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SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas

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20/08/2010 23:39
nueva serie
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ALMAS ASESINAS

blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)

organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)

en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...


Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...

blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)

titulos capitulos por temporadas

PRIMERA TEMPORADA

1.Justicia.

2.recuerdos.

3.mosquitos.

4.lava.

5.averiguaciones.

6.mazmorras.

7.exconvictos.

8.infiltrada.

9.intrusos.

10.enamorados.

11.despedida.

SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.

2.cancelación.

3.adicción.

4.obsesión.

5.emboscada.

6.bacanal.

7.debilidad.

8.advertencia.

9.epidemia.

10.gravedad.

11.celebración.

TERCERA TEMPORADA
1.temores.

2.deseos

3.maldecidas

4.solución

5.identidades

6.catástrofe

7.irresistible

8.festival

9.filmación

10.ritual

11.trampa

CUARTA TEMPORADA

1. Reinado

2. Vivo

3. Memoria

4. Ataque

5. Ruptura

6. Bailarinas

7. Pecado

8. Confesiones

9. Guerra

10. Abandono

11. Sacrificio

QUINTA TEMPORADA

1.crueldad

2.cambio

3.atracción

4.emociones

5.romances

6.aniversario

7.amenazas

8.extranjero

9.adultos

10.dramas

11.respuestas



LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
#201
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10/12/2010 11:21
Fabián: qué? que mi hija ha hecho qué? voy a tener que hablar muy seriamente con ella.
Diego: sí va a ser lo mejor, y cuanto antes. Estoy harto Fabián, harto de tener que repetirle día tras días a Esmeralda que yo solo quiero a su tía, y mira que vivimos juntos bajo el mismo techo y ella todos los días me ve cogido de la mano de Azucena, pues nada, es que no hay manera que le entré en la cabeza.
Diego se colgó su mochila de un solo hombro, y salió del aula.
Más tarde, Fabián estaba en su cuarto del internado. Fabián abrió la puerta y vio pasar a su hija de 16 años Esmeralda con el uniforme negro y gris de la organización.
Fabián: Esmeralda!-la llamó él.
Esmeralda: sí papá?
Fabián: puedes entrar un momento a mi cuarto a hablar conmigo? es urgente!
Esmeralda: qué quieres ahora papá?-dijo ella cruzándose de brazos.
Fabián. hablar contigo ¿entras por favor?
Esmeralda entró al dormitorio y Fabián cerró la puerta tras de sí.
Fabián: vamos a ver por donde empiezo hija, me han llegado a mis oídos noticias tuyas que no me han gustado nada.
Esmeralda: a que te refieres papá?
Fabián: hija, ya sé que lo estás pasando muy mal, esta situación es muy dura para ti, pero yo tampoco estoy en mi mejor momento, tu madre ha muerto y me ha dejado solo con una bebé recién nacida a la que cuidar, a mí me gustaría que tú me ayudaras con la pequeña Flora, y así los dos podíamos apoyarnos en nuestro dolor por la pérdida de Rubí y Manuela.
Esmeralda: yo? ayudarte con la bebé? ni lo sueñes! yo no pienso ni darle el biberón, ni cambiarle de pañales, ni quiero oír sus atronadores llantos, ni pensarlo!
Fabián: oye, que tú también fuiste un bebé muy latoso que cuidar en una época y cuando Flora crezca necesitará la compañía de una hermana mayor.
Esmeralda: yo no tengo tiempo para encargarme de renacuajos babosos, tengo otras cosas en mente que pasarme todos los días acunando a un bebé ¿sabes papá?
Fabián: Esmeralda, soy tu padre, y como sigas en este plan voy a tener que ordenarte que te encargues de tu hermanita en vez de pedírtelo, más que nada porque prefiero que ocupes tu tiempo con la pequeña Flora antes que lo malgastes en perseguir a Diego.
Esmeralda: ah! o sea que todo esto es solo para alejarme de Diego?
Fabián: no, también es porque quiero pasar más tiempo contigo. Quiero que me cuentes todos los problemas que tengas en la escuela, quiero que sepas que puedes hablar conmigo de lo que quieras.
Esmeralda: el único problema que tengo yo es que Diego se niega a reconocer que siente algo por mí.
Fabián: no Esmeralda, aquí el único problema que hay es que tú eres incapaz de reconocer que nunca, nunca, tendrás el amor de Diego. Esmeralda, yo soy mayor que tú, en el amor no siempre se puede ganar, hay veces que no te queda más remedio que aceptar que simplemente a la otra persona no le interesas.
Esmeralda: claro, y tú de eso sabes mucho, verdad papá? lo digo por tus antiguos amores, por Flora mi abuela, y por Azucena mi tía. Ninguna de las dos te correspondió nunca, verdad?
Fabián: qué sabes tú sobre lo sucedido con tu abuela y con tu tía, Esmeralda?
Esmeralda: solo lo que me contó mamá. En vez de estar aquí echándome un sermón sobre lo que debo y no debo hacer papá, tú y yo podíamos unirnos, tú vas por Azucena y yo por Diego, así de paso les separamos y conseguimos cada uno pareja ¿no te parece?
Fabián: no, no me parece, porque si alguna vez yo sentí algo por tu tía, fue antes de empezar a salir con tu madre y que ella y yo nos hiciéramos novios, ya pasó tiempo de aquello Esmeralda, ahora tengo la cabeza inundada de recuerdos vividos con tu madre, y hoy por hoy no deseo acercarme a Azucena para conseguirla como mujer.
Esmeralda: ya, eso es lo que dices pero no lo que piensas, te apuesto lo que quieras a que si se te presentara la oportunidad de pasar una noche con Azucena, no la dejarías escapar, al igual que yo con Diego, pero como no hay manera de que él me diga que sí, pues nada, aquí me tienes a dos velas.
Fabián: mira, no tienes ni idea, ni idea de lo que estoy pensando yo en este mismo momento, mi relación con Azucena está bien tal como está, Manuela era mi mujer y fue la mejor esposa que podía haber tenido en toda mi vida. Y tú si tan desesperada estás por acostarte con alguien, le alquilas un androide a tu tía pero a Diego me lo dejas en paz.
Fabián abrió la puerta de su cuarto para que su hija se marchara de allí.
Esmeralda salió al pasillo y le dijo desde afuera.
Esmeralda: sabes como es la cosa papá? que ya estoy harta, harta, de que Diego siempre me rechacé cada vez que yo le propongo algo.
Fabián: pues Diego está harto de que le vayas detrás todos los días a todas horas, así que tú me dirás como solucionamos esto.
Y Fabián le cerró la puerta en las narices a su hija, antes de que a ella le diera tiempo a contestarle.
Más tarde, en el despacho de dirección de ese mismo internado... Esmeralda entró y se sentó frente a la mesa de roble.
Esmeralda: me has llamado tía?
Azucena: sí, quería hablar contigo.
Esmeralda: sobre qué? ya sé que últimamente no estoy sacando muy buenas notas pero...
Azucena: Esmeralda eso ahora no importa, las dos estamos pasando un momento muy difícil después de la muerte de Manuela, yo lo entiendo. No quiero hablar contigo sobre los estudios.
Esmeralda: ah no?
Azucena: no, yo además de ser la directora de la organización, soy tu tía, cuando eras un bebé ayudé a tu madre a criarte.
Esmeralda: no puedes ocupar el sitio de mamá, y lo sabes.
Azucena: desde luego que lo sé, a Manuela nunca nadie va a poder sustituirla, pero solo quiero que tengas en cuenta que yo también estoy aquí, para lo que quieras.
Esmeralda: por qué no cortas el rollo ya de una vez tía? para qué me has llamado de verdad?
Azucena: por nada en especial, solo quería pasar un rato con mi sobrina.
Esmeralda: venga ya! te conozco, tú no haces las cosas por nada ¿qué sucede?
Azucena: nada, solo que... he hablado con tu padre.
Esmeralda: qué papá y tú habéis hablado? me sorprende mucho que él y tú solo hayáis hablado teniendo en cuenta vuestro pasado.
Azucena: qué pasado Esmeralda? no sé lo que te contó tu madre, pero entre Fabián y yo solo hubo un inocente beso.
Esmeralda: inocente? tía contigo nada es inocente!
Azucena: vale, quería ser amable contigo, pero ya veo que no hay manera de que tú y yo hablemos de forma cordial, así que si quieres que lo hagamos a tu modo, es como lo vamos a hacer. Tienes razón, hay un motivo muy importante por él que te he llamado. Te he llamado para hablar de Diego. Creo que tú ya sabes que Diego y yo estamos saliendo y...
Esmeralda: sí, sé que dormís juntos en la misma habitación ¿y qué con eso?
Azucena: tú ya sabes que yo he construido androides para el mercado sexual de dos tipos tanto masculinos como femeninos y...
Esmeralda: y qué?
#202
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10/12/2010 11:22
Azucena: vamos a hacer un trato, tú te olvidas de Diego, y yo te dejó un androide nuevecito, él que tú elijas completamente gratis, para que hagas con él lo que quieras.
Esmeralda: espera, espera, ¿estás hablándome en serio?
Azucena: yo cuando Diego está de por medio nunca bromeó.
Esmeralda: esto es increíble!
Azucena: si quieres, puedes mirar los últimos modelos que he construido en estas fotos.
Azucena sacó books de fotos de los robots y se los enseñó a Esmeralda.
Azucena: puedes escoger él que más te gusté.
Esmeralda: y me lo das completamente gratis?
Azucena: sin gastarte ni un solo céntimo, solo por ser mi sobrina.
Esmeralda miró las fotografías, y...
Esmeralda: no me interesan.
Esmeralda dejó los books aparte a un lado de la mesa, desplazándolos con la mano.
Esmeralda: ya que estamos hablando de negocios ¿por cuanto me vendes a Diego?
Azucena: qué? Esmeralda yo estoy hablando en serio.
Esmeralda: yo también.
Azucena: tú y yo estamos hablando de androides, el tráfico de humanos ya no se práctica en esta organización y además Diego no está en venta.
Azucena guardó los books de los robots malhumorada con su sobrina.
Esmeralda: de verdad? eso es un poco egoísta de tu parte no crees tía? tienes al mejor amante de toda la organización y te lo guardas para ti solita?
Azucena: qué? de donde sacas que Diego es el mejor amante de toda la organización?
Esmeralda: de ti, porque teniendo en cuenta que tú has trabajado 14 años como prostituta Diego debe haberse sacado un master por lo menos a tu lado y además durante todos los años en los que tuviste la casa de masajes abierta, la mayoría de personas con los que convivimos a diario fueron clientes tuyos, cuando has renunciado a todos y te has quedado con Diego, digo yo que por algo será no?
Azucena: por supuesto que sí, porque le quiero y estoy enamorada de él.
Esmeralda: en serio? porque yo creo que lo único que te pasa con Diego, es que estás encaprichada, pero enamorada? enamorada de Diego solo lo estoy yo.
Azucena: pues fíjate por donde que yo creo que la que está encaprichada con él eres tú. Además aquí no importa lo que tú sientas, o sea si que importa, o importaría si Diego sintiera lo mismo por ti, pero Diego está conmigo porque él mismo lo decidió y no sé porque sigues persiguiéndole cuando sabes perfectamente que tú a él no le interesas.
Esmeralda: y la boda de Diego tuya para cuando va a ser? digo, si tan enamorados estáis...
Azucena: no lo sé, Diego y yo estamos muy bien así juntos, además, cualquier plan de futuro entre Diego y yo tendrá que esperar hasta que él regresé del internado aureola.
Esmeralda: qué? Diego va a marcharse al internado aureola?
Azucena: sí, pero es temporal, él todavía no lo sabe, luego se lo diré cuando le vea en los laboratorios, todo es parte del plan que he diseñado para vengarme de Germán y su organización, Diego se colará en la organización secreta de la justicia durante un tiempo como alumno, después instalara un virus informático en el ordenador central de la escuela y causara una epidemia entre todos sus estudiantes, y todos morirán debido a una enfermedad desconocida.
Esmeralda: me estás tomando el pelo? los virus informáticos solo afectan a los ordenadores.
Azucena: éste no, éste afecta a cualquier persona que toqué el ordenador que está infectado, y se lo instala en el ordenador central, además también afectara a cualquier persona que haya tocado cualquier aparato que haya estado en contacto con un enchufe durante las 24 horas posteriores de la infección del virus.
Esmeralda: y vas a mandar a Diego a esa misión?
Azucena: sí, por qué?
Esmeralda: porque si solo se trata de instalar un microchip informático en un ordenador puedes mandar a cualquier otro, hasta yo misma podría hacerlo.
Azucena: te equivocas, el ordenador central del internado aureola está supervigilado por centenares de soldados, yo pude llegar a él porque tengo superfuerza, pero una persona normal nunca conseguiría pasar todos los controles de vigilancia, aparte que el ordenador central lo manejan 8 informáticos especializados, es el ordenador más difícil de manejar de todo el mundo. Tengo que enviar a Diego, no tengo otra opción, es el mejor soldado del que dispongo.
Esmeralda: ya, pero también es tu novio, y se le mandas al internado aureola teniendo en cuenta que es la organización enemiga y que allí está ahora trabajando su madre, corres el riesgo de que se quedé con ella y nunca jamás regresé.
Azucena: entonces qué hago? renuncio al plan? esto lo estoy haciendo por limpiar el nombre de tu madre, si Germán no hubiera venido al internado ese día, a Manuela nunca se le hubiese adelantado el parto y ella aún seguiría viva ¿no quieres que me vengué de Germán?
Esmeralda: sí, por supuesto que sí, pero si de verdad insistes en enviar a Diego a la misión, yo de ser tú me aseguraría de hacer algo para que a él le fuera imposible traicionarme y abandonarlo todo por su madre. No puedes arriesgarte a perder a Diego, las dos sabemos que si él no vuelve, no vas a encontrar a nadie mejor.
Y Esmeralda se levantó de la silla, y salió del despacho sin añadir nada más, dejando a Azucena preocupada.
Horas después, Azucena estaba otra vez en la sala en donde tenía los androides cubiertos por sábanas, en los pasadizos secretos. Ella estaba andando para arriba y para abajo muy disgustada, esperando a que Diego llegará. Por fin tras una larga espera, Diego bajó por las escaleras y llegó a esa misma sala utilizando la entrada secreta del armario de la habitación que compartía con sus dos compañeros Alejandro y Valentín(alumnos pertenecientes al programa de asesinos a sueldo).
Diego bajó por las escaleras y al ver a Azucena se dirigió directamente a besarla.
Diego: hola mi amor.
Pero Azucena se apartó de él negándole el beso.
Azucena: dónde estabas? sabes cuanto tiempo llevo esperándote aquí abajo?
Diego: lo siento, se me ha pasado la hora volando sin darme cuenta, la próxima vez que quedemos en los laboratorios intentaré ser más puntual ¿vale?
Diego la abrazó por la cintura, pero Azucena muy seria le quitó el brazo de sus caderas.
Azucena: no habrá una próxima vez.
Diego: se puede saber qué te pasa?
Azucena cogió una inyección y le dijo.
Azucena: túmbate en la camilla, necesito operarte.
Diego: operarme? para qué?
Azucena: no te preocupes, te pondré anestesia, no te enteraras de nada.
Diego: Azucena ¿qué ocurre? estás muy rara, ¿no habíamos quedado en que me explicarías el plan para vengarte de Germán y su organización?
Azucena: sí por supuesto, te lo explicaré después de la operación.
Diego: Azucena ¿qué pasa? ¿qué operación? ¿en que consiste el plan?
Azucena: Diego ¿tú me quieres, verdad?
#203
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10/12/2010 11:22
Diego: sabes de sobras que sí.
Azucena: y si te digo que tienes que estar una temporada de topo estudiando en el internado aureola como un alumno más, me puedes prometer que una vez cumplida la misión volverás a formar parte de esta organización?
Diego: por supuesto, por nada del mundo renunciaría a ti.
Azucena: en el internado aureola está tu madre trabajando como limpiadora ¿lo recuerdas?
Diego: sí, claro, ¿como iba a olvidarlo?
Azucena: si entras a formar parte de la organización de la justicia y ves a tu madre, estás seguro que no sentirás la tentación de traicionarme y abandonarlo todo solo por estar cerca de ella?
Diego: no seguro no estoy, pero nunca podría dejar de amarte aunque mi vida dependiera de ello ¿en eso consiste el plan? en hacerme pasar por alumno del internado aureola durante una temporada?
Azucena: sí, deberás lograr que Germán confié en ti, lo suficiente como para que te llevé a la sala del ordenador central en los pasadizos secretos y allí introducirás un microchip informático que contiene un virus.
Diego: y ya está? ese es tu plan? causar un virus informático en los archivos de la organización de la justicia? me parece demasiado simple tratándose de ti.
Azucena: no es un virus informático cualquiera, es un virus que se contagia a las personas, el contagio va directamente del ordenador a la persona, no existe el contagio de persona a persona por lo que la persona infectada puede hacer una vida totalmente normal hasta la muerte, los síntomas son los mismos que los de un catarro común solo se diferencia en que las palmas de las manos y las plantas de los pies se les vuelven azules, pero solo durante los 3 primeros días, luego recuperan el color natural y a los 7 días sino te tomas el antídoto, mueres fulminantemente.
Azucena sacó de su bolso la polvorera, el pintalabios y el pintauñas.
Azucena: he introducido tres prototipos de los microchips informáticos en este pintalabios, este pintauñas y esta polvorera, llévate lo que quieras al internado aureola cuando vayas. Una vez el virus esté instalado en el ordenador central, el virus se propagara por medio de cualquier aparato que haya estado en las 24 h posteriores conectado a un enchufe, directamente a la persona, así que acuérdate de no tocar ningún aparato, no sea que enfermes sin darte cuenta.
Diego: de acuerdo ¿y mi madre? qué pasa con ella?
Azucena: a tu madre la vamos a salvar, toma este cheque al portador, es de 600.000 €, le explicas el plan una horas antes y que se vaya lejos de la organización, por supuesto deberá prometer empezar una nueva vida sin denunciar a la policía nada de lo ocurrido.
Diego: y los niños? en el internado hay niños que estudian...
Azucena: sí hay bebés y los puedes salvar ¡hazlo! los reclutaremos para la organización, pero todos los niños que hayan a partir de un año, deben ser destruidos.
Diego: qué? estás segura?
Azucena: sí, si dejamos a alguien vivo con el tiempo podía crecer y tomarse la revancha, debemos matarlos antes de que tengan la suficiente fuerza para defenderse y contraatacar.
Diego: pero son niños...
Azucena: no, son miembros de la organización de la justicia, y todo miembro de la organización de la justicia es nuestro enemigo, sino entiendes eso es que no eres un verdadero miembro de la organización del crimen.
Diego: ni verdadero, ni falso, no lo soy, Azucena esto es un disparate, vámonos de aquí, lejos, donde nadie nos encuentre jamás.
Azucena: no lo entiendes verdad Diego? yo no quiero irme de aquí, este es mi sitio, siempre lo ha sido, siempre he vivido aquí junto a mi hermana, perdí a mi madre cuando tan solo tenía 6 años y nunca tuve un buen padre, Manuela lo ha sido todo para mí, no puedo largarme y olvidarme que ahora ella ya no está viva, tengo que vengarme de Germán y este es el plan perfecto, y voy a hacerlo con o sin tu ayuda. Tú eliges si quieres seguir conmigo hasta el final o marcharte de aquí, si decides irte, prometo no impedírtelo.
Diego: no... no voy a irme, sabes muy bien que no podría abandonarte ni en un millón de años.
Azucena: entonces estás de acuerdo con mi plan?
Diego: sí, estoy de acuerdo.
Azucena: con mis reglas?
Diego: con tus reglas.
Azucena: vale, entonces ahora que ya lo sabes todo túmbate en la camilla, necesito operarte.
Diego: para qué?
Azucena: confía en mí, no voy a hacerte daño, túmbate.
Diego: ¿que confíe en ti?, ¿cómo voy a confiar en ti, si tú no confías en mí?
Azucena: yo... yo... yo voy a instalarte una bomba, en el interior de tu pecho, si algo falla y me enteró que abandonas la misión y decides no regresar nunca jamás al internado valle seco, haré explotar la bomba, con este control remoto, y tú y todo lo que esté a 70 km a la redonda cerca de ti recibirá el impacto de la explosión.
Diego: qué? es en serio? vas a matarme sino cumplo con la misión?
Azucena: tengo que hacerlo Diego entiéndelo, es mi deber con la organización, soy una asesina profesional, tengo que ser fiel a mí misma.
Diego: pero tú y yo nos queremos... o sea ¿tú me quieres, verdad?
Azucena: más que a mí misma, pero no voy a permitir que mis sentimientos se interpongan entre mi objetivo y yo, si tengo que matarte voy a hacerlo, pero eso solo será si me traicionas. Cosa que no vas a hacer ¿verdad?
Diego: no... no sé si estoy preparado para esto.
Azucena: sino lo estás puedes irte, no te voy a detener, vete si quieres, encontraré a alguien que te sustituya y no solo en esta misión, sino también en todo lo demás.
Diego: estás loca!
Diego se dio media vuelta, y empezó a subir las escaleras para largarse de allí, pero antes de que él llegara a la puerta, Azucena dijo a sus espaldas...
Azucena: Diego, si atraviesas esa puerta puedes despedirte de mí para siempre, me conoces y sabes que habló en serio, si te vas ahora, olvídate de que existo.
Diego llegó hasta la puerta, la abrió, miró a Azucena, a la puerta, a Azucena, a la puerta... y... Diego volvió a bajar las escaleras, primero lo hizo despacio y después a toda prisa, cuando llegó abajo cogió a azucena por la cintura elevándola por encima del suelo... sorprendiéndola para que ella no pudiera escaparse de su abrazo...
Azucena: Diego ¿qué haces? bájame! Diego!
Diego bajó a Azucena sin soltarle la cintura y la besó en la boca apasionadamente, Azucena lo abrazó y la jeringuilla se le cayó al suelo, accidentalmente.
Tras el beso, Diego miró a Azucena, la soltó, se agachó para recoger la jeringuilla, se sentó en la camilla y dijo.
Diego: sabes que? que si tú estás loca, lo estamos los dos.
Y Diego se pinchó con la aguja de la inyección a sí mismo. Cayendo dormido sobre la camilla.
Azucena se puso la bata verde, el gorro, la mascarilla y los guantes de goma, le quitó el jersey del uniforme a Diego e hizo un corte con el bisturí debajo del pecho. Sobre la mesa había algo parecido a una mina explosiva, Azucena se lo introdujo a Diego y cosió el corte, desinfectándolo.
#204
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10/12/2010 11:23
Algo más tarde, cuando ya era de noche...estaban Diego y Azucena en el dormitorio de ella en el interior del internado. Diego la estaba besando el cuello, mientras le acariciaba el cabello y le desabrochaba los botones de la blusa.
Azucena: Diego, no sé si esto es buena idea, tú acabas de ser operado, todavía estás convaleciente, lo mejor será que esta noche duermas en tu habitación.
Diego: estoy perfectamente, no te preocupes, no olvides que la que me ha operado eres tú, y que después de Segismundo no existe nadie con tus manos para realizar esa clase de operaciones.
Azucena le rodeó el cuello con sus brazos a Diego.
Azucena: te quiero Diego, gracias por dejarte operar, de verdad que este gesto significa mucho para mí, todo tiene que salir a la perfección, en esta misión no puede fallar nada. Si algo falla, quiero recordarte que estarás muerto.
Diego: lo sé, pero no solo porque llevé una bomba en el interior de mi pecho y tú la hagas estallar con el control remoto si te enteras de mi traición, sino porque sin tu amor estoy totalmente muerto, Azucena, no quiero vivir sino es contigo.
Azucena besó a Diego con mucho amor, ella le quitó el jersey del uniforme, tirándolo al suelo y dejándolo hecho un ovillo. A Diego con el torso desnudo le brillaba una pequeña lucecita roja en el pecho izquierdo, era la luz de la bomba instalada.
Diego y Azucena siguieron besándose llegando hasta la cama sobre la que se tumbaron.
Azucena: seguro que te encuentras bien Diego?
Diego: seguro, cuanto tiempo voy a tener que estar en el internado aureola?
Azucena: no lo sé, él que necesites para ganarte la confianza de Germán, e instalar el microchip informático con el virus en el ordenador central.
Diego: y es muy difícil lograr que Germán confié en alguien? quiero decir ¿es un hombre por lo general que confía en la gente?
Azucena: que va, Germán es un hombre sumamente cuidadoso, hasta para darle la mano a alguien que acaba de conocer solo en forma de saludo, antes tiene que saberlo todo sobre su vida, lo tiene siempre todo calculado al milímetro, no soporta que se le escape ni un solo detalle de nada ni de nadie.
Diego: entonces... a lo mejor voy a tener que pasar una larga temporada en el internado aureola, para llegar a ser un amigo de Germán y conseguir que me acompañé hasta la sala del ordenador central, y durante todo ese tiempo voy a estar sin verte, sin tocarte, sin sentirte, sin besarte, sin hacerte el amor...
Azucena: mañana por la mañana te llevaré en mi coche hasta las puertas del internado aureola.
Diego: sí, pero eso será hasta mañana por la mañana, hasta el momento déjame disfrutar esta noche de ti.
Azucena: Diego ¿me vas a querer para toda la vida, verdad?
Diego: no, te voy a querer para toda la vida y mucho más allá de ella, mucho más.
Diego y Azucena se dejaron llevar por la pasión del momento, Diego no podía dejar de mirarla, besarla y acariciarle cada rincón de su piel desnuda, sintiendo como todo su cuerpo se estremecía con cada roce y caricia, Diego se sentía en aquella noche la única persona de todo el mundo, y realmente quería serlo, solos él y Azucena, sabiendo que si mantenía una relación con esa mujer estaba poniendo su vida en peligro pero al mismo tiempo notando que la propia excitación de ese peligro, podía más que todo lo que pudiera pasar por su cerebro en ese mismo instante.
Al día siguiente... Diego y Azucena estaban frente a las puertas del internado aureola.
Azucena estaba sentada en el asiento del conductor y Diego en él de copiloto con el uniforme verde y pistacho oficial del internado valle seco, Diego le había dado la vuelta a su ropa, para ocultar en el reverso el emblema tridimensional de las letras OSC y dejar a la vista el escudo del águila roja atravesada por dos espadas en forma de equis.
Azucena aparcó el coche en un rincón del bosque cerca del internado aureola.
Dentro del coche ellos dos, mantuvieron una conversación.
Azucena: estás listo Diego?
Diego: sí, estoy deseando empezar y cuanto antes mejor.
Azucena: recuerdas el plan, verdad? no pierdas la barra del pintalabios que te he dado contiene el microchip con el virus y una vez instalado el virus, no toques ningún aparato que haya mantenido contacto con un enchufe del internado aureola en las próximas 24 horas, sino tú también te infectaras.
Diego: descuida, sé muy bien lo que tengo que hacer, no habrá errores.
Azucena: estupendo, una cosa más, ya se me olvidaba, cuando todos estén infectados habrá muchos cadáveres, las cámaras frigoríficas de los pasadizos son grandes, pero no hay espacio para todos, es muy arriesgado conservar todos esos cuerpos muertos así que Segismundo, el suegro de Manuela, mi hermana, como también está enterado del plan ha hecho este invento para ti.
Azucena le dio una especie de herradura de apenas 10 cm de tamaño en la mano.
Diego: qué es esto?
Azucena: un desintegrador de moléculas, desintegra cualquier molécula muerta, al instante. Salgamos del coche y te enseñaré como funciona.
Azucena y Diego salieron del coche. En ese instante pasaron pájaros volando por el cielo.
Azucena: dispara a uno de los pájaros y te mostraré como funciona el desintegrador de moléculas.
Diego: de acuerdo.
Diego sacó su pistola reglamentaria como miembro de la organización del crimen, cerró los ojos, para escuchar el canto de los pájaros y su aleteo, retrocedió tres pasos hacia atrás y dio un disparo hacia arriba.
A los dos segundos, cayeron dos pájaros, uno con el ala herida y otro muerto.
Azucena le sonrió.
Azucena: no hay duda de que eres el mejor disparador de toda la organización del crimen.
Diego: no olvides que fue Manuela la que me enseñó a disparar.
A Azucena nada más escuchar el nombre de su difunta hermana mayor de boca de Diego le entraron ganas de llorar, y lloró sin poderlo remediar.
Diego la abrazó.
Diego: eh? no llores Azucena, no llores, no puedes derrumbarte ahora, te juro que la memoria de tu hermana será vengada, te lo juró.
Azucena se sorbió las lágrimas, se las limpió, se separó de Diego, se acercó al pájaro muerto descansando sobre la hierba y lo tocó con la herradura, el pájaro se desintegró en un montón de polvo que poco a poco se difuminó y se dejó de ver.
#205
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10/12/2010 11:23
Azucena: lo ves? este aparato hacer desaparecer por completo las moléculas muertas, las separa y las convierte en partículas tan pequeñas imposibles de ver para el ojo humano. Cuando estén todos muertos, deberás tocar con la herradura cada cuerpo antes de abandonar el colegio.
Diego: es increíble!-dijo él cogiendo la herradura entre sus manos-¿y solo funciona con cuerpos muertos?
Azucena: sí, a los vivos no les hace nada, es inofensivo.
Diego: perfecto, ahora solo necesito una coartada para entrar en el internado aureola sin que nadie sospeché de que soy un topo, no puedo entrar como cualquier cosa.
Azucena: tengo la coartada perfecta, tú te presentaras como hizo Manuel con sus hermano pequeños Aníbal y Alberto, dirás que te has hartado de estar a las órdenes de la organización y que te has escapado de ella para unirte al lado del bien, como en el internado enemigo nadie sabe que estamos juntos como pareja, esa coartada es perfecta.
Diego: de acuerdo, me parece bien.
Azucena: y para que sea más creíble tu coartada, entraras por la puerta del internado herido de balas.
Azucena sacó su pistola y apuntando a Diego siguió hablando.
Azucena: voy a dispararte, solo te haré heridas superficiales, no te preocupes, en cuanto Germán te encuentre te mandara a la clínica de los pasadizos para sacarte las balas, sobrevivirás, recuerda que nuestra tecnología está más avanzada que en cualquier otro hospital fuera de la organización.
Diego: de acuerdo, estoy listo, dispárame Azucena.
Diego cerró los ojos.
Azucena le apuntó con el arma, a sus ojos le asomaron lágrimas, lloró y bajó el arma, Diego abrió los ojos y la miró parpadeando, sin moverse ni un solo milímetro, Azucena volvió a levantar el arma hacia él...
Azucena: Diego, necesito que te acerques un poco más...
Diego: qué? por qué? tampoco estoy tan lejos, puedes darme perfectamente...
Azucena: Diego por favor acércate.
Diego la obedeció y se acercó unos pasos hacia ella...
Diego así está bien?
Azucena: más cerca.
Diego siguió avanzando...
Azucena: más...
Diego avanzó unos cuantos pasos más...
Azucena: todavía más cerca.
Diego se colocó a un milímetro de Azucena.
Diego: estoy bien aquí?
Azucena: perfecto.
Azucena le cogió por el jersey del uniforme y atrayéndolo hacia ella, cerrando su puño, le besó en los labios, abrazándolo, Diego por un momento se olvidó de donde estaba y le correspondió al beso.
Diego: te quiero Azucena, te quiero.
Azucena en la cúspide del beso, le apuntó con la pistola a su vientre y le disparó a bocajarro. Diego apretándose la herida retrocedió, y Azucena siguió disparándole a los brazos, en las costillas, y en las rodillas sin titubear ni un solo segundo, viendo como Diego retrocedía y se alejaba de ella sangrando, cuando él cayó sobre la hierba con los ojos medio cerrados... Azucena se guardó la pistola, se subió al coche, arrancó y se fue de allí, sin mirar atrás, de vuelta al internado valle seco conduciendo su coche azul claro.
El cuerpo de Diego permanecía inmóvil tirado sobre la hierba del bosque, desangrándose, gimiendo de dolor, balbuceando la palabra ayuda.
Diego: ayuda!! a... yudar...me!!
Diego poco a poco iba perdiendo las fuerzas, algo se acercó a él... algo de 4 patas... un perro (mascota de espionaje del internado aureola) era uno de los perros guardianes de Germán llamado Temporal, el perro como siempre llevaba en su collar la camarita de video encendida, con su luz roja parpadeante.
Temporal se acercó al cuerpo de Diego, le olisqueó y ladró, a sus ladridos acudió el otro perro guardián de Germán, su compañero de trabajo, Chaparrón, que al igual que Temporal tenía la lucecita roja parpadeante de la cámara de video encendida en su collar.
Chaparrón cogió por su boca, con sus colmillos, por el cuello del jersey verde oscuro de Diego, y lo arrastró hasta dentro del internado, seguido muy de cerca por el otro perro, Temporal.
Mientras, Germán estaba en su despacho, cuando escuchó como alguien arañaba la puerta. Era Temporal con sus uñas afiladas de perro.
Germán se levantó de su butaca de director, ando y abrió la puerta, y Temporal entró ladrándole y rodeándole, meneando el rabo muy nervioso. Tras el entró Chaparrón arrastrando herido con su boca el cuerpo de Diego, Chaparrón soltó el cuello del jersey verde oscuro de Diego y miró a Germán, respirando con la lengua afuera de su boca, debido al cansancio por haber arrastrado a Diego hasta allí.
Germán acarició la cabeza de Temporal afectuosamente, para que éste se tranquilizara y dejara de moverse.
Germán se agachó y miró a Diego con lástima.
Germán: dios mío! Diego! si tu madre te viera en este estado... se moriría, hay que cerrarte estas heridas lo antes posible, tu madre tiene que saber que su hijo ya no está dentro del internado valle seco.
Germán le cogió la pata a Chaparrón en forma de saludo y dijo mientras se la zarandeaba.
Germán: gracias por traérmelo muchacho, has hecho un gran trabajo.
Y Chaparrón ladró satisfecho de haber encontrado a Diego en el bosque todavía con vida, y haberle dado tiempo a avisar a su amo Germán.
Al rato, Diego estaba en la clínica de los pasadizos secretos del internado aureola, estaba sentado sobre una camilla, totalmente recuperado de las heridas de bala, con parte de su pecho vendado.
Diego se volvió a poner el jersey verde oscuro del uniforme, los científicos en bata blanca que le habían curado le miraban indiferentes. Alguien se presentó en la clínica delante de él, en ese preciso instante, con el uniforme de limpiadora del internado, Jessica Marremo, su madre.
Jessica: hola Diego ¿cómo estás?
Diego se levantó de la camilla y corrió a abrazarla.
Diego: mamá, no sabes cuanto me alegró de verte.
Jessica: Diego, hijo mío, me asusté mucho cuando Germán me dijo que sus perros guardianes Temporal y Chaparrón, te habían encontrado en el bosque herido de bala desangrándote, ¿seguro que te encuentras bien?
Diego: seguro, ya se me han cerrado todas las heridas, los médicos me han curado, no te preocupes, sobreviviré.
Jessica: quién te disparó? quién?
#206
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10/12/2010 11:24
Diego: fue más de una persona, se enteraron que quería escaparme del internado valle seco para venir aquí contigo y unirme a la organización de la justicia y varios miembros de la organización del crimen, compañeros míos de clase, profesores y demás, me persiguieron disparándome, no sé como tuve las fuerzas suficientes para llegar hasta el bosque del internado aureola antes de morir desangrado, seguramente en la organización rival creen que he muerto antes de haber podido llegar a los limites del puente "el postre de la luna".
Jessica: me alegró tanto de que estés aquí conmigo, nunca debí dejarte solo en el otro internado, esa gente es demasiado peligrosa.
Diego: tú no tienes la culpa de nada mamá, tú desde el principio intentaste avisarme y quisiste que te acompañara hasta aquí, fui yo el tonto que quiso quedarse solo por estar cerca de Azucena.
Jessica: qué ha pasado con ella Diego? sigues enamorado de ella? ocurrió algo entre vosotros dos? quiero decir si han habido besos o ella sabe algo sobre tus sentimientos?
Diego: no mamá, entre Azucena y yo nunca pasó nada, todo formó parte de mi imaginación, tú tenías razón, yo a ella nunca le llegué a interesar, debí marcharme contigo aquella noche, he tardado en darme cuenta, pero ahora sé que me equivoqué al quedarme en el internado valle seco yo solo y dejarte a ti marchar de mi lado.
Jessica abrazó a su hijo Diego.
Jessica: hijo, ahora que estás aquí, nada ni nadie nos volverá a separar jamás.
Diego: por supuesto que no mamá, ya no quiero pertenecer a la organización del crimen, he venido para aprender todo lo necesario y quedarme a ser un miembro más de la organización de la justicia, para siempre.
Jessica: hijo, esa es la mejor noticia que podías haberme dado.
Minutos después, Diego estaba dentro del despacho de dirección frente a Germán.
Germán: no sabes la de veces que me he imaginado tenerte frente de mí Diego, desde que tu madre me habló de ti me moría de ganas por conocerte personalmente, sé que eres uno de los mejores alumnos de la organización secreta del crimen.
Diego: yo también he oído hablar mucho de ti, la verdad es que se puede decir que mientras estaba estudiando en el internado valle seco, tuve suerte, mucha suerte, la verdad no es que sea del todo tonto pero tampoco tengo tanto cerebro para recibir tantos excelentes, solo es que en ese colegio me tenían un poco enchufado creo yo.
Germán: en serio? y por qué crees eso?
Diego: por mi padre, él era Ramón Clero ¿lo sabías? fue un directivo muy querido por todos e importante en la organización, los profesores no podían permitir que su hijo pareciera un completo inepto por eso en algunas ocasiones adornaban mis notas.
Germán: me cuesta creer lo que me dices, yo estudié en el internado valle seco, y te puedo asegurar que allí no existen los favoritismos, se toman las enseñanzas muy a pecho y no consienten que nadie pasé de curso sino se lo merece realmente.
Diego: lo sé, sé que en el internado valle seco los profesores son muy estrictos, mi caso es una excepción, de todas maneras ya lo comprobaras por ti mismo en cuanto empiece mis clases aquí, en el internado aureola.
Germán: a eso has venido? a estudiar para la organización de la justicia?
Diego: sí ¿hay algún inconveniente?
Germán: no, cuantos más soldados seamos, mejor. Tu madre me contó hace algo más de un mes que si había venido ella sola hasta aquí, después de enterarse de toda la verdad gracias a una de mis soldados llamada Elisa Ramos, era porque tú te habías querido quedar para estar cerca de Azucena Terrón, la profesora de artes marciales.
Diego: sí, es cierto, pero fue un error, Azucena nunca me vio como un hombre, fui yo que me ilusioné con ella y me dejé enredar, pero ahora me he dado cuenta que no quiero seguir siendo un asesino, quiero educarme en el lado del bien, y luchar por obtener la justicia en el mundo.
Germán: dime ¿alguna vez pasó algo entre Azucena y tú?
Diego: entre Azucena y yo? ojala, eso hubiera sido un sueño para mí, pero no... ella nunca dejó que yo me acercara, ni que la tocara, ni siquiera me permitió hablarla, se enfadó mucho conmigo cuando se enteró que pretendía conquistarla, me ha costado mucho aceptarlo... pero ahora sé que Azucena es inalcanzable para mí.
Y por otro lado, en cierta forma me alegró que haya sido así, porque si ella a lo mejor me hubiese hecho un poco de caso, no sé si hubiera tenido el suficiente valor, como para apartarme del lado del mal.
Germán: te entiendo, Azucena cuando se lo propone puede resultar muy persuasiva. Es casi imposible decirle que no a nada, créeme, la conozco, sé de lo que te habló.
Diego: Azucena ya no importa, ahora que estoy en la organización de la justicia, quiero olvidar toda mi vida anterior, quiero volver a empezar, quiero aprender a ser un buen alumno del internado aureola.
Germán: me alegró de tenerte de mi parte, en serio Diego, por un momento creí que te habíamos perdido, llegué a pensar que tu corazón estaba demasiado endurecido para dejar de pertenecer a la organización del crimen, pero ahora que te tengo delante, sé que todavía no es tarde para ti, todavía puedes ser el hijo que tu madre se merece.
Diego: si alguna vez hice daño a gente y eliminé vidas de inocentes fue solo porque Jorge, el antiguo director de mi antiguo colegio, me obligaba a ello, estaba presionado, no era consciente de lo que hacía.
Germán: mi hermano pequeño era el diablo en persona, sé muy bien como se las gastaba, no tienes de que disculparte, yo mismo tuve un pasado muy oscuro y lleno de victimas, pero ahora ya me ves, estoy frente a esta organización luchando por la paz y la justicia. Gracias a Dios ahora Jorge está muerto, sé que tú fuiste quién le disparó... tengo una maqueta de madera del internado enemigo, la utilicé para el día de la emboscada ¿la recuerdas?
Diego: sí por supuesto.
Germán: en ella se veía todo lo que pasaba en el internado de verdad, no tenía audio, pero lo pude ver todo. Muy ingeniosa la idea de crear un androide con el mismo aspecto que Azucena para engañar a mi hermano.
Diego: yo ideé el plan, encerré a Azucena en la terraza, quería que me agradeciera el hecho de tenerla alejada de Jorge y de ti, y disparé a Jorge para impedir que se llevara a la falsa Azucena a Hawai, pensaba que cuando ella se enterara de que yo le había salvado la vida, me haría caso, pero me equivoqué, no le importó lo que yo pudiera hacer por ella, yo no estaba a su altura y eso ella me lo recordaba todos los días con su indeferencia.
Germán: la sigues queriendo?
Diego: a quién? a Azucena? en realidad no sé si es amor lo que siento por ella, puede ser deseo, locura, obsesión, no lo sé, lo único que sé es que es un sentimiento muy fuerte al que ella nunca me correspondió aunque yo creyera en algún momento que sí, un sentimiento que duele y por el cuál voy a luchar con todas mis fuerzas para sacarlo de mis entrañas.
Germán: bienvenido al club de los hombres desengañados por el amor de Azucena.
Germán se levantó y le estrechó la mano a Diego.
Germán le entregó una bolsa de plástico que tenía dentro el uniforme doblado amarillo y ocre, del internado aureola.
#207
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10/12/2010 11:24
Germán: cámbiate de ropa, si vas a ser un miembro más de esta organización deberás vestir acorde con todos los demás.
Diego: gracias, en serio, muchas gracias por darme la oportunidad de cambiar y ser uno más en la organización de la justicia.
Diego se levantó de la silla y salió con la bolsa de plástico del uniforme amarillo y ocre del despacho. Nada más salir, sacó su móvil e hizo una llamada.
Diego: Azucena??, sí estoy bien no te preocupes, sí ya he hablado con Germán, tranquila, no sospecha nada sobre que tú y yo somos novios. Sí, así es, ya tengo en mi poder el uniforme del internado aureola, no te preocupes, todo marcha según lo previsto, ¿si estoy enfadado contigo por haberme disparado? no, claro que no lo estoy, formaba parte del plan, sé que no pretendías matarme, solo herirme, y ha salido bien, se lo han tragado todo. ¿que si te quiero? Azucena, sabes perfectamente que la respuesta a esa pregunta es sí y mil veces sí. Te llamó después.
Y Diego colgó el móvil, guardándoselo en el bolsillo del pantalón pistacho y alejándose de la puerta del despacho de Germán Puertas.
Horas más tarde, Diego bajó por las escaleras principales del internado llevando puesto el nuevo uniforme amarillo y ocre, y nada más bajar se encontró con su madre con el uniforme de limpiadora.
Diego: hola mamá.
Jessica: Diego! ese nuevo uniforme te sienta de maravilla.
Diego: tú crees?
En ese momento pasaron dos chicas alumnas, con el uniforme blanco y azul marino de la organización de la justicia, con el emblema OSJ, después de haber atravesado la puerta infantil y haber dejado que la luz lunar transformara el amarillo del uniforme en blanco y el ocre en azul marino.
Las chicas al ver a Diego, y pasar por delante de él le silbaron.
Jessica sonrió y contestando a su hijo, le dijo.
Jessica: ahí tienes la respuesta. sabes? en este colegio hay muchas chicas a las que puedes conocer, así puedes encontrar alguna que te interese y olvidarte de Azucena.
Diego: no sé mamá, no es tan fácil olvidarse de Azucena ¿sabes?
Jessica: pero quieres olvidarla, cierto?
Diego: sí claro, ella ahora pertenece a mi pasado.
Jessica: se me ocurre que podías hablar con Elisabeth, creo que haríais muy buenas migas.
Diego: quién es Elisabeth?
Jessica: la hija de Elisa Ramos, ya sabes, la amiga por la que me enteré de la tapadera que hacía servir la organización del crimen con el internado valle seco. Elisabeth tiene tu misma edad, y estudia aquí ¿te gustaría conocerla?
Diego: sí ¿por qué no? tampoco pierdo nada viéndola.
Jessica: si quieres ahora mismo puedes hablar con ella, siempre se pasa por la sala de música, está al final del pasillo, ella siempre va allí a cantar.
Diego: de acuerdo, me apetece ir a la sala de música, quiero ver si tiene los mismos instrumentos o si el escenario es más grande o más pequeño que él que había en el internado valle seco.
Diego se alejó de su madre...
Jessica: hasta ahora Diego-dijo ella despidiéndole.
Diego caminó hasta llegar a la sala de música, la cuál se parecía bastante a la del internado valle seco, cosa que no era de extrañar ya que su director era Germán Puertas, antiguo alumno de la organización del crimen, y había participado en la decoración del colegio.
Cuando Diego entró en la sala de música, no había nadie, él se dirigió hacia una guitarra, la cogió y tocó unos cuantos acordes.
Mientras estaba tocando una melodía tarareo el estribillo de una canción, y retrocedió en el tiempo, un año atrás, cuando él tenía 15 años y hacia una semana que Jorge le había entregado la foto de Azucena desnuda en su despacho frente a Segismundo Amadeo, para impedir que abandonara el colegio con su madre.

Flash-back.

Un año atrás, Diego tenía 15 años, estaba en el cuarto que compartía con Manuel Lomo y Carlos Puertas. Él tenía la foto de Azucena desnuda que le dio Jorge, puesta sobre una partitura, y mientras tocaba la guitarra componía una canción.
Él salió de su cuarto con la partitura, se guardó la foto de Azucena en el bolsillo de su pantalón, y se dirigió directamente a la sala de música con la guitarra, al llegar allí subió al escenario, se acercó al micrófono de pie y cantó la canción que había compuesto.
De inmediato la sala de música se llenó de chicas de 16 años, alumnas, con el uniforme negro y gris(organización del crimen) o verde oscuro y pistacho (internado valle seco, escudo águila roja atravesada por dos espadas en forma de equis), que silbaban, vitoreaban y aplaudían a Diego mientras él cantaba la siguiente canción.


Canción:
"Quiero encontrar a ese ángel"

Alguien, una vez creí ver a alguien...
Alguien, que escondida tras una puerta me sonrió...
Alguien, que pretendía caminar hacia donde estaba yo...
Alguien, que me robó todos mis sueños...
... y solo me dejó... un rastro efímero de su perfume...
.. que yo nunca pude localizar...

Quiero encontrar a ese ángel...
que con solo abrir sus ojos logra que yo me abra a ella...
... y le expliqué los secretos de mi vida...
Quiero encontrar a ese ángel...
... que cada mañana me llama solo para que yo lo busqué...
... y cada noche se esconde para hacerme creer que no existe...
pero yo sé que es real... y que solo quiere encontrar...
... el escondite perfecto para los dos...

Alguien, una vez creí ver a alguien...
Alguien, una vez ese alguien me miró...
Alguien, una vez ese alguien y yo...
... juntamos nuestras miradas...
Alguien, que está esperando por mí...
Alguien, por quién late mi corazón...
... y aunque tardé mil años...
sé que voy a encontrar...
... a ese alguien...


Quiero encontrar a ese ángel...
que con solo abrir sus ojos logra que yo me abra a ella...

Al acabarse la canción, la campana que anunciaba el comienzo de las clases, sonó, y todos los alumnos abandonaron la sala de música. Diego se dejó la guitarra y la partitura con la canción escrita olvidada dentro. Todos se había ido ya, menos Esmeralda Amadeo y su hermana gemela Rubí (que por aquel entonces vivía).
Esmeralda: Rubí, ven!!
Rubí: qué quieres Esmeralda? vamos a llegar tarde a clase!
Esmeralda: a quien le importa la clase ahora? ven, tenemos que coger la partitura de la canción de Diego.
Rubí: y eso por qué?
Esmeralda: por qué va a ser boba? porque es evidente que Diego ha escrito esa canción pensando en mí y quiero guardarla como recuerdo.
Rubí: Diego nunca ha mostrado ningún interés por ti Esmeralda ¿cómo sabes que le gustas?
Esmeralda: porque él y yo estamos hecho el uno para el otro, no existe nadie más en este colegio que sea tan perfecta para Diego, aparte de mí.
Rubí: no sé, no sé... ¿has pensado en la posibilidad de que a Diego le pueda gustar otra?
Esmeralda: que a Diego le gusté otra? como por ejemplo quién?
Rubí: no sé, cualquiera de nuestras compañeras...
Esmeralda: no, eso es imposible, Diego es perfecto para mí, cuando él pasa por mi lado siento que voy a desmayarme, algún día, algún día, él sabrá todo lo que yo siento por él y ese día será el más feliz para los dos, porque sé que él también está esperando a que yo me decida a decirle lo mucho que le quiero.
#208
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10/12/2010 11:25
Esmeralda se acercó a la partitura, la cogió y las dos hermanas mellizas salieron de la sala de música.
El flash-back siguió. Ahora era casi al anochecer.
Azucena estaba en la sala de música con su sobrina Esmeralda, enseñándole a tocar el piano.
Azucena: venga, ahora siéntate y práctica tú un poco.
Esmeralda: mañana por la mañana te prometo que ensayó tía, ahora estoy molida ¡déjame irme a dormir, por fa!
Azucena: está bien, pero mañana por la mañana, te quiero aquí practicando desde la primera hora del día.
Esmeralda bostezó y salió de la sala de música, ella tenía una carpeta encima, en donde escondía la partitura de la canción de Diego, esa partitura se le cayó sin que ella se diera cuenta al suelo y Azucena la recogió.
Azucena se la colocó frente al piano y tocó y cantó la canción.
En ese instante, Diego que estaba durmiendo en su cama, susurró a sus dos compañeros de cuarto (que por aquel entonces estaban vivos, Manuel y Carlos)
Diego: Manuel, chsttttttttttt!! no oyes cantar a alguien?
Manuel le lanzó la almohada con rabia para que se callara.
Diego: Carlos, chssstttttttttt!! no oyes cantar a alguien?
Carlos le lanzó la almohada con rabia para que se callara.
Diego tiró las dos almohadas al suelo, se destapó y se levantó de la cama, se puso las zapatillas, salió de la habitación y bajó por las escaleras, siguiendo la voz, guiándose hasta la sala de música donde estaba Azucena tocando al piano su canción.
Dentro de la sala de música hubo una corriente de aire que abrió la ventana e hizo volar la partitura, Azucena se agachó al suelo a recoger los papeles de los pentagramas... justo en el instante en que Diego había llegado frente a la puerta de la sala de música la había abierto y no había visto a nadie, puesto que Azucena estaba agachada. Diego cerró la puerta frotándose los ojos del sueño y Azucena se incorporó sin ver a Diego ni darse cuenta de nada, Diego volvió a su habitación, Azucena cerró la ventana y llevándose la partitura de la canción enrollada en su mano volvió a su habitación, sin tropezarse con Diego por el camino.

fin del flash-back.

En la actualidad Diego tras recordar ese recuerdo en su memoria, dejó la guitarra en la sala de música del internado aureola y salió de esa sala, justo en el momento en él que entraba una alumna con el uniforme blanco y azul marino de la organización.
Elisabeth: hola, yo soy Elisabeth, la hija de Elisa Ramos ¿por casualidad tú no serás Diego, el hijo de Jessica, la limpiadora?
Diego: no, me confundes con otro.
Y Diego se fue de allí, disimulando.
Algún tiempo después, Elisabeth pasó por uno de los cuartos del internado aureola.
En la puerta había un cartel con los nombres de los alumnos que dormían allí y el nombre de Diego Marremo estaba escrito en él. Elisabeth lo leyó, entró y vio a Diego acostado en una de las camas.
Elisabeth: sabes? es curioso, pero te pareces muchísimo a un chico que acabo de encontrar en la sala de música y me había dicho que no se llamaba Diego.
Diego se levantó de la cama dirigiéndose hacia ella.
Diego: vale, me has pillado, es cierto que yo soy el hijo de Jessica, te mentí cuando nos encontramos en la sala de música.
Elisabeth: y por qué lo hiciste?
Diego: no te ofendas, no tengo nada contra ti, ni siquiera te conozco, pero... mi madre está empeñada en juntarnos y a mí por el momento no me apetece tener novia.
Elisabeth: Diego, mi madre también está en el ajo. Ella me lo ha explicado todo, sé que estás enamorado de Azucena Terrón, o que al menos sientes algo por ella, que te has escapado de la organización secreta del crimen y que tanto mi madre como la tuya, esperan que te olvides de Azucena y rehagas tu vida en el internado aureola, mi madre me ha dicho que tú estabas de acuerdo en olvidar a Azucena, me dijo que ella nunca te había prestado atención y Jessica, tu madre, me dijo que habías mostrado interés en conocerme cuando ella te había hablado de mí, por lo tanto, no sé a que viene este cambio de opinión tuya.
Diego: escúchame, no importa lo que te hayan dicho tu madre y mi madre sobre mí, es cierto que le dije a mi madre que quería conocerte, pero eso es porque necesito que ella crea que es así, pero en realidad... ahora mismo no quiero conocer a ninguna chica.
Elisabeth: por qué?
Diego: porque cuando estuve en el internado valle seco cometí muchos errores al enamorarme de Azucena, y no quiero que pasé lo mismo en este nuevo internado, ahora solo puedo concentrarme en ser un buen soldado.
Elisabeth: pero si todavía sigues pensando en Azucena... no vas a conseguir tu propósito, necesitas a alguien que te la saqué de la cabeza.
Diego: escúchame Elisabeth, yo no te convengo, tú de mí no sabes nada, si me conocieras un poco mejor, me harías caso y te largarías ahora mismo de esta habitación sin mirar atrás.
Elisabeth: mi madre y la tuya no son las únicas personas del internado aureola que me han hablado de ti, también ha habido otra persona.
Diego: ah sí? quién?
Elisabeth: mi antigua compañera de habitación, Tamara Metro.
Diego: y qué te dijo Tamara sobre mí?
Elisabeth: oh! no mucha cosa, solo que eras guapísimo, que desde la primera vez que había hablado contigo no podía parar de pensar en ti a cada hora, que tenías muchos músculos, que eras muy fuerte, que besabas de cine, y que lo de engañar a su novio Miguel en 4 días no fue culpa suya, ya que tú obtuviste un notable alto en clase de seducción ni más ni menos.
Diego: Ya veo que Tamara te habló fatal sobre mí.
Elisabeth: sí vamos, Tamara te odiaba a muerte, si por ella fuera te hubiese comido para desayunar, merendar, cenar y repetir.
Diego: y ahora que me tienes delante de ti, habrás comprobado que Tamara tiene tendencia a distorsionar la realidad.
Elisabeth: sí vamos, porque tú eres horrible no? o sea que tienes la cara llena de granos y la espalda llena de bultos y...
Diego: Elisabeth, está conversación está siendo muy agradable en serio, pero... si me disculpas, tengo mejores cosas que hacer...
Diego se dirigió hacia la puerta y se la abrió invitándola a marcharse.
Elisabeth: esto qué es? una táctica nueva tuya para intentar seducirme? por que si es eso me resulta bastante pésima.
Diego: Elisabeth, yo no quiero seducirte.
Elisabeth: no, si ya me parecía a mí, seguramente debiste hacer trampa en los exámenes de la clase de seducción, no sé como te lo debiste montar para engañar al profesor pero no hay duda que se equivocaron al darte el notable alto.
Diego: ah sí? eso crees?
Elisabeth: no lo creo, lo afirmo.
Diego se acercó a Elisabeth y apoyando su mano sobre la pared la arrinconó para que no pudiera escaparse y le dijo.
Diego: escúchame monada, si yo quisiera, me sobrarían segundos para hacer que tú cayeras rendida en mis brazos.
Elisabeth: ah sí? no me digas...
Diego: te lo aseguro, la pena es que no quiera así que... tendrá que ser en otra ocasión...
Diego puso sus manos sobre la espalda de Elisabeth llevándola hacia la puerta de salida, y moviéndola suavemente hacia el pasillo.
Elisabeth: eh? qué haces? por qué me echas?-se quejó ella-yo no he dicho que quisiera irme...
Diego: adiós.
Diego le cerró la puerta delante de sus narices. Se volvió a acostar en su cama, sacó el móvil y marcó el número de Azucena.
Diego: Azucena? hola mi amor, te dije que te llamaría, recuerdas? que qué estoy haciendo ahora? echarte de menos. Sí, sí, me acuerdo del plan, no te preocupes, ¿y tú qué haces? no estarás con otro, verdad? yo? que si yo estoy con otra? como se te ocurre semejante estupidez? sabes muy bien que tú eres la única. Cuando cumpla la misión y todos hayan sido infectados con el virus, el virus haya acabado con sus vidas, sus cadáveres se hayan desintegrado gracias al desintegrador de moléculas, volveré contigo, nada nos separara nunca Azucena, lo prometo.
#209
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10/12/2010 11:26
Poco a poco fue anocheciendo, Diego seguía hablando por el móvil con Azucena, sin darse cuenta de la hora que era, él no quería colgar, si lo hacía recordaba que aquella noche iba a tener que dormir solo por primera vez en mucho tiempo, desde que había empezado su relación de noviazgo con Azucena, él no se había parado a pensar hasta que no había llegado ese momento, lo grande que le parecía la cama en aquel instante, y lo mucho, mucho, que echaba de menos dormir abrazado a Azucena.
Al día siguiente, después de pasar toda la noche hablando por el móvil con Azucena, Diego asistió a su primera clase en el internado aureola, con su uniforme amarillo y ocre, la clase era de lealtad, verdad, civismo y caballerosidad.
Diego, mientras el profesor daba sus explicaciones ante la pizarra, no podía evitar bostezar, ya que al haberse pasado toda la noche colgado al móvil no había podido conciliar el sueño.
Cuando la campana sonó, Diego ni se movió, estaba quieto sobre su pupitre con los ojos cerrados, cuando al cabo de media hora más o menos, con toda la clase vacía, Jessica pasó por ahí con su uniforme de limpiadora y dio un golpe bien fuerte con la mano abierta sobre la mesa en la que dormía su hijo, para despertarle.
Diego: qué? qué pasa?-dijo él abriendo los ojos sobresaltado.
Diego vio a su madre frente a él.
Diego: ah! hola mamá, eres tú.
Jessica: sí soy yo, ¿es que acaso esperabas a otra persona?-dijo ella sentándose en el pupitre que había frente a su hijo.
Diego bostezó sin contestar.
Jessica: tienes una cara de sueño... que estuviste haciendo anoche?
Diego: hablar con el amor de vida-dijo él sin apenas darse cuenta.
Jessica: eso quiere decir que Elisabeth te gustó? por qué... te refieres a ella, verdad?
Diego: qué? Elisabeth? sí, sí, claro, Elisabeth es una chica bellísima y... te doy las gracias por habérmela presentado, en serio mamá.
Jessica: lo ves? yo sabía que todo se iba a solucionar, ya verás como en pocos días no te acuerdas ni de la cara de Azucena.
Diego: eso espero mamá.
Jessica: iré a hablar con mi amiga Elisa, le diré que la cita entre Elisabeth y tú fue todo un éxito.
Jessica salió de la clase sin dejar de mirar a su hijo sonriente.
Al rato, los alumnos del internado aureola estaban en clase de artes marciales o de educación física. Todos estaban corriendo afuera en el patio exterior con la sudadera amarilla y los pantalones de chándal azules marino. Al acabarse la clase Diego entró en el internado atravesando la puerta infantil y la sudadera se cambió de color, al proyectarse la luz lunar sobre ella, de amarillo a blanco cambiando el escudo del águila negra por el emblema de las letras azules claro OSJ.
Diego al entrar, se cruzó con Elisabeth que venía con el uniforme puesto blanco y faldita azul marino.
Elisabeth: Diego, hola te estaba buscando.
Diego: Elisabeth, ahora no, no tengo tiempo-dijo él sin dejar de caminar.
Elisabeth: sabes? corren rumores por ahí de que tú y yo hemos pasado la noche juntos.
Diego: ah sí! quería hablarte sobre ello ¿puedes seguirle el juego a mi madre y a la tuya y decirles que todo fue bien entre nosotros dos?
Elisabeth: y por qué iba a hacer yo eso?
Diego: por favor, necesito que mi madre crea que me interesa otra chica para que no sospeché nada de lo que hay entre Azucena y yo.
Elisabeth: entre Azucena y tú? qué pasa realmente con Azucena, Diego?
Diego: nada, tú solo haz lo que yo te digo y ya está.
Elisabeth: un momento... estás con ella verdad? estás con Azucena? ahora lo entiendo todo-dijo ella cruzando lo brazos-en la última reunión de los miembros de la organización de la justicia, Germán nos explicó que Azucena había manipulado el ordenador central, que su hermana mayor había muerto por su culpa y que ella le había amenazado con enviar un topo a su colegio, para cobrarse venganza ¿eres tú, verdad? eres el enviado de Azucena?
Diego se colocó a las espaldas de Elisabeth y tapándole la boca con su mano le dijo.
Diego: no digas ni una sola palabra más, nadie puede saber la verdadera razón por la que estoy aquí, nadie.
Diego se llevó a Elisabeth sin quitarle su mano de la boca, arrastrándola hacia su habitación, una vez llegó allí, ató con una cuerda de pies y manos a Elisabeth y le tapó la boca amordazándola con un pañuelo, la empujó dentro de su armario y cerró la puerta con llave.
Todos los alumnos estaban comiendo en el comedor del internado.
Jessica llevó una cesta de rodajas de pan a la mesa de Diego. Se acercó a su hijo disimuladamente y le susurró.
Jessica: Elisa está preocupada por su hija-dijo ella señalando a Elisa Ramos con el dedo que estaba sentada en una de las mesas del comedor- ¿sabes dónde está Elisabeth?
Diego: hoy no la he visto mamá.
Jessica: seguro?
Diego: claro ¿por qué iba a mentirte?
Jessica: tienes razón, por un momento me he acordado de cuando estábamos en el internado valle seco, allí me ocultabas cosas, pero ahora todo es diferente. Germán intentó convencerme mil veces para que renunciará a ti, me dijo que ya no se podía hacer nada por salvarte porque estabas demasiado integrado en la organización del crimen, pero yo sabía que eso era mentira, yo sabía que tú no me podías decepcionar como hijo, yo sabía que tarde o temprano te darías cuenta y abandonarías el camino del mal, porque tú eres un buen chico Diego, yo lo sé, yo sé que no puedes hacer daño a nadie sin sentirte culpable por ello.
Jessica se alejó de la mesa de su hijo, se acercó a una mesa central y siguió repartiendo cestas de pan por todas las mesas del comedor.
Diego que estaba comiendo un plato de arroz, se le cayó la cuchara dentro del plato salpicando el arroz y ante la sorpresa de sus compañeros, se levantó de la silla y salió del comedor, directo a su dormitorio.
En cuanto llegó, abrió la puerta del armario con llave. Él sacó a Elisabeth afuera, la desató y le quitó el pañuelo de la boca.
Mientras le estaba desatando, habló con ella...
Diego: siento mucho haberte atado, no quería pero tenía que ganar tiempo como fuese, pero... no puedo dejarte aquí encerrada, no puedo.
Elisabeth: eso quiere decir que ya no formas parte del plan de Azucena?
Diego: no, sí que formó, pero me gustaría que tú me guardaras el secreto sin tener que recurrir a la fuerza contigo, no quiero hacerte daño, y no te lo voy a hacer mientras no me obligues a ello.
Elisabeth: por qué estás con Azucena? por qué? con que te tiene amenazado?
Diego: qué? no, no lo entiendes, si estoy con Azucena es porque quiero, Manuela su hermana mayor era mi amiga, y la mejor profesora de manejo de armas que podía haber tenido, y ella ahora está muerta, Manuela era muy importante para Azucena, ellas dos eran algo más que hermanas, estaban muy unidas y solas en el mundo y cuando Manuela murió, fue algo muy difícil de afrontar para Azucena, ella no podía quedarse quieta sin hacer nada, y menos sabiendo que ella era la directora de la organización del crimen y que Germán había tenido la culpa de todo.
#210
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10/12/2010 11:26
Elisabeth: lo que sucedió fue un accidente, Germán no pretendía hacer daño a Manuela, ¿por qué haces esto Diego? ¿qué te ha prometido Azucena a cambio?
Diego: nada, lo hago porque la quiero y solo deseó que sea feliz.
Elisabeth: estáis juntos? me refiero a Azucena y tú... es mentira que no ha pasado nada entre vosotros dos, verdad?
Diego: Azucena y yo somos novios, llevamos cerca de 3 meses juntos, y estamos muy enamorados.
Elisabeth: de verdad crees que Azucena está enamorada de ti? tú no sé lo que sentirás por ella, pero ella te está utilizando para conseguir sus propósitos, solo te dice que te quiere para que hagas todo lo que ella te ordené, pero en cuanto dejes de serle útil, se deshará de ti igual que de un trapo viejo.
Diego: no, eso no es cierto, ella y yo vamos en serio, ella tenía una casa de masajes en el pueblo, estuvo trabajando como prostituta durante 14 años, y dejó su trabajo en cuanto yo se lo pedí, ella me quiere, lo sé.
Elisabeth: y cuál es el plan, Diego? cuál es el plan de Azucena?
Diego: por qué iba a contártelo a ti, eh?
Elisabeth: porque me lo merezco, si voy a guardarte el secreto tengo que saber de que se trata.
Diego: está bien, de todas maneras da igual, tú morirás igual que todos, cuando el virus se extienda.
Elisabeth: qué virus?
Diego: tengo que ganarme la confianza de Germán y hacer que él me llevé hasta la sala del ordenador central, una vez allí instalaré un virus informático.
Elisabeth: y qué? que daño puede hacer eso? de acuerdo sí, a lo mejor el fallo del ordenador causa un caos en el colegio, pero en cuanto los 8 informáticos limpien el ordenador de aquí a unos días todo volverá a la normalidad.
Diego: no lo entiendes, el virus informático que ha creado Azucena no daña a los ordenadores, nadie sabrá que hay un virus en el sistema porque nadie lo detectara, el virus informático lo que hace es enfermar a toda persona que toqué la máquina, el virus se transmite directamente de la máquina a la persona, nunca de una persona a otra, y si lo instaló en el ordenador central el virus se propagara por todos los cables de todos los aparatos que hayan estado en contacto con algún enchufe en las próximas 24 hras. después de la infección.
Elisabeth: estás hablando en serio?
Diego: completamente, de aquí a 7 días todos los que se hayan infectado morirán, todo el internado aureola entrara en una epidemia mortal.
Elisabeth: todos, incluido los niños?
Diego: sí, bueno si son bebés no, si son bebés Azucena me ha dicho que los salvé, pero si tienen a partir de un año, sí, todos los miembros de la organización de la justicia deben desaparecer, así la única organización que existirá será la del crimen, igual como ha sido siempre generación tras generación antes de que pasaran 20 años y Germán traicionara a su propia organización para crear a otra organización rival.
Elisabeth: ese es el plan más cruel de venganza que he oído en toda mi vida.
Diego: lo sé, Azucena es así, siempre tiene que hacerlo todo a lo grande.
Elisabeth: dime una cosa, en serio Azucena es tan guapa como dicen? yo no la conozco personalmente pero he oído hablar tanto de ella...
Diego: Azucena es asombrosamente hermosa, nunca te cansas de mirarla, a veces cuando la tengo cerca y estoy con ella, me resulta imposible de creer incluso que sea humana.
Elisabeth: vale, de acuerdo, te guardaré el secreto, pero a cambio quiero que hagas algo por mí.
Diego: qué quieres?
Elisabeth: evita que me contagié y llévame contigo a la organización secreta del crimen.
Diego: cómo dices?
Elisabeth: yo solo estoy en esta organización por mi madre, pero a mí me mola más el lado del mal, si me llevas contigo, juró que no digo nada a nadie sobre la epidemia.
Diego: en serio vas a colaborar conmigo? y tu madre? no te importa que ella se contagié?
Elisabeth: no, me trata como una cría, estoy harte de tener que obedecerla siempre en todo, quiero pertenecer a la organización del crimen ¿y tú puedes ayudarme con eso, verdad?
Diego: sí, claro que puedo.
Elisabeth: entonces... lo harás?
Diego: sí, de acuerdo, cuando el virus se propagué, tú y yo seremos las únicas personas sanas y vivas de todo el internado.
Elisabeth: es un trato?
Elisabeth le tendió su mano a Diego.
Diego: lo es-dijo él estrechando la mano de Elisabeth cerrando el acuerdo.

10 días después...

Diego estaba en el despacho del director del internado aureola, hablando con Germán.
Germán: has sacado suficientes bajos en todas las asignaturas, de verdad esto no me lo esperaba de alguien con tu fama en el internado valle seco, que pasa? no estás a gusto en este colegio?
Diego: no, todo va de maravilla, en serio he intentado esforzarme al máximo, pero las clases son muy difíciles, ya hablamos de esto anteriormente, ya dije que si me daban tan buenas notas en la otra organización era porque me tenían enchufado por ser el hijo de Ramón Clero.
Germán: me resulta un poco difícil creer esto, pero las notas hablan por si solas, hablaré con todos los profesores sobre ti, que me cuenten como te comportas en clase y según lo que me digan, tomaré una de las decisiones más importantes de mi vida.
Diego: cuál?
Germán: necesito hacer cambios en el ordenador central de este internado, los 8 informáticos que lo manejan y yo iremos a un almacén donde venden piezas robadas de distintos ordenadores, tardaremos por lo menos 2 días en regresar, necesitaré a alguien que se encargué del ordenador durante todo ese tiempo ¿te gustaría ser tú?
Diego: yo? quedarme a cargo del ordenador central? si ni siquiera sé como utilizarlo?
Germán: no hace falta, dejaré encendido el control automático, tú solo deberás apretar la tecla intro cada vez que el emblema de las letras OSJ aparezca en los monitores, además mejor para mí que no sepas como manejarlo, así puedo estar seguro que no te aprovecharas de estar completamente solo estos dos días frente al ordenador central y no causar ningún estropicio a la vuelta.
Diego: o sea que confías en mí por ser un inútil con los ordenadores?
Germán: sí, a veces la ignorancia es sabia ¿qué, te apetece? ninguno de los alumnos ha estado jamás tan cerca del ordenador central como lo estarás tú.
Diego: sí, está bien ¿por qué no? así de paso aprenderé algo nuevo.
Germán: perfecto, entonces esta tarde a las 8 te llevaré hasta el ordenador central, te lo enseñaré todo.
Diego: en la sala del ordenador central hay un manual de instrucciones, cierto?
Germán: cierto, pero yo tardé 5 años en comprender el manual, créeme aunque te lo leyeras mil veces no sabrías utilizar el ordenador.
Diego: y Azucena? ella sí que es capaz de manejarlo en menos de 5 años, verdad?
Germán: Azucena, es diferente, tiene un don, ya arreglaba ordenadores más complicados que el ordenador central de este internado, cuando tan solo tenía 6 años.
Diego: entonces... si contara con la ayuda de Azucena si que podía manejar el ordenador y no sé... introducirle un virus por ejemplo?
Germán: cierto, podías hacerlo, pero Azucena nunca te ha hecho el más mínimo caso, cierto?
Diego: sí, yo lo hubiera dado todo si solo Azucena me hubiera mirado una sola vez con amor, pero no, yo en el internado valle seco nunca fui más importante para ella que cualquiera de sus demás alumnos.
Germán: entonces sé que puedo confiar en ti ¿quedamos hoy a las 8 en la puerta del ascensor del garaje que conduce a los pasadizos?
#211
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10/12/2010 11:27
Diego: por supuesto.
Germán y Diego estrecharon sus manos.
Diego salió del despacho. Su móvil sonó, se lo sacó del bolsillo y vio un mensaje que le acababa de mandar Azucena. Era una animación en donde salían corazones en movimiento que al explotar dejaban ver el nombre de DIEGO en la pantalla.
Diego marcó el número de Azucena.
Diego: hola mi amor, acabo de recibir tu mensaje, sabes qué? Germán se va a ir con los 8 informáticos a un almacén para añadirle piezas nuevas al ordenador, me va a dejar solo en la sala del ordenador central durante dos días, sí, el plan de suspender aposta las asignaturas funcionó. Te quiero, esta tarde a las 8 instalaré el virus en el ordenador, todo saldrá como tú querías Azucena, todo.
Y Diego colgó el móvil.
Horas más tarde... Diego se asomó a la cocina del internado aureola y vio a su madre, limpiando la vitrocerámica.
Diego fue para allá y le dejó el cheque de 600.000 € en la mesa, intentó marcharse sin que ella le viera, pero Jessica fue más rápida que él y le llamó al verle salir...
Jessica: Diego!!
Diego: sí mamá?
Jessica: qué es esto?-dijo zarandeándole el cheque de 600.000 euros frente a su hijo.
Diego: un cheque de 600.000 € al portador, quiero que todo ese dinero sea para ti.
Jessica: quién te lo ha dado?
Diego: Azucena Terrón, ella quiere que tú te salves de la epidemia y yo también lo quiero, eres mi madre, por nada del mundo quisiera que te sucediera nada por culpa mía.
Jessica: qué epidemia Diego?
Diego: mamá no te enfades vale? pero te he mentido, no he venido al internado aureola a quedarme, vine porque la hermana mayor de Azucena murió hace poco, por culpa de Germán y Azucena como nueva directora de la organización, tras la muerte de Jorge, necesitaba vengarse de él.
Jessica: qué? qué me estás contando?
Diego: es una historia muy larga, hace 20 años Azucena y Germán fueron novios, él era el director y ella una alumna, Germán quería destruir la organización del crimen pero sabía que no lo conseguiría mientras siguiese dentro de ella, por eso abandonó la organización, abandonando también a Azucena el amor de su vida, dejándola en manos de su hermano pequeño Jorge quién al obtener todo el poder del colegio y la organización le abrió una casa de masajes a Azucena, explotándola sexualmente para conseguir fondos para el colegio. Azucena además de trabajar como prostituta era mi profesora de artes marciales y yo me fui enamorando de ella día tras día, su hermana Manuela que estaba casada con el profesor de psicología y tenían dos hijas de 16 años gemelas, se quedó embarazada por segunda vez, y Germán visitó el internado 20 años después, estuvo en la habitación de Manuela y Fabián, alteró a Manuela, el parto se le adelantó, y ella murió tras dar a luz. Como Azucena había sido declarada nueva directora tras la muerte de Jorge, me mandó a mí aquí, para buscar justicia sobre la muerte de su hermana.
Jessica: que Jorge murió? Jorge está muerto?
Diego: sí, fui yo quién lo maté.
Jessica: tú?
Diego: tenía que hacerlo ¿no lo entiendes? Jorge estaba aprovechándose de Azucena, la tenía esclavizada y no podía permitir que Jorge siguiera tratándola de ese modo, si él seguía vivo corría el peligro de que tarde o temprano volviera a reabrirle la casa de masajes. Y no podía dejar que eso pasara, porque Azucena es solo para mí, para ningún hombre más.
Jessica: qué? cómo que Azucena es solo para ti? no habíamos quedado en que ella nunca te había hecho caso? Diego que ocurre entre Azucena y tú?
Diego: ella... ella y yo somos novios, llevamos cerca de 3 meses juntos, durmiendo todas las noches en la misma cama, la quiero mamá, vale, la quiero, y es mentira que me dispararon miembros de la organización del crimen para venir aquí, es mentira que quería pertenecer a esta organización, y es mentira que nunca ha habido un beso entre Azucena y yo, porque no ha habido uno mamá, han habido cientos.
Jessica: y en que consiste esa venganza Diego?
Diego: he conseguido que Germán confié en mí para dejarme solo frente al ordenador central, instalaré un virus, un virus mortal que se contagia de la máquina a la persona, en 24 hras deberás permanecer alejada de todo aparato que haya estado en contacto con algún enchufe, todas las personas infectadas morirán a los 7 días, los síntomas son los mismos que los de un catarro normal.
Jessica: no, no puedes matar a todos los miembros de la organización de la justicia, si lo haces, la organización del crimen reinara en el mundo, no habrá nadie que la pueda parar, nadie.
Diego: mamá voy a hacerlo, por Azucena, ella confía en mí y yo no puedo traicionarla, además las dos organizaciones son igual de malas, aquí también matan a gente, ¿y sabes que es lo peor? que incluso matan a sus propios miembros de la organización sacrificándolos ante un volcán si cometen errores en las misiones, en la organización del crimen no es así, allí está prohibido atacar a miembros de tu misma organización, nos protegemos los unos a los otros, porque todos estamos dentro del mismo equipo.
Jessica: claro, os protegéis porque todos sois crueles asesinos sanguinarios que jugáis con la inocencia de las demás personas, verdad?
Diego: no mamá, no es así, yo dejaría este mundo si pudiera hacerlo, pero no para unirme a la organización de la justicia, sino para vivir en el mundo real, lejos de todo, y empezar una nueva vida. Y con el dinero de este cheque puedes escapar de aquí y no acordarte nunca más de que existe este sitio.
Jessica: de donde has sacado el dinero hijo? te lo dio Azucena de acuerdo ¿pero de donde lo sacó ella?
#212
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10/12/2010 11:28
Diego: de robos, del trafico sexual de androides porque él de humanos está prohibido junto con el cierre de su casa de masajes, de ventas de drogas, aunque perdimos mucho dinero cuando el almacén con los traficantes fue asaltado por la organización de la justicia, del negocio de la venta de coches robados, de trafico de armas ilegales y no sé de más negocios fraudulentos que tiene la organización del crimen.
Jessica: qué? y me lo dices tan tranquilo? no quiero este dinero hijo, es dinero sucio, no puedo aceptarlo.
Diego: mamá por favor, es solo dinero, sino lo aceptas no vas a poder escaparte de aquí.
Jessica: está bien, me iré, pero si tú vienes conmigo.
Diego: qué? yo... yo no puedo, tengo que volver al lado de Azucena.
Jessica: por qué?
Diego: ya te lo he dicho mamá, la quiero.
Jessica: no, esto no puede ser, todo esto parece una pesadilla, los perros de Germán te encontraron en el bosque desangrándote, si todo era un montaje, quien te disparó? quién?
Diego: Azucena, ella me trajo en coche hasta el bosque y después me disparó pata tener una coartada y que nadie sospechara de mi visita a este internado.
Jessica: Azucena te disparó? podría haberte matado?
Diego: no mamá, eso es mentira, ella me quiere, si hubiera querido matarme lo hubiese hecho, es una asesina profesional, no me disparó a matar, solo eran heridas superficiales, sabía que me curarían en la clínica de los pasadizos.
Jessica: vale, de acuerdo, entonces qué piensas hacer? propagar el virus y dejar que todos mueran? incluidos los niños?
Diego: sí, todos, sin excepciones, Azucena es la que ideo el plan y ella es la que pone las reglas.
Jessica: qué? pero tú te estás oyendo? Diego que son niños! ellos ni siquiera tienen conciencia de en donde están estudiando, ¿qué está haciendo esa mujer contigo, eh? ¿por qué te estás dejando manipular por ella? por qué?
Diego: mamá tú no lo entiendes vale? Azucena ha sufrido mucho en la vida, toda la gente de la que se ha rodeado siempre ha intentado utilizarla a su antojo, yo no quiero matar a nadie, pero el mundo se lo debe a Azucena, ella solo está intentando equilibrar las cosas.
Jessica: Diego, si de verdad crees que voy a coger ese dinero y marcharme de aquí sin ti y dejar que vuelvas al lado de Azucena es que no me conoces de verdad, no pienso hacerlo, vale? eres mi hijo! ya cometí el error de dejarte al lado de ella hace algo más de 1 mes y mira en que te ha convertido. Diego vente conmigo, no propagues el virus y escápate conmigo, juntos, lejos de todo, nunca nadie nos encontrara y no tendrás que dar explicaciones a nadie sobre porque no seguiste adelante con el plan. Por favor Diego, abandona este mundo para siempre, y deja que la organización de la justicia se enfrente sola a la organización del crimen.
Diego: claro y dejar que Azucena muera, verdad?
Jessica: ella merece morir, no lo entiendes Diego, no puedes seguir al lado de ella, ¿de verdad me estás diciendo que quieres a una mujer que ha estado a punto de matarte y que te está obligando a matar a niños inocentes?
Diego: tú no lo entiendes vale? ella me quiere, no puedo traicionarla.
Jessica: que te quiere? deja ya de repetir eso Diego! como puedes llamar amor a lo que hay entre ella y tú? por favor, que tú tienes 16 años y ella 35, estuvo a punto de matarte Diego, no sé lo que sentirás tú por ella, pero Azucena quererte a ti? después de que te disparara?
Diego: mamá, como tengo que decírtelo? solo fueron heridas superficiales! además sino me quisiera ni siquiera se tomaría molestias en matarme, Azucena tiene una visión diferente de la vida y me quiere a su manera, tú no la conoces como yo.
Jessica: Diego con lo que conozco de esa mujer me sobra y me basta créeme, estamos hablando de alguien que durante 14 años ha sido prostituta y les ha sacado dinero y todos los favores que ha querido a todos los hombres con los que se ha acostado, ¿cómo sabes que no está haciendo lo mismo contigo?
Diego: porque a mí me quiere mamá, se retiró del negocio de la prostitución porque yo se lo pedí...
Jessica: y te ha sido fiel?
Diego: qué?
Jessica: que si te ha sido fiel durante estos meses.
Diego: sí, bueno lo fue menos por una vez que pasó la noche con Alfonso Metro, ya sabes él que era socio de Germán Puertas y dueño de la constructora que ayudó a construir este internado.
Jessica: así que pasó la noche con otro hombre después de haber dejado su negocio y haberte prometido fidelidad a ti?
Diego: sí pero no fue culpa suya, ya la perdoné por eso fue un error y nunca más ha vuelto a suceder nada parecido, Azucena es adicta al dinero y Alfonso le ofreció un cheque en blanco a cambio de acostarse con ella, no pudo decirle que no.
Jessica: ah! muy bien o sea que me estás diciendo que tu novia es una mujer que además de ser una ladrona profesional es cleptómana?
Diego: mamá, está en tratamiento vale? y ya te he dicho que solo fue una vez!
Jessica: muy bien, y según tú que es lo que tengo que hacer yo como madre? aceptar la relación que tienes con Azucena a pesar de no estar de acuerdo con ella?
Diego: no la aceptes sino quieres, pero no me obligues a dejar a Azucena, por favor, no me obligues a dejar de verla.
Jessica: Diego no pienso irme de aquí sin ti, ¿quieres que yo siga a salvo sí o no? contéstame!
Diego: sí, eres mi madre, tú a mí me importas de verdad, en serio.
Jessica: entonces te vendrás conmigo y óyeme bien, si salimos con vida de ésta, quiero que dejes de ver a Azucena para siempre, y si el destino quiere que os volváis a ver, quiero que me prometas que no volverás a acostarte con ella.
Diego: qué?
Jessica: prométemelo, no lo entiendes? ella dice que te quiere pero no es así, ella tiene más experiencia que tú y se vale de ella para utilizarte, no puedes dejar que ella te siga controlando, no puedes Diego.
Diego: pero mamá yo...
Jessica: promételo, por favor, prométeme que no volverás a acostarte con Azucena o dejas de ser hijo mío para siempre.
Diego: mamá yo, yo...
Diego bajó su mirada hacia el suelo.
Diego: te lo prometo, no volveré a acostarme con Azucena, nunca más.
Jessica abrazó a su hijo.
Jessica: gracias Diego, gracias por mostrarme todavía un rayo de esperanza, sabía que al final acabarías reaccionando, yo sé que tú no eres malo.
Jessica se separó de su hijo...
Jessica: iré a guardar este cheque de 600.000 € en un sitio seguro.
Jessica salió de la cocina.
Diego se quedó a solas, sacó una foto de su bolsillo donde estaban Azucena y él juntos cogidos de la mano, sonriendo, la rompió mientras lloraba, y arrugó los pedazos de esa foto cerrándolos en el puño de su mano.

FIN DEL CAPITULO 20
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10/12/2010 11:29
CAPITULO 21
DECIMO DE LA SEGUNDA TEMPORADA

GRAVEDAD

En el internado aureola se veían a un gran grupo de alumnos vestidos con sus uniformes amarillos y ocres sino les había llegado a tocar la luz lunar y blancos y azules marinos si sí les había tocado la luz lunar el suficiente tiempo para que la tela cambiara de color. Todos estos alumnos estaban sentados o bien en las escaleras principales o en las sillas en frentes de las mesas de roble de la biblioteca escolar, con los libros de las diferentes asignaturas de la organización estudiando, los libros eran de matemáticas, literatura o ciencias pero si los alumnos se ponían unas gotas especiales y exclusivas fabricadas en los laboratorios de los pasadizos en los ojos y leían con los libros al revés, la información de sus páginas cambiaba y se reflejaban en ellas tácticas infalibles de seducción, reglas de como disparar una pistola, o trucos para negociar y conseguir las mayores estafas posibles. Al sonar la campana todos estos alumnos se guardaron los libros en sus mochilas y entraron en clase.
Era la hora de la asignatura creación de venenos y antídotos.
El profesor comenzó a hablar mientras escribía en la pizarra los ingredientes a utilizar para un veneno.
profesor: hola, como ya sabéis esta clase es casi primordial si queremos enfrentarnos a nuestros enemigos de la organización del crimen, allí estudian la misma asignatura pero en la mayoría de ocasiones no buscan antídotos para los venenos, aquí sí, como veréis tenéis los ingredientes del nuevo veneno apuntados en la pizarra es vuestra responsabilidad además de crearlo con éxito buscarle un antídoto efectivo, adelante empezar a vaciar los tubos de ensayo.
Todos los alumnos empezaron a mezclar mejunjes de distintos colores y a crear reacciones químicas entre ellos.
Al cabo de un rato la campana que anunciaba el final de la clase sonó, todos los alumnos salieron del aula. Diego Marremo se colgó la mochila del hombro y salió de la clase dirigiéndose a toda prisa hacia su cuarto del segundo piso del colegio.
Diego en cuanto llegó a pisar su cuarto dejó caer la mochila y a él mismo sobre el colchón de su cama muy abatido.
Justo en ese instante alguien golpeó a la puerta con el puño cerrado.
toc! toc!
Elisabeth, la alumna de 16 años hija de Elisa Ramos, amiga de la madre de Diego, entró en el dormitorio.
Elisabeth: Diego, quería saber si ya has estado en la sala del ordenador central.
Diego al verla, se levantó de la cama sentándose en ella.
Diego: sí, sí que he estado. Germán me la ha ensañado toda, aunque él todavía no ha salido de viaje hasta el almacén de piezas robadas en compañía de los 8 informáticos, pero ya he estado allí y me ha hablado de él y me ha dejado tocarlo para que esté preparado para cuando llegué el gran día en que tenga que estar yo solo en la sala.
Elisabeth: entonces el plan sigue en marcha, verdad? el virus será instalado y tú y yo nos fugaremos de aquí, y cumplirás tu promesa de ayudarme a introducirme y ser miembro de la organización del crimen.
Diego: no Elisabeth, el plan se ha anulado.
Elisabeth: cómo dices?
Diego: lo he pensado mejor, hace unos día hablé con mi madre y le conté toda la verdad, no sé lo que vas a hacer tú Elisabeth, pero yo voy a dejar para siempre la delincuencia y voy a huir con mi madre aprovechando el cheque que me dio Azucena de 600.000 € para ella, mi madre y yo empezaremos una nueva vida lejos de aquí, en el mundo real, olvidándonos para siempre de que existen organizaciones secretas dedicadas al crimen y a la justicia, el virus nunca existirá, sé que mi madre y yo tendremos que escondernos de por vida porque si nos encuentran y se enteran de mi traición a la organización del crimen, nos mataran, pero valdrá la pena si podemos vivir aunque solo sea por unos días como personas normales.
Elisabeth: no lo entiendo Diego, tú... parecías estar tan enamorado de Azucena cuando hablaste conmigo... ¿en serio vas abandonarlo todo incluyendo a ella e irte de aquí sin instalar el virus?
Diego: sí, en serio, lo siento si te habías hecho ilusiones, pero ya lo tengo decidido, no quiero matar a millones de niños inocentes. Yo no deseaba la muerte de Manuela, pero esta venganza es demasiado cruel para llevarla a cabo.
Elisabeth: eso quiere decir que tú y Azucena ya no volveréis a estar juntos nunca más?
Diego: no, nunca más.
Elisabeth: entonces si tu relación con Azucena queda rota para siempre tú podías empezar una nueva relación con otra chica no?
Diego: sí, supongo que sí, pero Elisabeth yo me voy a ir de aquí con mi madre, probablemente tú y yo no nos volvamos a ver jamás...
Elisabeth: si eso es cierto, quizás deberías intentar llevarte un buen recuerdo de mí ¿no crees?
Elisabeth se sentó en la cama al lado de Diego y se acercó a él para besarle.
Diego: sí, tal vez...
Diego sonrió, y se acercó él también para unir sus labios con los de Elisabeth... cuando estaban a punto de besarse, Elisabeth colocó su mano sobre el pecho de él, una lucecita roja parpadeante se veía intermitente bajo el jersey amarillo del uniforme.
Elisabeth al tocar esa luz se quemó la mano y se apartó de Diego expresando un leve quejido de dolor con la boca.
Diego se miró el pecho, se vio la luz y levantándose de la cama abrió la puerta para invitar a salir a Elisabeth al exterior.
Diego: vete, vete de aquí-dijo él con nerviosismo.
Elisabeth: pero Diego ¿qué sucede? qué significa esa luz de tu pecho?
Diego: nada, vete, y rápido.
Elisabeth se terminó por marchar sin entender lo que pasaba.
Diego cerró la puerta de su habitación, se apoyó contra ella y dijo pensando en voz alta.
Diego: oh no! la bomba! casi me había olvidado de ella! no puedo irme de aquí sin instalar el virus, si lo hago Azucena hará estallar la bomba y si mi madre está cerca de mí la explosión podía afectarle también a ella, tal vez, si me marchó con mi madre pero instaló el virus tal como me pidió Azucena, ella se apiadé de mí y me perdoné la vida. Tengo que instalar ese virus, no me queda otra salida, luego huiré pero el virus, tengo que instalarlo quiera o no.
Más tarde, Nuria Destino, la socia de Germán Puertas y antigua cocinera del internado valle seco. Ella, entró en el cuarto de Julia Almo, la otra socia de Germán, madre de Manuel, Aníbal y Alberto Lomo y difunta esposa de Álvaro Lomo (actual marido de la androide Luz Diesel). Al entrar Nuria en el cuarto de Julia buscándola después de varios días sin tener noticias de ella, vio el cuarto exageradamente arreglado, y muy pulcro, como si llevara tiempo sin ser utilizado por nadie, hacia olor a cerrado, no habían huecos en la cama, y el armario estaba vacío de ropa, al igual que los cajones de la cómoda. Nuria halló la llave del ascensor que utilizaba Julia habitualmente para llegar al volcán de la justicia que se hallaba en los pasadizos secretos atada con un cordel en el pie de la lamparilla de noche de la mesita.
Nuria salió del cuarto y se dirigió a uno de los 8 ascensores del segundo piso del colegio, ya que había 8 ascensores repartidos por cada uno de los 4 pisos de los que se componía el colegio y uno solitario en el garaje.
Nuria nunca había utilizado ella sola ninguno de los ascensores siempre había sido acompañada por Julia o Germán, por separado o juntos, pero aquella ocasión era especial.
#214
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10/12/2010 11:33
Nuria abrió las puertas que ocultaban al ascensor a la vista del público con las llaves, se metió dentro, colocó la llave en la ranura del piso indicado, la giró y llegó hasta la
sub-planta del colegio. Allí salió, volviendo a utilizar las llaves para ocultar el ascensor.
Nuria paseó por los pasadizos secretos, el techo estaba lleno de focos que se iluminaban a cada paso de ella. Nuria caminó hasta una sala llena de científicos con bata blanca, tanto hombres como mujeres y de todas las edades.
Los científicos estaban realizando operaciones, en medio de la sala había una fuente de piedra con agua cristalina, llena de bolitas rojas diminutas y montones de niños sentados alrededor de esa fuente.
Los niños estaban como hipnotizados, las bolitas rojas al mojarse desprendían un aroma irresistible para los niños, inofensivo para los adultos.
Los científicos tenían dos cuerpos de dos niños de 6 años abiertos en canal tumbados en dos camillas en medio de la sala, a la derecha de la fuente. Ellos sacaban órganos de aquellos dos niños y los introducían en botes de cristal. Después, cogían a los niños del alrededor de la fuente, que estaban bajo el efecto hipnótico de las bolitas rojas y los pinchaban haciéndoles transfusiones de sangre de aquellos dos niños muertos y estudiando sus reacciones, había niños que les salía espuma por la boca y a quienes se le debilitaban los huesos y se le iban rompiendo mientras se le desencajaban sus extremidades del tronco.
Nuria vio todo aquello horrorizada, escondida, muchos de esos niños eran alumnos del internado aureola, Nuria no podía entender si Germán estaba al corriente de aquello como podía permitir aquel maltrato hacia los niños de su propia organización.
Nuria vio entrar a Germán por la puerta de la sala, él se acercó hacia uno de los científicos y Nuria reconoció a Sebastian.
Germán y Sebastian hablaron...
Germán: qué? cómo van los experimentos para encontrar una cura para Azucena?
Sebastian: no muy bien, los niños están reaccionando muy mal a las trasfusiones de sangre de Aníbal y Alberto.
Germán: tenéis que seguir probando, sino la muerte de los hijos de Julia, mi amiga, habrá sido en vano.
Sebastian: dudo mucho que encontremos el antídoto para Azucena y estamos matando muchos niños de familias enteras que confían en nosotros.
Germán: tú trabajas para mí, seguirás con los experimentos hasta el final.
Sebastian: pero los hijos de tu amiga Julia están muertos, Aníbal y Alberto ya son historia, cualquiera sabe que ha sido de Manuel y su madre también está muerta, todo por intentar hacer un bien en el mundo, liberar a su hijo mayor para que matara a Azucena.
Germán: Azucena no puede morir ¿me oyes? no puede morir, su vida vale más que la de cualquiera.
Sebastian: sé que el error de que Azucena esté enferma fue mío y tal vez si Azucena no hubiera tenido esa carga sobre su vida desde los 2 años por mi culpa, ella sería ahora una mujer diferente, más generosa y más en deuda con el mundo, pero sin embargo ha nacido y crecido en la organización del crimen y nunca ha accedido a abandonarla, al contrario de lo que puedas pensar, el mundo no necesita que Azucena siga viva.
Germán: el mundo no, pero yo sí. Los experimentos se seguirán realizando, nadie puede saber nada de que Manuel se escapó de este internado y que tanto Julia como sus dos hijos pequeños Aníbal y Alberto murieron desgraciadamente ¿me oyes? todo seguirá siendo un secreto bajo llave. Y sino, hay un volcán con lava que espera sacrificios.
Germán abandonó la sala.
Sebastian: ojala le hubiera inyectado a Azucena cuando tenía 2 años de edad una triple dosis y media más de la formula de la superfuerza, así tal vez, ella hubiese muerto entonces de niña, y yo no me tendría que ver obligado a condenar las vidas de estos infelices niños.
Nuria salió de la sala sin ser vista por nadie.
Nuria siguió caminando por los pasadizos secretos, llegó al ascensor e introduciendo la llave en la ranura subió a la superficie del internado.
Nuria estaba en la cocina del internado aureola preparando un pastel de chocolate con almendras.
Nuria sacó el pastel del horno, lo cortó en pedazos y le ofreció un trozo a Caridad Ponetra que acababa de entrar con su uniforme blanco y azul marino a la cocina.
Caridad: uhhhhhhhhhhhmmmmmmmmmm!! que rico!! pastel de chocolate!
Nuria: Caridad, puedo preguntarte algo sobre Manuel?
Caridad: toma, no quiero más.
Nuria: por favor, he estado en los pasadizos, Germán no lo sabe, he visto cosas, están torturando a niños de esta organización, y lo están haciendo por encontrarle una cura a Azucena Terrón, la antigua amante de Germán.
Caridad: Germán no es de fiar, quizás lo era antes, no lo sé, pero de un tiempo a esta parte Germán ha cambiado, el dolor por estar separado de Azucena durante tantos años le ha hecho cambiar, Aníbal y Alberto murieron, Germán quiso experimentar con ellos al ser las únicas personas que todavía no habían perdido la superfuerza debido a la formula secreta que se les inyectó a los dos años, pero a causa de los experimentos murieron sin remedio, Manuel fue encerrado conmigo en las mazmorras como castigo a intentar liberarme y su madre le salvó al enterarse de todo gracias a Sebastian, el científico que trabaja en los laboratorios, y le pidió que vengara la muerte de sus dos hermanos regresando al internado valle seco y matando a Azucena.
Pero su madre murió esa misma noche por unos de los guardias, de una apuñalada con su navaja, por haber liberado al prisionero y Manuel todavía no ha regresado de su misión. Germán habló conmigo cuando yo pasé las pruebas médicas para conseguir ser una alumna más de este centro y me dijo que probablemente Manuel se habría quitado la vida al sentirse atraído por la belleza de Azucena y haberse sentido culpable por no haber tenido el suficiente valor como para matarla.
Nuria: y tú piensas que de verdad eso es posible?
Caridad: antes pensaba que no, pero cuando la madre de él bajó a liberarle y mencionó el nombre de esa mujer a Manuel se le iluminaron los ojos al recordarla, yo no quise darle importancia a ese hecho, él no paraba de decirme que me quería y que volvería, pero su mirada reflejaba otra cosa.
Caridad comenzó a llorar.
Nuria abrazó a Caridad para consolarla.
Minutos después... Nuria volvía a estar en los pasadizos secretos, esta vez por orden de Germán. Nuria entró en la sala del ordenador central, estaba vacía, sin informáticos, solo Diego Marremo.
Nuria entró con un pedazo del pastel de chocolate y un vaso de agua para ofrecérselo a Diego.
Nuria: Hola Diego, Germán me ha dicho que te trajera algo de comer.
Diego: gracias.
Diego bebió un sorbo de agua y comenzó a comerse el pastel con la cuchara.
Nuria: Diego en este tiempo he conocido a tu madre, es una mujer encantadora, por eso sé que tú debes ser un buen chico, por eso sé que puedo confiar en ti y contarte lo que he descubierto ¿tú sabías que Julia Almo, la madre de uno de tus compañeros del internado valle seco, era una de las socias al igual que yo en este colegio de Germán?
Diego: sí, ¿donde está ella ahora?
Nuria: muerta, sí lo sé, es increíble, yo me acabó de enterar hace poco, Aníbal y Alberto también están muertos ¿sabes por qué? porque Germán quiso experimentar con ellos para encontrar una cura para Azucena. Julia se enteró de su muerte, liberó a Manuel de las mazmorras, lugar donde Germán lo había encerrado por querer sacar a su novia Caridad de allí, antigua prisionera de las mazmorras del internado valle seco. Cuando le liberó le encargó una misión, la misión de matar a Azucena para vengar la muerte de sus dos hermanos y Julia murió esa misma noche cuando uno de los guardias la apuñaló tras saber de la fuga de Manuel.
#215
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10/12/2010 11:34
Diego: Julia está muerta? Manuel también lo está, regresó al internado, yo estuve con él, compartimos habitación, estudiamos juntos, por unos días creí volver a recuperar a mi amigo, pero él había robado botellitas del jarabe para reducir la superfuerza de los laboratorios y se las dio a Azucena, yo creía que eran para ayudarla, pero ahora todo encaja, todo formaba parte de un malévolo plan para quitarle la vida, y casi lo consigue.
Nuria: casi...?
Diego: en el último momento cuando a Azucena le dio una taquicardia Manuel le hizo el boca a boca salvándole la vida, y poco después se suicidó de un disparó en la sien, todavía no entiendo porque actuó de ese modo.
Nuria: he estado hablando con Caridad, ella me ha dicho que a lo mejor cabe la posibilidad de que Manuel se pegará el tiro por no haberse visto capaz de matar a Azucena, no después de tenerla delante de él y comprobar, que todavía seguía siendo una de las mujeres más bellas del planeta.
Diego: me estás queriendo decir que mi amigo se suicidó porque sentía atracción por mi novia?
Nuria: por tu qué?
Diego: por mi... o sea por la mujer que yo hubiera querido conquistar y haber tenido como novia.
Nuria: sabes? Aníbal y Alberto no son los únicos niños que han muerto por culpa de los experimentos realizados para encontrar una cura para Azucena, Germán está realizando transfusiones de sangre a niños de este colegio, en secreto en los laboratorios, yo lo he visto, pero él no sabe que lo sé. Todo esto es terrible! yo antes de trabajar aquí fui cocinera en el internado valle seco, conocí a Azucena cuando ella tan solo tenía 15 años, yo nunca supe nada de que aquel colegio era en realidad una organización para formar a criminales, pero en cuanto lo supe, la persona en la que menos sospechaba que tuviera algo que ver con ellos era Azucena Terrón, ella era de las pocas alumnas que tenía trato amable conmigo, siempre le faltó el cariño de una madre y yo intenté dárselo, yo entonces tenía a mi padre enfermo, ella siempre me daba medicinas para él y él gracias a ellas consiguió alargar su vida durante 3 años más de los que le diagnosticaron los médicos, yo entonces no sabía como conseguía las medicinas, ni me importaba, ahora sé que las cogía de los laboratorios de los pasadizos secretos. El pastel de chocolate que te estás comiendo, era uno de los postres preferidos de Azucena.
Diego dejó de comer por unos instantes...
Diego: si Germán está realizando experimentos para encontrar una cura para Azucena, debe de tener en algún lugar archivos y documentos sobre su seguimiento ¿sabes donde puede guardar esos documentos?
Nuria: no sé, quizás en su despacho...
En ese momento Caridad entró también en la sala.
Caridad: perdonar, Nuria, Germán te está buscando, me ha dicho que vayas a verle inmediatamente.
Nuria: qué Germán me busca a mí? que raro ¿que querrá ahora?
Y Nuria abandonó la sala.
Diego y Caridad se quedaron solos...
Diego: perdona ¿tú eres Caridad, verdad?
Caridad: sí, así es como me llamo.
Diego: tú eras la chica de Manuel Lomo ¿cierto? él me habló de ti.
Caridad: de verdad? que pasó con Manuel? donde está él ahora? sigue recordándome? que sabes de él, Diego? dime , que fue lo último que supiste de Manuel?
Diego: tranquila, todo está bien Caridad, yo sé donde está Manuel, yo te llevaré a su lado, solo tienes que confiar en mí, solo confía en mí.
Diego se acercó a Caridad mirándole fijamente a los ojos, repitiendo la misma frase una y otra vez mientras iba bajando el volumen de su voz, y poco a poco a Caridad le pesaron los párpados, y ella cayó dormida en los brazos de Diego.
Diego sujetándola para que no cayera al suelo, dijo.
Diego: muy bien Caridad, ahora me vas a oír atentamente, vas a hacer un pequeño trabajito por mí, vas a entrar en el despacho de Germán y vas a robarme unos documentos donde figuren el nombre de Azucena Terrón ¿lo oyes? llevaras a mi cuarto esos documentos y una vez los hayas dejado sobre mi cama, despertaras de la hipnosis sin recordar nada. un, dos, tres, ya, despierta.
Caridad abrió los ojos y se incorporó separándose de Diego.
Caridad: eh? que me ha pasado? donde estoy?
Diego: Caridad no pasa nada, todo saldrá bien, todo saldrá bien mientras recuerdes hacer lo que te he pedido hace solo unos instantes ¿lo recuerdas, verdad?
Caridad: sí, lo recuerdo. uyyyyyyy!! como me duele la cabeza.
Diego: no te preocupes, el dolor de cabeza se te pasara cuando cumplas con tu misión.
Diego abandonó la sala del ordenador central.
Caridad se quedó un rato allí dentro pensativa por lo recién ocurrido.
Al rato, en el despacho de Germán, Nuria y él estaban discutiendo...
Germán: no me discutas más Nuria! sé que has sido tú!
Nuria: ah sí? y eso por qué? cómo puedes estar tan seguro eh?
Germán: la habitación de Julia estaba completamente removida, las puertas del armario abiertas, los cajones registrados, las sábanas de la cama arrugadas, alguien ha estado registrándosela, y ha debido ser alguien que tenía una extrema confianza con Julia porque sino no se hubiera atrevido a hacer semejante asalto a su intimidad...
Nuria: por favor... cualquiera puede haber entrado en la habitación de Julia...
Germán: la llave que utilizaba ella para abrir el ascensor que conduce a los pasadizos no está, tú eras la única persona aparte de mí que sabía donde guardaba Julia la llave en su habitación, tienes que haber sido tú, no me mientas Nuria, tengo otras formas para averiguar la verdad, formas que no te gustarían créeme.
Nuria: yo no he estado en la habitación de Julia, piensa lo que quieras, pero yo no he estado allí hoy.
En ese momento, Caridad entró hipnotizada al despacho de Germán y frente a las narices de él, sin darse cuenta que le estaba mirando, abrió los cajones uno a uno y cogió los documentos del historial médico de Azucena Terrón y salió del despacho, dirigiéndose al cuarto de Diego...
Germán muy enfadado y extrañado la siguió, perseguido por Nuria, Caridad en cuanto dejó los papeles sobre la cama de Diego, se despertó.
Caridad: eh? qué ha pasado aquí? que hacemos todos dentro del cuarto de Diego?
Germán: Caridad ¿por qué me has robado los documentos, por qué?
Caridad: qué documentos? de qué hablas?
Germán: y encima tienes la caradura de negarme lo que yo mismo acabo de ver? para quién estás trabajando? para quién?
Caridad: Germán, te juro que yo no sé nada, te lo juró!! no sé nada!! nada!!
Germán le cogió por el brazo a Caridad sin escucharla para sacarla a la fuerza de la habitación y le dijo a Nuria.
Germán: reúne a todos los huéspedes del internado aureola sin olvidarte de nadie, en cuarenta y cinco minutos alrededor del volcán de la justicia en los pasadizos secretos, diles que quiero mostrarles algo.
#216
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10/12/2010 11:35
Y así Germán abandonó la habitación, llevándose a Caridad con él.
Pasado un tiempo prudencial, todos los alumnos adultos de bachillerato, junto con los sirvientes y profesores, estaban reunidos alrededor del volcán de la justicia, cerca de su cráter había un hombre que manejaba una grúa, colgada de su garfio estaba Caridad, con los ojos vendados.
Germán habló a todos los presentes segundos antes de mandar al ejecutor de la grúa lanzar a Caridad hacia la lava ardiente..




Germán: escucharme, voy a estar fuera de aquí durante dos días enteros, durante ese tiempo quiero que todo el mundo siga las reglas a rajatabla de la organización de la justicia, igual como si yo estuviera presente en el internado, si a mi vuelta sé de alguien que me haya traicionado o aprovechado mi ausencia, que sepa que la muerte de esta chica, alumna de este centro, llamada Caridad Ponetra, sirve de advertencia para todos.
Germán levantó el brazo a distancia para hacerle una señal al conductor de la grúa, y Caridad chilló al verse precipitándose hacia el vacío.
Jessica (antigua limpiadora del internado valle seco, actual limpiadora del internado aureola y madre de Diego) que estaba entre el público se quedó paralizada del pánico ante la visión, ella sabía de la existencia de ese volcán pero era la primera vez en los casi 3 meses que llevaba viviendo en el internado aureola, desde que averiguo la verdad y huyó del internado valle seco que tenía ese volcán frente a sus ojos y veía como una persona se quemaba dentro de él.
Diego que también estaba entre el público, se fue, caminando hasta unas escaleras que conducían a la entrada secreta del armario de su habitación, llegó a ella, vio los documentos del historial médico de Azucena Terrón sobre su cama y enrollándoselos y guardándoselos entre su pantalón y volviendo a entrar en el armario.
Nuria que había visto como se marchaba de la sala del volcán, le siguió, se mantuvo oculta hasta que él volvió a bajar a los pasadizos y volvió a seguirle hasta la sala del ordenador central.
Diego llegó hasta allí, sacó la barra de labios con el microchip oculto que le había entregado Azucena, desenroscó la rosca de abajo y sacó el microchip informático con el virus, lo dejó sobre la mesa, y encendió el ordenador central, esperando pacientemente a que el emblema de las letras OSJ apareciera en la pantalla de todos los monitores.
En ese momento Nuria salió de su escondite y no dispuesta a permanecer callada durante más tiempo, dijo:
Nuria: Diego ¿qué haces aquí? qué es lo que te propones?
Diego: Nuria escúchame, esto es peligroso, yo no quiero hacerlo, pero no me queda otra salida.
Nuria: de que hablas?
Diego: yo no vine a este internado escapándome de la organización del crimen y para estar con mi madre, vine para cumplir una misión encargada directamente por Azucena Terrón, todo fue un montaje, nadie de la organización del crimen me atacó, de hecho allí ahora todos esperan mi vuelta, mi vuelta al internado valle seco después de haber cumplido con éxito la misión de matar a todos los miembros de esta organización.
Nuria: cómo? un momento, tu eres el topo que Azucena dijo que enviaría para vengar la de su hermana mayor Manuela?
Diego: sí, soy yo. Es mentira que entre Azucena y yo nunca haya pasado nada, ella ha sido mi novia en estos 3 meses, abandonó la prostitución y cerró la casa de masajes por mí, y confío en mí para mandarme aquí después de la muerte de su hermana para vengarse de Germán y destruir toda su organización.
Nuria: cómo? cómo piensa destruirla?
Diego cogió el microchip informático y se lo mostró a Nuria...







Diego: con esto, escúchame, mi madre ya sabe toda la verdad, yo se la conté, ella y yo íbamos a escaparnos de aquí sin instalar el virus, pero no puedo, no puedo porque Azucena me instaló una bomba en el interior de mi pecho, una bomba que ella hará estallar si se entera de mi traición, por eso tengo que instalar el virus, aunque no quiera. Este virus informático no dañara a los ordenadores, pero sí a las personas que los toquen, escúchame, durante 24 hras tras ser instalado el virus no toques ningún aparato que haya estado en contacto con un enchufe dentro del colegio o resultaras infectada por una enfermedad mortal, las palmas de tus manos y tus pies se volverán azules durante 3 días y a los 7 aproximadamente morirás, puede ocurrir un poco antes o después, según la resistencia de la persona, pero más de 5 días, es imposible sobrevivir al virus.
Nuria: espera, no puedes largarte así, no puedes propagar ese virus e irte con tu madre como si tal cosa, sé que sino lo haces Azucena te matara, estás atrapado por la bomba que te introdujo en tu pecho, pero... piensa en los niños... hay videoconsolas, productores de música, y si afecta a cualquier aparato conectado con cable, incluso podía valer hasta la nevera, el microondas... y en la biblioteca hay ordenadores a los que los menores tienen acceso ¿de verdad vas a dejar que ellos también se infecten?
Diego: no claro que no, no puedo hacerlo, sé que eran las ordenes de Azucena, pero no puedo hacerlo...
Diego se sacó un papel enrollado de su manga y se lo dio a Nuria.
Diego: este es un plano de los pasadizos del internado valle seco, deberás sacar a los niños de aquí y conducirlos hasta allí antes de que sean infectados, los ocultaremos de Azucena y de Germán, nadie sabe nada de que siguen con vida cuando pasen los 5 días de plazo después de la propagación del virus por todo el colegio.
Nuria: Diego, estás seguro?
Diego: no, no sé lo que va a pasar conmigo, ni con Azucena, ni con mi madre, ni con las dos organizaciones, pero a los niños, a los niños te prometo que les vamos a salvar, si me ayudas.
Nuria: puedes contar conmigo Diego, para todo.
Diego: gracias y ahora sal de aquí, antes de que alguien nos vea juntos, es peligroso.
Nuria salió de la sala del ordenador central, con el plano en mano de los pasadizos secretos del internado valle seco.
#217
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10/12/2010 11:35
Diego se quedó a solas...
Diego cogió su móvil, marcó el número de Azucena y dijo a través de él...
Diego: Azucena, estoy frente al ordenador central del internado aureola, está sin vigilancia, adelante, dime como funciona este maldito cacharro para poder introducir el virus en su interior... estoy listo.
Mientras Diego intentaba seguir las instrucciones que Azucena le dictaba por el móvil y tecleaba botones del ordenador, tras el sacrificio de Caridad la gente fue abandonando la sala del volcán de la justicia, y los pasadizos subiendo por las escaleras que conducían a las entradas secretas de los armarios de cada una de las habitaciones.
Jessica, se quedó sola en aquella sala, incapaz de moverse después de lo visto, ahora ella empezaba a pensar que su hijo tenía razón, la organización de la justicia, no era tan buena y segura como parecía, ella se sacó un mando cose-celdas del bolsillo de su uniforme de limpiadora. Jessica se acercó al volcán y escaló por la superficie rocosa, hasta llegar al cráter. Jessica intentó enfocar con las luces amarillas del mando el agujero, para cerrar la entrada a la lava ardiente y evitar así que las personas murieran quemadas en su interior.
En ese momento Diego salió de la sala del ordenador central y al caminar pasó por allí cerca, viendo a su madre sumamente cerca del cráter del volcán...
Diego comenzó a escalar...
Diego: mamá, que haces allí arriba?
Jessica: no te muevas Diego, enseguida bajó.
Diego: mamá, por qué has subido hasta allí arriba? que vas a hacer?
Jessica: solo quiero sellar la entrada al volcán con el mando cose-celdas así Germán no podrá seguir arrojando a gente a su interior.
Diego: por favor mamá es peligroso, la lava puede quemar las rejas de luz, el mando se inventó para cerrar puertas y ventanas, la lava funde las rejas de luz, bájate, no funcionará.
Jessica: ya verás como si hijo, solo un poco más, un poco más... un poquito más...
Jessica apretó el botón del mando y las rejas de luz aparecieron sobre el cráter, pero ella se resbaló del borde de las rocas, y cayó sobre las rejas de luz, Jessica se quedó sobre ellas rebotando, sin penetrar en el interior del volcán...
Diego había conseguido escalar y llegar hasta la cima del volcán, él alargó su mano...
Jessica: lo ves Diego? sabía que funcionaría, ahora ya nadie más morirá por culpa de este volcán.
Diego: muy bien mamá, ahora cógeme la mano y vayámonos de aquí...
Jessica alargó su mano hacia la de su hijo, pero bajo ella la lava empezó a burbujear, y la lava tocó las rejas de luz y las fundió, y tocó el vestido de limpiadora de Jessica derritiéndolo, los dedos de la mano de Diego y los dedos de la mano de Jessica se rozaron, segundos antes de que su cuerpo cayera sobre la lava ardiente y se hundiera en ella, muriéndose, pronunciando el nombre de su hijo como últimas palabras.
Diego: mamá!! noooooooo, mamá!! nooooooooooooooooooooo!!
Diego se quedó mirando el cuerpo de su madre, que flotó durante unos minutos en la lava...
Diego pronunció un chillido de desesperación... no podría creerse que su madre se había muerto...
Diego se alejó del volcán, bajó por su superficie rocosa, llegó hasta el pie de la montaña, ando por los pasadizos secretos, subió las escaleras hasta la entrada secreta al armario de su habitación, entró en ella y al salir por la puerta de su cuarto, se encontró cara a cara con Elisabeth.
Elisabeth: Diego, ¿has visto lo que ha pasado con Caridad en el volcán de la justicia? ha sido espeluznante!
Diego: Elisabeth, mi madre acaba de morir.
Elisabeth: Jessica? muerta? pero cómo?
Diego: se asomó al cráter del volcán, lo escaló, tras la muerte de Caridad quería probar suerte y sellar su entrada usando un mando cose-celdas para que nadie más muriera por culpa de ese volcán.
Elisabeth: un mando cose-celdas? pero la lava fundiría las celdas de luz, no serviría de nada.
Diego: lo sé, pero mi madre no me escuchó.
Elisabeth: Dios!! no puedo creerme que Jessica esté muerta ¿qué vas a hacer ahora Diego?
Diego: cobrarle al mundo la muerte de mi madre, es lo que me enseñaron en la organización del crimen en la cuál me crié desde pequeño, si el destino te arrebata la vida de alguien a quien quieres, es justo que tú le devuelvas al mundo todo el dolor que él te ha hecho pagar con esa muerte.
Elisabeth: Diego, no me asustes ¿que vas a hacer?
Diego miró a Elisabeth sonriéndole siniestramente y le dijo...
Diego: darle de comer al volcán.
Diego miró a Elisabeth fijamente a los ojos, ésta comenzó a balancear sobre sus pies, hasta que cayó al suelo dormida, Diego se agachó y le susurró al oído...
Diego: cuando cuente hasta cinco te despertaras e iras directa a los pasadizos, allí esperaras mis ordenes frente al volcán. uno, dos , tres, cuatro... y cinco.
Diego se alejó de Elisabeth... ella se despertó y comenzó a andar hacia la biblioteca donde había portátiles a los que podía teclear el código secreto *55555* para que la trampilla del suelo se abriera y bajar deslizándose por el tobogán hasta los pasadizos...
Diego mirando como se alejaba Elisabeth, dijo pensando en voz alta:
Diego: se acabó el jugar en broma, ahora me apetece jugar en serio.
Diego bajó por las escaleras al primer piso... fue entrando a cada una de las clases en donde había estudiantes con los profesores y pasando su mano por encima de ellos los durmió a todos y les ordenó que bajaran a los pasadizos secretos.
Todos ellos acudieron a la biblioteca, teclearon el código secreto en los diferentes ordenadores y las trampillas se abrieron bajo sus pies... Diego bajó a los pasadizos secretos volviendo a utilizar la entrada secreta del armario de su habitación.
Una vez todos estaban de nuevo en los pasadizos junto al volcán, Diego miró fijamente a los ojos al conductor de la grúa y le fue indicando que cogiera uno a uno a todos por el garfio, todas las personas desfilaban en fila hasta el volcán, ninguna de ellas tenían los ojos vendados, pero no hacía falta porque todos estaban hipnotizados y bajo el trance no podían escaparse. El conductor de la grúa manejaba el garfio para elevar a cada una de esas personas ante la mirada atenta de Diego, cuando uno caía a la lava, el garfio se giraba en busca de otro, así siguió y siguió, echó a la lava ardiente ente otras personas, a la alumna Elisabeth y a su madre Elisa, acabando así con las vidas de ellas dos.
Cuando exactamente 76 personas habían sido arrojadas y sacrificadas gracias a la lava del volcán, alguien se le acercó por la espalda a Diego, alguien apuntándole con una pistola, Diego reconoció la voz de Germán que le habló...
#218
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10/12/2010 11:36
Germán: despiértales y deja de arrojar gente al volcán! he dicho que les despiertes!
Diego amenazado por Germán chasqueó los dedos, y todo el mundo salió de la hipnosis, el conductor de la grúa abandonó la cabina aparcándola lejos del volcán... y todos los alumnos y profesores volvieron a la superficie del colegio subiendo por las escaleras hacia los armarios de los dormitorios, por las entradas secretas.
Germán se colocó en frente de Diego sin dejar de apuntarle con su pistola y le dijo.
Germán: acompáñame hasta mi despacho, tú y yo vamos a tener una charla durante un tiempo largo y tendido.
Germán y Diego utilizaron uno de los ascensores para abandonar los pasadizos y subir a la superficie del colegio. (ya que Germán poseía las llaves para manejar el ascensor)
Germán no dejó de apuntar a Diego con su pistola durante todo el camino.
Al llegar al despacho...
Germán: siéntate! que te sientes he dicho!
Diego se sentó, Germán dejó la pistola sobre la mesa y habló con Diego de pie frente a su butaca, muy enfadado...
Diego: no te ibas a ir de viaje durante dos días con los 8 informáticos hasta un almacén de piezas robadas para modificar el ordenador central? deberías haber salido ya para allá...
Germán: el viaje se ha cancelado, ya modificaremos el ordenador central más adelante, ahora hay asuntos más importantes ¿verdad Diego?
Diego: cómo cuales?
Germán: como el reciente asesinato de 76 personas de mi organización arrojadas al volcán de la justicia hipnotizadas sin mi autorización ¿por qué lo has hecho Diego?
Diego se levantó y miró a los ojos de Germán fijamente...
Diego: yo no tengo porque darte explicaciones de nada ni tú tampoco las quieres...
Germán: pierdes el tiempo si intentas hipnotizarme, ¿tienes un excelente en psicología e hipnosis y no te sabes la regla básica para hipnotizar a una persona? no se puede hipnotizar a nadie que tenga mayor fuerza de voluntad que tú ¡siéntate!
Diego como se vio derrotado ante Germán, se volvió a sentar sin oponer resistencia.
Germán: lo de los suficientes bajos en tus asignaturas era una treta verdad? igual que la trola de que solo te aprobaban en el internado valle seco por ser el hijo de Ramón Clero, lo único que querías era acercarte al ordenador central para instalar el virus, Azucena y tú lo teníais todo planeado desde el principio, verdad?
Diego: cómo sabes lo del virus?
Germán puso encima de la mesa de roble el móvil de Diego.
Germán: te lo has dejado olvidado en la sala del ordenador central, fui hasta allí para despedirme de ti antes de salir de viaje con los 8 informáticos, tienes llamadas perdidas y recibidas de Azucena, mensajes suyos en tu buzón de voz hablando de vuestro plan secreto, mensajes de texto, animaciones declarándoos vuestro amor, ¿conque tú para Azucena eras indiferente y ella siempre te había rechazado, verdad? qué es lo que hay entre Azucena y tú? dímelo!!, que es lo que hay entre vosotros dos?
Diego: ella... ella y yo estamos enamorados, ella no dejó el negocio de la prostitución porque estuviera cansada y no quisiera trabajar más, ella construyó los androides que se retroalimentan a través del sexo, telépatas y superfuertes para que las sustituyeran porque yo se lo pedí, para que pudiéramos seguir manteniendo nuestra relación de noviazgo.
Germán: mira, puedo aceptar el hecho de que Azucena y tú hayáis mantenido relaciones sexuales pero de allí a que ella esté enamorada de ti, eso si que no, Azucena solo ha querido a un hombre en toda su vida y ese hombre soy yo, ¿queda claro?
Diego: eso sería antes de conocerme a mí-dijo él levantándose de nuevo de la silla.
Germán: siéntate! yo no te he dado permiso para levantarte! que te sientes he dicho!
Diego se volvió a sentar...
Germán: Caridad estaba hipnotizada cuando me robó los documentos del historial médico de Azucena ¿verdad?
Diego afirmó con la cabeza en silencio.
Germán: y tú tienes esos documentos? donde los tienes?
Diego: no te los pienso entregar.
Germán: no te preocupes, tengo fotocopias, los que tú tienes no son los originales, puedes quedártelos de recuerdo.
Diego: ya me advirtió Azucena que eras muy previsor y que siempre hacías copia de todo.
Germán: y a que ha venido lo de allí abajo, ya sabes, lo de las 76 personas muertas arrojadas al volcán? eso no formaba parte del plan de Azucena y tuyo.
Diego: mi madre ha muerto, cayó al volcán por accidente cuando intentaba sellar su entrada con un mando cose-celdas, tenía que cobrarle al mundo la muerte de mi madre, eso es todo.
Germán: has instalado el virus?
Diego afirmó con la cabeza.
Diego: el ordenador era complicado de manejar, pero Azucena me dio instrucciones a través del móvil, el virus ya está instalado, dentro de 5 o 7 día todos moriréis y yo utilizaré entonces esto.
Diego sacó el imán pequeño de su bolsillo.
Germán: que es eso?
Diego: un nuevo invento de Segismundo, el suegro de Manuela. Es un desintegrador de moléculas muertas, cuando todos fallezcáis, nadie encontrara vuestros cuerpos, el colegio quedara desierto y sin rastro de ellos, sin necesidad de enterrarlos.
Germán: vaya, veo que Azucena ha pensado en todo ¿existe antídoto para la enfermedad?
Diego: sí, pero solo lo sabe Azucena, nunca me lo quiso decir a mí.
Germán: no se supone que tú eres su adorado novio? tan poco confía en ti?
Diego: no me lo dijo para protegerme.
Germán: no se como he podido ser tan tonto de creerte en todos estos días, debí imaginarme que todo era mentira, la primera vez que te tuve en mi despacho frente a mí ya supe que eras más listo de lo que parecías a simple vista, tienes que serlo para haber conseguido que Azucena se enamoré de ti, ella nunca se enamoraría de ningún inútil, por eso nunca llegó a sentir nada por mi hermano Jorge, Jorge era un completo imbécil comparado conmigo.
Diego se levantó de la silla y alargó su mano para coger la pistola sobre la mesa, con la que minutos antes le había amenazado Germán... Diego apuntó con ella a Germán mientras le decía:
Diego: a Jorge le maté yo y a ti también podría matarte en este mismo momento.
Germán: adelante dispara! no tiene balas...
Diego dejó el arma sobre la mesa y se volvió a sentar.
Germán: piensas volver al lado de Azucena? si el virus ya está instalado, tu misión aquí ha terminado, vas a volver con Azucena?
Diego: sí, en cuanto tenga oportunidad.
Germán: de verdad?
Germán dejó un cheque de 600.000 € al portador sobre la mesa.
Germán: lo encontré en el cuarto de tu madre ¿pensabais huir los dos juntos de aquí, verdad?
Diego: sí, pero mi madre ahora está muerta, el virus ya está instalado, y Azucena lo sabe, ella me ayudó a manejar el ordenador, estará esperando a que regresé...
Germán: óyeme bien, si de verdad Azucena está enamorada de ti, ni en sueños voy a permitir que vuelvas con ella, ahora mismo podía mandar que te arrojaran al volcán de la justicia.
Diego: no, no puedes.
#219
circulo naranja
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10/12/2010 11:37
Germán: por qué no?
Diego: por esto.
Diego se levantó y se subió el jersey del uniforme mostrándole la lucecita roja del explosivo del interior de su pecho.
Diego: Azucena me operó antes de traerme en su coche hasta las puertas de este internado, me introdujo una bomba, si me arrojas al volcán la lava caliente hará reacción en ella y explotara y tiene un radio de 70 km a la redonda.
Diego se bajó el jersey amarillo, y se volvió a sentar.
Germán: vaya, o sea que Azucena te envía hasta aquí sin decirte nada sobre el antídoto del virus, y encima te envía con una bomba en el interior de tu pecho ¿tú estás seguro de que eres su novio? porque en lo que a mí respecta no eres más que un niñato de 16 años con aspiraciones demasiado altas en la vida.
Diego: seré un niñato pero por lo menos tengo algo que tú ya has perdido, el amor de Azucena.
Germán se acercó al micrófono del despacho y dijo por el altavoz.
Germán: seguridad, venir inmediatamente a mi despacho, necesito a hombres para desplazar a un prisionero hasta las mazmorras.
Al instante dos soldados vestidos de camuflaje con metralletas y navajas entraron en el despacho, ellos intentaron coger a Diego para llevárselo, pero Diego se defendió, pegándoles puñetazos, codazos y patadas, haciendo uso de todo lo que había aprendido en la clase de artes marciales.
Germán: parar! parar!-les ordenó él a los soldados.
Germán se quitó la chaqueta y se acercó a Diego.
Germán: había olvidado que tenías un B alto en artes marciales, puede que puedas contra estos dos, pero contra mí, lo dudo mucho.
Diego se puso serio, Germán se arremangó la camisa y se acercó hacia él, doblándole el brazo hacia atrás, intentando ponerle el pie entre medio de los suyos para que perdiera el equilibrio, ellos dos pelearon, durante un buen rato los dos estaban bastante igualados, hasta que llegó un instante en que Germán se aventajó contra Diego, y cogiéndole por el cuello de su jersey le arrojó contra la pared... se bajó las mangas de la camisa, volvió a ponerse la chaqueta sobre él y ordenó a los dos soldados.
Germán: llevároslo!! encerradlo en las mazmorras!!
Los dos soldados cogieron a Diego cada uno de un brazo y lo sacaron del despacho de Germán a la fuerza.

5 días y 22 hras después...

Era de noche, el profesor Álvaro Lomo (padre de Manuel, Aníbal y Alberto Lomo) marido de la difunta Julia Almo y actual marido de la androide Luz Diesel, profesor de creación de venenos del internado valle seco, estaba encerrado bajo llave en una de las aulas del colegio mezclando mejunjes, para crear fórmulas.
Álvaro: vamos, esto tiene que salir bien, si consigo crear una formula para revivir a los muertos podré hacer que mi hijo mayor Manuel salga de su tumba y volverle a tener a mi lado, junto a él y a mi nueva esposa Luz, volveré a tener una familia.
Álvaro, siguió mezclando elementos líquidos, hasta que estos burbujearon dentro de los tubos de ensayo, Álvaro abrió la puerta del aula con la llave y salió de allí caminando hasta la salida del internado, acercándose a la zona del bosque donde estaba el cementerio, con las tumbas de todos los antepasados de la organización del crimen.
Álvaro se acercó a la lápida donde ponía el nombre de su hijo: Manuel Lomo.
Álvaro vertió el líquido del tubo de ensayo sobre la tierra removida en donde estaba anclada la lápida, y esperó a que pasara algo, a que una mano saliera de abajo queriendo salir a la superficie, a escuchar la voz de su hijo pidiéndole ayuda para que lo desenterrara, pero... no ocurrió nada, la tierra se secó con el aire del líquido vertido, y todo seguía igual.
Álvaro: arghhhhhhhhhhh!! maldita sea!! no ha funcionado!!
Álvaro tiró sobre la lápida de su hijo el tubo de ensayo rompiéndolo en mil pedazos.
Álvaro: lo conseguiré, conseguiré que vuelvas a la vida Manuel, juró que no descansaré hasta revivir a mi hijo mayor.
Álvaro abandonó el cementerio, volviendo a entrar en el internado en plena noche, él caminó hasta llegar a su cuarto, allí se desvistió poniéndose el pijama y acostándose al lado de Luz Diesel, su nueva mujer.
Luz: cariño ¿donde estabas?
Álvaro: trabajando, duerme, todo va estupendamente.
Luz: seguro?
Álvaro: seguro, que puede ir mal teniéndote a ti a mi lado, amor?
Así Álvaro se giró hacia Luz y la besó en los labios con dulzura.
Mientras, en el interior de otra habitación del internado, había una cuna con una bebé de pocos días en ella durmiendo, la bebé era Flora Amadeo, la bebita que Manuela Terrón había dado a luz escasas horas antes de su muerte.
Azucena estaba en camisón de dormir, andando por el cuarto a media luz, la bebita comenzó a llorar, Azucena le puso el chupete y la cogió en brazos, ella se sentó en una mecedora y se balanceó con ella acunándola y tarareándole una nana, poco a poco Flora fue acallando su llanto y cerrando los ojos, las dos, Azucena y Flora, tía y sobrina acabaron dormidas mientras seguían balanceándose sobre la mecedora de madera.
Al rato, la puerta de aquel cuarto se abrió sigilosamente, alguien entró en ropa de dormir y en batín, un hombre adulto, Fabián, el padre de la niña.
Fabián vio a Azucena con los ojos cerrados con su hija en brazos meciéndola, él se acercó a ella, y le susurró al oído.
Fabián: estáis tan hermosas las dos durmiendo que no sé a quién de las dos llevarme a mi cama a dormir conmigo, si a ti o a Flora.
Azucena abrió los ojos al escucharle, ella sonrió.
Azucena: anda, déjate de bromas y carga un poco a tu hija.
Azucena se levantó de la mecedora y le entregó a la bebé a los brazos de su padre. Fabián cogió a Flora entre sus brazos.
Azucena: quédate aquí un rato con la niña, yo voy a ver si puedo contactar con Diego, hace días que no me coge el móvil, ojala siga vivo en el internado aureola.
Fabián: si te contesta, dale recuerdos de mi parte.
Azucena: lo haré.
Y Azucena salió de la habitación.
Al salir de la habitación, alguien le atacó a las espaldas, un hombre se le acercó por detrás y le tapó la boca y le apretó muy fuerte la cintura por encima de sus brazos, ese hombre era Germán.
Germán: hola Azucena ¿te alegras de volverme a ver?
Germán arrastró a Azucena con él hasta el cuarto de ella, allí la soltó.
Germán: no intentes escapar, solo quiero hablar contigo.
Azucena: eres un insensato, podía estrangularte, podía romperte todos los huesos con solo tocarte los hombros, tengo superfuerza ¿recuerdas?, tú no puedes enfrentarte a mí ¿qué haces aquí otra vez Germán?
Germán: Azucena solo quiero que hablemos, pero si quieres matarme, de acuerdo mátame, estoy infectado por el virus informático que Diego instaló en el ordenador central de mi organización, así que si me matas solo conseguirás acabar con el sufrimiento del dolor interior, que me está provocando la enfermedad.
Azucena: el virus funcionó? cuantas personas estás infectadas en el internado aureola, cuántas?
Germán: cientos, necesitamos el antídoto o todos morirán.
Azucena: el antídoto? por eso estás aquí? por eso has venido a buscarme? para que te entregué el antídoto?
Germán: no, no soy tan tonto como crees, sé que no me lo vas a dar, tú quieres que toda la organización de la justicia muera para cobrarle al mundo la muerte de tu hermana mayor Manuela, además, así la organización del crimen reinara sobre el mundo, es lo que yo hubiera querido conseguir gracias a la emboscada que realicé tiempo atrás en este internado ¿la recuerdas? mis soldados se vieron obligados a huir de este internado gracias al sistema atrapa-intrusos que tu querido novio colocó. Dime una cosa Azucena ¿de verdad estás enamorada de Diego?
#220
circulo naranja
circulo naranja
10/12/2010 11:38
Azucena: y si lo estoy ¿qué?
Germán: no puedo creérmelo ¿en serio me has cambiado por un crío de 16 años?
Azucena: ese crío de 16 años como tú dices, desde que le conozco y está conmigo, ha hecho todo y cuando le he pedido por mí, ¿qué hacías tú cuando estábamos juntos? nada, nunca me escuchabas, siempre lo decidías todo por los dos, y a mí tenía que parecerme bien por el simple hecho de estar contigo, ¿pues sabes qué? ya me cansé! Ahora soy yo la que no voy a escucharte a ti.
Germán: vamos Azucena no digas tonterías, tú entonces eras una cría de 15 años, no sabías lo que querías.
Azucena: claro, ¿y cuando tenía 15 años y me metía en la cama contigo, qué pasa? que entonces, allí, yo ya no era tan cría ¿verdad?
Germán: no quiero perder el tiempo contigo hablando de tiempos pasados, yo solo estoy aquí por una única cosa.
Azucena: por qué? dime Germán ¿por qué has venido?
Germán: en principio quería venir por el antídoto, en mi organización pronto la gente empezara a morir sino me lo das, pero... sé que no me lo vas a dar, no soy imbécil, así que solo te voy a pedir que cumplas mi último deseo antes de morir, solo eso.
Azucena: y cuál es tu último deseo antes de morir, Germán?
Germán: volver a hacer el amor contigo, voy a morir dentro de unas horas, ya nunca más me volverás a ver, solo como despedida Azucena, por favor.
Azucena: estás enfermo.
Germán: sí lo sé, pero no por el virus mortal instalado por Diego en el ordenador central del internado aureola, sino por ti, estoy enfermo de tu amor. Solo una vez Azucena, solo una vez y te olvidas de mí para siempre.
Azucena: no, ni lo sueñes, antes que volver a acostarme contigo, prefiero morirme.
Germán: Azucena, tú y yo antes nos queríamos ¿ qué ha pasado para que hayas cambiado de opinión sobre mí?
Azucena: 20 años, 20 años en los que he comprobado que estoy mejor sin ti, si tú no sientes lo mismo, no es culpa mía.
Germán cogió a Azucena por los brazos apretándoselos con fuerza zarandeándola, y le chilló.
Germán: dímelo! dime cuál es el antídoto! dímelo!
Azucena: suéltame! suéltame y te lo diré!
Germán la miró a los ojos y finalmente... accedió a soltarla...
Azucena: el antídoto es... una picadura de mosquito robotizado de los que creó Segismundo.
Germán: qué? debes estar de broma, si dejó que mi gente se dejé picar por uno de esos mosquitos se arriesgan a perder su voluntad y convertirse en marionetas autómatas miembros de la organización del crimen, bajo tus ordenes puesto que tu ahora eres la directora.
Azucena se cruzó de brazos.
Azucena: exacto, o se mueren o se dejan picar por un mosquito robotizado pierden la facultad de elegir por sí mismos y entran a formar parte de mi organización, de una forma u otra la organización de la justicia dejara de existir, o bien por fallecimiento o bien por traspaso.
Germán: lo tienes todo bien calculado, verdad? como puedes ser tan mezquina y a la vez tan hermosa? nos tienes atrapados en tus manos, no existe forma alguna de que el plan fallé, has calculado hasta el más mínimo detalle.
Azucena: no olvides que aprendí del mejor, tú me enseñaste.
Germán: de verdad? pues tú no olvides nunca que aunque en la mayoría de ocasiones el alumno superé al maestro, el nº 1 de todas las estratagemas sigo siendo yo. Antes de que tuviera lugar la emboscada, envié a Tamara ¿sabes de quien te habló?, la hija de mi socio Alfonso Metro, para que se infiltrara en este internado, que ya sé que no sirvió para nada, porque fracasó en la misión, pues a ella, le picó una imitación de los mosquitos robotizados de Segismundo para engañaros y que vosotros creyerais que la picadura era de los auténticos, y la dejarais vivir aquí como una alumna más. Tengo una oportunidad de curarme, puedo probar esos mosquitos de imitación sobre mí todas las demás personas de la organización, la picadura desaparece a los 3 días en vez de a la semana y no cambia el carácter de las personas afectadas ni atonta las capacidades de sus sentidos.
Azucena: no funcionará, ya es demasiado tarde, ya han pasado más de 5 días, es imposible que podáis curaros ni aún gracias a la picadura de los mosquitos.
Germán: tal vez, a lo mejor morimos en el intento, pero si sobrevivimos... vale la pena probarlo ¿verdad?
Germán se acercó a la puerta de la habitación para irse...
Azucena: espera! antes de irte dime donde está Diego, ¿que ha sido de él? hace días que le llamó al móvil y no me contesta ¿qué le ha pasado?
Germán: que donde está Diego? Azucena siento tener que ser yo quien te dé la mala noticia pero Diego cogió tu cheque de 600.000 € y se fugó con su madre del internado aureola, nadie sabe donde están ahora, si instaló el virus antes de irse fue obligado por la bomba que tu le introdujiste en su pecho ¿pero sabes qué? ya no la tiene, antes de largarse del colegio Diego hipnotizó a la gran mayoría de mis científicos de los pasadizos secretos para que le operaran y se la extrajeran, yo lo sé porque lo vi todo por las cámaras de vigilancia de los laboratorios, esa es la realidad Azucena, Diego también te ha abandonado.
Azucena: no, eso no es cierto, en los laboratorios no hay ninguna cámara instalada.
Germán: las cámaras están ocultas, y no son cámaras, son miniaturas de cámaras, demasiado pequeñas para que las vea el ojo humano.
Azucena: no, Diego nunca se dejaría operar por nadie para sacarse la bomba, él me lo dijo cuando se despertó de la anestesia después de la operación, me dijo que esa bomba era un símbolo de su amor hacia a mí, me dijo que él me entregaba su vida para que yo pudiera disponer de ella por completo, ya que él sin mí estaba como muerto.
Germán: piensa lo que quieras pero es la verdad, hace días que no sé nada de Diego ni de su madre, ellos ya no están en el internado aureola, Diego te traicionó Azucena, se largó de tu lado y te dejó sola, otra vez.
Germán volvió a acercarse a la puerta, la abrió...
Azucena le apuntó con su pistola a sus espaldas...
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