SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas
#0

20/08/2010 23:39
nueva serie
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ALMAS ASESINAS
blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)
organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)
en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...
Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...
blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)
titulos capitulos por temporadas
PRIMERA TEMPORADA
1.Justicia.
2.recuerdos.
3.mosquitos.
4.lava.
5.averiguaciones.
6.mazmorras.
7.exconvictos.
8.infiltrada.
9.intrusos.
10.enamorados.
11.despedida.
SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.
2.cancelación.
3.adicción.
4.obsesión.
5.emboscada.
6.bacanal.
7.debilidad.
8.advertencia.
9.epidemia.
10.gravedad.
11.celebración.
TERCERA TEMPORADA
1.temores.
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catástrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
CUARTA TEMPORADA
1. Reinado
2. Vivo
3. Memoria
4. Ataque
5. Ruptura
6. Bailarinas
7. Pecado
8. Confesiones
9. Guerra
10. Abandono
11. Sacrificio
QUINTA TEMPORADA
1.crueldad
2.cambio
3.atracción
4.emociones
5.romances
6.aniversario
7.amenazas
8.extranjero
9.adultos
10.dramas
11.respuestas
LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
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ALMAS ASESINAS
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organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)
en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...
Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...
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titulos capitulos por temporadas
PRIMERA TEMPORADA
1.Justicia.
2.recuerdos.
3.mosquitos.
4.lava.
5.averiguaciones.
6.mazmorras.
7.exconvictos.
8.infiltrada.
9.intrusos.
10.enamorados.
11.despedida.
SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.
2.cancelación.
3.adicción.
4.obsesión.
5.emboscada.
6.bacanal.
7.debilidad.
8.advertencia.
9.epidemia.
10.gravedad.
11.celebración.
TERCERA TEMPORADA
1.temores.
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catástrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
CUARTA TEMPORADA
1. Reinado
2. Vivo
3. Memoria
4. Ataque
5. Ruptura
6. Bailarinas
7. Pecado
8. Confesiones
9. Guerra
10. Abandono
11. Sacrificio
QUINTA TEMPORADA
1.crueldad
2.cambio
3.atracción
4.emociones
5.romances
6.aniversario
7.amenazas
8.extranjero
9.adultos
10.dramas
11.respuestas
LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
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#401

16/12/2011 23:20
Diego: en todos?
Azucena: Diego, necesitamos el dinero, vale? no quiero que pienses que a mí me gusta que hagas esa película porque no es verdad, pero este es el mundo en él que nos movemos, y tienes que aprender a ser más amable con las actrices por encima de tus propios intereses ¿me has entendido?
Diego: sí, sí, perfectamente, que vuelva a los estudios, que sea amable con las actrices, y que haga todo lo que ellas me pidan para satisfacer todos sus deseos ¿es eso, verdad?
Azucena: sí en teoría sí, pero no te lo vayas a tomar ahora al pie de la letra, hay que saber diferenciar entre el trabajo y la vida personal.
Diego: no, no, sí está muy claro lo que me has dicho, y voy a volver a los estudios, y voy a pedirle perdón a la actriz y a devolverle el coche, ahora te digo una cosa, que si se me va la mano siendo amble con las actrices, ellas se hacen ilusiones conmigo y me piden algo, yo después no me hago responsable de lo que pueda suceder.
Azucena: cómo qué no te haces responsable de lo que pueda suceder?
Diego: mi amor, no te preocupes por nada, que te salen arrugas cuando te preocupas demasiado por las cosas.
Diego le dio un corto beso en los labios a Azucena.
Diego: luego hablamos cariño.
Azucena: cómo qué luego hablamos? Diego, vuelve aquí! Diego! Diegoooooooooooo!!
Pero Diego salió del despacho sin detenerse...
Fabián que seguía fuera en el pasillo había escuchado toda la conversación entre Diego y Azucena, Azucena salió afuera al pasillo enfadada cruzándose con él, Fabián no paraba de reírse por la reacción que había tenido Diego frente a Azucena.
Azucena: y tú de que te ríes? a mí no me hace ninguna gracia.
Fabián: eso es porque no lo ves desde mi punto de vista. Te espero en la sala de conferencias, nos vemos.
Y Fabián se alejó de la puerta del despacho.
Tras el discurso... todos los directivos salían de la sala de conferencias bastante contentos, estrechando las manos con el subdirector y la directora.
Azucena en cuanto se despidió de todos, sacó su móvil y volvió a marcar el número de Diego.
Fabián: no te va a coger el teléfono, no sé para que te molestas.
Azucena: quieres dejar ya de bromear sobre este asunto? estoy a punto de perder a Diego para siempre, sabes? y me niego a dejar que ocurra eso, voy a llamar al director, le diré que espié a Diego durante el rodaje de la película y me informé de todos sus movimientos. Y tú cállate, no quiero escuchar ni una sola palabra más de tu boca.
Fabián: solo te voy a decir una última cosa, si acabas perdiendo a Diego, la única que va a tener la culpa de todo eres tú.
Así Azucena habló con el director por el móvil...
Azucena: qué? cómo que quiere subir la cifra pactada al doble? qué? como que todas las actrices se han ofrecido para trabajar gratis en la película? Anula el contrato, sí, ya sé que pierdo mucho dinero, pero anúlalo, hablaremos después, adiós.
Azucena colgó el móvil.
Fabián: nunca tendrías que haber mandado a Diego a grabar esa película, nunca, yo te ayudaré a conseguir el dinero para la organización, pero a Diego lo mantienes alejado de todo este mundo.
Azucena: de acuerdo lo haré, haré lo que tú me digas.
Al cabo de un rato, Diego regresó de los estudios y entró en el despacho de Azucena.
Azucena le abrazó nada más verle.
Azucena: mi amor, lo siento, tenía tantas ganas de verte, el contrato está anulado, no va a haber más películas porno te lo prometo, ya está todo hablado con el director.
Diego: no me he acostado con ninguna de las actrices por si te interesa saberlo.
Azucena: lo sé, el director me lo ha explicado todo por teléfono, he hablado con él hace unos minutos.
Diego: sí, yo también he hablado con él, después de tu charla telefónica, me ha dicho que quería doblarme el sueldo.
Azucena: te lo ha contado todo? pero si me ha prometido por teléfono que no te contaría nada de las modificaciones del contrato...
Diego: qué te ha prometido qué? por qué no querías que me contara nada sobre que me subía la cifra del sueldo? tenías miedo de que aceptara la oferta?
Azucena: Diego lo siento, todo esto ha sido solo culpa mía, te prometo que a partir de ahora no nos separaremos nunca. Yo quiero estar contigo, tú eres la persona más importante que hay en mi vida.
Diego: Azucena lo siento, pero yo no voy a seguir contigo.
Azucena: qué has dicho?
Diego: estoy harto! harto de que me trates como un juguete, yo también tengo parte de culpa por hacerte caso en todo este tinglado de las películas porno, pero ya se acabó, ya no somos novios.
Azucena: qué? no puedes dejarme?
Diego: sí, sí que puedo, es más, nunca tendría que haber vuelto contigo. Puede que siga viviendo en el internado y siga siendo miembro de la organización porque ahora mismo no tengo otro sitio a donde ir, pero para ti de ahora en adelante solo seré un alumno más, igual que los otros chicos que estudian en valle seco.
Diego se dio media vuelta, se alejó de Azucena y del despacho... caminó, caminó, y caminó sin volver la vista atrás en ningún momento.
Más tarde... al anochecer...
Diego se había quedado a solas en su cuarto individual del internado, era el único alumno que no compartía habitación con dos compañeros más.
Diego abrió el armario, bajó por las escaleras, y caminó entre la oscuridad de los pasadizos, necesitaba estar solo, necesitaba pensar, necesitaba llorar sin que nadie le molestara ni le viera.
Diego llegó al último peldaño de la escalera maciza de piedra, ando y se situó frente al lago subterráneo que servía como conducto y atajo hasta la piscina exterior y privada del internado, por la trampilla acuática, separada a 7 Km. de distancia con el bosque.
Alguien más estaba esa noche en el lago, llorando y muy triste.
Diego se cruzó con ella...
Diego: Abigail ¿qué haces aquí?
Abigail: quería estar sola.
Diego: yo también, parece que hoy no vamos a conseguir ninguno de los dos lo que queremos.
Abigail: yo estoy acostumbrada a no conseguirlo, la vida ha sido muy cruel conmigo, nunca me ofrece lo que le pido, creí que cuando dejara de vivir en las mazmorras y fuera libre, todo sería mucho mejor para mí, pero es aún peor. Durante los 16 años de esclavitud en miles de ocasiones me he imaginado a Azucena muerta, sin un solo aliento de aire en su garganta. Y ahora que estoy libre, y convivo con ella a diario, soy incapaz de matarla.
Azucena: Diego, necesitamos el dinero, vale? no quiero que pienses que a mí me gusta que hagas esa película porque no es verdad, pero este es el mundo en él que nos movemos, y tienes que aprender a ser más amable con las actrices por encima de tus propios intereses ¿me has entendido?
Diego: sí, sí, perfectamente, que vuelva a los estudios, que sea amable con las actrices, y que haga todo lo que ellas me pidan para satisfacer todos sus deseos ¿es eso, verdad?
Azucena: sí en teoría sí, pero no te lo vayas a tomar ahora al pie de la letra, hay que saber diferenciar entre el trabajo y la vida personal.
Diego: no, no, sí está muy claro lo que me has dicho, y voy a volver a los estudios, y voy a pedirle perdón a la actriz y a devolverle el coche, ahora te digo una cosa, que si se me va la mano siendo amble con las actrices, ellas se hacen ilusiones conmigo y me piden algo, yo después no me hago responsable de lo que pueda suceder.
Azucena: cómo qué no te haces responsable de lo que pueda suceder?
Diego: mi amor, no te preocupes por nada, que te salen arrugas cuando te preocupas demasiado por las cosas.
Diego le dio un corto beso en los labios a Azucena.
Diego: luego hablamos cariño.
Azucena: cómo qué luego hablamos? Diego, vuelve aquí! Diego! Diegoooooooooooo!!
Pero Diego salió del despacho sin detenerse...
Fabián que seguía fuera en el pasillo había escuchado toda la conversación entre Diego y Azucena, Azucena salió afuera al pasillo enfadada cruzándose con él, Fabián no paraba de reírse por la reacción que había tenido Diego frente a Azucena.
Azucena: y tú de que te ríes? a mí no me hace ninguna gracia.
Fabián: eso es porque no lo ves desde mi punto de vista. Te espero en la sala de conferencias, nos vemos.
Y Fabián se alejó de la puerta del despacho.
Tras el discurso... todos los directivos salían de la sala de conferencias bastante contentos, estrechando las manos con el subdirector y la directora.
Azucena en cuanto se despidió de todos, sacó su móvil y volvió a marcar el número de Diego.
Fabián: no te va a coger el teléfono, no sé para que te molestas.
Azucena: quieres dejar ya de bromear sobre este asunto? estoy a punto de perder a Diego para siempre, sabes? y me niego a dejar que ocurra eso, voy a llamar al director, le diré que espié a Diego durante el rodaje de la película y me informé de todos sus movimientos. Y tú cállate, no quiero escuchar ni una sola palabra más de tu boca.
Fabián: solo te voy a decir una última cosa, si acabas perdiendo a Diego, la única que va a tener la culpa de todo eres tú.
Así Azucena habló con el director por el móvil...
Azucena: qué? cómo que quiere subir la cifra pactada al doble? qué? como que todas las actrices se han ofrecido para trabajar gratis en la película? Anula el contrato, sí, ya sé que pierdo mucho dinero, pero anúlalo, hablaremos después, adiós.
Azucena colgó el móvil.
Fabián: nunca tendrías que haber mandado a Diego a grabar esa película, nunca, yo te ayudaré a conseguir el dinero para la organización, pero a Diego lo mantienes alejado de todo este mundo.
Azucena: de acuerdo lo haré, haré lo que tú me digas.
Al cabo de un rato, Diego regresó de los estudios y entró en el despacho de Azucena.
Azucena le abrazó nada más verle.
Azucena: mi amor, lo siento, tenía tantas ganas de verte, el contrato está anulado, no va a haber más películas porno te lo prometo, ya está todo hablado con el director.
Diego: no me he acostado con ninguna de las actrices por si te interesa saberlo.
Azucena: lo sé, el director me lo ha explicado todo por teléfono, he hablado con él hace unos minutos.
Diego: sí, yo también he hablado con él, después de tu charla telefónica, me ha dicho que quería doblarme el sueldo.
Azucena: te lo ha contado todo? pero si me ha prometido por teléfono que no te contaría nada de las modificaciones del contrato...
Diego: qué te ha prometido qué? por qué no querías que me contara nada sobre que me subía la cifra del sueldo? tenías miedo de que aceptara la oferta?
Azucena: Diego lo siento, todo esto ha sido solo culpa mía, te prometo que a partir de ahora no nos separaremos nunca. Yo quiero estar contigo, tú eres la persona más importante que hay en mi vida.
Diego: Azucena lo siento, pero yo no voy a seguir contigo.
Azucena: qué has dicho?
Diego: estoy harto! harto de que me trates como un juguete, yo también tengo parte de culpa por hacerte caso en todo este tinglado de las películas porno, pero ya se acabó, ya no somos novios.
Azucena: qué? no puedes dejarme?
Diego: sí, sí que puedo, es más, nunca tendría que haber vuelto contigo. Puede que siga viviendo en el internado y siga siendo miembro de la organización porque ahora mismo no tengo otro sitio a donde ir, pero para ti de ahora en adelante solo seré un alumno más, igual que los otros chicos que estudian en valle seco.
Diego se dio media vuelta, se alejó de Azucena y del despacho... caminó, caminó, y caminó sin volver la vista atrás en ningún momento.
Más tarde... al anochecer...
Diego se había quedado a solas en su cuarto individual del internado, era el único alumno que no compartía habitación con dos compañeros más.
Diego abrió el armario, bajó por las escaleras, y caminó entre la oscuridad de los pasadizos, necesitaba estar solo, necesitaba pensar, necesitaba llorar sin que nadie le molestara ni le viera.
Diego llegó al último peldaño de la escalera maciza de piedra, ando y se situó frente al lago subterráneo que servía como conducto y atajo hasta la piscina exterior y privada del internado, por la trampilla acuática, separada a 7 Km. de distancia con el bosque.
Alguien más estaba esa noche en el lago, llorando y muy triste.
Diego se cruzó con ella...
Diego: Abigail ¿qué haces aquí?
Abigail: quería estar sola.
Diego: yo también, parece que hoy no vamos a conseguir ninguno de los dos lo que queremos.
Abigail: yo estoy acostumbrada a no conseguirlo, la vida ha sido muy cruel conmigo, nunca me ofrece lo que le pido, creí que cuando dejara de vivir en las mazmorras y fuera libre, todo sería mucho mejor para mí, pero es aún peor. Durante los 16 años de esclavitud en miles de ocasiones me he imaginado a Azucena muerta, sin un solo aliento de aire en su garganta. Y ahora que estoy libre, y convivo con ella a diario, soy incapaz de matarla.
#402

16/12/2011 23:20
Diego: conozco esa sensación ¿sabes? no somos los únicos que hemos querido matar a Azucena, tuve un compañero de cuarto, Manuel Lomo, era el hijo legitimo del profesor de creación de venenos, su madre abandonó a su marido para ser socia de Germán Puertas en la organización de la justicia, y Manuel la siguió a ella, cuando madre e hijo se reunieron comprendieron que mientras Azucena siguiera viva y enferma a causa de la formula de la superfuerza que inventó Segismundo para los niños de 2 a 13 años de esta escuela, Germán iba a dedicar más tiempo a curarla a ella que en buscar la paz para la humanidad, así que le pidió a su hijo que volviera a este internado y matara a Azucena, según Julia su madre, ella era la causante de todo. Pero Manuel acabó pegándose un tiro él mismo, porque a pesar de tener una novia hermosísima llamada Caridad, a quién quería mucho, cuando tuvo a Azucena cerca de él, no pudo evitar desearla como mujer, y la idea de verla muerta le entristecía, no pudo luchar contra el deber y contra sus deseos más profundos, y solo encontró la paz matándose él mismo.
Abigail: yo no deseó a Azucena, ya no, pero soy demasiado débil como para matarla yo sola, además me he dado cuenta que de que serviría matarla si el daño ya está hecho, Azucena destrozó toda mi vida cuando me despidieron del club por su culpa, ella siempre consigue todo lo que yo quiero, incluyéndote a ti.
Diego: he roto con Azucena, tenías razón respecto a ella ¿ y sabes qué? no me importa que matándola no consiga nada, sé que es lo que debo hacer, juntos lo conseguiremos.
Abigail: Diego déjalo, no tienes porque ayudarme, nunca debiste liberarme de las mazmorras, ahora estás dolido y por eso has roto con Azucena, pero volverás con ella, porque tú le perteneces.
Diego: no, eso no es cierto, ya no. Azucena se cree muy poderosa, pero si juntamos nuestras fuerzas, la venceremos.
Abigail: Diego déjalo, cuando tú saliste de las mazmorras lo hiciste convencido de tu venganza, llegaste aquí, la viste, y la volviste a amar. Tú y yo estuvimos saliendo y me estuviste engañando todas las noches con ella, luego rompiste conmigo, sé que te dije que encontraría la forma de matarla yo sola, y en el fondo sigo queriendo hacerlo, pero desde que te conocí he comprendido... que no voy a hacer nada porque no tengo con quién celebrarlo, quería matar a Azucena para poder celebrar los dos juntos nuestra victoria sobre ella, pero ahora sé que tú nunca serás mío, ahora sé que yo nunca seré más importante para ti que Azucena, ahora sé que yo nunca seré una digna rival para ella. Yo no sirvo para nada, a nadie le importó, las personas solo quieren aprovecharse de mí, y yo ya no tengo la fuerza suficiente como para enfrentarme a la vida yo sola. Por eso he bajado aquí, estoy harta de estar sola, de luchar sola, de sentir sola, no pienso hacer nada más sola, solo una última cosa, morirme, moriré sola, como lo he estado toda mi vida.
Diego: qué? Abigail espera, no!!
Abigail: no sé nadar, por eso he bajado a este lago, este lago será mi tumba.
Diego: no espera Abigail, no te tires!! nooooooooooooooo!! Cuando me escapé de las mazmorras podía haberlo hecho solo, pero quise traerte aquí conmigo ¿y sabes por qué?
Abigail: por qué?
Diego: porque después de 5 meses encerrado en esas mazmorras, olvidé como era el mundo exterior, la luz del sol, la luz de las estrellas, el agua limpia clara de los lagos, tú eras lo único que valía la pena de salvar de mi trágica experiencia en esas mazmorras, tú para mí fuiste como la luz del sol que me alumbró cuando te vi.
Abigail: Diego no me mientas.
Diego: no te estoy mintiendo, a mí no me gustaría que te pasara nada malo Abigail, de verdad que lo sentiría mucho, y si tú aún quieres estar conmigo, a mí me gustaría que volvieras a ser mi novia.
Abigail: Diego, no puedo aceptarte, tu sigues enamorado de Azucena.
Diego: tienes razón, no voy a negártelo, pero eso no significa que con el tiempo no pueda enamorarme de ti, Abigail te necesito, nos necesitamos, te prometí que los dos juntos mataríamos a Azucena y aún estamos a tiempo de hacerlo.
Abigail: de verdad quieres que yo viva y vuelva a ser tu novia?
Diego: sí, de verdad lo quiero.
Diego abrazó a Abigail, la besó, le acarició la mejilla, la tumbó sobre el suelo pedregoso de los pasadizos, y volvió a besarla sonriéndole...
Abigail: entonces demuéstramelo.
Diego quiso separarse de ella y volver a subir las escaleras hacia la superficie de los pasadizos, pero Abigail se aferró muy fuerte a su cuello y le besó, incitando a Diego a quedarse con ella, poco a poco, los dos se fueron quitando la ropa mutuamente y finalmente... acabaron haciendo el amor.
FIN DEL CAPITULO 38
Abigail: yo no deseó a Azucena, ya no, pero soy demasiado débil como para matarla yo sola, además me he dado cuenta que de que serviría matarla si el daño ya está hecho, Azucena destrozó toda mi vida cuando me despidieron del club por su culpa, ella siempre consigue todo lo que yo quiero, incluyéndote a ti.
Diego: he roto con Azucena, tenías razón respecto a ella ¿ y sabes qué? no me importa que matándola no consiga nada, sé que es lo que debo hacer, juntos lo conseguiremos.
Abigail: Diego déjalo, no tienes porque ayudarme, nunca debiste liberarme de las mazmorras, ahora estás dolido y por eso has roto con Azucena, pero volverás con ella, porque tú le perteneces.
Diego: no, eso no es cierto, ya no. Azucena se cree muy poderosa, pero si juntamos nuestras fuerzas, la venceremos.
Abigail: Diego déjalo, cuando tú saliste de las mazmorras lo hiciste convencido de tu venganza, llegaste aquí, la viste, y la volviste a amar. Tú y yo estuvimos saliendo y me estuviste engañando todas las noches con ella, luego rompiste conmigo, sé que te dije que encontraría la forma de matarla yo sola, y en el fondo sigo queriendo hacerlo, pero desde que te conocí he comprendido... que no voy a hacer nada porque no tengo con quién celebrarlo, quería matar a Azucena para poder celebrar los dos juntos nuestra victoria sobre ella, pero ahora sé que tú nunca serás mío, ahora sé que yo nunca seré más importante para ti que Azucena, ahora sé que yo nunca seré una digna rival para ella. Yo no sirvo para nada, a nadie le importó, las personas solo quieren aprovecharse de mí, y yo ya no tengo la fuerza suficiente como para enfrentarme a la vida yo sola. Por eso he bajado aquí, estoy harta de estar sola, de luchar sola, de sentir sola, no pienso hacer nada más sola, solo una última cosa, morirme, moriré sola, como lo he estado toda mi vida.
Diego: qué? Abigail espera, no!!
Abigail: no sé nadar, por eso he bajado a este lago, este lago será mi tumba.
Diego: no espera Abigail, no te tires!! nooooooooooooooo!! Cuando me escapé de las mazmorras podía haberlo hecho solo, pero quise traerte aquí conmigo ¿y sabes por qué?
Abigail: por qué?
Diego: porque después de 5 meses encerrado en esas mazmorras, olvidé como era el mundo exterior, la luz del sol, la luz de las estrellas, el agua limpia clara de los lagos, tú eras lo único que valía la pena de salvar de mi trágica experiencia en esas mazmorras, tú para mí fuiste como la luz del sol que me alumbró cuando te vi.
Abigail: Diego no me mientas.
Diego: no te estoy mintiendo, a mí no me gustaría que te pasara nada malo Abigail, de verdad que lo sentiría mucho, y si tú aún quieres estar conmigo, a mí me gustaría que volvieras a ser mi novia.
Abigail: Diego, no puedo aceptarte, tu sigues enamorado de Azucena.
Diego: tienes razón, no voy a negártelo, pero eso no significa que con el tiempo no pueda enamorarme de ti, Abigail te necesito, nos necesitamos, te prometí que los dos juntos mataríamos a Azucena y aún estamos a tiempo de hacerlo.
Abigail: de verdad quieres que yo viva y vuelva a ser tu novia?
Diego: sí, de verdad lo quiero.
Diego abrazó a Abigail, la besó, le acarició la mejilla, la tumbó sobre el suelo pedregoso de los pasadizos, y volvió a besarla sonriéndole...
Abigail: entonces demuéstramelo.
Diego quiso separarse de ella y volver a subir las escaleras hacia la superficie de los pasadizos, pero Abigail se aferró muy fuerte a su cuello y le besó, incitando a Diego a quedarse con ella, poco a poco, los dos se fueron quitando la ropa mutuamente y finalmente... acabaron haciendo el amor.
FIN DEL CAPITULO 38
#403

23/12/2011 11:58
CAPITULO 39
SEXTO DE LA CUARTA TEMPORADA
BAILARINAS
Ese día por la mañana, Diego se levantó temprano, se vistió con su uniforme oficial de la organización negro por el reverso y verde fuerte por el lado visible el jersey y gris por el reverso y pistacho por el lado visible el pantalón.
Él bajó por las escaleras centrales hasta la cocina, entró a ella encontrándose con Abigail en su puesto de trabajo como cocinera.
Abigail nada más verle, corrió a abrazarle y a recibirle calurosamente con un beso en los labios.
Abigail susurrándole: no dejó de pensar en lo que ocurrió la otra noche entre nosotros en los pasadizos, fue la mejor noche de toda mi vida.
Diego se mantenía frío y distante mientras Abigail le besaba, la apartó, mirándola son seriedad y le dijo.
Diego: tenemos que hablar.
Abigail: sobre qué? yo pensaba que todo iba bien entre nosotros. Y más desde lo que pasó la otra noche.
Diego: no, nada va bien, y precisamente no va bien por lo que ocurrió esa noche.
Abigail: Diego, qué te ocurre? no estás seguro de nuestra relación?
Diego: sí, sí estoy seguro, tú y yo debemos continuar juntos por el bien de nuestro plan, pero... lo que ocurrió la otra noche fue un error, un error que nunca más va a volver a suceder.
Abigail: qué? y eso por qué? creí que te había gustado estar conmigo...
Diego: ese no es el tema Abigail, yo antes nunca había estado con nadie sin estar enamorado de esa persona, y no me siento a gusto haciendo esto, no voy a volverme a acostar contigo sin sentir amor, yo todavía no me he olvidado de Azucena.
Abigail: Diego, no es para tanto, yo no te obligué a nada, los dos nos deseábamos y estuvimos juntos ya está, Azucena ya no es tu novia, no tienes que sentirte mal por ello.
Diego: Abigail yo no lo veo así vale? si quieres que sigamos juntos lo estaremos, pero no me pidas que comparta las noches contigo como hombre, porque no lo voy a hacer, no por el momento.
Abigail: por qué? Diego pídeme lo que sea, cualquier cosa, cualquier cosa que hagas con Azucena en la cama yo la puedo mejorar, tú solo pídemelo.
Diego: Abigail no seas frívola, no se trata de eso, se trata de mis sentimientos ¿sabes lo que hice después de estar contigo en los pasadizos esa noche?
Abigail negó con la cabeza en silencio.
Diego: yo tampoco, porque bajé a emborracharme y no recuerdo lo que sucedió después, tengo imágenes borrosas.
Abigail: bueno fue nuestra primera vez, normal que estuvieras nervioso y bebieras para relajarte, la próxima vez será mejor.
Diego: que no! que no bebí para relajarme, sino para olvidar! y yo no suelo hacer estas cosas nunca!! y no quiero que se vuelva a repetir, me has oído?
Abigail: no importa, la culpa es mía por enrollarme con un crío, para la próxima vez buscaré a un hombre que sepa lo que quiere en todo momento, y no a un niño indeciso que actúa sin haberse leído el manual de instrucciones.
Diego: yo no soy ningún niño! dejé se serlo el día en que vi morir a mi madre devorada por las fauces de un volcán, seré un hombre contigo cuando llegué el momento adecuado, es lo único que te puedo decir.
Abigail: para entonces yo ya estaré lejos de aquí, yo necesito un hombre ahora, creía que contigo encontraría lo que necesito, pero está visto que me equivoqué, tú no eres lo bastante hombre como para darme todo lo que necesito.
Diego: ya está bien! quieres que te demuestre todo lo hombre que puedo llegar a ser? pues te vas a enterar!!
Abigail: Diego por favor, es muy temprano, no estoy para juegos infantiles.
Diego se colocó frente a Abigail impidiéndole el paso.
Diego: tú de aquí no te mueves!!
Diego cogió a Abigail en brazos y ante la resistencia de ella, se la llevó a la despensa, donde cerró la puerta con llave, la acorraló contra la pared, la desnudó, y la besó para hacerla suya a continuación.
Abigail: Diego, Diegoooooooooo!! Diego bájame! qué haces? a donde me llevas? Diego, qué haces? qué hacemos aquí dentro? qué vas a hacer? contéstame ¡no me mires así! Diego, qué haces? qué estás haciendo? Diego, por favor, sigue, sigue, sigue, no te pares, sigueeeeeeeeeee!!
De pronto, un grupo de gente irrumpió por sorpresa en la despensa, tras una puerta secreta cubierta por una gran maceta de una planta de interiores.
SEXTO DE LA CUARTA TEMPORADA
BAILARINAS
Ese día por la mañana, Diego se levantó temprano, se vistió con su uniforme oficial de la organización negro por el reverso y verde fuerte por el lado visible el jersey y gris por el reverso y pistacho por el lado visible el pantalón.
Él bajó por las escaleras centrales hasta la cocina, entró a ella encontrándose con Abigail en su puesto de trabajo como cocinera.
Abigail nada más verle, corrió a abrazarle y a recibirle calurosamente con un beso en los labios.
Abigail susurrándole: no dejó de pensar en lo que ocurrió la otra noche entre nosotros en los pasadizos, fue la mejor noche de toda mi vida.
Diego se mantenía frío y distante mientras Abigail le besaba, la apartó, mirándola son seriedad y le dijo.
Diego: tenemos que hablar.
Abigail: sobre qué? yo pensaba que todo iba bien entre nosotros. Y más desde lo que pasó la otra noche.
Diego: no, nada va bien, y precisamente no va bien por lo que ocurrió esa noche.
Abigail: Diego, qué te ocurre? no estás seguro de nuestra relación?
Diego: sí, sí estoy seguro, tú y yo debemos continuar juntos por el bien de nuestro plan, pero... lo que ocurrió la otra noche fue un error, un error que nunca más va a volver a suceder.
Abigail: qué? y eso por qué? creí que te había gustado estar conmigo...
Diego: ese no es el tema Abigail, yo antes nunca había estado con nadie sin estar enamorado de esa persona, y no me siento a gusto haciendo esto, no voy a volverme a acostar contigo sin sentir amor, yo todavía no me he olvidado de Azucena.
Abigail: Diego, no es para tanto, yo no te obligué a nada, los dos nos deseábamos y estuvimos juntos ya está, Azucena ya no es tu novia, no tienes que sentirte mal por ello.
Diego: Abigail yo no lo veo así vale? si quieres que sigamos juntos lo estaremos, pero no me pidas que comparta las noches contigo como hombre, porque no lo voy a hacer, no por el momento.
Abigail: por qué? Diego pídeme lo que sea, cualquier cosa, cualquier cosa que hagas con Azucena en la cama yo la puedo mejorar, tú solo pídemelo.
Diego: Abigail no seas frívola, no se trata de eso, se trata de mis sentimientos ¿sabes lo que hice después de estar contigo en los pasadizos esa noche?
Abigail negó con la cabeza en silencio.
Diego: yo tampoco, porque bajé a emborracharme y no recuerdo lo que sucedió después, tengo imágenes borrosas.
Abigail: bueno fue nuestra primera vez, normal que estuvieras nervioso y bebieras para relajarte, la próxima vez será mejor.
Diego: que no! que no bebí para relajarme, sino para olvidar! y yo no suelo hacer estas cosas nunca!! y no quiero que se vuelva a repetir, me has oído?
Abigail: no importa, la culpa es mía por enrollarme con un crío, para la próxima vez buscaré a un hombre que sepa lo que quiere en todo momento, y no a un niño indeciso que actúa sin haberse leído el manual de instrucciones.
Diego: yo no soy ningún niño! dejé se serlo el día en que vi morir a mi madre devorada por las fauces de un volcán, seré un hombre contigo cuando llegué el momento adecuado, es lo único que te puedo decir.
Abigail: para entonces yo ya estaré lejos de aquí, yo necesito un hombre ahora, creía que contigo encontraría lo que necesito, pero está visto que me equivoqué, tú no eres lo bastante hombre como para darme todo lo que necesito.
Diego: ya está bien! quieres que te demuestre todo lo hombre que puedo llegar a ser? pues te vas a enterar!!
Abigail: Diego por favor, es muy temprano, no estoy para juegos infantiles.
Diego se colocó frente a Abigail impidiéndole el paso.
Diego: tú de aquí no te mueves!!
Diego cogió a Abigail en brazos y ante la resistencia de ella, se la llevó a la despensa, donde cerró la puerta con llave, la acorraló contra la pared, la desnudó, y la besó para hacerla suya a continuación.
Abigail: Diego, Diegoooooooooo!! Diego bájame! qué haces? a donde me llevas? Diego, qué haces? qué hacemos aquí dentro? qué vas a hacer? contéstame ¡no me mires así! Diego, qué haces? qué estás haciendo? Diego, por favor, sigue, sigue, sigue, no te pares, sigueeeeeeeeeee!!
De pronto, un grupo de gente irrumpió por sorpresa en la despensa, tras una puerta secreta cubierta por una gran maceta de una planta de interiores.
#404

23/12/2011 11:59
Abigail y Diego se vistieron y salieron de la despensa, empujados por la multitud, que se reunió con Azucena en la cocina, tras la puerta de la despensa. Esa multitud eran ex-convictos, gente que había atravesado los pasadizos que había desde el comedor de la cárcel hasta la despensa de la cocina de ese internado, que servía como tapadera para la organización del crimen.
Abigail y Diego estaban en la cocina, los ex-convictos saludaron a Azucena y ella les ordenó que siguieran hasta la sala de conferencias a cuatro alumnos del curso superior encapuchados y armados con escopetas. Cuando los ex-convictos se alejaron de la cocina. Abigail se alisaba el cabello tras el encuentro fortuito con Diego y Diego se subía los pantalones, y se abrochaba la cremallera, colocándose bien el cuello de la camiseta.
Azucena les miró sin decir nada, Abigail se acercó a Diego en cuanto tuvo la cabellera bien colocada y lo besó frente a Azucena, luego se apartó en silencio a colocar las especies en las estanterías de la cocina.
Azucena se cruzó de brazos y se acercó a Diego.
Azucena: qué Diego? ya no soy la única mujer en tu vida?
Diego: piensa lo que quieras, pero al menos ahora sé que estoy con una mujer a la que le importó de verdad.
Azucena: Diego, hace cuánto conoces a Abigail? no sabes nada de ella, nada! yo de ti intentaría elegir mejor a mis compañías.
Diego: sabes qué te pasa Azucena? que te creías que volvería llorando a tus pies como he hecho en tantas otras ocasiones, pero todo eso ya se acabó ¿qué te pensabas? ¿qué no iba a poder encontrar la felicidad al lado de otra mujer? pues te aguantas porque ahora estoy con Abigail y sé que mientras ella siga a mi lado, nada puede salir mal.
Azucena: tú lo has dicho, mientras ella siga a tu lado, pero yo si fuera tú, procuraría vigilarla muy de cerca no sea que un día se acerque a alguien más demasiado y se dé cuenta que ya no quiere seguir contigo.
Diego: qué estás insinuando Azucena?
Azucena: nada, yo solo digo que si un día Abigail y yo fuimos algo más que amigas, podemos volver a serlo.
Diego: no te atreverás a...?
Azucena: Diego, no hay nada en este mundo a lo que yo no me atreva, eso ya deberías de haberlo aprendido en todo el tiempo que llevas a mi lado.
Azucena se alejó de Diego saliendo de la cocina, Abigail y él se quedaron a solas.
Abigail terminó de ordenar los estantes y se acercó hacia Diego con mirada seductora, sin dejarle apenas hablar ni respirar, le besó con desesperación.
Diego intentó apartarla de él educadamente.
Diego: Abigail, ahora no, ¡déjame espacio! quieres??
Y Diego se marchó de la cocina sin añadir nada más.
Al rato, una alumna vestida con el uniforme oficial, rubia, entró a la cocina.
Se trataba de Diana, la hermana pequeña de Juan Birbol.
Diana: qué? ya habéis discutido Diego y tú tan temprano? lástima! con lo buenísima pareja que hacíais!!
Abigail en silencio, cogió un cuchillo por sorpresa y se lo puso a Diana en el cuello, amenazándola.
Abigail: ten mucho cuidado conmigo ¿me oyes?, Diego es mío y solo para mí, si le tocas un solo pelo, te mato.
Abigail apartó el cuchillo tras la amenaza y lo dejó sobre el fregadero, pero entonces Diana lo volvió a recuperar para ella y le hizo una amenaza similar a Abigail.
Diana: lo que haga o no haga con Diego lo decidiré yo, atrévete a matarme si quieres, puede que te lleves una sorpresa.
Abigail: a Diego no lo vas a conseguir nunca! nunca!
Diana: qué ves en él? no lo entiendo, si es un crío de 16 años.
Abigail: no te hagas la mosquita muerta conmigo que sé que tú también lo deseas.
Diana: por supuesto que lo deseo, pero porque yo también tengo 16 años al igual que él.
Abigail: si hubieses estado con Diego más de 5 minutos seguidos en un solo día, comprenderías que eso tratándose de él no tiene importancia.
Diana se quedó pensativa ante lo último dicho por Abigail...
En ese instante, Abigail aprovechó para librarse de ella, le dio un pisotón para obligarla a retroceder y cogió un tenedor y le pinchó en el brazo para lograr que soltara el cuchillo, éste se cayó al suelo, Abigail lo volvió a recuperar y mirando desafiante con él en mano a Diana le dijo.
Abigail: la próxima vez, métete con alguien a quién puedas vencer, y ahora sal de la cocina, sino quieres perder la vida.
Y Diana salió de la cocina, abandonándola, asustada.
Abigail guardó el cuchillo una vez pasado el peligro, la radio estaba encendida y se escuchó como daban una noticia en los telediarios.
Abigail y Diego estaban en la cocina, los ex-convictos saludaron a Azucena y ella les ordenó que siguieran hasta la sala de conferencias a cuatro alumnos del curso superior encapuchados y armados con escopetas. Cuando los ex-convictos se alejaron de la cocina. Abigail se alisaba el cabello tras el encuentro fortuito con Diego y Diego se subía los pantalones, y se abrochaba la cremallera, colocándose bien el cuello de la camiseta.
Azucena les miró sin decir nada, Abigail se acercó a Diego en cuanto tuvo la cabellera bien colocada y lo besó frente a Azucena, luego se apartó en silencio a colocar las especies en las estanterías de la cocina.
Azucena se cruzó de brazos y se acercó a Diego.
Azucena: qué Diego? ya no soy la única mujer en tu vida?
Diego: piensa lo que quieras, pero al menos ahora sé que estoy con una mujer a la que le importó de verdad.
Azucena: Diego, hace cuánto conoces a Abigail? no sabes nada de ella, nada! yo de ti intentaría elegir mejor a mis compañías.
Diego: sabes qué te pasa Azucena? que te creías que volvería llorando a tus pies como he hecho en tantas otras ocasiones, pero todo eso ya se acabó ¿qué te pensabas? ¿qué no iba a poder encontrar la felicidad al lado de otra mujer? pues te aguantas porque ahora estoy con Abigail y sé que mientras ella siga a mi lado, nada puede salir mal.
Azucena: tú lo has dicho, mientras ella siga a tu lado, pero yo si fuera tú, procuraría vigilarla muy de cerca no sea que un día se acerque a alguien más demasiado y se dé cuenta que ya no quiere seguir contigo.
Diego: qué estás insinuando Azucena?
Azucena: nada, yo solo digo que si un día Abigail y yo fuimos algo más que amigas, podemos volver a serlo.
Diego: no te atreverás a...?
Azucena: Diego, no hay nada en este mundo a lo que yo no me atreva, eso ya deberías de haberlo aprendido en todo el tiempo que llevas a mi lado.
Azucena se alejó de Diego saliendo de la cocina, Abigail y él se quedaron a solas.
Abigail terminó de ordenar los estantes y se acercó hacia Diego con mirada seductora, sin dejarle apenas hablar ni respirar, le besó con desesperación.
Diego intentó apartarla de él educadamente.
Diego: Abigail, ahora no, ¡déjame espacio! quieres??
Y Diego se marchó de la cocina sin añadir nada más.
Al rato, una alumna vestida con el uniforme oficial, rubia, entró a la cocina.
Se trataba de Diana, la hermana pequeña de Juan Birbol.
Diana: qué? ya habéis discutido Diego y tú tan temprano? lástima! con lo buenísima pareja que hacíais!!
Abigail en silencio, cogió un cuchillo por sorpresa y se lo puso a Diana en el cuello, amenazándola.
Abigail: ten mucho cuidado conmigo ¿me oyes?, Diego es mío y solo para mí, si le tocas un solo pelo, te mato.
Abigail apartó el cuchillo tras la amenaza y lo dejó sobre el fregadero, pero entonces Diana lo volvió a recuperar para ella y le hizo una amenaza similar a Abigail.
Diana: lo que haga o no haga con Diego lo decidiré yo, atrévete a matarme si quieres, puede que te lleves una sorpresa.
Abigail: a Diego no lo vas a conseguir nunca! nunca!
Diana: qué ves en él? no lo entiendo, si es un crío de 16 años.
Abigail: no te hagas la mosquita muerta conmigo que sé que tú también lo deseas.
Diana: por supuesto que lo deseo, pero porque yo también tengo 16 años al igual que él.
Abigail: si hubieses estado con Diego más de 5 minutos seguidos en un solo día, comprenderías que eso tratándose de él no tiene importancia.
Diana se quedó pensativa ante lo último dicho por Abigail...
En ese instante, Abigail aprovechó para librarse de ella, le dio un pisotón para obligarla a retroceder y cogió un tenedor y le pinchó en el brazo para lograr que soltara el cuchillo, éste se cayó al suelo, Abigail lo volvió a recuperar y mirando desafiante con él en mano a Diana le dijo.
Abigail: la próxima vez, métete con alguien a quién puedas vencer, y ahora sal de la cocina, sino quieres perder la vida.
Y Diana salió de la cocina, abandonándola, asustada.
Abigail guardó el cuchillo una vez pasado el peligro, la radio estaba encendida y se escuchó como daban una noticia en los telediarios.
#405

23/12/2011 11:59
noticiero: les comunicamos que se han encontrado dos cuerpos completamente desnudos de dos chicas de 16 años en las cercanías del patio de la cárcel de la ciudad, las chicas presentan cortes profundos en el cuello provocados por un arma de metal afilada, ninguno de los detenidos las han reconocido como familiares ni amistades.
Abigail al oír la siguiente noticia, apagó la radio de inmediato.
Minutos después... Diego estaba en el gimnasio con el chándal del colegio puesto, haciendo abdominales.
Cuando alguien entró con el uniforme negro y faldita gris del colegio.
Diana: hola, qué tal te va todo Diego?
Diego poniéndose nervioso: qué te hace pensar que quiero hablar contigo Diana? vete! me das asco! no quiero volverte a ver nunca más en la vida!
Diana: por qué? con lo bien que lo pasamos tú y yo cuando nos acostamos en la misma cama...
Diego: no me hagas reír, la única vez que he estado en la cama contigo fue cuando casi muero por tu culpa congelado en el río de las pirañas, sufrí una pulmonía muy fuerte, estaba con 40 de fiebre vomitando y con escalofríos y tú te metiste en mi cama aprovechando mi enfermedad, ni siquiera tenía fuerzas para cerrar los ojos y tú lo único que querías era aprovecharte de las circunstancias para tenerme entre tus brazos.
Diana: uy! que desmemoriados estamos Diego! yo no estoy hablando de esa vez, yo estoy hablando de la noche que viniste a mi cuarto a buscarme con una botella de whisky en la mano, ¿no te acuerdas? yo te quité la botella, pero tú insistías en que te la devolviera y bebiera contigo, me tiraste sobre la cama, me rompiste la blusa y acabamos haciendo el amor.
Diego se levantó de inmediato dejando de hacer abdominales.
Diego: mientes!
Diana: no, no miento Diego, dime la verdad ¿no hay ninguna noche que recuerdes con imágenes borrosas por haber estado embriagado?
Diego: de acuerdo Diana, suponiendo que estás diciéndome la verdad, eso ocurrió solo una noche, yo estaba bebido, así que olvídalo, porque fue un accidente que no va a volver a pasar y del que quiero que no hables con nadie.
Diana: los accidentes tienen consecuencias ¿has pensado en la posibilidad de que yo pueda estar embarazada?
Diego: vete! sal de mi vista! vete! te quiero lejos de mí ¿me oyes? vete y no vuelvas!!
Y Diego echó muy enfadado a Diana del gimnasio, cerrando la puerta tras ella.
Mientras... lejos de allí... los alumnos que pertenecían al programa de asesinos a sueldo que era un grupo que seleccionaban entre los mejores para llevar misiones al exterior de asesinato a enemigos de la organización, volvían al internado tras una dura jornada de trabajo.
Uno de ellos se paseaba por las calles con gabardina, gorro y gafas de sol, y una pistola guardada en el forro de ésta. La gabardina tenía una particularidad que la distinguía de cualquier otra prenda normal, quien la llevara puesta tomaba prestado el poder de la hipervelocidad y capacidad para mezclarse entre el ambiente igual que un camaleón y camuflarse para no ser visto. Así la persona en cuestión disparaba a sus victimas dejándolas en medio de la calle sin que nadie lo descubriera ni pudieran seguirle la pista.
Tras alcanzar a varios peatones que paseaban por la calle, el alumno de la gabardina se subió a una limusina negra, donde había 3 alumnos más dentro, chicos y chicas. Los que llevaban la gabardina utilizada para matar se la quitaron en el interior del auto y dejaron visibles sus uniformes negros y grises pertenecientes al internado y a la organización.
La limusina también recogió a otro de los alumnos, que estaba en una parada de autobús, vestido con ropa de calle, el alumno pegó un sello rojo en el maletín de un hombre, éste subió al autobús y al instante al brillar el sello rojo, el hombre se puso colorado, pidió agua, dijo que se ahogaba y cayó redondo hacia el suelo y muerto. E l sello corta-aire acababa de cumplir la misión por la que fue inventado para la organización.
Así este alumno también fue recogido por la limusina, cuando ya estaban todos dentro de la limusina, el alumno se quitó la ropa de calle, y se quedó con el uniforme del colegio negro y gris que en todo ese tiempo había tenido oculto bajo su ropa de diario.
Dentro de la limusina todos los alumnos, sacaron sus listas de personas muertas con los nombres y las fotografías al lado de éstos, y con un rotulador rojo marcaron una equis junto a los nombres de las personas eliminadas.
Todos los alumnos dentro de la limusina, escucharon la voz del xofer que la conducía.
xofer: bienvenidos a todos los asesinos a sueldo, recibiréis un diamante por cada persona asesinada al llegar al internado, devolver los inventos como el sello corta-aire o la gabardina camaleónica con velocidades de 566 caballos, la pistola boomerang u otros artilugios a los laboratorios en tiempo escaso de 2 horas y media si excedéis ese tiempo, y no os deshacéis de cada uno de los inventos, se os castigara por robo y conservación inadecuada de elementos de uso privado de laboratorio con 2 días y 2 noches en las mazmorras o 50 min. en la sala de torturas.
La limusina llegó a la parte trasera del bosque del internado valle seco, aparcó en una explanada alejada del parking exterior que se solía usar para los coches más corrientes.
Al rato, todos los alumnos castigados por algún incidente ocurrido dentro del internado a trabajar en la mina depositaban en sacos aguantados por los alumnos recién llegados en la limusina, distintos diamantes, mientras eran custodiados por dos alumnos del curso superior que los apuntaban con sus rifles, para que no se les ocurriera escapar, durante el reparto.
Azucena se abrió paso entre toda esa gente acercándose a Juan Birbol.
Abigail al oír la siguiente noticia, apagó la radio de inmediato.
Minutos después... Diego estaba en el gimnasio con el chándal del colegio puesto, haciendo abdominales.
Cuando alguien entró con el uniforme negro y faldita gris del colegio.
Diana: hola, qué tal te va todo Diego?
Diego poniéndose nervioso: qué te hace pensar que quiero hablar contigo Diana? vete! me das asco! no quiero volverte a ver nunca más en la vida!
Diana: por qué? con lo bien que lo pasamos tú y yo cuando nos acostamos en la misma cama...
Diego: no me hagas reír, la única vez que he estado en la cama contigo fue cuando casi muero por tu culpa congelado en el río de las pirañas, sufrí una pulmonía muy fuerte, estaba con 40 de fiebre vomitando y con escalofríos y tú te metiste en mi cama aprovechando mi enfermedad, ni siquiera tenía fuerzas para cerrar los ojos y tú lo único que querías era aprovecharte de las circunstancias para tenerme entre tus brazos.
Diana: uy! que desmemoriados estamos Diego! yo no estoy hablando de esa vez, yo estoy hablando de la noche que viniste a mi cuarto a buscarme con una botella de whisky en la mano, ¿no te acuerdas? yo te quité la botella, pero tú insistías en que te la devolviera y bebiera contigo, me tiraste sobre la cama, me rompiste la blusa y acabamos haciendo el amor.
Diego se levantó de inmediato dejando de hacer abdominales.
Diego: mientes!
Diana: no, no miento Diego, dime la verdad ¿no hay ninguna noche que recuerdes con imágenes borrosas por haber estado embriagado?
Diego: de acuerdo Diana, suponiendo que estás diciéndome la verdad, eso ocurrió solo una noche, yo estaba bebido, así que olvídalo, porque fue un accidente que no va a volver a pasar y del que quiero que no hables con nadie.
Diana: los accidentes tienen consecuencias ¿has pensado en la posibilidad de que yo pueda estar embarazada?
Diego: vete! sal de mi vista! vete! te quiero lejos de mí ¿me oyes? vete y no vuelvas!!
Y Diego echó muy enfadado a Diana del gimnasio, cerrando la puerta tras ella.
Mientras... lejos de allí... los alumnos que pertenecían al programa de asesinos a sueldo que era un grupo que seleccionaban entre los mejores para llevar misiones al exterior de asesinato a enemigos de la organización, volvían al internado tras una dura jornada de trabajo.
Uno de ellos se paseaba por las calles con gabardina, gorro y gafas de sol, y una pistola guardada en el forro de ésta. La gabardina tenía una particularidad que la distinguía de cualquier otra prenda normal, quien la llevara puesta tomaba prestado el poder de la hipervelocidad y capacidad para mezclarse entre el ambiente igual que un camaleón y camuflarse para no ser visto. Así la persona en cuestión disparaba a sus victimas dejándolas en medio de la calle sin que nadie lo descubriera ni pudieran seguirle la pista.
Tras alcanzar a varios peatones que paseaban por la calle, el alumno de la gabardina se subió a una limusina negra, donde había 3 alumnos más dentro, chicos y chicas. Los que llevaban la gabardina utilizada para matar se la quitaron en el interior del auto y dejaron visibles sus uniformes negros y grises pertenecientes al internado y a la organización.
La limusina también recogió a otro de los alumnos, que estaba en una parada de autobús, vestido con ropa de calle, el alumno pegó un sello rojo en el maletín de un hombre, éste subió al autobús y al instante al brillar el sello rojo, el hombre se puso colorado, pidió agua, dijo que se ahogaba y cayó redondo hacia el suelo y muerto. E l sello corta-aire acababa de cumplir la misión por la que fue inventado para la organización.
Así este alumno también fue recogido por la limusina, cuando ya estaban todos dentro de la limusina, el alumno se quitó la ropa de calle, y se quedó con el uniforme del colegio negro y gris que en todo ese tiempo había tenido oculto bajo su ropa de diario.
Dentro de la limusina todos los alumnos, sacaron sus listas de personas muertas con los nombres y las fotografías al lado de éstos, y con un rotulador rojo marcaron una equis junto a los nombres de las personas eliminadas.
Todos los alumnos dentro de la limusina, escucharon la voz del xofer que la conducía.
xofer: bienvenidos a todos los asesinos a sueldo, recibiréis un diamante por cada persona asesinada al llegar al internado, devolver los inventos como el sello corta-aire o la gabardina camaleónica con velocidades de 566 caballos, la pistola boomerang u otros artilugios a los laboratorios en tiempo escaso de 2 horas y media si excedéis ese tiempo, y no os deshacéis de cada uno de los inventos, se os castigara por robo y conservación inadecuada de elementos de uso privado de laboratorio con 2 días y 2 noches en las mazmorras o 50 min. en la sala de torturas.
La limusina llegó a la parte trasera del bosque del internado valle seco, aparcó en una explanada alejada del parking exterior que se solía usar para los coches más corrientes.
Al rato, todos los alumnos castigados por algún incidente ocurrido dentro del internado a trabajar en la mina depositaban en sacos aguantados por los alumnos recién llegados en la limusina, distintos diamantes, mientras eran custodiados por dos alumnos del curso superior que los apuntaban con sus rifles, para que no se les ocurriera escapar, durante el reparto.
Azucena se abrió paso entre toda esa gente acercándose a Juan Birbol.
#406

23/12/2011 12:00
Azucena: bajar las armas-dijo refriéndose a los que apuntaban a Juan con sus rifles-Juan queda liberado de sus tareas en la mina, a partir de ahora volverá a vivir en el internado-acompáñame Juan.
Azucena se fue de las minas y acompañó a Juan hasta las puertas de su dormitorio en el interior del colegio.
Azucena: espero que el tiempo que has pasado en las minas te haya servido de escarmiento, has vuelto al internado gracias a la fortuna que nos paga tu familia, tus padres me han pedido expresamente que te liberé hoy mismo, Esmeralda mi sobrina murió recientemente, así que con ella muerta esperó que no tengas ningún problema con el resto de las alumnas a las que deberás tratar con respeto y discreción.
Juan: Esmeralda está muerta?! que maravillosa noticia! por mí que se pudra en el infierno, por culpa de sus mentiras he pasado un calvario en esas minas de diamantes! por fin en el mundo se ha hecho justicia llevándose su alma y quemándola en las calurosas llamas en un trono junto al diablo!!
Azucena le pegó una bofetada a Juan.
Azucena: cuidado con lo que dices, estás hablando de mi sobrina, no hagas que me arrepienta de haberte liberado de las minas.
Azucena salió del cuarto de Juan dejándole a solas.
Juan se lanzó a la cama, sucio de carbón.
Juan: una cama! una cama blandita y acogedora! cuanto la echaba de menos!!
Minutos después... Azucena, caminó por los pasillos del internado, y pasando cerca de la sala de música, escuchó una melodía excitante, estiró de la puerta corredera y entró, viendo a alguien sobre el escenario que había enchufado el equipo sonoro. Abigail estaba bailando al son de la música mientras giraba y se desnudaba en la vara de metal que había en medio del escenario.
Azucena mientras la admiraba a una distancia prudencial, retrocedió en el tiempo, a cuando ellas dos tenían 19 años, y se conocieron en el club nocturno "las musas del olimpo."
Flash-back.
Manuela, la hermana mayor de Azucena estaba en la habitación de su hermana pequeña en el internado. Manuela llevaba un año casada con Fabián, tras los 3 años de noviazgo, y estaba embarazada de sus mellizas Esmeralda y Rubí.
Manuela y Azucena hablaban mientras ella hacía las maletas para irse al club.
Manuela: seguro que quieres trabajar en ese club? no es lugar para ti, convenceré a Jorge para que te quedes aquí conmigo.
Azucena: Jorge dirige la organización, debo hacer todo lo que él me diga, ¿quién sabe? a lo mejor sacó algo bueno de todo esto.
Manuela: algún día Jorge pagara muy caro por todo lo que te está haciendo sufrir, ojala yo pudiera demostrarle de que pasta están hechas las hermanas Terrón.
Azucena: ahora es peligroso enfrentarnos a Jorge, lo mejor es hacer lo que él ordené, cuando esté distraído y confiado de sí mismo, entonces le atacaremos, pero ahora no.
Manuela: estoy preocupada por ti, no sé si sabrás llevar tu doble vida como bailarina en ese club y profesora de este internado.
Azucena: tranquila, yo sé como manejar a los hombres. He visitado unas cuantas veces el club, no es mal sitio, mucho mejor de lo que lo pintan algunas personas, sabré apañármelas.
Manuela: seguro?
Azucena: seguro, recuerda que si me voy es por el bien de la organización y porque no quiero que Jorge la tomé contigo si yo le desobedezco, tú ahora tienes que cuidar a nuestros futuros sobrinos.
Manuela: nuestros? por qué dices nuestros?
Azucena: hablé con Segismundo, me dijo que era muy probable que tuvieras gemelos.
Manuela: pues yo te digo que va a ser solo un niño! mi primer embarazo y gemelos! ni loca! va a ser uno como cualquier otra mujer!
Azucena se fue de las minas y acompañó a Juan hasta las puertas de su dormitorio en el interior del colegio.
Azucena: espero que el tiempo que has pasado en las minas te haya servido de escarmiento, has vuelto al internado gracias a la fortuna que nos paga tu familia, tus padres me han pedido expresamente que te liberé hoy mismo, Esmeralda mi sobrina murió recientemente, así que con ella muerta esperó que no tengas ningún problema con el resto de las alumnas a las que deberás tratar con respeto y discreción.
Juan: Esmeralda está muerta?! que maravillosa noticia! por mí que se pudra en el infierno, por culpa de sus mentiras he pasado un calvario en esas minas de diamantes! por fin en el mundo se ha hecho justicia llevándose su alma y quemándola en las calurosas llamas en un trono junto al diablo!!
Azucena le pegó una bofetada a Juan.
Azucena: cuidado con lo que dices, estás hablando de mi sobrina, no hagas que me arrepienta de haberte liberado de las minas.
Azucena salió del cuarto de Juan dejándole a solas.
Juan se lanzó a la cama, sucio de carbón.
Juan: una cama! una cama blandita y acogedora! cuanto la echaba de menos!!
Minutos después... Azucena, caminó por los pasillos del internado, y pasando cerca de la sala de música, escuchó una melodía excitante, estiró de la puerta corredera y entró, viendo a alguien sobre el escenario que había enchufado el equipo sonoro. Abigail estaba bailando al son de la música mientras giraba y se desnudaba en la vara de metal que había en medio del escenario.
Azucena mientras la admiraba a una distancia prudencial, retrocedió en el tiempo, a cuando ellas dos tenían 19 años, y se conocieron en el club nocturno "las musas del olimpo."
Flash-back.
Manuela, la hermana mayor de Azucena estaba en la habitación de su hermana pequeña en el internado. Manuela llevaba un año casada con Fabián, tras los 3 años de noviazgo, y estaba embarazada de sus mellizas Esmeralda y Rubí.
Manuela y Azucena hablaban mientras ella hacía las maletas para irse al club.
Manuela: seguro que quieres trabajar en ese club? no es lugar para ti, convenceré a Jorge para que te quedes aquí conmigo.
Azucena: Jorge dirige la organización, debo hacer todo lo que él me diga, ¿quién sabe? a lo mejor sacó algo bueno de todo esto.
Manuela: algún día Jorge pagara muy caro por todo lo que te está haciendo sufrir, ojala yo pudiera demostrarle de que pasta están hechas las hermanas Terrón.
Azucena: ahora es peligroso enfrentarnos a Jorge, lo mejor es hacer lo que él ordené, cuando esté distraído y confiado de sí mismo, entonces le atacaremos, pero ahora no.
Manuela: estoy preocupada por ti, no sé si sabrás llevar tu doble vida como bailarina en ese club y profesora de este internado.
Azucena: tranquila, yo sé como manejar a los hombres. He visitado unas cuantas veces el club, no es mal sitio, mucho mejor de lo que lo pintan algunas personas, sabré apañármelas.
Manuela: seguro?
Azucena: seguro, recuerda que si me voy es por el bien de la organización y porque no quiero que Jorge la tomé contigo si yo le desobedezco, tú ahora tienes que cuidar a nuestros futuros sobrinos.
Manuela: nuestros? por qué dices nuestros?
Azucena: hablé con Segismundo, me dijo que era muy probable que tuvieras gemelos.
Manuela: pues yo te digo que va a ser solo un niño! mi primer embarazo y gemelos! ni loca! va a ser uno como cualquier otra mujer!
#407

23/12/2011 12:01
Azucena: eso no es lo que dice Segismundo y él es médico.
Manuela: por mí como si es cura! voy a tener solo un niño y se acabó!
Azucena: tranquila, no te pongas nerviosa, sean uno o dos seguro que nacen sanos, estoy muy contenta por Fabián y por ti, ya era hora que fueras feliz junto a él.
Manuela: sí, yo también, pero lo importante para mí es que tú seas feliz, y no sé si lo serás en ese club.
Azucena: tranquila, no estaré sola, he hecho una amiga entre mis compañeras de trabajo. Abigail me cuidara.
Manuela y Azucena se abrazaron.
En ese instante Abigail entró al cuarto.
Abigail cogió la maleta.
Abigail: lo siento, nos tenemos que ir, Jorge nos espera en su coche para llevarnos al club.
Azucena se separó de Manuela y salió por la puerta con lágrimas en los ojos.
Abigail se quedó a solas con Manuela.
Manuela apuntó con su pistola a Abigail y le dijo.
Manuela: tengo una alta formación como asesina y como conocedora de todo tipo de armas, mi difunto padre era traficante ilegal de armas, así que procura que no me enteré que le haces daño a mi hermana, o una de las balas de esta pistola, irá directa a tu corazón.
Abigail se fue del cuarto con la maleta de Azucena en silencio, y Manuela guardó la pistola, llorando, pensando en su hermana Azucena que se acababa de marchar.
fin del flash-back.
Azucena se acercó hacia el interior de la sala de música intentando no molestar a Abigail, que seguía bailando sin percatarse de su presencia.
Flash-back.
En el interior del club "las musas del olimpo", dentro de uno de los camerinos de las bailarinas.
Abigail de 19 años estaba recogiendo la ropa que Azucena había dejado tirada después de su última actuación. Jorge Puertas, entró en ese momento en el camerino.
Jorge: hola Abigail, tenía muchas ganas de verte ¿qué tal le va a Azucena en el negocio?
Abigail no habló.
Jorge: te he estado llamando, ya hace 4 meses que Azucena trabaja en este club, nuestro trato sigue en pie, ¿verdad?
Abigail siguió en silencio.
Jorge: por qué no me contestas? por qué no coges mis llamadas? te contraté para que me tuvieras al corriente de todos los movimientos de Azucena dentro del club ¿qué clase de informadora eres que te niegas a hablar conmigo?
Abigail continuó en silencio.
Jorge: qué haces en el camerino de Azucena? por qué le estás ordenando las cosas? Azucena sabe que te contraté como espía de ella? es eso? me ha descubierto? te ha amenazado?
Abigail por fin se dignó a decirle algo a Jorge, bajito pero se lo dijo.
Abigail: lo siento Jorge, pero Azucena no me ha dado permiso para hablar contigo, y yo no puedo hacer nada con lo que ella no esté de acuerdo antes.
Jorge: cómo? Azucena no te ha amenazado, verdad? lo que ha hecho ella es contratarte para volverte contra mí y tenerte de su parte ¿qué te ha prometido? te duplico la cifra! no! te la triplico!
Abigail: no aceptaré nada sin el permiso de Azucena.
Jorge: Abigail, tú antes nunca me habías hablado así, ¿qué te ha hecho Azucena para que la obedezcas a ciegas? dime ¿qué te ha hecho?
Abigail: nada, ella es buena conmigo, ella es muy buena conmigo.
En ese instante Azucena entró en su camerino tras bailar en la vara del escenario.
Azucena: ay!! estoy reventada!!
Azucena vio a Jorge.
Azucena: Jorge ¿no sabes que estos camerinos son solo para mujeres?
Jorge: qué le has hecho a Abigail? la contraté para te controlara dentro del club y me mantuviera informado sobre ti, y ahora se niega a hablar conmigo ¿qué es lo que le has hecho a Abigail, Azucena?
Azucena: nada, solo enseñarle a acercarse a las personas adecuadas para ella.
Azucena se dirigió a Abigail.
Azucena: dame la ropa y vete a descansar, ya lo colocaré yo.
Abigail le dio la ropa a Azucena, ésta la recogió, Azucena antes de que Abigail saliera del camerino, le acarició el cabello rubio, y mirando a Jorge de reojo besó a Abigail en los labios.
Azucena: estoy muy orgullosa de tu trabajo, puedes irte.
Abigail sonrió y se marchó.
Azucena se quedó a solas con Jorge.
Jorge al ver el beso entre Abigail y Azucena...
Jorge: no me lo puedo creer! te has acostado con Abigail? no lo haces conmigo que soy todo un hombre, ¿y te atreves a hacerlo con ella?
Azucena: tú eres cualquier cosa menos un hombre ¿celoso? querías que entrara a trabajar en este club para tenerme controlada, por eso contrataste a Abigail, ella misma me lo confesó, pero... no tuviste en cuenta, que yo soy mucho más lista que tú. A partir de ahora Abigail hará todo lo que yo le ordené, querías que aprendiera el oficio ¿verdad? pues no solo lo he aprendido, sino que ahora después de 4 meses soy la reina de él. Quédate a ver el espectáculo, yo invito. Y muchas gracias por haberme traído a este club, no puedes ni imaginarte lo mucho que he aprendido aquí.
Azucena le besó en los labios a Jorge, y salió de los camerinos, directa al escenario a bailar alrededor de la vara de metal. Jorge la miró con rabia, mientras se marchaba por la puerta del club.
fin del flash-back.
Manuela: por mí como si es cura! voy a tener solo un niño y se acabó!
Azucena: tranquila, no te pongas nerviosa, sean uno o dos seguro que nacen sanos, estoy muy contenta por Fabián y por ti, ya era hora que fueras feliz junto a él.
Manuela: sí, yo también, pero lo importante para mí es que tú seas feliz, y no sé si lo serás en ese club.
Azucena: tranquila, no estaré sola, he hecho una amiga entre mis compañeras de trabajo. Abigail me cuidara.
Manuela y Azucena se abrazaron.
En ese instante Abigail entró al cuarto.
Abigail cogió la maleta.
Abigail: lo siento, nos tenemos que ir, Jorge nos espera en su coche para llevarnos al club.
Azucena se separó de Manuela y salió por la puerta con lágrimas en los ojos.
Abigail se quedó a solas con Manuela.
Manuela apuntó con su pistola a Abigail y le dijo.
Manuela: tengo una alta formación como asesina y como conocedora de todo tipo de armas, mi difunto padre era traficante ilegal de armas, así que procura que no me enteré que le haces daño a mi hermana, o una de las balas de esta pistola, irá directa a tu corazón.
Abigail se fue del cuarto con la maleta de Azucena en silencio, y Manuela guardó la pistola, llorando, pensando en su hermana Azucena que se acababa de marchar.
fin del flash-back.
Azucena se acercó hacia el interior de la sala de música intentando no molestar a Abigail, que seguía bailando sin percatarse de su presencia.
Flash-back.
En el interior del club "las musas del olimpo", dentro de uno de los camerinos de las bailarinas.
Abigail de 19 años estaba recogiendo la ropa que Azucena había dejado tirada después de su última actuación. Jorge Puertas, entró en ese momento en el camerino.
Jorge: hola Abigail, tenía muchas ganas de verte ¿qué tal le va a Azucena en el negocio?
Abigail no habló.
Jorge: te he estado llamando, ya hace 4 meses que Azucena trabaja en este club, nuestro trato sigue en pie, ¿verdad?
Abigail siguió en silencio.
Jorge: por qué no me contestas? por qué no coges mis llamadas? te contraté para que me tuvieras al corriente de todos los movimientos de Azucena dentro del club ¿qué clase de informadora eres que te niegas a hablar conmigo?
Abigail continuó en silencio.
Jorge: qué haces en el camerino de Azucena? por qué le estás ordenando las cosas? Azucena sabe que te contraté como espía de ella? es eso? me ha descubierto? te ha amenazado?
Abigail por fin se dignó a decirle algo a Jorge, bajito pero se lo dijo.
Abigail: lo siento Jorge, pero Azucena no me ha dado permiso para hablar contigo, y yo no puedo hacer nada con lo que ella no esté de acuerdo antes.
Jorge: cómo? Azucena no te ha amenazado, verdad? lo que ha hecho ella es contratarte para volverte contra mí y tenerte de su parte ¿qué te ha prometido? te duplico la cifra! no! te la triplico!
Abigail: no aceptaré nada sin el permiso de Azucena.
Jorge: Abigail, tú antes nunca me habías hablado así, ¿qué te ha hecho Azucena para que la obedezcas a ciegas? dime ¿qué te ha hecho?
Abigail: nada, ella es buena conmigo, ella es muy buena conmigo.
En ese instante Azucena entró en su camerino tras bailar en la vara del escenario.
Azucena: ay!! estoy reventada!!
Azucena vio a Jorge.
Azucena: Jorge ¿no sabes que estos camerinos son solo para mujeres?
Jorge: qué le has hecho a Abigail? la contraté para te controlara dentro del club y me mantuviera informado sobre ti, y ahora se niega a hablar conmigo ¿qué es lo que le has hecho a Abigail, Azucena?
Azucena: nada, solo enseñarle a acercarse a las personas adecuadas para ella.
Azucena se dirigió a Abigail.
Azucena: dame la ropa y vete a descansar, ya lo colocaré yo.
Abigail le dio la ropa a Azucena, ésta la recogió, Azucena antes de que Abigail saliera del camerino, le acarició el cabello rubio, y mirando a Jorge de reojo besó a Abigail en los labios.
Azucena: estoy muy orgullosa de tu trabajo, puedes irte.
Abigail sonrió y se marchó.
Azucena se quedó a solas con Jorge.
Jorge al ver el beso entre Abigail y Azucena...
Jorge: no me lo puedo creer! te has acostado con Abigail? no lo haces conmigo que soy todo un hombre, ¿y te atreves a hacerlo con ella?
Azucena: tú eres cualquier cosa menos un hombre ¿celoso? querías que entrara a trabajar en este club para tenerme controlada, por eso contrataste a Abigail, ella misma me lo confesó, pero... no tuviste en cuenta, que yo soy mucho más lista que tú. A partir de ahora Abigail hará todo lo que yo le ordené, querías que aprendiera el oficio ¿verdad? pues no solo lo he aprendido, sino que ahora después de 4 meses soy la reina de él. Quédate a ver el espectáculo, yo invito. Y muchas gracias por haberme traído a este club, no puedes ni imaginarte lo mucho que he aprendido aquí.
Azucena le besó en los labios a Jorge, y salió de los camerinos, directa al escenario a bailar alrededor de la vara de metal. Jorge la miró con rabia, mientras se marchaba por la puerta del club.
fin del flash-back.
#408

23/12/2011 12:02
Azucena dejó sus recuerdos atrás, y se acercó a Abigail con paso firme y seguro.
Azucena aplaudió a Abigail trayéndola de nuevo a la realidad.
Abigail al verla apagó la música, y recogió la ropa para vestirse.
Azucena: sigue, no es necesario que te pares ni que te vistas, tampoco es la primera vez que te veo actuar.
Abigail: quién te ha dado permiso para entrar aquí e interrumpirme?
Azucena: soy la directora de este centro, no necesito el permiso de nadie.
Abigail se sentó en ropa interior en el borde del escenario.
Abigail: finalmente lo conseguiste ¿verdad Azucena? cuando nos conocimos siempre me decías que tú algún día serías la directora de la organización, aunque estuviese prohibido que ese puesto lo ocupara una mujer, ese siempre fue tu sueño.
Azucena se sentó al borde del escenario al lado de Abigail.
Azucena: recuerda cuando tú y yo nos conocimos, tú me enseñaste a bailar en la vara y a manejar a todos los clientes del club y yo te enseñé a ti que juntas no hay nada que no podamos conseguir.
Abigail: ahora todo es diferente Azucena, tú y yo ya no estamos juntas.
Azucena: eso puede cambiar.
Abigail: ya nada volverá a ser como antes, yo he sufrido mucho en estos 16 años encerrada en las mazmorras de las dos organizaciones alejada del mundo, sufrí mucho cuando te hiciste famosa entre todos los clientes quitándome a mí el puesto en el club y haciéndome a un lado, obligándome a vivir en la calle arruinada, no tuve otra opción que recurrir a Jorge en busca de alimento.
Azucena: Jorge me engañó, yo nunca quise que te fueras del club, los clientes reclamaban mi nombre por ser la novedad pero yo nunca te hubiese dejado sola si hubiese sabido que no disponías de medios necesarios para salir adelante por ti misma, yo nunca quise dejarte sola, todavía estamos a tiempo de arreglar el pasado.
Abigail: no puedo, me prometí a mi misma matarte si algún día salía de esas sucias mazmorras, no puedo faltar a mi palabra.
Azucena: también me prometiste que cuidarías siempre de mí, tú y yo somos almas gemelas Abigail.
Abigail: ahora hay cosas que nos separan, ahora estoy con Diego.
Azucena: a Diego déjamelo a mí, hablaré con él, yo sé como debo convencerle.
Abigail: no intentes engañarme Azucena, yo ya no siento nada por ti.
Azucena: no es eso lo que notó en tus ojos.
Azucena se acercó a Abigail, le acarició la mejilla, le apartó el pelo de la cara, le dio un ligero beso en la comisura de los labios para después seguir besándola desenfrenadamente, sintiendo como su beso era devuelto satisfactoriamente.
Mientras ellas dos se besaban alguien les espiaba desde la puerta de incógnito, un chico, un alumno, Juan Birbol.
A la noche, alguien estaba en las proximidades del bosque del internado valle seco.
Un profesor, un hombre adulto, Fabián Amadeo pisaba la dura tierra del cementerio sintiendo el soplo del viento frío en su cara.
Fabián se acercó a la zona en donde estaban las tumbas de su familia, la de Segismundo Amadeo (su padre) la de Manuela Terrón (su esposa) y la de su hija Rubí, la pequeña de las gemelas.
Fabián alzó a la luz de la luna, bajo su reflejo, una botellita con un líquido verde grisáceo.
Fabián: por fin lo he conseguido, he mejorado la fórmula de Álvaro Lomo, el padre de Manuel, Alberto y Aníbal, el marido de Julia Almo, la que fue socia de Germán en la organización de la justicia. Os traeré a la vida, tal y como os prometí.
Fabián se dispuso a abrir la botellita, le quitó el tapón de corcho y...
Cerca del cementerio habían 3 muchachos jóvenes que acaban de llegar, con uniformes blancos y azul
marino con el emblema OSJ azul celeste giratorio, tridimensional y continuo.
Teresa con su pato Remolino, Pablo con su cigüeña Borrasca y Héctor con su oso Cúmulo.
Ocultos detrás de unos arbustos, observaban a Fabián desde lejos y murmuraban entre ellos.
Teresa: quién debe ser ese tipo?
Pablo: algún profesor de esta escuela seguro, ¿sino por qué iba a estar tan cerca de este bosque?
Héctor: la botellita que lleva en la mano debe ser algo importante, tenemos que conseguirla, cueste lo que cueste, puede sernos útil para luchar contra la organización del crimen.
Héctor acarició el pelaje de su mascota de espionaje, se acercó al oso y le susurró al oído.
Héctor: Cúmulo, ya sabes lo que tienes que hacer.
Mientras...Fabián se disponía a volcar el líquido en la tumba de su padre... cuando un oso le saltó encima, el oso le mordió la mano, intentó quitarle la botella, le arañó la cara con su zarpa...
Héctor: no Cúmulo tan fuerte no!! despacio!! despacio!! vas a romper... oh no! me lo temía! esto no puede ser bueno...
La botellita de cristal se resbaló de las manos de Fabián, el oso volvió a ocultarse en los arbustos junto a su dueño, la botellita giró sobre sí misma esparciendo el líquido en otra zona no deseada por Fabián, lejos de la tumba de su padre. En una tumba elegida al azar.
Alguien salió de bajo tierra cuando la fórmula de la resurrección surgió efecto, y no tenía aspecto de zombi, ni instintos asesinos, ni deseba volver a estar muerto para descansar eternamente, ni culpó a Fabián por perturbarle su paz eterna, aparentemente todo había salido bien y Fabián había conseguido su propósito, devolver a la vida a alguien sin secuelas en el cuerpo de la persona, por lo menos externamente.
Lo único malo es que esa persona devuelta a la vida, no la había escogido él, y no eran ni su padre, ni su hija, ni su esposa, sino que era Flora Seger, la madre de Manuela y Azucena, que ahora volvía a estar viva y en persona ante él.
FIN DEL CAPITULO 39
Azucena aplaudió a Abigail trayéndola de nuevo a la realidad.
Abigail al verla apagó la música, y recogió la ropa para vestirse.
Azucena: sigue, no es necesario que te pares ni que te vistas, tampoco es la primera vez que te veo actuar.
Abigail: quién te ha dado permiso para entrar aquí e interrumpirme?
Azucena: soy la directora de este centro, no necesito el permiso de nadie.
Abigail se sentó en ropa interior en el borde del escenario.
Abigail: finalmente lo conseguiste ¿verdad Azucena? cuando nos conocimos siempre me decías que tú algún día serías la directora de la organización, aunque estuviese prohibido que ese puesto lo ocupara una mujer, ese siempre fue tu sueño.
Azucena se sentó al borde del escenario al lado de Abigail.
Azucena: recuerda cuando tú y yo nos conocimos, tú me enseñaste a bailar en la vara y a manejar a todos los clientes del club y yo te enseñé a ti que juntas no hay nada que no podamos conseguir.
Abigail: ahora todo es diferente Azucena, tú y yo ya no estamos juntas.
Azucena: eso puede cambiar.
Abigail: ya nada volverá a ser como antes, yo he sufrido mucho en estos 16 años encerrada en las mazmorras de las dos organizaciones alejada del mundo, sufrí mucho cuando te hiciste famosa entre todos los clientes quitándome a mí el puesto en el club y haciéndome a un lado, obligándome a vivir en la calle arruinada, no tuve otra opción que recurrir a Jorge en busca de alimento.
Azucena: Jorge me engañó, yo nunca quise que te fueras del club, los clientes reclamaban mi nombre por ser la novedad pero yo nunca te hubiese dejado sola si hubiese sabido que no disponías de medios necesarios para salir adelante por ti misma, yo nunca quise dejarte sola, todavía estamos a tiempo de arreglar el pasado.
Abigail: no puedo, me prometí a mi misma matarte si algún día salía de esas sucias mazmorras, no puedo faltar a mi palabra.
Azucena: también me prometiste que cuidarías siempre de mí, tú y yo somos almas gemelas Abigail.
Abigail: ahora hay cosas que nos separan, ahora estoy con Diego.
Azucena: a Diego déjamelo a mí, hablaré con él, yo sé como debo convencerle.
Abigail: no intentes engañarme Azucena, yo ya no siento nada por ti.
Azucena: no es eso lo que notó en tus ojos.
Azucena se acercó a Abigail, le acarició la mejilla, le apartó el pelo de la cara, le dio un ligero beso en la comisura de los labios para después seguir besándola desenfrenadamente, sintiendo como su beso era devuelto satisfactoriamente.
Mientras ellas dos se besaban alguien les espiaba desde la puerta de incógnito, un chico, un alumno, Juan Birbol.
A la noche, alguien estaba en las proximidades del bosque del internado valle seco.
Un profesor, un hombre adulto, Fabián Amadeo pisaba la dura tierra del cementerio sintiendo el soplo del viento frío en su cara.
Fabián se acercó a la zona en donde estaban las tumbas de su familia, la de Segismundo Amadeo (su padre) la de Manuela Terrón (su esposa) y la de su hija Rubí, la pequeña de las gemelas.
Fabián alzó a la luz de la luna, bajo su reflejo, una botellita con un líquido verde grisáceo.
Fabián: por fin lo he conseguido, he mejorado la fórmula de Álvaro Lomo, el padre de Manuel, Alberto y Aníbal, el marido de Julia Almo, la que fue socia de Germán en la organización de la justicia. Os traeré a la vida, tal y como os prometí.
Fabián se dispuso a abrir la botellita, le quitó el tapón de corcho y...
Cerca del cementerio habían 3 muchachos jóvenes que acaban de llegar, con uniformes blancos y azul
marino con el emblema OSJ azul celeste giratorio, tridimensional y continuo.
Teresa con su pato Remolino, Pablo con su cigüeña Borrasca y Héctor con su oso Cúmulo.
Ocultos detrás de unos arbustos, observaban a Fabián desde lejos y murmuraban entre ellos.
Teresa: quién debe ser ese tipo?
Pablo: algún profesor de esta escuela seguro, ¿sino por qué iba a estar tan cerca de este bosque?
Héctor: la botellita que lleva en la mano debe ser algo importante, tenemos que conseguirla, cueste lo que cueste, puede sernos útil para luchar contra la organización del crimen.
Héctor acarició el pelaje de su mascota de espionaje, se acercó al oso y le susurró al oído.
Héctor: Cúmulo, ya sabes lo que tienes que hacer.
Mientras...Fabián se disponía a volcar el líquido en la tumba de su padre... cuando un oso le saltó encima, el oso le mordió la mano, intentó quitarle la botella, le arañó la cara con su zarpa...
Héctor: no Cúmulo tan fuerte no!! despacio!! despacio!! vas a romper... oh no! me lo temía! esto no puede ser bueno...
La botellita de cristal se resbaló de las manos de Fabián, el oso volvió a ocultarse en los arbustos junto a su dueño, la botellita giró sobre sí misma esparciendo el líquido en otra zona no deseada por Fabián, lejos de la tumba de su padre. En una tumba elegida al azar.
Alguien salió de bajo tierra cuando la fórmula de la resurrección surgió efecto, y no tenía aspecto de zombi, ni instintos asesinos, ni deseba volver a estar muerto para descansar eternamente, ni culpó a Fabián por perturbarle su paz eterna, aparentemente todo había salido bien y Fabián había conseguido su propósito, devolver a la vida a alguien sin secuelas en el cuerpo de la persona, por lo menos externamente.
Lo único malo es que esa persona devuelta a la vida, no la había escogido él, y no eran ni su padre, ni su hija, ni su esposa, sino que era Flora Seger, la madre de Manuela y Azucena, que ahora volvía a estar viva y en persona ante él.
FIN DEL CAPITULO 39
#409

23/12/2011 12:03
CAPITULO 40
SEPTIMO DE LA CUARTA TEMPORADA
PECADO
Dentro de los pasadizos del internado valle seco.
Aquel día Flora estaba sobre una camilla, solo llevando encima una bata verde anudada por detrás.
Flora Seger había vuelto a la vida, Fabián volvía a tenerla frente a él. Y ahora ya no tenía que temer que agujeros negros se abrieran en el espacio temporal destruyendo el mundo, porque ésta vez no habían jugado con ninguna máquina del tiempo para traerla de vuelta.
Fabián la osculto el pecho y le miró la retina de los ojos.
Fabián: pareces estar bien, todos tus signos vitales están en perfectas condiciones.
Flora: ¿cómo no voy a estar bien estando tú cerca de mí?
Fabián: no me hables así Flora.
Flora: ¿así cómo?
Fabián: con tono de voz sugerente, y no intentes hacerme creer que son imaginaciones mías porque te conozco demasiado bien como para saber cuando pretendes conseguir algo conmigo, conozco tus gestos, tus miradas, tu acento, tus pausas al hablar, lo sé todo de ti, con solo mirarte a los ojos sé lo que estás pensando hacer a cada segundo.
Flora: en serio? en qué estoy pensando ahora?
Fabián: no!!
Flora: no qué?
Fabián: no vamos a volver a acostarnos.
Flora: pero si yo no he...
Fabián: tú no qué...? Flora, sé que es lo que vas a intentar hacer conmigo tarde o temprano.
Flora: y por qué estás tan seguro de que no va a pasar entre nosotros dos?
Fabián: porque no debe pasar.
Flora: tú todavía me deseas.
Fabián: eso no importa, lo que ocurrió entre nosotros fue hace mucho tiempo, m vida cambió cuando me casé con tu hija Manuela y fundé una familia junto a ella, además yo casi no tengo recuerdos de lo nuestro por culpa de las operaciones involuntarias de mi padre, y no sé si fue o una historia de amor o una historia de lujuria. Y no me traería nada bueno en estos momentos volver a involucrarme en una historia de esas características.
Flora: qué vas a hacer conmigo?
Fabián: examinarte, necesito saber si la fórmula de la resurrección ha funcionado contigo, si es así podré resucitar a toda mi familia.
Flora: y conmigo que harás después de que recuperes a toda tu familia? después de todo mi resurrección ha sido un error.
Fabián: no lo sé, esto es muy grave, nunca debí jugar a ser Dios, igual que nunca debí jugar con el tiempo, tengo que ser fuerte y segur viviendo como me marca el paso del destino, si es solo y sin recuerdos, así tengo que aceptarlo, punto y final ¿por qué nunca aprenderé que no todo se puede conseguir con la ciencia?
Flora: a mí me gustaría quedarme contigo.
Fabián: no!!
Flora: solo para hablar...
Fabián: tú te crees que yo soy idiota? ya no tengo 15 años! te estudiare, y si hace falta te devolveré a la tumba, no sé como, pero si creé una fórmula de resurrección puedo crear alguna que retroceda en su proceso de devolver los signos vitales a un cuerpo humano. La idea era recuperar a mi esposa, mi padre y mis hijas, no puedo desvolver a la vida a más gente, solo a ellos.
Flora: todos están enterrados en el cementerio del bosque?
Fabián: sí, todos menos mi hija mayor Esmeralda, su cuerpo descansa en las mazmorras del internado aureola, pero con el tiempo puedo ir en su busca, sin cuerpo no es posible la resurrección. No te muevas de aquí, iré a dejar el instrumental médico en la otra sala.
En cuanto Fabián se fue, y se ausentó durante unos minutos de la sala clínica, en cuanto volvió pilló a Flora bebiéndose sangre de los tubos de ensayo.
Fabián: Flora ¿qué haces? esto es sangre!!
Flora: lo siento, la olí y no pude evitar probarla.
Fabián: no, no me digas que trayéndote a la vida en lugar de crear un zombi he creado un vampiro...
Flora se sujetó la cabeza y sintió un mareo.
Flora: sangre! necesito más sangre! voy a desmayarme sino como ahora mismo más sangre!
Fabián: tranquila, tranquila, yo te conseguiré toda la sangre que necesites, al menos hasta que consiga devolverte a la tumba. Siéntate, te sacaré una muestra de sangre, necesito hacerte un análisis a conciencia.
Fabián le pinchó con la aguja y le sacó sangre para examinarla, la puso en el microscópico.
Flora: qué sucede?
Fabián: no sé es muy extraño, hay un componente en tu sangre desconocido para la sangre de cualquier humano, pero es un componente que me resulta conocido, ¿dónde lo he visto yo antes? lo siento Flora pero esto es por tu bien.
Flora: qué vas a hacerme?
Fabián le clavó una jeringuilla en el brazo a modo de calmante para dormirla, luego la cogió en brazos sacándola de la sala clínica y llevándola a las cercanías de las mazmorras, allí la encerró en una celda, ya que como subdirector y profesor disponía de las llaves, al igual que los guardias disfrazados de monstruos (alumnos del curso superior destinados a vigilar las mazmorras).
Fabián: por qué siempre me empeño en conseguir cosas que son imposibles para mí? mi familia está muerta y yo sigo vivo! seguiré luchando por lo que creo justo y necesario, la organización del crimen morirá al igual que mi alma. En cuanto me deshaga de ti Flora, iré a visitar el internado aureola, nunca estuve de acuerdo con la idea de Germán con esa otra organización contraría a ésta, pero he de reconocer que aunque el modo de actuar de Germán no fue el correcto, las intenciones eran las mejores. El mundo necesita a la justicia, que existe, es igual que la magia de un niño al sonreír, nadie cree en ella pero eso no significa que no exista. Dios! que ciego he estado todo este tiempo, pero se acabó, haré lo que debo hacer.
Tras dejar a Flora encerrada y dormida en la celda de las mazmorras, salió de los pasadizos por el atajo del pasaje secreto del armario de su habitación de matrimonio.
Tras refrescarse un poco en el baño, bajó por las escaleras centrales hasta el bosque que estaba en frente del colegio. Allí con una bolsa de basura y un anzuelo de hierro cazó a pequeñas lagartijas que pasaban por ahí.
Mientras Fabián estaba cazando a lagartos en pleno bosque, vio acercarse a Diego con un ramo de flores de colores en la mano.
Diego: Fabián, hola!! qué haces aquí afuera??
Fabián: hola Diego, intentar poner mi vida en orden.
Diego: y lo consigues? por qué yo llevo 16 años intentándolo y sigue igual de desastrosa que el primer día.
Fabián: para quién son esas flores?
Diego: para quién son esos lagartos?
SEPTIMO DE LA CUARTA TEMPORADA
PECADO
Dentro de los pasadizos del internado valle seco.
Aquel día Flora estaba sobre una camilla, solo llevando encima una bata verde anudada por detrás.
Flora Seger había vuelto a la vida, Fabián volvía a tenerla frente a él. Y ahora ya no tenía que temer que agujeros negros se abrieran en el espacio temporal destruyendo el mundo, porque ésta vez no habían jugado con ninguna máquina del tiempo para traerla de vuelta.
Fabián la osculto el pecho y le miró la retina de los ojos.
Fabián: pareces estar bien, todos tus signos vitales están en perfectas condiciones.
Flora: ¿cómo no voy a estar bien estando tú cerca de mí?
Fabián: no me hables así Flora.
Flora: ¿así cómo?
Fabián: con tono de voz sugerente, y no intentes hacerme creer que son imaginaciones mías porque te conozco demasiado bien como para saber cuando pretendes conseguir algo conmigo, conozco tus gestos, tus miradas, tu acento, tus pausas al hablar, lo sé todo de ti, con solo mirarte a los ojos sé lo que estás pensando hacer a cada segundo.
Flora: en serio? en qué estoy pensando ahora?
Fabián: no!!
Flora: no qué?
Fabián: no vamos a volver a acostarnos.
Flora: pero si yo no he...
Fabián: tú no qué...? Flora, sé que es lo que vas a intentar hacer conmigo tarde o temprano.
Flora: y por qué estás tan seguro de que no va a pasar entre nosotros dos?
Fabián: porque no debe pasar.
Flora: tú todavía me deseas.
Fabián: eso no importa, lo que ocurrió entre nosotros fue hace mucho tiempo, m vida cambió cuando me casé con tu hija Manuela y fundé una familia junto a ella, además yo casi no tengo recuerdos de lo nuestro por culpa de las operaciones involuntarias de mi padre, y no sé si fue o una historia de amor o una historia de lujuria. Y no me traería nada bueno en estos momentos volver a involucrarme en una historia de esas características.
Flora: qué vas a hacer conmigo?
Fabián: examinarte, necesito saber si la fórmula de la resurrección ha funcionado contigo, si es así podré resucitar a toda mi familia.
Flora: y conmigo que harás después de que recuperes a toda tu familia? después de todo mi resurrección ha sido un error.
Fabián: no lo sé, esto es muy grave, nunca debí jugar a ser Dios, igual que nunca debí jugar con el tiempo, tengo que ser fuerte y segur viviendo como me marca el paso del destino, si es solo y sin recuerdos, así tengo que aceptarlo, punto y final ¿por qué nunca aprenderé que no todo se puede conseguir con la ciencia?
Flora: a mí me gustaría quedarme contigo.
Fabián: no!!
Flora: solo para hablar...
Fabián: tú te crees que yo soy idiota? ya no tengo 15 años! te estudiare, y si hace falta te devolveré a la tumba, no sé como, pero si creé una fórmula de resurrección puedo crear alguna que retroceda en su proceso de devolver los signos vitales a un cuerpo humano. La idea era recuperar a mi esposa, mi padre y mis hijas, no puedo desvolver a la vida a más gente, solo a ellos.
Flora: todos están enterrados en el cementerio del bosque?
Fabián: sí, todos menos mi hija mayor Esmeralda, su cuerpo descansa en las mazmorras del internado aureola, pero con el tiempo puedo ir en su busca, sin cuerpo no es posible la resurrección. No te muevas de aquí, iré a dejar el instrumental médico en la otra sala.
En cuanto Fabián se fue, y se ausentó durante unos minutos de la sala clínica, en cuanto volvió pilló a Flora bebiéndose sangre de los tubos de ensayo.
Fabián: Flora ¿qué haces? esto es sangre!!
Flora: lo siento, la olí y no pude evitar probarla.
Fabián: no, no me digas que trayéndote a la vida en lugar de crear un zombi he creado un vampiro...
Flora se sujetó la cabeza y sintió un mareo.
Flora: sangre! necesito más sangre! voy a desmayarme sino como ahora mismo más sangre!
Fabián: tranquila, tranquila, yo te conseguiré toda la sangre que necesites, al menos hasta que consiga devolverte a la tumba. Siéntate, te sacaré una muestra de sangre, necesito hacerte un análisis a conciencia.
Fabián le pinchó con la aguja y le sacó sangre para examinarla, la puso en el microscópico.
Flora: qué sucede?
Fabián: no sé es muy extraño, hay un componente en tu sangre desconocido para la sangre de cualquier humano, pero es un componente que me resulta conocido, ¿dónde lo he visto yo antes? lo siento Flora pero esto es por tu bien.
Flora: qué vas a hacerme?
Fabián le clavó una jeringuilla en el brazo a modo de calmante para dormirla, luego la cogió en brazos sacándola de la sala clínica y llevándola a las cercanías de las mazmorras, allí la encerró en una celda, ya que como subdirector y profesor disponía de las llaves, al igual que los guardias disfrazados de monstruos (alumnos del curso superior destinados a vigilar las mazmorras).
Fabián: por qué siempre me empeño en conseguir cosas que son imposibles para mí? mi familia está muerta y yo sigo vivo! seguiré luchando por lo que creo justo y necesario, la organización del crimen morirá al igual que mi alma. En cuanto me deshaga de ti Flora, iré a visitar el internado aureola, nunca estuve de acuerdo con la idea de Germán con esa otra organización contraría a ésta, pero he de reconocer que aunque el modo de actuar de Germán no fue el correcto, las intenciones eran las mejores. El mundo necesita a la justicia, que existe, es igual que la magia de un niño al sonreír, nadie cree en ella pero eso no significa que no exista. Dios! que ciego he estado todo este tiempo, pero se acabó, haré lo que debo hacer.
Tras dejar a Flora encerrada y dormida en la celda de las mazmorras, salió de los pasadizos por el atajo del pasaje secreto del armario de su habitación de matrimonio.
Tras refrescarse un poco en el baño, bajó por las escaleras centrales hasta el bosque que estaba en frente del colegio. Allí con una bolsa de basura y un anzuelo de hierro cazó a pequeñas lagartijas que pasaban por ahí.
Mientras Fabián estaba cazando a lagartos en pleno bosque, vio acercarse a Diego con un ramo de flores de colores en la mano.
Diego: Fabián, hola!! qué haces aquí afuera??
Fabián: hola Diego, intentar poner mi vida en orden.
Diego: y lo consigues? por qué yo llevo 16 años intentándolo y sigue igual de desastrosa que el primer día.
Fabián: para quién son esas flores?
Diego: para quién son esos lagartos?
#410

23/12/2011 12:03
Fabián: para Flora, en realidad solo quiero su sangre, ayer por la noche probé mi fórmula de la resurrección, pero me equivoqué de tumba, y reviví a Flora Seger, mi suegra, en vez de alguien más cercano a mi familia directa. Ella está ahora encerrada en las mazmorras, no es un zombi como le ocurrió a Álvaro con su hijo Manuel, pero es algo peor, un vampiro que necesita sangre para seguir viva.
Diego: en serio Flora está viva?
Fabián: sí, pero tengo que regresarla a su tumba, me equivoqué al querer jugar con la muerte, igual como me equivoqué al querer jugar con el tiempo.
Diego: y Azucena? piensas decirle algo sobre su madre?
Fabián: no, para qué? eso solo agravaría más las cosas. Tu turno, ¿para quién son las flores?
Diego: para Abigail, después de la discusión que tuve con Azucena tras romper el contrato pactado con el director de películas porno ilegales, decidí regresar a mi plan original cuando hace 5 meses me escapé de las mazmorras del internado aureola, matar a Azucena e intentar ser feliz con Abigail. Las flores las acabo de coger de los terrenos estériles, bueno, antes de que yo experimentara con ellos para conquistar a Azucena, eran estériles, ya me entiendes.
Fabián: sí es cierto, ahora esos terrenos están poblados de flores, deberían cambiar el nombre al pueblo.
Diego: ya se sabe, las tradiciones tienen la mala costumbre de perdurar por muchos años.
Fabián: y qué tal te va con Abigail como pareja?
Diego: bien, Abigail me gusta bastante, aunque no puedo evitar seguir enamorado de Azucena.
Fabián: date tiempo, has pasado la gran parte de tu vida a su lado, lleva su tiempo acostumbrarse a otra mujer.
Diego: la verdad es que me encantaría volver con Azucena, sé que fui yo él que rompí con ella, y que no tenía porque haberlo hecho, puesto que ya había conseguido que Azucena rompiera el contrato con el director y ella me había pedido perdón en persona confesándome que me quería, pero... no sé, es que cuando estoy a su lado tengo la sensación de que no valora todo el esfuerzo que hago por ella. Abigail es la mujer que me conviene, con el tiempo aprenderé a quererla.
Fabián: no te creas que Abigail es mucho mejor que Azucena, ellas dos pertenecen a mundos muy similares, aunque Azucena tiene más buen fondo de corazón que Abigail y Abigail es más vulnerable e influenciable que Azucena.
Diego: Fabián las personas cambian con el tiempo, sé que tú conoces a Abigail y a Azucena mucho tiempo atrás antes que yo, pero la experiencia me ha enseñado que las cosas tiene que juzgarlas uno mismo sin escuchar a nadie.
Fabián: de acuerdo, si tú te sientes a gusto con Abigail, no voy a ser yo quién te diga que dejes de salir con ella.
Diego: y tú qué? cómo va lo tuyo con Flora?
Fabián: yo no tengo nada con Flora, lo tuve, pero ya se acabó. A Flora solo la tengo retenida en las mazmorras hasta que sepa como devolverla a la tumba, la estudiare, es la primera persona en la historia resucitada, es un gran logro para la ciencia y yo ante todo soy científico, de momento ya he encontrado un componente muy extraño en su sangre que no tiene ningún ser humano.
Diego: suerte en tus experimentos con Flora.
Fabián: y tú suerte en tu relación con Abigail.
Diego entró al internado alejándose del bosque, con las flores en la mano.
Diego caminó por el hall y siguió andando hasta acercarse a la cocina.
Mientras... en el interior de la cocina, Abigail estaba barriendo el suelo con la escoba, cuando el alumno Juan Birbol recién liberado de las mazmorras entró, él se colocó tras ella y pegándose mucho a su espalda le desató el nudo del delantal.
Juan le susurró al oído: puedes darme la receta para conseguir fabricar a una mujer con tus curvas? me encantaría que estuvieras a un lado de mi cama, pero... qué hacemos con el otro lado?
Abigail: suéltame!!
Juan: vamos, no te hagas las estrecha conmigo, que yo sé que a ti te gustan los juegos peligrosos.
Juan subió las manos hacia el pecho de ella manoseándoselo por detrás, sin moverse de su posición original.
Abigail sintió frío por todo el cuerpo, mientras Juan le lamía el cuello.
En ese instante Diego entró, interrumpiéndoles. Dejó las flores a un lado y apuntó con su pistola a Juan.
Diego: apártate de mi novia ahora mismo.
Juan: tu novia? si supieras a quién besa tu novia en sus ratos libres no proclamarías tan orgulloso que es tu novia.
Diego: he dicho que te apartes de ella, pienso disparar, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8...
Juan se apartó de Abigail.
Juan: ya me voy, ya me voy. En este internado no hay manera de que se divierta uno.
Diego: es que tú solo sabes divertirte aprovechándote de las mujeres ¡ya me tienes harto! sabía que en cuanto te vieras libre de las mazmorras harías algo gordo!
Juan: no puedes matarme, soy un miembro de la organización igual que tú.
Diego: sal de la cocina caminando.
Diego apuntó a Juan hasta fuera de la cocina, hasta fuera del internado, y hasta más allá del bosque, en la entrada de la mina de diamantes.
Diego: simularé ante todos un accidente, les diré a los directivos si me preguntan que aprovechando que sabías donde guardaban los diamantes ya que estuviste viviendo en la mina, quisiste entrar para robar, y la mala suerte hizo que se cayera sobre ti una avalancha de tierra, así te encontrarán sepultado y muerto bajo el carbón.
Diego: en serio Flora está viva?
Fabián: sí, pero tengo que regresarla a su tumba, me equivoqué al querer jugar con la muerte, igual como me equivoqué al querer jugar con el tiempo.
Diego: y Azucena? piensas decirle algo sobre su madre?
Fabián: no, para qué? eso solo agravaría más las cosas. Tu turno, ¿para quién son las flores?
Diego: para Abigail, después de la discusión que tuve con Azucena tras romper el contrato pactado con el director de películas porno ilegales, decidí regresar a mi plan original cuando hace 5 meses me escapé de las mazmorras del internado aureola, matar a Azucena e intentar ser feliz con Abigail. Las flores las acabo de coger de los terrenos estériles, bueno, antes de que yo experimentara con ellos para conquistar a Azucena, eran estériles, ya me entiendes.
Fabián: sí es cierto, ahora esos terrenos están poblados de flores, deberían cambiar el nombre al pueblo.
Diego: ya se sabe, las tradiciones tienen la mala costumbre de perdurar por muchos años.
Fabián: y qué tal te va con Abigail como pareja?
Diego: bien, Abigail me gusta bastante, aunque no puedo evitar seguir enamorado de Azucena.
Fabián: date tiempo, has pasado la gran parte de tu vida a su lado, lleva su tiempo acostumbrarse a otra mujer.
Diego: la verdad es que me encantaría volver con Azucena, sé que fui yo él que rompí con ella, y que no tenía porque haberlo hecho, puesto que ya había conseguido que Azucena rompiera el contrato con el director y ella me había pedido perdón en persona confesándome que me quería, pero... no sé, es que cuando estoy a su lado tengo la sensación de que no valora todo el esfuerzo que hago por ella. Abigail es la mujer que me conviene, con el tiempo aprenderé a quererla.
Fabián: no te creas que Abigail es mucho mejor que Azucena, ellas dos pertenecen a mundos muy similares, aunque Azucena tiene más buen fondo de corazón que Abigail y Abigail es más vulnerable e influenciable que Azucena.
Diego: Fabián las personas cambian con el tiempo, sé que tú conoces a Abigail y a Azucena mucho tiempo atrás antes que yo, pero la experiencia me ha enseñado que las cosas tiene que juzgarlas uno mismo sin escuchar a nadie.
Fabián: de acuerdo, si tú te sientes a gusto con Abigail, no voy a ser yo quién te diga que dejes de salir con ella.
Diego: y tú qué? cómo va lo tuyo con Flora?
Fabián: yo no tengo nada con Flora, lo tuve, pero ya se acabó. A Flora solo la tengo retenida en las mazmorras hasta que sepa como devolverla a la tumba, la estudiare, es la primera persona en la historia resucitada, es un gran logro para la ciencia y yo ante todo soy científico, de momento ya he encontrado un componente muy extraño en su sangre que no tiene ningún ser humano.
Diego: suerte en tus experimentos con Flora.
Fabián: y tú suerte en tu relación con Abigail.
Diego entró al internado alejándose del bosque, con las flores en la mano.
Diego caminó por el hall y siguió andando hasta acercarse a la cocina.
Mientras... en el interior de la cocina, Abigail estaba barriendo el suelo con la escoba, cuando el alumno Juan Birbol recién liberado de las mazmorras entró, él se colocó tras ella y pegándose mucho a su espalda le desató el nudo del delantal.
Juan le susurró al oído: puedes darme la receta para conseguir fabricar a una mujer con tus curvas? me encantaría que estuvieras a un lado de mi cama, pero... qué hacemos con el otro lado?
Abigail: suéltame!!
Juan: vamos, no te hagas las estrecha conmigo, que yo sé que a ti te gustan los juegos peligrosos.
Juan subió las manos hacia el pecho de ella manoseándoselo por detrás, sin moverse de su posición original.
Abigail sintió frío por todo el cuerpo, mientras Juan le lamía el cuello.
En ese instante Diego entró, interrumpiéndoles. Dejó las flores a un lado y apuntó con su pistola a Juan.
Diego: apártate de mi novia ahora mismo.
Juan: tu novia? si supieras a quién besa tu novia en sus ratos libres no proclamarías tan orgulloso que es tu novia.
Diego: he dicho que te apartes de ella, pienso disparar, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8...
Juan se apartó de Abigail.
Juan: ya me voy, ya me voy. En este internado no hay manera de que se divierta uno.
Diego: es que tú solo sabes divertirte aprovechándote de las mujeres ¡ya me tienes harto! sabía que en cuanto te vieras libre de las mazmorras harías algo gordo!
Juan: no puedes matarme, soy un miembro de la organización igual que tú.
Diego: sal de la cocina caminando.
Diego apuntó a Juan hasta fuera de la cocina, hasta fuera del internado, y hasta más allá del bosque, en la entrada de la mina de diamantes.
Diego: simularé ante todos un accidente, les diré a los directivos si me preguntan que aprovechando que sabías donde guardaban los diamantes ya que estuviste viviendo en la mina, quisiste entrar para robar, y la mala suerte hizo que se cayera sobre ti una avalancha de tierra, así te encontrarán sepultado y muerto bajo el carbón.
#411

23/12/2011 12:04
Juan: qué? no puedes hacer eso! tú eres un buen chico lo sé, ten compasión de mí!!
Diego: qué? y tú acaso tuviste compasión con Esmeralda o con Abigail hace unos minutos en la cocina?
Juan: tú no lo entiendes! Abigail solo es una furcia que busca que le den caña! tú no sabes lo que yo sé de ella!
Diego: entra en la mina, y no te atrevas a insultar a Abigail en mi presencia.
Juan entró en la mina.
Diego activó la dinamita y Juan quedó sepultado, bajo una gran montaña de carbón.
Diego se guardó la pistola y volvió al colegio y a la cocina. Abigail se abrazó a él, llorando.
Diego: tranquila, Juan no volverá a molestarte.
Abigail: gracias, tú siempre apareces cuando más te necesito, eres una bendición en mi vida.
Diego: Abigail, a que se refería Juan al decir que tú te besabas con no sé quién en tus ratos libres a escondidas de mí?
Abigail: vas a creer en las palabras de Juan, que es un loco demente que ha intentado violarme? ese chico no sabe ni lo que se dice ni lo que ve!!
Diego: no, no, por supuesto que yo no creo a Juan ¿no me engañas con otra persona, verdad?
Abigail: Diego no dudes de mí, yo quiero ser feliz contigo ¿tú no quieres lo mismo conmigo?
Diego: sí, claro que sí.
Abigail: entonces cree solo en ti mismo.
Abigail se acercó a Diego para besarle, echó un vistazo a las flores de los terrenos estériles y le susurró al oído.
Abigail: me encantan las flores, hazme el amor.
Abigail y Diego se besaron, Abigail le quitó el jersey negro del uniforme a Diego, los dos sin dejar de besarse entraron en la despensa, cerrando la puerta tras ellos, a cal y canto.
Entre tanto, alguien se acercaba a las proximidades del internado valle seco. Tres muchachos con uniformes amarillos y ocres, ya que cambiaban de color a la luz del día, y escudos de águilas negras con alas extendidas sobre copas azules. Esos tres muchachos eran Teresa, Pablo y Héctor. Con sus mascotas de espionaje Remolino (el pato), Borrasca (la cigüeña) y Cúmulo (el oso).
Los tres muchachos se acercaban a la puerta de hierro con barrotes.
Ellos leyeron el cartel escrito al revés que avisaba que el circuito de bestias estaba activado.
ODADIUC LA RAZURC LE EUQSOB
SAL SAITSEB SO NAREMOC
IS LA OIGELOC SONAS Y SOVLAS
SIEREUQ RAGELL LE OTIUCRIC
ED SOLUCATSBO SIEREBED RATNEVLOS
Pero en el despacho de la directora Azucena ella estaba reunida con un grupo de 6 alumnos de curso superior, todos armados con el rostro cubierto por pasamontañas.
Azucena: escucharme, sé que los desaparecidos de las 3 habitaciones del internado aureola están a punto de llegar a este internado, es muy probable que decidan vivir en el mundo real y olvidarse de la existencia de las dos organizaciones, pero sino es así y vienen aquí a luchar quiero que los traigáis ante mi presencia con vida. No quiero que se vean expuestos al circuito de bestias y que mueran antes de tener la oportunidad de hablar con ellos, es primordial para la organización saber sus intenciones. Así que salir al bosque, esconderos, esperar con las escopetas en alza y cuando les veáis, traerles a este despacho
¡¡Es una orden!!
Así, cuando los 3 alumnos del internado aureola entraron al bosque con el circuito desactivado por la contraseña oral: Manuela. Los 6 alumnos estaban escondidos apuntando con sus rifles.
Teresa y Pablo caminaban por detrás de Héctor, que era el cabecilla.
Pablo: esto es un rollo ¿por qué siempre tenemos que hacer todo lo que diga Héctor? yo quiero volver a casa con mis padres.
Teresa: creí que estabas de acuerdo en salvar al mundo.
Pablo: y lo estoy, pero... tengo miedo, no voy a ser capaz de seguir adelante, lo único que quiero es vivir en paz los 4 días que me quedan de vida.
Teresa: 4 días?
Pablo: es una forma de hablar, me refiero que la vida es demasiado corta como para desaprovecharla en guerras absurdas, todo este rollo de las organizaciones se lo inventaron ellos, hay personas que viven felices lejos de aquí sin ni siquiera saber que existen.
Teresa: por eso nosotros tenemos que luchar por la paz, se lo debemos a todos ellos, no podemos cerrar los ojos a la realidad.
Pablo: venga ya! tú solo hablas así porque sabes que Héctor piensa eso, y tú estás loquita por él, lo sé, todas en el internado aureola lo están, incluidas las profesoras ¿por qué te crees que saca sino matriculas de honor en todo?
Teresa: tienes razón, Héctor me prometió que se quedaría conmigo y renunciaría a las demás si le ayudaba en la misión, pero yo en lo único que pienso es en unirme a la organización del crimen.
Pablo: qué has dicho? no quieres volver a casa con tus padres? En serio quieres ser la asesina de tus padres y no pasar los últimos días que te queden de vida en su compañía?
Teresa: piensa fríamente Pablo, o nos unimos a la organización del crimen o morimos todos, tú sabes mejor que nadie lo mal que está el panorama en el internado aureola ahora mismo, nadie puede sobrevivir después de sentir el tacto mortal de Josefina Lesedi, es una muerte muy lenta, pasas las noches en vela, no duermes, y la falta de sueño te vuelve los músculos de goma, como chicle. La única salvación es unirse a la organización del crimen.
Los 3 muchachos cada vez se adentraban más y más en el bosque.
Los 6 alumnos del curso superior al verles dispararon. Los dos disparos mortales de las escopetas hirieron y dieron en el blanco matándolos a Remolino(el pato de Teresa) y Borrasca(la cigüeña de Pablo) que estaban volando.
Al caer estos dos animales muertos, los 6 alumnos del curso superior les rodearon con las escopetas, pero solo a Pablo y a Teresa ya que Héctor con el ruido de los disparos, subiéndose a lomos de Cúmulo había huido corriendo.
Teresa y Pablo eran conducidos hasta las puertas de entrada del colegio a punta de escopetas, por los 6 alumnos de curso superior, mientras caminaban Héctor usando su reloj intercomunicador de muñeca, habló por él a sus amigos.
Héctor: Teresa, Pablo. Hay que efectuar el plan B, decir a todos que queréis uniros a la organización del crimen, en cuanto me sea posible, os sacaré del internado valle seco, confiar en mí.
Así Teresa y Pablo escucharon a su amigo Héctor a través del reloj intercomunicador.
Los 6 alumnos del curso superior llevaron a Teresa y a Pablo delante de la directora, Azucena Terrón, hacia su despacho y dejándoles a solas con ella, salieron del despacho en silencio.
Azucena: hola, soy la directora de la organización del crimen me llamo Azucena Terrón y yo construí a Josefina Lesedi ¿qué es lo que queréis?
Teresa habló adelantándose a Pablo que estaba consternado.
Teresa: hola, yo soy Teresa y él se llama Pablo y lo único que queremos es ser miembros de la organización del crimen. Nosotros en realidad somos 3, Héctor nuestro amigo está en el bosque no ha sido capturado por los centinelas, se escapó en el último momento.
Teresa se quitó el reloj intercomunicador de su muñeca.
Teresa: con este reloj nos comunicamos con él, mira lo que hago yo con reloj.
Teresa tiró su reloj al aire y disparó con su pistola para reventarlo, luego miró a Pablo esperando que él hiciese lo mismo y Pablo lo hizo.
Diego: qué? y tú acaso tuviste compasión con Esmeralda o con Abigail hace unos minutos en la cocina?
Juan: tú no lo entiendes! Abigail solo es una furcia que busca que le den caña! tú no sabes lo que yo sé de ella!
Diego: entra en la mina, y no te atrevas a insultar a Abigail en mi presencia.
Juan entró en la mina.
Diego activó la dinamita y Juan quedó sepultado, bajo una gran montaña de carbón.
Diego se guardó la pistola y volvió al colegio y a la cocina. Abigail se abrazó a él, llorando.
Diego: tranquila, Juan no volverá a molestarte.
Abigail: gracias, tú siempre apareces cuando más te necesito, eres una bendición en mi vida.
Diego: Abigail, a que se refería Juan al decir que tú te besabas con no sé quién en tus ratos libres a escondidas de mí?
Abigail: vas a creer en las palabras de Juan, que es un loco demente que ha intentado violarme? ese chico no sabe ni lo que se dice ni lo que ve!!
Diego: no, no, por supuesto que yo no creo a Juan ¿no me engañas con otra persona, verdad?
Abigail: Diego no dudes de mí, yo quiero ser feliz contigo ¿tú no quieres lo mismo conmigo?
Diego: sí, claro que sí.
Abigail: entonces cree solo en ti mismo.
Abigail se acercó a Diego para besarle, echó un vistazo a las flores de los terrenos estériles y le susurró al oído.
Abigail: me encantan las flores, hazme el amor.
Abigail y Diego se besaron, Abigail le quitó el jersey negro del uniforme a Diego, los dos sin dejar de besarse entraron en la despensa, cerrando la puerta tras ellos, a cal y canto.
Entre tanto, alguien se acercaba a las proximidades del internado valle seco. Tres muchachos con uniformes amarillos y ocres, ya que cambiaban de color a la luz del día, y escudos de águilas negras con alas extendidas sobre copas azules. Esos tres muchachos eran Teresa, Pablo y Héctor. Con sus mascotas de espionaje Remolino (el pato), Borrasca (la cigüeña) y Cúmulo (el oso).
Los tres muchachos se acercaban a la puerta de hierro con barrotes.
Ellos leyeron el cartel escrito al revés que avisaba que el circuito de bestias estaba activado.
ODADIUC LA RAZURC LE EUQSOB
SAL SAITSEB SO NAREMOC
IS LA OIGELOC SONAS Y SOVLAS
SIEREUQ RAGELL LE OTIUCRIC
ED SOLUCATSBO SIEREBED RATNEVLOS
Pero en el despacho de la directora Azucena ella estaba reunida con un grupo de 6 alumnos de curso superior, todos armados con el rostro cubierto por pasamontañas.
Azucena: escucharme, sé que los desaparecidos de las 3 habitaciones del internado aureola están a punto de llegar a este internado, es muy probable que decidan vivir en el mundo real y olvidarse de la existencia de las dos organizaciones, pero sino es así y vienen aquí a luchar quiero que los traigáis ante mi presencia con vida. No quiero que se vean expuestos al circuito de bestias y que mueran antes de tener la oportunidad de hablar con ellos, es primordial para la organización saber sus intenciones. Así que salir al bosque, esconderos, esperar con las escopetas en alza y cuando les veáis, traerles a este despacho
¡¡Es una orden!!
Así, cuando los 3 alumnos del internado aureola entraron al bosque con el circuito desactivado por la contraseña oral: Manuela. Los 6 alumnos estaban escondidos apuntando con sus rifles.
Teresa y Pablo caminaban por detrás de Héctor, que era el cabecilla.
Pablo: esto es un rollo ¿por qué siempre tenemos que hacer todo lo que diga Héctor? yo quiero volver a casa con mis padres.
Teresa: creí que estabas de acuerdo en salvar al mundo.
Pablo: y lo estoy, pero... tengo miedo, no voy a ser capaz de seguir adelante, lo único que quiero es vivir en paz los 4 días que me quedan de vida.
Teresa: 4 días?
Pablo: es una forma de hablar, me refiero que la vida es demasiado corta como para desaprovecharla en guerras absurdas, todo este rollo de las organizaciones se lo inventaron ellos, hay personas que viven felices lejos de aquí sin ni siquiera saber que existen.
Teresa: por eso nosotros tenemos que luchar por la paz, se lo debemos a todos ellos, no podemos cerrar los ojos a la realidad.
Pablo: venga ya! tú solo hablas así porque sabes que Héctor piensa eso, y tú estás loquita por él, lo sé, todas en el internado aureola lo están, incluidas las profesoras ¿por qué te crees que saca sino matriculas de honor en todo?
Teresa: tienes razón, Héctor me prometió que se quedaría conmigo y renunciaría a las demás si le ayudaba en la misión, pero yo en lo único que pienso es en unirme a la organización del crimen.
Pablo: qué has dicho? no quieres volver a casa con tus padres? En serio quieres ser la asesina de tus padres y no pasar los últimos días que te queden de vida en su compañía?
Teresa: piensa fríamente Pablo, o nos unimos a la organización del crimen o morimos todos, tú sabes mejor que nadie lo mal que está el panorama en el internado aureola ahora mismo, nadie puede sobrevivir después de sentir el tacto mortal de Josefina Lesedi, es una muerte muy lenta, pasas las noches en vela, no duermes, y la falta de sueño te vuelve los músculos de goma, como chicle. La única salvación es unirse a la organización del crimen.
Los 3 muchachos cada vez se adentraban más y más en el bosque.
Los 6 alumnos del curso superior al verles dispararon. Los dos disparos mortales de las escopetas hirieron y dieron en el blanco matándolos a Remolino(el pato de Teresa) y Borrasca(la cigüeña de Pablo) que estaban volando.
Al caer estos dos animales muertos, los 6 alumnos del curso superior les rodearon con las escopetas, pero solo a Pablo y a Teresa ya que Héctor con el ruido de los disparos, subiéndose a lomos de Cúmulo había huido corriendo.
Teresa y Pablo eran conducidos hasta las puertas de entrada del colegio a punta de escopetas, por los 6 alumnos de curso superior, mientras caminaban Héctor usando su reloj intercomunicador de muñeca, habló por él a sus amigos.
Héctor: Teresa, Pablo. Hay que efectuar el plan B, decir a todos que queréis uniros a la organización del crimen, en cuanto me sea posible, os sacaré del internado valle seco, confiar en mí.
Así Teresa y Pablo escucharon a su amigo Héctor a través del reloj intercomunicador.
Los 6 alumnos del curso superior llevaron a Teresa y a Pablo delante de la directora, Azucena Terrón, hacia su despacho y dejándoles a solas con ella, salieron del despacho en silencio.
Azucena: hola, soy la directora de la organización del crimen me llamo Azucena Terrón y yo construí a Josefina Lesedi ¿qué es lo que queréis?
Teresa habló adelantándose a Pablo que estaba consternado.
Teresa: hola, yo soy Teresa y él se llama Pablo y lo único que queremos es ser miembros de la organización del crimen. Nosotros en realidad somos 3, Héctor nuestro amigo está en el bosque no ha sido capturado por los centinelas, se escapó en el último momento.
Teresa se quitó el reloj intercomunicador de su muñeca.
Teresa: con este reloj nos comunicamos con él, mira lo que hago yo con reloj.
Teresa tiró su reloj al aire y disparó con su pistola para reventarlo, luego miró a Pablo esperando que él hiciese lo mismo y Pablo lo hizo.
#412

23/12/2011 12:05
Teresa: somos supervivientes del caos creado por Josefina Lesedi en el internado aureola, y hemos comprendido que es o la organización del crimen, o la muerte.
Azucena: Pablo ¿tú estás de acuerdo con lo que ha dicho tu amiga Teresa?
Pablo: sí, cualquier cosa será mejor que seguir las órdenes de ese estúpido engreído de Héctor.
Mientras... Héctor que estaba espiándoles desde la ventana del despacho, junto a Cúmulo, lo vio todo, él abrió la ventana irrumpiendo en el despacho con su oso caminando a sus espaldas.
Héctor: no! me habéis traicionado! pensaba que erais mis amigos! y me habéis traicionados! ¿de verdad queréis ser unos asesinos como el resto de los miembros de la organización del crimen?
Teresa: lo único que queremos es seguir viviendo.
Héctor: pues me temo que eso ya no va a ser posible.
Héctor sacó su pistola y disparó a bocajarro a sus dos compañeros Teresa y Pablo, dejando sus cuerpos sangrando manchando el suelo.
Luego Héctor se montó sobre su oso Cúmulo y rompiendo los cristales de la ventana salió de allí, como alama que lleva al diablo, gritando.
Héctor: nunca podréis contra mí!!
Y así Héctor escapó vivo ante la mirada estupefacta de Azucena.
Tiempo después, Fabián entraba en los pasadizos por la entrada secreta del armario de su habitación. Él llegó a las mazmorras con la bolsa de basura llena de lagartos, cazados con el anzuelo de hierro. Flora ya se había despertado hace horas del calmante, y estaba sentada sobre el banco de madera.
Fabián abrió la puerta con la llave y entró dentro.
Fabián se sentó a su lado en el banco y con mucho cuidado desenganchó a los lagartos uno a uno del anzuelo.
Fabián: toma, te he traído alimento, has acabado con casi todos los tubos de ensayo del laboratorio y además no es bueno que te bebas esa sangre, no sabemos a que personas pertenecen, ni a que condiciones ha estado sometida, los científicos la necesitan para hacer experimentos si faltan tubos preguntaran por ellos y nadie debe saber que has vuelto a la vida.
Flora cogió un lagarto y empezó a chuparle la sangre.
Flora: vas a devolverme a la tumba?
Fabián: no tengo otra opción, este no es tu sitio, tú moriste hace años y nunca debiste volver, esto fue una mala idea, no puedes quedarte aquí alimentándote de sangre, ésta no es la vida que quiero para ti.
Flora: sabes cuál es la vida que yo no quiero para mí? una en la que no podemos estar juntos.
Fabián: Flora, ya me hemos hablado de esto, no va a pasar nada entre tú y yo.
Flora: solo una vez Fabián, por favor solo una vez, y luego te dejo tranquilo.
Fabián: que no!! además yo no sé que hago hablando aquí contigo, tendría que haber abierto la puerta haber tirado la bolsa de los lagartos dentro y haberme largado sin entrar yo, esto no está bien.
Fabián se levantó del banco y se dirigió hacia la puerta, cuando Flora le cogió de la mano y le dijo.
Flora: por favor quédate conmigo, quédate, no me condenes a una eternidad sin ti. Te necesito y tú también me necesitas.
Flora se acercó hacia Fabián, y le besó en los labios.
Fabián: voy a devolverte a la tumba de todas maneras pasé lo que pasé entre nosotros.
Flora: lo sé, no me obligues a renunciar a ti, no otra vez.
Fabián: sigues teniendo la piel tan suave como siempre.
Fabián y Flora se volvieron a besar, lentamente se acostaron sobre la cama de metal del final de la celda, Flora apartó la bolsa de lagartos con el pie, se tumbó en la cama sobre Fabián, le quitó la corbata y la camisa, le acarició el pelo y le susurró al oído.
Flora: no sabes las veces que he soñado con tenerte otra vez para mí sola, me da igual lo que suceda después conmigo, ahora lo único que quiero es sentir que puedo llegar al cielo sin tener que morirme otra vez, y tú eres el único que consigue hacerme sentir eso.
Fabián se incorporó, se quitó la chaqueta y los zapatos, y se acercó a Flora para continuar el beso que ella había iniciado.
Tras haber hecho el amor, Flora acariciaba el pecho desnudo de Fabián.
Flora: en qué piensas?
Fabián: tengo que irme de aquí.
Fabián se levantó y comenzó a vestirse.
Flora: qué? a dónde?
Fabián: no sé, a cualquier parte lejos de ti, esto no tendría que haber pasado.
Flora: por qué? si ha sido maravilloso!!
Fabián: no!! no ha sido nada porque quiero que lo olvides, yo no quería estar contigo...
Flora: sí, sí que querías...
Fabián: no, no quería porque sabía que si lo estaba cometería el mayor error de mi vida. Pero no sé, cuando me has cogido de la mano, y he tocado tu piel, una fuerza atrayente me ha robado todos los pensamientos de golpe, es como si cuando te tocará perdiera control sobre mí, algo se apodera de mí cuando te tocó, es una sensación muy extraña que no me gusta pero que al mismo tiempo no puedo evitar. Yo solo he sentido lo mismo con otra mujer, con Azucena, tu hija. Muchos de sus clientes decían que su piel era adictiva, que cuando la tocaban no podían pensar en otra cosa, tan solo en volver a poseerla. Y contigo es algo muy parecido... yo... un momento? el componente único que hay en tu sangre, no es único, me acabo de acordar, Azucena también lo tiene.
Flora: sí, porque ella es mi hija, puede que sea algo hereditario.
Fabián: no, no, creo que es otra cosa, puede que sea por la fórmula de la superfuerza, pero no... porque la única que estuvo sometida a ella fue Azucena, no tú, ella nació en el internado, tú no, pero quizás tu destino era venir aquí algún día, aunque fuera de mayor. Tú estabas destinada a ser parte de la organización mucho antes de que supieras de su existencia. Flora ¿cuando naciste era de noche?
Flora: sí, puede ser ¿por qué?
Fabián: y... sabes si esa noche hubo algún acontecimiento especial? algo que se saliera de lo normal? algún fenómeno meteorológico?
Azucena: Pablo ¿tú estás de acuerdo con lo que ha dicho tu amiga Teresa?
Pablo: sí, cualquier cosa será mejor que seguir las órdenes de ese estúpido engreído de Héctor.
Mientras... Héctor que estaba espiándoles desde la ventana del despacho, junto a Cúmulo, lo vio todo, él abrió la ventana irrumpiendo en el despacho con su oso caminando a sus espaldas.
Héctor: no! me habéis traicionado! pensaba que erais mis amigos! y me habéis traicionados! ¿de verdad queréis ser unos asesinos como el resto de los miembros de la organización del crimen?
Teresa: lo único que queremos es seguir viviendo.
Héctor: pues me temo que eso ya no va a ser posible.
Héctor sacó su pistola y disparó a bocajarro a sus dos compañeros Teresa y Pablo, dejando sus cuerpos sangrando manchando el suelo.
Luego Héctor se montó sobre su oso Cúmulo y rompiendo los cristales de la ventana salió de allí, como alama que lleva al diablo, gritando.
Héctor: nunca podréis contra mí!!
Y así Héctor escapó vivo ante la mirada estupefacta de Azucena.
Tiempo después, Fabián entraba en los pasadizos por la entrada secreta del armario de su habitación. Él llegó a las mazmorras con la bolsa de basura llena de lagartos, cazados con el anzuelo de hierro. Flora ya se había despertado hace horas del calmante, y estaba sentada sobre el banco de madera.
Fabián abrió la puerta con la llave y entró dentro.
Fabián se sentó a su lado en el banco y con mucho cuidado desenganchó a los lagartos uno a uno del anzuelo.
Fabián: toma, te he traído alimento, has acabado con casi todos los tubos de ensayo del laboratorio y además no es bueno que te bebas esa sangre, no sabemos a que personas pertenecen, ni a que condiciones ha estado sometida, los científicos la necesitan para hacer experimentos si faltan tubos preguntaran por ellos y nadie debe saber que has vuelto a la vida.
Flora cogió un lagarto y empezó a chuparle la sangre.
Flora: vas a devolverme a la tumba?
Fabián: no tengo otra opción, este no es tu sitio, tú moriste hace años y nunca debiste volver, esto fue una mala idea, no puedes quedarte aquí alimentándote de sangre, ésta no es la vida que quiero para ti.
Flora: sabes cuál es la vida que yo no quiero para mí? una en la que no podemos estar juntos.
Fabián: Flora, ya me hemos hablado de esto, no va a pasar nada entre tú y yo.
Flora: solo una vez Fabián, por favor solo una vez, y luego te dejo tranquilo.
Fabián: que no!! además yo no sé que hago hablando aquí contigo, tendría que haber abierto la puerta haber tirado la bolsa de los lagartos dentro y haberme largado sin entrar yo, esto no está bien.
Fabián se levantó del banco y se dirigió hacia la puerta, cuando Flora le cogió de la mano y le dijo.
Flora: por favor quédate conmigo, quédate, no me condenes a una eternidad sin ti. Te necesito y tú también me necesitas.
Flora se acercó hacia Fabián, y le besó en los labios.
Fabián: voy a devolverte a la tumba de todas maneras pasé lo que pasé entre nosotros.
Flora: lo sé, no me obligues a renunciar a ti, no otra vez.
Fabián: sigues teniendo la piel tan suave como siempre.
Fabián y Flora se volvieron a besar, lentamente se acostaron sobre la cama de metal del final de la celda, Flora apartó la bolsa de lagartos con el pie, se tumbó en la cama sobre Fabián, le quitó la corbata y la camisa, le acarició el pelo y le susurró al oído.
Flora: no sabes las veces que he soñado con tenerte otra vez para mí sola, me da igual lo que suceda después conmigo, ahora lo único que quiero es sentir que puedo llegar al cielo sin tener que morirme otra vez, y tú eres el único que consigue hacerme sentir eso.
Fabián se incorporó, se quitó la chaqueta y los zapatos, y se acercó a Flora para continuar el beso que ella había iniciado.
Tras haber hecho el amor, Flora acariciaba el pecho desnudo de Fabián.
Flora: en qué piensas?
Fabián: tengo que irme de aquí.
Fabián se levantó y comenzó a vestirse.
Flora: qué? a dónde?
Fabián: no sé, a cualquier parte lejos de ti, esto no tendría que haber pasado.
Flora: por qué? si ha sido maravilloso!!
Fabián: no!! no ha sido nada porque quiero que lo olvides, yo no quería estar contigo...
Flora: sí, sí que querías...
Fabián: no, no quería porque sabía que si lo estaba cometería el mayor error de mi vida. Pero no sé, cuando me has cogido de la mano, y he tocado tu piel, una fuerza atrayente me ha robado todos los pensamientos de golpe, es como si cuando te tocará perdiera control sobre mí, algo se apodera de mí cuando te tocó, es una sensación muy extraña que no me gusta pero que al mismo tiempo no puedo evitar. Yo solo he sentido lo mismo con otra mujer, con Azucena, tu hija. Muchos de sus clientes decían que su piel era adictiva, que cuando la tocaban no podían pensar en otra cosa, tan solo en volver a poseerla. Y contigo es algo muy parecido... yo... un momento? el componente único que hay en tu sangre, no es único, me acabo de acordar, Azucena también lo tiene.
Flora: sí, porque ella es mi hija, puede que sea algo hereditario.
Fabián: no, no, creo que es otra cosa, puede que sea por la fórmula de la superfuerza, pero no... porque la única que estuvo sometida a ella fue Azucena, no tú, ella nació en el internado, tú no, pero quizás tu destino era venir aquí algún día, aunque fuera de mayor. Tú estabas destinada a ser parte de la organización mucho antes de que supieras de su existencia. Flora ¿cuando naciste era de noche?
Flora: sí, puede ser ¿por qué?
Fabián: y... sabes si esa noche hubo algún acontecimiento especial? algo que se saliera de lo normal? algún fenómeno meteorológico?
#413

23/12/2011 12:06
Flora: cómo qué? una tormenta?
Fabián: no, una lluvia de estrellas fugaces.
Flora: no lo sé, nadie me dijo nunca nada sobre eso.
Flora se acercó para besar a Fabián, pero Fabián se apartó de ella.
Fabián: tengo que irme, necesito investigar, hay una maldición en este internado, y me temo que sino encuentro la forma de acabar con ella, va a ser el final del mundo.
Fabián salió de la celda, asegurándose dejarla bien cerrada con la llave, caminó por los pasadizos hasta llegar a las escaleras de piedra que conectaban con el armario de su habitación, bajó las escaleras centrales del colegio hasta la biblioteca, entrando a ella, se acercó a una pared llena de libros de cuentos infantiles, descolgó un cuadro que había de unos molinos de viento y al instante la pared se giró dejando ver otros libros a la vista, en la pared había un clavo sin cuadro y en letras de oro ponía sobre los ladrillos.
biografía de los estudiantes antepasados del internado valle seco.
Para que todo volviera a ser como antes, tenía que colgar el cuadro en su posición original.
Fabián hojeó varios libros que hablaban de la maldición, del pacto con el diablo que había hecho el tatarabuelo de Germán, el bisabuelo de José Luis, y abuelo del padre de Jose Luis.
La familia Puertas había sido la creadora de la organización del crimen, la idea del internado fue gracias a ellos, pero antes ya había reuniones en otros lugares, la familia Puertas es originaria de la organización, ellos dieron fruto a la leyenda de la mujer perfecta, el antepasado de la familia Puertas quería tener una descendencia perfecta y un ejercito de alumnos invencibles, por eso creó el internado, por eso pactó con el diablo, porque sin una mujer perfecta no se podía tener a los hijos perfectos.
Fabián leyó en voz alta un pasaje de un libro, titulado:
todo lo que debes saber y no debes hacer sobre los pactos con el diablo.
Fabián: el diablo es un ser en él que nadie cree, pero que muchas personas se valen de su existencia para conseguir mejorar sus vidas, existen muchas maneras de contactar con él, pero solo una de ellas es efectiva, ante todo tienes que saber que un humano nunca consigue contactar con el diablo a menos que él lo haya preparado antes, si te arriesgas a hacer un pacto con el diablo, hay que saber que el diablo nunca juega limpio, te concederá lo que desees pero él hace sus propias reglas del juego, y estas reglas nunca serán justas para el humano. Debes saber que el diablo nunca se conformara con una sola alma, cuando puede conseguir más. Hubo alguien en esta organización, a principios de su creación, cuando apenas éramos 10 miembros los que la ocupaban, que no hizo caso de las advertencias, y cometió un pecado, entregar su alma a cambio del nacimiento de la mujer perfecta. Pero el diablo nunca le dijo cuando llegaría esa mujer, que esa mujer sería exclusivamente para él, no le dijo cuantas mujeres habría a lo largo de la historia, ni siquiera le aseguró que si conseguían unir sus vidas a esas mujeres y tener un hijo ese hijo iba a nacer con las cualidades únicas extrahumanas, puede que heredara algo, pero el diablo era demasiado listo como para saber que no debía desaprovechar su magia en las personas inadecuadas, solo las niñas nacidas en noches de lluvias de estrellas fugaces, tendrían un componente especial en la sangre que las identificaba como hijas del diablo, luego aunque esas mujeres tuvieran hijos, ese componente no aparecería en sus descendientes, a menos que éstos fueran hembras y nacieran en alguna noche de lluvia de estrellas fugaces. El descendiente de la familia Puertas, creyó que la maldición terminaría cuando ya no quedaran descendientes de la familia Puertas, puesto que la mujer perfecta estaba destinada a enamorarse de los varones de esa familia, claro que en esta regla también podría haber excepciones, porque el diablo desconoce lo que significa la palabra amor y la confunde a veces con el deseo sexual, con lo que las mujeres malditas puede que tuvieran alguna relación sexual con los varones de los descendientes de la familia Puertas, pero no todas ellas tenían porque estar enamoradas de ellos, pero... esta teoría del antepasado Puertas no era muy fiable, la única fiable era matando a la última niña nacida en la noche de estrellas fugaces, antes de que tuviera lugar la ovulación de otra niña destinada a nacer en otra de esas noches.
Por ello todo descendiente de la familia Puertas se hizo aficionado a la astrología, para estudiar las estrellas y saber cuando iba a ser la próxima lluvia de estrellas fugaces, y hacer los cálculos pertinentes entre una noche y otra, y saber que niñas nacerían antes de que pasaran las 12 horas de la noche indicada. Puesto que según la hora del nacimiento cambiaba radicalmente el destino de esas niñas.
Fabián: no, una lluvia de estrellas fugaces.
Flora: no lo sé, nadie me dijo nunca nada sobre eso.
Flora se acercó para besar a Fabián, pero Fabián se apartó de ella.
Fabián: tengo que irme, necesito investigar, hay una maldición en este internado, y me temo que sino encuentro la forma de acabar con ella, va a ser el final del mundo.
Fabián salió de la celda, asegurándose dejarla bien cerrada con la llave, caminó por los pasadizos hasta llegar a las escaleras de piedra que conectaban con el armario de su habitación, bajó las escaleras centrales del colegio hasta la biblioteca, entrando a ella, se acercó a una pared llena de libros de cuentos infantiles, descolgó un cuadro que había de unos molinos de viento y al instante la pared se giró dejando ver otros libros a la vista, en la pared había un clavo sin cuadro y en letras de oro ponía sobre los ladrillos.
biografía de los estudiantes antepasados del internado valle seco.
Para que todo volviera a ser como antes, tenía que colgar el cuadro en su posición original.
Fabián hojeó varios libros que hablaban de la maldición, del pacto con el diablo que había hecho el tatarabuelo de Germán, el bisabuelo de José Luis, y abuelo del padre de Jose Luis.
La familia Puertas había sido la creadora de la organización del crimen, la idea del internado fue gracias a ellos, pero antes ya había reuniones en otros lugares, la familia Puertas es originaria de la organización, ellos dieron fruto a la leyenda de la mujer perfecta, el antepasado de la familia Puertas quería tener una descendencia perfecta y un ejercito de alumnos invencibles, por eso creó el internado, por eso pactó con el diablo, porque sin una mujer perfecta no se podía tener a los hijos perfectos.
Fabián leyó en voz alta un pasaje de un libro, titulado:
todo lo que debes saber y no debes hacer sobre los pactos con el diablo.
Fabián: el diablo es un ser en él que nadie cree, pero que muchas personas se valen de su existencia para conseguir mejorar sus vidas, existen muchas maneras de contactar con él, pero solo una de ellas es efectiva, ante todo tienes que saber que un humano nunca consigue contactar con el diablo a menos que él lo haya preparado antes, si te arriesgas a hacer un pacto con el diablo, hay que saber que el diablo nunca juega limpio, te concederá lo que desees pero él hace sus propias reglas del juego, y estas reglas nunca serán justas para el humano. Debes saber que el diablo nunca se conformara con una sola alma, cuando puede conseguir más. Hubo alguien en esta organización, a principios de su creación, cuando apenas éramos 10 miembros los que la ocupaban, que no hizo caso de las advertencias, y cometió un pecado, entregar su alma a cambio del nacimiento de la mujer perfecta. Pero el diablo nunca le dijo cuando llegaría esa mujer, que esa mujer sería exclusivamente para él, no le dijo cuantas mujeres habría a lo largo de la historia, ni siquiera le aseguró que si conseguían unir sus vidas a esas mujeres y tener un hijo ese hijo iba a nacer con las cualidades únicas extrahumanas, puede que heredara algo, pero el diablo era demasiado listo como para saber que no debía desaprovechar su magia en las personas inadecuadas, solo las niñas nacidas en noches de lluvias de estrellas fugaces, tendrían un componente especial en la sangre que las identificaba como hijas del diablo, luego aunque esas mujeres tuvieran hijos, ese componente no aparecería en sus descendientes, a menos que éstos fueran hembras y nacieran en alguna noche de lluvia de estrellas fugaces. El descendiente de la familia Puertas, creyó que la maldición terminaría cuando ya no quedaran descendientes de la familia Puertas, puesto que la mujer perfecta estaba destinada a enamorarse de los varones de esa familia, claro que en esta regla también podría haber excepciones, porque el diablo desconoce lo que significa la palabra amor y la confunde a veces con el deseo sexual, con lo que las mujeres malditas puede que tuvieran alguna relación sexual con los varones de los descendientes de la familia Puertas, pero no todas ellas tenían porque estar enamoradas de ellos, pero... esta teoría del antepasado Puertas no era muy fiable, la única fiable era matando a la última niña nacida en la noche de estrellas fugaces, antes de que tuviera lugar la ovulación de otra niña destinada a nacer en otra de esas noches.
Por ello todo descendiente de la familia Puertas se hizo aficionado a la astrología, para estudiar las estrellas y saber cuando iba a ser la próxima lluvia de estrellas fugaces, y hacer los cálculos pertinentes entre una noche y otra, y saber que niñas nacerían antes de que pasaran las 12 horas de la noche indicada. Puesto que según la hora del nacimiento cambiaba radicalmente el destino de esas niñas.
#414

23/12/2011 12:10
Hacer un pacto con el diablo es un pecado mortal y todo el mundo debe saber, que si condenas tu alma, condenas el alma de toda tu familia, y si condenas a toda tu familia, condenas a toda la humanidad, porque todos somos hermanos a los ojos de Dios, y el trabajo del diablo, es destruir esa unión de hermandad.
Fabián después de leer, cerró el libro entendiendo algo, para que la maldición dejara de ser efectiva, Azucena tenía que morir, pero antes de que hubiera otra niña que la pudiera sustituir ¿pero como saber que mujeres estaban embarazadas o no en ese momento antes de la próxima lluvia de estrellas fugaces?
Tenía que saber cuanto tiempo faltaba para la próxima lluvia, no había habido ninguna en 35 años, desde el nacimiento de Azucena, pero nadie establece cuanto tiempo pasa de una noche a otra, puede pasar semanas, meses y años, nunca es el mismo tiempo, Azucena era la última pero... ¿y si ya existía otra niña creciendo en el vientre de otra mujer?
FIN DEL CAPITULO 40
CAPITULO 41
OCTAVO DE LA CUARTA TEMPORADA
MENTIRAS
Habían pasado varios días desde el descubrimiento de Fabián acerca de la leyenda que envolvía a las niñas nacidas en noches de estrellas fugaces. Fabián había pasado desde entonces las noches en vela en la terraza estudiando las estrellas, intentando averiguar cuando sería la próxima lluvia de estrellas fugaces, si es que de verdad tenía que haber una en las próximas semanas, o de lo contrario pasarían otros 35 años sin que hubiera ninguna, con la muerte de Germán y Jorge sin haber dejado descendencia puesto que Carlos nunca fue un Puertas y también estaba muerto, la primera teoría de que las niñas dejarían de nacer cuando la familia Puertas se extinguiera cobraba sentido, pero el libro aseguraba que esa teoría no era fiable, así que solo cabía esperar.
Fabián había repasado miles de veces los cálculos complicados para saber cuando sería la próxima lluvia de estrellas fugaces, y primero cometió un error, al haber pasado 35 años sin producirse ninguna creyó que tras hacer la operación matemática y darle un 8, que esos serían los años restantes que tendría que esperar para la próxima lluvia, pero no, tras restarle y sumar y dividir, supo que no eran 8 años, sino 240 días, o sea dentro de 8 meses.
Lo cuál significaba que ninguna mujer podía estar en cinta en las fechas próximas.
Fabián sabiendo esto sin la autorización de Azucena instaló un alarma en el segundo piso, en el pasillo que separaba las habitaciones de las chicas, de las habitaciones de los chicos.
En cada uno de los pasillos correspondientes había puesto una señal de prohibido hombres o prohibido mujeres, y cuando no se respetaba dichas señales, sonaba una alarma, el suelo se calentaba y cuchillos en llamas salían disparados de agujeros en las paredes.
Ese día, en el comedor del colegio mientras los alumnos comían. Estaban rodeados por alumnos del curso superior apuntándoles con sus escopetas, todos ellos con sus rostros cubiertos por pasamontañas.
Había una línea divisora pintada en mitad del comedor que separaba las mesas de alumnos masculinos de las mesas de alumnas femeninas. Azucena entró en el comedor. Y vio a Fabián en el umbral de la puerta.
Azucena: Fabián ¿qué ocurre? sé lo de la prohibición de los chicos en el pasillo de las chicas y viceversa ¿qué te pasa? ¿por qué estás actuando de este modo?
Fabián: somos profesores de chicos de 16 años, estamos encargados de vigilarles, estos chicos se desmadran muy fácilmente y pueden cometer algún error de juventud ¿no queremos que haya embarazados no deseados, verdad?
Azucena: Fabián ¿de qué me estás hablando? este es un colegio mixto, ¿se puede saber qué te pasa? ¿qué manía persecutoria te ha cogido ahora con que nadie se quedé en estado? que nos quieres trasladar a la edad de piedra donde se les prohibían a los chicos hablar con las chicas?
Fabián: es lo mejor para todos, primero he puesto la prohibición en el comedor, más tarde para evitar revuelos entre los alumnos, poco a poco, la pondré en las demás estancias.
Azucena: qué? sobre mi cadáver!! me niego a que en mi escuela haya este tipo de censuras. ¿se puede saber que te pasa? tú nunca has sido así Fabián. Tú para solucionar los problemas de los alumnos crees en el dialogo, no en las prohibiciones absurdas porque sí.
Fabián: es necesario, además yo soy el subdirector, esta escuela no es solo tuya.
Azucena: no voy a permitírtelo, mandaré ahora mismo que se desinstalen las alarmas de los pasillos de las habitaciones, digas lo que digas y te pongas como te pongas.
Fabián después de leer, cerró el libro entendiendo algo, para que la maldición dejara de ser efectiva, Azucena tenía que morir, pero antes de que hubiera otra niña que la pudiera sustituir ¿pero como saber que mujeres estaban embarazadas o no en ese momento antes de la próxima lluvia de estrellas fugaces?
Tenía que saber cuanto tiempo faltaba para la próxima lluvia, no había habido ninguna en 35 años, desde el nacimiento de Azucena, pero nadie establece cuanto tiempo pasa de una noche a otra, puede pasar semanas, meses y años, nunca es el mismo tiempo, Azucena era la última pero... ¿y si ya existía otra niña creciendo en el vientre de otra mujer?
FIN DEL CAPITULO 40
CAPITULO 41
OCTAVO DE LA CUARTA TEMPORADA
MENTIRAS
Habían pasado varios días desde el descubrimiento de Fabián acerca de la leyenda que envolvía a las niñas nacidas en noches de estrellas fugaces. Fabián había pasado desde entonces las noches en vela en la terraza estudiando las estrellas, intentando averiguar cuando sería la próxima lluvia de estrellas fugaces, si es que de verdad tenía que haber una en las próximas semanas, o de lo contrario pasarían otros 35 años sin que hubiera ninguna, con la muerte de Germán y Jorge sin haber dejado descendencia puesto que Carlos nunca fue un Puertas y también estaba muerto, la primera teoría de que las niñas dejarían de nacer cuando la familia Puertas se extinguiera cobraba sentido, pero el libro aseguraba que esa teoría no era fiable, así que solo cabía esperar.
Fabián había repasado miles de veces los cálculos complicados para saber cuando sería la próxima lluvia de estrellas fugaces, y primero cometió un error, al haber pasado 35 años sin producirse ninguna creyó que tras hacer la operación matemática y darle un 8, que esos serían los años restantes que tendría que esperar para la próxima lluvia, pero no, tras restarle y sumar y dividir, supo que no eran 8 años, sino 240 días, o sea dentro de 8 meses.
Lo cuál significaba que ninguna mujer podía estar en cinta en las fechas próximas.
Fabián sabiendo esto sin la autorización de Azucena instaló un alarma en el segundo piso, en el pasillo que separaba las habitaciones de las chicas, de las habitaciones de los chicos.
En cada uno de los pasillos correspondientes había puesto una señal de prohibido hombres o prohibido mujeres, y cuando no se respetaba dichas señales, sonaba una alarma, el suelo se calentaba y cuchillos en llamas salían disparados de agujeros en las paredes.
Ese día, en el comedor del colegio mientras los alumnos comían. Estaban rodeados por alumnos del curso superior apuntándoles con sus escopetas, todos ellos con sus rostros cubiertos por pasamontañas.
Había una línea divisora pintada en mitad del comedor que separaba las mesas de alumnos masculinos de las mesas de alumnas femeninas. Azucena entró en el comedor. Y vio a Fabián en el umbral de la puerta.
Azucena: Fabián ¿qué ocurre? sé lo de la prohibición de los chicos en el pasillo de las chicas y viceversa ¿qué te pasa? ¿por qué estás actuando de este modo?
Fabián: somos profesores de chicos de 16 años, estamos encargados de vigilarles, estos chicos se desmadran muy fácilmente y pueden cometer algún error de juventud ¿no queremos que haya embarazados no deseados, verdad?
Azucena: Fabián ¿de qué me estás hablando? este es un colegio mixto, ¿se puede saber qué te pasa? ¿qué manía persecutoria te ha cogido ahora con que nadie se quedé en estado? que nos quieres trasladar a la edad de piedra donde se les prohibían a los chicos hablar con las chicas?
Fabián: es lo mejor para todos, primero he puesto la prohibición en el comedor, más tarde para evitar revuelos entre los alumnos, poco a poco, la pondré en las demás estancias.
Azucena: qué? sobre mi cadáver!! me niego a que en mi escuela haya este tipo de censuras. ¿se puede saber que te pasa? tú nunca has sido así Fabián. Tú para solucionar los problemas de los alumnos crees en el dialogo, no en las prohibiciones absurdas porque sí.
Fabián: es necesario, además yo soy el subdirector, esta escuela no es solo tuya.
Azucena: no voy a permitírtelo, mandaré ahora mismo que se desinstalen las alarmas de los pasillos de las habitaciones, digas lo que digas y te pongas como te pongas.
#415

23/12/2011 12:10
Así Azucena se fue del comedor, alejándose de Fabián.
En ese instante, en la parte de las chicas, en una de las mesas, una chica rubia se levantó sufrió un mareo y se desmayó.
Diego que estaba sentado en la otra punta rodeado de otros alumnos, al ver como se desmayaba Diana, se puso de pie e intentó cruzar al otro lado pasando la línea divisora amarilla, pero al hacerlo el suelo se separó literalmente, al retirar Diego su pie, el suelo volvió a juntarse, Diego dándose cuenta de aquello pasó al otro lado de un salto sin pisar la línea pintada amarilla así el suelo permaneció pegado, sin separarse. Dos alumnos del curso superior empezaron a dispararle a Diego, él corrió al lado de Diana esquivando los disparos, le aguantó la cabeza. Diego vio a Fabián en el umbral de la puerta. Fabián levantó la mano haciendo señales a los alumnos del curso superior deteniendo los disparos.
Diego dejó a Diana en compañía de sus amigas y compañeras, ella poco a poco fue despertándose, Diego llegó hacia donde estaba Fabián.
Diego: Fabián ¿qué pasa? ¿por qué has prohibido que los chicos y las chicas se relacionen entre sí?
Fabián: da igual, para mañana todo el mundo se habrá olvidado de esto, a Azucena no le ha gustado la idea y ella es la directora, en el fondo no sé porque me esfuerzo, nadie ha dicho que la próxima madre de la niña nacida en noche de lluvia de estrellas fugaces, tenga que vivir dentro del internado actualmente.
Diego: de qué estás hablando?
Fabián: de la maldición ¿recuerdas la noche de luna llena en la que hablaste con el diablo tras hacer el mismo ritual que el tatarabuelo de Germán?
Diego: sí, tú me dijiste que me lo había imaginado todo esa noche en la terraza, que el diablo no existía.
Fabián: pues ahora pienso diferente.
Diego: qué sucede Fabián?
Fabián: sucede que dentro de 8 meses va a haber una lluvia de estrellas fugaces, y si una mujer está embarazada y da a la luz esa niña estará maldecida. Azucena solo es la última hasta que no haya otra que la sustituya. Para que la maldición llegué a su fin ella tiene que morir, pero esa muerte no valdrá de nada, si ya existe una mujer destinada a dar a luz a la próxima niña maldita.
Diego: la mujer embarazada puede ser cualquiera?
Fabián: sí claro, no tiene porque ser antepasado de otras madres de niñas malditas, las madres las elige el diablo, no los genes o la herencia y el diablo nunca sigue un orden.
Diego: cualquier mujer de cualquier edad, verdad?
Fabián: sí, mientras esté en edad fértil, por supuesto ¿por qué?
Diego: por Diana, estoy preocupado por ella, desde que nos acostamos que me persigue a todas partes diciéndome que está embarazada, al principio creí que estaba mintiendo, pero no sé... ¿no te parece muy extraño que se haya desmayado?
Fabián: el desmayo puede haberse producido por cualquier otro motivo, cansancio, nerviosismo, ¿cuando te has acostado con Diana?
Diego: hace semanas, solo fue una vez y nadie sabe nada sobre ello.
Fabián: ¿pero cómo? tú no eres así, tú no te acuestas con ninguna chica sin antes haber iniciado una relación con ella, y además siempre ha sido Diana la que te ha ido detrás a ti, yo pensaba que tú no tenías ningún interés en ella.
Diego: y no lo tengo, en realidad no sé ni como sucedió, no recuerdo nada de la noche en la que estuvimos juntos, yo estaba borracho.
Fabián: ¿qué? venga ya! estás hablándome en serio? pero si tú no te emborrachas nunca! o sea puede que bebas alguna copa, pero siempre has sabido cuando parar.
Diego: pues esa noche no ¿vale? fue la noche después de mi ruptura con Azucena, me encontré con Abigail en los pasadizos junto al lago subterráneo, ella estaba muy triste, me confesó que quería suicidarse porque no quería matar a Azucena ella sola sino podía compartir su triunfo con una persona que le importara, que matándola solo iba a conseguir sentirse más sola de lo que ya se sentía, yo la abracé, sentí pena por ella y acabamos haciendo el amor. Después me sentí muy mal, era la primera vez en toda mi vida que estaba con una mujer sin estar enamorado, hasta entonces solo había estado con Azucena. No sé como fui a parar a la habitación de Diana tras beberme la botella de whisky de la cocina y... no recuerdo ya nada más. Fabián ¿qué hacemos si Diana está embarazada? ¿qué hacemos?
En ese instante, en la parte de las chicas, en una de las mesas, una chica rubia se levantó sufrió un mareo y se desmayó.
Diego que estaba sentado en la otra punta rodeado de otros alumnos, al ver como se desmayaba Diana, se puso de pie e intentó cruzar al otro lado pasando la línea divisora amarilla, pero al hacerlo el suelo se separó literalmente, al retirar Diego su pie, el suelo volvió a juntarse, Diego dándose cuenta de aquello pasó al otro lado de un salto sin pisar la línea pintada amarilla así el suelo permaneció pegado, sin separarse. Dos alumnos del curso superior empezaron a dispararle a Diego, él corrió al lado de Diana esquivando los disparos, le aguantó la cabeza. Diego vio a Fabián en el umbral de la puerta. Fabián levantó la mano haciendo señales a los alumnos del curso superior deteniendo los disparos.
Diego dejó a Diana en compañía de sus amigas y compañeras, ella poco a poco fue despertándose, Diego llegó hacia donde estaba Fabián.
Diego: Fabián ¿qué pasa? ¿por qué has prohibido que los chicos y las chicas se relacionen entre sí?
Fabián: da igual, para mañana todo el mundo se habrá olvidado de esto, a Azucena no le ha gustado la idea y ella es la directora, en el fondo no sé porque me esfuerzo, nadie ha dicho que la próxima madre de la niña nacida en noche de lluvia de estrellas fugaces, tenga que vivir dentro del internado actualmente.
Diego: de qué estás hablando?
Fabián: de la maldición ¿recuerdas la noche de luna llena en la que hablaste con el diablo tras hacer el mismo ritual que el tatarabuelo de Germán?
Diego: sí, tú me dijiste que me lo había imaginado todo esa noche en la terraza, que el diablo no existía.
Fabián: pues ahora pienso diferente.
Diego: qué sucede Fabián?
Fabián: sucede que dentro de 8 meses va a haber una lluvia de estrellas fugaces, y si una mujer está embarazada y da a la luz esa niña estará maldecida. Azucena solo es la última hasta que no haya otra que la sustituya. Para que la maldición llegué a su fin ella tiene que morir, pero esa muerte no valdrá de nada, si ya existe una mujer destinada a dar a luz a la próxima niña maldita.
Diego: la mujer embarazada puede ser cualquiera?
Fabián: sí claro, no tiene porque ser antepasado de otras madres de niñas malditas, las madres las elige el diablo, no los genes o la herencia y el diablo nunca sigue un orden.
Diego: cualquier mujer de cualquier edad, verdad?
Fabián: sí, mientras esté en edad fértil, por supuesto ¿por qué?
Diego: por Diana, estoy preocupado por ella, desde que nos acostamos que me persigue a todas partes diciéndome que está embarazada, al principio creí que estaba mintiendo, pero no sé... ¿no te parece muy extraño que se haya desmayado?
Fabián: el desmayo puede haberse producido por cualquier otro motivo, cansancio, nerviosismo, ¿cuando te has acostado con Diana?
Diego: hace semanas, solo fue una vez y nadie sabe nada sobre ello.
Fabián: ¿pero cómo? tú no eres así, tú no te acuestas con ninguna chica sin antes haber iniciado una relación con ella, y además siempre ha sido Diana la que te ha ido detrás a ti, yo pensaba que tú no tenías ningún interés en ella.
Diego: y no lo tengo, en realidad no sé ni como sucedió, no recuerdo nada de la noche en la que estuvimos juntos, yo estaba borracho.
Fabián: ¿qué? venga ya! estás hablándome en serio? pero si tú no te emborrachas nunca! o sea puede que bebas alguna copa, pero siempre has sabido cuando parar.
Diego: pues esa noche no ¿vale? fue la noche después de mi ruptura con Azucena, me encontré con Abigail en los pasadizos junto al lago subterráneo, ella estaba muy triste, me confesó que quería suicidarse porque no quería matar a Azucena ella sola sino podía compartir su triunfo con una persona que le importara, que matándola solo iba a conseguir sentirse más sola de lo que ya se sentía, yo la abracé, sentí pena por ella y acabamos haciendo el amor. Después me sentí muy mal, era la primera vez en toda mi vida que estaba con una mujer sin estar enamorado, hasta entonces solo había estado con Azucena. No sé como fui a parar a la habitación de Diana tras beberme la botella de whisky de la cocina y... no recuerdo ya nada más. Fabián ¿qué hacemos si Diana está embarazada? ¿qué hacemos?
#416

23/12/2011 12:11
Fabián: ven conmigo a los pasadizos, tengo que contarte todo lo que he descubierto sobre la maldición.
Diego salió del comedor siguiendo a Fabián, los dos fueron hasta la biblioteca allí presionaron el teclado de un ordenador cualquiera: *55555*, fueron deslizados y lanzados por la trampilla subterránea del tobogán metálico hasta aterrizar en los pasadizos. Una vez dentro Fabián y Diego caminaron hasta la sala clínica, donde Fabián tenía apuntado en una libreta todos los puntos importantes de la maldición.
Fabián: he hecho estudios, es mentira que en 35 años no haya habido ninguna lluvia de estrellas fugaces, tendría que haber habido una hace como unos 10 meses y medio, más o menos cuando nació mi última hija Flora, sino la hubo fue porque a Manuela se le adelantó el parto por culpa de la visita inesperada de Germán y si el diablo observa que la niña destinada a nacer se desvía de su trayectoria cancela la lluvia de estrellas y vuelve a preparar otra para más tarde, no puede cambiar la fecha, y esa fecha ya está propuesta antes del embarazo, sin embargo sí por cualquier motivo la niña no nace en la hora exacta del declive de la lluvia, el diablo la anula y elige otra fecha, y esa niña se escapa de la maldición si logra nacer como le ocurrió a mi hija Flora.
Diego: entonces sino se le hubiera adelantado el parto a Manuela, Flora sería la última niña maldita no Azucena, y tendría que ser ella, a la que tuviéramos que matar ¿me equivoco?
Fabián: no, estás en lo cierto, pero afortunadamente Flora escapó a la maldición, no si al final tendré que darle y todo las gracias a Germán por haber venido aquel día y alterar tanto a Manuela como para romper aguas en ese mismo instante.
Diego: Manuela no estaba preparada para dar a luz a Flora, ver a Germán después de tantos años en su propio dormitorio dentro del internado de nuevo, le subió la tensión y murió. La niña sobrevivió de milagro.
Fabián: lo importante ahora es que por culpa de esa maldición no muera nadie más, la lluvia de estrellas fugaces de hace unos meses fue anulada, va a haber otra dentro de 8 meses, si Diana está embarazada esa niña no debe nacer.
Diego: pero y sino está embarazada? y si el bebé es un varón? y si nace a una hora diferente del declive de la lluvia de estrellas fugaces? tiene que nacer a una hora en concreto, verdad? solo un segundo de diferencia ya le afectaría.
Fabián: sí tienes razón en todo lo que has dicho, lo único importante ahora es averiguar primero si Diana realmente está embarazada, después decidiremos que hacer.
Diego: de acuerdo, en cuanto pueda hablaré con Diana para que acepté hacerse una prueba, no quiero verla ni en pintura, pero tengo que hacerlo, debo acabar con este problema ¿Aún sigues teniendo a Flora encerrada y viva en las mazmorras?
Fabián: sí, se sigue alimentando de sangre de lagartos, y... ¿sabes una cosa?
Diego: qué?
Fabián: hace unos días que ella y yo nos volvimos a acostar juntos. Pero tranquilo... ni se ha vuelto a repetir ni va a volver a suceder y menos aún sabiendo que ella también es una niña maldita.
Diego: cómo?
Fabián: sí, el componente en la sangre único que te dije que tenía Flora, no es único, también lo tiene Azucena, y todas las niñas nacidas en las noches de lluvias de estrellas fugaces.
Diego: es hereditario?
Fabián: no, lo leí en un libro de la biblioteca, ese componente solo lo tienen las niñas nacidas en noches de lluvias de estrellas fugaces, a la hora indicada, sean o no sean familia de las anteriores niñas malditas.
Diego: cuando sepas más sobre el tema de la maldición, explícamelo, te ayudaré en todo lo que pueda.
Fabián: estoy seguro de ello, es increíble, siempre he querido proteger a Azucena de todo mal, y ahora tengo que proteger al mundo de ella.
Diego: yo no sé lo que va a pasar, he pensado en irme muchas veces de esta organización y he estado a punto de hacerlo otras tantas, pero la verdad es que he nacido aquí y no sé nada del mundo real, a lo mejor me van bien las cosas fuera de la organización, todo es empezar, pero es tan difícil tomar esa decisión.
Fabián: puedes venir conmigo a la organización de la justicia, cuando sea el momento adecuado la reabriré, nunca debí apoyar a Azucena en su plan de ejecución con la androide Josefina Lesedi, llegó la hora de decidir sobre el bien del resto de la humanidad.
Diego abrazó a Fabián.
Diego: pensaré en tu oferta de irme contigo a la organización de la justicia, te lo prometo.
Así Diego volvió por las escaleras de piedra hacia el atajo que conectaba con el pasaje secreto del armario de su habitación.
Diego salió de su habitación y caminó por los pasillos del internado, un hombre con un mono azul se paseaba de arriba a abajo con unas escaleras, desconectando las alarmas y quitando los carteles de prohibido hombres y mujeres en los diferentes pasillos. Ya con las alarmas desactivadas, dos alumnas de la organización al ver salir a Diego le saludaron alegremente.
alumnas: hola Diego!!!!!
Pero Diego siguió andando sin contestarlas ni girarse a mirarlas.
aluma1: que chico más desagradable!
Diego salió del comedor siguiendo a Fabián, los dos fueron hasta la biblioteca allí presionaron el teclado de un ordenador cualquiera: *55555*, fueron deslizados y lanzados por la trampilla subterránea del tobogán metálico hasta aterrizar en los pasadizos. Una vez dentro Fabián y Diego caminaron hasta la sala clínica, donde Fabián tenía apuntado en una libreta todos los puntos importantes de la maldición.
Fabián: he hecho estudios, es mentira que en 35 años no haya habido ninguna lluvia de estrellas fugaces, tendría que haber habido una hace como unos 10 meses y medio, más o menos cuando nació mi última hija Flora, sino la hubo fue porque a Manuela se le adelantó el parto por culpa de la visita inesperada de Germán y si el diablo observa que la niña destinada a nacer se desvía de su trayectoria cancela la lluvia de estrellas y vuelve a preparar otra para más tarde, no puede cambiar la fecha, y esa fecha ya está propuesta antes del embarazo, sin embargo sí por cualquier motivo la niña no nace en la hora exacta del declive de la lluvia, el diablo la anula y elige otra fecha, y esa niña se escapa de la maldición si logra nacer como le ocurrió a mi hija Flora.
Diego: entonces sino se le hubiera adelantado el parto a Manuela, Flora sería la última niña maldita no Azucena, y tendría que ser ella, a la que tuviéramos que matar ¿me equivoco?
Fabián: no, estás en lo cierto, pero afortunadamente Flora escapó a la maldición, no si al final tendré que darle y todo las gracias a Germán por haber venido aquel día y alterar tanto a Manuela como para romper aguas en ese mismo instante.
Diego: Manuela no estaba preparada para dar a luz a Flora, ver a Germán después de tantos años en su propio dormitorio dentro del internado de nuevo, le subió la tensión y murió. La niña sobrevivió de milagro.
Fabián: lo importante ahora es que por culpa de esa maldición no muera nadie más, la lluvia de estrellas fugaces de hace unos meses fue anulada, va a haber otra dentro de 8 meses, si Diana está embarazada esa niña no debe nacer.
Diego: pero y sino está embarazada? y si el bebé es un varón? y si nace a una hora diferente del declive de la lluvia de estrellas fugaces? tiene que nacer a una hora en concreto, verdad? solo un segundo de diferencia ya le afectaría.
Fabián: sí tienes razón en todo lo que has dicho, lo único importante ahora es averiguar primero si Diana realmente está embarazada, después decidiremos que hacer.
Diego: de acuerdo, en cuanto pueda hablaré con Diana para que acepté hacerse una prueba, no quiero verla ni en pintura, pero tengo que hacerlo, debo acabar con este problema ¿Aún sigues teniendo a Flora encerrada y viva en las mazmorras?
Fabián: sí, se sigue alimentando de sangre de lagartos, y... ¿sabes una cosa?
Diego: qué?
Fabián: hace unos días que ella y yo nos volvimos a acostar juntos. Pero tranquilo... ni se ha vuelto a repetir ni va a volver a suceder y menos aún sabiendo que ella también es una niña maldita.
Diego: cómo?
Fabián: sí, el componente en la sangre único que te dije que tenía Flora, no es único, también lo tiene Azucena, y todas las niñas nacidas en las noches de lluvias de estrellas fugaces.
Diego: es hereditario?
Fabián: no, lo leí en un libro de la biblioteca, ese componente solo lo tienen las niñas nacidas en noches de lluvias de estrellas fugaces, a la hora indicada, sean o no sean familia de las anteriores niñas malditas.
Diego: cuando sepas más sobre el tema de la maldición, explícamelo, te ayudaré en todo lo que pueda.
Fabián: estoy seguro de ello, es increíble, siempre he querido proteger a Azucena de todo mal, y ahora tengo que proteger al mundo de ella.
Diego: yo no sé lo que va a pasar, he pensado en irme muchas veces de esta organización y he estado a punto de hacerlo otras tantas, pero la verdad es que he nacido aquí y no sé nada del mundo real, a lo mejor me van bien las cosas fuera de la organización, todo es empezar, pero es tan difícil tomar esa decisión.
Fabián: puedes venir conmigo a la organización de la justicia, cuando sea el momento adecuado la reabriré, nunca debí apoyar a Azucena en su plan de ejecución con la androide Josefina Lesedi, llegó la hora de decidir sobre el bien del resto de la humanidad.
Diego abrazó a Fabián.
Diego: pensaré en tu oferta de irme contigo a la organización de la justicia, te lo prometo.
Así Diego volvió por las escaleras de piedra hacia el atajo que conectaba con el pasaje secreto del armario de su habitación.
Diego salió de su habitación y caminó por los pasillos del internado, un hombre con un mono azul se paseaba de arriba a abajo con unas escaleras, desconectando las alarmas y quitando los carteles de prohibido hombres y mujeres en los diferentes pasillos. Ya con las alarmas desactivadas, dos alumnas de la organización al ver salir a Diego le saludaron alegremente.
alumnas: hola Diego!!!!!
Pero Diego siguió andando sin contestarlas ni girarse a mirarlas.
aluma1: que chico más desagradable!
#417

23/12/2011 12:12
alumna2: es tan desagradable como guapo!
Las dos alumnas entraron en la habitación riéndose entre ellas, dentro les esperaba una sorpresa. Abigail, estaba escondida tras la puerta, con un cuchillo de carnicero en la mano.
Abigail mientras una de las alumnas se miraba en el espejo se acercó por detrás a la otra y con el cuchillo, le rajó el cuello de punta a punta desde detrás. Mientras la otra se giró hacia ella y chilló, presa de un ataque de pánico, Abigail avanzó hacia ella y le clavó el mismo cuchillo en el abdomen.
Abigail sacó el cuchillo ensangrentado del vientre de esa chica.
Abigail miró a las dos alumnas muertas y dijo en voz alta.
Abigail: ninguna chiquilla entrometida se interpondrá entre Diego y yo.
Abigail a continuación les colocó a las dos alumnas de los bolsillos de su delantal de cocinera dos cinturones teletrasportadores, se los ató a la cintura a las dos muchachas. Anteriormente ya había dejado dos monedas de 1€, en el suelo de la despensa de la cocina.
Abigail salió de la habitación, bajó hasta la cocina, entró en la despensa, los cuerpos de las dos alumnas se habían teletrasportado al presionar ambos botones Abigail con su mano. Una vez dentro de la despensa Abigail les quitó el cinturón teletrasportador y las desnudó, liberándolas de todas sus pertenencias personales. Luego arrastró a las dos chicas por la puerta secreta de la maceta que conducía al comedor de la cárcel de la ciudad, aprovechando que estaba despejado, las siguió arrastrando hasta el patio exterior. Allí, tenía escondidos entre la maleza una pala y un pico, que usó para cavar y enterrar a las muchachas.
Abigail regresó al internado pasando por el comedor y llegando a la despensa de la cocina, allí salió sana y salva, sin que nadie supiera que había estado en el patio exterior de la cárcel.
Al llegar a la cocina, la radio estaba puesta y nuevamente se escuchó el noticiario.
noticiero: en estos próximos días se han encontrado más cuerpos de chicas jóvenes en el patio exterior de la cárcel, los agentes se encuentran resolviendo este caso tan peliagudo, pero ninguna de las victimas excepto por su temprana edad, parece tener relación entre ellas y por el momento se carece de pistas para encontrar al culpable.
Abigail cogió la radio con rabia, y la tiró al cubo de la basura de un golpe tan fuerte que hubo interferencias en su emisión.
En ese momento Diego, bajó a la cocina del internado.
Diego: hola mi amor-saludó él a Abigail.
Abigail: Diego ¡me has asustado!
Diego: tú asustarte de mí? tú a mí no tienes que tenerme miedo por nada, solo de una cosa, de lo mucho que te quiero, a veces incluso yo mismo tengo miedo de ese sentimiento.
Abigail abrazó a Diego con amor.
Abigail: me volvería loca si algún día te llegara a perder.
Diego besó a Abigail, Abigail le respondió al beso, Abigail le acarició el cuello a Diego y Diego le acarició a Abigail por debajo de las caderas mientras el beso continuaba.
En ese instante alguien entró en la cocina, Azucena.
Azucena: ejem!! ejem!!
Azucena tosió fingidamente para llamar la atención de Diego, pero él mirándola de reojo siguió besando a Abigail sin inmutarse. Pero como Azucena no se marchaba, finalmente Diego se separó de Abigail y le dijo muy serio, mirándola.
Diego: te importa? estoy ocupado con mi novia.
Azucena: no, no me importa, tú sigue a lo tuyo.
Diego volvió a coger a Abigail por la cintura y estrechándola muy fuerte entre sus brazos, la besó pasionalmente frente a Azucena, pero ella seguía sin marcharse.
Diego se volvió a separar de Abigail.
Diego: Azucena ¿ te puedes ir, por favor?
Azucena: por qué? te molestó?
Diego: da igual, sube conmigo a mi cuarto.
Diego se llevó a Abigail de la mano, ignorando a Azucena.
Abigail: Diego ahora no, si quieres cuando anochezca voy, tengo mucho trabajo en la cocina.
Diego se giró hacia ella, y le dio un corto beso en los labios.
Diego: te espero a la noche.
Diego soltó la mano de Abigail y se fue de la cocina lanzándole una mirada asesina a Azucena.
Azucena y Abigail se quedaron a solas en la cocina.
Azucena: qué? todavía no le has dicho nada a Diego?
Abigail: creía que habíamos quedado en que se lo dirías tú.
Azucena: y se lo voy a decir, pero desde la ruptura que no deja que me acerqué a él, no sé como enfocar el tema.
Abigail: tú me prometiste que hablarías con él, que conseguirías que Diego fuera para las dos.
Azucena: y lo voy a conseguir, solo que lleva su tiempo. Yo necesito estar segura de que tú quieres seguir adelante con esto.
Abigail: por supuesto que quiero, pero quiero teneros a los dos, a Diego y a ti, si tengo que renunciar a alguno, olvídate de la alianza entre nosotras.
Las dos alumnas entraron en la habitación riéndose entre ellas, dentro les esperaba una sorpresa. Abigail, estaba escondida tras la puerta, con un cuchillo de carnicero en la mano.
Abigail mientras una de las alumnas se miraba en el espejo se acercó por detrás a la otra y con el cuchillo, le rajó el cuello de punta a punta desde detrás. Mientras la otra se giró hacia ella y chilló, presa de un ataque de pánico, Abigail avanzó hacia ella y le clavó el mismo cuchillo en el abdomen.
Abigail sacó el cuchillo ensangrentado del vientre de esa chica.
Abigail miró a las dos alumnas muertas y dijo en voz alta.
Abigail: ninguna chiquilla entrometida se interpondrá entre Diego y yo.
Abigail a continuación les colocó a las dos alumnas de los bolsillos de su delantal de cocinera dos cinturones teletrasportadores, se los ató a la cintura a las dos muchachas. Anteriormente ya había dejado dos monedas de 1€, en el suelo de la despensa de la cocina.
Abigail salió de la habitación, bajó hasta la cocina, entró en la despensa, los cuerpos de las dos alumnas se habían teletrasportado al presionar ambos botones Abigail con su mano. Una vez dentro de la despensa Abigail les quitó el cinturón teletrasportador y las desnudó, liberándolas de todas sus pertenencias personales. Luego arrastró a las dos chicas por la puerta secreta de la maceta que conducía al comedor de la cárcel de la ciudad, aprovechando que estaba despejado, las siguió arrastrando hasta el patio exterior. Allí, tenía escondidos entre la maleza una pala y un pico, que usó para cavar y enterrar a las muchachas.
Abigail regresó al internado pasando por el comedor y llegando a la despensa de la cocina, allí salió sana y salva, sin que nadie supiera que había estado en el patio exterior de la cárcel.
Al llegar a la cocina, la radio estaba puesta y nuevamente se escuchó el noticiario.
noticiero: en estos próximos días se han encontrado más cuerpos de chicas jóvenes en el patio exterior de la cárcel, los agentes se encuentran resolviendo este caso tan peliagudo, pero ninguna de las victimas excepto por su temprana edad, parece tener relación entre ellas y por el momento se carece de pistas para encontrar al culpable.
Abigail cogió la radio con rabia, y la tiró al cubo de la basura de un golpe tan fuerte que hubo interferencias en su emisión.
En ese momento Diego, bajó a la cocina del internado.
Diego: hola mi amor-saludó él a Abigail.
Abigail: Diego ¡me has asustado!
Diego: tú asustarte de mí? tú a mí no tienes que tenerme miedo por nada, solo de una cosa, de lo mucho que te quiero, a veces incluso yo mismo tengo miedo de ese sentimiento.
Abigail abrazó a Diego con amor.
Abigail: me volvería loca si algún día te llegara a perder.
Diego besó a Abigail, Abigail le respondió al beso, Abigail le acarició el cuello a Diego y Diego le acarició a Abigail por debajo de las caderas mientras el beso continuaba.
En ese instante alguien entró en la cocina, Azucena.
Azucena: ejem!! ejem!!
Azucena tosió fingidamente para llamar la atención de Diego, pero él mirándola de reojo siguió besando a Abigail sin inmutarse. Pero como Azucena no se marchaba, finalmente Diego se separó de Abigail y le dijo muy serio, mirándola.
Diego: te importa? estoy ocupado con mi novia.
Azucena: no, no me importa, tú sigue a lo tuyo.
Diego volvió a coger a Abigail por la cintura y estrechándola muy fuerte entre sus brazos, la besó pasionalmente frente a Azucena, pero ella seguía sin marcharse.
Diego se volvió a separar de Abigail.
Diego: Azucena ¿ te puedes ir, por favor?
Azucena: por qué? te molestó?
Diego: da igual, sube conmigo a mi cuarto.
Diego se llevó a Abigail de la mano, ignorando a Azucena.
Abigail: Diego ahora no, si quieres cuando anochezca voy, tengo mucho trabajo en la cocina.
Diego se giró hacia ella, y le dio un corto beso en los labios.
Diego: te espero a la noche.
Diego soltó la mano de Abigail y se fue de la cocina lanzándole una mirada asesina a Azucena.
Azucena y Abigail se quedaron a solas en la cocina.
Azucena: qué? todavía no le has dicho nada a Diego?
Abigail: creía que habíamos quedado en que se lo dirías tú.
Azucena: y se lo voy a decir, pero desde la ruptura que no deja que me acerqué a él, no sé como enfocar el tema.
Abigail: tú me prometiste que hablarías con él, que conseguirías que Diego fuera para las dos.
Azucena: y lo voy a conseguir, solo que lleva su tiempo. Yo necesito estar segura de que tú quieres seguir adelante con esto.
Abigail: por supuesto que quiero, pero quiero teneros a los dos, a Diego y a ti, si tengo que renunciar a alguno, olvídate de la alianza entre nosotras.
#418

23/12/2011 12:13
Azucena: tranquila, encontraré la forma adecuada de convencer a Diego, yo sé que él todavía me quiere, y yo quiero compartirlo contigo, tú eres alguien muy especial para mí, y te mereces lo mejor que yo te pueda ofrecer.
Abigail: de acuerdo, esperaré. Y confío en ti para que Diego acepté estar con las dos al mismo tiempo, a mí me gusta mucho estar contigo Azucena, pero tú no puedes sustituir a Diego.
Azucena: ni lo pretendo, yo también tengo ganas de volver a estar con Diego, no hemos estado juntos desde que rompimos y Diego volvió a salir contigo, te juró que no va haber ningún problema para que él acepté tener una relación con las dos.
Abigail: no puedo esperar a que llegué el momento.
Azucena le acarició el cabello rubio a Abigail.
Azucena: será muy pronto, te lo juró, Diego será para nosotras dos, para nadie más.
Y Azucena y Abigail se besaron dulcemente.
Entre tanto Fabián que seguía dentro de los pasadizos, fue a visitar a Flora, pero solo a través de los barrotes de la celda, sin entrar él como la otra vez, ya que desde que sabía la verdad sobre la leyenda, procuraba mantener las distancias con ella.
Fabián: hola Flora ¿cómo te encuentras hoy?
Flora: por qué no entras aquí conmigo un rato para comprobarlo tú mismo?
Fabián: no insistas! te dije que nunca más íbamos a volver a estar juntos.
Flora: solo quiero hablar contigo.
Fabián: Flora que nos conocemos, además entre tú y yo ya está todo más que hablado.
Fabián se apartó de la celda.
Flora se acercó a los barrotes de hierro y le chilló.
Flora: por qué me desprecias? nunca tendría que haber aceptado acostarme contigo, aparte de mi marido fuiste el segundo hombre más importante en mi vida, pero me equivoqué, contigo y con mi marido, tendría que haberos ignorado a los dos y haberme marchado del internado con José Luis cuando él me lo suplicó declarándome su amor.
Fabián: espera, espera, de quién estás hablando? del padre de Germán y Jorge? de quién era director de la organización cuando yo tan solo era un estudiante?
Flora: sí, José Luis y yo tuvimos un romance, hace tiempo, cuando tú apenas eras tan solo un niño, yo nunca sentí nada especial con él, solo me metí en su cama porque él era el director y creía que me protegería de Francisco, él tenía mucho poder dentro de la organización y creí que si conseguía una buena amistad con él, José Luis influiría en Francisco para que él me dejara de maltratar, o al menos fuera un poco más suave conmigo. Pero José Luis a pesar de acostarse conmigo nunca dejó de ser amigo de Francisco, y nunca se puso de mi parte como yo esperaba, aunque siempre me prometía que todo sería diferente el día que yo aceptara dejarlo todo, y nos marcháramos del internado juntos.
Fabián: y por qué no te marchaste nunca con él?
Flora: no sé, no estaba convencida, y luego cuando tú y yo empezamos a vernos, yo prefería quedarme contigo, no quería marcharme con otro hombre y que lo nuestro se acabara por mi culpa.
Fabián: yo creía que desde que te casaste con tu marido, yo había sido el único amante que habías tenido, pero... no importa, eran muchos los hombres que iban detrás de ti, era imposible que yo fuese el único...
Flora: lo eras Fabián, te juró que lo eras, José Luis no fue importante para mí, tú sí. Y aparte de con mi marido y vosotros dos no tuve ningún amante más, te lo prometo.
Fabián: y cómo esperas que te crea Flora? yo... lo mejor será que me vaya.
Flora: no espera, te estoy diciendo la verdad, si te quedas conmigo, te revelaré mi mayor secreto, un secreto que nunca le he dicho a nadie en toda mi vida.
Fabián: qué secreto Flora? dímelo! habla!!
Flora: Manuela, mi hija Manuela no era hija de Francisco, sino de José Luis, yo quedé embarazada cuando estuve con él, y no se lo dije a nadie. Luego años después quedé en estado otra vez de mi marido, fue cuando nació Azucena.
Fabián: Manuela era hija de José Luis?
Flora: sí.
Fabián: un momento, Manuela, Germán y Jorge eran hermanos?
Flora: sí, pero ellos nunca lo supieron. Eres el único al que le cuento esto, nadie más aparte de mí sabe la verdad, José Luis lo sospechaba pero no tenía la confirmación ¿vas a entrar ahora a quedarte un rato conmigo?
Fabián: no, gracias por contarme el secreto, pero... no.
Fabián se dio media vuelta para marcharse de allí.
Flora: Fabián espera! no te vayas! espera! Fabián quédate! Fabián! Fabiánnnnnnnnnnnnn!!
Flora se quedó un buen rato llamando a Fabián a gritos para que regresara, pero Fabián no se giró a mirarla, hasta que su voz cesó de repente, él se dio media vuelta, y la vio tirada sobre el duro suelo de la celda, abrió la cerradura con la llave, entró dentro para abrazarla...
Fabián: Flora, Flora qué te pasa? abre los ojos! abre los ojos!!
Abigail: de acuerdo, esperaré. Y confío en ti para que Diego acepté estar con las dos al mismo tiempo, a mí me gusta mucho estar contigo Azucena, pero tú no puedes sustituir a Diego.
Azucena: ni lo pretendo, yo también tengo ganas de volver a estar con Diego, no hemos estado juntos desde que rompimos y Diego volvió a salir contigo, te juró que no va haber ningún problema para que él acepté tener una relación con las dos.
Abigail: no puedo esperar a que llegué el momento.
Azucena le acarició el cabello rubio a Abigail.
Azucena: será muy pronto, te lo juró, Diego será para nosotras dos, para nadie más.
Y Azucena y Abigail se besaron dulcemente.
Entre tanto Fabián que seguía dentro de los pasadizos, fue a visitar a Flora, pero solo a través de los barrotes de la celda, sin entrar él como la otra vez, ya que desde que sabía la verdad sobre la leyenda, procuraba mantener las distancias con ella.
Fabián: hola Flora ¿cómo te encuentras hoy?
Flora: por qué no entras aquí conmigo un rato para comprobarlo tú mismo?
Fabián: no insistas! te dije que nunca más íbamos a volver a estar juntos.
Flora: solo quiero hablar contigo.
Fabián: Flora que nos conocemos, además entre tú y yo ya está todo más que hablado.
Fabián se apartó de la celda.
Flora se acercó a los barrotes de hierro y le chilló.
Flora: por qué me desprecias? nunca tendría que haber aceptado acostarme contigo, aparte de mi marido fuiste el segundo hombre más importante en mi vida, pero me equivoqué, contigo y con mi marido, tendría que haberos ignorado a los dos y haberme marchado del internado con José Luis cuando él me lo suplicó declarándome su amor.
Fabián: espera, espera, de quién estás hablando? del padre de Germán y Jorge? de quién era director de la organización cuando yo tan solo era un estudiante?
Flora: sí, José Luis y yo tuvimos un romance, hace tiempo, cuando tú apenas eras tan solo un niño, yo nunca sentí nada especial con él, solo me metí en su cama porque él era el director y creía que me protegería de Francisco, él tenía mucho poder dentro de la organización y creí que si conseguía una buena amistad con él, José Luis influiría en Francisco para que él me dejara de maltratar, o al menos fuera un poco más suave conmigo. Pero José Luis a pesar de acostarse conmigo nunca dejó de ser amigo de Francisco, y nunca se puso de mi parte como yo esperaba, aunque siempre me prometía que todo sería diferente el día que yo aceptara dejarlo todo, y nos marcháramos del internado juntos.
Fabián: y por qué no te marchaste nunca con él?
Flora: no sé, no estaba convencida, y luego cuando tú y yo empezamos a vernos, yo prefería quedarme contigo, no quería marcharme con otro hombre y que lo nuestro se acabara por mi culpa.
Fabián: yo creía que desde que te casaste con tu marido, yo había sido el único amante que habías tenido, pero... no importa, eran muchos los hombres que iban detrás de ti, era imposible que yo fuese el único...
Flora: lo eras Fabián, te juró que lo eras, José Luis no fue importante para mí, tú sí. Y aparte de con mi marido y vosotros dos no tuve ningún amante más, te lo prometo.
Fabián: y cómo esperas que te crea Flora? yo... lo mejor será que me vaya.
Flora: no espera, te estoy diciendo la verdad, si te quedas conmigo, te revelaré mi mayor secreto, un secreto que nunca le he dicho a nadie en toda mi vida.
Fabián: qué secreto Flora? dímelo! habla!!
Flora: Manuela, mi hija Manuela no era hija de Francisco, sino de José Luis, yo quedé embarazada cuando estuve con él, y no se lo dije a nadie. Luego años después quedé en estado otra vez de mi marido, fue cuando nació Azucena.
Fabián: Manuela era hija de José Luis?
Flora: sí.
Fabián: un momento, Manuela, Germán y Jorge eran hermanos?
Flora: sí, pero ellos nunca lo supieron. Eres el único al que le cuento esto, nadie más aparte de mí sabe la verdad, José Luis lo sospechaba pero no tenía la confirmación ¿vas a entrar ahora a quedarte un rato conmigo?
Fabián: no, gracias por contarme el secreto, pero... no.
Fabián se dio media vuelta para marcharse de allí.
Flora: Fabián espera! no te vayas! espera! Fabián quédate! Fabián! Fabiánnnnnnnnnnnnn!!
Flora se quedó un buen rato llamando a Fabián a gritos para que regresara, pero Fabián no se giró a mirarla, hasta que su voz cesó de repente, él se dio media vuelta, y la vio tirada sobre el duro suelo de la celda, abrió la cerradura con la llave, entró dentro para abrazarla...
Fabián: Flora, Flora qué te pasa? abre los ojos! abre los ojos!!
#419

23/12/2011 12:14
Fabián le tomó el pulso, estaba muerta, otra vez, Fabián vio a su lado la bolsa de lagartos que él mismo le había cazado para que se alimentara de su sangre, estaban todos secos, Flora se había muerto por sobredosis de sangre.
Fabián: tú como siempre tan impaciente! no podrías esperarte ni siquiera un par de horas para dar el próximo bocado, verdad?
Fabián le dio un beso en la frente.
Fabián: descansa Flora, descansa, volveré a enterrarte en el cementerio, en tu tumba, de donde nunca debiste salir, es duro aceptar esto pero... hay que dejar descansar a los muertos, no voy a volver a resucitar a nadie nunca más.
FIN DEL CAPITULO 41
Fabián: tú como siempre tan impaciente! no podrías esperarte ni siquiera un par de horas para dar el próximo bocado, verdad?
Fabián le dio un beso en la frente.
Fabián: descansa Flora, descansa, volveré a enterrarte en el cementerio, en tu tumba, de donde nunca debiste salir, es duro aceptar esto pero... hay que dejar descansar a los muertos, no voy a volver a resucitar a nadie nunca más.
FIN DEL CAPITULO 41
#420

23/12/2011 23:34
CAPITULO 42
NOVENO DE LA CUARTA TEMPORADA
GUERRA
Varios días después todo seguía más o menos igual en el internado valle seco.
Aquella mañana Diego estaba durmiendo en su cuarto, estaba sobre la cama en ropa interior cuando alguien que había salido de la ducha tan solo con una toalla alrededor de su cuerpo, se acercó a él y le despertó con un beso en los labios.
Diego abrió los ojos, mirando a Abigail que estaba frente a él, escurriéndose su larga melena rubia con las manos.
Diego: ya es de día?
Abigail: sí, ya hace horas ¿por qué?
Diego se levantó de la cama de un salto. Él cogió la ropa que tenía en el armario y empezó a vestirse.
Diego: será mejor que me vaya a clase, mis compañeros me deben estar esperando.
Abigail: Diego ¿qué prisa tienes? ¿no te gusta estar conmigo?
Diego: sí, claro que sí.
Abigail: entonces quédate un rato más.
Abigail se acercó hacia él y comenzó a besarle en la boca.
Diego la apartó y se sentó sobre la cama para ponerse los zapatos.
Diego: lo siento Abigail, tengo prisa.
Abigail: por qué? a dónde tienes que ir? qué te espera otra novia en otra habitación?
Diego: no digas estupideces! yo solo estoy contigo.
Abigail se sentó a su lado en la cama.
Abigail: pues entonces relájate y bésame ¿quieres?
Abigail se acercó hacia Diego e intentó tumbarle en la cama para besarle, pero Diego se levantó apartándola.
Diego: en serio Abigail tengo cosas que hacer.
Abigail: más importantes que estar conmigo? de verdad, a veces creo que solo estás conmigo por compromiso, en cuanto sale el sol dejas de ser cariñoso.
Diego: no es eso Abigail, de verdad que no es eso, es que... necesito salir un poco para respirar aire fresco, eso es todo. No quiero que pienses nada que te haga sufrir. Yo estoy contigo ahora y lo voy a estar siempre, te lo juró.
Abigail: mi vida ha cambiado mucho desde que te conocí, no solo porque sino fuera por ti seguiría encerrada en las mazmorras, sino porque cada vez me convenzo más a mí misma de que tú eres el hombre perfecto para mí. No quiero que lo nuestro se termine jamás, cuando me besas ya estoy pensando en el siguiente beso, si algún día alguien te apartará de mí, no quiero ni pensar lo que sería de mí.
Diego: eso no va a pasar nunca Abigail, te dije que tú y yo estaríamos juntos hasta el final y así va a ser.
Abigail: Diego ¿qué es lo qué sientes por mí?
Diego: pues... siento ternura, excitación, confusión, deseo, siento que te quiero abrazar y soltarte nunca jamás.
Diego se acercó para besar a Abigail. Pero ésta vez fue Abigail quién se apartó de él. Diego nuevamente intentó besarla, pero ella no se dejó. Abigail miró a Diego llorando.
Abigail: sigues enamorado de Azucena?
Diego: otra vez no! si cada vez que nos acostamos juntos a la mañana siguiente tienes que hacerme la misma pregunta, lo mejor será que dejemos de vernos por un tiempo.
Abigail: qué? no acabas de decirme que íbamos a seguir juntos hasta el final? ya quieres dejarme?
Diego: no! no quiero dejarte! es solo que... no me pongas nervioso! nosotros dos estamos bien juntos ¿Qué más da lo demás?
Abigail se enjugó las lágrimas.
Abigail: sí, tal vez tengas razón.
Abigail se acercó a Diego y le abrazó.
Abigail: piensa en mí el resto del día, te voy a echar de menos.
Diego: nos vamos a ver más veces durante el día, cuando termine las clases pasaré por la cocina ¿vas a bajar a trabajar hoy, verdad?
Abigail asintió con la cabeza.
Abigail: se me van hacer eternas las horas esperando a que tu vengas a la cocina a visitarme.
Diego: ya se acabaron las dudas por hoy ¿verdad? puedo irme tranquilo?
Abigail afirmó con la cabeza. Abigail se abrazó al cuello de Diego y le besó caminando los dos hacia atrás hasta la puerta de salida. Diego se apoyó ligeramente en el umbral, Abigail continuó besándole con un pie en el pasillo y el otro dentro de la habitación. Azucena pasaba en ese momento caminando por el pasillo. Abigail se separó de Diego, le dio un último abrazo y le susurró al oído.
Abigail: te quiero mi amor.
Diego se separó de Abigail y se marchó caminando por el pasillo.
Abigail cerró la puerta del cuarto.
Diego se cruzó con Azucena en el pasillo.
Azucena: buenos días Diego.
Diego: buenos días-dijo él sin mirarla a la cara.
Azucena se acercó a la habitación de Diego en cuanto él ya estaba lejos de los alrededores, golpeó con el puño cerrado a la puerta. Abigail la abrió desde dentro, Abigail miró a ambos lados de la puerta para asegurarse que no había gente cerca y a continuación le hizo una señal a Azucena con la mano, para que entrara.
Cuando Azucena estuvo dentro de la habitación, Abigail cerró la puerta con llave.
Abigail se acercó a Azucena todavía llevando solo la toalla alrededor de su cuerpo recién duchado.
Abigail: por qué has tardado tanto en venir? un segundo más y me vuelvo loca de la desesperación.
Abigail se acercó a Azucena y sentándola en la cama se besaron.
Azucena la apartó después de unos minutos.
Azucena: espera, espera, tenemos que hablar.
Abigail: por qué? qué ocurre?
NOVENO DE LA CUARTA TEMPORADA
GUERRA
Varios días después todo seguía más o menos igual en el internado valle seco.
Aquella mañana Diego estaba durmiendo en su cuarto, estaba sobre la cama en ropa interior cuando alguien que había salido de la ducha tan solo con una toalla alrededor de su cuerpo, se acercó a él y le despertó con un beso en los labios.
Diego abrió los ojos, mirando a Abigail que estaba frente a él, escurriéndose su larga melena rubia con las manos.
Diego: ya es de día?
Abigail: sí, ya hace horas ¿por qué?
Diego se levantó de la cama de un salto. Él cogió la ropa que tenía en el armario y empezó a vestirse.
Diego: será mejor que me vaya a clase, mis compañeros me deben estar esperando.
Abigail: Diego ¿qué prisa tienes? ¿no te gusta estar conmigo?
Diego: sí, claro que sí.
Abigail: entonces quédate un rato más.
Abigail se acercó hacia él y comenzó a besarle en la boca.
Diego la apartó y se sentó sobre la cama para ponerse los zapatos.
Diego: lo siento Abigail, tengo prisa.
Abigail: por qué? a dónde tienes que ir? qué te espera otra novia en otra habitación?
Diego: no digas estupideces! yo solo estoy contigo.
Abigail se sentó a su lado en la cama.
Abigail: pues entonces relájate y bésame ¿quieres?
Abigail se acercó hacia Diego e intentó tumbarle en la cama para besarle, pero Diego se levantó apartándola.
Diego: en serio Abigail tengo cosas que hacer.
Abigail: más importantes que estar conmigo? de verdad, a veces creo que solo estás conmigo por compromiso, en cuanto sale el sol dejas de ser cariñoso.
Diego: no es eso Abigail, de verdad que no es eso, es que... necesito salir un poco para respirar aire fresco, eso es todo. No quiero que pienses nada que te haga sufrir. Yo estoy contigo ahora y lo voy a estar siempre, te lo juró.
Abigail: mi vida ha cambiado mucho desde que te conocí, no solo porque sino fuera por ti seguiría encerrada en las mazmorras, sino porque cada vez me convenzo más a mí misma de que tú eres el hombre perfecto para mí. No quiero que lo nuestro se termine jamás, cuando me besas ya estoy pensando en el siguiente beso, si algún día alguien te apartará de mí, no quiero ni pensar lo que sería de mí.
Diego: eso no va a pasar nunca Abigail, te dije que tú y yo estaríamos juntos hasta el final y así va a ser.
Abigail: Diego ¿qué es lo qué sientes por mí?
Diego: pues... siento ternura, excitación, confusión, deseo, siento que te quiero abrazar y soltarte nunca jamás.
Diego se acercó para besar a Abigail. Pero ésta vez fue Abigail quién se apartó de él. Diego nuevamente intentó besarla, pero ella no se dejó. Abigail miró a Diego llorando.
Abigail: sigues enamorado de Azucena?
Diego: otra vez no! si cada vez que nos acostamos juntos a la mañana siguiente tienes que hacerme la misma pregunta, lo mejor será que dejemos de vernos por un tiempo.
Abigail: qué? no acabas de decirme que íbamos a seguir juntos hasta el final? ya quieres dejarme?
Diego: no! no quiero dejarte! es solo que... no me pongas nervioso! nosotros dos estamos bien juntos ¿Qué más da lo demás?
Abigail se enjugó las lágrimas.
Abigail: sí, tal vez tengas razón.
Abigail se acercó a Diego y le abrazó.
Abigail: piensa en mí el resto del día, te voy a echar de menos.
Diego: nos vamos a ver más veces durante el día, cuando termine las clases pasaré por la cocina ¿vas a bajar a trabajar hoy, verdad?
Abigail asintió con la cabeza.
Abigail: se me van hacer eternas las horas esperando a que tu vengas a la cocina a visitarme.
Diego: ya se acabaron las dudas por hoy ¿verdad? puedo irme tranquilo?
Abigail afirmó con la cabeza. Abigail se abrazó al cuello de Diego y le besó caminando los dos hacia atrás hasta la puerta de salida. Diego se apoyó ligeramente en el umbral, Abigail continuó besándole con un pie en el pasillo y el otro dentro de la habitación. Azucena pasaba en ese momento caminando por el pasillo. Abigail se separó de Diego, le dio un último abrazo y le susurró al oído.
Abigail: te quiero mi amor.
Diego se separó de Abigail y se marchó caminando por el pasillo.
Abigail cerró la puerta del cuarto.
Diego se cruzó con Azucena en el pasillo.
Azucena: buenos días Diego.
Diego: buenos días-dijo él sin mirarla a la cara.
Azucena se acercó a la habitación de Diego en cuanto él ya estaba lejos de los alrededores, golpeó con el puño cerrado a la puerta. Abigail la abrió desde dentro, Abigail miró a ambos lados de la puerta para asegurarse que no había gente cerca y a continuación le hizo una señal a Azucena con la mano, para que entrara.
Cuando Azucena estuvo dentro de la habitación, Abigail cerró la puerta con llave.
Abigail se acercó a Azucena todavía llevando solo la toalla alrededor de su cuerpo recién duchado.
Abigail: por qué has tardado tanto en venir? un segundo más y me vuelvo loca de la desesperación.
Abigail se acercó a Azucena y sentándola en la cama se besaron.
Azucena la apartó después de unos minutos.
Azucena: espera, espera, tenemos que hablar.
Abigail: por qué? qué ocurre?