SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas

en un lugar llamado valle seco existe una organización secreta del crimen que nadie sabe que existe oculta bajo la apriencia de un simple internado, en él estudian asesinos, ladrones y estafadores profesionales... y al cumplir la mayoria de edad se hacen profesores de alguna materia y siguen en ese internado enseñando a las proximas generaciones

pendiente de una tercera temporada... en proyecto... a largo y libre plazo...

Apenas voy por el 2 pero O.o esta BOMBA !!
Me ha encantado y me encantan asucena y german !!
creo q me enganchare con Carmen..lo presiento jejeje gracias.

muchas gracias por leerte mi historia, espero que me vayas avisando conforme vayas leyendo más capitulos para saber si te gusta como se va desarrollando la historia a lo largo de ellos. Los protas son Diego y Azucena, Germán es un amor antiguo pero el actual es Diego. Ya veras cuando conozcas al malo malisimo de la historia, Jorge, el hermano pequeño de German, va a hacer la vida imposible a Azucena.

Hola Carolina!
Me terminé de leer la primera temporada de tu historia el otro día y ahora que tengo un rato te dejo mi opinión (siento el retraso jaja).

La verdad es que me está gustando mucho, tienes muchísima imginación! Y me encanta que haya tantos flashbacks para entender el carácter de todos los personajes y su pasado.
Es muy interesante la contraposición de la OSJ y la OSC. Y me gustan mucho casi todos los personajes, sobre todo los dos protagonistas (diego y Azucena, me encanta su historia de amor) y también su hermana Manuela.

Jeje la empece a leer hace 2 dias,y que crees? ya la termine !! :D
me ha encantado,tienes mucho talento.
yo amaba a M y CyM eran geniales lastima,azucena si me daba rabia jeje pero era el mejor perso de todos y german, super,Fabian me encanta y manuela = .
Te felicito,si algun dia haces un test ..me avisas.
M e ha encantado y ese final jeje :D
Jorge se lo merecia ,es un imbecil ,y la verdad dificil escojer la organizacion las dos estan super . bye.
xoxo fan julivanista.

jejejejejeje me alegro mucho que te gustara mi historia. Pero ya te la has leido toda entera? los 22 capis? joer que rapida!! a proposito sobre el test, dentro de unos días lo haré ya te avisare, estate preparada. No hace falta estudiar mucho jejeje seran preguntillas faciles para saber tu opinión sobre algunas cuestiones en concreto de la historia. Gracias otra vez por mostrar interés en la historia que escribí, por leertela y contestarme. Un beso. Ya te informaré.

hola, ya sé que dije que el capi 22 sería el final de esta serie, pero como me ha gustado mucho escribir sobre ella y sé que hay gente a la que le interesaría leer más sobre la vida de sus personajes pues he decidido hacer otra temporada, espero que os guste.
los titulos de los capitulos de la tercera temporada seran los siguientes.
1.temores
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catastrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
muy pronto empezara la tercera temporada de OSC (organización secreta del crimen)

comienzo de la tercera temporada de la serie.

CAPITULO 23
PRIMERO DE LA TERCERA TEMPORADA

TEMORES

Era de noche.
El internado valle seco estaba oscuro. Los árboles del bosque se agitaban por la fuerza del viento.
En el interior de una habitación del colegio, ocupada por 3 jóvenes estudiantes de 16 años, uno de ellos se agitaba nervioso sobre las sábanas de su cama, delirando por las pesadillas que le llenaban la cabeza a altas horas de la madrugada, abrió los ojos de un sobresalto y desgarró un grito desde lo más hondo de su garganta. Alguien le tocó los hombros, frenándole y calmándole, un hombre adulto de unos cuarenta y tantos años que había salido del armario y abrazaba al joven estudiante asustado de 16 años en pijama, llamado Diego.
Fabián: Diego ¿Estás bien?-le preguntó.
Diego: Sí, que hora es?
Fabián: las 5 de la mañana, vuelve a dormir, todavía es pronto.
Diego se separó de los brazos de Fabián y se destapó levantándose y sentándose sobre el colchón de su cama, tocando con los pies al suelo.
Diego: no puedo volver a dormir Fabián, no dejó de pensar en Azucena y Germán, los dos juntos, disfrutando de su lecho de matrimonio.
Fabián: vamos, no digas tonterías, tú sabes muy bien que Azucena solo aceptó casarse con Germán para que él le diera una fórmula que pudiera curarle la superfuerza, y eliminársela definitivamente, a Azucena lo único que le interesa de Germán en estos momentos es esa fórmula para poder seguir con vida. Ella te prometió que te sería fiel y que volvería en cuanto la tuviese, lo recuerdas?
Diego: sí, pero no me fío de Germán, no se va a conformar con tenerla solo como esposa, estoy seguro que de una forma u otra intentara hacerle chantaje y pedirle algo a cambio de la fórmula, aparte del hecho de que ya sean marido y mujer.
Fabián: tú ya sabías lo que había si dejabas que Azucena contrajera matrimonio con Germán, pero no tenías otra opción, era eso o la vida de ella.
Diego: es que ya han pasado dos meses enteros, y no sabemos nada de ella Fabián.
Fabián: Azucena ahora es como si fuera un miembro de la organización secreta de la justicia, nosotros sabemos que ella sigue perteneciendo a esta organización, pero los demás no, ella ahora tiene que andarse con mucho cuidado, son muchos los miembros de la organización rival que la conocen y sino se comporta adecuadamente para ser la esposa del director de la organización que lucha contra el crimen en el mundo, todos los soldados podían volverse contra ella, y ahora ella come y duerme con ellos todos los días, no puede exponerse así como así y perderlo todo por arriesgarse a hacer una simple llamada.
Diego: lo sé, pero cada día que pasa tengo más ganas de verla, no sé cuanto tiempo más voy a poder aguantar sin que ella esté cerca de mí.
Fabián: ánimo, tú puedes con esto y con mucho más, tú ya has pasado por una situación parecida a ésta, cuando tu madre todavía estaba viva y se fue a la otra organización a trabajar como sirvienta para estar alejada del mal que le rodeaba en este colegio ¿lo recuerdas?
Diego: sí, pero entonces era distinto, entonces no tenía a mi madre pero tenía a Azucena, ahora sin embargo no tengo a ninguna de las dos.
Fabián: pero me sigues teniendo a mí. Diego, sabes muy bien que puedes contar conmigo, para lo que quieras y necesites.
Diego: sabes? me alegro que Azucena te nombrara director de la organización antes de marcharse.
Diego y Fabián se sonrieron, y se volvieron a abrazar en un afectuoso abrazo de amistad.
Fabián miró a su alrededor, las camas de los compañeros de Diego estaban vacías y revueltas.
Fabián: Y Alejandro y Valentín, donde se supone que están a estas horas?
Diego: ni lo sé ni me importa, no nos hablamos, ellos hacen su vida y yo la mía, no me soportan, ni yo quiero que me soporten, están todo el día mirándome de la mala cara porque yo tengo de novia a Azucena y ellos solo la tuvieron una noche, cuando estaban en el programa de asesinos a sueldo.
Fabián: oye, si quieres ahora que yo soy el director, puedo conseguirles a Alejandro y Valentín un compañero nuevo y tú te quedas en un cuarto para ti solo.
Diego: en serio?
Fabián: sí claro, si eso te sirve para que estés más tranquilo. Lo único que me importa es que estés bien, Diego.
Diego: Gracias, de verdad gracias por escucharme y entenderme. Por cierto ¿tú que hacías a estas horas en los pasadizos?
Fabián: acabo de llegar del pasado, ya sabes, con la máquina del tiempo que construí hace dos meses, he ido a ver a Manuela, he retrocedido unos meses antes de que ella se muriera, antes de que naciera nuestra hija Flora, cuando ella todavía estaba embarazada, antes de la fatal visita de Germán a este colegio después de estar 20 años sin pisarlo.
Diego: y solo has estado utilizando la máquina del tiempo para ver a Manuela unos meses antes de su muerte? quiero decir, no has viajado más atrás en el tiempo o hacia delante?
Fabián: no, viajar en el tiempo es muy peligroso, solo construí la máquina para poder ordenar mis ideas, necesitaba saber algunos recuerdos de mi pasado que no pasaron exactamente como yo pensaba, mi padre cuando yo era un estudiante de este colegio me operó varias veces anestesiándome para vaciarme la cabeza, sé que solo lo hizo para protegerme y pensando en mí, pero ahora soy mayor y tengo derecho a saber lo que ocurrió de verdad y lo que no. Además, ocurriera lo que ocurriera eso forma parte del pasado, y el pasado ya no puede volver.
Diego: pero las visitas que estás haciendo a Manuela, es con el traje espacial puesto, verdad? quiero decir, no has tenido contacto con ella, cierto?
Fabián: no, no es así, al principio sí, pero es que me pongo enfermo viéndola sin poderla abrazar ni besar, no lo soporto, es mi mujer, tampoco creo que esté haciendo nada malo.
Diego: pero... tu padre dijo que cualquier contacto que tuvieras con alguien del pasado en tus viajes podía percutir en el futuro.
Fabián: lo sé, pero con la única persona que he tenido contacto es con mi mujer, y es solo unos meses atrás, y ya llevo unas cuantas noches durmiendo con ella y todo sigue igual a mi regreso, así que no creo que haga daño a nadie.
Diego: y tú otro yo? quiero decir... donde está tú yo del pasado cuando tú estás en compañía de la Manuela del pasado?
Fabián: hipnotizado por mí, durmiendo en la bañera, encerrado en el cuarto de baño. ¿Qué? no me mires así Diego, no se nos permite hipnotizar a nadie de más fuerza de voluntad que nosotros, pero sí a alguien que tenga menos o igual y como soy yo mismo, me es más fácil.
Diego: y seguro que nadie más del pasado te ha visto?
Fabián: seguro, he tenido mucho cuidado, ya sé que está mal, no debería haberme quitado el traje espacial y haberme acercado más a Manuela de lo conveniente, pero... no consigo hacerme a la idea de que ella ya no está conmigo ¿por qué tuvo que morir Diego, por qué?
A Fabián recordando a Manuela se le escaparon unas cuantas lagrimillas.
Diego: eh?-dijo Diego dándole un golpecito de modo afectuoso en el hombro-se supone que eras tú él que me estabas consolando a mí, no empieces a llorar ahora, no vaya a ser que al final tenga que ser yo él que te tenga que consolar a ti.
Fabián: la echo tanto de menos-dijo él suspirando.
Diego: las clases de manejo de armas son un rollo sin ella, no acaban de acertar con los sustitutos, muchas veces cuando explican algo tengo que corregirles, Manuela sabía tanto de armas. Siempre me decía que me alejara de Azucena, pero al mismo tiempo me daba buenos consejos para saber como debía de tratar a Azucena si seguía en mis intenciones de acercarme a ella. Es increíble como son las cosas, ahora ni tú ni yo tenemos cerca a las mujeres que queremos.

Fabián: ya, pero hay una diferencia, que Manuela está muerta, y sin embargo Azucena, aún sigue viva.
Diego: por el momento, tengo miedo de que la formula de la superfuerza que viaja por su sangre acabé antes con ella y cuando Sebastian, el científico del internado aureola encuentre el antídoto, sea demasiado tarde para ella.
Fabián: será mejor que descanses Diego, cierra los ojos y duérmete.
Diego se sorbió las últimas lágrimas, se acomodó en su cama, y cerró los ojos para dormir, tras parpadear varias veces. Fabián lo tapó cariñosamente con las sábanas y salió de la habitación sin hacer ruido.
Al hacerse de día, y salir el sol...
Fabián estaba de nuevo en la cocina del internado, tomándose una taza de café para desayunar.
Cuando su padre, Segismundo, con la bata blanca de científico, entró en la cocina a hacer compañía a su hijo. Él, se sirvió una taza de café y sentándose en la mesa, le dijo.
Segismundo: sé que no es asunto mío, pero... con quién has pasado la noche?
Fabián: perdona, cómo dices papá?
Segismundo: la marca que tienes en el cuello, a los viejos no se les puede engañar, has estado esta noche con una mujer, verdad?
Fabián: tengo más de cuarenta años y estoy viudo, como tú bien has dicho, no es asunto tuyo.
Segismundo: me preocupa que te hayas acercado a alguna mujer poco apropiada solo por despecho o por sentirte demasiado solo tras la muerte de Manuela.
Fabián: no hay ninguna otra mujer aparte de Manuela, papá. Esta noche he estado con ella, y no ha sido la primera vez.
Segismundo: cómo? Manuela está muerta! a mí me duele tanto como a ti, hijo, pero esa es la realidad ¿estás desvariando o qué?
Fabián: no papá, no estoy desvariando, he viajado al pasado utilizando la máquina del tiempo, a unos meses antes de que naciera Flora, unas semanas antes de la visita de Germán, por culpa de esa inoportuna visita a Manuela se le adelantó el parto y ella no pudo soportarlo, y ahora ella está muerta, y yo sigo aquí vivo y solo sin ella.
Segismundo: un momento? estás hablándome en serio? de verdad estás viajando todas las noches al pasado para poder volver a dormir con tu mujer antes de que ella muriera?
Fabián: la echo de menos, vale?
Segismundo: pensaba que solo habías construido la máquina del tiempo para averiguar lo que había pasado entre Flora y tú en el pasado, pensaba que después de recuperar tus recuerdos perdidos la destruirías ¿sabes lo peligroso qué es jugar con el tiempo?
Fabián: papá sé que te prometí que seguiría viajando en el tiempo sin quitarme el traje espacial, pero con la única persona del pasado que he tenido contacto ha sido con Manuela, cuando visité a Flora no me quité el traje en ningún momento.
Segismundo: da igual, no importa si ha sido para acercarte a Manuela, a Flora o a Nidia, el caso es que te has quitado el traje, y no puedes hacer eso, tú deberías saberlo, no puedes seguir viviendo atado en el pasado, yo tuve que despedirme de tu madre cuando ella descubrió a que mundo pertenecía, sé lo mucho que querías a Manuela, sé que no va a ser fácil seguir sin ella, pero hay cosas que hay que hacer aunque a uno no le gusté hacerlas.
Fabián: tienes razón, a lo mejor me lo pienso mejor y desmontó la máquina del tiempo.
Segismundo: es lo mejor que puedes hacer hijo, tú tienes que seguir adelante, tienes a dos hijas a quienes cuidar, a Esmeralda y Flora, no sé si llegaras a superar la muerte de Manuela pero por lo menos tienes que aprender a vivir con ello.
Fabián: lo sé, pero es muy duro.
Segismundo: Aparte de la desafortunada muerte de tu mujer, hay algo más que te preocupe?
Fabián: sí, Diego. Está muy triste desde que Azucena aceptó a casarse con Germán a cambio de un antídoto para perder definitivamente la superfuerza.
Segismundo: Azucena no debería haberse ido de este colegio.
Fabián: Sebastián es el único científico capaz de encontrar una cura para ella, fue el científico que la condenó a ser permanentemente superfuerte, y también es el único que puede llegar a curarla algún día. Y cuando eso ocurra, Azucena por fin tendrá la felicidad que se merece y nunca ha tenido.
Segismundo: ojala eso fuera cierto, tú sabes que Azucena es como una segunda hija para mí, pero ella estaba condenada a ser infeliz antes de que Sebastian cometiera el error de inyectarle más cantidad de lo normal de la formula de la superfuerza a los dos años de edad. Azucena estaba condenada desde el mismo día en que nació.
Fabián: por qué dices eso papá?
Segismundo: lo sabes muy bien hijo, Azucena es una de las niñas que nació en una noche en donde hubo una lluvia de estrellas fugaces, era la protegida oficial del antiguo director José Luis Puertas, el padre de Germán y Jorge.
Fabián: sabes? tú pareces conocer la historia, papá, desde que se fundó y construyó la organización del crimen y el internado valle seco por el tatarabuelo de Germán, han estado naciendo niñas en noches de estrellas fugaces, ninguna de ellas están aparentadas, pero todas ellas se han acercado a los varones Puertas, ¿cuál es el misterio que se esconde bajo esas niñas, papá?
Segismundo: algún día lo descubrirás, cuando llegué el momento adecuado.

Segismundo bebió un sorbo a su taza de café y Fabián daba vueltas con la cucharilla dentro de la suya.
Pasadas una horas, Fabián se dirigía caminando por el pasillo del internado en el cuál había nacido y había vivido toda su vida, hacia el despacho del director.
Al abrir la puerta, notó que la luz estaba apagada, cuando la fue a abrir una red con globos de colores se desplomó del techo cayéndole sobre la cabeza. Delante de él, aplaudiéndole, estaban todos los profesores (incluido su padre) del colegio, y algunos de los directivos más importantes de la organización.
Ellos sujetaban una pancarta en donde rezaba:
"Gracias Fabián, por ser el mejor director de la historia de la organización del crimen."
Fabián: papá-dijo él dirigiéndose a Segismundo-¿esto ha sido idea tuya?
Segismundo sonriéndole: ojala pero no, esto es solo cosa de los directivos que dirigen la organización, todos ellos han decidido darte el premio a mejor director.
Uno de los profesores que sujetaba la pancarta, era el profesor de creación de venenos (química), Álvaro Lomo, el marido de la androide Luz Diesel, la cuál estaba a su lado ejerciendo de esposa.
Álvaro se alejó de la pancarta y acercándose a Fabián le entregó una especie de trofeo donde ponía un cartelito pequeñito chapado en oro con las letras de "mejor director".
Álvaro: toma, es tuyo, te lo mereces, desde que se fundó la organización secreta del crimen hace años por el tatarabuelo de Germán, nunca se había recaudado tal cantidad de dinero en nuestra caja fuerte.
Fabián en tono serio, se dirigió hacia una estantería, dejó el trofeo sobre ella y dijo.
Fabián: gracias, muchas gracias de verdad, os agradezco el recibimiento, pero yo solo soy el director suplente, cuando Azucena encuentre la forma de matar a Germán y volver, ella será la directora.
Todos los presentes bajaron la cabeza a modo de resignación ante las palabras de Fabián y recogiendo la pancarta se dispusieron a abandonar el despacho. Uno de los directivos antes de salir por la puerta, se dirigió hacia Fabián, y dijo.
directivo: Fabián, ya se ha encargado de solucionar el pequeño problema que había con mi hija Diana?
Fabián: sí por supuesto, tus hijos son Diana y Juan Birbol, verdad? Juan tiene 17 años y es un magnifico alumno pero Diana de un año menos tiene algunos problemillas para aprobar las asignaturas, le he puesto un profesor particular de su misma edad que le ayudara, así no tendrá que acabar encerrada en las mazmorras.
directivo: gracias, muchísimas gracias.
Y el directivo acabó por salir del despacho.
Mientras, en la habitación de Diego Marremo estaba una chica castaña claro, con los ojos azules grisáceo, muy alta, delgada y con una figura espectacular.
Ellos dos tenían el libro abierto sobre el pupitre, estaban con el uniforme negro y gris de la organización, Diego hacía anotaciones en una carpeta mientras Diana intentaba mirarle por encima del hombro para intentar leer lo que estaba escribiendo antes de que él mismo se lo enseñara.
Diego: Diana, por favor, sino me dejas concentrarme no voy a poder ayudarte a aprobar el curso.
Diana: lo siento ¿que escribes?
Diego: ejercicios para que los hagas, es para ver si te ha quedado claro lo que te expliqué el otro día.
Diana dio un pequeño bostezo.
Diana: en serio Diego, tienes a una chica como yo delante de ti una hora para ti solito ¿y tú lo único en lo que piensas es en estudiar?
Diego: si no te tomas en serio las clases te van a encerrar en las mazmorras, el agujero negro del armario de tu habitación te absorberá, te pasaras el día manchada de barro, y los guardias de las mazmorras te esclavizaran con lanzas puntiagudas disfrazados de temibles monstruos de la oscuridad.
Diana: uuuuh! que miedo!!
Diego: no te burles, se pasa muy mal estando encerrado en las mazmorras, lo sé.
Diana: Diego si yo te agradezco lo que estás haciendo por mí en serio, Fabián está siendo muy considerado conmigo al nombrarte a ti como mi profesor particular y no reclamar mi encierro inmediato en las mazmorras y yo te prometo que voy a estudiar, en cuanto...
Diego: en cuanto qué?
Diana: en cuanto dejes de reprimir tus sentimientos hacia a mí.
Diego: no sé de que sentimientos hablas?
Diana: me estás ayudando mucho con las asignaturas, y toda esta ayuda no puede ser desinteresada, yo sé que soy una chica muy guapa, a mí todos los chicos de este colegio me miran , lo sé, lo notó y no tienes que disimular más ante mí, si tú a mí también me gustas, no tienes porque ser tímido conmigo.
Diego: Diana, no sé quien te ha metido la idea en la cabeza de que yo estoy por ti, pero es absolutamente mentira, siento desilusionarte pero si yo te estoy ayudando es solo porque Fabián me lo ha pedido.
Diana: claro, que todo esto solo lo haces en nombre de la amistad que te une a Fabián, verdad?
Diego: pues sí.
Diana: no cuela.
Diego: esto es ridículo, por qué iba a estar interesado yo en ti si tengo una novia que es el doble de mayor que tú en edad y está también el doble de buena que tú?

Diana: qué estas hablando, de Azucena no?
Diego: por supuesto, de quién iba a hablar sino?
Diana: de la misma Azucena que se ha casado con otro hombre que pertenece a la organización rival y que fue su amor de juventud antes de que te conociera a ti?
Diego: Diana, quieres mirar el libro e intentar hacer los ejercicios, por favor?
Diana: sí, sí, claro, si yo lo intento pero es que se me va la cabeza y... no dejó de pensar en la película que vi anoche... en la pantalla de mi ordenador.
Diego: de acuerdo.
Diego cerró el libro y siguió hablando.
Diego: voy a arrepentirme de haberte preguntado esto pero... que película viste anoche?
Diana: una, en donde salía un chico que se parecía mucho a ti, totalmente desnudo, practicando el acto sexual con Azucena, repetidamente.
Diego: lo sabía, mira que lo sabía, quién te ha pasado la copia de la película de cuando nos grabaron accidentalmente a Azucena y a mí al principio de nuestra relación, cuando Jorge era el director de este colegio?
Diana: nadie, la película está en una web de Internet, la puede ver todo el mundo que entré a ella.
Diego: qué? cómo que está en Internet?
Diana: sí, en una web en donde solo pueden acceder los miembros de la organización del crimen, hay una web que se llama hotfilmsilegation.com, y hay un concurso para presentar películas subidas de tono, y la tuya está entre las seleccionadas a ganar el primer premio.
Diego: me estás tomando el pelo?
Diana: no, puedes entrar tú mismo en la web cuando quieras a comprobarlo.
Diego se recostó en la silla malhumorado.
Diana cogió el libro y abriéndolo, dijo.
Diana: en fin, vamos a estudiar.
Diego le quitó el libro de un solo manotazo y dijo.
Diego: va a estudiar tu tía!!
Diana: pero Diego...
Diego se levantó de la silla.
Diego: sal de mi habitación ahora mismo!-dijo él señalándole la salida con el dedo índice muy enfadado.
Diana salió por la puerta de la habitación dejándosela abierta, Diego se levantó a cerrarla y justo en ese instante, se encontró con Esmeralda (la hija de Fabián) que entraba.
Esmeralda: hola, interrumpo algo?
Diego: entre Diana y yo? tú estás pirada!! pasa, llegas justo en el momento oportuno.
Esmeralda: ah sí? y eso por qué?
Esmeralda entró en el cuarto y cerró la puerta tras ella.
Diego sacó su ordenador portátil de su armario y lo encendió.
Diego: has entrado alguna vez en la web hotfilmsilegation.com?
Esmeralda: mmmmmmmmmm puede ser por qué?
Diego: recuerdas como descubriste que Azucena y yo estábamos juntos por la época en que se construyó el internado aureola?
Esmeralda: sí claro, como para olvidarlo, Jorge repartió cds de vuestro encuentro sexual por todo el internado a cambio de dinero.
Diego: pues resulta que la película esa todavía sigue rondando por el colegio y cambiándose de mano en mano, y Diana... durante nuestra clase... me ha dicho que alguien, no sé quién, ha subido la película a la web, que la ha apuntado a un concurso en donde participan varias pelis más del mismo estilo y...
Esmeralda: y qué?
Diego: y... que la peli en donde salimos Azucena y yo, ha sido una de las seleccionadas para ganar el primer premio.
Esmeralda: ah! y para que me cuentas a mí todo esto?
Diego: no sé, por qué igual tú sabías algo sobre el tema, y podías contármelo...
Esmeralda: pues no, no sé nada, estoy igual de sorprendida que tú.
Diego: seguro?
Esmeralda: pues claro ¿qué te piensas que he sido yo la que la he subido a la web?
Diego: conociéndote no me extrañaría nada.
Esmeralda: pues te equivocas, son muchas las personas que disponen de esa película ¡puede haber sido cualquiera!
Diego: vale, lo siento, es que estoy harto de que me hablen continuamente de esa película ¡harto! ni Azucena ni yo sabíamos que Vórtice, Ventisca y Tornado andaban cerca grabándonos cuando estuvimos juntos, fue un accidente, y ahora resulta que está en boca de todo el mundo.

Esmeralda: oye, por qué estás tan enfadado con el tema de la película? yo creo que deberías sentirte orgulloso, quien sabe? a lo mejor ganas el premio y todo.
Diego: no digas bobadas, el premio no me interesa ni lo más mínimo. Se supone que ese momento era algo privado e intimo entre Azucena y yo, los demás no tenían porque saber nada. Además, cuando estuve con Azucena era la primera vez que yo...
Esmeralda: la primera vez que tú qué...?
Diego: que era mi primera vez vale? que yo nunca antes había estado con ninguna otra mujer...
Esmeralda: ah!! tú al menos has tenido tu primera vez porque lo que es yo... como estoy enamorada de alguien que se enrolló con mi tía a las primeras de cambio pues...
Diego: entras conmigo en la web?
Esmeralda: claro, por qué no?
Diego tecleó la dirección en el ordenador.
Diego: me pide una contraseña.
Esmeralda: escribe tu nombre completo con apellidos, en la web está grabada la lista oficial de todos los nombres de todos los miembros de la organización, si estás en la lista y perteneces a la organización tendrás acceso a la web al escribir tu nombre, después sube el micro del portátil, te hará un reconocimiento de voz para comprobar que de verdad eres tú.
Diego hizo lo que le dijo Esmeralda, cuando el ordenador le pidió el reconocimiento de voz dijo su nombre en voz alta.
Diego: Diego Marremo.
La web se abrió.
Diego siguió tecleando y arrastrando el ratón táctil.
Diego: Diana no mentía, la película está aquí, tú sabes si hay alguna forma para eliminarla del concurso antes de la convocatoria?
Esmeralda: yo que sé, habla con mi padre, igual él sabe más sobre el tema.
Diego: buena idea, hablaré con él y se lo explicaré.
Al rato, Diego entró en el despacho de dirección del colegio.
Al pasar por la puerta se cruzó con alguien que salía, con una mujer más o menos de la misma edad que Azucena.
Diego se sentó frente a la mesa de roble.
Diego: quién era esa, Fabián?
Fabián: Anna Belén Loise, la nueva profesora de artes marciales en sustitución de Azucena. Sé que hasta ahora teníais a otro, a su marido Iñaki, pero Anna Belén ha estudiado en la misma academia, de hecho se conocieron durante la instrucción y al acabar la carrera se casaron, y como su marido no está acostumbrado a tener alumnos tan jóvenes y no tiene mucha mano izquierda para tratarlos, me ha pedido que si no me importaría ponerla a ella en lugar de su marido para el cargo.
Diego: y qué le has dicho?
Fabián: que me lo pensaría, el trabajo de profesor de artes marciales es muy arriesgado en este colegio, los alumnos a veces son muy brutos, tú lo sabes, con Azucena era diferente ella tenía superfuerza y podía defenderse pero no sé... Anna Belén parece estar muy segura de sí misma, tengo que pensármelo. ¿tú que querías Diego?
Diego: hablar contigo, quiero agradecerte una vez más que me hayas dejado la habitación del colegio para mí solo, sin compañeros, estaba harto de las continuas peleas sin sentido con Alejandro y Valentín.
Fabián: no hay problema, sabes que puedes contarme lo que sea. Como amigo, como director y como psicólogo.
Diego: lo sé, por eso quiero pedirte ayuda sobre un tema en concreto.
Fabián: qué pasa Diego?
Diego: has entrado alguna vez en la web hotfilmsilegation.com?
Fabián: no, pero sé de que va la web ¿por qué lo preguntas?
Diego: tú sabes de la película de Azucena y mía que se promulgó por todo el colegio al principio de nuestra relación, verdad?
Fabián: sí claro, Manuela y yo estábamos delante vuestro cuando Jorge os la enseñó en la pantalla de su ordenador, en su despacho.
Diego: y sabes que esa misma película la tiene todo el mundo de este colegio, verdad?
Fabián: sí, pero a que viene hablar de la película ahora? ya hace no sé cuantos meses de eso, ya sé que no pudimos destruir las copias porque fue imposible localizarlas todas pero...

Diego: la película está en Internet, alguien, no sé quién, la ha subido a la web hotfilmsilegation.com y la ha apuntado al concurso de pelis porno.
Fabián: en serio?
Diego: sí y es una de las seleccionadas a ganar el primer premio.
Fabián: ah! y mi ayuda la necesitas para...?
Diego: quiero que me digas todo lo que sabes referente a ese concurso, si es que sabes algo.
Fabián: sé bastante, el concurso se realiza cada cuatro años, la mayoría de edad de los participantes es a partir de 13 años, sin limite, y suelen haber más protagonistas en las pelis menores que mayores de edad, en las pelis se permite todo, desde sexo con animales hasta con personas muertas, o sea que no hay reglas que para algo son películas ilegales.
Diego: ya, y hay alguna forma de borrar la película antes de la convocatoria de la web.
Fabián: no, una vez subido el video no hay marcha atrás. Dentro de unas semanas se celebra en un pabellón el festival donde reparten los premios, los participantes tienen que asistir para recoger los premios y las estatuillas, solo el primer premio es en metálico, en los demás solo te dan un trofeo de bronce, y el primer premio asciende a 18.000.000 de euros.
Diego pronunció un silbido de exclamación al oír la cifra del dinero.
Fabián: qué? piensas ir al festival a recoger el premio?
Diego: hombre, la verdad es que la suma de dinero es tentadora, pero hacer el viaje para luego no ganar...
Fabián: dadas las circunstancias no ganar sería lo mejor que te podía pasar, la película se borraría de la web y el tiempo haría el resto.
Diego: me gustaría saber que está haciendo Azucena en estos momentos en la organización secreta de la justicia, no dejó de pensar en ella, cada rincón de este internado me recuerda a ella...
Mientras... en el interior del internado aureola, construido bajo el puente "el postre de la luna"... en el interior de una de sus habitaciones... estaba Azucena larga en la cama llorando, con un fino camisón rosa y una bata de dormir. Alguien picó a su puerta, con una bandeja de comida, Germán.
Azucena habló desde la cama... al oír los golpes en la puerta...
Azucena: quién es?
Germán: tu marido, te traigo algo de comer.
Azucena: no tengo hambre.
Germán ignoró sus palabras y entró igualmente a la habitación...
Germán: sé que uno de los síntomas del declive de la formula de la superfuerza es la falta de apetito pero sino comes nada vas a quedarte sin fuerzas y vas a morir antes de tiempo.
Azucena: no pienso comer nada que hayan tocado tus asquerosas manos!!
Germán: ya veo que hoy te has levantado con ganas de guerra, Azucena ya hace dos meses que nos casamos, creo que durante estos dos meses te he tratado bien, incluso acepté la idea de que durmiéramos en habitaciones separadas, creo que ya va siendo hora que me devuelvas con algo de gratitud todo lo que he hecho por ti en estos dos meses.
Azucena: dije que me casaría contigo y lo he cumplido, sobre los papeles soy tu mujer, no me pidas nada más porque no voy a dártelo, hagas lo que hagas por mí.
Germán: no importa, si tengo que esperar, esperaré, ya veremos quién de los dos tiene más paciencia.
Azucena: en cuanto consiga el antídoto y sea una mujer normal como las demás sin superfuerza, te mataré y me largaré de aquí, te lo aseguro.
Germán: Sebastian está tardando mucho tiempo en encontrar algo que te cure la superfuerza ¿no te parece? sé que es una formula difícil de crear pero... Sebastian está tardando más tiempo del que me hubiese imaginado.
Azucena: sí es cierto y yo estoy harta de tantas pruebas, no sé cuantos horas he pasado en los laboratorios de los pasadizos anestesiada y semidesnuda larga en la camilla, ni siquiera sé lo que hace Sebastian mientras yo estoy dormida.
Germán: Sebastian es un científico muy prestigioso, solo hace su trabajo de médico.
Azucena: sí claro eso dice él, pero te recuerdo que Sebastian es el mismo que me inyectó por error el triple de la cantidad recomendada de la formula de superfuerza a los niños de 2 años de edad.
Germán: un error lo comete cualquiera.
Germán cogió una cucharada de sopa del plato de la bandeja y se la intentó dar a Azucena, pero ella giró la cara.
Azucena: qué haces? sé comer sola.
Germán: así me gusta, que seas obediente y te portes bien.
Germán le colocó la bandeja sobre la cama para que pudiera comer cómodamente.

Azucena: sí me lo como todo, ¿harás algo por mí?-dijo ella empezando a sorber algo de sopa.
Germán: qué es lo que quieres Azucena?
Azucena: quiero ver a Diego, solo unos segundos, por favor, déjame verle.
Germán: no, cualquier cosa Azucena, pídeme cualquier cosa menos eso.
Germán recogió la bandeja con la comida y salió por la puerta de la habitación.
Azucena se recostó de costado sobre la cama, y siguió llorando, murmurando en voz alta.
Azucena: Diego, Diego te quiero, necesito verte, ojala pudiéramos estar juntos...
Tras su visita a Azucena, tras unas largas horas...Germán visitó los pasadizos secretos del internado aureola... él entró en una habitación llena de bebés recién nacidos, donde había mujeres con bata blanca ayudando a parir a mujeres embarazadas, él se acercó a una de ellas.
Germán: en que estado se encuentran los bebés?
enfermera: los bebés están en perfecto estado, hemos atendido a más de 20 embarazadas, todas han dado luz satisfactoriamente.
Germán: perfecto, ya sabéis que sufrimos bajas de infantes durante la epidemia del virus informático que se propagó por culpa del topo que mandó la antigua directora del internado valle seco, los adultos nos conseguimos curar gracias a la picadura de los mosquitos de imitación que servían para anularte la voluntad y conseguir hacerte miembro de la organización del crimen, pero al no ser los auténticos, conseguimos escapar al efecto de su picadura y curarnos del virus sin secuelas.
enfermera: corre el rumor de que los niños no murieron a causa del virus, sino que alguien se los llevó completamente sanos antes de que enfermaran del colegio para alejarles de este mundo y enseñarles a vivir afuera en el mundo real, tal vez una de sus antiguas socias, ¿Nuria se llamaba tal vez?
Germán: rumores, eso son solo rumores, los socios listos que se han acercado a mí sin son verdaderamente listos sabrán que tienen que quedarse a mi lado para siempre, apoyándome en todo aunque estén en contra, sino lo hacen, deberán seguir allá fuera sin mi ayuda, y yo nunca más volveré a acordarme que algún día fueron mis socios.
enfermera: la pérdida de esos infantes no es el único de nuestros problemas a causa de la epidemia de ese virus informático, también lo es la desconfianza de muchos de los padres que eran los directivos y accionistas del internado, muchos de ellos nos retiraron el dinero a causa del incidente, nadie quiere malgastar dinero en una organización que le asegura que lucha por la paz y lo único que hace es poner a sus hijos en riesgo de muerte.
Germán: es cierto, pero para hacer una buena tortilla antes hay que romper unos cuantos huevos, no se puede conseguir la paz si antes no se pierden algunas vidas en el camino, lo importante es saber que luchamos por una causa justa. Conseguiré que vuelvan a confiar en mí, y sino lo hacen, yo mismo me encargaré de que les interese hacerlo.
Germán salió de la sala de los bebés y se encontró con Azucena, en bata de dormir, frente a él.
Germán: Azucena ¿qué haces aquí?
Azucena: te he escuchado hablar con la enfermera, ¿es cierto que os falta dinero para el colegio?
Germán: por qué has salido de tu habitación?
Azucena: me aburría-dijo ella encogiéndose de hombros-así que me levanté, abrí la puerta del armario y bajé utilizando la entrada secreta hasta aquí.
Germán: qué quieres?
Azucena: has dicho que me darías cualquier cosa que te pidiera menos una visita de Diego ¿ no es cierto?
Germán: sí.
Azucena: bien, pues ya sé lo que quiero, sino puedo tener a Diego cerca de mí, quiero otra cosa.
Germán se dirigió hacia el ascensor que conducía a la superficie de los pasadizos, de vuelta a una de las 4 plantas del internado.
En cuanto se metió a él utilizando las llaves para abrir y cerrar la puerta y moverlo del sitio, Azucena utilizando su superfuerza impidió que la puerta corredera se cerrara y entró con Germán dentro del ascensor, mientras éste se movía, Azucena miró a Germán y le dijo.
Azucena: no vas a preguntarme que es lo que quiero a cambio de permanecer tranquila junto a ti si sigues prohibiéndome ver a Diego?
Germán: qué quieres que te consiga Azucena?
Azucena: quiero que tus hombres atraquen el banco de la ciudad, quiero tener en mi poder todo el dinero que podáis conseguir.
Germán: mi organización no se dedica a robar, se supone que estamos en contra de eso.
Azucena: Robin Hood robaba dinero a los pobres para dárselo a los ricos y eso se consideraba un acto de bondad no? y no se supone que esta es la organización de los buenos?
Germán: ninguno de mis hombres va a aceptar atracar el banco de la ciudad, ya matan a disgusto y eso que saben de sobra que se trata de gente no honrada, nunca aceptaran llevar esa misión a cabo.
Azucena: eso lo veremos.
El ascensor llegó a su destino. Germán y Azucena salieron de él. Germán entró en su despacho como director del colegio, dentro de él habían 4 alumnos de la organización secreta de la justicia con los uniformes oficiales blancos y azules marino con las letras OSJ tridimensionales movibles, junto con dos hombres mayores que eran dos directivos muy importantes de la organización.
Los directivos, miraron a Germán, y abrieron la boca para hablar...

directivo1: es cierto que estamos perdiendo socios y dinero a causa de la epidemia causada por el virus informático?
directivo2: cuanto dinero hemos perdido? cuanto?
Germán: no os preocupéis, algo se me ocurrirá, tenemos ahorros, sobreviviremos.
Azucena: claro y mientras a ti se te ocurre algo para reunir dinero, yo ya tengo una idea que es de las mejores así que... ¿ esperamos que a ti se te ocurra alguna genialidad cosa que no va a pasar o realizamos mi plan?
Germán: tu plan es una locura!
Azucena no le hizo caso y cogió un folio en blanco, garabateo con un rotulador el dibujo del banco de la ciudad y a unos cuantos soldados cargados con metralletas a su alrededor.
Azucena: atracamos el banco de la ciudad, construyo robots superfuertes que no dejaran que ningún policía se acerque a nosotros, entraremos a la fuerza armados, vestidos con el uniforme del ejercito y se disparara contra todo aquel que nos impida el paso, cuando tengamos el dinero en las mochilas militares, huimos con los furgones y listo.
Germán: mis hombres no atacan hogares ajenos vestidos de uniforme del ejercito a menos que esos hogares estén poblados de miembros de la organización secreta del crimen.
Azucena: tú te callas, odio que me interrumpan cuando hablo.
Germán: no se va a realizar ningún atraco al banco mientras yo sea el director de esta organización.
directivo1: entonces tal vez será mejor que dejes de serlo-dijo uno de los hombres apuntándole con su pistola.
directivo2: tú ya no pintas nada aquí Germán, sal de este despacho ahora mismo-dijo el segundo de los hombres apuntándole también con el arma.
Germán: os habéis vuelto locos?
Azucena sonrió. Los dos directivos se prepararon para disparar...
Germán: esto no quedara así...
Germán se marchó del despacho, Azucena hizo que los 4 alumnos que estaban en el interior del despacho se reunieran a su alrededor formando un circulo para acabarles de explicar el plan.
Germán salió del internado, hacia el bosque... andando comenzó a silbar, y sus dos leales perros Chaparrón y Temporal acudieron a su llamado.
Germán volvió a entrar al internado, acompañado por los perros, al entrar al despacho les ordenó que atacaran a los dos directivos que le habían apuntado anteriormente con sus pistolas.
Los directivos sacaron las pistolas para defenderse de los animales, pero Chaparrón y Temporal se lanzaron en picado a morderles a sus manos y los hombres asustados soltaron las armas. Germán se acercó, con su zapato desplazó a una pistola arrastrándola por el suelo del despacho alejándola del hombre y la otra la recogió y disparó contra los dos directivos, sus cuerpos muertos cayeron sobre el frío suelo, junto a la baba chorreante de las mandíbulas de los perros.
Germán se guardó la pistola en el cinturón del pantalón y mirando a Azucena a los ojos, le dijo.
Germán: esto es entre tú y yo Azucena, los dos solos ¿en serio piensas que vas a poder conmigo?
Azucena se colocó delante de Germán, los dos empezaron a pelear, los dos eran expertos en artes marciales. Azucena contraatacaba duramente a Germán, y él esquivaba los golpes...
Germán: déjalo ya Azucena, sabes que no puedes conmigo...
Azucena le dio un puñetazo pero Germán le cogió la muñeca antes de que el puño golpeara su cara, y de espaldas hacia él, le apretó los dos puños por debajo de su cintura, sujetándole fuertemente las muñecas.
Germán: ríndete, no quiero hacerte daño.
Azucena respiró entrecortadamente, le echó una mirada de furia, agitó su melena, y con un gran impulso realizó una voltereta hacia atrás en el aire consiguiendo librarse de las manos de Germán y dándole una patada en el tabique nasal.
Azucena miró a Germán, apoyado con su cabeza contra la pared, sin poderse levantar, se dirigió hacia él y le tendió la mano para ayudarle a incorporarse, Germán se la dio y se puso de pie, pero en cuanto lo hizo Azucena le empujó muy fuerte y le empezó a acorralar contra la pared en una sucesión infinita de puñetazos, Germán se defendió poniendo sus brazos como escudo, pero la fuerza de Azucena era demasiado para él. En cuanto Germán tocó la pared con su espalda, y Azucena levantó el puño para darle el último toque de gracia, Germán la miró a los ojos y le dijo.
Germán: para! para ya Azucena! esto es ridículo! tú y yo no podemos pelear y lo sabes! si todavía queda algo en ti de lo que sentiste por mí, en un pasado, retrocede.

Azucena le miró a los ojos, dudó por unos segundos... pero finalmente levantó el brazo, cerró el puño casi clavándose las uñas en la palma de su mano, rozó el aire preparándose para golpearle... pero la suerte salvó a Germán. En el último instante, Azucena se sintió mareada, se desvaneció perdió las fuerzas y se desmayó frente a él.
Germán respiró aliviado, se agachó hacia ella tocándole la cara con ternura y murmuró en voz alta.
Germán: por qué Azucena? por qué? por qué tienes que ponerme las cosas siempre tan difíciles? si yo lo único que quiero es hacerte feliz...
Germán miró a los 4 alumnos que habían estado presentes en silencio durante toda la pelea, y les dijo.
Germán: Llevarla a las mazmorras y encerrarla en una celda, que no se escapé de allí bajo ninguna consecuencia.
Dos alumnos la cogieron por los brazos, los otros dos por las piernas y la sacaron del despacho obedeciendo a Germán.
Más tarde, Germán volvió a entrar en los pasadizos... en la sala clínica donde Sebastian atendía normalmente a todos sus pacientes.
Germán y Sebastian, hablaron.
Sebastian: Dios mío! quién te ha golpeado? déjame curarte!
Germán: no es nada, Azucena y yo hemos tenido una pequeña pelea.
Sebastian le curó las heridas con una gasa bañada en alcohol.
Sebastian: y que ha pasado tras la pelea?
Germán: Azucena ha estado a punto de derrotarme, pero por suerte, sufrió un repentino mareo antes del golpe final y se desmayó, aprovechando ese desmayo, la he encerrado en las mazmorras.
Sebastian: pues menos mal que todo ha quedado en un pequeño susto.
Germán: tú has estado examinando a Azucena todo este tiempo, sabes a que se pudo deber el mareo que sufrió durante la pelea?
Sebastian: no sé, Azucena está muy débil, puede parecer fuerte pero no es así, puede que un uso excesivo de su superfuerza le haya hecho agotarse más de lo normal.
Germán: sí, puede ser, no debemos olvidar que aunque Azucena siga siendo superfuerte en el fondo el crecimiento de su superfuerza es solo uno más de los síntomas que indican que está al borde de la muerte.
Sebastian tiró la gasa bañada en alcohol, con gotas de sangre a la basura después de acabar de limpiar las heridas, y Germán salió de la sala clínica. Al quedarse Sebastian a solas, mostró cara de preocupación, sacó unos papeles del interior de un cajón, en donde se leían lo siguiente.

prueba de embarazo.
nombre de la paciente: Azucena Terrón.
resultado: positivo.

FIN DEL CAPITULO 23

CAPITULO 24
SEGUNDO DE LA TERCERA TEMPORADA

DESEOS

Era de noche, Fabián estaba en su habitación del internado valle seco, acostado en su cama junto a su mujer Manuela.
Él estaba abrazado a ella, Fabián le dio un cálido beso en los labios a su mujer. Manuela le miró sonriendo.
Fabián: qué? por qué me miras así?
Manuela: no sé, ¿te pasa algo Fabián? es que últimamente estás más cariñoso conmigo de lo normal.
Fabián: y qué hay de malo en demostrarte mi amor? o ahora me vas a decir que ya no te gustan mis besos?
Manuela: no seas tonto!! seguro que no te pasa nada Fabián?
Fabián: no, nada, solo que te quiero, mucho, y no sé que haría si algún día llegara a perderte.
Manuela: y por qué me ibas a perder? seguro que estás bien? me estás empezando a preocupar.
Fabián: sí, no te preocupes, mientras sigamos juntos no va a haber nada que pueda ir mal.
Fabián abrazó a Manuela y la volvió a besar. Mientras la estaba besando, se notó algo cansado, abrió los ojos sin dejarla de besar y se miró la mano, ésta se le comenzó a desaparecer, haciéndose como invisible.
Fabián se separó de Manuela entonces... y salió de la cama vistiéndose a todo correr...
Manuela: Fabián ¿qué te pasa? donde vas?
Fabián: que hora es? tengo un paciente, no me acordaba, debe de hacer horas que me espera en mi despacho.
Manuela: qué paciente? un alumno o profesor?
Fabián: ahora no tengo tiempo Manuela, luego te lo explico...
Fabián se metió en el cuarto de baño ante la mirada de extrañeza de su mujer Manuela.
Fabián del futuro miro al Fabián del pasado, que seguía dormido en la bañera.
Fabián del futuro: tengo que despertarle ahora, si pasa demasiado tiempo en estado de hipnosis puede que entré en coma y no vuelva a despertar, tengo que despertarle antes de que dejé de existir para siempre.
Fabián del futuro chasqueó los dedos, pero Fabián del pasado no hizo ningún movimiento, las dos manos del Fabián del futuro empezaron a desaparecer...
Fabián del futuro muy nervioso se acercó a su otro yo y lo agitó por los hombros, sacudiéndolo...
Fabián del futuro: vamos despierta, despierta!!
Fabián del pasado al fin abrió los ojos, Fabián del futuro respiró aliviado, le dejó cómodamente sentado en la taza del wc y se puso el traje espacial sobre la ropa para no ser visto por su otro yo, en cuanto éste se terminara de despertar del todo.
Ya de vuelta al futuro, por la mañana, de día, Fabián se encontraba despierto y vestido en la cocina, desayunando, tomando un café como todos los días. Cuando su padre Segismundo entró...
Segismundo: buenos días hijo.
Fabián: buenos días papá.
Segismundo: tienes mala cara ¿no has dormido bien?
Fabián: he estado a punto de desaparecer del mapa papá, no sabes el miedo que he pasado pensando que no volvería a despertar nunca jamás.
Segismundo: has vuelto a pasar la noche con Manuela en el pasado?
Fabián asintió con la cabeza.
Fabián: no me di cuenta de la hora que era y mi otro yo seguía hipnotizado durmiendo en la bañera del cuarto de baño, menos mal que he sabido como despertarle del trance, sino no hubiera podido regresar.
Segismundo: te lo dije o no te lo dije? tienes que dejar de hacer esos viajes al pasado!! destruye la máquina ya!!
Fabián: si la destruyó no podré volver a ver a Manuela, solo ha sido un accidente, la próxima tendré más cuidado.
Segismundo: no lo entiendes verdad? si tu otro yo del pasado no hubiera conseguido salir del estado de hipnosis hubieras desaparecido del mapa, sí, pero no porque fueras a morir, sino porque nunca hubieras llegado a nacer. Todo el mundo que te ha conocido te olvidaría ¿en serio quieres que pasé eso Fabián?
Fabián: papá, no digas tonterías, solo he viajado hasta el pasado de hace unos meses, ya hacía años que había nacido.

Segismundo: Fabián ¿no sabes el día que es hoy?
Fabián miró a su padre confundido.
Segismundo: hoy es tu cumpleaños, no se puede viajar al pasado el mismo día en que naciste, sea en la época en la que sea, de verdad ¿ya has olvidado todo lo que te he enseñado? parece mentira que seas hijo mío.
Fabián: sí claro, ha sido un despiste por mi parte, no sé donde tengo la cabeza.
Segismundo: no, desde luego que no, porque tú difícilmente te olvidas de que se acerca el día de tu cumpleaños. Aún me acuerdo cuando eras pequeño, y dos semanas antes de que fuera tu cumpleaños, apuntabas en una lista las 10 cosas que querías para ese día, me perseguías por todo el colegio leyéndomela en voz alta y te asegurabas que en el día indicado no faltara nada de la lista. Y siempre conseguías cumplirla de arriba a abajo, solo hubo un año en el cuál no lo conseguiste, cogiste una rabieta, conseguiste todos los juguetes que pedías a los 9 años menos el punto nº 7 de tu lista, que por cierto, nunca me quisiste decir en que consistía, creo que era hacer las paces con algún niño de tu clase que en aquella época fuera tu amigo, pero no sé... en realidad, solo tú Fabián sabes lo que escribiste como punto nº 7 en tu lista de cumpleaños, a los nueve años.
Segismundo salió de la cocina, y Fabián se quedó dentro bebiendo su taza de café, pensativo, recordando cuando él tenía 9 años, en el día de su cumple.

Flash-back

Fabián de nueve años con el uniforme negro y gris de la organización, estaba junto a la puerta de su habitación, en el pasillo del colegio, llorando, derramando lágrimas sobre un trozo de papel, él tenía en su otra mano un rotulador negro.
En ese instante, alguien pasó por esa misma zona, una mujer adulta, de unos treinta y pico de años, tenía el pelo moreno y ondulado y los ojos azules fuerte. Estaba vestida con una chaqueta roja y una falda corta a conjunto. Era Flora Seger, la esposa de Francisco Terrón, el profesor de manejo de armas por aquella época en el colegio.
Flora vio a Fabián llorando y se agachó para averiguar lo que le sucedía.
Flora: Fabián? qué haces aquí solo en las puertas de tu habitación llorando? qué tienes allí? qué escondes en ese papel?
Fabián dobló la hoja de su lista de cosas que quería para su cumple y guardándosela en el bolsillo contestó rápidamente a Flora.
Fabián: nada, no es nada.
Flora se acercó más a Fabián, le acarició con ternura la barbilla levantándole la cabeza hacia ella, y dedicándole una bonita sonrisa, le dijo.
Flora: no llores, un niño tan guapo como tú no puede permitirse llorar en el día de su cumpleaños.
Flora se acercó y le dio un beso en la mejilla, le ayudó a ponerse de pie y le abrazó.
Flora se separó de Fabián, quien había dejado de llorar durante el abrazo a Flora.
Flora: ya estás mejor?
Fabián asintió con la cabeza sonriendo, Flora le devolvió la sonrisa y se marchó.
Fabián de 9 años se quedó a solas en el pasillo, sacó de su bolsillo la hoja de papel, la desdobló entre sus manos, destapó el rotulador negro con los dientes, y tachó el punto nº 7 de su lista, ya que ese deseo para su cumple se acababa de cumplir, al igual que los otros 9.
Fabián leyó mentalmente antes de tacharlo con una raya por encima de rotulador negro, el punto nº 7 de su lista.

nº 7: " un beso de la mujer más guapa del mundo, la mamá de mi amiguita Manuela."

Fin del flash-back.

Entre tanto, en la sala de música del internado valle seco, estaba Diego subido al escenario con dos chicos más de su misma clase. Estaban los 3 vestidos con ropa de calle. Uno de ellos tocaba la batería, otro la trompeta y Diego tocaba la guitarra y cantaba al micrófono. Diana Birbol (la alumna de Diego de su misma edad) entró a la sala de música y dijo.
Diana: hola, me han hablado de vuestro grupo ¿me dejáis cantar?
Los tres chicos contestaron a la vez.
Diego: no.
David: Sí.
Julio: sí.
Diana: vale, la mayoría gana-dijo ella subiendo al escenario.
Diego le apartó el micrófono de pie de su alcance.
Diego: de eso nada, aquí el único cantante soy yo.
David: Diego, no seas borde!!
Julio: déjale cantar a la chica, necesitamos una voz femenina para el grupo.
Diego: de acuerdo, canta si quieres, pero te colocas donde yo diga.
Diana: vale, aquí está bien?
Diana se puso en medio del escenario.
Diego: más a la izquierda.
Diana se movió obedeciéndole.
Diego: más, más, un poco más, más, más...
Diana se cruzó de brazos.
Diana: si me voy más lejos voy a terminar por salir del escenario.
Diego: exacto, esa es la idea, que estés fuera del escenario.
Diana: Diego, una pregunta, ¿tú siempre eres así de borde con todas las mujeres?
Diego: sí, con todas menos con Azucena ¿algún problema?
Diana: no, pero David y Julio quieren que canté así que...
Julio y David empezaron a vitorear el nombre de Diana.
Diego les mandó a callar con un grito.

Diego: de acuerdo, Diana estás dentro del grupo, pero... a dos kilómetros a distancia de mí.
Diana: por qué eres así conmigo? ni que me tuvieras miedo.
Diego: no te tengo miedo, te tengo asco.
Diego encendió el amplificador de música y empezó a tocar la guitarra.
Diana estaba situada frente a un micro y Diego frente a otro.
Tararearon durante unos minutos una estrofa de una canción, luego Diego levantó los brazos para ordenar a los demás que dejaran de tocar, sacó un maletín negro lleno de perfumes de detrás del altavoz y dijo.
Diego: ya sabéis David, Julio y... Diana, vamos a seguir el plan tal como lo ordenó Fabián, conseguimos actuaciones en hoteles y salas de fiestas, cuando estemos tocando nos rociamos con el perfume de la aceptación y la laca abrillantadora de instrumentos que produce sueño, acordaros de no quitaros las pulseras antisueño sino os dormiréis a la vez que el público que esté viendo la actuación. Cuando todo el mundo esté dormido, bajamos del escenario y robamos todas las pertenencias de la gente, luego nos largamos y nadie de aquel lugar oirá hablar jamás de la banda del crimen. está claro ¿verdad?
David, Julio y Diana afirmaron con la cabeza.
Diego: perfecto, recoger los instrumentos, voy a ir a un hotel con Fabián, para hablar con la dueña para ver si nos deja tocar este fin de semana, ya os contare.
Diego salió de la sala de música y David, Julio y Diana se quedaron dentro recogiendo los instrumentos.
Al rato, Fabián conducía el coche naranja de Manuela para acercarse a un hotel. Diego estaba sentado a su lado de copiloto. Fabián detuvo el coche.
Fabián: Diego ¿quieres que te acompañé a hablar con la dueña?
Diego: no déjalo, quiero intentar si puedo hacerlo yo solo.
Fabián: seguro? a mí no me importa acompañarte.
Diego: Fabián, por favor, déjame ir a mí solo.
Fabián: está bien, pero no tardes.
Diego: descuida, será pan comido.
Diego bajó del coche y entró al hotel. Diego preguntó en recepción por la dueña del hotel.
Diego: hola, soy cantante de un grupo de música, quisiera hablar con el encargado para pedirle permiso por si mi grupo podía tocar este fin de semana aquí, en la terraza.
recepcionista: la señorita Amparo se encuentra reunida ahora.
La recepcionista señalo sin querer con el dedo una puerta.
Diego: no importa, ya voy yo solo a su despacho a hablar con ella.
recepcionista: eh! espera! no puede hacer eso!
Pero Diego ya había abierto la puerta, dentro del despacho había una mujer con el cabello corto castaño oscuro, ojos negros y toda vestida de blanco.
La mujer vio a Diego entrar.
recepcionista: lo siento señorita Amparo, he intentado detenerle pero...
Amparo: no importa ¿cómo te llamas?-dijo ella dirigiéndose a Diego.
Diego: Diego, Diego Marremo.
Amparo se dirigió hacia la recepcionista y dijo.
Amparo: Anna, déjame a solas hablar con Diego, y no me pases llamadas, voy a estar muy ocupada.
Ana: como guste señorita Amparo.
La recepcionista se retiró a su lugar de trabajo y Diego se quedó a solas en el despacho con la dueña del hotel.
Amparo: siéntate ¿qué es lo que quieres Diego?
Diego: hacer un negocio, soy el cantante de un grupo de música y quería pedirle permiso para poder tocar con mi banda en la terraza de este hotel este fin de semana, somos muy buenos, de verdad.
Amparo: no lo dudo pero... yo no dejó nunca que en mi hotel toquen bandas aficionadas.
Diego: y no podía hacer una excepción? esta tarde si le parece bien puedo volver con mi banda, y hacerle una demostración, quedara encantada en serio.
Amparo: yo ya estoy encantada con lo que tengo ahora mismo delante, Diego, no me hace falta nadie más de la banda excepto tú.
Diego: perdona ¿cómo dice?
Amparo: tú me has propuesto tu negocio, déjame yo ahora que te proponga el mío Diego. Dejó que tu banda toqué en mi hotel y os pago la cifra que me pidáis por adelantado si tú esta noche vuelves aquí al hotel y te quedas a dormir conmigo en mi habitación ¿hacemos el trato?
Diego: perdona ¿es una broma?
Amparo se levantó de su silla y acorraló a Diego contra la pared del despacho.
Amparo: tengo pinta de estar bromeando?
Diego: yo solo tengo 16 años, podía denunciarte por esto.
Amparo: hazlo!! pienso negarlo todo.
Diego: no sabes con quién te estás metiendo, yo no soy un chico normal.
Diego se marchó del despacho de Amparo, furioso.