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Post Elsa-MrProtocolista ¡Teniente malo, maloso! Adiós Elsa

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#0
joanfran55
joanfran55
08/06/2010 14:50
postelsa-mrprotocolistatenientemalomalosoadioselsa

7x02



7x03 MOMENTAZOOOOOOOOOOOOOOO



7x04



MOMENTAZOS:

Por proteger a Elsa, el pobre Mr Protocolo recibe de su propia medicina:



La pareja saluda a EIfans





LISTA DE FANS:

postelsa-mrprotocolistatenientemalomalosoadioselsa

¿Quéeee? ¿Que tu nombre no aparece? ¡Pues dilo y te apuntamos!
#481
sihaymanera87
sihaymanera87
02/10/2010 21:37
Me gustaban bastante más las razones de Amelia y Lucía para apoyar a Ottox que las del Teniente, pero qué se le va a hacer. Estoy escribiendo una especie de fic entre Elsa y Garrido, sólo que en mi historia cambian un poco las razones por las que él colabora con el proyecto. El primer trocito dura muy poco y no sé si escribiré más, supongo que sí, si os apetece lo cuelgo. Ya que ahora ya no puede ser, sólo nos queda imaginar lo que no vimos...
#482
Antonella07788
Antonella07788
02/10/2010 21:38
Si si cuelgalo seguro que esta genial!!
#483
sihaymanera87
sihaymanera87
02/10/2010 22:27
Vale, mañana cuando lo termine lo subo :)
#484
Antonella07788
Antonella07788
02/10/2010 22:38
Ok :)
#485
Moterilla
Moterilla
03/10/2010 12:01
en este capitulo odio mas a las crias que nunca, menos mal que como es descargado me las puedo saltar, pero que asco que se lleven parte del capitulo que podian haber aprovechado mejor, es que no puedo entender que tengan que tener tramas repelentes si o si cuando podian aprovechar el tiempo de otra forma.

la diferencia entre amelia, lucia y garrido es que garrido ya de por si era malo antes de que los geminis le buscaran, tanto luca como amelia estaban obligadas, el no lo esta realmente, y ya dicen que es un soldado sin escrupulos.

y mejor que sea asi, garrido para mi gusto es un gran malo, le da mil vueltas a hugo, y espero que no le lleguen a pillar, aunque seguro que lo hacen.
#486
Antonella07788
Antonella07788
03/10/2010 12:16
En este capitulo las niñas han sido lo peor!!!! eso ya parecia una telenovela pura y dura...
#487
sihaymanera87
sihaymanera87
03/10/2010 15:48
Yo pienso que deberían darles trama sólo cada dos o tres capítulos, o que sus ideas de bombero estén relacionadas con la trama de los adultos como lo estaban en las primeras temporadas (p.e: cuando Evelyn se cayó al pozo y se las cargó Amelia) teniendo en cuenta que sólo faltan tres capítulos.

Sí, y a mí me gusta mucho Garrido de malo, cuando estaba estrangulando a Roque disfrute con esas caras de malo de Iñaki, pero por otro lado una parte de mí echa un poco de menos esa primera tanda de capítulos de la T7 cuando aún no sabía que trabajaba para Ottox, pero es una parte muy pequeña jajaja la verdad es que me gusta este doble juego de Garrido, porque me encanta cuando tonteaba con Elsa haciéndose el buenecillo y también cuando embaucó a Julia para quedarse a solas con Vicki y poder "rematar" la tarea. Iñaki ha tenido la oportunidad de lucirse y de momento la está aprovechando con sobresaliente.

Bueno, voy a terminar el fic, luego lo subo.
#488
Antonella07788
Antonella07788
03/10/2010 15:51
A mi las tramas de la niñas siempre me han encantado pero es que con la de este capitulo he flipado!!!
#489
sihaymanera87
sihaymanera87
03/10/2010 15:58
A mí se me hacen graciosas a veces (el día del vampiro con Camilo me hicieron disfrutar) pero quedando sólo tres caps. yo creo que deberían centrarse más en otras cosas, darles menos minutos.
#490
Antonella07788
Antonella07788
03/10/2010 16:01
Es que para tres capitulos que quedan podian acabar con las cosas de paula y evelyn y centrarse en lo demas...
#491
Naryak
Naryak
03/10/2010 20:23
Creo que no deje las escenas del capitulo pasado...Os las dejo ^^


#492
sihaymanera87
sihaymanera87
03/10/2010 20:32
Cuelgo la primera parte de mi fic, falta otro trocito, enseguida cuando lo termine lo subo:

Elsa cruzó el pasillo atusándose el pelo. Había dudado sobre si recogérselo o dejárselo suelto, y al final se había decidido por la primera opción, tal vez porque el Teniente no la había visto nunca así. A la hora de vestirse, en cambio, ni siquiera había perdido el tiempo en cambiarse la ropa que había llevado para la boda de Fermín y María. Era tarde, y tenía ganas de aprovechar la que tal vez sería su última noche de vida en la Laguna Negra. Poco antes de llegar a la puerta del cuarto de Garrido sonrió, recordando los besos que se habían dado unas horas antes en su habitación. Nunca se hubiera imaginado al conocerlo que aquel hombre de aspecto distante y frío pudiera tratar con tanta ternura a una mujer como lo había hecho él. Hacía tanto tiempo que a Elsa no la acariciaba nadie de ese modo que casi había olvidado lo que se sentía al sentirse admirada por el sexo contrario. Estaba segura de que era por eso que el Teniente había conseguido despertar en ella una atracción lo suficientemente loca para que la llevara a convertirse en la amante de un hombre casado y posible padre de un niño recién nacido. Porque si bien ella había mantenido una relación paralela con Pedro durante su matrimonio con Héctor, la idea de ser ella la querida de alguien le parecía menos aceptable. Después de su noviazgo con Noiret se había prometido a sí misma no volver a relacionarse con nadie que pudiera hacerla sufrir otra vez, pero este caso era distinto. Quería vivir, por fin, una historia de amor sincera, sin trabas ni reproches; algo nítido, tal vez fugaz, pero preciso. Si iba a morir, lo único que deseaba era disfrutar de aquellos últimos minutos y tener tiempo de despedirse de la gente que más le importaba.

Al llegar a su destino Elsa golpeó la puerta con los nudillos, cruzando los dedos para que Garrido no estuviera dormido. Ella no había querido avisarle de que se presentaría para darle una sorpresa y temía que a aquellas horas de la noche el Teniente ya se hubiera metido en la cama. En cualquier caso, se dijo, ella ya sabría como quitarle el sueño de encima. Acercó la oreja a la puerta y escuchó pasos en su interior. De inmediato, el dueño de la habitación respondió con un “ya voy” que no parecía transmitir ningún tipo de somnolencia. Elsa se cruzó de brazos esperando a que la recibiera. Cuando Garrido abrió la puerta, éste parecía recién salido de la ducha; llevaba el pelo algo húmedo y el dorso desnudo mientras que una toalla naranja lo cubría de cintura para abajo. La miraba con cierto desconcierto y ante esa estampa Elsa no pudo evitar esbozar una sonrisa a la vez que le echaba un vistazo general con cierto disimulo.

Garrido: Elsa… ¿Qué haces aquí?

Elsa: Bueno, pensé que no te importaría que te hiciera una visita ¿No te alegras?- el Teniente pareció salir de su asombro.

Garrido: Sí, sí, claro sólo es que no esperaba que vinieras. Por supuesto que me alegro.

Elsa: (sonriendo) ¿Puedo pasar?

Garrido: Claro, pasa- se apartó levemente y Elsa entró sin dejar de sonreír. Al tenerla frente a frente Garrido se la quedó mirando embelesado, y a la vez orgulloso de lo que había conseguido despertar en aquella mujer- como si estuvieras en tu cuarto- al oír esto Elsa rió y tomándolo de las mejillas se acercó a él y le dio un beso en los labios. El Teniente la dejó hacer hasta que la tomó por la nuca y acercándola a él de nuevo, le devolvió el beso. Aquello no entraba dentro de sus planes, pero por suerte ya se había deshecho de la ropa sucia de tierra que había usado mientras enterraba a Lucía, por lo que nada podía hacerle sospechar a la directora del internado de dónde venía su amante. Garrido se relajó tras volver a posar sus labios sobre los de Elsa, sabiendo que podía dedicar lo que quedaba de noche a seguir descubriendo a fondo a esa mujer. Aún le parecía mentira que sólo cinco meses más tarde de la muerte de su esposa pudiera sentir aquella pasión por alguien y, sin embargo, no había motivos para no entregarse a ella. Y aunque los hubiese habido, empezaba a tener dudas de si habría sido capaz de cortar la situación. En verdad, pensó, no debería ser así. Él siempre se había considerado un hombre práctico, eso era lo que le habían enseñado. Estaba entrenado para apartar de su camino cualquier objeto que pudiera perturbar sus objetivos principales. Pero Elsa era distinta… y si algo tenía claro respecto a ella era que por nada del mundo habría cambiado lo que le estaba ocurriendo por dentro en ese instante… o quizá sí.

Elsa (separando sus labios de los de él): ¿Te apetece que terminemos lo que hemos empezado?

Garrido (con un susurro): Ah... ¿Es que antes hemos dejado algo a medias?

Elsa (sonriendo): No, no te asustes. No dejamos nada a medias pero si es verdad que fue todo muy rápido ¿No?

Garrido: ¿Sí? Bueno, eso siempre se puede arreglar- ambos se sonríen y Garrido besa a Elsa mientras la coge en brazos para llevarla hasta la cama, donde tras tumbarla, se dispuso a desnudarse por completo.

PS. Gracias por las escenas, me encantan ese "para mí sería un placer... obedecerlas" es muy bueno, me encanta como Iñaki termina la frase.
#493
Antonella07788
Antonella07788
03/10/2010 20:44
Genial la historia!!! siguela porque esta genial
#494
maruly95
maruly95
03/10/2010 21:50
Me encanta la historia :) que forma de escribir tienes tan perfecta! Síguela :)
#495
sihaymanera87
sihaymanera87
03/10/2010 23:40
Gracias a las dos, mañana subo el siguiente trozo, hoy he tenido algunas cosas que hacer y no he podido. Me voy a dormir, buenas noches.
#496
Moterilla
Moterilla
04/10/2010 01:03
me esta encantando la historia! esta genial!
#497
corchopan
corchopan
04/10/2010 15:51
ayy!!me encanta la historia!!, no nos puedes dejar asi!!eso hay que acbarlo como sea!, jajaj, animo que esta muy bien escrita!
#498
sihaymanera87
sihaymanera87
04/10/2010 22:15
Os dejo la segunda parte de la historia en dos trocitos porque me da problemas para colgarla. Espero que os guste:


Elsa tenía recostada la cabeza sobre el pecho de Garrido. Mientras se lo acariciaba notó como sus labios le besaban el cuero cabelludo con ternura. Cerró los ojos y trató de dejar la mente en blanco, abandonándose a los sentidos.

Garrido: ¿Qué piensas?- Elsa tardó unos instantes en abrir los ojos y contestar.

Elsa: Pues algo un poco macabro…

Garrido (incorporándose): ¿No tendrá que ver con la muerte?

Elsa: Pues sí, algo sí que tiene que ver. No quiero desmoronarme, pero siendo realistas es probable que esta sea la última vez.

Garrido: No tiene por qué. Elsa, no vamos a permitir que te pase nada. Yo estoy a tu lado…

Elsa: No te engañes. Estamos enfermos y muchos de nosotros vamos a caer. Yo soy la que tengo más papeletas, es inútil engañarse. No sé si voy a morir o no pero lo que tengo claro es que no voy a permitir que me pille por sorpresa, con las cosas a medio hacer…

Garrido: Y… si no estuvieras enferma ¿Habrías venido hoy a mi cuarto?

Elsa: No lo sé. Si te soy sincera no lo sé. Pero el caso es que no me queda tiempo que perder en tonterías. Es posible que todo termine pronto y yo tengo que seguir al pie del cañón. Nicolás, sé que lo que voy a pedirte es un poco egoísta, pero me gustaría que te quedaras conmigo. Quiero decir hasta que pase lo que tenga que pasar- Garrido agachó la cabeza y antes de que pudiera decir nada Elsa se apresuró a volver a hablar- mira, tú y yo no hemos tenido mucho tiempo para conocernos. Lo que pueda haber entre nosotros no se consolidará, no irá a más. Y pienso que tal vez es mejor así…

Garrido: Hablas como si dieras por sentado que tú vas a ser la primera en morir.

Elsa: Da lo mismo; tú o yo, es cuestión de suerte, sólo que yo compré más números que el resto en la rifa. No voy a pasarme las próximas veinticuatro horas llorando por eso pero tampoco pretendo negar la realidad- se quedan mirando fijamente unos segundos hasta que Elsa hace un amago de sonrisa- ya te lo he dicho: si yo muero nadie me va a echar mucho de menos, por eso prefiero que esto haya ocurrido ahora y no dentro de un mes. Lo único que te pido es que si vamos a morir en uno o dos días aprovechemos el tiempo, que tratemos de que estas horas sean un poco menos amargas para los dos ¿Hace, Teniente?- Garrido observó la sonrisa que le estaba dedicando Elsa y reconoció en sus ojos una fortaleza que él mismo había dejado de sentir hacía mucho tiempo. Sin darse cuenta de lo que hacía se inclinó hacia ella y le sujetó la barbilla con las manos, apoyándose con la pierna derecha sobre la cama.
#499
sihaymanera87
sihaymanera87
04/10/2010 22:15
Garrido: Hace. Te voy a acompañar, pero quiero que tengas una cosa clara, Elsa: tú no vas a morir, porque yo no voy a permitirlo. Vamos a salir los dos vivos de esta- Elsa le tomó la muñeca y le acercó el dorso de la mano a los labios para besárselo. Luego bajo el brazo, dejando el de Garrido sobre las sábanas, e hizo además de levantarse.

Elsa: Vale. Bueno, voy al baño. Espérame despierto ¿Eh?- el Teniente la observó caminar hacia el lavabo y volvió a recostarse. Sabía que aquella noche no le sería fácil conciliar el sueño. Trató de fijar la mirada en cualquier punto perdido de la habitación pero aquella sombra momentánea que había visto en las pupilas de Elsa le hacía pensar en una situación vivida muchos años atrás, cuando solamente tenía siete, precisamente, protagonizada por otra mujer; iba de la mano de un hombre adulto, alto y bastante fornido, que le había ordenado acompañarlo a una sala vacía. Él lo contemplaba, tratando de disimular el nerviosismo que sentía, pero sin poder evitar dirigirle alguna que otra mirada inquietante de vez en cuando. Al percibirlo, el hombre le había apretado los dedos con fuerza, tal como acostumbraba a hacer en situaciones similares. Garrido había bajado los ojos con rapidez, centrándola en la puerta que tenía delante y que, según presentía, estaba a punto de abrirse. Su pronóstico no tardó en hacerse realidad, y a los pocos segundos vio entrar a un señor algo más mayor que el que lo acompañaba, corpulento y de escasa estatura, arrastrando a una mujer vestida de negro, a la que estaba apuntando con una pistola. Cuando entraron en la habitación, la chica tardó unos segundos en percatarse de su presencia pero cuando lo hizo ya no volvió a apartar los ojos de él. A Nicolás niño no se le escapó que se había sorprendido al verlo allí. Tal vez pensaba que por el hecho de ser un niño no podía ser duro. El hombre bajito que empuñaba la pistola obligó a la mujer a arrodillarse. Garrido recordaba haberse sentido mareado cuando se percató de que aquellas pupilas negras no iban a apartarse de él mientras durase el proceso. Había intuido lo que iba a pasar desde el momento en que había visto la pistola. En cuestión de instantes decidió que él tampoco dejaría de mirar aquel rostro demacrado hasta que escuchase el disparo. Fue todo cuestión de segundos. Cuando la mirada sin vida de la chica dejó de acosarlo cerró los ojos y los volvió a abrir justo a tiempo para ver su cadáver tendido en el suelo. Ante la imagen de aquel oscuro teñido de sangre, se forzó a si mismo a impregnarse de él. Algo le decía en su interior que estaba obligado a recordar para siempre aquella lección que le habían querido enseñar. Antes de que tiraran de él, Nicolás tuvo tiempo de escuchar la voz del hombre que había manejado el asesinato, dirigida a su acompañante.

Hombre1: ¿No crees que es un poco temprano para traerlo aquí?

Hombre2: No, al contrario. Está en la mejor edad.

- - -

UNA HORA DESPUÉS

El Teniente Garrido se quedó contemplando durante un rato la imagen adormecida de Elsa antes de levantarse de la cama. Con sumo cuidado, se puso los zapatos y abrió el cajón superior de la mesita para coger su walkie. Se encaminó hacia la puerta y salió de su cuarto muy despacio, sin dirigir una última mirada a Elsa. Recorrió unos cuantos metros pasillo adelante y cuando creyó estar en una zona lo suficientemente segura, se dispuso a usar el aparato. Tardó un poco en conseguir que le respondieran, pero cuando escuchó la voz del coronel al otro lado tuvo claro qué era lo iba a decir.

Araujo: ¿Teniente, usted sabe qué hora es?

Garrido: Discúlpeme, mi Coronel, pero lo que tengo que pedirle es de suma importancia.

Araujo: Ya puede serlo. Usted dirá…

Garrido: Necesito medicinas. Me siento cada vez más débil y no sé si voy a aguantar.

Araujo: ¿Cómo? Teniente, usted sabe que estamos intentando construir la máquina y que cuando la tengamos lista va a ser el primero en utilizarla ¿A qué viene esta tontería?

Garrido: Verá, mi Coronel, llevo un día entero sin tomar la medicina. Cuando nos repartieron la última dosis no había suficientes para todo el mundo. Acabo de sangrar por la nariz y temo que no voy a durar mucho más. En el internado están haciendo algunos avances. Ni los profesores ni los alumnos están dispuestos a rendirse y yo cada vez tengo menos fuerzas…

Araujo: ¿Qué más están planeando?

Garrido: Aún no han decidido nada concreto, pero como usted hoy mismo trataron de construir una radio. Si tengo que volver a actuar aquí dentro no sé si voy a poder. Y nos conviene que esté bien hasta que haya terminado todo. De mí se fían, mi Coronel, puedo campar a mis anchas. Si me encontrara bien todo sería mucho más fácil.

Araujo: Usted sabe lo que necesitamos para fabricar más medicinas. No sería posible…

Garrido: ¿Tienen a Max con ustedes, no? Si puede reconstruir la máquina puede fabricar más medicinas. Se lo digo en serio, cada vez estoy peor.

Araujo: ¿Por qué no me lo ha dicho hasta ahora?

Garrido: Pensé que podría conseguir más por mi cuenta dentro del internado, pero no hay. Además, no pensaba que los síntomas avanzaran tan rápido. De otra manera no le habría llamado a estas horas.

Araujo: De todos modos aunque Max pudiera construirlas, usted sabe que necesitamos…

Garrido: Sí, la sangre de Paula Novoa. No se preocupe, yo le traeré a la niña.
#500
Antonella07788
Antonella07788
04/10/2010 22:44
Oh!! Me encanta!!! Espero que le de medicinas a Elsa...
Siguelo pronto :)
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