cogido?
Diego: no he sido yo, ha sido una alumna, Rocío, ella cuando se recuperó del ataque de histeria por la desaparición de Esmeralda fue a buscarme al internado aureola, me abrió la puerta de la celda, y cuando descubrió al cadáver de Esmeralda carcomido por las ratas, juró venganza contra mí, me culpaba de su muerte y Rocío deseaba algún día ser la novia de Esmeralda en el futuro. Me dijo que yo había matado al amor de su vida y arrancado a ella su alma, que lo iba a pagar muy caro. Ella te robó el mando y me obligó a acompañarla hasta la piscina, amenazándome, se desnudó y me dijo que nadara con ella, yo la engañé siguiéndole el juego, y cuando estuvimos los dos dentro del agua me acerqué a ella, la hundí y la ahogué. Está en la piscina flotando muerta, no he tenido más remedio que hacerlo Azucena, estaba dispuesta a presionar el botón y activar la bomba, y no le importaba a cuantos se llevara por delante con ese acto.
Azucena: no lo hubiera podido hacer ni aunque hubiese querido, la bomba solo se activa si tú al presionar el botón lo haces junto una parte de tu cuerpo que anteriormente separes de ti. Por ejemplo, yo tendría que presionar el botón con un pelo de mi cabeza, una pestaña, un trozo de uña, un trozo de mi oreja o de un órgano interior que no necesitara para seguir viviendo.
Azucena apretó el botón del mando.
Azucena: lo ves? no pasa nada. Tú eres demasiado importante para mí como para dejar tu vida en las manos de cualquiera, tenía que añadir alguna complicación al sistema de activación de la bomba, sino cualquiera hubiera podido matarte sin mi autorización.
Diego: yo eso no lo sabía, si me lo hubieses dicho podía haberme ahorrado matar a Rocío.
Azucena: tranquilo, Rocío está mejor muerta, les diré a los directivos si preguntan por ella que fuimos a nadar las dos juntas a la piscina, Rocío era muy buena nadadora y competitiva, les diré que ella juró matarme por haberle ganado en una carrera nadando, y que yo tuve que defenderme ahogándola. Me creerán, además yo soy la directora y tengo inmunidad para matar a todo miembro que deseé, tú has hecho lo que debías.
Azucena volvió a besar a Diego.
Diego: te quiero, no sabes las ganas que tenía de volver a ser tu novio.
Azucena: hemos pasado por muchas cosas desde que nos conocimos, y nunca me has fallado ni abandonado como los otros hombres, si quieres te puedo operar y quitarte la bomba, y liberarte de todo, yo confío en ti, sé que no me dejaras aunque ahora seas libre para elegir.
Diego: la operación es muy delicada y a vida o muerte.
Azucena: yo no dejaría que nunca te pasara nada, sabes que tengo más experiencia en operaciones de este tipo que cualquiera de los científicos que viven en los pasadizos, ¿qué me dices? ¿me dejas que te operé para extraerte la bomba?
Diego: no, te dije el día que me operaste para instalármela, antes de ir al internado aureola como topo, mucho antes de que muriera mi madre, que era un símbolo de nuestro amor y lo sigo manteniendo, no quiero ni que esta bomba ni tú se separe de mí en toda la vida. Siempre juntos Azucena, siempre.
Diego y Azucena se besaron con amor.
En esos mismos momentos... Fabián estaba en el patio exterior al internado cerca del coche sentando a Flora (su hija de 10 meses) en la parte trasera en su sillita de bebé, ajustándole los cinturones de seguridad.
Cuando Diego salió a su encuentro.
Diego: Fabián espera! espera!
Fabián: Diego! sabía que vendrías! sube al coche, queda espacio para ti.
Diego: lo siento, pero no voy a irme contigo, me quedo aquí, solo quería decirte adiós y pedirte un favor...
Fabián: qué favor?
Diana en ese instante subió al coche de Fabián sin mirar a los ojos directamente a ninguno de los dos.
Fabián: está hipnotizada?
Diego: sí, no te preocupes, despertara en cuanto lleguéis al internado aureola, necesito que te la lleves contigo y la cuides, que cuides de ella y del niño que lleva en su vientre.
Fabián: está embarazada de verdad? le hiciste la prueba?
Diego: sí, en los pasadizos, esta misma mañana, nadie debe saber nada sobre su estado, también le hice la prueba de paternidad para saber si el hijo era mío, dieron positivo las dos, cuídala y guárdame el secreto, por favor.
Fabián: pero y cuando nazca el niño qué hacemos? Diana y tú no sois ni siquiera novios, de verdad quieres que ese niño nazca?
Diego: lo podemos dar en adopción a los mismos orfanatos donde mandamos a los niños rescatados del internado aureola junto a la ex-socia de Germán, Nuria Destino, el niño no tiene culpa de nada, no tiene porque morir.
Fabián: y lo que te conté sobre la leyenda de las niñas malditas? qué hacemos si tu hijo nace en la noche de lluvia de estrellas fugaces que está programada para dentro de 8 meses?
#425

23/12/2011 23:38
Diego: ni siquiera sabemos si va a ser una niña! si la leyenda es cierta o si realmente nacerá en la noche y la hora adecuada! el parto se puede adelantar o retrasar! y la lluvia de estrellas quedaría cancelada como pasó con tu hija Flora, tu solo cuida de Diana ¿qué te cuesta hacerme el favor?
Fabián: está bien, puedes confiar en mí, pero... me gustaría saber algo, por qué no quieres unirte conmigo a la organización de la justicia?
Diego: por amor.
Fabián: venga ya! no vas a hacerme creer que estás enamorado de Abigail!
Diego: no me quedo por Abigail, sino por Azucena. He vuelto con ella.
Fabián: qué? cuándo?
Diego: hace unas horas, la pillé en su cuarto sobre la cama besando a Abigail, me dijo que llevaban juntas desde el mismo momento de nuestra ruptura, y que nada tenía porque cambiar si yo aceptaba seguir la relación con las dos al mismo tiempo, me dijo que solo se acostaba con Abigail por el bien de la organización y que a quién quería de verdad era a mí.
Fabián: y en serio vas a quedarte y a aceptar su propuesta?
Diego: no es lo que piensas, la quiero, no puedo vivir sin su amor.
Fabián: no, si yo te entiendo, si pones en una balanza venirte conmigo a participar en una guerra con muerte segura y al otro lado quedarte en el bando enemigo donde tienes la oportunidad de acostarte con dos mujeres hermosas, una morena y otra rubia, pues normal que elijas la segunda opción.
Diego: oye que a mí Abigail no me importa para nada! es Azucena la que insiste que tenemos que tenerla como colaboradora por el bien de la organización.
Fabián: está bien, te dije que aceptaría tu decisión y lo voy a hacer, pero si cambias de opinión, ya sabes donde encontrarme.
Diego y Fabián se abrazaron.
Diego: te voy a echar de menos.
Fabián: nos veremos cuando empiece la guerra entre las dos organizaciones, esperó que si te tienes que ver obligado a matarme lo hagas con elegancia, como un verdadero miembro de la organización del crimen, recuerda que somos asesinos profesionales no asesinos vulgares.
Diego se separó de Fabián.
Fabián se subió al coche junto a Diana y a su bebita Flora y arrancó para salir de la zona del parking exterior al internado valle seco, que había sido su casa desde que había nacido en los pasadizos.
Diego no pudo evitar llorar, mientras veía al coche alejarse.
Al anochecer, Diego estaba en su cuarto individual.
Diego estaba en compañía de Azucena, Diego la besó y le desabrochó los botones de la blusa.
Diego: no puedo creerme que estemos otra vez juntos, te quiero.
Azucena: eres feliz Diego?
Diego: soy inmensamente feliz.
Diego cogió en brazos a Azucena acercándola a la cama.
Azucena: espera Diego, te tengo una sorpresa preparada. Abigail, ya puedes entrar!
Diego depositó los pies de Azucena con suavidad sobre el suelo.
Abigail entró por la puerta a la habitación.
Diego: qué significa esto?
Azucena: no te hagas ahora el sorprendido, que tú y yo ya hemos hablado de esto, quedemos de acuerdo en que estarías con las dos al mismo tiempo ¿no?
Abigail: o es que ya has cambiado de opinión sobre el pacto entre nosotros 3?
Diego: no, no he cambiado de opinión, dije que estaba de acuerdo en estar con las dos al mismo tiempo y lo mantengo, solo que no sé por donde debo empezar.
Azucena: te dije que no tenías que preocuparte por eso, tú solo relájate, y déjanos a hacer a Abigail y a mí el resto, ambas tenemos bastante experiencia en este tipo de trabajos.
Azucena empujó a Diego hacia la cama, tumbándolo, ella se acercó y le besó en la boca, mientras Abigail le subía el jersey hacia arriba y le besaba dulcemente en su estómago, y le desabrochaba el pantalón con una de sus manos.
FIN DEL CAPITULO 42
CAPITULO 43
DÉCIMO DE LA CUARTA TEMPORADA
ABANDONO
A la mañana siguiente, después de haber pasado la noche en compañía de Abigail y Azucena, Diego se despertó semidesnudo sobre las sábanas de la cama, con Abigail y Azucena cada una dormidas a un lado de la cama, con sus manos y sus codos apoyadas en su pecho.
Diego pensó en voz alta, mirándolas con los ojos muy abiertos.
Diego: dios mío, qué he hecho? qué he hecho?
Diego intentó incorporarse, pero al levantarse quería hacerlo sin despertarlas a ninguna de las dos, pero al intentar salir de la cama en esas condiciones, no supo como hacerlo en total silencio y Abigail abrió los ojos y apoyándole su mano sobre el pecho, le volvió a empujar hacia la cama.
Abigail: ssssssssshhhhhhhhh!! tú de aquí no te mueves. ¿qué, estás cómodo?
Diego: síiiiiiiiiiiiiiiii... no sé, la noche se me ha hecho más corta de lo normal.
Abigail: y eso qué significa? qué te has quedado con ganas de más...? porque si es eso solo tienes que pedírmelo-dijo Abigail acariciándole la cabeza.
Diego: no sé, esto es nuevo para mí, no sé si algún día llegaré a acostumbrarme.
Abigail: no te preocupes por nada, todo va bien, no importa el tiempo que necesites, Azucena y yo estaremos disponibles para ti siempre que nos llames.
Abigail se acercó al oído de Diego y le susurró.
Abigail: has estado increíble esta noche, en serio, y te juró que no te lo digo para hacerte solo un cumplido.
Abigail recorrió con su dedo el pecho de Diego, ella se puso sobre él y le besó con pasión, al hacerlo se movió más de la cuenta tocando sin pretenderlo la pierna de Azucena, que estaba justo al lado con los ojos cerrados, Azucena se desperezó, los vio, y acarició con su mano la larga cabellera rubia de Abigail para llamar su atención.
Abigail se giró hacia ella.
Abigail: buenos días Azucena ¿verdad qué hoy ha sido una noche más que estupenda?
Azucena: sí, no ha estado mal la verdad.
Azucena besó a Abigail en los labios.
Azucena: vienes conmigo a la ducha?
Abigail afirmó con la cabeza y se levantó acompañando a Azucena hacia la puerta de la ducha.
Abigail le dio un último beso en los labios a Diego.
Abigail: tú quédate descansando, que necesitaras reponer fuerzas para la próxima vez.
En cuanto Abigail se encontraba en la puerta de la ducha y Azucena estaba cerca de Diego, Diego le rozó la mano y le susurró.
Diego: quédate conmigo un rato, por favor.
Azucena miró a Diego y a Abigail, se lo pensó mejor y le dijo a Abigail.
Azucena: Abigail, dúchate tú sola mejor, yo me quedo un rato aquí hablando con Diego a solas.
Abigail: jo!! ducharme yo sola es demasiado aburrido, sino vienes tú Azucena, que venga Diego.
Abigail se volvió a acercar a la cama para besar a Diego, Diego le devolvió los besos aunque no de muy buena gana, y sin dejar de mirar a Azucena de reojo.
Azucena: en serio Abigail, no seas tan impaciente, vas a tener más días para poder ducharte en compañía de Diego o en la mía, déjame hablar con él a solas, hazte cargo que para él ha sido la primera noche que pasa con las dos al mismo tiempo.
Abigail: de acuerdo, pero no os animéis mucho los dos solos sin mí mientras yo estoy en la ducha.
Abigail se despidió de los dos mandándoles un beso con la mano y desapareció tras la puerta de la ducha.
Diego en cuanto vio marcharse a Abigail se abrazó inmediatamente e espontáneamente a Azucena, muy fuerte.
Azucena: eh? qué te sucede?
Diego: nada, solo quería comprobar que eras real-dijo él separándose de ella- quería recordar porque estoy haciendo esto.
Azucena: Diego, sino estás cómodo con algo puedes decírmelo.
Diego: no, no, está todo bien tranquila, te dije que aceptaba tus condiciones y va a ser así, solo que no sé...
Azucena: qué pasa? no te ha gustado la experiencia que has vivido esta noche?
Diego: sí, o sea me siento un poco raro, pero tampoco te puedo decir que no me haya gustado porque no sería toda la verdad y...
Azucena: Diego, qué pasa? a mí puedes contármelo.
Fabián: está bien, puedes confiar en mí, pero... me gustaría saber algo, por qué no quieres unirte conmigo a la organización de la justicia?
Diego: por amor.
Fabián: venga ya! no vas a hacerme creer que estás enamorado de Abigail!
Diego: no me quedo por Abigail, sino por Azucena. He vuelto con ella.
Fabián: qué? cuándo?
Diego: hace unas horas, la pillé en su cuarto sobre la cama besando a Abigail, me dijo que llevaban juntas desde el mismo momento de nuestra ruptura, y que nada tenía porque cambiar si yo aceptaba seguir la relación con las dos al mismo tiempo, me dijo que solo se acostaba con Abigail por el bien de la organización y que a quién quería de verdad era a mí.
Fabián: y en serio vas a quedarte y a aceptar su propuesta?
Diego: no es lo que piensas, la quiero, no puedo vivir sin su amor.
Fabián: no, si yo te entiendo, si pones en una balanza venirte conmigo a participar en una guerra con muerte segura y al otro lado quedarte en el bando enemigo donde tienes la oportunidad de acostarte con dos mujeres hermosas, una morena y otra rubia, pues normal que elijas la segunda opción.
Diego: oye que a mí Abigail no me importa para nada! es Azucena la que insiste que tenemos que tenerla como colaboradora por el bien de la organización.
Fabián: está bien, te dije que aceptaría tu decisión y lo voy a hacer, pero si cambias de opinión, ya sabes donde encontrarme.
Diego y Fabián se abrazaron.
Diego: te voy a echar de menos.
Fabián: nos veremos cuando empiece la guerra entre las dos organizaciones, esperó que si te tienes que ver obligado a matarme lo hagas con elegancia, como un verdadero miembro de la organización del crimen, recuerda que somos asesinos profesionales no asesinos vulgares.
Diego se separó de Fabián.
Fabián se subió al coche junto a Diana y a su bebita Flora y arrancó para salir de la zona del parking exterior al internado valle seco, que había sido su casa desde que había nacido en los pasadizos.
Diego no pudo evitar llorar, mientras veía al coche alejarse.
Al anochecer, Diego estaba en su cuarto individual.
Diego estaba en compañía de Azucena, Diego la besó y le desabrochó los botones de la blusa.
Diego: no puedo creerme que estemos otra vez juntos, te quiero.
Azucena: eres feliz Diego?
Diego: soy inmensamente feliz.
Diego cogió en brazos a Azucena acercándola a la cama.
Azucena: espera Diego, te tengo una sorpresa preparada. Abigail, ya puedes entrar!
Diego depositó los pies de Azucena con suavidad sobre el suelo.
Abigail entró por la puerta a la habitación.
Diego: qué significa esto?
Azucena: no te hagas ahora el sorprendido, que tú y yo ya hemos hablado de esto, quedemos de acuerdo en que estarías con las dos al mismo tiempo ¿no?
Abigail: o es que ya has cambiado de opinión sobre el pacto entre nosotros 3?
Diego: no, no he cambiado de opinión, dije que estaba de acuerdo en estar con las dos al mismo tiempo y lo mantengo, solo que no sé por donde debo empezar.
Azucena: te dije que no tenías que preocuparte por eso, tú solo relájate, y déjanos a hacer a Abigail y a mí el resto, ambas tenemos bastante experiencia en este tipo de trabajos.
Azucena empujó a Diego hacia la cama, tumbándolo, ella se acercó y le besó en la boca, mientras Abigail le subía el jersey hacia arriba y le besaba dulcemente en su estómago, y le desabrochaba el pantalón con una de sus manos.
FIN DEL CAPITULO 42
CAPITULO 43
DÉCIMO DE LA CUARTA TEMPORADA
ABANDONO
A la mañana siguiente, después de haber pasado la noche en compañía de Abigail y Azucena, Diego se despertó semidesnudo sobre las sábanas de la cama, con Abigail y Azucena cada una dormidas a un lado de la cama, con sus manos y sus codos apoyadas en su pecho.
Diego pensó en voz alta, mirándolas con los ojos muy abiertos.
Diego: dios mío, qué he hecho? qué he hecho?
Diego intentó incorporarse, pero al levantarse quería hacerlo sin despertarlas a ninguna de las dos, pero al intentar salir de la cama en esas condiciones, no supo como hacerlo en total silencio y Abigail abrió los ojos y apoyándole su mano sobre el pecho, le volvió a empujar hacia la cama.
Abigail: ssssssssshhhhhhhhh!! tú de aquí no te mueves. ¿qué, estás cómodo?
Diego: síiiiiiiiiiiiiiiii... no sé, la noche se me ha hecho más corta de lo normal.
Abigail: y eso qué significa? qué te has quedado con ganas de más...? porque si es eso solo tienes que pedírmelo-dijo Abigail acariciándole la cabeza.
Diego: no sé, esto es nuevo para mí, no sé si algún día llegaré a acostumbrarme.
Abigail: no te preocupes por nada, todo va bien, no importa el tiempo que necesites, Azucena y yo estaremos disponibles para ti siempre que nos llames.
Abigail se acercó al oído de Diego y le susurró.
Abigail: has estado increíble esta noche, en serio, y te juró que no te lo digo para hacerte solo un cumplido.
Abigail recorrió con su dedo el pecho de Diego, ella se puso sobre él y le besó con pasión, al hacerlo se movió más de la cuenta tocando sin pretenderlo la pierna de Azucena, que estaba justo al lado con los ojos cerrados, Azucena se desperezó, los vio, y acarició con su mano la larga cabellera rubia de Abigail para llamar su atención.
Abigail se giró hacia ella.
Abigail: buenos días Azucena ¿verdad qué hoy ha sido una noche más que estupenda?
Azucena: sí, no ha estado mal la verdad.
Azucena besó a Abigail en los labios.
Azucena: vienes conmigo a la ducha?
Abigail afirmó con la cabeza y se levantó acompañando a Azucena hacia la puerta de la ducha.
Abigail le dio un último beso en los labios a Diego.
Abigail: tú quédate descansando, que necesitaras reponer fuerzas para la próxima vez.
En cuanto Abigail se encontraba en la puerta de la ducha y Azucena estaba cerca de Diego, Diego le rozó la mano y le susurró.
Diego: quédate conmigo un rato, por favor.
Azucena miró a Diego y a Abigail, se lo pensó mejor y le dijo a Abigail.
Azucena: Abigail, dúchate tú sola mejor, yo me quedo un rato aquí hablando con Diego a solas.
Abigail: jo!! ducharme yo sola es demasiado aburrido, sino vienes tú Azucena, que venga Diego.
Abigail se volvió a acercar a la cama para besar a Diego, Diego le devolvió los besos aunque no de muy buena gana, y sin dejar de mirar a Azucena de reojo.
Azucena: en serio Abigail, no seas tan impaciente, vas a tener más días para poder ducharte en compañía de Diego o en la mía, déjame hablar con él a solas, hazte cargo que para él ha sido la primera noche que pasa con las dos al mismo tiempo.
Abigail: de acuerdo, pero no os animéis mucho los dos solos sin mí mientras yo estoy en la ducha.
Abigail se despidió de los dos mandándoles un beso con la mano y desapareció tras la puerta de la ducha.
Diego en cuanto vio marcharse a Abigail se abrazó inmediatamente e espontáneamente a Azucena, muy fuerte.
Azucena: eh? qué te sucede?
Diego: nada, solo quería comprobar que eras real-dijo él separándose de ella- quería recordar porque estoy haciendo esto.
Azucena: Diego, sino estás cómodo con algo puedes decírmelo.
Diego: no, no, está todo bien tranquila, te dije que aceptaba tus condiciones y va a ser así, solo que no sé...
Azucena: qué pasa? no te ha gustado la experiencia que has vivido esta noche?
Diego: sí, o sea me siento un poco raro, pero tampoco te puedo decir que no me haya gustado porque no sería toda la verdad y...
Azucena: Diego, qué pasa? a mí puedes contármelo.
#426

23/12/2011 23:40
Diego: es que... ahora que hemos vuelto... voy a echar de menos estar contigo a solas... o sea la compañía de Abigail no me molesta pero... a mí lo que me apetece de verdad es estar solo contigo... y me va a costar mucho aceptar que ya nunca más voy a poder abrazarte sin que Abigail esté presente.
Azucena: y quién ha dicho que no vas a poder hacerlo?
Diego: no sé... yo creía que tú y Abigail queríais compartirme para las dos.
Azucena: sí, pero no a todas horas ni todos los días, esta es una relación a 3 bandas, y mientras solo estemos entre nosotros 3 no hay posibilidad de infidelidad, tú puedes acostarte con las dos cuando quieras tanto por separado como conjuntamente.
Diego: en serio?
Azucena: sí claro, mientras no te vayas con otras mujeres Abigail y yo estamos de acuerdo.
Diego: eso significa que tú también vas a estar con ella a solas sin mi presencia?
Azucena: sí, si surge la oportunidad. Pero no te preocupes por eso, yo te prometo que tú eres el único que me importa, y si queremos que esto funcione bien por el bien de la organización, tenemos que tener extrema confianza entre los 3.
Diego: de acuerdo, yo con tal de que estemos juntos tú y yo, pasó por lo que sea.
Azucena se acercó al oído de Diego y le susurró.
Azucena: te he dicho alguna vez que te quiero?
Diego se colocó sobre ella en la cama, y la besó con mucho amor.
Pasadas unas horas, Azucena había reunido a todos los directivos, alumnos, profesores y componentes importantes de la organización en la sala de conferencias. Para dar una noticia.
Azucena, Diego y Abigail estaban en el púlpito sobre una plataforma, y Abigail estaba vestida con ropa de calle, en lugar de su uniforme de cocinera.
Azucena habló por el micrófono: os agradezco mucho a todos que hayáis venido, hay mucho trabajo en la organización y no quiero robaros más tiempo del necesario, solo os comunicaré que de ahora en adelante con la gran pérdida del miembro Fabián Amadeo de nuestra organización, que decidió pasarse al bando enemigo anoche y desde ahora será el director de la organización de la justicia sustituyendo a Germán, y a Josefina Lesedi, el androide que tomó el puesto de Germán tras su muerte. Con esto quiere decir que teniendo a Fabián a partir de ahora como enemigo tendremos que ser más poderosos que nunca, sé que Fabián va a ser un contrincante muy digno de mí y muy difícil de vencer.
Aquí en la organización todo seguirá igual, pediré sustitutos en las academias para dar clases de psicología e hipnosis que es la materia que impartía Fabián y el puesto de subdirector lo ocupara otra persona, que acabo de ascender. Está aquí presente entre nosotros, se llama Abigail Berlinga, y a partir de ahora va a dejar de ser la cocinera para ascender y ser la subdirectora, cualquier cambio en las normas de la organización pasara por nuestras manos. Y ahora para que no haya malentendidos ni secretos con nadie, puesto que yo soy la directora y yo decido sobre cualquier cosa que se haga en mi internado quiero decir que la subdirectora de este centro, yo, y uno de los alumnos y recientes profesores con el manejo de armas, tras la muerte de mi hermana mayor, Diego Marremo, mantendremos una relación intima entre los 3, y si alguien tiene alguna objeción sobre esto, que me visite a mi despacho, que veremos si sale con vida de allí.
Abigail se acercó hacia Diego y le besó en los labios delante de todos.
Azucena hizo lo mismo en cuanto Abigail se separó de él.
Y a continuación fueron ellas dos las que se besaron para sorpresa de los espectadores.
Al salir de la reunión, Azucena besó a Diego acorralándole en una esquina de la pared, dejando momentáneamente a Abigail desplazada de ellos dos.
Azucena se acercó a Abigail.
Azucena: Abigail, no te importa si me voy con Diego un rato a la habitación, verdad? es que le he prometido antes que estaríamos los dos solos, te quedas al cargo de todo el colegio hasta que vuelva, toma la decisión que quieras confío en ti.
Abigail: de acuerdo, te prometo que no te defraudaré.
Azucena: estoy segura de ello.
Azucena besó a Abigail en los labios para despedirse de ella y se fue de la mano con Diego subiendo por las escaleras hacia las habitaciones.
Azucena y Diego entraron en el cuarto de ella por ser el que más cerca estaba, ambos se miraban con pasión, se abrazaron, se acariciaron y se desnudaron mutuamente. Diego se acercó al oído de ella y le susurró.
Diego: no sabes las ganas que tenía de estar contigo a solas, sin nadie más.
Azucena también se acercó a él y le susurró, contestándole.
Azucena: es imposible que tengas más ganas de las que tengo yo de estar contigo.
Azucena y Diego se tumbaron en la cama.
Azucena le susurró al oído a Diego.
Azucena: te quiero, no hubiera podido soportar que aceptarás la invitación de irte con Fabián al bando enemigo a cambio de que te quedaras aquí conmigo, nunca había estado en toda mi vida tan enamorada de alguien, ni siquiera de Germán.
Diego le contestó también susurrándole al oído.
Diego: te prometo que te voy a hacer la mujer más feliz del mundo, y que nunca, nunca, te voy a traicionar, ni abandonar, juntos hasta la muerte.
Diego y Azucena se besaron en los labios, ella le abrazó a él y Diego le besó con mucha ternura por todo su cuello. Tras haber hecho el amor, Diego estaba mirando a Azucena a los ojos mientras le acariciaba el brazo, con sus dedos entrelazados entre los suyos.
Azucena: Diego, tengo que decirte algo.
Diego: qué pasa?
Azucena: es sobre Abigail, no me ha gustado nada como te has portado con ella cuando hemos salido de la sala de conferencias y hemos subido a la habitación, casi ni la has mirado a la cara.
Diego: perdona, no me he dado cuenta, yo solo tengo ojos para ti.
Azucena: lo sé, pero tienes que tener en cuenta que esta es una relación a 3 bandas como te he explicado antes y si queremos que funcione, y ambos nos interesa que así sea por el bien de la organización, tienes que prestar más atención a Abigail, como cuando eras su novio pero todavía seguías enamorado de mi
¿ crees que podrás hacerlo?
Azucena: y quién ha dicho que no vas a poder hacerlo?
Diego: no sé... yo creía que tú y Abigail queríais compartirme para las dos.
Azucena: sí, pero no a todas horas ni todos los días, esta es una relación a 3 bandas, y mientras solo estemos entre nosotros 3 no hay posibilidad de infidelidad, tú puedes acostarte con las dos cuando quieras tanto por separado como conjuntamente.
Diego: en serio?
Azucena: sí claro, mientras no te vayas con otras mujeres Abigail y yo estamos de acuerdo.
Diego: eso significa que tú también vas a estar con ella a solas sin mi presencia?
Azucena: sí, si surge la oportunidad. Pero no te preocupes por eso, yo te prometo que tú eres el único que me importa, y si queremos que esto funcione bien por el bien de la organización, tenemos que tener extrema confianza entre los 3.
Diego: de acuerdo, yo con tal de que estemos juntos tú y yo, pasó por lo que sea.
Azucena se acercó al oído de Diego y le susurró.
Azucena: te he dicho alguna vez que te quiero?
Diego se colocó sobre ella en la cama, y la besó con mucho amor.
Pasadas unas horas, Azucena había reunido a todos los directivos, alumnos, profesores y componentes importantes de la organización en la sala de conferencias. Para dar una noticia.
Azucena, Diego y Abigail estaban en el púlpito sobre una plataforma, y Abigail estaba vestida con ropa de calle, en lugar de su uniforme de cocinera.
Azucena habló por el micrófono: os agradezco mucho a todos que hayáis venido, hay mucho trabajo en la organización y no quiero robaros más tiempo del necesario, solo os comunicaré que de ahora en adelante con la gran pérdida del miembro Fabián Amadeo de nuestra organización, que decidió pasarse al bando enemigo anoche y desde ahora será el director de la organización de la justicia sustituyendo a Germán, y a Josefina Lesedi, el androide que tomó el puesto de Germán tras su muerte. Con esto quiere decir que teniendo a Fabián a partir de ahora como enemigo tendremos que ser más poderosos que nunca, sé que Fabián va a ser un contrincante muy digno de mí y muy difícil de vencer.
Aquí en la organización todo seguirá igual, pediré sustitutos en las academias para dar clases de psicología e hipnosis que es la materia que impartía Fabián y el puesto de subdirector lo ocupara otra persona, que acabo de ascender. Está aquí presente entre nosotros, se llama Abigail Berlinga, y a partir de ahora va a dejar de ser la cocinera para ascender y ser la subdirectora, cualquier cambio en las normas de la organización pasara por nuestras manos. Y ahora para que no haya malentendidos ni secretos con nadie, puesto que yo soy la directora y yo decido sobre cualquier cosa que se haga en mi internado quiero decir que la subdirectora de este centro, yo, y uno de los alumnos y recientes profesores con el manejo de armas, tras la muerte de mi hermana mayor, Diego Marremo, mantendremos una relación intima entre los 3, y si alguien tiene alguna objeción sobre esto, que me visite a mi despacho, que veremos si sale con vida de allí.
Abigail se acercó hacia Diego y le besó en los labios delante de todos.
Azucena hizo lo mismo en cuanto Abigail se separó de él.
Y a continuación fueron ellas dos las que se besaron para sorpresa de los espectadores.
Al salir de la reunión, Azucena besó a Diego acorralándole en una esquina de la pared, dejando momentáneamente a Abigail desplazada de ellos dos.
Azucena se acercó a Abigail.
Azucena: Abigail, no te importa si me voy con Diego un rato a la habitación, verdad? es que le he prometido antes que estaríamos los dos solos, te quedas al cargo de todo el colegio hasta que vuelva, toma la decisión que quieras confío en ti.
Abigail: de acuerdo, te prometo que no te defraudaré.
Azucena: estoy segura de ello.
Azucena besó a Abigail en los labios para despedirse de ella y se fue de la mano con Diego subiendo por las escaleras hacia las habitaciones.
Azucena y Diego entraron en el cuarto de ella por ser el que más cerca estaba, ambos se miraban con pasión, se abrazaron, se acariciaron y se desnudaron mutuamente. Diego se acercó al oído de ella y le susurró.
Diego: no sabes las ganas que tenía de estar contigo a solas, sin nadie más.
Azucena también se acercó a él y le susurró, contestándole.
Azucena: es imposible que tengas más ganas de las que tengo yo de estar contigo.
Azucena y Diego se tumbaron en la cama.
Azucena le susurró al oído a Diego.
Azucena: te quiero, no hubiera podido soportar que aceptarás la invitación de irte con Fabián al bando enemigo a cambio de que te quedaras aquí conmigo, nunca había estado en toda mi vida tan enamorada de alguien, ni siquiera de Germán.
Diego le contestó también susurrándole al oído.
Diego: te prometo que te voy a hacer la mujer más feliz del mundo, y que nunca, nunca, te voy a traicionar, ni abandonar, juntos hasta la muerte.
Diego y Azucena se besaron en los labios, ella le abrazó a él y Diego le besó con mucha ternura por todo su cuello. Tras haber hecho el amor, Diego estaba mirando a Azucena a los ojos mientras le acariciaba el brazo, con sus dedos entrelazados entre los suyos.
Azucena: Diego, tengo que decirte algo.
Diego: qué pasa?
Azucena: es sobre Abigail, no me ha gustado nada como te has portado con ella cuando hemos salido de la sala de conferencias y hemos subido a la habitación, casi ni la has mirado a la cara.
Diego: perdona, no me he dado cuenta, yo solo tengo ojos para ti.
Azucena: lo sé, pero tienes que tener en cuenta que esta es una relación a 3 bandas como te he explicado antes y si queremos que funcione, y ambos nos interesa que así sea por el bien de la organización, tienes que prestar más atención a Abigail, como cuando eras su novio pero todavía seguías enamorado de mi
¿ crees que podrás hacerlo?
#427

23/12/2011 23:41
Diego: sí, claro lo intentaré, pero... ¿eso no te pondrá un poco celosa a ti?
Azucena: tranquilo, yo sé que hay situaciones en las que hay que separar el sexo del amor, y tratar los negocios con la cabeza fría, y eso es lo que quiero que sea Abigail solo para ti, un negocio al que te tienes que arrimar y ser muy generoso, sino queremos que ella se vuelva contra nosotros y tenerla como colaboradora dentro de la organización hay que mantenerla contenta, por ambos lados, ¿lo entiendes?
Diego: sí por supuesto, te prometo que no volverá a pasar, cualquier cosa que tú me pidas será realizada en el acto.
Diego besó a Azucena y se abrazó a ella, muy, muy, muy, muy... fuerte.
Entre tanto, Fabián había llegado al internado aureola. Fabián aparcó el coche en el camino de tierra antes de llegar a la verja de hierro. Él entró en el internado aureola, no le costó mucho ya que todos los alumnos estaban tumbados en el suelo dormidos vencidos por el sueño o muertos por falta de sueño, o bien despiertos y vivos pero sin fuerza por llevar varias noches sin dormir.
Fabián entró en la clase de los párvulos y dejó a su hija Flora sobre un caballo de madera para que jugara ella sola y a Diana hipnotizada la dejó dentro del coche, en el bosque.
Fabián usó uno de los 8 ascensores que habían repartidos por los 4 pisos del colegio, y bajó directamente hacia los pasadizos. Fabián entró en la habitación donde estaba situado el ordenador central que programaba todos los sistemas importantes en el colegio, y que anteriormente tras la muerte de Manuela, ya habían manipulado Azucena y Diego para instalar el virus mortal.
Aquella sala normalmente era ocupada por 8 informáticos especialistas, pero ahora estaban casi todos sus armarios de luz abiertos y destrozados por la frecuencia de veces que la había visitado Josefina Lesedi como encargada de dirección del internado aureola y todos ellos decapitados o con huesos rotos estaban tendidos en el suelo. Ya que todos los androides de Azucena tenían superfuerza y telepatía.
Fabián manejó unos cuantos cables y tecleó un par de botones, los suficientes como para causarle una recarga en los sistemas a Josefina aunque se encontrara a kilómetros de aquella sala. Era verdad que podía haberla desconectado acercándose por detrás y pegándole tres golpecitos suaves en la nuca o espalda pero debía hacerlo sin que ella notase su presencia y eso teniendo en cuenta su poder de telepatía y su superfuerza era muy difícil. Además existía la posibilidad de que Josefina no era como los demás androides y un simple toque le quitaba la energía para descansar en paz durante las noches, y quería salir de ese combate con los menos daños posibles en su cuerpo.
Así el cuerpo de Josefina en su despacho como directora, se envolvió de rayos y quedó reducido a cenizas, la energía absorbida volvió a los cuerpos tirados en el suelo abandonados a un sueño eterno del que despertaron, Fabián les dio de beber agua y vitaminas para reanimarles y les reunió a todos en el gimnasio para entrenarles y hablarles sobre su cambio de bando en el mundo del bien y del mal.
Lamentablemente los que ya habían muerto vencidos por el sueño, ya no se podía hacer nada por salvarles, Fabián recorrió todas las habitaciones del internado llena de cadáveres jóvenes, y tocó a dichas personas con una pequeña herradura de apenas 10 cm. Era el desintegrador de moléculas muertas que había inventado Azucena para librarse de todas las personas infectadas por el virus del ordenador en su venganza planeada contra Germán tras la muerte de su hermana mayor, tras dar a luz a Flora.
Así todas las personas muertas desaparecieron sin dejar rastro.
Fabián: tardaría una eternidad en enterrar a todos bajo tierra, es mejor así, los muertos nunca deben relacionarse con los vivos.
Minutos después... alguien irrumpió en el colegio...
Cuando ya todo estaba organizado para realizar una nueva emboscada a la organización secreta del crimen, y todos los alumnos estaban en una nueva clase con los uniformes amarillos y ocres menos unos cuantos que estaban sentados en zonas donde la luz del sol no llegaba... que estaban con los uniformes blancos y azules marino. Fue entonces cuando un gigantesco oso rompiendo los cristales saltó por la ventana y entrando en el aula, desmontó de él su dueño con el uniforme amarillo y ocre con el escudo del águila negra y su estrella blanca de cinco puntas, Héctor.
Héctor: no me lo puedo creer! estáis todos recuperados! pero cómo ha pasado? no importa! aquí falta gente! no importa que Teresa y Pablo ahora estén muertos! puedo conseguir más aliados! al parecer Teresa y Pablo no fueron los únicos que se salvaron de no ser afectados por el tacto mortal de Josefina Lesedi, creía que sí, pero es evidente que Teresa, Pablo y yo nos fuimos demasiado pronto de aquí, tendría que haber investigado a fondo las habitaciones, haber buscado más gente, Teresa y Pablo fueron unos cobardes, quién quiera unirse a mí ¡que me siga!
Todos bajaron la cabeza para no tener que mirarle a los ojos.
alumno: no podemos, ahora tenemos un nuevo jefe en el colegio.
Héctor: un nuevo jefe? quién es? que me digáis quién es?!
Héctor sacó su pistola y disparó a cuatro de los alumnos presentes.
Héctor: estoy solo, completamente solo, nadie quiere ayudarme a luchar contra el bien. No importa, yo derrotaré a la organización del crimen, aunque lo tenga que hacer yo solo.
Héctor volvió a subirse sobre Cúmulo, su oso, y se fue por la ventana por el mismo agujero que había hecho en los cristales al entrar. Al marcharse Fabián entró en el aula para hacer de profesor y... le vio y preguntó a los demás...
Fabián: quién era ése del oso?
Azucena: tranquilo, yo sé que hay situaciones en las que hay que separar el sexo del amor, y tratar los negocios con la cabeza fría, y eso es lo que quiero que sea Abigail solo para ti, un negocio al que te tienes que arrimar y ser muy generoso, sino queremos que ella se vuelva contra nosotros y tenerla como colaboradora dentro de la organización hay que mantenerla contenta, por ambos lados, ¿lo entiendes?
Diego: sí por supuesto, te prometo que no volverá a pasar, cualquier cosa que tú me pidas será realizada en el acto.
Diego besó a Azucena y se abrazó a ella, muy, muy, muy, muy... fuerte.
Entre tanto, Fabián había llegado al internado aureola. Fabián aparcó el coche en el camino de tierra antes de llegar a la verja de hierro. Él entró en el internado aureola, no le costó mucho ya que todos los alumnos estaban tumbados en el suelo dormidos vencidos por el sueño o muertos por falta de sueño, o bien despiertos y vivos pero sin fuerza por llevar varias noches sin dormir.
Fabián entró en la clase de los párvulos y dejó a su hija Flora sobre un caballo de madera para que jugara ella sola y a Diana hipnotizada la dejó dentro del coche, en el bosque.
Fabián usó uno de los 8 ascensores que habían repartidos por los 4 pisos del colegio, y bajó directamente hacia los pasadizos. Fabián entró en la habitación donde estaba situado el ordenador central que programaba todos los sistemas importantes en el colegio, y que anteriormente tras la muerte de Manuela, ya habían manipulado Azucena y Diego para instalar el virus mortal.
Aquella sala normalmente era ocupada por 8 informáticos especialistas, pero ahora estaban casi todos sus armarios de luz abiertos y destrozados por la frecuencia de veces que la había visitado Josefina Lesedi como encargada de dirección del internado aureola y todos ellos decapitados o con huesos rotos estaban tendidos en el suelo. Ya que todos los androides de Azucena tenían superfuerza y telepatía.
Fabián manejó unos cuantos cables y tecleó un par de botones, los suficientes como para causarle una recarga en los sistemas a Josefina aunque se encontrara a kilómetros de aquella sala. Era verdad que podía haberla desconectado acercándose por detrás y pegándole tres golpecitos suaves en la nuca o espalda pero debía hacerlo sin que ella notase su presencia y eso teniendo en cuenta su poder de telepatía y su superfuerza era muy difícil. Además existía la posibilidad de que Josefina no era como los demás androides y un simple toque le quitaba la energía para descansar en paz durante las noches, y quería salir de ese combate con los menos daños posibles en su cuerpo.
Así el cuerpo de Josefina en su despacho como directora, se envolvió de rayos y quedó reducido a cenizas, la energía absorbida volvió a los cuerpos tirados en el suelo abandonados a un sueño eterno del que despertaron, Fabián les dio de beber agua y vitaminas para reanimarles y les reunió a todos en el gimnasio para entrenarles y hablarles sobre su cambio de bando en el mundo del bien y del mal.
Lamentablemente los que ya habían muerto vencidos por el sueño, ya no se podía hacer nada por salvarles, Fabián recorrió todas las habitaciones del internado llena de cadáveres jóvenes, y tocó a dichas personas con una pequeña herradura de apenas 10 cm. Era el desintegrador de moléculas muertas que había inventado Azucena para librarse de todas las personas infectadas por el virus del ordenador en su venganza planeada contra Germán tras la muerte de su hermana mayor, tras dar a luz a Flora.
Así todas las personas muertas desaparecieron sin dejar rastro.
Fabián: tardaría una eternidad en enterrar a todos bajo tierra, es mejor así, los muertos nunca deben relacionarse con los vivos.
Minutos después... alguien irrumpió en el colegio...
Cuando ya todo estaba organizado para realizar una nueva emboscada a la organización secreta del crimen, y todos los alumnos estaban en una nueva clase con los uniformes amarillos y ocres menos unos cuantos que estaban sentados en zonas donde la luz del sol no llegaba... que estaban con los uniformes blancos y azules marino. Fue entonces cuando un gigantesco oso rompiendo los cristales saltó por la ventana y entrando en el aula, desmontó de él su dueño con el uniforme amarillo y ocre con el escudo del águila negra y su estrella blanca de cinco puntas, Héctor.
Héctor: no me lo puedo creer! estáis todos recuperados! pero cómo ha pasado? no importa! aquí falta gente! no importa que Teresa y Pablo ahora estén muertos! puedo conseguir más aliados! al parecer Teresa y Pablo no fueron los únicos que se salvaron de no ser afectados por el tacto mortal de Josefina Lesedi, creía que sí, pero es evidente que Teresa, Pablo y yo nos fuimos demasiado pronto de aquí, tendría que haber investigado a fondo las habitaciones, haber buscado más gente, Teresa y Pablo fueron unos cobardes, quién quiera unirse a mí ¡que me siga!
Todos bajaron la cabeza para no tener que mirarle a los ojos.
alumno: no podemos, ahora tenemos un nuevo jefe en el colegio.
Héctor: un nuevo jefe? quién es? que me digáis quién es?!
Héctor sacó su pistola y disparó a cuatro de los alumnos presentes.
Héctor: estoy solo, completamente solo, nadie quiere ayudarme a luchar contra el bien. No importa, yo derrotaré a la organización del crimen, aunque lo tenga que hacer yo solo.
Héctor volvió a subirse sobre Cúmulo, su oso, y se fue por la ventana por el mismo agujero que había hecho en los cristales al entrar. Al marcharse Fabián entró en el aula para hacer de profesor y... le vio y preguntó a los demás...
Fabián: quién era ése del oso?
#428

23/12/2011 23:41
alumno: Héctor, un antiguo compañero de este internado que nunca fue tocado ni robado su energía de los sueños por Josefina Lesedi, se salvó junto a dos amigos suyos llamados Teresa y Pablo y se largaron antes de que Josefina Lesedi tuviera oportunidad de acercarse a ellos y darles la mano. Ha vuelto para buscar aliados, quiere luchar él solo contra la organización del crimen, no ha dado tiempo a que le explicáramos que Josefina Lesedi sufrió una descarga y ahora ya no existe.
Fabián: no os preocupéis, yo encontraré a Héctor, se lo explicaré todo, y participará con nosotros en la guerra contra la organización enemiga.
Algunas horas después... Fabián siguió las huellas del oso con su coche y llegó hasta la planta de un hospital donde el cristal de una de las ventanas, estaba roto con la silueta de un oso, allí en una habitación, estaba Héctor, junto a la camilla de una mujer en coma.
Fabián se acercó, Héctor estaba llorando mientras miraba a la mujer.
Héctor: es mi madre, hace meses que está en coma, los médicos no saben si es posible que llegué a despertar alguna vez.
Fabián le puso su mano sobre el hombro.
Fabián: sé lo de Teresa y Pablo, tus compañeros de la organización me lo han explicado todo, yo soy el nuevo director de la organización de la justicia, no te preocupes, no tienes que apártate de mí, soy humano y no pasa nada si me tocas, yo pertenecía a la organización del crimen, allí tenía fundadas mis raíces y mi familia pero la perdí toda, ahora ya no me queda nada y lo único que puedo hacer es liberar a la humanidad del mal de esa organización, si mi familia hubiese vivido en otro ambiente quizás no hubiesen dado con la muerte tan temprano. He vivido toda mi vida una mentira formando parte del bando equivocado, Josefina Lesedi está desconectada por una sobrecarga de energía, todos los afectados tomaron vitaminas y están recuperados, déjame ayudarte. Si vuelves al internado aureola, nos prepararemos para la guerra, ya no es necesario que sigas huyendo Héctor.
Héctor: tú! tú no sabes nada, tuve que matar a Teresa y a Pablo que eran mis amigos porque ellos querían traicionarme y unirse a la organización del crimen, y no podía permitirlo. Mi madre está postrada en esta cama desde que Germán convenció a mi padre para que me uniera con ellos a la organización de la justicia, me sacaron de mi instituto, de mi barrio, a mis hermanos los encerraron en la cárcel por pirómanos, Germán lo planificó todo para dejarme sin familia ni casa en el mundo real, pagó y amenazó a mis amigos para que no volvieran a hablarme, me quitó toda mi vida fuera de la organización para que me hiciera soldado del bien a la fuerza. No sabes lo que he tenido que hacer para estudiar en el internado aureola y sacar matricula de honor en todas las asignaturas, tenía que ser el primero, el mejor ¿y que he conseguido con eso? que mis nuevos compañeros dentro de la organización, los únicos que tengo porque los anteriores del mundo real me tienen todos miedo, me tengan envidia y lo único que quieran sea deshacerse de mí aunque para eso, tengan que unirse al bando enemigo y ser asesinos al igual como ocurrió con Teresa y Pablo.
Fabián: lo siento, lo siento mucho de verdad, pero ahora todo ha cambiado, Germán murió, Josefina Lesedi está desconectada, tu madre se recuperara, y todos tus compañeros de la organización lucharan junto a ti, te lo prometo, yo soy ahora el director y cambiaré las normas. Tienes que confiar en mí.
Héctor se abrazó a Fabián llorando.
Héctor: lo único que quiero es que mi madre vuelva a abrir los ojos, eso es lo único que quiero.
Fabián: tranquilo, te prometo que ésta vez ganara el bien.
Fabián tras consolar a Héctor decidió dejarle un rato a solas con su madre en la habitación para que se desahogara con ella en privado. Fabián caminó inspeccionando las diferentes habitaciones del hospital.
Dentro de una de ellas había un anciano postrado en una camilla con una mujer rubia a su lado joven que debía de ser su nieta, la nieta estaba en compañía de una amiga.
Ellas dos, amiga y nieta hablaron.
nieta: espero que mi abuelo se recupere pronto.
amiga: ya verás como sí, es una lástima que alguien con su curriculum en la policía tenga que verse tan inútil como ahora.
nieta: mi abuelo ya ha aportado al cuerpo de joven todo lo que tenía que aportar, ha sido un gran policía, yo le debo muchas cosas a él, sin él nunca hubiera sabido cuál era mi verdadera vocación.
amiga: pero si toda tu familia son policías... era evidente que tú tenías que seguir la tradición familiar.
nieta: las tradiciones en ocasiones pueden ser regalos envenenados, yo quería ser policía porque realmente me gustara serlo, no por tradición, y mi abuelo fue el único de toda mi familia que hizo crecer ese espíritu en mi interior.
amiga: por qué acabó en este hospital?
nieta: no lo sé, todo sucedió cuando una de mis primas, su hija, llamada Nadia, conoció a alguien que cambió toda su vida y desapareció, desde ese momento empezó a delirar, a hablar sobre demonios de ojos azules que engañaban y seducían a jóvenes encantadoras e inocentes y de un colegio donde todos los niños aprendían a disparar con una pistola antes que a hablar o a andar.
amiga: y qué sucedió?
Fabián: no os preocupéis, yo encontraré a Héctor, se lo explicaré todo, y participará con nosotros en la guerra contra la organización enemiga.
Algunas horas después... Fabián siguió las huellas del oso con su coche y llegó hasta la planta de un hospital donde el cristal de una de las ventanas, estaba roto con la silueta de un oso, allí en una habitación, estaba Héctor, junto a la camilla de una mujer en coma.
Fabián se acercó, Héctor estaba llorando mientras miraba a la mujer.
Héctor: es mi madre, hace meses que está en coma, los médicos no saben si es posible que llegué a despertar alguna vez.
Fabián le puso su mano sobre el hombro.
Fabián: sé lo de Teresa y Pablo, tus compañeros de la organización me lo han explicado todo, yo soy el nuevo director de la organización de la justicia, no te preocupes, no tienes que apártate de mí, soy humano y no pasa nada si me tocas, yo pertenecía a la organización del crimen, allí tenía fundadas mis raíces y mi familia pero la perdí toda, ahora ya no me queda nada y lo único que puedo hacer es liberar a la humanidad del mal de esa organización, si mi familia hubiese vivido en otro ambiente quizás no hubiesen dado con la muerte tan temprano. He vivido toda mi vida una mentira formando parte del bando equivocado, Josefina Lesedi está desconectada por una sobrecarga de energía, todos los afectados tomaron vitaminas y están recuperados, déjame ayudarte. Si vuelves al internado aureola, nos prepararemos para la guerra, ya no es necesario que sigas huyendo Héctor.
Héctor: tú! tú no sabes nada, tuve que matar a Teresa y a Pablo que eran mis amigos porque ellos querían traicionarme y unirse a la organización del crimen, y no podía permitirlo. Mi madre está postrada en esta cama desde que Germán convenció a mi padre para que me uniera con ellos a la organización de la justicia, me sacaron de mi instituto, de mi barrio, a mis hermanos los encerraron en la cárcel por pirómanos, Germán lo planificó todo para dejarme sin familia ni casa en el mundo real, pagó y amenazó a mis amigos para que no volvieran a hablarme, me quitó toda mi vida fuera de la organización para que me hiciera soldado del bien a la fuerza. No sabes lo que he tenido que hacer para estudiar en el internado aureola y sacar matricula de honor en todas las asignaturas, tenía que ser el primero, el mejor ¿y que he conseguido con eso? que mis nuevos compañeros dentro de la organización, los únicos que tengo porque los anteriores del mundo real me tienen todos miedo, me tengan envidia y lo único que quieran sea deshacerse de mí aunque para eso, tengan que unirse al bando enemigo y ser asesinos al igual como ocurrió con Teresa y Pablo.
Fabián: lo siento, lo siento mucho de verdad, pero ahora todo ha cambiado, Germán murió, Josefina Lesedi está desconectada, tu madre se recuperara, y todos tus compañeros de la organización lucharan junto a ti, te lo prometo, yo soy ahora el director y cambiaré las normas. Tienes que confiar en mí.
Héctor se abrazó a Fabián llorando.
Héctor: lo único que quiero es que mi madre vuelva a abrir los ojos, eso es lo único que quiero.
Fabián: tranquilo, te prometo que ésta vez ganara el bien.
Fabián tras consolar a Héctor decidió dejarle un rato a solas con su madre en la habitación para que se desahogara con ella en privado. Fabián caminó inspeccionando las diferentes habitaciones del hospital.
Dentro de una de ellas había un anciano postrado en una camilla con una mujer rubia a su lado joven que debía de ser su nieta, la nieta estaba en compañía de una amiga.
Ellas dos, amiga y nieta hablaron.
nieta: espero que mi abuelo se recupere pronto.
amiga: ya verás como sí, es una lástima que alguien con su curriculum en la policía tenga que verse tan inútil como ahora.
nieta: mi abuelo ya ha aportado al cuerpo de joven todo lo que tenía que aportar, ha sido un gran policía, yo le debo muchas cosas a él, sin él nunca hubiera sabido cuál era mi verdadera vocación.
amiga: pero si toda tu familia son policías... era evidente que tú tenías que seguir la tradición familiar.
nieta: las tradiciones en ocasiones pueden ser regalos envenenados, yo quería ser policía porque realmente me gustara serlo, no por tradición, y mi abuelo fue el único de toda mi familia que hizo crecer ese espíritu en mi interior.
amiga: por qué acabó en este hospital?
nieta: no lo sé, todo sucedió cuando una de mis primas, su hija, llamada Nadia, conoció a alguien que cambió toda su vida y desapareció, desde ese momento empezó a delirar, a hablar sobre demonios de ojos azules que engañaban y seducían a jóvenes encantadoras e inocentes y de un colegio donde todos los niños aprendían a disparar con una pistola antes que a hablar o a andar.
amiga: y qué sucedió?
#429

23/12/2011 23:42
nieta: nadie sabía como calmarle, los médicos le inyectaron un centenar de calmantes, y al final acabó por perder toda la movilidad de su cuerpo, de vez en cuando se levanta y dice alguna cosa sin sentido sobre que los demonios de ojos azules van a volver a por él, que si yo alguna vez veo una OSC rojas que brillan frente a mí que me aleje de ellas y luego se vuelve a dormir y no despierta más, es una tortura verle así todos los días.
amiga: se recuperara, no te preocupes, se recuperara. Iré a buscar café para las dos.
nieta: gracias por estar conmigo, tengo la sensación que mi abuelo solo se recuperaría si consiguiera encontrar la organización de delincuentes profesionales de la que él murmura en sueños, si consiguiera cerrar la organización secreta del crimen y atrapar a todos sus miembros. O por lo menos evitar que siguieran actuando en este país.
amiga: esa organización solo existe en la mente de tu abuelo. No arruines tu vida igual como lo ha hecho él por creer en cosas imposibles.
La amiga salió de la habitación para buscar café.
Y la nieta se quedó a solas. Ella lloró, Fabián que de casualidad pasaba por allí la vio llorar y entró.
Fabián: hola, puedo pasar?
nieta: quién es usted?
Fabián: me llamo Fabián, he venido a visitar a un familiar, la he visto llorar y espero que no se sienta mal por esto pero... es la primera vez en toda mi vida que escuchó un llanto tan sincero e hiriente como el suyo...
nieta: a que familiar ha visitado? yo estoy aquí por mi abuelo.
Fabián: yo... por la madre de un amigo, en realidad es un alumno, trabajó en un colegio, soy psicólogo, profesor y director de un internado de mucho lujo.
nieta: ah! yo soy policía como mi abuelo, y todos mis primos, mis padres no querían que yo llegara a ser policía a pesar de que ellos también lo eran, porque todos echaban la culpa de la desaparición de mi prima a su profesión. Mi abuelo se volvió loco desde el mismo día en que su hija Nadia se quedó embarazada y se largó de casa.
Fabián: tu prima Nadia? cómo se llama tu abuelo?
nieta: Raúl Bosque, fue un gran policía, fue el comisario de la jefatura de policía más importante de la ciudad, y para algunos policías que trabajan actualmente, todavía sigue siendo un ejemplo a seguir.
Fabián: perdona si te molesto pero... como he notado que estás algo sola y yo no tengo nada más que hacer... ¿te importa si me quedo contigo a hacerte compañía?
nieta: no, no, claro que no me importa. Espera aquí.
La nieta salió de la habitación y se encontró con su amiga de frente que venía con los dos cafés.
nieta: menos mal que te encuentro, tienes que irte.
amiga: irme? por qué? le ha pasado algo a tu abuelo?
nieta: no, no, sigue dormido, pero he conocido a alguien y cree que estoy yo sola en la habitación con mi abuelo, si ahora vas allí tú me preocupa que le asustes y se vaya.
amiga: ah! entiendo y es muy guapo, verdad?
nieta: ya lo creo si lo es, tiene unos ojos azules tan claros como el cielo, yo no he visto nunca antes un azul tan limpio como el color de sus ojos.
amiga: ojos azules? como el demonio que se llevó a tu prima del que habla tu abuelo?
nieta: oh! no empieces ahora tú con eso, llevo toda mi vida escuchando a mi abuelo esa absurda historia, mi prima se largó de casa porque mi abuelo no estaba conforme con el hombre que ella había elegido como padre para sus hijos, no existe ninguna organización que enseñé a los niños a matar desde que nacen, no hay un colegio donde eduquen a los niños para ser de mayores asesinos, ladrones o timadores profesionales.
amiga: de que trabaja ese hombre que has conocido? es también policía como el resto de tu familia?
nieta: no, es profesor y director de un colegio, y también ejerce como psicólogo de sus alumnos y no, no es lo que estás pensando, no dirige la organización secreta del crimen, en todo el mundo no hay un colegio que se dedique a entrenar a futuros asesinos.
amiga: yo nunca he creído en las historias que contaba tu abuelo sobre esa organización, pero ahora... no sé son demasiadas casualidades.
nieta: no por favor, no me hagas esto, el hombre con él que he hablado en la habitación, me ha parecido muy amable y muy interesante, he dedicado demasiado tiempo de mi vida a mi trabajo, nunca puedo conocer a alguien con quién de verdad me gusté estar. No me fastidies este momento, por favor.
amiga: está bien, llámame después y cuéntamelo todo.
amiga: se recuperara, no te preocupes, se recuperara. Iré a buscar café para las dos.
nieta: gracias por estar conmigo, tengo la sensación que mi abuelo solo se recuperaría si consiguiera encontrar la organización de delincuentes profesionales de la que él murmura en sueños, si consiguiera cerrar la organización secreta del crimen y atrapar a todos sus miembros. O por lo menos evitar que siguieran actuando en este país.
amiga: esa organización solo existe en la mente de tu abuelo. No arruines tu vida igual como lo ha hecho él por creer en cosas imposibles.
La amiga salió de la habitación para buscar café.
Y la nieta se quedó a solas. Ella lloró, Fabián que de casualidad pasaba por allí la vio llorar y entró.
Fabián: hola, puedo pasar?
nieta: quién es usted?
Fabián: me llamo Fabián, he venido a visitar a un familiar, la he visto llorar y espero que no se sienta mal por esto pero... es la primera vez en toda mi vida que escuchó un llanto tan sincero e hiriente como el suyo...
nieta: a que familiar ha visitado? yo estoy aquí por mi abuelo.
Fabián: yo... por la madre de un amigo, en realidad es un alumno, trabajó en un colegio, soy psicólogo, profesor y director de un internado de mucho lujo.
nieta: ah! yo soy policía como mi abuelo, y todos mis primos, mis padres no querían que yo llegara a ser policía a pesar de que ellos también lo eran, porque todos echaban la culpa de la desaparición de mi prima a su profesión. Mi abuelo se volvió loco desde el mismo día en que su hija Nadia se quedó embarazada y se largó de casa.
Fabián: tu prima Nadia? cómo se llama tu abuelo?
nieta: Raúl Bosque, fue un gran policía, fue el comisario de la jefatura de policía más importante de la ciudad, y para algunos policías que trabajan actualmente, todavía sigue siendo un ejemplo a seguir.
Fabián: perdona si te molesto pero... como he notado que estás algo sola y yo no tengo nada más que hacer... ¿te importa si me quedo contigo a hacerte compañía?
nieta: no, no, claro que no me importa. Espera aquí.
La nieta salió de la habitación y se encontró con su amiga de frente que venía con los dos cafés.
nieta: menos mal que te encuentro, tienes que irte.
amiga: irme? por qué? le ha pasado algo a tu abuelo?
nieta: no, no, sigue dormido, pero he conocido a alguien y cree que estoy yo sola en la habitación con mi abuelo, si ahora vas allí tú me preocupa que le asustes y se vaya.
amiga: ah! entiendo y es muy guapo, verdad?
nieta: ya lo creo si lo es, tiene unos ojos azules tan claros como el cielo, yo no he visto nunca antes un azul tan limpio como el color de sus ojos.
amiga: ojos azules? como el demonio que se llevó a tu prima del que habla tu abuelo?
nieta: oh! no empieces ahora tú con eso, llevo toda mi vida escuchando a mi abuelo esa absurda historia, mi prima se largó de casa porque mi abuelo no estaba conforme con el hombre que ella había elegido como padre para sus hijos, no existe ninguna organización que enseñé a los niños a matar desde que nacen, no hay un colegio donde eduquen a los niños para ser de mayores asesinos, ladrones o timadores profesionales.
amiga: de que trabaja ese hombre que has conocido? es también policía como el resto de tu familia?
nieta: no, es profesor y director de un colegio, y también ejerce como psicólogo de sus alumnos y no, no es lo que estás pensando, no dirige la organización secreta del crimen, en todo el mundo no hay un colegio que se dedique a entrenar a futuros asesinos.
amiga: yo nunca he creído en las historias que contaba tu abuelo sobre esa organización, pero ahora... no sé son demasiadas casualidades.
nieta: no por favor, no me hagas esto, el hombre con él que he hablado en la habitación, me ha parecido muy amable y muy interesante, he dedicado demasiado tiempo de mi vida a mi trabajo, nunca puedo conocer a alguien con quién de verdad me gusté estar. No me fastidies este momento, por favor.
amiga: está bien, llámame después y cuéntamelo todo.
#430

23/12/2011 23:43
nieta: lo que tú quieras, pero ahora vete, vete, y dame los cafés, yo los llevare a la habitación para tomarme uno con Fabián.
amiga: Fabián? así es como se llama el misterioso hombre de ojos azules que has conocido?
nieta: sí y ahora, largo de aquí! ya!
Y así las dos amigas se despidieron, mientras la nieta volvía a la habitación de su abuelo con los dos cafés donde Fabián la esperaba.
Tres semanas más tarde...
Ya habían pasado tres semanas desde que Fabián decidió hacerse cargo de la organización secreta de la justicia, nuevamente volvían a haber dos organizaciones en funcionamiento, las dos igual de poderosas, las dos igual de armadas, la OSC llevaba creada desde el año 1985 y la OSJ desde el año 2018, claro que el internado aureola había sido levantado solo apenas hace unos 10 meses y medio. Y 1985 fue la fecha en que se construyó el internado valle seco, la fecha de la organización se desconoce, y la leyenda dice que fue creada hace siglos, en la época en la que aún se creía en las brujas y en los maleficios.
Fabián desde que había conocido a su prima segunda o tercera por parte de la familia de su madre en el hospital había iniciado una relación amorosa con ella, claro que Natalia Bosque no sabía nada de que Fabián era en realidad el hijo de Segismundo Amadeo, el hombre que había hecho que su prima Nadia abandonara a toda su familia y su profesión sin explicaciones de la noche a la mañana.
El internado aureola ahora era dirigido por Fabián Amadeo, anteriormente por Germán Puertas, por una androide malévola llamada Josefina Lesedi, pero esa época ya se había terminado.
El internado valle seco ahora era dirigido por Azucena Terrón y Abigail Berlinga como subdirectora, anteriormente por José Luis Puertas, Germán solo durante 8 meses tras la muerte de su padre accidental cuando se cayó de la terraza del colegio mientras observaba las estrellas, de su hermano pequeño Jorge en el relevo y luego vino la época de la revolución, donde una mujer, la única que hubo que pudo y demostró exactamente eso, que una mujer si que podía llegar a ser la directora de la organización secreta del crimen, ya que desde que se fundó no se sabe en que siglo se prohibía expresamente eso, y solo era permitido que la pudieran dirigir los varones de cada familia.
Pues 3 semanas más tarde de todo aquello... en el internado valle seco... Diego Marremo seguía ejerciendo como alumno y profesor de manejo de armas en sustitución de Manuela Terrón desde su muerte, teniendo como novias a la directora y subdirectora (anteriormente cocinera) del centro.
Aquel día Diego entró con su uniforme negro y gris de la organización, con el emblema giratorio y tridimensional de luces rojas OSC en el despacho de dirección.
Diego: Azucena tenemos que hablar, ya han pasado 3 semanas desde que Fabián desconectó a Josefina Lesedi y los miembros de la organización de la justicia vuelven a estar en forma para combatir, no tenemos noticias sobre la emboscada secreta, hay que pensar en algo si realmente queremos ganarles.
Azucena: no te preocupes, está todo controlado, y ahora sal de mi despacho que tengo mucho trabajo.
Diego: de acuerdo, si tan convencida estás, pero no olvides que yo soy algo más en esta organización que un simple alumno, soy tu novio, y si tienes algún plan contra Fabián, me gustaría que confiaras en mí.
Azucena: lo haré no te preocupes, tú eres mi arma secreta.
Diego le sonrió y se disponía a salir del despacho cuando Azucena le llamó deteniéndole...
Azucena: Diego espera!
Diego: qué ocurre?
Azucena: acércate, qué tienes en el cuello? con quién has dormido esta noche?
Diego: pues... sino ha sido contigo, tiene que haber sido con Abigail... ¿a qué viene esta pregunta ahora Azucena? ¿no creerás que aparte de vosotras dos me estoy viendo con alguien más del colegio?
Azucena: Diego yo solo creo en lo que veo, anda acércate y déjame examinarte.
Diego: qué es exactamente lo que esperas encontrar?
Diego se acercó a Azucena, se quitó el jersey para que ella pudiera ver más claramente la dimensión del chupetón del cuello de Diego, Azucena giró el dedo sobre ella misma para hacerle una señal a él de que se diera la vuelta ante ella, Diego así lo hizo y Azucena vio como él tenía toda la espalda con marcas de arañazos.
Azucena le entregó el jersey para que se vistiera otra vez, pronunciando un silbido de exclamación.
Azucena: por lo que veo Abigail se ha empleado a fondo contigo.
Diego: bah! no exageres, lo normal entre un hombre y una mujer.
Azucena: Diego, cuando yo conocí a Abigail en el club nocturno "las musas del olimpo" ella era reconocida por un millar de hombres como la reina de la noche, vale que yo después le quité el puesto pero... me costó 4 largos meses conseguirlo, y con un gran esfuerzo de mi parte, créeme, no hay nada en Abigail que sea normal.
Diego: oye ¿cuál es el problema? no me dijiste que podía acostarme con las dos por separado y conjuntamente siempre que a mí me apeteciera? no era ese el trato?
Azucena: sí pero... empiezo a pensar que Abigail se está aprovechando demasiado de las circunstancias.
En estas semanas... ¿cuántas veces te has acostado con ella? quiero decir en privado...
Diego: no sé... no las he contado...
amiga: Fabián? así es como se llama el misterioso hombre de ojos azules que has conocido?
nieta: sí y ahora, largo de aquí! ya!
Y así las dos amigas se despidieron, mientras la nieta volvía a la habitación de su abuelo con los dos cafés donde Fabián la esperaba.
Tres semanas más tarde...
Ya habían pasado tres semanas desde que Fabián decidió hacerse cargo de la organización secreta de la justicia, nuevamente volvían a haber dos organizaciones en funcionamiento, las dos igual de poderosas, las dos igual de armadas, la OSC llevaba creada desde el año 1985 y la OSJ desde el año 2018, claro que el internado aureola había sido levantado solo apenas hace unos 10 meses y medio. Y 1985 fue la fecha en que se construyó el internado valle seco, la fecha de la organización se desconoce, y la leyenda dice que fue creada hace siglos, en la época en la que aún se creía en las brujas y en los maleficios.
Fabián desde que había conocido a su prima segunda o tercera por parte de la familia de su madre en el hospital había iniciado una relación amorosa con ella, claro que Natalia Bosque no sabía nada de que Fabián era en realidad el hijo de Segismundo Amadeo, el hombre que había hecho que su prima Nadia abandonara a toda su familia y su profesión sin explicaciones de la noche a la mañana.
El internado aureola ahora era dirigido por Fabián Amadeo, anteriormente por Germán Puertas, por una androide malévola llamada Josefina Lesedi, pero esa época ya se había terminado.
El internado valle seco ahora era dirigido por Azucena Terrón y Abigail Berlinga como subdirectora, anteriormente por José Luis Puertas, Germán solo durante 8 meses tras la muerte de su padre accidental cuando se cayó de la terraza del colegio mientras observaba las estrellas, de su hermano pequeño Jorge en el relevo y luego vino la época de la revolución, donde una mujer, la única que hubo que pudo y demostró exactamente eso, que una mujer si que podía llegar a ser la directora de la organización secreta del crimen, ya que desde que se fundó no se sabe en que siglo se prohibía expresamente eso, y solo era permitido que la pudieran dirigir los varones de cada familia.
Pues 3 semanas más tarde de todo aquello... en el internado valle seco... Diego Marremo seguía ejerciendo como alumno y profesor de manejo de armas en sustitución de Manuela Terrón desde su muerte, teniendo como novias a la directora y subdirectora (anteriormente cocinera) del centro.
Aquel día Diego entró con su uniforme negro y gris de la organización, con el emblema giratorio y tridimensional de luces rojas OSC en el despacho de dirección.
Diego: Azucena tenemos que hablar, ya han pasado 3 semanas desde que Fabián desconectó a Josefina Lesedi y los miembros de la organización de la justicia vuelven a estar en forma para combatir, no tenemos noticias sobre la emboscada secreta, hay que pensar en algo si realmente queremos ganarles.
Azucena: no te preocupes, está todo controlado, y ahora sal de mi despacho que tengo mucho trabajo.
Diego: de acuerdo, si tan convencida estás, pero no olvides que yo soy algo más en esta organización que un simple alumno, soy tu novio, y si tienes algún plan contra Fabián, me gustaría que confiaras en mí.
Azucena: lo haré no te preocupes, tú eres mi arma secreta.
Diego le sonrió y se disponía a salir del despacho cuando Azucena le llamó deteniéndole...
Azucena: Diego espera!
Diego: qué ocurre?
Azucena: acércate, qué tienes en el cuello? con quién has dormido esta noche?
Diego: pues... sino ha sido contigo, tiene que haber sido con Abigail... ¿a qué viene esta pregunta ahora Azucena? ¿no creerás que aparte de vosotras dos me estoy viendo con alguien más del colegio?
Azucena: Diego yo solo creo en lo que veo, anda acércate y déjame examinarte.
Diego: qué es exactamente lo que esperas encontrar?
Diego se acercó a Azucena, se quitó el jersey para que ella pudiera ver más claramente la dimensión del chupetón del cuello de Diego, Azucena giró el dedo sobre ella misma para hacerle una señal a él de que se diera la vuelta ante ella, Diego así lo hizo y Azucena vio como él tenía toda la espalda con marcas de arañazos.
Azucena le entregó el jersey para que se vistiera otra vez, pronunciando un silbido de exclamación.
Azucena: por lo que veo Abigail se ha empleado a fondo contigo.
Diego: bah! no exageres, lo normal entre un hombre y una mujer.
Azucena: Diego, cuando yo conocí a Abigail en el club nocturno "las musas del olimpo" ella era reconocida por un millar de hombres como la reina de la noche, vale que yo después le quité el puesto pero... me costó 4 largos meses conseguirlo, y con un gran esfuerzo de mi parte, créeme, no hay nada en Abigail que sea normal.
Diego: oye ¿cuál es el problema? no me dijiste que podía acostarme con las dos por separado y conjuntamente siempre que a mí me apeteciera? no era ese el trato?
Azucena: sí pero... empiezo a pensar que Abigail se está aprovechando demasiado de las circunstancias.
En estas semanas... ¿cuántas veces te has acostado con ella? quiero decir en privado...
Diego: no sé... no las he contado...
#431

23/12/2011 23:43
Azucena: es que tengo la sensación de que han sido más veces que conmigo y... tú siempre me has dicho que la única razón por la que aceptabas estar en medio de las dos era porque estabas enamorado de mí.
Diego: lo estaba y lo estoy, creí que eso estaba claro entre nosotros, tú fuiste la que tuviste la idea de que esta relación fuera a 3 bandas, yo no quería esto.
Azucena: pues para no quererlo te quejas bien poco.
Diego: Qué insinúas?
Azucena: digo que a Abigail le haces demasiado caso como para no sentir nada por ella.
Diego: la última vez hace 3 semanas que ignoré a Abigail, tú me recriminaste por ello y me dijiste que sino le prestaba más atención la organización podía verse afectada, ¿pues qué estoy haciendo mal? solo estoy intentando seguir tus instrucciones, para que todo marché como tu quieres.
Azucena: ya pero a Abigail no le interesa lo que yo quiero, lo que es mejor para la organización o lo que quieras tú, a ella solo le importa satisfacer sus deseos íntimos con cualquiera de nosotros dos, yo tengo experiencia en este mundo y sé como controlarla, pero tú... tienes 16 años y eres demasiado joven, igual a lo mejor no deberías aprender ciertas cosas que te puede enseñar Abigail, yo estoy preocupada por lo que tú y Abigail habéis llegado a hacer cuando estáis los dos solos en la cama.
Diego: oye, que yo sepa yo ya no soy ningún niño de 4 años, puedo tomar mis propias decisiones, y antes de estar con Abigail estaba contigo, y tú tienes casi la misma experiencia que ella y cuando eras tú la que estaba conmigo, nunca te preocupó que yo fuera demasiado joven como para enseñarme ciertas cosas.
Azucena: Abigail es mucho peor que yo, fue mi maestra, sin ella yo nunca hubiese conseguido llegar tan alto en el negocio de la prostitución.
Diego: oye que yo sepa, Abigail ha pasado los últimos 16 años en los que tú has trabajado como prostituta para todos los directivos de esta organización, encerrada en unas sucias y asquerosas mazmorras. Y en esos 16 años tú has podido superarla en experiencia...
Azucena: eso es incorrecto, Abigail ha pasado 11 años encerrada en la mazmorra de este internado, sí, pero siendo la esclava sexual de Jorge Puertas, yo solo estuve con él una vez en toda mi vida, Abigail no sabemos cuantas veces, y Jorge se recorría todos los burdeles de la ciudad todas las semanas de todos los meses, además de tirarse a mi sobrina Rubí de 16 años en esta misma mesa y engatusarla con palabras de amor, tú no sabes lo depravado e imaginativo que puede llegar a ser Jorge en el terreno sexual.
Diego: yo no soy como Jorge vale? puede que haya sido lo más parecido que he tenido a un padre desde que mi madre se desmayó a causa de su embarazo en las puertas de este colegio, pero no me parezco a él en absoluto.
Azucena: lo sé, por eso me preocupa que ahora Abigail se esté aprovechando más de la cuenta de ti. Diego ¿podías explicarme hasta donde has llegado con Abigail cuando has estado con ella a solas en la cama?
Diego: no sé... ¿por qué no le preguntas eso a Abigail? que te lo cuente ella! yo soy un caballero y fuera de la cama no hablo de esas cosas con nadie.
Azucena: Diego, por favor, estoy hablando en serio.
Diego: yo también, que yo sepa yo no soy el único que se acuesta con Abigail en privado en esta relación, tú también te acuestas con ella, no?
Azucena: Sí pero es diferente, ya te he dicho que yo sé como controlarla, y a veces... de hecho la mayoría de las veces le hago unos mimos, unos besos, unas mínimas caricias y luego finjo que me he dormido por estar agotada por el trabajo.
Diego: sí, bueno, yo alguna que otra noche también he hecho eso.
Azucena: Diego no me lo creo, porque a Abigail la veo siempre todas las mañanas sonriendo de punta a punta y cantando como unas castañuelas después de haber pasado la noche contigo y no me cabe en la cabeza que esa alegría en su cuerpo solo sea por unos simples mimos de tu parte. Diego, no me cuentes trolas por favor!!
Diego: oye relájate, suceda lo que suceda entre Abigail y yo, te puedo asegurar que tú siempre has sido y serás la única mujer que me importa de verdad.
Azucena: Diego, voy a preguntártelo una última vez ¿hasta donde has llegado con Abigail en la cama?
te exijo que me lo digas!
Diego: yo que sé! no me agobies! me duele la cabeza, vale?
Azucena: pues para acostarte con Abigail todas las noches no te duele la cabeza...
Diego: lo estaba y lo estoy, creí que eso estaba claro entre nosotros, tú fuiste la que tuviste la idea de que esta relación fuera a 3 bandas, yo no quería esto.
Azucena: pues para no quererlo te quejas bien poco.
Diego: Qué insinúas?
Azucena: digo que a Abigail le haces demasiado caso como para no sentir nada por ella.
Diego: la última vez hace 3 semanas que ignoré a Abigail, tú me recriminaste por ello y me dijiste que sino le prestaba más atención la organización podía verse afectada, ¿pues qué estoy haciendo mal? solo estoy intentando seguir tus instrucciones, para que todo marché como tu quieres.
Azucena: ya pero a Abigail no le interesa lo que yo quiero, lo que es mejor para la organización o lo que quieras tú, a ella solo le importa satisfacer sus deseos íntimos con cualquiera de nosotros dos, yo tengo experiencia en este mundo y sé como controlarla, pero tú... tienes 16 años y eres demasiado joven, igual a lo mejor no deberías aprender ciertas cosas que te puede enseñar Abigail, yo estoy preocupada por lo que tú y Abigail habéis llegado a hacer cuando estáis los dos solos en la cama.
Diego: oye, que yo sepa yo ya no soy ningún niño de 4 años, puedo tomar mis propias decisiones, y antes de estar con Abigail estaba contigo, y tú tienes casi la misma experiencia que ella y cuando eras tú la que estaba conmigo, nunca te preocupó que yo fuera demasiado joven como para enseñarme ciertas cosas.
Azucena: Abigail es mucho peor que yo, fue mi maestra, sin ella yo nunca hubiese conseguido llegar tan alto en el negocio de la prostitución.
Diego: oye que yo sepa, Abigail ha pasado los últimos 16 años en los que tú has trabajado como prostituta para todos los directivos de esta organización, encerrada en unas sucias y asquerosas mazmorras. Y en esos 16 años tú has podido superarla en experiencia...
Azucena: eso es incorrecto, Abigail ha pasado 11 años encerrada en la mazmorra de este internado, sí, pero siendo la esclava sexual de Jorge Puertas, yo solo estuve con él una vez en toda mi vida, Abigail no sabemos cuantas veces, y Jorge se recorría todos los burdeles de la ciudad todas las semanas de todos los meses, además de tirarse a mi sobrina Rubí de 16 años en esta misma mesa y engatusarla con palabras de amor, tú no sabes lo depravado e imaginativo que puede llegar a ser Jorge en el terreno sexual.
Diego: yo no soy como Jorge vale? puede que haya sido lo más parecido que he tenido a un padre desde que mi madre se desmayó a causa de su embarazo en las puertas de este colegio, pero no me parezco a él en absoluto.
Azucena: lo sé, por eso me preocupa que ahora Abigail se esté aprovechando más de la cuenta de ti. Diego ¿podías explicarme hasta donde has llegado con Abigail cuando has estado con ella a solas en la cama?
Diego: no sé... ¿por qué no le preguntas eso a Abigail? que te lo cuente ella! yo soy un caballero y fuera de la cama no hablo de esas cosas con nadie.
Azucena: Diego, por favor, estoy hablando en serio.
Diego: yo también, que yo sepa yo no soy el único que se acuesta con Abigail en privado en esta relación, tú también te acuestas con ella, no?
Azucena: Sí pero es diferente, ya te he dicho que yo sé como controlarla, y a veces... de hecho la mayoría de las veces le hago unos mimos, unos besos, unas mínimas caricias y luego finjo que me he dormido por estar agotada por el trabajo.
Diego: sí, bueno, yo alguna que otra noche también he hecho eso.
Azucena: Diego no me lo creo, porque a Abigail la veo siempre todas las mañanas sonriendo de punta a punta y cantando como unas castañuelas después de haber pasado la noche contigo y no me cabe en la cabeza que esa alegría en su cuerpo solo sea por unos simples mimos de tu parte. Diego, no me cuentes trolas por favor!!
Diego: oye relájate, suceda lo que suceda entre Abigail y yo, te puedo asegurar que tú siempre has sido y serás la única mujer que me importa de verdad.
Azucena: Diego, voy a preguntártelo una última vez ¿hasta donde has llegado con Abigail en la cama?
te exijo que me lo digas!
Diego: yo que sé! no me agobies! me duele la cabeza, vale?
Azucena: pues para acostarte con Abigail todas las noches no te duele la cabeza...
#432

23/12/2011 23:48
Diego: si me acuesto más a menudo con Abigail que contigo es solo porque siempre que vengo a buscarte tú estás trabajando en este despacho frente a la pantalla del ordenador...
Azucena: claro, y tú como estás tan solo pues te echas a llorar en los brazos de Abigail, verdad?
Diego: cállate! ya basta! no sé ni porque estamos discutiendo! Azucena yo te quiero, yo lo único que quiero es estar bien contigo, lo demás no me importa. Ven aquí conmigo...
Diego se acercó a Azucena y la cogió de la mano para pegarla junto a su cintura y besarla.
Azucena: Diego, Diego qué haces? para, para, ahora no, Diego, no es el momento...
Diego: eh? no te estabas quejando de que estaba más tiempo con Abigail que contigo? pues déjame demostrarte que eso solo es un mero espejismo, déjame demostrarte que tú eres la única persona con la que quiero estar, ahora estamos los dos solos, verdad?
Azucena: Diego ahora no, tengo mucho trabajo.
Diego: claro, y el trabajo de la organización siempre es más importante que estar conmigo, verdad?
Azucena miró a Diego, Diego le miraba a ella con mirada implorante, Azucena le abrazó y le besó, Azucena no tardó en perder el control de sí misma besándole, empujó a Diego sobre la mesa de caoba del despacho, se subió la falda y se colocó encima de él, subiéndole el jersey y paseándole sus manos por el pecho desnudo de él.
En ese instante... alguien entró al despacho interrumpiéndoles...
Azucena levantó la cabeza para ver quién era.
Azucena le dijo a Abigail mirándola, sin moverse de la posición comprometida donde se encontraba ella con Diego.
Azucena: Abigail ¿te importaría cerrar la puerta? estoy ocupada ¿no lo ves?
Abigail: no claro, no me importa.
Abigail entró al despacho y cerró la puerta con llave estando ella dentro.
Azucena: Abigail creo que no me he explicado bien, me refería a que cerraras la puerta y salieras tú del despacho para dejarme a solas con Diego ¿me entiendes ahora?
Abigail: no, si ya te había entendido antes, pero cómo tú misma me dijiste Diego es ahora para las dos, no solo para una de las dos, y si tú estás con él ahora, no veo porque no pueda quedarme yo también.
Azucena se levantó malhumorada de encima del cuerpo de Diego, le hizo señales a éste para que se vistiera y mirando furiosa a Abigail le dijo.
Azucena: tú durante las 3 últimas semanas has tenido a Diego para ti sola cantidad de veces, déjame a mí recuperar el tiempo perdido con él ahora, no?
Abigail: oye esto no funciona, creo que cuando hicimos el pacto entre los 3 no estudiamos bien todas las posibilidades, yo creo que lo mejor sería que marcáramos unas pautas o unas normas y las siguiéramos los 3. Porque así no podemos seguir, deberíamos establecer como repartirnos el tiempo cada una de nosotras con Diego.
Azucena: de acuerdo, qué propones?
Abigail: yo no quería llegar hasta este extremo, pero es evidente que a ti y a mí nos cuesta ponernos de acuerdo sobre algunos términos, y lo mejor sería que escribiéramos un calendario sobre el tiempo adecuado para distribuirnos a Diego para ti y para mí.
Azucena: qué hagamos un calendario? y como lo hacemos, por horas, por días, por semanas...?
Diego: oye que estoy yo delante! oye queréis dejar de discutir! por favor, queréis mirarme alguna de las dos a la cara!
Abigail: no sé, esto es muy complicado para mí, yo de verdad que te debo mucho Azucena y para mí es una gran suerte poder compartir contigo a Diego pero... hay momentos de mi vida en los que solo quiero que formé parte él, eso no significa que tú no seas importante para mí, pero Diego tiene unas cualidades físicas obvias con las que tú no puedes competir.
Azucena: que yo sepa la finalidad de esta relación no era esa, ni Diego quiere sustituirme a mí en mi tiempo contigo, ni yo quiero sustituirle a él, pactamos en que lo importante era que los 3 estuviéramos contentos, con lo que pudiéramos conseguir con cada una de las partes, además no quería decirte esto para no herirte, pero yo disfruto más estando con Diego que estando contigo.
Abigail: pues no vas a quedarte a Diego para ti sola, ese no era el trato, y tú sabes muy bien lo peligrosa que puedo llegar a ser yo cuando no obtengo de la gente lo que espero conseguir de ellos, que me contenten siempre en todos mis deseos.
Azucena: vale, quieres hacer un calendario? pues vamos a hacerlo!
Diego: no! no y no! parar ya!
Azucena: claro, y tú como estás tan solo pues te echas a llorar en los brazos de Abigail, verdad?
Diego: cállate! ya basta! no sé ni porque estamos discutiendo! Azucena yo te quiero, yo lo único que quiero es estar bien contigo, lo demás no me importa. Ven aquí conmigo...
Diego se acercó a Azucena y la cogió de la mano para pegarla junto a su cintura y besarla.
Azucena: Diego, Diego qué haces? para, para, ahora no, Diego, no es el momento...
Diego: eh? no te estabas quejando de que estaba más tiempo con Abigail que contigo? pues déjame demostrarte que eso solo es un mero espejismo, déjame demostrarte que tú eres la única persona con la que quiero estar, ahora estamos los dos solos, verdad?
Azucena: Diego ahora no, tengo mucho trabajo.
Diego: claro, y el trabajo de la organización siempre es más importante que estar conmigo, verdad?
Azucena miró a Diego, Diego le miraba a ella con mirada implorante, Azucena le abrazó y le besó, Azucena no tardó en perder el control de sí misma besándole, empujó a Diego sobre la mesa de caoba del despacho, se subió la falda y se colocó encima de él, subiéndole el jersey y paseándole sus manos por el pecho desnudo de él.
En ese instante... alguien entró al despacho interrumpiéndoles...
Azucena levantó la cabeza para ver quién era.
Azucena le dijo a Abigail mirándola, sin moverse de la posición comprometida donde se encontraba ella con Diego.
Azucena: Abigail ¿te importaría cerrar la puerta? estoy ocupada ¿no lo ves?
Abigail: no claro, no me importa.
Abigail entró al despacho y cerró la puerta con llave estando ella dentro.
Azucena: Abigail creo que no me he explicado bien, me refería a que cerraras la puerta y salieras tú del despacho para dejarme a solas con Diego ¿me entiendes ahora?
Abigail: no, si ya te había entendido antes, pero cómo tú misma me dijiste Diego es ahora para las dos, no solo para una de las dos, y si tú estás con él ahora, no veo porque no pueda quedarme yo también.
Azucena se levantó malhumorada de encima del cuerpo de Diego, le hizo señales a éste para que se vistiera y mirando furiosa a Abigail le dijo.
Azucena: tú durante las 3 últimas semanas has tenido a Diego para ti sola cantidad de veces, déjame a mí recuperar el tiempo perdido con él ahora, no?
Abigail: oye esto no funciona, creo que cuando hicimos el pacto entre los 3 no estudiamos bien todas las posibilidades, yo creo que lo mejor sería que marcáramos unas pautas o unas normas y las siguiéramos los 3. Porque así no podemos seguir, deberíamos establecer como repartirnos el tiempo cada una de nosotras con Diego.
Azucena: de acuerdo, qué propones?
Abigail: yo no quería llegar hasta este extremo, pero es evidente que a ti y a mí nos cuesta ponernos de acuerdo sobre algunos términos, y lo mejor sería que escribiéramos un calendario sobre el tiempo adecuado para distribuirnos a Diego para ti y para mí.
Azucena: qué hagamos un calendario? y como lo hacemos, por horas, por días, por semanas...?
Diego: oye que estoy yo delante! oye queréis dejar de discutir! por favor, queréis mirarme alguna de las dos a la cara!
Abigail: no sé, esto es muy complicado para mí, yo de verdad que te debo mucho Azucena y para mí es una gran suerte poder compartir contigo a Diego pero... hay momentos de mi vida en los que solo quiero que formé parte él, eso no significa que tú no seas importante para mí, pero Diego tiene unas cualidades físicas obvias con las que tú no puedes competir.
Azucena: que yo sepa la finalidad de esta relación no era esa, ni Diego quiere sustituirme a mí en mi tiempo contigo, ni yo quiero sustituirle a él, pactamos en que lo importante era que los 3 estuviéramos contentos, con lo que pudiéramos conseguir con cada una de las partes, además no quería decirte esto para no herirte, pero yo disfruto más estando con Diego que estando contigo.
Abigail: pues no vas a quedarte a Diego para ti sola, ese no era el trato, y tú sabes muy bien lo peligrosa que puedo llegar a ser yo cuando no obtengo de la gente lo que espero conseguir de ellos, que me contenten siempre en todos mis deseos.
Azucena: vale, quieres hacer un calendario? pues vamos a hacerlo!
Diego: no! no y no! parar ya!
#433

23/12/2011 23:49
Abigail: perdona, Diego, querías algo?
Diego: sí, quiero que dejéis de pelearos por mí! que estoy harto! harto de vosotras dos! harto de vuestros juegos sexuales! tengo la sensación que a ninguna le importó de verdad y que solo me usáis como objeto sexual y ya me he cansado de las dos! estoy harto de saltar en estas últimas 3 semanas de la cama de la una a la otra! y ya se acabó! se acabó! me voy de aquí! a la organización secreta de la justicia! debí marcharme mucho antes, antes de iniciar esta estúpida locura de relación con vosotras dos!
Diego se marchó del despacho furioso dando un portazo tras él.
Azucena y Abigail se miraron a lo ojos.
Azucena: Diego no se va a ir tú tranquila, en cuanto se le pasé el enfado, seguro que todo vuelve a ser como antes.
Abigail: más te vale que sea así, porque como Diego se vaya de este colegio al bando enemigo, yo me voy con él.
FIN DEL CAPITULO 43
CAPITULO 44
DECIMOPRIMERO DE LA CUARTA TEMPORADA
SACRIFICIO
Diego Marremo había mantenido una fuerte discusión con Azucena Terrón y Abigail Berlinga en el despacho de dirección del internado valle seco. Tras esa gran riña él subió a su cuarto y se preparó la maleta, estaba decidido a largarse para siempre de allí y ahora que Fabián era el director de la organización de la justicia y sabía que le recibiría con las manos abiertas, sabía perfectamente a donde debía ir.
Diego bajó por las escaleras con maleta en mano dirigiéndose hacia la puerta de salida del colegio, cuando Abigail con Azucena persiguiéndola, fueron a su encuentro.
Abigail le cogió la maleta a Diego estirando de ella, y llorando, sollozaba.
Abigail: no te vayas, no te vayas por favor! te juró que si te quedas te daré todo lo que tú quieras, todo. Yo no he hecho nada para que te enfades conmigo, la culpa la tiene la presumida de Azucena, siempre hace lo mismo, siempre intenta robarme todo lo que a mí me importa y consigo tener a mi lado, es una avariciosa, que no sabe compartir, me robó a mis clientes en el club nocturno "las musas del olimpo", hace años y ahora pretende alejarte a ti de mi lado.
Diego: suelta la maleta Abigail, suéltala!! y que sepas una cosa, no me voy solo del colegio por Azucena, me voy por las dos, a mí nadie ha intentado separarme de ti, porque tú nunca me has tenido ni me tendrás, no sé a lo que te refieres cuando dices que me darías todo si aceptara quedarme, pero yo no quiero nada tuyo, para mí nunca ha significado nada todo lo que ha pasado entre nosotros, Azucena es la única mujer en la que pienso desde que me levantó hasta que me voy a dormir, siempre ha sido y siempre lo será y solo me quedaría por ella, pero no puedo seguir insistiendo en un amor de una sola dirección.
Abigail: Diego por favor escúchame, tú dijiste que yo había sido como la luz del día que te alegré de tu encierro tras esos 5 meses que pasaste en la mazmorra del internado aureola, recuerda todas nuestras charlas desde que me liberaste de la celda, todas las noches que hemos pasado juntos, cuando por las mañanas nos hemos levantado abrazados ¿me estás diciendo que todo lo que hemos vivido desde que me trajiste aquí y me ofreciste trabajo como cocinera, ha sido mentira?
Diego: no, no te lo estoy diciendo, te lo estoy afirmando, y además con todas las letras, nunca te he querido ni te querré, siento mucho si alguna vez te dije algo que no era verdad, no lo hice adrede, en esta escuela me enseñaron a mentir desde pequeño, y yo tengo matricula de honor en esa asignatura. Y ahora suelta la maleta, sino quieres que te arranqué el brazo y lo arrastré conmigo por todo el bosque.
Abigail soltó la maleta.
Diego caminó hasta la puerta.
Abigail: Diego espera! yo me iré contigo!
Diego se detuvo en seco y se dio media vuelta al escuchar las palabras dichas por Abigail.
Diego: cómo has dicho?
Abigail caminó unos pasos hacia delante.
Abigail: estoy dispuesta a irme contigo Diego, si tú te vas de aquí, yo lo dejó todo y me voy a donde tú vayas, al fin del mundo si hace falta, pero por favor, no me dejes aquí sola sin ti.
Diego se rió al escucharla.
Diego: tú estás loca!? que no quiero que vengas conmigo, que no te quiero! que me repugnas, que me das asco! que si me voy de este colegio es para alejarme de ti! solo hay una persona que me llevaría conmigo, si ella aceptara, una que me tiene robado el corazón desde el mismo día que puse mis ojos en ella.
Diego dejó la maleta en el suelo se acercó a Azucena, la cogió por la cintura, y la besó en los labios.
Diego: qué me dices Azucena? te vienes conmigo a la organización secreta de la justicia?
Azucena se separó de Diego, retirándole a él los brazos de su cintura al mismo tiempo que giraba la cabeza para no mirarle a los ojos.
Diego: no sé ni porque me molestó en preguntártelo, la organización del crimen es tu vida, nunca la abandonarías por nada ni por nadie.
Diego: sí, quiero que dejéis de pelearos por mí! que estoy harto! harto de vosotras dos! harto de vuestros juegos sexuales! tengo la sensación que a ninguna le importó de verdad y que solo me usáis como objeto sexual y ya me he cansado de las dos! estoy harto de saltar en estas últimas 3 semanas de la cama de la una a la otra! y ya se acabó! se acabó! me voy de aquí! a la organización secreta de la justicia! debí marcharme mucho antes, antes de iniciar esta estúpida locura de relación con vosotras dos!
Diego se marchó del despacho furioso dando un portazo tras él.
Azucena y Abigail se miraron a lo ojos.
Azucena: Diego no se va a ir tú tranquila, en cuanto se le pasé el enfado, seguro que todo vuelve a ser como antes.
Abigail: más te vale que sea así, porque como Diego se vaya de este colegio al bando enemigo, yo me voy con él.
FIN DEL CAPITULO 43
CAPITULO 44
DECIMOPRIMERO DE LA CUARTA TEMPORADA
SACRIFICIO
Diego Marremo había mantenido una fuerte discusión con Azucena Terrón y Abigail Berlinga en el despacho de dirección del internado valle seco. Tras esa gran riña él subió a su cuarto y se preparó la maleta, estaba decidido a largarse para siempre de allí y ahora que Fabián era el director de la organización de la justicia y sabía que le recibiría con las manos abiertas, sabía perfectamente a donde debía ir.
Diego bajó por las escaleras con maleta en mano dirigiéndose hacia la puerta de salida del colegio, cuando Abigail con Azucena persiguiéndola, fueron a su encuentro.
Abigail le cogió la maleta a Diego estirando de ella, y llorando, sollozaba.
Abigail: no te vayas, no te vayas por favor! te juró que si te quedas te daré todo lo que tú quieras, todo. Yo no he hecho nada para que te enfades conmigo, la culpa la tiene la presumida de Azucena, siempre hace lo mismo, siempre intenta robarme todo lo que a mí me importa y consigo tener a mi lado, es una avariciosa, que no sabe compartir, me robó a mis clientes en el club nocturno "las musas del olimpo", hace años y ahora pretende alejarte a ti de mi lado.
Diego: suelta la maleta Abigail, suéltala!! y que sepas una cosa, no me voy solo del colegio por Azucena, me voy por las dos, a mí nadie ha intentado separarme de ti, porque tú nunca me has tenido ni me tendrás, no sé a lo que te refieres cuando dices que me darías todo si aceptara quedarme, pero yo no quiero nada tuyo, para mí nunca ha significado nada todo lo que ha pasado entre nosotros, Azucena es la única mujer en la que pienso desde que me levantó hasta que me voy a dormir, siempre ha sido y siempre lo será y solo me quedaría por ella, pero no puedo seguir insistiendo en un amor de una sola dirección.
Abigail: Diego por favor escúchame, tú dijiste que yo había sido como la luz del día que te alegré de tu encierro tras esos 5 meses que pasaste en la mazmorra del internado aureola, recuerda todas nuestras charlas desde que me liberaste de la celda, todas las noches que hemos pasado juntos, cuando por las mañanas nos hemos levantado abrazados ¿me estás diciendo que todo lo que hemos vivido desde que me trajiste aquí y me ofreciste trabajo como cocinera, ha sido mentira?
Diego: no, no te lo estoy diciendo, te lo estoy afirmando, y además con todas las letras, nunca te he querido ni te querré, siento mucho si alguna vez te dije algo que no era verdad, no lo hice adrede, en esta escuela me enseñaron a mentir desde pequeño, y yo tengo matricula de honor en esa asignatura. Y ahora suelta la maleta, sino quieres que te arranqué el brazo y lo arrastré conmigo por todo el bosque.
Abigail soltó la maleta.
Diego caminó hasta la puerta.
Abigail: Diego espera! yo me iré contigo!
Diego se detuvo en seco y se dio media vuelta al escuchar las palabras dichas por Abigail.
Diego: cómo has dicho?
Abigail caminó unos pasos hacia delante.
Abigail: estoy dispuesta a irme contigo Diego, si tú te vas de aquí, yo lo dejó todo y me voy a donde tú vayas, al fin del mundo si hace falta, pero por favor, no me dejes aquí sola sin ti.
Diego se rió al escucharla.
Diego: tú estás loca!? que no quiero que vengas conmigo, que no te quiero! que me repugnas, que me das asco! que si me voy de este colegio es para alejarme de ti! solo hay una persona que me llevaría conmigo, si ella aceptara, una que me tiene robado el corazón desde el mismo día que puse mis ojos en ella.
Diego dejó la maleta en el suelo se acercó a Azucena, la cogió por la cintura, y la besó en los labios.
Diego: qué me dices Azucena? te vienes conmigo a la organización secreta de la justicia?
Azucena se separó de Diego, retirándole a él los brazos de su cintura al mismo tiempo que giraba la cabeza para no mirarle a los ojos.
Diego: no sé ni porque me molestó en preguntártelo, la organización del crimen es tu vida, nunca la abandonarías por nada ni por nadie.
#434

23/12/2011 23:49
Diego le cogió de la barbilla a Azucena para girarle la cabeza hacia él, y la besó de nuevo, por sorpresa.
Diego: adiós Azucena, adiós para siempre, nunca voy a dejar de quererte, sé que amándote como te amó estoy condenando mi alma al diablo, pero no me importa, porque los amarres hechos con espinas de tu amor los tengo encasquetados en mis muñecas, y no sé como soltarme. Siempre voy a ser tuyo Azucena, siempre, aunque aparezcan otras mujeres en mi vida y no nos volvamos a ver, nunca habrá nadie que te sustituya.
Diego caminó con paso firme hacia la maleta, la volvió a coger, abrió la puerta mientras lloraba mirando de reojo a Azucena y se marchó tras ella, cogiendo un coche del parking exterior al colegio, para conducirlo rumbo al internado aureola.
Al cerrarse la puerta, Abigail corrió hasta ella, se arrodilló junto al pomo y lloró desconsoladamente, repitiendo el nombre de Diego, mientras se sorbía las lágrimas.
Azucena caminó hacia ella, la ayudó a levantarse...
Azucena: anda levántate! estás haciendo el ridículo aquí en medio! eres patética! me das pena! una mujer nunca se rebaja de esta forma por ningún hombre, me has oído? nunca!!
Abigail: cállate, cállate y no me toques! Diego se ha marchado por tu culpa! todo ha sido por tu culpa!
Abigail le pegó una bofetada a Azucena, llena de rabia.
Abigail se limpió las lágrimas y subió las escaleras hacia el segundo piso.
Azucena muy enfadada la siguió chillándole.
Azucena: cómo te atreves a echarme la culpa de la marcha de Diego?! tú sabes por todo lo que hemos pasado ese chico y yo desde que empecemos nuestra relación de pareja?! no tienes ni idea de lo mucho que me importa Diego, no sabes la de veces que discutí con mi sobrina Esmeralda que estaba enamoradísima de él desde niña para conseguir tenerle solo para mí, tú te piensas que a mí me gustaba tener en mi contra en esta relación a mi propia hermana y a su hija mayor?! odiaba tener que ser cruel con ella, pero era la única forma de estar con Diego, si tú no hubieses venido nunca a este colegio, Diego y yo aún seguiríamos juntos hoy por hoy!!
Abigail: si yo nunca hubiese venido a este colegio, Diego tampoco lo hubiese hecho, los dos estuvimos encerrados en las mazmorras del internado aureola, y para importarte tanto Diego muy poco te importó que él se muriera de pena mientras te esperaba a que tú fueras a liberarle a la celda durante 5 largos meses.
Azucena: sino fui era porque creía que estaba muerto! la última vez que lo había visto estaba anestesiado en el quirófano de los pasadizos de la organización de la justicia, a punto de ser operado para extraerle la bomba que era el símbolo de nuestro amor, y arrojarle al volcán, yo no tenía ni idea de que todavía seguía vivo.
Abigail: a ti te convenía pensar y creer que él estaba muerto, pero no lo estaba, puede que sintieras algo su supuesta muerte, pero a ti nunca te ha llegado a importar en verdad tanto como dices Diego.
Azucena: y tú qué sabes? yo estoy enamorada de él, vale? llevamos casi un año juntos y de todos los hombres que he conocido es él que me ha hecho más feliz en toda mi vida.
Abigail: en serio? y no te parece que le estás dando demasiada importancia a tu relación con un chiquillo de 16 años? y luego yo soy la patética?, por favor, si solo hace falta mirarte a la cara para saber que te derrites por él.
Azucena: dentro de 2 días cumple los 17, además no sé como puedes hablar de Diego con tanta desenvoltura, tú no le conoces en absoluto, no sabes todo lo que ha hecho por mí desde que me confesó su amor, además, si de verdad piensas que solo es un chiquillo de 16 años, no sé que hacías hace unos minutos llorando por él arrodillada agarrada al pomo de la puerta...
Abigail: no lloraba por él. Lloraba porque es una pena que ahora que ya no está en este colegio, ya nunca más voy a poder tirármelo. Lloraba porque todos los revolcones que me he dao con él desde que le conocí en las diferentes estancias de este internado, ya no se van a volver a repetir, y Diego tendrá solo 16 años pero está demasiado bueno como para no tenérselo en cuenta.
Azucena le miró muy enfadada a Abigail, ellas dos habían subido las escaleras hasta toda su totalidad, y entrado en la habitación de una de ellas dos.
Azucena, dentro de su cuarto, abofeteó a Abigail.
Abigail: eso es todo lo que puedes hacerme? vamos! si lo estás deseando! las dos sabemos que tienes la superfuerza de 100.000 hombres, vamos, hazlo! estámpame contra la pared de una vez y para siempre y líbrate de mí!
Azucena levantó su brazo para prepararse a golpear a Abigail, pero a medio centímetro de su cara se detuvo, lloró y dijo.
Azucena: por qué me haces esto Abigail? eh, por qué? ya no recuerdas lo importante que fue lo que pasamos tú y yo cuando teníamos 19 años? juramos que nunca nada se interpondría entre nosotras, de verdad quieres darle punto y final a todo eso?
Abigail: no, lo siento, lo siento, no sé que me ha pasado, a mí me gustaba la relación que teníamos los 3, junto a Diego, ahora que él se ha marchado, yo me siento algo perdida...
Abigail se dejó caer sobre la cama.
Azucena: no pasa nada, te perdono, lo único importante es la organización, si nos mantenemos unidas nada puede ir mal.
Diego: adiós Azucena, adiós para siempre, nunca voy a dejar de quererte, sé que amándote como te amó estoy condenando mi alma al diablo, pero no me importa, porque los amarres hechos con espinas de tu amor los tengo encasquetados en mis muñecas, y no sé como soltarme. Siempre voy a ser tuyo Azucena, siempre, aunque aparezcan otras mujeres en mi vida y no nos volvamos a ver, nunca habrá nadie que te sustituya.
Diego caminó con paso firme hacia la maleta, la volvió a coger, abrió la puerta mientras lloraba mirando de reojo a Azucena y se marchó tras ella, cogiendo un coche del parking exterior al colegio, para conducirlo rumbo al internado aureola.
Al cerrarse la puerta, Abigail corrió hasta ella, se arrodilló junto al pomo y lloró desconsoladamente, repitiendo el nombre de Diego, mientras se sorbía las lágrimas.
Azucena caminó hacia ella, la ayudó a levantarse...
Azucena: anda levántate! estás haciendo el ridículo aquí en medio! eres patética! me das pena! una mujer nunca se rebaja de esta forma por ningún hombre, me has oído? nunca!!
Abigail: cállate, cállate y no me toques! Diego se ha marchado por tu culpa! todo ha sido por tu culpa!
Abigail le pegó una bofetada a Azucena, llena de rabia.
Abigail se limpió las lágrimas y subió las escaleras hacia el segundo piso.
Azucena muy enfadada la siguió chillándole.
Azucena: cómo te atreves a echarme la culpa de la marcha de Diego?! tú sabes por todo lo que hemos pasado ese chico y yo desde que empecemos nuestra relación de pareja?! no tienes ni idea de lo mucho que me importa Diego, no sabes la de veces que discutí con mi sobrina Esmeralda que estaba enamoradísima de él desde niña para conseguir tenerle solo para mí, tú te piensas que a mí me gustaba tener en mi contra en esta relación a mi propia hermana y a su hija mayor?! odiaba tener que ser cruel con ella, pero era la única forma de estar con Diego, si tú no hubieses venido nunca a este colegio, Diego y yo aún seguiríamos juntos hoy por hoy!!
Abigail: si yo nunca hubiese venido a este colegio, Diego tampoco lo hubiese hecho, los dos estuvimos encerrados en las mazmorras del internado aureola, y para importarte tanto Diego muy poco te importó que él se muriera de pena mientras te esperaba a que tú fueras a liberarle a la celda durante 5 largos meses.
Azucena: sino fui era porque creía que estaba muerto! la última vez que lo había visto estaba anestesiado en el quirófano de los pasadizos de la organización de la justicia, a punto de ser operado para extraerle la bomba que era el símbolo de nuestro amor, y arrojarle al volcán, yo no tenía ni idea de que todavía seguía vivo.
Abigail: a ti te convenía pensar y creer que él estaba muerto, pero no lo estaba, puede que sintieras algo su supuesta muerte, pero a ti nunca te ha llegado a importar en verdad tanto como dices Diego.
Azucena: y tú qué sabes? yo estoy enamorada de él, vale? llevamos casi un año juntos y de todos los hombres que he conocido es él que me ha hecho más feliz en toda mi vida.
Abigail: en serio? y no te parece que le estás dando demasiada importancia a tu relación con un chiquillo de 16 años? y luego yo soy la patética?, por favor, si solo hace falta mirarte a la cara para saber que te derrites por él.
Azucena: dentro de 2 días cumple los 17, además no sé como puedes hablar de Diego con tanta desenvoltura, tú no le conoces en absoluto, no sabes todo lo que ha hecho por mí desde que me confesó su amor, además, si de verdad piensas que solo es un chiquillo de 16 años, no sé que hacías hace unos minutos llorando por él arrodillada agarrada al pomo de la puerta...
Abigail: no lloraba por él. Lloraba porque es una pena que ahora que ya no está en este colegio, ya nunca más voy a poder tirármelo. Lloraba porque todos los revolcones que me he dao con él desde que le conocí en las diferentes estancias de este internado, ya no se van a volver a repetir, y Diego tendrá solo 16 años pero está demasiado bueno como para no tenérselo en cuenta.
Azucena le miró muy enfadada a Abigail, ellas dos habían subido las escaleras hasta toda su totalidad, y entrado en la habitación de una de ellas dos.
Azucena, dentro de su cuarto, abofeteó a Abigail.
Abigail: eso es todo lo que puedes hacerme? vamos! si lo estás deseando! las dos sabemos que tienes la superfuerza de 100.000 hombres, vamos, hazlo! estámpame contra la pared de una vez y para siempre y líbrate de mí!
Azucena levantó su brazo para prepararse a golpear a Abigail, pero a medio centímetro de su cara se detuvo, lloró y dijo.
Azucena: por qué me haces esto Abigail? eh, por qué? ya no recuerdas lo importante que fue lo que pasamos tú y yo cuando teníamos 19 años? juramos que nunca nada se interpondría entre nosotras, de verdad quieres darle punto y final a todo eso?
Abigail: no, lo siento, lo siento, no sé que me ha pasado, a mí me gustaba la relación que teníamos los 3, junto a Diego, ahora que él se ha marchado, yo me siento algo perdida...
Abigail se dejó caer sobre la cama.
Azucena: no pasa nada, te perdono, lo único importante es la organización, si nos mantenemos unidas nada puede ir mal.
#435

23/12/2011 23:50
Azucena se sentó en la cama al lado de Abigail, le acarició la melena rubia, y la besó.
Abigail: voy a hacer todo lo que tú me digas Azucena, como cuando nos conocimos, lo único que quiero es que estés orgullosa de mí.
Azucena: ya lo estoy.
Azucena besó a Abigail, Abigail le quitó la blusa a Azucena, le acarició el cuello y la tumbó en la cama, mientras se deshacía con ella en infinitos besos recorriendo toda su figura.
Entre tanto, Diego seguía conduciendo por la carretera hasta llegar a las cercanías del internado aureola, recordó la primera vez que había pasado por debajo del puente "el postre de la luna", con el coche naranja de la hermana de Azucena, conducido por Manuela Terrón, cuando ella aún estaba viva y embarazada de su última hija Flora, a la mañana siguiente de la noche que Azucena pasó en la cama de Alfonso Metro, el arquitecto que diseñó el internado aureola.
Fabián estaba en su despacho cuando escuchó voces por el walki-talky de los soldados que se encontraban en ese instante montando guardia en el bosque para vigilar que no hubiera intrusos indeseables al colegio.
voz de walki-talky: director, se está acercando alguien a la escuela, es un muchacho joven, igual que nosotros, debe ser un alumno, lleva el uniforme oficial de la organización del crimen, con emblema rojo y luminoso incluido, nos está disparando, es solo uno, pero tiene una puntería diabólica, no podemos contra él, lo sentimos ha entrado en el internado, está caminando por el pasillo, se dirige hacia su despacho...
La voz del walki-talky cesó, la puerta del despacho de Fabián se abrió, Diego apareció ante él, dos soldados con metralleta le apuntaron, Diego sacó su pistola apuntó a una zona cualquiera del interior del despacho hacia un ángulo muerto, la bala rebotó en jarrones de porcelana y en diferentes muebles hasta llegar a herir a los soldados que apuntaban a Diego y matarles.
Fabián se levantó de su butaca y le abrazó.
Fabián: cuando he oído por el walki-talky que un chico solo de 16 años había conseguido derrotar a todos los soldados y hacerse paso hasta mi despacho, he sabido de inmediato que serías tú, eres el único de toda la organización del crimen con tanta puntería como para conseguir eso.
Diego: lo sé, tengo ese defecto ¿qué se le va a hacer? espero que tengas más horas de entrenamiento con tus hombres y no me los haya cargado a todos, la guerra con valle seco debe llevarse a cabo y no me gustaría estar en el equipo que pierda.
Fabián: vienes a quedarte?
Diego: por supuesto. Mi equipaje está en el coche del parking.
Fabián: siéntate, vamos a hablar.
Fabián llamó por el telefonillo a un soldado suyo para que viniera al despacho.
Fabián: reclamo que venga a mi despacho aquel soldado que se encuentre en servicio y lo más cerca posible de él, gracias.
Al instante un soldado entró.
soldado mirando desconfiado a Diego: qué es lo que se me ordena director?
Fabián: Diego dale las llaves del coche, le mandaré que dejé tu maleta en tu nueva habitación, supongo que será la misma que tuviste cuando entraste aquí por primera vez a ser alumno como topo contra tu venganza por la muerte de mi esposa ¿tienes algún inconveniente respecto a eso?
Diego: no, me parece bien, todas las habitaciones son iguales.
Diego le entregó las llaves del coche al soldado, después Fabián le lanzó la herradura de 10 cm a la mano del soldado, el desintegrador de moléculas muertas.
Fabián: soldado, hay compañeros tuyos muertos en el pasillo y en el bosque, límpialo, ya sabes como funciona el invento, es que tener tanto muerto cerca crea mala imagen al colegio, lo entiendes, verdad? cierra la puerta al salir y déjame hablar con mi amigo tranquilo.
soldado: sí director.
El soldado se marchó.
Fabián y Diego se quedaron a solas.
Fabián: y bien? a quién tengo que darle las gracias por tu decisión de unirte a mi bando?
Diego: yo que sé, supongo que por fin he abierto los ojos, debí irme contigo hace 3 semanas, antes de que las cosas se complicaran tanto con Abigail y Azucena.
Fabián: qué ha ocurrido para que abandones la organización del crimen? no eras feliz teniendo otra vez a Azucena a tu lado?
Diego: con Azucena sí, pero no soportaba por más tiempo la presencia de Abigail, odiaba tener que estar entre medio de las dos, no quiero vivir al lado de Azucena si tengo que aguantar a Abigail, debí darme cuenta mucho tiempo antes que toda mi relación desde que la conocí hasta el día de hoy ha sido siempre un error. Y que luego no ha mejorado, desde la muerte de mi madre por culpa de su caída accidental al cráter del volcán de la justicia, hasta ahora. Toda un completo desastre.
Fabián: pero tú la quieres, no es así?
Diego: que importa eso? es un amor del que no puedo disfrutar, porque está maldito, al igual que ella, porque Azucena es la última niña de la leyenda de las hijas del diablo y debe morir para darle fin a la maldición ¿no es eso lo que tú siempre me has repetido?
Fabián: yo no he querido nunca que Azucena sufriera, nunca, ella para mi padre ha sido como mi hermana pequeña, y para mí ha sido algo más que una simple cuñada, llevo demasiado tiempo a su lado preocupándome por ella, pero tengo que rendirme ante la evidencia, yo no creía en maldiciones ni en el diablo, hasta que lo vi reflejado en los ojos de Azucena.
Diego: y cómo te las apañas como director del internado aureola?
Abigail: voy a hacer todo lo que tú me digas Azucena, como cuando nos conocimos, lo único que quiero es que estés orgullosa de mí.
Azucena: ya lo estoy.
Azucena besó a Abigail, Abigail le quitó la blusa a Azucena, le acarició el cuello y la tumbó en la cama, mientras se deshacía con ella en infinitos besos recorriendo toda su figura.
Entre tanto, Diego seguía conduciendo por la carretera hasta llegar a las cercanías del internado aureola, recordó la primera vez que había pasado por debajo del puente "el postre de la luna", con el coche naranja de la hermana de Azucena, conducido por Manuela Terrón, cuando ella aún estaba viva y embarazada de su última hija Flora, a la mañana siguiente de la noche que Azucena pasó en la cama de Alfonso Metro, el arquitecto que diseñó el internado aureola.
Fabián estaba en su despacho cuando escuchó voces por el walki-talky de los soldados que se encontraban en ese instante montando guardia en el bosque para vigilar que no hubiera intrusos indeseables al colegio.
voz de walki-talky: director, se está acercando alguien a la escuela, es un muchacho joven, igual que nosotros, debe ser un alumno, lleva el uniforme oficial de la organización del crimen, con emblema rojo y luminoso incluido, nos está disparando, es solo uno, pero tiene una puntería diabólica, no podemos contra él, lo sentimos ha entrado en el internado, está caminando por el pasillo, se dirige hacia su despacho...
La voz del walki-talky cesó, la puerta del despacho de Fabián se abrió, Diego apareció ante él, dos soldados con metralleta le apuntaron, Diego sacó su pistola apuntó a una zona cualquiera del interior del despacho hacia un ángulo muerto, la bala rebotó en jarrones de porcelana y en diferentes muebles hasta llegar a herir a los soldados que apuntaban a Diego y matarles.
Fabián se levantó de su butaca y le abrazó.
Fabián: cuando he oído por el walki-talky que un chico solo de 16 años había conseguido derrotar a todos los soldados y hacerse paso hasta mi despacho, he sabido de inmediato que serías tú, eres el único de toda la organización del crimen con tanta puntería como para conseguir eso.
Diego: lo sé, tengo ese defecto ¿qué se le va a hacer? espero que tengas más horas de entrenamiento con tus hombres y no me los haya cargado a todos, la guerra con valle seco debe llevarse a cabo y no me gustaría estar en el equipo que pierda.
Fabián: vienes a quedarte?
Diego: por supuesto. Mi equipaje está en el coche del parking.
Fabián: siéntate, vamos a hablar.
Fabián llamó por el telefonillo a un soldado suyo para que viniera al despacho.
Fabián: reclamo que venga a mi despacho aquel soldado que se encuentre en servicio y lo más cerca posible de él, gracias.
Al instante un soldado entró.
soldado mirando desconfiado a Diego: qué es lo que se me ordena director?
Fabián: Diego dale las llaves del coche, le mandaré que dejé tu maleta en tu nueva habitación, supongo que será la misma que tuviste cuando entraste aquí por primera vez a ser alumno como topo contra tu venganza por la muerte de mi esposa ¿tienes algún inconveniente respecto a eso?
Diego: no, me parece bien, todas las habitaciones son iguales.
Diego le entregó las llaves del coche al soldado, después Fabián le lanzó la herradura de 10 cm a la mano del soldado, el desintegrador de moléculas muertas.
Fabián: soldado, hay compañeros tuyos muertos en el pasillo y en el bosque, límpialo, ya sabes como funciona el invento, es que tener tanto muerto cerca crea mala imagen al colegio, lo entiendes, verdad? cierra la puerta al salir y déjame hablar con mi amigo tranquilo.
soldado: sí director.
El soldado se marchó.
Fabián y Diego se quedaron a solas.
Fabián: y bien? a quién tengo que darle las gracias por tu decisión de unirte a mi bando?
Diego: yo que sé, supongo que por fin he abierto los ojos, debí irme contigo hace 3 semanas, antes de que las cosas se complicaran tanto con Abigail y Azucena.
Fabián: qué ha ocurrido para que abandones la organización del crimen? no eras feliz teniendo otra vez a Azucena a tu lado?
Diego: con Azucena sí, pero no soportaba por más tiempo la presencia de Abigail, odiaba tener que estar entre medio de las dos, no quiero vivir al lado de Azucena si tengo que aguantar a Abigail, debí darme cuenta mucho tiempo antes que toda mi relación desde que la conocí hasta el día de hoy ha sido siempre un error. Y que luego no ha mejorado, desde la muerte de mi madre por culpa de su caída accidental al cráter del volcán de la justicia, hasta ahora. Toda un completo desastre.
Fabián: pero tú la quieres, no es así?
Diego: que importa eso? es un amor del que no puedo disfrutar, porque está maldito, al igual que ella, porque Azucena es la última niña de la leyenda de las hijas del diablo y debe morir para darle fin a la maldición ¿no es eso lo que tú siempre me has repetido?
Fabián: yo no he querido nunca que Azucena sufriera, nunca, ella para mi padre ha sido como mi hermana pequeña, y para mí ha sido algo más que una simple cuñada, llevo demasiado tiempo a su lado preocupándome por ella, pero tengo que rendirme ante la evidencia, yo no creía en maldiciones ni en el diablo, hasta que lo vi reflejado en los ojos de Azucena.
Diego: y cómo te las apañas como director del internado aureola?
#436

23/12/2011 23:50
Fabián: bastante bien, no olvides que tengo experiencia como director durante dos meses enteros en valle seco, fui nombrado el mejor director de toda la historia de la organización del crimen por todos los directivos.
Diego: la verdad es que te echaba de menos, con nadie más de la organización puedo hablar como lo hago contigo, desde que mi madre murió me siento muy solo, cuando ella estaba viva yo no podía contarle nada a ella sobre la organización, me pasé media vida mintiéndole, tú eres la única persona que conozco de todo el mundo a la que nunca le he mentido en nada.
Fabián: en serio? significa mucho para mí que me digas eso Diego.
Diego le sonrió.
Diego: Diana está bien, verdad? cómo se encuentran ella y el niño?
Fabián: sin problemas, cuando ella despertó de tu hipnosis la encerré en una celda de las mazmorras, tiene una túnica marrón y está viviendo como prisionera, pero tranquilo, la estoy atendiendo bien, el niño no correrá ningún peligro.
Diego: encerrada en una celda? no sería mejor que estuviera aquí arriba en el internado como alumna?
Fabián: la visitó todos los días, no le ocurrirá nada, si la dejó libre intentaría escaparse y volver al internado valle seco, es mejor que esté encerrada.
Diego: pero está embarazada, va a tener un hijo mío y...
Fabián: Diego, Diana no ha hecho nada bueno para merecerse tanta preocupación por tu parte, tú mismo me dijiste que no recuerdas nada de la noche que pasaste con ella.
Diego: porque es la verdad, yo estaba borracho, y nunca me hubiese acercado a Diana esa noche si me hubiese encontrado en plenas facultades, pero ocurrió, no sé... igual si habló con ella acepta quedarse en esta organización y ser un miembro más, al menos hasta que nazca el niño y lo llevemos al orfanato.
Fabián: no seas ingenuo, Diana nunca haría nada por ti, solo le interesaba una cosa de ti y ya la consiguió, es mejor que dejes las cosas en mis manos.
Diego: solo unos minutos, solo te pido unos minutos para hablar con ella, si veo que tienes razón, no insistiré y se quedara en las mazmorras hasta que tú decidas.
Fabián: de acuerdo, y ahora sígueme contando todo lo ocurrido con Abigail y Azucena. De verdad has estado estas 3 últimas semanas teniéndolas a las dos como novias?
Diego: cállate, ni me hables de eso, me entran ganas de vomitar cada vez que lo recuerdo, en mi vida he conocido a una mujer peor a Abigail, no sé como pude pensar que entre ella y yo podía haber algo de verdad, maldita sea la hora en la que la liberé de la celda, tendría que haberme marchado de las mazmorras de este internado sin ella.
Fabián: ya ¿y seguro que no sabes por qué decidiste salvarla antes de volver a valle seco cuando escapaste de tu encierro tras 5 meses?
Diego: yo que sé, la primera vez que la vi estaba inconsciente, tenía una viga que le aplastaba las piernas, supongo que me dio pena dejarla allí encerrada y sola.
Fabián: seguro que solo fue por pena? dime una cosa Diego, entre nosotros, quién es mejor amante de las dos, Abigail o Azucena?
Diego le sonrió.
Diego: te contestó si me dices tú quién es la mejor amante de las 3 mujeres Terrón, Flora, Manuela o Azucena?
Fabián: vale, me lo tengo merecido. Y la noche en la que estuviste en la cama con las dos al mismo tiempo... por qué esa noche existió, verdad?
Diego: sí, y fue más de una noche, date cuenta que han pasado 3 semanas...
Fabián: y?
Diego: inolvidable, en los dos sentidos, tanto en el bueno como en el malo.
Fabián: y la relación entre Abigail y Azucena como marcha, en que nivel se encuentra?
Diego: eso ni lo menciones, Azucena cambia radicalmente cuando Abigail está cerca de ella, a mí hasta me cuesta reconocerla en esos momentos, nombró a Abigail cuando tú te marchaste subdirectora del colegio...
Fabián: de verdad? me estás diciendo que dos mujeres están dirigiendo ahora la organización del crimen? y los directivos lo están permitiendo?
Diego: la verdad es que te echaba de menos, con nadie más de la organización puedo hablar como lo hago contigo, desde que mi madre murió me siento muy solo, cuando ella estaba viva yo no podía contarle nada a ella sobre la organización, me pasé media vida mintiéndole, tú eres la única persona que conozco de todo el mundo a la que nunca le he mentido en nada.
Fabián: en serio? significa mucho para mí que me digas eso Diego.
Diego le sonrió.
Diego: Diana está bien, verdad? cómo se encuentran ella y el niño?
Fabián: sin problemas, cuando ella despertó de tu hipnosis la encerré en una celda de las mazmorras, tiene una túnica marrón y está viviendo como prisionera, pero tranquilo, la estoy atendiendo bien, el niño no correrá ningún peligro.
Diego: encerrada en una celda? no sería mejor que estuviera aquí arriba en el internado como alumna?
Fabián: la visitó todos los días, no le ocurrirá nada, si la dejó libre intentaría escaparse y volver al internado valle seco, es mejor que esté encerrada.
Diego: pero está embarazada, va a tener un hijo mío y...
Fabián: Diego, Diana no ha hecho nada bueno para merecerse tanta preocupación por tu parte, tú mismo me dijiste que no recuerdas nada de la noche que pasaste con ella.
Diego: porque es la verdad, yo estaba borracho, y nunca me hubiese acercado a Diana esa noche si me hubiese encontrado en plenas facultades, pero ocurrió, no sé... igual si habló con ella acepta quedarse en esta organización y ser un miembro más, al menos hasta que nazca el niño y lo llevemos al orfanato.
Fabián: no seas ingenuo, Diana nunca haría nada por ti, solo le interesaba una cosa de ti y ya la consiguió, es mejor que dejes las cosas en mis manos.
Diego: solo unos minutos, solo te pido unos minutos para hablar con ella, si veo que tienes razón, no insistiré y se quedara en las mazmorras hasta que tú decidas.
Fabián: de acuerdo, y ahora sígueme contando todo lo ocurrido con Abigail y Azucena. De verdad has estado estas 3 últimas semanas teniéndolas a las dos como novias?
Diego: cállate, ni me hables de eso, me entran ganas de vomitar cada vez que lo recuerdo, en mi vida he conocido a una mujer peor a Abigail, no sé como pude pensar que entre ella y yo podía haber algo de verdad, maldita sea la hora en la que la liberé de la celda, tendría que haberme marchado de las mazmorras de este internado sin ella.
Fabián: ya ¿y seguro que no sabes por qué decidiste salvarla antes de volver a valle seco cuando escapaste de tu encierro tras 5 meses?
Diego: yo que sé, la primera vez que la vi estaba inconsciente, tenía una viga que le aplastaba las piernas, supongo que me dio pena dejarla allí encerrada y sola.
Fabián: seguro que solo fue por pena? dime una cosa Diego, entre nosotros, quién es mejor amante de las dos, Abigail o Azucena?
Diego le sonrió.
Diego: te contestó si me dices tú quién es la mejor amante de las 3 mujeres Terrón, Flora, Manuela o Azucena?
Fabián: vale, me lo tengo merecido. Y la noche en la que estuviste en la cama con las dos al mismo tiempo... por qué esa noche existió, verdad?
Diego: sí, y fue más de una noche, date cuenta que han pasado 3 semanas...
Fabián: y?
Diego: inolvidable, en los dos sentidos, tanto en el bueno como en el malo.
Fabián: y la relación entre Abigail y Azucena como marcha, en que nivel se encuentra?
Diego: eso ni lo menciones, Azucena cambia radicalmente cuando Abigail está cerca de ella, a mí hasta me cuesta reconocerla en esos momentos, nombró a Abigail cuando tú te marchaste subdirectora del colegio...
Fabián: de verdad? me estás diciendo que dos mujeres están dirigiendo ahora la organización del crimen? y los directivos lo están permitiendo?
#437

23/12/2011 23:51
Diego: los que siguen aún siguen vivos sí, no les queda otra si quieren seguir viviendo, Azucena les visitó en una de sus mansiones hace un par de semanas, y mató a la mayoría, a todo el mundo que se opuso a que ella siguiera siendo directora sin tu colaboración en la organización, los mató sin pistola, a golpes.
Fabián: cómo? una mujer sola contra más de 10 hombres?
Diego: qué pasa? por qué te sorprendes? Azucena tiene superfuerza desde los 2 años, no es una mujer normal.
Fabián: sí, sí que lo es, yo la curé, horas antes de que arrojara a Germán en el volcán de la justicia para vengarme de la muerte de mi esposa y de la tuya, le di de beber una fórmula inventada por mí y funcionó, o al menos eso creía yo...
Diego: qué? espera... cuando Germán secuestró a Azucena para tenderme a mí la trampa utilizándola a ella de cebo ella estaba encerrada en una celda, consiguió escapar utilizando su superfuerza y estuvo a punto de salvarme a mí y huir los dos de los pasadizos, tardó bastante tiempo en reaccionar y romper los barrotes de hierro para salir de su celda, ahora entiendo porque, porque ya había tomado tu fórmula y temía que hubiese perdido la superfuerza...
Fabián: y la perdió, yo lo vi, a menos que horas después mi fórmula le multiplicara la fuerza en vez de quitársela...
Diego: eso es posible?
Fabián: sí, la fórmula tenía dos efectos, una curarla eliminando los elementos nocivos de su organismo manteniéndola superfuerte de por vida y otra transformarla en una mujer normal, la pócima estaba en fase de prueba y no sabía con seguridad como actuaría ante Azucena, yo pretendía que fuera una mujer normal, como nunca lo había sido desde que cumplió los 2 años de edad, pero se ve que conseguí el efecto contrario, por eso Azucena me mintió y me dijo que Germán nunca la había secuestrado, y luego se acostó conmigo y me convenció para que asesinara a Germán, todo este tiempo Azucena me ha estado mintiendo, nada era verdad, nada.
Diego: tú no sabías que Azucena si que había sido secuestrada en verdad por Germán?
Fabián: no, ni que Azucena había estado a punto de salvarte y de volver contigo con vida de los pasadizos de este internado... ella me engañó fingiendo no saber nada ni de la nota enviada por Germán por sus dos perros Temporal y Chaparrón ni de tus intenciones de irte tu solo a liberarla de las garras de Germán, me contó su propia versión de los hechos y luego se acostó conmigo para convencerme y que yo matara a Germán, no debí empujarle a la profundidad del volcán, tenía que haberle escuchado y no haber creído a ciegas en las palabras de Azucena.
Diego: ah no! eso si que no! eso no te lo consiento, hiciste bien en empujarle, Germán merecía morir.
Fabián: y eso por qué? porque fue el único hombre de nosotros 3 que se atrevió a dejar fuera de su vida a Azucena y a construir un imperio lleno de soldados del bien para combatir el mal? mira a tu alrededor!! sin Germán la organización de la justicia nunca hubiera existido.
Diego: y de que le sirvió todo lo que consiguió con esta organización? nunca fue feliz lejos de Azucena, y la obsesión de curarla y de vivir para siempre a su lado acabó por desquiciarle e hizo cosas contra los miembros de la organización de la justicia imperdonables. Además la idea de la creación del volcán para castigar a los soldados ineptos fue suya, y mi madre murió en ese volcán, nunca le perdonaré la muerte de mi madre.
Fabián: Germán nunca en su vida fue capaz de matar a Azucena. En serio vamos a ser capaces de matarla nosotros?, Diego, tú crees que ganaremos a la organización del crimen en la próxima emboscada?
Diego: ya está bien de hablar de trabajo, es muy aburrido ¿no crees? cuéntame sobre tu vida sentimental... no ha habido ninguna mujer en tu vida desde que estuviste con Flora en las mazmorras de valle seco tras resucitarla?
Fabián: la verdad es que estoy saliendo con alguien, llevamos apenas un par de semanas juntos, es mi prima segunda o tercera no lo sé exactamente, se llama Natalia Bosque y es policía.
Diego: en serio estás saliendo con tu prima segunda por parte de la familia de tu madre?
Fabián: sí, la conocí en el hospital junto a la cama de mi abuelo, se volvió loco tras la desaparición de mi madre cuando huyó de su casa embarazada de mí y tuvieron que ingresarle, Natalia no sabe que yo soy su primo, empecé a salir con ella solo para tenerla como colaboradora en esta organización, y conseguir información dentro del cuerpo de policía, pero la verdad es que Natalia me gusta bastante, Flora le ha cogido mucho cariño y yo temo que si algún día descubre la verdad sobre mi pasado y la organización del crimen se vuelva contra mí.
Diego: es una lástima que no hayas conseguido encontrar a tu madre, como le prometiste a tu padre el día que murió...
Fabián: a saber donde estará Nadia, mi padre me dijo que tenía el don de la inmortalidad, que él se lo dio, a saber a lo que se refería con eso...
Diego: tú crees que tu madre hizo lo correcto dejándote en manos de Segismundo en la organización del crimen?
Fabián: cómo? una mujer sola contra más de 10 hombres?
Diego: qué pasa? por qué te sorprendes? Azucena tiene superfuerza desde los 2 años, no es una mujer normal.
Fabián: sí, sí que lo es, yo la curé, horas antes de que arrojara a Germán en el volcán de la justicia para vengarme de la muerte de mi esposa y de la tuya, le di de beber una fórmula inventada por mí y funcionó, o al menos eso creía yo...
Diego: qué? espera... cuando Germán secuestró a Azucena para tenderme a mí la trampa utilizándola a ella de cebo ella estaba encerrada en una celda, consiguió escapar utilizando su superfuerza y estuvo a punto de salvarme a mí y huir los dos de los pasadizos, tardó bastante tiempo en reaccionar y romper los barrotes de hierro para salir de su celda, ahora entiendo porque, porque ya había tomado tu fórmula y temía que hubiese perdido la superfuerza...
Fabián: y la perdió, yo lo vi, a menos que horas después mi fórmula le multiplicara la fuerza en vez de quitársela...
Diego: eso es posible?
Fabián: sí, la fórmula tenía dos efectos, una curarla eliminando los elementos nocivos de su organismo manteniéndola superfuerte de por vida y otra transformarla en una mujer normal, la pócima estaba en fase de prueba y no sabía con seguridad como actuaría ante Azucena, yo pretendía que fuera una mujer normal, como nunca lo había sido desde que cumplió los 2 años de edad, pero se ve que conseguí el efecto contrario, por eso Azucena me mintió y me dijo que Germán nunca la había secuestrado, y luego se acostó conmigo y me convenció para que asesinara a Germán, todo este tiempo Azucena me ha estado mintiendo, nada era verdad, nada.
Diego: tú no sabías que Azucena si que había sido secuestrada en verdad por Germán?
Fabián: no, ni que Azucena había estado a punto de salvarte y de volver contigo con vida de los pasadizos de este internado... ella me engañó fingiendo no saber nada ni de la nota enviada por Germán por sus dos perros Temporal y Chaparrón ni de tus intenciones de irte tu solo a liberarla de las garras de Germán, me contó su propia versión de los hechos y luego se acostó conmigo para convencerme y que yo matara a Germán, no debí empujarle a la profundidad del volcán, tenía que haberle escuchado y no haber creído a ciegas en las palabras de Azucena.
Diego: ah no! eso si que no! eso no te lo consiento, hiciste bien en empujarle, Germán merecía morir.
Fabián: y eso por qué? porque fue el único hombre de nosotros 3 que se atrevió a dejar fuera de su vida a Azucena y a construir un imperio lleno de soldados del bien para combatir el mal? mira a tu alrededor!! sin Germán la organización de la justicia nunca hubiera existido.
Diego: y de que le sirvió todo lo que consiguió con esta organización? nunca fue feliz lejos de Azucena, y la obsesión de curarla y de vivir para siempre a su lado acabó por desquiciarle e hizo cosas contra los miembros de la organización de la justicia imperdonables. Además la idea de la creación del volcán para castigar a los soldados ineptos fue suya, y mi madre murió en ese volcán, nunca le perdonaré la muerte de mi madre.
Fabián: Germán nunca en su vida fue capaz de matar a Azucena. En serio vamos a ser capaces de matarla nosotros?, Diego, tú crees que ganaremos a la organización del crimen en la próxima emboscada?
Diego: ya está bien de hablar de trabajo, es muy aburrido ¿no crees? cuéntame sobre tu vida sentimental... no ha habido ninguna mujer en tu vida desde que estuviste con Flora en las mazmorras de valle seco tras resucitarla?
Fabián: la verdad es que estoy saliendo con alguien, llevamos apenas un par de semanas juntos, es mi prima segunda o tercera no lo sé exactamente, se llama Natalia Bosque y es policía.
Diego: en serio estás saliendo con tu prima segunda por parte de la familia de tu madre?
Fabián: sí, la conocí en el hospital junto a la cama de mi abuelo, se volvió loco tras la desaparición de mi madre cuando huyó de su casa embarazada de mí y tuvieron que ingresarle, Natalia no sabe que yo soy su primo, empecé a salir con ella solo para tenerla como colaboradora en esta organización, y conseguir información dentro del cuerpo de policía, pero la verdad es que Natalia me gusta bastante, Flora le ha cogido mucho cariño y yo temo que si algún día descubre la verdad sobre mi pasado y la organización del crimen se vuelva contra mí.
Diego: es una lástima que no hayas conseguido encontrar a tu madre, como le prometiste a tu padre el día que murió...
Fabián: a saber donde estará Nadia, mi padre me dijo que tenía el don de la inmortalidad, que él se lo dio, a saber a lo que se refería con eso...
Diego: tú crees que tu madre hizo lo correcto dejándote en manos de Segismundo en la organización del crimen?
#438

23/12/2011 23:51
Fabián: sí, no sé, él era mi padre después de todo, mi madre debió pensar que era lo mejor para mí, que creciera junto a mi padre, claro que mi padre era un asesino profesional y mi madre por aquel entonces estaba prometida a un policía de alto rango con él que podía haberse casado y criarme juntos, pero mi madre no estaba enamorada de Agustín, supongo que no quería vivir al lado de un hombre sin quererlo y encerrar entre rejas al que sí quería. Y sabía que Segismundo cuidaría de mí bien, no tiene caso pensar en eso ahora, ya ha pasado mucho tiempo.
Diego: me acompañas a las mazmorras? quiero hablar con Diana lo antes posible.
Fabián: sígueme.
Fabián se levantó de la butaca, salió del despacho con un llavero de llaves de hierro en la mano, seguido de Diego.
Fabián y Diego subieron a uno de los ascensores que conducían directamente a los pasadizos.
Ellos dos llegaron a las mazmorras. Estuvieron caminando hasta que llegaron a la celda donde Diana estaba prisionera. Fabián le abrió la puerta e invitó a Diego a entrar.
Fabián: cuando hayas terminado de hablar con ella, toca la campana y vendré a por ti, os dejaré a solas.
Fabián se fue de las mazmorras por el ascensor llevándose las llaves con él.
Diana estaba larga sobre la cama de hierro.
Diego se sentó a su lado.
Diana: Diego ¿por qué has venido a verme?
Diego: quería saber como estabas ¿estás bien?
Diana: sí, pero estaré mejor si me abrazas.
Diana se abrazó a Diego y le susurró al oído.
Diana: no dejó de pensar en ti ni un solo segundo.
Diana comenzó a besarle el cuello a Diego.
Diego la apartó de él para que parara de besarle.
Diego: Diana, solo he venido para hablar contigo, no me gusta que estés aquí abajo encerrada, si prometes portarte bien, a lo mejor convenzo a Fabián para te de una habitación en la superficie del colegio, como alumna del internado aureola.
Diana: y tú qué haces aquí? ya no estás en la organización del crimen?
Diego: no, ya no. Qué me dices? prometes portarte bien teniendo para ti una habitación en la superficie del colegio?
Diana: sí, siempre y cuando tú aceptes dormir conmigo todas las noches.
Diana se acercó a Diego y le besó el cuello mientras le subía el jersey con la otra mano y le acariciaba el pecho.
Diego: Diana ¿quieres parar? se puede saber qué estás haciendo?
Diana se separó unos centímetros de Diego.
Diana: no te apetece rememorar la noche que pasamos juntos y concebimos a nuestro hijo? porque yo me muero de las ganas de volver a estar contigo.
Diana se lanzó a besarle en la boca a Diego, pero él reaccionó rápido y la empujó.
Diego: quieta! ni te muevas! cómo he podido ser tan tonto para bajar aquí abajo a hablar contigo? Fabián tenía razón, no tendría que haberte dado ninguna oportunidad de arreglar las cosas conmigo.
Diego se levantó de la cama de hierro y tocó la campana avisando a Fabián.
Diego: te quedaras aquí encerrada, cuando nazca el niño que Fabián decida por ti, yo confío plenamente en él.
Diana se acurrucó en la cama de hierro y lloró llena de tristeza, acariciándose con las yemas de sus dedos su suave y fino cabello rubio.
Diana: por qué? por qué eres tan severo conmigo?
Diego: puedes llorar todo lo que quieras, no vas a conseguir ablandarme con tus lágrimas. El embarazo fue un error, nunca debió pasar nada entre nosotros, tú y yo no tendremos jamás nada que ver.
Al rato Fabián volvió a entrar a las mazmorras utilizando el ascensor.
Fabián: ya habéis hablado Diana y tú?
Diego: sí, sácame de aquí, rápido.
Fabián: qué ha ocurrido Diego?
Diego: te lo explicaré en el despacho, pero ahora ábreme la puerta.
Fabián abrió la puerta de la celda con la llave y Diego salió.
Fabián: quieres que ordene a la servidumbre que preparen una habitación para Diana con las demás alumnas?
Diego: no, Diana se queda aquí abajo.
Fabián: estás seguro?
Diego: sí, del todo, vámonos.
Fabián y Diego se marcharon hacia las puertas del ascensor. Mientras Diana lloraba a sus espaldas y entre sollozos decía...
Diana: Diego, no me dejes aquí sola! vuelve por favor! te quiero Diego, te quiero, te quiero...
Fabián y Diego seguían dentro del ascensor, en movimiento.
Fabián: Diego ¿qué ha pasado en las mazmorras con Diana? estás muy callado desde entonces...
Diego: nada, ya se me pasara, tranquilo.
Diego: me acompañas a las mazmorras? quiero hablar con Diana lo antes posible.
Fabián: sígueme.
Fabián se levantó de la butaca, salió del despacho con un llavero de llaves de hierro en la mano, seguido de Diego.
Fabián y Diego subieron a uno de los ascensores que conducían directamente a los pasadizos.
Ellos dos llegaron a las mazmorras. Estuvieron caminando hasta que llegaron a la celda donde Diana estaba prisionera. Fabián le abrió la puerta e invitó a Diego a entrar.
Fabián: cuando hayas terminado de hablar con ella, toca la campana y vendré a por ti, os dejaré a solas.
Fabián se fue de las mazmorras por el ascensor llevándose las llaves con él.
Diana estaba larga sobre la cama de hierro.
Diego se sentó a su lado.
Diana: Diego ¿por qué has venido a verme?
Diego: quería saber como estabas ¿estás bien?
Diana: sí, pero estaré mejor si me abrazas.
Diana se abrazó a Diego y le susurró al oído.
Diana: no dejó de pensar en ti ni un solo segundo.
Diana comenzó a besarle el cuello a Diego.
Diego la apartó de él para que parara de besarle.
Diego: Diana, solo he venido para hablar contigo, no me gusta que estés aquí abajo encerrada, si prometes portarte bien, a lo mejor convenzo a Fabián para te de una habitación en la superficie del colegio, como alumna del internado aureola.
Diana: y tú qué haces aquí? ya no estás en la organización del crimen?
Diego: no, ya no. Qué me dices? prometes portarte bien teniendo para ti una habitación en la superficie del colegio?
Diana: sí, siempre y cuando tú aceptes dormir conmigo todas las noches.
Diana se acercó a Diego y le besó el cuello mientras le subía el jersey con la otra mano y le acariciaba el pecho.
Diego: Diana ¿quieres parar? se puede saber qué estás haciendo?
Diana se separó unos centímetros de Diego.
Diana: no te apetece rememorar la noche que pasamos juntos y concebimos a nuestro hijo? porque yo me muero de las ganas de volver a estar contigo.
Diana se lanzó a besarle en la boca a Diego, pero él reaccionó rápido y la empujó.
Diego: quieta! ni te muevas! cómo he podido ser tan tonto para bajar aquí abajo a hablar contigo? Fabián tenía razón, no tendría que haberte dado ninguna oportunidad de arreglar las cosas conmigo.
Diego se levantó de la cama de hierro y tocó la campana avisando a Fabián.
Diego: te quedaras aquí encerrada, cuando nazca el niño que Fabián decida por ti, yo confío plenamente en él.
Diana se acurrucó en la cama de hierro y lloró llena de tristeza, acariciándose con las yemas de sus dedos su suave y fino cabello rubio.
Diana: por qué? por qué eres tan severo conmigo?
Diego: puedes llorar todo lo que quieras, no vas a conseguir ablandarme con tus lágrimas. El embarazo fue un error, nunca debió pasar nada entre nosotros, tú y yo no tendremos jamás nada que ver.
Al rato Fabián volvió a entrar a las mazmorras utilizando el ascensor.
Fabián: ya habéis hablado Diana y tú?
Diego: sí, sácame de aquí, rápido.
Fabián: qué ha ocurrido Diego?
Diego: te lo explicaré en el despacho, pero ahora ábreme la puerta.
Fabián abrió la puerta de la celda con la llave y Diego salió.
Fabián: quieres que ordene a la servidumbre que preparen una habitación para Diana con las demás alumnas?
Diego: no, Diana se queda aquí abajo.
Fabián: estás seguro?
Diego: sí, del todo, vámonos.
Fabián y Diego se marcharon hacia las puertas del ascensor. Mientras Diana lloraba a sus espaldas y entre sollozos decía...
Diana: Diego, no me dejes aquí sola! vuelve por favor! te quiero Diego, te quiero, te quiero...
Fabián y Diego seguían dentro del ascensor, en movimiento.
Fabián: Diego ¿qué ha pasado en las mazmorras con Diana? estás muy callado desde entonces...
Diego: nada, ya se me pasara, tranquilo.
#439

23/12/2011 23:52
Fabián: sabes que a mí puedes contármelo, verdad?
Diego le afirmó con la cabeza.
Diego: lo que ha pasado es que nunca aprenderé, yo lo único que quería con Diana era brindarle mi amistad y ayudarla en lo que pudiera con el niño, pensaba que si era amable con ella se olvidaría de todo y entendería que es lo mejor para el niño y que solo pensaría en su futuro nacimiento, pero no, tú tenías razón, es imposible intentar un acercamiento con Diana sin que ella se aproveché de las circunstancias para conseguir que yo haga algo que no quiero hacer con ella, ¡y no me digas te lo dije! Diana va a seguir en las mazmorras y no quiero hablar más de este tema.
Fabián: Diego, yo no he abierto la boca.
Diego miró a Fabián y se derrumbó sin poder evitar soltar lágrimas.
Diego: estoy harto Fabián, harto de equivocarme en la vida siempre que tomó una decisión sobre algo.
Fabián al escucharle apretó el botón del ascensor para detenerlo a medio camino.
Diego: qué haces?
Fabián: antes de subir a la superficie del colegio tenemos que hacer una visita a los pasadizos, a la sala clínica.
Diego: para qué?
Fabián: para operarte, si de verdad ya has dejado todo atrás y la organización del crimen ni Azucena tienen nada que ver con tu futuro, habrá que sacarte la bomba que te introdujo Azucena como símbolo de vuestro amor. Sino cualquier día que ella decida, la hará explotar y tú morirás y todas las personas que estemos cerca de ti, también. De hecho lo que me extraña es que Azucena no haya utilizado el mando ya, sería la forma ideal de explotar todo el colegio con todos nosotros dentro.
Diego: quizás esté esperando a que yo me arrepienta de haberme marchado, y vuelva a su lado.
Fabián: y de verdad existe alguna posibilidad de que decidas volver con ella?
Diego: alguna no, existen todas, porque yo aún la quiero, y es muy probable que nunca pueda dejarla de querer.
Fabián: pues me da igual cuales sean las intenciones de Azucena, tú no tienes porque llevar esa bomba contigo siempre, escúchame, en los laboratorios hay científicos las 24 horas del día, ahora que vas a vivir aquí, cuando tú decidas, pásate por quirófano e infórmame al día siguiente, cuando antes te operes, mejor.
Diego: no voy aceptar operarme, ni ahora ni nunca.
Fabián: cuando yo tenía 15 años y Flora y yo nos hicimos amantes, mi padre me operó contra mi voluntad para borrarme esos recuerdos de mi memoria y alejarme de ella, yo cuando me enteré de la verdad se lo eché en cara por haber decidido por mí, pero ahora me doy cuenta que él solo lo hizo por mi bien, y que quizás lo que viví con Flora, tenía que haberse quedado para siempre en el olvido. No me obligues a hacer lo mismo contigo Diego, si tengo que operarte en contra de tu voluntad para protegerte, ten seguro que lo haré.
Diego: si cuando despierte de la operación, descubro que me has sacado la bomba sin mi permiso, te juró que te mato, no me obligues tú a matar a uno de mis mejores amigos, Fabián.
Fabián volvió a apretar el botón del ascensor para accionarlo de nuevo.
Cuando llegaron a la superficie, Diego salió de él, pero Fabián se quedó dentro...
Diego: a donde vas?
Fabián: a los pasadizos, a prepararlo todo para tu operación.
Diego: oye lo que te he dicho antes iba en serio, no quiero que me quiten la bomba, no quiero que Azucena piense que he dejado de quererla.
Fabián: Diego reacciona! la próxima vez que veas a Azucena va a ser durante una guerra de vida a muerte, y tú vas a estar en el bando enemigo, en serio crees que a ella le importa algo lo que tú vayas a pensar en los pocos segundos que tengas antes de dispararla?
Diego: a Azucena le puede matar otro soldado, no tengo porque ser yo, y también cabe la posibilidad de que ella sobreviva a la guerra...
Fabián: para qué? para que tenga la oportunidad de reunir a otro ejercito y volver a combatirnos?
Diego: si matamos al resto de miembros de la organización del crimen Azucena no podrá formar ejercito alguno, sin hombres ella no podrá luchar sola.
Fabián: por favor Diego, estamos hablando de una mujer que tiene superfuerza, que puede matar a 20 hombres con sus propias manos, que tiene inteligencia suficiente para piratear cualquier sistema informático, que tiene conocimientos sobre robótica y en el internado valle seco desde que ella se retiró de la prostitución hay androides en fase de prueba sin utilizar, ¿tú sabes cuantos androides hay construidos ya en los laboratorios? Más de 500!!
Diego le afirmó con la cabeza.
Diego: lo que ha pasado es que nunca aprenderé, yo lo único que quería con Diana era brindarle mi amistad y ayudarla en lo que pudiera con el niño, pensaba que si era amable con ella se olvidaría de todo y entendería que es lo mejor para el niño y que solo pensaría en su futuro nacimiento, pero no, tú tenías razón, es imposible intentar un acercamiento con Diana sin que ella se aproveché de las circunstancias para conseguir que yo haga algo que no quiero hacer con ella, ¡y no me digas te lo dije! Diana va a seguir en las mazmorras y no quiero hablar más de este tema.
Fabián: Diego, yo no he abierto la boca.
Diego miró a Fabián y se derrumbó sin poder evitar soltar lágrimas.
Diego: estoy harto Fabián, harto de equivocarme en la vida siempre que tomó una decisión sobre algo.
Fabián al escucharle apretó el botón del ascensor para detenerlo a medio camino.
Diego: qué haces?
Fabián: antes de subir a la superficie del colegio tenemos que hacer una visita a los pasadizos, a la sala clínica.
Diego: para qué?
Fabián: para operarte, si de verdad ya has dejado todo atrás y la organización del crimen ni Azucena tienen nada que ver con tu futuro, habrá que sacarte la bomba que te introdujo Azucena como símbolo de vuestro amor. Sino cualquier día que ella decida, la hará explotar y tú morirás y todas las personas que estemos cerca de ti, también. De hecho lo que me extraña es que Azucena no haya utilizado el mando ya, sería la forma ideal de explotar todo el colegio con todos nosotros dentro.
Diego: quizás esté esperando a que yo me arrepienta de haberme marchado, y vuelva a su lado.
Fabián: y de verdad existe alguna posibilidad de que decidas volver con ella?
Diego: alguna no, existen todas, porque yo aún la quiero, y es muy probable que nunca pueda dejarla de querer.
Fabián: pues me da igual cuales sean las intenciones de Azucena, tú no tienes porque llevar esa bomba contigo siempre, escúchame, en los laboratorios hay científicos las 24 horas del día, ahora que vas a vivir aquí, cuando tú decidas, pásate por quirófano e infórmame al día siguiente, cuando antes te operes, mejor.
Diego: no voy aceptar operarme, ni ahora ni nunca.
Fabián: cuando yo tenía 15 años y Flora y yo nos hicimos amantes, mi padre me operó contra mi voluntad para borrarme esos recuerdos de mi memoria y alejarme de ella, yo cuando me enteré de la verdad se lo eché en cara por haber decidido por mí, pero ahora me doy cuenta que él solo lo hizo por mi bien, y que quizás lo que viví con Flora, tenía que haberse quedado para siempre en el olvido. No me obligues a hacer lo mismo contigo Diego, si tengo que operarte en contra de tu voluntad para protegerte, ten seguro que lo haré.
Diego: si cuando despierte de la operación, descubro que me has sacado la bomba sin mi permiso, te juró que te mato, no me obligues tú a matar a uno de mis mejores amigos, Fabián.
Fabián volvió a apretar el botón del ascensor para accionarlo de nuevo.
Cuando llegaron a la superficie, Diego salió de él, pero Fabián se quedó dentro...
Diego: a donde vas?
Fabián: a los pasadizos, a prepararlo todo para tu operación.
Diego: oye lo que te he dicho antes iba en serio, no quiero que me quiten la bomba, no quiero que Azucena piense que he dejado de quererla.
Fabián: Diego reacciona! la próxima vez que veas a Azucena va a ser durante una guerra de vida a muerte, y tú vas a estar en el bando enemigo, en serio crees que a ella le importa algo lo que tú vayas a pensar en los pocos segundos que tengas antes de dispararla?
Diego: a Azucena le puede matar otro soldado, no tengo porque ser yo, y también cabe la posibilidad de que ella sobreviva a la guerra...
Fabián: para qué? para que tenga la oportunidad de reunir a otro ejercito y volver a combatirnos?
Diego: si matamos al resto de miembros de la organización del crimen Azucena no podrá formar ejercito alguno, sin hombres ella no podrá luchar sola.
Fabián: por favor Diego, estamos hablando de una mujer que tiene superfuerza, que puede matar a 20 hombres con sus propias manos, que tiene inteligencia suficiente para piratear cualquier sistema informático, que tiene conocimientos sobre robótica y en el internado valle seco desde que ella se retiró de la prostitución hay androides en fase de prueba sin utilizar, ¿tú sabes cuantos androides hay construidos ya en los laboratorios? Más de 500!!
#440

23/12/2011 23:53
Diego: vale es cierto, puede utilizar a androides como ejército en lugar de personas humanas pero... si a los androides se les dispara tienen una fuga de aceite y caen desplomados!
Fabián: pero se pueden reparar de nuevo! Diego se puede saber que sacas manteniendo la bomba en el interior de tu pecho?
Diego: tener una prueba palpable y física de que lo mío con Azucena existió, yo no sé lo que Azucena siente por mí, pero sí sé que yo la quiero a ella más que a nada en este mundo, y si tengo que morir porque ella así lo decide, que así sea.
Fabián: Diego, te lo voy a decir por última vez, la bomba tiene un radio de 70 km a la redonda, no estás tú solo en peligro, lo estamos todos, solo te pido que lo pienses.
Diego: y yo solo te pido que entiendas mi postura.
Fabián: iré a avisar a los científicos, no voy a operarte en contra de tu voluntad, pero esperare y tengo fe a que tú algún día reacciones y quieras bajar por ti mismo a quirófano.
La puerta del ascensor se cerró, con Fabián dentro.
Diego caminó por el pasillo y entró a su habitación, donde se tumbó en la cama, sacó una foto de Azucena y lloró sobre ella.
Más tarde Fabián había vuelto por el ascensor a la superficie y salido de los pasadizos, de vuelta a su despacho.
Fabián estaba en su despacho, trabajando con los archivos de los alumnos, cuando escuchó una sirena de un coche de policía que se acercaba por el bosque. Fabián se asomó por la ventana y cuando vio aparcar a ese coche patrulla abandonó el despacho por la puerta, yendo a su encuentro.
Del coche patrulla bajó una policía con el cabello claro y los ojos almendrados.
Fabián: hola mi amor, ¿qué haces aquí a estas horas? está a punto de anochecer...
Fabián besó a Natalia en los labios para darle la bienvenida.
Natalia abrazó a Fabián.
Natalia: te echaba de menos, te importa si me quedo esta noche a dormir contigo?
Fabián: es que tengo mucho trabajo en el colegio, estoy muy cansado para ir ahora a tu casa.
Natalia: no hace falta que vengas tú a mi casa tonto, en este colegio tienes una habitación para ti, verdad?
Fabián: ssssssssssssssí, pero tú no puedes quedarte a dormir conmigo en el colegio.
Natalia: por qué no?
Fabián: porque está prohibido, el dueño del colegio es un hombre muy conservador, apenas se pasa por el colegio pero nunca sabes cuando puede aparecer, no quiero que nada haga peligrar mi trabajo como director.
Natalia: Fabián, te prometo que mañana temprano me voy, por favor, voy a acabar pensando que no quieres pasar esta noche conmigo.
Fabián: no digas tonterías Natalia, solo que... aquí hay muchos chicos influenciables, no quiero que nadie se entrometa en mi vida privada, mejor dormimos más tranquilos en tu casa.
Natalia: Fabián, no me hagas esto, sabes perfectamente que mi casa está muy lejos de aquí, ¿otra vez tengo que conducir hasta allí?
Fabián: si estás muy cansada ya conduzco yo.
Natalia: es un coche patrulla, ¿vas a conducir tú un coche de la policía?
Fabián: está bien, quédate, pero no entres a ninguna habitación a la que yo no te dé permiso.
Natalia: uy! que misterioso, qué pasa? que tienes una habitación llena de armamento ilegal o de cadáveres en fase de putrefacción?
Fabián: tú solo obedéceme, no vayas a pensar nada raro, este es un simple colegio, no hay nada extraordinario en él, pero los alumnos tienen derecho a su intimidad en sus cuartos.
Natalia: de acuerdo, a la única habitación donde quiero entrar es a la tuya.
Natalia abrazó a Fabián y le besó, susurrándole al oído.
Natalia: no estás contento de que haya venido a pasar la noche contigo?
Fabián se separó de ella retirándole los brazos de su cuello y dijo con voz firme.
Fabián: te responderé mañana por la mañana.
Y Fabián entró por la puerta al colegio.
Natalia dejó aparcado el coche patrulla en el bosque y siguió a su novio hasta entrar en el colegio, la organización secreta de la justicia.
Entre tanto, en el internado valle seco, Azucena se encontraba en su cuarto mirando por la ventana en camisón. Cuando Abigail entró por la puerta y se tumbó en la cama desnudándose.
Azucena se giró hacia ella y la habló.
Azucena: qué haces?
Abigail: prepararme para meterme en la cama, es de noche y estoy cansadísima.
Azucena: tú tienes un cuarto propio, no? y es más grande desde que te nombré subdirectora, ya no compartes habitación con los demás empleados del colegio ¿no es cierto?
Abigail: sí ¿y qué?
Azucena: que te vayas a dormir tú sola a tu enorme cuarto inmediatamente.
Abigail: qué te pasa? está tarde cuando Diego se ha ido de aquí y hemos estado juntas parecías de muy buen humor, ¿se puede saber que mosca te ha picado ahora?
Azucena: esta tarde había perdido un colaborador muy valioso para la organización, hablo de Diego y quería asegurarme que a ti todavía seguía teniéndote como colaboradora, por eso me he acostado contigo ¿o ya no te acuerdas que tú me habías amenazado con irte detrás de él?
Fabián: pero se pueden reparar de nuevo! Diego se puede saber que sacas manteniendo la bomba en el interior de tu pecho?
Diego: tener una prueba palpable y física de que lo mío con Azucena existió, yo no sé lo que Azucena siente por mí, pero sí sé que yo la quiero a ella más que a nada en este mundo, y si tengo que morir porque ella así lo decide, que así sea.
Fabián: Diego, te lo voy a decir por última vez, la bomba tiene un radio de 70 km a la redonda, no estás tú solo en peligro, lo estamos todos, solo te pido que lo pienses.
Diego: y yo solo te pido que entiendas mi postura.
Fabián: iré a avisar a los científicos, no voy a operarte en contra de tu voluntad, pero esperare y tengo fe a que tú algún día reacciones y quieras bajar por ti mismo a quirófano.
La puerta del ascensor se cerró, con Fabián dentro.
Diego caminó por el pasillo y entró a su habitación, donde se tumbó en la cama, sacó una foto de Azucena y lloró sobre ella.
Más tarde Fabián había vuelto por el ascensor a la superficie y salido de los pasadizos, de vuelta a su despacho.
Fabián estaba en su despacho, trabajando con los archivos de los alumnos, cuando escuchó una sirena de un coche de policía que se acercaba por el bosque. Fabián se asomó por la ventana y cuando vio aparcar a ese coche patrulla abandonó el despacho por la puerta, yendo a su encuentro.
Del coche patrulla bajó una policía con el cabello claro y los ojos almendrados.
Fabián: hola mi amor, ¿qué haces aquí a estas horas? está a punto de anochecer...
Fabián besó a Natalia en los labios para darle la bienvenida.
Natalia abrazó a Fabián.
Natalia: te echaba de menos, te importa si me quedo esta noche a dormir contigo?
Fabián: es que tengo mucho trabajo en el colegio, estoy muy cansado para ir ahora a tu casa.
Natalia: no hace falta que vengas tú a mi casa tonto, en este colegio tienes una habitación para ti, verdad?
Fabián: ssssssssssssssí, pero tú no puedes quedarte a dormir conmigo en el colegio.
Natalia: por qué no?
Fabián: porque está prohibido, el dueño del colegio es un hombre muy conservador, apenas se pasa por el colegio pero nunca sabes cuando puede aparecer, no quiero que nada haga peligrar mi trabajo como director.
Natalia: Fabián, te prometo que mañana temprano me voy, por favor, voy a acabar pensando que no quieres pasar esta noche conmigo.
Fabián: no digas tonterías Natalia, solo que... aquí hay muchos chicos influenciables, no quiero que nadie se entrometa en mi vida privada, mejor dormimos más tranquilos en tu casa.
Natalia: Fabián, no me hagas esto, sabes perfectamente que mi casa está muy lejos de aquí, ¿otra vez tengo que conducir hasta allí?
Fabián: si estás muy cansada ya conduzco yo.
Natalia: es un coche patrulla, ¿vas a conducir tú un coche de la policía?
Fabián: está bien, quédate, pero no entres a ninguna habitación a la que yo no te dé permiso.
Natalia: uy! que misterioso, qué pasa? que tienes una habitación llena de armamento ilegal o de cadáveres en fase de putrefacción?
Fabián: tú solo obedéceme, no vayas a pensar nada raro, este es un simple colegio, no hay nada extraordinario en él, pero los alumnos tienen derecho a su intimidad en sus cuartos.
Natalia: de acuerdo, a la única habitación donde quiero entrar es a la tuya.
Natalia abrazó a Fabián y le besó, susurrándole al oído.
Natalia: no estás contento de que haya venido a pasar la noche contigo?
Fabián se separó de ella retirándole los brazos de su cuello y dijo con voz firme.
Fabián: te responderé mañana por la mañana.
Y Fabián entró por la puerta al colegio.
Natalia dejó aparcado el coche patrulla en el bosque y siguió a su novio hasta entrar en el colegio, la organización secreta de la justicia.
Entre tanto, en el internado valle seco, Azucena se encontraba en su cuarto mirando por la ventana en camisón. Cuando Abigail entró por la puerta y se tumbó en la cama desnudándose.
Azucena se giró hacia ella y la habló.
Azucena: qué haces?
Abigail: prepararme para meterme en la cama, es de noche y estoy cansadísima.
Azucena: tú tienes un cuarto propio, no? y es más grande desde que te nombré subdirectora, ya no compartes habitación con los demás empleados del colegio ¿no es cierto?
Abigail: sí ¿y qué?
Azucena: que te vayas a dormir tú sola a tu enorme cuarto inmediatamente.
Abigail: qué te pasa? está tarde cuando Diego se ha ido de aquí y hemos estado juntas parecías de muy buen humor, ¿se puede saber que mosca te ha picado ahora?
Azucena: esta tarde había perdido un colaborador muy valioso para la organización, hablo de Diego y quería asegurarme que a ti todavía seguía teniéndote como colaboradora, por eso me he acostado contigo ¿o ya no te acuerdas que tú me habías amenazado con irte detrás de él?