SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas

Germán: te agradezco mucho que cuides de Azucena, tu ayuda hacia ella durante este par de meses ha sido inmejorable, sin duda sino contara contigo en mi equipo, no estaría en mis manos poder ayudarla a pesar de mis muchos conocimientos en la ciencia.
Sebastian: no tienes porque darme las gracias, solo cumplo con mi trabajo, para mí en el fondo es un honor que hayan vuelto a confiar en mí como científico, después del error que cometí con Azucena cuando tan solo era un aprendiz a las ordenes de Segismundo en la organización secreta del crimen, muchos compañeros de profesión me dejaron de hablar, no puedes ni imaginarte la vergüenza que he sentido durante todos estos años.



Germán: recorrí el mundo entero con tal de encontrarte, a Azucena la han visto docenas de expertos, pero tú eres el único capaz de salvarla, cometieron un error al expulsarte de la organización secreta del crimen hace 33 años, sé que podrías haber sido el causante de la muerte de Azucena al suministrarle esa sobredosis fatídica, pero debieron confiar más en ti, haber comprendido que solo fue un error causado por los nervios de ejercer un nuevo trabajo.
Sebastian: tal vez en la organización secreta del crimen no hubieran sido tan duros conmigo si la afectada de ese lamentable error no hubiera sido aquella niña, Azucena, la última de las niñas desde que se fundó la organización del crimen, incluso años antes de que existiera el internado valle seco, que había nacido en una noche de lluvia de estrellas fugaces.
Germán: tal vez, no sé que secreto escondía mi padre con esa vieja profecía sobre las niñas nacidas en las noches de lluvia de estrellas fugaces, él siempre le tuvo un gran apego a Azucena desde el mismo día en que nació.
Sebastian: cuando Azucena se recuperé de su reciente operación volveremos a hacerle pruebas, estoy seguro que falta poco para hallar la pócima que le haga desaparecer para siempre la superfuerza de su sangre.
Germán: si muy pronto, y volverás a tener a Azucena para ti horas enteras para que la puedas examinar a gusto y en soledad en tu sala clínica.
Sebastian: las pruebas que realizo son muy complicadas, yo solo me bastó, no tengo tanta confianza en los demás científicos, ahora que si necesitara alguna ayuda la pediría, eso no lo dudes.
Germán: lamentablemente por mucho que pidieras ayuda, me temo que nunca te la ofrecerían sin mi supervisión previa, y menos aún te la van a dar después de haberles ordenado a todos los demás científicos que desobedezcan tus mandatos como médico hasta después de tu operación.
Sebastian: mi operación? qué operación?
Germán le enseñó a Sebastian los papeles en donde ponía que lo que le había practicado a Azucena era un aborto provocado y no una operación para extraerle un tumor de los ovarios.
Germán: aquí lo pone bien clarito, Azucena estaba embarazada horas antes de la operación, y tú le provocaste el aborto sin hablarle antes del embarazo, Azucena no ha tenido relaciones con nadie desde que se casó conmigo y se cambió de organización e internado para vivir ¿de quién era el niño entonces, Sebastian? del espíritu santo?
Sebastian: pero... cómo te has atrevido a revisar mis cajones, eh? cómo?
Germán: contéstame a la pregunta! quién era el padre del niño de Azucena?
Sebastian: los dos sabemos que Diego Marremo, el hijo de la ex-limpiadora Jessica de este internado estuvo meses siendo su novio, ahí tienes la respuesta, puede que Azucena ya estuviera en estado en el día de vuestra boda pero todavía no tenía conciencia de eso.
Germán: sí, ya pensé en Diego como posible padre, pero no, las cuentas no cuadran, él no es el padre.
Sebastian: que Azucena no haya compartido cama contigo en estos dos meses no significa que no haya estado en la cama con otro hombre, los dos sabemos que Azucena cambiaría su cuerpo por el primer hombre que le ofreciera una buena cantidad de dinero, y Azucena es muy hermosa, aquí hay muchos hombres a los que les gustaría pasar una noche con ella, yo mismo me he quedado fascinado de su belleza cuando la he vuelto a ver después de 33 años, ya no queda nada de esa niña cándida de 2 años que conocí cuando yo era un mero aprendiz.

Germán: tú eres el hombre que ha pasado más tiempo con Azucena en estos dos meses en que ella ha vivido aquí en el internado aureola conmigo.
Sebastian: qué estás insinuando? yo soy médico, y soy profesional en mi trabajo, yo solo me he dedicado a examinar a Azucena para encontrar un antídoto a su cura, nada más.
Germán: si eso es así, no tendrás inconveniente a someterte a una operación de extracción de memoria.
Sebastian: qué?
Germán: Azucena es la persona más importante para mí en este mundo, si ella no tiene todo lo que quiere mi vida no significa nada, voy a saber lo que ocurría exactamente en todas las horas en las que Azucena estaba contigo en la sala clínica tumbada en la camilla sedada y semidesnuda, la operación se te va a realizar, voluntariamente o a la fuerza, tú eliges.
Sebastian: estás loco?! esa mujer puede haberse metido en la cama de cualquiera y te está engañando al decirte que no ha estado con ningún hombre en estos dos meses ¿cómo eres capaz de creerla?
Germán: conozco a Azucena, ella no me mentiría en algo así, además aunque me pesé está muy enamorada de Diego, lo reconozco, no pensé nunca que llegara a enamorarse de otro hombre que no fuera yo, y menos aún de un muchacho de 16 años, pero en estos dos meses se ha negado incluso a comer pidiéndome que le diera permiso solo para llamarle, la verdad es que envidio a Diego, es el doble de joven que yo y ha tenido el valor suficiente como para mantener su amor por Azucena a pesar de saber a que mundo pertenece ella.
Sebastian: entonces...no hay marcha atrás? la operación me la vais a hacer quiera o no?
Germán: sino tienes nada que ocultar, no tienes porque negarte. Si es cierto que has sido profesional en tu trabajo y no has tocado a Azucena más allá de lo permitido en tu profesión, no sé porque motivo querías ocultarnos a ella y a mí un embarazo no deseado, porque querías hacer pasar un aborto provocado por una simple operación de un tumor en los ovarios, explícame eso, si tan profesional eres, por qué no me avisaste del estado de buena esperanza de Azucena nada más saberlo? eh, por qué?
Sebastian sin atreverse a contestar arrancó a correr para escaparse de los pasadizos secretos, los focos del techo del pasillo con censores de movimiento, se apagaban a sus zancadas, dos científicos le cerraron el paso, otros dos científicos más aparecieron, le pegaron a empujones, a puñetazos, a rodillazos bloqueándole y metiéndole a la fuerza en una habitación en donde había una camilla conectada a una especie de ordenador gigantesco, con antenas parabólicas, sintonizadores y veletas de metal simbolizadas con flechas.
Germán se metió en aquella habitación acompañando a los científicos, se puso la bata verde, la mascarilla y los guantes, sedó a Sebastian mediante un pinchazo en el brazo y poniéndole unas placas de hierro sobre la cabeza se dirigió a cada uno de los monitores del ordenador gigantesco, mientras una lámpara reflectante recorría e iluminaba el cuerpo de Sebastian en su totalidad, intensificando más la fuerza de su luz en zonas concretas de su cabeza o cerebro.
Tras la operación de extracción de memoria, Sebastian se despertó una vez pasado el efecto de la anestesia. Todos los científicos habían abandonado la sala. Germán subió el respaldo de la camilla para que Sebastian estuviera más cómodo y le dio a beber un vaso de agua.
Germán: toma, debes tener sed después de la intervención.
Sebastian miró el vaso inseguro.
Germán: tranquilo, puedes beber, la operación ha salido bien, tú tenías razón, Azucena ha debido meterse en la cama de alguien sin decírmelo a cambio de dinero, al igual como hizo con mi antiguo socio Alfonso Metro, él que me ayudó a diseñar y alzar con la ayuda de sus albañiles este colegio.
Sebastian bebió un sorbo del agua del vaso que le había dado Germán.
Sebastian: entonces en mi cabeza no habéis encontrado ningún recuerdo sospechoso?
Germán: no, debí creer en tu palabra, seguramente pretendías ocultarme el embarazo para ahorrarme disgustos, a lo mejor hasta fue la misma Azucena quién te pidió que le practicaras el aborto y luego me engañó para que dudara de ti, te investigara y te culpara a ti de todo, ella tenía que parecer la victima ante mis ojos. Perdóname, todavía desconozco la verdadera maldad de Azucena.
Sebastian ya más tranquilo se terminó por beber todo el vaso de agua. A Sebastian de repente, le dio un fuerte dolor en todo el cuello.
Sebastian: Germán, qué lleva este agua?
Germán: veneno, oh perdona! no te lo había dicho amigo, que a mí de Azucena ya no me queda nada por conocer, eres un maldito sinvergüenza, te saqué de la fábrica donde creaban cremas adelgazantes y te devolví tu titulo de científico para que trabajaras a mi lado, te busqué solo porque sabía que te necesitaba para curar a Azucena, pero jamás, jamás, pensé en prescindir de tus servicios en los laboratorios tras haber conseguido curar a Azucena para siempre, te pensaba mandar otras misiones, porque en este tiempo en que has estado trabajando para mí, he comprobado sin duda que eres muy inteligente, pero tú lo has estropeado todo, aprovechándote de Azucena, lo siento, pero mereces morir por haber practicado sexo con ella mientras estaba sedada en la camilla, deposité en ti toda mi confianza para poner en tus manos la vida de la mujer a la que quiero y tú vas y profanas su cuerpo dejándola embarazada sin que ella fuera consciente de lo sucedido. Es lo justo Sebastian, con la operación de extracción de memoria he sabido la verdad, y no puedo dejarte con vida.
Sebastian: yo no quería! Germán lo siento de verdad, yo no quería, esa mujer me embrujó, te juró que yo lo único que quería era hacer bien mi trabajo y enmendar el error que cometí con ella cuando tan solo era una niña y yo un aprendiz, pero al verla... no pude evitarlo, tienes que entender que Azucena es irresistible para cualquier hombre que la tenga cerca de él más de una hora seguida al día, no pude remediarlo, tantos años oyendo a todo el mundo rumorear de su admirable belleza sin conocerla personalmente, creí que una exageración o un bulo, pero no, era real.

Germán: no mereces ni siquiera que escuché tus absurdas excusas, he pasado 20 años de mi vida deseando volver hacer el amor con Azucena, me he casado con ella hace 2 meses y no me ha dejado tocarle ni un solo pelo ni una sola vez, tú sabes cuantas noches he pasado en vela recordando el aroma de su piel? a mí no me hables de lo irresistible que es Azucena para los hombres, porque nadie mejor que yo puede saber eso.
A Sebastian se le hincharon las venas del cuello y cayó muerto sobre la camilla, por culpa del veneno tomado entregado de manos de Germán.
Germán: descansa amigo, y pensar que una vez tú mismo me dijiste que en vez de buscar la cura para Azucena lo que tendríamos que hacer era matarla porque yo estaba obsesionado con ella, y Azucena iba a ser la destrucción para mí. y ahora? eh? quién ha acabado destruido por culpa de Azucena? quién?
Germán cubrió con las sábanas blancas el cuerpo sin vida de Sebastian.
Salió de la sala clínica, encontrándose con dos científicos de bata blanca.
Germán: llevaros el cadáver a los frigoríficos-les ordenó.
Y Germán se dirigió por el pasillo en donde los focos del techo se encendían a su paso, hasta la sala en donde dormía Azucena.
Él entró a ella y la despertó con un dulce beso en la mejilla.
Azucena abrió los ojos, y Germán le habló.
Germán: tranquila, solo venía para ver como estabas.
Azucena: bien, cansada, me duele la cabeza, pero estoy bien.
Germán: ya lo he solucionado todo con Sebastian, tú tenías razón, jamás debí confiar en él, está muerto, acabó de asesinarle.
Azucena: qué?! si Sebastian está muerto yo también moriré, él era el único capaz de curarme, él único que podía lograr que fuera una mujer normal.
Germán: no te preocupes por eso, encontraremos la forma de curarte sin Sebastian, él no podía seguir vivo examinándote en esa habitación a solas después de lo ocurrido.
Azucena: él era el padre de mi hijo? por eso nos ocultó el embarazo y el aborto provocado? tengo razón?
Germán asintió con la cabeza.
Azucena: ese miserable!!
Germán: tranquila, está muerto, ya no va a hacerte más daño.
Azucena: gracias, gracias Germán, gracias por protegerme.
Germán: no tienes porque darme las gracias, te quiero, nunca he dejado de quererte, y nunca lo haré, que tú seas feliz es lo único que me importa.
Azucena miró a Germán con ojos llorosos, se abrazó a él con una exhalación de suspiros, y después de desabrocharle los primeros botones de la camisa y desaflojarle la corbata, se acercó para besarle en los labios.
Germán acercó su boca a la suya, y la besó con desesperación, intentando quitarle el camisón que llevaba puesto mediante el tacto de sus manos, Azucena se destapó las sábanas de la cama en la cuál estaba acostada y poniéndose de rodillas sobre el colchón, pegó su pecho junto al de Germán para seguirle besando, Azucena pasó sus dedos formando pequeñas curvas por la espalda de Germán muy lentamente, Germán apoyó sus piernas sobre la cama para estar más cerca de ella y poder alargar ese beso eternamente, pero cuando la cabeza de Azucena tocó la almohada de nuevo, con el cuerpo de Germán sobre ella y él notó las manos de Azucena cerca de sus orejas, se levantó inmediatamente apartándola y separándose de ella, dejándola de besar.
Germán: un momento! qué está pasando aquí? por qué me has besado Azucena?
Azucena: porque te mereces un premio por haber matado a Sebastian, por favor, déjame agradecerte lo que has hecho por mí.
Azucena besó el cuello de Germán mientras le quitaba la chaqueta...
Germán la volvió a apartar...
Azucena: qué pasa? me obligaste a casarme contigo a la fuerza chantajeándome a cambio del antídoto, llevas dos meses suplicándome para que yo acceda a dormir contigo y ahora que yo quiero, tú me rechazas?
Germán: es que... no quiero tenerte de esta forma. No quiero que hagas el amor conmigo solo porque te sientas obligada a hacerlo porque yo te he salvado de Sebastian.
Azucena: no quieres volver a estar conmigo?
Germán: aquí lo importante es lo que quieras tú, no yo... Azucena, contéstame, sigues enamorada de Diego?
Azucena bajó la mirada ante Germán, y sin mirarle a los ojos contestó con un tímido sí.
Germán: pensé que podía retenerte a mi lado a pesar de que tú no me amaras, pensé que lo único importante era que volviéramos a estar juntos, los dos, como antes, como siempre había soñado, pero me equivoqué, no quiero que estés conmigo sino sientes amor por mí, voy a concederte el divorcio, volverás al internado valle seco y a la organización secreta del crimen. Te liberó de ser mi esposa.
Germán salió del cuarto de Azucena.

Ella al verle a él salir, se volvió a tumbar en la cama, cómodamente, echándose un sueñecito.
Pasadas unas horas... al día siguiente... estaban Azucena y Germán en la sala de reuniones que utilizaban en el internado aureola para planear todas las emboscadas contra los miembros de la organización secreta del crimen. En la pared estaba el mapa con las mansiones en donde vivían cada uno de los miembros, con chinchetas negras para indicar las muertes y con chinchetas rojas para los lugares a visitar.
Azucena estaba vestida con un traje de falda y chaqueta azul celeste.
Germán: estás bien?
Azucena: perfecta.
Germán: igual tendrías que pasar un par de días de reposo, por si acaso te encuentras algo débil.
Azucena: estoy bien, qué quieres retenerme más de la cuenta a tu lado? quiero regresar cuanto antes a mi verdadera organización, estos dos meses han sido un suplicio rodeada de gente que suelta 4 lagrimillas porque atropellen a un conejo al pasar por el bosque con el coche, no quiero quedarme ni un minuto más aquí, me contaminan su buena fe.
Germán: Azucena, sé que ya no estás enamorada de mí, y sé que en parte yo tengo la culpa por haberme ido de tu lado, pero no podía quedarme en un sitio donde siguen unos ideales que no son los míos, y tú tampoco puedes, me lo acabas de confesar.
Azucena: qué quieres decirme con eso?
Germán: solo intento tratar de que entiendas que yo no te abandoné, solo intentaba seguir con mi vida y te ofrecí acompañarme, pero tú no quisiste.
Azucena: sabes cuál es el problema? que no creíste en la fuerza de nuestro amor, ese es el problema. Tú querías salir de la organización secreta del crimen porque creías en la justicia y en la paz en el mundo, y querías luchar por ella. Tu mismo me lo diste a entender, no había nada en el internado valle seco que hiciese que te quedaras, nada excepto yo y el amor que dices sentir por mí. Yo cuando estaba contigo solo me importaba que me amaras, no donde estábamos ni que tuviéramos que matar a 100 personas todos los días para poder sobrevivir, si hay que matar a gente, se mata, si hay que salvar a gente, se salva, pero tú siempre piensas en lo que puedes hacer por el bien del mundo antes de pensar en lo que puedes hacer por el mío propio, y si en verdad estuvieras enamorado de mí, tu mundo debería ser solo yo.
Germán: tú nunca vas a cambiar verdad Azucena? no hay quién te haga callar!
Azucena: no ibas a concederme el divorcio? cuanto tiempo más piensa tardar ese abogaducho de mala muerte?
Germán: no sé ni siquiera porque me preocupo por ti, no hay duda que ya estás totalmente recuperada.
Azucena: tú nunca vas a saber como puedo sentirme yo por dentro, sabes por qué? porque todo siempre tiene que ser perfecto y a tu gusto, si algo se sale de lo moralmente correcto auque solo sea una pizca, ya es inaceptable para ti.
Germán: sabes? a pesar de todo te voy echar de menos cuando te vayas, dale a Diego en cuanto le veas la enhorabuena por saber como mantenerte a su lado, ojala duréis muchos años juntos.
Azucena: y ahora cómo va a seguir la relación entre nosotros?
Germán: pues supongo que igual que siempre, yo voy a seguir luchando con mi organización contra la tuya y voy a seguir esperándote a que un día tú quieras de verdad venir aquí a vivir conmigo y compartir los dos juntos la destrucción de la organización del crimen y nuestra vida en común como una pareja que se quiere.
Azucena: estuve muchos años lejos de ti, fuiste tú quien te fuiste de mi lado, quien me obligaste a dejar de quererte, ahora tengo a otra persona, si me dejas volver a donde de verdad pertenezco no sigas esperando que abandoné a Diego y vuelva a ti, porque no sé si Diego y yo vamos a seguir juntos pero... ¿de verdad crees que yo podría vivir fuera de la organización del crimen?
Germán: podrías si quisieras, tú siempre consigues todo lo que quieres.
En ese instante un hombre entró en la sala, Azucena, Germán y el hombre se sentaron alrededor de la mesa, el hombre dio unas hojas a firmar a Azucena y a Germán, y ellos pactaron el acuerdo del divorcio.
Tras unos minutos, Germán acompañó con su coche negro a Azucena hasta las puertas del internado valle seco. En el patio exterior había un grupo de chicos jugando al futbol, con el chándal de los pantalones grises y la sudadera marrón clarito con el escudo del águila roja atravesada con dos espadas en forma de equis.
El coche entró al parking, a uno de los chicos se le escapó la pelota y dio un chute tan fuerte que éste dio en el cristal delantero del coche de Germán y lo resquebrajo, Germán paró el coche de inmediato y salió afuera a maldecir a gritos enfadado el rompimiento del cristal. Mientras él estaba cabreado con él mismo por lo sucedido. Azucena bajó del coche ignorándole, vio acercarse a Diego que venía a recuperar el balón, los dos se miraron a los ojos en cuanto se vieron de frente, en ese momento las palabras sobraron, Diego corrió a abrazarla en cuando la vio y Azucena se aferró a su cuello lo más fuerte que pudo, y después le besó sin poderse contener por más tiempo. Y los dos llorando siguieron abrazados...

Diego: te he echado de menos mi amor.
Azucena: no más que yo a ti, sigues queriéndome igual que el primer día?
Diego: no, porque ahora te quiero incluso más.
Azucena: vengo a quedarme, Germán me ha concedido el divorcio.
Diego: eso significa que ya estás curada?
Azucena: no, tenemos que hablar, no me pudieron curar en el internado aureola, al final no sirvió para nada que me mudara allí, ahora he vuelto, y tendré que seguir a los cuidados de Segismundo como siempre, hasta que mi organismo consiga ser el de una mujer normal.
Diego: tú nunca serás una mujer normal, aunque consigas curarte, nunca, siempre serás una reina, mi reina.
Azucena le sonrió, los dos se miraron a los ojos viéndose reflejados en ellos, y se volvieron a besar.
Mientras se estaban besando, Germán dijo algo para separarles, acercándose a ellos.
Germán: qué Diego? has pensado ya como vas a pagarme el cristal del coche?
Diego miró de reojo a Germán, se separó de Azucena y sin soltarla, manteniendo su brazo alrededor de la cintura de ella, le dijo.
Diego: porque ahora no tengo mi pistola aquí, sino te lo cobrarías con la sangre de tu propia vida.
Germán: disfruta de Azucena mientras puedas, porque pienso volver a por ella, quedas avisado.
Germán se subió al coche y se largó de allí, de vuelta al internado aureola, mientras Diego y Azucena se seguían besando apasionadamente a sus espaldas.

FIN DEL CAPITULO 29

CAPITULO 30
OCTAVO DE LA TERCERA TEMPORADA

FESTIVAL

Un nuevo día amanecía en el internado valle seco. Azucena después de su vuelta a su verdadera organización retomó las riendas como directora del colegio.
Azucena y Fabián estaban en el despacho de dirección.
Fabián: no sabes cuanto me alegró de que estés aquí otra vez, yo ya no sabía que hacer para seguir trabajando como director en este internado, me abruma tan responsabilidad. La verdadera directora eres tú.
Azucena se acercó a la estantería y cogió el trofeo como mejor director de toda la historia que le habían otorgado a Fabián.
Azucena: no seas modesto, he visitado las cajas fuertes de los pasadizos, nunca habían estado tan repletas de dinero y de antigüedades y todo se debe a ti. Los directivos están encantados contigo, hasta te han ofrecido un premio y una fiesta como reconocimiento, eres el único director desde que se construyó el internado por el año 1985, que ha conseguido ahorrar más dinero, más que José Luis, que Germán y que Jorge.
Fabián: y eso que no pertenezco a la familia Puertas, porque antes de ser director de este colegio existía el puesto de director de la organización, y cualquiera sabe los méritos que consiguieron nuestros antepasados, pero todos pertenecieron a la misma familia, pero... ¿quién les iba a decir a ellos que un hijo de una policía fugitiva se haría cargo de una organización de delincuentes en el año 2038?
Azucena: tu madre tenía familia, aunque ella tenía que huir podría haberte dejado a ti con ellos, incluso podría haberse librado de todo y seguir siendo policía si hubiera revelado los nombres de los miembros de la organización ¿alguna vez has pensado como sería tu vida si hubieses crecido fuera de la organización del crimen, sino te hubiese criado Segismundo? ¿sino el capitán de la policía de la comisaría de la ciudad, como tu abuelo que es?
Fabián: sí, sí que lo he pensado, y seguramente sería más aburrida que ésta, además si me hubiera criado lejos de aquí nunca hubiera conocido a Manuela ni me hubiese casado con ella, para mí tu hermana y tú sois las mejores personas que he conocido en toda mi vida.
Azucena: he dejado flores en la tumba de tu padre, aún me cuesta creer que Segismundo ya no esté entre nosotros.
Fabián: no te preocupes, conseguiremos curarte, con mi padre o sin él, sea en la organización en la que sea, con Sebastian o sin Sebastian.
Azucena: no me hables de él, menos mal que Germán ya se encargó de ese cretino y lo mandó al otro barrio, es que cada vez que pienso de lo que ha sido capaz, se me remueve todo el estómago.
Fabián: fue un error desde el principio dejar que accedieras al chantaje de Germán, ahora volvemos a estar igual que antes, ahora ni siquiera tenemos a Sebastian.
Azucena: nunca le tuvimos, Sebastian está muy bien donde está ahora, y mi antídoto lo encontraré yo misma, aunque tenga que aprender a experimentar conmigo misma.
Fabián: Azucena, puedes contar conmigo, sabes muy bien que te ayudaré en todo lo que me pidas.



Azucena: gracias, sabes? aunque la gente de afuera de esta organización crea que tu madre se equivocó al dejarte aquí con tu verdadero padre que era un asesino para que crecieras rodeado de asesinos, yo sé que ella hizo lo correcto, siempre hace falta un rayo de esperanza ante los nubarrones de la tormenta, y tú eres ese rayo de luz, tú eres el único de toda esta organización que puede ser un asesino sin convertirse en un asqueroso y salvaje animal.
Fabián: yo no tendría ni una migaja de esa luz de la que tú hablas para describirme, sino hubiera conocido a personas como tú, como tu hermana y como mi padre.
Azucena dejó el trofeo a mejor director sobre la estantería.
Azucena: me he informado de los cambios que has hecho en el colegio como director, y me gustan bastante, pero ahora que yo vuelvo a ser la directora, creo que estarás de acuerdo en que tomare algunas decisiones un tanto diferentes a las tuyas.
Fabián: tú eres la directora, tú decides.
Azucena: los directivos están esperándonos en la sala de conferencias para el discurso de mi bienvenida y mi vuelta al cargo, muchos de ellos se van a enfadar por tu dimisión.
Fabián: que se enfaden! como alguno de ellos levante más la voz de lo normal ante tu discurso, soy capaz de pegarle un tiro con tal de que tú vuelvas a recuperar tu puesto como directora.
Azucena: desde pequeña he deseado ser directora de este colegio, pero ahora que lo soy, después de haberte dejado a ti al cargo 2 meses durante mi ausencia, no sé si voy a poder estar a la altura.
Fabián: eso no importa, durante años el puesto de director se ha heredado por descendencia familiar, no importaba si la persona estaba preparada o no, y a la vista está que muchos de ellos no han estado a la altura, y el colegio ha seguido en pie. Tú haz lo que puedas, y el resto déjamelo a mí.
Azucena: ya fui directora por unas semanas antes de casarme con Germán y mudarme de colegio, no tienes porque ofrecerme el puesto de dirección Fabián, yo estoy de acuerdo conque lo sigas siendo tú.
Fabián: no, me da igual lo que tú creas, si tú estás dentro de la organización es para ser la directora, no permitiría nunca que fueras tú la que siguiera las ordenes de otros, además, un día sabrás, que este colegio es más tuyo que de cualquier otro miembro de esta organización.
Azucena: cómo? no te entiendo... por qué dices eso Fabián?

Fabián: por tu origen, por la lluvia de estrellas fugaces que hubo cuando tu naciste, pero... ya lo descubrirás. Ahora lo importante es el discurso de bienvenida ¿sabes ya lo que vas a decir?
Azucena: yo siempre sé lo que tengo que decir en todo momento. Pero va a haber mucha gente que va a estar en mi contra en la sala de conferencias.
Fabián: no te preocupes, yo voy a estar delante, yo te defenderé. Y sé de alguien más que de asistir a la conferencia también lo haría, Diego. No vuelvas a irte nunca más Azucena, no sabes lo mal que lo ha pasado Diego estando tú lejos de aquí, ha pasado todas las noches desvelado llorando porque tú no estabas con él, no vuelvas a dejarle solo.
Azucena: yo también le he echado mucho de menos, no ha habido ni solo día ni una sola noche en la que no me acordara de Diego... seguro que no ha remediado su soledad y sus penas de amor en brazos de cualquier otro corazón solitario?
Fabián: quién? Diego? qué dices? todas las chicas de su curso le van detrás, suspirando por él, pero él no se ha girado ni a mirarlas a la cara ni una sola vez.
Azucena: no hay nada como volver a estar en casa.
Fabián: preparada para el discurso?
Y Azucena y Fabián salieron del despacho de dirección, para ir caminando hasta las puertas de la sala de conferencias, donde el resto de directivos de la organización les esperaban.
Dentro de la sala de conferencias, Azucena subió al púlpito frente a millones de personas que le observaban, Azucena se acercó al micrófono y habló.
Azucena: antes de nada quería agradecerle a Fabián Amadeo que me haya guardado el sitio de dirección en este colegio hasta mi vuelta. Sé que muchos de vosotros no os gusta que yo esté al cargo de todo, por mi condición femenina y por no pertenecer a la familia fundadora de la organización, pero teniendo en cuenta que uno de los miembros de esa familia, el único superviviente, es nuestro enemigo más temido director de la organización rival creo que con eso ya podemos tomar conciencia de que los tiempos están cambiando y somos nosotros los que debemos adaptarnos a ellos. No puedo adelantaros por el momento las medidas que tomaré como directora de este centro, eso es algo que os informaran sobre la marcha lo que si puedo deciros es que de ahora en adelante Fabián Amadeo será mi consejero particular, mi mano derecha, y que toda idea que tengáis para mejorar la organización se la podéis comunicar a él, yo le haré






saber si estoy de acuerdo con esa idea o no, Fabián seguirá siendo el mensajero como ex-director pero yo seré la que tomé la última palabra siempre. Solo me queda decir, que la organización del crimen es una organización muy poderosa que conmigo al cargo va a crecer más en poder, que los 10 mandamientos que todo el mundo conoce ya de cuando fui directora semanas antes de serlo Fabián siguen en vigor, que me consta que Fabián no los ha eliminado durante su mandato y que todos los miembros de esta organización, habidos y por haber, nacimos asesinos y ladrones y moriremos siéndolo, porque esa es nuestra forma de vida, y quién no esté de acuerdo con eso, que se preparé para ser un cadáver bajo tierra.
Al finalizar el discurso... las puertas de la sala de conferencias se abrieron y una multitud de personas salieron de allí dirigiéndose hacia el parking para coger sus coches, y largarse del colegio. A la salida de la sala de conferencias estaban con sus uniformes escolares negros y grises, Diego y Esmeralda.
En medio del pasillo, con la marcha de todos los directivos, se quedaron solo, Azucena, Fabián, Esmeralda y Diego. Diego miró a Azucena...
Diego: has estado genial allí dentro.
Azucena: cómo lo sabes? si tú no has estado.
Diego: no importa, tú siempre estás genial en todo lo que haces.
Diego se acercó y besó a Azucena en los labios, sonriente.
Diego: además Fabián si que ha estado ¿tú qué dices?-dijo él mirando a Fabián-cómo ha estado Azucena durante su discurso?
Fabián: brillante, como siempre.
Diego: ahora tengo que ir a clase, pero después nos vemos mi amor, sabes? ahora gracias a Fabián tengo la habitación para mí solo, o sea que podemos escoger el sitio, si en la tuya o en mía, a mi me da igual con tal de poder estar contigo, porque esta noche vamos a volver a dormir juntos, verdad?
Azucena: ya hablaremos de eso después.
Diego se acercó al oído de Azucena y le susurró...
Diego: te quiero.
Y Diego la volvió a besar para despedirse de ella...
Azucena: suerte para tu cuarta clase como profesor de manejo de armas, me hubiera gustado estar aquí antes para desearte suerte en tu primer día, pero... no ha podido ser.
Diego: tranquila, los que tienen que preocuparse son los alumnos, no yo.
Diego se alejó unos 4 o 5 pasos de la puerta de la sala de conferencias y volviéndose a girar le dijo a Esmeralda...
Diego: no tardes en venir Esmeralda, recuerda que ahora como profesor puedo castigarte.
Y Diego se marchó.
Esmeralda: que pesado, no sé porque le tuviste que dar la razón para ser profesor de manejo de armas, me tiene todo el día controlada en clase, es aún más estricto que mamá.
Fabián: deberías dejar de quejarte y valorar más todo lo que está haciendo Diego por ti desde la muerte de mamá, cualquier otro después de lo pesada que te pones tú con él todos los días para que te acompañe a tu cuarto y no precisamente a estudiar, te hubiera dejado como mínimo de hablar.
Esmeralda: y tú papá? qué piensas hacer hoy? ya no puedes pasarlo en el despacho de dirección trabajando, ahora es el sitio de Azucena...
Fabián: todavía soy el profesor de psicología e hipnosis, el psicólogo oficial de este internado y además me encargaré personalmente de todos los experimentos que dejó mi padre sin realizar en los laboratorios al morir, ahora allá abajo no tienen jefe, sino habló con ellos puede haber una rebelión...
Esmeralda: estupendo, entonces vete a los laboratorios que yo tengo algo que hablar con mi tía.
Azucena: tienes clase de manejo de armas, hablaremos después de clase.
Azucena se dirigió hacia su despacho. Fabián hacia la biblioteca para teclear en uno de los ordenadores el código secreto que abriera la trampilla subterránea para deslizarse utilizando el tobogán hacia los pasadizos. Y Esmeralda se quedó a solas en el pasillo, enfadada, cruzada de brazos.
Al cabo de unos minutos... Azucena estaba frente al portátil de su despacho... cuando Esmeralda entró...
Azucena: qué haces aquí? no te dije que hablaríamos después de la clase?
Esmeralda: lo que tengo que decirte te interesa saberlo, no me da la gana de esperar hasta después de clase, yo quiero hablar contigo ahora.
Azucena: está bien, habla, te escucho.

Esmeralda: qué tal te sientes a tu vuelta tía?
Azucena: bien, estoy donde debía de estar, con Diego y al frente de la organización del crimen, Germán sabía de sobras que yo nunca llegaría a ser una miembro de la organización de la justicia, aunque me casara con él.
Esmeralda: y cuanto de segura estás del amor que siente Diego por ti?
Azucena: Diego me quiere a mí Esmeralda, ya sé que te resulta difícil aceptarlo, pero no se puede luchar contra el amor, Diego y yo llevamos meses juntos y por mucho que tú sientas algo por él, no vas a cambiar nuestra relación porque el amor es cosa de dos y él no quiere estar contigo.
Esmeralda: Diego ha dormido conmigo durante tu ausencia, lo mantenemos en secreto pero es la verdad, él no quería que te lo dijera, ahora que tú has vuelto quería dejar de verme, pero yo quería decírtelo porque él no está siendo justo con nosotras dos y ya es hora de que nos venguemos de él.
Azucena: y qué clase de venganza crees que se merece?
Esmeralda: la muerte, tú lo tienes fácil para engañarle y dormirle con un somnífero sin que se dé cuenta, le llevamos a un lugar apartado y solitario, vuelves al internado y accionas el mando a distancia para que explote la bomba que tú misma le instalaste en el pecho, todavía la lleva consigo, no ha permitido que ningún científico de los pasadizos se la quitara.
Azucena se rió ante su sobrina.
Esmeralda: de que te ríes? si el plan es perfecto.
Azucena: Esmeralda ¿de verdad esperas que me crea que Diego se ha acostado contigo durante el tiempo que yo he estado fuera?
Esmeralda: es la verdad.
Azucena: sé perfectamente como es Diego, él nunca me engañaría, me quiere demasiado, pero... no sabía lo cínica que podías llegar a ser tú ¡deja a Diego en paz! ¡nunca le vas a tener y menos comportándote de esta forma! tú eres mi sobrina, tú y yo podíamos ser grandes amigas sino te empeñaras en pelear conmigo por culpa de Diego. Si te olvidaras de esta obsesión absurda, saldríamos ganando las dos.
Esmeralda: jamás me voy a olvidar de Diego ¿me oyes? jamás!! pensaba que podía convencerte para que le mataras, porque si Diego no es mío, no va a ser de nadie. Pensaba que si conseguía que tú le odiaras antes de su muerte, no me sentiría tan desgraciada porque ya no sería yo la única que le odiara en soledad. Pero... vale, sino quieres ayudarme a matar a Diego, no importa, no me ayudes, pero después no llores cuando veas que él te abandona por mí. Porque un día, no sé de que forma, pero va a llegar el día en que Diego me persiga suplicando mi amor, eso te lo juro.
Esmeralda se levantó de la silla, y salió del despacho dando un portazo tras de sí.
A los pocos minutos, Fabián volvía de los pasadizos secretos utilizando las escaleras de piedra hacia la entrada secreta al armario de su habitación, cuando caminaba por el pasillo dirigiéndose a ellas escuchó a alguien llorar.
Fabián siguió el sonido de los llantos, entro a un cuartito oscuro con una lámpara vieja en el techo balanceándose, con cables pelados, allí, sentado en un rincón, estaba Diego llorando.
Fabián entró a ese cuartucho.
Fabián: Diego qué te pasa? qué haces aquí? no tenías que estar en clase?
Diego: y lo estaba, pero recibí una llamada y tuve que irme...
Fabián: has dejado solos a los alumnos? qué ha pasado Diego? has tenido problemas durante la clase?
Diego: no ,no ,los alumnos están bien, están disparándose entre ellos para entrenar la puntería con chalecos antibalas y con pistolas cargadas con balas de fogueo.
Fabián: entonces, que haces aquí abajo tú solo?
Diego se secó las lágrimas con sus manos, y le dijo.
Diego: no estoy solo, ven conmigo, quiero enseñarte algo.
Diego salió de aquel cuarto ya un poco más recuperado, y condujo a Fabián caminando por pasillos estrechos, bajando y subiendo escaleras hasta la sala en donde había sacos de dormir y cajas con leche, zumos y cajas de frutas.(piñas, manzanas, peras, melocotones, plátanos...)

Al entrar ellos dos vieron a todos los niños del internado aureola enfermos, con muchísima fiebre, tumbados en sus camas o sacos de dormir, delirando, algunos de ellos estaban al lado de cubos vomitando.
Con todos esos niños abrazándolos y limpiándoles los mocos con servilletas y arropándolos, estaba Nuria, la antigua cocinera de la organización del crimen y antigua socia de la organización de la justicia.
Fabián: qué es esto? qué hacen aquí todos estos niños?
Diego: yo me los traje del internado aureola, recuerdas la breve epidemia que hubo mediante el virus que instalé en el ordenador central?
Fabián: sí, recuerdo que Azucena me dijo que las únicas victimas de ese virus habían sido los niños, que todos habían muerto y los adultos fueron los únicos en conseguir curarse gracias a los mosquitos robotizados de imitación.
Diego: sí, esa fue la mentira que yo le dije a Azucena para poder mantenerlos a todos con vida, los niños nunca sufrieron ningún daño porque siempre estuvieron cuidados por Nuria, y ella y los niños llevan aquí escondidos desde entonces, quería protegerles alejándoles de las dos organizaciones hasta que estuvieran preparados para vivir en el mundo real.
Fabián: entonces era todo mentira? has estado durante todo este tiempo trayendo provisiones a estos niños aquí engañando a Azucena con sus muertes?
Diego: tenía que hacerlo, Azucena me ordenó matarlos a todos sin excepciones, sabía que si ella los encontraba corrían peligro.
Fabián: y por qué me lo cuentas a mí ahora? por qué me has confesado el paradero secreto de todos los niños del internado aureola?
Diego: porque sé que puedo confiar en ti, mírales, están enfermos, han pasado demasiado tiempo viviendo aquí abajo en la oscuridad, sin ningún rayo de sol, hay demasiada humedad en los pasadizos para ellos, yo no sé que hacer, tú eres médico, tienes que ayudarles, por favor sino morirán.
Fabián: de acuerdo, puedo darles medicinas pero... no me pidas que me quedé callado, porque yo nunca he mentido a Azucena en nada y no voy a empezar ahora.
Diego: Fabián, por favor, si se lo cuentas a Azucena, les matara. Ella quería que muriesen, nunca me perdonara cuando se enteré que no fui capaz de cumplir lo que ella me pidió.
Nuria se acercó a Fabián, llorando...
Nuria: por favor sálvales, ellos son niños y no tienen ni idea de lo que pasa a su alrededor, se merecen una vida normal como los demás niños, y si mueren ahora ni siquiera tendrán oportunidad de conocerla...
Fabián miró a su alrededor, a todos esos niños llorando y quejándose de dolor, y a Diego y a Nuria suplicándole ayuda y su silencio ante Azucena, que haría? que podría hacer él ante una situación así...?
Después de unas cuantas horas... todos los niños con Nuria estaban en la cocina del internado valle seco, fuera de los pasadizos, con ellos estaban Azucena y Fabián.
Mientras los niños estaban sentados alrededor de las mesas con Nuria, Azucena y Fabián hablaron, mientras ella les preparaba un plato de judías, patatas, y zanahorias.
Fabián: cuando Diego me habló de ellos no sabía que hacer, estos niños han sufrido mucho viviendo en los pasadizos desde que se escaparon del internado aureola con la ayuda de Diego, no tocaron ningún aparato con cable durante la infección del virus que tú creaste e instaló Diego en el ordenador central, no saben nada de la vida que les espera si siguen estudiando para nosotros, ni que ellos en realidad debían de estar muertos hace muchísimo tiempo, esa es la venganza que tú planeaste contra la muerte de tu hermana Manuela, la destrucción inevitable e inmediata de todos los miembros de la organización de la justicia. Esa era la única forma de hacer sufrir a Germán, destruyendo todo aquello por lo que él había luchado.
Azucena: has hecho bien en decírmelo, tú no te preocupes por nada, yo me encargaré de solucionar el problema y hacer con estos niños lo que tengo que hacer, les enviaré a donde tenía que haberles enviado Diego y no se atrevió, si él no tuvo lo que tenía que tener para hacerlo, yo si lo tengo.
Azucena cogió un bote negro con unos polvos amarillos y los echó a la olla.
Azucena: crees que será cantidad suficiente?
Fabián: si, o al menos eso espero, no conviene echar demasiado para que no lo noten en el sabor al probar la comida.
Azucena y Fabián sirvieron platos de judías y patatas a los niños y a Nuria, y observaron sin quitarles la vista de encima que se lo comieran todo, sin dejar nada.
Al rato... alumnos de curso superior del internado valle seco, vestidos con los uniformes escolares negros y grises y con sus rostros cubiertos con pasamontañas negros, trajeron en brazos a todos los niños y a Nuria hasta una furgoneta negra en un lugar apartado del bosque, donde Azucena les esperaba.
Azucena cuando estuvieron todos los niños dentro, cerró las puertas, los alumnos del curso superior volvieron a entrar dentro del colegio y Azucena condujo la furgoneta negra, hasta un precipicio... mientras lo hacía, alguien les perseguía, volando por los cielos, un halcón, con un collar en el cuello con una lucecita roja parpadeante encendida, era Ciclón, el halcón de Germán, una de sus mascotas de espionaje que él utilizaba.
Ciclón siguió volando, planeando, y vio y grabó todo para que Germán lo pudiera ver en directo desde su despacho como Azucena se dirigía hacia el precipicio, paró la furgoneta con todos los niños y Nuria en su interior dormidos, y se bajó de ella.

Azucena se colocó tras la furgoneta negra, la elevó en el aire utilizando su superfuerza, y la lanzó hacia el vacío, rebotando de piedra en piedra por el peñasco, hasta que llegó abajo del todo y se prendió humo al explotar el motor...
Mientras... en el interior de un cuarto en el internado valle seco... estaba Diego haciendo su maleta para irse.
Fabián entró...
Fabián: qué haces Diego?
Diego: no lo ves? me voy de aquí, y no quiero hablar contigo, te confesé el paradero secreto de los niños porque ellos estaban enfermos y confiaba en que tú me ayudaras, creía que tú eras diferente, que tú valorabas la vida a pesar de haber crecido entre asesinos, creía que entenderías que debíamos salvar a esos niños.
Fabián: Azucena merecía saber la verdad, no sé ni como has podido seguir a su lado todo este tiempo mintiéndole, lo siento por esos niños pero era su destino, yo estoy donde estoy y soy lo que soy, y no puedo negarlo por más que quiera.
Diego: pues muy bien, tú sigue aquí dentro que lo estás haciendo fabulosamente bien, en cuanto a mí me voy a ir, ya no aguanto ni un segundo más viviendo entre gente como vosotros, debí irme hace muchísimo tiempo, cuando mi madre aún estaba viva, antes de condenar mi vida enamorándome de Azucena.
Fabián: y a donde vas a ir si se puede saber? vas a unirte a la organización rival?
Diego: no, Germán me odia por lo que Azucena siente por mí, si me uno a su organización me haría la vida imposible, aún tengo el cheque de 600.000 € que Azucena quería dar a mi madre antes de que se cayera dentro del volcán de la justicia, ya me las apañaré, pero aquí no me quedó.
Fabián: si de verdad piensas irte antes deberías pasar por los laboratorios para ser operado, es una operación a vida o muerte pero te arriesgas mucho al escaparte llevando todavía una bomba en tu interior, a donde sea que vayas, Azucena puede matarte desde aquí solo accionando el botón del mando.
Diego: que se atreva, a ver si así ya de una vez consigue matar todos mis sentimientos por ella, que accione el mando y terminé conmigo ya de una vez.
Diego se derrumbó llorando, derramando lágrimas sobre el cuero de la maleta...
Diego: por qué tuviste que contarle la verdad a Azucena sobre los niños? por qué? pensaba que yo te importaba algo, pensaba que eras una persona de confianza y ahora...
Fabián: tenía que hacerlo, no lo entiendes? ya te lo dije una vez, yo con Azucena no tengo secretos. Si lo seguía escondiendo contigo y protegiendo a los niños allí abajo, y algún día Azucena se llegaba a enterar de todo, lo tomaría como una traición de nosotros hacia ella, y no solo mataría a los niños, sino también a nosotros dos, era necesario decírselo ¿no te das cuenta?
Diego: Azucena no tenía porque enterarse de nada, yo me encargaba de todo, solo necesitaba que tú les medicaras como médico que eres, nada más.
Fabián: por favor, no me seas ingenuo, Azucena habría acabado sabiéndolo, es mejor que se lo haya dicho yo ahora a que se enterara más tarde de otra forma, diciéndole la verdad era la única forma de salvarnos todos, nosotros, Nuria y los niños.
Diego: salvarnos todos? de qué hablas? Hace nada que han entrado por la ventana un enjambre de abejas con lucecitas rojas parpadeantes y me han dejado este mini-cd, lo he visto, es una grabación de como Azucena ha lanzado la furgoneta de todos los niños durmiendo en su interior junto a Nuria al fondo de un precipicio.
Fabián se río.
Fabián: o sea que Germán se ha tragado el anzuelo, los niños de la furgoneta eran androides, al igual que la falsa Nuria, Azucena los construyó para simular su falsa muerte y despistar a Germán y a su halcón Ciclón mientras yo llevaba a los niños verdaderos y a Nuria en otra furgoneta hasta un orfanato, donde la mayoría de los empleados están hipnotizados, tienen instalado bajo su piel un transmisor electrónico con voz que les vuelve a dormir enviándoles ordenes nuestras con ondas telepáticamente si alguna vez salen de la hipnosis. De esta manera nos obedecen sin ser conscientes de que lo hacen y siguen con sus vidas normales, no interrumpimos en ellas y no les obligamos a ser miembros de la organización, ese orfanato se utiliza para cuidar a los niños de los directivos, todos ellos aceptan ser miembros de la organización, pero no todos ellos quieren la misma vida para sus hijos por ello muchos de ellos los dan en adopción avergonzados de pertenecer a la organización, pero en este orfanato se hace un seguimiento muy exhaustivo de todas las familias de acogida, por si alguna vez quieren recuperar a sus hijos.
Diego: qué? me estás diciendo que los niños y Nuria siguen vivos en ese orfanato?
Fabián: sí, Azucena y yo pactamos el plan, no corren ningún peligro, ni siquiera los dormimos antes de meterlos en la furgoneta para el traslado, solo les dimos de comer antes de la excursión para que retomaran fuerzas y añadimos a la comida vitaminas extras para que se recuperaran, tú mismo me lo dijiste han pasado demasiado tiempo viviendo en los pasadizos a oscuras, no podían seguir allí.
Diego: pero... esos niños tienen el don de hacerse invisibles...
Fabián: lo sé, habrá que tener mucho cuidado para que nadie descubra que tienen ese poder, pero no te preocupes, por suerte cuando cumplan los 13 años, lo perderán para siempre.

Diego: por qué no me dijiste la verdad desde un principio? Azucena no ha pensado ni por un momento matar a los niños, verdad?
Fabián: sí, sí que lo ha pensado, pero... el corazón le ha podido en el último momento, y por una vez, solo por una vez, no ha hecho lo que sabía que realmente debía hacer. qué piensas hacer ahora que sabes la verdad?
Diego se sentó en la cama, cogió el cheque de 600.000 € y lo rompió con sus manos.
Diego: me quedo-dijo él suspirando.


Fabián: sabía que tomarías la decisión correcta, pero... un último consejo, no le digas a Azucena nunca que sabes donde se encuentran los niños y que aún siguen vivos, Azucena no es mala aunque mucha gente piense lo contrario, pero no puede dejar que ciertas personas de su alrededor sepan que tiene compasión ante otros, muchas veces el orgullo le vence, ella no quería que tú supieras la verdad, porque no quería parecer débil ante ti, así que no permitas nunca que ella sepa que tú sabes todo sobre el orfanato que cuida a los hijos de algunos directivos de la organización, y les busca familias en la vida real.
Diego: o sea que tengo seguir mintiendo a Azucena referente al paradero de los niños y Nuria, y fingir ante ella que están muertos?
Fabián: sí, tienes matricula de honor en mentira y engaño, sé que eres capaz de mentir a quién sea cuando la causa lo justifica realmente.
Diego se abrazó a Fabián llorando, Fabián le dio suaves golpes en la espalda consolándole.
Fabián: no te preocupes, todo saldrá bien, si yo he podido sobrevivir dentro de esta organización, tú también puedes.
Esa noche, Azucena estaba sobre su cama en el interior del cuarto del internado valle seco durmiendo, cuando la puerta se abrió y alguien entró. Un chico joven de 16 años que se quitó el uniforme escolar y con camiseta de tirantes blanca y calzoncillos se tumbó al lado de Azucena, acariciándole la espalda y besándole en el cuello.
Azucena le cogió la mano, despertándose, se giró hacia él, y le besó en los labios.
Azucena: te estaba esperando.
Diego: de verdad? seguro que no esperabas a otro muy diferente a mí?
Azucena: no, por qué crees que preferiría estar con otro antes que contigo?
Diego: porque te mentí, no fui capaz de dejar que los niños se infectaran con el virus, no fui capaz de seguir tus órdenes hasta el final, sabía cuál era mi misión al colarme en el internado enemigo como topo, sabía que debía seguir tus instrucciones sin preguntas respetando tus decisiones sobre el plan de venganza, pero... esos niños no tenían culpa de nada, simplemente al verles no pude llevarlo cabo.
Azucena: tú no lo entiendes, aquí no se trata de quién tiene la culpa y de quién no, se trata de llevarlo todo hasta las últimas consecuencias, por qué crees que nuestros enemigos nos temen tanto? porque saben que somos capaces de hacer hasta lo inesperado, si nos llevamos por delante a una docena de niños nadie se atreverá a meterse con nosotros, porque temerán nuestros siguientes pasos hacia ellos.
Diego: lo sé pero... yo me he criado aquí, a mí me han enseñado las cosas de otra forma, a ver el mundo distinto con otros ojos, a crear por mi propia cuenta mis propias leyes y a marcar mi territorio con la sangre de otros, sé cuál es mi objetivo y deber como miembro de esta organización pero... a veces me falta valor para llevar las misiones hasta el final, sé como empezarlas... pero no como acabarlas.
Azucena: eh? y para que estoy yo a tu lado? si en el fondo formamos el equipo perfecto, tú las empiezas y yo las acabo, no tenías que haberme mentido pero te perdono, yo sé que en el fondo sino mataste a esos niños no fue por faltar a tu palabra en el plan de venganza que los dos habíamos trazado juntos, sino para darme la satisfacción a mí de matar yo a esos niños ¿me equivoco?
Diego: no, y sabes algo más? en estos momentos no querría estar en ninguna otra parte que no fuera aquí en la cama contigo, ni en mejor compañía que la tuya.
Azucena le sonrió y le besó en los labios.
Diego se acercó a ella para susurrarle una última frase...
Diego: te quiero.

... después la abrazó rodeándola con sus brazos, y se derritió de pasión mientras se deshacía en besos con ella.
Tras haber hecho el amor, Azucena se quedó dormida abrazada a Diego, ella le acariciaba el pecho desnudo a él, parpadeó, se desveló por un momento al notar la luz de la luna en su cara, le miró a la cara a él, le vio con los ojos cerrados y creyéndole dormido, se levantó de la cama poniéndose las zapatillas.
Diego al notar un sitio vacío a su lado en la cama, susurró en sueños... sin abrir los ojos...
Diego: no te vayas Azucena, no te apartes de mí, quédate a mi lado...
Azucena: ssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhh!! descansa, enseguida vuelvo...
Azucena le dio un corto beso en los labios y se marchó...
Azucena mientras cerraba la puerta le miró a la cara a Diego dormido sobre la cama, movió los labios diciéndole te quiero sin sonido, y cerró lentamente la puerta tras de sí.
Azucena fue en camisón caminando hasta el despacho de dirección, entró, se sentó frente al portátil, y recostándose en su butaca giratoria con ruedas, pensó.
"Qué podría hacer? qué nueva sorpresa le puedo preparar a Germán y a sus miembros de la organización secreta de la justicia? tengo que pensar algo pero... él qué?"
En ese instante un pitido se oyó del portátil, Azucena lo abrió y leyó un e-mail que acababa de llegar a su correo.

e-mail enviado desde la web hotfilmsilegation.com

Nuestra más querida y preciada amiga Azucena Terrón, le escribimos para comunicarle la noticia de que su filmación de encuentro sexual con un alumno de 16 años cuyo nombre desconocemos, ha llegado a manos de los jueces del concurso de películas porno ilegales que se celebra cada cuatro años, es un verdadero honor para nosotros transmitirle la noticia de que su película ha gustado bastante a los jueces y a los visitantes de la web, por lo que ha sido seleccionada para ser una de las 3 películas que optara en el festival al premio de 18.000.000 €.
El festival se celebra de aquí a 3 semanas, en el antiguo teatro en ruinas de la ciudad, tú y tu acompañante, (protagonista masculino en la película) si queréis recibir el premio deberéis asistir al evento, de otra forma vuestra candidatura será retirada del concurso haciendo ganar a vuestros rivales por eliminación.
Os esperamos, recordar que es una fiesta de gala y como tal hay que ir vestido de etiqueta, de no ser así os estará prohibida la entrada al recinto.

firmado: los jueces de la web hotfilmsilegation.com

FIN DEL CAPITULO 30

CAPITULO 31
NOVENO DE LA TERCERA TEMPORADA

FILMACIÓN

Ya hacía varias semanas que Azucena había vuelto del internado aureola al otro internado, y que estaba ejerciendo como directora de éste, ante la dimisión de Fabián ante el cargo.
Fabián estaba en la cocina desayunando como cada mañana, él entró a la cocina cargando en brazos a su hija Flora.
La dejó a la bebé un momento en el suelo para prepararse el café, y entonces vio como Flora se levantaba y se agarraba a la encimera de mármol y cogía la cuchara de metal para jugar con ella.
Fabián se quedo asombrado al verla caminar, él le quitó la cuchara de la mano con suavidad y la llamó por su nombre para ver si conseguía que viniera caminando hacia él.
En el momento en que Flora estaba dando pasitos hacia su padre, Azucena entró en la cocina y los vio.
Fabián cogió a su hija en brazos, sonriente, cuando ésta vino caminando hacia él.
Fabián al ver a Azucena, con una sonrisa de oreja a oreja y con la bebé en brazos le dijo...
Fabián: Azucena ¿has visto? mi hija ya camina, son sus primeros pasos.
Azucena: sí, ojala Manuela estuviera aquí para verlo.
Fabián: Flora me recuerda mucho a Manuela cuando sonríe.
Azucena bajó la mirada hacia el suelo, y paseó su dedo por la encimera de la cocina, pensativa.
Fabián: oye, vamos a dejar ya de hablar de cosas pasadas, los dos sabemos que Manuela nos hace mucha falta, pero hay que mirar hacia delante con optimismo... Azucena, no quiero que te pongas triste.
Azucena: no, sino es por Manuela, estaba pensando en otra cosa.
Fabián, cambiándose de brazo a su hija Flora...
Fabián: en que?
Azucena: en el festival de las películas porno ilegales, es esta noche.
Fabián: ah!! que rápido pasan las semanas! qué piensas hacer?
Azucena: no sé, o sea yo por una parte estoy enfadada porque la película la haya visto todo el mundo, pero por otra... tampoco existe forma humana de saber quién ha podido ser quién la ha subido a la web, ¡no podemos operar de extracción de memoria a todos los alumnos del internado! ¡nadie se atreve a confesar! y... por otra parte... es como si me hubieran hecho un favor al subir esa película a la web, o sea yo hubiera preferido que no la vieran, las grabaciones se hicieron sin el consentimiento de Diego ni mío, no fue algo planeado, pero sucedió, y una vez que ya está vista... a lo mejor tengo la oportunidad de que mi película sea la película ganadora... es que es mucho dinero en juego...
Fabián: Azucena, olvídate del dinero! sabes? lo mejor será que tú y yo hagamos más días de terapia, no puedes construir toda tu vida basándote solo en el dinero, tienes que aprender que en el mundo hay más cosas que también tienen valor...
Azucena: no si yo eso lo sé, si yo ya estoy casi recuperada de mi adicción, pero ese dinero nos vendría muy bien para el colegio, y yo nunca he estado en un festival de esos, tampoco pasa nada por ir...
Fabián: has hablado con Diego de esto?
Azucena: sí, pero se enfada cada vez que le sacó el tema, me pide que me callé y se larga de la habitación, él no lo ve como yo, dice que lo mejor es que lo dejemos pasar, que nos desentendamos del tema y dejemos que otros ganen sin asistir...
Fabián: yo estoy de acuerdo con Diego, o sea la película esa no tendría que haber existido nunca, fue todo una casualidad de la mala suerte, que el perro llamado Tornado, el gato llamado Ventisca y el ratón blanco llamado Vórtice estuvieran cerca de vosotros justo en los momentos adecuados con las cámaras encendidas, esa película ya la ha visto no sé cuanta gente, Diego y tú seguís juntos pues lo mejor es ignorarlo todo hasta que la gente se olvide de ella y hacer borrón y cuenta nueva después.
Azucena: y si ganamos? o sea... tengo que pasar del festival y quedarme con la duda si hubiese ganado o no?
Fabián: no creo que la película de Diego y tuya gané, tú sabes el tipo de películas que se presentan a ese festival? son películas de sexo duro, y la tuya con Diego es normalita, en ese festival solo recibe el premio en metálico la película ganadora, y hacer todo el viaje solo para volver con un mísero trofeo de bronce pues...
Azucena: pues yo quiero ir, a mí me hace ilusión...
Fabián: Diego no va a querer acompañarte, y si vas tú sola no os otorgaran el premio en caso de que ganéis, no serviría de nada...
Azucena: pues hablare con él para convencerle de que vayamos...
Fabián: pero si ya lo has hecho... y tú misma has dicho que se ha negado...
Azucena: lo sé, pero hay que seguir intentándolo, yo voy a ir, no quiero dejar pasar esta oportunidad.
En ese instante la campana anunciando el final de las clases sonó... Azucena salió de la cocina, vio a un montón de chicos subiendo por las escaleras centrales con mochilas y carpetas y fue hacia allá y paró a Diego tocándole la espalda.
Diego se giró alegre hacia ella y la besó en los labios para saludarla.
Diego: buenos días mi amor.
Azucena: podemos hablar?
Diego: sí claro, qué quieres decirme?
Azucena: el festival de películas porno ilegales, es esta noche.
Diego: ah! pues es un alivio, se me estaban haciendo eternas estas 3 semanas.
Azucena: has pensado en que tal vez nos convendría a los dos asistir al festival? es mucho dinero en juego...
Diego: si claro, espera que me lo apunto en la agenda.
Diego abrió la agenda y escribió mientras decía en voz alta, con su bolígrafo...
Diego: asistir a un festival de películas porno ilegales esta noche con mi novia, hala ya está! corre, vete a buscar un vestido bien bonito que ya sabes que sino vamos de gala no nos van a dejar pasar.
Diego cerró la agenda y empezó a subir los escalones...
Azucena se cruzó de brazos...
Azucena: Diego, vuelve aquí, estoy hablando en serio...
Diego se volvió hacia ella...

Diego: oye, yo no quiero ir vale? aquí me están todo el día amargando con la dichosa película, a ti no te dicen nada porque eres una profesora y la directora del centro, pero yo soy un simple alumno, aunque haya ejercido algunas veces como profesor de manejo de armas, no me tienen el mismo respeto que a ti... lo único que quiero es olvidar que esa película ha existido alguna vez.
Azucena: Diego si yo también estoy enfadada por eso, qué te crees que a mí me gusta sentirme observada y que me recuerden la película que se grabó por accidente ya hace tiempo? pues no, no me gusta, pero ya que ha pasado... vamos a intentar ver la parte buena de todo esto...
Diego: y cuál es la parte buena?
Azucena: pues que podemos ganar mucho dinero.
Diego: a mí el dinero no me importa.
Azucena: ni a mí tampoco!
Diego: no me mientas!
Azucena: está bien, a lo mejor si que me importa algo el dinero pero... en serio que esa cantidad de dinero sería importante para el colegio...
Diego: pues ves tú sola al festival!
Azucena: si voy yo sola ni me dejaran pasar ni me darán el premio, exigen acompañante.
Diego: pues pídele a alguien que te acompañé!
Azucena: no puede ser, solo puedo ir contigo, porque tú eres él que sale en la película...
Diego: pues yo no voy a ir, así que móntatelo como quieras, pero yo no voy.
Azucena: si voy yo sola, voy a llevar puesto un vestido rojo con trasparencias y escote, y en ese festival va a haber hombres muy guapos, igual me lo pasó tan bien yendo a él que no vuelvo hasta el día siguiente, yo solo te aviso tú verás lo que haces.
Azucena bajó las escaleras en silencio, hasta que escuchó el grito a sus espaldas de la voz de Diego, llamándola.
Diego: Azucena!! consígueme un smoking, voy contigo.
Azucena subió las escaleras sonriente, le dio un corto beso en los labios a Diego y le dijo...
Azucena: gracias mi amor, sabía que me dirías que sí.
Y bajó las escaleras a toda prisa la mar de contenta. Mientras Diego preocupado por el festival, se dejaba caer sentado en uno de los escalones de la escalera.
Cuando Diego se quedó a solas en las escaleras, un compañero de clase de su misma edad se acercó a él...
alumno: hola Diego, qué tal estás?
Diego: pues ya ves aquí, celebrando que esta noche voy a un festival de películas porno ilegales con mi novia.
alumno: hala que guay! y dejan hacer fotos! es que yo nunca he estado en un festival de esos...
Diego: oye que no me voy de excursión vale? que es solo para ver si nos dan por nuestra película los asquerosos 18.000.000 millones de euros o no!!
alumno: 18.000.000 millones de euros!!
Diego: si, si, ya lo sé, es mucha pasta!! oye, cambiando de tema, tú has visto a Esmeralda esta mañana? es que hace unos días como que no se me acerca ni a decirme hola, y eso es muy raro en ella...
alumno: pues ahora que lo dices tienes razón, últimamente se le ve muy poco a Esmeralda, pero pensándolo bien... mejor para ti no? o sea... a lo mejor Esmeralda se ha dado por vencida y ya no le interesas...
Diego encogiéndose de hombros: espero que sea eso lo que ocurre...
Mientras, en otra parte del internado, afuera en el bosque al lado del río, estaba Esmeralda con el uniforme verde fuerte y la faldita pistacho. Cuando se acercó otro alumno a ella, éste era más mayor y llevaba puesto el uniforme verde fuerte y pantalones pistacho al igual que ella.
El alumno en cuestión era Juan Birbol, el hermano mayor de 17 años de Diana, hijos de uno de los directivos de la organización.
Juan se acercó por detrás a Esmeralda, la besó a la fuerza en la boca, ella intentó librarse de él, pero Juan la tenía agarrada demasiado fuerte por los hombros, él caminó hacia atrás con ella, Esmeralda intentó hacerle tropezar poniendo sus pies entre medio de las de él, mientras caminaban, pero en el forcejeó Juan empujó a Esmeralda violentamente hacia el río, remojándola.
Esmeralda salió empapada del río, insultando a Juan.
Esmeralda: te odio! eres un cerdo, un idiota, un chulo y un impresentable! no vuelvas a acercarte a mí en la vida! me oyes?
Esmeralda salió del río y se fue caminando de vuelta al internado, pero las palabras de Juan a sus espaldas le detuvieron...
Juan: pues la otra noche en mi cuarto no decías eso de mí.
Esmeralda: la otra noche en tu cuarto estaba borracha, yo estaba deprimida porque Diego no me hacía caso, y tú te aprovechaste de mí y me diste varias copas a beber, sino hubiera bebido, te aseguro que esa noche no hubiera pasado nada de nada entre nosotros dos.
Juan: deja a Diego en paz! no sé lo que le veis que todas las chicas acabáis detrás de él, si él ya tiene a su novia y nos hace a ninguna caso, primero mi hermana Diana, ahora tú, se puede saber que tiene Diego de extraordinario?
Esmeralda: pues mira para empezar, él nunca caería tan bajo como para atreverse a emborrachar a una chica solo para poder pasar una noche con ella, no es como tú, que eres un cerdo insensible!!
Juan: tú di lo que quieras, pero yo sé que la otra noche cuando estuviste conmigo, disfrutaste mucho.
Esmeralda: vas a pagarlo muy caro Juan, te lo advierto, de mí no se ríe nadie.
Y Esmeralda se largó del río muy cabreada.
Al rato, Diego estaba con su uniforme negro y gris escolar dando clase de manejo de armas ante sus compañeros todos vestidos iguales que él. Cuando Fabián entró al aula y le dijo en secreto sin que les escucharan el resto de la clase.
Fabián: Diego, necesito hablar contigo.
Diego: qué ocurre Fabián? te notó preocupado...
Fabián: es mi hija, Esmeralda, está en los pasadizos, ha sufrido un desmayo.
Diego: qué? Esmeralda? está bien?
Fabián: sí, sí, pero dice que quiere hablar contigo, no quiere ver a nadie más, ni siquiera a mí, acompáñame por favor...
Diego se dirigió hacia la clase.
Diego: desmontar todos vuestras pistolas y limpiarlas a fondo, y cuando os canséis seguís con los rifles, yo ahora vuelvo.
Diego y Fabián salieron del aula y pasaron por la biblioteca antes, para teclear el código secreto en un portátil y que la trampilla subterránea se abriera e ir a los pasadizos deslizándose por el tobogán metálico.
Cuando llegaron Fabián condujo a Diego hasta la sala clínica de los pasadizos donde había sido atendida Esmeralda. En la puerta antes de entrar, Diego y Fabián hablaron.
Fabián: aquí es, yo ya he hablado con el médico que la ha atendido, dice que ha perdido mucha sangre y que ha sufrido un aborto inesperado, a mí no me ha dejado examinarla, supongo que es porque le dará vergüenza porque soy su padre, no ha querido ni verme para hablar conmigo...
Diego: pero está bien, no?
Fabián: sí, sí, entra habla con ella y me cuentas lo que averigües, de acuerdo?
Diego asintió con la cabeza y entró a la sala clínica.

Esmeralda estaba tumbada en la cama, llorando.
Diego: Esmeralda, soy yo, tu padre me ha dicho que querías hablar conmigo, qué ha pasado?
Esmeralda se dio media vuelta hacia él, le abrazó sin dejar de llorar y entre sollozos habló...
Esmeralda: ha sido Juan, el hermano mayor de Diana, la alumna a la que le das clases particulares.
Diego: Juan? qué ha pasado con Juan exactamente, Esmeralda?
Esmeralda: es muy duro recordarlo pero... es mejor que lo sepas, ya hace varias noches que yo estaba muy mal por tus desplantes hacia a mí, Juan pasó por el pasillo y me dijo que le acompañara a su cuarto, no sé porque fui, yo me sentía tan sola, creía que solo era para hablar, y cuando me quise dar cuenta estaba desnuda entre sus brazos con una copa de champán en la mano sin ni siquiera poderme sostener de pie... yo no quería Diego, él se aprovechó de mí...
Diego: tranquila, yo voy a ayudarte, dónde está Juan ahora?
Esmeralda: no sé, no quiero volverle a ver en mi vida, no le cuentes nada de esto a mi padre, yo estoy muy avergonzada por lo ocurrido.
Diego: Esmeralda, tu padre y yo solo queremos ayudarte, Juan tiene que pagar por esto...
Esmeralda: qué vas a hacer?
Diego: tú quédate tranquila, yo me encargó de todo, tú solo descansa.
Y Diego salió de la sala clínica muy afectado por lo que le acababa de contar Esmeralda.
Al rato Diego ya estaba otra vez fuera de los pasadizos, por una de las miles de entradas secretas de todos los armarios de todos los cuartos del internado. Él llegó hasta el comedor, donde estaba Juan sentado en una mesa hablando con 3 amigos más de su mismo curso. Diego fuera de sí, cogió a Juan elevándole en el aire por el cuello y comenzó a pegarle puñetazos contra la pared delante de los demás, que intentaban detenerle sin éxito.
Al final Juan consiguió reaccionar y le dio un empujón a Diego y con la nariz sangrándole le dijo.
Juan: estás loco?! tú sabes lo que te van hacer los directivos de la organización cuando sepan que has pegado a uno de los alumnos del curso superior!!
Diego: cuando los directivos incluidos tus padres se enteren de que has dejado premiada a la sobrina de la directora, no sé quién de los dos va a perder más en esto.
Juan: qué? de qué hablas?
Diego: pregúntaselo a Esmeralda, ha sufrido un aborto y ha perdido mucha sangre, está hospitalizada en los pasadizos.
Y Diego se largó del comedor, sin añadir nada más.
Al rato Juan entró a la sala clínica de los pasadizos en donde estaba Esmeralda acostada en la camilla.
Esmeralda: Juan, qué haces tú aquí? y que te ha pasado en el labio? con quién te has pegado?
Juan: yo con nadie, ha sido Diego que ha venido como loco a zurrarme en el comedor delante de mis amigos, se puede saber de que va esto Esmeralda?
Esmeralda: de que va él que? no sé para empezar ni que haces tú aquí, ya te dije en el río esta mañana que no quería volver a verte en la vida.
Juan: estudiamos en el mismo colegio, va a ser muy difícil no vernos, no crees?
Esmeralda: cuanto más lejos estés de mí mejor.
Juan: oye yo lo siento mucho, yo no quería llevar esto hasta tal extremo, lo admito, esa noche, me equivoqué, no debí llevarte hasta mi cuarto y emborracharte para hacer algo que tú no querías hacer, pero... yo pensé que los dos lo pasaríamos bien, en serio no quería hacerte daño, tu padre se ha enterado de todo y me van a quitar todas las medallas sabes? mis padres están supercabreados conmigo! me van a desterrar a la mina de diamantes del bosque en cuanto tú salgas de esta habitación y confirmes la declaración ante ellos, ya ves, parece ser que tu deseo de no verme se va hacer realidad.
Esmeralda: solo has venido a pedirme perdón para que no te quiten las medallas y para que no te destierren a la mina de diamantes?
Juan: no, no es solo por eso, es también porque tú a mi me gustas mucho, vale que me equivoqué al acercarme a ti de esa forma, pero es que no sabía como hacerlo, lo siento mucho de verás, yo solo quería que lo habláramos y empezar otra vez desde cero los dos juntos, te prometo que lo de la otra noche no se volverá a repetir, la próxima vez entre nosotros te prometo que será como tú quieras que sea.
Juan se abrazó a Esmeralda y la besó en la boca dulcemente.
Esmeralda se abrazó a él, pero de repente ella comenzó a reírse a carcajadas y se apartó de él.
Juan: qué pasa? de que te ríes ahora? cuando he dicho que me gustas lo he dicho en serio...
Esmeralda: de verdad, un día os voy a reunir a todos los chicos de este colegio y a otorgaros el premio a ver quién es el mayor idiota de todos, seguro que lo ganas tú. Juan, yo nunca he estado embarazada de ti, te dije esta mañana en el río que me vengaría de ti por lo ocurrido aquella noche, te acuerdas? pues que te aproveché la excursión a la mina, porque ni pienso ser tu novia ni pienso retirar mi declaración de los hechos ante nadie, le he pagado al médico que me examinó para que contara la mentirillilla del aborto a mi padre, así he conseguido darle más pena a Diego, porque que sepas, que él es el único que me interesa, y tú vas a pudrirte en la mina trabajando sin acercarte al internado para nada de por vida.
Juan: cuando Diego sepa la verdad no va a querer ni hablarte.
Esmeralda: oh vamos! cuéntaselo si quieres, de verdad piensas que Diego va a creer en tu palabra? estás perdido Juan! admítelo!!
Y Juan se largó de la sala clínica, impotente ante la situación.
Más tarde, fue Fabián quién visitó a su hija Esmeralda a la sala clínica de los pasadizos.
Fabián: hija ¿seguro que estás bien?
Esmeralda: sí, ahora que sé que Juan no volverá a molestarme, sí.
Fabián: tendrías que haber hablado conmigo de inmediato cuando notaste las intenciones de Juan hacia ti, sé que no es fácil para ti que ya no tengas a tu madre para compartir ciertas cosas, pero yo sigo aquí contigo, y sino confías en mí y no me dejas cuidarte, no voy a poder hacer nada.

Esmeralda: papá no es solo porque ya no esté mamá, sino también es porque me falta mi otra mitad, mi hermana gemela Rubí, antes cuando estábamos las dos juntas nos apoyábamos, era todo distinto, no sé porque tuvo que dejarse influenciar por las malas artes de Jorge, ella me contó sus primeros encuentros, me hizo cómplice de todo, yo pensaba que la ayudaba callándomelo para que ella pudiera seguir con su historia de amor, pero el amor solo existía en su cabeza, Jorge la manipuló y la usó solo para sus propias satisfacciones, pero Rubí no quería escuchar a nadie, lo único que sabía era que Jorge estaba cerca de ella para abrazarla y calmarla en cuanto ella echaba de menos sus fuertes brazos, y cuando aquello dejó de suceder y Jorge desapareció de la vida de todos gracias a Diego, todos dimos gracias a Dios, todos menos Rubí porque ella ya había entregado su alma al diablo con el primer beso que tuvo con Jorge.
Fabián: la vida es muy dura de superar, a veces se nos presentan pruebas demasiado difíciles de sobrellevar, Rubí dejó en su nota de suicidio todo su romance explicado con Jorge, ojala me lo hubiese explicado de su propia boca y no hubiese querido seguir viéndose con ese sinvergüenza, ojala la pudiera abrazar a ella en este mismo momento, y decirle que a pesar de todo, a pesar de su error por haberse acercado a Jorge, sino se hubiera precipitado en su decisión de quitarse la vida, me hubiera tenido a su lado para apoyarla en su tristeza.
Esmeralda se abrazó a su padre.
Esmeralda: abrázame, abrázame fuerte papá, que lo más probable es que Rubí donde quiera que esté ahora, nos esté viendo y reciba todo nuestro cariño.
Y Fabián y Esmeralda se abrazaron en un afectuoso abrazo fraternal.
Las horas pasaron, anocheció, la luna salió, por las puertas del internado entró Azucena con un vestido de gala rojo con escote muy enfadada, ella estaba acompañada por Diego vestido con smoking, Azucena lanzó un pequeño trofeo de bronce que tenía en la mano, éste rebotó con el pasamanos de la escalera. Azucena subió los escalones, Diego subió tras ella, pero Azucena se detuvo, y sin mirarle a los ojos le dijo con voz firme.
Azucena: ni se te ocurra seguirme, quiero estar sola.
Azucena terminó de subir los escalones a toda prisa.
Y Diego se sentó derrumbado y triste en las escaleras, diciendo pensando en voz alta.
Diego: no, si ya sabía yo que lo de asistir al festival de películas porno ilegales iba a ser una mala idea.
Horas después, Diego estaba en pijama acostado, leyendo un libro en el sofá de la sala de espera del colegio.
Cuando alguien entró dentro al ver luz...
Fabián: Diego, ¡que sorpresa! qué haces tú solo aquí abajo?
Diego: nada, Azucena que me ha echado de su cama al volver del festival de películas porno ilegales, porque está de mal genio ya que nuestra película no ha recibido el primer premio.
Fabián: no sé de que me sorprendo, ya sabía yo que no ibais a ganar, pero no pensaba que Azucena se lo tomaría tan a pecho ¿y por qué no te has ido a tu cuarto a dormir? digo, que todavía tienes una cama individual disponible en el internado...
Diego: lo sé, pero es que en mi cama no iba a poder dormir, ya hace tantas noches que duermo en la de Azucena que a mi cama ya se le ha borrado la forma del colchón, prefiero estar aquí abajo leyendo mientras pienso.
Fabián: y que premio ha recibido la película sino es mucho preguntar?
Diego: el segundo.
Fabián: en serio? yo creía que quedaríais terceros, pues como no sea que a los jueces se les ha ido el santo al cielo viendo el cuerpo de Azucena desnudo no se entiende, porque yo he visto las demás películas y el nivel este año estaba muy alto.
Diego: en serio has visto las demás películas?
Fabián: les he echado un vistazo.
Diego: no sé lo que hacer con Azucena, cuando se pone obsesiva con el dinero no hay quién la aguante, de verdad que la quiero, pero ya no sé como tratarla.
Fabián: tú tranquilo, si la culpa aquí es mía por ser demasiado blando con ella, tengo que ser más exigente en la terapia sino no voy a conseguir nada de ella como paciente.
Diego: y lo peor no ha sido no ganar el premio de los 18.000.000 de euros, sino tener que soportar durante toda la noche que se le acercaran a Azucena directores famosos de películas porno, para hablar con ella de negocios, ha sido la noche más larga de toda mi vida.
Fabián: lo siento Diego, a lo mejor tendrías que replantearte tu relación con Azucena, ser su novio es demasiada responsabilidad para ti.
Diego: ni hablar, yo quiero estar con ella, de eso no tengo dudas, solo que... no sé como hacer para que esté contenta, lo único que quiero es verla sonreír, te juro que sería capaz hasta de girar el mundo del revés con tal de que ella sonriera.
Fabián: Azucena sabe que la quieres, no te preocupes más por la pequeña bronca que habéis tenido, seguro que mañana te pide perdón, es más, seguro que de aquí a media hora baja a buscarte, si en el fondo estáis los dos igual de enamorados el uno del otro.
Diego: tú crees?
Fabián: con Azucena es muy difícil saber quién ocupa su corazón, sus pensamientos y su tiempo en cada momento de su vida, pero es muy fácil saber cuando alguien no los ocupa, y te aseguro que a Germán ya lo tiene más que olvidado y los dos sabemos que el siguiente de la lista eres tú, así que...
Diego: seguro? que la lista de hombres que persiguen a Azucena es muy larga... y en ella también está incluido tu nombre.
Fabián: a mí ya me puedes borrar tranquilo, sé muy bien que nunca he tenido oportunidad con Azucena simplemente porque yo no despierto ese interés en ella por mí, en su momento puede que lo buscara pero ahora ya no, ahora lo único que quiero es que ella sepa, que siempre que me necesite puede contar conmigo, y que no le voy a pedir nada a cambio, me basta con escuchar su voz y ver que no tiene miedo de que yo me exceda con ella si me muestra alguna señal de cariño hacia mí, porque yo sé que solo es eso, afecto, aprecio y respeto, mucho respeto.
Diego bostezó y cerró el libro que tenía en las manos.

Diego: buenas noches Fabián.
Fabián: buenas noches Diego.
Y Fabián salió de la sala de espera de visitas del colegio, cerrando las puertas tras de sí, para que Diego durmiera tranquilo.
Al día siguiente... Azucena estaba en el despacho con Fabián... cuando Diego entró en él con el uniforme negro y gris escolar.
Cuando Diego entró al despacho Azucena y Fabián estaban discutiendo...
Diego: qué ocurre aquí?
Azucena: ah! hola Diego, Fabián ¿nos dejas a solas, por favor?
Fabián: no, y sin favores, no pienso irme de aquí, lo que le tengas que decir a Diego también puedo escucharlo yo.
Diego: qué pasa Azucena?
Azucena: es algo sobre el festival de películas porno ilegales, sabes que anoche hablé con directores importantes, verdad?
Diego: sí ¿por qué?
Azucena: porque uno de ellos en especial me sugirió que firmara un contrato para hacer de actriz en una película porno...
Diego: y ahora me dirás que le dijiste que sí?
Azucena: yo? participar en una película porno? no seas ridículo, una cosa es verme en privado con clientes y hacer algún que otro baile artístico desnudándome y otra muy diferente convertirme en una estrella del porno, que no, que yo no me rebajo de esa forma.
Diego: ya, y entonces qué es lo que quieres decirme?
Azucena: que en mi lugar, vas a hacer tu la película, con otra actriz por supuesto.
Diego: qué?
Fabián: Diego tú ni caso, que tú ya sabes que esto son prontos que le cogen a Azucena sin pensarlo bien con la cabeza, ya verás que dentro de una horas va a cambiar de idea.
Azucena: no voy a cambiar de idea porque ya está todo pactado con el director y además Diego no va a decir que no a la filmación de esa película ¿a qué tengo razón?
Diego: espera, cómo que voy a grabar una película porno con una actriz que ni conozco? pero si yo solo tengo 16 años!
Azucena: la película es para el mercado negro, y ya sabes que allí la mayoría de edad es de 13 años.
Diego: ya, pero... es que igualmente no la voy a hacer.
Azucena: si la haces, nos van a pagar mucho dinero por ella.
Diego: nos? la película la hago yo, o sea que si quiero quedarme con todo el dinero, me lo quedó.
Azucena: va a haber suficiente dinero para los dos, y para los fondos del colegio también.
Fabián: Diego ni lo pienses, no la hagas!!
Diego: lo que me parece increíble es que en verdad hayas pensado que iba a aceptar, yo estoy enamorado de ti, nunca estaría con otra que no fueras tú.
Azucena: ni siquiera si te lo pido yo?
Diego: Azucena, sabes muy bien que nunca me negaría a nada que tú me pidieras, pero... tú ya lo has pensado bien?
Azucena: qué si lo he pensado bien? qué hay que pensar? aquí el dinero es lo único que importa, eso y la forma de conseguirlo, todo lo demás carece de importancia, y si para hacerse con esa cifra de dinero hay que sacrificarse, pues uno se sacrifica y da todo lo que tiene que dar de uno mismo.
Diego: muy bien, si eso es realmente lo que piensas... dame las llaves del coche, yo mismo iré al plató a hablar con el director en persona.
Azucena abrió el cajón de la mesa de roble del despacho, le lanzó las llaves a las manos de Diego para que él las cogiera al vuelo.
Azucena: la dirección del plató está registrada en el gps del coche.
Diego salió del despacho en silencio, con las llaves en la mano.
Fabián y Azucena se quedaron a solas...
Azucena: qué? no me mires así, solo se trata de la filmación de una única y exclusiva película, cuando recibamos el dinero por ella todo seguirá igual que siempre entre Diego y yo.
Fabián: Azucena que estamos hablando de Diego, que llevas meses saliendo con él, que Diego es el mismo por él que te retiraste de la prostitución y del que decías que estabas muy enamorada, ya no sientes lo mismo por él?
Azucena: no te equivoques Fabián, esto es algo más importante que el amor, le van a pagar mucho dinero por esa película, aquí vamos a salir ganando todos.
Fabián: y ni siquiera te preocupa como se va a sentir Diego tras la filmación de la película? tú sabes la de cosas que le obligaran a hacer a Diego con la actriz en cuestión durante el rodaje? que Diego no ha estado en toda su vida con otra mujer que no seas tú, además él no es como los demás chicos de su edad, es más sensible, y mandándole al plató es como si le estuvieras metiendo de lleno en la boca del lobo, que Diego no va a saber moverse en ese mundo él solo.
Azucena: pues va a tener que aprender, si de verdad quiere pasar el resto de su vida conmigo, como tantas veces me ha dicho él mismo.
Fabián: quién tiene que aprender algo aquí eres tú, aprende ya de una vez a querer de verdad, pero a querer de verdad a alguien con todos los sentidos, porque estoy empezando a creer que nunca en tu vida has sabido lo que es el amor, ni lo vas a saber como sigas actuando así.
Y Fabián salió del despacho cabizbajo y con las manos en sus bolsillos.




FIN DEL CAPITULO 31

CAPITULO 32
DÉCIMO DE LA TERCERA TEMPORADA

RITUAL

Aquel día Fabián condujo el coche naranja de su difunta mujer Manuela hasta llegar una mansión muy alejada de los limites del internado valle seco, situada en una urbanización muy lujosa.
Fabián había recibido la llamada de unos directivos de la organización muy importantes, que querían hablar con él, y para que no hubieran filtraciones, lo habían citado fuera del internado.
Fabián entró a un despacho al llegar a la mansión a hablar con tres directivos.
Fabián: Buenos días.
directivo1:buenos días Fabián, siéntate.
Fabián: a que viene tanta urgencia? y por qué me habéis citado solo a mí? y los demás directivos? y Azucena? a ella también la habéis avisado como directora de la organización que es?
directivo2: siéntate, esto es muy serio, y no te preocupes por los demás miembros de la organización, aquí ya estamos los suficientes.
Fabián: qué sucede?
directivo3: hemos tenido pérdidas de dinero importantes, las cajas fuertes ya no están tan llenas como tú las dejaste antes de dimitir, hemos hablado entre nosotros y creemos que lo mejor es que tú vuelvas a ser el director.
Fabián: no, ni hablar, ahora lo es Azucena.
directivo1: de ella precisamente queremos hablarte, no es la persona adecuada para asumir este puesto en la organización, y no es solo porque sea una mujer, es porque se ha gastado una gran suma de dinero en apenas un mes, de qué sirvió recaudar todo el dinero que tú conseguiste? todo ha ido a la ruina en cuanto ella ha vuelto!!
Fabián: hablare con ella, el dinero se recuperara, además no entiendo porque os enfadáis tanto, cuando Jorge estaba al cargo se gastaba mucho dinero de los fondos del colegio en prostitutas y nadie le decía nada, va Azucena y se los gasta en armas y en ordenadores nuevos y todo el mundo a meterse con ella, pues yo no lo entiendo, la verdad.
directivo2: con los ordenadores que estaban hasta ahora en la organización ya trabajábamos bien, puede ser que Azucena no se lo haya gastado en cosas inútiles porque es demasiado lista y nunca correría ese riesgo, pero se ha excedido en comprar según que materiales, tú manejabas mejor las cuentas cuando estabas al frente de todo.
Fabián: hablare con Azucena ya lo he dicho, revisaremos los dos juntos la contabilidad de la escuela si es necesario, pero la directora sigue siéndolo ella.
directivo3:esto no es solo por el dinero Fabián, el puesto de director es muy amplio, y anualmente tiene que reunirse con los directivos, y no estamos dispuestos a tratar y a discutir con una mujer todos los años sobre temas de más calibre.
Fabián: pues eso es problema vuestro, no mío. De verdad, parece mentira que estemos tan avanzados en máquinas y tan retrasados en otras cosas, que Azucena es perfectamente capaz de entender cualquier tema del que le habléis, es más inteligente que todos vosotros juntos y nunca se echa hacia atrás cuando hay problemas.
directivo1: en esta organización se celebran conferencias, y en las conferencias se hablan de la mejor forma de matar a un hombre, y una mujer puede ser muy susceptible en ciertos temas.
directivo2: a nosotros nos gustaba cuando tú eras el director, todo iría mucho mejor si lo volvieras a ser.
Fabián: por favor, Azucena no es una mujer como las demás, ella se ha criado en esta organización, en esas conferencias de las cuales habláis es capaz de dejaros a todos con la boca abierta con sus discursos y vosotros lo sabéis de sobras, de hecho creo que la queréis sacar del puesto de directora porque le tenéis demasiado miedo.
directivo3: por favor, de qué hablas? la mayoría de los directivos somos hombres, cómo vamos a tenerle todos nosotros miedo a una mujer?
Fabián: a una mujer puede que no le tengáis miedo, pero a la mujer que es la última mujer en toda la historia desde que se fundó la organización, que nació en una noche de lluvia de estrellas fugaces, sí.
directivo1: qué? quién te ha contado la historia de la profecía?
directivo2: eso solo son cuentos de viejas, leyendas, el ritual que hizo nuestro antepasado ante el demonio fue privado nadie estuvo de testigo en él, ni siquiera sabemos si llegó a suceder de verdad.
directivo3: que todas esas niñas hayan nacido en noches de lluvia de estrellas fugaces puede ser solo coincidencia, no existe ninguna profecía, ni ninguna prueba que confirme que el nacimiento de Azucena está relacionado con el pacto que tuvo nuestro antepasado con el diablo hace siglos.
Fabián: me da igual lo que opinéis vosotros, yo sé la verdad, y no es solo por la profecía, sino también es porque conozco a Azucena y la aprecio mucho y sé que ella se merece ser la directora de la organización, y no, nunca, voy a volver a asumir mi puesto como director.
directivo1: si te niegas a aceptar nos veremos obligados a tomar medidas más drásticas.
directivo2: nosotros manejamos las listas de miembros de la organización, y Azucena ya nos está hartando con sus aires de superioridad, podemos borrarla de esas listas en cuanto queramos.
directivo3: Azucena fue la que te encomendó a ti como director cuando ella aceptó el chantaje de nuestro rival y contrajo matrimonio con él, durante 2 meses tú has sido un director excelente, ella no ha hecho nada por el bien de esta organización desde que ha asumido el cargo, francamente si hablaras con Azucena, estamos seguro que ella no se negaría a ofrecerte de nuevo el puesto de director.
Fabián: puede que no, pero soy yo él que no lo quiero, si le dais una sola oportunidad más a Azucena sé que no os decepcionara, podría haberse quedado en la organización de la justicia cuando se casó con Germán y no lo hizo, no vais a encontrar a ningún otro miembro más leal que ella a la organización.
directivo1: en serio, no entiendo porque tu padre y tú siempre habéis defendido a Azucena, tu padre que descanse en la gloria siempre la trató como si fuera tu hermana pequeña en lugar de la hija de Francisco, y tú, tú tomas decisiones correctas ante la organización pero en cuanto te nombran a Azucena cambias inmediatamente de postura solo pensando en lo que elegiría ella, y no en lo que sería mejor para todos.
directivo2: tú tienes razón al decir que Azucena no es una mujer como las demás, cuando ella era prostituta pasó noches enteras conmigo, yo pagué por sus servicios de acuerdo, pero no se trata de eso, se trata de que mientras estaba conmigo también estaba con compañeros míos, y esos compañeros se enfrentaron a mí después de pasar tan solo una noche con ella, cuando Azucena trabajaba para Jorge en la casa de masajes teníamos discusiones muy fuertes entre nosotros en este despacho, no sé como lo hace Azucena, pero cuando está con un hombre consigue que éste entre un embrujo del que nunca puede escaparse y lo manipula por completo, y tú eres una prueba viviente de ello.
Fabián: yo? mira quién fue a hablar, tanto quejarse ahora con los gastos del dinero de los fondos del colegio y cuando te acostabas con Azucena te lo gastabas todo en hacerle regalos caros, yo también tengo memoria, y sé cuanto dinero se han gastado en los 14 años en los que Azucena trabajó como prostituta la mayoría de los directivos que maneja la organización, y todo ese dinero, a veces pertenecía al colegio y vosotros lo robabais.

directivo3: por eso mismo te lo decimos Fabián, porque sabemos de lo que hablamos cuando te decimos que Azucena es peligrosa, tienes que alejarte de ella, dejar de defenderla y de apoyarla o eso, o asumir tú un puesto por encima de ella en la organización para mantenerla vigilada, al igual como hacía Jorge.
Fabián: Jorge por aquí, Jorge por allá, ni que Jorge fuera Dios!! cuando Diego el actual novio de Azucena mató a Jorge lo hizo delante de mucha gente, que yo sepa en esta organización está prohibido matarse entre nosotros, el único con poder para hacer eso es el director, si tanto echáis de menos a Jorge ¿por qué nunca habéis tomado represalias contra Diego?
directivo1: por dos razones.
directivo2: porque es el único hijo superviviente que conocemos descendiente legitimo de Ramón Clero, y le debemos honor a él, mientras el caso no sea lo bastante grave, Diego seguirá dentro de la organización con nuestro apoyo.
directivo3: y la segunda razón es porque Jorge también tenía sus defectos como director, ya hacía tiempo que queríamos deshacernos de él pero no sabíamos como, él era un Puertas y no podíamos expulsarle de la organización así como así, Diego al matarle nos hizo un favor a todos, además él iba a huir a Hawai y dejar su puesto de director sin descendiente y sin avisar, si hubiese llegado a abandonar la organización para siempre eso supondría un castigo muy duro para él, y Diego al dispararle nos ahorró ese castigo al resto de directivos.
directivo1: pero ahora ese no es el tema del que toca hablar, si firmas esta hoja tú volverás a ser el director y Azucena seguirá manteniendo su puesto de profesora y miembro de la organización, y todos los directivos te prometemos que no habrá ninguna acción contra ella.
directivo2: firma, si de verdad te importa el futuro de la organización, firma.
Fabián cogió la pluma entre sus manos, se la pasó de una mano a otra, dejó caer la pluma sobre la mesa, miró a los tres directivos directamente a los ojos y dijo con voz profunda.
Fabián: Azucena va seguir siendo la directora, nadie la va a mover de allí, y en cuanto yo salga de aquí, vais a pelear entre vosotros hasta la muerte y nadie más, sabrá sobre esta reunión secreta.
Fabián rompió la hoja que le habían dado los directivos a firmar, mientras éstos caían dormidos hipnotizados frente a él, Fabián se marchó del despacho, se quedó junto a la puerta, viendo como se despertaban esos tres directivos, como ellos empezaban a discutir entre ellos sin motivo alguno, a empujarse, a arrancarse a jirones las mangas de sus camisas y finalmente ellos tres, se enfrentaron en un tiroteo con sus pistolas, en él que acabaron todos muertos, y tendidos sobre el suelo de la lujosa mansión.
Fabián terminó por cerrar la puerta del todo...
Fabián: mientras yo siga vivo, nadie va a echar a Azucena de la organización, nadie.
Y Fabián salió de allí con las manos limpias, caminó hasta su coche naranja y se largó de aquella mansión, sin que nadie supiera nada de su visita.
Mientras, lejos de allí, en unos estudios de tv clandestinos.
Diego estaba en su camerino, con un corto albornoz blanco, cuando la actriz con la que tenía que compartir el peso de hacer la película porno, entró por la puerta, ella también llevaba puesto únicamente el mismo albornoz.
actriz: qué Diego, preparado?
Diego: supongo.
actriz: tranquilo, yo soy una profesional es este mundo, ya he trabajado en otras películas, y no tienes que temer por nada, tengo una amplia carrera que me respalda y muchos años de experiencia en el negocio, no tienes que asustarte, esto solo se trata de trabajo ¿de acuerdo?
Diego: de acuerdo, a mí lo único que me importa es mantener mi relación con Azucena cuando todo esto acabé.
actriz: eso dependerá de ti, a mí lo que tú hagas fuera del plató y con quién no me importa, pero dudo mucho que después de haber estado con una mujer como yo, quieras echar la vista atrás y seguir con tu novia de siempre.
Diego: yo quiero a Azucena, lo que siento por ella no puedo olvidarlo tan fácilmente, además, tú ya sabes quién es mi novia? has oído hablar de Azucena Terrón? es muy conocida por muchos directores del mundo en él que tú te mueves.
actriz: sí, sé quién es Azucena Terrón, sé muy bien que le han ofrecido mucho dinero por participar en películas porno y que ella ha rechazado todas las ofertas, y también sé que ésta es tu primera película, la que se presentó en el festival no cuenta porque esas grabaciones se hicieron por accidente y no fueron planificadas, pero sé que tú eres un buen ejemplar masculino y que sí te dejaras llevar por mí llegarías muy alto en este negocio, ahora todavía eres muy joven, pero con una buena instructora y dejando pasar un par de años, no habría contrato que se te resistiera.
Diego: a mí no me interesa este mundo, yo solo voy a hacer la película porque me lo ha pedido Azucena para cobrar el dinero pactado, después ya no habrá más filmaciones, y yo seguiré estudiando en el internado valle seco.
actriz: de acuerdo, si eso es lo único que quieres que pasé, solo pasara eso. Aunque es una lástima que no quieras que nos veamos más, porque ya me había marcado unas expectativas contigo, y me decepcionaría mucho no cumplirlas.
Diego: Azucena es mi novia, yo tengo mi vida y tú tienes la tuya, como tú bien has dicho esto es solo trabajo, nada más.
actriz: claro, entonces te parecería bien si antes de salir a escena brindáramos por el éxito de la película?
Diego: no gracias, no me gusta beber porque sí, soy menor de edad, y además vamos a grabar dentro de 10 min así que...
actriz: oh vamos! solo una copa.
La actriz lleno dos copas de champán y le ofreció una a Diego.
actriz: bebe, o es que tienes miedo de algo?
Diego sonrió y se bebió la copa de champán a sorbos muy largos. Mientras la actriz le miraba a los ojos, solo pasando su dedo por el borde de su copa, sin bebérsela.
Diego dejó la copa de champán sobre el mostrador que había frente al espejo, se sujetó la cabeza con las manos y murmuró.
Diego: qué? qué has echado en la copa? me encuentro mareado y tengo mucha calor...
La actriz caminó hacia la puerta del camerino y metiendo la llave en la cerradura, la giró y la guardó después en un pequeño cajón que había bajo el espejo.
Diego: oye, déjate de payasadas, nos están esperando el director y los cámaras para grabar la escena de la película, se puede saber que me has puesto en la bebida?

actriz: un potente afrodisíaco, para que seas todo mío en privado sin cámaras.
La actriz se acercó a Diego, Diego se apartó del camino de ella acercándose a la puerta e intentándola abrir...
Diego: deja ya de jugar y dame las llaves.
actriz: tranquilo, te juro que nadie nos va a molestar, vamos, sé que quieres estar conmigo, tú solo déjate llevar.
La actriz se acercó hacia Diego y como si su vida dependiera de ello se enganchó a su cuello, pegando sus brazos en sus costados y apretándole tan fuerte que casi conseguía enrojecérselo, mientras le besaba devorándole, e intentaba atraerle hacia un pequeño sofá blanco que había al fondo del camerino.
La actriz tumbó a Diego sobre el sofá, colocándose ella sobre él, y jugueteando con el cinturón de su albornoz, mientras le acariciaba los brazos a él e intentaba que Diego pusiera sus manos sobre sus piernas y muslos. Diego sentía una enorme sensación de calor por todo su cuerpo, la cabeza le daba vueltas, y la imagen a su alrededor se volvía borrosa por minutos, la actriz le descubrió el pecho desnudo apartándole parte del albornoz de su cuerpo y beso a beso se lo recorrió haciendo caso omiso de las súplicas de Diego que le pedía que parara de besarle, y le diera tiempo para recomponerse.
Diego: basta!! quieres parar ya!! no me encuentro bien...
actriz: eso es porque no me dejas hacer mi trabajo, si dejaras de resistirte comprobarías que conmigo puedes disfrutar más de lo que crees.
Diego: para ya, vale? aquí hace mucha calor, y yo estoy mareado, por qué te he tenido que aceptar la copa? por qué? déjame solo, lo único que quiero es estar solo.
actriz: y lo estarás, pero cuando me aseguré que todo tu cuerpo huele a mi perfume.
La actriz se acercó más y más a Diego, se puso de rodillas sobre el sofá, sus manos sobre los hombros de él, y juntó su boca a la suya para seguirle besando, Diego quiso apartarla pero entones notó como todo su cuerpo le pesaba, tanto que no podía moverlo, tenía los brazos completamente adormecidos, y la actriz seguía besándole mientras sus manos resbalaban de su cara a los hombros y Diego impotente por no poderse mover, solo alcanzaba a girar de vez en cuando la cabeza para detener el beso tan solo por unos instantes.
Diego cada vez sentía más calor dentro de sí, todo su cuerpo le ardía igual como un horno, la actriz consiguió quitarle el albornoz y por un momento se separó de él para admirar su musculoso cuerpo desnudo, pero inmediatamente después le presionó contra el sofá colocando su peso sobre él para continuarle besándole movida por el deseo del momento, Diego intentó quitársela de encima agarrándole del cabello y estirándole de él muy fuerte, pero ella le clavaba las uñas en sus brazos con tal de seguir pegada a él.
Cuando ya Diego creía que no tenía escapatoria, alguien aporreó la puerta del camerino desde afuera, el director entró con la llave y los sorprendió tumbados en el sofá, la actriz se levantó inmediatamente atándose de nuevo el albornoz en cuanto vio al director entrar.
director: que ocurre aquí?
actriz: nada, solo le estaba dando la bienvenida a mi nuevo compañero de trabajo.
La actriz se giró hacia Diego y dándole un beso con la palma de su mano, tras un soplo, le dijo.
actriz: nos vemos en plató, te estaré esperando.
La actriz salió por la puerta moviendo la cintura coquetamente.
El director miró a Diego.
director: tienes mal aspecto, Diego, seguro que te encuentras bien?
Diego: si, estoy perfecto.
director: está bien, en 7 min en plató.
El director salió del camerino.
Diego se levantó del sofá tambaleándose y caminando formando eses, y agarrándose al pomo de la puerta dijo en voz alta.
Diego: yo me largó de aquí ahora mismo.
Diego sacó su ropa de dentro del cajón que estaba bajo el espejo y se vistió, abriendo una pequeña ventanilla que había en la parte alta del camerino y fugándose por allí hacia el exterior. Una vez en la calle, Diego recibió el aire fresco del viento y poco a poco se le fue pasando el mareo, él sacó el móvil en cuanto volvió a recibir una imagen nítida de todo su alrededor y marcó el número de Fabián.
Diego: Fabián? puedes venirme a buscar a la salida de los estudios de grabación? ha pasado algo que quiero contarte.
Diego colgó el móvil y espero con ropa de calle a que Fabián viniera a buscarle con su coche.
Al rato llegó Fabián...
Fabián: entra.